MANEJO DE GRUPO TERAPÉUTICO Un grupo puede definirse como un conjunto de individuos en interacción que se reúne con la finalidad de realizar una tarea común, para ello utiliza técnicas específicas como la comunicación verbal y la comunicación no verbal. La identidad grupal tiene dos niveles: a) La identidad que proporciona el trabajo común y que establece pautas de interacción y de comportamiento organizadas. Existe una tendencia
a la integración e
interacción de sus integrantes. b) La identidad que está dada sobre una socialización en que dichos límites no existen y en que los grupos carecen de identidad. Un grupo tiende a estabilizarse como una organización, con pautas fijas y propias. Cuanto más tiende al grupo a estabilizarse como organización, tanto más tiende al objetivo de existir por sí mismo. Existen dos tipos de grupos: 1) Grupos con cometido o tarea: son grupos operativos. En ellos se intenta abordar una tarea como equipo, pero su estructura sólo se logra mientras se trabaja. Tiene propósitos, problemas, recursos y conflictos que deben ser atendidos. Los miembros obtienen un beneficio terapéutico indirecto al realizar la tarea en común. Es muy común en la enseñanza. 2) Grupos terapéuticos: su tarea se centra en cada uno de los miembros con miras a que mediante reuniones periódicas y a través de normas, técnicas y efectos específicos, logren una mejoría, un mayor bienestar o algún tipo de cambio favorable. Lineamientos de la psicoterapia de grupo En un grupo terapéutico cada participante interviene junto con otros en un campo de interacción diferente al del grupo primario, pero que en cierro grado es un sustituto del mismo. Las personas tienen la oportunidad de comparar y contrastar su modo de obrar con el de otros. Así, puede ver que comparte con otros lo que consideraba particular de él. Observa huevas formas de sufrimiento y estilos diferentes para confrontar y resolver los
problemas. El terapeuta debe mantener la situación dentro de los límites terapéuticos, proteger a los individuos del daño que causarían las reacciones excesivas que puedan presentarse. Debe asegurarse también de que lo que aprende sea significativo para la tarea y de que pueda ser usado, primero dentro del grupo y después fuera de él. Debe además, poner cuidado en no usar al grupo para sus propios fines y corregir sus propias valoraciones. Tipos de grupos terapéuticos Grupos cerrados Se inician con un determinado número de miembros que no puede ser modificado por el ingreso de nuevos miembros.
Se caracterizan por tener una gran estabilidad. Se
recomiendan para el tratamiento de grupos homogéneos, es decir, conformados por un solo tipo de pacientes (rasgos o características compartidas). Su principal meta es la resolución un conflicto común o la comprensión de una problemática compartida por todos los miembros. Grupos abiertos Mantienen un tamaño constante ya que cuando algunos se van, llegan otros. Trabajan en tiempo indefinidos. Son los grupos más comunes en la consulta externa de las instituciones y en la consulta privada. Tamaño de los grupos El tamaño óptimo de un grupo es de aproximadamente 7 miembros, con una fluctuación aceptable de cinco a 10 miembros. Lo habitual es que un grupo se reúna de una a dos veces por semana. Selección de los pacientes Teóricamente los criterios de selección deben ser descritos con detalle, y suele suceder por medio de la ausencia de contraindicaciones. Las más frecuentes son: trastornos de personalidad, tendencias o conductas suicidas, psicosis agudas o sociópatas. Se considera como preferible crear grupos heterogéneos compuestos por individuos de diferente sexo,
profesión, edad y nivel socioeconómico y educativo. Así, el grupo representa un microcosmos social capaz de hacer que desarrollen nuevos métodos de interacción social. Papel del terapeuta de grupo Es quien organiza el grupo y supervisa su funcionamiento. Establece un código de reglas o normas que guiará las interacciones del grupo. Las normas se formulan en conjunto con el grupo. Su papel como experto es dominar una técnica para lograr determinadas metas y el modelo que ofrece un ejemplo de conducta. Éste, a lo largo del proceso, irá mostrándose cada vez más como es, sin embargo debe ser capaz de mantenerse al margen del grupo. Dentro de sus funciones, las más importantes son: -Mantener el grupo en el “aquí y ahora”, es decir, centralizar la atención de los miembros en los sentimientos de los demás pacientes y en las propias. -Guiar al grupo en la observación y comentarios sobre el proceso, es decir, sobre las interacciones o sucesos dentro del grupo. El terapeuta debe tener siempre presentes las metas inicialmente establecidas, ya que suele suceder que los pacientes pierdan de vista y se dediquen a perseguir gratificaciones. Factores curativos de la psicoterapia grupal
Infundir esperanza: la pertenencia al grupo favorece un efecto curativo, la permanencia y la posibilidad de beneficiar otros factores curativos. Se basa en la confianza que tiene el terapeuta en sí mismo y en el tratamiento, así como en los resultados favorables observados en los miembros del grupo.
Universalidad: los pacientes se percatan de que comparten con otras personas temores, pensamientos, impulsos y fantasías que creían pertenecerles sólo a ellos.
Ofrecer información: el terapeuta provee información acerca de la salud mental, los trastornos psicológicos y otros temas relevantes. Esto genera aprendizaje ya que los temas se vinculan con sus propias experiencias personales.
Altruismo: los pacientes dan a los demás y también reciben de ellos apoyo, seguridad, sugerencias, retroalimentación.
Recapitulación correctiva del grupo familiar primario
Desarrollo de técnicas de socialización: los miembros del grupo logran un aprendizaje social a través de la detección de conductas inadecuadas en la socialización.
Conducta de imitación: el terapeuta y el resto de los miembros funcionan como modelos de imitación. Por medio de este mecanismo se logra la adquisición de nuevas conductas.
Aprendizaje interpersonal: conforme avanza el desarrollo terapéutico, los pacientes comienzan a sustituir metas iniciales para formarse metas de índole interpersonal.
Posteriormente,
el
ambiente
del
grupo
ofrece
nuevas
oportunidades para generar experiencias emocionales correctivas.
El grupo como “microcosmos social”: cada paciente interactúa con los miembros del grupo de la misma forma que lo hace en su esfera social, aspecto que permite conocerlos de mejor forma e iniciar el cambio conductual.
Cohesión del grupo: abarca la relación de cada miembro con el terapeuta, la relación entre los pacientes y con el grupo en su totalidad. Ésta es la atracción que ejerce el grupo sobre sus miembros. Es una condición necesaria para que la terapia sea efectiva.
Catarsis: la manifestación de las emociones en el contexto grupal aumenta la cohesión y es indispensable para el buen funcionamiento grupal.
Factores existenciales: se refieren a las reflexiones sobre las dificultades de la existencia, la soledad, la importancia de conducir la vida con responsabilidad, etc.
Desarrollo de un grupo Primera etapa Búsqueda de la estructura grupal. Establecimiento de límites y metas. Segunda etapa Los miembros del grupo se preocupan por dominar, controlar y ejercer el poder. Los conflictos y la expresión de la hostilidad tienen un efecto positivo.
Tercera etapa El grupo comienza a generar afecto y cohesión. Ésta última se vuelve marcada, el trabajo interpersonal e intrapsíquico es intenso y existe una amplia participación. Terminación La finalización puede ser planteada por el terapeuta, el propio paciente u otros miembros del grupo, cuando el paciente ha logrado desarrollar sus capacidades y se ha vuelto más flexible y menos temeroso en su vida cotidiana (logro de objetivo o meta terapéutica). Referencias La psicoterapia de grupo.