A la memoria de mi madre Describir a una madre, es una tarea muy compleja , ya que esto implica, un amor inmenso que no se podría definir, una entrega total en persona, tiempo y espacio hacia el hijo que ha nacido de ella y hacerlo sin descuidar sus tantas obligaciones con que se enfrenta en su diario quehacer. Y es que el amor de una madre es lo que más se asemeja al infinito amor divino. Desde el mismo momento en que saben que en su vientre llevan a un hijo, se convierten en fuente inagotable de ternura y amor. No importa la edad que tengan ni los conocimientos académicos que posean, ellas luchan incansablemente para ofrecerles a sus hijos lo mejor de este mundo. MADRE significa: Amor, Ternura, Entrega, Comprensión, Tenacidad, Indulgencia, Sufrimiento y Desasosiego, todo eso además de ser...PERFECTA. Ser, que sin mayores palabras, siempre sabe lo que nos sucede y lo que nos acontecerá. Mi Madre, me permitió el darme el ser y la vida, cumpliendo el mandato divino, pero también me permitió ver como la muerte extinguía su presencia de esta tierra, llevándome a momentos de mucha tristeza, aunque puedo dar fe, de que aunque ya hace tiempo de su partida, el sentimiento ha ido creciendo y se ha ido renovando constantemente, llegando a entender la profundidad de mi existencia, en la misión y propósito de ella. Pido a Dios, que en tus benditas manos Señor, esté mi madre que es la luz de mis ojos, la razón de mi sonrisa, el motivo de mis carcajadas y mi ánimo de seguir adelante. Muchas gracias
Jaime César Mayorga Rojas Secretario de Cultura Club Social Huanta. Lima, Mayo 2009.