ESTRURCTURA DEL DISCURSO POLÍTICO
Comienza estas fichas en el punto en que ya está decidido qué es lo que se va a decir, en qué orden, y en qué tono. A partir de ahí lo que nos importa, y a eso vamos, es cómo decirlo para que resulte más eficaz, o sea, más atractivo, más persuasivo y más motivador. Aquí se le ofrece
ESTRURCTURA DEL DISCURSO POLÍTICO
Aquí se le ofrece un repertorio de figuras. Imagine usted que son como los llamados «complementos de vestir» (corbatas, cinturones, pañuelos, guantes, zapatos…). El traje lo tiene que poner usted. Según sea el traje, deberá escoger los complementos adecuados. Mi tarea se limita a ponerlos a su disposición. Quien debe decidir cuándo los emplea y cómo los combina, es usted. Para esto no existen recetas sino modas, costumbres y, naturalmente, los criterios del buen gusto. Damborenea, Ricardo García. Figuras retóricas y otros ingredientes del discurso político: Manual del orador (Spanish Edition) (p. 15). Ediciones Uso de Razón. Edición de Kindle.
ESTRURCTURA DEL DISCURSO POLÍTICO
Todo lo que hay que aprender en este terreno se adquiere por imitación de los maestros. Cuantos más ejemplos se observan, más progresos se hacen en el estudio de la elocuencia. Séneca el Viejo. Controversias, I, Prefacio, 6. Damborenea, Ricardo García. Figuras retóricas y otros ingredientes del discurso político: Manual del orador (Spanish Edition) (p. 16). Ediciones Uso de Razón. Edición de Kindle.
ESTRURCTURA DEL DISCURSO POLÍTICO
los oyentes de hoy no consienten que el discurso se extienda. La oratoria en el siglo XXI es más breve, más intensa, aprovecha mejor el tiempo. El mejor repertorio de recursos persuasivos lo ofrecen hoy los anuncios de la televisión, que duran quince segundos. DAMBORENEA, RICARDO GARCÍA. FIGURAS RETÓRICAS Y OTROS INGREDIENTES DEL DISCURSO POLÍTICO: MANUAL DEL ORADOR (SPANISH EDITION) (P. 16). EDICIONES USO DE RAZÓN. EDICIÓN DE KINDLE.
ESTRURCTURA DEL DISCURSO POLÍTICO
¿Por qué aparecen tantos ejemplos religiosos? Porque el púlpito ha casi monopolizado la oratoria pública entre el siglo V y el XVIII, además de competir con los mejores oradores políticos del XIX. DAMBORENEA, RICARDO GARCÍA. FIGURAS RETÓRICAS Y OTROS INGREDIENTES DEL DISCURSO POLÍTICO: MANUAL DEL ORADOR (SPANISH EDITION) (P. 16). EDICIONES USO DE RAZÓN. EDICIÓN DE KINDLE.
ESTRURCTURA DEL DISCURSO POLÍTICO
El discurso político ¿Por qué es distinto a los demás discursos? Exige una oratoria propia, distinta de la que se emplea en los tribunales, en la empresa, en las conferencias o en la enseñanza.
ESTRURCTURA DEL DISCURSO POLÍTICO
Razones de por qué el discuros político es distinto a los demás discursos: DESTINATARIO 1. El discurso político se distingue de otras formas de oratoria por el destinatario al que ha de adaptarse. Siempre se dirige a una masa, la formen cuatrocientos diputados o cinco mil simpatizantes. No habla al individuo, aunque a veces lo aparente recurriendo al apóstrofe. Su destinatario es la polis, la que está presente, y toda la ausente que lea, escuche o contemple el discurso a través de la prensa o Internet. Damborenea, Ricardo García. Figuras retóricas y otros ingredientes del discurso político: Manual del orador (Spanish Edition) (pp. 16-17). Ediciones Uso de Razón. Edición de Kindle.
ESTRURCTURA DEL DISCURSO POLÍTICO
AUDIENCIA QUE REACCIONA 2. No es una audiencia pasiva como un conjunto de alumnos, los feligreses de una parroquia, los jueces de un tribunal o los miembros de un jurado. Se enfrenta el orador a una concurrencia que le aplaude, que le abuchea, que le interrumpe. Persuade o decepciona tanto por sus palabras como por la actitud con que responde a los estímulos de los oyentes. Damborenea, Ricardo García. Figuras retóricas y otros ingredientes del discurso político: Manual del orador (Spanish Edition) (p. 17). Ediciones Uso de Razón. Edición de Kindle.
ESTRURCTURA DEL DISCURSO POLÍTICO
DISCURSO EMOCIONAL 3. El principal recurso del orador político no son las pruebas ni los argumentos, como en un juicio o en una conferencia, sino las emociones. No prescinde de la razón, porque con frecuencia se delibera y hay que escoger razonablemente; pero, incluso entonces, pesan tanto las emociones como la lógica. Se ha llamado a la elocuencia la razón apasionada. Damborenea, Ricardo García. Figuras retóricas y otros ingredientes del discurso político: Manual del orador (Spanish Edition) (p. 17). Ediciones Uso de Razón. Edición de Kindle.
ESTRURCTURA DEL DISCURSO POLÍTICO
No es un discurso que se conforme con ofrecer una información, al estilo de la oratoria docente o la del empresario. Es una oratoria polémica y vehemente. Nos dirigimos a los intereses de la gente. Hablamos a su egoísmo, abnegación, inquietud, miedo, esperanza, ambición, odio, orgullo, compasión… unas veces para calmarlos, otras para encenderlos, siempre para persuadir y provocar la respuesta que pretendemos, sea un voto, una movilización, aceptar un sacrificio, respaldar una política… Pretendemos persuadir. Damborenea, Ricardo García. Figuras retóricas y otros ingredientes del discurso político: Manual del orador (Spanish Edition) (p. 17). Ediciones Uso de Razón. Edición de Kindle.
ESTRURCTURA DEL DISCURSO POLÍTICO
TIEMPO 4. Al orador político se le raciona el tiempo, porque se lo miden con un reloj, como en el parlamento, o con la impaciencia del público, como en un mitin. Sobre todo, tiene tasada la divagación. Una parte importantísima del discurso, con frecuencia la más importante, es la que reproduce la prensa en forma de extractos escogidos o de simples titulares. Por eso, ya que van a comprimir el discurso en un titular de prensa, convendrá diseñarlo de manera que los periodistas encuentren con facilidad las perlas que están buscando. No queremos que se equivoquen. Damborenea, Ricardo García. Figuras retóricas y otros ingredientes del discurso político: Manual del orador (Spanish Edition) (p. 17). Ediciones Uso de Razón. Edición de Kindle.
ESTRURCTURA DEL DISCURSO POLÍTICO
ADAPTABILIDAD INMEDIATA 5. Por último: La oratoria de hoy no compone, por así decirlo, música sinfónica al estilo de Cicerón, J. Crisóstomo, Fray Luis de Granada o Mirabeau. Se conforma con las cancioncillas pop que gustan al público de hoy. El orador debe adaptarse al terreno y, aunque evite la vulgaridad, expresarse como el vulgo. Ni siquiera se le permite escoger la materia de sus discursos: ha de hablar, en cada momento, de lo que a todos interesa, y hacerlo de manera que todos le comprendan. Damborenea, Ricardo García. Figuras retóricas y otros ingredientes del discurso político: Manual del orador (Spanish Edition) (p. 17). Ediciones Uso de Razón. Edición de Kindle.