Nestor Kirchner En Malvinas Argentinas

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18-05-2009 PALABRAS DEL PRESIDENTE DEL PARTIDO JUSTICIALISTA DR. NÈSTOR KIRCHNER EN EL PARTIDO DE MALVINAS ARGENTINAS, PROVINCIA DE BUENOS AIRES. Es un buen momento para que juntos hagamos algunos análisis y algunas reflexiones del modelo económico, fundamentalmente económico y por ende político, que estamos llevando adelante en la Argentina desde el 2003, a la fecha. Yo siempre digo que ante tanto fuego de artificio es fundamental que los argentinos pensemos con racionalidad y responsabilidad y que elaboremos propuestas, que tengan que ver con la construcción de la consolidación de un futuro de un modelo de país que definitivamente quede alejado de los vaivenes y las circunstancias que muchas veces genera la economía internacional y que otras veces genera errores internos que pueden existir y existen indudablemente. Cuando se consolida estructuralmente un país esa nación tiene la capacidad rectificatoria de políticas que puedan ser o puedan perjudicar el normal desenvolvimiento de la Argentina. Ustedes saben que allá por el 25 de mayo de 2003, me tocó asumir una Argentina que yo siempre digo, estaba incendiada, estaba en llamas o estaba muy mal, como le quieran llamar, una Argentina donde la crisis no era ya solamente de un sector determinado de la estructura o de la pirámide social argentina, sino que había explotado en su generalidad. Los trabajadores no tenían trabajo, los empresarios, los comerciantes perdían el trabajo de toda la vida, los ahorristas perdían sus ahorros, la Argentina estaba desestructurada y corríamos el riesgo de que se enfrentaran argentinos contra argentinos para tratar de sobrevivir. Esa era la situación y la caracterización que nosotros teníamos en el 2003. Además había un endeudamiento del 52,3 por ciento de la relación deuda- producto interno con un país que había declarado alegremente el default, creían alegremente algunos que bastaba una declaración, con decir no pagamos o no discutimos cómo se pagan nuestras obligaciones y evidentemente con una Argentina que internamente estaba en plena cesación de pagos. Los argentinos aturdidos y doloridos porque nunca habíamos creído que se pudiera llegar a tal límite, pero a nosotros como generación nos tocaron vivir esa instancia. La recaudación del país prácticamente no existía y cuál eran las soluciones que se aplicaban ante esta situación. Esta situación que se fue profundizando por la implementación de un modelo neoliberal de los años 90’, donde se intentó construir una Argentina que fuera nada más que un país de servicio, donde la industria nacional, el valor agregado de nuestra producción no costaban y no servían para construir la Argentina que querían. En la división internacional del trabajo nos había generado y nos habían colocado como un país de servicio que exportaba absolutamente lo que podía tener de producción primaria que no tenía ningún tipo de rentabilidad, por supuesto con un dólar uno a uno inexistente, pero sin competitividad exterior. Aparte para poder mantener ese dólar uno a uno la Argentina se tuvo que ir endeudando porque la única forma de mantener el peso uno a uno era tener

las reservas en el Banco Central necesarias para poder tener una equiparación del peso con el dólar y como no había recaudación, como la economía estaba paralizada, como se había rematado el patrimonio nacional en todos sus aspectos, evidentemente, la Argentina para poder mantener la convertibilidad o el uno a uno tenía que endeudarse permanentemente y entonces llegamos a ese nivel de endeudamiento del 52,3 por ciento del Producto Bruto Interno, relación deuda producto. Entonces evidentemente que se necesitaba un período de reversión urgente. Ustedes recuerdan que en el año 1999, subió la Alianza con toda una política supuestamente de cambio y no hicieron más que profundizar el modelo neoliberal de los 90’ y para poder juntar los fondos, para poder pagar y mantener ese uno a uno y seguir con la misma actitud dolorosa que nos tocó vivir en los años 90’ qué es lo que hicieron. Descontaron los dineros de las universidades, hicieron pactos fiscales con las provincias y bajaron los ingresos de las provincias, le descontaron los sueldos a los empleados públicos y lo peor de todo, lo más doloroso es que recurrieron a nuestros abuelos y abuelas y les bajaron el 13 por ciento de las jubilaciones para tratar de equiparar y seguir manteniendo un modelo que ya se caía por sí solo. Nosotros, durante la campaña de 1999, por allí no con la precisión, por allí no nos supimos hacer escuchar pero tratamos de explicarle a la gente cuáles eran los riesgos que habían en ese momento. Evidentemente llegamos a la situación lamentable y dolorosa de explosión social, que tuvimos que vivir todos y vimos lamentablemente el final del gobierno de la peor de la formas, con los argentinos en las calles, unos buscando trabajo; otros tratando de tener un pedazo de pan en la mano; otros empresarios, industriales, comerciantes e industriales tratando de cuidar lo poco que les quedaba; otros apedreando a los bancos que se habían quedado con los ahorros de años, de jubilaciones, de pagos de indemnizaciones, todos los ahorros que existían en el banco prácticamente fueron saqueados al pueblo argentino. En esa situación, el 25 de mayo de 2003, me tocó asumir porque es bueno asumir de dónde venimos, es bueno saber qué es lo que hicimos y lo que estamos haciendo. Nosotros decimos que nosotros hacemos y también es muy importante hacía dónde vamos. Esta es la caracterización que está necesitando el pueblo argentino, central y fundamental para poder entender la problemática de lo que nos preocupa los argentinos. ¿Cuáles fueron las medidas que fuimos tomando? La primera de ellas, que era central y fundamental: dotar a la Argentina de una Corte Suprema independiente. Yo contaba, días pasado que apenas me tocó asumir el mandato me vino a visitar un ministro con el mensaje de un integrante de la Corte Suprema diciendo que si no cedía a cierto marco extorsivo que se nos aplicaba en ese momento, iban a dolarizar la economía, iba a caer la pesificación que hubo que hacer inmediatamente después de la devaluación asimétrica y la caída del Gobierno de la Alianza. Y entonces decidimos no ceder a la extorsión, recuerdo que con la actual Presidenta lo conversamos fuertemente. (APLAUSOS), hablé por radio y televisión al pueblo argentino, ustedes recordarán, y logramos reconstituir una Corte independiente, nueva, distinta, que no son amigos

nuestros pero que evidentemente cumplen el rol que la Constitución les demanda de tener capacidad, de ser independiente y administrar Justicia. Es importante que ese cambio de la Corte, ahora, se extienda globalmente a toda la estructura del Poder Judicial para tener una Justicia que trabaje a fondo, que de las garantías que los ciudadanos necesitan y que sirva para aportar para lo que también es muy importante en la consolidación de un modelo económico, que es la construcción de una Justicia rápida e independiente y que garantice a los ciudadanos argentinos la plena eficacia de las normas para hacer cumplir la seguridad que los argentinos necesitamos para que cada uno tenga que estar en el lugar que esté y no caigamos en una discusión, muchas veces, entre la justicia garantista o no garantista. Los argentinos simplemente queremos que los jueces apliquen la Justicia para que nos den la tranquilidad que nosotros merecemos. (APLAUSOS). En esos momentos había dos cuestiones fundamentales a resolver. Yo cuando voy a España me toca vivir un momento tremendamente difícil porque los mismos empresarios españoles, que vinieron a invertir en la Argentina, que se llevaron enormes rentabilidades de la Argentina y que se la llevaban en el uno a uno en dólares, a costa de la espalda argentina, en el remate del patrimonio argentino, ante la situación de crisis nos querían exigir cosas inaceptables. Ese viaje que hago por Europa donde estoy en Alemania, Francia, España e Inglaterra, entre otros países, nos decide y me decide rápidamente a que la Argentina tenía que entrar a construir una posición absolutamente independiente, ante estas situaciones y que empezaba la etapa de reparación nacional. Para ello conformamos una comisión de discusión de la deuda externa privada argentina, debíamos cerca de 120 mil, 130 mil millones de dólares de deuda, según como se midiera la deuda privada; logramos una quita de la deuda del 70 por ciento y por primera vez en la historia argentina, el pueblo argentino lograba ahorrar, de lo que le reclamaban, 60 mil millones de dólares. (APLAUSOS). Y esa es una de las cuestiones que no nos perdonan algunos fondos buitres internacionales, no nos perdonan haber sido dignos y soberanos. Ellos tienes sus representantes, aquí en la Argentina, que son aquellas famosas escuelas económicas que son empleadas de esos fondos. La otra cosa que era fundamental, uno estaba en el Gobierno y decían. “mañana viene la Comisión del Fondo”. Parecía que venían, con todo respeto por la tarea que cumplen, pero voy a emplear una palabra que ustedes la van a entender bien, los que hacían de gendarmes del gobierno nacional para ver qué es lo que podíamos hacer nosotros o qué es lo que no podíamos hacer nosotros. Nosotros no podíamos seguir aplicando las recetas del Fondo Monetario Internacional para seguir hundiendo la economía argentina, como después se hundió el Consenso de Washington y le sucedió a la economía internacional, en septiembre del año pasado. Ya en la Argentina había explotado antes. Entonces juntamos moneditas tras moneditas, administrando correctamente, pagamos los 12 mil millones al Fondo Monetario Internacional y por fin, después, de muchísimos años volvió la decisión política a estar en manos de la Casa Rosada y no del Fondo Monetario Internacional, eso fue un punto fundamental. (APLAUSOS)

¿Qué teníamos por delante? Teníamos que rápidamente seguir reactivando fuertemente nuestra economía y para reactivar la economía era necesario reactivar los agentes económicos, para reactivar el consumo era necesario volver a generar el trabajo, la confianza interna y la capacidad de ahorro. Nosotros apostamos al aumento del sueldo mínimo, apostamos a las paritarias y apostamos a la construcción de 5 millones de puestos de trabajo, que antes no consumían o tenían que estar mendigando alguna ayuda del Estado y ahora pasaban a ser agentes activos de la economía, agentes con capacidad de decisión, de gasto, de opción, de alternativas. (APLAUSOS). También decíamos que teníamos que reparar a los argentinos, que habían quedado afuera de la estructura productiva, en los años 90, y vimos a mucha gente que la despidieron. ¿Se acuerdan ustedes de los famosos retiros voluntario, que enterraron aún más porque fueron a buscar actividades económicas y no había ninguna actividad económica productiva, así que cualquier cosa que se ponía quebraba y recuperamos un millón 800 mil personas dándoles la jubilación, que se la habían prácticamente sacado de las manos cuando les faltaban tres o cuatro años, se habían quedado con sus aportes y los habían dejado en las calles. (APLAUSOS). Aumentamos 15 veces las jubilaciones argentinas, quince veces y nuestra Presidenta, ahora en esta etapa, en el esquema jubilatorio dio la movilidad jubilatoria, es decir que cada seis meses se actualizan los sueldos de los jubilados, sin esperar que ninguna mano redentora llegue para decir hay que dar aumento. Ya es ley de la Nación y automáticamente cada seis meses nuestros jubilados tienen el aumento que les corresponde, hecho tremendamente importante. (APLAUSOS). Decidimos, también, la construcción, a esta altura, de mil escuelas, 6 puntos del Presupuesto Nacional que tiene que ver con el Producto Bruto Interno, va a ser incluido en el Presupuesto Nacional para la inversión educativa. Pero no los 6 puntos del año 2003, 6 puntos de un PBI que hoy está en más de 300 mil millones de dólares, que son destinados directamente a la educación, que nos permiten preparar a nuestros chicos para el futuro. Y rápidamente pusimos en marcha las escuelas técnicas que las habían cerrado, porque nos habíamos encontrado con un problema, que empezaba a reactivarse la actividad industrial y los pibes y pibas no tenían el oficio necesario para poder hacerle frente al trabajo que demandaba el mercado. Todo eso, gracias a Dios, paulatinamente se fue solucionando y se fue poniendo en marcha; recuperamos Correos Argentinos; recuperamos el espacio radioeléctrico y recuperamos Aguas Argentinas, con lo cual nuestro amigo el Intendente, la gente del conurbano bonaerense puede resolver hoy muchísimas obras. (APLAUSOS). Las obras de cloacas, por darles un ejemplo, un solo ejemplo, que se están haciendo en el conurbano bonaerense y en Malvinas, en este caso especifico, estaban previstas para el 2020, porque la empresa, de capitales franceses y españoles, que estaban en la Argentina, lo único que hacía era respirar rentabilidad en dólares para llevársela a su lugar de origen, no hacían inversiones en la Argentina, ni una, vayan a buscar alguna inversión.

Pero los reyes de haber rematado el patrimonio nacional, los reyes de la privatización, los reyes de haber corrido al Estado del lugar en que tenía que estar, habían dejado a los ciudadanos argentinos absolutamente desguarnecidos. Porque nosotros no somos estatistas, no se equivoquen; nosotros creemos en la fuerza de la economía privada, en el pequeño empresario, en el industrial, en el productor, pero también sabemos que ellos solos contra las fuerzas del mercado y los grandes capitales financieros no pueden y para eso tiene que estar el Estado promotor y el Estado impulsor que genera las garantías para que se desarrolle una economía privada que tenga un claro sentido nacional de la construcción del capitalismo con decisión nacional. Esto es fundamental, que los agentes económicos nazcan y que los empresarios y las empresas argentinas tengan la fuerza necesaria y central, que tiene que tener. (APLAUSOS). Por eso hay una decisión, ustedes vieron venía la crisis internacional, se cerraron todos los mercados de capitales internacionales, es decir que salir a buscar dinero de los mercados internacionales, aún hoy es imposible. Y nosotros en la Argentina – por eso hay una decisión de la Presidenta, tomada en este tiempo, que para mí es una de las más importantes – que es la recuperación de los fondos de los argentinos, de nuestros jubilados para que ya no sean más administrados por las AFJP sino por el Estado Nacional. (APLAUSOS) Pero muy importante, primero, por lo que significa para los jubilados, si ya el 70 por ciento decían que las AFJP era una administración privada, que iban a administrar con eficiencia y el 70 por ciento de los fondos para pagar las jubilaciones las tenía que dar el Estado Nacional porque ellos ya no las podían pagar. Pero aparte, no sólo eso, miles de millones de dólares salieron a inversiones internas y externas, que no tenían nada que ver con la Argentina de los fondos jubilatorios.

Entonces, dos temas claramente. Entonces nosotros aquí qué hicimos, qué es lo que hizo nuestra Presidenta. Recuperó el marcado de capitales, generamos nuestro propio mercado de capitales, pero cuidamos los fondos de los jubilados la Presidenta, con absoluta responsabilidad y seriedad. Pero aparte, descubrió algo central que nadie sabía: que esos fondos de los jubilados eran prestados entre 40 empresas y bancos y que muchas inversiones de los fondos de los aportes provisionales iban en obligaciones negociables al exterior, es decir, que salían de la Argentina para ser invertidos en el exterior y muchos de esos fondos en qué estaban invertidos. Todos ustedes que a veces tienen que estar corriendo detrás de un banco para pelear la tasa, que es un tema que tenemos que conversar y que hay que profundizarlo porque los bancos en la Argentina que son rentables van a tener que bajar las tasas para adecuarse a las necesidades que los argentinos tienen. (APLAUSOS) El señor presidente de ADEBA, de bancos, don Jorge Britos, sabe que lo tiene que hacer, yo no se lo digo a él con nombre y apellido pero con todo respeto, lo tiene que hacer, tienen que trabajar para bajar las tasas porque no pueden

seguir con ese nivel de tasas y abusando de la rentabilidad que pueden obtener cuando nosotros necesitamos volcar fondos a la actividad productiva. Pero qué es lo que sucede. Nosotros nos encontramos que hoy todos ustedes y nosotros somos dueños de inmobiliarias, que creíamos, como una inmobiliaria del Delta, que creíamos que esas inversiones venían de…”no, son capitales” nos decían. Resulta que, qué capitales, eran los fondos de nuestros jubilados. Somos dueños de empresas metalúrgicas, siderúrgicas, somos dueños de bancos y nos dicen “no”, cuando queremos colocar directores para controlar dicen “no, el Estado quiere intervenir en la economía privada”. No, no, no queremos intervenir en la economía privada, queremos controlar los fondos de los argentinos que están invertidos ahí por las AFJP que usaron la plata de los jubilados para buscar sus niveles de rentabilidad, para favorecer a sus amigos y perjudicar a todos los argentinos. (APLAUSOS) Entonces ahora la Presidenta está destinando, resguardando los fondos de los jubilados, está destinando los fondos, por un lado, para bajar el costo financiero y las tasas y, por otro lado, para que esa plata se invierta en la Argentina, en obras de infraestructura, en inversiones económicas y demás. Entonces, esa plata va a circular, esa plata va a ir a una obra de infraestructura, va a ir a un emprendimiento productivo, va a circular en el pueblo, va a ir al empresario, va a ir al comerciante, va a ir al industrial y se va a recrear y la economía argentina se está manteniendo viva porque hemos generado ese propio mercado de capitales a pesar de la crisis internacional que existe, que es muy grande, que la quieren ignorar algunos pero es tremendamente grande. Por eso hay que solidificarse muy bien, no tomemos en chiste la crisis internacional. Fíjense ustedes que es fundamental que lo que es las primer potencia del mundo que es el 30 por ciento del Producto Bruto Interno del mundo, se reactive rápidamente, porque la caída de ese 30 por ciento del Producto Bruto Interno, si bien Estados Unidos no es el principal cliente nuestro en las exportaciones, ha generado una caída en las exportaciones porque otras economía que dependen de la primer potencia del mundo se han visto desacelerar su actividad, ni hablar de lo que está pasando en Europa, España que es absolutamente doloroso. Entonces, nosotros es fundamental acá tener este análisis, esta reflexión. Fíjense ustedes que la Argentina es la que más creció en los 200 años son en estos 6 años, creció el 60 por ciento. ¿Saben cuánto crecimos por el consumo interno? 43 por ciento, 17 por ciento por las exportaciones. Miren qué importante que los argentinos tengan trabajo, buenos sueldos y tengan posibilidad de gastar y muevan el circuito económico. (APLAUSOS) Muy importante tener esto en claro el consumo interno, es fundamental también por supuesto tener capacidad de exportación, pero es otra de las claves del modelo que ustedes me van a entender perfectamente. En el año 1910 la Argentina estaba en estado de sitio; los dirigentes nacionales, los trabajadores estaban presos; había una hambruna grandísima en la Argentina y éramos casi los primeros exportadores de productos primarios en el mundo. Entonces nosotros no queremos repetir el 1910; nosotros en el Bicentenario queremos

realmente seguir siendo una economía en creciente y pujante, que exporte productos primarios, pero fundamentalmente que esos productos primarios tengan valor agregado, tengan trabajo argentino, que los pibes y las pibas nuestras tengan la posibilidad de trabajar para darle la industrialización natural, darles ese valor agregado que ese producto primario tiene. Por eso digo no queremos ser los graneros del mundo, así nos fue siendo los graneros del mundo; lo que queremos es exportar no solo en la materia prima primaria sino también el trabajo argentino. Porque si no, ¿saben lo que pasa? Va el producto primario hacia el exterior y vuelve con trabajo extranjero y terminamos importando trabajo extranjero y dejando a nuestros pibes y nuestras pibas sin trabajo. (APLAUSOS) Estas son las cosas que se están discutiendo. El otro día en un diario que nunca quiso mucho la construcción de lo nacional, un diario elitista, no importa, es decir, cada uno tiene derecho a pensar cómo quiere, algunos piensan para las minorías, esperemos que de a poquito vaya apareciendo una prensa nacional que ayude a construir el pensamiento de las mayorías, sería importante para buscar algún equilibrio, pero leíamos que Aerolíneas Argentinas, una decisión correctísima de nuestra Presidenta, que fue rematada en los años ’90 y fue profundizado su remate en el gobierno de la Alianza, ante el desastre que era, decide recuperarla para los argentinos y para el Estado nacional. (APLAUSOS) Entonces, dicen “Aerolíneas Argentinas pierde tantos millones por día”, obviamente que se han reducido las pérdidas, pero Aerolíneas Argentinas es una línea de bandera. ¿Qué significa esto? Que a nosotros lo que nos interesa, a los argentinos, es tener una buena línea de bandera que ayude a la conectividad de los argentinos, a la conexión de los argentinos que es fundamental, necesitamos que los aviones vuelen desde Tierra del Fuego a Jujuy, que unan toda la Argentina porque es fundamental tener nuestra línea de bandera para que toda la Argentina se pueda mover. Es central y esencial, hay que verlo, no desde el punto de la rentabilidad financiera, sino desde el punto de la conectividad. Esto es central. Lo que pasa que piensan siempre con una mentalidad que poco tiene que ver con las necesidades globales que tienen los argentinos. Porque es muy fácil vivir donde viven ellos y es muy difícil vivir donde viven otros argentinos, inclusive ustedes, que están tan cerca del Obelisco y con el pensamiento de algunos que viven de la General Paz para allá, no para acá, también pareciera ser que nos quisieran alejar de Dios si no fuera por la fuerza que tienen todos ustedes y la decisión fundamental que la provincia de Buenos Aires vuelva a recuperar el rol fundamental de ser el verdadero pulsor de la economía argentina. Dios nos libre las cosas que podrían haber estado pasando. Esta fuerte inversión que ustedes vieron y que se está generando en la provincia de Buenos Aires. También es central y fundamental ver cómo se mantienen los parámetros. Nosotros tenemos que mantener altos niveles de recaudación, es fundamental seguir recaudando con mucha fuerza; niveles de producción; niveles de industrialización; niveles de generación de trabajo. Les quiero contar algo: dos países en el mundo no ha caído el empleo en esta crisis internacional que hay, Alemania y Argentina. Esto lo tratan de decir así de

chiquitito, pero son los dos únicos países que han mantenido el nivel de empleo en plena crisis internacional. Hay que seguir trabajando para lograrlo eso que es fundamental. Entonces, seguir desendeudándose; aumentando la inversión interna como está haciendo el Intendente y el Gobernador de la provincia de Buenos Aires invirtiendo e invirtiendo porque esa plata recrea fuertemente; bajar las tasas; apoyar con créditos blandos a nuestros empresarios y a nuestros industriales; consolidar la industria nacional; consolidar un capitalismo con decisión nacional; consolidar el empleo; no tenemos que perder un solo empleo, tenemos que consolidar el trabajo porque el trabajo es parte de la polea transmisiva y distributiva que tiene la economía y tiene que aparecer definitivamente nuevamente consolidados nuestros empresarios nacionales, nuestros industriales, nuestros comerciantes que tengan el rol de ser el corazón vivo de la economía, porque ahí vamos a estar en buenas manos y no ya en las manos que nosotros no conocemos. (APLAUSOS) Por eso estas son las cosas que tenemos que hablar. No si uno tiene más canas, menos canas, se enoja, no se enoja, esto o el otro, estas cosas que hacen a las cosas de color. Los argentinos necesitamos pensar, actuar y decidir. También necesitamos tener la experiencia necesaria para poder hacer las cosas que hay que hacer. Yo le voy a hacer una reflexión en voz baja con ustedes. Cuando los amigos y compañeros me pidieron que encabece la lista de diputados nacionales, yo les puedo asegurar…no tengo drama decir, uno trabaja del lugar de argentino que le toca, yo ya estoy agradecido, he sido gobernador, presidente, intendente, me tocó la suerte de poder representar a argentinos en distintos lugares, pero me parecía que hubiera sido una forma de claudicar, que yo no estoy acostumbrado a hacer, y porque sé que este es el camino correcto con toda la experiencia que he acumulado en este tiempo, me tocó gobernar, sacar la Argentina del infierno, yo sé que ahora viene una etapa más difícil que es la redistribución del ingreso, la consolidación de nuestra economía, el crecimiento económico y todas las cuestiones que hemos estado conversando y charlando ahora y si voy a la Cámara de Diputados nacionales es para poner toda esa experiencia que me tocó vivir durante todo este tiempo para ayudar a la Presidenta y a los argentinos a consolidar este modelo de cambio que recién se inicia en la Argentina y que lo tenemos que consolidar con todas nuestras fuerzas. (APLAUSOS) Ustedes recuerden: crecimiento del empleo, crecimiento de la inversión interna, inversión extranjera también que es muy importante la nacional; fuimos el 5º país en el mundo en inversión extranjera el año pasado que hubo en el país, el 2008 fue el mejor año de nuestra economía. Lo que pasa que también hay que aprender a ser solidario, porque a mí en el 2003 me tocó recorrer toda la Argentina y vi muchos productores en una situación muy difícil y por eso digo que las entidades patronales rurales están equivocadas cuando hablan así. Porque cuando el pueblo argentino fue solidario para solucionar sus problemas bancarios, levantarlos y que salgan

adelante; a veces cuando a uno le va bien, uno también tiene que ser solidario con aquel que lo ayudó cuando la iba mal. La solidaridad es una cadena que va y que vuelve, pero nosotros vamos a seguir abriendo los brazos para que más allá de los dirigentes todos los sectores productores, empresarios, comerciales, industriales, podamos conformar lo que la Presidenta está soñando, la Presidenta está soñando que en el Bicentenario se pueda hacer un acuerdo social entre el capital y el trabajo y todas las entidades del trabajo y de la empresa para consolidar las bases de la construcción de un modelo nacional que ponga un punto de inflexión y nos dé un proyecto con una consolidación estratégica donde los argentinos sepamos dónde vamos los próximos 50 años. Sería extraordinario encontrar ese espíritu de grandeza entre todos los argentinos para lograr este tema. (APLAUSOS) Por eso, yo me pongo enteramente a vuestra disposición. Me tocó estudiar en esta Provincia, me recibí de abogado, me tocó construir mi familia aquí, me tocó vivir muchísimas cosas hermosas, nació mi primer hijo acá en la provincia de Buenos Aires también, me siento absolutamente emparentado con el destino de lo que es el corazón vivo de la patria. Porque cuando la provincia de Buenos Aires va hacia delante, y se los digo yo que vengo de una provincia muy chiquitita, el ánimo, la esperanza de todos renace. Y también decirles que es absolutamente posible el desafío, pero que los argentinos tenemos que entender que construir políticas serias, construir políticas macro y microeconómicas responsables, construir políticas sociales y educativas acordes, lograr una síntesis de un proyecto que contenga en la verdad relativa al conjunto, requiere pensar, debatir y terminar muchas veces con el mero “chamuyo” que a muchos nos angustia porque es un momento donde solamente hay dos cosas que son fundamentales, pero que hay que llevarlas adelante: uno puede ser práctico pero si no tiene ideas la practicidad no sirve; uno puede tener ideas pero si no es práctico no sirve; tenemos que tener ideas y ser prácticos, ir a las cosas concretas y construir en paz, con amor, con cariño y responsabilidad la Argentina que nosotros deseamos. Pero construir con paz y con amor no significa no luchar, yo soy como ustedes me ven, me gusta luchar y pelear por las ideas y por las cosas que uno cree. Eso no significa renunciar al amor, eso significa profundizar el amor, porque cuando uno pelea por las cosas que siente y que ve y que piensa, con todas sus ganas, es que cree realmente que se puede construir una sociedad justa, con inclusión, con amor y con futuro. Yo les quiero agradecer profundamente, estoy vuestra disposición, muchas gracias por compartir este momento, construyamos el futuro que los argentinos nos merecemos, analicemos las cosas que nos pasaron, analicemos las cosas que nos sucedieron y a todos los que nos miran establezcamos un debate racional, responsable y serio. Muchas gracias señor Intendente, muchas gracias Roque, muchas gracias Malvinas, muchas gracias señores empresarios y comerciantes. A vuestra disposición ayer como hoy, como uno de ustedes.

Muchísimas gracias. (APLAUSOS)

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