UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR
TEORÍA SOCIAL REALISTA: EL ENFOQUE MORFOGENÉTICO POR MARGARET S. ARCHER CAPÍTULO V - EL REALISMO Y LA MORFOGÉNESIS
PRESENTADO POR: LAURA PRESENTADO A: XXXXXX XXXXXXXX
PROGRAMA DE PSICOLOGIA XXX SEMESTRE
BARRANQUILLA, ATLANTICO 2019
INTRODUCCION La Antropología como ciencia estudia al hombre y su comportamiento como miembro de una sociedad, no se limita a un grupo en particular ni a un periodo determinado de la historia, se enfoca tanto a la construcción del hombre en el pasado como en el presente, es decir, su amplio campo de estudio implica el análisis de la evolución estructural de la humanidad y desarrollo de civilizaciones. Margaret Archer es una de las grandes exponentes de la teoría sociológica contemporánea, al lado de teóricos como Bourdieu, Giddens y Habermas. Su planteamiento teórico se sitúa dentro del debate iniciado durante la década de 1980 en torno a la relación estructura-agencia, debate del cual, en términos generales, se han derivado propuestas integracionistas que intentan superar el reduccionismo de los enfoques estructuralista y voluntarista de la acción. La Dra. Margaret Archer, elabora una propuesta para el análisis de la cultura, conocida como enfoque morfogenético, cuyo eje corre paralelo al debate clásico dentro de la teoría social sobre la relación estructura-agencia. La perspectiva de Archer se configura a partir de lo que llama dualismo analítico, el cual se presenta como una alternativa a las posturas reduccionistas que enfatizan una sola dimensión (estructura o agencia), pero también se diferencia de la postura integracionista subyacente en la teoría de la estructuración. Para elucidar el enfoque morfogenético se explicitan los postulados del realismo crítico, con cuyos fundamentos ontológicos y epistemológicos se vincula. La contribución realizada por la Dra Archer resulta ser un referente obligado para el abordaje y explicación de la dinámica cultural en tanto que, permite identificar elementos a partir de los cuales explicar por qué algunas contradicciones producen cambios y otras no lo hacen.
El realismo crítico reconoce que las estructuras existen, pero que los individuos no se encuentran predeterminados por ellas. Estas estructuras se reproducen o transforman a partir de las relaciones sociales. Así, para el realismo crítico, la realidad mantiene un carácter abierto porque está poblada, y los individuos le dan intencionalidad a partir de los procesos de interacción con otros individuos y con las estructuras sociales. Epistemológicamente, la idea de realidad estructurada por niveles conlleva la necesidad de trascender el nivel empírico de la realidad y acceder al conocimiento de ésta en un nivel de mayor profundidad, buscando los mecanismos causales a partir de los cuales se configura. De esta manera: “el vivir en un mundo de sistemas abiertos tiene, por ende, repercusiones epistemológicas que afectan directamente la posibilidad de aplicar lógicas inductivas o deductivas al análisis social. Éstas se manifiestan en una noción de causalidad que contempla la posibilidad de la incidencia de lo contingente, lo imprevisto” Para el realismo crítico el conocimiento de la realidad es aproximado y cambiante, en tanto que es un producto social y, por ende, tiene un carácter transitivo. Lo que supone un relativismo epistemológico. Según Archer, la sociedad es concebida como el resultado emergente del juego mutuo entre estructura y agencia. Ni las presiones estructurales por sí mismas o la sola capacidad de agencia definirán el resultado de la acción, sino que ésta será resultado del arreglo específico que resulte in situ de la interpretación que el actor realice de las presiones estructurales, en conjunción con las relaciones de poder presentes en el contexto histórico de que se trate. Vale decir, que esta propuesta tiene como soporte la ontología estratificada de la realidad y su carácter de intransitividad, aporte del realismo crítico, en donde las propiedades emergentes de las estructuras y de los agentes son separables. Por tanto, la concepción de realidad no se reduce a lo dado, debido a que, al encontrarse la realidad abierta, metodológicamente se tiene que dar cuenta de lo dado-dándose, a partir del análisis de cada una de las dimensiones, y también del juego mutuo que se establece entre ellas. Para ello, se tendrá que incorporar la variable teórica del tiempo, y así poder dar cuenta de la dinámica social. Así, Archer plantea al enfoque morfogenético, a partir del cual explica dicha dinámica.
El término de morfogénesis proviene de la teoría moderna de sistemas del sociólogo americano Walter Buckey, y se refiere a los procesos que tienden a elaborar o modificar una forma, una organización o un estado del sistema. Su contraparte, la morfostasis, implica los procesos de intercambio que tienden a preservar y mantener una forma, una organización o un estado del sistema. La Dra. Archer utiliza estos dos procesos para analizar la interacción entre estructura y agencia, y explicar tanto la estabilidad como el cambio. En el campo de la sociología, Archer distingue tres enfoques teóricos de la cultura, en los cuales se presenta la conflación, es decir, la incapacidad de dar cuenta del carácter estratificado de la realidad, al considerar solo la dimensión estructural o agencial. En el primer enfoque, de conflación descendente, la cultura es un macrofenómeno que guía a los actores. En el segundo, de conflación ascendente, un grupo de actores impone su visión del mundo a otros grupos minoritarios en términos de poder. El tercer enfoque, denominado conflación central o elisionismo, se centra en la integración entre el sistema cultural y la interacción cultural, pero no permite explicar la participación de cada una de las dimensiones, mismas que poseen cierta autonomía y diferentes temporalidades. Para un mejor entendimiento de estos tres enfoques, se presenta su caracterización. Debido a que uno de los objetivos de Archer es explicar teóricamente las condiciones para la estabilidad y el cambio cultural, es que recurre a la propuesta de Lockwood, en torno a la explicación de la integración social e integración sistémica. Esta propuesta la lleva al análisis de la cultura, y la traduce en la cohesión causal, hablando de la integración sociocultural; y en la consistencia lógica de la cultura, para explicar la integración del sistema cultural. Así, la integración del sistema cultural implica compatibilidad entre los componentes ideacionales de la cultura, en tanto que se refiere al mundo de las ideas; mientras que la integración sociocultural supone uniformidad social, producida por la imposición de ideas, a partir de las relaciones de poder imperantes, por lo que se trata de efectos causales que son propiedad de las personas. Al respecto Archer prefigura las siguientes posibles combinatorias: integración sociocultural alta / integración del sistema cultural alta; integración sociocultural baja / integración del sistema cultural alta; integración sociocultural alta / integración del sistema cultural baja o integración sociocultural baja / integración del sistema cultural baja.
CONCLUCION Una de las grandes paradojas de la cultura, de acuerdo con las primeras perspectivas de abordaje, es su carácter estable, pero al mismo tiempo dinámico. Sin embargo, el enfoque morfogenético de la socióloga Hernández, Y. 2017. El enfoque morfogenético de Margaret Archer, es una propuesta de teorización sobre las condiciones para la estabilidad y el cambio cultural, a la vez que constituye una estrategia de abordaje que favorece la comprensión de aspectos que permanecen, y al mismo tiempo, de aspectos que van sufriendo modificaciones, vistos en una perspectiva longitudinal. Se trata de una propuesta que busca ser una alternativa a las posturas conflacionistas ascendente, descendente y central que Archer ubica en el análisis de la cultura, llevado a cabo desde la sociología. El eje de la propuesta se configura a partir del dualismo analítico y del enfoque morfogenético, ambos en articulación con los postulados del realismo crítico de Bashkar. Para ello, los fundamentos del realismo crítico constituyen un puente para entender la propuesta del autor. En este caso, se refiere una noción de realidad abierta, por la intencionalidad de los sujetos que la pueblan; una realidad no predeterminada, es decir, contingente. La riqueza del planteamiento Archer está en la desmitificación de la integración cultural, y en la posibilidad de identificar elementos a partir de los cuales se puede explicar por qué algunas contradicciones producen cambios y otras no lo hacen.