ÉL HACE TODAS LAS COSAS NUEVAS Jesús está interesado en tu hogar, pero debes traer al Señor a tu casa y hacer todo lo que Él mande. ¿Pensaste que el comienzo de tu matrimonio fue bueno? Déjanos decirte que viene lo mejor. Por eso, dile NO al divorcio, bota esa llave y aunque las cosas se vean muy difíciles, arréglalas porque éstas pueden cambiar. El matrimonio no siempre es un paraíso, hay tormentas que golpean tu casa, pero si sigues la Palabra de Dios entenderás que no hay motivos para juzgar a tu pareja. Empieza por cambiar tus errores y mira la viga de tu ojo antes de ver la paja de tu esposo/a. Tienes que saber que el hombre es diferente a la mujer, para ellos es más importante el sexo y para ellas la ternura. No por esto él es un hueco y ella una cursi, por naturaleza somos diferentes. Entre la semana 16 y 26 de la gestación hay dos sustancias químicas que afectan el cerebro de los hombres, esto hace que las mujeres desarrollen el afecto y los hombres la lógica. Somos diferentes, ellos van a la meta y ellas disfrutan el proceso. Tenemos roles diferentes el más importante en la mujer es el hogar y en el hombre la provisión. MUJER: • • • • • • • • • • • •
El Señor quiere que seas fiel e integra Arreglarte con decoro y no sensualidad Dios te pedirá cuentas por el estado espiritual de tus hijos Sujétate a tu esposo y ayúdale No controles, ni pretendas gobernar el hogar Lo que no puedas obtener, peléalo en oración porque llorando no conseguirás nada Admira a tu esposo, exalta sus habilidades y hónralo Haz de tu casa un espacio lleno de afecto y decoro Arréglate físicamente para él Compartan tiempo No seas egoísta Recuerda que la mujer que teme a Jehová esa será alabada
HOMBRE:
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Ama a tu esposa, recuerda que eres el responsable de tu hogar, de la provisión y cuidado de tus hijos. El Señor te manda a sustentar a tu familia en tres áreas: emocional, espiritual y material. No olvides escuchar la voz de tu esposa pues su consejo siempre trae sabiduría. Imparte principios en tus hijos y da ejemplo. Ten pasión por Cristo. Interésate por tus hijos, por su educación y futuro.
Con un abrazo de amor restaura a tu familia, porque entonces vendrá un vino nuevo para ustedes. Cierra tus ojos y con una oración renueva el pacto que un día hiciste frente al altar con tu esposa.