La Economía Social y Solidaria1 Por Alejandro Martínez Serrano Concepto y teoría En 1848 Karl Marx y Federico Engels sostuvieron que la población se ha aglomerado en la capital, ahí se han centralizado los medios de la producción y la propiedad se ha concentrado en algunos pocos. Los trabajadores, que tienen que venderse pedazo a pedazo, no son más que una materia, como cualquier otra materia, y por lo tanto son víctimas de los cambios de la competencia y de la volatilidad del mercado.2 Las poblaciones de esos países industrializados reaccionaron ante tal situación creando numerosos grupos de autoayuda, asociaciones y cooperativas. Los gobiernos de esos países entendieron rápidamente el desafío político que arrostraban. Para controlar a esos grupos y estabilizar el sistema proporcionando seguridad legal a través de su registro, promulgaron leyes acerca de las asociaciones, las cooperativas, etcétera. La legislación de la seguridad social y del trabajo que pronto se convertiría en el soporte legal de las estructuras se conocería como Estado de bienestar. Ahora la descripción de Marx y Engels es válida para todos los países. El Estado de bienestar se está haciendo añicos. Su creación ya no es la preocupación
primordial
de
la
política
del
desarrollo.
La
aglomeración/urbanización ha alcanzado un grado sin precedente en todo el mundo. En especial, las tecnologías de la comunicación y la desregulación de los mercados permiten que los medios de producción y el patrimonio se concentren en el planeta en las manos de cada vez menos personas y entidades anónimas. La producción del conocimiento, que ha sustituido a las mercancías y a los servicios como impulsores de la economía, se concentra en compañías conductoras de capitales. Los resultados de la producción del 1
Ponencia presentada en el XIV Congreso 2008 “Canadá frente a los desafíos de la geopolítica multipolar emergente”, organizado por la Asociación Mexicana de Estudios sobre Canadá, A.C., del 8 al 10 de octubre del 2008, en la Universidad del Valle de Atemajac, Guadalajara, Jalisco. 2 Veáse Karl Marx y Friedrich Engels, Manifiesto del Partido Comunista
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conocimiento se patentan y los derechos de patente son excluyentes para todos, pero sus poseedores los utilizan junto con los recursos naturales de donde esas patentes suelen derivarse. Es conocido que la separación entre trabajadores y medios de producción y la separación entre unidades productivas configuran el núcleo central del funcionamiento del modo de producción capitalista. En función de la primera separación se establece un modo contractual que asegura la subordinación de los vendedores de la fuerza de trabajo respecto a los propietarios de los medios de producción. En función de la segunda separación las unidades productivas se articulan entre ellas de tal manera que configuran la civilización capitalista.3 Las palabras no son más que rótulos de las cosas. Un filósofo ha llegado a decir que cualquier rótulo es conveniente, en la medida en que nos pongamos de acuerdo acerca de él y lo usemos de manera consecuente. La botella contendrá exactamente la misma sustancia, aunque peguemos en ella un rótulo distinto, así como la cosa sería la misma aunque usemos una palabra distinta para designarla.4 Para identificar el concepto de Economía Social y Solidaria (ESS) analizaremos una serie de opiniones de autores destacados sobre esta temática. De acuerdo con Luís María Álvarez la economía social busca: •
Promover el empresariado social mediante la información y la educación – más adelante veremos que en el caso de Mondragón esos dos han sido factores de éxito.
3
Antxon Mendizábal Echave, “Organización del trabajo y economía social”, Baleren Bakarkoa Azurmendi, et al, Estudios sobre economía social y derecho cooperativo, Madrid, España, Pons ediciones jurídicas y sociales, 1999, p. 13. 4 Citado por Luís Armando Carello, “La cooperación y la Economía social en el mundo”, Jornadas de estudio sobre Universidad, cooperativismo y economía social, Madrid, Centro de Publicaciones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1984, p. 19 y 20.
2
•
Generar centros de apoyo y asesoramiento, pues recordaremos que se trata de microempresas.
•
Mejorar las condiciones de financiamiento a este tipo de empresas.
•
Integrar esas empresas en el desarrollo local, sin perder de vista las posibilidades de intervención en el ámbito global y, en esa escala, promover también la coordinación y la integración de empresas de economía social.
•
Reforzar la representación institucional.
•
Apoyar el desarrollo de redes por las mismas razones, e integrarlas en el diálogo social.5
Howard R. Bowen define la economía social como: El uso óptimo de los medios de producción. El concepto de economía cuando se aplica a los asuntos de una sociedad, es muy similar a la aceptación común que se le otorga al término economía, tal como se utiliza con los asuntos personales o en los negocios. De ordinario, se entiende por economía, la serie de acciones destinadas a evitar la pérdida, o el uso no cuidadoso, de bienes y recursos.6 De acuerdo con Hagen Henrÿ podemos contar con una definición descriptiva de la economía social, de la siguiente manera: Lo que une a la gente que se cataloga como trabajando en o para la economía social es su rechazo de la vía del “dinero solamente” cómo una forma de satisfacer sus necesidades, lo cual se traduce en su desgano de aceptar que más necesidades siguen insatisfechas. Y ello de forma especial en los sectores de la salud y de servicio social, 5
Luís María Álvarez, Conferencia magistral pronunciada en el II Foro Internacional de Economía Social y Solidaria organizado por Programa Nacional de Apoyo para las Empresas de Solidaridad. Mimeo, México, 2004, p. 29. 6 Howard R. Bowen, Hacia una economía social, México, Gernika, 1999, p. 132.
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donde crece la deshumanización y los procedimientos burocráticos se resienten cada vez más.7 Por otra parte, Juan C. Herrera y Norma E. Pimienta nos explican que el concepto de economía social debería orientarnos hacia una estrategia de integración productiva que aquellos actores más afectados por la reconversión del sistema laboral, promoviendo su reinserción a través de herramientas de capacitación y formación profesional.8 En tanto que para Nancy Neamtan, Présidente du Chantier de l’économie sociale de Québec, Canadá, se pueden establecer que: The social economy consists of an ensemble of activities and organisations, emerging from collective enterprises, that pursue common principles and shared structural elements: •
The objective of the social economy enterprise is to serve its members or the Community, instead of simply striving for financial profit;
•
The social economy enterprise is autonomous of the State;
•
In its statute and code of conduct, it establishes a democratic decision-making
process
that
implies
the
necessary
participation of users and workers; it prioritises people and work over capital in the distribution of revenue and surplus; •
Its
activities
are
based
on
principles
of
participation,
empowerment, and individual and collective responsibility.9 7
Hagen Henrÿ, “La economía social y las leyes, el ejemplo de las cooperativas”, Conferencia magistral pronunciada en el II Foro Internacional de Economía Social y Solidaria organizado por Programa Nacional de Apoyo para las Empresas de Solidaridad. Mimeo, México, 2004, p. 216. 8 Juan C. Herrera y Norma E. Pimienta, La nueva empresa cooperativa. Estado, sociedad y economía solidaria. Cooperación para competir, Buenos Aires, Ediciones Macchi, 1997, p. 76. 9 Nancy Neamtan, “The Social and Solidarity Economy: Towards an ‘Alternative’ Globalisation”, ponencia presentada en el Simposium denominado Citizenship and Globalization: Exploring
4
Para Armando de Melo Lisboa: Se configura un "sector económico popular-solidario" a través de innumerables
emprendimientos
comúnmente
designados
como
Economía Popular Solidaria (EPS). (…) La EPS surge a partir de iniciativas de base comunitaria en general construidas por organizaciones vinculadas a los sectores populares. Se trata de actividades productivas que tanto se insertan en el Mercado como constituyen redes de comercialización propias (el Mercado Solidario). El campo de la EPS, basado en la pequeña empresa comunitaria, en la agricultura familiar, en el trabajo domestico,
autónomo,
en
las
cooperativas
y
empresas
autogestionarias, paulatinamente supera los desafíos del Mercado y viabiliza
(y
se
visibiliza)
su
competitividad
en
el
mismo,
constituyéndose como una alternativa desde el interior de las relaciones mercantiles. Se trata de un otro circuito económico diferenciado del mercantil-capitalista y del estatal en el cual los pobres construyen sus propias alternativas comunitarias de provisión material de su existencia a través de relaciones de solidaridad.10 Antxon Mendizábal Echave señala que: La economía social aparece como un conjunto de empresas y de proyectos alternativos que trata de articular la relación entre la lucha por la participación y la autogestión en el interior de las unidades Participation and Democracy in a Global Context, organizado por The Carold Institute for the Advancement of Citizenship in Social Change, Langara College, Vancouver, del 14 al 16 de junio del 2002 10 Armando de Melo Lisboa, Desafíos de la Economía Popular Solidaria, Mimeo, p. 1
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productivas y la lucha por una gestión democrática y participativa en el conjunto de la sociedad.11 En este sentido, en las empresas de la ESS la propiedad jurídica de los medios de producción están en manos del colectivo de trabajadores Asimismo, Marta Ochman comenta que: El concepto de la economía social surge como respuesta a la problemática de pobreza y marginación, vinculada con el desempleo que enfrentan las sociedades europeas. La afirmación fundamental de los teóricos de la economía social es que el estado benefactor ya no responde a las necesidades de la sociedad post-industrial, porque la revolución tecnológica (informática principalmente) ha provocado que el capital no necesite mano de obra para reproducirse. Este fenómeno presenta a la humanidad un nuevo reto: construir una sociedad donde el trabajo asalariado no sea el medio principal de asegurar la subsistencia. A su vez, la nueva sociedad permitiría evitar la frustración de los individuos que viven todavía efectos de la ideología de la sociedad capitalista, donde el trabajo está sometido a las leyes del mercado, y el desempleo es visto como problema de la ineficiencia del individuo, por lo cual implica la culpa y la estigmatización. La economía social pone el énfasis en que los cambios estructurales rebasan la capacidad no sólo del individuo, sino también del Estado, para responder al problema del desempleo y la subsecuente marginación.12 En este orden de ideas, Agathe Semblat opina que: 11 12
Antxon Mendizábal Echave, Op. Cit., p. 19. Marta Ochman La Economía Social: ¿una alternativa al problema del desempleo?, Mimeo, p.
1
6
La economía solidaria como nueva concepción de lo económico se apoya en multitud de factores que le confieren posibilidades de perpetuarse en el tiempo, como son el amplio abanico de iniciativas existentes; el compromiso con que aglutina a numerosos agentes, tanto del Norte como del Sur; así como el hecho de contar con estrategias de desarrollo autónomas basadas en el largo plazo. Esta capacidad de "perdurar" se presenta como una característica intrínseca de la economía solidaria, en un intento de inscribirse en la lógica del largo plazo, produciendo efectos que se prolonguen en el tiempo y ofreciendo posibilidades de estructurar la sociedad en su conjunto. La economía solidaria conlleva en sí misma el proyecto político de una nueva sociedad, que no será obra de un solo día.13 El maestro Feliz Vélez Fernández Varela en su ponencia “Nuestro Financiamiento en México” señala que: Cuando estamos hablando de economía social estamos hablando de un economía solidaria con trazos de economía solidaria mismo, entonces la economía solidaria tiene una responsabilidad profunda por la sociedad y por los ecosistemas y por esta responsabilidad profunda la cuestionan los fines de la actividad económica y también los medios de la realización de esa actividad económica en qué sentido cuestiona los fines el fin de la actividad económica es la mayor distribución posible de la riqueza esto es la finalidad distribuir la riqueza no concentrar la, si para qué para promover de manera sostenible el bien vivir de todas las personas esto toda la gente no sólo de aquellos que están vinculados a una empresa pero de toda la
13
Agathe Semblat Economía Solidaria ¿una alternativa real?, Mimeo, p. 1
7
comunidad y si así es promover el bien vivir de todos distribuyendo un de manera justa la riqueza14 En el documento “Cinco Constataciones Claves para Comprender la Realidad de la Pobreza en América Latina”, encontramos que se define a la Economía Social y Solidaria en los siguientes términos. En efecto, la economía de solidaridad no está centrada en las cosas sino en las personas, constituyendo un modo de hacer economía que pone al centro al ser humano, y al trabajo por sobre el capital, el dinero y los productos. Implica la organización comunitaria y la realización de emprendimientos asociativos, y no persigue como objetivo central la utilidad o el lucro individual sino el beneficio compartido y social. Ella no solamente supone sino que se basa de modo esencial en la organización, la solidaridad y el esfuerzo activo de los mismos grupos y comunidades que optan por ella. La economía de solidaridad no es "economicista" sino integral, constituyendo un proceso a la vez económico, político y cultural. La economía de solidaridad no rechaza el mercado, se inserta en él; pero no se funda en sus "leyes" y automatismos supuestamente objetivos que generan concentración y exclusión. Puede decirse en tal sentido que en su operar "corrige" al mercado, sustituyendo las férreas exigencias de la competencia por los superiores procedimientos de la cooperación, la ayuda mutua, la participación, la asociatividad, la autogestión, etc. La economía solidaria no es un proyecto estatal, ni se basa en la acción de los Gobiernos y organismos públicos. Aunque se relaciona con ellos y aprovecha las oportunidades que le ofrezcan los servicios públicos, su espacio de acción y desarrollo es la sociedad civil, en la cual forma parte de lo que algunos han empezado a llamar el "tercer 14
Memoria del III Foro Internacional de Economía Social y Solidaria FONAES 2006, p. 55
8
sector" de la economía. La economía de solidaridad no es exclusiva de algunos grupos sociales particulares, no se limita siquiera al extenso mundo de los pobres, sino que convoca a toda la sociedad, siendo posible que todos participen en ella. Pero es un hecho que la economía de solidaridad surge desde los sectores populares empobrecidos, y que su agente principal son las comunidades y personas que buscan salir de la pobreza mediante actividades económicas desplegadas asociativamente y con una lógica solidaria. Un componente de la economía de solidaridad son las donaciones, que ella misma suscita, las que vienen en su apoyo evitando sin embargo que se generen dependencias sino, al contrario, buscando favorecer el desarrollo de la autonomía en los grupos beneficiarios. Elementos centrales de la economía de solidaridad son la educación popular y la economía popular, que en la economía de solidaridad se relacionan estrechamente, orientándose y haciéndolas converger en experiencias de base popular que integran el desarrollo personal y la realización
de
emprendimientos
económicos
eficientes.
Las
experiencias de economía de solidaridad buscan integrar la vida familiar y comunitaria con las actividades orientadas a generar los recursos y medios económicos que las sostengan. Así, ellas otorgan especial importancia al territorio local en que se insertan las iniciativas,
buscando
siempre
favorecer
su
desarrollo
y
perfeccionamiento. En otros términos, la economía de solidaridad asume como propio objetivo el desarrollo local. La economía de solidaridad no es una propuesta coyuntural o de corto plazo, sino una perspectiva orientada hacia el futuro, destinada a permanecer en el tiempo, a crecer y perfeccionarse ampliando progresivamente el campo de sus realizaciones. Por ello no se desalienta por las dificultades encontradas en sus fases iniciales, siempre las más complejas y poco comprendidas dado un contexto tan diverso a ella
9
que incluso a veces se plantea adverso a su existencia. La economía de solidaridad procede conforme a una racionalidad económica distinta a la del capitalismo predominante, y no aprueba ni promueve el actual modelo de desarrollo, buscando por el contrario crear las bases y ser parte de un desarrollo alternativo. Si bien en sí misma la economía
solidaria
no
se
presenta
como
una
propuesta
macroeconómica ni como un "sistema" global, persiguiendo más bien la conformación de un "sector" dentro de una economía pluralista en que también ocupen un lugar y roles importantes los sectores privado y público, el proyecto de la economía solidaria no se concibe desconectado de procesos más amplios y globales de transformación y democratización económica y política. Específicamente, a nivel macroeconómico la economía de solidaridad se concibe como parte de un proceso de democratización del mercado.15 Entonces, en la ESS estamos en presencia de un conjunto de organizaciones que tiende a reconocerse entre ellas y ser reconocidas por el Estado como un sector que tiene características especiales. La economía social engloba empresas pequeñas y medianas dispersas por lo general, que carecen de una conciencia y de una estructura de grupo, determina que pertenezcan al margen de la toma de decisiones económicas y políticas. En consecuencia, podemos afirmar que poseen una reducida capacidad de influencia sobre los poderes decidores que las afectan desde la esfera empresarial. De acuerdo con lo anteriormente señalado, la ESS, puede definirse como el sistema que se crea con la integración del conjunto de entidades sociales 15
Cinco Constataciones Claves para Comprender la Realidad de la Pobreza en América Latina, Mimeo, p. 11 y 12.
10
organizadas
e
identificadas
por
prácticas
autogestionarias,
solidarias,
democráticas y humanistas para el desarrollo integral del ser humano como sujeto, actor y fin de la economía. Actores de la Economía Social y Solidaria. En el contexto emergente y en gran medida como consecuencia de la crisis del Estado de bienestar, se ha visto incentivada la referencia al concepto de economía social para significar las nuevas posibilidades de integrar sectores sociales desplazados, a los perdedores, como nuevos actores en la economía de mercado de fines de siglo, en la nueva economía de la globalización. El Estado en su actuación y reflejando las expectativas de la sociedad, tiene la misión de garantizar la libre concurrencia para que el equilibrio del mercado asigne con eficiencia los recursos entre los actores económicos. La Economía social se manifiesta en diferentes formas organizativas entre las cuales podemos resaltar las más significativas: •
Cooperativas.
•
Asociaciones Mutualistas.
•
Fondos de Empleados.
•
Precooperativas.
•
Empresas Solidarias de Salud.
•
Administraciones Públicas Cooperativas.
•
Empresas Comunitarias.
•
Empresas Asociativas de Trabajo.
•
Instituciones Auxiliares de Economía Solidaria.
•
Organismos de Segundo y Tercer Grado.
•
Sociedades Anónimas Laborales.
11
Dentro de la Economía social la forma más desarrollada y acabada de ella lo constituyen las Cooperativas en todas sus formas y dimensiones, es por ellos que dentro de los procesos de formación social haremos mayor énfasis en la Educación Cooperativa. Entre los principios generales que definen la empresa cooperativa se distinguen: •
Asociación voluntaria.
•
Gestión democrática.
•
Exclusión de la actividad especulativa.
•
Independencia de los gobiernos.16
En las historias de los actores sociales de la ESS subsisten culturas arraigadas que en momentos de crisis de la forma política concreta Estado aparecen, no porque resurjan como aves fénix de sus cenizas, sino porque en realidad han estado ahí, siempre presentes (sus formas, usos, tradiciones, prácticas, etcétera) son más que excepciones históricas o formaciones sociales anacrónicas. Se han formado, consolidado y reformado a lo largo del tiempo. Persisten no como hegemónicas, pero han construido parte de la memoria histórica. Los integrantes del tercer sector existen en forma casi abstracta, su historia no puede ser contada de forma continuada y teleológica, sin embargo, existen y sus historias son, a su vez, la otra parte de la historia que generalmente hemos conocido, sus formas, usos, tradiciones, prácticas políticas, etcétera, son más que excepciones históricas o formaciones sociales anacrónicas17.
16
Juan C. Herrera y Norma E. Pimienta, Op. Cit., p. 87. Véase Adolfo Gilly, “Globalización, violencia, revoluciones” en El siglo del relámpago. Siete ensayos sobre el siglo XX, México, Editorial íItaca-La Jornada ediciones, 2002, p.17-46. 17
12
La organización cotidiana de los actores sociales de la ESS responde no sólo a un periodo específico de crisis de la economía, sino a una manera cotidiana de ver la relación social. Lo que se deduce como identidad y resistencia no es una forma atípica de la organización social o formas revolucionarias contra la dominación son factores de reconocimiento del otro y de uno mismo. La Economía Social y Solidaria en Canadá La economía social se ha convertido en una nueva prioridad, significativa, para el gobierno de Canadá. El 12 de diciembre de 2003 el Primer Ministro encargó un trabajo acerca del desarrollo comunitario y la economía social al Departamento Federal de Recursos Humanos y Desarrollo de Habilidades Canadiense (HRSDC). Asimismo, en febrero de 2004, en un discurso desde la tribuna, el Primer Ministro indicó: “el mismo pueblo representa un poderoso recurso social y es tiempo que el gobierno federal lo reconozca. Intentamos hacer de la economía social una parte esencial del quehacer de la política social del Canadá”.18 Esto se tradujo en 162 millones de dólares canadienses de presupuesto en febrero 2004 para la creación, financiamiento e investigación, aunados al compromiso de convertir a las empresas sociales elegibles para los programas existentes. En Canadá, las empresas de economía social se consideran organizaciones que funcionan como negocios, que producen bienes y servicios, pero que operan en un esquema sin beneficios. Se trata de cooperativas, mutualidades, uniones de crédito, organizaciones no lucrativas, voluntarias, caritativas y para el desarrollo económico de la comunidad. Todas ellas destinan cualquier excedente obtenido a la búsqueda de las metas de la sociedad y la comunidad. 18
Citado por Bárbara Gosse en su Conferencia magistral pronunciada en el II Foro Internacional de Economía Social y Solidaria organizado por Programa Nacional de Apoyo para las Empresas de Solidaridad. Mimeo, México, 2004, p. 49.
13
Las empresas sociales existen a lo largo de Canadá y se han creado sobre una tradición de empresas comunitarias, cooperativas y sin fines de lucro, así como innovadoras en cuanto a enfoques. Proveen herramientas flexibles y sustentables que pueden ayudar a las comunidades a alcanzar sus propios objetivos, como son la creación de trabajo y el desarrollo de habilidades, apoyos sociales, crecimiento económico y revitalización de los vecindarios. Básicamente, el gobierno de Canadá define la economía social como la raíz del emprendedor –no como un sector que busca el beneficio—, que se basa en valores democráticos que buscan mejorar las condiciones sociales, económicas y ambientales de las comunidades y centrada en sus miembros más desfavorecidos. En este campo, por supuesto, aún hay algunos desafíos19; entre ellos, los siguientes: •
Muchas iniciativas en pequeña escala pero con una creciente cantidad de fundadores.
•
Desafíos para la creación de un ambiente propicio.
•
Quienes diseñan la política social deben todavía centrarse principalmente en la seguridad del ingreso, más que en cómo la creación de patrimonio puede complementar (no remplazar) el enfoque del ingreso.
•
Necesidad de producir más pruebas que apoyen los efectos positivos de las iniciativas que promueven la creación del patrimonio.
•
Proporcionar a la gente oportunidades para hablar acerca de sus experiencias.
•
Vencer cuestiones jurisdiccionales federales o provinciales, sobre todo las relacionadas con la asistencia social.
19
Ibidem, p. 69 y 70.
14
•
Instituciones financieras y servicios accesibles al pobre, a menudo llamado sujeto no bancario.
•
Gobiernos convencidos de que las comunidades precursoras tienen un papel crucial en el apoyo fructífero para la construcción del patrimonio a través de proveer servicios de capacitación financiera, en particular a los grupos de riesgo.
•
Las mejores políticas son las que provienen de la experiencia en materia de comunidad, para tener un papel en el debate y en las políticas, lo cual no siempre es fácil lograr.
•
Definir dónde cabe la creación del patrimonio en los campos de la burocracia del gobierno federal.
Conclusiones: La Economía Social y Solidaria se trabaja en beneficio de los miembros, los beneficiarios o los usuarios también laboran en beneficio del público, por ejemplo, creando trabajos, y cuyo objetivo final es crear nuevas relaciones entre la gente en la vida económica a través de información y educación permanente. En las empresas sociales las utilidades obtenidas son exclusivamente para la mejora de la empresa comunitaria o de los servicios a los miembros, que son independientes del Estado y autónomos, y cada uno de ellos es el centro de todo, no la inversión monetaria. También estas entidades se manejan según el principio de la democracia: un miembro igual a un voto, poseen en común una parte del patrimonio, de preferencia indivisible y tienen una forma propia de producir y distribuir el excedente de sus operaciones Bibliografía 1.
Álvarez, Luís María, Conferencia magistral pronunciada en el II Foro Internacional de Economía Social y Solidaria organizado por Programa Nacional de Apoyo para las Empresas de Solidaridad. Mimeo, México, 2004.
15
2.
Bowen, Howard R., Hacia una economía social, México, Gernika, 1999.
3.
Carello, Luís Armando, “La cooperación y la Economía social en el mundo”, Jornadas de estudio sobre Universidad, cooperativismo y economía social, Madrid, Centro de Publicaciones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1984.
4.
De Melo Lisboa, Armando, Desafíos de la Economía Popular Solidaria, Mimeo, 2005.
5.
Gosse, Bárbara, Conferencia magistral pronunciada en el II Foro Internacional de Economía Social y Solidaria organizado por Programa Nacional de Apoyo para las Empresas de Solidaridad. Mimeo, México, 2004.
6.
Hagen, Henrÿ, “La economía social y las leyes, el ejemplo de las cooperativas”, Conferencia magistral pronunciada en el II Foro Internacional de Economía Social y Solidaria organizado por Programa Nacional de Apoyo para las Empresas de Solidaridad. Mimeo, México, 2004.
7.
Marx, Karl y Friedrich Engels, Manifiesto del Partido Comunista, México, Losada, 2006.
8.
Mendizábal Echave, Antxon, “Organización del trabajo y economía social”, Baleren Bakarkoa Azurmendi, et al, Estudios sobre economía social y derecho cooperativo, Madrid, Pons ediciones jurídicas y sociales, 1999.
9.
Neamtan, Nancy, “The Social and Solidarity Economy: Towards an ‘Alternative’ Globalisation”, ponencia presentada en el Simposium denominado Citizenship and Globalization: Exploring Participation and Democracy in a Global Context, organizado por The Carold Institute for the Advancement of Citizenship in Social Change, Langara College, Vancouver, del 14 al 16 de junio del 2002.
10.
Ochman, Marta, La Economía Social: ¿una alternativa al problema del desempleo?, Mimeo, 2001.
11. Pimienta, Norma E. y Juan C. Herrera, La nueva empresa cooperativa. Estado, sociedad y economía solidaria. Cooperación para competir, Buenos Aires, Ediciones Macchi, 1997.
16