La Vida Secreta De Jesus.docx

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LA VIDA SECRETA DE JESUS Andreas FABER-KAISER Bajado con vida de la cruz, Jesús huyo a Cachemira Habiendo sobrevivido a las heridas que le causara la crucifixión, Jesús comenzó una segunda vida en Cachemira, adonde llegó en busca de las diez tribus perdidas de Israel. Allí murió a edad muy avanzada de muerte natural. Está enterrado en la capital de Cachemira, en donde se venera su tumba desde hace casi 1900 años. ¿Sentado a la derecha del Padre? Jesús fue crucificado un viernes hacia el mediodía. Antes de caer la noche, ya muerto fue bajado de la cruz y depositado su cadáver en la gruta funeraria de José de Arimatea, cuya entrada fue taponada con una roca. El domingo siguiente, el cuerpo de Jesús había desaparecido inexplicablemente del interior de la gruta. Se había cumplido la profecía bíblica: había resucitado de entre los muertos. Tras una breve estancia en la Tierra, durante la cual sus discípulos entraron en contacto con ´el, Jesús ascendió al Cielo, donde está sentado a la derecha del Padre. Esto es dogma de fe para la religión cristiana. Pero, por otra parte, en el sector Khanyar de la ciudad de Srinagar, capital de Cachemira, está enterrado el cuerpo de Jesús en la cripta conocida por el nombre de ((rozabal)) . ¿Cómo explicar que Jesús est´e sentado en el cielo y que al mismo tiempo yazca muerto en Cachemira? Algo no cuadra, a partir del hecho cierto de la crucifixión. En tela de juicio están la muerte de Jesús en la cruz, su resurrección, y su ascensión al Cielo. Porque no hay datos históricos que avalen su muerte en la Cruz. Tampoco nadie presenció la resurrección. 1 En cambio, hay indicios históricos de un hambre de ideas y filosofías idénticas, que a partir de aquellos a nos marcha hacia el Este, dejando testimonio de su vida y de sus actos. Un hombre que se encamina hacia Cachemira, se establece en ese país y muere en él. Su tumba se está venerando hoy en día en Srinagar, capital de Cachemira. Leyendas, tradiciones y textos antiguos nos refieren esta segunda vida de Jesús al Norte de la India. Por esos documentos sabemos que Jesús tuvo hijos en Cachemira, y que de resultas de esta unión con una mujer, un hombre, Basharat Saleem, puede afirmar hoy ser el descendiente vivo de Jesús. En la misma ciudad en que este descendiente por vía directa de Jesús conserva el ´árbol genealógico de su familia que, arrancando de Jesús llega ´íntegro y sin lagunas hasta su misma persona, un destacado arqueólogo, el Profesor Hassnain, director de los Archivos, Bibliotecas y Monumentos del Gobierno de Cachemira, está investigando intensamente las posibilidades para esta hipótesis de una segunda vida de Jesús. Así, una realidad que es sabida a nivel de investigación y a nivel sectario por unas cuantas personas repartidas por todo el mundo, es sin embargo desconocida para la inmensa mayoría del público, que creo es ya hora de que sea informado de que el pilar sobre el que se asienta el Credo cristiano, Jesús, posiblemente no haya muerto en la cruz, sino que después de vivir una segunda etapa de su vida en tierras lejanas, muriera a edad muy avanzada, de muerte natural. Con ello, y sólo así, habría completado la misión para la que fue enviado a la Tierra, misión que incluía el encontrar y el predicar a las tribus perdidas de Israel, a los hijos de Israel. Se establecen así puentes lógicos sobre unos vacíos en modo alguno claros, que ofrece el texto bíblico. 1

Debo señalar que los nombres Yusu, Yusuf, Yusaasaf, Yuz Asaf, YuzAsaph, Issa, Issana, Isa, que aparecen en textos, leyendas y recuerdos cachemires, son todos ellos traducciones del nombre de Jesús. Por lo tanto, cuando hablo de Jesús en las páginas que siguen, me puedo estar refiriendo a cualquiera de las traducciones de su nombre en las lenguas cachemir, árabe o urdú. También se refieren al nombre de Jesús prefijos toponímicos tales como Yus-, Ish- o Aish-. ((Yo soy inocente de esta sangre )) Antes de entrar en los detalles que me inducen a creer que Jesús no murió en la Cruz, creo conveniente dejar bien sentada la simpatia que Pilato, procurador romano de Judea que se vio forzado a decretar la muerte de Jesús, sentía por éste. Leemos en el Evangelio de Juan (19, 12): 2 ((Desde este momento Pilato intentó liberarlo (a Jesús); pero los judios gritaban: si lo dejas ir, no eres amigo del César; todo aquel que se declara rey se declara en contra del César)). Y continúa Mateo (27, 24): (( Viendo Pilato que no conseguía nada, sino que el tumulto aun crecia, tomo agua y se lavó las manos delante del pueblo diciendo: yo soy inocente de esta sangre; vosotros mismos.)) Evidentemente, Pilato no deseaba la muerte de Jesús. Pero los jud´ios declararon a Jesus un rebelde, que deseaba llegar a ser rey. Advirtieron a Pilato que si le dejaba libre seria él el desleal al Cesar. A Pilato, que no se podia juzgar su alto cargo, y al que no convenia en modo alguno la enemistad del Cesar, solo le quedaba la opcion de ajusticiar a Jesus de tal forma que, aparentemente muerto, pudiera sin embargo seguir con vida. Asi dejo en primer lugar la crucifixion en un viernes, a pocas horas de la puesta del sol, y a punto de caer la noche del gran Sabbath. Especulaba Pilato con que, de acuerdo con las leyes judias, el cuerpo de Jesus no podia permanecer en la cruz despues del anochecer. Tambien en el instante preciso, aparece en escena un hombre llamado Jose, declarado amigo de Pilato y persona notable de la localidad, discipulo secreto de Jesus. Este hombre se lleva el cuerpo de Jesus a un lugar en el que los judios no tenian nada que buscar. Jes´us no murio en la cruz Analicemos desde varios angulos la real probabilidad de que Jesus no muriera en la cruz. En primer lugar hay que considerar que Jesus no permanecio muchas horas crucificado. Fue bajado de la cruz en la tarde del mismo dia en que le fue dictada y ejecutada la sentencia. Jesus fue crucificado en un viernes. El sabado es el Sabbath judio. Esta circunstancia obligaba a bajar el cuerpo de Jesus antes de la caida de la noche, ya que el dia judio comenzaba con la entrada de la noche, o sea que el sabado comenzaba a contar a partir de la noche del viernes. Estaba prohibido, segun las leyes judias, dejar colgado en la cruz a un ajusticiado durante el dia sagrado del Sabbath. Insisto en que Jesus solo permanecio en la cruz durante algunas horas, porque se podia vivir durante varios dias en esta horrible condicion. El verdadero objeto de la crucifixion no era la muerte inmediata, sino que era una 3 tortura que se prolongaba a lo largo de 3 ´o 4 dias. Conviene tener presente que si a un crucificado se le bajaba de la cruz a tiempo y se le trataba cuidadosamente, generalmente se recobraba y sobrevivia. Considerese ahora que Jesus fue crucificado junto con dos malhechores. Los tres, por lo tanto, estan sufriendo un mismo suplicio, como leemos en Lucas (23, 40) que un ladron le dice al otro: (( ¿Tu tampoco temes a Dios, tu que te hallas en un mismo suplicio?)) . Pero resulta que en el momento de bajarlos de la cruz al mismo tiempo que a Jesus, los dos ladrones siguen con vida, por lo cual los soldados romanos les quiebran las piernas para que acaben de morir. Es improbable que Jesus, habiendo sufrido el mismo suplicio, hubiera muerto ya.

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Además Pilato, persona que conocia por experiencia lo que tarda una persona en morir en la cruz, se extraño de que Jesus hubiera muerto ya. Cuando Jose de Arimatea fue a ver a Pilato y le pidio el cuerpo de Jesus, leemos textualmente en Marco (15, 44): ((Pilato se extraño de que hubiera ya muerto)) . Tambien es harto conocido el hecho de que cuando el centurión romano prueba si Jesus esta muerto hiriendole con su lanza en un costado, de la herida fluye agua y sangre. Pero de un cuerpo muerto brotan únicamente algunas gotas de sangre espesa. Llegados a este punto nos interesa recordar que el llamado ((sudario de Turín)) ha quedado recientemente demostrado ser el autentico lienzo con el que fuera envuelto el cuerpo de Jesus una vez bajado de la cruz, y que de su analisis se desprende que este cuerpo seguia con vida en aquellos momentos. Jesús sale vivo del sepulcro. Una vez bajado Jesus de la cruz, segun vimos con vida, se suceden una serie de acontecimientos que indican que se le intento curar y que salio tambien con vida de su sepultura. Recuerdense aqui los sentimientos de simpatia de Pilato hacia Jesus. Observemos en primer lugar que Jesus fue entregado, no a sus enemigos, sino a quienes le eran amigos. Asi, leemos en el Evangelio de San Juan (19, 3839): ((Despues; Jose de Arimatea que era discipulo de Jesus; pero a escondidas por miedo a los judios, pidio a Pilato que le dajara llevarse el cuerpo de Jesus, y Pilato se lo concedió. Fueron pues, y se lo llevaron. Fue tambien Nicodemo, el que anteriormente habia ido a encontrarle de noche, llevando una mezcla de mirra y aloe, unas 100 libras)) Es curioso observar ahora que Jes´us fue llevado a una tumba de Jos´e de Arimatea, y que esta tumba no fue rellenada con tierra, como es costumbre entre los jud´ios, sino que unicamente fue tapada con una gran piedra o roca. Se trataba de una tumba espaciosa en la cual habia aire suficiente para respirar. Curioso es tambi´en observar que para salir del sepulcro, Jesus necesito apartar la roca que tapaba su entrada. Lo cual indica que de ahi salio un cuerpo fisico humano y no un ente espiritual o divino para el que no hubiera sido necesario desplazar la roca. Es mas, Jesus-hombre precede a sus discipulos en el camino a Galilea. A partir de la entrega del cuerpo a Jose de Arimatea leemos todo esto en el Evangelio de Marcos (15, 46-47; 16, 1-7): ((Este (Jos´e de Arimatea) compro una sabana, bajo el cuerpo, lo envolvio en la sabana, lo deposito en un sepulcro tallado en la roca e hizo rodar una piedra para tapar la puerta del sepulcro. Maria Magdalena y Maria, madre de Jose, miraban donde lo ponian. Pasado el sabado, Maria Magdalena, madre de Jaime, y Salome compraron perfumes para ir a ungirlo. De buena mañana, el domingo, llegaron al sepulcro a la salida del sol. Y se decian entre ellas: ¿Quien nos separara la piedra de la puerta del sepulcro? miraron, y vieron que habian separado ya la piedra; era realmente muy grande. Entraron entonces en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con un hábito blanco, y se asustaron. Pero el les dijo: no tengais miedo. Buscais a Jesus de Nazareth, el crucificado; ha resucitado, no esta aqui; ved el lugar en que le pusieron. Pero id, y decidles a sus discipulos y a Pedro que os precede a Galilea; alla lo vereis tal como os dijo.)) La afirmacion de que Maria Magdalena, Maria y Salome entraron en el sepulcro, indica las dimensiones espaciosas de este. Por una parte existen indicios claros de que Jesus fue curado de sus heridas por Nicodemo. Este le aplico un unguento que curaba las heridas y facilitaba la circulacion libre de la sangre en el cuerpo. El unguento aplicado por Nicodemo a Jesus se conoce por el nombre de Marham-I-Isa (el unguento de Jesus) o tambien Marham-I-Rosul (el 3

unguento del profeta), unguento citado en numerosos tratados medicos orientales en muchos de los cuales se afirma tambien que es un unguento aplicado a las heridas de Jesus cuando fue bajado de la cruz. El mas conocido de estos tratados es el famoso Canon de Avicena. Jesus resucitado come pan y pesacdo Jesus, curado de sus heridas y abandonado el sepulcro, se pone en marcha para huir de sus enemigos, comenzando asi una nueva etapa de su vida

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humana. La misma Biblia nos demostrar´a c´omo la imagen de Jes´us vista despu´es de su salida del sepulcro, es la imagen de un cuerpo humano f´isico, y no la imagen de un ente divino o espiritual. Salido del sepulcro, Jes´us se encuentra primero con Mar´ia Magdalena y su compa nera, que abrazan sus pies se nal de que era un cuerpo f´isico , y a las que Jes´us encarga que comuniquen a sus disc´ipulos que se trasladen a Galilea donde se reunir´an con ´el. Luego Jes´us ser´a visto por Jaime y por Pablo, como lo leemos en la primera ep´istola de este ´ultimo a los corintios (15, 7-8). Jes´us se encuentra espor´adicamente con sus amigos, no osando dejarse ver abiertamente en p´ublico, por temor a que le reconozcan y prendan los jud´ios. Si leemos atentamente el Evangelio de Mateo veremos claramente expresado este temor (28, 8): (( Se fueron inmediatamente del sepulcro (se re?ere a Mar´ia y su compa nera) con gran temor y gran alegr´ia, y corrieron a anunciarlo a los disc´ipulos )) . Es evidente que las dos mujeres dentro de la alegr´ia de saber que Jes´us estaba vivo, albergaban un gran temor de que fuera descubierto. El mismo Jes´us se da cuenta de ello e intenta apaciguarlas (10): (( Entonces Jes´us les dijo: No teng´ais miedo; id y decid a mis hermanos que se vayan a Galilea y all´a me ver´an )) . Luego, Jes´us emprende una caminata a pie de unos 100 kil´ometros para llegar a Galilea y despistar as´i a sus posibles perseguidores. Pero veamos m´as pruebas de que Jes´us segu´ia en su cuerpo humano terrestre, y que no se hab´ia espiritualizado. Leemos as´i en el Evangelio de Lucas, cuando Jes´us se aparece a los ap´ostoles (24, 37-39): (( Despavoridos y llenos de temor, pensaron que ve´ian a un esp´iritu, y ´el les dijo: ¿Por qu´e os asust´ais y por qu´e os vienen al coraz´on estos pensamientos? Miradme las manos y los pies que soy yo mismo; palpadme y mirad, que un esp´iritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo )) . Dos vers´iculos m´as adelante Jes´us de repente muestra tener hambre. Algo absolutamente inconcebible en un ente divino o en un ente espiritual. As´i lo leemos (41-43): (( Entonces les dijo: ¿Ten´eis aqu´i algo para comer? Ellos le dieron un trozo de pescado a la brasa; lo tom´o y se lo comi´o delante de ellos )) . Vayamos al Evangelio de Juan. Leemos ah´i (20, 27) c´omo Tom´as palpa las heridas de Jes´us. Demuestra as´i que lo que se les apareci´o era un cuerpo tangible de carne y huesos: (( Despu´es le dijo a Tom´as: Acerca el dedo aqu´i y mira mis manos, y acerca la mano y ponla en mi costado, y no seas incr´edulo, sino creyente )) . Lo que queda claro es que Jes´us ten´ia que desaparecer de Palestina. Tom´o, como hemos visto, los ´ultimos contactos con sus disc´ipulos, contactos espor´adicos para no ser descubierto, y emprendi´o la marcha hacia el Este. Era, al ?n y al cabo, un hombre perseguido. Para no ser descubierto, incluso se 6 disfraza durante los ´ultimos d´ias de su estancia en Palestina, como lo demuestra el texto del Evangelio de Marco (16, 12): (( Despu´es de esto se apareci´o en una ?gura distinta a dos de ellos que caminaban e iban hacia el campo )) Pero, aparte de que ahora se ve´ia forzado a hu´ir, Jes´us ten´ia de todos modos que acabar de cumplir la misi´on para la que fue enviado. De haber muerto efectivamente en la cruz, Jes´us habr´ia fracasado en el cometido que le fue asignado. Quiero decir que Jes´us no deb´ia morir sin haber antes buscado y salvado a las tribus perdidas de Israel. En busca de las tribus perdidas de Israel Evidentemente, Jes´us deb´ia ir en busca de estas tribus. Pero, ¿d´onde estaban? Volviendo atr´as en el tiempo, recordaremos que Josu´e dividi´o la Tierra Santa entre los hijos de Israel, siendo ocupada la mayor parte del Sur de Palestina por las tribus de Jud´a y Benjam´in, mientras las restantes diez tribus se establecieron en el Norte de Palestina. Bajo el rey Saul, las doce tribus volvieron a reuni?carse, si bien m´as tarde, en tiempos del sucesor del rey Salom´on, una revoluci´on separar´a para siempre a diez de las tribus de Israel de la casa de David.

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Luego, y como resultado de una incursi´on asiria, el rey Tiglatpileser se lleva a muchos de los habitantes de las tribus del norte. Comenz´o as´i la cautividad de las diez tribus. Casi todos los supervivientes fueron enviados a cautiverio a nos m´as tarde por Sarg´on, que ?naliza victorioso el sitio puesto por los asirios a la capital del reino del Norte israelita, Samaria. De este cautiverio ya no regresar´ian jam´as. Englobados de esta forma en el imperio persa, los componentes de las diez tribus as´i perdidas de Israel, fueron desplaz´andose hacia el Este a medida que los grandes conquistadores persas iban expandiendo sus dominios por tierras del actual Afganist´an, Pakist´an y Cachemira por el Norte, para detenerse a la ribera del r´io Indo. All´i se establecieron los supervivientes israelitas, siend o conocidos hasta hoy con el nombre de Bani Israel, o sea (( hijos de Israel )) . Estas tierras ser´ian por lo tanto el objetivo inmediato de Jes´us: Cachemira. La hu´ida de Jes´us Ibn-i-Jarir, en su famoso Tafsir-Ibn-i-Jarir atTabri escribe: (( El y su madre, Mar´ia, tuvieron que emigrar de Palestina y partir hacia un pa´is lejano, 7 pasando de pa´is en pa´is )) . Jes´us, seg´un los relatos b´iblicos, se hab´ia encaminado hacia Emaus, hacia el valle de Josafat, habr´ia pasado a trav´es del Occidente de Judea y habr´ia llegado a Samaria, un pa´is en el que les estaba prohibido entrar a los jud´ios. hab´ia alcanzado ?nalmente Nazareth, encamin´andose al lago Tiber´iades (Juan, 21, 1). De Nazareth part´ian las grandes caravanas en ruta hacia Damasco. A tres kil´ometros de Damasco existe un lugar que desde entonces y hasta hoy se llama Maqam-I-Isa (el lugar de estancia de Jes´us). Jes´us debi´o haber vivido ah´i el tiempo su?ciente como para convertir en disc´ipulos suyos a Ananias y otros. Durante su estancia en Damasco Jes´us recibi´o una carta del rey de Nisibis, en la que se le informaba que el mencionado rey hab´ia ca´ido en una grave enfermedad y que ped´ia a Jes´us que acudiera para curarle. Jes´us envi´o una contestaci´on diciendo que enviar´ia a uno de sus disc´ipulos y que ´el mismo seguir´ia m´as tarde, seg´un leemos en la Biblioteca Cristiana Ante-Nicena, Vol. XX (Documentos sir´iacos, 1). Jes´us sab´ia que algunas de las tribus perdidas de Israel estaban en Nisibis, circunstancia que tambi´en mencion´o el historiador Josephus. Pero se da cuenta de que es hora de marcharse de Damasco para salvar su vida (Actos, 9, 23). Muhammad bin Khavendash bin Mahmud, com´unmente llamado Mir Khwand, escribe en su famoso libro Rauzatus-Safa que se ha convertido en un libro persa de hist´oria cl´asico: (( Jes´us y Mar´ia abandonaron la ciudad y se encaminaron hacia Siria )) Voy a cambiar r´apidamente de fuentes para leer en el Sagrado Cor´an (23, vers´iculo 50): (( E hicimos con el hijo de Mar´ia y con su madre, un milagro y les refugiamos en una ben´e?ca colina provista de manantiales )) . En la obra Jami-ut-Tawarihk se nos explica que durante estos d´ias Mar´ia, la madre de Jes´us, llevaba un bast´on en su mano y caminaba a pie. A continuaci´on el autor nos cuenta que Jes´us se encamin´o hacia el rey de Nasibain (Nisibis) y predic´o all´i. Desde esta ciudad march´o hacia Mashaq, donde est´a situada la tumba de Sem, hijo de No´e. Descripci´on similar podemos hallar en la obra Nasikhut-Tawarihk (vol. 1, 28). Ni en el Jami-ut-Tawarihk, ni en el Rauzat-us-Safa, hallamos explicaci´on alguna para la repentina marcha de Jes´us de Nisibis. Sin embargo s´i la hallamos en la obra de Ibn-i-Jarir, Tafsir-Ibn-i-Jarir-al-Tabri (vol. 3, 197): (( El rey (de Nasibain) era un hombre astuto. El pueblo quer´ia matarlo (a Jes´us) y ´este huy´o )) . En aquella ´epoca exist´ian tres ciudades con este nombre. A saber: una entre Mosul y Siria, la segunda a orillas del Eufrates y la tercera cerca de Jalap, en Siria. En el libro Majma-ul-Buldan publicado en 1207, leemos que la primera de ellas est´a situada en la ruta de las caravanas de Siria a Mosul y m´as

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8 all´a y que est´a situada a una distancia de seis d´ias de viaje de Mosul. Mosul era un importante centro de comercio. Edessa, conocida ahora por el nombre de Urfa, no est´a lejos de este lugar. De Urfa a Aleppo hay cuatro d´ias de viaje y Aleppo est´a situada en lo que siempre ha sido la gran ruta del comercio entre el Oc´eano Indico y el mar Mediterr´aneo. Ain-ul-Arus est´a situada a s´olo unas cuantas horas de viaje de Aleppo. As´i pues, Jes´us fue a todos estos lugares para llegar a Aleppo y proseguir su viaje. En Ain-ul-Arus est´a la tumba de Sem, hijo de No´e, lugar en el que tambi´en han sido encontrados vestigios hititas. As´i, Jes´us visit´o la tumba de Sem durante su viaje. Desde que el pueblo de Nisibis quiso matar a Jes´us, y dado que ´el no pod´ia ir muy lejos en pocos d´ias, viaj´o de inc´ognito bajo el nombre de Yuz Asaf, y los libros y tradiciones locales de las regiones que visit´o o por las que pas´o despu´es de su marcha de Nisibis hablan de ´el llam´andole Yuz Asaf. En la obra Farhang-i-Jahang y en el Anjuman-i-Arae Nasiri leemos que Asaf fue uno de los grandes pa´ises no ´arabes. En el Burhan-i-Qate Asaf es el nombre dado al hijo de Barkhia, que fue uno de los eruditos de Beni Israel. En el Farhang-i-Anand Raj el nombre Yuz se explica como (( procurador o l´ider )) . Ambas palabras son hebreas. Pero ninguna de las obras citadas explica realmente qu´e signi?ca Yuz Asaf y no le hallamos explicaci´on l´ogica a la luz de los signi?cados aportados. En el libro Farhanf-i-Asa?a se explica de la siguiente forma el signi?cado de Asaf: En tiempos de Hazrat Isa (Jes´us) cuando los leprosos fueron curados por ´el, ´estos, habiendo sido admitidos entre la gente sana que estaba libre de enfermedades, fueron llamados Asaf. As´i, la palabra Asaf fue aplicada a los leprosos curados por Jes´us. Por lo tanto, Yuz Asaf signi?ca (( el procurador o l´ider de los leprosos curados por Jes´us )) . ¿Qui´en pod´ia ser esa persona, sino Jes´us mismo? El nombre Asaf, teniendo as´i un signi?cado especial conocido en aquella ´epoca por las pocas personas que rodeaban a Jes´us, sirvi´o para el prop´osito y le describ´ia con mayor propiedad que cualquier otro nombre que hubiera podido adoptar. Faizi, el poeta de la corte de Akbar, cita a Jes´us: (( Aiyki nam-i to: Yuz o Cristo )) (O t´u cuyo nombre es Yuz y Cristo). M´as tarde volvemos a encontrar a Jes´us en el Ir´an. All´i se sabe de Yuz Asaf que vino de un pa´is situado al Oeste y que predic´o aqu´i y que mucha gente crey´o en ´el. Los recuerdos que se tienen de Yuz Asaf en las tradiciones iran´ies, son similares a los que se tienen de Jes´us. Rastros de Jes´us se hallan tambi´en en el Afganist´an: en Angazni, en el Oeste, y en Jalalabad, en el extremo Sudeste del Afganist´an, existen dos explanadas que llevan el nombre de Yuz Asaf, ya que aqu´i hab´ia predicado. Uno de los emires del Afganist´an nombr´o uncelador para esta parcela en Jalalabad, e igualmente don´o una subvenci´on para su mantenimiento. Muy cerca ya de la actual frontera entre el Pakist´an y Cachemira aunque 9 todav´ia en el lado paquistan´i, volvemos a encontrar datos sobre el paso de Jes´us por la localidad de Taxila. All´i estaba Tom´as esperando la boda de un hijo de Gad, hermano del rey Gondafras. As´i est´a escrito en el acta Thomae: (( Tom´as, terminadas las ceremonias, abandon´o su sitio. El novio apart´o la cortina que le separaba de su novia. Vio a Tom´as, seg´un supuso, conversando con ella. Entonces le pregunt´o sorprendido ¿C´omo puedes estar aqu´i? ¿No te v´i salir antes que a nadie? Y el Se nor contest´o: No soy Judas Tom´as, sino su hermano )) . Debo hacer un breve inciso aqu´i para aclarar que Juan llama tambi´en a Tom´as por el nombre de Didimo, correspondencia griega del arameo Toma, que signi?ca (( mellizo )) , a causa del extraordinario parecido f´isico entre Tom´a s y Jes´us (Juan, 20, 24). Tom´as acompa na a Jes´us en su hu´ida de Jerusal´en hasta Cachemira. As´i, aparece junto a Mar´ia, madre de Jes´us, en el momento en que se supone que deber´ia haber tenido lugar la resurrecci´on (Actos, 1, 13-14), aparece tambi´en junto al lago Tiber´iades (Juan, 21, 1-2), aparece en Damasco y en Magdonia 7

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(Nisibis), y aparece ahora en Taxila, como acabamos de ver. A partir de aqu´i acompa na a Jes´us a Cachemira, en donde se encontraba tambi´en en el momento de la muerte de ´este. Luego retroceder´ia hasta Taxila para seguir hacia Kerala en el Sur de la India, siendo muerto y quemado en Milarope, Madras. Mar´ia, enterrada en el Pakist´an Salidos de Taxila, Jes´us, su madre Mar´ia y Tom´as prosiguen camino hacia Cachemira. Pero Mar´ia no llegar´ia a ver el llamado (( Para´iso sobre la Tierra )) . No soportando ya m´as las penalidades del largo viaje Mar´ia muere en el peque no pueblo de Murree, situado, por la carretera actual, a unos 70 kil´ometros de Taxila, y a escasos diez kil´ometros, en l´inea recta, de Rawalpindi. Murree se llamaba a´un hasta 1875, en memoria de la madre de Jes´us, Mar´ia. El lugar en que est´a enterrada Mar´ia se conoce con el nombre de (( Pindi Point )) , y la sepultura misma se conoce por el nombre de (( Mai Mari da Asthan )) , signi?cando (( lugar de descanso de la madre Mar´ia )) . De acuerdo con la costumbre jud´ia la tumba est´a orientada de Este a Oeste. El prado de Jes´us, portal de Cachemira Desde Murree, Jes´us prosigui´o su avance hacia Srinagar entrando en Cachemira a trav´es de valle que hasta hoy sigue llam´andose (( Yusmarg )) , para 10 recordar que es el valle por el que Yusu o Jes´us, entr´o en Cachemira. Situado a unos 40 kil´ometros al Sur de Srinagar, capital de Cachemira, el prado de Jes´us est´a habitado por la raza jud´ia de los Yadu que viven ah´i en devota condici´on secular de habitar el lugar elegido por Jes´us para entrar en Cachemira. All´i lo pudimos comprobar personalmente mi mujer y yo en entrevistas con las gentes del lugar. El Yusmarg es el punto de paso en la antigua ruta de mercaderes que generalmente a pie proced´ian del Afganist´an para encaminarse al valle de Kaghan, o a la inversa. El mont´iculo de Murree limita con Cachemira por el Oeste, mientras que la regi´on de Kaghan lo hace por el Este. Si desde Yusmarg se avanza pues sobre la mencionada ruta de mercaderes se pasa necesariamente por Aishmuqam. El pre?jo (( Aish- )) es una forma derivada de Isa, Jes´us. Muqam signi?ca lugar de reposo, signi?cando reposo durante breve tiempo. As´i Aishmuqam es el lugar en el que descans´o Jes´us en su viaje. Aishmuqam est´a situado a unos 75 kil´ometros al Sureste de Srinagar. En el Nur Nama se narra el recuerdo de que un pr´incipe lleg´o y descans´o por alg´un tiempo en este lugar, que por ello lleva su nombre. En la misma obra leemos que en este lugar fue muerto un esp´iritu maligno a manos de un Brohan, que era un luchador en el tiempo de Jes´us ( (( Dastan-i-Kushta Shudan-i-Deu Az dasti-i-Brohan ke dar Zaman-i-Issa pahalwani bud )) ). Aishmuqam es hoy lugar de culto musulm´an. En nuestra visita al lugar supimos que conservaban all´i bajo llave la cornamenta de lo que llaman el carnero de Dios. Algunos autores a?rman que se conserva tambi´en ah´i el bast´on de Jes´us. Pero tanto los responsables de la custodia del Santuario de Aishmuqam durante nuestra visita, como el profesor Hassnain durante las largas sesiones de trabajo en su casa, nos indicaron que esto era una apreciaci´on err´onea, y que el bast´on conservado en Aishmuqam era el bast´on de Mois´es, de quien hablaremos en el pr´oximo n´umero 1 . Jes´us, vecino de Cachemira Vamos a repasar ahora algunos textos que nos testi?can la estancia de Jes´us en Cachemira, su segunda y ´ultima patria. Mulla Nadiri, el primer historiador musulm´an de Cachemira, que escribi´o en persa, a?rma en su obra Tarik-iKashmir que Yuza Asaf, el Yuzu de las tribus de Israel, proclam´o su cualidad prof´etica en el a no 54. Leemos textualmente: (( El rey tom´o el nombre de Gopananda y comenz´o su activi1 se re?ere al n´umero 5 de la revista (( Mundo Desconocido )) 11 dad en el valle de Cachemira. Durante su reinado fueron erigidos y reparados muchos templos. Invit´o a Sulaiman de Persia a em-

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prender las reparaciones debidas en el trono de Salom´on en el monte. Los hind´us presentaron objeciones diciendo que ya no era un hind´u y segu´ia otra religi´on, no pod´ia reparar la tumba sagrada. Durante este per´iodo Yuza Asaf lleg´o de Palestina y proclam´o su calidad de profeta en el valle de Cachemira. El mismo dedic´o d´ias y noches a las oraciones y fue muy piadoso y santo. Acerc´o al pueblo de Cachemira a las palabras de Dios. Muchos se convirtieron en sus disc´ipulos. El rey le pidi´o que condujera a los hind´us al camino recto. Sulaiman repar´o el trono de Salom´on y erigi´o los cuatro pilares con las siguientes inscripciones: Constructores de estos pilares son Bhisti Zargar. A no 54. Y Khawaja Rukun, el hijo de Mirjan. Yuza Asaf proclam´o su cualidad de profeta. A no 54. El es Yuzu, de las tribus de Israel. )) Estas inscripcones segu´ian intactas y no se hab´ian hecho ilegibles cuando Khwaja Haidar Malik Chadura escribi´o su Tarik-i-Kasmir. El santuario conocido por el nombre de Trono de Salom´on est´a emplazado en lo alto de un monte que domina la ciudad de Srinagar por su lado Este. Di´alogo de Jes´us con el rey de Cachemira En un antiguo libro escrito S´anscrito, el Bhavishya Mahapurana, atribuido a Viyas, escrito en el a no 3191 de la Era Laukika, que corresponde al a no 115 de nuestra Era, se informa que tiempo antes, en el a no 48, el raja Shalewahin sali´o cierto d´ia a dar un paseo por las monta nas y en Voyen, cerca de Srinagar, vio a un personaje distinguido de complexi´on blanca, portando ropas blancas. El raja le pregunt´o por su nombre. Jes´us le respondi´o que le conocen por el hijo de Dios, y como nacido de una virgen. Doy a continuaci´on la traducci´on exacta de los versos escritos en S´anscrito: (( Cierto d´ia, Shalewahin sali´o hacia los montes del Himalaya, y all´i, en medio del pa´is de los Hun, el poderoso rey vio a un personaje distinguido sentado cerca de una monta na. El Santo era de complexi´on clara y llevaba vestidos blancos. El rey Shalewahin le pregunt´o quien era. El replic´o gustosamente: 12 Soy conocido como el hijo de Dios y nacido de una virgen . Como el rey se asombrara de esta respuesta, el Santo le dijo: Soy el predicador de la relgi´on de los Meleacas y seguidor de principios verdaderos. El rey le pregunt´o acerca de su religi´on y ´el le contest´o: Oh Rey, vengo de un pa´is lejano, en el que ya no existe la verdad y en el que el mal no conoce l´imites. Aparec´i all´i en el pa´is de los meleacos como Mes´ias. Por m´i tuvieron que padecer los pecadores y los delincuentes y yo tambi´en sufr´i a manos de ellos. El rey le rog´o que le explicara mejor las ense nanzas de su religi´on, y el Santo le dijo: Ense na el amor, la verdad y la pureza de coraz´on. Ense na a los hombres a servir a Dios, que est´a en el centro del sol y de los elementos. Y Dios y los elementos existir´an siempre. El rey regres´o despu´es de haber dado su obediencia al Santo. )) Jes´us, padre de familia Un antiguo libro persa, traducido al urdu, cuyo t´itulo es Negaris-Tan-iKashmir, narra la historia de que el mismo rey que vimos interrogaba a Jes´us acerca de su condici´on, procedencia y ense nanzas, el rey Shalewahin, le dice a Jes´us que necesita mujeres que cuiden de ´el, que le cuiden la casa, que le laven la ropa, que le hagan la comida, etc. El rey ofrece a Jes´us cincuenta mujeres. Pero Jes´us le replica que ´el no necesita a ninguna, que nadie tiene que trabajar para ´el. Pero tanto insisti´o el rey, que al ?nal Jes´us accede a

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tomar una mujer que le haga la comida, que le lave la ropa, que mantenga limpia su estancia. El mismo libro a?rma que esta mujer tuvo hijos de Jes´us. Y de esta mujer y de Jes´us ser´ia descendiente el se nor Sahibzada Basharat Saleem, que nos recibi´o en su casa de Srinagar. A nuestra pregunta de s´i se consideraba descendiente de Jes´us contest´o que cuando ´el le preguntaba a su padre acerca de este tema, su padre sol´ia contestarle que el abuelo de sus abuelos era un santo profeta, de nombre Yuza Asaf. Sol´ia explicarle tambi´en, siendo ni no, que en el mismo distrito de Khanyar en el que est´a la tumba del citado antecesor, existe, muy cerca de ella, un Santuario en el que reposan los restos de un gran Santo de Cachemira, venerado por todos los habitantes de Srinagar. Pues bien, le dec´ia su padre, este Santo tan venerado y tan importante en Cachemira, no es absolutamente nada comparado con el profeta que yace en la tumba conocida por (( Rozabal )) . 13 Nos dice tambi´en el se nor Basharat Saleem que cuando alguien le preguntaba a su padre si era descendiente de Jes´us, el respond´ia siempre (( s´i, efectivamente, pero nosotros le llamamos Yuza Asaf )) . Sahibzada Basharat Saleem es hijo de Sahibzada Ghulam Mohiyudin, que es a su vez hijo de Sahibzada Abdul Ahad, hijo de Sahibzada Abdus Smad, hijo a su vez de Sahibzada Abubekr. Y as´i, siguiendo una larga lista, el se nor Sahibzada Basharat Saleem conserva en Srinagar, Cachemira, el ´arbol geneal´ogico completo de su familia desde Jes´us hasta ´el, Sahibzada Basharat Saleem, descendiente vivo hoy, 1976, del Mes´ias. Preguntado acerca del nombre de la mujer que dio hijos a Jes´us, nos dice que se llamaba Marjan, y que era oriunda de una de las id´ilicas aldeas que abundaban en el valle cachemir de Pahalgam. La muerte de Jes´us en Cachemira El gran escritor e historiador oriental Shaikh al Sa id-us-Sadiq, muerto en Khurasan en el a no 962, hace menci´on de los viajes de Yuz Asaf en su famoso libro Kamal-ud-Din vas Tmam-un-Ni mat ? Asbat-ulGhaibut was Ksf-ul-Hairet, llamado tambi´en Ikmal-ud-Din. Este libro es considerado por los orientalistas occidentales como altamente valioso. En ´el se describe la escena de la muerte de Jes´us. Se dice all´i que Jes´us, al sentir la aproximaci´on de su muerte, envi´o a buscar a su disc´ipulo Ba bat (Tom´as) y le expres´o su ´ultimo deseo referente a la continuaci´on de su misi´on. Indic´o a Tom´as que construyera una tumba sobre su cuerpo en el lugar exacto en que expirase. Se estir´o entonces con sus piernas dirigidas hacia el Oeste y su cabeza hacia el Este y muri´o. Esta escena queda descrita en las p´aginas 357 y 358 del mencionado libro. La tumba de Jes´us en Cachemira La tumba que, seg´un el relato anterior, fue en principio erigida por Tom´as sobre el cuerpo de Jes´us, en el sitio exacto donde ´este expir´o, est´a situada en el distrito Khanyar, en pleno centro de la ciudad de Srinagar, capital de Cachemira. En la calle puede verse en un poste de tendido el´ectrico un cartel azul con la inscripci´on en blanco (( Rozabal )) , contracci´on de las palaba s Rauza Bal. El nombre Rauza se aplica ´unicamente a tumbas de los profetas, mientras que las tumbas de los santos se llaman Ziarat. El edi?cio en s´i es una construcci´on rectangular, a la que est´a adosado un peque no vest´ibulo de entrada. Detr´as del edi?cio se extiende un camposanto musulm´an. Todas las 14 tumbas de este camposanto est´an orientadas, seg´un la costumbra isl´amica, de Norte a Sur. Al penetrar en el Rozabal, se entra primero en una galer´ia, que rodea a la c´amara interior. A esta c´amara interior se accede a trav´es de un ventana. A la izquierda de esta ventana est´a adosado un plaf´on de madera que sustituye al plaf´on que llevaba la leyenda original y que ha desaparecido. El texto de este nuevo plaf´on encabezado por las palabras (( Ziarat Yuza Asaf Khanyar )) (la tumba es de destacar que en este plaf´on se emplea la palabra Ziarat, que vimos se aplicaba a la tumba de los Santos de Yuza Asaf, Khanyar) indica que ah´i reposa Yuza Asaf, que lleg´o al valle de Cachemira

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muchas centurias antes, y dedic´o su vida a la oraci´on y a la pr´edica de la verdad. Sobre el piso de la c´amara interior del edi?cio se aprecian dos t´umulos o losas sepulcrales. La mayor de ellas, que est´a situada en la mitad Norte de la c´amara, es la que corresponde al sepulcro de Jes´us. La losa m´as peque na, situada en la parte Sur, o sea contigua a la ventana de comunicaci´on, corresponde a la sepultura de un gran Santo cachemir, Sayyid Nasir-udDin. Estos dos t´umulos o losas sepulcrales est´an tambi´en orientadas seg´un la costumbre musulmana de Norte a Sur. Pero la sepultura real de Jes´us, situada en la cripta que hay debajo de esta c´amara interior del edi?cio, est´a orientada de acuerdo con la costumbre jud´ia de Este a Oeste. Seg´un hemos visto, todo este edi?cio conocido por el nombre de Rozabal ha sido construido sobre el cuerpo de Jes´us que yace en su cripta en el lugar y la posici´on exacta que adopt´o al morir. A la cripta inferior, en la que yace el cuerpo de Jes´us, se puede acceder ´unicamente a trav´es de una escalera desde el exterior del edi?cio. Hoy, esta escalera est´a tapiada y s´olo queda de la apertura una peque na rendija que da a la calle situada en el lado Oeste del edi?cio. Siendo edi?cio sagrado para musulmanes y tambi´en para hind´us, para penetrar en ´el hay que descalzarse previamente. En la c´amara interior, los t´umulos funerarios de Jes´us y de Sayyid Nasir-ud-Din est´an cubiertos por un armaz´on de madera art´isticamente labrado. Para tomar las fotos desde el interior de la c´amara peque na del Rozabal, tuvimos que entrar en ´el a primeras horas de la ma nana, y trabajar a puerta cerrada, ya que est´a prohibido entrar en esta c´amara interior en la que se hallan los dos t´umulos funerarios. Digamos para ?nalizar, que entre la gente de Cachemira que visita el lugar y deposita sus ofrendas all´i, la tumba es conocida como la de Hazrat Yuz Asaf, o la de Nabi Sahib (el profeta) o Shahazda Nabi (el pr´incipe profeta), y tambi´en como la de Hazrat Isa Sahib (Jes´us). 15 El silencio evang´elico Los cuatro evangelios can´onicos guardan silencio sobre la actividad de Jes´us desde su nacimiento hasta cumplir ya los 12 a nos de edad. Toda menci´on al Mes´ias ni no se reduce a: (( El ni no crec´ia y se fortalec´ia lleno de sabidur´ia, y la gracia de Dios estaba en ´el. Sus padres iban cada a no a Jerusal´en por la ?esta de Pascua. Cuando contaba 12 a nos, subieron como era costumbre de la ?esta y, pasados los d´ias, cuando regresaron, el ni no Jes´us se qued´o en Jerusal´en sin que se dieran cuenta sus padres. Creyendo que iba en la caravana, llegaron al t´ermino de la jornada y lo buscaron entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, regresaron a Jerusal´en para buscarlo. Y, al cabo de tres d´ias, lo hallaron en el Templo, sentado ante los Maestros, escuch´andolos y haci´endoles preguntas. Todos cuantos le escuchaban se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo se quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: Hijo, ¿por qu´e te has portado as´i con nosotros? Tu padre y yo te hemos estado buscando con ansias. ´ El les dijo: ¿C´omo es que me buscabais?, ¿no sab´iais que yo he de estar en casa de mi padre? Pero ellos no comprendieron lo que les dec´ia. Despu´es baj´o con ellos, regres´o a Nazareth y les fue obediente y su madre lo conservaba todo en su coraz´on. En cuanto a Jes´us, progresaba en sabidur´ia, crec´ia y aumentaba en gracia tanto ante Dios como ante los hombres. )) (Lucas, 2, 40-52) Pero lo m´as sorprendente es que la Biblia no vuelve a mencionar a Jes´us depu´es de este hecho ocurrido a sus 12 a nos, hasta que ha cumplido ya los 30: (( Cuando Jes´us comenz´o ten´ia unos 30 a nos. )) (Lucas, 3, 23) Entre esta cita b´iblica y la anterior han transcurrido 18 a nos. 18 a nos de

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silencio, que rompen la continuidad en el relato b´iblico de la vida de Jes´us. Pero no debemos contentarnos con este silencio. Ya que en tal caso, ser´ia completamente l´icito plantearse seriamente la prgunta de si este hombre que aparece en la vida p´ublica a los 30 a nos de edad, es realmente el mismo ni no Jes´us nacido en Bel´en. 16 El hallazgo de Nikolai Notovitch En nuestra primera visita a la casa del profesor Hassnain en Srinagar, ´este nos narr´o c´omo y por qu´e lleg´o a interesarse por el tema de los viajes de Jes´us a Cachemira. Hall´andose un crudo mes de enero en Ladakh, regi´on monta nosa lim´itrofe entre Cachemira y el Tibet, qued´o aislado por la nieve en su capital, Leh. Para matar el rato, el profesor Hassnain se dedic´o a revisar viejos textos y manuscritos conservados en las bibliotecas de la lamaser´ia de Leh. As´i fue como se top´o con los 40 vol´umenes de diarios de los misioneros alemanes doctores Marx y Francke, misioneros de un grupo religioso que recorr´ia los lugares apartados del mundo. No iban a capitales como Srinagar o Nueva Dehli sino a puntos m´as remotos como por ejemplo Leh, en Ladakh. El diario estaba fechado en 1894. El doctor Hassnain, que no lee alem´an, lengua en la que estaba escrito el diario, sinti´o sin embargo curiosidad por este manuscrito, y comenz´o a pasar sus p´aginas. En esto se top´o con un nombre escrito en rojo: San Issa. Frente a este hombre aparec´ia el de Nikolai Notovitch. Dado que no pod´ia leer el texto, el profesor Hassnain opt´o por fotogra?ar las dos p´aginas del manuscrito en que aparec´ian estos nombres. De regreso ya en Srinagar, el profesor Hassnain se hizo traducir estas dos hojas. Se enter´o as´i de que los misioneros doctores Marx y Francke hac´ian referencia en su diario a unos manuscritos hallados por Notovitch en la lamaser´ia de Hemis, a 38 kil´ometros al sureste de Leh. Seg´un estos manuscritos hallados por Notovitch, Jes´us habr´ia estado en la India y en las regiones m´as norte nas del Tibet y de Ladakh precisamente durante estos 18 a nos en que la Biblia no da raz´on de su paradero. Los dos misioneros alemanes no dan cr´edito a los informes de Notovitch. Tampoco dan cr´edito a este primer viaje de Jes´us a la India los responsables del movimiento Ahmadiyya. En cambio, el profesor Hassnain est´a convencido de la autenticidad del testimonio de Notovitch, y cree que Jes´us huy´o hacia Cachemira despu´es de ser salvado de la muerte en la cruz, precisamente porque ya habr´ia estado anteriormente en Cachemira. Pero vayamos al texto de Notovitch. Nicolai Notovitch fue un viajero ruso que a ?nales de la d´ecada de los 80 del siglo pasado, exploraba los territorios norte nos de la India avanzando hacia Cachemira y Ladakh, regi´on conocida tambi´en como el (( peque no Tibet )) . Despu´es de visitar Leh, capital de Ladakh, Notovitch prosigui´o viaje hasta llegar a la lamaser´ia de Hemis, una de las principales de la regi´on, que alberga adem´as una vasta biblioteca de obras sagradas. Conversando con el lama principal de esta lamaser´ia, Notovitch le re?ere que en una visita reciente a la lamaser´ia de Moulbek, situada en lo alto de los riscos que culminan el pueblo de Wakha, le hab´ian sido narradas 17 cosas interesantes acerca del profeta Isa. Y le pidi´o al lama de Hemis que le contara m´as cosas acerca de este profeta. El lama le contest´o que el nombre de Isa era muy respetado entre los budistas, pero que era conocido con exactitud ´unicamente por los lamas importantes que hab´ian leido los rollos que relataban su vida. Le dijo tambi´en que existen una in?nidad de budas similares a Isa, y que los 84.000 rollos que existen abundan en detalles acerca de cada uno de ellos. Pero que muy pocas personas hab´ian leido escasamente una cent´esima parte de estos rollos. De acuerdo con las costumbres establecidas, cada pupilo o lama que visitaba Lhasa, la capital del Tibet, no deb´ia dejar de hacer un regalo de una o m´as de estas copias a la lamaser´ia a la que pertenec´ia. Le dijo el lama a Notovitch que su monasterio (el de Hemis) pose´ia un gran n´umero de estos rollos, y que entre ellos hab´ia descripciones de la vida y de la labor del buda Isa, que 13

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ense n´o las doctrinas sagradas en la India y entre los hijos de Israel. Continu´o el lama explicando que los rollos tra´idos desde la India al Nepal y del Nepal al Tibet, en que se relataban la vida y las obras de Isa, estaban ecritos en lengua pali, y que se encontraban en Lhasa, pero que una copia en lengua tibetana exist´ia en la lamaser´ia de Hemis. Las masas, sin embargo, ignoraban esto. Apenas hab´ia alguien m´as aparte de los grandes lamas que conoc´ia a Isa, porque ellos hab´ian dedicado su vida entera al estudio de estos rollos que relataban los hechos de Isa. Pero dado que su doctrina no constitu´ia una parte can´onica del budismo, y dado que los adoradores de Isa, los cristianos, no reconoc´ian la autoridad del Dalai Lama, en el Tibet el profeta Isa, como muchos otros similares, no era reconocido como uno de sus santos principales. Llegados a este punto del relato, Notovitch le pregunt´o al lama si era posible mostrar a un extranjero estas copias que conservaba en su lamaser´ia. El lama le replic´o que lo que pertenece a Dios pertenece tambi´en a los hombres y que era su deber de lama ayudar a la propagaci´on de sus doctrinas. Pero le dijo tambi´en que no ten´ia noci´on en aquellos momentos de d´onde en su biblioteca se conservaban los rollos mencionados y que si en alguna otra ocasi´on Notovitch visitaba la lamaser´ia, se los tendr´ia preparados y se los mostrar´ia gustosamente. A Notovitch no le qued´o otro remedio que regresar a Leh e ingeniarse un plan para hallar una excusa y poder regresar a la lamaser´ia. Dos d´ias despu´es envi´o al lama superior un regalo consistente en un reloj de alarma y un term´ometro con un mensaje de que probablemente volver´ia a rendir una segunda visita a la lamaser´ia antes de abandonar de?nitivamente Ladakh, y que esperaba que el lama la mostrar´ia entonces los rollos que hab´ian sido el motivo de su reciente conversaci´on. Notovitch se hab´ia propuesto abandonar Ladakh y encaminarse hacia Cachemira para volver m´as tarde al monasterio 18 y no despertar inter´es en los rollos que hablaban de Isa. Pero la casualidad jug´o en su favor, ya que al pasr junto a la monta na en cuya cumbre est´a la lamaser´ia de Pittzk, su caballo tropez´o lanzando a Notovitch al suelo, lo que le caus´o la fractura de una pierna. No deseando regresar a Leh orden´o a sus porteadores que le llevasen a la lamaser´ia de Hemis, donde fue amablemente recibido y atendido. Re?ere Notovitch que estando inmovilizado en la cama, y mientras un joven iba girando ininterrumpidamente el cilindro de oraciones junto a su lecho, el venerable anciano que gobernaba la lamaser´ia le entreten´ia con interesantes historias. A menudo le hablaba del reloj de alarma y del term´ometro que Notovitch le hab´ia enviado como regalo, pregunt´andole acerca de su correcto uso. Finalmente, dice Notovitch, accedi´o a sus insistentes preguntas acerca de Isa y trajo dos grandes paquetes de libros cuyas hojas estaban ya amarillentas por el paso del tiempo. El lama le ley´o entonces a Notovitch la biograf´ia de Isa, mientras nuestro ruso viajero iba apuntando cuidadosamente en su bloc de notas, todo cuanto su int´erprete le iba traduciendo. Este curioso documento est´a escrito en forma de versos aislados que muy a menudo no guardan relaci´on el uno con el otro. Primer viaje de Jes´us a la India A continuaci´on voy a reproducir las partes m´as interesantes de esta vida de Isa, tal y como nos la re?ere Nicolai Notovitcha partir de los manuscritos conservados en la lamaser´ia Hemis de Ladakh, copia a su vez de manuscritos originales que se conservan en Lhasa, capital del Tibet. Estos manuscritos cuentan literalmente a partir del verso 5 ? de la seccion 4 a lo siguiente: (( Poco tiempo despu´es un hermoso ni no naci´o en el pa´is de Israel; el mismo Dios habl´o por boca de este ni no explicando la insigni?cancia del cuerpo y la grandeza del alma. Los padres de este ni no eran gente pobre, que pertenec´ian a

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una familia distinguida por su piedad, que hab´ia olvidado su antigua grandeza sobre la Tierra, celebrando el nombre del Creador y agradeci´endole las desgracias con que los habia provisto. Para premiar a esta familia por el hecho de haber permanecido ?rme en el camino de la verdad, Dios bendijo a su primog´enito y lo eligi´o para que redimiera a aquellos que hab´ian ca´ido en desgracia y para que curara a aquellos que estaban sufriendo. El ni no divino, al que dieron el nombre de Isa, comenz´o a hablar, siendo a´un un ni no, del Dios uno indivisible, exhortando a 19 la gran masa descarriada a arrepentirse y a puri?carse de las faltas en que hab´ian incurrido. La gente acudi´o de todas partes para escucharlo y qued´o maravillada ante las palabras de sabidur´ia que surg´ian de su boca infantil; los israelitas a?rmaban que en este ni no moraba el esp´iritu santo. Cuando Isa alcanz´o la edad de 13 a nos, la ´epoca en que un israelita debe tomar una mujer. La casa en que sus padres se ganaban el pan mediante una labor modesta, comenz´o a ser sitio de reuni´on de la gente rica y noble que deseaba tener al joven Isa por yerno, siendo as´i que en todos lados era conocido por sus discursos edi?cantes en nombre del Todopoderoso. Fue entonces cuando Isa desapareci´o secretamente de la casa de sus padres, abandon´o Jerusal´en, y se encamin´o con una caravana de mercaderes hacia Sindh. Con el pr´oposito de perfeccionarse a s´i mismo en el conocimiento divino y de estudiar las leyes de los grandes Budas. )) Estos versos terminan la 4 a parte de los manuscritos originales que relatan la vida de Isa. Como ya dije y como queda bien patente en esta narraci´on, Isa es Jes´us; por lo tanto voy a resumir ahora el resto del contenido del manuscrito transcrito por Notovitch, pero re?ri´endome ya siempre a Jes´us cuando el manuscrito hace referencia a Isa. Prosigue el manuscrito de la narraci´on de la vida de Jes´us diciendo que a los 14 a nos cruz´o el Sindh y se estableci´o entre los Aryas en el pa´is preferido de Dios. La fama del joven Jes´us se extendi´o r´apidamente por toda la regi´on norte del Sindh; cuando cruz´o el pa´is de los cinco r´ios, los devotos del dios Jaina le imploraron que se quedara entre ellos. Pero ´el los dej´o y sigui´o caminando hacia Jagannath en el pa´is de Orissa, donde yac´ian los restos mortales de Vyasa-Krishna. Aqu´i fue recibido con gran alegr´ia por los sacerdotes de Brahma, que le ense naron a leer y comprender los Vedas, a salvarse mediante las oraciones, a explicar las Sagradas Escrituras al pueblo, a explulsar el esp´iritu del mal del cuerpo humano y devolverle su forma humana, Jes´us vivi´o seis a nos en Jagannath, Rajagriha, Benares y otras ciudades sagradas. Todo el mundo le quer´ia y vivi´o en paz con los Vaishyas y Shudras a quienes ense n´o la Sagrada Escritura. Jes´us se granje´o las primeras antipat´ias cuando habl´o de la igualdad de los hombres, ya que los Brahmanes ten´ian esclavizados a los Shudras y opinaban que s´olo quedar´ian libres de su esclavitud con la muerte. Invitado por los Brahmanes a abandonar lacompa n´ia de los Shudras y a abrazar las creencias 20 brahm´anicas, Jes´us rechaz´o esta invitaci´on y fue a predicar entre los Shudras contra los Brahmanes y los Kshatriyas. Conden´o gravemente la doctrina que da a los hombres el poder de robar a otros hombres sus derechos humanos, y defendi´o la creencia de que Dios no hab´ia establecido diferencias entre sus hijos, que eran todos igualmente amados por ´el. Tambi´en se empe n´o Jes´us en combatir la idolatr´ia y el defender la creencia en un solo y ´unico Dios Todopoderoso. Finalmente, debido a su labor en favor de los Shudras, los sacerdotes brahm´anicos decidieron su muerte, y con esta intenci´on enviaron a sus servidores en busca del joven profeta. Pero, Jes´us, advertido del peligro

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por los Shudras, abandon´o Jagannath de noche, alcanz´o las monta nas y se estableci´o en el pa´is de Gautamides, en el que hab´ia nacido el gran Buda Shakya-Muni, entre el pueblo que adoraba al ´unico y, sublime Brahma. Habiendo aprendido perfectamente la lengua pal, Jes´us se entreg´o al estudio de los rollos sagrados de los Sutras. Seis a nos despu´es Jes´us estaba capacitado para explicar perfectamente los rollos sagrados. Entonces abandon´o el Nepal y las monta nas del Himalaya, descendi´o al valle de Rajputana y se encamin´o hacia el Oeste. A su paso, Jes´us iba hablando a las gentes en favor de la abolici´on de la esclavitud, al tiempo que pregonaba la existencia de un ´unico Dios indivisible e intsaba al pueblo a destruir los ´idolos y a abandonar su creencia en los falsos dioses. As´i, cuando Jes´us entr´o en Persia los sacerdotes se alarmaron y prohibieron al pueblo que escuchara sus palabras. Pero como el pueblo le escuchara, los sacerdotes le hicieron prender y entablaron un largo di´alogo con ´el. En el curso de este di´alogo Jes´us intent´o convencerles de que abandonasen el culto al Sol y el culto a un Dios del Bien y a un Dios del Mal, explic´andoles que el Sol era s´olo un instrumento creado por el Dios ´unico y que el Dios ´unico era un Dios del Bien, no existiendo ning´un Dios del Mal. Habi´endole escuchado los sacerdotes, resolvieron no causarle ning´un da no; pero, durante la noche, mientras todo el pueblo dorm´ia, le prendieron y lo llevaron fuera de las murallas abandon´andolo ah´i con la esperanza de que ser´ia pronto presa de las ?eras salvajes. Pero Jes´us continu´o su camino sano y salvo. Contin´ua m´as adelante la narraci´on de los manuscritos conservados por los lamas tibetanos, a?rmando que Jes´us contaba ya 29 a nos cuando regres´o al pa´is de Israel. A partir de aqu´i lo que nos re?ere Notovitch acerca de los manuscritos tibetanos transcurre ya en Palestina y forma parte de la historia que nos narran los textos b´iblicos. Los manuscritos as´i trasladados por Notovitch al mundo occidental dar´ian una explicaci´on l´ogica a las actividades de Jes´us durante los largos a nos en que la Biblia no nos re?ere absolutamente nada de ´el. 21 Nosotros, durante nuestra estancia en Cachemira, no pudimos proseguir hasta Leh y el monasterios de Hemis, como habr´ia sido nuestro deseo, debido a que est´abamos en el mes de abril y Leh s´olo puede alcanzarse usando las carreteras y caminos de alta monta na que en aquel momento estaban completamente bloqueadas por la nieve. Sin embargo cualquier estudioso puede acudir a la biblioteca de la lamaser´ia de Hemis para buscar all´i los manuscritos de referencia. Yo los he resumido aqu´i para conocimiento de todos, ya que tal es el esp´iritu de este art´iculo: informar al lector y a trav´es de ´el a un amplio sector de la opini´on p´ublica de las tradiciones, leyendas y datos hist´oricos que en Cachemira y sus inmediaciones se conocen hoy en d´ia, y que tienden a con?rmar la creencia popular de que Jes´us vivi´o y muri´o a los pies del Himalaya. Hasta aqu´i lo que he podido reunir acerca del primer viaje de Jes´us a tierras orientales. Viaje realizado antes de su predicaci´on en jerusal´en y previo por consiguiente, a su cruci?xi´on. Veamos ahora lo que se sabe en Cachemira de Mois´es. Mois´es, enterrado en Cachemira (( Pero hasta hoy nadie conoce su seplutura )) (Deuteronomio, 34, 6) Mois´es, el primer gu´ia del pueblo hebreo, yace en alg´un lugar del mundo. ¿D´onde? Hasta hoy, nadie lo sabe. Si bien all´a por el siglo IV de nuestra Era, San Juan Cris´ostomo parece haber intuido algo. Porque de forma muy acertada, se pregunta: (( Pero decidme, ¿no yacen los restos de Mois´es en alg´un lejano lugar del Este? )) (Homil´ia 26, ep´istola a los Hebreos, cap´itulo 3). Porque, seg´un parece, tambi´en Mois´es est´a enterrado en Cachemira. El profeta Mois´es emigr´o de Egipto. Le sigui´o una secci´on de los hebreos

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que se establecieron en Palestina, el pa´is sagrado, como lo leemos en el Deuteronomio (1, 8): (( Os ofrezco el pa´is que ten´eis delante vuestro. Id a tomar posesi´on del pa´is que Yahveh jur´o dar a vuestros padres, a Abraham, a Isaac, a Jacob y a su descendencia. )) Luego nombr´o a Josu´e su sucesor para guiar a la pr´oxima generaci´on, como est´a escrito en el mismo Deuteronomio (31, 14): 22 (( Despu´es Yahveh le dijo a Mois´es: Se acerca el d´ia de tu muerte. Llama a Josu´e y quedaos junto a la tienda del or´aculo; y yo le dar´e mis ´ordenes . )) A Mois´es mismo le fue denegada la entrada en Palestina. Seguimos leyendo en el deuteronomio (1, 37): (( Hasta contra m´i se indign´o Yahveh por culpa vuestra, y me dijo: T´u tampoco entrar´as. )) El Deuteronomio menciona cinco lugares relacionados con la Tierra de Promisi´on. Son: Bethpeor (4, 46), Heshbon (4, 46), Pisgah (4, 49), el monte Nebo (34, 1), y el valle o las llanuras de Moab (34, 5-8). Todos los comentarios b´iblicos han admitido que estos lugares no han sido localizados. Peale dice literalmente que estos lugares son desconocidos. Pero en Cachemira, s´i se encuentran estos lugares. Vamos a verlos uno por uno: Bethpeor signi?ca la casa o el lugar de la apertura. El r´io Jhelum es llamado Behat en persa y Vehath en lengua cachemira. Bandipur, o Bandipoor, en Cachemira fue conocida por Behatpoor. Bandipur es el lugar de la apertura en el sentido de que a partir de este lugar se abre el valle de Cachemira. Tambi´en aqu´i, el r´io Jhelum pasa a trav´es de una puerta al lago Wular. As´i Bethpoor (Behatpoor), parece, a todas luces, ser el Bandipur que existe en Tehsil Sopore, Cachemira. Heshbon se cita en conexi´on con peque nos lagos. En Cachemira existe Hashba (Hazbal), un peque no pueblo, famoso por sus lagos ricos en pesca, situado a unos 19 kil´ometros al noroeste de Bandipur. El manantial de Pisgah (Pishnag) est´a aproximadamente a kil´ometro y medio al nordeste de Aham Sharif, un peque no pueblo al pie del monte Nebo. Sus aguas son famosas por sus propiedades medicinales. Los llanos de Moab (Movu) est´an situados a unos seis kil´ometros y medio al nordeste del monte Nebo. El monte Nebo y el monte Abarim han sido considerados como uno mismo, pero la realidad es otra. En primer lugar el monte Nebo es uno de los picos del monte Abarim. Por otra parte, el monte Nebo ha sido mencionado junto con Bethpeor (Deuteronomio, 34, 1-6). Establecida la identidad de Bethpeor, el monte Nebo debe buscarse en sus proximidades. Por otra parte, los lugares denominados Bethpeor, Heshbon, Moab y Pisgah se hallan todos ellos en Cachemira, y adem´as en un ´area que cubre solamente escasos kil´ometros. 23 En Cachemira existe el monte Nebo (Baal Nebu, Niltoop), situado a unos 12 kil´ometros al nordeste de Bandipur. Newall llama a esta monta na Naboo Hill. Desde lo alto de esta monta na se ve Bandipur y todo el valle de Cachemira. Este ´ultimo detalle es importante, ya que Yahveh orden´o a Mois´es subir a la monta na desde la que ver´ia la Tierra Prometida. Hay un dato en la Biblia que indica que la Tierra Prometida es Palestina: (( Yahveh le dijo a Mois´es: Sube a esta monta na de Abarim, y contempla el pa´is que he dado a los israelitas. )) (N´umeros 27, 12). Y el monte Abarim, ciertamente est´a en Palestina. Pero en Cachemira existe, justo encima del monte Nebo, el monte Ablu. Desde el monte Ablu se disfruta una vista maravillosa del valle de Cachemira. Por lo dem´as, la Tierra de Promisi´on era un (( pa´is de monta nas y de

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valles que se riega con la lluvia del cielo )) (Deuteronomio, 11, 11). Esta descripci´on coincide absolutamente con la descripci´on de Cachemira. Palestina por el contrario, no responde a las descripciones del Pa´is de Promisi´on tal como nos lo describe la Biblia. Y ciertamente, a nade Mohammad Yasin, autor de la obra Mysteries of Kashmit (Misterios de Cachemira, que lleva por subt´itulo Cachemira, el pa´is prometido) no existe otro pa´is al este del Jord´an o del Eufrates, excepto Cachemira, que pueda aportar tantos manantiales, r´ios, abundancia de frutas y de ?ores, prados y verdes valles. Muy acertadamente a?rma Cachemira ha sido llamado Jannat-ut-duniya (El Para´iso del mundo) y Bagh-i-Jannat (El jard´in del Para´iso). La tumba de Mois´es Las tradiciones cachemiras, tanto escritas como orales, a?rman que Mois´es lleg´o a Cachemira, y que all´i est´a enterrado. As´i lo leemos en la obra Hashmati-Kashmir: (( Mois´es lleg´o a Cachemira y la gente le escuch´o. Unos continuaron creyendo en ´el, otros no. Muri´o y fue enterrado aqu´i. La gente de Cachemira llama a su tumba El Santuario del Profeta del Libro )) . Los textos b´iblicos ignoran la localizaci´on de la tumba de Mois´es. As´i lo leemos, por ejemplo, en el Deuteronomio (34, 5-6): 24 (( Mois´es, siervo de Yahveh, muri´o en la tierra de Moab por orden de Yahveh. Le enterraron en el valle, en el pa´is de Moab, delante de Bethpeor; pero hasta hoy nadie conoce su sepultura )) . Nadie, excepto los cachemires. Porque en lo alto del monte Nebu existe una tumba, venerada desde hace 3500 a nos, aproximadamente, como la tumba del (( Profeta del Libro )) , como la tumba de Mois´es. Desde esta tumba se ve Bethpeor (Bandipur) y no lejos de all´i est´an Hazbal (Heshbon), Moab y Pisgah. Los alrededores est´an llenos de lugares conocidos por Muqam-i-Musa, signi?cando el (( lugar de Mois´es )) . Sea dicho aqu´i que Musa es el nombre ´arabe bajo el que tambi´en los cachemires conocen a Mois´es. El profeta Mahoma dijo que cuando Mois´es sinti´o acercarse la hora de su muerte, rog´o a Dios que le permitiera ver el pa´is de promisi´on. Sus s´uplicas fueron escuchadas. Hazrat Abu Hurairah nos informa a este respecto que el profeta Mahoma a nadi´o: (( Mois´es muri´o ah´i. Si yo estuviera all´i, habr´ia podido mostrar su tumba en el sendero de un abrupto monte )) . Y esto, coincide absolutamente con la localizaci´on de la tuma de Mois´es en Cachemira. A 58 kil´ometros al norte de Srinagar, y tras haber pasado el lago Mansbal, y haber dejado tambi´en el lago Wular, se llega a Bandipur, localidad ya citada en este cap´itulo. Ser´ia la Bethpeor b´iblica. A partir de Bandipur debe proseguirse por una estrecha carretera hasta el pueblo de Aham Sharif, debe efectuarse a pie la ascensi´on al monte Nebu, hasta llegar a la tumba de Mois´es. Desde all´i, desde Aham Sharif, dice la tradici´on que ascendi´o Mois´es hasta el lugar de su de?nitivo reposo. En la ascensi´on hasta la tumba de Mois´es, partiendo desde Aham Sharif, ascensi´on que en ocasiones se hace algo dif´icil debido a lo escabroso del terreno en el primer tramo del sendero, y a lo resbaladizo de la pinaza del bosque en el trayecto restante, se invierten aproximadamente unas dos horas. T´engase en cuenta tambi´en que en Cachemira, ninguno de los lugares citados en este libro 2 , ninguno de los lugares sagrados para el pueblo cachemir, est´a se nalizado en forma alguna. Se debe conocer el terreno para llegar hasta ellos. O se debe por lo menos dominar la lengua urdu o el cachemir, para preguntar a los habitantes inmediatos al lugar que se qiere visitar, por la localizaci´on exacta de ´este. Al cabo de la ascensi´on citada se llega a un reducido enclave habitado, aislado en la monta na. Son unas cuantas casas de una comunidad jud´ia aislada por completo de los restantes habitantes de la zona, comunidad que se encarga de la conservaci´on, mantenimiento y adoraci´on del lugar de reposo 2

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Faber-Kaiser, Andreas , Jes´us vivi´o y muri´o en Cachemira, Barcelona, A.T.E, 1976 25 de su ancestral gu´ia, Mois´es. Wali Reshi es el celador actual, por herencia, de la tumba. A unos 50 metros m´as abajo de esta aldea de monta na, y junto al camino tal como vimos a?rmaba el profeta Mahoma , est´a el recinto en el que se localiza la tumba de Mois´es. Una puerta de madera da acceso a este recinto: una explanada al aire libre, cercada por un muro bajo. En la puerta de madera que da acceso al citado recinto est´an grabados los nombres de los celadores sucesivos de la tumba. Wali Reshi nos dir´ia que su familia es celadora del recinto desde hace 900 a nos, seg´un sus recuerdos. Nos dir´ia tambi´en que la comunidad de la aldea est´a formada por 45 familias, que no est´an en buenas relaciones con los habitantes de Aham Sharif, porque ´estos no quieren que se divulgue que all´i est´a la tumba de Mois´es. Para ellos el tema es excesivamente pol´emico, y temen que su divulgaci´on acarrear´ia la intranquilidad de la zona. Al margen del contexto de este libro, quiero re?ejar aqu´i la an´ecdota m´as destacada de nuestro viaje a Cachemira: al saber que yo era alem´an, Wali Reshi, celador de la tumba de Mois´es, jud´io puro de rancio abolengo, me cuenta entusiasmado la gran ilusi´on de su vida: poder reunir el dinero su?ciente para ir al pa´is alem´an, para conocer a su jefe, Hitler, de quien ha o´ido decir que es un gran rey. La tumba de Mois´es propiamente dicha se destaca porque a cada lado de ella se yergue un enorme ´arbol. Estos ´arboles fueron plantados hace aproximadamente 400 a nos por Hazrat Makhdoom Shaikh Hamza de Cachemira, que or´o all´i durante 40 d´ias, junto a la tumba del profeta Mois´es. La tumba, entre los dos ´arboles, est´a orientada de Este a Oeste, seg´un la costumbre jud´ia. Junto a la tumba de Mois´es, en el mismo recinto sagrado, hay tres tumbas m´as, que est´an cubiertas y orientadas de Norte a Sur, seg´un la costumbre musulmana. Son estas tumbas las de Sang Bibi una ermita na disc´ipula de Sheikh Noor-ud-Din Reshi, que est´a enterrado en el margen izquierdo de la carretera que conduce al Yusmarg, y de Nakraez Reshi y Navroz Reshi, disc´ipulos de Sang Bibi. Veamos ahora lo que la literatura cachemira nos aporta acerca de la llegada de Mois´es a Cachemira. Leemos en el Tarikh-i-Azami: (( Y esta Sang Bibi fue igualmente una ermita na renombrada y super´o a los hombres en la meditaci´on y la oraci´on. Cerca de su tumba existe un lugar que es conocido como el sepulcro de Mois´es, el profeta de Dios, y la gente que lo conoce asegura que muchos bene?cios se derivaron de este lugar. )) En el Guldata-i-Kashmir leemos: 26 (( Los musulmanes llaman a este lugar una r´eplica del Cielo sobre la Tierra , y lo llaman el Jard´in de Salom´on . Hay muchos santuarios en este pa´is. Dicen que Hazrat Sulaiman lleg´o aqu´i y que Hazrat, Musa (Mois´es) lleg´o y muri´o en este pa´is. )) Referencias similares se hallan en el Wajeezut-Tawarikh y en el Tarikhi-Hasan. Viajeros y escritores europeos tales como Francis Bernier, George Moore, el teniente coronel H. B. Torrens, y Mrs. Harvey, mencionan tambi´en en sus obras la presencia de Mois´es en Cachemira. Lugares de Cachemira que llevan el nombre de Mois´es Musa (Mois´es) es un nombre harto frecuente entre los cachemires. Aparte de ser un nombre propio frecuente, hay diversos lugares, como ya apunt´e anteriormente, que en Cachemira llevan el nombre de Mois´es. A continuaci´on, y para ?nalizar ya este cap´itulo, dar´e algunos de ellos: En Awantipur tenemos Gund-iKhalil o Gund-i-Musa. Sir Auren Stein menciona el lugar conocido por Kohna-i-Musa cerca de Shadipur y Rampur. Nazir Ahmad a?rma que existen por lo menos cuatro lugares denominados

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Muqam-i-Musa (el lugar de reposo de Mois´es) en Cachemira. Uno est´a cerca de Auth Wattu en Hadwara Tehsil. Este lugar es conocido tambi´en como Ayat Maula, el signo de Dios; Mois´es habr´ia entrado en el valle procedente de esta direcci´on, y habr´ia orado aqu´i durante 40 d´ias. El segundo est´a en la conjunci´on de los dos r´ios Jhelum y Sindh, cerca de Shadipur. Se le conoce tambi´en por el nombre de Kohna-i-Musa, y se conserva all´i la (( roca de Mois´es )) , que no debe confundirse con la (( piedra de Mois´es )) que estudiaremos en el cap´itulo pr´oximo. El tercero est´a en Pisgah, y el cuarto cerca de Bandipur. La piedra de Mois´es En Bijbihara, a 43 kil´ometros al sur de Srinagar, las gentes del lugar custodian desde tiempos inmemoriales la llamada (( piedra de Mois´es )) (Sangi-Musa), el famoso (( Ka Ka Pal )) . Se trata de una piedra que pesa alrededor de 49 kilogramos. La tradici´on dice que si once personas colocan simult´aneamente un dedo cada una en el borde inferior de la piedra, y recitan simult´aneamente el mantra (( ka ka ka 27 ka ka ka. . . )) , ´esta se eleva sola. Si la misma operaci´on se intenta con diez personas o con doce, no resulta. Una tradici´on explica que, habiendo sido desheredada una tribu la de Levi de las doce de Israel, las once restantes quedan simbolizadas en esta piedra de Mois´es. Pero particularmente he hallado otra posible explicaci´on a esta piedra de Mois´es, en la obra de historia persa Rauzat-us-Safa, ya mencionada. En el volumen II de la primera parte de esta obra, se narra la (( Historia de la piedra )) . El texto literal es el siguiente: (( Se dice que Mois´es era tan t´imido y ten´ia tanta verg¨uenza de mostrar su cuerpo desnudo, que nadie lo hab´ia visto nunca. No estando prohibida la desnudez comleta entre los hijos de Israel, no la rehu´ian en presencia de otros. Pero como ´el fuera adverso a esta pr´actica, los m´as malvados entre su pueblo comenzaron a imputarle una enfermedad sucia. Esta sospecha alcanz´o tal magnitud, que Dios, para mostrar la inocencia de Mois´es, orden´o a una piedra, sobre la que ´este hab´ia depositado su ropa mientras tomaba un ba no, a moverse por s´i misma, con las ropas encima de ella. Cuando Mois´es se apercibi´o de ello sali´o completamente desnudo del agua y corri´o en pos de sus ropas; persegu´ia de forma tan cegada a la piedra, que no se apercibi´o de la gente que le miraba al pasar, hasta que ya la hab´ia rebasado. Las personas que le vieron pasar no vieron nada excepto la pureza de su augusto cuerpo, lo que hizo que se volvieran m´as cautos con respecto a la falsedad de sus sospechas, de forma que todos los hijos de Israel se vieron impulsados a reconocer su pureza interna y externa. Despu´es de este suceso, a Mois´es le fue ordenado, por inspiraci´on divina, conservar esta piedra, que necesitar´ia m´as adelante. Se dice que esta piedra tiene cuatro caras, de cada una de las cuales manan cuatro fuentes al ser golpeadas con el bast´on; al comienzo el agua solamente goteaba, pero gradualmente se hizo tan abundante que fue su?ciente para todas las tribus de Israel. )) Estas ´ultimas a?rmaciones cuadrar´ian perfectamente con la abundancia de agua que existe en todo el valle de cachemira. En cuanto a la facultad de elevaci´on aut´onoma de la piedra, quedar´ia perpetuada hasta hoy en la pr´actica de la operaci´on de los once dedos descrita, en la que la piedra se eleva por s´i sola. Por otra parte la piedra est´a situada a escasos quince metros de un caudaloso r´io, que muy bien pudiera ser el lugar exacto en el que Mois´es se hubiera ba nado desnudo, seg´un el relato que acabamos de leer. 28 Posteriormente, junto a la piedra fue erigido un santuario hind´u, en cuya c´amara central se conserva un precioso mantra, constituido por once lingams, encerrados en el s´imbolo de la fertilidad. El n´umero de lingams hace as´i re-

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ferencia tambi´en al n´umero once, requerido para la elevaci´on de la piedra. Digamos que los habitantes de Ladakh llaman a Mois´es Ka Ka, y que los patanes llaman a una persona mayor o santa Ka Ka. En este contexto, quiero recordar que la misma voz Ka signi?ca alma en Egipto, signi?ca el doble del cuerpo, o sea (( lo que sigue existiendo despu´es de la muerte )) . En idioma maya, Ka es una part´icula duplicativa, es decir, que da su ra´iz ?lol´ogica al Ka, doble del cuerpo en Egipto, y para mayor con?rmaci´on Kabaguil es el nombre del Dios maya-quich´e cuyo nombre signi?ca lo oculto, doble (( que no se ve y al mismo tiempo se ve por sus manifestaciones )) . Tambi´en puede mencionarse aqu´i la K´abala, doctrina antiqu´isima aplicada a los profetas como opuesta al Pentateuco. K´abala, en hebreo, signi?ca recepci´on, doctrinas recibidas en que los misterios de la deidad y la cosmogon´ia est´an ligados. Aqu´i est´a claro el signi?cado: (( lo que no se ve y al mismo tiempo se ve por sus manifestaciones )) . Lo curioso del caso es que se me ha informado que tambi´en en el Jap´on existe una llamada (( piedra de Mois´es )) , a la que tambi´en llaman Ka, pero que presenta la particularidad de llevar inscripciones grabadas en su super?cie. El (( Bast´on de Mois´es )) , tambien conocido por (( Bast´on de Jes´us )) En Aishmuqam, lugar ya citado al describir la ruta tomada por Jes´us al hacer su entrada en Cachemira durante su segundo viaje a Oriente, se conserva un bast´on conocido como (( bast´on de Jes´us )) , y tambi´en como (( bast´on de Mois´es )) . Para unos ser´ia el bast´on llevado por Jes´us, para otros ser´ia el bast´on de Mois´es, y para los terceros ser´ia el bast´on original de Mois´es, que pas´o m´as tarde a manos de Jes´us. Al hablar en el cap´itulo anterior de la (( piedra de Mois´es )) , hemos visto c´omo en el texto citado del Rauzat-us-Safa, se dec´ia que golpeando la piedra con el bast´on de Mois´es, brotaba agua de la misma. este ser´ia el bast´on aqu´i conservado en Aishmuqam. El mismo bast´on de Mois´es que ya en el texto b´iblico obraba milagros. Lo cierto es que el bast´on est´a all´i guardado bajo llave y que no se muestra a nadie. Unicamente se saca al exterior en casos de una grave epidemia, o de una gran sequ´ia, o de otra plaga o desastre similar. Los efectos del bast´on son notorios, y los lugare nos a?rman que efectivamente se produce lluvia al sacarlo en ´epocas de gran sequ´ia. 29 En Cachemira, el bast´on es conocido por el nombre de Asa-i-Isa, y tambi´en por el de Asa-i-Musa, seg´un se atribuya el mismo a Jes´us o a Mois´es. De acuerdo con las tradiciones cachemiras, la posesi´on de este bast´on cambi´o de manos y lugares varias veces, hasta que ?nalmente fue depositado en el Santuario de Hadrat Zainud-Din Wali en Aishmuqam. Tambi´en se le da el nombre de Balagir, que literalmente signi?ca (( atajador o preventor de calamidades )) . En su constituci´on f´isica, el bast´on es de color marr´on muy oscuro, de madera de olivo. Su longitud es de 8 pies y tres pulgadas, y su di´ametro var´ia de 1 3 / 4 pulgada a 1 1 / 4 pulgada. El bast´on de Jes´us o de Mois´es se conserva en Cachemira. Tambi´en la piedra y la tumba de Mois´es. Y el prado, los descendientes y la tumba de Jes´us, piedra de toque de la religi´on cristiana. En Cachemira ¿tierra b´iblica? puede estar encerrada buena parte del gato que se presiente en los negocios que sobre la Tierra han ido ?oreciendo en nombre de Dios. cAndreas FABER-KAISER, 1976 Todos los derechos reservados. JESÚS VIVIÓ Y MURIÓ EN CACHEMIRA Andreas Faber-Kaiser

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INTRODUCCIÓN «¿Por qué buscáis entre los muertos a aquél que está vivo?» Lucas (24, 5) Jesús fue crucificado un viernes hacia el mediodía. Antes de caer la noche, ya muert o, fue bajado de la cruz y depositado su cadáver en la gruta funeraria de José de Arimatea, cuya e ntrada fue taponada con una roca. El domingo siguiente, el cuerpo de Jesús había de saparecido inexplicablemente del interior de la gruta. Se había cumplido la profecía bíblica: había resucitado de entre los muertos. Tras una breve estancia en la Tierra, durante la cual sus discípulos entraron en contacto con él, Jesús ascendió al Cielo, donde está sentado a la derecha del Padre. Esto es dogma de fe para la religión cristiana. Pero, por otra parte, en el sector Khanyar de la ciudad de Srinagar, capital de Cachemira, está enterrado el cuerpo de Jesús en la cripta conocida por el nombre de «Rozabal». ¿Cómo explicar que Jesús esté sentado en el cielo y que al mismo tiempo ya zca muerto en Cachemira? Algo no cuadra, a partir del hecho cierto de la crucifixión. En tela de juicio está la muerte de Jesús en la cruz. Porque no hay datos históricos que avalen esta muerte. Tampoco nadie presenció la re surrección. En cambio, hay indicios históricos de un hombre de ideas y filosofías idénticas, que a partir de aquellos años marcha hacia el Este, dejando testimonio de su vida y de sus actos. Un hombre que se encamina hacia Cachemira, se establece en ese país y muere en él. Asentadas sobre estos pilares, las páginas que siguen exponen la posibilidad d e que Jesús no muriera en la cruz, sino que, una vez curado de las heridas que le causara la crucifixión, emprendiera la huida hacia el Este, en busca de las diez tribus perdidas de Isra el. Estas tribus estaban asentadas muchos miles de kilómetros al este de Palestina. Así, una vez aban donada la tierra de su actuación bíblica, Jesús, en compañía de María, y en determinados tramos de su marcha, también de Tomás, habría emprendido un largo viaje en dirección al Oriente, viaj e que le habría llevado hasta Cachemira, el llamado «Paraíso sobre la Tierra». María, no habiend o soportado las penalidades del largo viaje, habría muerto en el camino, en el Pakistán, a pocos kilómetros ya de la frontera con Cachemira. La tumba de María se sigue venerando hoy como la tumba de la madre de Jesús. En cuanto a éste, radicado en Cachemira, habría comenzado allí una nueva vida y habría muerto a edad muy avanzada de muerte natural. En el momento de s u muerte habría estado asistido por Tomás, quien después volvería sobre sus pasos hasta ce rca de la tumba de María, para, desde allí, seguir viaje definitivo hacia el sur de la India, en donde también moriría más tarde. Pero volvamos a Jesús, objeto central de este libro. El hecho

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concreto es que su tumba se está venerando hoy en día en Srinagar, capital de Cachemira. Leyendas, tradiciones y textos antiguos nos refieren esta segunda vida de Jesús al norte de la India. Por esos documentos sabemos que Jesús tuvo hijos en Cachemira, y que de res ultas de su unión con una mujer, un hombre, Basharat Saleem, puede afirmar hoy ser el descendi ente vivo de Jesús. Existen testimonios que hacen suponer que Jesús eligió precisamente este lugar del m undo para emprender la segunda etapa de su vida, por cuanto ya habría estado aquí durante los años de su juventud en que la Historia Sagrada no puede explicarnos su paradero ni sus actividades. Efectivamente, un viajero ruso, Niko-lai Notovitch, halló a fines del siglo pasado en la lamasería de Hemis, en Ladakh, región limítrofe entre Cachemira y el Tibet, co pias de textos históricos secularmente conservados por los lamas del Himalaya, en que se narra el primer viaje de Jesús a la India, en sus años de juventud. Precisamente, en los dieciocho años en q ue la Biblia guarda silencio acerca del paradero de su persona. Una larga laguna de dieciocho años que, de dar crédito al texto bíblico, nos haría albergar serias dudas acerca de la identidad r eal del niño Jesús con este Jesús-hombre, figura central del Nuevo Testamento. Pero no sólo el Nuevo, sino también el Antiguo Testamento están vinculados a Cachemira. Efectivamente, ya mucho antes el fértil valle cachemir parece haber sido tierra vi nculada a la Historia Sagrada bíblica: aparte de las tumbas de Jesús y de María, una r educida comunidad judía aislada en la montaña viene custodiando en Cachemira, desde hace unos 3. 500 años, la tumba de su ancestral caudillo y profeta Moisés. También aquí la hipótesis cachemira sup le una laguna considerable del texto bíblico. Según la Biblia, nadie sabe dónde es tá localizada la sepultura del que fuera guía del pueblo judío. Todas las referencias que da la Bibli a son referencias no válidas, ya que los nombres mencionados no se han podido hallar sobre la g eografía real. Sin embargo todos esos nombres aparecen en el valle de Cachemira. Y allí, precisamente, veneran desde hace miles de años la tumba de Moisés. Pero Jesús y Moisés no sólo legaron a la posteridad sus tumbas, en Cachemi ra. Un sinfín de nombres propios de los cachemires, y un sinfín de toponímicos, de nombres de lugares, de enclaves, de aldeas, de simples prados o valles, nos hablan del paso de Jesús y de Moisés por tierras cachemiras. Estos temas no son desconocidos. La historia persa y la historia cach emira los han ido transmitiendo hasta nuestros días. La conciencia popular cachemira también los ha ido conservando a través de los siglos hasta hoy. Desde fines del siglo pasado una sec ta islámica,

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extendida sobre todo el globo, se viene ocupando en el tema de la tumba de Jesús e n Cachemira, con todas las reservas que su carácter sectario merece al respecto. Est a secta ha publicado diversos libros sobre el tema. Hoy en día, un destacado arqueólogo, el profesor Hass-nain, director de l os Archivos, Bibliotecas y Monumentos del Gobierno de Cachemira, está investigando int ensamente las posibilidades para estas hipótesis de una segunda vida de Jesús y de Moisés en Cachemi ra. En la misma capital de aquel país, Basharat Saleem, el descendiente por vía directa de Jesús , conserva el árbol genealógico de su familia que, arrancando de Jesús, llega íntegro y sin lagunas hasta su misma persona. Una realidad que es sabida a nivel de investigación y a nivel sectario por unas cu antas personas repartidas por todo el mundo, es sin embargo desconocida para la inmensa mayoría d el público, que creo es ya hora de que sea informado de que Jesús posiblemente no haya muerto en la cruz, sino que después de vivir una segunda etapa de su vida en tierras lejanas, muriera a edad muy avanzada, de muerte natural. Con ello, habría completado efectivamente la misión par a la que fue enviado a la Tierra, misión que incluía el encontrar y el predicar a las tribus perdidas de Israel, a los hijos de Israel. Las páginas que siguen, pretenden ser un dossier resumido de cuanto hoy se sabe ac erca de la segunda vida de Jesús, y acerca de la posible muerte también de Moisés, e n Cachemira. Las páginas que siguen, son así un complemento del texto bíblico, y establecen puentes lógic os sobre unos vacíos, en modo alguno claros, que ofrece el texto bíblico. Para la correcta le ctura e interpretación de este libro, debo señalar que los nombre Yusu, Yusuf, Yusaasaf, Yuz Asaf, Yuz-Asaph, Issa, Issana, Isa, que aparecen en textos, leyend as y recuerdos cachemires, son todos ellos traducciones del nombre Jesús. Por lo tanto, cuando ha blo de Jesús en las páginas que siguen, me puedo estar refiriendo a cualquiera de l as traducciones de su nombre en las lenguas cachemir, árabe, o urdú. También se refieren al nombre de Jesús pr efijos toponímicos tales como Yus-, Ish-, o Aish-. Musa, por el contrario, es el nombre ára be bajo el que también se conoce en Cachemira a Moisés. Para cerrar esta breve introducción, quiero dejar también bien claro desde el princi pio que éste no es un libro ahmadiyya Jos ahmadiyyas constituyen un movimiento islámico que vene ra la tumba de Jesús en Srinagar-^ ni ha sido promovido, subvencionado ni apoyado por ni ngún tipo de secta, movimiento o grupo. Es simplemente el fruto de una labor p articular y aislada encaminada a investigar unos hechos dados que pueden echar nueva luz sobre pasaj es oscuros de la vida de Jesús.

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Andreas Faber-Kaiser julio 1976 PRÓLOGO Jesucristo es una personalidad tan grande, acerca de la cual tantos han es crito y muchos más escribirán aún, que las investigaciones para conocerle aumentarán de día en día. Para algu nos es el Hijo de Dios, mientras que otros creen que es Dios mismo. Muchos creen que fue una encarnación de Dios y hay muchos más que opinan que fue uno de los más grandes profeta s que el Todopoderoso envió a esta Tierra para nuestra salvación. Hay muchos pe cadores en este mundo que creen que vino para salvarnos de los castigos. Y hay mucha gente de bi en que opina que Jesucristo vino para mostrarnos el camino recto. El resultado fue que Jesucr isto está en boca de todos, ya sean cristianos o pertenecientes a otra hermandad. La vida de Jesucristo, según la pintan los evangelios, revela que hace cerc a de dos mil años María dio a luz a un niño, siendo ella virgen. Quedó embarazada por el espíritu santo, q ue era Dios mismo, y Cristo se convirtió en un ser humano y vivió en la Tierra entre nosotr os. Fue el único hijo de Dios, el Mesías y Salvador. José emigró hacia Egipto con María y el recién nac ido, permaneciendo allí hasta la muerte de Herodes. A la muerte de éste regresaron a Isra el y vivieron en Naza-ret. Fue bautizado por Juan, quien declaró que nadie había visto a Dios pero que éste era su único Hijo, que reina junto a su Padre. Debido a los milagros que obró mucha gente se convenció de que era realmente el Mesías. Jesús viajó por toda Galilea diciendo: Bienaventurados los que tienen hambre y sed dejusticia, porque ellos serán hartos; Bienaventurados Bienaventurados Bienaventurados Bienaventurados cielos. los misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia; los limpios de corazón, porqueellos verán a Dios; los pacíficos, porque ellos seránllamados hijos de Dios; los que padecen persecución, porque suyo es el reino de los Jesús fue de pueblo en pueblo, puesto que era preciso que permaneciera fuera de Ju dea, donde los dirigentes judíos estaban tramando su muerte. Jesús fue al Templo y predicó abiert amente, afirmando que sus enseñanzas no eran las suyas propias, sino las de Dios, que le h abía enviado. Los fariseos y los altos sacerdotes enviaron soldados para arrestarl e. Lo arrestaron cerca de la arboleda de olivos, le ciñeron una corona de espinos en la cabeza y le golpearon c

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on sus puños. Lo sacaron de la ciudad y lo crucificaron. Su cuerpo fue envuelto en un lienzo, saturado con cien libras de ungüento, y depositado en una tumba. Dos días después, en la mañana del doming o, vieron que la roca que tapaba la entrada había sido corrida y que la tumba aparecía vacía. Ocho días más tarde sus discípulos volvían a estar reunidos y Jesucristo estableció contacto co n ellos. Les dijo que el mensaje de salvación debía ser llevado desde Jerusalén a todas las nac iones: Habrá perdón de sus pecados para todos aquellos que vengan a mí. Luego los guió a todos por el camino hacia Betania, y, alzando sus brazos al cielo , los bendijo. De lo dicho se desprende que la maravillosa historia de la vida y enseñanzas de Je sucristo está envuelta en muchos misterios. De aquí que numerosos estudiosos del mundo entero estén intentando desvelar estos misterios. Son objeto de controversia la fecha, el lug ar y la forma de su nacimiento. Está por concretar si nació en diciembre o en el mes de junio. Debemos h allar el lugar de su nacimiento. ¿Fue Belén o Nazaret, siendo esta última una población en Tamil Nadu, en la India? El Talmud predijo que el profeta que debía venir nacería con el signo d el pez, que en el Zodíaco se conoce con el nombre de Piscis, quedando fijado su período entre febre ro y marzo. Hay por lo tanto justificación para fijar la fecha y el año del nacimie nto de acuerdo con la astronomía, y en este contexto debemos tomar en consideración la Estrella de los Mag os, que apareció anunciando su nacimiento. Por otra parte, existen diferencias entre los cuatro evangelios, y debe analizar se cuál de ellos es el más antiguo. Estos evangelios no nos narran nada sustancial de la infancia de J esús hasta sus doce años de edad, cuando se encamina a Jerusalén para las celebracione s de la pascua. Tampoco se sabe nada acerca del período comprendido entre los 13 y los 29 años, cuan do Jesús comienza su ministerio. ¿Abandonó Palestina durante este período de su vida para visitar los grandes centros religiosos en el valle del Indo, en el Tibet y en la India? ¿Apren dió el budismo o fue él mismo un Bodhisattva? ¿Aprendió yoga en Benarés, en la India, o estudió los sutras en la lamasería Hemis en Ladakh? Pero la mayor controversia gira en torno a su muerte. ¿Murió en la cruz o sobrevivió y marchó a Cachemira, en donde su tumba se convirtió en lugar sagrado para los de votos? Todos estos misterios deben ser resueltos. ¿Tuvo Jesús un hermano y fue éste Santiago? Porque es oscuro el sentido de Juan, 19, 2 5-28. Por ende hay tres Marías presentes en el momento de la crucifixión. ¿Huyó una de estas Marías a la India con José? En misterio están envueltas también las últimas palabras de Jesucristo:

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Eli, eli, lama sabachthani. ¿Por qué el primer traductor griego de los evangelios dejó sin traducir estas palabras ? La palabra la tiene significado negativo en árabe y si damos validez a este punto la traducción sería: Dios, Dios, no me has abandonado. Debemos considerar además que los faraones egipcios tuvieron un lenguaje diferente, de conocimiento secreto y que no podía ser entendido por los demás. La traducción de la f rase, de acuerdo con el lenguaje secreto de los faraones, sería: Eli, eli, tú me liberas. La palabra Eli es una palabra sagrada, que fue pronunciada también por el dios hin dú Krishna durante la guerra del Mahabharata. Buda también pronunció esta palabra cuando se enf rentó a sus enemigos. No es preciso que enumere todos los eventos polémicos que requieren un análisis atento por parte de eruditos eminentes del mundo entero. Juan observó acertadamente que: Muchas otras cosas hizo Jesús, que, si se escribiesen una por una, cre o que este mundo no podría contener los libros. Se trata de una profecía de Juan y los eruditos no deben vacilar en revelar los ac ontecimientos ocultos de la vida de Jesucristo. Yo les pregunto: ¿por qué temen encaminar sus inve stigaciones hacia estos misterios? Por casualidad tuve que permanecer en Leh, la vieja capital de Ladakh, durante e l invierno de 1965. Allí localicé los voluminosos diarios escritos por dos misioneros al emanes. De estos diarios, escritos en 1890, se deduce que un viajero ruso, llamado Nicholas Notov itch, tradujo los manuscritos tibetanos que narraban la odisea de Jesucristo en la India y en Lada kh, conservados en la lamasería de Hemis. Esto me indujo a buscar un antiguo manuscrito, Maha-bhavishya-purana, escrito en el año 180 d. JC, que daba los siguientes detalles del encuentro de Jesucristo con el raja de Cachemira: El santo era de complexión blanca y llevaba vestidos blancos. El rajá le preguntó quién era, a lo que repuso: «Soy conocido como el hijo de Dios y nacido de una virgen; soy seguidor y predicad or de la verdad; por mí tuvieron que padecer los pecadores y también yo sufrí a manos de ellos; enseño a la humanidad a servir a Dios, que está en el centro del Sol y de los elementos; y Dios y el Sol existirán siempre.»

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Mis siguientes investigaciones me llevaron hasta la tumba de Yuz-zasaf, situada en Srinagar, Cachemira, conocida como la tumba del profeta enviado a los cachemires hace cerc a de dos mil años. El decreto real librado en favor de los celadores de la tumba habla del prof eta Yuz-zasaf. En el interior de la tumba hallé una cruz de madera, cuyas fotografías aparecieron en el semanario alemán «Horzu» en diciembre de 1975 y enero de 1976, en la seri e de artículos publicados por el mundialmente famoso autor Erich von Dániken. En sucesivas investigaciones hallé un bloque de piedra con las huellas de las plan tas de los pies de Jesucristo, siendo lo más peculiar de estas huellas el que una muestre un aguje ro y la otra un vestigio de la herida causada a Jesús en la cruz. Descubrí igualmente las cruces grabadas en enormes rocas por los primeros cristino s refugiados en Ladakh. También ha trascendido que la famosa tumba sagrada en Srinagar tiene una celda sub terránea, que alberga abundantes reliquias. Propuse por lo tanto abrir la celda y acabar a sí para siempre con esta polémica. Pero mi idea dio paso a una ola de oposición no sólo dentro del país sino también en el extranjero. Esto originó una discusión del tema en el «Weekend» de Londres, en julio de 1973, en el que dos obispos apoyaron mi teoría mientras que otros dos se opusieron a ella. Estoy convencido de que si la tumba se abre, aparecerán huellas de clavos en las manos y en los pies del profeta allí enterrado. Entre los eruditos que están trabajando en este tema debo mencionar a: Dr. Franz Sachse de Coblenza, Alemania; K. Kanailis de Birmingham, Inglaterra; Dr. Ladislav Filip de Podebrady, Checoslovaquia; Rolf Schettler de Hattorf am Harz, Alemania. En la pasada primavera llegaron a Cachemira, procedentes de España, Andreas FaberKaiser y su mujer Mercedes. Ambos tienen un agudo sentido para investigar los misterios de l a Naturaleza. Naturalmente los dos sostuvieron conmigo largas discusiones acerca de la vida de sconocida de Jesucristo. Salve, llena de gracia, el Señor es contigo. No temas, María, porque has hallado gra cia delante de Dios, y concebirás en tu seno y darás a luz a un hijo, a quien pondrás por nombre J esús. Él será grande y llamado el hijo de Dios. (Lucas 1, 28-32) ¿Cómo una virgen podía dar a luz a un niño? ¿Intervinieron seres procedentes del cosmos? ¿Se trata de un caso de inseminación artificial o de unión real? Estas cuestiones y otras similares surgieron entre nosotros como temas de discusión.

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Tratamos también otros aspectos, relacionados con las visitas de Jesús a la India, s iendo un niño de trece años y siendo ya un hombre mayor, después de su crucifixión. Vis itamos la tumba repetidas veces y discutimos las diferentes teorías acerca de la misma. Son éstos as pectos que requieren serias consideraciones e investigaciones detenidas. Sugerí que l o mejor sería que algunos de nosotros combinaran sus estudios partiendo de Israel para concluir en Cachemira, el último lugar en que vivió Jesús. Que debíamos formar un equipo de lingüistas, historiadore s y científicos, de modo que pudiéramos coordinar nuestros estudios y completar nuestro proyecto de investigación en el plazo de un año. La organización de semejante investigación requi ere una planificación cuidadosa. ¿Deben compilarse los estudios del equipo en una monografía, o es preferible que publiquemos nuestras investigaciones bajo la forma de una antología ? Discutimos una y otra vez estos aspectos, llegando finalmente a la conclusión de q ue en tanto no contemos con alguna organización que subvencione ya sea un seminario o el proyecto , debían continuar las investigaciones individuales, si bien convenía el contacto entre los distintos investigadores. Me satisface enormemente saber que tanto Andreas como Mercedes han con tinuado sus investigaciones y van a publicarlas en forma de libro. Les deseo éxito en esta arriesgada empresa. Ambos han evidenciado seriedad en sus estudios, y espero que sus sincer os esfuerzos fructifiquen en resultados positivos. Con estos votos aguardo su libro sobre Jes ucristo, que sin duda obligará a la meditación. EL NIÑO JESÜS Y JESUCRISTO, ¿UNA MISMA PERSONA? EL SILENCIO EVANGÉLICO Los cuatro evangelios canónicos guardan silencio sobre la actividad de Jesús desde s u nacimiento hasta cumplidos ya los 12 años de edad. Toda mención al Mesías-niño se reduce a: El niño crecía y se fortalecía lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba en él. Sus p adres iban cada año a Jerusalén por la fiesta de Pascua. Cuando contaba 12 años, subie ron como era costumbre de la fiesta, y, pasados los días, cuando regresaron, él niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que se dieran cuenta sus padres. Creyendo que iba en la caravana, ll egaron al término de la jornada y lo buscaron entre los parientes y conocidos. Como no lo en contraron, regresaron a Jerusalén para buscarlo. Y, al cabo de tres días, lo hallaron en el Tem plo, sentado ante los Maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos cuantos le escuchaba n se

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maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo se quedaron sorpre ndidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo te hemos e stado buscando con ansias.» Él les dijo: «¿Cómo es que me buscabais?, ¿no sabíais que yo he de esta en casa de mi padre?» Pero ellos no comprendieron lo que les decía. Después bajó con ell os, regresó a Nazareth y les fue obediente y su madre lo conservaba todo en su corazón. En cuanto a Jesús, progresaba en sabiduría, crecía y aumentaba en gracia tanto ante Dios como an te los hombres. (Lucas, 2, 40-52) Pero lo más sorprendente es que la Biblia no vuelve a mencionar a Jesús después de est e hecho ocurrido a sus 12 años, hasta que ha cumplido ya los 30: Cuando Jesús comenzó tenía unos 30 años. (Lucas, 3, 23) Entre esta cita bíblica y la anterior han transcurrido 18 años. 18 años de silencio, q ue rompen la continuidad en el relato bíblico de la vida de Jesús. Pero no debemos contentarnos c on este silencio. Ya que en tal caso, sería completamente lícito plantearse seriamente la pr egunta de si este hombre que aparece en vida pública a los 30 años de edad, es realmente el mismo niño Jesús nacido en Belén. EL HALLAZGO DE NICOLAI NOTOVITCH En nuestra primera visita a la casa del profesor Hass-nain en Srinagar (foto 3), éste nos narró cómo y por qué llegó a interesarse en el tema de los viajes de Jesús a Cachemira. Hallándose un crudo mes de enero en Ladakh, región montañosa limítrofe entre Cachemira y el Tibet, quedó aislado por la nieve en su capital, Leh. Para matar el rato, el profesor Hassnain se dedicó a revisar viejos textos y manus critos conservados en las bibliotecas de la lamasería de Leh. Así fue cómo se topó con los 40 volúmenes de diarios de los misioneros alemanes doctores Marx y Francke, misioneros de un grupo religioso que recorría los lugares apartados del mundo. No iban a capitales como Srinagar o Nueva Delhi sino a puntos más remotos como por ej emplo Leh, en Ladakh. El diario estaba fechado en 1894. El doctor Hassnain, que no lee alemán , lengua en la que estaba escrito el diario, sintió sin embargo curiosidad por este manuscrito, y comenzó a pasar sus páginas. En esto se topó con un nombre escrito en rojo: San Issa. Frente a este nombre aparecía el de Nicolai Notovitch. Dado que no podía leer el texto, el profesor Hassn

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ain optó por fotografiar las dos páginas del manuscrito en que aparecían estos nombres. Como se a precia en la fotografía 43, son las páginas 118 y 119 del manuscrito. De regreso ya en Srinagar, el profesor Hassnain se hizo traducir estas dos hojas . Se enteró así de que los misioneros doctores Marx y Francke hacían referencia en su diario a unos m anuscritos hallados por Notovitch en la lamasería de Hemis, a 38 kilómetros al sureste de Leh ( foto 44). Según estos manuscritos hallados por Notovitch, Jesús habría estado en la India y en l as regiones más norteñas del Tibet y de Ladakh precisamente durante estos 18 años en que la Biblia no da razón de su paradero. Los dos misioneros alemanes no dan crédito a los inform es de Notovitch. Tampoco dan crédito a este primer viaje de Jesús a la India los responsables del mov imiento Ahmadiyya. En cambio el profesor Hassnain está convencido de la autenticidad del t estimonio de Notovitch, y cree que Jesús huyó hacia Cachemira después de ser salvado de la muert e en la cruz, precisamente porque ya habría estado anteriormente en Cachemira. Pero vayamos al texto de Notovitch. Nicolai Notovitch fue un viajero ruso que a finales de la década de los 80 del siglo pasado, exploraba los territorios norteños de la India av anzando hacia Cachemira y Ladakh, región conocida también como el «pequeño Tibet». Localizador! de Cachemira y de su capital, Srinagar, en el mapa de Asia. Despues de visitar Leh, capital de Ladakh, Notovitch prosiguió viaje hasta llegar a la lamasería de Hemis, una de las principales de la región, que alberga además una vasta bibliote ca de obras sagradas. Conversando con el lama principal de esta lamasería, Notovitch le refier e que en una visita reciente a la lamasería de Moulbek, situada en lo alto de los riscos que cu lminan el pueblo de Wakha, le habían sido narradas cosas interesantes acerca del profeta Isa. Y le pidió al lama de Hemis que le contara más cosas acerca de este profeta. El lama le contestó que el nombre de Isa era muy respetado entre los budistas, per o que era conocido con exactitud únicamente por los lamas importantes que habían leído los rollo s que relataban su vida. Le dijo también que existe una infinidad de budas similares a I sa, y que los 84.000 rollos que existen abundan en detalles acerca de cada uno de ellos. Pero que muy pocas personas habían leído escasamente una centésima parte de estos rollos. De acuerdo con las costumbres establecidas, cada pupilo o lama que visitaba Lhasa, la capital del T ibet, no debía dejar de hacer un regalo de una o más de estas copias a la lamasería a la que perten ecía. Le dijo el lama a Notovitch que su monasterio (el de Hemis) poseía un gran número de estos r ollos, y que entre ellos había descripciones de la vida y de la labor del Buda Isa, que ens

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eñó las doctrinas sagradas en la India y entre los hijos de Israel. Continuó el lama explicando que los rollos traídos desde la India al Nepal y del Nep al al Tibet, en que se relataban la vida y las obras de Isa, estaban escritos en lengua pali, y que se encontraban en Lhasa, pero que una copia en lengua tibetana existía en la lamasería de Hemis. Las masas, sin embargo, ignoraban esto. Apenas había alguien más aparte de los grandes lamas que conocía a Isa, porque ellos habían dedicado su vida entera al estudio de estos r ollos que relataban los hechos de Isa. Pero dado que su doctrina no constituía una parte canón ica del budismo, y dado que los adoradores de Isa, los cristianos, no reconocían la autori dad del Dalai Lama, en el Tibet el profeta Isa, como muchos otros similares, no era reconocido como uno de sus santos principales. Llegados a este punto del relato, Notovitch le preguntó al lama si era posible mos trar a un extranjero estas copias que conservaba su lamasería. El lama le replicó que lo que p ertenece a Dios pertenece también a los hombres y que era su deber de lama ayudar a la propag ación de sus doctrinas. Pero le dijo también que no tenía noción en aquellos momentos de dónde en su biblioteca se conservaban los rollos mencionados y que si en alguna otra ocasión Not ovitch visitaba la lamasería, se los tendría preparados y se los mostraría gustosamente. A Notovitch no le quedó otro remedio que regresar a Leh e ingeniarse un plan para hallar una excusa y poder regresar a la lamasería. Dos días después envió al lama superior un regal o consistente en un reloj de alarma y un termómetro con un mensaje de que probableme nte volvería a rendir una segunda visita a la la-masería antes de abandonar definitivame nte Ladakh, y que esperaba que el lama le mostraría entonces los rollos que habían sido el motiv o de su reciente conversación. Notovitch se había propuesto abandonar Ladakh y encaminarse h acia Cachemira para volver más tarde al monasterio y no despertar así las sospechas del l ama acerca de su desmesurado interés en los rollos que habiaban de Isa. Pero la casualidad ju gó en su favor, ya que al pasar junto a la montaña en cuya cumbre está la lamasería de Pitíak, su caball o tropezó lanzando a Notovitch al suelo, lo que le causó la fractura de una pierna. No desea ndo regresar a Leh ordenó a sus porteadores que le llevasen a la lamasería de Hemis, donde fue amab lemente recibido y atendido. Refiere Notovitch que estando inmovilizado en la cama, y mientras un joven iba g irando ininterrumpidamente el cilindro de oraciones junto a su lecho, el venerable anci ano que gobernaba la lamasería le entretenía con interesantes historias. A menudo le hablaba del reloj de alarma y del termómetro que Notovitch le había enviado como regalo, preguntándole acer ca de

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su correcto uso. Finalmente, dice Notovitch, accedió a sus insistentes preguntas a cerca de Isa y trajo dos grandes paquetes de libros cuyas hojas estaban ya amarillentas por el paso del tiempo. El lama le leyó entonces a Notovitch la biografía de Isa, mientras nuestro ruso viaj ero iba apuntando cuidadosamente en su bloc de notas todo cuanto su intérprete le iba trad uciendo. Este curioso documento está escrito en forma de versos aislados que muy a menudo no gua rdan relación el uno con el otro. PRIMER VIAJE DE JESUS A LA INDIA A continuación voy a reproducir las partes más interesantes de esta vida de Isa, tal y como nos la refiere Nicolai Notovitch a partir de los manuscritos conservados en la lamasería Hemis de Ladakh, copia a su vez de los manuscritos originales que se conservan en Lhasa, capital del Tibet. Estos manuscritos cuentan literalmente a partir del verso 5º de la sección 4.* lo si guiente: Poco tiempo después un hermoso niño nació en el país de Israel; el mismo Dios habló por bo ca de este niño explicando la insignificancia del cuerpo y la grandeza del alma. Los padres de este niño eran gente pobre, que pertenecían a una familia distinguida por su piedad, que había olvidado su antigua grandeza sobre la Tierra, celebrando el nomb re del Creador y agradeciéndole las desgracias con que los había provisto. Para premiar a esta familia por el hecho de haber permanecido firme en el camino de la verdad, Dios bendijo a su primogénito y lo eligió para que redimiera a aquellos que habían caído en desgracia y para que curara a aquéllos que estaban sufriendo. El niño divino, al que dieron el nombre de Isa, comenzó a hablar, siendo aún un niño, de l Dios uno indivisible, exhortando a la gran masa descarriada a arrepentirse y a purifi carse de las faltas en que había incurrido. La gente acudió de todas partes para escucharlo y quedó maravillada ante las palabra s de sabiduría que surgían de su boca infantil; los israelitas afirmaban que en este niño m oraba el espíritu santo. Cuando Isa alcanzó la edad de 13 años, la época en que un israelita debe tomar una muj er, La casa en que sus padres se ganaban el pan mediante una labor modesta, comenzó a ser sitio

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de reunión de la gente rica y noble que deseaba tener al joven Isa por yerno, sien do así que en todos lados era conocido por sus discursos edificantes en nombre del Todopoderos o. Fue entonces cuando Isa desapareció secretamente de la casa de sus padres, abandonó Jerusalén, y se encaminó con una caravana de mercaderes hacia SiHdh. Con el propósito de perfeccionarse a sí mismo en el conocimiento divino y de estudia r las leyes de los grandes Budas. Estos versos terminan la 4ª parte de los manuscritos originales que relatan la vid a de Isa. Como ya dije en el prólogo y como queda bien patente en esta narración, Isa es Jesús; por lo tanto voy a resumir ahora el resto del contenido del manuscrito transcrito por N otovitch, pero refiriéndome ya siempre a Jesús cuando el manuscrito hace referencia a Isa. Prosigue el manuscrito de la narración de la vida de Jesús diciendo que a los 14 años cruzó el Sindh y se estableció entre los Aryas en el país preferido de Dios. La fama del jove n Jesús se extendió rápidamente por toda la región norte del Sindh; cuando cruzó el país de los cinco ríos, los devotos del dios Jaina le imploraron que se quedara entre ellos. Pero él los d ejó y siguió camino hacia Jagannath en el país de Orissa, donde yacían los restos mortales de Vya sa-Krishna. Aquí fue recibido con gran alegría por los sacerdotes de Brahma, que le enseñaron a le er y comprender los Vedas, a salvarse mediante las oraciones, a explicar las Sagradas Escrituras al pueblo, a expulsar el espíritu del mal del cuerpo humano y devolverle su forma hum ana. Jesús vivió seis años en Jagannath, Rajagriha, Benares y otras ciudades sagradas. Todo el mundo le quería y vivió en paz con los Vaishyas y Shudras a quienes enseñó la Sagrada Escritura. Jesús se granjeó las primeras antipatías cuando habló de la igualdad de los hombres, ya que los Brahmanes tenían esclavizados a los Shudras y opinaban que sólo quedarían libres de su esclavitud con la muerte. Invitado por los Brahmanes a abandonar la compañía de los Shudras y a abrazar las creencias brahmánicas, Jesús rechazó esta invitación y fue a predicar entr e los Shudras contra los Brahmanes y los Kshatriyas. Condenó gravemente la doctrina que da a los hombres el poder de robar a otros hombres sus derechos humanos, y defendió la cree ncia de que Dios no había establecido diferencias entre sus hijos, que eran todos igualmente a mados por él. También se empeñó Jesús en combatir la idolatría y en defender la creencia en un solo y únic o Dios Todopoderoso. Finalmente, debido a su labor en favor de los Shudras, los sa cerdotes brahmánicos decidieron su muerte, y con esta intención enviaron a sus servidores en busca del joven profeta. Pero Jesús, advertido del peligro por los Shudras, abandonó Jagannath de noche,

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alcanzó las montañas y se estableció en el país de Gautamides, en el que había nacido el g ran Buda Shakya-Muni, entre el pueblo que adoraba al único y sublime Brahma. Habiendo aprendido perfectamente la lengua pali, Jesús se entregó al estudio de los rollos sagrados de los Sutras. Seis años después Jesús estaba capacitado para explicar perfectamente los rollos sagrados. Entonces abandonó el Nepal y las montañas del Himalaya, descendió al valle de Rajputana y se encaminó hacia el Oeste. A su paso, Jesús iba hablando a las gentes e n favor de la abolición de la esclavitud, al tiempo que pregonaba la existencia de un único Dios i ndivisible e instaba al pueblo a destruir los ídolos y a abandonar su creencia en los falsos di oses. Así, cuando Jesús entró en Persia los sacerdotes se alarmaron y prohibieron al pueblo que escuchara sus palabras. Pero como el pueblo le escuchara, los sacerdotes le hici eron prender y entablaron un largo diálogo con él. En el curso de este diálogo Jesús intentó convencerles de que abandonasen el culto al Sol y el culto a un Dios del Bien y a un Dios del Mal, e xplicándoles que el Sol era sólo un instrumento creado por el Dios único y que el Dios único era sólo un Dios del Bien, no existiendo ningún Dios del Mal. Habiéndole escuchado los sacerdotes, resolvieron no causarle ningún daño; pero, durant e la noche, mientras todo el pueblo dormía, le prendieron y lo llevaron fuera de las mu rallas abandonándolo ahí con la esperanza de que sería pronto presa de las fieras salvajes. P ero Jesús continuó su camino sano y salvo. Continúa más adelante la narración de los manuscritos conservados por los lamas tibeta nos, afirmando que Jesús contaba ya 29 años cuando regresó al país de Israel. A partir de aquí lo que nos refiere Notovitch acerca de los manuscritos tibetanos transcurre ya en Palestina y forma parte de la historia que nos narran los textos bíblicos. Los man uscritos así trasladados por Notovitch al mundo occidental darían una explicación lógica a las acti vidades de Jesús durante los largos años en que la Biblia no nos refiere absolutamente nada de él . Nosotros, durante nuestra estancia en Cachemira, no pudimos proseguir hasta Leh y el monasterio de Hemis, como habría sido nuestro deseo, debido a que estábamos en el me s de abril y Leh sólo puede alcanzarse usando las carreteras y caminos de alta montaña que en a quel momento estaban completamente bloqueadas por la nieve. Sin embargo cualquier est udioso puede acudir a la biblioteca de la lamasería de Hemis para buscar allí los manuscrit os de referencia. Yo los he resumido aquí para conocimiento de todos, ya que tal es el e spíritu de este libro-dossier: informar al lector y a través de él a un amplio sector de la opinión públ ica de las tradiciones, leyendas y datos históricos que en Cachemira y sus inmediaciones se c onocen hoy

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en día, y que tienden a confirmar la creencia popular de que Jesús vivió y murió a los p ies del Himalaya. Hasta aquí lo que he podido reunir acerca del primer viaje de Jesús a tierras orient ales. Viaje realizado antes de su predicación en Jerusalén y previo, por consiguiente, a su cruc ifixión. En las páginas siguientes voy a analizar la posibilidad de que Jesús sobreviviera al tormento en la cruz, y que una vez curado de sus heridas, emprendiera un segundo y definitiv o viaje. ¿A dónde? Según el profesor Hassnain a las tierras que ya conocía por haberlas visitado e n su primer viaje: a Cachemira. Y, por razones de historia bíblica, a las tierras en do nde se habían asentado las tribus perdidas de Israel, tribus que, según el relato bíblico, eran el objetivo final de la venida del Mesías a la Tierra. Ruta emprendida por Jesús en su supuesto primer viaje a la India. DE LA CRUZ A CACHEMIRA PILATO SIMPATIZA CON JESÜS Antes de entrar en los detalles que me inducen a creer que Jesús no murió en la cruz , y que una vez curado de sus heridas huyó hacia el Este, hacia donde estaban establecidas las tribus perdidas de Israel, creo conveniente dejar bien sentada la simpatía que Pilato, procurador romano de Judea que se vio forzado a decretar la muerte de Jesús, sentía por éste. Es convenient e tener esto presente para acabar de comprender algunos de los pasajes que vamos a reinterpre tar aquí. Voy a ir directamente al texto bíblico, y voy a citar el Evangelio de Juan (19, 12 ): Desde este momento Pilato intentó liberarlo (a Jesús); pero los judíos gritaban: «Si lo dejas ir, no eres amigo del César; todo aquel que se declara rey se declara en contra del Césa r.» En el Evangelio de Mateo (27, 19) leemos: Cuando ya estaba sentado (Pilato) en el tribunal, su mujer le mandó decir: «No le ha gas nada a este justo, que hoy he sufrido mucho en un sueño por causa de él.» Unos cuantos versículos más adelante leemos cómo Pilato intenta salvar a Jesús de la crucifixión. Y continúa Mateo (27, 24):

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Viendo Pilato que no conseguía nada, sino que el tumulto aún crecía, tomó agua y se lavó l as manos delante del pueblo diciendo: «Yo soy inocente de esta sangre; vosotros mismo s.» De la Biblia pasaré a una carta dirigida por Poncio Pilato a Tiberio César, aproxima damente en el año 32. El original de esta carta se conserva en la Biblioteca Vatic ana en Roma, y pueden solicitarse copias de la misma a la Biblioteca del Congreso en Washington. En su calidad de carta del procurador romano de Judea al emperador en Roma, este documento es con siderado como oficial. Su texto íntegro es el siguiente: A Tiberio César: Apareció en Galilea un hombre joven, que en nombre del Dios que lo envió, predicaba humildemente una nueva ley. Primero temí que su intención fuera sublevar al pueblo c ontra los romanos. Pero pronto se borraron mis sospechas. Jesús de Nazareth habló más bien como un amigo de los romanos, que no de los judíos. Cierto día observé en un grupo de personas a un hombre joven que, apoyado en el tron co de un árbol, hablaba tranquilamente a la multitud que le rodeaba. Se me dijo que era Jesús . Esto podía haberlo supuesto fácilmente, por la gran diferencia que había entre él y aquellos que le escuchaban. Su pelo rubio y su barba le confirieron a su apariencia un aspecto celestial. Pa recía tener unos 30 años. Nunca antes había visto una faz más amable o simpática. Qué diferencia tan grande había entre él y los que le escuchaban, con sus barbas negras y su tez clara. Como n o deseaba molestarle con mi presencia, proseguí mi camino, indicándole sin embargo a mi secret ario que se uniera al grupo y escuchara. Más tarde mi secretario me informó que jamás había leído en las obras de los filósofos nada que pudiera compararse con las enseñanzas de Jesús. Me informó que Jesús no era seductor ni agitador. Por ello decidimos protegerle. Era libre de actuar, de hablar y de reu nir al pueblo. Esta libertad ilimitada provocaba a los judíos, los indignaba y los irritaba; no a los pobres, sino a los ricos y poderosos. Más tarde escribí una carta a Jesús y le pedí una entrevista co n él en el Pretorio. Acudió. Cuando el nazareno apareció, estaba yo dando precisamente mi paseo matinal y al mirarle, mis pies parecían aferrados con correas de hierro al piso de mármol, t emblando yo con todo el cuerpo cual un ser culpable, a pesar de que él estaba tranquilo. Sin m overme, admiré durante algún rato a este hombre excepcional. Nada había en él ni en su carácter qu e fuera repulsivo; pero en su presencia sentí un profundo respeto. Le dije que él y su personalidad estaban rodeados de una contagiosa sencillez que le situaba por encima de los fi lósofos y

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maestros de su tiempo. A mí y a todos nos causó una honda impresión debido a su amabil idad, sencillez, humildad y amor. Éstos, noble soberano, son los hechos que atañen a Jesús de Mazareth. Y me tomé tiempo p ara informarte de los pormenores acerca de este asunto. Opino que un hombre que sabe transformar el agua en vino, que cura a los enfermos, que resucita a los muertos y apacigua a la mar embravecida, no es culpable de un acto criminal. Y como otros han dicho, debemos admitir que es realmente el hijo de Dios. Tu obediente servidor, Poncio Pilato. Evidentemente, Pilato no deseaba la muerte de Jesús. Pero los judíos declararon a Je sús un rebelde, que deseaba llegar a ser rey. Advirtieron a Pilato que si le dejaba lib re sería él desleal al César. A Pilato, que no se podía jugar su alto cargo, y al que no convenía en modo alg uno la enemistad del César al que los judíos habrían avisado inmediatamente en caso de que hub iera dejado libre a Jesús , sólo le quedaba la opción de ajusticiar a Jesús de tal forma que, aparentemente muerto, pudiera sin embargo seguir con vida. Así, fijó en primer lugar la crucifixión en un viernes, a pocas horas de la puesta del sol, y a puhto de caer l a noche del gran Sab-bath. Especulaba Pilato con que, de acuerdo con las leyes judías, el cuerpo de Jesús no podía permanecer en la cruz después del anochecer. Y así fue: Jesús fue bajado de la cruz an tes de caer la noche. Y es improbable que, mientras los dos ladrones que fueron crucificados al mismo tiempo que Jesús, estaban vivos en el momento de quebrarles las piernas los soldad os, Jesús hubiera ya muerto. También en el instante preciso, aparece en escena un hombre lla mado José, declarado amigo de Pilato y persona notable de la localidad, discípulo se creto de Jesús. Este hombre se lleva el cuerpo de Jesús a un lugar en el que los judíos no tenían nada que buscar. Vamos a analizar todo esto en detalle. JESÜS NO MURIÓ EN LA CRUZ En la misma Biblia encontramos una referencia al hecho de que Jesús fue salvado de la muerte en la cruz. Así leemos en la epístola de Pablo a los hebreos, con referencia a Jesús ( 5, 7): Él, que durante su vida mortal, con grandes clamores y lágrimas, ofreció plegarias y súp licas a aquel que podía salvarlo de la muerte, fue escuchado a causa de su reverencia.

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Pero aparte de esta cita, analicemos desde varios ángulos la real probabilidad de que Jesús no muriera en la cruz. En primer lugar hay que considerar que Jesús no permaneció muchas horas crucificado. Fue bajado de la cruz en la tarde del mismo día en que le fue dictada y ejecutada la s entencia. Leemos así en Lucas (23, 44-46): Era ya hacia el mediodía cuando, tapado el Sol, las tinieblas se extendieron sobre toda la Tierra hasta las 3 de la tarde, y el velo del templo se rasgó por medio. Jesús con una voz vigorosa, exclamó: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu; habiendo dicho esto, expiró. Jesús fue crucificado en un viernes. El sábado es el Sabbath judío. Esta circunstancia obligaba a bajar el cuerpo de Jesús antes de la caída de la noche, ya que el día judío comenzaba co n la entrada de la noche, o sea que el sábado comenzaba a contar a partir de la noche d el viernes. Estaba prohibido, según las leyes judías, dejar colgado en la cruz a un ajusticiado durante el día sagrado del Sabbath. Insisto en que Jesús sólo permaneció en la cruz durante algunas "horas, porque se podía vivir durante varios días en esta horrible condición (1). El verdadero objeto de la crucif ixión no era la muerte inmediata, sino que era una tortura que se prolongaba a lo largo de tres o cuatro días. La muerte solía sobrevenir a causa del hambre y de la sed, de las inclemencias del ti empo (frío y calor) o el ataque de las aves de rapiña y de otras bestias. Otras veces la muerte era acelerada quebrando las piernas de los reos. También podía ocurrir que al cabo de unas horas o al día siguiente de su crucifixión se considerase suficiente suplicio para el reo el habe rle clavado en la cruz, por lo que se le bajaba de la misma y se le dejaba seguir viviendo. A este respecto conviene tener presente que si a un crucificado se le bajaba de la cruz a tiempo y se le trataba cuidadosamente, generalmente se recobraba y sobrevivía (2). Considérese ahora qué Jesús fue crucificado junto con dos malhechores. Los tres, por l o tanto, están sufriendo un mismo suplicio, como leemos en Lucas (23, 46) que un ladrón le di ce al otro: ¿Tú tampoco temes a Dios, tú que te hallas en un mismo suplicio? Pero resulta que en el momento de bajarlos de la cruz al mismo tiempo que a Jesús, los dos ladrones siguen con vida, por lo cual los soldados romanos les quiebran las pier nas para que acaben de morir. Es improbable que Jesús, habiendo sufrido el mismo suplicio, hubi era muerto ya. Instantes antes, Jesús conservaba fuerzas suficientes para hablar casi gritand o. Leemos en Mateo (27, 46):

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Y hacia las tres, Jesús exclamó con voz fuerte; Eli, Eli, lema sabactáni? Otro dato a tener en cuenta aquí es que Pilato, persona que conocía por experiencia lo que tarda una persona en morir en la cruz, se extrañó de que Jesús hubiera muerto ya. Cuando José de Arimatea fue a ver a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, leemos textualmente en Ma rcos (15, 44): Pilato se extrañó de que estuviera ya muerto. También es harto conocido el hecho de que cuando el centurión romano prueba si Jesús e stá muerto hiriéndolé con su lanza en un costado, de la herida fluye agua y sangre. Pero de un cuerpo muerto brotan únicamente algunas gotas de sangre espesa. Llegados a este pu nto nos interesa echar una ojeada al análisis reciente del llamado «sudario de Turín». EL LIENZO DE TURlN Desde 1969 un catedrático suizo, especialista en criminología, ha sometido el Santo Sudario a un análisis científico denominado palinología, que estudia el polen de las plantas pegado al tejido. Al cabo de dos años de minuciosos estudios el profesor Max Frei, de Zurich, declaró que como miembro de la Comisión Científica encargada de nuevos análisis con todos los medios mo dernos del lienzo, notó la existencia de una mínima capa de un polvo especial de origen des conocido. Consiguió que se le permitiese hacer un análisis sobre una muestra, y he aquí los resu ltados: se trata de minúsculos granos de polen fosilizado de plantas existentes solamente en Palestina, hace veinte siglos. Para él no hay duda: la sábana de Turín es auténtica. Esto no lo afirma u n desconocido, sino un criminólogo de fama mundial, que es director del Laboratorio Científico de la Policía de Zu-rich, licenciado en Biología y Ciencias Naturales, políglota, que añade que el polen analizado a microscopio primero y luego con un método que se llama palinología , que se basa en la estructura del polen y su distribución geográfica y paleobotánica bajo form a de microfósiles, comparativamente, descubre que la planta era del área palestina. Luego hay indicios típicos de plantas de la zona de Constantinopla, en donde la sábana fue exp uesta del año 438 en adelante. Después, polvillos mediterráneos del siglo xiv y xv; exactamente ha y polen de seis plantas de Palestina, una de Constantinopla y hasta ocho mediterráneas.

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Resumiendo los resultados de las investigaciones iniciadas en 1969 a requerimien to de la Iglesia, se da a principios de 1976 una noticia de Prensa fechada en Londres, que dice te xtualmente: Tras siete años de investigaciones sobre él sudario que envolvió su cuerpo, varios cie ntíficos han llegado a la conclusión de que Jesucrito fue enterrado vivo. Los expertos afir man que en el Santo Sudario que se conserva en Turín yació él cuerpo de un hombre crucificado, que s ufrió exactamente la misma pasión que Cristo pero que no falleció en la cruz, sino que fue enterrado con vida. Las veintiocho manchas de sangre del sudario avalan esta teoría. Resulta científicamente imposible que un cadáver sangre de la forma que lo hizo el cuerpo envuel to en el sudario, aseguran los investigadores. Para éstos es un hecho científico claro e ineq uívoco que éste fue enterrado vivo, a menos que existiese un segundo Jesús y este segundo Jesús s ufriese la misma pasión que él. Haciendo un poco de historia del llamado «sudario de Turín», recordaremos que en los s iglos ix al xi se afirmaba que éste se halla en Jerusalén, para quedar localizado en el siglo xn en Constantinopla. Distintos avata-res lo hacen llegar a Francia en el siglo xiv. T ras una breve estancia en Bélgica, en la segunda mitad del mismo siglo xiv, a partir de 1474 pas a a ser propiedad de la Casa de Saboya. Afectado por un incendio en 1532 sufrió ligeros de sperfectos, para ser trasladado tres años más tarde a Turín. Desde 1536 hasta 1578 pasa sucesivame nte de Vercelli a Milán, y de ahí a Niza, Vercelli de nuevo, Chambery, para volver luego a Turín en 1706. En este mismo año es trasladado por un breve lapso de tiempo a Genova, y dev uelto ya para su conservación definitiva en Turín. Humberto II de Saboya, después de un referéndum celebrado en 1946, sin renunciar a l a propiedad del lienzo, confió su custodia al arzobispo de Turín. Las primeras fotografías del lienzo se obtuvieron en 1898. Pero las fotografías ofic iales del mismo fueron hechas por G. Enrié en 1931. A partir de este año comienzan también los e studios serios del lienzo. Éste tiene un ancho de 1 metro 10 centímetros, con un largo de 4 metros 36 centímetros . De acuerdo con Mr. Ricci, un experto de los equipos del Vaticano, un análisis detalla do de las huellas del cuerpo en el lienzo indican que Jesús medía 1,62 metros. Pero el esculto r profesor Lorenzo Ferri, de Roma, ha calculado la estatura del cuerpo envuelto en el sudar io en 1,87 metros. En 1957 aparece el libro Jesús nicht am Kreuz gestor-ben (Jesús no murió en la cruz), de Kurt Berna. Kurt Berna es autor católico y secretario del instituto alemán de investigaci ones del Santo

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Sudario de Stuttgart. Este instituto, bajo la dirección de Berna, realizó importante s estudios acerca del sudario, desde que se han publicado las fotografías de Enríe. Las conclus iones de estas investigaciones han sido publicadas por Kurt Berna en dos libros, titulado el un o Das Unen {El lienzo), y el otro Jesús nicht am Kreuz gestorben, ya mencionado. Las revelaciones de estos libros, especialmente del segundo, en que se demostraba que Jesús no había muerto en la cruz, causaron la lógica sensación en su momento y fueron objeto de polémicas y críticas favor ables unas y absolutamente contrarias a su tesis las otras. El 26 de febrero de 1959 Kurt Berna dirigió una carta al papa Juan XXIII, apelando a su autoridad para que permitiera que un comité de expertos médicos y científicos investig ara todo lo relacionado con el lienzo de Turín, a fin de dar por concluidas las distintas c ontroversias suscitadas por el mismo. Reproduzco a continuación la citada carta de Kurt Berna, junto con la correspondiente respuesta del Vaticano. Dicho sea aquí de paso que diez años después, en 1969, el Vaticano autorizó la constitución de semejante comité, cuyos trabajos, según vimos al principio de este capítulo, llevaron precisamente a la conclusión de que Jesús no murió en la cruz-Yero vayamos ya al texto de la carta de Kurt Berna: Su Santidad el Papa Juan XXIII 26 febrero 1959 Vaticano, Ciudad del Vaticano. Vuestra Santidad: El Instituto Alemán de Investigaciones del Santo Sudario conservado en Turín sometió h ace dos años los resultados de sus investigaciones acerca del lienzo de Turín al Santo Ofici o en Roma y al publicó en general. Durante los pasados veinticuatro meses diferentes especialistas de universidades alemanas intentaron en vano refutar estos extraordinarios descubrimientos, pero sus esfue rzos no fructificaron. Estos críticos pretendían refutar muy fácilmente los resultados de nues tras investigaciones con sus conocimientos científicos, pero tuvieron que batirse en re tirada. Por otra parte, reconocieron y admitieron la validez y vigencia de esta investigación importante tanto para la religión cristiana como para la judía. Sería super-fluo y estaría fuera de lugar mencionar aquí una larga lista de citas y comentarios aparecidos en la Prensa naci onal y extranjera. De acuerdo con los hechos reales que no pueden ser negados por nadie, él Instituto está convencido de que los resultados constituyen un desafío abierto al mundo enter o. Ha sido probado sin duda alguna que Jesucristo, después de la crucifixión y de habérse le quitado la corona de espinos de la cabeza, fue depositado en este lienzo. De acuerdo con las pruebas existentes se ha establecido además que el cuerpo de la

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persona crucificada fue envuelto en este lienzo y dejado en él durante algún tiempo. Desde e l punto de vista médico ha sido probado que no se trataba de un cuerpo muerto, debido a que s e ha podido comprobar un movimiento libre del corazón en aquellos momentos. La existencia de f luido de sangre, su posición y su naturaleza, tal como se han podido hallar en la Sábaña Santa, aporta una clara prueba científica y médica de que la llamada ejecución legalmente no fue Cúmpl ela, De acuerdo con este descubrimiento, las enseñanzas actuales y pasadas del cristian ismo son incorrectas. Vuestra Santidad, ésta es hoy la posición científica del caso. Se admite además que la p resente investigación sobre el Santo Sudario es muy importante, ya que se trata de una ind iscutible e inviolable obra de investigación científica e histórica. Las reproducciones fotográficas del Santo Sudario, preparadas en el año 1931 con el permiso expreso del Papa Pío XI, aportan material adicional para verificar los resultados de la presente investigación. Para refutar los descubrimientos arriba mencionados deben tenerse p resentes los siguientes puntos: a) Un examen químico moderno de los vestigios de sangre que fluía debido al bombe o del corazón, presente en él Santo Sudario, además de una investigación microscópica y verificaci ones similares. b) Un examen del sudario mediante rayos X e infrarrojos y ultravioletas, y us ando otros métodos modernos. c) Determinación de la fecha por medio del reloj atómico y el test del carbono 14 . Para el análisis exacto del Sudario precisamos únicamente 300 gramos. Esta pequeña cantidad no causará daño alguno al Santo Sudario, ya que se precisa únicamente una franja de dos c entímetros de ancho de los lados de 4,36 metros de longitud del lienzo. De esta form a las partes importantes del lienzo no quedan dañadas en lo más mínimo. Ningún cristiano de esta Tierra, excepto Vuestra Santidad, como Papa de la Iglesia , puede manejar esta reliquia religiosa. Los resultados mencionados de las investigacion es del Instituto Alemán de Investigaciones y de otras agencias, pueden refutarse únicamente si se apl ican las verificaciones científicas propuestas. No comprendo por qué la Iglesia no permite ta les comprobaciones del Santo Sudario. No creo que la Iglesia no permitió investigación a lguna de esta pieza de reliquia religiosa por motivos de algún temor. ¿Por qué, además, debía tener lo? Tampoco el Instituto Alemán de Investigaciones alberga ningún temor, porque ha reali zado las investigaciones de forma absolutamente honesta y sincera, aplicando todos los méto dos de investigación posibles. Podemos afirmar con toda seguridad que nadie ni nada en es

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ta tierra puede refutar estos descubrimientos. Se trata de una demanda abierta del Institu to de Investigaciones. Como ya ha sido sugerido, sólo una verificación directa de los hechos y una comproba ción científica del caso puede aportar los resultados deseados. A la vista de estos motivos extremadamente sólidos, pedimos humildemente a Vuestra Santidad se pronuncie para que la Iglesia se vea capacitada para disponer del resto del c aso. Numerosos seguidores de la Iglesia y otras asociaciones están dispuestos a responder a la ll amada si la Iglesia así lo desea. En nombre del Instituto Alemán de Investigaciones del Santo Sudario y en interés de algunos otros cuerpos de investigación (fuera del círculo del Instituto), y también como segui dores de la Iglesia Católica Romana, rogamos que Vuestra Santidad dé la orden apropiada para rea lizar las comprobaciones necesarias. Saludando humildemente a Vuestra Santidad Firmado: Kurt Berna Autor católico y secretario Asuntos internos del Instituto Alemán. La respuesta del Vaticano al ruego de Kurt Berna que fue remitida a éste a través de la Nunciatura Apostólica en Alemania, reza así: Sr. Kurt Berna Bad Godesberg 13 de julio 1959 Stuttgart I Apartado Correos n.° 183 Con referencia a su demanda relativa al lienzo de Turín, el secretario de Estado d e Su Santidad me encarga informarle que Su Alteza el Cardenal Maurillo Fossati, Arzobispo de T urín, ha declinado acceder a sus deseos. Respetuosamente suyo Firmado: Cuido del Mestri Secretariado de Asuntos Internos A continuación voy a apuntar aquí algunas de las conclusiones a que llega Kurt Berna en su libro mencionado. Me parecen necesarias estas citas antes de proseguir con la exposición de este dossier sobre la «segunda vida» de Jesús, emprendida después de ser curado de las herida s que le causara la crucifixión. Dice Kurt Berna que el análisis del lienzo muestra que tanto la cabeza como las ma nos de Jesús ocupaban un nivel superior al del resto del cuerpo, y concluye que si se hubiera tratado de un cuerpo muerto, no habría podido fluir sangre fresca de estos órganos y dejar sus hue llas en el lienzo. Por otra parte, afirma, el lienzo muestra vestigios de sangre manada de las heri das causadas en la cabeza de Jesús por las espinas de la corona que le ciñeron los romanos a guisa de b urla de su

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cualidad de «rey de los judíos». Kurt Berna concluye que una vez bajado el cuerpo de J esús de la cruz y quitada la corona de espinos de su cabeza, las heridas causadas por los e spinos comenzaron a sangrar. Si Jesús hubiera estado muerto ya durante algún tiempo, toda l a sangre se habría estancado en las regiones inferiores del cuerpo, coagulándose allí. Es de ley n atural que la circulación de la sangre tiene lugar en condiciones de absoluto vacío de aire y siem pre que esta circulación sea causada por el bombeo del corazón. En un cadáver reciente, habiéndose pa rado el corazón, no sólo deja de manar sangre de las heridas al cabo de cierto tiempo, sino que la sangre misma se va retrayendo en las venas. Y los capilares sanguíneos bajo la superficie de la piel se vacían, apareciendo la palidez de la muerte en el cuerpo. Por lo tanto no podía mana r sangre fresca de las heridas de los espinos si el corazón no estaba bombeando, siquiera l entamente. Desde el punto de vista médico, Jesús no estaba muerto en este momento. Es cierto que en determinadas condiciones puede aparecer una palidez similar a l a de la muerte y la persona en cuestión puede parecer realmente muerta cuando aparentemente se para la respiración, pero en tales casos no necesariamente tiene que haberse parado el cor azón. Después de una asfixia de gas o causada por un enterramiento temporal en la arena, puede pararse la respiración; pero si al individuo en cuestión se le aplican cuidados médicos inmediata mente después del accidente, y si el corazón no se ha parado aún, hay muchas posibilidades d e salvación. Por otra parte, las marcas sanguíneas en el lienzo muestran un hilo de sangre que corre según la línea longitudinal del brazo derecho, manado de la herida causada por el clavo en la mano derecha de Jesús. Esto indica dado que la sangre es fresca y por ello ha impregnado el lienzo que de dicha herida ha manado sangre suficientemente abundante y fresca du rante el acto de descolgar el cuerpo de Jesús de la cruz, momento en que el brazo derecho, por haber sido desclavado antes que el izquierdo, pendía verticalmente originando un hilo de sang re que corría sobre la línea longitudinal del brazo. Esta hemorragia durante el acto del descens o indica claramente la actividad del corazón en el cuerpo de Jesús en este momento. Analiza luego Kurt Berna la herida causada por la lanza del soldado romano que c omprueba así si Jesús está realmente muerto. En el costado derecho de la caja torácica se aprecia e l signo de la herida de entrada causada con su lanza por el soldado romano. En la parte izquierda alta del tórax se aprecia la herida causada por la punta de la lanza, en movimiento de salida del cuerpo. Estas dos heridas marcan el ángulo con el que la punta de la lanza atravesó el tórax d e Jesús. Si se traza una línea horizontal hacia la parte izquierda del cuerpo partiendo de la

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herida de entrada de la lanza, la inclinación que adopta ésta en su movimiento de entrada en el cuerpo (según la referencia de la herida de salida) es de 29*. Habiendo entrado la lanza entre la quinta y la sexta costilla, la recta así trazada por la lanza pasa muy por encima del corazón de Jesús, que no quedó dañado, ni siquiera rozado, por la lanza del soldado romano. La razón por la que Kurt Berna pone tanto énfasis en el hecho de que la lanza no alc anzó el corazón de Jesús, radica en que, según el evangelio de Juan, de dicha herida fluyó «sangre y agua». Dado que la circunstancia de manar sangre de un cuerpo indica que éste está viv o, los historiadores y rectores cristianos se vieron forzados a probar que la punta de la lanza había alcanzado una cámara interior del corazón en la que permanecía acumulada la sangre, y que fue ésta la sangre que manó de la herida. Kurt Berna demuestra sin embargo que el corazón no había sido tocado por la lanza y que la sangre manó de la herida debido a que el corazón s eguía bombeando (siquiera levemente) y que por lo tanto Jesús seguía con vida. San Pablo recordó y adoptó la doctrina de que Jesús murió en la cruz y resucitó más tarde, y ésta fue la doctrina confirmada de la Iglesia Cristiana. Pero las investigaciones rea lizadas a base de las marcas dejadas por el cuerpo de Jesús en el lienzo de Turín pusieron en dificult ades a la Iglesia. Y así el Papa Juan XXIII emitió una proclama el 30 de junio de 1960, que fu e reproducida en el órgano oficial del Vaticano L'Osservatore Ro' mano con fecha 2 de julio del mismo año bajo el título La salvación completa a través de la sangre de Jesucristo, en la que el Papa informaba e indicaba a todos los obispos católicos que aceptaran y propagaran que la salvación completa de la raza humana se efectúa a través de la sangre de Jesucristo, y que la muerte de éste no es esencial para tal fin. JESÜS SALE VIVO DEL SEPULCRO Una vez bajado Jesús de la cruz, según vimos con vida, se suceden una serie de acont ecimientos que indican que 6e le intentó curar y que salió también con vida de su sepultura. Conv iene recordar aquí los sentimientos de simpatía de Pilato hacia Jesús. Debe observarse en primer lugar que Jesús fue entregado, no a sus enemigos, sino a

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quienes le eran amigos. Así leemos en el Evangelio de Juan (19, 38-39): Después, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero a escondidas por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús, y Pilato se lo conce dió. Fueron pues, y se lo llevaron. Fue también Nicodemo, el que anteriormente había ido a encon trarle de noche, llevando una mezcla de mirra y áloe, unas cien libras. Es curioso ver ahora cómo Jesús fue llevado a una tumba de José de Arimatea, y cómo esta tumba no fue rellenada con tierra, como es costumbre entre los judíos, sino que únic amente fue tapada con una gran piedra o roca. Se trataba de una tumba espaciosa en la cual había aire suficiente para respirar. Curioso es también observar que para salir del sepulcro, Jesús necesitó apartar la roca que tapaba su entrada. Lo cual indica que de ahí salió un cuerpo físic o humano, y no un ente espiritual o divino para el que no hubiera sido necesario desplazar l a roca. Es más, Jesús-hombre precede a sus discípulos en el camino a Galilea. A partir de la entrega del cuerpo a José de Arimatea leemos todo esto en el Evangelio de Marco (15, 4647; 16, 1-7): Éste (José de Arimatea) compró una sábana, bajó el cuerpo, lo envolvió en la sábana, lo depositó en un sepulcro tallado en la roca e hizo rodar una piedra para tapar la p uerta del sepulcro. María Magdalena y María, madre de José, miraban dónde lo ponían. Pasado el sábado, María Magdalena, madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para ir a ungi rlo. A primeras horas de la mañana del domingo, llegaron al sepulcro a la salida del So l. Y se decían entre ellas: «¿Quién nos separará la piedra de la puerta del sepulcro?» Miraron, y vieron que habían separado ya la piedra; era realmente muy grande. Entraron entonc es en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con un hábito blanco, y se asustaron. Pero él les dijo: «No tengáis miedo. Buscáis a Jesús de Nazareth, el crucificado; ha resuc itado, no está aquí; ved el lugar en que le pusieron. Pero id, y decidles a sus discípulos y a Pedro que os precede a Galilea; allá lo veréis tal corno os dijo.» 1 Srinagar, la capital flotante de Cachemira, fotografiada desde lo alto del llamado "Trono de Salomón": aquí emprendió Jesús una nueva vida. 2 3 2 Pala en forma de corazón de los remos usados por los pobladores de los lagos Dal y Nagin. Según nos aseguran, esta forma acorazonada de las palas sólo se repite en los remos del lago Genesaret (Tiberlades) y en el Eufrates, no volviendo a darse en ninguna otra parte del mundo. 4 5 El profesor Hassnain, Director del departamento de Bibliotecas, Archivos y Museos de Cachemira, Director honorario del "Kashmir Research Centre for Buddhist Studies" y Secretario del "Sharada Peetha International Research Centre Board of Indological Studies", con la mujer del autor, durante una de las largas sesiones de trabajo y documentación celebradas en casa del profesor Hassnain.

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4 Judíos naturales del "Yusmarg" ("Prado de Jesús"), que siguen adorando su tierra porque fue la que Jesús eligiera para entrar en Cachemira, procedente de los bosques que se aprecian al fondo de la fotografía. 6 EL santuario de Aishmuqam, llamado así (Aish = Issa = Jesús; mt .,am = lugar de) porque allí se detuvo a descansar Jesús de camino hacia Srir gar. 6 Portal de entrada al santuario S. Basharat Saleem, descendiente por isita que le hicimos en su casa de Srinagar. A su s del difunto padre de Basharat Saleem, Sahibzada Ghulam sus paranormales dotes curativas. de Aishmuqam. vía directa de Jesús, fotografiado durante la v izquierda, sobre la mesita, sendas fotografía Mohiyuddin, hombre venerado en Srinagar por Aquí yace Jesús. Losa o tu mulo sepulcral de Jesús en el edificio sagrado conocido por Rozabal", en el sector de Khanyar, en Srinagar, capital de Cachemira. 9 La losa sepulcral de Jesús, fotografiada desde el interior de la cámara, a través de los barrotes del armazón de madera que la cubre. Labrado artístico del armazón de madera que cubre las losas sepulcrales de Jesús y de Syed Nazir Ud Din, visto a través de la ventana que, desde la galería del "Rozabal". da acceso a l a cámara interior. 12 El bloque de piedra hallado en el interior del "Rozabal". Habiendo servido co mo base para la colocación de velas, han aparecido en él las huellas de los pies de un hombre. Cabe suponer que se trata de Jesús allí enterrado. ' i 13 Las huellas de plantas da pies, mostrando cicatrices, halladas en el "Roza bal ", 14 Entrevistando al celador del "Rozabal". 15 A la derecha, la ventana de acceso a la cámara Interior del "Rozabal" A la izquierda, el tablón explicativo de quien descansa en su cripta. 16 Primer plano del tablón explicativo fijado en la cámara interior del "Rozabal". 17 Un aspecto de la galería que rodea a la cámara interior del "Rozabal". El Rozaba!" fotografiado desde su parte trasera, en la que se encuentran las tum bas musulmanas del cementerio contiguo al edificio que alberga el sepulcro de Jesús. 19 A ras de suelo, ventanilla exterior, tapiada por las obras de la calzada de l

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a calle, que originalmente constituía la puerta de acceso a la cámara-cripta que alberga el sepul cro de Jesús. 20 Vista parcial de la fachada del "Rozaba!", con la indicación "Rozabal" en la pl aca sujeta enel poste de tendido eléctrico. 21 Fachada principal del "Rozabal" 22 Medallón de bronce con inscripción de nombres divinos, que cuelga en la puerta de en trada del "Rozabal". 22 Plaza principal de Bandipur, última población importante antes de comenzar la ascensión al monte Nebu, en el que reposan los restos de Moisés. 24 Aham Sharif, al pie del monte Nebu. A partir de aquf comienza la ascensión a pie h asta la tumba de Moisés. Primera fase de la ascensión hacia la tumba de Moisés. 26 A mitad de camino hacia la tumba de Moisés: muchachas cachemiras recolectando ma dera para el crudo invierno en las montañas. 27 Aproximándonos ya al lugar de la tumba de Moisés, la pequeña cachemira que nos gu ió hasta ella. La última vista de Moisés, tomada desde el lugar mismo en que está enterrado. Al fondo , el lago Wular. 29 . Portal de entrada al recinto que alberga, a cielo abierto, la tumba de Moisés 30 Wali Reshi, celador de la tumba de Moisés, junto a la puerta de acceso. En la m adera de la puerta aparecen grabados los nombres de los celadores anteriores a Wali Reshi. 31 Vista de conjunto del recinto abierto que, en el monte Nebu, alberga la tumba de Moisés: a la izquierda, la tumba de Moisés, cubierta de las verdes plantas que crecen sobre tod as las tumbas en Cachemira y sobre la que ha echado rafees un enorme érbol; a la derecha, cubierta, la tumba de Sang Bibi. 32 El autor con el celador Wali Reshi, junto a la tumba de Moisés. El reducido enclave judío formado junto a la tumba de Moisés. Al fondo, la casa de W ali Reshi, celador de la tumba. En primer término, su hijo. 34 El "Ka ka pal" o "piedra de Moisés" en Bijbihara, al sureste de Srinagar. 35 Once dedos de once personas distintas deben colocarse debidamente debajo del "Ka ka pal", para que éste se eleve al tiempo que las once personas recitan el mantra "Ka ka ka

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ka ka ka..." ("Ka" significa "once"). Junto al "Ka ka pal" existe una pequeña capilla, cuyo interior ofrece esta precios a representación del mantra "Ka": once "lingams" culminan el símbolo de la fertilidad. 37 Mercedes con mujeres cachemiras, junto al río en cuya ribera se halla el "Ka ka pal". De acuerdo con un antiguo texto persa, es posible que Moisés se bañara exactamente en este lugar del río . 38 Vista frontal del templo de Martand. La afirmación de que María Magdalena, María y Salomé entraron en el sepulcro, indica las dimensiones espaciosas de éste. Por otra parte, existen indicios de que Jesús fue curado de sus heridas por Nicode mo. Éste le aplicó un ungüento que curaba las heridas y facilitaba la circulación libre de la sang re en el cuerpo. El ungüento aplicado por Nicodemo a Jesús se conoce por el nombre de MarhamI-Isa («el ungüento de Jesús») o también Mar-ham-I-Rosul («el ungüento del profeta»), ungüento citado en numerosos tratados médicos orientales, en muchos de los cuales se afirma también que es el ungüento aplicado a las heridas de Jesús cuando fue bajado de la cruz. Daré a continuación tan sólo una breve lista de obras y tratados de medicina antiguos en que se menciona este ungüento, señalando además que fue empleado para curar las heridas de Je sús. El más conocido de estos tratados es el famoso Canon de Avicena, citado en primer lug ar en la lista que sigue. LISTA DE LIBROS QUE CONTIENEN UNA MENCIÓN AL MARHAM-I-ISA, CON INDICACIÓN DE QUE ESTE UNGÜENTO FUE PREPARADO PARA JESÜS, PARA LA CURA DE SUS HERIDAS En el contexto de la curación de las heridas de Jesús leemos en el libro de Mircea E liade El mito del eterno retorno (4): Así dos fórmulas de encantamiento anglosajonas de magia popular cristiana del siglo XVI, que era costumbre pronunciar cuando se recogían las hierbas medicinales, precisan el o rigen de su virtud terapéutica: crecieron por primera vez (es decir, ab origine) en el monte s agrado del Calvario (en el centro de la Tierra): «Salve, o hierba santa que crece en la tierr a, primero te encontraste en el monte del Calvario, eres buena para toda clase de heridas; en el nombre del

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dulce Jesús, te cojo» (1584). «Eres santa, verbena, porque creces en la tierra, pues p rimero te encontraron en el monte del Calvario. Curaste a nuestro Redentor Jesucristo y ce rraste sus heridas sangrantes; en el nombre (del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo) te coj o.» Se atribuye la eficacia de esas hierbas al hecho de que su prototipo fue descubierto en un m omento cósmico decisivo (en aquel tiempo) en el monte del Calvario. Recibieron su consagración po r haber curado las heridas del Redentor. La eficacia de las hierbas recogidas sólo vale en cuanto quien las coge repite ese acto primordial de la curación. Por eso una antigua fórmula de encantamiento dice: «Vamos a coger hierbas para ponerlas sobre las heridas del Sal vador.» LA SEGUNDA VIDA DE JESÚS «Y si Cristo no hubiese resucitado, nuestra predicación no tendría objeto, ni lo tendría tampoco vuestra fe; y hasta resultaría que nosotros somos falsos testigos de Dios, porque hemos dado testimonio en cont ra de Dios diciendo que ha resucitado a Cristo, cuando, de hecho, no lo habría resucitado.» San Pablo, 1." Epístola a los Corintios (15, 14-15) Veremos a continuación cómo Jesús, curado de sus heridas y abandonado el sepulcro, se pone en marcha para huir de sus enemigos, comenzando así una nueva etapa de su vida humana. La mi sma Biblia nos demostrará cómo la imagen de Jesús, vista después de su salida del sepulcro, es la image n de un cuerpo humano físico, y no la imagen de un ente divino o espiritual. Ya vimos anteriormente cómo Jesús no salió sobre-naturalmente de su sepultura, sino qu e tuvo que correrse la roca que cubría la entrada de la misma para que pudiera salir. Se trataba por lo tanto de un cuerpo físico que necesitaba un espacio físico para abrirse paso. Luego, Jesús citará a sus discípulos, andará hasta Galilea, comerá pan y pescado, mostrará las heridas de su c uerpo, huirá secretamente de la jurisdicción de Pilato, emigrará de este lugar como era la prác tica de los profetas, y viajará hacia el Este. Antes de proseguir, creo oportuno ahora extenderme convenientemente en analizar el pretendido fenómeno de la ascensión de Jesús, repasando los fundamentos con que cuenta el cristia nismo para afirmar el carácter real de dicho suceso. Para evitar que este estudio sea tachado de tendencioso, no seré yo quien analice el misterio de la ascensión, sino que voy a citar literalmente párrafos extraídos del Diccionario de la Biblia del doctor Herbert Haag, publicado en España por la Editorial Herder, de neto carácter c ristiano. Bajo el epígrafe «Ascensión», se dice allí:

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La subida visible de Cristo al cielo desde él monte de los Olivos, cuarenta días des pués de su resurrección, está contada por Lucas al comienzo de los Actos (1, 2 s. 9-11) y se ha lla también mencionada sumariamente al final de su evangelio (Le. 24, 51). No es posible con siderar el primero de estos relatos como una interpolación posterior, como quieren algunos crít icos, pues la estructura literaria de Actos, 1, 1-11 concuerda perfectamente con la tesis d el origen luca-no de todo el relato; tampoco es posible borrar de Actos 1,2 y Lucas 24,51 la mención de ascensión, pues las omisiones de algunos códices (de la familia occidental) no parec en ser primitivas, sino que proceden de correcciones del texto. Así pues, es Lucas mismo quien cuenta este suceso al final de su primera obra y al comienzo de la segunda, no sin dest acar en este segundo relato el intervalo de cuarenta días, del que no se hablaba en el primero. La precisión topográfica que da a la escena, sobre el monte de los Olivos (Act., 1, 12), en las cercanías de Betania (Le, 24,50), da claramente a entender que para él se trata de un recuerdo histórico concreto. La tradición local fijó espontáneamente este recuerdo en la punta más alta del monte de los Olivos y, desde el siglo IV, elevó allí mismo un santuario. Sin embargo, Lucas es, en el Nuevo Testamento, el único que presenta la ascensión de Cristo al cielo bajo esta forma de manifestación visible y reconocible en él tiempo y en él espa cio. Los demás autores del Nuevo Testamento se contentan con afirmar, como consecuencia inm ediata de la resurrección, que Cristo resucitado está en el cielo, donde se sienta a la diestr a de Dios, junto al Padre, en la gloria, sobre una nube, sobre las potestades celestes, y que des de allí ha de volver en la parusía. Esta permanencia en el cielo después de la vida terrestre supo ne, naturalmente, una ascensión de Cristo, que, sin embargo, se pasó generalmente en sil encio, y aun aquellos que expresamente la mencionan ofrecen más bien una confesión de fe que la descripción de un fenómeno visto por ellos. La unicidad del testimonio lucano influye también en la tradición primitiva cristian a, que al principio parece mostrarse insegura y fluctuante. Sólo en el siglo IV es umversalm ente conocido entre los padres el relato de Actos. Antes, algunos no mencionan en absoluto el suceso (Clemente de Roma, Didakhé, Ignacio, Policarpo, Hermas), y aun aquellos que lo men cionan no están de acuerdo sobre su modo y fecha. En realidad, sólo algunos tratan de decir al go más preciso sobre el modo de la ascensión, y entonces lo hacen mediante amplificaciones d esprovistas de valor histórico. Más numerosos son los testimonios que dan una fecha para la asce nsión de Cristo, pero también aquí con notables divergencias. Ya Lucas 24, 51 y Juan 2 0,17 parecen colocarla en él día de Pascua, y del mismo modo proceden EvgPe 56 Barn 15,9; Cód. k so

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bre Mt 16,4; Test Benj 9,5; Apol. Arist. (gr. 15, sir. 2); para otros, en cambio, pa san más de dieciocho meses (Ascls 9,16; los valentinianos y ofitas, según Iren. I, 3,2; 30,14 ) y hasta doce años (Pistis Sophia I, 2; Libro de Yeu 44). Algunos Padres, en fin, como Justino, Tertuliano, Eusebio y Jerónimo, hablan ora de una subida de Cristo a los cielos el día de su res urrección, ora de una ascensión después de cuarenta días. Estas vacilaciones de la primera tradición cristiana sobre el modo y fecha de la a scensión han dado pretexto a muchos críticos para considerar la ascensión como una leyenda tardía, resultado de un desenvolvimiento que habría dado poco a poco una nueva forma a la fe en el triunfo de Cristo en el cielo. Este magnífico triunfo sobre la muerte se habría ente ndido en un principio de manera puramente espiritual y sólo habría afectado al alma de Jesús y en este sentido se habría hablado de una ascensión de Cristo inmediatamente después de su muer te (23, 43 EvgPe 19). Sólo más tarde, por motivos apologéticos, se buscó dar a este triunfo una forma más concreta y se extendió también al cuerpo del Señor; de ahí el materializar las cristof anías mediante apariciones del resucitado, perceptibles por los sentidos, con un cuerp o palpable que comía y bebía. A esto habría seguido la leyenda del sepulcro vacío y, finalmente, la esc ena de la subida visible del cuerpo al cielo. Aparte de que tales teorías no hacen justicia al valor histórico de los relatos del Nuevo Testamento, su fallo capital consiste en que suponen una idea de la inmortalidad que es mucho más griega que semítica. Para los semitas, como lo eran los apóstoles, la victoria de Cristo sobre la muerte era inconcebible sin el triunfo de su cuerpo, porque la muerte e s castigo del pecado, que afecta al cuerpo tanto como al alma, o mejor aún al alma, pero pasando por el cuerpo; y la victoria sobre el pecado, en que consiste la obra redentora de Cris to, ha de restablecer en su integridad primitiva al cuerpo tan necesariamente como al alma . Es, por tanto, indudable que, si los primeros discípulos creyeron absolutamente en el triunfo de su maestro sobre el pecado y la muerte, no pudieron menos de creer precisamente en el triun fo de su cuerpo resucitado y entrado en la gloria divina; una fe que se imponía en virtud del hech o, cierto y perceptible por los sentidos, de sus apariciones. Además, la fe en la exaltación del cuerpo resucitado de Cristo al cielo no es más que la consecuencia necesaria y el complem ento ineludible de la fe en su resurrección. Sin embargo, si es cierto que la vacilación de la tradición neotestamentaria y primi tiva cristiana no justifica la tesis negativa de los críticos, merece, no obstante, atención e invi ta a penetrar mejor en el misterio. Dos momentos, parece, hay que distinguir en él claramente: (

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A) la exaltación de Cristo junto al Padre en el cielo y (B) la manifestación externa de su subida en el monte de los Olivos. (A) La exaltación o glorificación en el cielo es el aspecto esencial, el contenido i nmediato de este dogma de fe. Esta entrada del cuerpo de Cristo en la gloria del reino escat ológico representa efectivamente las primicias, la prenda y hasta la causa de nuestra pr opia glorificación y, por ende, de nuestra salud definitiva. Ella forma el comienzo ger minal del nuevo mundo regenerado hasta en su esencia física por el sacrificio de Cristo; en ese nu evo mundo, el cuerpo glorificado de Jesús constituye, por decirlo así, como la célula originaria, co mo la causa ejemplar y eficiente de la regeneración del cuerpo de los cristianos y, por ella, de todo el universo. No es suficiente que el cuerpo de Cristo saliera victorioso del sepulc ro. Tenía que entrar en el mundo divino, al que él nos introduce a todos, y este mundo divino fu e en todo tiempo, y lo es forzosamente para nuestra imaginación humana, el mundo del «cielo» enc ima de la tierra. Pero esta entrada en la gloria es un hecho absolutamente sobrenatural , que de suyo escapa a la experiencia de los sentidos, por lo que los testimonios del Nuevo Te stamento, incluso el de Lucas, renuncian a describirlo. Sin embargo, es un hecho real e «histórico» que se cumplió en un momento determinado del tiempo. Este momento no es evidentemente otro que el momento de la resurrección. Tan pronto como él cuerpo de Jesús sale del sepulcro por virtud del Espíritu, pertenec e al mundo escatológico de la gloria y entra en él con pleno derecho. Así se expresan la ma yor parte de los textos del Nuevo Testamento, que presentan el resucitar de Cris to y su sentarse a la diestra de Dios como dos aspectos inseparables de un solo y mismo triunfo glorio so. Así habla expresamente Juan, 20, 17, donde Cristo instruye a María Magdalena en el sentido d e que Él ya no se halla en él mismo estado de antes, cuando libremente le podía tocar, y le da e l encargo de notificar a sus apóstoles que está próxima su ascensión, e incluso que será inmediata; por que es claro que, cuando se aparezca a los apóstoles (20, 19-29), será después de su ascensión, en virtud de una vuelta de junto al Padre, cabe el cual vivirá siempre. De este texto puede, a lo sumo, deducirse un breve intervalo entre resurrección y ascensión, que se explica suficientemente por él fin pedagógico del relato, como se indica por el diálogo con Ma gdalena. (B) Ahora bien, la manifestación visible sobre él monte de los Olivos no está en maner a alguna en contradicción con este primer y decisivo triunfo que hubo de darse en el mismo día de pascua; porque pertenece a un orden completamente distinto, como lo evidencia él m ismo relato de Lucas. Lejos de intentar describirnos una entrada triunfal en la gloria celes

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te, como lo hacían ciertas leyendas sobre la ascensión de personajes o semidioses paganos (Rómulo, Hércules, Mitra, etcétera), y como lo hacen para Cristo los apócrifos, Lucas quiere sencillamente narrar la ida del Señor, su última ida precisamente. Los rasgos discre tos y tradicionales con que se pinta la escena tratan de indicar que ha terminado el tiempo de las familiares conversaciones con Jesús y que éste no había de volver hasta la parusía. Las palabras de los ángeles a los discípulos y la nube, cotejo tradicional de las manife staciones escatológicas (Le 21,27 par. Me 14,64 par. Ap 1,7; 14,14 ss; cf. I Tes 4,17 Ap 11, 12), no quieren decir otra cosa. También él número de cuarenta días puede tenerse por elemento tradicion al y no hay que entenderlo demasiado literalmente. Acaso piensa Lucas en los cuarenta días que Cristo pasó en el desierto antes de manifestarse en su vida pública (Le 4,2), como c uarenta días también precedieron, después de su resurrección, a su manifestación en la Iglesia. Porqu e lo que a Lucas preocupa sobre todo en esta marcha última del Señor resucitado es que es ta partida precede a la escena de Pentecostés y la prepara; es decir, precede a la efusión del Espíritu Santo, cincuenta días después de la resurrección, la cual inaugura el establecimiento del reino de Dios en este mundo. Vista de esta manera, la aparición sobre el monte de los Ol ivos, únicamente relatada por Lucas, no está en contradicción con la primera y esencial subi da de Cristo a la gloria, que hubo de acontecer el día mismo de la resurrección. Es, más bie n, su complemento y sello. Por eso, la tradición cristiana, principalmente en su liturgi a, ha considerado con toda razón este último acto de la vida visible de Jesús como la manife stación final de su triunfo sobre la muerte y de su presencia en el cielo; y puso en est e misterio toda la riqueza de la glorificación del día de pascua que le precedió, del mismo modo que tamb ién reconoció en él, como en promesa, la efusión de la plenitud de gracia que le siguió en e l día de Pentecostés. El R. P. Serafín de Ausejo, Profesor de Sagrada Escritura que preparó la edición caste llana del Diccionario de la Biblia del que extractamos los párrafos precedentes, resume al f inal el pensamiento del autor. Dice ahí, entre otras cosas: El hecho en sí de la ascensión a los cielos el día mismo de la resurrección es algo sobr enatural, no perceptible por los sentidos humanos, pero absolutamente cierto, real e históri co. Desde un punto de vista objetivo, concluyo yo ahora que si la ascensión de Jesús es algo sobrenatural, no perceptible por los sentidos humanos, ningún ser humano tiene fac ultad alguna

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para afirmar que esta ascensión es «cierta, real e histórica». Por otra parte, después de releer una y otra vez el análisis que acabo de exponer de l misterio de la ascensión de Jesús, se llega a la conclusión de que la tal ascensión tenía necesariamen te que constituir para saciar los apetitos de la mentalidad humana en cuanto a un final «f eliz» del misterio personificado por Jesús ? la consecuencia lógica de la resurrección. El paso si guiente al de la resurrección era que Jesús quedara localizado en el cielo. Dicho de otra forma: si había habido resurrección, tenía que haber también ascensión. Porq ue de no haber este segundo paso, el primero carecía de sentido. De modo que la as censión no parece ser un hecho constatado efectivamente, sino un fenómeno creado por un proceso de d educción lógica en la mente humana. Por ende, la ascensión está condicionada por la resurrección, lo que quiere decir que sólo pudo haber ascensión si previamente o simultáneamente hubo resurrección. O sea que no hubo ascensión de Jesús si no hubo resurrección del mismo. Y la resurrección de Jesús, lo vimos ya y lo veremos aún en las páginas siguientes, difíci lmente pudo tener lugar si Jesús como parece ser-^ no murió en la cruz. Pero tampoco aquí quiero caer en tendenciosidad, de modo que para finalizar este e studio sobre las probabilidades reales de la resurrección y de la ascensión de Jesús, volveré a echar mano del Diccionario de la Biblia de Herder, del que extractaré algunos párrafos que hacen re ferencia a la resurrección de Jesús: La única prueba de la resurrección de Jesús, punto central de la predicación apostólica, decisivo para el cristianismo, la hallamos en fuentes cristianas. Los cuatro evangelios refieren no la resurrección misma (ésta tuvo lugar, según la nar ración evangélica, sin testigos presenciales terrestres), sino el descubrimiento de la tu mba vacía y, sobre todo, las apariciones de Cristo resucitado a sus discípulos. Dichos relatos presentan lagunas, indican poca uniformidad, y, en los detalles, ofrecen numerosas discrep ancias, por lo menos aparentes. Santo Tomás dice que, incluso para los discípulos, la resurrección se puso de manifies to sólo en virtud de signos fidedignos (el Antiguo Testamento y los ángeles) y de signa evide ntia, que no demostraban la resurrección en sí, sino precisamente la autenticidad de los propios signos; la fe de los cristianos se basaba en la predicación de los apóstoles. Por consiguiente, la resurrección es un hecho real, pero, en cuanto misterio de fe, no es un hecho que puede ser d emostrado con certeza por los métodos de la ciencia histórica. Históricamente demostrable es sólo la f e de los discípulos en la resurrección. Pero volvamos ya sobre la pista de Jesús, salido del sepulcro. Primero, Jesús se enc uentra con

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María Magdalena y su compañera, que abrazan sus pies señal de que era un cuerpo físico , y a las que Jesús encarga que comuniquen a sus discípulos que se trasladen a Galilea d onde se reunirán con él. Así lo leemos en el Evangelio de Mateo (28, 9-10): Entonces Jesús les salió al paso y les dijo: «Salve.» Ellas se le acercaron, le abrazaro n los pies y lo adoraron. Entonces Jesús les dijo: «No tengáis miedo; id y decidles a mis hermano s que se vayan a Galilea, y allá me verán.» Luego Jesús será visto por Santiago y por Pablo, como lo leemos en la primera epístola de este último a los Corintios (15, 78): Después se apareció a Santiago; y luego a todos los apóstoles; y por último, como si fue ra el aborto, se me apareció también a mí. Jesús se encuentra esporádicamente con sus amigos, no osando dejarse ver abiertament e en público, por temor a que le reconozcan y prendan los judíos. Si leemos atentamente e l Evangelio de Mateo veremos claramente expresado este temor. Volvamos al texto y leamos otr a vez en 28, 8: Se fueron inmediatamente del sepulcro (se refiere a María y su compañera) con gran t emor y gran alegría, y corrieron a anunciarlo a los discípulos. Es evidente que las dos mujeres, dentro de la alegría de saber que Jesús estaba viv o, albergaban un gran temor de que fuera descubierto. El mismo Jesús se da cuenta de ello e inte nta apaciguarlas (910): Entonces Jesús salió a su encuentro y les dijo: «Salve.» Ellas se le acercaron, le abraz aron los pies y lo adoraron. Entonces Jesús les dijo: «No tengáis miedo; id y decidles a mis he rmanos que se vayan a Galilea, y allá me verán.» Luego, Jesús emprende una caminata a pie de unos 100 kilómetros para llegar a Galile a y despistar así a sus posibles perseguidores. Pero veamos más pruebas de que Jesús seguía en su cuerpo humano terrestre, y que no se había espiritualizado. Leemos así en el Evangelio de Lucas, cuando Jesús se aparece a los apóstoles (24, 37-39): Despavoridos y llenos de temor, pensaron que veían a un espíritu, y él les dijo: ¿Por qué os asustáis y por qué os vienen al corazón estos pensamientos? Miradme las manos y los pi es, que soy yo mismo; palpadme y mirad, que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo. Dos versículos más adelante Jesús de repente muestra tener hambre. Algo absolutamente

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inconcebible en un ente divino o en un ente espiritual. Así lo leemos (41-43): Entonces les dijo: «¿Tenéis algo para comer?» Ellos le dieron un trozo de pescado a la b rasa; lo tomó y se lo comió delante de ellos. Vayamos al Evangelio de Juan. Leemos ahí cómo Tomás palpa las heridas de Jesús. Demuestr a así que lo que se les apareció era un cuerpo tangible de carne y huesos. Leemos (20, 20): Les mostró las manos y él costado. Más adelante (20,27) leemos: Después le dijo a Tomás: «Acerca él dedo aquí y mira mis manos, y acerca la mano y ponía en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente.» Lo que queda claro es que Jesús tenía que desaparecer de Palestina. Tomó, como hemos v isto, los últimos contactos con su discípulos, contactos esporádicos para no ser descubierto , y emprendió la marcha hacia el Este. Era, al fin y al cabo, un hombre perseguido. Pe rseguido, torturado y atormentado, tanto física como mentalmente, era incapaz de soportar un segundo enfrentamiento con sus enemigos. Para no ser descubierto, incluso se disfraza du rante los últimos días de su estancia en Palestina, como lo demuestra el texto del Evangelio de Marc os (16, 12): Después de esto se apareció en una figura distinta a dos de ellos que caminaban e ib an hacia el campo. Pero, aparte de que ahora se veía forzado a huir, Jesús tenía de todos modos que acaba r de cumplir la misión para la que fue enviado. De haber muerto efectivamente en la cru z, Jesús habría fracasado en el cometido que le fue asignado. Quiero decir que Jesús no debía m orir sin haber antes buscado y salvado a las tribus perdidas de Israel. EN BUSCA DE LAS TRIBUS PERDIDAS DE ISRAEL Jesús fue enviado principalmente, según los Evangelios, para hacer cumplir la ley y para buscar y salvar a las antiguas tribus perdidas de Israel. Esta segunda misión es la que n os interesa en el presente capítulo. Así está escrito en el Evangelio de Lucas (19, 10): Que él hijo del hombre ha venido a buscar y salvar aquéllo que se había perdido. Y (22, 29-30): Y así como mi Padre ha dispuesto la dignidad real a favor mío, así también yo dispongo a favor

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vuestro, de manera que comáis y bebáis en mi mesa en mi reino y ocupéis los tronos que rigen las doce tribus de Israel. En este mismo sentido, y al darles normas y condición, Jesús recomienda textualmente a sus discípulos: No os encaminéis a tierras de paganos, ni entréis en la provincia de los somántanos; i d más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. (Evangelio de Mateo, 10, 5-6) Evidentemente, Jesús debía ir en busca de las tribus perdidas de Israel. Pero, ¿dónde es taban? Volvamos bastante atrás en el tiempo y hagamos un poco de historia. Israel es el n ombre que, según la explicación bíblica, le fue dado a Jacob, por un ser misterioso con el cual h abía sostenido una lucha durante la noche junto al Yabbog (Génesis, 32, 23-33), o por D ios cuando se le apareció en Bet-El (Génesis, 35, 10). De todas formas la imposición de este nombre obedece a la idea de presentar a Jacob como padre de los hijos de Israel. Josué dividió la Tie rra Santa entre los hijos de Israel y la mayor parte del sur de Palestina fue ocupado por las tr ibus de Judá y Benjamín, mientras las restantes diez tribus se establecieron en el norte de Pales tina. La capital de las diez tribus durante la mayor parte de su historia en Palestina fue Samaría. Una vez establecidas las tribus en sus territorios se unieron, siendo el rey Saúl el prime r rey israelita de la monarquía unida. Le sucedió David, que estableció su capital en la conquistada Jerusalén . Su hijo Salomón construyó el espléndido templo para la adoración de Yahvéh. Construyó igualmente un túmulo junto al templo y en su cima construyó un pequeño templo para sí mismo, en el que más tarde sería enterrado. El túmulo fue nombrado según el nombre de Salomón y el templo c on el tiempo se fue conociendo como el trono o la puerta de Salomón. Pero pronto el r eino de Israel se dividirá. Apenas ascendido al trono el sucesor de Salomón, una revolución capitanea da por Jeroboam separa para siempre a diez de las tribus de Israel de la casa de David. E l nuevo reino escindido se llamó reino de Israel, mientras que la casa de David continuaba domin ando sobre el reino de Judá. Desde entonces el término Israel se aplica exclusivamente a las diez tribus mientras que Judá se refiere a las dos tribus de Judá y Benjamín. Naturalmente, las relaciones entre los dos reinos fueron de hostilidad. Al cabo de unos años el rey Jehu de Israel entró en guerra con el rey Athaliah de Judá. Luego el rey Pekah s e alió con el rey Rezin de Siria e invadió Judá, tomando un gran número de prisioneros. Se cumpliría a sí la profecía de Isaías respecto a la destrucción de los reinos israelita y sirio por los a sirios. Ya que el rey Ahaz de Judá, temiendo por su trono y vida, llamó en su auxilio a los asirios. C omo

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consecuencia de esta intervención asiría, el rey Tiglatpileser conquista Samaría y se lleva consigo a muchos de sus habitantes a Asiría. Pekah y Rezin fueron muertos. Comenzó a sí la cautividad de las diez tribus. Años más tarde Sargon, líder amotinado asirio, es proclamado rey y logra el éxito en el sitio a que los asirios habían sometido la capital del reino del Norte, Samaría. Mandó entonce s a cautiverio a casi todos los supervivientes de las diez tribus, cautiverio del qu e jamás regresarían. Los cautivos fueron deportados a Asiria, Mesopo-tamia y Media. La despoblada reg ión de Samaría fue repoblada con colonos de cinco distritos asirios y estos colonos desarrollaron la nación samaritana. Por esta razón los judíos tanto del sur como del norte de la región c onsideraron a Samaría como una región prohibida y guardaron una profunda antipatía hacia los samaritanos. Siglo y medio más tarde también es conquistado el reino del Sur, Judá. El rey Nabucodonosor de Babilonia, el nuevo reino de los caldeos sucesor del destruido reino Asirio, invade Judá y conquista y destruye su capital, Jerusalén. El templo de Salomón es ince ndiado. La clase selecta de la población es conducida al exilio, al cautiverio de Babilonia, en dos tandas de deportaciones. Comienza a partir de ahora una nueva etapa en la historia de los israelitas. Cap turada Babilonia por Ciro, éste decreta la libertad para los prisioneros. Como leemos en el libro bíb lico de Esdras, Ciro puso todo su empeño en que los israelitas regresaran a Jerusalén y reconstruyer an allá el gran templo. Sin embargo, y en contra del decreto de Ciro, a los judíos no se les permitió volver, ya que los nuevos habitantes temieron que con su regreso ellos quedarían desprovis tos de sus posesiones. Téngase en cuenta que la libertad de los judíos no significaba que se in dependizaban del imperio persa, ya que Judea continuaba siendo parte del imperio y el goberna dor de Judea dependía de los reyes persas. Entra ahora en escena Darío, el rey de los reyes. Forjó un vasto imperio que se extendía desde el archipiélago griego en el Oeste, hasta la India en el Este, llegando por el Norte hasta Bactria (Afganistán). Darío invadió la India con un ejército inmenso. El imperio persa fue disgregado por los bactrianos, scytas y partos. El imperio de los partos se extendía por el Este hasta el río Jhelum en la India. Vemos así claramente cómo las diez tribus de Israel se han ido transformando en subditos de diferentes reinos. Por otra parte, sin embargo, el Antiguo Testamento no menciona en ningún lugar el retorno de las diez tribus a Palestina. Y Thomas Holditch escribe en su obra The Gates of India (página 49): Con la destrucción final del reino asirio, perdemos de vista a las diez tribus de Israel que por más de una centuria se habían entremezclado con las gentes de Mesopotamia y Armenia.

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La historia no nos transmite noticias sobre su existencia nacional. En el segundo libro de Esdras (13, 29-36), libro que, al igual que el primero, f ueron aceptados por la Iglesia como palabra de Dios, y rechazados más adelante en el Concilio de T rento como no inspirados, se afirma que las diez tribus deportadas de Israel jamás regresaron a su propio país, y que marcharon aún más lejos de éste. Es decir, aún más hacia el Este. Se dice ahí tam ién que para alcanzar el país al que fueron tuvieron que andar un largo camino, que du raría año y medio, y que la región a la que iban se llama Asareth. Por su parte, Al-Haj Khawaj a Nazir Ahmad (5) nos recuerda que la obra Tabaqat-i-Nasiri afirma en su página 179 que e n tiempos de la dinastía Shansabi, un pueblo llamado Bani Israel (los hijos de Israel) vivían en Asareth, dedicados al comercio. Sigue luego Nazir Ahmad citando a Thomas Ledlie, que en s u libro More Ledlian (6), y escribiendo acerca del origen de los afganos, da razones que cone ctan a Asareth con el distrito Hazara en la provincia norteña del Pakistán. Y la región de Cachemira está pegada a la región de Hazara. Pero la frontera antigua de Hazara estaba situada al otro l ado del Indo, y más arriba, cerca de Chilas, penetraba en territorio cachemir. Nazir Ahmad se extiende luego en una larga explicación de cómo en aquellos tiempos, los conquistadores de nuevos reinos colonizaban los territorios conquistados, en gra n parte con sus cautivos, con el fin de abrir nuevos centros de civilización y de comercio. Afirma entonces que no habría nada más natural que el hecho de que Tiglatpileser, que extendió sus conquis tas en Asia hasta el borde mismo de la India, o también Sargón o Nabu-codonosor, hubieran d eportado una parte de la nueva nación israelita, para colonizar sus posesiones del Este. Lu ego, y después de constatar que los grandes conquistadores en su marcha hacia el Oriente llegan justo hasta los límites occidentales de la India, al Punjab, al valle del Indo, concluye que este fenómeno se debe a la causa natural de que ahí, en el valle del Indo, el hombre occidental se da cu enta de las rudas condiciones climatológicas que imperan en las llanuras de la India. Allí detuvieron su avance Tiglatpileser, Darío y Alejandro Magno. Argumenta más adelante Nazir Ahmad que si la s diez tribus avanzaron con los conquistadores hacia los lejanos países del Este, se habrían detenido justamente donde había terminado la penetración de éstos. Tenemos motivos entonces -^d ice > para suponer que podemos encontrar a las diez tribus perdidas de Israel en el Af ganistán, Gagh, Bokhara, Khorasan, Kokhant, Samar-kand y el Tibet, y también en China Occidental y en la India, en el norte del Pakistán y en Cachemira. Existen remanentes israelitas naturalmente, que pueden encontrarse en Mesopotami a y en países

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más occidentales. Y es extraordinariamente significativo el hecho de que mientras los judíos de Palestina, Arabia, Turquía, Mesopotamia y Persia se denominan a sí mismos judíos, 108 los que viven más allá de Persia, o sea al este de Persia, se autodenominan Bani Isr ael, o sea los hijos de Israel. Pero repasemos algunos textos que nos hablan de la procedencia israelita de los afganos y cachemires. LIBROS QUE ATESTIGUAN EL ORIGEN ISRAELITA DE AFGANOS Y CACHEMIRES Bukthawar Khan, en su historia universal Mirat-ul-Alam narra vivamente los viaje s de los afganos desde Tierra Santa a Gor, Gazni, Kabul y otros sitios de Afganistán. Dos l ibros históricos, el Tarik-i-Afghana (Historia de los afganos) de Niamatullah, y el Tari kh-i-Hafiz Rahmatkhani, de Hafiz Muhammad Zadeek, analizando la historia antigua de los afgano s, su origen y sus desplazamientos, llegan a la conclusión final de que los afganos son los hij os de Israel J3ani Israel^-. George Moore, en su obra The Lost Tribes (Las tribus perdidas), escribe en 1861 que el carácter natural de Israel reaparece en la vida y la realidad de las gentes que se autodenominan Bani Israel y que umversalmente claman ser los descendientes de la s tribus perdidas. La nomenclatura de sus tribus y distritos tanto en la geografía antigua como hoy en día, confirman su natural tradición universal. Finalmente, tenemos marcada la ruta de l os israelitas desde Media al Afganistán y la India por una serie de estaciones intermedias que l levan los nombres de algunas de las tribus, indicándose claramente el paso de su largo y ard uo viaje. Dice Moore luego que Sir William Jones, Sir John Malcom y Chamberlain, después de una c ompleta investigación, comparten la opinión de que las diez tribus migraron hacia la India, el Tibet y Cachemira a través del Afganistán. Los dos primeros historiadores cachemires, Mulla Nadiri, que escribió el Tarikh-i-Kashmir, y Mulla Ahmad, que escribió el Waqaya-i-Kash-tnir (acontecimientos de Cachemira) afirman categóricamente que los habitantes de Cache mira fueron descendientes de Israel. El tercer libro de historia cachemir que mencion a este hecho es el de Hashmat-iKashmir, de Abdul Qadir bin Qazi-ul Quzat Wasil Ali Khan. Afirma en su obra que los habitantes de Cachemira son los hijos de Israel, y que vinieron de Tierr a Santa. El padre jesuita Catrou escribe en su Historia General del Imperio Mongol, que los cachem ires son descendientes de los judíos (7). Sigue así una larga y variada lista de libros, cartas, comentarios de viaje, que h ablan de la

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procedencia judía de los habitantes de Cachemira. Sirvan los textos citados sólo com o una pequeña muestra. A continuación, y extractada del libro de Nazir Ahmad, doy una inte resante lista de nombres de tribus, castas y subcastas y de nombres toponímicos, que siend o usuales en Cachemira, se hallan reflejados en los textos bíblicos. JESÜS OBJETIVO. CACHEMIRA Volvamos ahora a Jesús. Vimos cómo había sobrevivido a la muerte en la cruz y se había aparecido en cuerpo humano a sus discípulos. Éstos muestran repetidas veces su incre dulidad de que Jesús conservara el mismo cuerpo que antes de la crucifixión. Tienden más bien a interpretarlo como un fantasma, como una visión de un ente espiritual, pero Jesús mi smo les demuestra que no es así, y que conserva su cuerpo, al que únicamente se han sumado l as señales de la reciente crucifixión. Para Jesús, es hora ya de marchar. De lo contrario, se e xpone aún a que alguno de sus discípulos le vuelva a traicionar, a la vista de su realidad hum ana. El próximo objetivo son las diez tribus perdidas de Israel. El próximo destino es, c omo acabamos de ver, Cachemira. Hazrat Abu Huraira informa en su obra Kanz-al-Um-mal que Dios guió a Jesús fuera de Jerusalén para que no fuera identificado y perseguido (8). Ibn-i-Jarir, en su famoso Tafsir-Ibn-i-Jarir at-Tabri, escribe: Él y su madre, María, tuvieron que emigrar de Palestina y emigrar hacia un país lejano , pasando de país en país (9). Jesús, al salir de Jerusalén, huye, no sin antes haberse disfrazado, para evitar ser reconocido. Por esta razón no le reconoce María Magdalena (Evangelio de Juan, 20, 14): Diciendo esto se volvió y vio a Jesús allí, de pie; pero no sabía que juera Jesús. Por ello tampoco le reconocieron los dos hombres de Emaus con los que comparte u n trozo de trayecto (Lucas, 24, 18): Uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió: ¿Tú eres el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado estos días? Cuando que cuando n, 21, Cuando era Jesús. por fin lo reconocieron, Jesús desaparece inmediatamente. Más adelante leemos se aparece junto al lago Tiberíades, sus discípulos tampoco le reconocen (Jua 4): ya clareaba, Jesús se presentó en la orilla, pero los discípulos no sabían que ju Sin embargo, es posible que los esenios, a pesar de su disfraz, conocieran sus p lanes y no tuvieran dificultad en contactar con él. Es posible incluso que le preparaban su h uida y le ayudaran a llevarla a cabo. Según esta llipótesis Jesús habría sido miembro de la herman dad esenia.

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Jesús, según los relatos bíblicos, se había encaminado hacia Emaus, hacia el valle de Jo safath, habría pasado a través del Occidente de Judea y habría llegado a Samaría, un país en el qu e les estaba prohibido entrar a los judíos. Había alcanzado finalmente Nazareth, encaminándo se al lago Tiberíades (Juan, 21, 1). De Naza-mth partían las grandes caravanas en ruta hac ia Damasco. Donde volvemos a enlazar con el texto bíblico y leemos en Actos (9, 1-3): Entonces Saulo, respirando aún violencias y muertes contra los discípulos del Señor, s e presentó al Gran Sacerdote y le pidió cartas dirigidas a la Sinagoga de Damasco que le auto rizasen a llevarse detenidos a Jerusalén tanto a hombres como a mujeres que pudiera encontra r en su camino. Puesto ya en marcha hacia Damasco, repentinamente Saulo oye una voz que le dice (Actos, 9, 4): Saulo, ¿por qué me persigues? A la pregunta de Saulo de quién le estaba hablando le contesta la voz: Yo soy Jesús, al que tú persigues. Pero levántate, entra en la ciudad y te dirán qué debes hacer. Es posible que este suceso con Saulo se hubiera producido al cabo de vivir ya Je sús cierto tiempo en Damasco. A tres kilómetros de la ciudad existe un lugar que desde entonces y hasta h oy se llama Maqam-IIsa (el lugar de estancia de Jesús). Jesús debió haber vivido ahí el tiempo suficiente c omo para convertir en discípulos suyos a Ananías y otros (Actos, 9, 25). Según esta hipótesis, Jesús, avisado de la aproximación de Saulo, habría salido a su encuentro para causar una mayor impresión en su ánimo y propiciar su conversión. Durante su estancia en Damasco Jesús recibió una carta del rey de Nisibis, en la que se le informaba que el mencionado rey había caído en una grave enfermedad y que pedía a Jesús que acudiera a curarle. Jesús envió una contestación diciéndole que mandaría a uno de sus discípulos y que él mismo seguirí más tarde (10). Jesús sabía que algunas de las tribus perdidas de Israel estaban en Nisi bis, circunstancia que también mencionó Jo-sephus (11). Pero los judíos intentan arrestar a Saulo y Jesús se da cuenta de que es hora de marchar de Damasco para salvar su vida (Actos, 9, 23). Muhammad bin Khávendsháh bin Mahmüd, comúnmente llamado Mir Khwand, escribe en su famoso libro Rauzat-us-Safa, que se ha convertido en un clásico persa de historia: Jesús y María abandonaron la ciudad y se encaminaron hacia Siria (12). Permítanme cambiar rápidamente de fuentes para leer en el Sagrado Corán (23, versículo 5 0): E hicimos con el hijo de María y con su madre un milagro, y les refugiamos en una benéfica colina provista de manantiales. En la obra Jami-ut-Tawarikh se nos explica que durante estos días María, la madre de Jesús, estaba con él

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y que durante estos viajes Jesús llevaba un bastón en su mano y caminaba a pie. A co ntinuación el autor nos cuenta que Jesús se encaminó hacia el rey de Nasibain (Nisibis) y predicó allí. Desd e esta ciudad marchó hacia Mashaq, donde está situada la tumba de Sem, hijo de Noé (13). Descripción s imilar podemos hallar en la obra Nasikh-utTawarikh (vol. 1, 28). Ni en el Jami-ut-Tawa -rik, ni en el Rauzat-usSafa, hallamos explicación alguna para la repentina marcha de Jesús de Nisibis. Sin embargo sí la hallamos en la obra de Ibn-i-Jarir, Tafsir-Ibn-i-Jarir at-Tabri (vol. 3, 197): El rey (de Nasibain) era un hombre astuto. El pueblo quería matarlo (a Jesús) y éste h uyó. Con respecto a la localidad de Nasibain (Nisibis), Na-zir Ahmad nos informa de q ue en aquella época existían tres ciudades con este nombre. A saber: una entre Mo-sul y Siria, la segu nda a orillas del Eufrates y la tercera cerca de Jalalabad, en Siria. En el libro Majma-ul-Bul-dan, publica do en 1207 (14), leemos que la primera de ellas está situada en la ruta de las caravanas de Siria a Mosul y más allá y que está situada a una distancia de seis días de viaje a Mosul. Mosul era un importante cen tro de comercio. Edessa, conocida ahora por el nombre de Urfa, no está lejos de este lugar. De Urfa a Aleppo hay cuatro días de viaje y Aleppo está situada en lo que siempre ha sido la gran ruta del comercio en tre el Océano Indico y el Mar Mediterráneo. Ain-ul-Arus está situada a sólo unas cuantas horas de viaje de Al eppo. Así pues, Jesús fue a todos estos lugares para llegar a Aleppo y proseguir su viaje. E n Ain-ul-Arus está la tumba de Sem, hijo de Noé, lugar en el que también han sido encontrados vestig ios hititas. Así, Jesús visitó la tumba de Sem durante su viaje (15). Nazir Ahmad nos dice ahora que desde que el pueblo de Nisibis quiso matar a Jesús, y dado que él no podía ir muy lejos en pocos días, viajó de incógnito bajo el nombre de Yuz Asaf, y l os libros y tradiciones orales de las regiones que visitó o por las que pasó después de s u marcha de Nisibis hablan de él llamándole Yuz Asaf. En la obra Farhang-i-Jahangiri (16) y en e l Anjumani-Arae Nasiri (17) leemos que Asaf fue uno de los grandes de los países no árabes. E n el Burhani-Qate (18), Asaf es el nombre dado al hijo de Barkhia, que fue uno de los erudi tos de Beni Israel. Seguimos tomando como fuente el libro de Nazir Ahmad y leemos que en el Farhangi-Ananá. Raj (19) el nombre Yuz se explica como «procurador o líder». Ambas palabras son hebrea s. Pero ninguna de las autoridades citadas explica realmente qué significa Yuz Asaf y no l e hallamos explicación lógica a la luz de los significados aportados. En el libro Farhang-i-Asa fia se explica de la siguiente forma el significado de Asaf: En tiempos de Haz-rat Isa (Jesús), c uando los leprosos fueron curados por él, éstos, habiendo sido admitidos entre la gente sana q ue estaba

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libre de enfermedades, fueron llamados «Asaf» (20). Así, concluye Nazir Ahmad, la palabra Asaf fue aplicada a los leprosos curados por Jesús. Por lo tanto, Yuz Asaf significa el procurador o líder de los leprosos curados por Jesús. ¿Qu ién podía ser esa persona, sino Jesús mismo? El nombre Asaf, teniendo así un significado espec ial conocido en aquella época por las pocas personas que rodeaban a Jesús, sirvió para el propósito y le describía con mayor propiedad que cualquier otro nombre que hubiera podido adop tar. Faizi, el poeta de la corte de Akbar, cita a Jesús: Ai ki nam-i to: Yuz o Kristo (O tú cuyo nombre es Yuz y Cristo) Más tarde volvemos a encontrar a Jesús en el Irán. Allí se sabe de Yuz Asaf que vino de un país situado al Oeste y que predicó aquí y que mucha gente creyó en él. Los recuerdos que se tienen de Yuz Asaf en las tradiciones iraníes son similares a las que se tienen de Jesús (2 1). Rastros de Jesús se hallan también en el Afganistán: en Ghazni, en el Oeste, y en Jala labad, en el extremo sudeste del Afganistán existen dos explanadas que llevan el nombre de Yuz Asaf, ya que aquí había predicado. Uno de los emires del Afganistán nombró un celador para este Z iarat en Jalalabad, e igualmente donó una subvención para su mantenimiento (22). Muy cerca ya de la actual frontera entre el Pakistán y Cachemira, aunque todavía en el lado pakistaní, volvemos a encontrar datos sobre el paso de Jesús por la localidad de Tax ila. Allí estaba Tomás, esperando la boda de un hijo de Gad, hermano del rey Gondafras. Así es tá escrito en el Acta Thomae (23): Tomás, terminadas las ceremonias, abandonó su sitio. El novio apartó la cortina que le separaba de su novia. Vio a Tomás, según supuso, conversando con ella. Entonces le p reguntó sorprendido: ¿Cómo puedes estar aquí? ¿No te vi salir antes que a nadie? Y el Señor contes tó: No soy Judas Tomás, sino su hermano. Debo hacer un breve inciso aquí para aclarar que Juan llama también a Tomás por el nom bre de Dídi-mo, correspondencia griega del arameo toma, que significa mellizo, a causa de l extraordinario parecido físico entre Tomás y Jesús (Juan, 20, 24). Tomás acompaña a Jesús en su huida de Jerusalén hasta Cachemira. Así, aparece junto a María, madre de Jesús, en el mo mento en que se supone que debía haber tenido lugar la resurrección (Actos, 1, 13-14), apa rece también junto al lago Tiberíades (Juan, 21, 1-2), aparece en Damasco y en Mag-donia (Nisib is) (24), y aparece ahora en Taxila, como acabamos de ver. A partir de aquí acompaña a Jesús a Cac hemira, en donde se encontraba también en el momento de la muerte de Jesús (25). Luego retro cedería hasta Taxila para seguir hacia Kerala en el sur de la India, siendo muerto y que mado en

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Milapore, Madras. 136 Ruta emprendida por Jesús en su supuesto segundo viaje a la India. MARÍA, ENTERRADA EN EL PAKISTÁN Salidos de Taxila, Jesús, su madre María y Tomás prosiguen camino hacia Cachemira. Per o María no llegaría a ver el llamado «Paraíso sobre la Tierra». No soportando ya más las penalidades del largo viaje, María muere en el pequeño pueblo de Murree, situado, por la carretera actual, a unos 70 kilómetros de Taxila, y a escasos diez kilómetros, en línea recta, de Rawalpindi. Murree se llamab a aún hasta 1875, en memoria de la madre de Jesús, Maña (26). El lugar en que está enterrada María se conoce con el nombre de Pindi Point, y la sepultura misma se conoce por el nombre de Ma i Mari da Asthan, significando «lugar de descanso de la madre María». De acuerdo con la costumbre judía la tumba está orientad a de Este a Oeste. Lo mismo sucede con las tumbas de Jesús y de Moisés, orientadas también de Este o Oeste, en tanto que las tumbas musulmanas que naturalmente proliferan en Cachemira están ori entadas de Norte a Sur. Mumtaz Ahraad Faruqui escribe en su obra The Crum-bling of The Cross que en la épo ca en que María murió y fue enterrada en Murree, los rajas hindús gobernaban el país. Los hindús, qu e además de a Dios adoraban a muchas otras deidades, eran supersticiosos por natural eza y, al ver una nueva tumba en lo alto del monte, comenzaron a orar y a venerar esta nueva t umba. Con el tiempo, la tumba se fue convirtiendo en un santuario regular para los hindús. Cuan do los musulmanes se adueñaron del país, se dieron cuenta de que la tumba debía ser de alguie n del pueblo del Libro (judíos o cristianos) ya que éstos enterraban a sus muertos, al con trario de lo que hacían los hindúes, que los incineraban. También los musulmanes comenzaron a orar ante la tumba y a venerarla. En el año 1898 el gobierno británico erigió una torre de defensa junto a la tumba, que seguiría siendo visitada por la gente del pueblo. El ingeniero de la guarnición, capitán Rich ardson, quiso demoler la tumba en el año 1916-1917, para evitar que la gente se acercara a la to rre de defensa. Sin embargo, debido a las vehementes protestas de la gente, el gobierno local tu vo que intervenir para frenar las obras de demolición (fotos 39, 40 y 41). Este suceso dio lugar a q ue se abriera una investigación oficial para determinar los hechos. En el legajo núme-rro 118 del Comi té

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Municipal de Murree, referido a transferencias de propiedad de 1897 a 1902, se c onserva un documento datado el 30 de julio de 1917, en el que establece que el Santuario de P indi Point, según el testimonio de docenas de antiguos residentes, tanto hindúes como musulmanes, d e Murree, es un monumento antiguo, siendo la tumba de una persona que poseía cualidades santas. Y que tanto los hindúes como los musulmanes la visitaban en ocasión de los festivales hindúe s y de los días festivos musulmanes. El documento testifica igualmente que la gente afirmaba que en caso de sequía en la región, las ofrendas y plegarias que se efectuaban ante la tumba a f in de que apareciera la lluvia, generalmente eran contestadas favorablemente. El mismo ofi cial encargado de la investigación del caso, aporta una experiencia personal de que durante el in vierno de 1916 a 1917 prevalecía una severa sequía en la región. Hechas las ofrendas pertinentes ante la tumba de María, al regreso de las mismas comenzó a llover y a nevar durante tres días. El of icial recomienda finalmente no desmantelar la tumba. Poco tiempo después el capitán Richardson murió víctima de un grave accidente, circunsta ncia que la gente del lugar atribuyó a su intención de desmantelar el santuario. En 1950, la tumba fue reparada gracias a los esfuerzos de Khwaja Nazir Ahmad, au tor del libro Jesús in Heaven on Earth. Hace ahora ya algunos años que, no teniendo objeto ya la t orre de defensa, ésta ha sido demolida y en su lugar se ha erigido una torre de repetición d e la televisión pakistaní. La obra de la tumba de María fue reerigida por un contratista de obras mu sulmán (foto 42). EL PRADO DE JESÜS, PORTAL DE CACHEMIRA Desde Murree, Jesús prosiguió su avance hacia Srina-gar entrando en Cachemira a través del valle que hasta hoy sigue llamándose Yusmarg («prado de Jesús»), para recordar que es el valle por el que Yusu o Jesús, entró en Cachemira. A unos 40 kilómetros al sur de Srinagar, capital de Cachemira, el prado de Jesús es lo que en Europa sería un típico valle de montaña verde rodeado de bosques de abetos. Está habitado por la raza judía de los Yadu, que viven ahí en de vota convicción secular de vivir en el lugar elegido por Jesús para entrar en Cachem ira. Así lo pudimos comprobar personalmente en entrevistas con las gentes del lugar. Avanzan do hacia el interior de Cachemira, el valle se va poblando de innúmeros rebaños y pastores (foto 4). El Yusmarg es punto de paso en la antigua ruta de mercaderes que generalmente a pie

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procedían del Afganistán para encaminarse al valle de Kaghan, o a la inversa. El montículo de Murr ee limita con Cachemira por el Oeste, mientras que la región de Kaghan lo hace por el Este. Si desde Yusmarg se avanza pues sobre la mencionada ruta de mercaderes se pasa necesariamente por Aishmuqam (fotos 5 y 6). El prefijo Aish- es una forma deriva da de Isa, Jesús. Muqam significa «lugar de reposo», significando reposo durante breve tiempo. Así Aishmuqam es el «lugar en el que descansó Jesús en su viaje». Aishmuqam está situado a uno s 75 kilómetros al sureste de Srinagar. En el Nur Ñama se narra el recuerdo de que un príncipe llegó y descansó por algún tiempo en este lugar, que por ello lleva su nombre. En la m isma obra leemos que en este lugar fue muerto un espíritu maligno a manos de Brohan, que era un luchador en el tiempo de Jesús («Dastan-i-Kushta Sudan-i-Dev Az dasti-i-Brohan ke dar zaman-i -Issa pahalwani bud»). Aishmuqam es hoy lugar de culto musulmán. En nuestra visita al lugar supimos que c onservaban allí bajo llave la cornamenta de lo que llaman el «carnero de Dios». Algunos autores a firman que se conserva también ahí el «bastón de Jesús». Pero tanto los responsables de la custodia del Santuario de Aishmuqam durante nuestra visita, como el profesor Hassnain durante las largas sesiones de trabajo en su casa, nos indicaron que esto era una apreciación errónea, y que el bastón conservado en Aishmuqam era el bastón de Moisés. Vamos a verlo pues en detalle en el capítulo de Moisés, dejando constancia aquí de que para otros, el bastón que se conserva en Aishmuqam sería originalmente el de Moisés, que posteriormente habría sido usado por J esús. Antes de repasar todavía algunos documentos históricos que testifican el paso de Jesús por Cachemira, y antes también de hablar de su sepulcro en la capital, Srinagar, daré a continuación una breve lista de nombres de la historia y de la geografía cachemiras, que hacen referencia en sí mismos a Jesús. JESÜS, RADICADO EN CACHEMIRA Vamos a repasar ahora algunos textos que nos testifican la estancia de Jesús en Ca chemira, su segunda y última patria. Mulla Nadiri, el primer historiador musulmán de Cachemira, que escribió en persa, af irma en su obra Tarik-üKashmir, ya citada, que Yuza Asaf, el Yuzu de las tribus de Israel, proclamó su cualidad profética en el año 54. Leemos textualmente: El rey tomó el nombre de Gopananda y comenzó su actividad en el valle de Cachemira. Durante su rei-

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nado fueron erigidos y reparados muchos templos. Invitó a Sulaiman de Persia a emp render las reparaciones debidas en el trono de Salomón en el monte. Los hindúes presentaron objecione s diciendo que ya que no era un hindú y seguía otra religión, no podía reparar la tumba sagrada. Durante este período Yuza Asaf llegó a Palestina y proclamó su calidad de profeta en e l valle de Cachemira. Dedicó días y noches a las oraciones y fue muy piadoso y santo. Acercó al pue blo de Cachemira a las palabras de Dios. Muchos se convirtieron en discípulos suyos. El rey le pidió que condujera a los hindúes al camino recto. Sulaiman reparó el trono de Salomón y erigió los cuatro pilares con las siguientes ins cripciones: Constructores de estos pilares son Bhisti Zargar. Año 54. Y Khawaja Rukun, el hijo de Mirjan. Yuza Asaf proclamó su cualidad de profeta. Año 54. Él es Yuzu, de las tribus de Israel. El texto original de este pasaje está reproducido en la foto 46. Estas inscripciones (foto 47) seguían intactas y no se habían hecho ilegibles cuando Khwaja Haidar Malik Chadura escribió su Tarik-i-Kashmir, durante el reino de Jahangir (27 ). El santuario conocido por el nombre de Trono de Salomón (foto 48) está emplazado en lo alto de un monte que domina la ciudad de Srinagar por su lado Este. Desde lo alto de est e monte hemos tomado la vista de la capital que reproducimos en la foto 1. DIALOGO DE JESÜS CON EL REY DE CACHEMIRA En un antiguo libro escrito en sánscrito, el Bhavishya Mahapurana (28), atribuido a Viyas, escrito en el año 3191 de la Era Laukika, que corresponde al año 115 de nuestra Era, se informa qu e tiempo antes, en el año 48, el raja Shalewahin salió cierto día a dar un paseo por las montañas y en Voye n, cerca de Srinagar, vio a un personaje distinguido de complexión blanca, portando ropas blan cas. El raja le preguntó por su nombre. Jesús replicó que le conocían como el hijo de Dios, y como nacid o de una virgen. El raja se sorprendió, pero Jesús le explicó que le había dicho la verdad y que su misión era purificar la religión. Preguntado nuevamente, Jesús le informó que había proclamado su m inisterio en un país más allá del Indo, y que el pueblo le hizo padecer sufrimiento. Que había predicado el amor, la verdad y la pureza del corazón y que por esto era conocido como el Mesías. Doy a continuación la traducción exacta de los versos escritos en sánscrito, y reprodu cidos en las fotos 49 y 51: Shalewahin (año 39-50 d. de C), nieto de Bikramajit, asumió el gobierno. Rechazó a la s hordas

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ofensivas de los chinos, los partos, los scytas y los bac-trios. Trazó una línea de demarcación entre los territorios de los aryanos y los meleacos, ordenando a éstos que permane cieran al otro lado del río Indo. Cierto día, Shalewahin salió hacia los montes del Hi-malaya, y allí, en medio del país de los Hun, el poderoso rey vio a un personaje distinguido sentado cerca de una montaña. El santo era de complexión clara y llevaba vestidos blancos. El rey Shalewa him le preguntó quién era. Él replicó gustosamente: «Soy conocido como el hijo de Dios y nacido de una virgen.» Como él rey se asombrara por esta respuesta, el santo le dijo: «Soy el predicador de la religión de los meleacos y seguidor de principios verdadero s.» El rey le preguntó acerca de su religión y él le contestó: «Oh rey, vengo de un país lejano, en el que ya no existe la verdad y en el que el ma l no conoce límites. Aparecí allí en el país de los meleacos como Mesías. Por mí tuvieron que padecer lo s pecadores y los delincuentes y yo también sufrí a manos de ellos.» El rey le rogó que le explicara mejor las enseñanzas de su religión, y el santo le dij o: 150 «Enseña el amor, la verdad y la pureza del corazón. Enseña a los hombres a servir a Dios , que está en el centro del Sol y de los elementos. Y Dios y los elementos existirán siemp re.» El rey regresó después de haber dado su obediencia al santo. JESÜS, PADRE DE FAMILIA Voy a entrar ahora en el capítulo acaso más comprometido de este libro. Se me ha inf ormado en Cachemira de que Jesús tuvo allí por compañera a una mujer, y que de esta mujer tuvo h ijos. Pero el tema es delicado por cuanto las dos personas que me han informado de él, e l profesor Hassnain y el señor Sahibzada Basharat Saleem, descendiente directo de Jesús, han co ntestado a mis preguntas en forma un tanto recelosa y poco directa. Ambos están evidentemente convencidos de que Jesús tuvo hijos en Cachemira. Pero ambos también tratan este tem a con suma cautela, con un enorme rigor crítico, y con un evidente afán de evitar que esta historia trascienda a un conocimiento incontrolado, lo que podría dar lugar a que un hecho inicial verídico se interprete a través de un prisma deformador que transformaría en foco de sensacionalismo un aspecto de la vida de Jesús que en modo alguno debe tratarse así. Intento en este libro dar a conocer todo cuanto se sabe acerca de la que yo llam o la «segunda vida» de Jesús. Estoy por lo tanto obligado a reflejar aquí también este aspecto. Pero p

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or respeto a mis dos informadores citados, ambos personas de una amabilidad y de unas cuali dades humanas personales exquisitas, apelo también yo al buen criterio del lector para q ue en las líneas que siguen no vea sensación, sino afán de completar hasta sus últimos extremos un docu mento o dos-sier como quiere ser este libro. Yo tenía noticias de que en Srinagar vivía un descendiente directo de Jesús. Tenía, tamb ién, una entrevista acordada con él. Pero no tenía textos que avalasen su familiaridad con Je sús. Por ello pregunté a una persona neutral, al profesor Hassnain, si en Cachemira existían tradi ciones o textos que confirmaran que Jesús se hubiera casado, o hubiera tomado simplemente u na mujer en Cachemira. El profesor Hassnain me contestó que la única fuente escrita que él conoce sobre este tema es un antiguo libro persa, traducido al urdu, cuyo título es Negaris-Tan-i-Ka shmir. En este libro, según Hassnain, se narra la historia de que el mismo rey que vimos interrog aba a Jesús acerca de su condición, procedencia y enseñanzas, el rey Shalewahin, le dice a Jesús q ue necesita mujeres que cuiden de él, que le cuiden la casa, que le laven la ropa, que le haga n la comida, etc. El rey le ofrece a Jesús cincuenta mujeres. Pero Jesús le replica que él no necesita a ninguna, que nadie tiene que trabajar para él. Pero tanto insistió el rey, que al final Jesús acced e a tomar una mujer que le haga la comida, que le lave la ropa, que mantenga limpia su estanci a. Y según cuenta el profesor Hassnain, el mismo libro afirma que esta mujer tuvo hijos de Jesús. Esta mujer, me dice el profesor Hassnain, se llama Maryan. Y de esta mujer y de Jesús s ería descendiente el señor Sahibzada Basharat Saleem. El señor Sahibzada Basharat Saleem (foto 7) nos recibió en su casa de Srinagar. Afic ionado a la fotografía, apasionado de la pintura, poeta, es una persona de una sensibilidad po co común. A nuestra pregunta de si se consideraba descendiente de Jesús contestó que cuando él l e preguntaba a su padre acerca de este tema, su padre solía contestarle que el abuel o de sus abuelos era un santo profeta, de nombré Yuza Asaf. Solía explicarle también, siendo niño, que en el mismo distrito de Khanyar en el que está la tumba del citado antecesor, existe, mu y cerca de ella, un santuario en el que reposan los restos de un gran santo de C achemira, venerado por todos los habitantes de Srinagar. Pues bien, le decía su padre, este santo tan venerado y ta n importante de Cachemira, no es absolutamente nada comparado con el profeta que yace en la tumb a conocida por «Rozabal». Nos dijo también el señor Basharat Saleem que cuando alguien le preguntaba a su padr e si era descendiente de Jesús, él respondía siempre: «Sí, efectivamenté, pero nosotros le llamamos Y uza Asaf.»

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Sahibzada Basharat Saleem es hijo de Sahibzada Ghu-lam Mohiyuddin, que a su vez es hijo de Sahibzada Abdul Ahad, hijo de Sahibzada Abdus Samad, hijo a su vez de Sahibzada Abubekr. Y así, siguiendo una larga lista, el señor Sahibzada Basharat Saleem conserva en Srina gar, Cachemira, el árbol genealógico completo de su familia desde Jesús hasta él, Sahibzada B asharat Saleem, descendiente vivo hoy, 1976, del Mesías. Preguntado también él acerca del nombre de la mujer que dio hijos a Jesús, nos dice qu e se llamaba Mar-jan, y que era oriunda de una de las idílicas aldeas de pastores que a bundan en el valle de Pahalgam. Viene al caso aquí otra vez el antiguo libro de historia persa, el Rauzat-us-Safa, ya mencionado con anterioridad. Si bien no parece ser que su texto guarde relación con estos des cendientes de Jesús que acabamos de ver, sí se cita ya allí el hecho del casamiento de Jesús. Leemos literalmente: Se dice que después de su descenso del mundo superior, Isa (Jesús) vivirá 40 años más, se casará, tendrá hijos, combatirá a los enemigos de los musulmanes, y exterminará a todas las naciones que sigan otras religiones (29). Debo mencionar además aquí que el padre de Sahib-zada Basharat Saleem, así como su abu elo, eran hombres admirados y recordados en Cachemira por sus excepcionales dotes par anormales de curación. Sahibzada Basharat Saleem, que es hombre por todos conocidos en Srina gar, nos contó que cierto día un hombre, al saber de quién era hijo, se arrodilló ante él y le contó lo siguiente acerca de su padre: el hombre tenía un hijo que estaba gravemente enferm o. Los médicos ya no podían curarlo. Entonces le pidió consejo a su padre. Éste le dijo que ora ría por él; le dijo que fuera a su casa y orase también. A punto de morir el muchacho, de re pente a medianoche pidió leche y por la mañana estaba sano y se levantó. Párrafo de una carta enviada por Basharat Saleem al autor, en la que el descendiente de Jesús especifica el nombre de la mujer que vivió con Jesús en Cachemira: MARJAN. Basharat Saleem recuerda también otro caso de una mujer que ya desahuciada por los médicos del hospital, en Cachemira, es visitada por su padre, quien ordena que la saquen del hospital y la lleven a su casa. Al cabo de pocos días volvía a estar sana. Hablando un poco de su propia vida, Basharat Saleem nos cuenta que en un princip io le interesaba la política, pero, nos dice, los políticos no son honestos. Él siempr e ha opinado que se puede ayudar a los pobres cuando se tiene poder, pero que se ha ido dando cuenta de que los políticos sólo usan su poder para ellos mismos. Basharat Saleem escribe poesía, pero n o con fines lucrativos; quiere que el dinero se distribuya entre los pobres. Nos cuent a que por tradición

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familiar el hijo mayor de cada generación de su familia es el encargado de mantene r en buen estado el edificio conocido por «Rozabal», el edificio que alberga el cuerpo de Jesús en Srinagar. Su hermano vive junto a este edificio. Solicitó al Gobierno el arreglo del lugar, acondicionando un jardín alrededor del edificio, pero el Gobierno no accedió a estas peticiones. Él m ismo, Basharat Saleem, está demasiado ocupado en sus propios negocios y no puede ocupars e personalmente del edificio. Paga a un hombre para que lo conserve, lo cuide y at ienda a las visitas que llegan a la tumba. Muchas veces al año él, Basharat Saleem, va con toda su familia a rendir visita a la sepultura de Jesús. Basharat Saleem, descendiente de Jesús, figura en el famoso Who is who?, volumen a siático. Leemos allí que nació el 14 de agosto de 1934 en Srinagar. Que fue editor de un diar io, siendo ahora propietario hotelero. Y leemos también allí que fue líder político encarcelado y d etenido repetidas veces, la última de ellas en 1965, durante el conflicto indo-pakistaní. Y para finalizar esta breve visión biográfica del descendiente vivo de Jesús, quiero n arrar aquí una pequeña anécdota que dará fe de su cualidad humana: La víspera del día de nuestra marcha de Cachemira, estuvimos charlando con Basharat Saleem durante buena parte de la tarde en su casa de Srinagar. Luego fuimos a cenar a c asa del profesor Hassnain. Al cabo de tres horas de una excelente cena al estilo musulmán, nos aper cibimos de que nos habíamos olvidado en casa de Basharat Saleem nuestra cámara fotográfica. Fuimo s allí y nos dicen que Basharat Saleem está fuera con nuestra cámara buscándonos. Nuestro amigo salió a pie, ya que como la inmensa mayoría de cachemires, no posee vehículo propio. Nosot ros damos media vuelta y volvemos en nuestro taxi, que a medio kilómetro de la casa de Basharat Saleem se queda sin gasolina, circunstancia que nos da tiempo a que al volver a arrancar nos crucemos por el camino con Basharat Saleem que regresaba a su casa aún con la cámara en la mano. Basharat Saleem sabía únicamente que vivíamos en una barca-casa en el lago Nagin . Pero ignoraba con exactitud cuál era nuestra barca concreta. Así, durante cuatro largas h oras había estado recorriendo los lagos Nagin y Dal, que comunican entre sí, bajo la lluvia y e n bote, preguntando de barca en barca si nos conocían. Todo por llevarnos una cámara fotográfi ca que nos habíamos olvidado en su casa. No habiéndonos encontrado, regresaba a casa con la cámara, dispuesto a trasladarse a primera hora de la mañana siguiente a las oficinas de la compañía de vuelo, y en caso necesario hasta el mismo aeropuerto situado algo más lejos de la ciudad. Para terminar ya, señalaré que el nombre Basharat significa, traducido, «mensaje», y que el nombre Saleem significa «bueno». Se da así la curiosa circunstancia de que el descendi

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ente vivo, hoy, de Jesús, se llama «la buena nueva». LA MUERTE DE JESÜS EN CACHEMIRA El gran escritor e historiador oriental AlShaikh-us-Sádiq Abi Ja'far Muhammad ibn 'Ali ibn Husain ibn Musa ibn Baibuyah alQummí, conocido también por Shaikh al Sa'id-us-Sádiq, muerto en Khurasan en el año 962, hace mención de los viajes de Yuz Asaf en su famos o libro Kamál-ud-Din vas Tmám-un-Ni'mat fi As-bát-ul-Ghaibut was Ksf-ul-Hairet, llamado también Ikmál-udDin. Este libro es considerado por los orientalistas occidentales como al tamente valioso. Fue impreso por vez primera por Aga Mír Báqar en la Sayyid-us-Sanad Press en el Irán, en el año 1882, y traducido al alemán por el profesor Müller de la Universidad de Heid elberg. El autor ha viajado intensamente para recoger material para éste y para otros libros. En este libro concreto se menciona el primer viaje de Jesús a Ceilán y a otros lugares. Su segundo viaje, que terminó finalmente en Cachemira, también queda mencionado. También se citan brevemente sus palabras y sus enseñanzas, que son similares a las palabras de Jesús tal como nos la s refieren los Evangelios. Asimismo queda descrita en el libro de Shaikh al Sa'id-us-Sádiq, la escena de la m uerte de Jesús. Se dice allí que Jesús, al sentir la aproximación de su muerte, envió a buscar a su discíp ulo Ba'bat (Tomás) y le expresó su último deseo referente a la continuación de su misión. Indi có a Tomás que construyera una tumba sobre su cuerpo en el lugar exacto en que expirase . Se estiró entonces con sus piernas dirigidas hacia el Oeste y su cabeza hacia al Este y mu rió. Esta escena queda descrita en las páginas 357 y 358 del mencionado libro. Comparativamente quiero mencionar aquí que también el profeta Mahoma dijo que Dios s e haría cargo de su alma en el mismo lugar en que muriera. Por esta razón Mahoma fue enter rado en la estrecha estancia de su mujer Hadrat Ayesha, en la que expiró (30). LA TUMBA DE JESÜS EN CACHEMIRA La tumba que según el relato anterior, fue en principio erigida por Tomás sobre el c

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uerpo de Jesús, en el sitio exacto donde éste expiró, está situada en el distrito Khanyar, en ple no centro de la ciudad de Srinagar, capital de Cachemira. En la calle puede verse en un poste de tendido eléctrico un cartel azul con la inscripción en blanco «Rozabal», contracción de las palabr as «Rau-za Bal» (foto 20). El nombre Rauza se aplica únicamente a las tumbas de los profe tas, mientras que las tumbas de los santos se llaman Zidrat. El edificio en sí es una construcción rectangular, a la que está adosado un pequeño vestíb ulo de entrada (fotos 21 y 22). Detrás del edificio se extiende un camposanto musulmán. Tod as las tumbas de este camposanto están orientadas, según la costumbre islámica, de Norte a Su r (foto 18). Al penetrar en el Rozaba!, se entra primero en una galería, que rodea a la cáma ra interior (foto 17). A esta cámara interior se accede a través de una ventana. A la izquierda de esta ventana está adosado un plafón de madera, que sustituye al plafón que llevaba la leyen da original, y que ha desaparecido (fotos 15 y 16). El texto de este nuevo plafón enc abezado por las palabras Ziarat Yuza Asaf Khanyar (la tumba ^es de destacar que en este plafón se e mplea la palabra Ziarat, que vimos se aplicaba a la tumba de los santos > de Yuza Asaf, Kha nyar) indica que ahí reposa Yuza Asaf, que llegó al valle de Cachemira muchas centurias an tes, y dedicó su vida a la oración y a la prédica de la verdad. El plafón actual fue colocado p or el Departamento de Arqueología del Estado de Cachemira. Sobre el piso de la cámara interior del edificio, se aprecian dos túmulos o losas se pulcrales (fotos 8 y 9). La mayor de ellas, que está situada en la mitad norte de la cámara, es la qu e corresponde al sepulcro de Jesús. La losa más pequeña, situada en la parte sur o sea contigua a la ventana de comunicación, corresponde a la sepultura de un santo musulmán del siglo xv, Syed Nas ir-udDin, cuya devoción por Jesús no tuvo límites y que, de acuerdo con sus deseos, fue ent errado junto a la tumba de Jesús. Estos dos túmulos o losas sepulcrales están también orientada s según la costumbre musulmana de Norte a Sur. Pero la sepultura real de Jesús, situada en la cripta que hay debajo de esta cámara interior del edificio, está orientada según la costumbre judía de Este a Oeste. Según hemos visto en el capítulo anterior, todo este edificio conocido por el nombre de Rozabal habría sido construido sobre el cuerpo de Jesús que yace en su cr ipta en el lugar y en la posición exacta que adoptó al morir. A la cripta inferior, en la que yace el cuerpo de Jesús, se puede bajar únicamente a través de una escalera de acceso desde el exterior del edif icio. Plano urbano de Srinagar, capital de Cachemira, con señalización del lugar en que se

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encuentra la tumba de Jesús. Hoy, esta escalera está tapiada y sólo queda de la apertura una pequeña rendija que da a la calle situada en el lado oeste del edificio (foto 19). Siendo edificio sagrado para mu sulmanes y también para hindúes, para penetrar en él hay que descalzarse previamente. En la cámara interior, los túmulos funerarios de Jesús y de Syed Nasir-ud-Din están cubiertos por u n armazón de madera labrada (fotos 10 y 11). En el ángulo noroeste de la cámara interior, está emplazado un bloque cúbico de piedra, a ras de suelo. Este bloque sirve de basamento para la colocación de cirios, motivo por el que estaba siempre cubierto de una espesa capa de cera (foto 12). Nos cuenta el profesor Hassnain que un buen día, limpiando esta capa de cera, apar eció primero, incrustada en ella, un rosario, y luego, una vez limpiada completamente la super ficie de piedra de la cera que la cubría, aparecieron en su cara superior lo que parecían ser las hu ellas o impresiones de dos pies, que mostraban los vestigios de las heridas de la crucif ixión. Luego, en nuestras visitas personales a la tumba de Jesús, pudimos comprobar que l as huellas no eran tales, sino que se trataba de la reproducción, grabada en la piedra por algún a ntiguo y desconocido artista, de las plantas de dos pies humanos de considerable tamaño que mostraban evidentemente apreciables huellas de heridas cicatrizadas: una cicatriz redonda en el pie izquierdo y una cicatriz en forma de pequeño arco en la planta del pie derecho (fo to 13). Plano de la tumba de Yuz-Asaf (¿Jesús?) Cabe suponer que alguien quiso en tiempos pasados dejar testimonio imborrable, e n esta piedra, de una importante característica las huellas de su crucifixión del hombre excepcional allí enterrado: Jesús. Para tomar las fotos desde el interior de la cámara pequeña del Rozaba!, tuvimos que entrar en él a primeras horas de la mañana, y trabajar a puerta cerrada, ya que no está permitido entrar en la cámara interior, en la que se hallan los dos túmulos funerarios. En nuestras visitas al Rozaba! nos acompañó siempre el hombre que guarda las llaves del mismo, el hombre encargado de l a custodia del edificio (foto 14). A continuación reproduzco la entrevista que le hicimos dentro del mismo Rozabal: Pregunta: ¿Por qué es usted el celador del Rozabal? Contestación: Por tradición familiar, mi padre lo fue y antes de él mi abuelo, y antes mi bisabuelo.

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Pregunta: ¿Pero no es usted familiar de Basharat Saleem? Contestación: Sí, soy pariente lejano de Basharat Saleem. (Aquí debo aclarar que preguntado por nosotros Basharat Saleem si el celador del R ozabal era familiar suyo, nos contestó con un rotundo no. Dijo que era únicamente el hombre al que él había encargado que se cuidara del edificio.) Pregunta: ¿Cree usted que es ésta la tumba de Jesús? Contestación: Es la tumba de Yuza Asaf. Pregunta: ¿Puede usted decirme de quién es el segundo túmulo funerario, el más pequeño de los dos? Contestación: Yuza Asaf era un personaje de estatura elevada, por lo cuál no era suf iciente darle un solo túmulo, sino que fueron necesarios dos. (Otras personas de Srinagar nos afirmaban firmemente que el segundo túmulo, la seg unda tumba, era la de un emisai 'o egipcio enviado en tiempos antiguos a Cachemira. A mbas son versiones erróneas, y es evidente que las contestaciones del celador del Rozabal, son las contestaciones que da un hombre sencillo, ignorante del contexto histórico relacio nado con el edificio sagrado del cual es cuidador únicamente en cuanto a su mantenimiento físico .) Pregunta: ¿Qué religión profesa usted? Contestación: La musulmana. Pregunta: ¿Para qué confesiones religiosas es santuario este edificio? Contestación: P ara musulmanes, cristianos, judíos e hindúes. Se dice que desde tiempos antiquísimos mucha gente, de todas las confesiones, viene a rendir culto a este lu gar. Así lo atestiguan las firmas recogidas en el libro de firmas del Rozabal. Pregunta: ¿Cuál es, a su criterio, el personaje más importante que ha visitado este lu gar? Contestación: Lo han visitado muchos eruditos y profesores, pero para mí particularm ente, creo que la persona más importante que ha visitado el Rozabal es el tío de nuestra primer ministro Indira Gandhi. Además, algunas importantes estrellas de cine. Pregunta: ¿Recuerda usted a algún sacerdote cristiano que haya visitado la tumba? Contestación: Es posible que haya venido alguno ya que hay diversas escuelas crist ianas aquí, pero no recuerdo a ninguno en concreto. Actuó de intérprete en esta entrevista el hijo del profesor Hassnain, el señor Fida, q ue nos acompañó durante gran parte de nuestras investigaciones en Cachemira. Digamos para finalizar, que entre la gente de Cachemira que visita el lugar y de posita sus ofrendas allí, la tumba es conocida como la de Hazrat Yuz Asaf, o la de Nabi Sahib (el profeta) o Shahzada Nabi (el príncipe profeta), y también como la de Hazrat Isa Sahib (Jesús). DECRETO OFICIAL REFERIDO AL «ROZABAL»

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El celador de la tumba de Jesús conserva un antiguo decreto (foto 52) que establec e que dicha tumba es efectivamente la de Yuz Asaf o Jesús. Es un decreto extendido a favor de Rahman Mir por cinco muftis (jueces) de Srinagar. Lleva sus sellos y firmas y está datado en el año 1766. El texto completo de su contenido es el siguiente: En este reino, en el Departamento de Instrucción y Religión y en la Corte de Justici a, Rahman Mir, hijo de Bahadur Mir, manifiesta que nobles y ministros y reyes y altos dign atarios y el público en general acuden de todas direcciones al sagrado edificio de Yuz Asaf pro feta, Dios le bendiga, para rendir su homenaje y hacer ofrendas, y afirma que él está absolutament e autorizado para recibir y utilizar estas ofrendas y nadie más que él tiene este dere cho y que todos los demás deben ser impedidos de interferir en sus derechos. Después de comprobar las evidencias se estableció que en el reino de Raja Gopadatta, quien reparó el edificio sobre el monte Salomón y edificó muchos templos, un hombre vino cuy o nombre era Yuz Asaf. Era un príncipe de linaje y se desprendió de todos los asuntos mundanos y fue un legislador. Solía entregarse a la oración a Dios, de día y de noche; pasó largos ratos solo en meditación. Esto sucedió después del primer gran diluvio de Cachemira y cuando la g ente se había entregado al culto de los ídolos. El profeta Yuz Asaf fue enviado como profeta para predicar al pueblo de Cachemira. Solía proclamar la unidad de Dios hasta que la muerte le sobrevino y murió. Fue enterrado en Mohalla Khanyar en la ribera del lago, en el lugar conoc ido por «Rauzabal». En el año 1451 Syed Nasir-ud-Din Rizvi, un descendiente del Imam Moosa Ali Raza, fue enterrado junto a Yuz Asaf. Dado que el lugar es visitado regularmente por todos, hombres importantes y gent e modesta, y el mencionado Rahman Mir es el celador hereditario del lugar, queda autorizado p ara recibir las ofrendas que se depositen allí, y nadie más tiene ningún derecho o conexión con las mencionadas ofrendas. LADAKH, TIERRA DE JESÜS Y DE CRISTIANOS Ladakh, el distrito más norteño del estado de Jammu y Cachemira, una de las regiones más elevadas habitadas por el hombre, acaba de abrir sus puertas hace escasos años a l

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os visitantes extranjeros. Ladakh ofrece un fascinante paisaje lunar, en el que la tierra y el cielo parecen juntarse y simbolizar la cumbre del mundo. Es un enorme desierto de arena del qu e surgen oscuras montañas de granito dorado. Capital de este «pequeño Tibet», como también se le ll ama, es Leh, la ciudad que ya vimos al hablar del primer viaje de Jesús a Oriente. A es casos kilómetros se halla la lamasería de Hemis, en la que No-tovitch halló los manuscritos qu e narraban esta primera visita de Jesús a la India, al Tibet y a Cachemira. Merrick, en su obra In the World's Attic, explica en su página 215 que este monast erio de Hemis, en Ladakh, posee documentos en lengua tibetana y en lengua pali que hablan de lo s días que Jesús pasó en Leh, en donde fue recibido con alegría y en donde predicó. Ladakh y su vecina el Tíbet, fueron además regiones elegidas por los primeros cristi anos. En Tangtsé, a 96 kilómetros de Leh, capital de Ladakh, hay rocas con inscripciones de l os antiguos cristianos nestorianos, místicos que pasaron por Siria y se instalaron en Tangtsé. E n estas rocas, junto a las inscripciones, hay grabadas cruces de San Jorge. Cedida gentilmente por el profesor Hass-nain me place publicar aquí por vez primera la foto d« las mencionadas cruces ( foto 45). Me parece significativo el hecho de que los cristianos nestorianos se hubieran i nstalado precisamente aquí ya que esta rama del cristianismo tiene su origen en Nestorio, patriarca de Constantinopla de los años 428 al 431, el cual negaba la unión de la naturaleza divi na y la humana de Cristo, afirmando en consecuencia que María era solamente madre de Jesús y n o de Dios. Según él, la naturaleza divina sólo «inhabitaba» la naturaleza humana de Cristo. Su doctrina fue condenada en el Concilio de Éfeso, en el año 431. El nestorianismo, baj o el gobierno de un katholikós, fue Iglesia nacional en Persia y alcanzó grandes éxitos mis ionales en la India, en donde tienen afinidad con los cristianos de Santo Tomás, en Turques-tán , en China, y entre los mongoles. La persecución sufrida en el siglo xiv bajo Tamerlán produjo muc hos mártires y casi aniquiló la secta. En el siglo xvi, los nestorianos caldeos se uniero n a Roma. Restos de los nestorianos aniquilados por los turcos en 1914-1917 subsisten aún en el nor te del Irak. Hablando de los cristianos nestorianos, Marcelle Lalou escribe en su obra Las re ligiones del Tibeí (31) que su expansión pudo establecer contacto, durante la alta Edad Media, co n las tribus tibetanas acampadas en el Asia Central donde pretendían constituirse en Imperio. J. Dauvi-llier hace referencia a una inscripción china grabada en una tableta de piedra (conserva da en la actualidad en el Museo Ueno de Tokio) cuya traducción, realizada por Saeki, le ind uce a creer que un general chino, antiguo cristiano caldeo de origen persa, habría ejercido su pro-selitismo en las tribus tibetanas que gobernaba, entre 656 y 661.

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El cristianismo de rito caldeo penetró en el Tibet propiamente dicho. En Drang-tse , cerca del lago Pang-kong, en la ruta de las caravanas que conduce a Lhasa, fueron descubie rtas tres grandes cruces caldeas grabadas sobre roca, acompañadas de inscripciones en tibeta no (indescifrables hasta el momento), en sogdiano y en kutcheano, y de dos caracteres chino s. La inscripción sogdiana presenta el nombre de Jesús y una fecha que debe corresponder a l año 825 u 826. Las comunidades caldeas del Tibet debieron alcanzar bastante importancia, pues c ontaban con un metropolitano, lo que supone varios obispos por debajo del mismo. El patriarc a Timoteo I, entre 792 y 798, en dos de sus cartas hace mención a los cristianos tibetanos y an uncia que se dispone a consagrar un metropolitano «para el país de los tibetanos». Puede que existi era un clero tibetano de rito caldeo. En un fragmento de un rito tibetano hallado en el escondrijo de la gruta de los mil budas de Tuen-huang, figura una cruz de tipo sasánida. Jean Dauvillier ha admitido, al igua l que yo lo hice, que este dibujo procedía de un taller local de escribas tibetanos. Mas en la actualidad no estoy tan convencida de ello sigue escribiendo Marcelle Lalou *, ya que las inscrip ciones de unos manuscritos tibetanos de la misma procedencia, descifradas hace poco, señalan que se produjo la transferencia de algunos textos del Tibet en la región de Tuen-huang, d e suerte que esta cruz pudo ser trazada en el documento antes de su llegada al Kan-su. Por otra parte, ya he destacado repetidamente la importancia de un documento man uscrito encontrado en la misma gruta ^prosigue la autora^ . Su procedencia permite datarlo aproximadamente del año 800 al 1035, pero los trazos arcaicos de escritura hacen q ue me incline a considerar que se trata de uno de los manuscritos tibetanos más antiguos de los aportados por Pelliot. Es una recopilación de textos, uno de los cuales está dedicado al tema de l a salvación por los Bodhisattvas de los seres caídos en el infierno, mediante la revelación de las fór mulas mágicas de estos salvadores. El mismo tema está desarrollado en el Karandavyüha, donde el salvador es Avalokiteshvara y su fórmula redentora «Om mani padme hum». Pero lo más interesante es que el manuscrito de Tuen-huang es «Om mani padme hum». Pelliot opina ba que esta plegaria tan reiterada y famosa que ha invadido todo el Tíbet, donde se encue ntra grabada sobre rocas, muros y objetos, y que es constantemente repetida por los devotos o lanzada al viento por sus molinos de oraciones, no se conocía antes del año 1000. Por otra part e dicha fórmula no aparece ni una sola vez, ni tan siquiera garabateada, en la enorme masa (cerca de 300 kilogramos de peso) de manuscritos tibetanos que Pelliot se trajo de Tuen-huang a París. El documento en cuestión presenta, sin embargo, un interés mucho más general, pues ilu

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stra el desarrollo de las creencias soteriológicas en un medio popular en el que se mezcla ban grandes corrientes religiosas. Absorbidas por el budismo, estas creencias se hallan expu estas en dicho texto, de modo que habrá que concederle un lugar preeminente en la historia, muy c ompleja y no escrita todavía, de la doctrina y del culto de los Bodhisattvas salvadores. Este manuscrito se titula Exposición del camino del muerto: guía hasta la santa mora da de los dioses y describe las direcciones funestas que debe evitar el difunto a fin de a lcanzar la mansión divina. Sin lugar a dudas, formaba parte de un ritual funerario que, al igual qu e el libro de los muertos tibetano todavía en uso, conduce al extinto en su migración mediante la audi ción de la recitación del texto. Estas instrucciones post mortem ponen de manifiesto la creen cia en la posibilidad de guiar al espíritu, como puede hacerse con los aparatos teledirigido s. Las admoniciones del oficiante suplen los conocimientos que el difunto no adquirió en su vida con la práctica del yoga o del ascetismo. El automatismo retributivo de la ley del Karman se ve completamente interrumpido por la acción salvadora de los Bodhisattvas, desencaden ada por las plegarias. Puede que el difunto hubiese caído en un mal camino, pero las causas de un castigo retributivo poco importan; el Bodhisattva salvador interviene siempre que se le invoca. La ley fatal del Karman se ve moderada por una doctrina de misericordia y de redención, motivadas por la acción de un tercero. La doctrina budista de los Bodhisattvas salvadores presupone una fatalidad parec ida, aunque sin tener en cambio este carácter post mortem. No obstante, no es extraño encontrar en l os textos del vehículo de los Bodhisattvas, donde se enseña que éstos anteponen la salvación del prójimo a la suya propia, dos nociones contradictorias emparejadas: la del juicio de los muer tos por un Dios y la del automatismo del Karman. En el manuscrito de Tuenhuang, que no se trata d e una obra canónica, el difunto puede librarse tanto del juicio como del automatismo; sólo cuan do se haya convertido en un hombre-Dios será juzgado por Indra, aunque no sea de ordinario a esta divinidad a quien se encomiende dicho papel. El dictamen, además, no implica sanci ones de premio o de castigo. El juicio a los muertos es, pues, extremadamente restringid o y es en realidad la ley kármica la que actúa decisivamente. No parece absurdo pensar, en consecuencia , que este documento lleve las trazas de la creencia cristiana en la redención. Muy posterior mente, durante los siglos xvn y XVIII (ignoramos si también anteriormente), unos misioneros itali anos, capuchinos y jesuitas, mantuvieron un estrecho y prolongado contacto con los doc tores tibetanos. Uno de aquéllos, Hipólito Desideri, llegó a Lhasa en 1716 y residió varios meses en los monaste-

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rios lamaicos, encontrándose en 1721 todavía en Lhasa. Me he extendido en este texto de Marcelle Lalou, porque nos va a interesar más ade lante, cuando establezcamos relaciones entre el budismo y el cristianismo. LA CRUCIFIXIÓN DE SANDIMAN En toda la historia de la India sólo se tiene noticia de una única crucifixión. Precis amente, aquí en Srina-gar, capital de Cachemira. El suceso está referido relacionado con Jesús ' en la obra Rajatarangini, escrita en el año 1128 por Kalhana, en sánscrito. La traducción del pas aje en que se refiere la crucifixión mencionada, es como sigue: San Issana (Jesús) vivía en Ishbar en la ribera del lago Dal en Cachemira. Fue un sa nto de gran reputación y sus prédicas fueron escuchadas por todos y tuvo muchos devotos. Uno de sus principales discípulos, Sandiman (conocido también por Sandimati) fue. encarcelado p or un tiempo de diez años. Al cabo de cierto tiempo Sandiman fue crucificado. San Issana acudió y vio tres sentencias escritas en la frente de Sandiman: 1 2 3 Este hombre vivirá una vida pobre; Al cabo de diez años de prisión, será crucificado; Y después de su resurrección, será el rey. Sandiman fue crucificado en un recinto cercado, y la multitud presenció el acto de la crucifixión. Durante la noche, mujeres santas se acercaron y rodearon su cuerpo. San Issana e ntristeció y acudió al lugar y al tercer día, Sandiman volvió a la vida. La gente acudió para verle asombrada y le ofreció el trono de Cachemira. Él rehusó aceptar este ofrecimiento. Per o la gente no le dejaba marchar y aceptó finalmente ser su rey. Sigue diciendo el autor que este extraordinario acontecimiento de la crucifixión, la única mención similar en la historia antigua de Cachemira, merece atención debido a que el incidente de la crucifixión de Jesucristo se repitió aquí. Es también una rara coincide ncia, continúa, el hecho de que Jesús sea conocido por el nombre de Issa en el Este. El citado Issana de Cachemira, de quien se dice fue un gran santo, no es otra persona que Jesucristo. Su discípul o fue crucificado y obtuvo la resurrección de manos de Issana. Éste fue un santo que vivía en Ishbar, qu e significa el lugar de Issa, lugar que sigue siendo reverenciado por una parte del pueblo d e Cachemira. Este hecho está mencionado en diversas obras históricas de Cachemira.

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COMPROBACIÓN CRONOLÓGICA Para comprobar también desde el punto de vista cronológico la probabilidad de que Yu z Asaf fuera en efecto Jesús, debe determinarse la época de la llegada y de la muerte de Je sús en Cachemira. Para ello deben fijarse los períodos de los reinados de Gondafras, Gopa datta, Shalewahin y Raindatta, este último llamado en ocasiones también Zaindatta o Venadat ta. Aparte de las inscripciones y de las monedas no hay otra guía válida para nosotros q ue el historiador Pandit Kulhana, que compuso el Rajatarangini durante los años 1148 y 1 149. Es el escrito histórico más antiguo acerca de las dinastías que desde los primeros períodos ha sta el tiempo del autor, dominaban en Cachemira o estaban relacionadas con dicha región. Las antiguas crónicas usadas por Kulhana se han perdido todas. Por lo tanto los historiadores d e Cachemira tanto hindús como musulmanes, deben proseguir su obra a partir de la de Kulhana. El Rajatarangini es preponderantemente legendario en sus primeros tres tarangs, pero sus narraciones adquieren una base histórica firme con el cuarto tarang. Historiadores tales como Fleet, Ferguson, Lassen, Levi, Prinsep, Wilfred, Wilson y otros han intentado ve rificar la cronología de Kulhana, y han intentado clarificar la posición aplicándole diversos tes ts y cotejando sus calculaciones con nombres históricos de Cachemira cuyos períodos de re inado eran conocidos con aproximación. Pero desgraciadamente la historia antigua de la I ndia es en gran parte legendaria y muchos personajes míticos tales como espíritus del mal, etc. , están tratados como personas reales. Los escritores occidentales citados, al ocuparse del período antiguo de la historia de la India, se topan así con constantes confusionismos, au mentados por la circunstancia de que las eras son muy numerosas en la India antigua, siendo algu nas de ellas oscuras en sus orígenes y en su aplicación. Siguiendo a Nazir Ahmad, expongo a conti nuación algunas de las eras a que haremos referencia, con comparación de años, adoptando com o referencia los años 1 y 1950 de la Era Cristiana: Eras Año Año Era Cristiana 1 1950 Era Hebrea 4004 5954 Era Kalyugi 3101 5051

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Era Era Era Era Laukita 3076 5026 Bikrami 57 2007 Shalewahin 78 d. JC. 1877 Musulmana 622 d. JC. 1369 Ahora, y siguiendo el interesante estudio de Nazir Ahmad, calcularemos las fecha s de los acontecimientos más relevantes conectados con la vida de Jesús o Yuz Asaf. En primer lugar, la estancia de Jesús y Tomás en Ta-xila. De acuerdo con el Acta Thomae estuvieron en Taxila durante el reinado del rey Gondafras. Una antigua inscripción recobrada de Taxila, y que se conserva ahora en el Museo de Lahore, relacionada probablemente con la boda de Abdagases, recuerda que: En el año 26 del gran rey Gondafras en el año Sam-vat 103 y en el mes de Baisakh en el cuarto día... (32). Esta inscripción es incompleta, pero se refiere al año Samvat y el mes indicado es B aisakh. Ambos indican que se está usando la Era Bikrami. Esta Era comenzó 57 años antes de la Era Cristiana. Así pues, el año 103 corresponde al año 46 de la Era Cristiana. Ocurriendo esto en el año 26 del reino de Gondafras, éste debe haber comenzado a reinar en el año 20 después d e Jesucristo. El profesor Rapson, en su Ancient India, dice: Gondafras, rey del Noroeste de la India o de la gran India, unificando a los ant iguos reinos de los partos y de los sákas, reinó del año 21 al año 50 después de Jesucristo (33). Sir Vincent Smith, en su Early History of India, dice: Después de una serie de mandatos y aproximadamente hacia el año 20 después de Cristo, Azes fue sucedido por Gondafras, que parece haber conquistado Sind y Aracosia, erigiénd ose en dueño de un vasto dominio, libre nuevamente del control de los partos. Cuando murió hacia el año 60 después de Cristo, su reino fue dividido, pasando el Punjab occidental a mano s del hijo de su hermano Abdagases... y el país, en el lapso de unos 6 a 10 años, fue anexionad o por los reyes de Kushan. Los Yuen-chis, como fueron llamados los reyes de Kushan, conqui staron efectivamente Kabul en el año 50 después de Cristo (34). Es obvio, pues, constatar que Jesús y Tomás estuvieron en Taxila antes del año 60 de n uestra Era, y, en el caso de que el profesor Rapson estuviera en lo cierto, antes inclu so del año 50. Si pasamos ahora al Bhavishya Mahapurana, Jesús se entrevistó con el rey Shalewahin en Voyen, cerca de Sri-nagar. Para determinar la fecha exacta de este encuentro, de bemos retroceder y repasar algunos hechos históricos. Kadephsis I se autonombró jefe del Norte de la India hacia el año 60 de nuestra Era (35). Kanishka fue su virrey en Purushpura (Peshawar). Completó la sumisión de Cachemira,

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y algún tiempo después (en el año 73 después de Cristo), los reyes de Kashgar también se le some tieron. Ni Kadephsis ni Kanishka depusieron a los monarcas reinantes en estos países. Se c ontentaron con el pago de los tributos, porque buscando una patria tenían el ojo puesto en As ia Central, y no en la India. Durante esta época, Shalewahin apareció como vencedor de los brahmanes contra los sa kas (36). Los expulsó del Norte de la India, incluyendo Cachemira. Abandonó Cachemira hacia el año 78 después de Cristo (37). Conmemoró su victoria introduciendo una nueva Era, a la que llamó según su propio nombre: la Era de Shalewahin. Comienza el primer Baisakh del año 317 9 de la Era Kalyugi, correspondiente al 14 de marzo del año 78 de la Era Cristiana (38). L os no cachemires la llaman la Era de Saka, y bajo este nombre se la conoce también en el sur de la India. Shalewahin no permaneció mucho tiempo en Cachemira ya que tuvo que marchar inmediatamente hacia Deccan, en el sur de la India, para sofocar una rebelión. Por lo tanto, Jesús debe haberse entrevistado con él en Voyen, cerca de Srinagar, hacia el año 78 de la Era Cristiana. Veamos ahora las inscripciones de los pilares del «Trono de Salomón», mencionadas en l a obra Tarikh-i-Kashmir, de Mulla Nadiri. El año indicado en estas inscripciones es el 54 . Vamos ahora a localizar la Era usada. Para comenzar, las inscripciones están hechas en escritu ra khat-i-sulus, y no en escritura nastáleeq. La escritura Sulus estaba en uso desde tiempos remotos en Persia, y continuaba usándose en la India y Afganistán hasta el tiempo de Taimur. Éste invadió la India en el año 1398 después de Jesucristo, momento en el que uno de sus contemporáneos, Mir Al i Tabrezi, introdujo la escritura persa actual conocida por nastáleeq. El año mencionado en las inscripciones puede ser el año 54 o el año 154 según afirma Pir zada Ghulam Ha-san (39). En la tabla que reproduzco a continuación, debida a Nazir Ahma d, éste da todas las eras posibles a las que puedan referirse las inscripciones. Considerando que diferentes períodos han sido especificados por diferentes autores , sólo podemos determinar la Era usada en las inscripciones por un proceso de eliminación . Consideremos la Era musulmana. El Major Colé dice que fue ésta la Era usada, y además afirma, sin alegar razones, que el año fue el 1676 de la Era cristiana (40). Pandit Ram Ch and Kak mantiene la misma opinión y afirma que las inscripciones fueron hechas durante el reinado de Shah-Yahan, el emperador mongol (41). Pero la historia no recuerda que las repar aciones de este templo fueran realizadas durante ninguno de los dos períodos mencionados por ellos . Además no se explica cómo no fue usada la escritura nastaleeq, cuando ya durante el reino de Jahangir,

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padre de Shab-Yahan, todas las inscripciones en Cachemira fueron escritas exclus ivamente en esta escritura. Sirva de referencia por ejemplo una inscripción en Verinaq, la fuente del río Jhelum , que fue grabada durante el reinado del emperador Jahangir. Kwaja Hasan Malak Chaduarah es de la misma opinión, pero fija el año en el 54 de la Era Musulmana, 676 de la Era Cristiana (42). Pero ha caído en un absurdo anacronismo, ya que de acuerdo con sus afirmaciones los pilares habrían sido erigidos durante el reinado de Ghazi Shah Chak. Los Chaks no dominaron en Cachemira hasta el año 1554 después de Jesucristo. Pasemos a considerar ahora la Era Cachemira. De acuerdo con la autorizada opinión de Mullan Ahmad, el historiador de la corte del Sultán Zain-ulAbidin, esta Era se introdujo por el Sultán Shams-ud-Din, que la remonta al comienzo del reino de Ratanju (Sultán Sadr-ud-Din) , que fue el primer gobernante de Cachemira que abrazó el Islam a manos de Hazrat Sadr-ud-Din, conocido también por Hazrat Bulbul Shah. De acuerdo con Mullah Ahmad, a partir del tiempo de la conversión de Ratanju, la E ra usada en Cachemira fue la Haptrakeshwaran, que es otro nombre para designar la Era Laukik a. Posteriormente, sin embargo, se usó la Era Musulmana, y entonces, desde el reinado del Sultán Shams-ud-Din, se hizo invariablemente una referencia a la Era Cachemira. Esta ac laración está citada también por Pirzada Ghulam Hasan, que injustificadamente introduce esta Era en la inscripción en dos lugares diferentes, siendo así que las reproducciones fotográficas muestran que las palabras Era Cachemira no aparecen por ningún lado. Insiste que el año se re fiere al reinado del Sultán Zain-ul-Abidin (43). El año correspondiente, tanto si es el 54 (1 378 después de Jesucristo) o el 154 (1478 después de Jesucristo), no cae en el reinado de Zain -ulAbidin (1424-1471 después de Jesucristo). Además, el único templo reparado por el Sultán Zain-u lAbidin fue el llamado Panj Mukhia (cinco puertas) que se halla en Srinagar (44). Es conocido actualmente por el nombre de Bud Gumat, según el nombre del Sultán Zain-ul-Abidin, y a que también fue conocido por Bud Shah, el gran rey. Por consiguiente, la Era Cachemira no fue usada en estas inscripciones. La Era d e Shalewahin comienza en el año 78 después de Jesucristo. No existe mención de que ningún rey gobernante durante los años 132 ó 232 después de Jesucristo, que corresponden al año 54 ó 154, hubiera reparado este templo. Las Era Era to. Era fechas correspondientes de las tres Eras restantes son: Bikrami, año 3 antes de Jesucristo y año 97 después de Jesucristo. Laukika o Haptrakeshwaran, año 22 antes de Jesucristo y año 78 después de Jesucris Kalyugi, año 47 antes de Jesucristo y año 53 después de Jesucristo. Pandit Kulhana usaba la Era Laukika y, de acuerdo con Mullah Ahmad, esta Era fue

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usada exclusivamente en Cachemira. Los historiadores cachemires se muestran unánimes al afirmar que las reparaciones fueron realizadas durante el reinado del Raja Gopadatta. Referencias en apoyo de esta a firmación se hallan en Mulla Nadri (45), Mufti Ghu-lam Nabi Khaniyari (46), y Mirza Saif-ud-D in Baig (47). También Pandit Narayan Kaul Ajiz afirma en su Ta-rikh-i-Khasmir: Hace algunos miles de años Raja Gopadatta reparó el templo de Koh-i-Sulaiman (48). Haidar Malak, en su Tarikh-iKhasmir, escribe por su parte: Entonces Raja Gopadatta sucedió a su padre en él trono. Erigió muchos templos y reparó e l de Koh-i-Sulaiman. Han transcurrido cerca de dos mil años, pero el templo está intacto. Gobernó durante sesenta años (49). En el Tarikh-iJadul leemos: Él (Gopadatta) reparó él templo llamado Zishi Shore, en él Koh-iSülaiman... Sandiman (Sulaiman) fue ministro de Gopadatta y fue encargado de reparar el templo (50). También Pirzada Ghulam Hasan admite que las reparaciones de este templo fueron rea lizadas durante el reinado de Raja Gopadatta (51). El uso de escritura Sulus se explica por el hecho de que Sulaiman (o Sandiman), que fue el encargado de las obras de restauración, fue un persa de origen sirio (52). Para de terminar ahora la Era usada en estas inscripciones, debemos fijar primero el período durante el c ual Gopadatta gobernó en Cachemira. Para Nazir Ahmad este año es el 3154 de la Era Laukika. Wilson fija el comienzo del reinado de Gopadatta en el 82 antes de Jesucristo. Pero en sus cálcul os comete un error de 131 años, que sería demasiado largo explicar aquí. Digamos en resumen que se salta tres reinados, lo que supone un total de 94 años, y que comete luego otro error de 25 año s por un lado más cuatro por otro, al realizar defectuosamente el cómputo entre las Eras Laukika y Kalyugi. Además confunde a Gopadatta de Cachemira con Gopadatta de Gan-dhara, error que sum ado a los anteriores da un total de 131 años de desfase. Gopadatta gobernó durante 60 años y 2 meses. Por lo tanto gobernó del año 49 al año 109 después de Jesucristo y el año 3154 de la Era Laukika, que corresponde al año 78 después de Jesucristo, cae dentro de su reinado. A continuación, Nazir Ahmad coteja estas fechas a partir de otros datos históricos. El doctor Wilson afirma que Mattergupta ascendió al trono en el año 471 después de Jesucristo. Calculemos hacia atrás a partir de esta fecha: 1 Mattergupta asciende al trono en el año 471 después de Jesucristo. 2 "-^ Deducimos el período de los reinados de los tres reyes omitidos por Wilson. 94 años. 471 * 94 = 377 d. JC. 3 Deducimos el período de seis reyes de la dinastía Adittya mencionada por Wilson. 192 años. 377 ' 192 = 185 d. JC.

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4 * Deducimos el período desde Yudhishtra I hasta la muerte de Gopadatta, siendo 36 años para el reinado de Yudhishtra, y compensando los meses omitidos por Nazir Ahmad (2 años). 105 años. 185 105 = 80 d. JC. 5 Añadimos la diferencia entre las Eras Kalyugi y Lauk ika. 25 años. 80 + 25 = 105 d. JC 6 ^Añadimos el período cubierto por los meses in-ter-calares. 4 años. 105 + 4 = 109 d. J C. Gopadatta gobernó durante 60 años. Según esto, gobernó del año 49 al 109 después de Jesucristo. Pero Nazir Ahmad efectúa aún otro último test. De acuerdo con Khwaja Muhammad Azam (53 ), Mufti Ghu-lam Nabi Khaniyari (54), Khwaja Saif-ud-Din Pandit (55), y Mirza Saifud-Din Baig (56), la hégira comienza cuando el rey Ranadatta (o Venadatta) debe gobernar todavía durante 42 años. Esto corresponde al año 622 después de Jesucristo. El rey Ranadatta, de acuerdo con Wilson y otros autores, gobernó durante 60 años. Po r lo tanto había reinado ya durante 18 años cuando comienza la Era Musulmana. Ignorando los mes es y volviendo a contar hacia atrás resulta que: 1 Ranadatta gobierna 60 42 = 18 = 1 Era Musulmana = 622 Era Cristiana. Según esto comenzó a gobernar en el año 604 después de Jesucristo. 2 ¦¦ Deducimos el período desde el reinado de Naren-dradatta II hasta el comienzo del remado de Mattergupta. 137 años. 604 137 = 467 d. JC. 3 Deducimos el período desde Arya Raja hasta Pra-tapdatta (contado por Wilson). 19 2 años. 467 192 = 275 d. JC. 4 i Deducimos el período desde Hiranya a Meghewana (omitido por Wilson). 94 años. 275 94 = 181 d. JC. 5 : Deducimos la diferencia de Wilson en el reino de Yudhishtra I. 14 años. 181 14 = 167 d. JC. 6 Deducimos desde el período de Narendradatta hasta el fin de Gopadatta. 90 años. 167 90 = 77 d. JC. 7 Sumamos 25 años para la diferencia entre las dos Eras. 25 años. 77 + 25 == 102 d. JC. La diferencia de aproximadamente 7 años se explica con los meses sueltos de gobier no de diversos reyes (que en total llegan a 2 años, 2 meses y 9 días) y 4 años para los mese s intercalares. Así llegamos al año 109 después de Jesucristo. Volvemos a confirmar aquí «le tener en cuenta el error de Wilson de 131 años que Gopadatta reinó desde el año 49 hast a el año 109 después de Jesucristo. Para terminar este capítulo, un último test. 1 El reinado del rey Baladatta, de acuerdo con Wilson, finalizó en el año 596 después de Jesucristo. 2 Sumando el error de Wilson la fecha será: 596 + 131 = 727 d. JC. 3 Deducimos el período del reinado de Baladatta y Vikramadatta, incluyendo el períod o de Yudhishtra I: 96 años. 727 96 = 631 d. JC. 4 Deducimos el período restante del reinado de Ra-nadatta. 42 años. 631 42 = 589 d. JC.

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5 Deducimos los meses sueltos de reinado y los meses inter-calares. 6 años. 589 * 6 = 583 d. JC. 6 Añadimos el período para los meses inter-calares de la Era Musulmana. 39 años. 583 + 39 =622 d. JC. = año 1 Era Musulmana. Según todos estos cálculos, Yuz Asaf, Jesús, estuvo en Cachemira en el segundo año de la Era de Shalewahin. Esto correspondería al año 80 después de Jesucristo. Por lo tanto Jesús llegó a Cachemira y vivió aquí desde el año 60 hasta el año 109 después de Jesucristo. Esto, teniendo en consideración que el año de su nacimiento debe situars e aproximadamente en el 7 antes de la Era Cristiana, nos permite afirmar que Jesús m urió en Cachemira, de muerte natural, a los 116 años de edad. Para completar este capítulo dedicado a la cronología de los últimos años de Jesús, voy a ampliar un poco el punto que acabo de tocar de la fecha del nacimiento de Jesús. Para ello transcribo literalmente del diccionario de la Biblia, de Herder (57): Jesús nació antes de la muerte de Herodes el Grande; éste murió en la primavera del año 75 0 de la Era Romana («ab urbe condita»), en el año 4 antes de Cristo (Mateo, 2, 1; Lucas, 1, 5). La Era Cristiana, fijada por los cálculos de Dionisio el Exiguo, ha de adelantarse in dudablemente en unos años. Sin embargo, no puede determinarse con certeza el intervalo transcur rido entre el nacimiento de Jesús y la muerte de Herodes. Si él censo llevado a cabo por Quirino t uvo lugar entre los años 9 y 6 antes de Cristo, puede considerarse probable que Jesús naciera el año 7 ó 6 antes de nuestra Era. Herodes decretaría la matanza de los niños de Belén por lo menos unos meses antes de su muerte; por tanto, para él año 5 antes de Cristo Jesús tenía seguramen te, en este momento, casi 2 años, porque él rey, para cogerlo con seguridad en la matanza, mandó degollar a todos los niños de Belén de 2 años abajo. Por otra parte, unos meses después de que Juan Bautista inició su predicación, en el año 15 del Imperio de Tiberio, Jesús tenía unos 30 años (Lucas 3, 23). Este dato nos lleva al año 28-29 después de Cristo (781-782 a.u.c) , si se cuenta el Imperio de Tiberio desde la muerte de Augusto (19 agosto del 14 después de Cristo; 767 a.u.c), o al año 26-27, si se comienza a contar desde su corregencia (otoño del 12 después de Cristo; 765 a.u.c), o finalmente al año 27-28 después de Cristo (780-781 a.u.c), caso de que Lucas, siguiendo él uso oriental, considere como año primero del imperio de Tiberio el par de semanas que van desde la muerte de Augusto al comienzo del siguiente año civil (pr imero de octubre del 14 después de Cristo). Según la primera hipótesis Jesús tendría al comienzo de su vida pública 35-36 años; según la segunda, 3334; según la tercera, 34-35.

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MOISÉS, ENTERRADO EN CACHEMIRA «Pero basta hoy nadie conoce su sepultura» (Deuteronomio, 34, 6) Moisés, el primer guía del pueblo hebreo, yace en algún lugar del mundo. ¿Dónde? Hasta hoy , nadie lo sabe. Si bien allá por el siglo iv de nuestra Era, San Juan Cri-sóstomo par ece haber intuido algo. Porque de forma muy acertada, se pregunta: Pero decidme, ¿no yacen los restos de Moisés en algún lejano lugar en el Este? (Homilía 26, epístola a los Hebreos, capítulo 3). Porque, según parece, también Moisés está enterrado en Cachemira. El profeta Moisés emigró de Egipto. Le siguió una sección de los hebreos que se establec ieron en Palestina, el país sagrado, como lo leemos en el Deuteronomio (1, 8): Os ofrezco el país que tenéis delante vuestro. Id a tomar posesión del país que Yahveh j uró dar a vuestros padres, a Abraham, a Isaac, a Jacob y a su descendencia. Luego nombró a Josué su sucesor para guiar a la próxima generación, como está escrito en e l mismo Deuteronomio (31, 14): Después Yahveh le dijo a Moisés: «Se acerca el día de tu muerte. Llama a Josué y quedaos j unto a la tienda del oráculo; y yo le daré mis órdenes.» A Moisés mismo le fue denegada la entrada en Palestina. Seguimos leyendo en el Deu teronomio (1, 37): Hasta contra mí se indignó Yahveh por culpa vuestra, y me dijo: «Tú tampoco ent rarás.» El Deuteronomio menciona cinco lugares relacionados con la Tierra de Promisión. So n: Bethpeor (4, 46), Heshbon (4, 46), Pisgah (4, 49), el monte Nebo (34, 1), y el v alle o las llanuras de Moab (34, 5, 8). Todos los comentaristas bíblicos han admitido que estos lugare s no han sido localizados. Peale dice literalmente que estos lugares son desconocidos (58). Pero en Cachemira, sí se encuentran estos lugares. Vamos a verlos uno por uno: Bethpeor significa la casa o el lugar de la apertura (59). El río Jhelum es llamad o Béhat en persa y Vehath en lengua cachemira (60). Bandipur, o Bandipoor, en Cachemira fue conocida por Behatpoor (61). Bandipur es el lugar de la apertura en el sentido de que a partir de este lugar se abre el valle de Cach emira. También aquí, el río Jhelum pasa a través de una puerta al lago Wular. Así Bethpoor (Behatpoor), parece, a todas luces, ser el Bandipur que existe en Téhsil Sopore, Cachemira.

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Heshbon se cita en conexión con pequeños lagos. En Cachemira existe Hashba (Hazbal), un pequeño pueblo, famoso por sus lagos ricos en pesca, situado a unos 19 kilómetros al noroeste de Bandipur (62). El manantial de Pisgah (Pishnag) está aproximadamente a kilómetro y medio al nordest e de Aham Sharif, un pequeño pueblo al pie del monte Nebo. Sus aguas son famosas por su s propiedades medicinales (63). Los llanos de Moab (Movu) están situados a unos seis kilómetros y medio al nordeste del monte Nebo (64). El monte Nebo y el monte Abarim han sido considerados como uno mismo (65), pero la realidad es otra. En primer lugar el monte Nebo es uno de los picos del monte Abarim (66) . Por otra parte, el monte Nebo ha sido mencionado junto con Bethpeor (Deuteronomio, 34, 1-6). Establecida la identidad de Bethpeor, el monte Nebo debe buscarse en sus proximi dades. Por otra parte, los lugares denominados Bethpeor, Heshbon, Moab y Pisgah se hallan todos ellos en Cachemira, y además en un área que cubre solamente escasos kilómetros. En Cachemira existe el monte Nebo (Baal Nebu, Niltoop), situado a unos 12 kilómetr os al nordeste de Bandipur (67). Newall llama a esta montaña Naboo Hill. Desde lo alto d e esta montaña se ve Bandipur y todo el valle de Cachemira (68). Este último detalle es importante, ya que Yahveh ordenó a Moisés subir a la montaña desd e la que vería la Tierra Prometida. Hay un dato en la Biblia que indica que la Tierra Prometida es Palestina: Yahvéh le dijo a Moisés: «Sube a esta montaña de Abarim, y contempla al país que he dado a los israelitas.» (Números 27, 12). Y el monte Abarim, ciertamente está en Palestina. Pero en Cachemira existe, justo encima del monte Nebo, el monte Ablu. Desde el monte Ablu se disfruta una vista maravillosa del valle de Cachemira. Por lo demás, la Tierra de Promisión era un país de montañas y de valles que se riega co n la lluvia del cielo (Deuteronomio, 11, 11). Esta descripción coincide absolutamente c on la descripción de Cachemira. Palestina, por el contrario, no responde a las descripci ones del País de Promisión tal como nos lo describe la Biblia (69). Y ciertamente, añade Mohammad Yas in, autor de la obra Mysteries of Kashmir {Misterios de Cachemira, que lleva por subtítulo C achemira, el país prometido) no existe otro país al este del Jordán o del Eufrates, excepto Cachemi ra, que pueda aportar tantos manantiales, rijos, abundancia de frutas y de flores, prado s y verdes valles. Muy acertadamente afirma ^ Cachemira ha sido llamada Jannat-utduniya {El Paraíso del mundo) y Bagh-i-Jan-nat {El jardín del Paraíso).

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LA TUMBA DE MOISÉS Las tradiciones cachemiras, tanto escritas como orales, afirman que Moisés llegó a C achemira, y que allí está enterrado. Así lo leemos en la obra Hashmat-i-Kash-mir (70): Moisés llegó a Cachemira y la gente le escuchó. Unos continuaron creyendo en él, otros n o. Murió y fue enterrado aquí. La gente de Cachemira llama a su tumba «El Santuario del P rofeta del Libro». Los textos bíblicos ignoran la localización de la tumba de Moisés. Así lo leemos, por ej emplo, en el Deuteronomio (34, 5-6): Moisés, siervo de Yahveh, murió en la tierra de Moab por orden de Yahveh. Le enterra ron en el valle, en él país de Moab, delante de Bethpeor; pero hasta el día de hoy nadie conoce su sepultura. Nadie, excepto los cachemires. Porque en lo alto del monte Nebu existe una tumba , venerada, desde hace 3.500 años aproximadamente, como la tumba del «Profeta del Libro», como la tumba de Moisés. Desde esta tumba se ve Bethpeor (Bandipur) y no lejos de allí están Hazbal (Heshbon), Moab y Pisgah. Los alrededores están llenos de lugares conocidos por Mu qam-iMusa, significando el «lugar de Moisés». Sea dicho aquí que Musa es el nombre árabe bajo e l que también los cachemires conocen a Moisés. El profeta Mahoma dijo que cuando Moisés sintió acercarse la hora de su muerte, rogó a Dios que le permitiera ver el país de promisión. Sus súplicas fueron escuchadas. Hazrat Abu Hurairah nos informa a este respecto que el profeta Mahoma añadió: Moisés murió ahí. Si yo estuvier a allí, habría podido mostrar su tumba en el sendero de un abrupto monte (71). Y esto, coincide absolutamente con la localización de la tumba de Moisés en Cachemir a. A 58 kilómetros al norte de Srinagar, y tras haber pasado el lago Mansbal, y haber dejado también el lago Wular, se llega a Bandipur (foto 23), localidad ya citada en este capítulo. Sería la Bethpeor bíblica. A partir de Bandipur debe proseguirse por una estrecha carretera hasta el pueblo de Aham Sharif (foto 24). Desde allí, desde Aham Sharif, debe efectuarse a pie la ascensión al monte Nebu, hasta llegar a la tumba de Moisés. Mapa que permite la localización de la tumba de Moisés, en Cachemira. Desde allí, desde Aham Sharif, dice la tradición que ascendió Moisés hasta el lugar de s u definitivo reposo. En la ascensión hasta la tumba de Moisés, partiendo desde Aham Sharif, ascensión que e n ocasiones se hace algo difícil debido a lo escabroso del terreno en el primer tram

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o del sendero, y a lo resbaladizo de la pinaza del bosque en el trayecto restante, se invierten a proximadamente unas dos horas (fotos 25 a 28). Téngase en cuenta también que en Cachemira, ninguno de los lugares citados en este libro, ninguno de los lugares sagrados para el pueblo ca chemir, está señalizado en forma alguna. Se debe conocer el terreno para llegar hasta ellos. O se debe por lo menos dominar la lengua urdu o el cachemir, para preguntar a los habitantes inme diatos al lugar que se quiere visitar, por la localización exacta de éste. Al cabo de la ascensión citada se llega a un reducido enclave habitado, aislado en la montaña. Son unas cuantas casas de una comunidad judía aislada por completo de los restante s habitantes de la zona, comunidad que se encarga de la conservación, mantenimiento y adoración d el lugar de reposo de su ancestral guía, Moisés (foto 33). Wali Reshi (foto 30) es el celador actual, por herencia, de la tumba. A unos 50 metros más abajo de esta aldea de montaña, y junto al camino tal como vimos afirmaba el profeta Mahoma , está el recinto en el que se localiza la tumba de Moisés. Una puerta de madera da acceso a este recinto (fotos 29 y 30): una expl anada al aire libre, cercada por un muro bajo (foto 31). En la puerta de madera que da acceso al citado recinto están grabados los nombres de los celadores sucesivos de la tumba (foto 30). Wali Reshi nos diría que su familia es celadora del recinto desde hace 900 años, según sus recuerdos. Plano del recinto en que se halla la tumba de Moisés, junto a las tumbas de Sang B ibi, Nakraez Reshi y Navroz Reshi. Nos diría también que la comunidad de la aldea está formada por 45 familias, que no es tán en buenas relaciones con los habitantes de Aham Sharif, porque éstos no quieren que s e divulgue que allí está la tumba de Moisés. Para ellos el tema es excesivamente polémico, y temen que su divulgación acarrearía intranquilidad a la zona. Al margen del contexto de este libro, quiero reflejar aquí la anécdota más destacada d e nuestro viaje a Cachemira: al saber que yo era alemán, Wali Reshi, celador de la tumba de Moisés, judío puro de rancio abolengo, me cuenta entusiasmado la gran ilusión de su vida: poder reunir el dinero suficiente para ir al país alemán, para conocer a su jefe, Hitler, de quien h a oído decir que es un gran rey. La tumba de Moisés propiamente dicha se destaca porque a cada lado de ella se yerg ue un enorme árbol (fotos 31 y 32). Estos árboles fueron plantados hace aproximadamente 40 0 años por Hazrat Makhdoom Shaikh Hamza de Cachemira, que oró allí durante 40 días, junto a l a tumba del profeta Moisés. La tumba, entre los dos árboles, está orientada de Este a Oeste, según la costumbre judía. Junto a la tumba de Moisés, en el mismo recinto sagrado, hay tre s tumbas

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más, que están cubiertas y orientadas de Norte a Sur, según la costumbre musulmana. So n estas tumbas las de Sang Bibi, una ermitaña discípula de Sheikh Noor-ud-Din Reshi, que está enterrado en el margen izquierdo de la carretera que conduce al Yusmarg, y de Na kraez Reshi y Navroz Reshi, discípulos de Sang Bibi (foto 31). Veamos ahora lo que la literatura cachemira nos aporta acerca de la llegada de M oisés a Cachemira. Leemos en el Tarikh-i-Azami (72): Y esta Sang Bibi fue igualmente una ermitaña renombrada y superó a los hombres en la meditación y la oración. Cerca de su tumba existe un lugar que es conocido como el s epulcro de Moisés, el profeta de Dios, y la gente que lo conoce asegura que muchos beneficios se derivaron de este lugar. En el Guldata-i-Kashmir leemos (73): Los musulmanes llaman a este lugar «una réplica del Cielo sobre la Tierra», y lo llama n él «Jardín de Salomón». Hay muchos santuarios en este país. Dicen que Hazrat Sulaiman llegó aquí y que Hazrat Musa (Moisés) llegó y murió en este país. Referencias similares se hallan en el Wajeez-ut-Ta-warikh (74), y en el Tarikh-i -Hasan (75). Viajeros y escritores europeos tales como Francis Ber-nier (76), George Moore (7 7), el teniente coronel H. B. To-rrens (78), y Mrs. Harvey (79), mencionan también en sus obras la presencia de Moisés en Cachemira. LUGARES DE CACHEMIRA QUE LLEVAN EL NOMBRE DE MOISÉS Musa (Moisés) es un nombre harto frecuente entre los cachemires. Aparte de ser un nombre propio frecuente, hay diversos lugares, como ya apunté anteriormente, que e n Cachemira llevan el nombre de Moisés. A continuación, y para finalizar ya este capítulo, daré algunos de ellos: En Awantipur tenemos Gund-i-Khalil o Gund-i-Musa. Sir Aurel Stein menciona el lu gar conocido por Kohna-i-Musa cerca de Shadipur y Rampur (80). Nazir Ahmad afirma qu e existen por lo menos cuatro lugares denominados Muqam-i-Musa (el lugar de reposo de Moisés ) en Cachemira. Uno está cerca de Auth Wattu en Hadwara Tehsil. Este lugar es conocido también como Ayat Maula, el signo de Dios; Moisés habría entrado en el valle procedente de e sta dirección, y habría orado aquí durante 40 días. El segundo está en la conjunción de los dos ríos Jhelum y Sindh, cerca de Shadipur. Se le conoce también por el nombre de Kohna-i-M usa, y se conserva allí la «roca de Moisés», que no debe confundirse con la «piedra de Moisés» que

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estudiaremos en el capítulo próximo. El tercero está en Pisgah, y el cuarto cerca de B andipur. LA PIEDRA DE MOISÉS En Bijbihara, a 43 kilómetros al sur de Srinagar, las gentes del lugar custodian d esde tiempos inmemoriales la llamada «piedra de Moisés (Sang-iMusa), el famoso «Ka Ka Pal» (foto 34) . Se trata de una piedra que pesa alrededor de 49 kilogramos. La tradición dice que si once personas colocan simultáneamente un dedo cada una en el borde inferior de la piedr a, y recitan simultáneamente el mantra «ka ka ka ka ka ka..-», ésta se eleva sola. Si la misma operac ión se intenta con diez personas o con doce, no resulta (foto 35). de las doce Una tradición explica que, habiendo sido desheredada una tribu la de Levi de Israel, las once restantes quedan simbolizadas en esta piedra de Moisés. Pero particularmente he hallado otra posible explicación a esta piedra de Moisés, en la obra de historia persa Rauzat-us-Safa, ya mencionada. En el volumen II de la primera par te de esta obra, se narra la «Historia de la piedra». El texto literal es el siguiente: Se dice que Moisés era tan tímido y tenía tanta vergüenza de mostrar su cuerpo desnudo, que nadie lo había visto nunca. No estando prohibida la desnudez completa entre los hi jos de Israel, no la rehuían en presencia de otros, Pero como él juera adverso a esta práctica, los más malvados entre su pueblo comenzaron a imputarle una enfermedad sucia. Esta sospe cha alcanzó tal magnitud, que Dios, para mostrar la inocencia de Moisés, ordenó a una piedra, so bre la que éste había depositado su ropa mientras tomaba un baño, a moverse por sí misma, con las r opas encima de ella. Cuando Moisés se apercibió de ello salió completamente desnudo del agu a y corrió en pos de sus ropas; perseguía de forma tan cegada a la piedra, que no se ape rcibió de la gente que le miraba pasar, hasta que ya la había rebasado. Las personas que le vie ron pasar no vieron nada, excepto la pureza de su augusto cuerpo, lo que hizo que se volviera n más cautos con respecto a la falsedad de sus sospechas, de forma que todos los hijos de Isr ael se vieron impulsados a reconocer su pureza interna y externa. Después de este suceso, a Moisés le fue ordenado, por inspiración divina, conservar esta piedra, que necesitaría más adelante. Se dice que esta piedra tiene cuatro caras, de cada una de las cuales manan cuatro fuent es al ser

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golpeadas con el bastón; al comienzo el agua solamente goteaba, pero gradualmente se hizo tan abundante que fue suficiente para todas las tribus de Israel. Estas últimas afirmaciones cuadrarían perfectamente con la abundancia de agua que ex iste en todo el valle de Cachemira. En cuanto a la facultad de elevación autónoma de la pied ra, quedaría perpetuada hasta hoy en la práctica de la operación de los once dedos descrita, en l a que la piedra se eleva por sí sola. Por otra parte la piedra está situada a escaso s quince metros de un caudaloso río, que muy bien pudiera ser el lugar exacto en el que Moisés se hubiera bañado desnu do, según el relato que acabamos de leer (foto 37). Posteriormente, junto a la piedra fue erigido un santuario hindú, en cuya cámara cen tral se conserva un precioso mantra, constituido por once lingams, encerrados en el símbol o de la fertilidad. El número de lingams hace así referencia también al número once, requerido p ara la elevación de la piedra. Digamos que los habitantes de Ladakh llaman a Moisés Ka Ka, y que los patanes llam an a una persona mayor o santa Ka Ka. En este contexto, quiero recordar que la misma voz Ka significa alma en Egipto, significa el doble del cuerpo, o sea «lo que sigue existiendo después de la muerte». En idioma maya , Ka es una partícula duplicativa, es decir, que da su raíz filológica al Ka, doble del cuerpo en Egipto, y para mayor confirmación Kabaguil es el nombre del Dios mayaquiché cuyo nombre signi fica lo oculto, doble, «que no se ve y al mismo tiempo se ve por sus manifestaciones». También puede mencionarse aquí la Kábala, doctrina antiquísima aplicada a los profetas como opuesta al Pentateuco. Kábala, en hebreo, significa recepción, doctrinas recibidas en que los m isterios de la deidad y la cosmogonía están ligados. Aquí está claro el significado: «lo que no se ve y al mismo tiempo se ve por sus manifestaciones». Lo curioso del caso es que se me ha informado que también en el Japón existe una lla mada «piedra de Moisés», a la que también llaman Ka, pero que presenta la particularidad de l levar inscripciones grabadas en su superficie. EL «BASTÓN DE MOISÉS», TAMBIÉN CONOCIDO POR «BASTÓN DE JESÚS» En Aishmuqam, lugar ya citado al describir la ruta tomada por Jesús al hacer su en trada en Cachemira durante su segundo viaje a Oriente, se conserva un bastón, conocido como «bastón de Jesús», y también como «bastón de Moisés». Para unos sería el bastón llevado por Jesús, para

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otros sería el bastón de Moisés, y para los terceros sería el bastón original de Moisés, que pasó más tarde a manos de Jesús. Al hablar en el capítulo anterior de la «piedra de Moisés», hemo s visto cómo en el texto citado del Rauzat-us-Safa, se decía que golpeando la piedra c on el bastón de Moisés, brotaba agua de la misma. Éste sería el bastón aquí conservado en Aishmuqam. El mismo bastón de Moisés que ya en el texto bíblico obraba milagros. Lo cierto es que el bastón está allí guardado bajo llave y que no se muestra a nadie. Únicamente se saca al exter ior en casos de una grave epidemia, o de una gran sequía, o de otra plaga o desastre similar. L os efectos del bastón son notorios, y los lugareños afirman que efectivamente se produce lluvia al sacarlo en épocas de gran sequía. En Cachemira, el bastón es conocido por el nombre de Asá-i-Isá, y también por el de Asá-iMusa, según se atribuya el mismo a Jesús o a Moisés. De acuerdo con las tradiciones cachemiras, la posesión de este bastón cambió de manos y lugares varias veces, hasta q ue finalmente fue depositado en el Santuario de Hadrat Zain-ud-Din Wali en Aishmuqam. También se le da el nombre de Balagir, que literalmente significa «atajador o pre-ventor d e calamidades». En su constitución física, el bastón es de color marrón muy oscuro, de madera de olivo. Su longitud es de 8 pies y 3 pulgadas, y su diámetro varía de 1 V4 pulgada a 1 V4 pulga da. JESÜS Y BU DA, PERSONAJES PARALELOS En apoyo de las hipótesis que hemos visto a lo largo de este libro de un posible p rimer viaje de juventud de Jesús, dedicado al aprendizaje y a la formación con vistas al desempeño posterior d e su misión, y de un segundo viaje posterior, combinación de su huida de Palestina y de su marcha al en cuentro de las tribus perdidas de Israel, veremos en este capítulo, brevemente, algunos puntos de contac to entre las figuras de Jesús y de Buda, y entre sus respectivas enseñanzas. En 1897 aparece en Alemania un libro titulado Ver-gleichende Übersicht der vier Ev angelien {Visión comparativa de los cuatro Evangelios), del que es autor S. E. Verus. Comparando la vida de Buda con la de Jesús, Ve-rus establece que, al igual que éste, Buda es un Dios encarnado en un c uerpo humano; que es concebido y que nace de forma sobrenatural, habiendo sido su nacimiento anunciad o de forma maravillosa con anterioridad; que dioses y reyes adoran al recién nacido y le pres entan regalos; que un viejo brahmán reconoce en él inmediatamente al salvador de todos los males; q ue con él aparecen sobre la Tierra la paz y la alegría; que el joven Buda será perseguido y sa lvado de forma maravillosa, y solemnemente presentado en el templo; que al cumplir los do ce años será

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buscado desesperadamente por sus padres, y hallado en medio de un círculo de sacer dotes; que destaca por su inteligencia, y sobrepasará en sabiduría a sus maestros; que ayuna y será tentado; que toma un baño de consagración en el río sagrado, que algunos discípulos de un sabio b rahmán se pasan a su bando, que su frase de convocación es «seguidme»; que entre sus doce dis cípulos hay tres modélicos y uno avieso; que los nombres primitivos de los discípulos serán modificados; que Buda envía a sus discípulos a predicar por el mundo, provistos de instrucciones, de dos en dos. Que Buda aparece como maestro, con bienaventuranzas; que le gusta hablar por med io de parábolas; que sus enseñanzas muestran similitudes sorprendentes con las de Jesús, en las que a menudo incluso se dicen las mismas palabras; que declina los milagros; que despr ecia los bienes terrestres; que recomienda la humildad, la paz, el perdón al enemigo, la autohumil lación y la autosuperación; que recomienda la abstención del contacto carnal; que en sus premonici ones de muerte, subraya que se marcha a casa, al cielo, y que en los discursos de desped ida exhorta a los discípulos a anunciar una destrucción general del mundo; que sin patria y pobre vaga de un lugar a otro, como médico, salvador, redentor; que sus contrarios le reprochan que prefi era la compañía de los pecadores; que a su muerte, en fin, se producen signos maravillosos: tiembla la tierra, los extremos del mundo están en llamas, se apaga el Sol, un meteoro cae de l cielo. Por su parte, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad hace en 1899 un extraordinario estudio d e los puntos de contacto entre Buda y Jesús, en su libro Masih Hindustan tnein. En primer lugar , constata que los títulos dados a Buda son similares a los títulos dados a Jesús. Y que también los acontecimientos de la vida de Buda son parecidos a los de la vida de Jesús. Por ej emplo Jesús se denomina a sí mismo «luz» en sus prédicas, e igualmente Gauta-ma ha sido llamado «el Buda», lo que en sánscrito significa «luz». Si Jesús ha sido llamado «el Maestro» en los Evangelios , así Buda ha sido llamado Sasta, lo que significa «el maestro». Si Jesús ha sido llamado «el príncipe», así también Buda ha sido llamado príncipe. Por otra parte, si Jesús ha sido descrit o en los Evangelios como «uno que cumple el objeto de su venida», así también Buda ha sido nombra do en escrituras budistas Siddharta, lo que significa «uno que cumple el objeto de su venida». Jesús ha sido llamado en los Evangelios «el refugio de los cansados», y también Buda ha sido llamado en escrituras budistas Asarn Sarn, lo que significa «refugio de los que no tienen refugio». Y finalmente, si Jesús en los Evangelios ha sido llamado «Rey», interpretando este Rey c omo del reino de los Cielos, así también Buda ha sido llamado «Rey». Jesús nació sin padre. Exactamente igual que Buda. Así lo escribe Rhys Davids, en su o bra Buddhism (81): Se dice que la madre de Buda fue una virgen.

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Y en otro pasaje: Su madre fue la mejor y más pura de las hijas de los hombres. Parece dice Hazrat Mirza Ghulam Ahmad como si los budistas hubieran reproducido los cuadros enteros de los Evangelios en sus libros. Así, tanto Jesús como Buda ayunan durante 40 días, así ambos son objeto de la tentación, ambos nacen sin padre, la enseñanza moral de ambos es idéntica, ambos se denominan «luz», ambos se denominan «maestros», los compañeros de ambos se denominan «discípulos», ambos enseñan a sus discípulos el valor de la pobreza, am bos propugnan el celibato, y en el momento de la muerte de ambos, hubo un terremoto. Las enseñanzas morales, tanto de Buda como de Jesús, son las mismas. Así ambos dicen q ue no deben ansiarse los bienes terrenales, ni la salud, ni debe odiarse a los enemigo s, no debe desearse el mal, debe ser conquistado el mal con el bien, y debe quererse para los demás lo que uno desea para sí mismo. A la vista de todas estas evidentes similitudes entre las personas, entre las en señanzas de Jesús y de Buda, cabe preguntarse acerca del origen de estas similitudes. Las opiniones están divididas. Hay quien se inclina a pensar que Jesús en su primer viaje a la India aprendió las e nseñanzas de los sabios orientales, para aplicarlas luego a su propio ministerio, y hay quien por el contrario, opina que es la figura de Jesús la que ha influido en el budismo. Los defensores de esta última hipótesis, entre los que se cuenta Hazrat Mirza Ghulam Ahmad, argumentan que los sacerdotes budistas de la India estaban a la expectativa de l a aparición del mesías Buda. En este momento oportuno aparece Jesús, rodeado de unos títulos y de unas enseñanzas morales que coincidían con las de Buda. Y, tal como había sido profetizado por Gautama Buda, la faz de Jesús era blanca, lo que acabó de hacer creer a los sacerdot es budistas que él era Buda. Es posible por lo tanto que algunos de los títulos y de las enseñanza s de Jesús, hayan sido aplicadas a Buda a partir de este momento, y no antes. Para ello debe considerarse que los hindúes nunca dieron pruebas de excesivas aptitudes para el registro de la historia. Los acontecimientos de la vida de Buda no habían sido registrados hasta el tiempo de J esús. Por lo tanto, los sacerdotes budistas tenían la gran oportunidad de adscribirle a Buda cu alquier cosa que se les antojara. Es indudable *dicen los defensores de esta hipótesis que el budismo anterior a Cristo era portador de valiosas enseñanzas morales. Pero dicen aquellos puntos que son idénticos con los de los Evangelios bíblicos, deben haber sido añadidos a las enseñanzas budistas precisamente en el momento de la estancia de Jesús en la India. Ahí están, dicen, la m archa de Buda a Benarés, en donde realizó diversos milagros, y el sermón que dio en una montaña, al

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igual que Jesús dio su sermón en el monte. También están ahí las parábolas de Buda: le gusta ba explicar temas espirituales mediante ejemplos y analogías físicas. Ahí está además siguen diciendo el decálogo budista, extractado del decálogo mosaico: 1. No matarás a ningún animal vivo. 2. No hurtarás. 3. No cometerás adulterio. 4. No mentirás. 5. No beberás bebidas excesivamente fuertes. 6. No tomarás comida excepto en las horas establecidas. 7. No usarás collares, ornamentos ni perfumes. 8. No usarás lechos elevados o suntuosos, sino únicamente un colchón en el suelo. 9. Te abstendrás de bailar, cantar, hacer música o acudir a espectáculos terrenales. 10. No te apropiarás de oro ni plata de ningún tipo, ni aceptarás ninguno (82). Los textos budistas muestran también que el Buda Gautama profetizó la llegada de un segundo Buda que se llamaría Metteyya. Esta profecía está contenida en Laggawati Sutatta, un a ntiguo texto budista. Conviene observar que la voz hebrea Masiha (Mesías), es la misma vo z Metteyya en lengua pali. Así el Metteyya profetizado por Buda no es otro que el Mesías, Jesús. Se había profetizado que este Metteyya llegaría dentro de 500 años. Jesús apareció en la India, d espués de su huida de la cruz, justamente 500 años después de Buda. Así los budistas reconociero n en él al Buda prometido y le reverenciaron. Los libros Pitakkatayan y Atha Katha contiene n una clara profecía acerca de la aparición de un segundo Buda, que aparecería 1.000 años después del tiempo de Gautama o Shakhiya Muni. Gautama dice que él es el veinticincoavo Buda y que está a punto de aparecer el Bagwa Metteyya. A su marcha, pues, aparecería aquel cuyo nomb re sería Metteyya y que sería de tez clara. Gautama Buda claramente afirmó en esta pro fecía que un Mesías aparecería en su país, entre su pueblo y sus seguidores. Buda, en su profecía le llamó Bagwa Metteyya porque Bagwa en sánscrito significa «blanco», y Jesús, siendo un habitant e de territorio sirio, era de tez blanca. La gente del país de esta profecía, el pueblo d e Magadh, en el que se encontraba Bajagriha, eran de tez oscura y Gautama Buda mismo era de tez oscura. Da a sus seguidores dos signos conclusivos acerca del futuro Buda: uno, que sería Bagwa , o de tez blanca, y dos, que sería un Metteyya, un viajero, que vendría de un país extranjero. Para confirmar el cumplimiento de esta profecía, debe anotarse también que en el Tib et se hallaron en el siglo vil libros que contenían la palabra Mesía, y que mencionaban el nombre de Jesús recordándole como Mi-Shi-Hu, que es la misma voz Mesía. El compilador de la list a que contiene la palabra Mi-Shi-Hu es un budista. Datos más concretos acerca de estos t extos tibetanos se hallan en el libro A Record of the Buddhist Religión, de I. Tsing (83). En el libro Buddhism, de Sir Monier Williams (página 45) se lee que el sexto discípu lo de Buda sería un hombre llamado Yasa. Esta voz parece ser una contracción de Yasu. Como Jesús

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apareció 500 años después de la muerte de Buda, o sea en la sexta centuria, fue llamad o el «sexto discípulo». Finalmente, vamos a hacer mención del libro Buddha. Sein Leben, seine Lehre, sein Orden (Buda. Su vida, su doctrina, su orden) del doctor Hermann Oldenberg, que refiriénd ose al libro Mahawaga, página 54, sección primera, recuerda que el sucesor de Buda sería un hombre llamado Rahula, descrito también como un discípulo. Y aquí debe hacerse notar que este Rahula budista es una forma corrupta de Ruhullah, que en hebreo es uno de los títulos de Jesús. He querido dejar constancia aquí también brevemente de esta hipótesis, a fin de comple tar este cuadro-dos-sier de las posibles intervenciones de Jesús en tierras asiáticas. JESÚS Y LOS MAYAS En su extraordinario estudio titulado Educadores del mundo (84), Ignacio Megalon i Duarte plantea la tesis de que los mayas hubieran colonizado en tiempos remotos la India y Egipto, entre otros países orientales. Habrían influido así sensiblemente en la cultura hindú ellos mismos serían lo s Nagas citados en el Ramayana , egipcia suyos serían los sacerdotes de Sais-^ y griega prepon-derant emente. Debo hacer referencia aquí a mi libro ¿Sacerdotes o cosmonautas? (85) en el que ya establ ezco interesantes relaciones entre la Maia mitológica griega, la Maya mitológica hindú y los mayas, vinc ulando estas relaciones con las existentes entre el Atlas de la mitología griega y el Atlanteot l preamericano, y entre el Zeus (Theos) griego y la voz Teo- (Teotihuacán, Teocálli, etcétera) aplicada a lo divi no por los aztecas, íntimamente vinculados con la gran familia maya. Apoyando sus afirmaciones en constantes citas y documentaciones, Magaloni escrib e en su libro, con referencia al primer viaje de Jesús a Oriente: Está establecido que la ciencia-religión conocida por Cristo en Egipto, la India y e l Tibet era maya. Existió un profundo ocultismo maya, conocido sin una duda por Cristo, quien eligió sus símbolos (mayas) como sustentación de sus ideas de amor fecundante. Más adelante, cita: Pues bien, Cristo aprendió como lenguaje ritual el maya. Y prosigue luego: Queda asentado que el lenguaje ritual de Cristo en el Tibet era el muchos asombra la afirmación hecha por Le Plongeon y otros grandes investigadores n la cruz habló en su lenguaje ritual. Apoyando esta afirmación es que los Evangelistas están acordes en una duda: ninguno sabía a qué idioma atribuir las maya, pero a de que Cristo e de todos conocido palabras «Heli Lamdh

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Zabac Tani». Mateo dice textualmente que las palabras «deben ser interpretadas» de un modo; Juan, el otro evangelista, le sigue en la opinión. Lo muy digno de observarse es que era un idioma para ellos desconocido, puesto q ue, según ellos mismos, habría de ser interpretado. Los evangelistas que estuvieron presente s en la crucifixión no dicen, pues, cuál fue ese idioma, pero, si hoy se crucificara, por ej emplo, a un alto sacerdote católico, cuyo idioma ritual es él latín, no extrañaría a nadie que en latín invoc ara a Dios al morir. Muchos comentaristas suponen que deben ser palabras de un dialect o hebraico perdido; ¡qué raro!, a la hora de morir. La suposición equivale a que un alto sacerdot e católico actual hablara en idioma araucano. Papini en su libro Historia de Cristo, extremando la investigación llega a la desc arriada suposición de que habló mitad en un dialecto y mitad en otro ¡para decir cuatro palabr as! Y esto indica ya un esfuerzo desesperado para encontrar el tal idioma. Pues bien, no ex istiendo las palabras en ningún otro idioma del mundo, antiguo ni moderno, en maya, el idioma r itual de Cristo, cada una de las palabras tienen un significado y la frase formada con to das juntas es grandiosa, coherente, digna del gran maestro crucificado. Abrimos el diccionario de Ticul, Maya-Español y leemos las palabras: HELI: significa, ahora, al fin, ya. LAMAH: significa, sumergirse. ZABAC: se dice; humo, pre-alba. (Un indígena maya al que interrogamos nos dijo que la palabra significa, además de otras cosas: pardear del alba.) TANI: es una palabra compuesta de: tan, en presencia; y ni, nariz; Tani signific a «ante la nariz» y obviamente equivale a lo que hoy decimos: ante la frente, enfrente, «en presenci a de». La frase así organizada se traduce: AHORA HUNDIRME EN LA PREALBA DE TU PRESENCIA. Sin embargo algunos obstinados asientan que Cristo en el Tibet aprendió el idioma Naga, pero que éste no tiene nada que ver con él maya preamericano. Pues bien, como prueba gráfic a damos a continuación los nombres de los números en los idiomas naga y maya, por lo q ue se verá que los aparentemente diferentes idiomas son sin discusión el mismo y uno solo: ¿EZEQUIEL EN CACHEMIRA? Mi amigo el ingeniero Josef F. Blumrich, de la NASA, aportó en su libro Da tat sic h der Himmel auj (86) la prueba técnica de que el profeta Ezequiel había tenido cuatro encuentros

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con naves espaciales véase un detallado estudio de este punto en mi libro ¿Sacerdotes o cosmona utas"?, ya citado a las que había descrito con exactitud, y que los tripulantes de aquéllas i ncluso le había llevado a bordo en algunos vuelos. Erich von Daniken, probablemente alertado por una carta pública del colaborador de la revista especializada alemana «UFO-nachrichten», Karl Maier, dirigida a Blumrich en el n. 20 6/207 (noviembre/diciembre 1973) de la misma, en la que le indicaba que el templo desc rito por Ezequiel era probablemente el templo de Martand, cercano a Srinagar, capital de Cachemira, se puso en marcha en verano de 1975 para, como es su sana costumbre, investigar sob re el terreno. Acompañado de su joven colaborador Willi Dünnenberger, se marchó a Cachemira portando un flamante vehículo todo terreno, en el que transportaba ultramodernos aparatos de m edición y de detección. No puedo extenderme aquí en los resultados obtenidos, ya que este mérito es suyo y c on el material reunido en su largo periplo de investigación no sólo en Cachemira sino por gran parte de Asia y América, ha escrito un nuevo libro que con el título original d e Beweise {Pruebas), aparece a principios de 1977 en Alemania, publicado por Econ. Pero sí citaré unos cuantos párrafos del avance que de este nuevo libro ha publicado v on Dániken en el número 1 (junio 1976) de la revista española «Mundo desconocido». Escribe ahí el autor suizo: Para una nave espacial, la distancia entre Mesopo-tamia donde Ezequiel vivió en él año 592 antes de nuestra Era ^ y el Himalaya es mínima. Parece ser que Ezequiel describió con tanto lujo de detalles él templo al que le había conducido el desconocido comandante de la cosmonave, que cualquier arquitecto podría reconst ruirlo con muros, puertas, ventanas y patios, y que cualquier constructor de obras podría rea lizar una estima con ayuda de la «licitación» de Ezequiel. Ahora bien: Ezequiel localizó aquella magnífica construcción, con una superficie cuadrada de unos 260 metros de lado, en J erusa-lén. Dos aspectos de la nave vista y descrita por Ezequiel, según la interpretación técnica efectuada por el ingeniero de la NASA Josef F. Blumnch. Esto, sin embargo, no es posible. El esbozo de los alrededores del templo -montaña s nevadas, valles, un río, la orientación de los cuatro portales del templo, la situación de los atrios no coincidía en absoluto con Jerusalén. Algún copista posterior debió haber falsificado el texto original de Ezequiél. La descripción realizada por éste deja bien patente que no se tr ata de Jerusalén, donde, por añadidura, no existen elevadas montañas nevadas. Pero sí en Srinagar.

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En Srinagar y su alrededores abundan los viejos templos. Uno de ellos era el tem plo de Martand, conocido también por Templo del Sol o Templo judío (foto 38). En la actualidad se encuentra ya en estado parcialmente ruinoso. A pesar de ello, iniciamos el largo y penoso viaje a bordo de nuestro vehículo todo terreno y provistos de los más diversos instrumento s de medición, con el único fin de visitar aquella ruina. ¿Por qué? Yo me dije que si en el año 592 antes de nuestra Era hubiera aterrizado allí una nav e espacial, las radiaciones atómicas causadas por ella habrían de ser mensurables en la actualid ad. Sin embargo, durante los primeros días de nuestra búsqueda no logramos descubrir nad a. Willi y yo recorríamos la zona y el templo provistos de detectores de metales y de radia ciones. De pronto, en la prolongación imaginaria de la bisectriz del portal principal, tod os los indicadores de nuestros contadores dieron un enérgico salto, al tiempo que de los altavoces del instrumental de aviso acústico fluían fuertes ruidos. Al principio creí en un error y volví sobre mis pasos. Pero volvió a repetirse el mism o fenómeno. La carga radiactiva era tan potente que incluso tras reducir la graduación del ins trumental no pudimos evitar que las manecillas sobrepasaran el final de la escala. Pero, por curioso que parezca, ello sólo sucedía en un punto, mientras a izquierda y derecha del mismo tod o permanecía en calma. Ahora bien, tan pronto como me movía en línea recta hacia la entrada principal del t emplo (foto 38), la radiactividad permanecía constante. Realizadas las mediciones definitivas, pudimos establecer que la «franja radiactiva» comportaba una anchura de 1,5 metros por 52 me tros de largo. Pero lo más curioso era que esa franja no terminaba ante el portal del temp lo, sino que la radiactividad conducía en línea recta hasta el mismo centro de aquella construcción: e l santuario. ¿Qué explicaciones pueden darse a este fenómeno? El templo de Martand, en las afueras de Srinagar (Cachemira), podría ser, en teoría, uno de los cuatro templos visitados por Ezequiél. Éste describe la orientación de los cuatro port ales del templo, y las descripciones coinciden con el templo de Martand. Ezequiél habla de un río que en el valle se convierte en anchurosa corriente, y también en este caso podría tratarse del valle de Cachemira. Ezequiél afirma que el valle se hallaba rodeado de unas «montañas de extraordinaria altura», dato que coincide plenamente con la localidad de Srinagar (p ero jamás con Jerusalén). Ezequiél describe el atrio, las gradas y el santuario del templo; el parecido con Martand es desconcertante. Y, por último, a Ezequiél le parece que la «Gloria del Señor» s e había introducido desde fuera en el templo. Ello podría estar en consonancia con la rectísima

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línea radiactiva que desde la zona exterior del templo conduce a través del atrio ha sta el mismo santuario, en un trazado que parece hecho con una regla. Ahora bien, cabe señalar, por otra parte, que las medidas indicadas por Ezequiel n o concuerdan con las dimensiones de Martand. En todo caso podría encontrarse una explicación muy vulgar para esa línea radiactiva: en el subsuelo podría haber una veta de uranio que emite las radiaciones. Esta explicación, sin embargo, resulta bastante improbable, puesto qu e una veta de uranio difícilmente discurriría según un trazado rectilíneo de tan sólo 1,50 metros de anc hura. Hasta aquí, lo que nos dice Dániken. Para mayor énfasis pues de mi seria pregunta que planteo en el capítulo «Doy fe» de este libro: Cachemira, ¿tierra sagrada?, viene a sumarse ahora a la problemática de Jesús y a la problemática de Moisés, la nueva problemática de Ezequiel. Tres personajes claves, en el contexto de la Biblia, que parecen haber estado en Cachemira, en el maravilloso «c ielo sobre la Tierra», en el fértil y paradisíaco valle de las montañas nevadas de Asia. La peculiaridad que aporta claramente el testimonio de Ezequiel es el hecho de q ue en su traslado han intervenido fuerzas que dominaban las técnicas del vuelo. Lo cual nos conecta con la posibilidad de una intervención de seres no terrestres. Seres que aparecen a me nudo en las páginas no sólo de la Biblia, sino de la gran mayoría de textos sagrados o simplemente históricos de la antigüedad. Pero esto ya es tema para un próximo libro. Libro que plantea otro nuevo y serio i nterrogante. Un interrogante que me hace sospechar que acaso Jesús no fuera una so la persona física, sino que su imagen se hubiera personificado en diversos individuos que habrían actuado coordinadamente a lo ancho de todo el planeta, conformando en conjunto y aparent emente la imagen de un solo Jesús omnipresente. EL MOVIMIENTO AHMADIYYA El movimiento ahmadiyya fue creado en 1888 por Hazrat Mirza Ghulam Ahmad, de Qad ian (foto 50). Sin embargo, el nombre Ahmadiyya no fue adoptado hasta diez años más tard e. El 4 de noviembre de 1900 apareció un manifiesto en el que el fundador explicaba que adopt aba el nombre Ahmadiyya refiriéndose a Ahmad, uno de los dos nombres bajo los que era con ocido el profeta del Islam, Mahoma. El otro nombre es Muham-mad. Muhammad era el nombre q ue

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indicaba la gloria que estaba destinado a obtener el profeta, en tanto que Ahmad era el nombre que se refería a la belleza de sus prédicas, y a la paz que estaba destinado a estab lecer en el mundo mediante sus enseñanzas. Estos últimos tiempos, escribió el fundador más tarde, er an los días en que este aspecto del Islam cobraba mayor vigencia. Ésa fue pues la intención a que apuntaba su obra: establecer la paz en un mundo en guerra presentando las enseñanz as espirituales del Islam, que consideraba entonces el único camino para restaurar la paz en la mente del hombre, capacitándole para vivir en paz con Dios y con sus semejantes. La adopción del nombre Ahmadiyya incluye el mensaje auténtico del movimiento. Es un mensaje para los musulmanes, en el que se les anuncia que pueden reconquistar el mundo m ediante las dos grandes fuerzas espirituales que les han sido dadas: el sagrado Corán y el pro feta Mahoma. Es al mismo tiempo un mensaje para el mundo no musulmán, y en especial para el mun do occidental: habiendo caído en un exagerado materialismo a causa del crecimiento de la civilización, sólo puede recobrar la paz con Dios y con sus semejantes por medio de la fuerza espiritual del Islam. Toda la atención del fundador, desde que comenzó a escribir, s e centró en revelar las bellezas del Corán y del Profeta, y en 1890 nació el movimiento, dirigid o especialmente a llevar el mensaje del Islam al Occidente. En su obra Izáláh Auhám resu me las bases del movimiento y expone su deseo de ver traducido el Corán al inglés, para lle var el mensaje del Islam al Occidente, que era en aquellos momentos el rector de los de stinos del mundo. Estaba convencido de que el sagrado Corán era la mayor fuerza espiritual de l mundo. Y que con él no sólo se podría promover un despertar de los musulmanes, sino también un ca mbio en el aspecto material del mundo occidental. Lo único que el fundador reclamaba pa ra sí mismo era que se le concediera el título de Imam, y que sus seguidores difundiesen por t odo el mundo las verdades del Corán que habían sido tergiversadas, y que dieran una imagen auténtic a del Profeta, que tantas veces había sido difamado. El fundador murió en mayo de 1908, y tras su muerte todas las obras del movimiento pasaron de acuerdo con su voluntad al «Sadr Anjuman Ahmadiyyah», y el liderazgo del movimient o recayó en Nür ai-Din. Las cosas continuaron así hasta su muerte, acaecida en marzo de 1914. Durante este período el movimiento hizo rápidos progresos. Pero sobre todos los avan ces internos destacó el hecho de que iba cobrando una creciente popularidad entre el c uerpo general de los musulmanes. Aparentemente no se apreciaban signos de ninguna escisión dentr o del movimiento. Sin embargo, las opiniones habían ido divergiendo gradualmente en dos puntos

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concretos, si bien no habían llegado a un enfrentamiento abierto gracias a la pode rosa personalidad de Nür al-Dín. Uno de estos puntos se centraba en la relación del sucesor con el «Anjuman», y el otro en la denuncia de los musulmanes como infieles que no c reen en el fundador. Dado que el primer punto se refería a asuntos internos del movimiento, no revistió e xcesiva importancia, ni en aquellos momentos ni más tarde, si bien era uno de los puntos d e discusión en el momento de la escisión. En cambio el segundo punto, que no estaba conectado únicamente con las enseñanzas de l movimiento sino también con el principio fundamental del Islam, fue la causa final de la escisión después de la muerte de Nür al-Dín. El principal punto de controversia entre las dos s ecciones gira en la actualidad en torno a la cuestión de si el fundador del movimiento debía o no ser considerado un profeta. Sobre esta base se produjo la escisión en marzo de 1914. L a primera sección, que opinaba que las puertas quedaban abiertas a la llegada de nuevos prof etas a partir del profeta Mahoma, establecieron su sede en Qadian, mientras que la otra sección se estableció en Lahore. Precisamente a causa de estas voces exageradas que clamaban por el reconocimient o del fundador como profeta, una sección de la comunidad se separó de Qadian y se independ izó como el «Ahmadiyyah Anjuman Isha'at-I-Islam», en Lahore. Se atienen a las doctrinas origi nales del movimiento Ahmadiyya y prosiguen la labor de provocar el despertar espiritual en el mundo. El propósito principal del programa del «Ahmadiyya Anjuman Isha'at-I-Islam» de Lahore es la propagación del conocimiento verdadero del sagrado Corán traduciéndolo a distintas len guas, y la difusión de la auténtica imagen del Profeta. Es así, un movimiento sensiblemente di stinto del de la sección de Qadian. El movimiento Ahmadiyya, sabiendo de la existencia de la tumba de Jesús en Srinaga r, ha publicado numerosos estudios sobre el particular, habiendo difundido en el mundo occidental sus conocimientos acerca de la etapa cachemir de la vida de Jesús. El último día de nuestra estancia en Cachemira se nos informó que los áhmadiyyas habían si do expulsados recientemente de la comunidad islámica precisamente por haberle conferi do excesiva importancia a la figura de Jesús, en el marco de las actividades del movimiento. P ero debo confesar que a la hora de entregar a imprenta el original de este libro no he lo grado aún confirmar ni desmentir definitivamente esta información. Para una más completa información diré que la sede central del movimiento Ahmadiyya es tá en el Pakistán, DOY FE

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Llegado el momento de dar por concluido este informe sobre la vida no conocida d e Jesús, quiero resumir aquí mi propia opinión, y dar fe de lo que yo he podido ver. Antes quiero recordar un poco cómo ha nacido en mi la idea de escribir este libro. Había oído rumores, como tantísima gente los ha oído, sobre la posibilidad de que Jesús no muriera en la cruz, y sobre la posibilidad de que huyera hacia el Este e incluso estuviera enterrado en algún lugar del continente asiático. Era una de aquellas cosas que sabe s, pero sin darle mayor importancia, porque no te atañe directamente y porque, a decir verdad, tampoco tienes los datos suficientes como para que llegue a interesarte. Hasta que un buen día, me enteré de que existía en España una foto de la tumba de Jesús en Cachemira. Esto ya era un dato concreto. De modo que me procuré una copia de esta foto y comencé ya a partir de este momento a reunir una elemental documentación. En esta tarea estaba ocupado, cuando un buen amigo me prestó un artículo de la revista alemana «Stern», en el que se publicaba sumariamente t oda la problemática de la supuesta huida de Jesús a Cachemira, su prolongada estancia y su definitiva muerte natural allí. Sin dudarlo ya, contacté al redactor del «Stern» en Nueva York, Klaus Liedtke, y en Ha mburgo al fotógrafo Jay Ullal, autores del mencionado artículo, quienes con inusitada amabi lidad me enviaron toda su información y material. Así fue cómo entré en contacto con las misiones del movimiento Ahmadiyya en Alemania primero y con su central en el Pakistán después, y localicé a los dos personajes que más me interesaban, el profesor Fida M. Hassnain, erudito cachemir que estaba centrando sus estudios e investigaciones precisamente en este tema, y el señor Sahibzada Basharat Saleem, p resunto descendiente de Jesús, residente, igualmente, en Srinagar. A medida que avanzaba en mis investigaciones, me fui dando cuenta de que el asun to no era desconocido. Era algo perfectamente sabido y estudiado a nivel de investigadores y a nivel sectario, tínicamente no había trascendido o no se le había dejado trascender al conocimiento público mayoritario. Aparte de las fuentes antiguas y de las múltiples publicaciones ahmadiyyas en ocasi ones sospechosas de tendenciosidad por formar parte, al fin y al cabo, de una propaga nda religiosa , a fines del siglo pasado aparece, publicado primero en París y luego en Nueva York , Chicago y Londres, el libro La vie inconnue de Jesús Christ o The unknown lije of (Jesús) Chri st (La vida no conocida de Jesucristo), del ruso Nikolai Notovitch, quien se da cuenta de la importancia del asunto y lo lanza á la publicidad. En los años 1938 y 1939, el semanario «The Sunrise», de Lahore, publica en forma de se rie el libro Masih Hin-dustan tnein, de Hazrat Mirza Ghulam Ahmad, fundador del movimie nto

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ahmadiyya, primer libro que plantea la cuestión de la no-resurrección de Jesús. La lec tura de este libro indujo al rector de la Universidad Al-Azhar de El Cairo, a dictar un Fatwa (veredicto) que afirmaba que de acuerdo con el sagrado Corán, Jesús murió de muerte natural. Más recientemente apareció el 2 de abril de 1972, en el semanario hindú «The Illustrated Weekly of India», el artículo Is Jesús Christ Buried in Kashmir? (¿Está enterrado Jesucristo en Cachemira?), artículo firmado por J. N. Sadhu. Luego, en el número 16 de 1973 del semanario alemán «Stern» se publicaba el ya mencionad o artículo Jesús starb in Indien (Jesús murió en la India), firmado por Klaus Liedtke, con fotos de Jay Ullal. Y en julio de 1973 el «London Weekend» abre sus páginas a una discusión sobre el tema. Por último mi buen amigo Erich von Dániken emprendió en verano de 1975 un largo viaje de investigación a la India, Cachemira, Pakistán, Afganistán, Irán, Turquía, etcétera. Durante su estancia en Cachemira y sin habérselo propuesto porque ignoraba el tema, se enteró c asualmente de la existencia de la tumba de Jesús, y publicó sobre este particular sendos artículo s Flüchtete Jesús nach Indien? (¿Huyó Jesús a la India?) y Das Geheimnis des Grabes von Srinaga r (El secreto de la tumba de Srinagar) , en la revista alemana «Horzu». A pesar de todos estos artículos y libros que habían sido publicados en distintos país es, la opinión pública no se había hecho eco de las revelaciones que contenían. No se comentaba el tema. No se discutía, no se defendía tampoco ninguna tesis a nivel popular. Porque, evidentemente, el gran público no estaba enterado de que, a miles de kilómetros de Palesti na, escenario de su actuación bíblica, podía yacer enterrado el cuerpo de Jesús, mientras toda la comu nidad cristiana lo consideraba ascendido a los cielos y, por consiguiente, falto de to do tipo de sepulcro en la Tierra. A la vista de la documentación reunida, pero, también, de la absoluta ignorancia públi ca de su existencia, faltaba ahora una sola cosa para despejar la duda que se iba cernien do sobre mis investigaciones, de si no se trataría todo de un espejismo: ¿existía realmente la tumb a tantas veces mencionada? Faltaba, se hacía necesario, ir y ver. Esto fue, pues, lo que hicimos Mercedes mi mujer y yo. Durante el largo viaje Barc elonaSrinagar tuvimos ya ocasión de conocer nuevas sensaciones. Para empezar, la segund a etapa (París-Frankfurt-Kuweit-Bombay) transcurrió en el interior del Jumbo «Emperor Rajendra Cho-la», de Air India, que más se asemejaba a la pintoresca y simpática animación de un entoldado de feria que a lo que cabe esperar de la aséptica cabina de un reactor moderno. Bombay -^primera impresión «en directo» de la India nos recibió entrada la madrugada con un ambiente tórrido, espeso, pegajoso...; el aire, parado, inexistente, quedaba supli do por un calor sofocante que destilaba de todas partes, de todas las personas. Se explicaba uno aquí por qué los

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conquistadores occidentales no pasaban más allá del valle del Indo. Con la salida del sol embarcamos en un Boeing 707 de Indian Airlines, que cubre los trayectos nacionales en tanto que Air India cubre los internacionales. Los 1.155 kilómetros del trayecto Bombay-Delhi en el 707 son lo mismo que el desplazamiento a la costa en un tren de cercanías, cualquier domingo de verano por la mañana. Sólo faltaba que alguien abriera la fiamb rera... La India es de Sur a Norte una inmensa llanura en la que surge de repente Delhi, la capital. Milenaria, interesante, misteriosa, exótica, plena de bullicio y de tráfico de todo tipo. Allí dimos con los primeros libros y mapas que nos interesaban para nuestro objeti vo: mapas de situación y libros que hablaban de la historia, de los monumentos, de las leyendas de la India en general y de Cachemira en particular. Después, la última etapa del viaje. Ultima y completamente diferente. Delhi-Srinagar , con escala en Amrit-sar, puesto fronterizo con el Pakistán, es un delicioso trayecto de recre o cubierto por Indian Airlines con sobrevuelo de las estribaciones del gran Himalaya. Un viaje en el que paulatinamente se va uno dando cuenta de que la India no tiene nada que ver con su apéndice septentrional, Cachemira. Impresión que cobra fuerza definitiva cuando uno ha pisa do ya el pequeño campo de aviación de Srinagar y ha pasado unos cuantos días observando y charl ando con las cachemires. Un pueblo forjado a través de múltiples cruces de razas, un pueb lo que originalmente procede del Occidente, del Pakistán, del Irán, de Palestina. Un pueblo que en su inmensa mayoría quisiera, por razones de origen histórico, seguir siendo pakistaní; y ello explica la marcada militarización de Cachemira y los frecuentes controles en las carretera s (una misma patrulla policial nos dio el alto nada menos que tres veces en cuatro días y en ca rreteras distintas), así como la imposibilidad de cruzar legalmente la frontera entre Cache mira y el Pakistán. Un pueblo que ha logrado dar con la fórmula de una convivencia pacífica, has ta de una colaboración estrecha y amistad íntima entre judíos y musulmanes, en la que ni a unos ni a otros ha afectado ni la «guerra de los seis días», sus orígenes ni sus secuelas. Y ello porque todos ellos son judíos de origen. Me he extendido en este punto porque es interesante tenerlo presente al enjuiciar la problemática que plantea este libro. Los musulmanes, en Cachemira, so n todos judíos conversos al islamismo. Y ahí, en ese valle fértil y realmente paradisíaco que vive en velada oposición con la I ndia, para la que no puede dejar de ser un cuerpo extraño, se viven hoy a diario escenas y si tuaciones que parecen sacadas de páginas de la Biblia. Esto es importante. Aparte de que todo el país está impregnado de una hondísima religiosidad. Judíos, musulmanes, hindús, budistas, cristi

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anos, conviven en pacífica y respetuosa mezcolanza. Si bien en todo el país la ley del más f uerte, la ley del más listo y la ley del soborno son las únicas que aseguran el éxito. Pero como tod os lo saben y no les ha quedado más remedio que aprender las reglas del juego, la convivencia sigue en equilibrio y la amistad se te brinda por doquier. Allí estábamos por fin. Primero, en un excelente hotel de rango internacional. Pero nos dimos cuenta de que así no conectaríamos con el pueblo al que queríamos conocer. Por lo que nos mudamos a los dos días a una barca-vivienda anclada en pleno lago Nagin. Cruzar el lago en una barca o «shikara» era obligado para marchar o volver a «casa». Pero era la forma de conv ivir con el pueblo y conocerlo a fondo. Y valió la pena el largo viaje. Porque, efectivamente, vimos no sólo la tumba de Jesús , sino también la de Moisés, y nos pudimos apercibir en incesantes salidas al campo y a la montaña de que en la memoria ancestral de los cachemires está presente el paso de Jesús por sus tierras. Ahí quedan los distintos pueblos, prados o simplemente lugares que llevan el nombre de Jesús. Ahí está no sólo su tumba sino también su bastón, heredado acaso de Moisés. Y la cornamenta de un carnero suyo. Y otro tanto sucede con la figura de Moisés. Cachemira, ¿tierra sagrada?; Cachemira, ¿tierra prometida? Allí, uno llega a plantears e seriamente estas preguntas. Más aún, tuvimos ocasión de discutir y de trabajar durante larguísimas e inolvidables ho ras con el profesor Hassnain, conservador de los Archivos, Museos y Monumentos de Cachem ira, profesor en tres universidades japonesas, arqueólogo y antropólogo enamorado de su t rabajo, investigador nato y entusiasta que no cesa de buscar a lo ancho y a lo largo de su Cachemira natal vestigios de los diversos pueblos que la han ido haciendo suya a lo largo de su compleja historia. Es, acaso, y aparte de Al-Haj Khwaja Nazir Ahmad ^el autor del libro Je sús in Heaven on Earth >, la persona que con mayor dedicación y tesón ha ido desgranando los diversos elementos que hacen sospechar seriamente que, en pleno corazón de Srinaga r, Cachemira, yace el cuerpo de Jesús. En el «cielo sobre la Tierra», como, paradójicamente , llaman también a la paradisíaca Cachemira. Y ahí, finalmente, experimentamos la insólita sensación que produce el estrechar la m ano y estar hablando durante largo rato, dentro de la máxima cordialidad, con Basharat Saleem, descendiente de Jesús. Las páginas precedentes son el compendio de nuestras entrevistas, contactos e inve stigaciones sobre el terreno, y del estudio de la gran cantidad de documentos y de literatur a que hemos podido reunir sobre la fascinante «segunda vida» y muerte absolutamente humana de Je sús, piedra primera de la religión cristiana.

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Y nuestra constatación más sorprendente: la «historia cachemira» de Jesús y de Moisés no contradice en absoluto a los textos bíblicos. Antes bien, ayuda a completar sus in comprensibles lagunas con argumentos lógicos. De todo esto doy fe aquí. Doy fe de que existe y estuvimos en el «Rozabal», tumba de Y uz Asaf. Doy fe de que subí al monte Nebo, para ver personalmente la tumba de Moisés. Doy fe de que vimos y tocamos la piedra de Moisés. Doy fe de que estuvimos en el Yusmarg, el pra do elegido por Jesús para entrar en Cachemira. Doy fe de que estuvimos en Aishmuqam, donde se conserva el bastón de Jesús, o de Moisés. Doy fe de que las personas a quienes interrogamos con testaron con absoluta honestidad. Algunas, convencidas de que allí estaban Jesús y Moisés. Otra s, afirmando simplemente que allí estaban Yuz Asaf y Moisés. Otras, afirmando con concr eción histórica que hacía 3.500 años que custodiaban la tumba de Moisés, cuando por otra parte ni siquiera se habían enterado, por ejemplo, de que Hitler había muerto y de que había ex terminado a una gran parte de su propia raza. Otras, en fin, explicándonos con pelos y senal es leyendas y tradiciones de su pueblo, cuando su formación cultural era tan exigua que estaban convencidos de que estábamos en el sur de la India y que Ceilán estaba en el Norte. Una ignoranc ia total, que no puede inventar semejantes historias con tantos datos. Ni puede retenerlos, en el supuesto de que alguien se los hubiera contado. Al menos, la gente sencilla, que ignoraba su propia circunstancia actual, no podía haberse inventado ni podía estar falsificando unos he chos ocurridos decenas de siglos antes y en ocasiones a miles de kilómetros de distanci a. Sus leyendas, sus tradiciones, la sabiduría de sus antepasados tenía que reposar sobre u na base cierta. En cuanto a las dos personas más cultas, más letradas y más doctas de todo este tema, el profesor Has-snain y el señor Sahibzada Basharat Saleem, nos parecieron dos personas absolu tamente honestas, cada una en su campo particular. El profesor Hassnain es un erudito qu e por nada del mundo se traicionaría a sí mismo. Puede estar equivocado, pero nunca a sabiendas. Lo que nos ha contado es lo que él cree y lo que él cree se basa en años y años de investigación y de estudio, tanto en la literatura como sobre el terreno. En cuanto al señor Basharat Saleem, es una persona por entero entregada a sus negocios, que debido a sus ocupaciones se ve obligado a desentenderse un tanto del compromiso de su tradición familiar y que conoce ésta a t ravés de lo que su padre le ha explicado de ella. Es una persona que en modo alguno desea pu blicidad, que en modo alguno desea escándalo, que en modo alguno desea dominio público para el sec reto de su familia. En este sentido me ha parecido que cuanto nos ha contado y explicado es, sin lugar a

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ninguna duda, la verdad. Vistos los textos, vistas las leyendas, vistas las tumbas, vistas las personas, visto el país y su gente, me parece --y es mi opinión personal-^ que la hipótesis de un primer viaje, y de otro segundo y definitivo viaje de Jesús a la India, la hipótesis de su muerte y sepultur a ahí, y la hipótesis de la muerte y sepultura de Moisés, también en Cachemira, tienen u n alto porcentaje de probabilidad de estar en lo cierto. Falta la comprobación definitiva. Falta abrir la tumba y ver qué hay. Falta, seguram ente, cotejar muchos más textos antiguos y observar y estudiar el tema desde muchos más ángulos. Yo, desde aquí, en aras de una objetividad científica, propondría la convocatoria de un congreso mundial de especialistas en Sagrada Escritura, en orientalismo, en islamismo, en historia a ntigua, sin excluir a los lingüistas para, entre todos, borrando prejuicios posibles, hallar la verdad acerca de la para mí muy posible «segunda vida» de Jesús. El objetivo que yo me he propuesto en este libro ha sido únicamente informar a una amplia mayoría de lectores, de unos hechos que hasta hoy sabían sólo unos pocos y que me pare cen lo suficientemente importantes, dado que pueden cambiar los factores de enjuiciamie nto de la figura de Jesús, indudablemente el personaje cuya imagen ha influido más acusadament e en la evolución de la cultura occidental. Este libro ha sido un dossier de lo que hoy se sabe y dice y se cree acerca de la posibilidad de que Jesús no muriera en la cruz, ni ascendiera físi camente al cielo. EL MU NECO HUMANO Andreas FABER-KAISER Nos fabricaron para utilizarnos Algunos cient´i?cos de avance y los legados m´as antiguos de nuestra historia convergen en una explicaci´on l´ogica para el origen de la humanidad: una civilizaci´on c´osmica para nosotros desconocida nos fabric´o en un pasado remoto. M´as adelante alguien ya sea el mismo programador original u otro distinto efectu´o una mutaci´on en el ser programado, para encarrilar nuestro desarrollo gen´etico hacia nuestra condici´on humana actual. Pero, ¿qu´e hicieron nuestros programadores despu´es de habernos fabricado y posiblemente mutado en un estadio m´as tard´io? ¿Nos abandonaron a nuestra suerte? ¿O, m´as bien, han venido controlando el desarrollo de nuestra existencia? Existen su?cientes ejemplos que evidencian que en el pasado y tambi´en hoy en d´ia alguien m´as y por lo menos tecnol´ogicamente, m´as avanzado se mantuvo y se mantiene cerca de nosotros, acompa n´andonos a lo largo de toda nuestra historia. Pero no solamente se han dedicado a controlarnos, sino que en determinados momentos hist´oricos decisivos para la marcha de la humanidad, han intervenido directamente para encauzarla en uno u otro sentido. En la etapa antigua de nuestra historia, los seres para nosotros desconocidos descend´ian habitualmente de las alturas para convivir con el ser humano sobre el planeta que habitamos. Dado que sus actuaciones y su tecnolog´ia se escapaban a la comprensi´on del hombre primitivo, que era incapaz de imitar lo que estos seres desconocidos pod´ian hacer, tales visitantes fueron toma-

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dos necesariamente por nuestros antepasados por aut´enticos dioses, cosa que en cierta forma no deja de ser cierta para nosotros, en el supuesto de que ellos sean nuestros fabricadores. Sus actuaciones fueron interpretadas naturalmente por el hombre primitivo y medieval como expresiones inequ´ivocas de la divinidad. Pero con el paso del tiempo, la situaci´on ha cambiado: los que fueron dioses hasta hace poco, comienzan a esconder su careta divina para irse diluyendo en el anonimato. ¿Por qu´e? Porque nuestra propia evoluci´on nos 1 ha conducido a un punto en el que nuestros actuales conocimientos no les permiten ya ser identi?cados con la imagen de seres divinos. Hoy ya sabemos que lo que ellos hicieron en el pasado, lo pueden hacer otros, lo podemos en parte hacer nosotros, simples humanos. Y lo qu´e a´un no podemos hacer hoy lo podemos extrapolando nuestros conocimientos actuales alcanzar hipot´eticamente en el futuro. As´i, el contacto con ellos, en vez de darse en un contexto religioso como se di´o en la antig¨uedad y en el medioevo, se intuye en un futuro a un nivel cient´i?co posiblemente. NO ESTAMOS SOLOS Semejante hip´otesis debe de fundamentarse naturalmente en una premisa ineludible: que haya efectivamente vida inteligente en el universo, m´as all´a de los l´imites de nuestro planeta Tierra. Y que estos supuestos seres inteligentes sean capaces de llegar hasta aqu´i. ¿Es esto posible? El 11 de setiembre de 1952, Marshall Chadwell, a la saz´on director adjunto del departamento de Inteligencia Cient´i?ca, le escribe en comunicado interior al director de la Agencia Central de Inteligencia(CIA): El problema OVNI excede el nivel de las responsabil´idades individuales del departamento de Inteligencia Cient´i?ca de la CIA, y es de tal importancia que merece la competencia y la acci´on del Consejo de Seguridad Nacional. El 2 de diciembre de aquel mismo a no, le vuelve a comunicar a su director que: Algo est´a ocurriendo y debe tener nuestra atenci´on inmediata. Los avistamientos de objetos inexplicados a grandes alturas viajando a altas velocidades en las cercan´ias de importantes instalaciones defensivas americanas son de tal naturaleza que no pueden ser atribuibles a fen´omenos naturales o a veh´iculos a´ereos de tipo conocido. La presencia de objetos volantes no identi?cados y la presencia de seres inteligentes no pertenecientes a nuestra comunidad humana terrestre, se mani?esta como una constante en el curso de nuestra evoluci´on, desde la antig¨uedad hasta nuestros d´ias. Si bien la ciencia acad´emica se niega a aceptarla como un hecho. Argumenta para ello que el viaje interplanetario preciso para que seres de otra civilizaci´on c´osmica visitaran efectivamente nuestro planeta es de todo punto imposible. 2 Pero tal y como a?rma el premio Nobel de qu´imica Ilya Prigogine, las teor´ias acaban siempre por ser rebatidas: su verdad es parcial, provisional. No debemos adaptar los hechos a nuestra inteligencia, sino que debemos aspirar a elevar esta inteligencia a un grado en el que pueda entender y asimilar los hechos, aunque en estos momentos a´un se le antojen absurdos. Tambi´en era un absurdo para los hombres del siglo XVIII el hecho o la simple idea de que el hombre viajara alg´un d´ia hasta la Luna y pegara torpes saltos sobre su super?cie, y, sin embargo, ´esta es una experiencia superada hoy en d´ia y aceptada por todos: por los hechos consumados, en de?nitiva. A lo que debemos aspirar es a lograr comprender alg´un d´ia la realidad subyacente y el sentido de los fen´omenos inexplicados que se han venido produciendo a lo largo de la historia humana y que actualmente se siguen produciendo y prodigando. ANSIAS DE CONTACTO Pero as´i como la mayor´ia de la comunidad cient´i?ca no contempla la posi-

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bilidad de la presencia de seres extra nos en nuestro planeta, s´i acepta como probable la existencia de otras civilizaciones en la inmensidad del cosmos. Tanto, que las busca ansiosamente y elabora planes para establecer contacto con las mismas. Los intentos de b´usqueda de inteligencias extraterrestres en las profundidades del cosmos, objetivo del programa SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence = B´usqueda de inteligencia extraterrestre), y los intentos de comunicaci´on con supuestas inteligencias extraterrestres en el espacio, que conforman el programa CETI (Communication with Extratrrestrial Intelligence = Comunicaci´on con inteligencias extraterrestres) siguen un constante curso de perfeccionamiento, lo que pone de mani?esto la voluntad de ciertos sectores de la comunidad cient´i?ca en entrar en contacto con otros seres inteligentes del universo. El programa SETI se ver´a notablemente incentivado a partir de 1992 para conmemorar el 500 aniversario del descubrimiento o?cial de Am´erica , con una nueva inyecci´on presupuestaria de 100 millones de d´olares, aprobada en 1988. Este dinero cubrir´a una etapa de diez a nos de b´usqueda de inteligencias extratrrestres, concretada en la instalaci´on de seis analizadores multicanal del espectro radioel´ectrico, tres en Arecibo, en Puerto Rico, y otros tres volantes, que se trasladar´an peri´odicamente del hemisferio norte al sur, en una b´usqueda totalmente automatizada. Con este sistema se escudri nar´an secuencialmente las 773 estrellas similares al Sol que se encuentran a una distancia inferior a los 80 a nos-luz, chequeando en cada una de ellas 2.000 millones de canales, mientras que por otra parte se barrer´a todo 3 el ?rmamento visible, en busca de alguna se nal extra na que pudiera proceder de una civilizaci´on desconocida. El equipo que se emplear´a para ello es un analizador multicanal de espectros, el MCSA 2.0, que puede sintonizar simult´aneamente hasta 10 millones de frecuencias. En lo que al proyecto CETI respecta, cabe decir que en marzo de 1974, la Junta del Consejo Cient´i?co del Area del Problema de Radioastronom´ia de la Academia de Ciencias de la Uni´on Sovi´etica discuti´o y aprob´o un programa de investigaci´on del problema de la comunicaci´on con civilizaciones extraterrestres. El programa fue elaborado por la secci´on de b´usqueda de se nales c´osmicas de origen arti?cial del Consejo de Radioastronom´ia, a partir de las recomendaciones de la Conferencia Nacional Sovi´etica sobre el Problema de la Comunicaci´on con Civilizaciones Extraterrestres que tuvo lugar en el observatorio astrof´isico de Byurakan, en Armenia, en mayo de 1964, y la conferencia sovi´etico-norteamericana sobre CETI mantenida en el mismo Byurakan en setiembre de 1971. El programa proyectado fue expuesto previamente en la VII Conferencia Nacional Sovi´etica sobre Radioastronom´ia, convocada en Gorki en 1972, para ser aprobado de?nitivamente por la Academia de Ciencias de la URSS en 1974. En el texto del programa aprobado por los sovi´eticos destaca la a?rmaci´on de que: Merece particular atenci´on la posibilidad de que sondas lanzadas por civilizaciones extraterrestres se encuentren actual mente en el Sistema Solar e incluso en ´orbita alrededor de la Tierra. NOS VISITAN DESDE SIEMPRE Pero hay otro camino para averiguar si existen y si son capaces de venir a visitarnos. Frente a la totalidad del establishment cient´i?co, que apoya la lenta y costosa b´usqueda de se nales de radio procedentes de seres inteligentes en el universo, cabr´ia proponer una soluci´on mucho m´as sencilla: intentemos examinar si nuestra Tierra ha sido visitada alguna vez en el pasado, o si est´a siendo visitada en el presente por seres no terrestres. No debemos perder de vista para ello que, sin necesidad de recurrir a testigos dudosos, a textos equ´ivocos, a grabados de diversa interpretaci´on, los textos que a lo largo de los tiempos han ido re?ejando los pasos de la historia de la humanidad, est´an salpicados de testimonios que ilustran la presencia de objetos volantes que evolucionan de forma inteligente a baja altura, sobre la super?cie terrestre.

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Tampoco es preciso recurrir al c´umulo de leyendas y textos religiosos que claramente hacen referencia a seres que procedentes del cielo entran en con4 tacto con los habitantes de la Tierra. No. S´o1o hace falta releer los textos de historia. As´i, Plinio habla de objetos volantes no identi?cados en el Libro II de su Historia Natural. Cayo Suetonio re?ere que el 1 de enero del a no 49 a.JC. Julio C´esar se top´o con una ?gura sobrehumana junto al r´io Rubic´on. En el a no 312 el pagano Constantino y todo su ej´ercito contemplaron una cruz luminosa en el cielo. Beda, en su Historia Ecclesiastica, a?rma que en el a no 664 se present´o sobre las cabezas de las monjas de un monasterio de Barking, junto al T´amesis, una s´abana volante luminosa. Mientras Carlomagno irrump´ia en Italia, los sajones sitiaron Sigisburg, hasta que hicieron acto de presencia en el aire dos escudos volantes rojizos, que les hicieron huir precipitadamente y someterse luego a Carlomagno y al cristianismo. El 21 de febrero de 1345 una luz misteriosa procedente de las monta nas de Montserrat en Catalunya se desplaz´o en el aire hasta detenerse encima de la poblaci´on de Manresa, cuyos habitantes siguen celebrando desde entonces anualmente la vinguda de la misteriosa llum . En un texto que ?gura en los anales de la Inquisici´on, el Dr. Eugenio Torralba a?rma que efectuaba viajes desplaz´andose por el aire guiado por una nube de fuego. Bernal D´iaz del Castillo, cronista de Hern´an Cort´es, narra en su Historia verdadera de la conquista de la Nueva Espa na que en el a no 1527 los expedicionarios espa noles observaron en el aire sobre sus cabezas una enorme espada larga (comparable a la cruz que vio Constantino) que no se mudaba del cielo durante m´as de veinte d´ias. Mientras que el historiador catal´an Geroni Pujades escribe en su Diari el d´ia 30 de setiembre de 1604 que en la madrugada de aquel d´ia los habitantes del obispado de Urgell asistieron a un combate a´ereo a baja altura. En la publicaci´on L Ann´ee Scienti?que aparece publicada en el a no 1874 la noticia del avistamiento de gran n´umero de cuerpos negros que cruzaban la Luna. En 1885, el astr´onomo Jos´e A. Bonilla publica un art´iculo en la revista L Astronomie , en el que explica que los d´ias 12 y 13 de agosto de 1883 contempl´o desde el observatorio mexicano de Zacatecas, del que era director, el paso de un total de 116 objetos volantes no identi?cados que en oleadas sucesivas cruzaban por delante del disco solar. Etc´etera. La lista se hace interminable. La historia bien habla de estos fen´omenos. Si no los omiti´eramos, si explic´aramos la historia en su totalidad, sin omisiones ni retoques, asimilar´iamos con naturalidad que los fen´omenos que evidencian la actuaci´on de una inteligencia distinta a la nuestra, forman parte integrante y continuada de la historia de la humanidad. Sabr´iamos todos un poco mejor en donde nos encontramos. 5 ESTAMOS PROGRAMADOS El premio Nobel Francis H.C. Crick, bioqulmico ingl´es, que en 1953 descubri´o la estructura del ´acido desoxirribonucleico (ADN), adopt´o a ?nales de 1981 una postura sorprendente: a?rm´o que en sus or´igenes nuestra especie fue creada por una supercivilizaci´on gal´actica. Cuando el sistema solar estaba empezando a con?gurarse dice en alguna parte de la galaxia exist´ia una civilizaci´on que deb´ia hallarse en el grado de progreso en que nosotros nos encontramos ahora, aproximadamente. Esos seres, bastante parecidos a nosotros, indudablemente, comenzaban a trabajar con la vida. Un James Watson y un Crick extraterrestres hab´ian descubierto la estructura del ADN. Otros, explotando sus trabajos, hab´ian empezado a crear microorganismos, del mismo modo que nosotros, hoy, sintetizamos las primeras bacterias en probetas. Esos seres descubrieron nuestro mundo en formaci´on. Entonces se embarcaron en una experiencia que hoy nos parece imposible, pero que, dentro de unas decenas de a nos, estaremos nosotros mismos en condiciones de emprender: crear la vida inteligente. No exactamente igual que el Dios de la Biblia,

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que baj´o a la Tierra a ?n de modelar un poco de barro para formar a Ad´an, pero casi. Ellos hicieron que, en ese barro original, se pudiera sembrar una bacteria (u otro microorganismo), programado de tal forma que, al cabo de varias decenas de miles de a nos, desembocara en nosotros. Esos seres sembraron la Tierra igual que nosotros sembraremos quiz´a ma nana un mundo lejano, todas cuyas probabilidades de llevar a la vida a su t´ermino m´as elevado, la inteligencia, estar´an determinadas de antemano por nosotros. En su libro Life itself (La vida misma) Francis H.C. Crick expone todos los argumentos de su tesis. ¿UN SIMPLE EXPERIMENTO? Pero tambi´en podr´iamos ser un simple experimento. Imaginemos que una supercivilizaci´on que todav´ia existe en alg´un punto de la galaxia , o incluso fuera de ella, decidiera, por ejemplo, hace algunos millones de a nos, crearnos a plazo. Para ella, el tiempo no cuenta. Cuando criamos un ganado que vive s´olo unos cuantos a nos, o simples bacterias en un tubo de ensayo, ¿pensamos ni por un momento que, para esos microorganismos, nosotros somos pr´acticamente inmortales? Crick con?esa que esta ´ultima idea es de los sovi´eticos. En efecto, la tesis 6 de una siembra de la Tierra desde una galaxia cobr´o forma en el Congreso Internacional de Byurakan, en 1971. Especialistas como Vsevolod Troitsky, de la Academia de Ciencias de la Uni´on Sovi´etica, emitieron all´i la teor´ia de que la Tierra podr´ia ser un campo de experimentaci´on para seres superiores, con los cuales no hay ni que pensar en ponerse en contacto, porque van muy por delante de nosotros. Entonces, ¡son como dioses! VIDA POR DOQUIER Casi simult´aneamente con la publicaci´on de la obra de Crick, el profesor de matem´aticas aplicadas y astronom´ia en el University College de Cardi?, en el Pa´is de Gales, y director del Instituto de Estudios Fundamentales de Sri Lanka, Nalin Chandra Wickramasinghe, public´o sendos libros escritos en colaboraci´on con el astr´onomo Sir Fred Hoyle, y titulados Space TraveIlers: the Bringers of Life (Viajeros del espacio: los que trajeron la vida) y Evolution from Space (La evoluci´on desde el espacio), respectivamente. De la lectura de ambos libros, as´i como de las manifestaciones de otros cient´i?cos que investigan la existencia de formas de vida en el universo, se deduce claramente no s´olo como re?exi´on ?los´o?ca o l´ogica, sino decididamente como resultado de comprobaciones puntuales que la vida no es una prerrogativa del planeta Tierra que habitamos, sino que sus bases se hallan repartidas por doquier en la vasta inmensidad del universo. De forma que la a?rmaci´on del premio Nobel Francis H.C. Crick, descubridor como dije de la estructura del ADN, en el sentido de que una supercivilizaci´on gal´actica nos cre´o en un pasado remoto, no caracen de base l´ogica. Nuestra creaci´on fue, en su opini´on recuerdo , una fabricaci´on programada. EL MU NECO HUMANO Exactamente de esta fabricaci´on programada a la que aluden algunos cient´i?cos de avance, nos hablan tambi´en las tradiciones m´as antiguas del planeta, que quedan perfectamente re?ejadas en el legado sagrado de los indios quich´es, de la gran familia maya. Cuando el planeta Tierra a´un no se hab´ia solidi?cado, y antes de poblarlo por tanto el ser humano, ya estaban ah´i los constructores, los fabricadores, los poderosos del cielo. Con esta a?rmaci´on, el Popol-Vuh, el libro del Consejo de los quich´es, est´a en l´inea con las a?rmaciones de Francis H.C. Crick: 7 Solamente el agua limitada, solamente la mar tranquila, sola, limitada. Nada exist´ia. Solamente la inmovilidad, el silencio, en

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las tinieblas, en la noche. S´olo los Constructores, los Formadores, los Dominadores, los Poderosos del Cielo, los Procreadores, los Engendradores, estaban sobre el agua, la luz esparc´ida. ; As´i reza el Popol-Vuh, que adem´as nos cuenta c´omo los Dominadores construyeron al ser humano, al hombre, para que ´este les adorara y les invocara, ya que sin este detalle de vanidad su creaci´on, su fabricaci´on, no resultaba completa y, m´as a´un, carec´ia de sentido. Esta necesaria adoraci´on se repite en las tradiciones religiosas m´as antiguas de numerosas comunidades humanas. ¿Cabe pensar acaso que la energ´ia que emitimos durante semejantes actos de adoraci´on sirve de nutrici´on a quienes presumiblemente nos dise naron? Es tiempo de concentrarse de nuevo sobre los signos de nuestro hombre formado, como nuestro sost´en, nuestro nutridor, nuestro invocador, nuestro conmemorador , a?rma el Popol-Vuh. Narra este mismo libro del Consejo que el primer mu neco formado con tal ?nalidad no hablaba, por lo cual no los invocaba, motivo por el que fue destruido: No ten´ian ni ingenio ni sabidur´ia, ning´un recuerdo de sus Constructores, de sus Formadores; andaban, caminaban sin objeto. No se acordaban de los Esp´iritus del Cielo; por eso decayeron. Solamente un ensayo, solamente una tentativa de Humanidad. La imperfecci´on de este primer intento de biorrobot provoc´o su destrucci´on por medio del agua, del diluvio: Entonces fue hinchada la inundaci´on por los Esp´iritus del Cielo, una gran ´inundaci´on fue hecha, lleg´o por encima de las cabezas de aquellos man´iqu´ies. CON LA MENTE FRENADA Al segundo intento, les sali´o un hombre tan inteligente y de tan perfecta comprensi´on, que temieron que supiera y viera demasiado, lo que no les conven´ia a Los de la Construcci´on, a los Poderosos del Cielo: No est´a bien lo que dicen nuestros construidos, nuestros formados. Lo conocen todo, lo grande, lo peque no, dijeron. Por lo tanto, celebraron consejo. ¿C´omo obraremos ahora para con ellos? ¡Que sus miradas no lleguen sino a poca distancia! ¡Que no vean m´as que un poco la faz de la Tierra! ¡No est´a bien lo que dicen! ¿No se llaman solamente Constru´idos, Formados? Ser´an como dioses, sino engendran, si no se propagan, cuando se haga la germ´inac´i´on, cuando exista el alba; solos, no se multiplican. Que eso sea. Solamente deshagamos un poco lo que quisimos que fuesen; no est´a bien lo que decimos. ¿Se igualar´ian a aquellos que los han hecho, a aquellos 8 cuya ciencia se extiende a lo lejos, a aquellos que todo lo ven? , fue dicho por los Esp´iritus del Cielo, Dominadores, Poderosos del Cielo. As´i hablaron cuando rehicieron al ser de su construcci´on, de su formaci´on. Entonces fueron petri?cados los ojos por los Esp´iritus del Cielo, lo que los vel´o como el aliento sobre la faz de un espejo; los ojos se turbaron; no vieron m´as que lo pr´oximo, esto s´olo fue claro. As´i fue perdida la Sabidur´ia y toda la Ciencia de los cuatro hombres, su principio, su comienzo. As´i primeramente fueron construidos, fueron formados, nuestros abuelos, nuestros padres. De esta forma, para evitar que supiera y que viera demasiado, se corrigi´o a este segundo prototipo de hombre, para conformar de?nitivamente a la raza humana actual, previo ajuste de clavijas y recorte de su capacidad de comprensi´on. As´i, no se nos concedi´o m´as que una m´inima parte del saber. ¿No nos est´an con?rmando las m´as avanzadas investigaciones de las potencialidades de nuestra mente que solamente estamos usando aproximadamente un 10% del total de nuestras posibilidades? O sea, solamente una m´inima parte del saber que nos corresponde de acuerdo con nuestro plan de fabricaci´on original. Sorprendentemente, exactamente lo mismo le con?rma Gabriel al contactado Mahoma, am´en de darle un s´imil min´usculo que acaso pueda hacer alusi´on al microorganismo que menciona Francis H.C. Crick, al hacer referencia al origen del ser humano: ¡Predica en el nombre de tu Se nor, el que te ha creado! Ha creado al hombre de un co´agulo. ¡Predica! Tu Se nor es el Dadivoso que ha ense nado a escribir con el c´alamo: ha ense nado al hombre lo que no sab´ia. 120

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Pero, aparte de ense narnos lo que no sab´iamos, el Dadivoso tambi´en recalca en el mismo Cor´an algo bastante m´as grave y que enlaza con el Popol-Vuh mesoamericano: No se os ha concedido m´as que una m´inima parte del saber. LA MAQUINA HUMANA De acuerdo con todo lo expuesto, puede concluirse al menos como hip´otesis que una supercivilizaci´on c´osmica recurri´o a la ingenier´ia gen´etica para dar origen al ser humano: a nosotros. Pero, ¿es posible concebir el organismo humano aqu´i no entraremos en la discusi´on de la parte espiritual, an´imica o energ´etica de nuestras personalidades, que ocupa este organismo durante el lapso de tiempo de cada una de nuestras vidas individualizadas como una fabricaci´on, entendiendo esta fabricaci´on en el sentido m´as amplio de la palabra, y no como una aut´entica creaci´on , sino como manipulaci´on de los elementos disponibles? 9 Si echamos una vez m´as una ojeada a la ciencia de avance, veremos que efectivamente, es posible. Solamente hay que tener presentes los progresos que se est´an realizando en los campos por ejemplo de la bi´onica pronto no habr´a pr´acticamente ning´un ´organo o parte del cuerpo humano que no pueda reemplazarse por un so?sticado dispositivo de recambio (actualmente se producen en Utah, en los Estados Unidos, m´as de dos millones de unidades de m´as de mil recambios para el cuerpo del ser humano) y de los biochips, que permiten construir ordenadores con la misma materia de la que est´a hecho el cerebro humano. No debe perderse de vista que nuestro cerebro es una compleja computadora biol´ogica que recibe informaciones a trav´es de los ´organos sensoriales de nuestro cuerpo f´isico, como tambi´en los recibe por v´ia paranormal, sin intervenci´on de estos ´organos sensoriales. A base de estas informaciones recibidas y debidamente codi?cadas, el cerebro elabora planes de actuaci´on y env´ia las ´ordenes de reacci´on precisas para cada situaci´on a los respectivos departamentos de nuestro cuerpo. Nuestro cerebro es, as´i, la computadora que act´ua a modo de centro de control de nuestro cuerpo. Y ´este se atiene a unas leyes y normas constantes en cuanto a composici´on, estructuraci´on, reacciones, posibilidades de acci´on y vulnerabilidad. MANIPULACIONES GENETICAS No es por otra parte ning´un secreto el hecho de que sirvi´endose de los ´acidos nucleicos y de su funci´on como portadores de informaci´on los genetistas est´an desde hace a nos investigando la forma de manipular las cadenas de ADN con el objeto de in?uir en los caracteres hereditarios y as´i moldear a los seres vivos a su voluntad. Todo ello que no es posible detallar en este breve espacio, pero que s´i lo hago en mi libro El mu neco humano (Ediciones Kaydeda, Madrid) conduce indefectiblemente a que en un futuro m´as o menos lejano se pueda dise nar y fabricar un ordenador capaz de copiarse, de reproducirse a s´i mismo a su imagen y semejanza. Puesto que no har´a otra cosa que atenerse a la constante vital basada en la doble espiral del ADN. Las posibilidades que se abren en el campo de la bi´onica y del ordenador biol´ogico, nos llevan a la ineludible re?exi´on de que, si todo esto lo estamos intuyendo y ensayando nosotros ahora, y lo llevaremos a la pr´actica en un futuro m´as o menos lejano, pero no inexistente, es f´acil suponer que una civilizaci´on c´osmica much´isimo m´as desarrollada tecnol´ogicamente que nosotros, haya logrado en el pasado el modelo m´as avanzado: el biorobot superautom´atico e independizado, construido o criado a imagen y semejanza de los propios fabricadores. Este modelo somos nosotros mismos. Las a?rmaciones 10 de Francis H.C. Crick y el conocimiento del Popol-Vuh, o sea la ciencia de avance y las m´as antiguas tradiciones del planeta estar´ian as´i en lo cierto: alguien program´o nuestra fabricaci´on en alg´un lejano momento del pasado. Lo m´as grave de esta situaci´on es que este alguien, precisamente por ser nuestro fabricador, puede seguirnos controlando a voluntad. A la suya, que no es necesariamente la nuestra.

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Andreas FABER-KAISER, 1989 SOMBRAS EXTRATERRESTRES Andreas FABERKAISER OVNIs y hermetismo: el silencio del Poder El estudio de los OVNI presenta su lado oscuro. Entre estudiosos del tema y testigos de aterrizajes Gray Barker y James E. Moseley recopilaron m´as de 600 casos de personas que fueron obligadas al silencio. Otros, cesaron en sus investigaciones. Algunos demasiados murieron. Por otra parte, la postura o?cial de los distintos gobiernos de cara a la opini´on p´ublica es de descr´edito o en el mejor de los casos de silencio sobre el tema, y una nota de la redacci´on de la revista italiana Alaya, de enero de 1968, a?rma que desde 1955 los gobiernos se han comprometido a guardar silencio sobre la realidad de los OVNI. Pero mucho antes ya han existido sociedades que se hab´ian comprometido a guardar silencio, generaci´on tras generaci´on, sobre las realidades cuya transmisi´on secreta a trav´es de los siglos hab´ia dado vida precisamente a esas comunidades. Son sociedades que han nacido gracias a la posesi´on de unos conocimientos que no deb´ian trascender a la masa, y que siguen viviendo gracias a la necesidad de conservar para el hombre esos conocimientos. Y ese mundo paralelo, esa realidad paralela de las comunidades secretas, de la c´abala, del esoterismo, de lo arcano, parece encontrarse con ese otro mundo, con esa otra realidad tambi´en paralela a nuestro quehacer sobre la tierra: con la realidad de (( ellos )) . El mismo interrogante vale para ambos casos: ¿Por qu´e debe mantenerse en silencio la realidad de los oprimidos? ¿Por qu´e debe mantenerse en silencio la realidad conocida por las hermandades secretas? Ya el consejo dado por el c´elebre papiro Harris rezaba: (( ¡Cerrar las bocas! )) , y Fulcanelli da ?n a su libro El misterio de las catedrales recomendan do que (( en la Ciencia, en el Bien, el Adepto debe siempre CALLAR )) . Los griegos por su parte, al igual que los egipcios en el culto a Isis, guardaban un silencio absoluto sobre los misterios del culto de Ceres. La revelaci´on del secreto de estas pr´acticas a los profanos se castigaba con la muerte. 1 De Isis a?rma, a su vez, Fulcanelli, que es la madre de todas las cosas, que las lleva en su seno, y que s´olo ella es la dispensadora de la Revelaci´on y de la Iniciaci´on. (( Isis, Ceres, Cibeles: tres cabezas bajo el mismo velo )) , y (( singular analog´ia herm´etica: Cibeles )) madre de los dioses (( era adorada en Pesinonte (Frigia) bajo la forma de una piedra negra que se dec´ia haber ca´ido del cielo )) . Igual que la Caaba los del pa´is de Saba, o de Caba, son los cabalistas mismos , la famosa piedra negra ca´ida del cielo. . . Con las estatuas de Isis se relacionan m´as tarde las v´irgenes negras. Bigarne observa que Isis antes de la concepci´on (( es, en la teogon´ia astron´omica, el atributo de la Virgen que varios documentos, muy anteriores al cristianismo, designan con el nombre de virgo partitura; es decir, la Tierra antes de su fecundaci´on, que pronto ser´a animada por los rayos del sol )) . La Tierra-madre, los rayos del Sol, las piedras negras. Quienes se han dedicado al estudio del fen´omeno OVNI en la antig¨uedad conocen una leyenda inca de Tiahu´anaco El calendario que ?gura en la Puerta del Sol de Tiahu´anaco se ha identi?cado como el calendario de Venus , seg´un la cual de una nave dorada descendida de la (( gran estrella esplendorosa )) surge Orejona, que construy´o, con piedras negras procedentes de su planeta, el primer templo de la isla del Sol. Orejona deb´ia cumplir la misi´on de convertirse en madre de la Tierra. Estas analog´ias nos hacen sospechar una leyenda herm´etica inca. Pauwels y Bergier razonan de este modo: (( es posible que lo que llamamos esoterismo, cimiento de las sociedades secretas y de las religiones, sea el residuo dif´icilmente comprensible y manejable de un conocimiento muy

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antiguo, de naturaleza t´ecnica, que se aplica a la vez a la materia y esp´iritu )) ; y apuntan hacia el probable peligro que entra na para toda la Humanidad el supuesto de que estos conocimientos llegaran a manos irresponsables 1 . Por otra parte, en un editorial del n´umero de julio-agosto de 1963 del desaparecido bolet´in (( Informationen )) de la (( Gesellchaft f¨ur Interplanetarik Austria )) , leemos: (( existe en la Tierra un mito que se adaptar´ia a los prop´ositos de los espaciales y bajo cuya in?uencia podr´ia dar resultado el reclutamiento de ayudantes . Desde siempre. Nos referimos aqu´i a una sociedad que hace siglos ya se vanagloriaba de preparar la reforma de todo el ancho mundo y cuyos miembros no s´olo se reun´ian en una fortaleza suspendida en el aire , sino que se ocupaban de el trabajo en todo el sistema solar y pose´ian adem´as mil piezas que har´ian palidecer de envidia a nuestros t´ecnicos actuales )) . 1 Pauwels, Louis, y Bergier, Jacques, El retorno de los brujos, Barcelona, Plaza & Jan´es, 1967. 2 El nombre de esta sociedad no hace al caso. . . , pero la posibilidad de su existencia sigue siendo de inter´es. Como caso t´ipico, como ejemplo. Con el estudio de los OVNI (( estamos rozando el ocultismo de la doctrina agn´ostica, las teor´ias rosacrucianas, el budismo, la teosof´ia. . . )) , le dice Gordon Creighton a Carlos Murciano 2 , en tanto que Paul Misraki se nala que Henry S´erouya, en su estudio sobre la K´abala, (( precisa que el conocimiento del carro de Dios (!) no deb´ia jam´as ser transmitido por escrito, sino s´olo de manera oral a aquellos que se mostraran dignos; es decir, a un peque no grupo que hab´ia alcanzado previamente un grado de iniciaci´on superior )) . El tema que nos ocupa ahora es complejo, tan universal en perspectiva terrestre , que ´unicamente tendremos ocasi´on de rozarlo furtiva e incompletamente, y adem´as de forma aparentemente bastante confusa. LA ENIGM ´ ATICA SERPIENTE En su libro Los platillos volantes y los dioses, John Michell estudia trans?guraci´ones de serpientes entre los pueblos antiguos, ?guraciones que se revelan como interpretaciones veladas de naves volantes extraterrestres, lo que nos remite a Quetzalcoatl, que quedaba simbolizado por una serpiente con plumas. En Tula, la ciudad consagrada a Qetzalcoatl, se levanta una pir´amide consagrada a Venus, ya que ambos eran una sola deidad. Quetzalcoatl, ?nalizada su labor civilizadora, huy´o por los aires, fue por el espacio de un lado a otro, y se convirti´o en el planeta Venus, con el nombre n´ahuatl de la (( estrella que echa humo )) . Una serpiente voladora que es una estrella. Un cohete que se aleja hasta convertirse en s´olo un punto luminoso en el cielo. . . y echa humo. Quetzalcoatl era en Am´erica un agente uni?cador del Cosmos cuyo signo era la cruz, que trajo riquezas y cultura desde Oriente. . . , circunstancias qu e nos hacen recordar que existe tambi´en una hermandad de ?l´osofos herm´eticos que se autodenominan inmortales, iluminados e invisibles, y a?rman ser los agentes predestinados para la futura reforma general del Universo y para el establecimiento de la paz universal obs´ervese los paralelismos con Quetzalcoatl , cuyo signo es la rosa y la Cruz, y de la que un libro de Valent´in Andreae 3 cuenta que fue fundada la leyenda no debe ser hist´orica, pero obedece sin duda a una intenci´on concreta por un tal Christian Rosencreutz, que aport´o sus conocimientos del Oriente. . . 2 Murciano, Carlos , Algo ?ota sobre el mundo, Madrid, Editorial Prensa Espa nola, 1969. 3

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Andreae, Johann Valentin , Fama fraternitatis des l¨oblichen Ordens der Rosenkreuz, Kassel, 1614. 3 Es la misma sociedad de la que nos hablaba el editorial citado del bolet´in (( Informationen )) , a?rmando de ella que sus miembros eran convocados en una fortaleza suspendida en el aire. El historiador Serge Hutin escribe de esta sociedad que constituye la colectividad de los seres llegados a un estado superior a la humanidad corriente, (( poseedores por ello de los mismos caracteres interiores que les permiten reconocerse entre ellos )) . Surge la pregunta: ¿Son determinadas hermandades secretas, herm´eticas, las encargadas de mantener el contacto siempre entre la humanidad y (( ellos )) ? ¿Son sus miembros ya sea consciente o inconscientemente los aut´enticos (( hombres contacto )) ? LOS TEMPLOS, ¿M ´ AQUINAS DE LOS DIOSES? Existen por otra parte numerosas razones cuyo desarrollo no es posible en el limitado espacio de este art´iculo que hacen sospechar el origen de la construcci´on de los templos a partir de la visi´on real de m´aquinas volantes descendidas a la tierra en la antig¨uedad. El templo quiere ser imitaci´on forzosamente inm´ovil de la morada real m´ovil volante de la (( divinidad )) . De ah´i la gran importancia que presumimos tiene para el uf´ologo la existencia de comunidades que transmiten en secreto, durante siglos, las normas por las que debe regirse la construcci´on de los edi?cios sagrados. Podemos mencionar aqu´i tambi´en a la Orden del Temple. (( ¿Trajeron de Jerusal´en, como se ha dicho, arcanos de artesan´ia antiqu´isima en lo que se re?ere a la arquitectura? ¿In?uy´o en ellos la visi´on del antiguo templo de Salom´on, reconstruido en mezquita, con su planta octogonal? ¿Hubo, adem´as, alguna sabidur´ia matem´atica escondida que el Occidente no conoc´ia entre los muchos documentos, folios y papiros que los cruzados hallaron en la Ciudad Santa? ¿Ven´ia todo ello a trav´es de Israel, desde el antiguo Egipto? Todo es conjetura sobre estos aspectos. La alquimia pareci´o ser otro de los renglones favoritos de la Orden. ¿Pero qu´e era la alquimia sino un intuitivo tanteo de lo que hoy es asignatura corriente en las universidades? El vulgo llamaba magia, con cierto tono entre temeroso y admirativo, a estas investigaciones, reservadas ´unicamente a los iniciados, como hoy ocurre con los expertos nucleares, tambi´en al abrigo de un riguroso secreto o?cial. . . )) (( Pero el poder´i o econ´omico, las exenciones, el monopolio de ciertas transacciones, todo ello llevaba fatalmente al choque con el estado; es decir, con la Corona de Francia. All´i acab´o el Temple. All´i tambi´en comienza su misterio. Reservado fue todo: 4 los procesos, los interrogatorios, el secuestro de sus bienes por el monarca; las mil y una acusaciones que se formularon contra los caballeros de la Orden en sus distintos grados y jerarqu´ias. . . )) (( . . . Veraces historiadores asegu ran que la obra persisti´o en la sombra hasta desembocar por v´ias rec´onditas en los alba niles del otro templo: el de la masoner´ia 4 . )) Bien, hemos entrado en una frase interesante: las hermandades secretas, herm´eticas, tienen algo muy importante que ver con la construcci´on de edi?cios sagrados. Y el templo, el edi?cio sagrado, se nos aparece como inspirado en un aparato volante de la (( divinidad )) : en un aparato volante de (( ellos )) . Prosigamos, pues, en nuestra b´usqueda de posibles conexiones. LA OBRA POR EXCELENCIA La uni´on de los dos tri´angulos del fuego y del agua, o del azufre y del mercurio reunidos en un solo cuerpo, engendra el astro de seis puntas, el Sello de Salom´on, tambi´en llamado Sello de Hermes, jerogl´i?co de la Obra

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por excelencia y de la Piedra Filosofal realizada. Fulcanelli se nala que este s´imbolo es la misma Estrella de los Magos. Y despu´es de enfocar el misterio de la Estrella de los Magos desde los m´as variados ´angulos, lo ´unico que podemos a?rmar al cabo de casi dos mil a nos de su aparici´on, es que la susodicha (( estrella )) sigue siendo para nosotros, c on todas sus letras, un objeto volante y luminoso no identi?cado. Aparece ´intimamente ligado a todo esto la c´abala fon´etica. EL GAY SABER Conocido de todos los interesados en el tema es el pasaje en que Jonathan Swift, el singular de´an de San Patricio, en boca de Gulliver, nos re?ere la visi´on que ´este tuvo de la (( isla volante )) , un (( cuerpo movible y opaco, muy grande, que parec´ia ?uctuar en el aire )) , cuya base era (( plana, compacta y resplandeciente )) . Los Viajes de Gulliver datan de 1727, y Swift relata en ellos que la famosa (( isla volante )) , tripulada por seres inteligentes, basab a su movimiento en las leyes del magnetismo las mismas en que parecen basarse los OVNI observados en la actualidad , al tiempo que anuncia que Marte posee dos sat´elites, cuyos par´ametros indica con asombrosa exactitud. Pero resulta que los susodichos sat´elites de Marte no fueron descubiertos por la ciencia (( o?cial )) hasta el a no 1877 siglo y medio despu´es de hablarnos de 4 Are´ilza, Jos´e Mar´ia de , Los secretos del Temple, en (( La Vanguardia )) , 1 febrer o 1970; Barcelona. 5 ellos el de´an de San Patricio (!) y que, adem´as, uno de ellos (Fobos), es muy probablemente un sat´elite arti?cial 5 . Swift era un iniciado en los conocimientos que proporciona el Gay saber, la Gaya ciencia, la Lengua de Corte entre los antiguos incas (recordemos las analog´ias entre la Orejona de la leyenda inca e Isis, Ceres y Cibeles) o sea, el argot, la c´abala hablada 6 . Nos informa Fulcanelli que los argotiers, los que utilizan el argot (lengua particular de todos los individuos que tienen inter´es en comunicar sus pensamientos sin ser comprendidos por los que les rodean), lengua en que se expresaban todos los iniciados, son descendientes herm´eticos de los argonautas , los cuales, a bordo de la nave Argos nombre que indica la rapidez o la blancura luminosa , fueron en busca del Vellocino de Oro, que Frixos hab´ia ofrecido a Aetes, hijo del Sol, despu´es de que un carnero, con el vell´on de oro, le transportara, atravesando los aires y los mares, a la isla de Aea, pa´is donde (( los rayos del sol se encierran en una c´amara de oro )) 7 . Y bajo el signo del carnero, bajo el signo de Aries, el 12 de abril, se celebraban en Roma las Cereales (en honor de Ceres recordemos una vez m´as la analog´ia Ceres-Isis-Cibeles-Orejona). En las procesiones llevaban un huevo. Y de huevos celestes brotaron a la vida los dioscuros C´astor y P´olux, que formaban parte de la expedici´on de los argonautas, y que fueron colocados por Zeus como estrellas (pensemos en Qetzalcoatl) en el ?rmamento. Por ´ultimo, digamos que las ?guras de huevos celestes de los que emergen, en distintas leyendas y mitos antiguos, determinados personajes, caen f´acilmente bajo el enfoque de naves espaciales, de c´apsulas espaciales, de las que emergen unos tripulantes de las mismas. La forma de huevo es muy frecuente en casos de OVNI recientes (Valensole, Socorro, etc.) LA CONCHA DE SANTIAGO Volvamos al argot. Lo hablaban los frimasons de la Edad Media, que edi?caron los templos arg´oticos. Las obras de art goth o de argot: Las catedrales g´oticas. (( Tambi´en ellos, estos nautas constructores, conoc´ian el camino que conduc´ia al Jard´in de las Hesp´erides. )) Y ya que estamos hablando aqu´i de nautas, bueno ser´a hablar tambi´en 5 Ribera, Antonio, El gran enigma de los Platillos Volantes, Barcelona, Editorial

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Pomaire, S.A., 1966 (5 a edici´on). 6 V´ease la incomparable introducci´on que a la misma nos ofrece Fulcanelli en su ob ra El misterio de las catedrales, Barcelona, Plaza & Jan´es, 1967. 7 V´ease el signi?cado herm´etico de los Argonautas en la p´agina 62 de la obra citada de Fulcanelli . 6 de la Concha de Santiago, del se nor Yago de compos stella, que dispensa ayuda, luz y protecci´on. De la citada concha, nos dice Fulcanelli, que la llevan m´isticamente (( aqu´ellos que emprenden la labor y tratan de obtener la estrella (compos stella). . . )) , (( tienen que realizar, con el bord´on por gu´ia y la concha por insignia, este largo y peligroso recorrido, una de cuyas mitades es por v´ia terrestre y la otra por v´ia mar´itima. Deben ser, ante todo, peregrinos, y, despu´es, pilotos )) . ¿Pilotos? En los pilares que decorar la credencia que se puede admirar en la mansi´on Lallemant, en Bourges, la susodicha concha aparece rematada por un desconcertante par de alas. . . ¿Pilotos de naves capaces de volar? ¿Nautas voladores? Recordemos que el (( agua )) de que hablan los iniciados es un agua que no moja las manos. El agua, el mar, el oc´eano, se nos aparece como denominaciones referidas al espacio y a sus (( corrientes )) , a sus l´ineas de fuerza. Termina la leyenda de los argonautas consagrando Jas´on a neptuno la nave Argos, que Minerva coloca otra vez en el cielo entre las constelaciones. . . Y ser´ia oportuno recordar que el emblema de la nave espacial (( Apolo XII )) representaba a un gallardo bergant´in dando la vuelta a nuestro sat´elite. . . Volviendo a nuestra concha, apuntemos todav´ia que en otro de los motivos decorativos de la citada mansi´on, se puede ver una concha grande en la que surgen, al parecer, otras conchas menudas. . . Es un fen´omeno familiar para los que nos interesamos por el estudio de los OVNI. Hablamos de los argonautas y de la c´abala hablada. Y podemos observar que la voz argonauta nos remite a una familia de ra´ices que permite establecer interesantes relaciones para nuestro tema: ser´ia la familia de las ra´ices arg-/arq-/arc-/arq- que relacionan entre s´i a palabras tan interesantes para nuestro prop´osito como son el nombre de la nave Argos, los argonautas, la arquitectura (el segundo elemento de la voz procede del griego tLk wn, carpintero, constructor de naves), el arco cuya multiplicaci´on forma la c´upula de los edi?cios sagrados, lo arcano (secreto), el arca de No´e, ?rq (comienzo, origen, y en plural potencias espaciales ), los arc´angeles. . . , etc. EL SISTEMA DE LOS 9 En la c´abala el num´erica el n´umero 9 es importante sin duda. Al echarse de menos a Hiram, el arquitecto conocedor de los secretos de la construcci´on del Templo, asesinado, Salom´on orden´o que nueve maestros lo buscasen. Nueve son los maestros constructores de la b´oveda secreta. Enoch escondi´o el nombre indecible debajo de nueve arcos, grabado en un delta o tri´angulo equil´atero. La ?guraci´on del campamento de los Pr´incipes del Real Secreto, que esperan el momento oportuno para reedi?car el templo, se realiza en una 7 sala alumbrada con 81 luces (9 x 9), en la cual aparecen una serie de ?guras geom´etricas conc´entricas encerradas en un pol´igono de nueve lados. Por otro lado, leemos en Behind the Flying Saucers 8 que la estructura del OVNI ca´ido en manos del Gobierno norteamericano en Nuevo M´exico se basaba igualmente en el n´umero 9. Su anchura total era de 99 99 /100 pies. La l´inea vertical imaginaria desde la punta exterior del (( ala )) circular a la base med´ia 27 pulgadas 9 . La cabina ten´ia un di´ametro de 18 pies y una altura de 72 pulgadas, sobre saliendo exactamente 45 pulgadas de la cabina por encima del borde exterior de artefacto. Con el segundo OVNI pasando a manos americanas en Arizona ocurre otro tanto. Med´ia 72 pies de di´ametro, y descompuesto en sus distintos elementos, se comprob´o que ´estos segu´ian el

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llamado (( sistema de los nueve )) . Y en el mismo sistema basaba su estructura el tercer OVNI descendido en Paradise Valley, y que ten´ia un di´ametro de 36 pies. Seg´un una teor´ia de J. M. D´iez G´omez, publicada en extracto a partir de la p´agina 81 de la serie (( C´iclope Informa )) (Barcelona; C´iclope, S.A.E.), sobre la que no nos atrevemos a pronunciarnos en favor ni en contra sin un estudio previo completo, Ad´an ser´ia el s´imbolo de una nave de tipo nueve. Con las debidas reservas, puede establecerse a ra´iz de esta teor´ia una relaci´on cabal´istica provisional de momento entre las voces nueve, nuevo, nave y, posiblemente, huevo (novem, novum, navis, ovum). En nueve ciclos se forma el ser humano. En el simbolismo de los n´umeros sagrados, el 9, ´ultimo de estos n´umeros, propios de los entes divinos, superiores, frente a los humanos, se consideraba como n´umero completivo de la vida humana y del Cosmos. Nuestras matem´aticas se construyen sobre una serie-base de nueve n´umeros completados por el s´imbolo neutro representado por el cero. Entre las sociedades secretas debemos citar todav´ia una, muy importante, en la India, y que se remonta a la ´epoca del emperador Asoka. Es la sociedad secreta de los Nueve Desconocidos 10 , etc´etera, etc. 8 Scully, Frank, Behind the Flying Saucers, Nueva York, Popular Library, 1951. 9 Cabe se nalar que 999 pulgadas inglesas equivalen a 1000 pulgadas piramidales, y que ´estas fueron aplicadas en la construcci´on de una pir´amide la de Keops que, siendo de indiscutible inter´es para nuestro tema, ha merecido amplios y detallados estudios particulares de sus especiales caracter´isticas (remitimos a las obras que tratan el te ma de la aparici´on de OVNI en la antig¨uedad). 10 Ampl´iense datos en El retorno de los brujos, ya citado, de Pauwels y Bergier . 8 APOLO Podr´iamos seguir hablando y hablando, pero no es ´este el prop´osito ni el objetivo del art´iculo como visi´on global de una probabilidad. Probabilidad en la que podr´iamos mencionar tambi´en a Cyrano de Bergerac, gran conocedor de la C´abala, que describe por ejemplo un cohete de tres fases, tal como hoy son lanzados desde cabo Kennedy 11 . Ser´ia interesante reenfocar con nuevos ojos la procesi´on que Josu´e hizo des?lar siete veces alrededor de Jeric´o, cuyas murallas se derrumbaron antes de la octava vuelta. (( Jeric´o )) deriba muy probablemente de yareah, que signi?ca luna, con lo que tenemos que jeric´o es la (( ciudad de la Luna )) . Pero el mismo tema lo encontramos en los cisnes que giran siete veces alrededor de delos, naciendo, cuando a´un no hab´ian cantado por octava vez, Apolo. Nace (( Apolo )) para dominar a la Luna. . . Un mito que acaba de materializarse en nuestros d´ias. Sorprende la sucesi´on es mera coincidencia que no deja de ser curiosa de voces familiares a los cabalistas en el programa espacial norteamericano: Ara na, Aguila, Apolo, Atlas, Mercurio, Saturno, G´eminis. . . Interesante ser´ia el estudio, con nuevas ideas, del motivo de la cocci´on ?los´o?ca representado en el (( P´ortico del Salvador )) de la catedral de Amiens. Fulcanelli advierte que el campanario es el horno secreto que encierra el huevo ?losofal, que a su vez es el recept´aculo del que hablan los iniciados. Hemos rozado el tema del huevo como veh´iculo celeste. Viacheslav Zaitsev se nala que en una primitiva leyenda de los pueblos del Per´u, los huevos bajan el cielo en ?orecillas de diente de le´on; tambi´en conocen los iniciados la Flos Coeli. Podr´iamos repasar tambi´en el ciclo de romances de la Tabla Redonda, (( leyendas herm´eticas que aluden directamente a la transici´on de los conocimientos cient´i?cos antiguos )) ; es solo una indicaci´on, que sospechamos acabar´ia por profundizar el tema del grial y el de las llamadas (( apariciones

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marianas )) , fen´omeno que paul Misraki relaciona con el de las apariciones de discos volantes. Digno de estudio nos parece el tema de las Pl´eyades. Su nombre proviene del griego pleÚn, navegar. Figuran entre las estrellas Maia y Atlas. Ahora bien, Maia tambi´en la mitolog´ia hind´u conoce a Maya, y la Iglesia cat´olica dedica el mes de mayo a Mar´ia , amada de Zeus, la voz Zeus (Theos) se corresponde con la voz Teo aplicada a lo divino por los aztecas, ´intimamente vinculados con la gran familia maya tuvo con ´este a Hermes, el mensajero 11 Se ha dedicado a su estudio Aim´e Michel , en (( Le Monde et la Vie )) , n´um. 10 5, febrero 1962; y Antonio Ribera, Op. cit. 9 alado de los dioses, portador del mismo nombre que aquel otro Hermes que dar´ia lugar a la ?losof´ia herm´etica de que estamos hablando. Maia era la hija mayor de Atlas. Atlas era el hijo de Japeto y de una hija de Oc´eano. Atlas a su vez se cas´o con la oce´anida Pleyone, de cuyo matrimonio nacieron las Pl´eyades 12 . Pero resulta que la ra´iz atl del nombre Atlas se encuentra tambi´en en el idioma n´ahuatl hemos citado por ejemplo a Quetzalcoatl de los aztecas, vinculados como dijimos a los mayas, en relaci´on con la divinidad y signi?cando (( agua )) . Lleno est´a el mundo de coincidencias. Seg´un la mitolog´ia preincaica, los dioses descendieron de la constelaci´on de las Pl´eyades. Uno de los corredores de la pir´amide egipcia de Keops (dijimos que era una construcci´on muy importante para nuestro tema) recog´ia la luz de las Pl´eyades. El doctor gerhard Wiebe, de Boston, y J. Roca Munta nola, relacionan los monolitos de Stonehenge con la ?guraci´on de un (( platillo volante )) 13 . Hecateo, historiador del siglo VI, habla del dios qu e se aparec´ia en Stonehenge: (( Durante la estaci´on en que se aparece el dios (Apolo), toca el arpa y danza todas las noches, desde el equinoccio de invierno hasta la salida de las Pl´eyades, complacido por su propio ´exito. )) LA ARA NA Por otra parte, entre las muchas etimolog´ias del nombre de Mar´ia, destaca la de Zorell, que deriva el nombre de la Mar´ia nacida en Egipto, la hermana de Mois´es, del egipcio mr´i.t+yÅam (segundo elemento = Yahv´eh), o sea (( amada de Yahv´eh )) . Amada de Zeus era Maya y mayo es el mes de Mar´ia. Tenemos luego la traducci´on jeronimiana latina del hebreo miryam por (( stilla maris )) , (( gota del mar )) . Volvamos ahora a los iniciados y veamo s que hablan del (( Roc´io de mayo )) , humedad vivi?cadora del mes de Mar´ia. Thomas Corneille 14 a nade que los grandes maestros de una de las hermandades citadas se hac´ian llamar (( Hermanos del roc´io cocido )) (F. R. C., Fr`eres de la Ros´eeCuite). Y ya para terminar, digamos que es curioso observar que el alquimista (( necesita el hilo de Ariadna (Ariane es una forma de airagne, por met´atesis de la i) si no quiere extraviarse por los meandros de la Obra y verse incapaz 12 Seg´un Homero, era conocedor de todos los abismos del mar, siendo, bajo este as pecto, padre de Calipso (la profundidad de las aguas), e hijo de una ninfa del Oc´eano y de Poseid´on. 13 Roca, Munta nola, J., Inc´ognitas de ayer, proyecci´on hacia el futuro, en (( Algo )) , n´um. 124, febrero 1969, Barcelona. 14 Dictionnaire des Arts et des Sciences, Par´is, Coignard, 1731. 10 de encontrar la salida )) .

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Los mayas cre´ian como cita ya N. Rinin 15 que en ´epocas remotas sus dioses descend´ian del cielo por una telara na. (( En distinta y oblicua vinculaci´on con ella dice Zaitsev puede situarse la visi´on jacobiana de la escalera que conduc´ia al reino celestial. )) Tambi´en en el antiguo Egipto exist´ia la creencia de que se ascend´ia al cielo por una escalera. En la llanura de Nazca, en el Per´u, se observa desde el aire la enorme ?gura de una ara na. En collares y grabados abunda en la Am´erica central y meridional el tema decorativo de la ara na. Retrocedamos a la formaci´on de la palabra. AÑrw signi?ca, como observa y relaciona Fulcanelli, (( tomar, asir, arrastrar, atraer, de donde se deriva ?¨rhn, lo que toma, ase, atrae )) . . . ((? rh n es el im´an. . . )) (( en provenzal, el hierro se llama aran o iran. . . )) , en c atal´an, aram: es Hiram, el divino Aries, el arquitecto del Templo de Salom´on )) . La voz griega Sidhroc signi?ca hierro e im´an. De la misma voz deriva el lat´in sidus, sideris, estrella. En el magnetismo parecen basarse los OVNI. Del magnetismo habla la obra de Fulcanelli. Hoy se tienen pruebas de la existencia de campos magn´eticos gal´acticos. Pero decid´amonos ya por el punto ?nal. El etc´etera es interminablemente largo. Re?exione y ate cabos el lector. . . las coincidencias se suceden casi imperceptiblemente. LOS PRIMEROS CONTACTADOS Andreas FABER-KAISER Siempre han habido seres humanos que se relacionaban con seres inteligentes descendidos del cielo En pr´acticamente todos los legados de los or´igenes de los primeros pueblos del planeta, se pueden hallar vestigios de seres inteligentes, superiores, descendid os de los cielos, que contactan directamente con los humanos. Dando inicio con ello , indefectiblemente, a las respectivas creencias religiosas de los pueblos afectad os. En todas las ´epocas ha habido adem´as personajes singulares que han in?u´ido directamente en la marcha de la historia de la humanidad, despu´es de haber sido contactados por entes no humanos. Puede hablarse de personajes contactados o elegidos, como puede tambi´en hablarse de pueblos enteros, contactados o elegidos por entidades no humanas. Ante la imposibilidad de referirme a todos ellos en este art´iculo, me limitar´e a los m´as importantes personajes que en los tiempos antiguos representan a la ´elite visible de los contactados. Los primeros formados Antes de hablar de los primeros contactados, cabr´ia hablar de los primeros formados, aquellos que fueron puestos por seres superiores sobre la super?cie del planeta Tierra, programados para engendrar all´i a una nueva raza de seres inteligentes: nosotros. De ello nos hablan las referencias b´iblicas a Ad´an y Eva, en que un ser superior crea a los primeros padres de la especie humana; los relatos del Popol Vuh, el libro sagrado de los quich´es, de la gran familia maya, seg´un el cual los poderosos del cielo deciden crear sobre la super?cie terrestre a un mu neco de inteligencia restringida nosotros ; el relato conocido por el Espejo de Izanami, con el que los japoneses explican el descenso, en tiempos remotos, de una pareja celeste que procrea sobre el planeta Tierra y deja en ´el a sus hijos var´on y hembra para que crezcan y se desarrollen hasta llegar a formar la naci´on nipona; y las pinturas rupestres conocidas por wandjinas, que son, en los montes Kimberley australianos, las ´unicas pinturas no trazadas por mano 1 humana, sino directamente por los dioses que en ´epocas remotas descendieron para proporcionar alimento a los nativos ¿los primeros contactados en sentido estricto? , antes de transformarse en serpientes m´iticas, ascender al

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cielo y moverse all´i en forma de luces que pueden verse a gran altura ¿los primeros Objetos Volantes No Identi?cados en sentido estricto? ; etc. Los primeros contactadores Entre los primeros rollos recuperados en 1947 de las cuevas de Qumran, junto al Mar Muerto, nos llama la atenci´on el del G´enesis Apocrifon, denominado Manuscrito de Lamech antes de haber sido desenrollado. En ´el se cuenta c´omo Lamech, padre de No´e, vuelto a casa tras larga ausencia, se encuentra con la sorpresa de que su mujer, Bathenosh, hab´ia dado a luz a un ni no que no acababa de cuadrar en la familia. Su mujer le asegura que el ni no no es hijo de ning´un extra no ni de ninguno de los Hijos del Cielo, como nos lo relata el propio Lamech de acuerdo con el texto del Libro de Enoch: Yo he puesto en el mundo a un hijo, diferente a los otros; no es como los hombres, sino que parece un hijo de los mensajeros del cielo. Esta comparaci´on que hace Lamech parece indicar que ´el, o incluso la gente de la ´epoca, estaban familiarizados con las caracter´isticas o peculiaridades que presentaban estos hijos de los mensajeros del cielo, que por lo tanto habr´ian efectuado frecuentes visitas a los humanos de la ´epoca, que podr´iamos entonces considerar como de los primeros humanos contactados por seres superiores descendidos de las alturas. Producto de las primeras contactaciones: Los gigantes En otro pasaje de su legado, Enoch nos habla ya de la uni´on de los celestes con las hijas de los hombres: Y los mensajeros, hijos de los cielos, se dijeron entre ellos: Vamos, escojamos mujeres entre los hijos de los hombres y engendremos hijos. De estas uniones siempre de acuerdo con el Libro de Enoch las hijas de los hombres, que podemos considerar primeras contactadas ´intimas, concibieron y pusieron en el mundo grandes gigantes . Este relato que queda con?rmado por otros pasajes del G´enesis , tiene sus similitudes con las narraciones tradicionales de los or´igenes de otros muchos pueblos del planeta. En todos los casos, los varones de estos coitos c´osmicos son de origen extraterrestre, mientras que las hembras que dan a luz a los gigantes o seres diferentes son humanas, terrestres, contactadas. 2 El contactado Lot Bien conocido es el pasaje b´iblico que re?ere la destrucci´on de Sodoma y Gomorra, circunstancia que convierte al patriarca Lot en uno de los primeros contactados con nombre conocido. Se conjugan en este pasaje los factores de venganza por parte de los contactadores o emisarios descendidos de las alturas, de protecci´on a una familia concreta, de aviso previo del inminente arrasamiento total, de ataque a´ereo y hasta de una posible cuenta atr´as, ya que Lot y su familia disponen de un plazo muy breve e improrrogable para abandonar la ciudad a ?n de salvar sus vidas. Pero vayamos al texto b´iblico: Cuando los dos emisarios llegaron por la tarde a Sodoma, Lot estaba sentado a la puerta de la poblaci´on. En cuanto los vio, se levant´o para salir a su encuentro, se prostern´o de cara al suelo y dijo: Por favor, se nores m´ios, venid a casa de vuestro siervo para pasar la noche y lavaros los pies. . . Los dos emisarios en un primer momento se niegan aduciendo que dormir´an en la plaza, pero a los ruegos insistentes de Lot aceptan y entran en su casa. Al poco rato los hombres de Sodoma llaman a Lot y le exigen que les entregue a los dos forasteros. Lot se niega a ello, ofreci´endoles a cambio a sus dos hijas, que a´un no conocieron var´on. Ante el enojo del gent´io, intervienen los dos misteriosos emisarios, asiendo a Lot y meti´endolo en casa, al tiempo que hirieron de ceguera a los hombres que hab´ian permanecido fuera de la entrada de la casa, de forma que no pudieron llegar a hallar la entrada. Los hombres obs´ervese que es ´este uno de los casos en que el texto b´iblico denota que los emisarios o ´angeles que proceden de las alturas pueden ser absolutamente semejantes a nosotros, ya que sin m´as los llaman hombres dijeron a Lot: Vamos a destruir este lugar: grande es el clamor contra sus habitantes en la presencia de Yahveh, y Yahveh nos ha enviado para exterminarlos. (. . . ) Al despuntar

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el alba, y dado que Lot se hac´ia el remol´on, los dos hombres lo tomaron de la mano, as´i como tambi´en a su mujer y a sus dos hijas, y por compasi´on de Yahveh hacia ´el, le hicieron salir y lo dejaron fuera de la ciudad. Mientras lo sacaban, dijeron: ¡S´alvate, por tu vida! No se te ocurra mirar atr´as ni te entretengas en ning´un lugar de la llanura. ¡S´alvate en la monta na, no fuera caso de que murieras! Poco despu´es, Yahveh hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego que ven´ian de Yahveh desde el cielo. Y destruy´o estas ciudades y toda la llanura con todos los habitantes de las ciudades y las plantas de la tierra. La mujer de Lot mir´o hacia atr´as, y se convirti´o en una estatua de sal. (Esta circunstancia hizo apuntar a algunos estudiosos la hip´otesis de que se produjo all´i una aut´entica explosi´on nuclear.) Abraham fue muy de ma nana al lugar en que hab´ia estado en presencia de Yahveh. Mir´o hacia Sodoma y Gomorra y toda la llanura, y vio la humareda de la 3 tierra que sub´ia como la humareda de un horno. El contactado Mois´es El libro del ´ Exodo nos ofrece uno de los casos de contacto extraterrestre m´as decisivos para la marcha de la Humanidad. El contactador, Yahveh, se desplazaba a voluntad en un veh´iculo a´ereo: Yahveh iba delante de ellos, de d´ia en una columna de nube para mostrarles el camino, y de noche en una columna de fuego que los iluminaba, para que pudieran caminar d´ia y noche. Inmediatamente se hace patente la intervenci´on de Yahveh que por su car´acter marcadamente sanguinario jam´as puede ser identi?cable con la noci´on de Dios en defensa de los hijos de Israel (con la ?nalidad de que le admiren, teman y est´en, por ende, a su servicio), masacrando implacablemente a los egipcios. Y queda patente el contacto directo de este desconocido vengador celeste con el caudillo de los israelitas, Mois´es, al decirle Yahveh: Extiende la mano sobre el mar, que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros y sobre sus conductores. Mois´es extendi´o la mano sobre el mar, y hacia la ma nana el mar regres´o a su lugar, y las aguas sorprendieron aqu´i el ensa namiento de Yahveh llega a sus cotas m´aximas a los egipcios que hu´ian. El que Mois´es fue en el siglo XVI antes de JC un hombre-contacto, queda claramente con?rmado en el siguiente pasaje b´iblico: Yahveh les dijo acto seguido a Mois´es, a Aharon y a Mar´ia: Acudid los tres a la entrada del or´aculo . Y los tres fueron. Entonces Yahveh descendi´o en la columna de nube, se coloc´o a la entrada de la tienda y llam´o a Aharon y a Mar´ia. Y los dos salieron. Y les dijo: Escuchad mis palabras: si entre vosotros dos hubiera un profeta de Yahveh, me mostrar´ia a ´el en visi´on, le hablar´ia en sue nos. No sucede as´i con mi siervo Mois´es; ´el es el hombre de con?anza de toda mi casa. Yo le hablo cara a cara, en visi´on y no en enigmas; ´el contempla la imagen de Yahveh. El libro del ´ Exodo sigue corroborando plenamente este extremo: Yahveh dijo a Mois´es: Acudir´e a reunirme contigo dentro de una nube espesa, para que el pueblo pueda darse cuenta de cuando hablo contigo y crea a´un m´as en t´i. Pero Yahveh advierte del peligro que supone aproximarse a su nave: Adem´as, m´arcale al pueblo un l´imite alrededor de la monta na y advi´erteles: Guard´aos de subir a la monta na y de tocar su base. Quien toque la monta na morir´a. Y, efectivamente, Yahveh subi´o a bordo de la nube para desplazarse hasta Mois´es: Al tercer d´ia, de madrugada, hubo encima de la monta na truenos y rayos y una nube espesa, acompa nados de un fuerte resonar de trompeta. (. . . ) La monta na del Sina´i humeaba toda ella, 4 porque Yahveh hab´ia bajado sobre ella con fuego. (. . . ) Entonces Yahveh llam´o a Mois´es a la cumbre de la monta na, y Mois´es subi´o. (. . . ) El pueblo se manten´ia lejos, mientras Mois´es se acerc´o a la oscuridad en la cual se

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hallaba Yahveh. Y ya su estancia prolongada dentro de la nube-nave de Yahveh: Mois´es entonces subi´o a la monta na. Entonces una nube cubri´o la monta na, y la gloria de Yahveh se estableci´o encima de la monta na del Sina´i. La nube la cubri´o durante seis d´ias, y, al s´eptimo d´ia, Yahveh llam´o a Mois´es desde el interior de la nube. El aspecto de la gloria de Yahveh era a los ojos de los israelitas como un fuego abrasador en la cima de la monta na. Mois´es penetr´o en medio de la nube y subi´o a la monta na, y permaneci´o en la monta na durante cuarenta d´ias y cuarenta noches. La primera abducci´on: El contactado Elias El profeta Elias nos brinda en el siglo IX antes de JC la primera narraci´on conocida dentro de los textos b´iblicos en que el contactado es abducido por un objeto volante no identi?cado. Pero no hace falta interpretar el texto, sino que una vez m´as es su?ciente con leerlo simplemente tal y como nos lo transmiten las Escrituras: Cuando Yahveh quiso hacer subir a El´ias al cielo en una turbonada, El´ias y Eliseo marcharon hacia Galgala. De Galgala fueron a Bet-El, de aqu´i a Jeric´o, y de all´i al Jord´an. Tanto en Bet-El como en Jeric´o, los profetas del lugar le dijeron a Eliseo: ¿Sabes que hoy Yahveh quiere llevarse a tu se nor por los aires, por encima de tu cabeza? , con lo cual con?rmaron que se trataba de un encuentro con abducci´on previamente anunciada y acordada. La historia termina as´i, literalmente, junto a la orilla del r´io Jord´an: Mientras iban caminando y hablando, un carro de fuego con caballos de fuego separ´o al uno del otro, y El´ias ascendi´o al cielo en la turbonada. Al verlo Eliseo, grit´o: ¡Padre m´io, padre m´io, carro de Israel y su conductor! . Ya s´e que no encaja lo del carro de fuego con caballos de fuego, pero ¿qu´e otra forma de describir a un veh´iculo volante que transporta a una persona, ten´ia un testigo que no ten´ia la m´as remota idea de lo que era un aparto volante fabricado con alta tecnolog´ia por seres inteligentes, si no era compar´andolo con lo que ´el conoc´ia como medio de transporte: un carro tirado por caballos? Posiblemente de una forma similar abandonara mucho tiempo antes nuestro planeta uno de los personajes m´as intrigantes que lo pisaron, cual fue el 5 padre de Matusal´en, Henoc. Cuenta el texto b´iblico: Henoc viv´ia con Dios, y desapareci´o, porque Dios se lo llev´o. El contactado Isa´ias, precursor de Albert Einstein: Nueva abducci´on No estar´a de m´as recordar aqu´i otro texto b´iblico, cual es el escrito ap´ocrifo titulado Visi´on de Isa´ias, que relata c´omo el profeta Isa´ias, en el siglo VIII antes de JC, duda de la veracidad de su fe en la grandeza del Todopoderoso, por cuya raz´on es contactado e invitado a subir al cielo. Al ver all´i la majestad del llamado Creador, Isa´ias se arrepiente de sus dudas. El emisario que le hab´ia conducido al cielo se dispon´ia a acompa narle de regreso a la Tierra. ¿Por qu´e tan pronto? suplic´o el profeta . No llevo m´as de dos horas aqu´i. Dos horas no: treinta y dos a nos , recti?c´o el emisario, advirti´endole, sin embargo, que estos treinta y dos a nos no hab´ian transcurrido para ´el: vuelto a la Tierra tendr´a la misma edad que tuvo al partir. Tenemos aqu´i un ejemplo de aplicaci´on pr´actica de la teor´ia de la relatividad. Pero, ¿c´omo la pod´ia conocer el autor del ap´ocrifo, escrito antes del siglo III de nuestra era? La pregunta no es capciosa ni ligera. Poco importa que la Iglesia reconozca la autenticidad o no de este texto ap´ocrifo. Poco importar´ia incluso en este caso el que Isa´ias ascendiera realmente a alg´un punto externo a la atm´osfera terrestre o no. Poco importar´ia para esta pregunta el que efectivamente realizara este asombroso viaje espacial. Porque lo que realmente es inquietante en este texto y que alguien me lo aclare si puede es c´omo un autor que vivi´o antes del siglo III de nuestra era, era capaz de poner un ejemplo pr´actico de aplicaci´on de la teor´ia de la relatividad formulada por Albert Einstein en nuestros d´ias.

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El contactado Habacuc y su fugaz viaje a´ereo Relata el texto b´iblico del libro del profeta mayor Daniel otro curioso caso de contacto: Viv´ia en Judea el profeta Habacuc, que hab´ia preparado un cocido, hab´ia untado pan en una cazuela, y sal´ia al campo para llev´arselo a los segadores. El emisario del Se nor le dijo: Lleva la comida que aqu´i tienes a Babilonia, a Daniel, dentro de la cisterna de los leones. Habacuc respondi´o: Se nor, ¡yo no he visto nunca Babilonia, ni conozco la cisterna! El emisario del Se nor lo tom´o por la coronilla y, asi´endole de los pelos por los aires, lo dej´o en Babilonia sobre la cisterna, con la fuerza de su ala. Habacuc grit´o: ¡Daniel, Daniel, toma la comida que Dios te env´ia! Y Daniel dijo: 6 Has pensado en m´i, oh Dios, y no has abandonado a los que te quieren. Daniel se levant´o y comi´o. Y el emisario del Se nor devolvi´o inmediatamente a Habacuc a su lugar. El contactado Daniel Ya poco antes los protectores celestes de Daniel le revelaron a ´este con pelos y se nales las caracter´isticas de los pr´oximos reinados en la zona. Evidenciaban con ello que su intervenci´on pod´ia encauzar los destinos de los pa´ises, y esta situaci´on se ha venido prolongando a lo largo de la historia de la humanidad hasta nuestros d´ias. El profeta Daniel nos describe a sus contactos de esta forma tan poco divina y, en cambio, tan tecnol´ogicamente avanzada: El d´ia 24 del mes primero, mientras me hallaba a orillas del gran r´io se re?ere al Tigris alc´e los ojos y vi a un hombre vestido de lino, con el dorso ce nido de oro de Ufaz. Su cuerpo era como el cris´olito; la cara, como el fulgor del rel´ampago; los ojos, como antorchas de fuego; los brazos y las piernas, como el re?ejo del bronce pulido; el sonido de sus palabras, como el murmullo de una multitud. (. . . ) Mientras as´i me hablaba, baj´e la cabeza sin decir nada; y como una semejanza de mano de hombre me toc´o los labios. (. . . ) Nuevamente la apariencia humana me toc´o y me confort´o. M´as adelante, Daniel nos relata que este misterioso personaje humanoide no estaba solo: Y yo, Daniel, vi a otros dos que estaban de pie, uno en esta orilla del r´io y el otro en la otra orilla del r´io. Y le habl´e al hombre vestido de lino que se hallaba por encima del agua del r´io: ¿Hasta cu´ando, el ?n de las cosas extraordinarias? Y o´i al hombre vestido de lino que estaba encima del r´io: Todas estas cosas se acabar´an cuando se haya acabado el poder del que oprime al pueblo santo. Insisto: ¿qui´en es ´ese, a quien tanto le interesa intervenir en nuestra historia? El contactado Ezequiel Tiempo despu´es, en el siglo VI antes de JC, el profeta Ezequiel tuvo un encuentro similar junto al r´io Quebar, cerca de Babilonia, quedando descrito en su libro uno de los m´as detallados testimonios de encuentros cercanos con objetos volantes no identi?cados que podemos encontrar en los tiempos 7 antiguos. No hay espacio aqu´i para reproducir su extensa descripci´on, que ?naliza con esta indicaci´on de que hubo un contacto: Y lo v´i, y ca´i sobre mi rostro, y o´i la voz de uno que hablaba. Me dijo: Hijo de hombre, lev´antate, que quiero hablarte. Del relato de Ezequiel se desprende claramente que se trata de la descripci´on detallada del descenso de un aparato volante que se dirige hasta el lugar en el que se halla el profeta, se detiene all´i junto a ´el, momento en el que uno de sus tripulantes (o acaso el ´unico) se dirige al profeta para entablar una conversaci´on. El estudio m´as serio y autorizado de cuantos se han efectuado del fen´omeno observado y descrito por Ezequiel es indudablemente el que llev´o a cabo Josef F. Blumrich, ingeniero jefe responsable de la O?cina de Construcci´on de Proyectos de la NASA, agencia que le concedi´o en 1972 la medalla para Servicios Excepcionales. El resultado de sus investigaciones fue no s´olo la a?rmaci´on rotunda y categ´orica de que Ezequiel vio efectivamente

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una nave espacial, sino la descripci´on total y compleja de la misma. A?rma que encontr´o todos los elementos para la redise naci´on del aparato, en los textos b´iblicos. Tanto es as´i, que lleg´o a patentar en los Estados Unidos, para aplicaciones tecnol´ogicas actuales, la especial con?guraci´on de la famosa rueda en rueda que cita el texto b´iblico de Ezequiel. Maya, contactada para dar a luz a Buda Por aquellos mismos a nos, en el siglo VI antes de JC, en tierras situadas mucho m´as al Este, en las estribaciones inferiores del Himalaya, una mujer debidamente preparada para ello Maya , concibe a un ser que nace sin padre terrestre. La mujer hab´ia formulado voto de castidad, habiendo conseguido que su marido, Suddhodana, no la obligara a cumplir los deberes conyugales, al igual que suceder´ia algo m´as de medio milenio m´as tarde con Mar´ia y Jos´e. Adem´as, al igual que en el caso de ´esta, los dioses velaban por Maya y por el precioso embri´on que habr´ia de ser el Buda. Si bien en el caso de Maya el contacto se diluye m´as en la inde?nici´on, las circunstancias que rodean todo el nacimiento de Buda y que aqu´i una vez m´as por razones de espacio no tienen cabida indican con claridad que se trataba de una orquestaci´on muy similar a la que tuvo lugar en Palestina siglos m´as tarde, como inmediatamente pasaremos a ver. 8 Dos contactadas de excepci´on: Mar´ia y su madre Ana Las ayudas externas fueron sucedi´endose a lo largo de la vida de Maria. Por ejemplo, leemos en el Evangelio del Pseudo Mateo que cuando Mar´ia sent´ia dolores de parto, apareci´o ante los viajeros un hermoso ni no que luc´ia una espl´endida vestidura. (. . . ) Y mand´o el emisario parar la caballer´ia, porque el tiempo de dar a luz se hab´ia echado ya encima. Despu´es mand´o a Mar´ia que bajara de la cabalgadura y se metiera en una cueva subterr´anea, donde siempre rein´o la oscuridad, sin que nunca entrara un rayo de luz, porque el Sol no pod´ia penetrar hasta all´i. Mas en el momento mismo en que entr´o Mar´ia, el recinto se inund´o de resplandores y qued´o todo refulgente como si el Sol estuviera all´i dentro. Aquella luz divina dej´o la cueva como si fuera al mediod´ia. Y, mientras estuvo all´i Mar´ia, el resplandor no falt´o ni de d´ia ni de noche. Como puede apreciarse, una cueva debidamente preparada: el emisario les dice que tienen que penetrar precisamente en ella. Pero retrocedamos a la infancia de la propia madre de Jes´us y a´un m´as, a su misma concepci´on. Resulta que Ana, la madre de Mar´ia, ya concibi´o a ´esta gracias a la intervenci´on de seres procedentes de fuera de este planeta. Leemos en el Evangelio del Pseudo Mateo que Joaqu´in, despu´es de vivir veinte a nos de matrimonio con Ana, no tuvo de ella hijos ni hijas. Avergonzado, un buen d´ia se march´o lejos, a la monta na, sin siquiera despedirse de Ana. Hasta que un joven apareci´o en las monta nas en que Joaqu´in apacentaba sus reba nos, y le dijo: Baja de las monta nas y vuelve al lado de tu esposa, a quien encontrar´as encinta, porque Dios ha suscitado progenitura en ella, y su posteridad ser´a bendita. Dicho lo cual, el emisario se elev´o hacia el cielo . Nacida de forma tan peculiar Mar´ia, y destetada al tercer a no, Joaqu´in y Ana la con?aron a la peque na congregaci´on de v´irgenes que pasaban el d´ia y la noche glori?cando a Dios. A partir de este momento, Mar´ia, la futura madre de Jes´us, es visitada permanentemente por los mensajeros, que no la pierden de vista y la mantienen en condiciones ´optimas para su futura misi´on: Desde entonces en adelante consum´ia todo el tiempo en oraci´on hasta que se dejaba ver el emisario del Se nor, de cuyas manos recib´ia el alimento. (. . . ) Cada d´ia usaba exclusivamente el alimento que recib´ia de manos del emisario. . . (. . . ) A menudo se ve´ia a los emisarios conversar con ella, y obedecerla con el afecto de verdaderos amigos. M´as adelante, cuando un buen d´ia Jos´e regresa junto a Mar´ia despu´es de haber estado trabajando de carpintero en Capernaum durante meses, y encuentra a su mujer encinta, las doncellas que hab´ian estado haciendo 9

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compa n´ia a Mar´ia aplacan su desesperaci´on: Nosotras sabemos que ning´un hombre la ha tocado. . . (. . . ) A diario un emisario conversa con ella, y a diario recibe su alimento de manos de ese emisario. (. . . ) Y, si quieres que te declaremos nuestras sospechas, nadie la ha puesto encinta, sino es el emisario del Se nor. ¿Cabe caso de contacto m´as directo que el que nos narra este Evangelio del Pseudo Mateo? El resultado de tal contacto es sobradamente conocido. El contactado Mahoma Si entre el caso de contacto de Maya, la madre de Buda, y de Mar´ia, la madre de Jes´us, han pasado algo m´as de quinientos a nos, vuelven a transcurrir otros tantos entre el contacto vivido por Mar´ia y el siguiente en importancia. El contactado es en esta ocasi´on un hombre realmente extraordinario, Muhammad Ibn Abdallah, analfabeto como la inmensa mayor´ia de los habitantes de La Meca. Pr´oximo a cumplir los 40 a nos, este hombre es contactado para ser convertido en el profeta Mahoma. El contacto se produjo una serena noche del 17 de Ramad´an del a no 609 de la era cristiana, mientras Muhammad estaba entregado a la meditaci´on, aislado en una gruta del Hira, cerca de La Meca, momento en que se le apareci´o un emisario descendido del cielo que le dijo: Yo soy Gabriel, el emisario enviado por Dios para comunicarte que has sido elegido para que le anuncies a la Humanidad su mensaje revelado. Salpicado est´a el mensaje revelado del Cor´an de ejemplos de mensajeros que descienden de las alturas. Demasiado recadero volante aparece pues tambi´en aqu´i, en el origen de la fe isl´amica, que en el curso de quince siglos se ha a?anzado en el tercer lugar del ranking mundial de las grandes religiones, detr´as de los budistas y de la Iglesia cat´olica. 700 millones de personas creen hoy que Al lah del que s´olo tienen noci´on a trav´es de lo que predic´o un humano, Muhammad Ibn Abdallah, en base a lo que le dict´o un mensajero volante, Gabriel se identi?ca con la esencia de Dios. Realmente, los Poderosos del Cielo son h´abiles psic´ologos. El contactado Jonathan Swift Otro tipo de contacto es el que nos ofrecen de forma indirecta escritores como por ejemplo Jonathan Swift o Julio Verne. En sus Viajes de Gulliver, en el cap´itulo Viaje a Laput, Jonathan Swift, el singular cura loco, de´an de San Patricio, en Dubl´in, da a conocer singulares datos astron´omicos correctos, que en su siglo nadie conoc´ia a´un. Gulliver el 10 personaje por cuya boca habla Swift a?rma que dichos datos los obtuvo de unos individuos que tripulaban una isla volante, redonda y resplandeciente, gobernada a voluntad por sus tripulantes recurriendo al magnetismo. Dichos tripulantes le comunican a Gulliver la existencia en ´orbita alrededor de Marte de dos satelites min´usculos, imposibles de ver a simple vista. Insisto: nadie conoc´ia la existencia de los sat´elites de Marte en el momento en que se publicaron los Viajes de Gulliver, en el a no 1727. Los sat´elites de Marte exactamente dos y adem´as peque nos fueron descubiertos para la ciencia o?cial por el astr´onomo Asaph Hall en el a no 1877, desde el observatorio de Washington. Ciento cincuenta a nos despu´es de ser descritos por Jonathan Swift. El contactado Julio Verne Otro caso comparable al de Jonathan Swift es el del tambi´en novelista Julio Verne. En su obra De la Tierra a la Luna avanza notables coincidencias con los vuelos tripulados que el hombre realizar´ia cien a nos m´as tarde. Veamos algunas: En la novela de Verne, los viajeros a la Luna tres, al igual que los tripulantes de las futuras c´apsulas Apolo son lanzados desde la pen´insula de Florida, en los Estados Unidos, desde un lugar que dista solamente 200 km de Cabo Ca naveral, en la misma Florida. En la novela de Verne, los protagonistas dudan inicialmente si efectuar el lanzamiento desde Florida o desde el litoral meridional de Texas. Y si la NASA lanza las c´apsulas Apolo desde Florida, instal´o su mundialmente famosa central de operaciones precisamente en Houston, en el litoral meridional de Texas. La duraci´on del viaje de la Tierra a la Luna es, en la novela, de tres d´ias, exactamente la

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duraci´on del viaje real efectuado por los astronautas americanos cien a nos m´as tarde. De regreso a la Tierra, la c´apsula de los tres intr´epidos viajeros de la novela cae en el oc´eano Pac´i?co, en donde un nav´io estadounidense los rescat´o. Y la c´apsula que efectu´o el primer vuelo humano a la Luna Apolo 8 , rescatada igualmente por un nav´io estadounidense, cay´o tambi´en en el Pac´i?co, apenas a dos millas y media de distancia del lugar indicado en la novela de Julio Verne. Una diana sin discusi´on, si consideramos que la super?cie del oc´eano Pac´i?co es de 166 millones de km cuadrados. M´as: el comandante de la c´apsula Apolo 8, en una carta enviada al nieto de Julio Verne, en la que cali?ca a ´este de uno de los grandes adelantados de la era del espacio , escribe: Nuestra nave espacial fue lanzada desde Florida, al igual que la de Barbicane, y ten´ia el mismo peso y la misma longitud que aqu´ella. El primer vuelo humano a la Luna imaginado (?) por Julio Verne parti´o en diciembre de un a no indeterminado de la d´ecada de los 60 del siglo 11 pasado. El primer vuelo humano tripulado a la Luna se realiz´o cien a nos m´as tarde, y efectivamente en el mes de diciembre de un a no de la d´ecada de los 60: fue el 21 de diciembre de 1968 cuando el el Apolo 8 los primeros tres hombres llegaron a la Luna, la orbitaron y regresaron a la Tierra, amerizando en el Pac´i?co. . . Tal vez Julio Verne se acerc´o excesivamente a la realidad para que todo no fuera m´as que una coincidencia casual. Los ejemplos de Jonathan Swift, de Julio Verne y de muchos otros no mostrados aqu´i nos colocan sobre una pista. ¿De d´onde obtuvieron sus datos? Entre las varias posibilidades, no cabe perder de vista ´esta: que alguien no perteneciente a nuestra especie humana terrestre nos pudiera inocular determinadas ideas. Ser´ia una forma de contacto, de manipulaci´on y de encauzamiento tan inadvertida, como grave y posible. Caudillos contactados Otro estilo de contacto lo brindan las biograf´ias de distintos l´ideres de la antig¨uedad, de los que si bien no se tiene noticia de contactos directos con seres extrahumanos, s´i quedan patentes intervenciones inteligentes procedentes de las alturas, por lo general en favor de los respectivos l´ideres. Recordemos como ejemplos los casos de Aulio Postumio, que vi´o apoyada en el a no 498 antes de JC su batalla contra Tarquino y Octavio Manilio, junto al lago Regilo, por la repentina presencia de dos extra nos jinetes de estatura superior a la humana, que se pusieron a la cabeza de las tropas de Aulio Postumio y dieron la vuelta a la batalla, en favor de Postumio; de Alejandro Magno, al que varios escudos volantes en formaci´on triangular propiciaron con su decidida intervenci´on el asalto y toma de Tiro, en el a no 322 antes de JC; de C´esar, cuya vida se ve salpicada de apariciones sobrehumanas, entre las que destaca el objeto ´igneo que cay´o del cielo para precipitarse sobre el campamento de su adversario Pompeyo, en el a no 48 antes de JC, para decidir la victoria ?nalmente a favor de C´esar; de Constantino el Grande, que obtuvo la victoria sobre Majencio y se convirti´o al cristianismo, en el a no 312, despu´es de hacer acto de presencia sobre sus tropas un enorme objeto volante no identi?cado en forma de cruz o de espada; de Carlomagno, ?nalmente, cuyas tropas superaron el asedio a su castillo de Sigisburg, al que les estaban sometiendo los sajones, gracias a la aparici´on inesperada de dos escudos volantes a baja altura sobre el castillo, que hicieron huir despavoridos a los sajones que, adem´as, se convirtieron al cristianismo por esta aparici´on celeste. Cabr´ia hablar a´un del contenido de las epopeyas del Mahabharata y del Ramayana, de los conocimientos imposibles de los dogones, en Mali, del ´exodo de los Aztecas, calcado del de los israelitas, y de tantos otros ejemplos de 12 contactos con fen´omenos extrahumanos inteligentes en la antig¨uedad. Pero una vez m´as, la casu´istica es much´isimo m´as amplia que el espacio disponible para re?ejarla. cAndreas FABERKAISER, 1992 Todos los derechos reservados. LA CONQUISTA PROGRAMADA

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Andreas FABER-KAISER A alguien le interesa que la cruz triunfe El investigador espa nol Manuel Audije algo m´as que o?cial de la Armada sustenta la tesis de que el fen´omeno de la conquista de Am´erica es inexplicable bajo la consideraci´on de las restringidas posibilidades del invasor espa nol, frent e al potencial de los imperios asentados al otro lado del gran mar. Resultaba inco mprensible argumenta que imperios como el azteca, de gentes acostumbradas a privaciones y luchas por la subsistencia durante cientos de a nos, sucumbieran ante el empuje de un pu nado de hombres, aunque ´estos contasen con aquellos monstruos de cuatro patas que corr´ian como el viento. Pero es que alguien, desde lo alto, estaba apostando una vez m´as por la expansi´on de quienes portaban el signo de la cruz. La historia de los acontecimientos humanos, de la evoluci´on de la especie humana, est´a escrita ciertamente sobre papel terrestre, pero la pluma que escribe la sostienen en demasiadas ocasiones manos que no son de hombre. ¿Qui´en demonios tiene inter´es en que evolucionemos de tal o cual forma? ¿Y por qu´e demonios los historiadores acad´emicos cierran sus ojos ante esta realidad? Voy a transcribir a continuaci´on literalmente algunos pasajes extra´idos de cr´onicas escritas referidas a la conquista y colonizaci´on del continente americano. Las cr´onicas seleccionadas para este art´iculo hay bastantes m´as no est´an escritas por cuatro ignorantes ni desconocidos, sino por cuatro reconocidos cronistas de la historia de Espa na, cuales son Bernal D´iaz del Castillo, Pedro de Valdivia, Fray Jun´ipero Serra y Pedro de Cieza de Le´on. Los hombres que vinieron del cielo Pero ya antes que ellos, el propio Col´on har´ia alusi´on al hecho de que los indios americanos parec´ian familiarizados con la idea de que pod´ian bajar ?guras antropomorfas de los cielos hasta la super?cie terrestre. 1 As´i, leemos en su Diario de a bordo del primer viaje, transcrito por Fray Bartolom´e de las Casas, por cierto y c´omo no (( In Nomine Domini Nostri Jesus Christi )) : (( Domingo 14 de octubre de 1492. (...) Otros, cuando ve´ian que yo curaba de ir a tierra, se echaban a la mar y nadando ven´ian, y entend´iamos que nos preguntaban si ´eramos venidos del cielo; y vino uno viejo en el batel dentro, y otros a voces grandes llamaban todos hombres y mujeres: venid a ver los hombres que vinieron del cielo: traedles de comer y de beber. )) (( Martes 6 de noviembre de 1492. (...) Dijeron que los hab´ian rescebido con gran solemnidad seg´un su costumbre, y todos as´i hombres como mujeres los ven´ian a ver, y aposent´aronlos en las mejores casasa; los cuales los tocaban y les besaban las manos y los pies, maravill´andose y creyendo que ven´ian del cielo. )) La derrota inevitable Casi 30 a nos m´as tarde, Cort´es venci´o a los indios, entre otras razones, por tres para ´el afortunadas coincidencias (¿o no tanto?) que marcaron el ´animo del ind´igena con la propia convicci´on de su derrota inevitable: el emblema de Cort´es era la cruz, que para el indio era emblema de Quetzalc´oatl, el diosserpiente portador de plumas que denotaban su facultad de moverse por el aire instructor descendido y regresado a las alturas estelares; los hombres de Cort´es eran adem´as de tez blanca y barbudos, como los dioses que refer´ian las leyendas indias, y por ende Hern´an Cort´es desembarc´o en el a no 1519, que era el a no I Acatl, el a no consagrado a Quetzalc´oatl. Por su parte, el cronista de Cort´es, Bernal D´iaz del Castillo, re?ere en su obra Historia verdadera de la conquista de la Nueva Espa na, en su cap´itulo CI ( C´omo el gran Montezuma con muchos caciques y principales de la comarca dieron la obediencia a su majestad, y de otras cosas que sobre ello pasaron ): (( Y dir´e que en la pl´atica que tuvo el Montezuma con todos los caciques de toda la tierra que hab´ia enviado a llamar, que despu´es

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que les hab´ia hecho un parlamento sin estar Cort´es ni ninguno de nosotros delante, salvo Orteguilla el paje, dicen que les dijo que mirasen que de muchos a nos pasados sab´ian por cierto, por lo que sus antepasados les hab´ian dicho, es as´i lo tiene se nalado en sus libros de cosas de memorias, que de donde sale el Sol hab´ian de venir gentes que hab´ian de se norear estas tierras, y que ´el 2 tiene entendido, por lo que sus dioses le han dicho, que somos nosotros. )) De esta guisa es f´acil conquistar y vencer. M´axime cuando adem´as, coincidiendo con la llegada de estos que ven´ian de donde sale el Sol, se plantan en el aire objetos voladores que con?rman que ellos son los anunciados por la tradici´on de los antiguos para tomar el relevo del mando de aquella zona del planeta. OVNIS durante la conquista As´i lo leemos en el cap´itulo CCXII ( De las se nales y planetas que hubo en el cielo de la Nueva Espa na antes de que en ella entr´asemos, y pron´osticos de declaraci´on que los indios mexicanos hicieron, diciendo sobre ellos y de una se nal que hubo en el cielo, y otras cosas que son de traer a la memoria ) de la misma obra de Bernal D´iaz del Castillo: (( Dijeron los indios mexicanos, que poco tiempo hab´ia, antes que vini´esemos a la Nueva Espa na, que vieron una se nal en el cielo que era como verde y colorado y redonda como una rueda de carreta )) el cronista espa nol est´a empleando exactamente la misma expresi´on que para dicho fen´omeno emplearon el historiador italiano Leone Cobelli para el objeto que sobrevol´o en agosto de 1487 la villa de Forli, y el autor chino de la obra Notas sobre el cielo para los objetos que los d´ias 16 y 17 de julio del a no Dingchou sobrevolaron las regiones orientales del imperio de los hijos del cielo (( y junto a la se nal vino otra raya y camino de hacia donde sale el Sol y se ven´ia a juntar con la raya colorada; y Montezuma, gran cacique de M´exico, mand´o llamar a sus papas y adivinos, para que mirasen aquella cosa y se nal. )) M´as adelante, contin´ua: (( Nosotros nunca las vimos, sino por dicho de mexicanos lo pongo aqu´i, porque as´i lo tienen en sus pinturas, las cuales hallamos verdaderas. Lo que yo v´i y todos cuantos quisieron ver, en el a no veinte y siete )) 1527 (( estaba una se nal del cielo de noche a manera de espada larga, como entre la provincia de P´anuco y la ciudad de Tezcuco, y no se mudaba del cielo, a una parte ni a otra, en m´as de veinte d´ias. )) ¿Me quieren explicar los doctores de la ciencia, que tanto gustan de atribuir los avistamientos de OVNIs a fen´omenos atmosf´ericos inusuales y globossonda (en el mejor de los casos) a qu´e tipo de fen´omeno atmosf´erico inusual 3 obedece la presencia de una forma de espada larga a relativamente baja altura (localizada entre dos puntos geogr´a?cos concretos de M´exico) y en posici´on ?ja durante m´as de veinte d´ias? Porque globos-sonda y chatarra de sat´elites en el siglo XVI, no cuela. Y meteoritos en posici´on ?ja, menos. Pero no cierren los ojos, porque ah´i est´a el testimonio. Por favor, una respuesta coherente de la comunidad cient´i?ca acad´emica. Si la tienen, tienen tambi´en la obligaci´on de comunicarla. Y si no la tienen, deber´ian de poseer la sui?ciente humildad y rigor cient´i?co como para abstenerse de negar aquello que no han investigado. Por ende, quiero recordar que esta misma espada a´erea fue lo que ya noti?c´o encima de Jerusal´en y ?ja durante un per´iodo de un a no entero el historiador Flavio Josefo, am´en de otros casos hist´oricos en que se vieron formas de curces (=espadas) en el cielo. Apariciones enigm´aticas Pero continuemos con el testimonio del cronista espa nol Bernal D´iaz del Castillo. En le cap´itulo XCIV ( C´omo fue la batalla que dieron los capitanes mexicanos a Juan de Escalante, y c´omo le mataron a ´el y el caballo y a otros

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seis soldados, y muchos amigos indios totonaques que tambi´en all´i murieron ), relata c´omo la aparici´on de una enigm´atica ?gura decide la victoria a favor de los espa noles (a quienes los indios llaman (( teules )) ): (( Y pregunt´o Montezuma que, siendo ellos muchos millares de guerreros, que c´omo no vencieron a tan pocos teules. Y respondieron que no aprovechaban nada sus varas y ?echas y buen pelear; que no les pudieron hacer retraer, porque una gran tecleciguata de Castilla ven´ia delante dellos, y que aquella se nora pon´ia a los mexicanos temor, y dec´ia palabras a sus teules que los esforzaba; y el Montezuma entonces crey´o que aquella gran se nora que era Santa Mar´ia y la que le hab´iamos dicho que era nuestra abogada, que de antes dimos al gran Montezuma con su precioso Hijo en brazos. )) El caso de la Virgen no es aislado, sino que otra ?guras misteriosas y ca´idas del cielo ayudaron a convencer al indio de que no ten´ia nada que hacer contra el invasor. Y, ¡as´ombrate lector!, vuelve a hacer su aparici´on aqu´i en apoyo de la cruzada cristiana aquel blanco caballero que sobre corcel blanco pasaba por San Jorge en la lejana Europa, en los enfrentamientos con los moros. As´i el extreme no Pedro de Valdivia relata lo siguiente en carta dirigida a Carlos I de Espa na y V de Alemania, y re?ri´endose a un ataque de los 4 nativos contra su fuerte establecido en lo que hoy es tierra chilena, en el a no 1541: (( Y parece nuestro Dios quererse servir de su perpetuaci´on para que sea su culto divino en ella honrado y salga el diablo de donde ha sido venerado tanto tiempo; pues seg´un dicen los indios naturales, que el d´ia que vinieron sobre este nuestro fuerte, al tiempo que los de a caballo arremetieron contra ellos, cay´o; en medio de sus escuadrones un hombre viejo en un caballo blanco e les dixo: Huid todos, que os matar´an estos cristianos , y que fue tanto el espanto que cobraron, que dieron a huir. )) (( Dixeron m´as: que tres d´ias antes, pasado el r´io Biubiu para venir sobre nosotros, cay´o una cometa entre ellos, un s´abado a medio d´ia, y desde el fuerte donde est´abamos la vieron muchos cristianos ir para all´a con muy mayor resplandor que otras cometas salir, e que ca´ida, sali´o della una se nora muy hermosa, vestida tambi´en de blanco, y que les dixo: Serv´i a los cristianos, y no vais contra ellos, porque son muy valientes y os matar´an a todos. E como se fue de entre ellos, vino el diablo, su patr´on, y los acabdill´o, dici´endoles que se juntasen muy gran multitud de gente, y que ´el vern´ia con ellos, porque en viendo nosotros tantos juntos, nos caer´iamos muertos de miedo. )) Con liger´isimas variaciones en la forma de exposici´on, se encuentra este mismo relato en la relaci´on de hechos y noticias que Pedro de Valdivia env´ia a sus apoderados en la Corte. Con gran lucidez dice ah´i el cronista, re?ri´endose a la nueva tierra: (( Paresce tenerla nuestro Dios de su mano y servirse de nosotros en la conquista y perpetuaci´on della. )) Pero, bueno, doctos de la ciencia, todo esto no son m´as que tonter´ias, ganas de tomarle el pelo a Carlos I por parte de quienes se estaban dejando la piel en Am´erica. ¿C´omo iban a ver los indios bajar ante sus narices al mismo caballo blanco que a decenas de miles de kil´ometros de distancia descend´ia igualmente entre moros y cristianos? ¡Pero hombre, por favor, no seas iluso! ¿C´omo van a bajar caballos blancos del cielo? ¿No ves que esto es imposible? Pues la historia de Espa na dice que s´i, que bajan. Y as´i les fue a moros y a indios. Porque alguien a quien no conocemos tuva la imperiosa necesidad de que la cruz dominara sobre parte del planeta. 5 La cristianizaci´on programada Y ya que hablamos de la cruz, qu´e mejor que un fraile en Am´erica para

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seguir explicando cosas que no pueden ser, pero que fueron. Fray Jun´ipero Serra fund´o en la sierra de Santa Luc´ia, a unos cien kil´ometros de Monterrey, una de sus misiones cristianas. Para dicha fundaci´on, los misioneros contaron con una curiosa ayuda: la de una anciana ind´igena, bautizada m´as tarde y que recibi´o el nombre de Agueda, que se present´o a los sorprendidos misioneros pidi´endoles que le administrasen el sacramento del bautismo. Preguntada acerca de las razones que la impulsaban a esta decisi´on, la futura Agueda comenz´o a relatar esta fant´astica historia: Cuando ella era a´un ni na, oy´o referir a sus padres que en cierta ocasi´on hab´ian llegado a aquella tierra dos hombres blancos cuyas vestiduras, por la descripci´on que de las mismas le hab´ian hecho sus padres, eran similares a las de los religiosos que acababan de llegar. Adem´as, lo que dijeron aquellos dos hombres se parec´ia a lo que predicaban los nuevos frailes. Solamente hab´ia entre ellos una diferencia: los dos hombre que hab´ian llegado por lo menos cien a nos antes que Fray Jun´ipero, no lo hab´ian hecho a pie, ni a caballo, sino que llegaron volando: cayeron de arriba, de las alturas. Se establecieron en el poblado y permanecieron all´i por alg´un tiempo. No dando cr´edito a sus o´idos, los frailes recabaron cuanta informaci´on pudieron entre los dem´as componentes de aquel grupo de ind´igenas. Lo cual les llev´o a veri?car que aquel suceso permanec´ia vivo en la memoria de aquel pueblo como parte de su legado hist´orico. El establecimiento por parte de los habitantes del poblado de una posible conexi´on entre los reci´en llegados misioneros y los dos hombres que seg´un referencias de sus antepasados hab´ian llegado volando, y cuya memoria fue revitalizada gracias al relato de la anciana Agueda, constituy´o un factor decisivo para que todos los integrantes de aquella comunidad ind´igena solicitaran recibir el bautismo. M´as adelante, Fray Jun´ipero volver´ia a ser testigo de otro episodio que nos lleva a pensar que hubo una preparaci´on previa del terreno para cuando llegara el momento oportuno. Resulta que el d´ia 6 de agosto de 1772, un reducido grupo mixto integrado por Fray Pedro Camb´on, Fray Angel Somera y diez soldados, bajo las ´ordenes de Fray Jun´ipero Serra, llegaba al r´io de los Temblores, despu´es de caminar 40 leguas al norte desde la ciudad de San Diego, en la California septentrional. Una vez elegido el sitio adecuado para erigi r la cruz que presidiese aquel lugar, y en el preciso instante en que se dispon´ian a clavarla en el suelo, un considerable n´umero de ind´igenas manifest´o su presencia pro?riendo gritos y amenazas. La situaci´on se estaba poniendo fea para el reducido n´umero de cristianos, cuando uno de los misioneros tuvo una idea que les salvar´ia la vida. En esta ocasi´on, su fe movi´o monta nas (o lo que es 6 lo mismo, redujo a corderos a los ?eros nativos). Al fraile se le ocurri´o sacar del escaso equipaje que llevaban un cuadro de la Virgen de los Dolores, y exponerlo a la vista del enemigo. El resultado fue absolutamente sorprendente: los gritos y los gestos amenazadores cesaron bruscamente. En silencio, aquel grupo de nativos fue acerc´andose al sitiado grupo de hombres de armas y cruz. Uno a uno, los ind´igenas se inclinaron, en muestra evidente de respeto y sumisi´on, al tiempo que fueron depositando junto al cuadro todos cuantos objetos de valor adornaban sus cuerpos, am´en de sus armas, arcos y ?echas que momentos antes empu naban amenazadoramente. ¿Qu´e signi?caba para aquellos indios la visi´on de esta Virgen? No lo sabemos. Pero todo parece indicar que reaccionaron a un est´imulo previamente inducido a la vista de una imagen similar. El hombre resplandeciente Ciertamente se prodigaron en tierras americanas las ayudas extrahumanas a quienes portaban el signo de la cruz. As´i, tambi´en Pedro de Cieza de Le´on escribe en el siglo XVI, en el cap´itulo CXVII de La cr´onica del Per´u, que el cl´erigo Marcos Otazo, vecino de Valladolid, le narr´o la siguiente vivencia: (( Estando yo en este pueblo de Lampaz, un jueves de la Cena vino a m´i un muchacho m´io que en

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la iglesia dorm´ia, muy espantado, rogando me levantase y fuese a baptizar a un cacique que en la

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iglesia estaba hincado de rodillas delante de las im´agenes, muy temeroso y espantado; el cual estando la noche pasada, que fue mi´ercoles de Tinieblas, metido en una guaca, que es donde ellos adoran, dec´ia haber visto a un hombre vestido de blanco, el cual le dijo que qu´e hac´ia all´i con aquella estatua de piedra. Que se fuese luego, y viniese para m´i a se volver cristiano. Y cuando fue de d´ia yo me levant´e y rec´e mis horas, y no creyendo que era as´i, me llegu´e a la iglesia para decir misa, y lo hall´e de la misma manera, hincado de rodillas. Y como me vio se ech´o a mis pies rog´andome mucho le volviese cristiano, a lo cual le respond´i que s´i har´ia, y dije misa, la cual oyeron algunos cristianos que all´i estaban; y dicha, lo baptic´e, y sali´o con mucha alegr´ia, dando voces, diciendo que ´el era cristiano, y no malo, como los indios. )) (. . . ) (( Muchos indios se volvieron cristianos por las persuasiones deste nuevo convertido. Contaba que el hombre que vio estando en la guaca o templo del diablo era blanco y muy hermoso, y que sus ropas asimismo eran resplandecientes. )) Se parece sospechosamente a los 7 dos que 16 siglos antes hab´ian entrado descendidos del cielo en el sepulcro previsto para Jes´us. M´as ayuda celestial Finalmente, en el cap´itulo CXIX de la misma Cr´onica del Per´u, Pedro Cieza de Le´on escribe: (( Cuando en el Cuzco generalmente se levantaron los indios contra los cristianos no hab´ia m´as de ciento y ochenta espa noles de a pie y de caballo. Pues estando contra ellos Mango inga, con m´as de doscientos mil indios de guerra, y durante un a no entero, milagro es grande escapar de las manos de los indios; pues algunos dellos mismos a?rman que v´ian algunas veces, cuando andaban peleando con los espa noles, que junto a ellos andaba una ?gura celestial que en ellos hac´ia gran da no, y vieron los cristianos que los indios pusieron fuego a la ciudad, el cual ardi´o por muchas partes, y emprendiendo en la iglesia, que era lo que deseaban los indios ver deshechos, tres veces lo encendieron, y tantas se apag´o de suyo, a dicho de muchos que en el mismo Cuzco dello me informaron, siendo en donde el fuego pon´ian, paja seca sin mezcla alguna. )) La constante de los protectores celestes Finalmente creo interesante para el objeto de este art´iculo, a nadir a´un algunos casos de manifestaciones de seres sobrehumanos en otras latitudes del planeta, referidos por cronistas que no ten´ian conexi´on con los indios americanos. As´i por ejemplo, una antigua narraci´on de la isla de Pohnpei en la Micronesia, cuenta lo siguiente, con motivo de haberse enfrentado en combate los habitantes de la regi´on de Palikir con los de Matolenim, en esta min´uscula isla del Pac´i?co: (( En el fragor de la lucha fueron muertos tambi´en muchos de los hombres de Palikir. Entonces elevaron oraciones r´apidamente a un esp´iritu llamado Sanoro. Su oraci´on hall´o eco en el esp´iritu. Puesto que cuando sucumbieron en la lucha, el esp´iritu hizo aparecer r´apidamente a una mujer entre los combatientes de Palikir. La mujer era tremendamente grande. Extendi´o entonces su cabellera y cubri´o con ella a la gente de Palikir. En cuanto los hombres 8 de Matolenim vieron a la mujer que se hab´ia alzado entre los de Palikir, los brazos les comenzaron a pesar, y contemplaron extasiados sin poderse mover a la mujer que se encontraba entre la gente de Palikir. Entonces los hombres de Palikir se abalanzaron r´apidamente sobre los de Matolenim y los mataron a todos. )) Tambi´en en Europa Y si asombrosa es la similitud de esta ?gura sobrehumana que ayuda a

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uno de los dos bandos en el otro extremo del Pac´i?co, con las apariciones sobrehumanas que vimos apostaban por uno de los bandos en las luchas de cristianos contra indios en Am´erica, no menos asombrosa es la constatci´on de que lejos del Pac´i?co y de Am´erica, en plena Europa, el mismo fen´omeno tambi´en se prodigaba. Veamos alg´un ejemplo, si bien insisto en que hay much´isimos m´as. Vayamos al Mediterr´aneo, en donde veremos el mismo fen´omeno representado por la popular ?gura de san Jorge, que pertenece al grupo de los santos caballeros y soldados que desde el cielo ayudaron a los creyentes cristianos en sus luchas, en especial cuando combat´ian a los llamados in?eles. Entre ellos hay que contar con san Miguel y san Mag´in, que tanto protegieron los intereses de Carlomagno. Los guerreros catalanes, antes de emprender alguna lucha, se encomendaban a san Jorge al igual que los guerreros de Palikir se encomendaron a Sanoro, y obtuvieron gran portecci´on al igual que aqu´ellos , particularmente en ocasiones en que luchaban contra los musulmanes. As´i, cuando los ´arabes hubieron conquistado la ciudad de Barcelona y ´esta hubo quedado arrasada, el conde Borrell II se reorganiza en la cercana poblaci´on de Manresa. Con muy exiguas fuerzas decide volver sobre Barcelona, para intentar su reconquista pr´acticamente imposible. Mas, al llegar, no tardaron en ?jarse en un apuesto guerrero que galopaba entre las nubes y que esgrim´ia un rayo por arma, con el cual sembr´o la muerte y el terror entre los moros que ca´ian a millares o hu´ian a todo correr. Desaparecido el misterioso caballero, al que nadie conoc´ia, los hombres de Borrell II y Catalunya entera lo tomaron por patr´on, y la cruz que luc´ia en su vestimenta pas´o a formar parte del escudo de Barcelona y de muchas otras ciudades y pueblos. En mis libros Las nubes del enga no y El mu neco humano aporto m´as intervenciones de este caballero que de?ende a cristianos contra moros ayudando a Jaime I el Conquistador en la conquista de Mallorca, y a los alcoyanos enla 9 defensa de su ciudad, am´en de otros casos similares, en que determinada aparici´on celeste o sobrehumana act´ua en defensa de determinado bando de la lucha, en distintos lugares y ´epocas. Y en la ´epoca romana Finalizar´e aqu´i este breve repertorio con un caso extra´ido de la historia de Roma, por cuanto tambi´en aqu´i, al igual que en la narraci´on de la isla de Pohnpei, la divinidad implorada acude a la llamada en auxilio del solicitante. El personaje invocado aqu´i es C´astor. Efectivamente, en el a no 498 antes de JC, el exiliado Tarquino se encamin´o sobre Roma, con la intenci´on de aplastarla con aliados de treinta y seis ciudades de la Liga latina conducidos por Octavio Manilio. La batalla se libr´o junto al lago Regilo, cerca de la actual Frascati. Cuando al cabo de algunas horas parec´ia decantarse cierta ventaja en favor de los etruscos, que consiguieron empujar a los romanos, Aulio Postumio, en su desesperaci´on, prometi´o un templo a C´astor si ´este interced´ia en la lucha. Repentinamente, en una violenta carga contra el enemigo, se colocaron a la cabeza de la caballer´ia dos extra nos y apuestos jinetes de una estatura superior a la humana, que de inmediato se pusieron a dirigir la por ende victoriosa carga. Fueron solamente algunos ejemplos. Los su?cientes, creo, para esta conclusi´on: dado que los relatos que nos re?eren los cronistas de la conquista de Am´erica di?eren poco o nada, en algunos casos, de otros testimonios similares recogidos en todas las ´epocas y en muchos lugares del planeta por otros historiadores, creo que cabe poca duda acerca de la observaci´on de que alguien est´a encauzando desde siempre, sin pregunt´arnoslo, nuestro destino. Andreas FABER-KAISER, 1992 LOS TUNELES DE AMERICA Andreas FABER-KAISER Una civilizaci´on desconocida construy´o un sistema de habitable de subterr´aneos en el subsuelo americano Los indios hopi, asentados en el estado norteamericano de Arizona, y que a?r-

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man proceder de un continente desaparecido en lo que hoy es el oc´eano Pac´i?co, recuerdan que sus antepasados fueron instru´idos y ayudados por unos seres que se desplazaban en escudos voladores, y que les ense naron la t´ecnica de la construcci´on de t´uneles y de instalaciones subterr´aneas. Muchas otras leyendas y tradiciones ind´igenas del continente americano hablan de la existencia de redes de comunicaci´on y de ciudades subterr´aneas. Existe una nutrida literatura y su?cientes investigadores que mantienen la hip´otesis de que debajo de la super?cie de nuestro planeta habitan seres inteligentes desconocidos por nosotros. Existen diversas hip´otesis acerca de la posibilidad de que inteligencias procedentes de fuera de nuestro planeta posean puntos de apoyo subterr´aneos o subacu´aticos en el planeta Tierra. No voy a entrar aqu´i en el an´alisis de estas posibilidades, ya que forman parte de otro estudio que merece su propia dedicaci´on. De forma que no voy a hablar de organizaciones como la Hollow Earth Society (Sociedad de la Tierra Hueca) o el SAMISDAT, que buscan establecer contacto con supuestos habitantes del interior del planeta, la primera, mientras que la segunda echa le na al fuego de la existencia de toda una organizaci´on de ideolog´ia nazi naturalmente vinculada a los personajes dirigientes de la Alemania nazi que sobrevive bajo la piel de nuestro planeta, con entradas a su mundo especialmente en el polo Norte y de la Amazon´ia brasile na. No voy a hablar de tales organizaciones ni de otras similares, ni voy a entrar en el tema de Shamballah ni de Agartha supuestos conceptos de lo que ser´ian unos centros de control subterr´aneos en los con?nes del Asia central ni en el del supuesto Rey del Mundo , porque no es el momento de negar ni de con?rmar la validez de todos estos supuestos. El d´ia en que crea oportuno hablar de ellos, lo har´e de la forma m´as clara posible. Voy a centrarme en este art´iculo en los lugares que, en el continente americano, tienen mayores posibilidades de conectar con este mundo inteligente 1 subterr´aneo que a?ora en muchas narraciones de los indios del Norte, del Centro y del Sur de este vasto continente, recogidas desde la ´epoca de la conquista hasta nuestros d´ias. Para darle alg´un orden a la exposici´on de estos lugares y dado que la dataci´on cronol´ogica de los supuestos t´uneles se pierde en la inde?nici´on voy a recorrer en las p´aginas que siguen Am´erica comenzando por el Norte para terminar, en trayecto descendente sobre el mapa, en el Norte de Chile. Quede dicho, antes de descender, que hay m´as de un investigador que a?rma que el polo Norte alberga tierras c´alidas y la entrada hacia un mundo interior. El monte Shasta Los indios hopi a?rman que sus antepasados proceden de unas tierras hundidas en un pasado remoto en lo que hoy es el oc´eano Pac´i?co. Y que quienes les ayudaron en su ´exodo hacia el continente Americano fueron unos seres de apariencia humana que dominaban la t´ecnica del vuelo y la de la construcci´on de t´uneles e instalaciones subterr´aneas. Los hopi estan asentados hoy en d´ia en el estado de Arizona, cerca de la costa del Pac´i?co. Entre ellos y la costa, se halla el estado de California. Y en el extremo norte de este estado existe un volc´an nevado, blanco, llamado Shasta. Las leyendas indias del lugar explican que en su interior se halla una inmensa ciudad que sirve de refugio a una raza de hombres blancos, dotados de poderes superiores, supervivientes de una antiqu´isima cultura desaparecida en lo que hoy es el oc´eano Pac´i?co. El ´unico supuesto testigo que accedi´o a la ciudad, el m´edico Dr. Doreal, a?rm´o en 1931 que la forma de construcci´on de sus edi?cios le record´o las construcciones mayas o aztecas. El nombre Shasta no procede del ingl´es, ni de ninguno de los idiomas ni dialectos indios. En cambio, es un vocablo s´anscrito, que signi?ca sabio , venerable y juez . Sin tener noci´on del s´anscrito, las tradiciones indias hablan de sus inquilinos como de seres venerables que moran en el interior de la monta na blanca por ser ´esta una puerta de acceso a un mundo interior de antig¨uedad milenaria.

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Noti?caciones m´as recientes de los habitantes de la cercana colonia de le nadores de Weed re?eren apariciones espor´adicas de seres vestidos con t´unicas blancas que entran y salen de la monta na, para volver a desaparecer al tiempo que se aprecia un fogonazo azulado. Narraciones recogidas de los indios sioux y apaches con?rman la convicci´on de los hopi y de los ind´igenas de la regi´on del monte Shasta, de que en el subsuelo del continente americano mora una raza de seres de tez blanca, 2 superviviente de una tierra hundida en el oc´eano. Pero tambi´en mucho m´as al norte, en Alaska y en zonas m´as norte nas a´un, esquimales e indios hablan una y otra vez de la raza de hombres blancos que habita en el subsuelo de sus territorios. Una ciudad bajo la pir´amide Descendiendo hacia el Sur, recog´i en la primavera de 1977 en M´exico la creencia de que bajo la pir´amide del Sol en Teotihuac´an (la ciudad de los dioses ), se esconde por el lado opuesto de la corteza terrestre o sea en el interior del subsuelo una ciudad en la cual se a?rma que se halla el dios blanco. 400 edi?cios v´irgenes Si de aqu´i nos traladamos a la pen´insula del Yucat´an, hallaremos en su extremo norte, oculta en la espesura de la selva, una ciudad descubierta en 1941 que se extiende sobre un ´area de 48 km 2 , y que guarda en el silencio del olvido m´as de 400 edi?cios que en alguna ´epoca remota conocieron esplendor. Fue hallada por un grupo de muchachos que, jugando en las inmediaciones de una laguna en la que sol´ian ba narse, se toparon con un muro de piedras trabajadas, oculto por la vegetaci´on. No teniendo los mexicanos recursos su?cientes para acometer la exploraci´on del lugar, requirieron ayuda norteamericana, acudiendo dos arque´ologos especializados en cultura maya, adscritos al Middle American Research Institute de la Universidad de New Orleans. Tambi´en ellos determinaron que el proyecto de limpieza y estudio de la enorme ciudad sobrepasaba sus posibilidades, por lo que habr´ia que crear una asociaci´on con otras entidades. La guerra logr´o que el proyecto fuera moment´aneamente archivado. Hasta que, en 1956, la Univerisdad de New Orleans, asociada esta vez con la National Geographic Society y con el Instituto Nacional de Antropolog´ia de M´exico reemprendi´o las investigaciones. Andrews, el arque´ologo que dirig´ia la expedici´on, se dedic´o mientras el equipo de trabajadores comenzaba la desobstrucci´on de las edi?caciones a recoger informaciones entre los indios de la regi´on. Un cham´an le hizo saber que la ciudad se llamaba Dzibilchalt´un, palabra que era desconocida en el idioma maya local, y que la laguna era llamada Xlacah, cuya traducci´on ser´ia ciudad vieja . 3 La ciudad engullida Queriendo averiguar el motivo de este nombre, le fue narrada al arque´ologo norteamericano una leyenda transmitida por los indios de generaci´on en generaci´on, y que a?rmaba que, en el fondo de la laguna, exist´ia una parte de la ciudad que se alzaba arriba, en la jungla. De acuerdo con la narraci´on del viejo cham´an, muchos siglos antes hab´ia en la ciudad de Dzibilchalt´un un gran palacio, residencia del cacique. Cierta tarde lleg´o al lugar un anciano desconocido que le solicit´o hospedaje al gobernante. Si bien demostraba una evidente mala voluntad, orden´o sin embargo a sus esclavos que preparasen un aposento para el viajero. Mientras tanto, el anciano abri´o su bolsa de viaje y de ella extrajo una enorme piedra preciosa de color verde, que entreg´o al soberano como prueba de gratitud por el hospedaje. Sorprendido con el inesperado presente, el cacique interrog´o al hu´esped acerca del lugar del que proced´ia la piedra. Como el anciano rehusaba responder, su an?tri´on le pregunt´o si llevaba en la bolsa otras piedras preciosas. Y dado que el interrogado continu´o manteni´endose en silencio, el soberano mont´o en c´olera y orden´o a sus servidores que ejecutasen inmediatamente al extranjero. Despu´es del crimen, que violaba las normas sagradas del hospedaje, el propio

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cacique revis´o la bolsa de su v´ictima, suponiendo que encontrar´ia en ella m´as objetos valiosos. Mas, para su desespero, solamente hall´o unas ropas viejas y una piedra negra sin mayor atractivo. Lleno de rabia, el soberano arroj´o la piedra fuera del palacio. En cuanto cay´o a tierra, se origin´o una formidable explosi´on, e inmediatamente la tierra se abri´o engullendo el edi?cio, que desapareci´o bajo las aguas del pozo, surgido ´este en el punto exacto en el que cay´o a tierra la piedra. El cacique, sus servidores y su familia fueron a parar al fondo de la laguna, y nunca m´as fueron vistos. Hasta aqu´i la leyenda. Pero continuemos con estas ruinas del Yucat´an septentrional. La expedici´on acab´o por desobstruir una pir´amide que albergaba ´idolos diferentes de las representaciones habituales de las divinidades mayas. Otro edi?cio cercano se revelar´ia como mucho m´as importante. Se trataba de una construcci´on que difer´ia totalmente de los estilos tradicionales mayas, ofreciendo caracter´isticas arquitect´onicas jam´as vistas en ninguna de las ciudades mayas conocidas. En el interior del templo adornado todo ´el con representaciones de animales marinos Andrews descubri´o un santuario secreto, tapiado con una pared, en el que se encontraba un altar con siete ´idolos que representaban a seres deformes, h´ibridos entre peces y hombres. Seres similares por lo tanto a aquellos que en tiempos remotos revelaron inconcebibles conocimientos astron´omicos a los dogones, en el Africa central, y a aquellos otros que nos re?eren las tradiciones asirias cuando hablan de su divinidad Oannes. En 1961, Andrews regres´o a Dzibilchalt´un, acompa nado en esta ocasi´on 4 de dos experimentados submarinistas, que deb´ian completar con un mejor equipamiento la tentativa de inmersi´on efectuada en 1956 por David Conkle y W. Robbinet, que alcanzaron una profundidad de 45 metros, a la cual desistieron en su empe no debido a la total falta de luz reinante. En esta segunda tentativa, lops submarinistas fueron el experimentado arque´ologo Marden, famoso por haber hallado en 1956 los restos de la H.M.S Bounty, la nave del gran mot´in, y B. Littlehales. Despu´es de los primeros sondeos, vieron claro que la laguna se desarrollaba en una forma parecida a una bota, prosiguiendo bajo tierra hasta un punto que a los arque´ologos submarinistas les fue imposible determinar. Al llegar al fondo de la vertical, advirtieron que exist´ia all´i un declive bastante pronunciado, que se encaminaba hacia el tramo subterr´aneo del pozo. Y all´i se encontraron con varios restos de columnas labradas y con restos de otras construcciones. Con lo cual parec´ia con?rmarse que la leyenda del palacio sumergido se fundamentaba en un suceso real. Este enclave del Yucat´an presenta certeras similitudes con las ruinas de Nan Matol, la ciudad muerta del oc´eano Pac´i?co deel que a?rman proceder los indios americanos. Tambi´en all´i se conserva una enigm´atica ciudad abandonada y devorada por la jungla, a cuyos pies, en las profundidades del mar, los submarinistas descubrieron igualmente columnas y construcciones engullidas por el agua. El emperador del universo Nos vamos a la otra costa de M´exico, ligeramente m´as al Sur. En Jalisco, y a unos 120 km tierra adentro del cabo Corrientes, cuentan los ind´igenas que se oculta un templo subterr´aneo en el que anta no fue venerado el emperador del universo . Y que, cuando ?nalice el actual ciclo evolutivo, volver´a a gobernar la Tierra con esplendor el antiguo pueblo desplazado. Tal a?rmaci´on guarda relaci´on con el legado que encierran los pasadizos de Tayu Wari, en la selva del Ecuador. Las l´aminas de oro de los lacandones De aqu´i hacia el Sur, al estado mexicano de Chiapas, junto a la frontera con Guatemala. All´i moran unos indios diferentes, de tez blanca, por cuyos secretos subterr´aneos ya se hab´ia interesado en marzo de 1942 el mismo presidente Roosevelt. Pues cuentan los lacandones que saben de sus antepasados que en la extensa red de subterr´aneos que surcan su territorio, se hallan en 5 alg´un lugar secreto unas l´aminas de oro, sobre las que alguien dej´o escrita la

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historia de los pueblos antiguos del mundo, am´en de describior con precisi´on lo que ser´ia la Segunda Guerra Mundial, que implicar´ia a todas las naciones m´as poderosas de la Tierra. Este relato llega a o´idos de Roosevelt a los pocos meses de sufrir los Estados Unidos el ataque japon´es a Pearl Harbor. Semejantes planchas de oro guardan estrecha relaci´on, igualmente, con las que luego veremos se esconden en los citados t´uneles de Tayu Wari, en el Oriente ecuatoriano. 50 km de t´unel Prosigamos hacia el Sur. El paso siguiente que se da desde Chiapas pisa tierra guatemalteca. En el a no 1689 el misionero Francisco Antonio Fuentes y Guzm´an no tuvo inconveniente en dejar descrita la maravillosa estructura de los t´uneles del pueblo de Puchuta , que recorre el interior de la tierra hasta el pueblo de Tecpan, en Guatemala, situado a unos 50 km del inicio de la estructura subterr´anea. A M´exico en una hora A ?nales de los 40 del siglo pasado apareci´o un libro titulado Incidentes de un viaje a Am´erica Central, Chiapas y el Yucat´an, escrito por el abogado norteamericano John Lloyd Stephens, que en misi´on diplom´atica visit´o Guatemala en compa n´ia de su amigo el artista Frederick Catherwood. All´i, en Santa Cruz del Quich´e, un anciano sacerdote espa nol le narr´o su visita, a nos atr´as, a una zona situada al otro lado de la sierra y a cuatro d´ias de camino en direcci´on a la frontera mexicana, que estaba habitada por una tribu de indios que permanec´ian a´un en el estado original en que se hallaban antes de la conquista. En conferencia de prensa celebrada en New York tiempo despu´es de la publicaci´on del libro, a nadi´o que, recabando m´as informaci´on por la zona, averigu´o que dichos indios hab´ian podido sobrevivir en su estado original gracias a que siempre que aparec´ian tropas extra nas se escond´ian bajo tierra, en un mundo subterr´aneo dotado de luz, cuyo secreto les fue legado en tiempos antiguos por los dioses que habitan bajo tierra. Y aport´o su propio testimonio de haber comenzado a desandar un t´unel debajo de uno de los edi?cios de Santa Cruz del Quich´e, por el que en opini´on de los indios antiguamente se llegaba en una hora a M´exico. 6 El templo de la Luna En octubre de 1985 tuve ocasi´on de acceder junto con Juan Jos´e Ben´itez, con los hermanos Vilchez y con mi buena amiga Gretchen Andersen que, dicho sea de paso, naci´o al pie del monte Shasta en el que inici´e este art´iculo a un t´unel excavado en el subsuelo de una ?nca situada en los montes de Costa Rica. Nos internamos en una gran cavidad que daba paso a un t´unel arti?cial que descend´ia casi en vertical hacia las profundidades de aquel terreno. Los lugare nos que estaban desde hace a nos limpiando aquel t´unel de la tierra y las piedras que lo taponaban nos narraron su historia, a?rmando que al ?nal del mismo se halla el templo de la Luna , un edi?cio sagrado, uno de los varios edi?cios expresamente constru´idos bajo tierra hace milenios por una raza desconocida, que de acuerdo con sus registros hab´ia constru´ido una ciudad subterr´anea de m´as de 500 edi?cios. La biblioteca secreta Y ya bastante m´as al Sur, me intern´e en 1986 en solitario en la intrincada selva que, en el Oriente amaz´onico ecuatoriano, me llevar´ia hasta la boca del sistema de t´uneles conocidos por Los Tayos Tayu Wari en el idioma de los j´ivaros que los custodian , en los que el etn´ologo, buscador, aventurero y minero h´ungaro Janos Moricz hab´ia hallado a nos atr´as, y despu´es de buscarla por todo el subcontinente sudamericano, una aut´entica biblioteca de planchas de metal. En ellas, estaba grabada con signos y escritura ideogr´a?ca la relaci´on cronol´ogica de la historia de la Humanidad, el origen del hombre sobre la Tierra y los conocimientos cient´i?cos de una civilizaci´on extinguida. Las ciudades subterr´aneas de los dioses Por los testimonios recogidos, a partir de all´i part´ian dos sendas subterr´aneas principales: una se dirig´ia al Este hacia la cuenca amaz´onica en territorio brasile no, y la otra se dirig´ia hacia el Sur, para discurrir por el subsuelo pe-

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ruano hasta el Cuzco, el lago Titicaca en la frontera con Bolivia, y ?nalmente alcanzar la zona lindante a Arica, en el extremo norte de Chile. De acuerdo por otra parte con las informaciones minuciosamente recogidas en Brasil por el periodista alem´an Karl Brugger, con cuyo asesinato en la d´ecada de los 80 desaparecieron los documentos de su investigaci´on, se hallar´ian en la cuenca alta del Amazonas diversas ciudades ocultas en la espesura, constru´idas por seres procedentes del espacio exterior en ´epocas 7 remotas, y que conectar´ian con un sistema de trece ciudades ocultas en el interior de la cordillera de los Andes. Los refugios de los incas Enlazando con estos conocimientos, sabemos desde la ´epoca de la conquista que los nativos ocultaron sus enormes riquezas bajo el subsuelo, para evitar el saqueo de las tropas espa nolas. Todo parece indicar que utilizaron para ello los sistemas de subterr´aneos ya existentes desde much´isimo antes, constru´idos por una raza muy anterior a la inca, y a los que algunos de ellos ten´ian acceso gracias al legado de sus antepasados. Posiblemente, el desierto de Atacama en Chile sea el ?nal del trayecto, en el extremo Sur. Estamos hablando pues, al ?nal del trayecto, de la zona que las tradiciones de los indios hopi citados al inicio de esta art´iculo all´a arriba en la Arizona norteamericana , se nalan como punto de arribada de sus antepasados cuando ayudados por unos seres que dominaban tanto el secreto del vuelo como el de la construcci´on de t´uneles y de instalaciones subterr´aneas , se vieron obligados a abandonar precipitadamente las tierras que ocupaban en lo que hoy es el oc´eano Pac´i?co. Pero la localizaci´on de las se nales concretas que existen , el desciframiento adecuado de sus claves correctoras que las hay , as´i como la decisi´on de dar el paso comprometido al interior, es como siempre sucede en todo buscador sincero una labor tan comprometida como intransferible. Andreas FABER-KAISER, 1992 OVNIS EN LA ANTIG ¨ UEDAD Andreas FABER-KAISER La historia de los avistamientos de objetos volantes no identi?cados y de la variada fenomenolog´ia que los acompa na, puede dividirse en dos grandes etapas: una que engloba los avistamientos habidos desde ´epocas prehist´oricas hasta nuestro siglo XX, y otra que recoge los avistamientos contabilizados en la ´epoca tecnol´ogica, desde aquellos nueve discos volantes que avistara Kenneth Arnold el 24 de junio de 1947 junto al monte Rainier, en Washington, hasta hoy. En el art´iculo que sigue voy a resumir la fenomenolog´ia de la primera de estas dos etapas. Aquella en que ninguno de los objetos avistados pod´ia proceder de la humanidad terrestre conocida. Siempre han estado Desde los albores de la humanidad como tal, el hombre acepta como l´ogica la existencia de fuerzas inteligentes, de seres supuestamente no humanos dioses, ´angeles, demonios y un sinf´in de intermediarios que intervienen directamente en el curso de nuestra vida sobre este planeta. Los textos y legados que en el curso de los tiempos han ido re?ejando el acontecer de la historia de la humanidad est´an salpicados de testimonios que ilustran la presencia permanente de objetos volantes que evolucionan de forma inteligente a baja altura sobre la super?cie terrestre. La lista de tales avistamientos en todo el mundo y en todas las ´epocas prueba que la actuaci´on y la intervenci´on de una o de varias inteligencias distintas de la nuestra forman parte integrante y continuada de la historia de la humanidad. Si prestamos oidos al bioqu´imico ingl´es Francis Crick Premio Nobel en 1962 por haber descubierto la estructura del ADN , habr´iamos sido creados por una supercivilizaci´on del espacio que en una ´epoca remota infect´o al planeta Tierra con un microorganismo destinado a desarrollarse en el tiempo hasta llegar a ser lo que hoy somos los seres humanos. Otros cient´i?cos

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secundan este supuesto, como por ejemplo Vsevolod Troitsky, de la Academia 1 de Ciencias de la URSS, para quien la Tierra es un campo de experimentaci´on de nuevas formas de vida, controlado por seres superiores y desconocidos para nosotros. Los m´as antiguos legados de la humanidad parecen refrendar estos supuestos. Aportar´e solamente dos ejemplos. En el Popol Vuh, el Libro del Consejo de los indios quich´es, de la gran familia maya, se dice: Y los Maestros Gigantes hablaron, as´i como los Dominadores, los Poderosos del Cielo: Es tiempo de concentrarse de nuevo sobre los signos de nuestro hombre constru´ido, de nuestro hombre formado, como nuestro sost´en, nuestro nutridor, nuestro invocador, nuestro conmemorador. Haced pues que seamos invocados, que seamos adorados, que seamos conmemorados, por el hombre construido, el hombre formado, el hombre maniqu´i, el hombre moldeado. Algo similar recoge la Epopeya de la Creaci´on, cuando pone en boca del dios creador y solar babilonio Marduk las siguientes palabras: Producir´e un sumiso Primitivo; Hombre ser´a su nombre. Crear´e un Obrero Primitivo. En ´el recaer´a el servicio de los dioses, para que ellos puedan descansar tranquilos. Sigamos pues la pista hist´orica de la presencia de estos supuestos dioses en realidad, nada m´as que seres inteligentes tecnol´ogicamente superiores a nosotros en la atm´osfera terrestre. Los testimonios mas antiguos El volumen II de la Introducci´on a la Ciencia Espacial, publicado por la Academia de la Fuerza A´erea de los Estados Unidos, incluye un cap´itulo de estudio de los OVNIs. Se a?rma all´i literalmente que los OVNIs son objetos materiales que est´an, o bi´en pilotados, o controlados por control remoto por seres que son de fuera de este planeta . Y tambi´en se a?rma que las visiones OVNI parecen extenderse a lo largo ya de 47.000 a nos . El testimonio acaso m´as antiguo que relaciona a los supuestos dioses con los objetos volantes no identi?cados, sea el que transmiten los abor´igenes de los montes Kimberley, en el noroeste de Australia. Cuentan que en tiempos remotos sus dioses trazaron sobre las rocas unos dibujos antropomorfos de notable tama no, los Wandjinas, con rostros carentes de boca y rodeadas sus cabezas por uno o dos semic´irculos en forma de herradura, con ?nas l´ineas que irradia el c´irculo exterior. Despu´es de ello y de instruir a los nativos, los wandjinas o dioses se transformaron en serpientes m´iticas y se refugiaron en charcos cercanos. Cuentan los nativos que de vez en cuando se les puede ver de noche en forma de luces que se mueven a gran altura. 2 A gran altura debi´o moverse tambi´en un desconocido aparato volador, inteligentemente guiado, hace ahora unos 11.000 a nos. As´i se desprende de los datos recogidos en los mapas de Piri Reis, que se conservan en el museo Topkapi de Istanbul. Fueron trazados en 1513 por el almirante de las ?otas turcas Piri Reis, y muestran ?elmente los accidentes geogr´a?cos de las costas americanas, incluyendo los de la Ant´artida. Con la notable peculiaridad de que en ellos el extremo Sur de la Tierra de Fuego enlaza por medio de la estrecha lengua de tierra con la Ant´artida, all´i en donde hoy en d´ia las aguas del estrecho de Drake enlazan entre s´i a los oc´eanos Atl´antico y Pac´i?co. Cotejados los mapas con las fotograf´ia infrarrojas a´ereas que re?ejaban el per?l submarino, se lleg´o a la conclusi´on de que realmente hab´ia existido este puente de tierra entre el continente sudamericano y la Ant´artida a ?nales de la ´ultima glaciaci´on; o sea, hace ahora unos 11.000 a nos. Piri Reis hab´ia rese nado en sus mapas con asombrosa exactitud costas, islas, bah´ias y monta nas que en parte hoy ya no son visibles, sino que est´an cubiertas por una considerable capa de hielo. El propio almirante Piri Reis indic´o, en los textos explicativos de sus mapas, que para su confecci´on se hab´ia servido de otros mapas anteriores, entre ellos uno requisado a un marino que hab´ia formado parte de las tripulaciones de Crist´obal Col´on, y que fue

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capturado en aguas peninsulares ib´ericas. Debemos concluir que alguien traz´o con perfecci´on la orograf´ia terrestre de aquella zona del globo hace 11.000 a nos. ¿Qui´en fue? El cart´ografo americano Arlington H. Mallery a?rm´o en su d´ia que no podemos imaginarnos como se traz´o un mapa tan preciso sin el concurso de la aviaci´on. Artilugios volantes en la antigua India Vimos anteriormente como en su libro sagrado Popol Vuh, los indios quich´es de la gran familia maya dec´ian de nuestros creadores que ´estos eran unos constructores. Damos ahora un salto en la geograf´ia y nos vamos a la India, en donde podemos leer en la gran epopeya s´anscrita del Mahabharata que precisamente Maia, el constructor, el ingeniero y arquitecto de los asuras, dise n´o y construy´o un gran habit´aculo de metal, que fue trasladado al cielo. Era solamente uno de muchos habit´aculos similares. Cada una de las divinidades Indra, Yama, Varuna, Kuvera y Brahma, dispon´ia de uno de estos aparatos met´alicos y voladores. El gran sabio de la antigua tradici´on, Narada, explica que la ciudad volante de Indra se hallaba ininterrumpidamente en el espacio. Estaba rodeada de una pared blanca, que produc´ia destellos de luz cuando el veh´iculo se desplazaba por el ?rmamento. 3 Otros aparatos autom´aticos se desplazaban libremente bajo agua y en las profundidades de los oc´eanos de una forma similar a los modernos submarinos. El texto s´anscrito del Mahabharata se re?ere normalmente a los aparatos volantes con el nombre de vimanas . Pero habla tambi´en de grandes ciudades colonias espaciales, de grandes ciudades submarinas, y de ciudades subterr´aneas. Arjuna, una de la divinidades, dispon´ia de un indestructible veh´iculo volador an?bio, pilotado por su ayudante Matali. Todas estas construcciones y aparatos voladores, submarinos y subterr´aneos, est´an descritos en la epopeya del Mahabharata con gran lujo de detalles, con detalle de sus medidas y descripci´on de sus caracter´isticas. Tambi´en Valmiki, el autor de la otra gran epopeya hind´u, el Ramayana, nos habla con absoluta naturalidad de los veh´iculos que a voluntad de su piloto volaban libremente por el aire. Tambi´en eran met´alicos y brillaban en el cielo. Objetos volantes inteligentemente guiados, en los textos b´iblicos Leemos en los textos b´iblicos c´omo el profeta Ezequiel nos narra su encuentro con un veh´iculo volante, que se le acerc´o tanto junto al r´io Quebar, en la inmediaciones de Babilonia que incluso vi´o a uno de sus tripulantes, el cual le habl´o a ´el personalmente. Esta visi´on que Ezequiel tuvo, y que est´a descrita con lujo de detalles en los textos b´iblicos, fue detenidamente analizada por el ingeniero de la agencia espacial norteamericana la NASA Josef Blumrich, qui´en concluy´o que lo que vi´o el profeta fue efectivamente y sin ning´un g´enero de dudas una nave volante. Tanto es as´i, que dicho ingeniero director de la O?cina de Construcci´on de Proyectos de la NASA , redise n´o el aparato descrito por Ezequiel y patent´o algunos de sus elementos. Tambi´en en la Biblia, la destrucci´on de las ciudades de Sodoma y Gomorra re?eja con precisi´on los efectos de una explosi´on at´omica, anunciada a Lot por dos emisarios que bajan de las alturas y comen alimentos en casa de su an?tri´on. Finalmente, en muchos pasajes de los textos b´iblicos comenzando por el libro del Exodo se describen con detalle nubes inteligentemente guiadas. En el caso del libro citado, una de estas nubes luminosa de noche y en forma de columna de humo de d´ia gu´ia al pueblo de Israel en su hu´ida de 4 Egipto. Esta nube indica el camino a seguir, proporciona alimento, e incluso desciende hasta el suelo para que sus tripulantes (en este caso el mismo

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Yahveh) pueda dar ´ordenes verbales al caudillo de los hijos de Israel, Mois´es. El ovni de Bel´en La estrella de Bel´en, cuya aparici´on est´a tan ´intimamente ligada al fen´omeno Jes´us, es como se puede repasar en los Evangelios una estrella que se mueve y que, adem´as, tiene la facultad de detenerse. No es extra no que una estrella est´e aparentemente parada en el ?rmamento, como parece que lo est´an todas las que vemos normalmente, ni tampoco que una estrella se mueva, como es el caso de las estrellas fugaces o de los cometas. Lo que s´i se sale realmente de lo usual es que haga ambas cosas: moverse y pararse. Y que, adem´as, demuestre ser inteligente: Salieron, y la estrella que hab´ian visto en Oriente podemos leer en los Evangelios iba delante de ellos hasta que se detuvo encima de donde se hallaba el ni no. Se le ha querido dar una explicaci´on astron´omica a este fen´omeno de la llamada estrella de Bel´en, aduciendo que se habr´ia tratado de la conjunci´on tercera conjunci´on por aquellas fechas de los planetas J´upiter y Saturno. En dicha conjunci´on los citados planetas se juntaron ´opticamente en direcci´on Sur de tal manera que los magos de Oriente, en la ruta que segu´ian de Jerusal´en a Bel´en, siempre ten´ian a estos dos planetas que formaban una sola estrella, delante de ellos. La estrella iba efectivamente, como dicen los Evangelios, precedi´endoles. Hasta aqu´i, todo correcto. Pero si hubieran caminado siempre en la direcci´on que les indicaba esta conjunci´on de J´upiter y Saturno y dado que se trataba de un fen´omeno extraatmosf´erico que por lo tanto, por mucho que avanzasen los magos, siempre habr´ia estado situado por delante de ellos a donde habr´ian llegado es a las aguas litorales del mar Rojo. Pero no: se detienen a 7 km escasos de Jerusal´en. ¿Por qu´e? Porque no iban en pos de la conjunci´on J´upiter-Saturno, sino de un objeto brillante que ?nalmente se detuvo a baja altura encima del lugar encima del lugar en el que se hallaba el ni no: Jes´us. Un objeto volador que se mov´ia inteligentemente dentro de nuestra atm´osfera. Los hijos del cielo Los antiguos habitantes de China se autodenominaban hijos del cielo . Y su literatura cl´asica proporciona una abundante selecci´on de observaciones de 5 objetos volantes desconocidos, con especi?caci´on muy concreta del momento hist´orico en que apareci´o cada uno de ellos. Una de las referencias m´as antiguas que podemos hallar ?gura en la obra Ciencia Natural, que en el cap´itulo X reza: Bajo el reinado de Xi Ji hace aproximadamente 4.000 a nos fueron vistos dos soles en la ribera del r´io Feichang, uno de los cuales sub´ia por el este, mientras que el otro bajaba por el Oeste. Ambos produc´ian un ruido como el trueno. En ´epoca mucho m´as reciente, el escritor Wang Jia, que vivi´o bajo la dinast´ia de los Tshin, relata en su libro Reencuentro una historia acaecida en el siglo IV antes de JC: Durante los 30 a nos del reinado del emperador Yao, una inmensa nave ?otaba por encima de las olas del mar del Oeste. Sobre esta nave, una potente luz se encend´ia de noche y se apagaba de d´ia. Una vez cada 12 a nos, la nave daba una vuelta por el espacio. Por esto se la denominaba Nave de Luna o Nave de las Estrellas . En su obra Observaciones del Cielo, otro historiador, que vivi´o entre los a nos 960 y 1279 nos da una imagen todav´ia m´as clara de esta nave del cielo, a?rmando de ella: Hab´ia una gran nave voladora expuesta en el palacio de la Virtud bajo la dinast´ia de los Tang. Med´ia m´as de 50 pies de largo, y resonaba como el hierro y el cobre, resistiendo perfectamente a la corrosi´on; se elevaba en el cielo para retronar despu´es, y as´i continuamente. Por su parte, el historiador Zhang Zuo, autor de la Historia del Poder y de la Oposici´on, escribe tambi´en que el 29 de mayo del a no 2 bajo el reinado del emperador Kai Yuan, durante la noche, apareci´o una gran estrella m´ovil, del tama no de una cuba, que volaba en el cielo del Norte, acompa nada de otras estrellas m´as peque nas; esto dur´o hasta el amanecer . Otro texto, el Nuevo Libro de los Tang, reza en su cap´itulo XXII, dedicado

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a la Astronom´ia: El a no 2 bajo el reinado del emperador Quian-fu, dos estrellas, una roja y la otra blanca, que med´ian como os veces la cabeza de un hombre, se dirigieron una junto a la otra al Sudeste. Una vez paradas en el suelo, aumentaron lentamente de tama no y lanzaron luces violentas. Al a no siguiente, una estrella m´ovil brill´o de d´ia como una gran antorcha. ten´ia el tama no de una cabeza. Habiendo llegado del Nordeste, sobrevol´o dulcemente la regi´on, para desaparecer ?nalmente en direcci´on Noroeste. En otro pasaje de este mismo libro podemos leer: En marzo del a no 2, bajo el reinado del emperador Tian Yu, cierta noche una gran estrella surgi´o de la b´oveda del cielo. Era cinco veces m´as grande que un celem´i y volaba en direcci´on del Noroeste. Descendi´o hasta treinta metros del suelo. Su parte superior lanz´o luces de fuego de color rojo anaranjado. Sus luces llegaban a m´as de cinco metros. Se desplazaba como una serpiente, rodeada de numerosas estrellas peque nas que desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos. Se vi´o una especie de vapor que sub´ia muy alto hacia el cielo. 6 Esta es solamente una brev´isima selecci´on de cuanto puede leerse en los textos cl´asicos chinos acerca de los OVNIs. Tr´a?co a´ereo en la literatura cl´asica de la cuenca mediterr´anea Autores como Plinio el Viejo, Plutarco, Dio Cassio, S´eneca, Cicer´on o Julio Obsequens fueron en mayor o menor grado conscientes de que los dioses estaban guiando a los hombres sobre la Tierra. Sin ir m´as lejos, en el libro octavo de la Eneida, Virgilio habla de ruedas que transportaban r´apidamente a los dioses . En el Prodigiorum Liber (el Libro de los Prodigios), el historiador Julio Obsequens recoge textos originales de Cicer´on, Tito Livio, S´eneca y otros. Podemos leer all´i: Siendo c´onsules Cayo Mario y Lucio Valerio, se pudieron ver en diversos lugares de Tarquinia un objeto que semejaba una antorcha encendida que s´ubitamente cay´o del cielo. Hacia el anochecer se vi´o un objeto volador circular, parecido en su forma a un clypeus (el escudo redondo empleado por los legionarios romanos) llameante, que cruzaba el cielo del Oeste hacia el Este. Tambi´en podemos leer all´i que en el territorio de Spoleto, en la Umbr´ia, una esfera de fuego, de color dorado, cay´o a tierra dando vueltas. despu´es parec´ia que aumentase de tama no, se elev´o del suelo, y ascendi´o hacia el cielo, en donde oscureci´o al disco del Sol con su claridad cegadora. Despu´es desapareci´o en direcci´on al cuadrante Este del cielo. Tito Livio tambi´en informa por su parte: Naves fantasma han sido vistas brillando en el cielo...Mientras que en el distrito de Amiterno aparecieron en muchos lugares hombres con vestidos destellantes, de lejos y sin acercarse a nadie. Son solamente unos botones de muestra de la abundante literatura cl´asica que re?ere este tipo de avistamientos. Intervienen en el curso de nuestra historia Hay momentos concretos a lo largo de la historia de la Humanidad, en que ?guras u objetos que descienden del cielo, intervienen en los asuntos de los hombres, e incluso llegan a decidir nuestras disputas en uno u otro sentido. En algunas ocasiones, la ayuda ha sido favorable al signo de la Cruz, si bien el motivo de este favoritismo se nos escapa. As´i aconteci´o en las luchas de los 7 cristianos contra los moros, y tambi´en durante la conquista de Am´erica en las luchas contra los indios. La gloria de Dios Una ocasi´on importante en que manifestaciones concretas del cielo ayudaron a los cristianos, se di´o en plena campa na exterminadora de Carlomagno contra los paganos sajones. As´i lo explica claramente el monje Lorenzo, en sus Annales Laurissenses. Explica en esta obra hist´orica c´omo los sajones se hab´ian rebelado contra las tropas de los francos, y avanzaban hacia el

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castillo de Sigisburg para conquistarlo. La oposici´on de los francos fue dura, motivo por el cual los sajones no pudieron culminar su gesta. Y leemos literalmente en la obra citada: Entonces, cuando los sajones advirtieron que las cosas no iban a su favor, comenzaron a construir andamios desde los cuales pudiesen saltar valientemente al castillo mismo. Pero Dios es tan bueno como justo. Super´o su valor, y el mismo d´ia en que prepararon el asalto contra los cristianosque viv´ian dentro del castillo, la gloria de Dios apareci´o en manifestaci´on encima de la iglesia en el interior del castillo. Los que lo observaron, muchos de los cuales a´un viven hoy en d´ia, dijeron que ten´ian el aspecto de dos grandes escudos de color rojo llameante, y que se mov´ian por encima de la iglesia. Y cuando los paganos que estaban afuera vieron este signo, cayeron seguidamente en la confusi´on y quedaron aterrorizados por el p´anico, huyendo precipitadamente. Como consecuencia de la intervenci´on de este poder a´ereo, los sajones se rindieron y decidieron en juramento solemne su conversi´on al cristianismo. Por lo tanto, acatar las leyes de Carlomagno. Am´erica: reestreno del drama de Mois´es De Europa nos vamos a tierras norteamericanas. Porque si Yahveh hizo caminar a Mois´es con sus seguidores por el desierto durante cuarenta a nos, el dios de los aztecas oblig´o a ´estos a una caminata de casi 3.000 km, antes de que hallasen en una peque na isla en medio del lago Texcoco, al ´aguila de su profec´ia devorando a una serpiente. Era el s´imbolo que les indicaba que aquella era su tierra de promisi´on. Los paralelismos entre el ´exodo del pueblo de Israel y el ´exodo del pueblo azteca comienzan con la personalidad misma de los dos protagonistas, Yahveh y Huitzilopochtli. Ambos quer´ian ser considerados como protectores e incluso como padres, pero eran tremendamente exigentes, implacables en 8 sus frecuentes castigos, y muy irritables. Ambos les indicaron a sus pueblos elegidos que abandonasen la tierra que habitaban. Ambos acompa naron personalmente a sus protegidos a lo largo de todo el peregrinaje. Yahveh lo hizo como ya vimos en forma du una curiosa nube o coluna de fuego y de humo que les procuraba luz de noche y sombra de d´ia, o les se nalaba el camino que deb´ian tomar. Huitzilopochtli, a su vez, acompa naba a los aztecas en forma de un gran p´ajaro. La tradici´on a?rma que fue un ´aguila o una grulla blanca, que les iba indicando la direcci´on en la cual deb´ian caminar desde las tierras de Arizona y de Utah hasta el emplazamiento de la actual capital de M´exico. Pero lo m´as curioso es que los dos pueblos israelitas y aztecas transportaban una especie de caja sagrada que para ellos ten´ia una gran importancia y que serv´ia para comunicarse directamente con la divinidad. Los israelitas llevaban la famosa Arca de la Alianza, y los aztecas llevaban un cofre, tal y como nos lo cuenta fray Diego Dur´an, historiador contempor´aneo de la conquista: Cuando llegaban a un lugar para quedarse en ´el durante alg´un tiempo, lo primero que hac´ian era construir un templo que serv´ia para alojar el cofre en que llevaban a su dios. Los escudos volantes de los indios hopi Si Carlomagno fue ayudado por unos escudos volantes y los aztecas procedentes de Arizona contaron con el apoyo de una inteligencia que dominaba el vuelo, ambas circunstancias se repiten en la historia de los indios hopi establecidos en la actual Arizona . Seg´un explica su jefe White Bear, contaban sus antepasados que sus abuelos habitaban unas tierras situadas al Oeste, o sea en alg´un punto del oc´eano Pac´i?co. Al hundirse estas tierras, unos seres descendidos de las alturas los katchinas les ayudaron a trasladarse al continente americano, en parte sirvi´endose de escudos volantes. Estos seres sab´ian adem´as tallar grandes bloques de piedra, dominaban el transporte a´ereo de estos bloques, y eran diestros en la construcci´on de instalaciones subterr´aneas. Algo muy parecido a lo que nos narran seg´un vimos los antiguos textos s´anscritos. Ovnis durante la conquista de Am´erica Alguna inteligencia segu´ia sobrevolando a los humanos en tierras americanas 154

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siglos m´as tarde. As´i, Bernal D´iaz del Castillo, cronista de Hern´an Cort´es, escribe en su Historia verdadera de la conquista de la Nueva Espa na: Dijeron los indios mexicanos que vieron una se nal en el cielo que era como verde 9 y colorada y redonda como rueda de carreta y que junto a la se nal ven´ia otra raya y camino de hacia donde sale el Sol y se ven´ia a jnutar con la raya colorada . Y, un poco m´as adelante: Lo que yo vi y todos cuantos quisieron ver, en el a no 27 1527 estaba una se nal del cielo de noche a manera de espada larga, como entre la provincia de P´anuco y la ciudad de Tezcuco, y no se mudaba del cielo, a una parte ni a otra, en m´as de veinte d´ias. Son, una vez m´as, solamente dos pinceladas de los mucho objetos volantes no identi?cados que en este caso re?eren las cr´onicas de la conquista de Am´erica. ¿Vienen de Sirio? Cuentan los dogones, que habitan en las tierras de la acual rep´ublica africana de Mali, que desde siempre, el elemento para ellos m´as importante del ?rmamento es una estrella peque na que gira alrededor de la gran estrella Sirio, el brillante astro que luce en la constelaci´on del Can Mayor. Por los estudios realizados de sus tradiciones, podemos a?rmar que poseen este conocimiento por lo menos desde el siglo XII. Cuando en cambio la moderna astronom´ia no descubri´o Sirio B que orbita alrededor de Sirio A y es invisible al simple ojo humano hasta mediados de siglo pasado. Los dogones conoc´ian por lo menos siete siglos antes la existencia de Sirio B, siendo conscientes adem´as de que es invisible. Pero adem´as, el dibujo ritual que ellos trazan para mostrar la ´orbita en que Sirio B gira alrededor de Sirio A, es abolutamente id´entico al dibujo que ofrece el moderno diagrama astron´omivo de la ´orbita de Sirio B alrededor de Sirio A. Los dogones saben adem´as que Sirio B es un cuerpo extraordinariamente peque no. Y tambi´en aqu´i la astronom´ia o?cial con?rma que Sirio B es una enana blanca , una estrella peque na. Tambi´en dicen los dogones que Sirio B es la estrella m´as pesada que existe. Y una vez m´as la ciencia con?rma: Sirio B a la que ellos llaman Po Tolo es, en cuanto enana blanca, una estrella extraordinariamente densa, o sea, extraordinariamente pesada. Pero adem´as, y de acuerdo con la mitolog´ia de los dogones, Po Tolo da una vuelta alrededor de Sirio A cada cincuenta a nos. Y con?rma tambi´en aqu´i la moderna astronom´ia que Sirio B da una vuelta alrededor de Sirio A exactamente cada cincuenta a nos. M´as asombroso a´un: durante sus festividades rituales, los dogones rinden honores al hecho de que Po Tolo gire sobre s´i mismo. ¿De donde pod´ian saber no los dogones, sino nadie desde hace ocho siglos que las estrellas giran sobre su propio eje? Cuando se les plantea a ellos esta pregunta, a?rman que un d´ia llegaron unos seres procedentes del sistema de Sirio, con la ?nalidad de instaurar la sociedad en la Tierra. De ellos proceden sus conocimientos. Estos seres des10 conocidos a los que ellos llaman nommos descendieron a la Tierra en un arca que, antes de aterrizar, giraba o volteaba en el aire. El aterrizaje aconteci´o en el Nordeste del pa´is de los dogones y produjo un ruido importante al descender el arca. Los dogones describen el aterrizaje de forma muy gr´a?ca: El arca se pos´o en la tierra seca del Zorro y desplaz´o polvo, levantado por el remolino que caus´o. La violencia del impacto dej´o el suelo rugoso. El arca era como una llama que se apag´o al tocar la tierra. Era roja como el fuego y se volvi´o blanca cuando aterriz´o. Y mucho m´as. . . La brevedad de un art´iculo no da para m´as. En el tintero se han quedado centenares de casos OVNI en la Antig¨uedad, en la Edad Media y en tiempos m´as recientes, hasta llegar a aqu´ellos que cit´e al principio, vistos por Kenneth Arnold en 1947. Para enumerar solamente a algunos de los m´as importantes, falta hablar de los Objetos Volantes No Identi?cados vistos por Tutmosis III el Grande, por Alejandro Magno y por Timole´on (ambos en el s. IV a.JC), por Cayo Julio C´esar y por Pompeyo (s. I a JC), y por Constantino el Grande (s. III). Tambi´en la espada volante vista sobre Jerusal´en en el s. I y citada

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por Flavio Josefo. Ni hay que olvidar el cuadro La Madonna e san Jiovannino de la escuela de Filippo Lippi (s. XV), en que junto a la Virgen aparece en el cielo un OVNI, ni el OVNI citado en los anales de la Inquisici´on, y que transport´o al Dr. Torralba en viaje de ida y vuelta de Valladolid a Roma en 1527. Deben recordarse igualmente los fen´omenos OVNI citados por Pedro de Valdivia y por el cronista Pedro Cieza de Le´on (s. XVI), y por Fray Jun´ipero Serra (s. XVIII). No deben omitirse los cilindros volantes vistos sobre Nuremberg en el s. XVI, la viga a´erea vista por Benvenuto Cellini, los globos ´igneos que sobrevolaron Basilea tambi´en en el s. XVI, la columna brillante que se present´o la v´ispera de la batalla de Lepanto, una vez m´as en el s. XVI, los OVNIs que evolucionaron sobre Catalu na en 1604, recogidos en el Diari de Jeroni Pujades, iguales chismes volantes vistos sobre el mediod´ia de Francia en 1621, la hostia volante que sobrevol´o Braga en 1640, la bola volante que sobrevol´o Robozero, en Rusia, en 1663, y ?nalmente los 446 OVNIs reportados por el director del observatorio mexicano de Zacatecas, en 1883. En absoluto puede a?rmarse a la vista de este repertorio que los OVNIs son una invenci´on o un fen´omeno caracter´istico de nuestro siglo XX. Andreas FABER-KAISER, 1991 LA S ´ ABANA DE TUR ´ IN, ¿UN TESTIGO INC ´ OMODO? Andreas FABER-KAISER ¿Teme el Vaticano que la S´indone de Tur´in descubra detalles inconvenientes sobre Jes´us? El 13 de Octubre de 1988 cuatro d´ias antes de celebrarse en la capital piamontesa el controvertido congreso del Diablo el cardenal arzobispo de Tur´in, Anastasi Ballestrero, se nal´o durante una multitudinaria rueda informativa celebrada en la casa madre de los Salesianos, y en presencia de periodistas de tod o el mundo que los ´ultimos an´alisis a que hab´ia sido sometido el lienzo indicaban que la tela databa de un per´iodo comprendido entre los siglos XI y XIV. La S´indone fue sometida a an´alisis del carbono-14 por sendos laboratorios de las universidades de Z¨urich, Oxford y Tucson. Para ello procedi´o a cortar un fragmento de siete cent´imetros por uno, que dividi´o en tres partes id´enticas. Estas fueron enviadas a los laboratorios citados, junto con otras dos muestras similares, una medieval y la otra del siglo I, introducidas en c´apsulas lacradas con el sello del cardenal Ballestrero, y marcadas con claves que solamente pod´ian descifrar conjuntamente este prelado y el representante del Museo Brit´anico. Los tres laboratorios obtuvieron id´enticos resultados: la reliquia es de indudable origen medieval y ha sido realizada entre los siglos XI y XIV, como ya queda dicho. ALGO NO CUADRA Pero algo se escapa a la l´ogica. Algo nos hace intuir que hay gato encerrado en esta pretendida indubitabilidad . Pues existen an´alisis anteriores a los del carbono-14, que con id´entico rigor cient´i?co llegan a conclusiones absolutamente opuestas. Antes, sin embargo, centremos en dos palabras el tema para que todos sepan de qu´e estamos hablando. Los evangelistas Mateo, Marcos y Lucas cuentan que, obtenido el permiso de Pilato, Jos´e de Arimatea baj´o el cuerpo 1 de Jes´us de la cruz y lo envolvi´o en un lienzo blanco (en griego s u n d o n = s´indone) que habia comprado. Seg´un una antigua tradici´on, la S´indone de Tur´in (lienzo, s´abana, sudario de Tur´in) es considerada como el lienzo en que fuera envuelto el cuerpo de Jes´us, una vez bajado de la cruz.

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Los d´ias 7 y 8 de Octubre de 1978 asist´i junto con Mercedes Castellanos al 2 ? congreso internacional de la Sindonolog´ia celebrado en Tur´in bajo el lema La S´indone y la Ciencia . Representab´amos a la publicaci´on Mundo Desconocido , ´unico medio informativo espa nol presente en el congreso. Cada 45 a nos la s´indone se expone al p´ublico. Durante unas semanas verdaderas riadas de personas pueden des?lar ante este lienzo singular, que luego se vuelve a guardar bajo llave otros 45 a nos. La exposici´on p´ublica de 1978 dio comienzo en la tarde del 26 de Agosto, en el preciso instante en que en Roma la fumata blanca anunciaba la elecci´on del asesinado Albino Luciani. El plazo de ostensi´on p´ublica ?naliz´o el 8 de octubre. Con tal motivo se organiz´o para los dos ´ultimos d´ias de la misma el mencionado 2 ? Congreso internacional de la Sindonolog´ia. En 43 d´ias m´as de 3 millones de personas acudieron a Tur´in desde muchos rincones del mundo para ver de cerca la tela que envolvi´o supuestamente el cuerpo de Jes´us. Despu´es, per´iodo de veda para el p´ublico. No as´i para la ciencia, que pidi´o algunos d´ias de acceso a la reliquia para poder tomar muestras antes de que fuera de?nitiva y celosamente guardada. La Iglesia accedi´o de forma selectiva, que no libre. Tras la indudable inyecci´on de moral para los celadores de la s´indone y econ´omica para el municipio de Tur´in, que supusieron estas 600 horas de visita desde la 7 de la ma nana hasta las 22:30 de la noche durante 43 d´ias con invasi´on masiva de los 3 millones de visitantes citados, con cincuenta mil peregrinaciones organizadas, casi seiscientos operadores de lo medios de comunicaci´on social entre periodistas, fot´ografos y operadores de los equipor radiof´onicos y televisivos , la visita de 21 cardenales y la colaboraci´on de un millar de voluntarios de edades comprendidas entre los 18 y los 70 a nos, lleg´o la importante noticia de la concesi´on hecha a la demanda de los cient´i?cos. NO ES EL PRODUCTO DE UN ARTISTA El examen realizado en aquel entonces por el Shroud of Turin Research Projec (Proyecto de Investigaci´on de la S´indone de Tur´in), y que concluy´o entre otras cosas que la imagen impresa en el lienzo evidenciaba una absoluta estabilidad t´ermica, que ni siquiera hab´ia quedado alterada por el incendio del siglo XVI; que no hab´ia en ella huellas de la m´as leve pigmentaci´on; que era tridimensional en su intensidad seg´un la distancia del cuerpo al lienzo; que se trataba de un perfecto negativo fotogr´a?co; que no hab´ia en ella direcio2 nabilidad o sea los trazos de un posible pintor , etc., a?rma literalmente que la imagen de la S´indone es la de una verdadera ?gura humana de un hombre ?agelado y cruci?cado. No es el producto de un artista. La manchas de sangre est´an compuestas de hemoglobina . EL C-14 Durante aquellos dos d´ias de Congreso, el C-14 ya foltaba en el ambiente. Y aqu´i comienzan mis sospechas con respecto a los recientes an´alisis dados a conocer en octubre de 1988 por monse nor Anastasio Ballestrero. Pues resulta que diez a nos antes los responsables del Centro Internacional de la Sindonolog´ia de Tur´in, con su presidente Angelo Lovera di Maria al frente, opinaban que el examen por medio del C-14 no se consideraba oportuno debido a tres objeciones principales que se le oponen. A saber: 1) que no ofrece una ?abilidad absoluta, 2) que se requiere un pedazo de tela excesivamente grande, y 3) que hay adheridos al lienzo elementos recientes, que podr´ian inducir a error al datar la fecha original de la S´indone. No me estoy sacando estos datos de la manga ahora, para que encajen en la hip´otesis planteada en el presente libro. Est´an publicados en la revista Mundo Desconocido n ? 29, de noviembre de 1978, p´agina 39. En la que dej´e re?ejada tambi´en providencialmente la siguiente a?rmaci´on, que ahora se me antoja absolutamente sospechosa, a

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la vista de los recientes ex´amenes. Dej´e escrito entonces: En una charla posterior, el profesor Gove investigador estadounidense especializado en el an´alisis a base del C-14 nos dir´ia a t´itulo ya m´as con?dencial que, ciertamente con el C-14 no se podr´ia establecer exactamente el a no en que fur fabricado el lienzo, por lo cual el C-14 nunca demostrar´a que ´este es lienzo que envolvi´o el cuerpo de Jes´us. Pero dijo si por un casual es examen revelara que el lienzo data, por ejemplo, del siglo XI, quedar´ia de?nitivamente demostrado que no ser´ia el que estuvo en contacto con Jes´us . ¿No es sospechosa esta aformaci´on anterior en diez a nos a las actuales manifestaciones que el lienzo data de una ´epoca que se sit´ua entre los siglos XI y XIV? ¿No existir´a una inconfesada intecionalidad en todo ello? Como curiosidad, apuntar´e aqu´i que, aplicando las leyes de la f´isica y del c´alculo de probabilidades en un extenso estudio, ya en 1972 el franc´es Paul de Gail concluye en su libro Le visage de J´esus Christ et son linceul ( ´ Editions France-Empire, Par´is), que existe una probabilidad entre 250 millones, de que el hombre de la S´indone no sea Jes´us. 3 EL EXAMEN PALINOL ´ OGICO Pero vayamos a datos m´as concretos que contradicen de plano a los an´alisis que ahora pretendidamente presentan a la S´indone como no relacionada con Jes´us. As´i, el profesor Max Frei, de la universidad de Zurich fundador del servicio cient´i?co de la policia criminal de la misma ciudad suiza (perito de la ONU para el incidente a´ereo que provoc´o la muerte de su secretario general Dag Hammarskj¨old), notabil´isimo experto en palinolog´ia, una ciencia que, a trav´es del an´alisis de los p´olenes f´osiles depositados sobre el objeto a analizar, permite establecer la edad y la permanencia en determinados lugares del citado objeto , present´o en 1978 en Tur´in los resultados de sus investigaciones. Max Frei facilit´o entonces por vez primera la lista completa de las plantas identi?cadas a base de los granos de polen detectados en la super?cie de la S´indone de Tur´in, lista que reproduje ´integra en las p´aginas 39 y 40 del citado n´imero de la revista Mundo Desconocido . En resumen, ´esta es la labor del crimin´ologo suizo: el an´alisis bajo el microscopio ´optico y microscopio electr´onico del polvo separado en 1973 en doce puntos del lienzo revel´o la presencia del polen en 49 especies. Diecisiete de estas especies tienen una amplia ´area de difusi´on, sea mediterr´anea o europea, que no permite conclusiones sobre el lugar preciso de contaminaci´on en Francia o en Italia en que la S´indone fue expuesta al aire libre en varios lugares en los ´ultimos cinco siglos. Ha identi?cado sin embargo, adem´as, dos grupos de especies que no existen en absoluto en Europa: 29 plantas del cercano Oriente, trece de las cuales crece en lugares des´erticos arenosos o salados en Palestina, y un grupo de plantas de las estepas de Anatolia. De acuerdo con la palinolog´ia la S´indone ha estado expuesta al aire libre en el pasado en Palestina (Jerusal´en) y en Turquia (Constantinopla hoy Istambul y Anatolia) adem´as de las estaciones conocidas en Francia e Italia. Este resultado es un argumento a favor de la identidad del Mandylion de Edessa/Constantinopla con la S´indone hoy conservada en Tur´in. En base al espectro pol´inico queda excluida la posibilidad de una falsi?caci´on en la Francia medieval. Tal y como concluyera el profesor Frei en su informe fechado el 8 de marzo de 1976, el polen m´as frecuente en el lienzo es id´entico al polen que se encuentra m´as regularmente en los estratos sedimentarios del lago Genezaret, de una antig¨uedad de dos mil a nos . UN NEGATIVO FOTOGR ´ AFICO Pero ´este no es el ´unico an´alisis cient´i?co que contradice la hip´otesis de una falsi?caci´on a partir del siglo XI. A ?nales del siglo pasado el fot´ografo Secon-

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4 do Pia tuvo la oportunidad de sacar varias placas de la S´indone. Al revelar las dos enormes placas de 51 x 63 cent´imetros, Secondo Pia se llev´o una notable sorpresa: la S´abana Santa era en realidad un negativo fotogr´a?co a tama no natural. En la placa fotogr´a?ca negativa de Pia se hab´ia descubierto un retrato en positivo. Toso un autentico retrato fotogr´a?co. ¿Como se hab´ia podido plasmar ´este en el lienzo, mucho antes de que se descubriera la t´ecnica fotogr´a?ca? Tal vez expliquen este extremo los an´alisis realizados tambi´en hace ya m´as de diez a nos por los cient´i?cos norteamericanos John P. Jackson, Eric J. Jumper, Bill Mottern y Kenneth E. Stevenson, todos ellos t´ecnicos al servicio de la NASA y de la Academia de las Fuerzas A´ereas de Denver (Colorado). Concluyen estos cient´i?cos que en una exhaustiva investigaci´on que ha durado tres a nos , y mediante el uso de ordenadores, se ha revelado que la imagen de la S´abana Santa es tridimensional, en el sentido de que la informaci´on que de?ne los contornos espaciales del cuerpo de Jes´us est´an codi?cados en los niveles variables de intensidad de la imagen . Expliquemos esto en palabras m´as sencillas: para empezar y puesto que el lienzo original no ha sido facilitado a los cienti?cos de la NASA para su estudio directo , los norteamericanos llevaron a cabo sus experimentos sobre una fotogra?a, a tama no natural, de la imagen de la S´idone. Pero fur su?ciente. Con ayuda del VP-8 Image Analyser , un aparato de alta tecnolog´ia espacial que ha sido utilizado en el an´alisis y descomposici´on de las imagenes llegadas desde el planeta Marte a trav´es del proyecto Viking , la totalidad de la imagen de dicha S´indone fue descompuesta en millones de puntos. Y cada punto de un micr´on de di´ametro se le asignaron tres coordenadas. Las dos primeras son las cartesianas, que sit´uan o localizan dicho punto en el conjunto de la S´indone. La tercera corresponde al grado de intensidad luminosa de la imagen del cuerpo en ese punto concreto. Estos puntos, as´i codi?cados, fueron suministrados a una computadora. Y ´esta se encarg´o, primero, de individualizar los del tejido: trama y urdime han quedado as´i recontruidas, aisladas del resto. Despu´es, la computadora ignora tales im´agenes y se concentra sobre las correspondientes a la ?gura. UNA IMAGEN TRIDIMENSIONAL El resultado de sus an´alisis revelaba que la imagen re?ejada en la S´indone era el equivalente a una super?cie tridimensional de un cuerpo humano. Y algo no menos sorprendente: la imagen qued´o plasmada uniformemente en la S´indone por una especie de rediaci´on desconocida, que chamusc´o de forma uniforme la totalidad del lienzo. Esto es as´i a?rman los cienti?5 cos norteamericaqnos porque si el mecanismo se hubiera producido por contacto directo, la imagen en relieve creada por el analizador de im´agenes VP-8 aparecer´ia aplanada en la parte superior, en donde las zonas en contacto tendr´ian la misma elevaci´on vertical . Si la imagen seg´un las experiencias de los cienti?cos de la NASA se produjo a causa de una radiaci´on desconocida, ¿qui´en y c´omo se produjo esta radiaci´on? Lo ignoramos, pero podemos concluir que no fue obra de un falsi?cador del siglo XI o XIV. Para el investigador catal´an Antonio Ribera, existe la posibilidad de que precisamente esta radiaci´on que impregn´o la S´indone, sea la causa de que ´esta haya quedado en alguna forma afectada, de modo que sea imposible datarla con exactitud mediante el an´alisis del carbono-14. Este quedar´ia desvirtuado por efectos de la radiaci´on detectada en el mismo lienzo por los americanos. Es posible incluso que en la actualidad y eso tal vez lo podamos con?rmar en un futuro al Vaticano le interese expresamente que la imagen impresa en la S´indone no sea identi?cable con la ?gura de Jes´us. Tal vez, lo que se descubrir´ia sobre dicha ?gura en el caso de ser efectivamente la de Jes´us, no encaje en los intereses de los mandatarios eclesi´asticos. Andreas FABER-KAISER, 1988 EL INVASOR AN

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´ ONIMO Andreas FABER-KAISER Reto a la Inteligencia norteamericana El 25 de febrero de 1942, 80 d´ias despu´es del ataque japon´es a Pearl Harbor, una esquadrilla de 15 a 20 aparatos desconocidos sobrevol´o las costas norteamericanas del Pac´i?co, entre San Diego y San Francisco, en un ´area en el que se estaban concentrando contingentes de soldados y material b´elico estadounidense para su embarque con destino al frente del extremo Oriente. Toda el ´area fue inmediatamente alertada, y de acuerdo con el informe de la 37 Brigada de Artiller´ia Antia´erea, entre las 03:12 y las 04:15 horas fueron efectuadas 1430 rondas de disparos antia´ereos en defensa de Los Angeles y contra lo que se supon´ia eran aparatos japoneses. El Los Angeles Times public´o la fotograf´ia de alguno de estos objetos iluminados por los focos antia´ereos. Los falsos japoneses Pero lo sorprendente fue que a pesar de su poca velocidad unas 200 millas (unos 360 km) por hora y de la poca altura de 2.700 a 5.500 metros a que volaban los supuestos aparatos enemigos, no existe evidencia alguna de que ning´un proyectil haya dado en el blanco ni de que ning´un aparato haya sido derribado seg´un reza el informe del Cuartel General del Mando de la Defensa de Alaska, referido a dicho incidente. En su informe al presidente Roosevelt, el general George C. Marshall veri?ca la autenticidad de la fotograf´ia publicada en el Los Angeles Times y habla por primera vez, en 1942, al referirse a los citados objetos volantes, de objetos misteriosos . Misteriosos, volantes, y no identi?cados. Acaba de nacer, desde este primer sobrevuelo con implicaciones militares de su propio territorio, el misterio de los objetos volantes no identi?cados como problema de seguridad y de competencia militar para los Estados Unidos. Fecha: 25 de febrero de 1942. 1 Exactamente diez a nos despu´es de este misterioso sobrevuelo de la costa californiana, y cuando ya se estaban vislumbrando las implicaciones sicol´ogicas del fen´omeno Transmit´i hoy al Consejo de Seguridad Nacional una propuesta en la que se concluye que los problemas relacionados con objetos volantes no identi?cados parecen tener implicaciones tanto para la guerra sicol´ogica como para Inteligencia y Operaciones , le escribi´o en aquella ´epoca y en un memorando interior el director de la CIA, Walter B. Smith, al director de su Gabinete de Estrategia Sicol´ogica, el problema de los objetos volantes no identi?cados preocupaba muy seriamente a los servicios de Inteligencia norteamericanos, como a continuaci´on veremos. El problema OVNI excede el nivel de las responsabilidades individuales del departamento de Inteligencia Cienti?ca de la CIA, y es de tal importancia que merece la competencia y la acci´on del Consejo de Seguridad Nacional . Este p´arrafo ?gura en un memorando interior de la CIA dirigido al Director de dicha Agencia y ?rmado por H. Marshall Chadwell, Director Adjunto del departamento de Inteligencia Cient´i?ca, con fecha 11 de septiembre de 1952. La CIA fue creada en 1947, y ya de setiembre de dicho a no data el primer informe OVNI que recogen sus archivos, de acuerdo con la documentaci´on que he podido recopilar. Se trata de un informe sobre fen´omenos luminosos inusuales observados en Tashkent, en el Uzbekist´an (URSS). Desde el mismo a no de su creaci´on, la agencia de inteligencia americana viene por lo tanto recopilando informaci´on sobre el fen´omeno OVNI. Paralelamente, a lo largo de estos holgados 30 a nos, las fuentes o?ciales le han venido repitiendo a la opini´on p´ublica que los OVNI no existen, que son fantas´ias, que hay que borrarlos de la mente porque es rid´iculo dar cr´edito a su existencia. Pero por mucho que se le dijera que era rid´iculo, la gente segu´ia viendo OVNIS. As´i naci´o porque las explicaciones no encajaban con

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la realidad el mito del archivo de la CIA, ya que para que se le negara a la gente lo que estaba viendo con sus propios ojos, deb´ia de tratarse de algo que estaba recibiendo un tratamiento extremadamente secreto. Por lo tanto, nadie mejor que la CIA deb´ia estar al corriente de lo que se estaba cociendo. El fen´omeno OVNI lleg´o a ser as´i un tema que originaba recelo, acusaciones y controversias constantes durante los ultimos treinta a nos. ¿Qu´e sabe la CIA acerca de los OVNI? ¿Qu´e nos dice y qu´e nos est´a ocultando?. La CIA en el banquillo Para despejar estas inc´ognitas, parte de la comunicaci´on ufol´ogica norteamericana se acogi´o en los ´ultimos a nos a la FOIA (Freedom of Information 2 Act = Ley sobre Libertad de Informaci´on), para demandar judicialmente a la CIA y a otras agencias de inteligencia y departamentos militares para que sacaran a la luz p´ublica la documentaci´on o?cial que sobre el fen´omeno OVNI albergan sus archivos. Destacado impulsor de esta iniciativa judicial es el Ground Saucer Watch (GSW), dirigido por William H. Spaulding. Transcribo a continuaci´on ´integra la declaraci´on del portavoz de la CIA ante el tribunal federal ante el que se present´o la demanda. Dado este paso, me he servido de diversos canales para obtener directamente de lasdistintasfuentes originales la m´axima cantidad posible de copias de documentos que relacionados siempre con el fen´omeno OVNI alimentan a los archivos o?ciales militares y de inteligencia americanos. La suma de este material documental puede dividirse en tres grandes grupos primarios: a) Correspondencia y memorandos procedentes de los archivos de la CIA; b) Informes de avistamientos procedentes de los archivos de la CIA; y c) Documentos militares y de inteligencia procedentes de los archivos de otros departamentos o?ciales americanos. En cuanto a la evaluaci´on del material obtenido, salta a la vista inmediatamente que una gran cantidad de documentos siguen encerrados en los archivos o?ciales. Tanto la CIA como las dem´as agencias sondeadas, han soltado ´unicamente una parte de sus archivos. Concretamente la CIA reconoce que ha retenido como clasi?cados 57 documentos, acogi´endose a las exenciones a que le autoriza la Ley sobre Libertad de Informaci´on. Entre estos 57 documentos pueden perfectamente hallarse aquellos que hacen referencia a los supuestos subterr´aneos en que, en la base a´erea de Wright-Patterson, los americanos tienen supuestamente bajo custodia los restos de algunos OVNI. accidentados, as´i como aquellos otros que se re?eren a la hi p´otesis de que los americanos conservan bajo refrigeracion los cuerpos de un n´umero indeterminado de miembros de tripulaciones OVNI, en un emplazamiento secreto de la base a´erea de Langley, cerca de Norfolk, en Virginia. Pero este n´umero suministrado por la CIA de 57 documentos retenidos no puede en modo alguno responder a la verdad. Ya que, a tenor de lo que han entregado, es de 1´ogica suponer que han trabajado tambi´en, con much´isima mayor raz´on, con otros incidentes OVNI, de los que sin embargo no hay constancia en estos bloques de documentaci´on dados a publicidad. Lo que sigue a´un encerrado en los archivos de la agencia de inteligencia y en otros departamentos militares y de inteligencia tiene necesariamente que ser much´isimo m´as que estos 57 documentos que mencionan. Sobre todo se aprecian considerables lagunas, como si hubieran escogido diversos bloques de informaci´on de distintas ´epocas, y repentinamente entre estas ´epocas aparecen enormes huecos, que en ocasiones pueden suponer varios a nos seguidos en que no se fecha ni un solo informe sobre OVNI. Encuentro 3 a faltar muchos informes de incidentes OVNI bien conocidos por todos los uf´ologos y que sin embargo no se re?ejan en estos archivos, lo que insisto carece de toda l´ogica. Como carece de ella tambi´en el que no se mencione una sola l´inea sobre las circunstancias que acompa naron el derribo en mayo de 1960 del avi´on-esp´ia americano U-2 sobre territorio sovi´etico. Este caso deber´ia haber aparecido precisamente entre esta

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documentaci´on porque el piloto del U-2, Francis Gary Powers, trabajaba en aquella ´epoca para la

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Agencia Central de Inteligencia americana y porque su derribo se vio rodeado en el aire de fen´omenos no explicados, seg´un ´el mismo manifest´o entonces. 3 motivos para el secreto De todas formas, estas lagunas y la ausencia de documentos clave las explica el propio Robert E. Owen, consejero y asesor de la O?cina del Consejo General de la CIA, responsable de la revisi´on de la informaci´on del Directorio de Oper´aciones de la citada agencia, a quien se encarg´o la revisi´on de los documentos que deb´ian ser entregados en el marco de la Ley de Libertad de Informaci´on. Owen declara claramente que se retienen todos aquellos documentos que a) contienen informaci´on que debe ser objeto de una protecci´on constante, b) revelan las fuentes y m´etodos de obtenci´on de informaci´on de la CIA y c) revelan datos de la organizaci´on, las funciones, los nombres, los cargos o?ciales o n´umeros del personal empleado. Como es l´ogico pueden reunir alguna o varias de estas cualidades, cantidades para todos los gustos de documentos archivados por la CIA. Son los documentos que no hemos podido obtener. Pero a´un as´i, las casi 1.200 hojas de documentaci´on que he podido reunir incluyen informaciones y datos en ocasiones de extraordinario inter´es para cualquier interesado en el enigma mundial de los OVNI. Y desde luego se deduce de la documentaci´on revisada que los OVNI merecen la atenci´on especial y continuada de los servicios de inteligencia norteamericanos. Correspondencia y memorandos de la CIA Repasando el bloque de correspondencia y memorandos de la CIA, se con?rma en ´el por ejemplo que en abril de 1949 y en el pol´igono de tiro de White Sands, un comandante de la Marina que segu´ia el vuelo de un misil por el teodolito, vi´o de repente dos discos que maniobraban a alta velocidad alrededor del cohete de prueba, y que en el lapso de un mes tuvieron lugar tres 4 de estas observaciones en White Sands. En sus maniobras, estos objetos volantes desconocidos alcanzaban velocidades de hasta 18.000 millas/hora (m´as de ¡28.000 km/h!), una velocidad, en 1949, absolutamente inalcanzable por el hombre. Y sin embargo eran objetos que maniobraban alrededor del misil. Tambi´en nos revelan estos documentos c´omo, a partir de 1952, el inter´es de los servicios de inteligencia americanos se centra no en la averiguaci´on del or´igen y de la identidad del fen´omeno OVNI, sino de la in?uencia de dicha fenomenolog´ia en el p´ublico, en el ciudadado estadounidense. Les preocupa el que un elevado n´umero de personas crea en la existencia de platillos, ya que ello conlleva un doble riesgo para su seguridad nacional. Por una parte, el fen´omeno OVNI puede ser empleado desde un enfoque de guerra sicol´ogica. Un pa´is enemigo podr´ia aprovecharse de la continuada aparici´on de los OVNI para hacer ver que ´estos son en realidad inigualables armas secretas suyas. De ah´i nacer´ia el impuesto silencio sobre la aparici´on de OVNI en los cielos de los pa´ises del este. Por otra parte, se ve´ia un potencial riesgo en la proliferaci´on de grupos civiles de investigaci´on OVNI. Dado que ´estos lograban r´apidamente la asociaci´on de gran n´umero de personas extremadamente ?eles al grupo, exist´ia el peligro de que una naci´on enemiga o un grupo terrorista se sirviera de estos grupos de gente en el momento de intentar una acci´on ofensiva contra los USA. De ah´i naci´o la estrecha vigilancia absolutamente con?rmada en estos documentos a que fueron sometidos los grupos privados de investigaci´on OVNI y los uf´ologos excesivamente incisivos, por parte de los servicios de inteligencia tanto de la CIA como de la USAF. En cuanto a la alerta y defensa del territorio estadounidense en el caso de un hipot´etico ataque a´ereo enemigo, se planteaba un nuevo riesgo: si proliferaban y se hac´ian usuales, normales, familiares estos avistamientos, tanto a simple vista como en las pantallas de radar, podr´ia ocurrir que los mismos actuaran a manera de cortina de humo, que no permitir´ia discernir entre los que son OVNI y lo que son armas enemigas que han irrumpido en el espacio a´ereo norteamericano. Uno de los puntos cr´iticos que a?oran en estos documentos es la necesidad pero al mismo tiempo imposibilidad 164

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de detectar instant´aneamente la naturaleza del objeto volante desconocido que irrumpe en el espacio a´ereo americano, para determinar si se trata de un sobrevuelo pac´i?co o de una acci´on hostil. Con lo cual casi me atrever´ia a concluir que nos hallamos ante una indirecta con?rmaci´on o?cial del car´acter extraterrestre de los OVNI. Ya que si se tratase de sobrevuelos de veh´iculos de otra potencia terrestre, ya habr´ian sido abatidos por los dispositivos de defensa, en este caso norteamericanos. El que esto no suceda es una evidencia de que el fen´omeno es de naturaleza muy distinta. Ah´i est´an, adem´as, en los memorandos dirigidos al director de la CIA por su asistente cient´i?co, las siguientes palabras: . . . algo est´a 5 ocurriendo y debe tener nuestra acci´on inmediata. Los detalles de algunos de estos incidentes han sido discutidos por nosotros. El avistamiento de objetos inexplicados a grandes altitudes, viajando a altas velocidades en las cercan´ias de importantes instalaciones defensivas americanas son de tal naturaleza que no pueden ser atribuibles a fen´omenos naturales o veh´iculos a´ereos de tipo conocido . Est´abamos a´un en 1952. Pocos meses despu´es se reunir´ia el Panel Robertson, convocado por la CIA para el ex´amen del fen´omeno OVNI a cargo de cuali?cados especialistas. Sus conclusiones fueron que el fen´omeno no constitu´ia una amenaza f´isica directa a la seguridad nacional, que no exist´ia ning´un indicio de que se tratara de artefactos extranjeros capaces de realizar acciones hostiles, y que no exist´ia tampoco evidencia alguna de que el fen´omeno indicara la necesidad de una revisi´on de los conceptos cient´i?cos actuales. Problema de seguridad Lo que si entra naba indirectamente el fen´omeno era el peligro real que yo apunt´e m´as arriba, y que pod´ia inducir a la identi?caci´on err´onea por parte del personal de defensa de artefactos reales del enemigo, la sobrecarga en los canales de informaci´on de emergencia con informaci´on falsa , y debido a la suceptibilidad del p´ublico la histeria colectiva y la gran vulnerabilidad respecto a una guerra sicol´ogica por parte del enemigo. Esta es la primitiva causa directa del descr´edito del fen´omeno por parte o?cial, de cara a la opini´on p´ublica. Y podemos concluir que hasta hoy esta situaci´on planteada as´i hace treinta a nos, no ha cambiado, sino que se ha agudizado m´as a´un, especialmente en los tiempos m´as recientes en que parece ser que much´isimos gobiernos incluso los que menos pintan en el contexto mundial han decidido ya tapar con el secreto herm´etico la apasionante investigaci´on OVNI. Por encima de todo, lo que le interesa a la inteligencia y a los militares es la detecci´on del riesgo de un ataque y el aprovechamiento del fen´omeno a su favor frente al enemigo. La investigaci´on cient´i?ca, el contacto con posibles inteligencias de or´igen no terrestre, es asunto que se queda en un plano muy secundario. 6 Informes de avistamientos Pr´acticamente todos los informes OVNI que aporta la CIA constituyen informaci´on no evaluada, o sea materia prima tal y como fue transmitida por los agentes e informadores de la CIA desde distintos paises. Los documentos que incluyen la informaci´on m´as evaluada, o sea con las conclusiones a que en cada caso llegaron los consejeros de la CIA, constituyen uno de nuestros pr´oximos objetivos, en lo que a obtenci´on de documentos OVNI que hoy a´un siguen estando clasi?cados, se re?ere. En el primer bloque de estos documentos, que recoge informes directos de avistamientos OVNI, aparecen con marcada preponderancia incidentes acaecidos en la Uni´on Sovi´etica. Dentro de las hip´otesis de origen de los OVNI se barajaba insistentemente en los a nos de la guerra fr´ia la posibilidad de que fueran armas experimentales rusas, ensayadas bajo las directrices de los cient´i?cos alemanes que estaban trabajando desde el ?nal de la guerra en los proyectos sovi´eticos. Por esta raz´on la CIA ten´ia preponderante inter´es

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en reunir informaci´on de cualquier nuevo tipo de ingenio volador que pudiera detectarse por aquellas latitudes. Dentro de la absolutamente il´ogica irregularidad del material facilitado, destaca aqu´i por ejemplo el desmesurado inter´es prestado al avistamiento de un objeto volante no identi?cado por parte del personal de inteligencia americano durante un viaje en tren de Baku, a orillas del Mar Caspio, hasta Ti?is. M´as adelante aparece un informe sobre objetos voladores desconocidos que sobrevolaron Budapest en formaci´on 4-3-4 y a una velocidad de 12.000 km/h. en 1955. En mayo del a no siguiente unidades de radar de la base del Comando de Defensa A´erea de Hungr´ia, captaron sin siquiera intentar su interceptaci´on debido a que no dispon´ian de armamento para ello objetos volantes desconocidos que en formaci´on volvieron a sobrevolar Budapest a velocidad extremadamente elevada y a unos 25.000 metros de altura. Hay que se nalar que aparte la numerosa documentaci´on OVNI que sigue alin cerradalen los archivos de la CIA, tambi´en en muchos de los informes librados han sido suprimidos numerosos p´arrafos. Hay documentos en que de 7 u 8 p´arrafos ´unicamente se ha dejado sin tachar uno, por ejemplo. Los restantes pueden contener informaci´on OVNI a´un mantenida como clasi?cada, o bien informaci´on clasi?cada relativa a otros aspectos de inteligencia que no incluyen informaci´on OVNI. Insistiendo en el absurdo reparto del material librado y del material retenido por los asesores de la CIA, aparece por ejemplo un informe sobre el Congreso Internacional de Medicina Espacial celebrado en 1975 en M´exico, informe que alude a una teor´ia all´i mencionada de que los campos electromagn´eticos est´an´intimamente asociados con la superconductividad a tem7 peraturas muy bajas, tales como las reinantes en el espacio relacionando esta teor´ia con el posible sistema de propulsi´on de los OVNI. Constando esta informaci´on sobre tal congreso, necesariamente deber´ia constar much´isima m´as informaci´on a´un sobre el I Congreso del Fen´omeno OVNI, celebrado igualmente en M´exico dos a nos m´as tarde. Y sin embargo, ni un solo documento se re?ere a dicha reuni´on. Uno de los ´ultimos documentos cronol´ogicamente dentro del bloque de informes directos, re?ere el avistamiento de una luz no identi?cada por parte del piloto del vuelo BEA 831 de Mosc´u a Londres, el 10 de setiembre de 1976. Al pedir la identi?caci´on de la fuente de luz a las autoridades sovi´eticas, ´estas le responden al piloto con una respuesta de identi?caci´on negativa, sugiri´endole que no hiciera preguntas. El segundo bloque de informes de la CIA sobre OVNI evidencia la vigilancia permanente a que nos vemos sometidos los medios de comunicaci´on de todo el mundo por parte de los informadores de la CIA, tambi´en en lo que toca al fen´omeno OVNI. Destacan entre estos informes los que noti?can el avistamiento de OVNI sobre las minas de uranio del Congo Belga en 1952, varios informes de avistamientos sobre la pen´insula ib´erica, y las oleadas sobre el norte de Africa. Otro expediente informa sobre los experimentos de construcci´on de platillos realizados en el Canad´a, a partir de la experiencia acumulada previamente durante la guerra por los ingenieros alemanes, como ya vimos. Tambi´en a este respecto, otro informe re?ere que en 1952 fue solicitada en la Rep´ublica Federal Alemana la primera patente relativa a un platillo volante , por Rudolf Schriever, uno de los antiguos t´ecnicos alemanes que hab´ian trabajado en tales proyectos, quien a?rmaba haber perfeccionado un objeto volante el´iptico tr´as once a nos de estudios. Schriever muri´o a los pocos meses de haber solicitado dicha patente. Por otra parte, vuelven a aparecer en otro documento las altas velocidades desarrolladas por los objetos volantes no identi?cados. Esta vez se calcularon en 10.000 km/h, el 9 de enero de 1954, sobre Suecia. Otro bloque recoge informes internos de la CIA relacionados con la informaci´on recibida de sus corresponsales. Vuelve a aparecer aqu´i insistente y repetida informaci´on sobre el

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incidente registrado junto a la v´ia f´errea Bak´uTi?is. M´as adelante me sorprendi´o toparme con un memorando fechado el 26

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de marzo de 1956 y que recomendaba que la O?cina de Inteligencia Cient´i?ca de la CIA deb´ia mantenerse al tanto de la pr´oxima oposi´on de la Tierra con el planeta Marte, porque ello dar´ia lugar a espectaculares informes de OVNI. Un interesante documento re?ere el avistamiento de fen´omenos a´ereos no identi?cados que coincidieron con el lanzamiento del primer Viking del programa Vanguard, el 8 de diciembre de 1956. El documento relaciona dicho avistamiento con otro presuntamente descrito con anterioridad pero que 8 no ?gura en el bloque librado y que coincidi´o con el lanzamiento fallido de un cohete J´upiter. Aparece tambi´en entre esta documentaci´on, como caso m´as conocido, el de Socorro, en Nuevo M´exico. Y como casos no divulgados se re?ejan avistamientos de OVNI en algunas ocasiones en formaci´on referidos por astr´onomos rusos en 1967. Otro documento menciona los estudios de Vladimir Mekhedov, del Instituto Mixto de Investigaci´on Nuclear, que evidencian que el objeto que hizo explosi´on en 1908 en el Tunguska siberiana efectu´o previamente una maniobra en el aire. Aparece luego una interesante consulta del jefe de la Seguridad Militar de T´unez al informante americano, respecto a la aparici´on de objetos volantes no identi?cados en el cielo tunecino en agosto de 1976. Finalmente, cabe mencionar el extraordinario incidente registrado en la tarde del 19 de setiembre de 1976 en el cielo iran´i, al hacer acto de presencia los OVNI, al norte de Teher´an. El informe menciona el absurdo intento de ataque de un F-4 Phantom contra un OVNI, que autom´aticamente deja bloqueado todo el sistema de armamentos del F4, y anula adem´as los sistemas de comunicaci´on del mismo. Todo vuelve a funcionar a bordo cuando el F-4 decide alejarse del OVNI. Este documento tiene su importancia porque exactamente lo mismo le sucedi´o al F-1 Mirage de la base espa nola de Los Llanos de Albacete, cuando en la noche del 11 de noviembre de 1979 sali´o en misi´on de interceptaci´on del OVNI que habla provocado el aterrizaje de un reactor de la compa n´ia TAE en el aeropuerto de Manises. Y tiene adem´as su importancia porque muestra la evidencia descarada de c´omo, mientras a los testigos civiles que hab´ian noti?cado el avistamiento de un OVNI se les explica que lo que est´an viendo en el cielo no es m´as que una estrella, los responsables de la defensa a´erea llegan incluso a decidir el ataque al citado objeto desconocido. Este es, en de?nitiva, el resumen de algunos de los documentos OVNI que ha venido archivando la CIA y que si se saben leer pueden llegar a decir mucho. ¡Cu´anto m´as no dir´an los informes y las evaluaciones sobre el fen´omeno OVNI que siguen clasi?cados en los archivos secretos de los servicios de inteligencia del mundo entero!. Documentos militares y de Inteligencia Obtuve luego un amplio bloque de documentos OVNI procedente de otros archivos hasta hoy secretos, distintos a los de la CIA. Estos documentos proceden de cuatro fuentes principales: la DIA Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa , la Inteligencia A´erea, el Departamento de la Fuerza A´erea (USAF) y el Departamento de Estado. 9 Los archivos de la DIA La Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa proporciona informaci´on sobre avistamientos entre otros de OVNI en la Ant´artida en el verano de 1965, observaciones noti?cadas por la Marina argentina y corroboradas por personal de las bases inglesa y chilena de la isla Decepci´on. Tambi´en una relaci´on de 26 casos de avistamientos de OVNI registrados sobre Espa na durante el per´iodo comprendido entre setiembre de 1973 y junio de 1974. Siguiendo en la pen´insula, aparece luego el informe de avistamiento de un OVNI que el 28 de febrero de 1974 describi´o tres c´irculos irregulares muy amplios, que abarcaron la totalidad del norte de Portugal y el territorio espa nol y parte del Oc´eano Atl´antico. A pesar de permanecer durante cerca de una hora visible en las pantallas de radar portuguesas, no fue posible identi?car el objeto. Un o?cial de la Fuerza A´erea portuguesa relat´o el acontecimiento al agregado del Aire y de Defensa norteamericano en Lisboa. El 169

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comentario de ´este incluye la siguiente frase : Si es que la observaci´on no fue de origen estadounidense (se re?ere a la posibilidad de que se tratara de un avi´on esp´ia) hemos tropezado con algo de su?ciente inter´es y signi?cancia para garantizar la cooperaci´on continua de la Fuerza A´erea portuguesa para determinar el origen de dichos vuelos, si es que volviesen a ocurrir . En abril de 1978, ?nalmente, se suceden extra nas explosiones en el Canad´a , que devastaron edi?cios, cortaron la electricidad, hicieron saltar los interruptores de la luz y dejaron tres misteriosos agujeros quemados en el suelo. Desde un lugar distante, fueron vistas bolas de fuego que cayeron del cielo en aquella zona. En el informe americano se re?eja como las autoridades trataron de restar importancia al incidente, siendo la versi´on o?cial del mismo que un rayo cay´o sobre un transformador, explot´andose ´este y transmiti´endose la energ´ia generada por los cables a las casas vecinas. Los archivos de la Inteligencia A´erea La Inteligencia A´erea, por su parte, evidencia su inter´es en el tema al mencionar por ejemplo en un parte informativo fechado el 4 de agosto de 1959, en el que noti?ca que ha redactado una bibliograf´ia sobre OVNI, basada en fuentes de informaci´on del bloque sovi´etico y occidental, entre 1946 y 1959. En lo que al bloque sovi´etico hace referencia, la relaci´on contabiliza 103 entradas. Recordemos en este contexto que exactamente diez a nos m´as tarde, Lynn E. Catoe, de la Divisi´on de Ciencia y Tecnolog´ia de la Biblioteca del Congreso, prepar´o una nueva y exhaustiva bibliograf´ia sobre el tema OVNI por encargo de la O?cina de Investigaci´on Cient´i?ca de la Fuerza A´erea. 10 Finaliza la documentaci´on aportada por la Inteligencia A´erea con una serie de avistamientos de OVNI sobre Finlandia, en marzo de 1960. Donde vuelve a aparecer la ausencia de l´ogica, al no ?gurar un solo documento sobre OVNI suministrado por la Inteligencia A´erea desde 1960 hasta 1980. Los archivos de la USAF El material facilitado por el Departamento de la Fuerza A´erea se abre con un documento que muestra la preocupaci´on y el desconcierto de este Departamento y de otras agencias de inteligencia y de investigaci´on, militares y gubernamentales, sobre la frecuencia con que se suceden fen´omenos a´ereos no explicados sobre la zona de Nuevo m´exico, de 1948 a 1950. Sigue el texto completo del informe Fitzgerald, recopilado por el UFO Research Comittee de Akron (Ohio), y que constituye un excelente modelo de negligencia pesquisadora por parte de los informadores de la USAF desplazados al lugar del incidente. El caso Fitzgerald constitu´ia en aquel entonces uno de los comprendidos en el 98 1% de total de informes sobre OVNI que la Fuerza A´erea cali?caba de objetos identi?cados . Pero el documento evidencia la arbitrariedad de esta cali?caci´on, ya que la investigaci´on efectuada por los representantes de la USAF fue incompleta, super?cial y absolutamente parcial y carente de todo rigor. Incluye este bloque de documentos un cap´itulo del estudio sobre OVNI publicado por la Academia de la Fuerza A´erea de los Estados Unidos en el volumen II de su Introducci´on a la Ciencia Espacial. En este libro de estudio se a?rma que las visiones OVNI parecen extenderse a lo largo ya de 47.000 a nos. Se da como ejemplo ?able el caso del sargento Lonnie Zamora en Socorro (Nuevo M´exico). En el mismo cap´itulo leemos que la teor´ia m´as estimulante para nosotros es la de que los OVNI son objetos materiales que est´an, o bien pilotados, o controlados por control remoto por seres que son de fuera de este planeta. Hay ciertas pruebas que apoyan este punto de vista . El cap´itulo ?naliza a?rmando que lo que nos sugieren los datos de que disponemos es la existencia de tres, y tal vez cuatro grupos diferentes de extra nos (posiblemente en diversos estados de desarrollo) , que lo mejor que se puede hacer es mantener una mente abierta y esc´eptica y no tomar una posici´on extrema en ninguno de los dos lados de la cuesti´on . Aparecen luego informes y documentos relacionados con el proyecto Libro Azul de la Fuerza A´erea y con los estudios realizados por el equipo de la Universidad de Colorado 171

dirigido por el Dr. Edward U. Condon, que lleg´o a concluir que al tema OVNI se le debe prestar solamente tanta atenci´on

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como estrictamente desde un punto de vista de defensa el Departamento de Defensa lo estime necesario . Donde se corrobora una vez m´as que a 11 nivel gubernamental el enigma OVNI se contempla casi exclusivamente bajo el prisma militar, mientras que se deja de lado su implicaci´on cient´i?ca, ?los´o?ca, hist´orica o social. Acaso la documentaci´on m´as interesante de toda la entregada por el Departamento de la Fuerza A´erea y de toda la que no procede de la CIA, sea la larga lista de informes sobre los sobrevuelos de instalaciones del NORAD, el Mando de la Defensa A´erea de los Estados Unidos, por parte de objetos volantes no identi?cados, en octubre y noviembre de 1975. Los sobrevuelos se produjeron en las bases a´ereas de Malmstrom (Montana), Wurtsmith (Michigan), y sobre la estaci´on de las fuerzas canadienses de Falconbridge (Ontario/Canad´a) pero sobre todo causaron revuelo las descaradas evoluciones de los objetos desconocidos en el interior mismo del recinto de la base a´erea de Loring (Maine). Las explicaciones o?ciales son absolutamente ´increibles por infantiles. Hasta consta un documento en que se especula con la posibilidad de que se trate de helic´opteros empleados por grupos terroristas para atentar contra las instalaciones de la defensa norteamericana. Tales chismes llegaron a tomar tierra dentro de la misma base a´erea del NORAD precisamente el sistema de alerta y de defensa a´erea de los Estados Unidos y llegaron a permanecer en una posici´on ?ja durante casi 15 minutos certa del per´imetro de la base a´erea de Loring. Los cazas que salieron en su persecuci´on fueron incapaces de alcanzar ni de identi?car a los citados objetos. Y sin embargo los documentos insisten en que se trataba de helic´opteros (!) no identi?cados. Si un solo helic´optero extra no es capaz de aterrizar en una base a´erea a la que se le ha encargado la defensa a´erea del suelo patrio americano, sin ser interceptado ni identi?cado, y si un solo helic´optero extra no puede permitirse el lujo de permanecer en punto ?jo cerca de un cuarto de hora sobre esa misma base de defensa sin ser identi?cado ni abatido, y si un solo helic´optero demuestra ser en su hu´ida m´as r´apido que los cazas que salieron en su persecuci´on, y cuando adem´as todo esto sucedi´o en pleno territorio continental americano, o sea en el interior mismo de los Estados Unidos, entonces la invasi´on de la m´axima potencia capitalista, tecnol´ogica y militar de este planeta es, realmente, un juego de ni nos. No, evidentemente, no eran helic´opteros. Ni helic´opteros ni ning´un otro ingenio procedente de otra potencia terrestre. Su entrada en el espacio a´ereo estadounidense no fue detectada por el NORAD que lo detecta absolutamente todo, cuando es de or´igen terrestre . Los objetos ´unicamente fueron advertidos cuando ya se hallaban encima mismo de los enclaves del NORAD. A´un admitiendo como hip´otesis il´ogica que una potencia extranjera lograra hacer llegar hasta all´i alg´un avanzado chisme, lo que es evidente es que all´i se habr´ia quedado. Tal vez, remotamente, podr´ia haber entrado en los USA, pero volver a salir es imposible. Una vez m´as los objetos que se pasearon a sus anchas sobre las instalaciones de la defensa 12 a´era americana fueron de naturaleza distinta a las que nos son familiares. Y para volver a demostrar de paso el inter´es de la CIA en los objetos volantes no identi?cados por mucho que se descalabre en a?rmar que no son santo de su devoci´on leemos entre la documentaci´on de los sucesos de octubre de 1975 que la CIA agradeci´o la informaci´on y solicit´o que se les informara de cualquier otra actividad adicional de este tipo . Los archivos del Departamento de Estado La documentaci´on extra´ida del Departamento de Estado recoge distintos telegramas y aerogramas que informan sobre incidentes OVNI y que fueron remitidos a Washington por las Embajadas de los Estados Unidos en el extranjero. Destaca el informe de la ca´ida de una esfera de un metal desconocido de 60 cm de di´ametro, en Monterrey (M´exico), en febrero de 1967 y los aerogramas remitidos por diversas embajadas informando evidentemente en

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respuesta a una consulta general a nivel mundial (presumiblemente instada por el Dr. Condon) que ya de por s´i habla del inter´es que el tema ofrece para

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el Departamento de Estado sobre la situaci´on de la investigaci´on OVNI en el pa´is respectivo. El aerograma remitido desde Madrid en mayo de 1968 comunica que fuentes o?ciales espa nolas nos informan que no se realizan, actualmente, en Espa na, estudios sobre OVNI . Aunque solo un a no antes, por ejemplo, un avi´on militar de entrenamiento T-33 se top´o con un OVNI encima de Talavera y salieron en su busca dos cazas F-86 Sabre. Otro telegrama informa del avistamiento de extra nas m´aquinas en el cielo de Argel en marzo de 1975. El documento re?eja c´omo el portavoz del gobierno argelino pide explicaciones a los americanos por estas manifestaciones ins´olitas, y c´omo no se traga la cavilaci´on del representante americano de que se trataba de un sat´elite o del posible re?ejo de un proyector el´ectrico en la capa de nubes. Pero el mismo Kissinger, en su respuesta, fue incapaz de dar una explicaci´on satisfactoria. Porque la explicaci´on del fen´omeno OVNI, aparentemente, no est´a all´i donde se pretende que est´e. Andreas FABER-KAISER, 1980 LA ISLA SECRETA Viaje al santuario del Pac´i?co Andreas FABER-KAISER La isla m´agica de Pohnpei y el secreto de Nan Matol Debajo de la isla de Pohnpei, en el oceano Pac´i?co, se esconde una p´agina secreta de la historia de la Humanidad. Por esta raz´on, los iniciados de la hermandad de los tsamoro le dan a su isla justamente este nombre: Sobre el secreto . Un lugar que le sigue ocultando al extra no gran parte, precisamente, de sus conocimientos secretos. El ´unico que ha trascendido m´as all´a de sus l´imites, sigue sin estar resuelto: frente a sus costas se asientan las ruinas de la enigm´atica ciudad acu´atica de Nan Matol, constru´ida nadie sabe cu´ando ni por qui´en con gigantescos bloques de basalto sobre 91 islotes arti?ciales. Invadida por la jungla y los manglares, contin´ua siendo para los nativos una ciudad prohibida, que de acuerdo con su tradici´on acecha con la muerte a quien osa permanecer en ella despu´es de la ca´ida del Sol. En este enclave de las Carolinas orientales, en la Micronesia, averigu´e sobre el terreno cuanto all´i se esconde. Acumulando vivencias en la jungla de los montes y en los manglares de las aguas litorales, conviviendo con los transmisores del conocimiento de la isla, he ido recomponiendo el rompecabezas de la desa?ante historia de Pohnpei descubierta por navegantes espa noles en el siglo XVI que mantiene a muerte un solo principio: no revelar jam´as todo lo que alberga. En 1939 hab´ia aparecido en la Prensa alemana una curiosa noticia: a?rmaba ´esta que submarinistas japoneses hab´ian efectuado inmersiones en la isla carolina de Ponape (la antigua Pohnpei) y hab´ian sacado del lecho del mar trozos de platino. Pero no de alguna formaci´on natural recubierta de coral, sino de un tesoro submarino. Noticias posteriores a?rmaban que en la costa oriental de Pohnpei se hallaban diseminadas en una amplia ´area misteriosas construcciones cubiertas por la jungla: un sistema de canales, muros cicl´opeos, ruinas de forti?caciones, ruinas de palacios... 1 Una ciudad sumergida Ya mucho antes de la primera gran guerra explicaron los nativos buscadores de perlas y comerciantes japoneses hab´ian efectuado sondeos clandestinos en el fondo del mar. Hasta que los submarinistas regresaron con narraciones fabulosas: all´i abajo se hab´ian podido pasear por calles en parte bien conservadas, si bien recubiertas por moluscos, colonias de corales y otros habitantes marinos, am´en de alg´un que otro vestigio de ruinas. Desconcertante hab´ia sido, seg´un ellos, la visi´on de numerosas b´ovedas de piedra, columnas y monolitos. Esta misteriosa ciudad submarina albergaba tesoros concretos, debi´endose hallar en el centro de la misma una especie de pante´on de los nobles del lugar, cuyas momias yac´ian all´i. Pero aqu´i viene lo asombroso: cada una de estas momias estar´ia encerrada en un sarc´ofago de platino. Estos son los

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sarc´ofagos que ya en ´epoca de la dominaci´on japonesa de la isla, o sea entre las dos guerras mundiales habr´ian localizado los submarinistas nipones. De acuerdo con estos testimonios, habr´ian ido extrayendo platino del fondo marino hasta el momento en que dos submarinistas ya no volvieron a emerger. Desaparecieron sin dejar rastro, llev´andose consigo su moderno equipo de inmersi´on y de trabajo: jam´as nadie volvi´o a verlos. Rumbo al enigma Pohnpei se presentaba como un reto fascinante. Pero quedaba una sola duda: ¿se trataba de comentarios fantasiosos de gente ´avida de sensacionalismo? Para despejarla, val´ia la pena estar volando, como lo est´abamos haciendo Miquel Amat y yo, en pos del Sol. All´i la gente no va . Que esto no lo hac´ia nadie, que la gente se iba, pues. . . a Hawaii o a las Fidji, pero all´i no: All´i se comen a la gente , me dec´ia un o?cial de inmigraci´on en el aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy. Mal informado estaba el funcionario yanqui sobre las actuales preferencias culnarias de los pohnpeyanos, pero menos a´un sab´ian en las agencias de viaje de la otra costa americana: ¿Y eso d´onde cae? Es la primera vez que lo oigo , me con?esa un veterano empleado de la Western Airlines en Los Angeles. En eso, parec´ia evidente que el inquisidor de New York hab´ia tenido raz´on: a Pohnpei la gente no iba. Ya en pleno Pac´i?co, a mitad de camino entre Los Angeles y Pohnpei, con m´as de 15.000 km de vuelo a las espaldas desde nuestra partida de Barcelona y con todav´ia algo m´as de 4.200 km de sobrevuelo del oceano Pac´i?co por delante, tampoco hab´ian o´ido hablar nunca de Pohnpei. Ni 2 siquiera el experimentado taxista hawaiiano que nos llev´o del aeropuerto de Honolulu a la playa de Waikiki. Unicamente el gerente del restaurante Tahitian Lanai en Waikiki supo aportar algo concreto; conoc´ia Pohnpei: que si lo nuestro era el masoquismo, que fu´eramos all´i. Pero que el Pac´i?co ofrec´ia mil rincones para visitar antes que ´este. El noveno aterrizaje Al d´ia siguiente nos esperaba por ?n nuestro noveno y de?nitivo aterrizaje desde que partimos de Barcelona. El volante correo del Pac´i?co nos hab´ia llevado de Honolulu al atol´on de Johnston, de all´i al de Majuro, y de ´este a la base de missiles de Kwajalein. Despu´es de haber estado sobrevolando y aterrizando en atolones que eran super?cies des´erticas y absolutamente planas que a duras penas rebasaban en alg´un metro el nivel del mar, el espect´aculo que hora y media m´as tarde se ofreci´o a nuestros ojos a la izquierda del avi´on, cuando surgimos por debajo de la capa de nubes, fue realmente impresionante: una l´ugubre mole de monta nas totalmente cubierta de espesa jungla de un pegajoso color verde oscuro, aparec´ia envuelta en sus c´uspides m´as elevadas por neblinas y nubarrones blancos, grises, pesados. Sobrevolamos los arrecifes de coral del extremo norte de la isla, e inmediatamente surgi´o un poco m´as a la izquierda el islote sobre el que se extiende el campo de aterrizaje de Pohnpei. Aterrizaje huelga decirlo sin ayudas de tierra: a ojo. Vigilantes sombras nocturnas Al segundo d´ia nos instalamos en una caba na de madera con cubierta de hoja de palma, cuyos lados ofrec´ian amplias franjas abiertas por las que pasaba el aire pero nunca la lluvia, abundante lluvia en esta isla, que cae intermitentemente durante 300 de los 365 d´ias del a no. A una temperatura media permanente de 27-28 o C, este tipo de alojamiento es el ´unico id´oneo para el lugar. Tuvimos que acostumbrarnos a compartir el interior del habit´aculo con lagartos, lagartijas, sapos, caracoles gigantes y la visita diaria de una rata. Pero todo esto quedaba compensado por la magn´i?ca vista tropical que desde nuestra caba na disfrut´abamos sobre la Bah´ia de la Mala Acogida, como la bautizaron cuando la descubrieron en enero de 1828 unos navegantes rusos, a causa del poco hospitalario car´acter de sus moradores. En la primera noche de estancia en la isla ya tuvimos una clara muestra de que all´i nos preguntar´ian m´as de lo que nos dir´ian. Fuimos a dar una

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3 vuelta a pie para la primera toma de contacto con el nuevo entorno. La oscuridad, total. Solamente la tenue luz de alguna vela o quinqu´e en las caba nas cercanas. Sin previo aviso rompi´o a llover bastante torrencialmente, a lo cual no tardar´iamos a acostumbrarnos. De la oscuridad surgi´o una ?gura igual de oscura que nos invit´o por se nas a seguirla. Nos ofreci´o cobijo en la cercana caba na de reuni´on de los hombres del lugar. Estaba ocupada por unos quince individuos que nos fueron estudiando en silencio, mientras dos de ellos se alternaban en hacernos preguntas concretas sobre nuestra estancia en Pohnpei: qu´e hab´iamos venido a hacer aqu´i, cu´ando hab´iamos llegado, qu´e lugares pens´abamos visitar, y algo que parec´ia interesarles especialmente cu´ando volv´iamos a abandonar la isla. Intent´e ganar tiempo con respuestas evasivas hasta que par´o de llover. Continuamos nuestro solitario deambular de exploraci´on nocturna del terreno, cuando un silencioso movimiento oscuro a mi espalda coincidi´o con una pregunta: ¿Me das fuego? Volv´ia a ser el mismo individuo que nos hab´ia invitado a la caba na de los hombres, ahora acompa nado de uno de nuestros interrogadores: ¿A d´onde os dirig´is por este camino? Estaba claro que, al igual que en el Kim de Rudyard Kipling, tambi´en la noche de Pohnpei iba a estar llena de ojos. . . Sus antepasados aplicaban tecnolog´ias m´agicas Entre aventuras, con tiento y con paciencia, logr´e conectar con el paso de los d´ias con algunos de los transmisores del conocimiento ancestral de la isla a la que James Churchward consideraba asentamiento del santuario del supuesto continente hundido de Mu . El enigma principal que ofrece son las ruinas de Nan Matol. Con respecto a ellas, la arquolog´ia o?cial reconoce abiertamente su desconocimiento absoluto sobre la ?nalidad de las m´as impresionantes ruinas del oc´eano Pac´i?co; es m´as, de la ´unica ciudad en ruinas que puede visitarse en los 166 millones de km 2 de dicho oc´eano. Pero adem´as de este enigma principal, arqueol´ogico, existe un foco m´agico de la isla, oculto en la abrupta espesura de la jungla de Salapwuk, en las alturas monta nosas del reino de Kiti, en el suroeste de Pohnpei. All´i y en otros puntos de la isla, la memoria de los pohnpeyanos perpet´ua hasta hoy el recuerdo de gigantes, el recuerdo de personas que sab´ian volar, el recuerdo de una raza que recurr´ia a asombrosos poderes m´agicos que permit´ian el transporte a´ereo de grandes bloques de piedra. El recuerdo claro de la conexi´on celeste y de la realidad del vuelo posible, en la antig¨uedad. 4 Or´igenes inici´aticos Pero vayamos a los or´igenes de esta isla absolutamente m´agica: Pensile Lawrence, uno de los transmisores vivos de la historia esot´erica de Pohnpei, me cont´o por ?n, al cabo de dos interminables semanas de evasivas y de negativas a la ansiada entrevista, esta historia de sus or´igenes: Nueve parejas nueve mujeres y nueve hombres erraban en una canoa por el ancho mar, buscando una tierra nueva en la que establecerse. En esto pensaban cuando se toparon con un pulpo hembra de nombre Letakika. Cuando ´este averigu´o el motivo de su viaje, les indic´o un lugar del oc´eano en el que hab´ia una roca que surg´ia por encima de las olas. Las nueve parejas prosiguieron su camino y hallaron la roca. Sobre ella comenzaron a construir la isla. Luego, dejaron en ella a una pareja, un hombre y una mujer, mientras que el resto volvieron a marchar. El nombre del hombre que se qued´o en la isla no tiene importancia; no ten´ia nombre. S´i lo ten´ia el de la mujer: se llamaba Lemuetu. Lemuetu es la primera madre de Pohnpei. Por ello sus habitantes se asientan sobre un matriarcado. En su canoa, las nueve parejas llevaban alimentos para comer y para plantar en la nueva tierra. Este escueto y a la vez completo relato inici´atico sobre los or´igenes de la roca prima de Pohnpei, es un compendio de conocimientos ocultos. Aqu´i, en el breve espacio de un art´iculo, no ha lugar para explicaciones m´as amplias,

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que s´i est´an recogidas en cambio en mi libro Sobre el secreto (Plaza & Jan´es Editores, 1985). Apuntar´e aqu´i solamente que el 9 es para las empresas de la especie humana el s´imbolo del nacimiento. Entre otras, lo re?eja as´i claramente por ejemplo la c´abala ling¨u´istica de las voces nueve-nuevonave-huevo ( novem-novum-navis-ovum ), que cobra todo su vigor en el gay saber de los argotiers, en el argot de aquellos que constru´ian la obra en el pa´is del gallo, en la Galia: neuf-neuf-nef-oeuf . En el relato pohnpeyano reaparecen estos mismos elementos: la nave, tripulada por nueve parejas, para construir un pa´is nuevo, lo cual signi?ca un nacimiento, simbolizado por el huevo. El viaje de No´e Ahora bien, las caracter´isticas de la nave-canoa, con alimentos y plantas parta sembrar en el pa´is nuevo, el hallazgo de una roca de tierra ?rme sobre la cual establecer un nuevo n´ucleo humano, la indicaci´on de la cercan´ia de la 5 nueva tierra por parte de un animal aqu´i es un pulpo , la equiparan a la nave-arca de No´e que navega igualmente en busca de la nueva tierra. Y en la misma c´abala ling¨u´istica de quienes construyen bajo el signo del gallo, No´e es la radical de No¨elle, la natividad, el nacimiento. Con lo que seguimos en la constante 9 indicada en el relato primo de Pohnpei: en 9 ciclos (=meses) se forma (=nace) el ser humano. Y como no pod´ia ser menos exactamente cada 9 meses se reun´ian en Salapwuk en cuyas espesuras se conserva la roca original de la isla, aquella que sirvi´o para su nacimiento , el principal lugar de culto de Pohnpei, todos los iniciados, para unas celebraciones a las cuales estaba vedada la asistencia a todo extra no. En el secreto santuario del Pac´i?co Aventurarse en las espesuras de los montes de Salapwuk, en el reino de Kiti, puede llegar a constituir una de las experiencias m´as cautivantes en la vida de cualquier persona que busca. Como puede tambi´en convertirse en un sendero sin retorno. O ser simplemente una excursi´on por la jungla. Todo depende de la motivaci´on con que uno emprende la ascensi´on hasta el n´ucleo habitado m´as elevado de Pohnpei. All´i se halla el g´ermen inicial de todo cuanto tiene que ver con los misterios de la isla. La lenta ascensi´on a pie a trav´es de la jungla propicia el que solamente llegue hasta Salapwuk aqu´el a quien los celadores del santuario se lo permiten. Tanto es as´i, que Miquel y yo fuimos los primeros extranjeros que han llegado a pisar aquellos parajes v´irgenes. En busca del lago de agua dulce en el que, en las alturas de Kiti, crec´ia la misma hierba que crece abajo en el mar. La aventura de la b´usqueda D´ias antes le hab´ia preguntado a Masao uno de los iniciados de la isla por el signi?cado del nombre Salapwuk : All´i hay una roca. Cuando la veas, sabr´as por qu´e se llama Salapwuk , me contest´o escuetamente, para advertirme a rengl´on seguido: Si logras subir con los contactos adecuados a las monta nas, los celadores del lugar te mostrar´an algo si creen que eres merecedor de ello; pero jam´as te permitir´an acceder a las cosas secretas que all´i hay. Pronto tendr´ia que darle la raz´on. Tras el largo ascenso hacia las caba nas de Pernis Washndon el celador visible (que no m´aximo) de los selv´aticos montes de Kiti la primera condici´on que ´este me impuso fue el mutuo silencio sobre lo que all´i hablar´iamos, 6 compromiso que por supuesto no voy a romper, por lo cual solamente re?ejar´e aqu´i parte de aquello que no ata ne al mismo. Despu´es de lo cual comprobar´ia que los distintos vig´ias de la jungla monta nosa estaban informados de nuestra presencia. Entrada ya la noche, acudieron una serie de hombres, con alguno de los cuales nos hab´iamos cruzado ya en nuestro camino de ascenso. Pero otros acudieron de zonas a´un m´as altas. En un momento nos vimos acosados por primero tres, e inmediatamente dos m´as, en total cinco de aquellos guardianes de Salapwuk que, machete en mano y a dos palmos de nosotros que est´abamos hombro con hombro intentando captar aquella situaci´on

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impon´ian la prudencia por encima de cualquier otra reacci´on. Tuvimos el segundo justo para con?rmarnos mutuamente que aquello se sal´ia de lo normal y pod´ia derivar en algo feo si d´abamos un paso en falso, cuando comenzaron a someterme alternativamente los cinco a un severo interrogatorio acerca del motivo aut´entico de nuestra presencia en Salapwuk. S´olo al cabo de un buen rato de esfuerzos por no perder parte del terreno tan pacientemente ganado, logr´e restarle gravedad a la tensi´on que evidentemente se hab´ia creado. Miquel y yo nos turnamos para dormir aquella noche tan fascinantemente intrigante como inc´omoda y al d´ia siguiente nos internamos desarmados en las espesuras de la parte superior de Salapwuk, guiados por lugare nos armados, circunstancia que nos impidi´o adoptar una postura de fuerza cuando se repiti´o un grave episodio de tensi´on entre ellos y nosotros. Un comentario m´as y os pueden matar aqu´i mismo , nos avis´o la bonita Carmelida, que nos hac´ia de int´erprete y que la v´ispera, advertida por Pernis Washndon de que guardara silencio sobre el contenido de nuestra conversaci´on, coment´o: Si estuviera loca, hablar´ia. Los guardianes cumplieron perfectamente su cometido, puesto que regresamos despu´es de un d´ia de caminata a pie descalzo por la jungla, sin haber visto el enclave que yo buscaba. El lugar en el que, en ´epocas pasadas, cuando se produc´ia alguna sequ´ia an´omala, los chamanes invocaban la llegada de la lluvia, que no tardaba en presentarse, despu´es de haber clavado el sacerdote una vara en una abertura del terreno. Era exactamente la historia que ocho a nos antes me hab´ia contado el superior del santuario de Aishmuqam, en la antigua ruta de los mercaderes que desde el Afganist´an se dirig´ian a la capital de Cachemira, Srinagar. Guardaban all´i el bast´on de Musa (Mois´es), que solamente se usaba en aquel extremo norte no de la India para invocar la llegada de la lluvia, o el ?n de una epidemia, siempre con inmediato resultado positivo. 7 El tap´on del misterio De cuanto se puede explicar, lo m´as importante que me traje de las espesuras de Salapwuk fue la explicaci´on de su celador visible, Pernis Washndon, de que estos montes y la isla misma no constitu´ian m´as como su propio nombre esot´erico ( Sobre el secreto ) indica que un tap´on que esconde, al tiempo que se naliza, el emplazamiento del aut´entico misterio que se oculta en sus profundidades. No tardar´ia en averiguar que este misterio guardaba estrecha relaci´on con las noticias aparecidas a ?nales de los a nos 30 en la Prensa alemana. De regreso del reino de Kiti pude ya, con lo averiguado en Salapwuk, poner todo mi empe no en averiguar el motivo de la existencia en la isla de una ciudad constru´ida sobre islotes arti?ciales, aprovechando su arrecife coral´ifero. Para ello hab´ia que remontarse a la aparici´on en la isla, en ´epocas remotas, de una pareja de instructores llegados desde el aire, en una nube, con la ?nalidad de buscar un emplazamiento id´oneo para la construcci´on de una ciudad-santuario. Hallaron este emplazamiento en un lugar en el que vieron luces bajo el agua, en el mar. Supieron por ellas que era ´este el lugar en el que deb´ian construir una ciudad provocativamente distinta, sobre islotes arti?ciales, para se nalizar la singularidad de aquel lugar. Porque las luces que vieron les indicaban la existencia, all´i, de construcciones arti?ciales much´isimo m´as antiguas, sumergidas bajo las aguas litorales de Pohnpei. All´i estabael inicio del ovillo que conduc´ia al secreto que daba nombre y signi?cado a la isla. Todo un reto para esoteristas, arque´ologos e historiadores. Los grandes iniciados El Cor´an, en la Sura 18, habla de Al Raqim, la tabla que contiene las claves de la iniciaci´on en la cueva. En Pohnpei los Sau Rakim fueron antiguamente los grandes iniciados ya no queda ninguno hoy en d´ia que guardaban los secretos y no los compart´ian con las dem´as personas. Los manten´ian

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ocultos, ya que de otra forma eran castigados con la muerte. Cuenta la tradici´on que conoc´ian todas las antiguas historias de Pohnpei, y que cuando mor´ian comenzaba a llover, a relampaguear y a tronar. Algo similar se suceden en esta isla las conexiones planetarias a lo que sucedi´o con motivo de la cruci?xi´on de Jes´us. 8 Los tsamoro, sociedad secreta de Pohnpei Por debajo de los Sau Rakim, que eran los m´aximos iniciados de la isla, exist´ia una sociedad secreta, la sociedad de los tsamoro. Los jefes de tribu se constitu´ian autom´aticamente en miembros de esta sociedad, mientras que a los dem´as tsamoro se les exig´ia una demostraci´on de sus aptitudes en el plazo de un tiempo de prueba de varios a nos de duraci´on. Esta demostraci´on consist´ia en el conocimiento de la lengua de la sociedad, que no era la del pueblo. Era por lo tanto un argot, una lengua de los argotiers, por lo tanto de los argo-nautas. Los tsamoro se reun´ian una vez al a no en un lugar sagrado, rodeado de muros de piedra. El acceso les estaba vedado a los no iniciados, bajo pena de muerte inmediata. Durante sus reuniones secretas, los elegidos beb´ian sakau y cada uno ofrec´ia un recipiente de esta bebida sagrada a los seres superiores. Explicar´e enseguida en qu´e consiste esta bebida. Valga decir antes a´un que el jefe de la hermandad secreta de los tsamoro ten´ia su sede en estos montes de Salapwuk en cuya jungla me hallaba, y en donde cada nueve meses se reun´ian todos los iniciados para un encuentro de cuatro d´ias de duraci´on. Una vez m´as el clich´e del diluvio Averigu´e en las oscuras noches de la jungla que existen all´i naraciones legendarias que apuntan claramente hacia el recuerdo de una inundaci´on total de la isla, o sea de un diluvio (para ellos obviamente universal). Literalmente: Las inundaciones arrancaron toda la tierra de la isla dicen las tradiciones. Despu´es de haberse retirado nuevamente las aguas, alguien procedi´o a reconstruir un t´umulo de rocas en Salapwuk, en el reino de Kiti. Pernis Washndon (el celador de los misterios de estos montes) me dijo en este contexto que Salapwuk no era m´as que el tap´on que tapaba un secreto que se encerraba debajo del lugar que est´abamos pisando. Y considerando que Salapwuk debe su raz´on de ser a la primera piedra, a la piedra angular, obligado es aportar aqu´i el dato de que en el texto ap´ocrifo Testamento de Salom´on, la piedra angular es aquella que se pone encima de la puerta del templo. El ritual del sakau La ceremonia del sakau es celebrada por todos los pohnpeyanos diariamente, al anochecer. Seg´un ellos, es una bebida proporcionada antiguamente por los seres superiores, como veh´iculo de comunicaci´on con ellos. Tanto es as´i, que en el escudo o emblema o?cial del actual estado de Pohnpei aparecen 9 juntas las ruinas de Nan Matol y un cuenco de coco conteniendo el sakau. Nosotros tomamos nuestro primer trago en el marco de un festivo agasajo del que nos hizo objeto una familia que ocupaba el peque no islote de Takaieu, en los arrecifes que rodean a la isla central de Pohnpei. El ritual ancestral que seguimos para tomar la bebida de la conexi´on celeste fue el siguiente: en primer lugar, durante el d´ia fuimos recogiendo ra´ices de sakau (kawa-kawa, cuyo nombre bot´anico es piper methysticum´). Al anochece, fuimos disponiendo hojas de banana debajo de una gran piedra plana, de hecho una plancha de piedra. La cantidad de hojas de palma depende siempre del mayor o menor rango del personaje principal que asiste a la ceremonia. Inmediatamente despu´es lavamos cuidadosamente con agua las ra´ices y la plancha de piedra, hasta dejarla completamente limpia. Mientras esto hac´iamos en el interior de la amplia caba na, en el exterior otros lugare nos se encargaron simult´aneamente de arrancar largas tiras de corteza de hibisco. Inmediatamente comenz´o el ritual de ir machacando con piedras las ra´ices de sakau, dispuestas sobre la plancha de piedra. Esta plancha de basalto tiene un sonido met´alico al golpearla con las piedras que sirven para machacar las ra´ices de sakau, y los o?ciantes comenzaron por

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golpearla para se nalar el inicio de la ceremonia en s´i. Cuando las ra´ices ya estuvieron pr´acticamente trituradas en cuyo proceso intervinieron seis o?ciantes sentados alredededor de la piedra-base , se hizo perceptible el ritmo del repiqueteo de las piedras. Este ritmo, aplicado al un´isono por todos los que est´an machacando las ra´ices, depende a su vez tambi´en del rango de la persona principal presente en la ceremonia, siendo el ritmo ?nal id´entico al que se percibe escuchando el tamborcillo de mano de cualquier o?ciante en cualquier lamaser´ia del ´area himalaya. Cuando ya estuvo completamente triturada la ra´iz de sakau, la salpicamos con agua fresca, al igual que las tiras de corteza de hibisco. Inmediatamente nuestros an?triones pasaron a amasar las ra´ices trituradas con agua, mientras otros ya hab´ian dispuesto la corteza en un extremo de la piedra de sakau, para irla rellenando con la masa de ra´ices. Esta fue envuelta liada completamente en la corteza, hasta formar un largo y grueso canuto que luego uno de ellos fue exprimiendo con lentitud y fuerza para que el jugo resultante se escurriera en un cuenco de coco. Nos lo tendieron para iniciar la ingesti´on, tras lo cual lo fuimos ofreciendo a cada uno de los presentes, como es costumbre entre ellos. Es un jugo espeso, marr´on, amargo y refrescante, que tiene la ventaja de no contener las ?bras de la yuca masticada por las mujeres de la tribu, que inger´i con la chicha durante mi convivencia con los j´ivaros del curso alto del r´io Santiago, en la selva ecuatoriana. Lo que ingerimos aqu´i, en Pohnpei, es una droga adormecedora, la ka10 wa´ina, cuyos efectos se comienzan a advertir en una insensibilizaci´on de los labios y de la punta de la lengua. Es un principio activo modi?cador del sistema nervioso, que produce la par´alisis de las ?bras centr´ipedas. El abuso de su ingesta puede conducir ?nalmente a una caquexia mortal. De todas formas, esto no se da entre los habitantes de Pohnpei, que saben dosi?carse perfectamente su raci´on diaria de sakau. Precisamente porque no toman el sakau por drogadicci´on, sino porque constituye para ellos ancestralmente un veh´iculo de comunicaci´on sagrado. De comunicaci´on con seres superiores. Vayamos pues a la comunicaci´on celeste de los antiguos habitantes de esta peque na isla m´as peque na que, por ejemplo, Ibiza . Padre extraterrestre y madre terrestre Comienza la conexi´on celeste de los antiguos pohnpeyanos con un hombre llamado Kanekin Zapatan, descendido de las alturas, de un lugar desconocido, a Pohnpei, acompa nado de un grupo de personas que sab´ian volar. Kanekin Zapatan se ?ja en la hija de un jefe nativo. Tenemos as´i a un hombre descendido del cielo que se casa con una mujer terrestre. Ya conocemos eso de los textos b´iblicos. Urgido para el regreso por sus acompa nantes, reclama sus alas y su aditivo capilar un casco que llevaba para poder reunirse en las alturas con los suyos. Le acompa na tambi´en su mujer, y literalmente dice la tradici´on: Meti´o a la mujer en el cabello y alrededor de ´el ajust´o el nudo . ¿Cabr´ia en aquella remota ´epoca mejor concreci´on para indicar que le puso un casco, imprescindible para levantar el vuelo? Huye pues con la hija del jefe nativo, que en el trayecto da a luz a un ni no distinto, dotado de grandes poderes m´agicos. Este ni no se llamar´a Luk, al que dejan en tierra mientras ellos prosiguen su vuelo. M´as adelante Luk enciende una hoguera, para ascender en su humo, sobre un tambor, al cielo, imagen ´esta que puede equipararse a la del despegue de un cohete portador de una c´apsula tripulada. Al reencontrarse con sus padres les recuerda que me engendrasteis en la Tierra . La narraci´on tambi´en a?rma de ´el que sab´ia andar sobre el mar . Se suceden los s´imiles con pasajes b´iblicos. Dominaban la t´ecnica del vuelo En aquella ´epoca me cuenta Masao al pie del camino que conduce hacia Nan Matol la raza de los hombres era distinta. Estaban m´as dotados, ya que eran capaces de transformar la piedra y de efectuar trabajos muy dif´iciles en la misma, pero esta gente habilidosa ya no existe hoy en Pohnpei. Hoy ya 11

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no son como la gente de antes, son distintos, ya que aqu´ellos pose´ian poderes m´agicos y eran fuertes. Un curioso invento lo constituyen los sacos voladores que aparecen en alg´un que otro relato de los tiempos antiguos de la isla. Se trataba de veh´iculos volantes de gran movilidad con capacidad para un solo tripulante. Incluso quedan narraciones que re?eren combates entre varios de estos sacos voladores. En relaci´on con este tema, le pregunt´e a Masao si antiguamente hab´ian existido en la isla hombres voladores. ¿Hombres volantes? No. No volaban propiamente, sino que penetraban en grandes p´ajaros, pronunciaban palabras m´agicas, el p´ajaro se alzaba y volaba con ellos dentro. Construyeron p´ajaros voladores con ´arboles. Dos hermanos con poderes m´agicos Es hora ya de que me re?era al principal enigma que plantea esta isla: la ciudad muerta de Nan Matol. Para ello hay que remontarse nuevamente a los relatos tradicionales de los nativos. Cuentan ´estos que much´isimo tiempo despu´es de la llegada de la primera canoa con las nueve parejas, hacen aparici´on en la isla dos hermanos: Olosipe y Olosaupa. Con ellos comienza el enigma de la ciudad de Nan Matol. El ´unico recuerdo ancestral que los nativos conservan sobre la construcci´on de dicha ciudad, es el que re?ere su origen a la actuaci´on, absolutamente m´agica, de estos dos personajes. Nadie sabe de d´onde vinieron; llegaron en una nube y descendieron en Sokehs, en el norte de la isla. Eran constructores, ingenieros, arquitectos extraordinariamente inteligentes y dotados de poderosos recursos m´agicos. Pero adem´as sacerdotes e instructores, que sacaron a los pohnpeyanos de su ignorancia y de su primitivismo. Llegaron a Pohnpei para edi?car all´i un santuario consagrado a un protector de la tierra y del mar: la anguila, desde entonces el animal tot´emico por excelencia de Pohnpei. Hay que tener en cuenta que el pohnpeyano no adora a la anguila misma como animal, sino por lo que ´este representa: en su cuerpo habita el esp´iritu, la divinidad. La anguila es as´i un veh´iculo de la divinidad. Como lo es la serpiente para los abor´igenes australianos y para los pueblos mesoamericanos, entre otros. ¿Y por qu´e en Pohnpei no aparece la ?gura de la serpiente, cobrando vigor, en su lugar, la de la anguila? Pues porque es el ´unico animal que el nativo pohnpeyano puede asimilar a la imagen de una serpiente, por la sencilla raz´on de que en su peque na isla las serpientes no existen. Pero volvamos al prop´osito de Olosipe y Olosaupa: erigirle un santuario a esta anguila sagrada. Siendo la anguila una serpiente acu´atica, el santuario 12 deb´ia erigirse en un lugar que fuera a la vez mar y tierra: el arrecife coral´ifero que rodea a la isla. El feudo de los reyes del Sol Recorrieron, pues, la costa de la isla desde el promontorio de Sokehs, en el Norte, en busca de un lugar id´oneo. Lo hallaron en un lugar llamado Sau Nalan, cuyo signi?cado era el Sol. El santuario deb´ia recibir el nombre de Nanisounsap, que signi?ca lugar del rey del Sol . Pensile Lawrence, transmisor ya citado del conocimiento esot´erico de Pohnpei, me confesar´ia: Se decidieron por el actual enclave de Nan Matol, puesto que en aquel lugar preciso observaron luces extra nas en el mar. De acuerdo tambi´en con la versi´on esot´erica, debajo de Nan Matol yace Kanimeiso, la ciudad de nadie . Por ende, cabe comentar aqu´i que todo el simbolismo de la construcci´on del santuario apunta hacia el feudo de los reyes del Sol: Nan Tauas, la construcci´on principal del conjunto, se halla en el v´ertice oriental (hacia donde sale el Sol) de Nanisounsap (el lugar del rey del Sol), erigido a su vez en el extremo oriental de Sau Nalan (el Sol), que a su vez constituye el ?anco oriental, o sea de la salida del Sol, de la isla de Pohnpei. Transporte a´ereo Cuando regresamos de la jungla de Salapwuk, nos instalamos pues en el min´usculo y paradis´iaco islote de Joy Island (antiguamente Nahnningi, el

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pedazo de tierra pescado del fondo del mar , o sea un trozo del para´iso, puesto que eso es para los pohnpeyanos el fondo del mar). En el islote s´olo viv´ia Nahzy Susumu. Con ´el, con nuestra compa nera, gu´ia e int´erprete Carmelida Gargina, con los grandes cangrejos cocoteros, dos perros y algunos cerdos, con las rayas y con las cr´ias y alg´un que otro padre de tibur´on y con la desdichada morena que pesc´o Carmelida a golpe limpio de mi machete para cocerla luego a´un medio viva en las brasas de nuestra hoguera, compartimos las inolvidables y solitarias noches de este m´agico arrecife coral´ifero del Pac´i?co. ¿M´agico?: Absolutamente m´agico. De d´ia, ´ibamos a visitar desde all´i las cercanas ruinas de Nan Matol: 91 islotes arti?ciales constru´idos sobre el arrecife, a base de la superposici´on ´unica en el mundo de enormes columnas de basalto. Analizamos todas las posibilidades que pod´ian ofrecerse de transportar estas columnas desde la cantera que se hallaba al norte de la 13 isla, hasta el enclave en que hab´ian sido apiladas en Nan Matol. Por tierra, imposible, dado que la espesa jungla que cubr´ia toda la isla, y los intrincados manglares que se extend´ian a lo largo de la costa, hac´ian imposible el transporte de estos enormes bloques de piedra. Cab´ia la posibilidad de un transporte por mar, a lo largo del arrecife. Miquel Amat, experto navegante, me coment´o sin embargo que la ´unica posibilidad habr´ia sido, en ´epoca tan lejana, el sujetar cada columna de piedra debajo de una enorme balsa, para evitar que esta zozobrara y se hundiera. Pero entonces, ¿c´omo habr´ian podido salvar la barrera coral´ifera con la que habr´ian topado? El transporte era a todas luces imposible. Excepto para los iniciados, aquellos privilegiados isle nos que conoc´ian la historia aut´entica de su tierra. A la luz de la hoguera, en noche de plenilunio, un descendiente de tsamoro me con?´o que para ellos no es ning´un secreto el que Olosipe y Olosaupa, los dos hermanos constructores, estaban dotados de un extraordinario poder m´agico: Convocaron a todas las piedras para que vinieran por s´i solas y formaran las imponentes construcciones. Olosipe y Olosaupa llamaron a las piedras que estaban en Sokehs. Estas oyeron su llamada m´agica y acudieron volando junto a los dos hermanos. Por procedimientos m´agicos ´estos ordenaron a cada uno de los grandes bloques de piedra que ocupara su sitio correspondiente en las construcciones. Tal es la forma en que se construy´o Nan Matol. Quien se sonr´ia ante mi ingenuidad, recuerde las palabras del jefe hopi White Bear, cuando explica sin tener ni la m´as remota idea de lo que cuentan los transmisores del conocimiento en Pohnpei que exactamente este corte y tranporte de enormes bloques de piedra es lo que los katchinas seres que dominaban el secreto del vuelo ense naron a los antepasados de los indios hopi, hoy asentados en Arizona, y que por su parte a?rman proceder del Pac´i?co. Es m´as: vimos que en la relaci´on solar de todo el simbolismo construccional y de emplazamiento del santuario del rey del Sol Nanisounsap el edi?cio principal, Nan Tauas, ocupaba el v´ertice m´as oriental, o sea dirigido al Sol naciente. Pues bien, Tauas signi?ca en lenguaje hopi exactamente esto mismo: Sol. El misterio est´a debajo Todo esto no son m´as que los testimonios visibles y averiguables cuando se pregunta con tiento de los enigmas que presenta la isla de Pohnpei. 14 Ocultos quedan sus aut´enticos misterios. O su aut´entico misterio. Aqu´el que est´a impl´icito en el propio nombre de Pohnpei: Sobre el secreto . Tuve que desandar la selva monte arriba para que en lo alto del reino de Kiti, en Salapwuk, uno de los principales celadores del secreto me dijera que la isla que est´abamos pisando no era m´as que el tap´on puesto encima de un gran secreto que se escond´ia debajo, raz´on y origen de la sociedad secreta que all´i funcionaba. Tuve que cruzar luego los manglares y navegar hasta Nahnningi,

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y por ende explorar las ya devastadas ruinas de la ciudad prohibida de Nan Matol, para ir arranc´andoles a algunos nativos iniciados la confesi´on de que Nan Matol no es m´as que una se nal en forma de desa?ante ciudad que indica que frente a su muralla externa, all´i donde moran los tiburones, se esconde bajo las aguas otra ciudad de construcci´on much´isimo m´as antigua. Sendas expediciones australiana, norteamericana y japonesa con?rman que all´i, a nueve metros de profundidad, descubrieron los v´ertices superiores de diez columnas verticales de 20 metros de altura cada una. Nadie explica lo que ha encontrado agua abajo de estas diez columnas submarinas, de una cultura absolutamente distinta a la de los constructores de Nan Matol: ´estos dispusieron la totalidad de los bloques de basalto en forma horizontal, mientras que las mencionadas columnas submarinas se hallan todas en posici´on vertical. Pero eso es solamente el principio de lo que all´i se esconde. Quedan para el recuerdo m´as reciente los sarc´ofagos de platino extra´idos de all´i entre las dos guerras mundiales por los buzos japoneses. Y para el m´as remoto, las luces vistas en este punto del mar por los instructores y constructores Olosipe y Olosaupa, que supieron as´i en d´onde deb´ian erigirle un santuario a la anguila sagrada. El motivo de este art´iculo ahora, al cabo de siete a nos de haber visitado la isla, no es otro que el de remozar la memoria y dejar constancia de este misterio para las generaciones futuras, para las que Pohnpei no ser´a m´as que una diminuta isla en el Pac´i?co, invadida por el moderno turismo motorizado japon´es. Les deb´ia este homenaje a los Sau Rakim de Pohn Pei, que supieron desaparecer sin haber narrado m´as que una parte de su saber, testimoniando as´i su pertenencia a la universal comunidad de iniciados. El buen amigo, periodista, viajero, buscador y aventurero catal´an Jorge Juan S´anchez Garc´ia, que visit´o Pohnpei en el mes de octubre de 1990, me comunica que desde mi estancia en la isla muri´o el celador de Salapwuk, Pernis Washndon, y se suicid´o el joven y solitario Nahzy Susumu, que registraba el paso de cualquier extranjero a Nan Matol. La sociedad secreta de los tsamoro no traiciona sus principios. Andreas FABER-KAISER, 1991 LA CONQUISTA PROGRAMADA Andreas FABER-KAISER A alguien le interesa que la cruz triunfe El investigador espa nol Manuel Audije algo m´as que o?cial de la Armada sustenta la tesis de que el fen´omeno de la conquista de Am´erica es inexplicable bajo la consideraci´on de las restringidas posibilidades del invasor espa nol, frent e al potencial de los imperios asentados al otro lado del gran mar. Resultaba inco mprensible argumenta que imperios como el azteca, de gentes acostumbradas a privaciones y luchas por la subsistencia durante cientos de a nos, sucumbieran ante el empuje de un pu nado de hombres, aunque ´estos contasen con aquellos monstruos de cuatro patas que corr´ian como el viento. Pero es que alguien, desde lo alto, estaba apostando una vez m´as por la expansi´on de quienes portaban el signo de la cruz. La historia de los acontecimientos humanos, de la evoluci´on de la especie humana, est´a escrita ciertamente sobre papel terrestre, pero la pluma que escribe la sostienen en demasiadas ocasiones manos que no son de hombre. ¿Qui´en demonios tiene inter´es en que evolucionemos de tal o cual forma? ¿Y por qu´e demonios los historiadores acad´emicos cierran sus ojos ante esta realidad? Voy a transcribir a continuaci´on literalmente algunos pasajes extra´idos de cr´onicas escritas referidas a la conquista y colonizaci´on del continente americano. Las cr´onicas seleccionadas para este art´iculo hay bastantes m´as no est´an escritas por cuatro ignorantes ni desconocidos, sino por cuatro reconocidos cronistas de la historia de Espa na, cuales son Bernal D´iaz del Castillo, Pedro de Valdivia, Fray Jun´ipero Serra y Pedro de Cieza de Le´on. Los hombres que vinieron del cielo

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Pero ya antes que ellos, el propio Col´on har´ia alusi´on al hecho de que los indios americanos parec´ian familiarizados con la idea de que pod´ian bajar ?guras antropomorfas de los cielos hasta la super?cie terrestre. 1 As´i, leemos en su Diario de a bordo del primer viaje, transcrito por Fray Bartolom´e de las Casas, por cierto y c´omo no (( In Nomine Domini Nostri Jesus Christi )) : (( Domingo 14 de octubre de 1492. (...) Otros, cuando ve´ian que yo curaba de ir a tierra, se echaban a la mar y nadando ven´ian, y entend´iamos que nos preguntaban si ´eramos venidos del cielo; y vino uno viejo en el batel dentro, y otros a voces grandes llamaban todos hombres y mujeres: venid a ver los hombres que vinieron del cielo: traedles de comer y de beber. )) (( Martes 6 de noviembre de 1492. (...) Dijeron que los hab´ian rescebido con gran solemnidad seg´un su costumbre, y todos as´i hombres como mujeres los ven´ian a ver, y aposent´aronlos en las mejores casasa; los cuales los tocaban y les besaban las manos y los pies, maravill´andose y creyendo que ven´ian del cielo. )) La derrota inevitable Casi 30 a nos m´as tarde, Cort´es venci´o a los indios, entre otras razones, por tres para ´el afortunadas coincidencias (¿o no tanto?) que marcaron el ´animo del ind´igena con la propia convicci´on de su derrota inevitable: el emblema de Cort´es era la cruz, que para el indio era emblema de Quetzalc´oatl, el diosserpiente portador de plumas que denotaban su facultad de moverse por el aire instructor descendido y regresado a las alturas estelares; los hombres de Cort´es eran adem´as de tez blanca y barbudos, como los dioses que refer´ian las leyendas indias, y por ende Hern´an Cort´es desembarc´o en el a no 1519, que era el a no I Acatl, el a no consagrado a Quetzalc´oatl. Por su parte, el cronista de Cort´es, Bernal D´iaz del Castillo, re?ere en su obra Historia verdadera de la conquista de la Nueva Espa na, en su cap´itulo CI ( C´omo el gran Montezuma con muchos caciques y principales de la comarca dieron la obediencia a su majestad, y de otras cosas que sobre ello pasaron ): (( Y dir´e que en la pl´atica que tuvo el Montezuma con todos los caciques de toda la tierra que hab´ia enviado a llamar, que despu´es que les hab´ia hecho un parlamento sin estar Cort´es ni ninguno de nosotros delante, salvo Orteguilla el paje, dicen que les dijo que mirasen que de muchos a nos pasados sab´ian por cierto, por lo que sus antepasados les hab´ian dicho, es as´i lo tiene se nalado en sus libros de cosas de memorias, que de donde sale el Sol hab´ian de venir gentes que hab´ian de se norear estas tierras, y que ´el 2 tiene entendido, por lo que sus dioses le han dicho, que somos nosotros. )) De esta guisa es f´acil conquistar y vencer. M´axime cuando adem´as, coincidiendo con la llegada de estos que ven´ian de donde sale el Sol, se plantan en el aire objetos voladores que con?rman que ellos son los anunciados por la tradici´on de los antiguos para tomar el relevo del mando de aquella zona del planeta. OVNIS durante la conquista As´i lo leemos en el cap´itulo CCXII ( De las se nales y planetas que hubo en el cielo de la Nueva Espa na antes de que en ella entr´asemos, y pron´osticos de declaraci´on que los indios mexicanos hicieron, diciendo sobre ellos y de una se nal que hubo en el cielo, y otras cosas que son de traer a la memoria ) de la misma obra de Bernal D´iaz del Castillo: (( Dijeron los indios mexicanos, que poco tiempo hab´ia, antes que vini´esemos a la Nueva Espa na, que vieron una se nal en el cielo que era como verde y colorado y redonda como una rueda de carreta )) el cronista espa nol est´a empleando exactamente la misma expresi´on que para dicho fen´omeno emplearon el historiador italiano Leone Cobelli para el objeto que sobrevol´o en agosto de 1487 la

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villa de Forli, y el autor chino de la obra Notas sobre el cielo para los objetos que los d´ias 16 y 17 de julio del a no Dingchou sobrevolaron las regiones orientales del imperio de los hijos del cielo (( y junto a la se nal vino otra raya y camino de hacia donde sale el Sol y se ven´ia a juntar con la raya colorada; y Montezuma, gran cacique de M´exico, mand´o llamar a sus papas y adivinos, para que mirasen aquella cosa y se nal. )) M´as adelante, contin´ua: (( Nosotros nunca las vimos, sino por dicho de mexicanos lo pongo aqu´i, porque as´i lo tienen en sus pinturas, las cuales hallamos verdaderas. Lo que yo v´i y todos cuantos quisieron ver, en el a no veinte y siete )) 1527 (( estaba una se nal del cielo de noche a manera de espada larga, como entre la provincia de P´anuco y la ciudad de Tezcuco, y no se mudaba del cielo, a una parte ni a otra, en m´as de veinte d´ias. )) ¿Me quieren explicar los doctores de la ciencia, que tanto gustan de atribuir los avistamientos de OVNIs a fen´omenos atmosf´ericos inusuales y globossonda (en el mejor de los casos) a qu´e tipo de fen´omeno atmosf´erico inusual 3 obedece la presencia de una forma de espada larga a relativamente baja altura (localizada entre dos puntos geogr´a?cos concretos de M´exico) y en posici´on ?ja durante m´as de veinte d´ias? Porque globos-sonda y chatarra de sat´elites en el siglo XVI, no cuela. Y meteoritos en posici´on ?ja, menos. Pero no cierren los ojos, porque ah´i est´a el testimonio. Por favor, una respuesta coherente de la comunidad cient´i?ca acad´emica. Si la tienen, tienen tambi´en la obligaci´on de comunicarla. Y si no la tienen, deber´ian de poseer la sui?ciente humildad y rigor cient´i?co como para abstenerse de negar aquello que no han investigado. Por ende, quiero recordar que esta misma espada a´erea fue lo que ya noti?c´o encima de Jerusal´en y ?ja durante un per´iodo de un a no entero el historiador Flavio Josefo, am´en de otros casos hist´oricos en que se vieron formas de curces (=espadas) en el cielo. Apariciones enigm´aticas Pero continuemos con el testimonio del cronista espa nol Bernal D´iaz del Castillo. En le cap´itulo XCIV ( C´omo fue la batalla que dieron los capitanes mexicanos a Juan de Escalante, y c´omo le mataron a ´el y el caballo y a otros seis soldados, y muchos amigos indios totonaques que tambi´en all´i murieron ), relata c´omo la aparici´on de una enigm´atica ?gura decide la victoria a favor de los espa noles (a quienes los indios llaman (( teules )) ): (( Y pregunt´o Montezuma que, siendo ellos muchos millares de guerreros, que c´omo no vencieron a tan pocos teules. Y respondieron que no aprovechaban nada sus varas y ?echas y buen pelear; que no les pudieron hacer retraer, porque una gran tecleciguata de Castilla ven´ia delante dellos, y que aquella se nora pon´ia a los mexicanos temor, y dec´ia palabras a sus teules que los esforzaba; y el Montezuma entonces crey´o que aquella gran se nora que era Santa Mar´ia y la que le hab´iamos dicho que era nuestra abogada, que de antes dimos al gran Montezuma con su precioso Hijo en brazos. )) El caso de la Virgen no es aislado, sino que otra ?guras misteriosas y ca´idas del cielo ayudaron a convencer al indio de que no ten´ia nada que hacer contra el invasor. Y, ¡as´ombrate lector!, vuelve a hacer su aparici´on aqu´i en apoyo de la cruzada cristiana aquel blanco caballero que sobre corcel blanco pasaba por San Jorge en la lejana Europa, en los enfrentamientos con los moros. As´i el extreme no Pedro de Valdivia relata lo siguiente en carta dirigida a Carlos I de Espa na y V de Alemania, y re?ri´endose a un ataque de los 4 nativos contra su fuerte establecido en lo que hoy es tierra chilena, en el a no 1541: (( Y parece nuestro Dios quererse servir de su perpetuaci´on para que sea su culto divino en ella honrado y salga el diablo de don-

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de ha sido venerado tanto tiempo; pues seg´un dicen los indios naturales, que el d´ia que vinieron sobre este nuestro fuerte, al tiempo que los de a caballo arremetieron contra ellos, cay´o; en medio de sus escuadrones un hombre viejo en un caballo blanco e les dixo: Huid todos, que os matar´an estos cristianos , y que fue tanto el espanto que cobraron, que dieron a huir. )) (( Dixeron m´as: que tres d´ias antes, pasado el r´io Biubiu para venir sobre nosotros, cay´o una cometa entre ellos, un s´abado a medio d´ia, y desde el fuerte donde est´abamos la vieron muchos cristianos ir para all´a con muy mayor resplandor que otras cometas salir, e que ca´ida, sali´o della una se nora muy hermosa, vestida tambi´en de blanco, y que les dixo: Serv´i a los cristianos, y no vais contra ellos, porque son muy valientes y os matar´an a todos. E como se fue de entre ellos, vino el diablo, su patr´on, y los acabdill´o, dici´endoles que se juntasen muy gran multitud de gente, y que ´el vern´ia con ellos, porque en viendo nosotros tantos juntos, nos caer´iamos muertos de miedo. )) Con liger´isimas variaciones en la forma de exposici´on, se encuentra este mismo relato en la relaci´on de hechos y noticias que Pedro de Valdivia env´ia a sus apoderados en la Corte. Con gran lucidez dice ah´i el cronista, re?ri´endose a la nueva tierra: (( Paresce tenerla nuestro Dios de su mano y servirse de nosotros en la conquista y perpetuaci´on della. )) Pero, bueno, doctos de la ciencia, todo esto no son m´as que tonter´ias, ganas de tomarle el pelo a Carlos I por parte de quienes se estaban dejando la piel en Am´erica. ¿C´omo iban a ver los indios bajar ante sus narices al mismo caballo blanco que a decenas de miles de kil´ometros de distancia descend´ia igualmente entre moros y cristianos? ¡Pero hombre, por favor, no seas iluso! ¿C´omo van a bajar caballos blancos del cielo? ¿No ves que esto es imposible? Pues la historia de Espa na dice que s´i, que bajan. Y as´i les fue a moros y a indios. Porque alguien a quien no conocemos tuva la imperiosa necesidad de que la cruz dominara sobre parte del planeta. 5 La cristianizaci´on programada Y ya que hablamos de la cruz, qu´e mejor que un fraile en Am´erica para seguir explicando cosas que no pueden ser, pero que fueron. Fray Jun´ipero Serra fund´o en la sierra de Santa Luc´ia, a unos cien kil´ometros de Monterrey, una de sus misiones cristianas. Para dicha fundaci´on, los misioneros contaron con una curiosa ayuda: la de una anciana ind´igena, bautizada m´as tarde y que recibi´o el nombre de Agueda, que se present´o a los sorprendidos misioneros pidi´endoles que le administrasen el sacramento del bautismo. Preguntada acerca de las razones que la impulsaban a esta decisi´on, la futura Agueda comenz´o a relatar esta fant´astica historia: Cuando ella era a´un ni na, oy´o referir a sus padres que en cierta ocasi´on hab´ian llegado a aquella tierra dos hombres blancos cuyas vestiduras, por la descripci´on que de las mismas le hab´ian hecho sus padres, eran similares a las de los religiosos que acababan de llegar. Adem´as, lo que dijeron aquellos dos hombres se parec´ia a lo que predicaban los nuevos frailes. Solamente hab´ia entre ellos una diferencia: los dos hombre que hab´ian llegado por lo menos cien a nos antes que Fray Jun´ipero, no lo hab´ian hecho a pie, ni a caballo, sino que llegaron volando: cayeron de arriba, de las alturas. Se establecieron en el poblado y permanecieron all´i por alg´un tiempo. No dando cr´edito a sus o´idos, los frailes recabaron cuanta informaci´on pudieron entre los dem´as componentes de aquel grupo de ind´igenas. Lo cual les llev´o a veri?car que aquel suceso permanec´ia vivo en la memoria de aquel pueblo como parte de su legado hist´orico. El establecimiento por parte de los habitantes del poblado de una posible conexi´on entre los reci´en llegados misioneros y los dos hombres que seg´un referencias de sus antepasados hab´ian llegado volando, y cuya memoria fue revitalizada gracias al relato de la anciana Agueda, constituy´o un factor decisivo para que todos los integrantes de aquella comunidad ind´igena solicitaran recibir el bautismo.

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M´as adelante, Fray Jun´ipero volver´ia a ser testigo de otro episodio que nos lleva a pensar que hubo una preparaci´on previa del terreno para cuando llegara el momento oportuno. Resulta que el d´ia 6 de agosto de 1772, un reducido grupo mixto integrado por Fray Pedro Camb´on, Fray Angel Somera y diez soldados, bajo las ´ordenes de Fray Jun´ipero Serra, llegaba al r´io de los Temblores, despu´es de caminar 40 leguas al norte desde la ciudad de San Diego, en la California septentrional. Una vez elegido el sitio adecuado para erigi r la cruz que presidiese aquel lugar, y en el preciso instante en que se dispon´ian a clavarla en el suelo, un considerable n´umero de ind´igenas manifest´o su presencia pro?riendo gritos y amenazas. La situaci´on se estaba poniendo fea para el reducido n´umero de cristianos, cuando uno de los misioneros tuvo una idea que les salvar´ia la vida. En esta ocasi´on, su fe movi´o monta nas (o lo que es 6 lo mismo, redujo a corderos a los ?eros nativos). Al fraile se le ocurri´o sacar del escaso equipaje que llevaban un cuadro de la Virgen de los Dolores, y exponerlo a la vista del enemigo. El resultado fue absolutamente sorprendente: los gritos y los gestos amenazadores cesaron bruscamente. En silencio, aquel grupo de nativos fue acerc´andose al sitiado grupo de hombres de armas y cruz. Uno a uno, los ind´igenas se inclinaron, en muestra evidente de respeto y sumisi´on, al tiempo que fueron depositando junto al cuadro todos cuantos objetos de valor adornaban sus cuerpos, am´en de sus armas, arcos y ?echas que momentos antes empu naban amenazadoramente. ¿Qu´e signi?caba para aquellos indios la visi´on de esta Virgen? No lo sabemos. Pero todo parece indicar que reaccionaron a un est´imulo previamente inducido a la vista de una imagen similar. El hombre resplandeciente Ciertamente se prodigaron en tierras americanas las ayudas extrahumanas a quienes portaban el signo de la cruz. As´i, tambi´en Pedro de Cieza de Le´on escribe en el siglo XVI, en el cap´itulo CXVII de La cr´onica del Per´u, que el cl´erigo Marcos Otazo, vecino de Valladolid, le narr´o la siguiente vivencia: (( Estando yo en este pueblo de Lampaz, un jueves de la Cena vino a m´i un muchacho m´io que en la iglesia dorm´ia, muy espantado, rogando me levantase y fuese a baptizar a un cacique que en la iglesia estaba hincado de rodillas delante de las im´agenes, muy temeroso y espantado; el cual estando la noche pasada, que fue mi´ercoles de Tinieblas, metido en una guaca, que es donde ellos adoran, dec´ia haber visto a un hombre vestido de blanco, el cual le dijo que qu´e hac´ia all´i con aquella estatua de piedra. Que se fuese luego, y viniese para m´i a se volver cristiano. Y cuando fue de d´ia yo me levant´e y rec´e mis horas, y no creyendo que era as´i, me llegu´e a la iglesia para decir misa, y lo hall´e de la misma manera, hincado de rodillas. Y como me vio se ech´o a mis pies rog´andome mucho le volviese cristiano, a lo cual le respond´i que s´i har´ia, y dije misa, la cual oyeron algunos cristianos que all´i estaban; y dicha, lo baptic´e, y sali´o con mucha alegr´ia, dando voces, diciendo que ´el era cristiano, y no malo, como los indios. )) (. . . ) (( Muchos indios se volvieron cristianos por las persuasiones deste nuevo convertido. Contaba que el hombre que vio estando en la guaca o templo del diablo era blanco y muy hermoso, y que sus ropas asimismo eran resplandecientes. )) Se parece sospechosamente a los 7 dos que 16 siglos antes hab´ian entrado descendidos del cielo en el sepulcro previsto para Jes´us. M´as ayuda celestial Finalmente, en el cap´itulo CXIX de la misma Cr´onica del Per´u, Pedro Cieza de Le´on escribe: (( Cuando en el Cuzco generalmente se levantaron los indios contra los cristianos no hab´ia m´as de ciento y ochenta espa noles de a pie y de caballo. Pues estando contra ellos Mango inga, con m´as de

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doscientos mil indios de guerra, y durante un a no entero, milagro es grande escapar de las manos de los indios; pues algunos dellos mismos a?rman que v´ian algunas veces, cuando andaban peleando con los espa noles, que junto a ellos andaba una ?gura celestial que en ellos hac´ia gran da no, y vieron los cristianos que los indios pusieron fuego a la ciudad, el cual ardi´o por muchas partes, y emprendiendo en la iglesia, que era lo que deseaban los indios ver deshechos, tres veces lo encendieron, y tantas se apag´o de suyo, a dicho de muchos que en el mismo Cuzco dello me informaron, siendo en donde el fuego pon´ian, paja seca sin mezcla alguna. )) La constante de los protectores celestes Finalmente creo interesante para el objeto de este art´iculo, a nadir a´un algunos casos de manifestaciones de seres sobrehumanos en otras latitudes del planeta, referidos por cronistas que no ten´ian conexi´on con los indios americanos. As´i por ejemplo, una antigua narraci´on de la isla de Pohnpei en la Micronesia, cuenta lo siguiente, con motivo de haberse enfrentado en combate los habitantes de la regi´on de Palikir con los de Matolenim, en esta min´uscula isla del Pac´i?co: (( En el fragor de la lucha fueron muertos tambi´en muchos de los hombres de Palikir. Entonces elevaron oraciones r´apidamente a un esp´iritu llamado Sanoro. Su oraci´on hall´o eco en el esp´iritu. Puesto que cuando sucumbieron en la lucha, el esp´iritu hizo aparecer r´apidamente a una mujer entre los combatientes de Palikir. La mujer era tremendamente grande. Extendi´o entonces su cabellera y cubri´o con ella a la gente de Palikir. En cuanto los hombres 8 de Matolenim vieron a la mujer que se hab´ia alzado entre los de Palikir, los brazos les comenzaron a pesar, y contemplaron extasiados sin poderse mover a la mujer que se encontraba entre la gente de Palikir. Entonces los hombres de Palikir se abalanzaron r´apidamente sobre los de Matolenim y los mataron a todos. )) Tambi´en en Europa Y si asombrosa es la similitud de esta ?gura sobrehumana que ayuda a uno de los dos bandos en el otro extremo del Pac´i?co, con las apariciones sobrehumanas que vimos apostaban por uno de los bandos en las luchas de cristianos contra indios en Am´erica, no menos asombrosa es la constatci´on de que lejos del Pac´i?co y de Am´erica, en plena Europa, el mismo fen´omeno tambi´en se prodigaba. Veamos alg´un ejemplo, si bien insisto en que hay much´isimos m´as. Vayamos al Mediterr´aneo, en donde veremos el mismo fen´omeno representado por la popular ?gura de san Jorge, que pertenece al grupo de los santos caballeros y soldados que desde el cielo ayudaron a los creyentes cristianos en sus luchas, en especial cuando combat´ian a los llamados in?eles. Entre ellos hay que contar con san Miguel y san Mag´in, que tanto protegieron los intereses de Carlomagno. Los guerreros catalanes, antes de emprender alguna lucha, se encomendaban a san Jorge al igual que los guerreros de Palikir se encomendaron a Sanoro, y obtuvieron gran portecci´on al igual que aqu´ellos , particularmente en ocasiones en que luchaban contra los musulmanes. As´i, cuando los ´arabes hubieron conquistado la ciudad de Barcelona y ´esta hubo quedado arrasada, el conde Borrell II se reorganiza en la cercana poblaci´on de Manresa. Con muy exiguas fuerzas decide volver sobre Barcelona, para intentar su reconquista pr´acticamente imposible. Mas, al llegar, no tardaron en ?jarse en un apuesto guerrero que galopaba entre las nubes y que esgrim´ia un rayo por arma, con el cual sembr´o la muerte y el terror entre los moros que ca´ian a millares o hu´ian a todo correr. Desaparecido el misterioso caballero, al que nadie conoc´ia, los hombres de Borrell II y Catalunya entera lo tomaron por patr´on, y la cruz que luc´ia en su vestimenta pas´o a formar parte del escudo de Barcelona y de muchas otras ciudades y pueblos.

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En mis libros Las nubes del enga no y El mu neco humano aporto m´as intervenciones de este caballero que de?ende a cristianos contra moros ayudando a Jaime I el Conquistador en la conquista de Mallorca, y a los alcoyanos enla 9 defensa de su ciudad, am´en de otros casos similares, en que determinada aparici´on celeste o sobrehumana act´ua en defensa de determinado bando de la lucha, en distintos lugares y ´epocas. Y en la ´epoca romana Finalizar´e aqu´i este breve repertorio con un caso extra´ido de la historia de Roma, por cuanto tambi´en aqu´i, al igual que en la narraci´on de la isla de Pohnpei, la divinidad implorada acude a la llamada en auxilio del solicitante. El personaje invocado aqu´i es C´astor. Efectivamente, en el a no 498 antes de JC, el exiliado Tarquino se encamin´o sobre Roma, con la intenci´on de aplastarla con aliados de treinta y seis ciudades de la Liga latina conducidos por Octavio Manilio. La batalla se libr´o junto al lago Regilo, cerca de la actual Frascati. Cuando al cabo de algunas horas parec´ia decantarse cierta ventaja en favor de los etruscos, que consiguieron empujar a los romanos, Aulio Postumio, en su desesperaci´on, prometi´o un templo a C´astor si ´este interced´ia en la lucha. Repentinamente, en una violenta carga contra el enemigo, se colocaron a la cabeza de la caballer´ia dos extra nos y apuestos jinetes de una estatura superior a la humana, que de inmediato se pusieron a dirigir la por ende victoriosa carga. Fueron solamente algunos ejemplos. Los su?cientes, creo, para esta conclusi´on: dado que los relatos que nos re?eren los cronistas de la conquista de Am´erica di?eren poco o nada, en algunos casos, de otros testimonios similares recogidos en todas las ´epocas y en muchos lugares del planeta por otros historiadores, creo que cabe poca duda acerca de la observaci´on de que alguien est´a encauzando desde siempre, sin pregunt´arnoslo, nuestro destino. Andreas FABERKAISER, 1992 BORR ´ ON Y CUENTA NUEVA Andreas FABER-KAISER Los planes de nuestros gobernantes para exterminar a la humanidad sobrante. Su objetivo: aniquilar a 2.400 millones de seres humanos hasta el a no 2000 Mucha gente se pregunta por qu´e el virus causante del SIDA no ha podido controlarse a´un, ni ser eliminado del organismo humano, al cabo de 12 a nos de haber sido detectada la enfermedad, en 1981. Otros se preguntan por qu´e, si hab´ia m´edicos que indicaron c´omo habia que curar a los afectados del S´indrome T´oxico de 1981 en Espa na, la Administraci´on dej´o morir a m´as de 700 de sus administrados, y permiti´o que quedaran afectados m´as de 60.000 espa noles. Tal vez eche un poco de luz sobre estos enigmas, el saber que existe un plan de eliminaci´on de casi la mitad de la poblaci´on del planeta, para garantizar la supervivencia de la otra mitad. El 24 de julio de 1980 el Departamento de Estado norteamericano hac´ia p´ublico el Informe Global 2000 para el Presidente , preparado conjuntamente con el Consejo de la Casa Blanca sobre la calidad medioambiental, y cuyo proyecto, dirigido por personajes de la cumbre de la Comisi´on Trilateral como Zbigniew Brzezinski y Cyrus Vance, se remontaba a los primeros d´ias de la administraci´on trilateral de Jimmy Carter. La ?nalidad de este informe era, de hecho, legitimar a posteriori una pol´itica perseguida desde hac´ia tiempo por la Comisi´on Trilateral, el Consejo de Relaciones Exteriores de New York y otros bloques pensantes del Establishment liberal norteamericano. Se trata del planteamiento pol´itico de un verdadero genocidio a escala planetaria. La proposici´on esencial de este largo informe es que toda la pol´itica norteamericana futura dependa esencialmente de un control de la poblaci´on. Los temas evocados en el informe, al igual que en numerosos documentos anexos, son las m´ultiples penurias y crisis que se considera amenazan al mundo

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en los a nos venideros: crisis de los recursos del agua, penuria de energ´ia, penuria de materiales estrat´egicos, y as´i sucesivamente. Y todas estas crisis, seg´un dicho informe, tienen una causa esencial, fundamental: el crecimiento 1 demogr´a?co. Si no se toman medidas para frenar este crecimiento, en el a no 2000 habr´a 2.400 millones de seres humanos de m´as , subrayan los expertos. Dado que este exceso de poblaci´on es el origen de todos los problemas graves que afronta la humanidad hoy en d´ia, dichos expertos recomiendan que la pol´itica norteamericana tanto interior como exterior, tienda hacia este objetivo: a saber, ¡la eliminaci´on de 2.400 millones de seres humanos en los a nos venideros! Las guerras que no se ven Pero, ¿c´omo puede eliminarse tama na masa de seres humanos en una ´epoca en que o?cialmente se est´a abogando por la confraternizaci´on, y por la supresi´on del riesgo de confrontaci´on armada entre las grandes potencias reducidas ya a una sola , en que parece inevitable la paz mundial y se plantea como harto dif´icil el exterminio violento de seres humanos a gran escala? Parece claro que hab´ia que buscar otras f´ormulas para eliminar a la humanidad sobrante. Una de ellas ser´ia la de minar el organismo humano en el marco de un ataque menos vistoso y declarado: hab´ia que recurrir a las posibilidades que ofrece la guerra de baja intensidad , efecto de la cual podr´ian muy bien ser determinadas nuevas enfermedades. Por poner un ejemplo, el SIDA. O?cialmente se dice que el SIDA es de origen desconocido, que su soluci´on est´a m´as o menos lejana, y que el tratamiento m´as efectivo, hoy en d´ia, es el AZT o azidotimidina, una droga altamente t´oxica. Si el Poder quisiera, el SIDA posiblemente ya ser´ia curable. En este sentido ha venido investigando por ejemplo el Instituto Weizmann en Israel, sin ning´un tipo de ?nanciaci´on adecuada. Paralelamente, en Francia, el Dr. Mirko Beljanski desarrollaba sin apoyo o?cial alguno otra serie de productos que parecen frenar la progresi´on del virus causante del SIDA. A nos atr´as ya le hab´ian expulsado del Instituto Pasteur en el que hab´ia trabajado durante 27 a nos como jefe de investigaci´on , porque sus hallazgos relativos a la terapia del c´ancer no encajaban en la ?losof´ia sanitaria o?cial. Los intereses de las grandes multinacionales farmac´euticas son muchas veces m´as determinantes que el objetivo ?nal de la curaci´on de los enfermos. Pero cabe otro trasfondo en la pandemia del SIDA. No en vano, un informe de los servicios de Inteligencia espa noles insinuaba ya en el a no 1987 la posibilidad de que el virus del SIDA hubiera sido creado en un laboratorio y que la expansi´on de la enfermedad pod´ia enmarcarse en el contexto de una guerra de baja intensidad. 2 Y naturalmente comienzan a tambalearse los pocos resortes de con?anza que uno a´un ten´ia en los dirigentes de la comunidad humana. Uno sab´ia porque salta a la vista que la pol´itica, la religi´on, y todo cuanto supone un poder sobre las masas humanas, se mueve prioritariamente por intereses econ´omicos, por pautas de dominio que poco tienen que ver con la satisfacci´on, la felicidad y el bienestar de los ciudadanos, y mucho por el contrario con la lucha de unos pocos por empu nar cada vez con mayor ?rmeza las riendas del control total. Pero lo que a uno le eriza los pocos pelos ingenuos que a´un le quedaban, es la evidencia de que este juego del que es v´ictima participa incluso en la ruleta de la Sanidad internacional. En el a no 1981 se descubren dos enfermedades nuevas, desconocidas en el planeta hasta entonces, y cuyos or´igenes siguen siendo o?cialmente, hasta hoy, sendos misterios. Me re?ero naturalmente al S´indrome T´oxico espa nol y al S´indrome de Inmunode?ciencia Adquirida (SIDA), de propociones planetarias. En la historia de ambos s´indromes se ven envueltos dos organismos de proyecci´on mundial: la OMS (Organizaci´on Mundial de la Salud) y el CDC (Center for Disease Control = Centro de Control de Enfermedades); y una

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multinacional de la industria qu´imica: Bayer. En lo que respecta al SIDA, la multinacional alemana reconoci´o a principios de 1987 que hab´ia comercializado un f´armaco coagulante que actu´o como transmisor del virus de inmunode?ciencia humana (VIH), el virus del SIDA. Un f´armaco, el coagulante factor VIII, que se obtiene a partir de un concentrado de plasma sangu´ineo, transmiti´o el virus del SIDA a la mitad de los seis mil hemof´ilicos de la antigua Rep´ublica Federal de Alemania, creando alarma en todo el mundo. Un elevado n´umero de ellos contrajo la enfermedad, y una parte han muerto. El SIDA, ¿Producto de laboratorio? En cuanto a la OMS, con sede en Ginebra (Suiza), y al CDC, con sede en Atlanta, en Georgia (Estados Unidos), extracto los siguientes p´arrafos de un amplio informe redactado por los servicios secretos espa noles y reproducido en la publicaci´on restringida de Inteligencia Pri en mayo de 1987: En 1986 se publicaron unas acusaciones muy concretas efectuadas de forma independiente por tres cient´i?cos. Estos coincidieron en a?rmar el origen arti?cial del virus del SIDA en los Estados Unidos por un lado, y, por otro, el hecho accidental de su hallazgo. En resumen, sus acusaciones son las siguientes: 3 El profesor Jacob Segal, de la universidad de Berl´in Oriental, apunta que fue probablemente en los laboratorios militares de Fort Detrick (Maryland) donde tuvo lugar la manipulaci´on gen´etica. El Dr. Segal ha redactado un informe de 30 p´aginas sobre su convicci´on del origen arti?cial del virus, en el que a?rma que el retrovirus VIH (virus del SIDA) creado en Fort Detrick, es una combinaci´on del virus MAEDI VISNA, oriundo de las ovejas, y el virus humano de la leucemia de c´elulas T (HTLV I). Muy probablemente, a nade el Dr. Segal, los cient´i?cos no eran conscientes de la terrible creaci´on que hab´ian logrado. Al Dr. Segal la teor´ia del mono verde le resulta divertida e incre´ible y la considera una cobertura ideada por los propios norteamericanos. El Dr. John Seale, un especialista londinense en enfermedades ven´ereas, muy conocido en el tema por haber seguido la enfermedad desde el principio y haber predicho la expansi´on de la misma, no est´a de acuerdo con el Dr. Segal sobre el origne militar del virus, aunque s´i a?rma: Estoy totalmente convencido de que el virus del SIDA est´a fabricado por el hombre, y que es el resultado de haber combinado accidentalmente, en alg´un centro de investigaci´on sobre el c´ancer en los Estados Unidos, el virus MAEDI-VISNA de las ovejas y el virus de la leucemia bovina, muy parecido al HTLV humano. Por su parte, el Dr, Robert Strecker, m´edico californiano que tambi´en ha seguido la enfermedad desde sus or´igenes, opina asimismo que no existe ning´un virus animal conocido que produzca todos los efectos del SIDA. Este (el virus del SIDA) ha sido logrado mediante ingenier´ia gen´etica a partir de otros virus. Seg´un mi investigaci´on, los dos virus usados para ello son el virus MAEDIVISNA de las ovejas y el de la leucemia bovina. Aguas turbias en la direcci´on sanitaria mundial Cabe tener en cuenta que en el caso del SIDA, al igual que en los de otras epidemias mundiales de los ´ultimos a nos, los dos organismos citados la OMS y el CDC han tenido un papel predominante, aceptado por los dem´as pa´ises. Sus informes, conclusiones, opiniones y consejos han marcado y dirigido todas las pautas a seguir. 4 El CDC Las autoridades de todos los pa´ises han ofrecido a los investigadores del CDC

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v´ia libre, tanto en la investigaci´on de campo como en la investigaci´on cl´inica, as´i como en todo tipo de recursos humanos y econ´omicos, facilitando las muestras necesarias para que realicen sus investigaciones. Y comenta al respecto el informe de Inteligencia: Pese a esta facilidad que los distintos gobiernos ofrecen al CDC, no se acostumbra a exigir como contrapartida ninguna prestaci´on. No es de extra nar, pues, que el CDC posea todo tipo de informaci´on sobre el desarrollo y extensi´on mundial de todo tipo de enfermedades y que la extrapolaci´on de estos datos a un pr´oximo, medio y largo futuro, sea para el CDC algo factible debido a la enorme cantidad de recursos que posee. Pero conviene se nalar que el CDC es un organismo norteamericano, con presupuesto norteamericano y que, muy probablemente, servir´a en primer lugar a los intereses de su pa´is y, quiz´a, en alguna ocasi´on a los intereses de un determinado sector de su pa´is. Por otra parte, el tipo de informaci´on que maneja el CDC no es una informaci´on cient´i?ca cualquiera, sino que se trata de informaci´on epidemiol´ogica, es decir, datos que hablan sobre: El origen de las enfermedades (infecciosas, ambientales, sociales). La extensi´on y progresi´on de las mismas. Los factores que inciden positiva y negativamente (sociales, econ´omicos, productos qu´imicos, tratamientos). Esta informaci´on puede llegar a ser muy estrat´egica por su repercusi´on econ´omica, pol´itica y social. Importantes sectores econ´omicos o pol´iticos pueden tener inter´es en que un posible factor sea enfatizado o silenciado seg´un convenga. Cierto tipo de explicaciones sobre una epidemia pueden hacer reclamar a los ciudadnos una pol´itica sanitaria costosa que los pol´iticos no puedan satisfacer. Es por ello que, dentro del mundo cient´i?co sanitario, sean los epidemi´ologos y los centros de investigaci´on epidemiol´ogica los que suelen recibir m´as presiones de todo tipo. El tratar de controlar e in?ltrar estos centros puede ser un objetivo a conseguir por ciertas multinacionales y por otros centros de poder. 5 Por ello no se considera conveniente tomar las conclusiones del CDC y de otros centros similares, que en muchos casos son simples declaraciones, como dogmas inamovibles por las autoridades sanitarias de los distintos pa´ises. En todo caso, las declaraciones de estos centros han de ser analizadas y contrastadas con otras que ofrezcan mayores garant´ias de objetividad. En 1981, y durante el primer a no, el CDC mantuvo que el SIDA era propio de homosexuales, pese a que ya hab´ia afectado a varios drogodependientes. Incluso bautiz´o la enfermedad como GRID (Gay Related Inmunode?cience), a?rmando que esos drogadictos probablemente ten´ian pautas sexuales anormales. El hecho de no prestar atenci´on a esos primeros drogadictos y a las hip´otesis que varios m´edicos lanzaron sobre la posible transmisi´on sangu´inea de la enfermedad, fue la causa principal de que no se investigase precozmente esta v´ia y que no se impusieran medidas preventivas hasta tres a nos despu´es sobre la sangre contaminada. Ello provoc´o que el SIDA se haya extendido entre los hemof´ilicos y transfundidos, no s´olo norteamericanos sino tambi´en europeos, a trav´es de las exportaciones masivas de plasma norteamericano a Europa, especialmente a Espa na, que depende en un 90% de este plasma extranjero. Al cabo de dos meses, el CDC tuvo que admitir otras formas de contagio. A partir de entonces a?rm´o que la enfermedad se transmit´ia s´olo entre los llamados grupos de riesgo: homosexuales, heroin´omanos, hemof´ilicos, transfundidos y haitianos, y que la entrada del virus en la sangre era la ´unica forma de contagio del SIDA. Los casos cada vez m´as crecientes de afectados que no pertenec´ian a estos grupos fueron rechazados por el CDC como casos que no hab´ian sido

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cuidadosamente estudiados . Ello ha podido retrasar, una vez m´as, el estudio sistem´atico de otras formas de contagio, con el consiguiente precio de una mayor expansi´on de la enfermedad. Dada la in?uencia que ejerce el CDC en las pol´iticas sanitarias de los pa´ises occidentales y la excesiva rigidez que demuestran en la valoraci´on de los factores que inciden en la transmisi´on del virus, el CDC podr´ia contribuir a retardar la aplicaci´on de una precoz y e?caz prevenci´on por parte de los distintos gobiernos. Y es de destacar que las medidas preventivas son la ´unica arma de que se dispone, hoy d´ia, para luchar contra el SIDA, a falta de una vacuna e?caz y de alg´un tipo de tratamiento curativo. La OMS En lo que a la OMS respecta, hay que se nalar que se le ha delegado un importante papel en la prevenci´on y control del SIDA, especialmente en los 6 pa´ises del Tercer Mundo. En este marco, la O?cina Regional de la OMS en Africa es la que lleva desde hace d´ecadas la iniciativa sanitaria en este continente. Y cito al respecto del referido informe de Inteligencia: Sin embargo, pese a las campa nas sanitarias realizadas en Africa durante a nos, no parece que la OMS haya sido capaz de detectar, o al menos informar, de la existencia en A?rca Central de una extra na epidemia, el SIDA, que desde hace unos 15 a nos est´a extendi´endose por toda el Africa Subsahariana. No fue hasta 1983, dos a nos despu´es de detectar el primer caso en EEUU, que se diagnosticaron los primeros casos en Africa. Estos casos tampoco fueron descubiertos por los servicios de la OMS, sino por un equipo de epidemi´ologos belgas y franceses que viajaron a Centro´africa para averiguar si en esta zona tropical estaba presente el SIDA. En una sola semana descubrieron 35 casos en un solo hospital del Zaire. El no haber sabido detectar el nacimiento y expansi´on, durante 15 a nos, de una epidemia tan grave como la del SIDA es sorprendente. En octubre de 1985 el Dr. Sergei K. Litvinov, epidemi´ologo ruso especialista en enfermedades transmisibles africanas que ostentaba el cargo de secretario adjunto al director general de la OMS en Ginebra, y a cuya direcci´on estaban las principales divisiones y subdivisiones de la OMS para la vigilancia, control y supuesta prevenci´on de todas las enfermedades transmisibles inclu´ido el SIDA declar´o a un semanario que todo ha sido un p´anico y una exageraci´on proveniente del pa´is originario del SIDA, es decir, EEUU . El Dr. F. Assad, que dirige la secci´on espec´i?ca de lucha contra el SIDA en la sede central de la OMS en Ginebra, declar´o a la Prensa en esa misma ´epoca: Mi reacci´on respecto al miedo al SIDA es que ´esta es una enfermedad, y que quien no utilice ciertas pr´acticas no la va a contraer. Lo m´as importante es un buen sistema de informaci´on, es decir, abstenerse de ciertas pr´acticas sexuales y de drogas. ¡Eso es todo! Es de ese tipo de enfermedades que uno va a su encuentro. Es dif´icil adquirirla. Se tiene que trabajar duro para lograrlo. Todo el mundo es libre de especular, pero la gente responsable deber´ia controlarse a s´i misma. No deber´iamos tener p´anico . Estas declaraciones realizadas por un responsable de una instituci´on como la OMS, cuya principal funci´on es la informaci´on directriz, la educaci´on y prevenci´on estrat´egica sanitarias, pueden considerarse como irresponsables si se tiene en cuenta que para esa fecha, octubre del 85, ya se ten´ian datos como los siguientes: 7 El 20% de casos de SIDA en Africa afecta a ni nos. Cada d´ia nace en Nueva York un ni no con SIDA. Exist´ia en el mundo occidental al menos un 6% de casos de SIDA de los que no se conoc´ia la posible causa de su contagio. Sirvan estas pinceladas para que el lector comprenda que las opiniones de organismos de prestigio mundial como lo son por ejemplo los citados (OMS

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y CDC), no responden siempre, necesariamente, a un esp´iritu de progreso cient´i?co transparente. Bertrand RUSSELL Para no perder de vista en ning´un momento la posibilidad expuesta sobre el origen y la ?nalidad de la pandemia del SIDA, as´i como sobre lo que se estuvo ensayando en Espa na en 1981 con el triste resultado del S´indrome T´oxico con vistas a una aplicaci´on masiva en el futuro en esta u otra ´area del globo, cabe tener bien presente lo que Bertrand Russell dej´o escrito en la obra Impacto de la Ciencia en la Sociedad: Actualmente la poblaci´on del mundo se est´a incrementando en unos 85.000 individuos por d´ia. La guerra, hasta ahora, no ha tenido un gran efecto en este incremento, que ha ido continuando a trav´es de cada una de las guerras mundiales. . . La guerra, hasta ahora, no ha sido efectiva en este aspecto. . . Pero tal vez la guerra bacteriol´ogica llegar´a a ser efectiva. Si una Muerte Negra se extendiera por el planeta, una vez por cada generaci´on, los supervivientes podr´ian procrear libremente, sin llenar excesivamente el planeta. Para valorar debidamente esta re?exi´on, cabe tener presente que Bertarnd Russell fue un intelectual org´anico , que trabajaba para el Departamento de Guerra Psicol´ogica del Foreign O?ce. Lo grave es que las elucubraciones de Russell, son hechos tr´agicos hoy en d´ia. Por si alguien lo duda, volvamos al informe Global 2000 : Toda la argumentaci´on en que se basa es una falacia. No hay ninguna correlaci´on entre recursos naturales y potencial demogr´a?co, por la sencilla raz´on de que no existen recursos naturales como tales, dado que son la ciencia y la tecnolog´ia las que de?nen los recursos. Si las tecnolog´ias modernas disponibles se empleasen en las regiones atrasadas del mundo, es evidente que generar´ian los recursos requeridos por la poblaci´on prevista para el a no 2000. 8 Y ¿c´omo llega este informe a unas previsiones tan siniestras? Pues excluyendo precisamente toda difusi´on de las tecnolog´ias agroindustriales modernas en el tercer mundo, excluyendo toda posibilidad de un verdadero desarrollo econ´omico de estos pa´ises, y excluyendo todo desarrollo econ´omico que pudiera darse m´as all´a de su actual estado. Sobre esta intenci´on pol´itica, planteada como axioma, se ha levantado el andamio de esas previsiones de superpoblaci´on; es decir, que en el a no 2000 una econom´ia mundial fatalmente estancada, e incluso en franco declive, no permitir´a vivir a 2.400 millones de seres humanos, que por lo tanto sobrar´an. Un horrible genocidio a escala internacional As´i, este informe dirigido al presidente de los Estados Unidos intenta justi?car, con gran abundancia documental, la contradicci´on de que el orden mundial que persigue la Trilateral, pase por un horrible genocidio a escala internacional. Ya en 1965 se constituy´o una comisi´on especial, llamada Agenda para el a no 2000 , en la que participaron futuros dirigentes de la Comisi´on Trilateral como Zbigniew Brzezinski y Samuel Huntington. Este grupo public´o un informe que apelaba al control demogr´a?co en el Tercer Mundo. El mismo a no, el futuro trilateralista George Bell, entonces subsecretario de Estado para asuntos econ´omicos, nombr´o a un responsable demogr´a?co en el Departamento de Estado, a la cabeza de un equipo encargado de estudiar los medios de reducir la poblaci´on. Cyrus Vance y Richard Gardner, este ´ultimo tambi´en futuro trilateralista, formaban parte de este equipo, que precedi´o directamente a la O?cina de Asuntos Demogr´a?cos creada en 1967 en el Departamento de Estado. En 1969, Henry Kissinger tomaba el control del Consejo Nacional de Seguridad y del Departamento de Estado, y bajo su petici´on el entonces presidente Richard Nixon estableci´o una Comisi´on para el Crecimiento Demogr´a?co, cuya direcci´on fue con?ada a Laurence Rockefeller. En un informe de 1972, esta comisi´on apelaba a un crecimiento demogr´a?co cero, tanto en

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los Estados Unidos como en el resto del mundo. Paralelamente, la O?cina de Asuntos Demogr´a?cos del Departamento de Estado inici´o en 1970 la publicaci´on de una serie de estudios que anticipaban directamente el Informe Global 2000. A continuaci´on, Kissinger tom´o dos medidas para institucionalizar esta pol´itica de plani?caci´on del genocidio. En 1975 cre´o el grupo indicado sobre la pol´itica demogr´a?ca en el seno del Consejo Nacional de Seguridad y reorganiz´o el Departamento de Estado a nadi´endole un nuevo servicio: el 9 de la O?cina de Oc´eanos y Asuntos Internacionales, Cient´i?cos y del Medio Ambiente. Esta o?cina tiene la misi´on de supervisar las transferencias de tecnolog´ia al Tercer Mundo. Por iniciativa de Brzezinski y de Vance, el presidente Jimmy Carter encarg´o a esta o?cina la preparaci´on y redacci´on del Informe Global 2000. Participaron en la elaboraci´on del informe varios bloques pensantes anglo-norteamericanos de la vanguardia del movimiento neomaltusiano abogados del pensar lo impensable para reducir la poblaci´on del planeta , como la rama norteamericana del World Wildlife Fund, Draper Fund y Population Crisis Comittee. La manera m´as e?caz: fomentar el hambre y las enfermedades En 1981 el jefe del servicio de Am´erica Latina de la O?cina de Asuntos Demogr´a?cos del Departamento de Estado, Thomas Ferguson, declar´o a la publicaci´on de Inteligencia EIR que lo estaba interrogando sobre la pol´itica del secretario de Estado Haig respecto a Am´erica Central: Una vez que la poblaci´on escapa a todo control, se impone un gobierno autoritario, incluso fascista, para reducirla. Esto interesa solamente a los expertos en reducir la poblaci´on con ?nes humanitarios. En El Salvador no hay sitio para tanta gente. Consideren tambi´en el Vietnam. Hemos estudiado el asunto. Aquella regi´on estaba tambi´en superpoblada y planteaba un problema. Pensamos que la guerra har´ia descender los ´indices de crecimiento y nos equivocamos. Para reducir r´apidamente y de manera efectiva la poblaci´on, es necesario que todos los hombres sean movilizados para el combate y que se mate a una gran cantidad de mujeres en edad de procrear. Mientras tengan ustedes un gran n´umero de mujeres en edad de procrear, tendr´an un problema. En El Salvador se mata un peque no n´umero de hombres y no a las su?cientes mujeres para que ello tenga una in?uencia sobre la poblaci´on. La manera m´as r´apida de reducir la poblaci´on es el hambre, como en Africa, o la enfermedad, como la Peste Negra. Lo que podr´ia suceder en El Salvador es que la guerra desorganizara la distribuci´on de los alimentos. Entonces, la poblaci´on se debilitar´ia y habr´ian enfermedades y escasez. En este momento, podr´ian ustedes crear una tendencia a la baja r´apida de los ´indices demogr´a?cos. De otro modo, la gente se reproduce como animales. William Paddock, consejero del Departamento de Estado bajo Kissinger y Vance, declar´o por su parte durante un seminario organizado en el mismo a no de 1981 por la Georgetown University, y hablando en nombre del Departamento de Estado, que sobre los 4 millones de habitantes con que cuenta El 10 Salvador, 3,5 podr´ian eliminarse si la violencia y la guerra civil continuasen, lo cual es la ´unica soluci´on al problema de la superpoblaci´on . El a no 1981 en que se efectuaban estas declaraciones cabe recordarlo siquiera a guisa de dato anecd´otico es el mismo a no 1981 en que se descubre la existencia del SIDA y en que se desencadena en Espa na el enigm´atico S´indrome T´oxico. El documento Global 2000 es maravilloso , con?ar´ia todav´ia William Paddock a la publicaci´on EIR , es excelente y ha recibido bastante m´as publicidad que la mayor´ia de estudios preparados a petici´on de la Casa Blanca. Nos hace falta un Global 2000 para el Estado para empezar a plani?car y a adaptarnos a la situaci´on que se avecina. Ser´ia bueno que nadie tuviese ning´un hijo m´as desde ahora hasta el a no 2000, pero el gran problema se sit´ua m´as all´a.

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El general Draper, presidente del Draper Fund que tom´o parte en la elaboraci´on de Global 2000, lanz´o en 1971 la propaganda en favor del modelo chino de control demogr´a?co, un control que recurr´ia a la pr´actica del infanticidio. ¿Qui´en va a eliminar el excedente de poblaci´on en tal o cual pa´is, cuando la presi´on ejercida por un n´umero demasiado grande de personas y con muy pocos recursos llegue a l´imites intolerables? , preguntaba Draper. Cuando el trilateralista Henry Kissinger era secretario de Estado, inaugur´o la pol´itica llamada de la carta china en el marco de los acuerdos secretos establecidos con los chinos, que les garantizaban la hegemon´ia del Sudeste asi´atico, empezando por Camboya. As´i pues, el Departamento de Estado norteamericano se desentendi´o del gobierno de Lin Nol y permiti´o que los Khmers Rojos, fantoches de China, se apoderaran del pa´is. El resultado de ello, que Kissinger conoc´ia con antelaci´on, o deber´ia de haber conocido, fue el genocidio de casi la mitad de la poblaci´on camboyana, de 7 millones de personas, bajo la supervisi´on de unos 10.000 consejeros chinos. No es de extra nar pues que a Cyrus Vance le est´e costando tant´isimo la paci?caci´on de los territorios de la antigua Yugoslavia. En el fondo, esa paci?caci´on no le conviene en absoluto. Andreas FABER-KAISER, 1993 MKULTRA: hacia la muerte mental Andreas FABER-KAISER Los experimentos orientados hacia la modi?caci´on del comportamiento, o lavado de cerebro, se iniciaron antes de 1939. M´as tarde fueron perfeccionados con la ayuda de sicotr´opicos tales como algunos derivados de la ergotamina. Despu´es de la Guerra las investigaciones se aceleraron culminando en el proyecto MK-ULTRA realizado cerca de Palo Alto. Pero los principios del m´etodo no son nuevos. Los ejercicios espirituales de los jesuitas corresponden al mismo tiempo de modi?caci´on del comportamiento. Algunos autores han llegado a manifestar que el propio Marx sufri´o un lavado de cerebro con la mismas t´ecnicas mientras estudiaba en Berl´in. Lo malo es que, en ´ultima instancia, algunos a vaces ya no saben para qui´en est´an trabajando realmente . Son palabras graves para ser pronunciadas por una persona tan puntualmente informada como lo es Ismael Medina. ¿Se experimenta sobre las posibilidades de aplicaci´on del control mental? preguntan a altos mandos militares en Melilla (1980), al Jefe del Estado Mayor en Madrid (1983) y a la Direcci´on General de la Guardia Civil (1983): S´i. . . s´i. . . s´i. . . es su respuesta. El eco es el mismo. Grave. La libertad mental es la m´as ´intima que nos queda y tambi´en esa nos la pueden controlar con excesiva facilidad. Este reportaje es a la vez una denuncia y un aviso. Ni Pershing, ni neutrones, ni guerra bacteriol´ogica: la guerra mental es la m´as limpia y an´onima a´un y ya act´ua entre nosotros. El protocolo de la muerte programada 14 de noviembre de 1978: Leo J. Ryan, 53 a nos, 5 hijos, miembro dem´ocrata de la C´amara de Representantes, desembarca en Georgetown, capital de la Guayana, junto con sus ayudantes, varios periodistas y unos abogados de la secta de los templarios del pueblo. El n´umero dos de la embajada norteamericana, Richard Dwyer, los acompa na a Jonestown. All´i mantienen una entrvista con Jim Jones. Los testimonios acusadores que recogen son abrumadores y una veintena de ?eles se acogen a la protecci´on de Ryan y le piden ser repatriados a Estados Unidos. 1 El s´abado 18 de noviembre, el grupo abandona Jonestown y acude al aeropuerto de Port Kaituma, donde les esperan unos aviones. Repentinamente se produjo el ataque saltan unos hombres que abren fuego, matando a cinco personas entre las que se cuenta Leo Ryan, e hiriendo a otras diez. Dos d´ias m´as tarde 900 cad´averes conforman el terror´i?co broche ?nal de un ensayo mental de la Inteligencia norteamericana. Trampa deliberada A no y medio despu´es, los hijos del diputado decidieron presentar una denuncia contra el Gobierno norteamericano. De la instancia presentada ante

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la Corte del Distrito Norte de California por su abogado, Marvin E. Lewis, se deduce que el Departamento de Estado estaba perfectamente al corriente de las actividades oscuras de Jim Jones en el campo de experimentaci´on de Jonestown. Retrocedamos al origen de los hechos: en agosto de 1977 la revista New West de San Francisco publica una investigaci´on de Marshall Kildu? y Phil Tracy denunciando las pr´acticas de James Warren Jones, para los amigos Jim Jones. Diez antiguos miembros de la secta contaban all´i las torturas, las extorsiones de fondos, las amenazas de muerte. El lugartenientegobernador Mervyn-Dymally intenta obligar a los periodistas a interrumpir su investigaci´on, lo que contribuir´a a su fracaso electoral en noviembre de 1978. Proyecto de suicidio colectivo M´as adelante, reemprende la investigaci´on el San Francisco Examiner y revela que varios centenares de adeptos han sido obligados a entregar sus bienes a Jones. Deborah Berkeley logra escapar de Jonestown y narra a unos reporteros de San Francisco Chronicle las condiciones de vida en la comunidad de la selva de la Guayana. Revela adem´as, por vez primera, la existencia de un proyecto de suicidio colectivo. Es entonces cuando interviene Leo J. Ryan. En Washington pide repetidas veces al Departamento de Estado informaciones sobre el People s Temple de la Guayana. Le responden que la colonia de Jonestown no ha sido objeto de ninguna investigaci´on, y que las altas esferas no disponen de ninguna noticia al respecto. Ryan decide actuar entonces en el marco de la C´amara de Representantes. A petici´on prop`ia, es nombrado jefe de una Misi´on del Gobierno de los Estados Unidos encargada de investigar las alegaciones de malos tra2 tos in?ingidos a ciudadanos norteamericanos en la colonia de Jonestown, en Guayana . Misi´on o?cial, a cuyo t´itulo todos los servicios gubernamentales estaban obligados a aportarle su ayuda, a transmitirle sus informaciones y a asegurarle su seguridad. Sentenciado por la CIA En la documentaci´on aportada por los hijos de Ryan se acusa nominalmente a John Brushnel, que era entonces adjunto a la subsecretar´ia de Estado para los Asuntos Interamericanos; a Richard McCoy, en aquella ´epoca c´onsul general de los Estados Unidos en Georgetown; y a John Burke, agente consular. De Richard McCoy dir´ia en su d´ia Hoding Carter, portavoz del Departamento de Estado, re?r´iendose a los d´ias de la matanza, que hab´ia desempe nado su tarea conforme a las m´as severas exigencias profesionales y morales . De la denuncia de los hijos de Ryan se desprende que McCoy estaba informado de lo que estaba sucediendo en el campo de Jim Jones, y de que adem´as del Departamento de Estado, tambi´en la CIA estaba perfectamente al corriente de lo que hac´ia el People s Temple. Uno de sus agentes, Philip Blakley, viv´ia en Jonestown, donde se hab´ia convertido en uno de los hombres de con?anza de Jim Jones, mientras que Richard Dwyer, el mismo que acogi´o a Ryan y lo acompa n´o a Jonestown, era un agente de la central de interligencia norteamericana. En el documento judicial de Marvin E. Lewis puede leerse textualmente que la acusaci´on de los hijos de Ryan se funda en el hecho de que los agentes citados trabajaban por cuenta del Departamento de Estado y de la CIA con el ?n de utilizar la colonia de Jonestown como campo de experimentaci´on del control mental en el marco de las investigaciones emprendidas por la CIA en el programa MK-Ultra . MK-ULTRA El esc´andalo del control mental estall´o en los Estados Unidos en 1975, tras el suicidio de Frank Olson, quien dos a nos antes se hab´ia defenestrado desde el d´ecimo piso de un edi?cio de Manhattan, aparentemente a consecuencia de un ataque de locura. Sorprendi´o en aquel entonces que el Consejo General de la CIA declarara que Olson hab´ia muerto en acto de servicio . El suicidado era qu´imico al servicio del ej´ercito y estaba participando en investigaciones secretas sobre los efectos del LSD en el cerebro humano, para conocer el

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modo de empleo de alucin´ogenos durante los interrogatorios. Una comisi´on del Congreso ante la que fue obligado a declarar el almiran3 te Stans?eld Turner, director entonces de la CIA y amigo personal de Jimmy Carter, revel´o que estos experimentos hab´ian formado parte de un programa secreto sobre el control mental, bautizado como MK-Ultra. El caso del People s Temple indica que Jim Jones habr´ia participado en dicho programa. De los Panteras Negras al fascismo As´i, sorprendieron algunos aspectos en lo que se refer´ia a las implicaciones pol´iticas. Es evidente que all´i no se experiment´o solamente con la comunidad del Templo del Pueblo, sino que previamente se oper´o tambi´en con ´exito un cambio de personalidad en la ?gura de su l´ider. A ?nales de los a nos 50, Jim todav´ia alimentaba y procuraba empleo y ropa a quienes nada ten´ian. Luego fund´o una colonia de protecci´on contra la guerra nuclear en California. En 1970 mont´o en San Francisco una iglesia que ofrec´ia trabajo y ayuda a los necesitados; instalaciones hospitalarias, una guarder´ia, una carpinter´ia, una imprenta. Contact´o con Angela Davis, con los Panteras Negras que vieron como su ´idolo George Jackson era asesinado por un guardi´an de la prisi´on de San Quint´in, con el jefe indio Dennis Banks. Luego puso todo su entusiasmo al servicio de la campa na electoral de Jimmy Carter, pero no conven´ia, naturalmente, y salt´o. Ya fuera, en la Guayana, se oper´o su cambio subliminal. Una creciente man´ia persecutoria se adue n´o de ´el. tem´ia que su Jonestown fuera desmantelado por la fuerza, encarcelados los negros y aniquilados por la CIA los blancos. Para no caer en esas garras se impon´ia en ´ultimo extremo el autoaniquilamiento. A ese ?n encamin´o a sus seguidores y ese ?n de ensayo lleg´o inexorablemente. Antirracista, antifascista, Jim Jones acab´o aplicando las m´as rigurosas reglas dictatoriales en su campo de concentraci´on y ?nalmente el exterminio. Una labor exquisita en dos niveles el individual y el colectivo de los especialistas de la inteligencia mental norteamericana, desrrollada a partir del proyecto MK-Ultra. La historia empieza en Budapest Esta primera operaci´on de control mental, de la que derivan las actuales investigaciones en este campo, dur´o de 1952 a 1965, cost´o mil quinientos millones de pesetas e involucr´o a 185 sabios que en estricto secreto llevaron a cabo 149 experimentos diferentes en 44 universidades e institutos, 15 fundaciones y laboratorios, 12 hospitales y 3 penitenciar´ias. Comenz´o en 1949, cuando el cardenal Midszenty, ante la sorpresa general, 4 reconoci´o los cargos que le fueron imputados por los jueces de Budapest. El primado de Hungr´ia hab´ia sido sometido a un lavado de cerebro. Al principio declar´o el director de la CIA Stanley Turner el 3 de agosto de 1977 ante el Congreso el proyecto MK-Ultra fue un programa defensivo para saber c´omo hab´ian conseguido los sovi´eticos y sus aliados controlar el cerebro humano mediante drogas o el lavado de cerebro. Pero ya en los a nos 50 los objetivos convirtieron el proyecto en ofensivo . Un psiquiatra de la Cornell University, amigo del entonces director de la CIA Allen Dulles, cre´o la Society for Investigation of Human Ecology (Sociedad para la Investigaci´on de la Ecolog´ia Humana), tapadera de la CIA y en cuyo marco se experimentaron todas las t´ecnicas posibles del programa MK-Ultra. Suprimir la memoria Se buscaba ahora la provocaci´on de la amnesia a voluntad, para conseguir interrogar a un esp´ia enemigo sin que ´el ni sus superiores advirtieran que hab´ia revelado sus secretos, al tiempo que se lograr´ia suprimir datos comprometedores de la memoria de los agentes propios antes de enviarlos a misiones en pa´ises enemigos. Lo mismo valdr´ia para borrar la informaci´on acumulada cuando cesaran en el servicio activo. Entre los documentos que se dieron a conocer en 1977 ?gura la contrataci´on de un mentalista profesional, John Mulholland, fallecido en 1970. Un portavoz de la CIA declar´o que recurr´iamos a ´el cada vez que un

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acontecimiento rebasaba los l´imites de nuestro entendimiento y pod´ia tratarse de un recurso de magia . Mulholland lograba desviar la atenci´on de un sujeto, oblig´andole a mirar en la direcci´on que ´el deseaba, gracias a sus poderes hipn´oticos. En 1953 se le pagaron 3.000 d´olares por redactar un manual de manipulaci´on para la CIA. De acuerdo con los t´erminos del contrato de este Subproyecto n o 4 o MK-Ultra, el manual servir´ia para administrar inadvertidamente a cualquier indiv´iduo no importa que sustancia s´olida, l´iquida o gaseosa . Los coreanos lavan mejor En cuanto al lavado de cerebro, alcanz´o poco antes su ´exito de?nitivo en manos de los especialistas de Corea del Norte, que marcaron la pauta para el resto de equipos que en todo el mundo practican este sistema de despersonalizaci´on. Se siguen diez fases b´asicas: 1. Destrucci´on de la identidad del individuo. 5 2. Insinuaci´on de su culpabilidad general. 3. Incitaci´on a la denuncia de s´i mismo. 4. Instauraci´on de un clima de inseguridad. 5. Clemencia aparente y proposici´on de perd´on. 6. Incitaci´on a confesarse. 7. Insinuaci´on de su culpabilidad. 8. Autocr´itica por deducci´on l´ogica de su culpabilidad. 9. Armonizaci´on de los puntos de vista entre las dos posiciones. 10. Acabado del cambio del sujeto. De esta forma, se le lleva a condenarse a s´i mismo sin que se ejerza verdadera violencia sobre ´el, oblig´andolo a analizar de forma l´ogica a partir de un punto de vista err´oneo. Si analizamos bien este sistema, cabr´ia imputarles semejante pr´actica igualmente a las sectas dominantes y hasta convendr´iamos en que los coreanos bebieron en c´alices sagrados: los conceptos de la culpabilidad y de la autoanulaci´on como premisas para la puri?caci´on y el cambio de personalidad que deben conducir a la pretendida liberaci´on o sublimaci´on espiritual del individuo, subyacen en toda doctrina religiosa importante. In?ltraci´on mental En lo que respecta a los rusos, maestros en la investigaci´on de las posibilidades que ofrece la mente humana, para lo cual est´an en estos momentos logrando vertiginosos avances en el conocimiento de la composici´on de la sustancia de nuestra memoria, cabe decir que el Estado Mayor sovi´etico dispone de una central de informaciones que opera bajo las siglas GRU y cuenta con una red de 30.000 agentes diseminados por los pa´ises occidentales y del Tercer Mundo. Los objetivos de esta red consisten en la preparaci´on de la injerencia rusa en los asuntos occidentales a escala planetaria, mediante la manipulaci´on de la opini´on por una parte, y por otra en el intento de apropiaci´on de los progresos de la investigaci´on de los pa´ises occidentales, especialmente en las ´areas de aeron´autica, comunicaciones, inform´atica avanzada e ingenier´ia militar. El procedimiento se basa en la gravaci´on en la memoria subliminal de la documentaci´on que se pretende obtener, en el marco de una programaci´on 6 hipn´otica cuyas claves de reconversi´on solamente conocen los inductores del agente programado. Director de este grupo de control y condicionamiento mental es el general Piotr Ivanovitch Ivashutine, quien dirige un grupo que llega a aplicar aut´enticas t´ecnicas de in?uencia m´agica en la poblaci´on. Las tentativas por convertir al ser humano en mu neco que responda inadvertidamente a determinados impulsos, seguir´an siendo objetivo prioritario de cuantos pretenden dominarnos. Ah´i est´an, en esa l´inea de condicionamiento mental, los de otra forma inexplicables suicidios simult´aneos de varios componentes de la fracci´on del Ej´ercito Rojo (RAF) en la prisi´on de Stuttgart/Stammheim.

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El individuo humano, desde el momento en que se integra en una comunidad arm´onica de cong´eneres, puede llegar a perder f´acilmente sus convicciones individuales, y pasar a asimilar el sentir global del grupo arm´onico del que forma parte y del que pasa a ser una c´elula m´as sin personalidad propia. Esta c´elula puede, en cualquier momento, cuando concurran en el preciso instante las circunstancias ´optimas, transformarse en brazo ejecutor de una acci´on tremendamente nefasta, con el agravante adem´as de estar´intimamente convencido de estar haciendo el bien. Otro ejemplo, a menor escala, ser´ia acaso el del grupo de Charles Manson en su cruzada contra Sharon Tate. En aras de la investigaci´on, yo mismo me v´i involucrado en 1982 en Florida en una espiral de condicionamiento mental que me demostr´o, el insospechado grado de efectividad que podr´ia llegar a generar un encauzamiento subliminal correctamente dirigido, a un grupo homog´eneo de personas. En tales circunstancias, lo de la Guayana es perfectamente comprensible y realizable. Y recientemente est´abamos asistiendo a la inconcebible integraci´on de Shannon Jo Ryan, una de las hijas del diputado sacri?cado en la Guayana, a la secta del hind´u Bhagwan Shree Rajnesh, que est´a cobrando auge inusitado en el Oreg´on. Se sigue experimentando con seres humanos. El precio en vidas no importa. Luche cada cual, en su parcela personal, por no perder su ´ultima libertad: la mental. c Andreas FABER-KAISER, 1987

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