JViolencia Intrafamiliar: un mal en auge en Guatemala La violencia intrafamiliar está definida por la ley guatemalteca como cualquier acción u omisión que cause daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico o patrimonial, tanto en el ámbito público, como en el privado a todo integrante del grupo familiar y que sea causado por parientes, o convivientes o ex convivientes, cónyuge o ex cónyuge o con quien se haya procreado hijos o hijas.[1] Este es un flagelo que actualmente se agrava en Guatemala, afectando al núcleo familiar, el cual constituye la base de la sociedad y que repercute en la violencia generalizada que se da en todo el país. El sector femenino es el más afectado por el tema, durante el presente año han muerto de manera violenta un total de 337 mujeres[2], entre las cuales se incluyen 22 niñas lo cual es un reflejo de la violencia indiscriminada que se vive en la nación. A pesar que el Estado desde el año 96 aprobó la ley especifica que busca implementar las medidas para reducir la violencia intrafamiliar, pocos han sido los avances en la materia, ya que al evaluar el periodo 2008-2011 el total de denuncias recibidas por estos casos es de 240,602[3] de esta cantidad únicamente son los
dados a conocer por las denuncias presentadas pero hay muchísimos más que no se denuncian.
De acuerdo al anterior cuadro, la violencia intrafamiliar es un mal que presenta una tendencia al alza en el número de casos ya que del año 2008 al 2010 presentó un incremento del 12%, mientras que en el 2011 el número de casos aumentó un 0.3%, no obstante la información de ese año todavía no ha sido consolidada en su totalidad por parte del organismo judicial. El promedio anual de denuncias es de más de 48 mil al año. Al realizar el comparativo por cada 100 mil habitantes se observa que hay en cada año un aproximado de 400 denuncias por cada 100 mil habitantes.
En muchos casos la muerte de mujeres está relacionada con que estas han denunciado violencia intrafamiliar. Los números que proporciona el organismo judicial deben de ser tomados en cuenta por las autoridades encargadas de brindar seguridad, además de servir de indicadores al gobierno central, esto con el objetivo de articular esfuerzos e iniciativas que coadyuven al fortalecimiento de las garantías y derechos de las mujeres, especialmente en el seno de la familia, ya que esto contribuirá a que a largo plazo se logre tener una sociedad mas segura. El GAM ha visibilizado los números generales en cuanto a los casos de violencia intrafamiliar en Guatemala y hace del conocimiento público los mismos, esperando que sirvan para que se saquen conclusiones y perspectivas sobre el mal que representa esta situación, tanto las entidades gubernamentales que atienden el tema, como la sociedad en general.
Según el anterior cuadro al igual que la violencia generalizada, la violencia intrafamiliar también se encuentra centralizada, el departamento de Guatemala es el que mayor número de denuncias reporta en el año 2011, constituyendo un 33.6% del total de denuncias que a nivel nacional se han recibido, seguido
por Quetzaltenango con el 8.5%, y Escuintla con 6.5% conformando, solamente entre estos tres departamentos un 48.6% del total de denuncias, casi la mitad.
Violencia intrafamiliar y su vinculación con la violencia generalizada De acuerdo al informe de derechos humanos del GAM, hasta el mes de junio de este año han muerto un total de 2,891 personas, de las cuales en la capital murieron 1,058 seguido del departamento de Escuintla con 336, Chiquimula con 165, Santa Rosa con 147 y Petén con 1431[5]. Esto demostró que tres de los cinco departamentos más violentos del país, cuentan a la vez con los números más altos de casos de violencia intrafamiliar -Guatemala y Santa Rosa- un dato que debe de poner en alerta a todos los sectores encargados de la seguridad y a los entes oficiales que velan por la erradicación de éste mal, tal como lo es la Coordinadora Nacional para la Prevención de la Violencia Intrafamiliar y contra las Mujeres CONAPREVI- y la Secretaria Presidencial de la Mujer -SEPREM-.
Geografía de la violencia intrafamiliar.
Geográficamente se debe de identificar los lugares en donde más se registran los casos de violencia intrafamiliar, la importancia de esto radica en que de ésta manera las instituciones encargadas del tema implementen las acciones necesarias que permitan disminuir los índices que se están dando en estos territorios.
Si bien es cierto el número de habitantes que residen en cada una de las regiones del país puede incidir de manera directa en cuanto a los casos de violencia intrafamiliar, no es un factor determinante como lo demuestra el siguiente cuadro, en donde algunas regiones con mayor población en relación con otras, presentan menor cantidad de casos, como la región noroccidental y central en donde la primera cuenta con mayor población, y sin embargo posee menos casos que la segunda.
Víctimas de violencia intrafamiliar No obstante los datos presentados, es oportuno mencionar que la violencia intrafamiliar tiene su origen en el seno de la familia, de esta manera el GAM ha visibilizado las estadísticas que dan cuenta sobre el número de víctimas afectadas por la violencia intrafamiliar durante el 2011, de lo cual se concluye que en total las mujeres víctimas son 50,622 de éstas 2,740 son niñas y los hombres suman 8,323 víctimas de los cuales 2,504 son niños.
Tomando en cuenta a las mujeres en general, el grupo femenino conforma un 86% de víctimas, en contraposición al 14% del género masculino, por lo cual el GAM hace un llamado al Estado de Guatemala para que agilice la implementación de los programas encaminados a la prevención de la violencia intrafamiliar y contra la mujer, estas cifras no pueden dejar indiferente a nadie, debido a que su perpetuación repercute directamente sobre la sociedad en general.
Un reciente informe emitido por GAM detalla el comportamiento de las muertes en cada uno de los departamentos del país, el comparativo comprende únicamente los primeros 6 meses de los años 2011 y 2012, de esta cuenta se observa como sigue siendo Zacapa el departamento en donde mueren más mujeres por cada 100 mil habitantes. Otro dato importante de resaltar es como El Progreso en el 2011 su tasa era de 5 y para el 2012 en la misma cantidad de tiempo es de 0, contrario a este dato, Chiquimula de tener una tasa de 13 en 2011 sube a 19 para el 2012.
Relación social de los agresores Otro dato importante es establecer el origen que tienen estas agresiones, en cuanto al ámbito de las relaciones sociales en que los individuos se desarrollan y en los cuales tiene lugar la violencia intrafamiliar, de ahí que se pueda educar en la prevención o la denuncia dependiendo el grado de violencia que se esté sufriendo.
Ante la gravedad de los números, el Estado debe de responder de manera efectiva, tanto a las víctimas como al momento de impartir justicia a los responsables de agresiones que tienen lugar en el ámbito de familia, esto con miras a reducir los índices de
agresividad, y por ende prevenir la violencia en el ámbito público, en sus diversas manifestaciones. Pero la prevención de la violencia intrafamiliar no es prioridad estatal, puesto que la inversión que se hace es muy baja, otorgando presupuestos paupérrimos a entidades cuya naturaleza es la erradicación de la misma, tal como lo muestra el siguiente cuadro.
Guatemala asignó únicamente el 0.07% del total de su presupuesto para el año 2012 a estas entidades, cuyo ámbito de trabajo es la prevención de la violencia intrafamiliar, un mal que solamente el año pasado afectó a 58,945 personas, este presupuesto representa una cantidad demasiado baja para disminuir uno de los problemas que se encuentra en auge y estrechamente relacionado a la violencia generalizada que se da en el país. La baja ejecución presupuestaria que han realizado estas tres entidades también afecta directamente su accionar, situación que provoca la baja asignación presupuestaria con la que cuentan, además de convertirlos en entes susceptibles a debilitaciones en el transcurso del año fiscal. Durante el periodo 2008-2011 han sido afectadas 262,485 personas por violencia intrafamiliar, de éstas 36,229 son hombres -entre ellos 12,868 niños- y 226,256 mujeres incluyendo 12,658 niñas. Las cifras de víctimas ponen de manifiesto la desigualdad que las mujeres continúan sufriendo en Guatemala, el goce de derechos continúa siendo desigual entre hombres y mujeres, no es casualidad
que el país se encuentre en el puesto 109 de 134 países evaluados en cuanto a equidad de género2[7]. Femicidio en Guatemala En el año 2008 se aprobó el decreto 22-2008 Ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer, un instrumento jurídico que busca proteger los derechos de las mujeres. A pesar de que ya se han emitido sentencias de conformidad con ésta ley, el país se encuentra en un proceso de adopción de la ley, es por eso que el aumento de denuncias en casos de violencia intrafamiliar es un paso importante y positivo en la erradicación de las agresiones en la familia, debido al valor de la denuncia y la valentía demostrada por quienes se han atrevido a denunciar. Las muertes de mujeres de manera violenta no significan que estas sean producidas por casos de violencia intrafamiliar, sin embargo es importante tomarlas en cuenta debido a que son las féminas quienes más sufren en cuanto a la agresión en el ámbito de familia.
El panorama actual necesita de mucha cooperación en las instituciones de gobierno que trabajan el tema de la violencia intrafamiliar, las decisiones que busquen hacer más efectivas las normas que garantizan
el respeto a los derechos de las mujeres, deben ser tomadas lo más pronto posible, únicamente de esta manera Guatemala podrá encaminarse a disminuir la violencia intrafamiliar y más específicamente contra la mujer. Ante tal contexto, el GAM se une a las recomendaciones hechas por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos -OACNUDH- y formula las siguientes recomendaciones: 1. Fortalecer presupuestariamente a la CONAPREVI y SEPREM, para que estas puedan realizar su trabajo extendiendo la cobertura en todo el territorio nacional, velando por el adecuado y transparente uso de sus recursos. 2. Mejorar los sistemas de información estadística sobre violencia contra la mujer, ya que estos son esenciales para que el gobierno adopte las medidas pertinentes en materia de prevención de violencia intrafamiliar y contra la mujer. 3. Continuar fortaleciendo el Sistema Nacional de Información sobre Violencia en contra de la Mujer -SNIVCM-, en todos los entes que lo conforman, y permitir el acceso de manera ágil a sus datos con el objetivo de elaborar análisis que contribuyan a implementar medidas certeras en contra de la violencia intrafamiliar y contra la mujer. 4. A los órganos de justicia, a que implementen el sistema de formación de funcionarios públicos en materia de derechos de las mujeres y asegurar recursos materiales y humanos para la correcta aplicación de la Ley del femicidio y otras formas de violencia contra la mujer.
Pobreza Extrema
Es un término que se refiere al estado más bajo de la pobreza y que incluye a toda persona que no alcanza a cubrir el costo mínimo de alimentos en determinado tiempo. En Guatemala, de acuerdo con la medición del Instituto Nacional de Estadística realizada en el año 2006 –Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2006-, se categorizaba dentro del umbral de pobreza extrema a toda persona que no alcanza a cubrir el costo mínimo de alimentos en un año -3206 quetzales anuales-. Esta cifra, sin embargo, aumenta cada año de acuerdo al promedio de consumo anual por persona y según la era de 4380 quetzales anuales (Presentación de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2006, s.f).
En palabras más simples, de acuerdo a la encuesta de 2011, una persona en Guatemala encaja en la categoría de pobreza extrema cuando tiene menos de 4380 quetzales como ingreso anual -365 quetzales mensuales- (Presentación de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2006, s.f).
La pobreza se puede definir de manera general como aquella situación en que hogares o individuos no tienen suficientes recursos o habilidades para cubrir sus Este aspecto se basa en la comparación del ingreso, consumo, educación u otros atributos de los individuos con respecto a algún umbral definido por debajo del
cual se considera que se es pobre de acuerdo a un determinado atributo (Ortiz y Marco, 2006).
La pobreza es, por tanto, una carencia de activos esenciales y oportunidades a los que cualquier ser humano debe tener derecho (Ortiz y Marco, 2006).
No existe una definición de pobreza y de pobreza extrema que resulte totalmente satisfactoria, capaz de incluir al mismo tiempo criterios objetivos de bienestar material y la óptica subjetiva de quienes la padecen (Estébanez, 2005).
Una definición mínima de pobreza, sin embargo, sería la de una situación en la cual se carece de los recursos necesarios para satisfacer unas necesidades mínimas de alimento, vestido y alojamiento, así como unas necesidades mínimas de tipo social (Estébanez, 2005).
Otra definición establece que la pobreza es la capacidad de compra determinada por el ingreso. En este sentido se entiende la pobreza como una situación donde los ingresos no alcanzan para la satisfacción de los requerimientos básicos que permitan el desarrollo de capacidades que a la vez permitan aprovechar las oportunidades que ofrece el sistema económico (“Estudio Comparativo Consenso de Pobreza”, s.f.).
En esta dirección, el ingreso es el componente básico que determina la restricción para acceso a los satisfactores que determinan la calidad de vida (“Estudio Comparativo Consenso de Pobreza”, s.f.).
La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2006 -ENCOVI 2006- realizada en Guatemala en el año 2006 estableció que en el país habían 12 987 829 personas, de las cuales un 51 por ciento vivía bajo la línea de pobreza. Esos datos se traducen en 6 625 892 personas categorizadas como pobres, dentro de las cuales un 15.20 por ciento del total del país se encuentran en la Pobreza Extrema -1 976 604- (“Presentación de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2006“, s.f).