Ni Calco Ni Copia 1-1-09

  • December 2019
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Ni Calco Ni Copia 1-1-09 as PDF for free.

More details

  • Words: 9,875
  • Pages: 14
INDICE: !EDITORIAL: Pág.2 -¿Qué es “Guevarismo-UNCuyo”? !-LUCHA DE CLASES: Pág.3 - Encarcelan y arman causa a cuatro militantes del campo popular. por ENCUENTRO CONSUR -Proyecto santuchista. Por PRT-Santucho - CUBA - 50 AÑOS DE REVOLUCIÓN. por PRGuevarista !-HISTORIA: Pág.6 -GLORIA A LOS HEROES DE MONTE CHINGOLO. por COMISION MONTE CHINGOLO 33 AÑOS !-PUNTO DE VISTA: Pág.8 - “JOSE MARTI” – por R. L. -ETA y la negociación política. por EUSKAL HERRIKO KOMUNISTAK !-DEBATE & FORMACION: Pág.10 “GUEVARISMO” por FERNANDO MARTINEZ HEREDIA

Editorial: ¿Qué es “Guevarismo-UNCuyo”? Guevarismo UNCuyo es una herramienta de autoformación y contra-información, con el único fin de ser un pequeño aporte al porvenir socialista que reclama el tan necesario “otro mundo posible”. Por esta razón utiliza como órgano de difusión “NI CALCO NI COPIA”, bajo la teoría del “marxismo revolucionario”, no de forma dogmática ni ortodoxa al estilo del mal llamado “socialismo real”, sino que de forma revolucionaria, es decir desde un punto dinámico -no reformistay adaptado a nuestra realidad latinoamericana, que no sea una receta académica -ni calco ni copia-, aceptando debatir nuestras ideas, pero siempre intransigentes a dejar de lado la razón de nuestra lucha, la construcción del comunismo. Entendemos el marxismo revolucionario, primero que todo, como una postura ante la vida, -única capaz de lograr la emancipación real del hombre-. La que está ubicada desde el punto de vista de los oprimidos y explotados, que conlleva -debe hacerlo- una actitud de vida humanista inigualable (en el mejor sentido de la palabra, o sea en el sentido rebelde del término) y un amor revolucionario y social que debe llevar consigo a la vez un odio intransigente ante las injusticias en todo el mundo, -y esto es primordial-. No podemos siquiera entender el marxismo, si este, se encuentra alejado de la clase proletaria, ni mucho menos aplicarlo si nos encontramos alejados de estos sentimientos de amor por ella, además es necesario tomar cada dolor y cada sufrimiento de la clase y transformarlos para la más noble causa cambiar el mundo (no en resentimiento social como acusarían algunos mal intencionados). Tampoco se puede estar dispuesto a una lucha férrea si no se odia con toda la rabia, direccionada siempre ante la dominación de un grupo pequeño de hombres ante la mayoría, a través de sus instituciones de dominación y sus aparatos de “consenso”, por ende, a la dictadura del capital…

Segundo, como una teoría necesariamente crítica de la sociedad capitalista (si esto se olvida, inmediatamente se deja de ser marxista), busca la liberación y la revolución a través de no solo la resistencia sino también a través de la rebeldía, por esto y por ultimo entendemos la filosofía de la praxis como la filosofía del marxismo revolucionario, cuya clave recae en entender al ser humano como un ser transformador, esta capacidad humana es la que nos permite direccionar la historia, terminar con las innumerables injusticias y establecer el comunismo, esta praxis conlleva consecuentemente al ideario revolucionario, a través de la unión de la teoría y la practica política revolucionaria. “NI CALCO NI COPIA” es un aporte a la lucha por el socialismo, por ende, parte importante de una contrahegemonía revolucionaria (que se opone a la hegemonía capitalista), necesaria para la liberación cada ves mas urgente. Para esto se articulan temas de coyuntura nacional e internacional, publicaciones de textos “clásicos” (no por esto obsoletos) entendiendo que en estos días de constante lucha tenemos la necesidad de realizar una vuelta al marxismo revolucionario, olvidado tras la caída del socialismo vulgar -no hay marxismo sin historia-. También textos de compañeros no solo antimperialistas si no que a la vez -y esto resulta fundamental- anticapitalistas, que no conjugan una nueva sociedad con un capitalismo: ni popular, ni andino, ni mas humano ¿?... con ellos, luchadores del pueblo trabajador, debemos hoy levantar no solo las banderas muchas veces pisoteadas, sino que también la frente y el puño -izquierdo-, con el grito insoslayable de ¡hasta la victoria siempre! Por esto ofrecemos este espacio para el debate, solicitando desde ya las colaboraciones, cometarios, críticas, etc. que se enmarquen dentro de la línea editorial o no, para su publicación, o simplemente para apoyarnos en esta noble tarea tan necesaria e indispensable, este grito de libertad desde el marxismo revolucionario. Editor

Encarcelan y arman causa a cuatro militantes del campo popular Cuatro militantes del Frente Territorial 26 de Junio, Germán Lovari Marx, Ariel Scalercio Ratto, Damián Dos Santos y Facundo Escobar, fueron detenidos el pasado 18 de diciembre, cuando volvían de tener reuniones con diversos movimientos, para organizar distintas actividades de fin de año, como son los brindis navideños en las barriadas y por el nuevo año, y la marcha del Argentinazo. Regresando a sus hogares, los compañeros fueron interceptados por autos de la policía, y sin justificación alguna son llevados a una comisaría. Allí se enteran que los acusan de los saqueos y asaltos que se desarrollaron ese día en Moreno, y que les armaron una causa penal por “Robo calificado en poblado y en banda en concurso real con portación de arma de guerra sin permiso legal”, usando como prueba un arma plantada por la policía, ya que estos compañeros jamás la portaron, arma que la policía plantea que pertenece a las fuerzas de seguridad, pero paradójicamente no se encuentra denunciada como robada ni extraviada!!!. Primero los llevaron a la Comisaría 2ª, donde fueron brutalmente golpeados, y a uno de ellos hasta se le hizo firmar una declaración bajo tortura. Hoy los mantienen detenidos en tres comisarías diferentes. Los compañeros están en condiciones de hacinamiento (como es tradición en las comisarías y cárceles argentinas), no comen más que lo les mandan las organizaciones solidarias, y no pueden realizar llamadas por teléfono. La causa es claramente un armado policial: incluye un arma que nadie vio aún y que no figura entre las cosas que la policía entregó a la fiscalía como pertenencias incautadas a los compañeros. A esto se le llama “plantar pruebas” y hasta ahora no era una práctica común contra militantes políticos populares. Cada causa contra militantes populares es un ensayo represivo del régimen contra quienes se le oponen. En éste caso, el plantar pruebas es una nueva escalada en la impunidad de la represión. Para denunciar este nuevo caso de impunidad, de avasallamiento de los derechos humanos y de persecución a las organizaciones del campo popular, convocamos a una Conferencia de Prensa, para que este hecho aberrante no quede impune y salga a la luz. Consideramos importante que todas las organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos del campo popular, demos una respuesta unánime, clara y contundente, para frenar el incesante avance de la represión por vía judicial de la militancia popular.

LIBERTAD A LOS PRESOS POLITICOS DEL FRENTE TERRITORIAL 26 DE JUNIO PRESOS POLÍTICOS POR LUCHAR PARA ACERCAR SOLIDARIDAD Y ADHESIONES, comunicarse a: 011-1559364304 / 011-1536224800 / 0111567629334 / 0221-1541191400 / 011-1551592858 / 011-1569838483 / 011-1558656168 [email protected] / [email protected] / [email protected] Encuentro Conosur: http://conosur.lahaine.org/

PROYECTO SANTUCHISTA Resoluciones del 2º Congreso del PRT-Santucho (Instroducción de la publicación PROYECTO SANTUCHISTA, diciembre 2008) A MODO DE INTRODUCCION: En algún lugar de Argentina, en el mes de diciembre de 2008, se realizó el 2º Congreso del PRT-Santucho. Las deliberaciones se pusieron bajo una Presidencia Honoraria, en el siguiente orden: Rubén Batallés, Comandante Mario Roberto Santucho, 5.000 Héroes del PRT-ERP caídos en combate y detenidos desaparecidos, Carlos “Petete” Almirón y los 30.000 compañeros. Las entonaciones de la Internacional y la Marcha Santuchista, en medios de las enseñas patrias y las rojas banderas del PRT-Santucho, moldearon los momentos más emotivos de este 2º Congreso. En el presente libro se exponen las bases fundamentales del Proyecto Santuchista, como reafirmación del camino iniciado con la fundación del PRT-Santucho en el 2001 bajo la dirección de Rubén Batallés, histórico integrante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). El 2º Congreso marca el inicio de un nuevo período en la construcción político revolucionaria, centrada en la edificación del Proyecto Político, la nueva estructuración orgánica, el impulso vigoroso de la línea de inserción en las masas trabajadoras, organización y articulación de la Protesta Popular; y en las tareas principales en la formación de la Resistencia Nacional e integral al régimen y sus Gobiernos. Este Proyecto es la síntesis de diversos períodos de intenso trabajo político del PRT-Santucho, su avance cualitativo y superador, en una joven historia plagada de aciertos y errores, de determinación y esperanza, de sueños y voluntad. El mismo contiene los análisis, propuestas y proyecciones que plantea el Santuchismo para los tiempos actuales y venideros, para extender y forjar la Rebeldía Popular, y construir una alternativa revolucionaria que emprenda las tareas de articular la Resistencia Nacional. Asimismo es un proyecto abierto, a ser enriquecido y fortalecido, que servirá de aporte y andamiaje a las tareas diarias políticas y sociales del activismo, la militancia y los Santuchistas. PRT-SANTUCHO http://www.prt-santucho-argentina.blogspot.com/

CUBA - 50 AÑOS DE REVOLUCIÓN Cuando el 1ª de enero de 1959 Fidel entraba a la Habana al frente de su ejército guerrillero, una nueva época se abría en América Latina. La época de la transición del capitalismo al socialismo, y con ello la posibilidad de resolver los históricos problemas del hambre, la miseria, el analfabetismo y la falta de salud para millones de trabajadores, campesinos sin tierra y pobres de las ciudades. A 50 años de semejante hecho resulta difícil sintetizar el impacto de esta revolución en la conciencia y la vida cotidiana de las masas en nuestro Continente, pero no es una exageración afirmar que desde entonces, la vida política, económica, cultural y militar de toda América giran en gran medida en torno a Cuba y su revolución. Y esto no solo en lo que se refiere a las políticas y planes contrarrevolucionarios permanentemente reactualizados por las clases dominantes latinoamericanas y el imperialismo, sino que también impacta de lleno en las fuerzas revolucionarias que sin cesar se levantan a la lucha una y otra vez en nuestro Continente. Es que Cuba y su revolución elevan a un plano superior, y por lo tanto profundizan el debate y las acciones practicas en torno al carácter de la revolución en América Latina, sobre quienes son los sujetos de la misma, y por lo tanto cual debe ser la política de alianzas a desarrollar y la vía para llevar adelante la misma. Fidel, el Che y el conjunto de los revolucionarios cubanos abren así una nueva perspectiva para las luchas en todo el Continente. Rompen con el espíritu academicista, en torno a la revolución y sus posibilidades, y transforman a la misma en una cuestión teórica-práctica, de total actualidad para nuestros pueblos, trasladando el centro de la misma a las montañas, calles, fabricas, campos y universidades. Al definir basados en su propia practica, a la revolución necesaria como socialista y por lo tanto antiimperialista y anticapitalista, recuperan para la revolución, junto al papel dirigente de los trabajadores, las energías del campesinado pobre, los pueblos originarios y la masa de hombres, mujeres y jóvenes pobres hacinados en las grandes ciudades, al mismo tiempo que rompen y desenmascaran las ilusiones electoralistas, el democratismo y el parlamentarismo burgués, poniendo en primer plano el papel de la violencia revolucionaria, la necesidad de destruir el Estado burgués y sus instituciones, reemplazándolo por la democracia de los trabajadores y los sectores populares, y la necesidad del armamento del pueblo para llevar adelante la revolución y garantizar sus conquistas.

Todas estas posiciones quedaron plasmadas entre otros, en documentos como "La 2ª Declaración de la Habana", el "1ª Congreso del P. C. de Cuba", en los escritos del Che como el "Mensaje a la Tricontinental", “Táctica y Estrategia de la Revolución en América Latina" y expuestas en foros, congresos y encuentros internacionales, y como corresponde a verdaderos revolucionarios llevadas a la practica a través de las misiones internacionales en Angola, Etiopía, el Congo y en Bolivia. Por este camino la revolución cubana rompe con las visiones reformistas y dogmáticas, que ya en por ese entonces eran hegemónicas en el campo del marxismo latinoamericano, quienes basándose en una visión mecanicista del mismo, ponían el centro en el desarrollo de las fuerzas productivas, relegando a un plano secundario el papel de la subjetividad de nuestra clase, la historia de las luchas y la cultura revolucionaria de nuestros pueblos. Aferradas a esta visión estas fuerzas, con todos los matices del caso, aún hoy continúan planteando la revolución por etapas, en donde, primero, en alianza con sectores de la burguesía existiría una etapa antiimperialista que aseguraría la independencia y el desarrollo autónomo nacional, y luego una segunda en donde a partir del desarrollo de las fuerzas productivas, quedarían planteadas las tareas socialistas. Indudablemente, estas visiones constituyen la base ideológica de las políticas del reformismo de izquierda, su permanente oscilación tras una u otra fracción de la burguesía, su idealización del electoralismo, el parlamentarismo y la democracia burguesa, el pacifismo y el rechazo a la violencia revolucionaria, y su búsqueda constante del "burgués bueno" con quien establecer alianzas y acuerdos para entusiasmar a los trabajadores y al pueblo. Estas visiones cuando son honestas, y no se limitan a expresar los intereses de clase de la pequeña burguesía Latinoamericana, que alienta reformas que acoten el poder del imperialismo y sus socios locales para seguir existiendo como tal, viven de espaldas a la experiencia histórica que muestra hasta el cansancio, que aquí no solo maduraron las condiciones para el socialismo, sino que la propia burguesía no esta interesada en reformas antiimperialistas. Cuba y su revolución puso al desnudo esta cuestión, demostró que la dependencia de nuestros países es inseparable de la asociación de las burguesías criollas con el imperialismo, que su suerte como clase dominante esta atada al mismo, y que por lo tanto no puede haber revolución antiimperialista que no sea al mismo tiempo anticapitalista. Los hechos actuales, tanto en Venezuela como en Bolivia, vuelven a certificar a los ojos de todos esta realidad, lo mismo que los procesos encabezados por el llamado progresismo latinoamericano en Brasil, Uruguay, Chile y en nuestro país.

Durante estos 50 años Cuba ha resistido heroicamente todos los intentos del imperialismo y las burguesías criollas para aplastar la revolución. Calumnias al por mayor, la existencia ignominiosa de la Base de Guantánamo, la prisión ilegal de los cinco compañeros en EEUU, Bahía de los Cochinos, el criminal bloqueo que ya lleva casi tantos años como la revolución, los atentados contra la vida de Fidel, las plagas desparramadas sobre sus cultivos, los sabotajes a su economía, el triunfo de la contrarrevolución en el llamado campo socialista. Atravesó el denominado periodo especial acorralada por el hambre y la escasez de los productos más elementales, se autocriticó y corrigió errores. Y todo lo ha resistido sin faltar a sus deberes internacionalistas revolucionarios, sin dejar de brindar su ayuda humanitaria a otros pueblos a través de sus brigadas de médicos y maestros, ¿Podría haber hecho la mitad de esto sin el apoyo decidido del pueblo a la revolución y a su fuerza dirigente, el Partido Comunista Cubano? La burguesía como parte de su acción ideológica pretende mostrar al pueblo Cubano como carente de democracia y libertad. ¿Pero acaso hay en cualquier lugar de América Latina un país en donde las armas estén en manos del pueblo? ¿puede mostrar la burguesía la organización de las Milicias Populares dispuestas a defender cada metro de su territorio? ¿Acaso puede mostrar un solo país en donde la tierra, las fabricas, los centros de salud y educación, y los medios masivos de comunicación pertenezcan al pueblo y no sean negocios privados de un grupo de chupasangres? Y en cuanto a la libertad, ¿Acaso no es infinitamente mas libre el pueblo cubano que venció al analfabetismo, que muestra uno de los índices mas elevados de cultura en Latinoamérica, y que a partir de esto puede juzgar por si mismo y comprender mejor el mundo y la sociedad en la que vivimos, que los millones de pobres, marginados y analfabetos que pueblan el continente y que funcionan como clientela política de la ¨democracia y libertad ¨ que la burguesía y el imperialismo nos brindan? Y ahora frente a la crisis económica que sacude al capitalismo, ¿Alguien puede pensar que algún cubano se quedará sin comer, sin servicios de salud y educación, o con niños durmiendo en las calles? Podríamos llenar esta página con estadísticas para mostrar la imposibilidad de que esto ocurra. Pero no hacen falta, los trabajadores de nuestro país las conocen y no se engañan con los cuentos de la burguesía. Tampoco hace falta decir que Cuba no es un paraíso. No lo es la transición del capitalismo a una nueva sociedad socialista. Dicha transición se da en medio de una dura lucha contra el espíritu de rutina, el egoísmo, el individualismo, las carencias materiales, los errores, los falsos caminos, la falta de experiencia, las presiones internas y externas. La instalación de nuevos valores morales, como los de la solidaridad, la ayuda mutua, la cooperación desinteresada, el amor al trabajo y al estudio, el darlo todo sin pedir nada a cambio, se van abriendo paso en medio de grandes y pequeñas luchas cotidianas en donde se hace imperioso sostener el esfuerzo en el tiempo sin perder el rumbo.

Cuba, su pueblo, su vanguardia revolucionaria han dado muestras durante estos 50 años de que son capaces de hacerlo y en ellos confiamos plenamente para seguir avanzando por el camino de la revolución y el socialismo. Pero hay una cosa que nosotros, latinoamericanos, no debemos perder de vista, Cuba y nuestros pueblos necesitan urgentemente de la revolución y el socialismo en América Latina, y esa es la responsabilidad intransferible de las fuerzas revolucionarias, de los trabajadores, los campesinos sin tierra, los pueblos originarios y los jóvenes del Continente. Hacer la revolución en cada país, es la mejor manera de ser solidarios con Cuba. La revolución Cubana cumple 50 años y junto a decenas de miles de revolucionarios y millones de trabajadores que festejamos llenos de alegría dicho acontecimiento. Por el otro lado hay no pocos burgueses que están preparando sus valijas para ¨conocer a Cuba antes de que se caiga¨. No se apuren, el pueblo Cubano ha conquistado muchas cosas a partir de su propio esfuerzo y conciencia y tiene muchas cosas por defender. El socialismo, en medio de todas las dificultades, va con Fidel y el Che.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE. PRGuevarista: http://www.prguevarista.org/inicio.htm

¿Quién en la lucha suma y sigue? Frente Patriótico Manuel Rodríguez ¡¡¡Un abrazo fraterno, de Guevarismo-UNCuyo desde Mendoza a todos los Rodriguistas de Chile y el mundo!!!

GLORIA A LOS HEROES DE MONTE CHINGOLO Hacia fines de la década del ´60, luego de una sucesión de gobiernos civiles capitalistas y dictaduras militares, y tras el debilitamiento de la alternativa parlamentaria disfrazada de democracia como forma de dominación burguesa, la clase obrera y el pueblo argentino habían alcanzado altos niveles de conciencia política que los llevó, junto a campesinos, trabajadores rurales, intelectuales honestos y estudiantes, a rebelarse contra la explotación y el imperialismo. Fue así que en mayo de 1969 y en septiembre de ese mismo año masivas rebeliones organizadas conocidas como el Cordobazo y el Rosariazo, fueron el preludio del nacimiento de las organizaciones revolucionarias argentinas que se plantearon la toma del poder y la construcción posterior del socialismo en nuestro país. En ese contexto nació el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). La situación de auge de masas que se registraba en la Argentina era coherente con un ascenso de las luchas revolucionarias en todo el mundo, especialmente en América latina.

La influencia moral de la revolución cubana victoriosa, la resistencia vietnamita al invasor yanqui y su victoria en 1975, la liberación de Angola y las luchas ininterrumpidas también posteriormente triunfantes en Namibia, Mozambique, Sudáfrica y otros países africanos, la resistencia palestina, entre otros enfrentamientos, constituían el marco del desarrollo de las luchas. En América latina, el MIR de Chile, el MLN Tupamaros de Uruguay, el PRT – ELN de Bolivia, las FARC y el ELN en Colombia, la continuidad de la lucha sandinista en Nicaragua, el mantenimiento de la guerra revolucionaria en El Salvador y Guatemala, entre otros, también daba respaldo a las prácticas sostenidas del PRT-ERP argentino. Poco después de la retirada de la dictadura militar, en 1973, la continuada lucha en todos los terrenos de las organizaciones populares puso en jaque a una pantomima de democracia que lideraba María Estela Martínez De Perón, y la represión recrudeció en todos los órdenes con una matanza a manos de las fuerzas armadas del capitalismo y de las bandas armadas de corte fascista conocidas como Triple A, ambas amparadas y financiadas por el Estado en manos de las clases dominantes y políticamente sostenidas por la clase política burguesa.

Fue en ese marco de largo e ininterrumpido enfrentamiento, que el PRT-ERP decidió el ataque al Batallón de Arsenales 601 de Monte Chingolo, de donde se intentaba extraer 20 toneladas de armamento destinados a fortalecer la capacidad operativa de las fuerzas guerrilleras y al mismo tiempo retrasar un golpe militar que ya se sabía inevitable. El 23 de diciembre de 1975 se libró en Monte Chingolo la mayor batalla de la guerrilla argentina. Una operación de inteligencia del ejército del capitalismo impidió que la acción fuera exitosa y las unidades guerrilleras del Ejército Revolucionario del Pueblo se vieron sometidas a una emboscada. Invertido el factor sorpresa por el accionar de un infiltrado, varios regimientos de infantería del Ejército y uno de infantería de Marina, unidades mecanizadas y blindadas, artillería, Aviación de Ejército y Marina, Fuerza Aérea, tropas de Gendarmería, Policía Federal y bonaerense y unidades especiales de Prefectura Naval, es decir, todas las fuerzas militares y de seguridad del sistema capitalista, enfrentaron a los setenta integrantes de la Compañía Guillermo Perez, integrante del Batallón General San Martín del ERP. Esa enorme diferencia numérica, material y de poder de fuego no impidió que durante varias horas de combate abierto, las fuerzas armadas del capitalismo hayan visto tambalear sus defensas y que, una vez confirmada la imposibilidad de éxito la operación, las fuerzas guerrilleras sobrevivientes hayan podido retirarse en su mayoría de manera ordenada y organizada, protegidas por los habitantes de los barrios aledaños que por ello fueron masacrados por los militares. Los heridos fueron rematados, los prisioneros ilesos asesinados, las manos de todos los combatientes caídos cortadas y metidas en frascos, sus cuerpos mutilados a bayoneta, maniatados en la parte delantera de los blindados y aplastados vivos contra las paredes; la población de los barrios linderos fue ametrallada desde tierra y aire y hubo gente fusilada en plena calle por los esbirros del imperialismo. Así actuaron de un lado. Heridos y golpeados, caídos sus hermanos, sus esposos, sus esposas, sus compañeros, por decenas, ninguno de quienes se retiraron esa noche de aquel cuartel abandonó su militancia revolucionaria en el PRT-ERP, sino que se dedicó, hasta donde pudo y combatiendo, a tratar de reconstruir las unidades guerrilleras. Así actuó el otro lado. La gigantesca diferencia moral entre unas y otras fuerzas es lo que delata a una de ellas como un ejército de ocupación al servicio del imperialismo y de sus socios locales; mientras hace merecedora a la otra de ser considerada la máxima expresión del guevarismo que hubo en la Argentina.

En este nuevo homenaje a los combatientes caídos en Monte Chingolo ratificamos la necesidad de acabar con la sociedad de clases y el fin de la dependencia de todo tipo con los Estados Unidos y con cualquier dominación extranjera, para construir una sociedad socialista. Para ello, sabemos que es necesario trasladar el significado del comportamiento heroico de aquellos combatientes de Monte Chingolo a los tiempos actuales. Las razones que llevaron a esos revolucionarios a levantarse en armas existen todavía, en muchos casos, agravadas. Más allá de retoques cosméticos, la exclusión laboral y social, el sometimiento a la voluntad política del gobierno de los Estados Unidos en importantes aspectos de la política económica y exterior, la corrupción generalizada en el poder político e institucional, los sueldos de hambre de millones de trabajadores, siguen siendo los rasgos del sistema impusto por la burguesía. El gobierno de los Kirchner no solamente no cambió esa realidad, sino que gobierna en función de su continuidad. Ante ese cuadro actual, quienes estamos dispuestos a continuar la lucha iniciada por nuestros hermanos hace décadas tenemos frente a nosotros el desafío de construir las herramientas necesarias para dar nuevas y exitosas batallas contra los enemigos de siempre, las clases dominantes y el imperialismo; de fortalecer nuestras convicciones y aumentar nuestras iniciativas para dar golpes más certeros a quienes explotan a nuestro pueblo; de estrechar lazos sólidos entre las organizaciones que nos agrupan, de diseñar estrategias y tácticas comunes que nos permitan hacer realidad los objetivos de quienes llevaron en aquellos días sobre sus espaldas el honor de sembrar el guevarismo y la rebeldía en las tierras de América.

COMISION MONTE CHINGOLO 33 AÑOS http://www.prt-santucho-argentina.blogspot.com/

Crear dos, tres, muchas Colombias: (Compañeros EN INTERNET)

Argentina: CATEDRA ERNESTO “CHE” GUEVARA -COLECTIVO AMAUTAhttp://amauta.lahaine.org BOLIVIA: CATEDRA “CHE” GUEVARA Zarate Willka -PATRIA INSURGENTEhttp://patriainsurgente.nuevaradio.org CHILE: FRENTE PATRIOTICO MANUEL RODRIGUEZ www.fpmr-chile.org COLOMBIA: FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIA DE COLOMBIAEJERCITO DEL PUEBLO ver provisoriamente: http://bolivarsomostodos.org/ ELN- Colombia (EJERCITO DE LIBERACION NACIONAL) http://www.eln-voces.com/ EUSKAL HERRIA: -EUSKAL HERRIKO COMUNISTAK -: http://www.mundurat.net/ehk/ VENEZUELA: MOVIMIENTO GUEVARISTA REVOLUCIONARIO DE VENEZUELA http://www.guevariando.org/ OTROS: ENCUENTRO CONOSUR http://www.conosur.lahaine.org/

La predicación de un marxismo sin historia, es el camino a una segura derrota, la rebeldía tiene su legado, los llamados -derrotados- tienen importantísimas enseñanzas, e incluso la burocracia soviética nos enseña los errores que no se deben volver a cometer jamás. A 50 años de la revolución cubana y como latinoamericanos debemos tomar el ejemplo de los insurgentes barbudos que con tenacidad dieron no solo una sólida derrota al capitalismo, sino que también a quienes pregonaban el socialismo en un solo país. Conocer a estos rebeldes es de una completa necesidad, como lo es también conocer la conjugación teórico-practica de los ideales antimperialistas férreos de el apóstol José Martí, quien enseño al marxismo a interpretarse bajo los ojos de la gente de nuestra tierra, esto, hoy debe ser más que una “linda” particularidad cubana, debe ser, parte obligada de la praxis revolucionaria latinoamericana. El siguiente esbozo es parte de un intento por retomar el marxismo de los hombres más radicales, que han mantenido la mecha ardiendo de la lucha en los momentos más difíciles de la historia, por eso hoy, como ayer y mañana, gritamos con convicción ¡adelante, adelante con todas las fuerzas de la historia! José Martí (1853-1895), sin duda un revolucionario de gran calibre, quien no solo participo en la independencia de Cuba (con las particularidades que esta tenia), sino que además en la Revolución Cubana por su legado jamás caído, “Martí fue el mentor directo de Nuestra Revolución”, como digiera Ernesto “che” Guevara, además enseño a los cubanos –y a los pueblos del mundoque no importaba el numero de armas en la mano, sino el numero de estrellas en la frente. La independencia Cubana fue muy diferente a las demás independencias anticoloniales del continente Americano, ya que debido al carácter prolongado de este periodo (que duro hasta comienzos del siglo XX), se engendró en Cuba una doble dominación, por un lado la de ser colonia de España, y por otro, la del capitalismo en su estado superior (a través del Imperialismo Estadounidense), lo que genero una férrea practica antimperialista en Martí, expresada en su inmensa bibliografía, en “Nuestra América” (1889) ,por ejemplo, nos advierte que “Los pueblos de América son más libres y prósperos a medida que se apartan de Estados Unidos (…) jamás hubo en América, de la Independencia acá, asunto que requiera más sensatez, ni obligue a más vigilancia, ni pida examen más claro y minucioso, que el convite que los Estados Unidos potentes, repletos de productos invendibles, y determinados a extender sus dominios en América, hacen de las naciones Americanas de menor poder (…) De la tiranía de España supo salvarse América española, y ahora, después de ver con ojos judiciales los antecedentes, causas y factores del convite, urge decir, porque es verdad, que ha llegado para América española la hora de la segunda independencia” Martí como patriota-revolucionario, promulgo la creación de un frente anticolonialista para enfrentar el dominio Español, con la característica de ser policlasista, en el que la intelectualidad, los militares patriotas y la clase trabajadora de avanzada, organizados en un partido (PRC partido revolucionario cubano), dirigían la lucha por las reivindicaciones de la clase trabajadora con la bandera de la liberación, junto a la idea adelantada de obtener independencia política y económica del imperialismo. Siendo éste uno de los primeros movimiento de liberación nacional con estas características, por su contacto con el marxismo a través de su amistad con Carlos Baliño (reconocido como primer marxista de Cuba). Continuando una lucha enmarcada en el “latinoamericanismo” y “humanismo”. Martí afirmaba que “En la mejilla ha de sentir todo hombre verdadero el golpe que reciba cualquier mejilla de hombre”, muy similar a lo que plantaría el Che: “sean siempre capaces de sentir en lo mas hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo”, lo que como marxistas revolucionarios debemos tomar como actitud continuada del que hacer diario como militantes. Martí tiene una vigencia que da pena, da pena por que los años han pasado y aún podemos reclamar la necesidad de la segunda independencia que proclamó en el siglo pasado. Las mismas palabras que pronuncio Martí tras la

muerte de Marx, resuenan en cada rincón de nuestros pueblos para él y para todos los caídos en la senda del otro mundo posible. “…Como se puso del lado de los humildes, merece honor…” Hoy encontramos, en el dogmatismo, de un marxismo vulgar, una limitación que debe ser superada. Los marxistas revolucionarios debemos trasformar nuestra praxis en creación nueva, como bien lo dijese José Martí creemos que “la política es el arte de inventar un recurso a cada nuevo recurso de los contrarios, de convertir los reveces en fortuna; de adecuarse al momento presente, sin que la adecuación cueste el sacrificio, o la merma importante del ideal que se persigue; de cejar para tomar empuje; de caer sobre el enemigo, antes de que tenga sus ejércitos en fila, y su batalla preparada” al igual que José Carlos Mariátegui al afirmar que “No queremos ciertamente que el marxismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar la vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano. He ahí una misión digna de una generación nueva”. Lo que no quiere decir y debe aclarase, ante mal intencionadas interpretaciones, que sea un socialismo aventurero y espontáneo. Haber visto “en todo lo que en si propio llevaba: rebeldía, camino a lo alto, lucha” fue su señal dejada.

R. L.

ETA Y LA NEGOCIACIÓN POLÍTICA. (Iª parte) Para entender los distintos procesos de negociación entre ETA y el Gobierno español debemos antes retrotraernos en el tiempo, allá por los comienzos de los 70, y analizar los debates que se dieron en ese momento, sobre el papel que debía tener la lucha armada en el proceso de liberación y quién tenía que ser el sujeto político que se encargaría de asumir sentarse frente al Estado y desarrollar un proceso político en consecuencia. Ya a comienzos de los 70 y sobre todo, a mediados de esa década, se vislumbraba el cambio de régimen en el Estado español, la dictadura dejaba paso a una democracia burguesa nacida de la reforma del Régimen y no de la ruptura política. Para provocar que el proceso de cambio fuera irreversible, acelerarlo y mantener la ruptura en Euskal Herria, la organización ETA decide la ejecución del Almirante Carrero Blanco, sucesor del Dictador al frente de la jefatura del Estado español. Para afrontar la nueva situación surgieron, en el debate interno de ETA, dos posturas que, a grandes rasgos y de manera somera, se pueden resumir como sigue: 1La primera inspirada en el modelo organizativo de los tupamaros uruguayos, propone una estructura político-militar: ETA (pm). Los organismos políticos y militares actuarán autónomamente a nivel de base pero desarrollarán su actividad bajo una dirección única. En Enero de 1975 se crean organizaciones de masas para funcionar en el campo de la acción política. Para los

polimilis, vista la imposibilidad de una victoria militar, la lucha armada debe basarse en el concepto de “guerra de desgaste”, que obligue al enemigo a una negociación política. Ya en 1976, se evidencia la necesidad de crear un partido vanguardia que dirija el proceso de liberación y que actúe en el nuevo marco legal. La lucha armada pasa a ser el garante de las conquistas de la clase trabajadora. 2La segunda, el sector más reducido. Compuesto por militantes del Frente Militar, sostienen que la crisis del sistema llevará a la creación de instituciones democráticas, partidos políticos, sindicatos… y que será importante participar en ellos. Sin embargo la lucha armada seguirá conservando una función determinante. Así, los milis proponen una separación entre la organización armada y las organizaciones obreras. Los milis creen que un partido de “vanguardia”, que actúa en la legalidad y dirige el proceso, corre el riesgo de ser asimilado por parte del reformismo burgués. Para éstos, la lucha armada es el único elemento inaceptable para la burguesía y por lo tanto, la única garantía de alcanzar los objetivos finales. Ambas concepciones, mili y polimili, marcarán, bien o mal, los distintos procesos negociadores que se han dado con el Gobierno español. En función de cómo se conciba la forma de liderar la liberación nacional y las personas que se encuentren en esos momentos al frente de la organización, se actúa de una manera u otra. Tan sutil como importante. Ambas concepciones, mili y polimili, marcarán, bien o mal, los distintos procesos negociadores que se han dado con el Gobierno español. En función de cómo se conciba la forma de liderar la liberación nacional y las personas que se encuentren en esos momentos al frente de la

organización, se actúa de una manera u otra. Tan sutil como importante. Los planteamientos mili y polimili no se pueden contemplar como líneas irreconciliables, más bien todo lo contrario, la interrelación es un hecho como lo demuestra la realidad actual. El tiempo, el análisis, y la práctica, unirán las dos ramas de ETA en una sola organización en la que sus miembros estarán marcados por sus vivencias personales, muy distintas quizá, pero que no serán un inconveniente para proseguir juntos el camino hacia la libertad de Euskal Herria. Hay tres procesos de negociación especialmente importantes para ver la evolución de ETA en cuanto a su concepto de negociación, sobre quién lo debe liderar y qué papel adquiere la lucha armada en cada situación concreta. Los tres procesos negociadores claves para entender lo que planteamos son los siguientes:

Tras la ruptura de las conversaciones de Argel ETA define, incluso, el papel de la lucha armada en la nueva coyuntura: “En las actuales condiciones del enfrentamiento entre Euskadi Sur y el Estado español es impensable la renuncia a la lucha operativa o su relegación a un segundo plano a favor exclusivo o casi exclusivo de la lucha política-institucional, ya que se negaría el papel determinante (codeterminante sería tal vez el término exacto) que juega la lucha armada en el desarrollo del proceso. De la misma manera es impensable en estas mismas condiciones pretender actuar como si el recurso a la lucha armada y su desarrollo pudiera enfrentarse pos sí solo a la casi totalidad del peso ofensivo del enemigo y establecer una relación de fuerza favorable a las reivindicaciones y tesis del MLNV”

EUSKAL HERRIKO KOMUNISTAK (EHK) 1-

El proceso de Argel.

2-

La tregua durante los acuerdos de Lizarra-Garazi.

3-

Las negociaciones de Loyola ARGEL, EL PRIMER SALTO HACIA UN PROCESO NEGOCIADOR.

Allá por el año 1988 y en concreto el 8 de Enero, ETA declara una tregua unilateral. Comienza un período en que las dos partes, Gobierno y ETA, se enfrentarán en el terreno del diálogo directo. La necesidad de establecer unas reglas llevará a ETA a dar un margen de confianza al Estado español, en el que no todos están de acuerdo con el diálogo con la organización armada. La aceptación por parte de ETA de una tregua unilateral representa un repliegue en sus propias posiciones, ante la posibilidad de llevar al Gobierno español a un diálogo político directo, que hasta entonces Madrid siempre había negado. Para ETA, la negociación se situaba en el contexto de la estrategia de guerra prolongada de desgaste. Frente a tesis insurreccionistas de su primera época, habían entendido, ya desde 1978, la inviabilidad de la victoria militar, adoptando la que llamaron “táctica de conquistas irreversibles”, mediante la creación de correlaciones de fuerzas favorables a la negociación. ETA expresa su postura sobre la marcha de las conversaciones en una entrevista de Antton Etxebeste al diario Egin. Antton subraya una vez más la función que ETA se asigna en el contencioso histórico entre el Imperio y el pueblo vasco: “ETA no ha pretendido en ningún momento arrogarse una representación exclusiva en torno a este proceso, sino que, al contrario, lo único que ha pretendido es ser la punta de lanza de un proceso que integre al pueblo vasco en el camino de la democracia y de la normalización ciudadana”

http://www.mundurat.net/ehk/

GUEVARISMO Fernando Martínez Heredia Guevara fue muy lejos: su conducta rigurosamente acorde con sus ideas, el tipo de relaciones que promovía entre las prácticas políticas y la actividad teórica y doctrinaria, el contenido de su pensamiento social, su concepción del papel de las prácticas al interior de la producción teórica, resultaron antitéticos al llamado socialismo real. 1. Concepción del marxismo expresada en los escritos de Ernesto Guevara de la Serna (Rosario, Argentina, 14-61928 / La Higuera, Bolivia, 9-10-1967). 2. La posición en la práctica política y en la teoría marxista que reivindica o es muy influida por la actuación y los escritos de Guevara. Ernesto Guevara se graduó de Medicina en 1953. Unido en 1955 al Movimiento 26 de Julio que dirigía Fidel Castro, fue uno de los líderes militares del período insurreccional de la Revolución cubana. Desde entonces hizo célebre el sobrenombre de Che. En 1959-1965 ocupó muy altos cargos en la dirección política y de la economía de Cuba, fue un ideólogo muy prominente y realizó importantes misiones internacionales; también fue dirigente en la colaboración con revolucionarios de otros países. En esta última condición partió al frente de un contingente internacionalista cubano al Congo, en abril de 1965, dejando una carta renuncia de sus cargos publicada en Cuba, en octubre. Regresó a Cuba en secreto en 1966 a preparar otra misión, esta vez a Bolivia, adonde llegó en noviembre. Los guerrilleros bolivianos, cubanos y peruanos, dirigidos por el Che, combatieron durante 1967. El 8 de octubre cayó herido y prisionero; fue asesinado al día siguiente. Guevara ha sido una de las personalidades más trascendentes del mundo contemporáneo.

Hizo lecturas tempranas de marxismo; al sumarse al movimiento fidelista se consideraba socialista y marxista. A partir de 1959 y hasta su muerte estudió sistemáticamente marxismo y obras de otros teóricos; también economía y conocimientos variados que estimó necesarios. No pretendió dedicarse a la teoría de modo profesional. Su obra se encuentra en multitud de artículos y otros textos breves, y en grabaciones de su voz. Solo publicó dos libros: un manual de guerra de guerrillas y uno de testimonio y reflexiones acerca de la guerra cubana; otros dos son póstumos: el Diario en Bolivia (1968) y el libro que escribió sobre la experiencia en el Congo (1999). En los años 60, Fidel Castro y Guevara eran máximos exponentes de la corriente revolucionaria autónoma conocida entonces como castrismo o fidelismo, que reivindicaba el antimperialismo, la vía armada, el carácter socialista de las revoluciones y el internacionalismo; era opuesta o diferente de las posiciones e ideas del campo soviético, mas también ajena a las de China. El pensamiento de Guevara fue la principal formulación teórica de la revolución cubana de los años 60, la primera socialista autóctona triunfante en Occidente. Guevara no intentó crear una corriente teórica; pero asumió enfáticamente que sus ideas y búsquedas expresaban una concepción particular del marxismo. Aunque no fue enunciada expresamente de manera filosófica, en esa concepción se basa su elaboración de criterios en cuestiones tan diversas como el humanismo o las teorías sobre la sociedad capitalista, las revoluciones de liberación, la transición socialista y el comunismo. Lo más visible y atrayente del pensamiento de Guevara es la actitud inquisitiva que no respeta dogmas ni prejuicios, algo muy inusual en un militante formado, que además era dirigente. Ese rasgo suyo potenció su independencia de criterio, y le permitió una crítica y profunda evolución de sus ideas y sus instrumentos entre 1959 y los primeros años 60; también lo tornó un agudo conocedor de la corriente que predominó en el socialismo y el marxismo durante la mayor parte del siglo XX. Guevara fue muy lejos: su conducta rigurosamente acorde con sus ideas, el tipo de relaciones que promovía entre las prácticas políticas y la actividad teórica y doctrinaria, el contenido de su pensamiento social, su concepción del papel de las prácticas al interior de la producción teórica, resultaron antitéticos al llamado socialismo real. Son muy notables sus críticas a la deformación esencial de ese régimen, y su predicción del probable regreso al capitalismo que acarrearía. Esto lo marcó como hereje. La muerte interrumpió el pensamiento maduro que estaba desarrollando Guevara. Esa circunstancia, el carácter abierto de su posición teórica y la prolongada postergación que sufrió su posteridad, han favorecido que sus ideas resulten atractivas en la crítica etapa actual.

Guevara se opuso resueltamente al desprecio pragmático por la teoría, y a la vez al seguidismo intelectual de las líneas políticas. Tuvo una clara comprensión del lugar histórico desde el cual actuaba, y de la situación en que se encontraba el marxismo en los años 60. Su concepción relaciona íntimamente los ámbitos y problemas de: a) las luchas por el poder político con los de los regímenes de transición socialista; b) el desarrollo de los individuos con el de las relaciones sociales y las instituciones, desde el inicio de las luchas y en toda la transición socialista; c) las escalas nacional, internacional y mundial. Trabajó entonces con una gran diversidad de aspectos y con una firme tendencia a integrarlos en totalidades de conocimiento o formular problemas y sugerencias, siempre incluidos los juicios del autor. Guevara produjo una interpretación de las cuestiones fundamentales del mundo de su tiempo, desde una posición anticapitalista y anticolonialista latinoamericana, y concibió una visión de las conductas, acciones, cambios y objetivos necesarios para la liberación de las personas y las sociedades, desde una posición comunista. La concepción filosófica de Guevara privilegia el papel de la acción consciente y organizada como creadora de realidades sociales y humanas. Esta filosofía de la praxis recupera el papel central de la dialéctica en el marxismo. Sin desconocer realidades existentes y su funcionamiento discernible -y leyes atinentes a lo que esas realidades ‘pueden dar de sí ´-, estima que el nivel de conciencia alcanzado a escala mundial permite que en cualquier lugar se organicen vanguardias revolucionarias, influidas por la ideología marxista, que prevean hasta cierto punto cómo actuar, y violenten las relaciones con lo posible a través de las acciones colectivas que susciten, al menos, dentro de ciertos límites. Esa posición marxista es ajena al determinismo social y al dilema materialismo o idealismo, exigidos por las corrientes que han sido dominantes en el marxismo. Para ella la conciencia no es la antítesis de la economía o de ‘la materia’, es el instrumento principal para lograr que las fuerzas productivas y las relaciones de producción dejen de ser medios para perpetuar las dominaciones. La conciencia es una fuerza potencial real para la praxis revolucionaria, que tiende a desarrollarse y crecer si el trabajo intencionado es eficaz, por lo que urge encontrar y aplicar reglas que lo propicien. Una dialéctica de las formas de organización y de autoeducación marca el proceso unificante de creación de nuevas realidades en los individuos y la sociedad. Guevara considera que el factor subjetivo debe ser dominante durante los procesos de cambios revolucionarios. Guevara defiende el valor permanente del humanismo filosófico del joven Marx, y expone el suyo, que parte de la experiencia vivida y del conjunto de la teoría marxista. Relaciones de producción y luchas de clases tienden a ocultar "el hecho objetivo de que (...) el hombre es el actor consciente de la historia. Sin esta conciencia, que engloba la de su ser social, no puede haber comunismo". El de Guevara no es un humanismo a secas: requiere una

acción humana organizada que revolucione las condiciones de existencia y la reproducción ‘normal’ de la vida social, palanca eficaz para transformar las realidades conocidas en otras realidades, conquistadas o nuevas, creadas. Es en esos sentidos que ‘lo objetivo’ puede ser transformado y superado por el factor subjetivo. Para Guevara, la lucha de clases es central en la teoría y en la historia, y el individuo es expresión viviente de las luchas de clases. "Para cambiar de manera de pensar hay que sufrir profundos cambios interiores y asistir a profundos cambios exteriores, sobre todo sociales". En los textos dedicados a la transición socialista -la masa más profunda y mayor de sus reflexiones teóricasaparece la idea de un hombre nuevo, "liberado de su enajenación". Este "hombre del siglo XXI es el que debemos crear, aunque todavía es una aspiración subjetiva y no sistematizada." Su creación, por métodos nuevos, debe estar en el centro de las prácticas y los análisis; nunca será consumada, porque las relaciones sociales estarán cambiando siempre. El poder sobre la economía, la política y la ideología es necesario frente al complejo cultural capitalista que debe ser vencido, las y fuertes combinaciones de mercantilización subdesarrollo y las nuevas realidades a crear. La relativa falta de desarrollo de la conciencia social hace necesaria la vanguardia, organización basada en la ejemplaridad que debe lograr los difíciles objetivos de dirigir, guiar, educar, prefigurar los futuros sucesivos de la transición socialista, a la vez que ser sensible y aprender de las bases, y que estas participen cada vez más en el poder real. Guevara no deja lugar para el mito del partido como falange infalible, la sustitución de la clase revolucionaria por un grupo de poder, ni ideologías de dominación en nombre del socialismo. La fraternidad, la entrega a la causa y demás valores morales del revolucionario van adelantando la creación de personas nuevas a través de las prácticas, la organización, la creatividad y el internacionalismo. Estos factores pueden y deben regir la vida revolucionaria en toda circunstancia; pero cuando se tiene el poder, el trabajo humano emerge como un instrumento y un reto más generales de transformación. A pesar de los cambios profundos, el trabajo continúa vinculado a presiones sociales, a retribuciones y a la misma condición especial de trabajador. Guevara reconoce esa realidad limitadora, sin supeditar a ella la política socialista; al contrario, la enfrenta con su exigencia de que exista un manejo consciente y organizado de todo el poder de que se dispone, en busca de que a escala de la sociedad el trabajo se vaya convirtiendo en un deber social, una actitud y un hábito nuevos, hasta llegar a ser un "reflejo condicionado de naturaleza social", "engranaje consciente" y "la completa recreación individual ante su propia obra". Durante la transición socialista, la sociedad debe convertirse en una gigantesca escuela, en la que funcione un continuo que vaya desde la coerción estatal y social

hasta la autoeducación; todos sus miembros recibirán en cada momento diferentes impactos de ese continuo, de acuerdo a la acción múltiple de las nuevas relaciones y los procesos educativos, y a sus avances, dificultades y retrocesos. La economía debe ser dirigida conscientemente. Para Guevara, el plan es un producto de la conciencia organizada, que tiene poder y conoce a un grado determinado los límites de la voluntad, los datos de la realidad y las fuerzas que operan a favor y en contra. El plan no es un diagnóstico de la economía y una previsión de su comportamiento futuro: "para eso no es necesario el pueblo". El plan será socialista si a través de él las masas tienen "la posibilidad de dirigir sus destinos". Los avances del nuevo modo de vivir diferente y opuesto al del capitalismo irán creando un cambio cultural radical que abarque desde la organización y las relaciones económicas hasta cambios muy íntimos del individuo y sus relaciones interpersonales que sean relevantes para la transición. El régimen debe ser capaz de trabajar cotidiana y eficazmente en esa dirección, con arreglo a un plan y con el rigor técnico que sea posible; también debe combatir con todo rigor sus propias tendencias contrarias a la liberación; y debe medir los avances y vigilar y declarar con valentía los retrocesos. Guevara planteó de nuevo la utopía del comunismo marxista, desde América Latina y en los años 60, sin ingenuidad ni paternalismo; lo ayudaron mucho sus prácticas, especialmente dirigir durante varios años una parte muy importante de la economía cubana. Su experimento del Sistema Presupuestario de Financiamiento funcionó bien, con participación de doscientas mil personas, y fue mucho más allá que la gestión, la producción y el control económicos. Fue un combate diario por la opción comunista. Combinó en la práctica a individuos, masa, dirigentes, conciencia, trabajo, política, producción, educación, estimulaciones, subdesarrollo, coerción social, relaciones mercantiles, poder estatal, macroeconomía, relaciones internacionales. Fue desde esos materiales que Guevara tejió su trabajo teórico; pero fue más allá de ellos, en el modo mismo de abordarlo, en sus puntos de partida intelectuales, en la formación de un sistema conceptual propio -que incluye en ciertas definiciones lo que debe llegar a ser-, y en desarrollos temáticos parciales, pero vigorosamente articulados. Hizo explícito su tipo de ortodoxia marxista y refirió a ella su creatividad. Sus prácticas y sus ideas resultaron sumamente polémicas. Guevara las debatió públicamente, y las defendió activamente como parte de una lucha política e ideológica Por su vida ejemplar, tajante honestidad y concordancia total entre dichos y hechos, Guevara es muy asociado a la palabra ética. Esa valoración es muy justa, pero opino que lo político es el centro de su actividad y el articulador de su pensamiento. Guevara pretende profundas transformaciones de lo político, y propone una gigantesca elevación del contenido y los objetivos del movimiento histórico de liberación humana. Ese es el marco de frases

como "el socialismo económico sin la moral comunista no me interesa.Luchamos contra la miseria, pero al mismo tiempo contra la alienación (...) si el comunismo descuida los hechos de conciencia puede ser un método de repartición, pero deja de ser una moral revolucionaria." O "...el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor". Y de ideas como estas: desde el inicio mismo del socialismo hay que trabajar en la realización práctica del proyecto comunista; el socialismo debe ir constituyendo una nueva cultura y un polo de atracción para los pueblos frente a la cultura del capitalismo mundial, y no un opositor insuficientemente diferente y un cómplice de la explotación a través del mercado mundial; es necesario utilizar todo logro obtenido en los países capitalistas que sea conveniente y factible; se debe combinar centralización con inciativa, progresiva descentralización, participación masiva en la dirección y acción política organizada y concretada contra el burocratismo. Aunque el pensamiento político de Guevara está condicionado por sus prácticas y la política cubana en que milita, forma un cuerpo de ideas coherente con su concepción general y posee sus tesis y criterios, su modo de argumentar y una gran fuerza expresiva y de convicciones. Su asunto central es la revolución mundial contra el capitalismo y por el socialismo, desde el mundo neocolonial y colonial. La lucha armada es un tema principal, pero incluso sus narraciones testimoniales siempre trasmiten experiencias e incluyen reflexiones de más o menos alcance. Su primer libro (1960) plantea tres tesis que no abandonará: las fuerzas populares pueden ganar una guerra contra el ejército; el foco insurreccional puede crear las ‘condiciones’ que otros, erróneamente, esperan a que ‘estén dadas’ para iniciar una revolución; en América subdesarrollada el terreno fundamental de lucha es el campo. El libro del Congo (1966) es analítico y muestra su madurez; expone la práctica de internacionalización de la lucha y sus órganos y métodos, tesis derivada de su comprensión general del mundo y de las luchas de clases y de liberación nacional. La idea de Guevara y Fidel Castro del poder acumulativo y desencadenante de la guerra irregular en las fases tempranas de una revolución resultó sumamente polémica y tergiversada. Guevara insistió siempre en que la guerrilla es una forma de lucha de masas, negando la antinomia entre ambas; planteó siempre que la insurrección debe ser guiada por un proyecto político y social, postuló el requisito de crisis de la hegemonía de los dominantes y otras condicionantes para que pueda llegar la hora de la violencia revolucionaria, y también la subordinación de las formas de lucha a las exigencias tácticas y la estrategia de cada proceso. Esas ideas son constantes en sus análisis de los procesos en que participó, y rigen en general su práctica política. Sin embargo, la expresión ‘foquismo’ fue la clave de una crítica al pensamiento político de Guevara que en ciertos casos llegó hasta descalificarlo a él y a la experiencia cubana. En esa crítica influyeron: a) la impreparación mental para la lucha por el poder que afectaba a la mayoría de la izquierda, y el abandono de los temas insurreccionales sufrido por la teoría; b) la búsqueda de

eficacia insurreccional y de movilización social por parte de militantes activos, enfrentados críticamente a las graves insuficiencias y errores de muchos esfuerzos guerrilleros. No incluyo aquí las sistemáticas campañas de descrédito realizadas por los enemigos de su causa. El antimperialismo es para Guevara una estrategia básica de la acción revolucionaria y un elemento central en el desarrollo de sus militantes, es a la vez la respuesta obligada a la universalización del capitalismo. Ser o no antimperialista define a los que se llaman socialistas y a los políticos del mundo ‘subdesarrollado’, y es la base de la unidad entre los revolucionarios que luchan y piensan en contextos tan diversos. Toda estrategia debe tener en cuenta las oposiciones entre capitalistas, y de estos con Estados o movimientos del Tercer Mundo, pero los procesos que pretendan la liberación verdadera y viable tendrán que ser socialistas. El etapismo –que ha sido tan fuerte en la tradición marxista y tan manipulado por el reformismo de izquierda y por la razón de Estado de países ‘socialistas’ —está siendo superado; para América Latina su dictamen es tajante: "O revolución socialista o caricatura de revolución". El llamado Tercer Mundo es la parte neocolonial y colonial de un conjunto, el sistema mundial capitalista, y esa es la causa de su subdesarrollo; para ese mundo ‘tercero’, el desarrollo sin liberación nacional y social es una ilusión; el socialismo será la condición del desarrollo, y no lo contrario. A través del análisis de la coyuntura mundial en Mensaje a los pueblos del mundo... (sept. 1966), Guevara expone sus tesis políticas y convoca a un combate frontal mundial antimperialista. Este debe ser ofensivo más que defensivo, casi siempre por la vía armada, internacionalizarse, atacar las bases de sustentación neocoloniales del sistema y multiplicar sus teatros, para golpearlo fuera de sus centros y debilitarlo. Será una lucha muy cruel y muy larga; no hay otra opción para lograr la liberación real de los pueblos. Pide respeto para las tácticas diversas de aquellos que luchen, pero reclama persistir con abnegación en la estrategia acertada. Exalta el ejemplo de Viet Nam, y denuncia como las dos potencias del socialismo lo han dejado solo; juzga con profundidad las divergencias soviético-chinas que habían dividido a partidos e ideas de la izquierda a escala mundial, y lo hace desde "nosotros, los desposeídos". Una vez más plantea la obligatoriedad del encuentro de los rebeldes con las clases oprimidas y con la cultura de rebeldía popular acumulada, encuentro en que se plasma la oportunidad de las revoluciones. Y como siempre, confía en el crecimiento de las capacidades de las personas y las colectividades mediante la actividad revolucionaria. 2. Advierto en la denominación guevarismo varios significados: a) posiciones e ideas de revolucionarios latinoamericanos de los años 70 y siguientes que mantuvieron los principios y estrategias característicos de Guevara en los años 60, frente al predominio de dictaduras en muchos países, y de influencias reformistas en la izquierda;

b) una actitud ante las prácticas políticas y sociales y ante la teoría marxista, que se reclama guevarista al criticar el dogmatismo, el reformismo, la simplificación de los actores y las contradicciones sociales, y los graves errores, males y degeneraciones cometidos en nombre del socialismo. Esa actitud fue creciendo en los años 80, y sobre todo en los 90, frente a la gran crisis de los regímenes de Europa oriental, y de la idea misma del socialismo. Constituye una fuerza moral afirmativa, más que un pensamiento estructurado; c) una de las formas actuales de resistencia cultural frente al capitalismo contemporáneo, y de recuperación de ideales, posiciones y pensamiento anticapitalista y socialista. Los debates en torno al guevarismo fueron muy fuertes en los años 60 y 70, sobre todo en cuanto a lucha armada, estrategias y organizaciones políticas, clases sociales y carácter de la revolución. Después se estableció el olvido. Los debates recientes se refieren más a la personalidad y los hechos de Guevara, y a la vigencia de su actitud y su ejemplo. Su imagen volvió con gran impacto en los últimos años, se ha publicado gran cantidad de datos sobre su vida y actos y, en menor número, textos suyos inéditos o raros. La bibliografía actual sobre Guevara es muy abundante, en investigaciones, biografías y divulgaciones. Lo principal del guevarismo actual es Guevara como símbolo: a) el individuo virtuoso, ejemplar, pero un revolucionario activo contra los males actuales. Rompe el consenso o la resignación ante el orden vigente, es intransigente; b) restablece la propuesta socialista anticapitalista en una situación de profunda crisis; c) no es identificable con el pasado del socialismo, y sí con sus profecías y con sus jornadas heroicas;

d) propone valores sobre todo (ética, entusiasmo, rebeldía, consecuencia), y no cánones, por lo que exige a todos actitudes sin descalificar a priori a nadie. Si avanzan la necesidad de recuperación del socialismo y la teoría marxista, a través de una lucha cultural anticapitalista, el pensamiento de Ernesto Che Guevara será asumido en su valor intrínseco, y podrá brindar una ayuda muy valiosa. [*] Este texto fue escrito en marzo de 2001, con destino a un diccionario enciclopédico que no lo publicó. No lo acribillé con notas al pie, para mantener su aire de pequeño ensayo, por demás reforzado por el énfasis con que expongo aquí las ideas del Che; todas las frases que aparecen entre comillas son de textos del Che. Por otra parte, las palabras marcadas con una sola comilla son mías, un recurso habitual para denotar que las tomo de un lenguaje que no comparto, asignarle un sentido determinado, o expresar duda del que suele recibir. Creo que puede tener algún valor para suscitar o reforzar el interés en el estudio y el debate del pensamiento del Che.

Related Documents

Ni Calco Ni Copia 2
December 2019 28
Ni Calco Ni Copia 1-1-09
December 2019 15
Ni Claco Ni Copia 3
April 2020 10
Ni
July 2020 38
Ni
August 2019 79
Ni
July 2020 47