Capitulo 2 Una Sarah mas alta con el cabello largo hasta la espalda y completamente despeinado estaba recostada en su cama con su brazo extendido hacia el techo como tratando de alcanzar algo que deseaba muchísimo, lentamente bajo su brazo y se llevo la mano hacia la frente, estaba sudando frío – Otra vez – susurro Sarah mientras inclino la cabeza para poder ver el reloj despertador que tenia en una mesita al lado de su cama – “5:06 AM” – En una hora tendría que levantarse e ir preparándose para su primer día en la Preparatoria – bueno no tiene caso que este una hora aquí tirada – pensó para si misma al tiempo que se levantaba, Sarah había crecido mucho los últimos ocho años aunque a comparación de sus compañeras de Secundaria seguía estando por decirlo de alguna manera, “subdesarrollada”. Seguía siendo la mas bajita de todas las chicas de su clase. La habitación de Sarah era muy peculiar, al lado izquierdo de su cama pegada a la pared había un gran librero de diseño simple lleno de libros pequeños acomodados meticulosamente. Y separados como en una librería, al parecer por genero y con etiquetas, la mayoría de los libros tenían en sus lomos los títulos pero estos estaban escritos en Japones. En otra pared se encontraba otro librero idéntico pero lleno de cajas de DVD de diferentes anchos estos parecían menos organizados, en su mayoría eran películas de ciencia ficción y algunas series de animación Los anaqueles vacíos tenían muchas figuras de PVC de diferentes personajes y de algunas películas, algunos fácilmente reconocibles. Las partes que no estaban cubiertas por los dos libreros tenían posters de Algunas series animadas una que parecía ocupar un lugar especial era el de unas chicas con extraños colores de cabello y vestidas de Conejitas como las de playboy, era algo que uno no esperaría ver en el cuarto de una chica, y por ultimo en una esquina encima de un escritorio de madera una computadora que parecía de los últimos modelos aunque no tenia ninguna marca reconocible. Sarah llevaba una camisa blanca y unos shorts verdes iba descalza y su cabello estaba completamente despeinado sus rodillas tenían algunas cicatrices casi imperceptibles de cuando era pequeña y solía escalar arboles. Ya había pasado mas de media hora desde que se había despertado en ese tiempo había tomado una ducha y se había puesto el uniforme, falda verde camisa blanca y corbata verde, un uniforme bastante peculiar. Sarah se preguntaba a que idiota se le había ocurrido usar tal color tan horrendo. Sarah prendió su computadora y cuando el escritorio se cargo Sarah hizo doble click sobre un icono con forma de “X” el programa cargo instantáneamente el usuario Ayumu se a unido a #
[email protected] Ayumu! Hola como te ha ido? ... que haces despierta a esta hora de la madrugada!? tonto ... hoy empiezo la escuela y... me he despertado un poco temprano huh? No habrás tenido una pesadilla? ... si lo mismo que te había contando. ha pero al menos ya habrás tratado de contactarlo no?
Sarah dio un resoplido y se llevo la mano a la frente y espero unos momentos para contestar tomare tu silencio como un no en fin, como están todos por allá? bien pero todos siguen en shock por lo de tu ida tan repentina y ya sabes quien es el mas deprimido de todos
Sarah se quedo viendo esas ultimas palabras en el monitor No se por que nunca le diste una oportunidad ... no eres exactamente el señor Sutileza verdad? Que esperabas el también es mi amigo...
cambiemos de temas si? No quiero hablar de eso bueeeeeno ... ah si el próximo mes estaremos en la Comiket y? Van todos los años no? no tonta... no entiendes? Vamos a estar como vendedores!
Al leer esto Sarah casi se cae de su silla QUE?!!... Naoko y Sakai van a hacer los trazos y yo me encargare de la edición
Sarah esbozaba una sonrisa de oreja a oreja y de reojo miro el reloj en la esquina inferior derecha del monitor 5:58 AM Creo que imprimiremos pocas copias unas ya te enviare una copia... ah pues felizidades... veo que por fin Realmente ... fue Kanji quien nos animo y creo que entiendes por que lo hizo ... ah me tengo que ir ya es tarde, no ah ok bueno luego hablamos bye!
50 a lo mucho se animaron al fin... quiero llegar tarde el primer día de clase
Sarah cerro el programa pero no apago la computadora continuo viendo el monitor por unos minutos – Que pesado – susurro Sarah mientras apagaba el monitor de la computadora. La casa empezaba a tomar vida mientras uno a uno su padre y hermanos mayores se iban despertando. escuchaba los pasos que iban y venían Sarah continuaba sentada frente al monitor apagado pensando miles de cosas y al mismo tiempo nada, así que Kanji los había animado... como pudo el hacer eso si Sarah lo había intentado tantas veces y fallado – sus pensamientos fueron interrumpidos por unos golpes en la puerta de su cuarto – Oye rarita despierta te. no queras llegar tarde el primer día – Sarah no contesto – ¡Oye! ¡oye! ... despierta – seguía aporreando la puerta pero Sarah seguía sin reaccionar, luego quien estaba golpeando la puerta la abrió– Enana aun no te has– el chico no pudo terminar lo que iba a decir por que tuvo que esquivar un ratón inalámbrico que paso volando peligrosamente a unos centímetros de su cabeza – ah... ya te despertaste... ¿huh? ¿Ya estas lista? Valla que tienes ganas de ir a la escuela ¿no? – cállate simio, quien te dio permiso de abrir la puerta de mi cuarto – Contrario a lo que se podría esperar Sarah no dijo esto en una forma agresiva sino bastante calmada casi como si estuviera bromeando – ya, solo para decirte que Gab ya preparo el desayuno apúrate que se enfría – y dicho esto el muchacho cerro la puerta. El comedor no era muy grande pero tampoco extremadamente pequeño fácilmente podrías meter seis personas en el, en este momento había cuatro personas; el padre de Sarah que a pesar de tener treinta y cinco años parecía mucho mas joven, su apariencia era la de un delincuente, a su lado estaban Gabriel y Héctor los hermanos mayores de Sarah Gabriel llevaba un uniforme escolar estándar, Pantalón guinda y camiseta tipo polo blanca y era ligeramente mas alto que su hermano Héctor quien llevaba el mismo uniforme. – Sarah hoy te voy a llevar a la escuela por que no me dí tiempo de arreglar tu Vespa – Dijo el padre de Sarah mientras se llevaba a la boca una porción grande de tocino – Sarah solo asintió con la cabeza, ella comía bastante rápido y termino primero que sus hermanos se levanto y puso su plato en el fregadero y fue a sentarse al sillón de la sala, poco después apareció su hermano Héctor en la puerta – No se que fijación tienes con ponerte esas cosas en las piernas – Sarah llevaba unas calcetas largas que precian medias y llegaban a su pantorrilla – volteo a ver a su hermano con una cara de aburrimiento – ya ya yo solo digo que si sigues escondiendo tus piernas nunca vas a conseguir nov– un cojín golpeo la cara de Héctor y dio por terminada su conversación. Gabriel y su padre entraron a la sala. – vámonos – dijo el padre de Sarah con una sonrisa. Héctor y Gabriel iban a la misma escuela así que se irían en el automóvil de Gabriel, un destartalado
bocho color negro. Sarah ya tenia puesto un casco color rosa con el numero cuarenta y dos pintado en azul, cuando salio su padre en una motocicleta harley tipo “vándalo” – vamos súbete – su padre sonrío, Sarah regreso la sonrisa mientras se montaba al pequeño espacio que había detrás de su padre. El motor rugió de forma increíble, el viento frió de la mañana golpeaba a Sarah y le hacia desear poder llevar pantalones a la escuela, pero aun así, si había algo que a ella le encantaba era ir en motocicleta con su padre ya que el manejaba extremadamente rápido, seguro llegaría muy temprano a la escuela. La máquina empezó a bajar de velocidad mientras se acercaban a las puertas de la escuela, también se incrementaba el numero de alumnos que había caminando hacia las puertas. Los chicos llevaban pantalón verde, camisa blanca abotonada, un saco y corbata verde . parecía una ensalada cesar. Las muchachas llevaban el mismo uniforme que Sarah la mayoría llevaba la falda bastante corta parecía que no les importaba el frió Por fin su padre se detuvo justo enfrente de la puerta de la escuela, Sarah se bajo de la motocicleta y engancho su casco a la parte trasera – y que, ¿no le vas a dar un beso a tu viejo? – dijo su padre con un dejo de resentimiento fingido, Sarah se acerco a su padre y lo beso en la mejilla al momento Sarah sintió algo extraño y de reojo vio que algunas chicas murmuraban entre ellas mientras miraban directamente a donde ella estaba – vendré por ti a las tres de la tarde después de salir del trabajo – viendo bien a su padre con su inusual forma de vestir Sarah se podría imaginar lo que parecía esta escena, claro a Sarah no le podría importar menos lo que los demás pensaran pero aun así se le hacia graciosa la idea. Su padre arranco y acelero dejando un poco de humo atrás mientras Sarah se encaminaba a su primera clase en preparatoria. Sarah caminaba por los grandes patios de la escuela, su clase era la ciento tres, y no es que hubiera ciento tres clases en esta escuela sino que a algún ridículo se le había ocurrido que sonaría mejor así, por ejemplo Sarah estaba en el grupo tres de primer semestre así que su clase era la ciento tres, los de segundo semestre serian docientos uno, docientos dos, docientos tres... etcétera y así hasta los de ultimo curso que serian seiscientos Estaba tan absorbida en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando un chico ligeramente mas alto que ella paso corriendo justo a su lado para alcanzar a otra chica que Sarah no había notado, se sorprendió un poco al ver que la muchacha era mas bajita que ella y muy delgada su piel era como blanca porcelana y parecía que si la tocabas se rompería el chico al que Sarah no pudo verle la cara parecía estar disculpándose con la chica que se había ruborizado haciendo un extraño contraste con su piel blanca. Sarah no se había dado cuenta pero, inconscientemente, había comenzado a caminar mas despacio lo que al parecer alerto a la joven de piel blanca quien la miro directamente a los ojos lo cual hizo instantáneamente que Sarah recuperara velocidad y desviara su mirada. Sarah paso junto a la pareja y escucho como el muchacho decía – nos veremos en clases entonces Violetta y salio corriendo hacia el lado contrario Sarah no sabia por que pero cuando escucho la voz del muchacho sintió algo indescriptible en el estomago tal vez había comido demasiado tocino. El salón de clase era bastante amplio, se podría decir que era mejor de lo que te encontrarías en alguna escuela publica. Todos los alumnos estaban sentados en sus mesabancos la mayoría estaban callados pero había algunos grupos que hablaban entre ellos, seguramente serian los que se conocían de secundaria, ¿por que Sarah no podía ser como ellos? Seguramente le seria mas fácil adaptarse a la nueva escuela si conociera a alguien. Todo por culpa de ese estúpido viejo como se le ocurre dejarle esa responsabilidad a su padre. Los pensamientos de Sarah fueron interrumpidos por el profesor que entro por la puerta, el salón guardo silencio instantáneamente El profesor lucia como el típico maestro: traje de vestir gris maletín donde seguramente guardaba todo tipo de libros y revistas sobre cual fuera la materia que enseñaba, el hombre se paro delante de la clase y barrio con su mirada a todos los jóvenes que estaban callados como si fuera un funeral. Dio media vuelta y comenzó a escribir en el pizarrón blanco con un plumón negro, Sarah aprovecho ese momento para dar un vistazo a sus nuevos compañeros. Al lado derecho estaba la mayor parte del salón no
reconocía ningún rostro, nada peculiar excepto, tal vez, por un chico que estaba sentado de una manera muy recta y miraba directamente hacia el pizarrón Al lado izquierdo estaba solo una fila que era la que estaba pegada a la pared Sarah se sorprendió al ver a la muchacha que había visto antes estaba sentada justo unos dos mesabancos mas adelante que ella, su cabello era corto hasta sus hombros y al parecer se había puesto unos lentes ovalados de armazón delgado. Sarah noto que el lugar detrás de la chica estaba vacío y tenia un morral de mezclilla como diciendo “Lugar apartado”. El profesor Termino de escribir en el pizarrón, “Tobías Mondragon” y comenzó a hablar – Soy su profesor de Matemáticas I y además seré el Tutor de esta clase, así que si tienen alguna duda sugerencia o lo que sea pueden hablar con migo, bueno ya me he presentado ahora es su turno, Solo digan su nombre, de que escuela provienen, si tienen algún pasatiempo y como prefieren ser llamados – y así comenzaron a presentarse cada uno de sus nuevos compañeros Sarah comenzó a notar un extraño patrón, al parecer el profesor hacia mas preguntas dependiendo de que tan nerviosos sonaran aquellos que se estaban presentando. a un chico que parecía especialmente nervioso le pregunto cosas ridículas como cual era su comida favorita y si había visto el ultimo capitulo de la serie de comedia mas popular del momento. El siguiente fue un chico de lentes que se sentaba completamente recto se levanto y casi murmurando pero perfectamente oíble para toda la clase dijo – Joushua Torres, estudie secundaria en la escuela Agustín de Iturbide, no tengo ningún pasatiempo – y sin esperar a que el profesor dijera algo se volvió a sentar el profesor lo miro por unos segundos – muy bien, siguiente – y así continuaron las presentaciones y poco a poco se iba acercando el turno de Sarah – Erika Arias, vengo del colegio San Tomas, y mis pasatiempos son el Volley Ball y la natación, supongo que prefiero que me llamen Erika – dijo una chica rubia que tenia su cabello agarrado en dos coletas largas hasta la mitad de su espalda – ¿no es esa una escuela para señoritas? – pregunto el maestro a pesar de que Erika no sonaba exactamente insegura – S-Si – oh muy bien, Siguiente Y por fin era el turno de Sarah – Mi nombre es Ayumu Sarah Leal – Sarah miro como Violetta, la chica que había visto antes, Volteo a verla de una manera muy brusca – Kasuga vengo de la escuela Nisshinkan mis aficiones son el dibujo y prefiero que me llamen Ayumu – ¿Nisshinkan? ¿No es un nombre muy raro para una escuela? En donde esta – Justo lo que Sarah no quería que le preguntaran – En Osaka, Japón – interesante, te gustaría contarnos mas sobre eso – ah, este... si claro. Mi familia se mudo a Japón por razones de trabajo de mi padre – Violetta seguía viendo a Sarah lo cual la ponía bastante nerviosa – hace ocho años, apenas acabamos de regresar este año – oh que interesante caso, muy bien... siguiente – Sarah se sentó mientras continuaban presentándose sus compañeros justo cuando era el turno de Violetta alguien toco la puerta del aula, el maestro abrió la puerta Sarah no alcanzo a escuchar nada – muy bien pasa, por favor – Era un estudiante tal vez un poco mas alto que Sarah se dirigió directamente hacia donde estaba Violetta y se sentó detrás de ella colgando el morral de mezclilla en el respaldo de Violetta. El chico le puso la mano en el hombro y se inclino para susurrarle al oído – Gracias. – al mismo tiempo el profesor apunto con su plumón a hacia Violetta – sigues tu – Animo Violetta – dijo el chico y se sentó de forma correcta en su mesabanco. Violetta tenia una expresión de determinación y lucia bastante seria – m-mi nombre es Violetta Luna, vengo de la Secundaria numero 16, mi pasatiempo es leer y ... y prefiero que me llamen Violetta – había sonado bastante nerviosa pero el profesor al parecer no le apeteció hacerle ninguna pregunta – Siguiente – Era turno del amigo de Violetta el chico se paro y lo que dijo hizo que Sarah se le detuviera el corazón por unos segundos – Mi nombre es Darío De la torre, vengo de la escuela Secundaria numero 16, mis pasatiempos son los vídeo juegos. mis amigos me llaman Darío. Sarah estaba allí sentada y al parecer todos sus compañeros habían desaparecido exceptuando a Darío que seguía allí parado sonriendo como siempre. Esto era un sueño, una pesadilla o algo mas ... no, era la realidad, Darío estaba justo a su lado pero no la había notado, ¿la reconocería? ¿querría hablar con
ella? ¿la perdonaría? A lo mejor la había olvidado. con todas estas miles de preguntas en su mente Sarah miro a Darío y luego a Violetta no sabia como reaccionar a tal situación Sarah estaba muy tensa y seguía viendo intermitentemente a Darío y Violetta. Violetta sintió la mirada de Sarah y le devolvió la mirada por unos segundos y luego siguió viendo al frente. El maestro Tobías continuo su clase ya que todos los alumnos se habían presentado Sarah no pudo poner nada de atención durante toda la clase pero tampoco pudo pensar en nada concreto sus pensamientos iban de allí para acá sin ningún rumbo fijo Tanto así que las dos veces que el maestro le hizo preguntas bastante básicas como ecuaciones cuadráticas y el teorema de Pitágoras, Sarah se quedo allí callada sin poder responder nada. La clase había terminado, Sarah no se había dado cuenta, algunos de sus compañeros salieron del salón incluyendo a Darío y Violetta al parecer el maestro de la segunda clase no vendría por problemas personales así que les darían la hora libre – hey... hey... vamos a comer – escucho Sarah que una chica le dijo a otra y si bien Sarah había desayunado bastante bien decidió que seria mejor ir algún lugar que estar sentada sola. La cafetería era bastante grande tenia varias bancas largas y algunas mesas redondas con sillas alrededor, había poca gente, la mayoría eran de su grupo y algunos alumnos y profesores que no recocina Sarah se sentó en una de las mesas redondas a beber un café negro que había comprado, su mente divagaba en recuerdos de la infancia y la gran amistad que había compartido con Darío. Tres estudiantes se pararon frente a ella, eran chicas de su clase, dos de ellas llevaban el cabello largo y la otra que estaba mirando hacia otra dirección con cara de aburrida era rubia... era Erika la chica que había estado en una secundaria para señoritas. – disculpa.. ¿nos podemos sentar? – esto hizo que Sarah saliera de su trance y con su mejor sonrisa dijo – Si claro – Oye ¿es cierto lo que dijiste? ¿Realmente viviste en Japón? – si – Por que habría de mentir, pensó Sarah – oh Guau y ... ¿como es allí? – ah pues no es muy diferente – y ese fue el comienzo de una platica sin mucho sentido sin embargo Erika seguía viendo hacia otro lado con su misma expresión de aburrimiento – oh y has visto al chico de lentes, el que es bastante alto ¿no crees que es muy guapo? – si, si lo creo – dijo la otra chica – y tu Ayumu que piensas – uhmmmm ¿que? no... yo no – ah... ¿sera acaso que tienes novio? Dijo Erika hablando por primera vez – no.. yo nunca – ¿¡nunca!? – Sarah escucho una risa detrás de ella – entonces le dije: no creo que eso quepa allí – Darío le contaba alguna anécdota a Violetta la cual reía Al momento Sarah quedo Petrificada los hombros le temblaban – ¿Ayumu te pasa algo? – n-no nada – Erika tenia un brillo muy extraño en sus ojos, miro por encima del hombro de Sarah. – ah... ¿no están un poco aburridas? ¿Tal vez deberíamos hacer un poco de ejercicio no? ¿Que dices Ayumu te gusta el Volley ball? – Sarah estaba algo nerviosa pero pensó que seria una buena oportunidad para salir de allí y alejarse un poco de Darío hasta que pensara como enfrentarlo. – Si, si me gusta. – muy bien – Dijo con lo que parecía un falso entusiasmo Erika – oh pero somos pocas, seria mas divertido un tres contra tres ¿no crees? – y antes de que Sarah pudiera dar su opinión – Hey ustedes dos ¿son de nuestra clase no? – no quieren ir a jugar un partido de Volley – se dirigía a Violetta y Darío – Darío interrumpió su platica con Violetta – ah – Darío miro a Erika por unos segundos y volvió a mirar Violetta – Lo siento Violetta no se siente bien en estos momentos – Antes de que Darío pudiera continuar hablando Erika dijo – bueno entonces sientence con nosotras así nos podremos conocer mejor ya que seremos compañeros de clase de ahora en adelante, parece una buena idea ... ¿no? – Erika dijo esto mientras sonreía de una manera muy amable – Sarah pensó para si misma que esta era la peor situación que le podría ocurrir – Darío miro a Violetta luego a Erika después por una fracción de segundo miro a Sarah y nuevamente a Violetta quien no parecía estar muy convencida, Tal vez Darío pensó que seria muy grosero negarse – claro, ¿por que no? – Darío dio una de sus mejores sonrisas que Sarah jamas le había visto la cabeza le daba vueltas – Darío acomodo unas sillas alrededor de la mesa en la que estaban sentadas Sarah, Erika y sus amigas y tomaron asiento, Para la mala suerte de Sarah Darío termino sentado justo a su lado no había forma de que no la reconociera – Bueno, ¿en que nos quedamos
Ayumu? Ah si me contabas que nunca has tenido novio – a Sarah le empezaba a desagradar Erika un poco, al tiempo se dio cuenta que su cara le quemaba ¿se estaba sonrojando tanto? – ¿Te sientes bien Ayumu? – Dijo Darío con un tono realmente preocupado – no... digo, si estoy ¿eh? Ah... si me siento b-bien mmm Da-Darío – Sarah trato de sonar lo mas normal y casual posible... lo cual todo mundo se dio cuenta que fallo de una forma épica. Sarah sentía la cara cada vez mas Caliente seguro parecía una especie de verdura roja... un tomate o pimiento pero... en ese momento le golpeo como un iceberg al Titanic; ¿por que estaba tan nerviosa? Miro a Darío por un momento y el parecía genuinamente desconcertado. ¡Claro! Darío no se acordaba de ella o al menos no la reconozca, era lógico habían pasado al menos ocho años desde la ultima vez que se vieron lo mas normal es que no la reconociera y con esta revelación Sarah se dio cuenta de que no tenia razón para estar tan exaltada podría actuar normalmente y después pensar en una forma de hablar con Darío. Dio un fuerte respiro y en el momento que regreso de sus pensamientos se dio cuenta que Darío tenia su mano en su frente y su cara estaba, peligrosamente, a unos escasos centímetros de la suya, – ¿Tienes fiebre? parece que no – Sarah actuó instintivamente, por impulso, como cuando un lobo acorrala a un conejo y amenaza con comérselo.. lo que paso fue en un instante, Sarah Sentía un terrible dolor punzante en su nuca, el techo de la cafetería parecía como arenas movedizas que ondulaban... ¿el techo?. Sarah se había ido para atrás con todo y silla y se había golpeado la nuca haciendo un fuerte ruido al caer, escuchaba a lo lejos risas de algunos alumnos, cuando su visión dejo de moverse y pudo enfocar lo primero que vio fue el rostro de un Darío que parecía realmente preocupado y le ofrecía su mano para levantarse – ¿Estas bien? Ayumu – Sarah puso sus mente en orden en unas cuantas fracciones de segundo, puso su cara mas seria y levantándose por si sola, evitando tomar la mano de Darío lo cual pensó tal vez seria un poco descortés – Si estoy bien ... – Sara se sacudió un inexistente polvo de su falda y con un tono monótono continuo – Disculpen tengo que ir al baño – Dio una sonrisa a sus nuevos compañeros y emprendió su viaje hacia los baños sin dejar que nadie pudiera preguntarle otra cosa. Los baños estaban a unos cuantos metros de la cafetería así que no tardo mucho en llegar, Sarah siempre había sido alguien que los demás respetaban, por que nunca hacia cosas ridículas y siempre guardaba compostura incluso en los momentos mas críticos, Siempre había tomado sus estudios muy enserio, durante la secundaria se unió a un pequeño club de manga y en pocos meses demostró ser uno de los miembros con mas talento que tenían. Y todo eso se había ido al rábano en unos segundos. Los baños de las chicas eran grandes, olía como aromatizante genérico no había otra forma de describirlo, A Sarah le punzaba la nuca, justo donde se había golpeado se toco con la mano derecha para asegurarse de no estar sangrando, afortunadamente, aparecer no fue un golpe tan fuerte y el leve mareo que sentía iba desapareciendo poco a poco. Sarah se paro frente aun lavamanos y se miro en el espejo, su cabello no se había despeinado mucho, abrió el grifo del agua y tomo un poco en sus palmas y se la llevo a la cara, no solía usar maquillaje así que no tenia que preocuparse por eso, Sarah se tallo los ojos y comenzó a sentirse un poco mas calmada sus pensamientos por fin comenzaron a moverse como una vieja locomotora de vapor que empieza a salir de la estación Que debería hacer, volver allí y arriesgarse a que vuelva a ocurrir alguna otra estupidez o tratar de evitarlos y parecer una loca antisocial. Darío estaba allí con Violetta... Violetta ¿Seria su novia? Fueron a la misma secundaria y ella no es nada fea, lo mas probable es que sí, Sarah sintió un pinchazo en el pecho pero no en su carne sino en algo que se podría definir como alma o espíritu. No había razón para sentirse así Darío había sido un gran amigo pero eso no quería decir nada mas, el echo era que ellos ahora eran prácticamente desconocidos, y además el la había olvidado. Sarah se decidió, volvería allí y actuaria de forma normal, El asunto estaba zanjado. Al mismo tiempo Sarah pensó en lo mucho que había crecido Darío y que no era nada feo, Cuando se dio cuenta que esto pasaba por su mente se dio unos golpe citos con ambas manos en las mejillas como para despabilarse muy bien Sarah volvería ser
la persona confiable, seria y madura que ha sido siempre. Eso se vino abajo como un edificio demolido por implosión en el momento en que salio del baño. Darío estaba allí esperándola Sarah se quedo aturdida y lo que podrías definir como un “viento dramático” muy oportuno paso entre ellos – Hola Ayumu ¿no te golpeaste muy fuerte verdad?, Quería preguntarte una cosa – Sarah trato de responder algo, pero su voz le fallaba en el momento menos oportuno, Darío dio unos pasos adelante e inclino su cabeza para poder ver mejor el rostro de Sarah y en lo que pareciera su momento mas grande de “¡Eureka!” sus ojos se abrieron redondos como platos y se empezaron a ver un poco acuosos, lo próximo que sintió Sarah fue un cálido abrazo de su mejor amigo mientras sus brazos colgaban sin tener el valor de levantarlos y que su rostro probablemente necesitaría ser extinguido con un balde de agua fría – ¡Sarah! – Dijo un sollozante Darío y Sarah no pudo evitarlo mas y puso sus brazos alrededor de su amigo y lo apretujo tal vez un poco fuerte ya que Darío dio un pequeño quejido justo antes de soltar una risita inocente – Sigues siendo muy fuerte ¿verdad? – Ahora lo soy mas que antes – Dijo Sarah que al parecer había recuperado su voz y su sentido del humor, Darío la soltó pero Sarah no quería hacerlo – ¿No me odias verdad? – ¿Que? ¿Por que habría de hacerlo? – Sarah Soltó a Darío y dio unos pasos atrás para verlo mejor, Darío había crecido mucho. Cuando eran pequeños Sarah era ligeramente mas alta que el ahora la situación estaba revertida – has crecido mucho y te has puesto muy guapo – Sarah se sentía en suficiente confianza como para molestar un poco a Darío al cual la cara le tomo un tono levemente mas rosado – De-de que hablas no juegues con migo de esa forma es la primera vez que hablamos desde hace ocho años – justo la reacción que esperaba de Darío, seguía siendo el mismo de siempre. Ambos se encontraban sentados en una banca fuera de los baños –Y que paso contigo cuando regrese en las vacaciones a mi casa – “Casa”, Sarah la recordaba mas como una mansión de telenovela – y fui a visitarte no había nadie en la tuya. – Si, lo que ocurrió es que mi Abuelo materno le pidió a mi padre que se hiciera cargo de la compañía de transportes que tiene en Osaka – Sara dijo esto mientras miraba al cielo y una nube en forma de algo que no conocía paseaba solitaria – ya que el estaba muy enfermo y no confiaba en sus colaboradores, tampoco es que al viejo le agradara mucho mi padre, Después de todo fue el mal viviente que le robo a su única hija, pero al parecer no tenia otras opciones. – Y ahora estas aquí – dijo Darío con una sonrisa que hizo que Sarah se mareara un poco, Darío realmente había cambiado bastante estos años, Sarah continuo hablando tratando de esconder un poco su reacción a la sonrisa de Darío – y que paso contigo, como te fue en la nueva casa – Sarah se dio cuenta que hablaban como si nunca se hubieran separado – Pues... al principio no muy bien, no podía hacer amigos en la nueva escuela hasta que conocí a Violetta – Otro pinchazo como el anterior atravesó pecho de Sarah quien agacho un poco su cabeza y miro sus zapatos que estaban lustrados y reflejaban el sol – Tal vez fue por mi estatus de niño nuevo y el de ella de niña rara – ¿Rara? – Murmuro Sarah – si pero realmente no es rara es... muy tímida y retirada con las personas que no conoce fue una suerte que empezáramos a hablar. Ella no lo sabe o no quiere darse cuenta pero es muy inteligente y tiene muchos puntos fuertes que ella misma no conoce, solo le hace falta un poco de confianza – Darío miraba la nube que se había deformado un poco pero seguía sin tener ninguna forma coherente – Sarah como controlada por un ser invisible, invisible y estúpido, se levanto bruscamente y comenzó a caminar con un paso fuerte pero antes de que se pudiera alejar nada. Darío tomo su mano, pero ella comprobó que efectivamente se había vuelto mas fuerte. Y en unos instantes ambos fueron a parar al suelo Sarah termino boca arriba y Darío encima de ella con cada palma a cada lado de su rostro y sus rodillas a pocos centímetros de las caderas de Sarah y sus rostros a la misma altura, por unos segundos se quedaron en silencio. – ¿E-es Violetta tu novia? – Sarah no sabia que le pasaba por la cabeza esas no eran las palabras que ella quería decir – Darío se quedo en silencio unos segundos la pregunta o el significado oculto que tenia lo habían dejado en un mini-shock – no... solo es una buena amiga – el pinchazo desapareció pero fue remplazado por una sensación que Sarah podría describir como
mariposas en el estomago pero eso seria muy poco original. Era algo así como un tornado que sucedía en el otro lado del mundo y hacia que miles de mariposas revolotearan dentro de su abdomen tratando de escapar... eso seria mas original... pero bastante mas estúpido Habían pasado unos unos cuantas horas o eso Sarah había sentido – Estas encima de mi – Darío se exalto un poco ante aquella revelación, pero en el momento en el que se preparaba para levantarse un “Crack” seguido de un “Splash” se escucho. Violetta Estaba allí y a sus pies una lata de soda sabor naranja derramada, sus ojos tan abiertos como su cuerpo le permitía, Sarah recordó en la posición en la que estaba junto con Darío. Esto fue tan inoportuno que parecía sacado de una novela barata y mal escrita.