Llenen sus vidas Un experto estaba dando una conferencia a un grupo de profesionales. Para dejar en claro cierto punto, utilizó el ejemplo que aquellos jamás olvidaron. Parado frente a un auditorio de personas tan exitosas, dijo: “ Quisiera hacerles un pequeño examen”. De debajo de la mesa sacó un jarro de vidrio, de boca ancha, y lo puso sobre la mesa frente a él. Luego sacó una docena de piedras del tamaño de un puño y empezó a ponerlas una por una en el jarro. Cuando este quedó lleno hasta el tope y ya no se podían colocar más piedras, el conferencista preguntó al auditorio: Está lleno este jarro? Todos los asistentes, al unísono, contestaron: ¡Sí! Entonces él dijo: “ Están seguros?, y en seguida sacó de abajo de la mesa un balde de piedras más pequeñas. Echó un puñado de esos guijarros en el recipiente y lo movió, haciendo que las piedras pequeñas se acomodaran en el espacio vacío entre las grandes. Cuando hecho esto, preguntó de nuevo: Está lleno este jarro? Como esta vez el auditorio ya suponía lo que vendría, uno de los asistentes dijo en voz alta: Probablemente no. Muy bien – repuso el expositor. Sacó de debajo de la mesa un balde lleno de arena y empezó a verter esta en el jarro. La arena se acomodó en el espacio entre las piedras grandes y las pequeñas. Una vez más preguntó al grupo: -Está lleno el jarro? Esta vez, varias personas respondieron en coro: No! Entonces el expositor manifestó: ¡Muy bien! –luego sacó un recipiente con agua y vertió líquido en el jarro hasta llenarlo. Cuando terminó el procedimiento, miró hacia el auditorio y preguntó-: ¿Cuál creen ustedes que es la enseñanza de esta pequeña demostración? Uno de los espectadores levantó la mano y dijo: La enseñanza es que, no importa qué tan lleno esté tu horario, si de verdad lo intentas, siempre podrás incluir más cosas... -Nó –replicó el expositor, esa no es la lección. La verdad de esta demostración es que si no colocas las piedras grandes primero, no podrás ponerlas en ningún momento. ¿Cuáles son las piedras grandes en tu vida: tu familia, tu fe, tu educación o tus finanzas? ¿O alguna causa que desees apoyar? ¿O enseñar a otros lo que sabes? Recuerda poner esas piedras grandes primero, o no encontrarás un lugar para ellas. Tómate el tiempo para clarificar cuáles son tus prioridades y revisa cómo usas tu tiempo para que no se te quede ninguna afuera o, lo que es peor, te veas obligado a sacar una piedra grande para poder meter arena o agua. ¿ Cuáles son, entonces, tus piedras grandes?