La homosexualidad no es una enfermedad; no es algo que se pueda contagiar con un roce de manos, un beso, o simplemente intercambiando miradas. No es un problema mental, algo que se puede arreglar con una terapia en un psicólogo, ni con pastillas antidepresivas. Ser homosexual no es algo que va a acabar con la raza humana, ni algo potencialmente peligroso para el planeta (como la contaminación, el calentamiento global, etc.). Es algo que viene desde años y años atrás, no es un tema reciente. Solamente se ven más personas en estos últimos años que se declaran abiertamente homosexuales, por el hecho de que antes la sociedad era más conservadora y cerrada, por lo que les daba miedo decir “Soy homosexual”, “Soy bisexual”, etc. Según el artículo 42 de la Constitución de 1991, una familia se constituye por vínculos naturales o jurídicos (llámese matrimonio, unión libre o convivencia por más de dos años), lo cual permite que legalmente haya la posibilidad de conformación de un hogar.