3era Evaluación Análisis.docx

REYES MARÍA LAURA. MIÉRCOLES 7:00 AM EL DISFRAZ DE LA SOCIEDAD VENEZOLANA Democracia se entiende como aquel sistema político donde el pueblo elige a sus propios representantes y dirigentes políticos. El ejercicio del voto es la condición mínima para que un régimen se considere democrático. La democracia requiere de los partidos políticos como canal organizado de expresión social, a partir de una ideología o un pensamiento político, y es el principal mecanismo de participación social. En Venezuela, la llegada de Hugo Chávez se estableció mediante métodos democráticos, promocionando mejorías, tanto sociales como económicas, que motivó a la población para ser elegido, ganándose la empatía de aquellos grupos minoritarios rechazados, pero, que muy sutilmente suplicaba por la permanencia en la cúspide de la nación. Una vez alcanzado y establecido en el poder, Hugo Chávez y posteriormente Nicolás Maduro abusaron de él, y que al sol de hoy una gran mayoría de la población apoyó sus falacias, y ahora se lamentan haber creído. El gobierno venezolano se convirtió en un régimen autoritario, en donde el poder del Estado está dirigido por sus propios intereses y reglas, las cuales son ejercidas por un individuo y/o por un grupo pequeño, que comenzaron odiando al gobierno anterior, el gobierno del Presidente Carlos Andrés Pérez. Quien ejerce el poder lo ejecuta de forma exclusiva, arbitraria, despótica, sin limitación alguna. El control sobre la sociedad venezolana reside en métodos que inhiben al individuo, ya sea la represión, la carencia de libertades, la violación a los derechos humanos, la culpabilidad, el miedo, la total dominación de los poderes públicos y su posterior politización, la inseguridad, o la incertidumbre del mañana. Los regímenes autoritarios que buscan coartarlos o eliminarlos los partidos políticos, hostigar y condenar a prisión a sus líderes. El extremo más radical que se vive actualmente es la dictadura bajo el perfil de movimientos democráticos, el cual es el fin último de cualquier régimen autoritario. Para entender cómo Venezuela ha alcanzado el punto en donde hoy se encuentra, es preciso recordar datos clave del acontecer diario. La grave situación actual deriva del deterioro en los controles democráticos a lo largo de los últimos 15 años, que han permitido al gobierno establecer reglas a su medida, para lograr una concentración del poder, gozar de la intimidación hacia los civiles, la oportunidad de censurar, perseguir injustificadamente y levantar cargos judiciales a cualquiera que se rebele ante “la verdad”. Por otro lado el descontrol preocupante de los precios. No hay un sistema que fije los precios, tanto de los productos del mercado como para los servicios públicos y privados. La expansión de la economía informal causando que la inflación aumente. Con el avance del oficialismo se han establecido modificaciones al acervo cultural, como es la introducción de información falsa en los textos académicos de primaria y secundaria sobre la historia de nuestro país. Han cambiado los nombres de fechas importantes como “El Día de la Raza” al nombre de “El Día de la Resistencia Indígena” y el cambio de fechas patrias, como el “Día de la Bandera” pasó de celebrarse el “12 de marzo” a celebrarse el “3 de agosto” gracias a la incorporación de la octava estrella.

Así mismo, los símbolos patrios también fueron modificados, con la estrella adicional y el cambio de dirección del caballo blanco en el Escudo Nacional. El hecho de modificar paulatinamente lo establecido anteriormente en la cultura, genera sobre las masas control y dominación, sobre todo en los niños y adolescente, ya que son mentes moldeables y facilitan una reconfiguración de la sociedad, implantando una nueva forma de pensar; como muy bien lo señala Hannah Arendt “lo que tratan de lograr las ideas totalitarias es la transformación de la misma naturaleza humana” Para lograr la masificación de la sociedad y mantenerla al margen de la democracia, se entabló la centralización de los poderes públicos, que a pesar de demostrar criterios propios, indudablemente trabajaban como entes colaboradores para alcanzar un beneficio en común: la permanencia del oficialismo. Un ejemplo de ello es el Tribunal Supremo de Justicia violó la Constitución en un principio al permitirle el acceso a Nicolás Maduro a la presidencia, cuando éste ocupada el cargo de Vicepresidente. Según el Artículo 229 un vicepresidente no puede postularse a la presidencia de la Republica. Las medidas utilizadas para alcanzar la fama y el éxito del oficialismo se pueden comparar con 4 principios establecidos por Joseph Goebbels, ministro y motor propagandístico del fascismo alemán: 1) El “Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo”: Aplicado al caso venezolano donde la única idea es el socialismo. El único símbolo es el difunto “Comandante Eterno y Supremo” Hugo Chávez. Y finalmente, el adversario permanente es la derecha “golpista imperialista”. 2) El “Principio de la vulgarización”: Establece que la propaganda política debe ser popular y debe dar un mensaje de fácil comprensión, para lograr convencer a las masas de la sociedad. 3) El “Principio de orquestación”: Es el complemento del principio anterior. La propaganda política debe ser repetitiva, siendo representada de diferentes formas pero con el mismo fin. 4) Por último el “Principio de la silenciación”: Conlleva al cierre de canales televisivos como RCTV, o la interrupción de emisión de canales internacionales como CNN en Español y Noticias NTN 24. Censura en las noticias de los periódicos. Amenazas por medio de redes sociales. En cuanto al tema alimentario, durante la presidencia de Hugo Chávez se creó la Misión Mercal, destinada a ofrecer alimentos de primera necesidad a las comunidades. El ciudadano debía hacer grandes colas para recibir alimentos bastante económicos de los Mercales. Con el pasar de los años, Hugo Chávez comenzó a destruir las capacidades productivas del sector agroalimentario. Debido a las masivas expropiaciones y confiscaciones de fábricas, fincas, hatos y haciendas, dando como resultado la caída de la producción de alimentos. Caída que el oficialismo designó como “acaparamiento de productos” por parte de la oposición. Luego, el control de precios liquidó los incentivos destinados a la producción. Situación que afectó a los productores, llevándolos a la obligación de agitar la producción

de bienes no regulados, o en su defecto al cierre de sus empresas y marcharse del país. Por ende, ante el panorama, el Presidente Nicolás Maduro crea los CLAPs, con productos fabricados en México y Brasil en contra de la “derecha acaparadora”. Dicha caja representa un negocio: Ella contiene en promedio 14 kilos de alimentos distribuidos en 12 productos para una familia de 4 personas. Dichos productos cuestan 1 dólar en un supermercado mexicano o panameño. El gobierno paga por cada caja 35 dólares, según los recursos aprobados por Cencoex. Pero, al cambio en dólares preferenciales, el consumidor adquiere la caja CLAP por un precio de 10.200 bolívares fuertes, cuando deberían ser 350 bolívares fuertes, siendo 10 bolívares por cada dólar. Al mismo tiempo representa ser un problema. Las cajas no llegan con frecuencia a los hogares, en algunas zonas llegan entre cada 15 y 20 días, y en otras zonas llegan una vez cada 3 meses. Adicionalmente, en ocasiones el contenido de la caja llega incompleto, faltan productos como el arroz o la leche. Ligado al tema de las cajas CLAP se ha comenzado a exigir el “Carnet de la Patria”, la nueva cédula del venezolano. Los cuales no se explican su fabricación, cuando no hay material para fabricar ni los pasaportes ni las cédulas de identidad, siendo documentos prioritarios. No se explica que el carnet de la patria sea gratis, y que para emitir un pasaporte exprés se deba pagar 67.800 bolívares fuertes, usando tarjetas de crédito. Por lo tanto, para el oficialismo es más fácil darle el pescado a su pueblo que otorgarles una caña de pescar. Para ellos, es más viable que el ciudadano dependa de los servicios de alimentación y asistencia médica, a cambio de la fidelidad a la única idea. Esto conlleva a un daño mayor para las generaciones que se avecinan, ya que el ciudadano venezolano actual se ha acostumbrado que todo lo que recibe es gratis, o lo puede adquirir a un precio económico. Para el oficialismo es más fácil conceder casas, becas, carros, equipos electrónicos para el hogar y para el uso personal, como nevera, televisores, laptops, teléfonos… a dejarlos ascender de clase social. Es sinónimo de humillación. El objetivo del oficialismo es hacer sentir al ciudadano incapaz de lo que puede hacer por sí mismo. Es arriesgado que el ciudadano salga a trabajar, se torne independiente, y que logre la dicha de ganarse dinero para sobrevivir y levante a su familia a costa de su esfuerzo laboral.