Violencia Intrafamiliar

  • October 2019
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Violencia Intrafamiliar as PDF for free.

More details

  • Words: 62,526
  • Pages: 175
Violencia intrafamiliar 1. Introducción 2. Diferentes formas de la violencia intrafamiliar 3. La selección de la metodología cualitativa 4. Conclusión 5. Bibliografía 6. Plan de escape para victimas de violencia doméstica

INTRODUCCIÓN <>

La violencia intrafamiliar es un tema que en los últimos años ha crecido notablemente debido a la falta de conciencia que tienen los ciudadanos. Comprenderlo e identificarlo puede ser a simple vista, pero hasta con una simple palabra se puede causar un daño irreparable. Disminuir la incidencia y prevalencia de la violencia intrafamiliar es posible por medio de planes, programas y actividades en conjunto con la secretaria de Estado y la Sociedad Civil. Es un problema social de grandes dimensiones que afecta sistemáticamente a importantes sectores de la población especialmente a mujeres, niñas, niños, ancianos y ancianas. Una forma endémica de la violencia intrafamiliar es el abuso a las mujeres por parte de su pareja. Las manifestaciones de la violencia íntima también denominadas "violencia intrafamiliar" o violencia domestica, incluyen la violencia física, Psicológica y Sexual. Según estudios realizados en América Latina, entre un cuarto y la mitad de las mujeres informan haber sido abusadas por sus parejas. La prevalencia significativa de la incidencia intrafamiliar, constituye un serio problema de salud, un obstáculo oculto para el desarrollo socioeconómico y una violencia flagrante a los seres humanos. La violencia intrafamiliar hacia la mujer tiene un alto costo económico y social para el estado y la sociedad y puede transformarse en una barrera para el desarrollo económico. Violencia intrafamiliar, toda acción u omisión cometida por algún miembro de la familia en relación de poder, sin importar el espacio físico donde ocurra. Diferentes Formas De La Violencia Intrafamiliar: a. Física: Golpes, mordidas, patadas, empujones. b. Sexual: Relaciones Forzadas, amenazas con intimidación. c. Psicológicas: Eres tonta, gorda, no sirve, bruta. d. Patrimoniales: Destrucción de los muebles, ropas, etc.

Plan De Escape Para Victimas De Violencia Domestica:

a. Preparar una maleta o bulto y guardarla en casa de un familiar o amigo cercano. b. Pertenencias de primera necesidad. c. Ropa para ella y sus hijos (a). d. Artículos de aseo personal. e. Tarjeta de seguro, dinero, certificados de nacimiento, documentos escolares,

etc. Para dar apoyo a la mujer y demás individuos y así poder enfrentar, esta gran problemática, se ha creado la secretaría de estado de la mujer que no es más: <>

Que la institución publica que garantiza el compromiso del estado con la igualdad de derechos económicos, social y cultural. Como institución responsable de promover políticas que tienden a incrementar la presencia de las mujeres en las diferentes instancias del estado y de la sociedad dominicana y a garantizar que se cumplan sus derechos humanos desarrolla una importante labor en promoción de un mundo de libre violencia. Se ha creado la Ley 24-27, para sancionar, todas agresiones que puedan perjudicar la vida y seguridad del ciudadano (a). Ej. 1. Secuestro de niños, niñas, adolescentes: Multas de 500-5 mil

pesos; 2 a 5 años de cárcel.

2. Atentado contra el ejercicio de la autoridad del padre o de la

madre: Multa de 5 mil pesos; 1 mes o un año de cárcel.

3. Si una persona encuentra a un niño menor y se queda con el o

ella. Dos meses ó 1 año de cárcel correccional, multa 500 a 5 mil pesos.

4. No declarar el nacimiento de un niño(a) ante el oficial de estado

civil después de los 9 días: De 500 a 5 mil pesos de multa.

5. Embarazar a una menor de 18 años a la fuerza o sin violencia:

Multa 500 a 5 mil pesos, de 1 a 5 años de cárcel.

LA SELECCIÓN DE LA METODOLOGÍA CUALITATIVA Un tema central de esta investigación: <>

Son las experiencias de las mujeres afectadas en su búsqueda de ayuda, el proceso seguido las representaciones y los significados sobre la violencia que existen tanto sobre las prestaciones de servicios como en las mismas mujeres afectadas. Estas estrategias de investigación son particularmente apropiadas en el presente caso ya que una de sus mejores fortalezas es que permite una mejor comprensión de las dimensiones subjetivas y simbólicas del comportamiento humano.

La persona o las personas que ofrecen o tienen a su cargo brindar servicios de apoyo para las mujeres afectadas en la violencia intrafamiliar en las localidades que abarcan el estudio. Pueden ser personas afiliadas con instituciones de los sectores Jurídicos – Legal, Policial, Salud, Educación y comunitario. También se considera como prestatarios a aquellas personas con función social en la comunidad y que desde la perspectiva de las mujeres afectadas forman parte de su ruta, critican al ayudar con su secreto violento. CONCLUSIÓN <>

Al comienzo de esta investigación me propuse como objetivo comprender las diferentes formas en las que se puede violentar a los miembros de nuestra familia. Ojalá que junto con la secretaría de Estado de la Mujer, esta problemática pueda reducirse hasta lo mínimo y así crecer en una sociedad más justa.

Proyecto de fortalecimiento de las relaciones familiares

1. NOMBRE DEL PROYECTO Fortalecimiento de las Relaciones Familiares: “Al Encuentro Mío con los Míos: Recreando La Convivencia Familiar” 2. LOCALIZACIÓN Las 16 comunas y los 5 corregimientos de la ciudad de Medellín. 3. DIAGNÓSTICO INICIAL En el marco de la prevención de la violencia y como promoción a la solución pacifica de los conflictos, el respeto a los derechos humanos y la civilidad, la Secretaria de Gobierno propicia la elaboración de un programa dirigido a las familias de las comunas y de los corregimientos del municipio de Medellín, que permita acciones pedagógicas promotoras del fortalecimiento familiar y por tanto de las relaciones que en este espacio vital, la familia, se instalan. 4. JUSTIFICACIÓN Las relaciones que se tejen en una familia, las interacciones que se producen entre sus miembros: - padre, madre, hijos e hijas; abuela y nieta o nieto, madre con su hijo o hija, entre otras -, las formas de organizarse, los afectos que se cruzan entre cada uno de sus integrantes, van configurando las practicas y sentidos que cada familia y cada integrante de ella va a colocar en el escenario familiar y social, esta puede tener extremos y matices en las formas de relacionarse y de potenciar o impedir el libre desarrollo de las capacidades de todos sus integrantes. Si se tiene en cuenta que el mayor componente para estructurar lo que cada cual es, lo que va a valorar o no, es desarrollado en el escenario de la familia, y que es allí mismo donde se crea y Re-crea a diario su practica como escenario de convivencia, cobra importancia repensar las relaciones y practicas que generan desequilibrios, irrespeto por la dignidad del otro o la otra, que “legitiman” prácticas violentas, produciendo actos y hábitos de violencia al interior del grupo familiar, que no solo laceran la integridad física y psicológica de las personas individuales sino que además atropellan los derechos humanos con la transgresión del marco legal que regula la convivencia ciudadana. 5. ALTERNATIVA SELECCIONADA La alternativa va en la vía de Intervenir la Violencia Intrafamiliar (VIF), problemática que se enmarca en el Plan de Desarrollo Municipal: En el programa de Seguridad y Convivencia, en el subprograma de Prevención de la violencia. Para el desarrollo de esta alternativa proponemos desarrollar acciones de Prevención y Promoción: Prevención: Para prevenir un asunto es necesario abordarlo como síntoma social de una comunidad específica, que tiene que ver con los estilos de vida, es decir, las maneras que tienen los individuos de incorporar y vivir las condiciones de su medio. Por ello toda promoción y prevención son específicas, deben ser acciones pensadas en una vía que intente pesquisar cuales son las condiciones sociales que han llevado a que se presenten determinadas problemáticas o comportamientos singulares y colectivos y a su vez acciones que vayan en pos del reconocimiento de la posición singular de cada persona en las situaciones particulares a

tratar. Promoción Promoción pues, en esta perspectiva, es el conjunto de acciones que propenden por la identificación, control o minimización- reducción de factores de riesgo para intentar evitar que el fenómeno individual o conflicto social se instale o se reproduzca; en este sentido el objetivo se encamina a que haya búsqueda de alternativas de solución y/o control de estos asuntos problematizantes con la participación activa de la misma comunidad, para que lo sintomático (físico, psicológico y social) no se propague hasta convertirse en problemas de salud pública o de convivencia social. 6. OBJETIVO GENERAL Contribuir al logro del objetivo general del proyecto “Fortalecimiento de las relaciones familiares”, el cual plantea “Facilitar un cambio positivo en las actitudes y comportamientos familiares y personales, teniendo como base la prevención mediante una estrategia pedagógica que llame a la discusión, reflexión, formación y concientización; para obtener como resultado hombres, niños, jóvenes y familias artífices de su propia transformación, en la que jueguen un papel protagónico la comunicación, la solidaridad, el respeto por los valores, el manejo claro de la norma al interior del grupo familiar, y el fortalecimiento de la figura paterna como referente de autoridad.” Banco de proyectos de inversión- Proyecto: Fortalecimiento de las Relaciones Familiares- Secretaria de Gobierno Municipal, Subsecretaria de Apoya a la Justicia. OBJETIVO DEL PROYECTO Promover espacios de reflexión y lúdica en torno a las relaciones familiares que contribuyan a la promoción del buen trato y a la prevención y reducción de la violencia Intrafamiliar en las 16 comunas de Medellín, que permita el mejoramiento de la convivencia familiar Dar continuidad al desarrollo de actividades lúdicas, en los 5 corregimientos de la ciudad de Medellín, que contribuyan al mejoramiento y el fortalecimiento de las relaciones familiares. 7. OBJETIVOS ESPECÍFICOS. �Caracterizar el estado inicial de la población beneficiada con respecto a las relaciones familiares a través del levantamiento de una línea base. � Realizar 240 talleres formativo-reflexivos dirigidos a 960 personas entre niños, jóvenes y adultos de las 16 comunas de la ciudad de Medellín. � Realizar 21 actividades lúdicas dirigidas a un total de 9700 personas de las 16 comunas y los 5 corregimientos de la ciudad de Medellín. � Desarrollar una campaña pedagógica alusiva a la prevención de la violencia intrafamiliar y al fortalecimiento de los valores familiares en las 16 comunas y en los 5 corregimientos de Medellín, utilizando medios de comunicación comunitarios como canal de difusión. � Efectuar la evaluación del impacto de las actividades realizadas con relación al mejoramiento de la convivencia y la prevención de la violencia intrafamiliar. 8. METODOLOGÍA La propuesta se centra en crear y Re-crear espacios y condiciones adecuadas para que los y las participantes activen y potencialicen su capacidad de establecer relaciones familiares inclusivas, equitativas

y éticas, que promuevan condiciones dignas para la convivencia en el espacio familiar y sean referentes para que interactúen con otros espacios vitales de relación (trabajo, escuela, vereda, ciudad) La metodología para la transmisión de las temáticas se propone a través de encuentros y talleres lúdicoreflexivos, donde se retomaran las propuestas que surjan de los y las participantes, que promuevan la búsqueda y construcción de alternativas de convivencia individual y familiar que impacte procesos colectivos de ciudad. Actividades Lúdicas: permiten además del trabajo especifico de prevención de la Violencia Intrafamiliar (VIF) y de promoción de estilos de vida más dignos en su forma de convivir, encontrarnos e intercambiar posturas, dilemas y soluciones al problema abordado, para hacer uso de espacios participativos donde todos y todas se sientan aportando a la solución de las problemáticas publicas y privadas. Campaña pedagógica: Será transversal durante todo el proceso y esta diseñada para fortalecer los valores y principios que permiten Re-crear las relaciones familiares a partir de la prevención y / o la reducción de la violencia Intrafamiliar. Así, cada comuna adoptará un valor en el cual se es más débil, buscando superarlo de una manera dinámica en cada uno de los talleres, en su entorno familiar y comunitario. La campaña estará acompañada de un eslogan, nombre, recordatorio, difusión por medios de comunicación comunitarios, concurso de pintura para niños Talleres formativos-reflexivos poblacionales: Adultos, Jóvenes, Niños y Niñas.: El taller constituye un espacio más privado de análisis y reflexión a partir de las propias formas de interacción con la familia y las relaciones que se tejen en ella. Permite hacer conciencia del lugar y la posición que se asume y leer fortalezas y debilidades de cada participante para potenciar o minimizar lo requerido. Ambos espacios contaran con el acompañamiento de profesionales de la psicología, ciencias sociales y humanas: psicología, pedagogía, desarrollo familiar, trabajo social, sociología, antropología y en los momentos destinados para ello diferentes artistas y recreacionistas harán su intervención. Estos momentos se intencionarán a la consecución de los objetivos propuestos para el programa. Cuaderno Pedagógico Colectivo: Como un producto de los análisis y alternativas planteadas por los diferentes actores de este programa, proponemos consignar de manera pedagógica los aspectos elaborados en los espacios de taller con los diferentes grupos partiendo del supuesto que las comunidades poseen un enorme saber y que este ha posibilitado que se tejan formas de relación, solidaridad o cooperación que son validas de transferir a otras comunidades, en una especie de construcción colectiva donde todos aportemos a pensar los asuntos que son competencia de todos y todas. El Cuaderno Pedagógico Individual: Es una herramienta de uso personal que posibilita dar continuidad al proceso reflexivo por fuera del tiempo real de los talleres, esto se logra mediante la asignación de actividades. LINEAMIENTOS TEMÁTICOS �De lo privado a lo público: La familia como espacio vital individual y como grupo social. � Autoridad, normas y castigo � Los roles y lugares que se ocupan en la familia � Función paterna y materna � Las percepciones y las proyecciones � La Valoración: Valores individuales, familiares y sociales.

� La Relación: Formas de relación. � Sentires y sentidos de la convivencia en la familia. � Procesos de socialización. � Procesos de constitución subjetiva. � Violencia Intrafamiliar � Familia, escuela, comunidad y sociedad. � Derechos humanos 10. ACTIVIDADES ACTIVIDAD COMUNA CORREGIMIENTO TOTAL Actividad Lúdica 16 5 21 Talleres 240 0 240 Campaña 1 1 11. ÁREA Y POBLACIÓN A BENEFICIAR: Las 16 comunas y los 5 corregimientos de la ciudad de Medellín. La población total a beneficiar con las Actividades Lúdicas y la Campaña Pedagógica son: 7.600 personas de las Comunas y 2.100 en los Corregimientos. La población total a beneficiar con los Talleres Lúdico Reflexivos son 960 personas entre adultos, jóvenes y niños de las 16 Comunas de la ciudad de Medellín. 12. DURACIÓN DEL PROYECTO: 6 meses.

178

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR: EFECTIVIDAD DE LA LEY EN EL BARRIO LAS FLORES DE LA CIUDAD DE BARRANQUILLA* Mónica Vásquez Alfaro** Yadira Alarcón Palacio*** María Amarís Macías**** * Este artículo es resultado de investigación del proyecto “Análisis de la situación de violencia intrafamiliar en el barrio Las Flores y la protección de la víctima frente a la legislación actual”, ganador de la convocatoria interna de la Dirección de Investigaciones y Proyectos de la Universidad del Norte en 2006. ** Abogada, Universidad del Norte. Especialista en Derecho Procesal Civil. Directora del Consultorio Jurídico de la Universidad del Norte y docente de Procedimiento Civil General en el Programa de Derecho de la la misma universidad. mvasquez@uninorte. edu.co *** Abogada, Universidad del Norte; Doctora en Derecho, Universidad Autónoma de Madrid; profesora del Programa de Derecho de la Universidad del Norte. [email protected] **** Psicóloga; magíster en Proyectos de Desarrollo Social de la Universidad del Norte; Magíster en Ciencias de la Educación de la Universidad de París XII Vall de Marne. Docente del Departamento de Psicología de la Universidad del Norte. [email protected] REVISTA DE DERECHO Nº 29, Barranquilla, 2008 ISSN: 0121-8697

revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 179

Resumen La Violencia Intrafamiliar es una problemática que afecta cada día a más familias en Colombia e imprime huellas imborrables en los afectados y que generan malestar y comportamientos inadecuados, que llegan hasta la vulneración de los derechos constitucionales fundamentales, y a partir de esto se originan en las esferas sociales nuevas problemáticas que se legitiman en el ámbito privado y que demandan nuevas acciones del Estado, que ha dejado de lado la protección efectiva de la institución más importante de la sociedad: La familia. Palabras claves: Violencia intrafamiliar, la familia, medida de protección. Abstract The Domestic Violence is a problem that affects every day more families in Colombia and prints footprints in the affected are indelible over time and generating unrest and bad behavior, until they reach the violation of fundamental constitutional rights, generated from this new social problem areas that are legitimate in the private sphere and to demand new shares of State, which has shelved the effective protection of the most important institution of society: the family. Key words: Domestic violence, family, protective law measures. Fecha de recepción: 5 de diciembre de 2007 Fecha de aceptación: 20 de mayo de 2008

180 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

INTRODUCCIÓN En el barrio Las Flores de la ciudad de Barranquilla se presentan de forma permanente diferentes situaciones de conflicto, y uno de los escenarios más afectados es el hogar; es por esta razón que este estudio descriptivo tiene como objetivo conocer la situación de violencia intrafamiliar que se presenta en este sector vulnerable de la ciudad, y a partir de esto analizar la efectividad de la protección institucional con bases en la legislación sobre violencia intrafamiliar, y dentro de un contexto real poder obtener de forma objetiva una visión crítica que permita el diseño de planes y estrategias que aumenten la eficacia de la ley y a la vez se garantice, como consecuencia de esto, la integridad y el cumplimiento de los derechos de todos los individuos de la comunidad. 1. METODOLOGÍA PROPUESTA Para adelantar esta investigación se recolectaron los datos a través de diversas técnicas: a. Encuesta: Dirigida a la población en general, con el objetivo de conocer la construcción del concepto de “violencia” a través de vivencias cotidianas de la propia vida o de los vecinos. También se empleó esta encuesta ara abordar la percepción de la ley y la aplicación de herramientas que poseen como ciudadanos para defenderse en casos de violencia intrafamiliar y de paso el nivel de confianza que la comunidad deposita en los funcionarios encargados de conocer los casos de violencia intrafamiliar. La muestra de la encuesta fue escogida aleatoriamente, para brindar a todos los habitantes del sector la posibilidad de hacer parte de la misma. b. Grupos focales: Se realizaron dos grupos focales con madres de estudiantes de sexto grado del CEB 174. El objetivo de dicha práctica fue el análisis de las causas de violencia en el barrio Las Flores (tanto

familiares como sociales), retroalimentar la vivencias de dichas personas en casos de violencia intrafamiliar al atreverse a denunciar o revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 181 violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

ventilar las agresiones a instancias policiales y judiciales y los posibles mecanismos de solución a la problemática de violencia. c. Entrevistas semiestructuradas: Dirigidas a los funcionarios directamente implicados en casos de violencia intrafamiliar dentro del marco de competencia territorial de Las Flores. El objetivo era conocer de la fuente de aplicación de la ley las problemáticas presentadas en el trámite de la violencia intrafamiliar, la percepción sobre la efectividad de las mismas, las causas de los casos de no efectividad, conocimiento de funciones y cumplimiento de funciones que garanticen a la víctima de violencia intrafamiliar observar el manejo de conceptos y demás aspectos que competen a sus funciones y que deberían garantizar a ésta y al ciudadano común en general un servicio de calidad. Se hace énfasis en que los funcionarios entrevistados fueron escogidos intencionalmente, ya que son los competentes para abordar los casos de violencia intrafamiliar en Las Flores, y se hace salvedad de los casos en que se entrevistó a los jueces de familia (cuya competencia no está dada por los barrios de la ciudad), los cuales fueron escogidos al azar de la lista de los jueces de familia de Barranquilla. Durante el desarrollo de la investigación se estableció con los pobladores del barrio Las Flores una relación cercana pero objetiva, lo cual permitió conocer un poco más la dinámica de la violencia intrafamiliar y aspectos socioeconómicos y jurídicos que permiten hacer una descripción del fenómeno de estudio y tener cierta claridad acerca de las acciones que se deben realizar para contrarrestar las causas y minimizar los efectos, además de conocer el comportamiento de las medidas aplicadas y analizarlas en términos de eficacia. Se podría esperar que a partir de los hallazgos investigativos se emprendan acciones que permitan que la ley cumpla su fin y se reduzcan los conflictos sociales que merman la intervención de la ciudadanía. 2. TIPO DE INVESTIGACIÓN Estudio descriptivo, ya que se buscó especificar las propiedades importantes de las personas o grupos, comunidades o fenómenos, 182 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

seleccionando una serie de cuestiones y midiéndolas de manera independiente, con las cuales se tiene la posibilidad de generar cambios y hacer predicciones (Hernández, Fernández y Baptista, 2000). 3. POBLACIÓN La población estuvo conformada por una muestra de 384 hombres y mujeres, de la comunidad educativa conformada por padres de familia, estudiantes, profesores y directivos de seis instituciones educativas públicas y privadas ubicadas en el barrio Las Flores de la ciudad de Barranquilla; siete funcionarios de: Comisarías de familia, inspectores de policía, juez de familia, educadores de familia; veinticuatro pobladores del barrio, entre los que se encuentran: líderes comunales, miembros de asociaciones de padres de familia y madres.

Gráfico 1. Detalle de los encuestados según la edad 16% 41% 33% 7% 2%

0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35% 40% 45% 0-14 14-26 27-40 41-56 57-80 Distribución por edades revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 183 violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

4. TÉCNICAS Se entiende por “triangulación metodológica” la combinación de dos o más teorías, fuentes de datos, métodos de investigación, en el estudio de un fenómeno singular. Se asume convencionalmente que la triangulación es el uso de múltiples métodos en el estudio de un mismo objeto. Esta es la definición genérica (Arias, 2000). A. Entrevista semiestructurada El diseño de este tipo de entrevista es flexible y continuo y el entrevistador tiene un plan general de investigación (preguntas claves), mediante el cual establece una dirección general y sigue los temas que suscita el entrevistado (Babbie, 2000, p. 242). B. Grupo focal Técnica o medio de investigación en el que se reúnen en una sala entre 7 y 12 personas aproximadamente para participar en una discusión guiada sobre un tema. Este medio socialmente orientado capta datos reales en un ambiente social, es flexible y de validez elevada (Babbie, 2000, p, 226). C. Encuestas Método popular de investigación que consiste en aplicar un cuestionario a una muestra de sujetos tomada en una población. Las encuestas son apropiadas para desarrollar estudios descriptivos a poblaciones numerosas. Sus datos tienen fines explicativos (Hernández, Fernández y Baptista, 2000). 5. PROCEDIMIENTO Inicialmente se realizó un diagnóstico, que permitió conocer la situación actual de violencia intrafamiliar de los pobladores del barrio 184 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

Las Flores; para esto se realizaron visitas a las comisarías de familia, comandancias, CAI y a las instituciones educativas. Para llevar a cabo esto primero se hicieron visitas protocolarias con el propósito de conocer y familiarizarse con la comunidad, lenguaje y hábitos e identificar los líderes que permitirán las intervenciones futuras. Con base en la información recogida con los profesores y líderes comunales nombrados

con anterioridad de las pertenecientes al barrio se identificaron los casos y familias con problemas de violencia intrafamiliar. A los miembros de estas familias se les realizaron encuestas para conocer, groso modo, las ideas que poseían acerca de lo que es la ley y su aplicación, los efectos y consecuencias que según su opinión tiene esta problemática sobre los miembros de la familia. Posteriormente se realizaron encuestas a los padres y estudiantes de las instituciones educativas para averiguar sobre el conocimiento y la visión que poseían acerca de esta problemática. Por otra parte, se entrevistó a los educadores familiares preparados por el ICBF, comisarías de familia, ICBF, Policía Nacional, Fiscalía, jueces de familia. Se efectuaron grupos focales con la comunidad, con el fin de reconocer con mayor claridad cuáles son tipos de violencia más frecuentes, como actúan en estas situaciones, adónde se dirigen y por qué, qué tanto conocen de sus derechos y deberes y cómo los hacen valer en este caso específico. Se elaboró un documento básico en el que se reúnen las principales conclusiones y los aspectos que se deben mejorar con base en la legislación actual y las propuestas o variaciones a ésta a efectos de estudiar los proyectos de ley presentados o proponer temáticas en los mismos. Los resultados se socializarán con la comunidad a través de escuelas de padres, talleres, charlas y conferencias, con el fin de provocar en ellos una transformación y concienciación. Así mismo, se insertarán en las prácticas del consultorio jurídico, a fin de dejar constancia de la propuesta y para que los estudiantes revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 185 violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

realicen prácticas educativas de prevención, protección e iniciación de acciones legales pertinentes. 7. ANÁLISIS DE RESULTADOS La familia es la base sobre la cual se edifica una sociedad (Gutiérrez, Giraldo, Arango y Márquez, 2005), la cual se está viendo fuertemente afectada por los diferentes ciclos de agresión, que manifiestan a su vez los diferentes tipos de violencia: Física, psicológica y sexual. Para poder analizar esta situación se debe considerar el modelo ecológico de Bronfenbrennre, psicólogo del desarrollo, cuyo planteamiento sostiene que ningún comportamiento puede ser comprendido o apreciado aislado del contexto en el que ocurre (Monzón, 2003); es decir, los actos que realiza el individuo deben ser analizados a partir de los roles, relaciones interpersonales y de poder que establece con su entorno. Partiendo de esto, se puede aseverar que los comportamientos de violencia intrafamiliar (VIF) que se presentan en el barrio Las Flores se deben al hecho de que los individuos viven sumergidos en una cultura patriarcal, en la que las relaciones de poder entre los géneros son estructuradas por situaciones que proporcionan a los hombres el control y el dominio en el hogar, por ser éste el que suministra a los miembros de la familia los recursos económicos y la alimentación, mientras que a las mujeres les toca permanecer en el hogar, garantizar el orden del mismo, al tiempo que deben mantener sexualmente satisfecho al esposo, porque de lo contrario

éste puede buscar otra pareja para satisfacer sus necesidades. La Constitución Nacional de 1991 establece en su artículo 42 que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad, que se constituye por la libre decisión de un hombre y una mujer de contraer matrimonio por voluntad responsable de conformarla. Por esta razón, el Estado y la sociedad tienen la obligación de protegerla. A partir de este parámetro se han reivindicado los derechos de la familia, lo que ha traído consigo modificaciones importantes en la visión de los roles, las responsabilidades y tareas estipuladas. Por esta razón y con el transcurrir del tiempo, y por la magnitud de la problemática de violencia intrafamiliar, se ha incorporado en los lineamientos técnicos y se le considera actualmente como un problema de salud pública que afecta a la colectividad (Figueroa, Figueroa y Ortiz, 2004). 186 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

En Colombia, la protección a la víctima por violencia intrafamiliar jurídicamente se solicitaba por medio de la acción de tutela –establecida en el artículo 86 de la Constitución Política–, debido a que se vulneraban derechos fundamentales de todas las personas, tales como los derechos a la vida e integridad personal y dignidad humanas. Por su parte, el legislador le dio tratamiento especial al problema mediante la expedición de La ley 294 del 96, que estableció que la violencia intrafamiliar sería prevenida, corregida y sancionada por las autoridades públicas y se le daría una “oportuna y eficaz protección especial a aquellas personas que en el contexto de una familia sean o puedan llegar a ser víctimas, en cualquier forma, de daño físico o psíquico, amenaza, maltrato, agravio, ofensa, tortura o ultraje, por causa del comportamiento de otro integrante de la familia”. Dicha ley radicaba la competencia para conocer de los problemas de violencia intrafamiliar en el juez de familia, quien estaba facultado para dictar medidas inmediatas, dentro de las cuatro horas siguientes al recibo de la medida de protección, siempre que estuviere en riesgo la vida o integridad física de las víctimas. El reparto en la oficina judicial era preferente y debía dictarse una medida de protección máximo a los diez días hábiles de haber sido interpuesta la solicitud. La acción caducaba a los ocho días hábiles a partir del último hecho de violencia intrafamiliar. Posteriormente, la Ley 360 de 1997, que modificó el Código Penal colombiano, establece los tipos penales que atenten contra “la libertad sexual y la dignidad humana”, y especifica que el delito de abuso sexual se agrava cuando se comete contra la o el cónyuge o persona con que se cohabita, o persona con que se haya procreado.1 Y en los artículos 229 y 233 se establecen como delitos la violencia intrafamiliar y la inasistencia alimentaria. La norma especial de violencia intrafamiliar, La Ley 294 de 1996, fue modificada en febrero de 2000 mediante de la Ley 575 (República 1

Código Penal, Art. 205.

revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 187 violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

de Colombia, 2000). Según esta Ley, la competencia para conocer de los problemas de violencia recaía en el comisario de familia.

Además, la denuncia de hechos de violencia intrafamiliar se formula en esta nueva Ley como una responsabilidad de la comunidad, y específicamente de los vecinos, quienes tienen la obligación de acudir a la Comisaría apenas identifiquen el caso. Este aparte es particularmente importante en la medida en que reconoce el potencial de la comunidad como instrumento de control social. Por otra parte, en su artículo 5 dicha Ley establece un listado enunciativo de las medidas de protección de las cuales se puede valer el comisario de familia, e incluye de manera clara el desalojo del lugar de habitación del agresor cuando comparta el espacio con las víctimas. La Ley 599 de 24 de julio de 2000 del Nuevo Código Penal tipifica como delitos sancionados con penas privativas de la libertad, la Violencia Intrafamiliar y el Maltrato mediante la restricción de la libertad. Por disposición de la Ley 600 de 2000 se establece en el Código de Procedimiento Penal el delito de Violencia Intrafamiliar. Por otra parte, el 5 de junio del 2007 se aprobó en la plenaria del Senado el proyecto de ley No 171 de 2006, mediante el cual se reforman los códigos Penal, de Procedimiento Penal y la Ley 294 de 1996 en aquello que tenga que ver específicamente con violencia intrafamiliar contra la mujer. La “violencia” se define como aquellas formas de extrema agresividad que consisten en acciones físicas y daños reales contra personas u objetos (Lefrancois, 2000). La Ley 294 de 1996 la define en su artículo 3º como todo daño físico o psíquico, amenaza o agravio, ofensa o cualquier forma de agresión por parte de otro miembro de la familia. Es decir, cuando un miembro de la familia abusa de su fuerza, su autoridad o poder para violentar, dañar y deteriorar el estado de tranquilidad o integridad física y psicológica del núcleo familiar afrentando la dignidad de éste. El proyecto de ley No 171 del 2006 define la violencia contra la mujer en los siguientes términos: 188 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

Por violencia contra la mujer se entiende cualquier acción u omisión, que le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico o patrimonial por su condición de mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, bien sea que se presente en el ámbito público o en el privado.

En este orden de ideas, se debe establecer que existen diferentes tipos de agresión dentro de la familia: La violencia física, psicológica, sexual y la negligencia. La Violencia Física: Es aquel tipo de violencia mediante la cual se afecta directamente el cuerpo y la salud de una persona (Figueroa, Figueroa y Ortiz, 2004). Se manifiesta a través de golpes con palos o con otros objetos, puños, quemaduras, empujones, patadas, jalones de pelo, correazos, puñaladas, disparos, etc. En los niños esto puede causar el “Síndrome de bebé sacudido”, que consiste en sacudir como látigo al infante, que tiene como resultado que el cerebro se golpea contra las paredes interiores del cráneo, lo cual causa daño neurológico y en ocasiones la muerte (Lefrancois, 2000). El tratamiento por la vía penal tipifica en el artículo 229 del Código Penal el delito de violencia intrafamiliar y aumenta la pena cuando

el maltrato recaiga sobre un menor. Estas conductas específicas no excluyen tipos penales comunes, tales como el homicidio, tentativa de homicidio, lesiones personales y tortura. De igual manera, se incluye en el artículo 230 del Código Penal, que se refiere al maltrato mediante restricción a la libertad física. La Violencia Psicológica son aquellos hechos que afectan la salud mental o la estabilidad emocional de una persona. Consiste en amenazar, desconocer su valor, encierro (Figueroa, Figueroa y Ortiz, 2004, p. 20), avergonzar o ridiculizar, agredir con palabras soeces o insultos, privarla del contacto emocional, aislarla, destacarle sus defectos permanentemente. En el Código Penal colombiano se establece el delito de tortura en los siguientes términos: revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 189 violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

El que infrinja a una persona dolores o sufrimientos, físicos o psíquicos, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o confesión, de castigarla por un acto por ella cometido o que se sospeche que ha cometido o de intimidarla o coaccionarla por cualquier razón que comporte algún tipo de discriminación incurrirá en prisión de ocho a quince años, multa de ochocientos a dos mil salarios mínimos legales vigentes e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo término de la pena privativa de la libertad.

Las penas previstas en el artículo 178 se aumentaran hasta en una tercera parte en los siguientes eventos: Cuando el agente sea integrante del grupo familiar de la víctima (Art. 179, Ley 599 de 2000). Por otra parte, el artículo 182 del Código Penal consagra el delito de constreñimiento en los siguientes términos: “El que, fuera de los casos especialmente previstos como delito, constriña a otro a hacer, tolerar u omitir alguna cosa, incurrirá en prisión de dieciséis a treinta y seis meses”. La pena se aumentará en una tercera parte a la mitad cuando el agente sea integrante de la familia de la víctima. La Violencia Sexual consisten en obligar a una persona a realizar actos o conductas sexuales en contra de su voluntad. Con esto se busca una conducta dirigida a degradar, expresar dominio y ejercer poder. En este sentido, los niños que corren mayor riesgo son aquellos que viven con padrastros y aquellos cuyas madres trabajan (Lefrancois, 2000, p. 299). Además, este tipo de violencia consiste en obligar a una persona a tener relaciones sexuales, el chantaje y el exhibicionismo. El Código Penal establece en sus artículos 205 a 210 los tipos penales que atentan contra la libertad, integridad y formación sexuales; dentro de éstos se encuentran: el acceso carnal violento, acto sexual violento, acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir que integran tipos penales en los que hay una completa anulación de la voluntad de la víctima. Las penas se incrementan en una tercera parte si estos actos se cometen contra el cónyuge o la persona con quien se cohabite o se haya cohabitado o contra la persona con quien se haya procreado un hijo. 190 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

Por último, la Negligencia es la omisión de aquellos elementos básicos

que pueden garantizarla la seguridad a un menor, como pueden ser el abrigo, la alimentación, el vestido, la educación o la atención médica. Este delito es el más difícil de detectar (Lefrancois, 2000, p. 298). La Ley 575 del 2000, sobre violencia intrafamiliar, incluye la negación del agresor a suministrar alimentos después de haber sido interpuesta la medida de protección como desacato contra la misma. Jurídicamente, el problema de violencia intrafamiliar se puede abordar desde dos perspectivas: ante las comisarías de familia o ante la Fiscalía. Estos instancias no son excluyentes, pues la Ley 575 de 2000 en su artículo 1 señala de manera clara que Toda persona que dentro de su contexto familiar sea víctima de daño físico o síquico, amenaza, agravio, ofensa o cualquier otra forma de agresión por parte de otro miembro del grupo familiar, podrá pedir, sin perjuicio de la denuncias penales a que hubiere lugar, al comisario de familia del lugar una medida de protección inmediata que ponga fin a la violencia, maltrato o agresión que evite que ésta se realice cuando fuere inminente.

En los lugares donde no existiere comisaria de familia, la competencia recae en los jueces civiles municipales. La ley permite la participación de la justicia comunitaria a fin de mediar en el conflicto, sin embargo, es pertinente resaltar que tanto el juez de paz y el conciliador en equidad están imposibilitados por la ley para interponer medidas de protección cuando haya contumacia o falta de ánimo conciliatorio del agresor en el trámite de conciliación; en tales casos deben remitir el caso al comisario de familia para que dé pleno cumplimiento a la ley. La imposición de la medida de protección puede tener dos alcances: Sanciones personales: - La prohibición al agresor de realizar la conducta que dio lugar a la queja. revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 191 violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

- Desalojo de la casa de habitación, siempre que se compruebe que su presencia es una amenaza para la vida e integridad física o salud de todos o algún miembro de la familia. - La prohibición al agresor de presentarse en cualquier lugar donde se encuentre la víctima. - La prohibición de esconder o trasladar de la residencia a niños o personas discapacitadas en situación de indefensión. - Si el agresor es reincidente, debe acudir a tratamiento reeducativo o terapéutico en instituciones públicas y privadas. El tratamiento lo debe cancelar el agresor. - Cualquier otra medida de protección que el comisario estime efectiva para evitar que se repita el acto de violencia. Sanciones pecuniarias El comisario de familia podrá imponer las siguientes medidas de protección que tiendan al resarcimiento pecuniario de la víctima: - Ordenar al agresor el pago de gastos médicos, sicológicos y síquicos que requiera la víctima. - Ante el incumplimiento por primera vez de las medidas de protección impuestas por el comisario, el agresor puede ser condenado a cancelar una multa entre dos y diez salarios mínimos legales mensuales,

convertibles en arresto equivalente a tres días de privación de la libertad por cada tres días de salario mínimo. En este estudio descriptivo se encontró que el hombre es el principal generador de violencia en el hogar; esto coincide con lo manifestado por Berkowitz, quien ha manifestado que más allá del aprendizaje de los roles de género, los hombres son más agresivos que las mujeres en todas las sociedades humanas (García, 2003). 192 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

Gráfico 2. Tendencias de la población a relacionar la violencia intrafamiliar con la figura paterna principalmente, seguido éste por la madre, y aparecen los hijos, aunque en un porcentaje bajo, como agresores dentro del núcleo familiar

Según Clemencia Sarquis (1995), el agresor usa estrategias como intimidación, malos tratos emocionales, aislamiento, coacción y amenazas; este tipo de comportamientos son comunes entre los agresores de sexo masculino que residen en el barrio Las Flores. Según los resultados reportados por Medicina Legal en el 2005, el principal agresor es el padre, seguido por la madre, y en tercer lugar el padrastro.2 También se encontró que las mujeres no toleran pasivamente la agresión, ni la aceptan como método de interacción válido; por el contrario, cada día más mujeres de este sector de la ciudad se acompañan mutuamente y se brindan apoyo para intentar solucionar de forma intuitiva esta problemática. Y si los resultados legales no se hacen visibles es porque a Estos datos fueron publicados en El Tiempo .com. en un artículo titulado “En 153 por ciento se incrementó la denuncia de violencia intrafamiliar”, el 28 de marzo de 2007. 2

54% 20% 15% 11% 8% 6% 5% 0,00% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60%

Padre Madre Padrastro Madrastra Hermanos Tios Hijos Abuelos

¿Qué miembro de la familia es más agresor? revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 193 violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

éstas les toca, como afirma Helena Alviar en en su artículo “La violencia doméstica asunto de todos” (publicado en la revista Semana), hacer peregrinaciones por diferentes instancias antes de que sus quejas para obtener soluciones que se les permitiran preservar su integridad física y salud mental. Al hablar de las causas de violencia intrafamiliar, los resultados de este estudio coinciden con el programa de VIF realizado por Nora Quintero (1999) en la ciudad de Cali. Los hallazgos de este estudio muestran que las causas principales de Violencia en los hogares son: dependencia económica, desempleo, consumo de alcohol y de sustancias psicoactivas; lo que varían son las proporciones, ya que en el barrio Las Flores el consumo de alcohol y de sustancias ocupan los primeros

lugares, mientras que la dependencia económica no aparece entre las causas sino entre los motivos para no denunciar. Algo similar ocurre con el estudio realizado por Silvia Estrada (1999) titulado “Situaciones socio-familiares que influyen en el ingreso de menores de 12 a 16 años a los hogares María Goretti”, en el que, al igual que en este estudio, se halló que la comunicación de las familias de la población objeto de estudio se produce de manera alterada; un ejemplo de esto es el uso de palabras soeces y la comunicación está cargada de ofensas y términos hirientes. También coincidió el estudio realizado por Muñiz, Jiménez y Ferrer (1998), “La violencia familiar, ¿un problema de salud? ”, y el nuestro en lo que respecta a que en los hogares de los jóvenes analizados, la violencia intrafamiliar se relacionó con el abuso del alcohol y abuso de sustancias, además de que los padres poseen un bajo nivel educativo y que en los niños se observan sentimientos ambivalentes hacia las figuras paternas. Pero contrario a esto, en el barrio Las Flores los padres asumen su rol en el hogar y no abandonan a las madres, sino que permanecen en el mismo y toman su lugar dentro del núcleo familiar. De forma similar al estudio de Paola Henao e Isabel Romero (1996), titulado “Factores psicosociales más frecuentes generadores de violencia”, y al estudio de violencia intrafamiliar realizado por Jaime Herrera (2003), se encontró que la tercera causa de VIF son los celos, entendiendo éstos como un comportamiento posesivo del ser humano. En este barrio se manifiestan de dos formas: del hombre hacia la mujer en acciones que limitan la libertad y la intimidad de ésta, como visitar a 194 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

familiares, amigas, requerir permiso para realizar ciertas acciones, salir únicamente acompañada del marido, y de la mujer hacia el hombre como limitante de éste para establecer relaciones sociales con personas del sexo opuesto, pero también como resultado del machismo que impera en el sector, donde el hombre es poseedor de ciertas libertades que no puede disfrutar la mujer. Otra causa de VIF, no frecuente en otros estudios y que se puede encontrar en este sector de la ciudad, es aquella que se relaciona con el incumplimiento por parte de la mujer de los deberes que la sociedad le ha asignado. En esta zona se ha generado una nueva cultura femenina de adicción a los juegos de azar, lo que denota un agudo resquebrajamiento de la familia. Gráfico 3. Causas de violencia intrafamiliar identificadas por la población

En este estudio se encontró que el principal tipo de violencia en el barrio Las Flores es el físico, seguido por el psicológico, que al igual que en los resultados del estudio de Heno y Romero (1996) consiste principalmente en maltrato verbal, celos, amenaza de abandono y muerte. 72% 53% 26% 18% 22% 32% 19% 47% 0%

0% 10%

20% 30% 40% 50% 60% 70% 80%

AlcoholisDmroogadicción Infidelidad Incumplimiento de debLerae ms ujer no obedece Falta de Atrbaabnadjoono del hijo Celos Otros

revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 195 violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

Por otra parte, se hallaron índices mínimos de violencia sexual, que de forma similar a lo encontrado por Figueroa, Rojas y Villamizar (1999) en el estudio “Violencia contra la mujer que tiene un hogar constituido en las comunas 13, 14 y 15 de Cali”, no indica que no se presente este tipo de violencia sino que la sexualidad es considerada como una obligación de la esposa, y por lo tanto la violencia relacionada con la misma no es denunciada. Los ciclos de violencia son los típicos: el padre maltrata a la madre y está a los hijos. Gráfico 4. Tendencias de la población a relacionar la violencia intrafamiliar con la violencia física principalmente

Con respecto a los menores, los padres suelen maltratar a los niños psicológica y físicamente cuando intentan corregirlos. Por esta razón se está generando un nuevo tipo de agresor en el barrio, diferentes de los agresores comunes y que no se encuentra plenamente caracterizado por los pobladores: los adolescentes que cuando se encuentran en capacidad de defenderse lo hacen y agreden a sus padres, abuelos y hermanos menores. 91% 57% 55% 14% 18% 28% 21% 12% 17% 23% 20%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% golpes insultos jalones ignorar al otro burlas presión para tener Términos relacionados con la Violencia Intrafamiliar 196 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

Es común que haga distinción entre ser un agresor y ser un buen padre por el hecho de responder patrimonialmente con las obligaciones

del menor. Al analizar las causas por las que las víctimas no denuncian los casos de VIF, pobladores y autoridades competentes del barrio Las Flores consideran que la causa principal es el miedo. Ligado a lo anterior se encuentra la dependencia económica de la víctima respecto al agresor y el desconocimiento del proceso. La no denuncia en razón del miedo no sólo se origina en los sentimientos de la víctima, la falta de apoyo de las autoridades a las que les corresponde el trámite también favorece la determinación de iniciar el trámite o desistir de él. Es de notar que la actitud de ciertas autoridades propicia el ambiente de violencia e impunidad; por ejemplo, la propia denuncia ante comisarios de familia o fiscales se considera una causa de reincidencia de la violencia intrafamiliar, debido a que el agresor, al no ser objeto de sanción represiva por su conducta por parte de las autoridades, termina castigando la “temeraria” iniciativa de denuncia. Pobladores y autoridades coinciden en que el problema radica principalmente en las autoridades de policía, quienes no prestan a la víctima de maltrato la ayuda necesaria para impedir que se repitan los hechos de violencia; por ejemplo, no la acompañan hasta su vivienda para que pueda retirar sus pertenencias, y le toca regresar sola a casa, debido a lo cual se expone a las retaliaciones del agresor3. La falta de condiciones de seguridad en el proceso de denuncia restringe de igual manera la iniciativa de control social por parte de vecinos y en general terceros a la relación familiar, pues muchas veces El artículo 5 de la Ley 294 de 1996 establece en su literal f: “ Cuando la violencia o maltrato revista gravedad y se tema su repetición el comisario ordenará una protección temporal especial de la víctima por parte de las autoridades de policía, tanto en su domicilio como en su lugar de trabajo, si lo tuviere”. revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 197 3

violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

son delatados por las propias autoridades ante el agresor y la víctima. Es importante traer a colación el comentario de uno de los miembros de la comunidad, quien señaló que ha sucedido “que los policías le hacen saber al agresor quiénes fueron los denunciantes”, cuando es un vecino4. Los más afectados con este hecho son los menores de edad, víctimas de violencia intrafamiliar, agredidos ya sea por sus padres o por quien los cuida, o por una tercera persona con la aquiescencia de un familiar, pues aquí se anula completamente la protección, debido a lo cual le corresponde a la comunidad en general acudir en su ayuda, en cumplimiento del artículo 44 de la Constitución Política, que establece la prevalencia de los derechos de los niños. Esta falta de compromiso no es exclusiva de las autoridades de policía implicadas en estos casos, otros funcionarios identificaron el mismo problema en comisarios de familia, quienes con los inspectores de policía tienen a su cargo la atención primaria de la víctima. Son varios los problemas que afectan la aplicación debida de la ley por parte de estos funcionarios, unos de índole personal, otros debidos al no apoyo completo de la figura, tal como está establecida en el Código del Menor5; de hecho, según el artículo 297, “la Comisaría contará

preferentemente con un médico, psicólogo, trabajador social y los demás funcionarios que determine el respectivo concejo municipal”. El artículo 9 de la Ley 294 de 1996 establece que “Llevar información sobre hechos de violencia intrafamiliar a las autoridades competentes es responsabilidad de la comunidad, de los vecinos y debe realizarse inmediatamente se identifique el caso. La petición de medida de protección podrá ser presentada personalmente por el agredido, por cualquier otra persona que actúe en su nombre , o por el defensor de familia cuando la víctima se hallare en imposibilidad de hacerlo por si misma”. 5 Las comisarías de familia fueron creadas por el Decreto 2737 de 1989, que en su artículo 295 reza: “Créanse las comisarías permanentes de familia de carácter policivo, cuyo número y organización serán determinados por los respectivos concejos municipales o distritales. Estas comisarías funcionarán durante las 24 horas del día en los municipios donde la densidad de población y la problemática del menor lo requieran, a juicio del respectivo concejo municipal o distrital”. En Barranquilla sólo la Comisaría Permanente atiende las 24 horas del día. 198 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 4

Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

La falta de compromiso es identificada por los mismos funcionarios como consecuencia de falta de estabilidad laboral de los comisarios de familia, quienes son de libre nombramiento y remoción6 y no de carrera administrativa, lo que acarrea que de alguna manera éstos no se motiven por desempeñar sus funciones de manera idónea; de hecho, parafraseando a uno de lo funcionarios entrevistados: cuando los comisarios logran la formación debida, no sólo en el manejo de la ley sino en la atención especial de la víctima, dependiendo de cada caso, llega el reemplazo impuesto por el político de turno. Esta falta de capacitación de los funcionarios incide directamente en el desgaste que sufre la víctima al ser remitida de un lado a otro, al agotar trámites innecesarios que van en desmedro de la fe y confianza que las víctimas de violencia tienen en el sistema legal de protección. Esto repercute también en el hecho de que no se brinde a la víctima la atención que requiere según su caso específico. Los pobladores del barrio Las Flores señalaron como etapa única del procedimiento la audiencia de conciliación, que se convertía en una diligencia que buscaba la reconciliación familiar en todos los casos, incluso los casos graves de violencia doméstica en los que se ponen en riesgo la vida e integridad física de la víctima. “Pretenden conciliar todos los casos que llegan a su despacho sin estudiar más a fondo la problemática presentada a su consideración, ya que sólo logran con la conciliación tratar por encima el problema, es decir, apaciguar un poco los ánimos de las facciones en disputa, pero siempre queda el aspecto esencial del problema sin resolver”. Por otra parte, el conocimiento de la ley y los procedimientos por parte de los funcionarios no es completo; de hecho, muy pocos de los entrevistados describieron de manera completa el trámite para la imEl artículo 297 del Decreto 2737 de 1989 expresa que “Las comisarías permanentes de familia hacen parte del sistema nacional de bienestar familiar y estarán a cargo de un comisario de familia designado por el alcalde mayor en el caso del Distrito especial de Bogotá o por el respectivo alcalde en los demás municipios del país, con el carácter de empleado público de libre nombramiento y remoción”. revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 199 6

violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

posición de la medida de protección; sólo uno avistó la posibilidad de una segunda instancia y de la imposición de la medida de arresto, lo

que explica que en siete años de vigencia de la Ley 575 del 2000 no se ha verificado el agotamiento de la segunda instancia ante los jueces de familia, quienes además son los competentes para imponer la medida de arresto. Esta falta del conocimiento de la ley es compartida con la comunidad, cuyos miembros sólo se preocupan por conocer la ley cuando necesitan su aplicación urgente y sólo como un mecanismo inmediatista de solución a sus necesidades, de forma que si la medida debe someterse a un procedimiento posterior se pierde el interés y se forma un criterio acerca de la aplicación de la misma que conduce a la frustración. Esto parece pasar inadvertido para los funcionarios a los que corresponde la atención primaria de la víctima, quienes consideran que son ellos los llamados a asumir la guía total para el feliz término de la interposición de la medida de protección. La comunidad en general prefiere solucionar la situación en instancias familiares. Sólo acuden ante la autoridad, en términos generales, cuando la situación se torna grave e insostenible, es decir, después de que los grados de violencia han venido en un constante crecimiento gradual. Esta visión de la ley desde el punto de vista orgánico genera un sistema de desconfianza en todo el sistema jurídico de protección, pues considera la ineficiencia como una característica ínsita del sistema legal; en sus propias palabras: “La ley es demasiado lenta”. A pesar de todo, los funcionarios entrevistados consideran que las víctimas confían en ellos; apreciación no compartida por la comunidad, que ve en la remisión de un sitio a otro, la atención no adecuada, causas de desgaste de la confianza de la víctima en el sistema de protección institucional. Al tocar el tema de la remisión de una entidad a otra sale a flote otra condición que resquebraja la efectividad de las medidas de protección, 200 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

lo económico. El factor económico se percibe no sólo en no poder enfrentarse con el agresor que mantiene y sostiene el hogar, sino en la carencia de recursos para desplazarse de una entidad a otra. Gráfico 5. Respuestas de los pobladores del barrio Las Flores.

Se puede observar que casi la totalidad de la población del sector desconoce cuáles son las leyes que los protegen en caso de VIF, lo cual implica que las personas no se acercarán a denunciar con la frecuencia necesaria

Con este marco, es preciso tocar otra problemática común: la inadecuada ubicación de las comisarías de familia competentes, pues la designada para el barrio Las Flores se encuentra en el centro de la ciudad y la general opera en el barrio Montecristo. Como puede verse, las dos están ubicadas lejos del sector objeto de esta investigación; adicional a lo anterior, una de las funcionarias manifestó que Barranquilla “se ha ido superpoblando y que deberían existir por lo menos un par de comisaría más.” Este problema es de ida y vuelta, pues los comisarios se quejan de problemas de cubrimiento por la imposibilidad de transportarse a los barrios más alejados de sus despachos geográficamente hablando. 6% 93%

0%

10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% Sí No ¿Conoce las leyes que lo protegen en caso de VIF? revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 201 violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

Las inadecuadas condiciones de trabajo del comisario de familia se ve reflejada en el servicio que prestan. Aunque al crear las comisarías de familia se vislumbró que éstas contarían con recursos físicos y un equipo interdisciplinario para atender los casos de violencia intrafamiliar, en la actualidad observamos que estos funcionarios trabajan de manera muy precaria, con escasos recursos para apoyar su labor. Gráfico 6. Problemas que impiden la debida prestación del servicio de las comisarías de familia

Con respecto a las consecuencias de la violencia intrafamiliar, observamos que los pobladores del barrio son intuitivamente conscientes de las consecuencias psicológicas o personales de la violencia en la víctima, e incluso describieron ciertas conductas que pueden ser indicativas de las mismas, sobre todo si se trata de menores de edad. 42% 29% 42% 29%

0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35% 40% 45% Falta de capacitación Falta de recursos Falta de compromiso Equipo interdisciplinario incompleto

202 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

Gráfico 7. Consecuencias de violencia intrafamiliar identificadas por la población. Se puede ver con claridad que los efectos legales que recaen sobre el agresor son ignorados, en comparación con los otros

Esta apreciación varía si hablamos de las consecuencias jurídicas, pues desconocen el contenido de las medidas de protección específicas consagradas en la ley, y la posibilidad de solicitar desacatos, interponer recursos e incluso solicitar el arresto del agresor. Para la mayoría de los funcionarios entrevistados, las medidas de protección en general son efectivas. Destacan la efectividad de la

medida de desalojo, lo cual es curioso, pues para la comunidad es la menos cumplida por el agresor, y además expone, como ninguna otra medida, a la víctima a nuevos y más fuertes actos de violencia, pues la protección policiva que garantiza el éxito de la medida no se cumple. 7

Las medidas de protección se encuentran consagradas en el artículo 5 de la Ley

37% 3% 44% 10% 4% 12% 1% 4% 0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35% 40% 45% Propbsliecmolaósgicos BajAo craenddém. Diceosdterul hccoigóDanrllIon caodmecpu.ahduoisr del hogar Nor seasbpeo/nndoe Cárcel Muerte

¿Qué medida de protección es más efectiva? revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 203 violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

La falta de seguimiento de las medidas de protección7 por parte de los funcionarios impidió que se obtuvieran datos sobre la percepción de la efectividad del desalojo. Contrasta esta percepción con la siguiente conclusión fruto de una investigación realizada en la ciudad de Cartagena: “Mientras en el interior del país, los hombres, frente a los conflictos domésticos, tienden a abandonar el hogar, dejándolo para no dejar a sus hijos sin techo, en la Costa, el hombre contrariamente, tiende a expulsar a la mujer y a los hijos de él” (Herrera Faría, 2003). Después del desalojo, según las autoridades, el tratamiento psicológico es destacado como medida de protección efectiva. En la práctica, esta medida es casi inoperante, pues las comisarías no cuentan con el equipo interdisciplinario y el sistema de remisiones a entidades de salud no funciona, pues los costos del tratamiento corren por cuenta del mismo agresor, quien cancela los costos que se deriven. 294 de 1996: “ Si el comisario de familia o el juez de conocimiento determina que el solicitante o un miembro de un grupo familiar ha sido víctima de violencia o maltrato, emitirá mediante providencia motivada una medida definitiva de protección, en la cual ordenará al agresor abstenerse de realizar la conducta objeto de la queja, o cualquier otra similar contra la persona ofendida u otro miembro del grupo familiar. El funcionario podrá imponer, demás, según el caso, las siguientes medidas:Ordenar al agresor el desalojo de la casa de habitación que comparte con la víctima, siempre que se hubiere probado que su presencia constituye una amenaza para la vida, la integridad física o la salud de cualquiera de los miembros de la familia; b) Ordenar al agresor abstenerse de penetrar en cualquier lugar donde se encuentre la víctima, cuando a discreción del funcionario dicha limitación resulte necesaria para prevenir que aquél moleste, intimide, amenace o de cualquier otra forma interfiera con la víctima o con los menores cuya custodia provisional le haya sido adjudicada; c) Prohibir al agresor esconder o trasladar de la residencia a los niños y personas discapacitadas en situación de indefensión, miembros del grupo familiar, sin perjuicio de las acciones

penales a que hubiere lugar; d) Obligación de acudir a un tratamiento reeducativo y terapéutico en una institución pública o privada que ofrezca tales servicios, a costa del agresor cuando éste ya tuviera antecedentes en materia de violencia intrafamiliar; h) Si fuera necesario, se ordenará al agresor el pago de los gastos médicos, sicológicos y síquicos que requiera la víctima; f) Cuando la violencia o maltrato revista gravedad y se tema su repetición, el comisario ordenará una protección temporal especial de la víctima por parte de las autoridades de policía, tanto en su domicilio como en su lugar e trabajo, si lo tuviere, y g) Cualquier otra medida necesaria para el cumplimiento de los propósitos de la presente ley”. 204 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

Gráfico 8. Respuestas de los funcionarios y educadores de familia. Se observa que la efectividad del proceso de conciliación no es tenida en cuenta

La reforma a la Ley 294 de 1996 y 575 del 2000 radican la competencia en primera instancia en los jueces de familia, lo que garantiza acceso a la administración de justicia y ejercicio de la autoridad frente a la policía y permanencia en el servicio. Las comisarías de familia no pierden competencia para conocer del caso, pero será necesario implementarlas de acuerdo con lo dispuesto por el Código del Menor. Con la reforma al régimen de protección a la víctima de violencia intrafamiliar se crean además lugares de amparo donde la víctima pueda protegerse del agresor hasta por seis meses; se da mayor prevalencia a la medida de desalojo y se establece para las autoridades de policía la obligación de acompañar a la víctima a tomar sus pertenencias y volver por sus hijos cuando sea preciso que se marche de su lugar de residencia. 71% 14% 14%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80%

Desalojo Tratamiento psicológico Todas son iguales ¿Qué medida de protección es más efectiva? revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 205 violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

CONCLUSIONES Los pobladores del barrio Las Flores no poseen claridad sobre el concepto de “violencia intrafamiliar”, y sus comportamientos cotidianos son normalmente agresivos; por esta razón comportamientos destructivos son considerados como normales y no identifican ciertas señales de riesgo que se pueden estar presentando en sus hogares. La violencia intrafamiliar en el barrio las Flores es una problemática que se presenta por ciclos, en la que el agresor pasa a ser víctima: el padre golpea a la madre, ésta al hijo y éste cuando crece golpea al padre, y de esta forma se termina el ciclo y aumentan los índices de violencia. También se presentan ciclos respecto a los episodios violentos: el agresor ofende a la familia y luego vuelve a ser un miembro tranquilo y confiable, para después de un tiempo volver a agredirlos por períodos de tiempo

cortos pero de gran intensidad en cuanto al daño psicológico. Las principales víctimas de violencia intrafamiliar en este sector de la ciudad son las mujeres y los niños. Estos mantienen con el agresor generalmente una relación de subordinación y dependencia económica. Las causas principales de violencia intrafamiliar son el alcoholismo, la drogadicción y los celos. Estos en sí mismos son consecuencias de otras situaciones que caracterizan a este sector, como por ejemplo, el desempleo, la pobreza, la resquebrajamiento de la estructura familiar y el machismo, que estereotipa a los individuos. Los pobladores del barrio Las Flores desconfían de las autoridades y de la ley y dudan de su efectividad sumado al desconocimiento masivo de mecanismos de protección de las víctimas, ya que los individuos desconocen cuáles son los mecanismos que ésta les proporciona para tener un mejor resultado que garantice la protección de la víctima. Es necesario llevar a cabo programas de formación personal que permitan disminuir en el sector los estereotipos de género, y concienciar a las mujeres sobre sus capacidades y limitaciones, como un ser capaz 206 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

de promover cambios sociales importantes. No obstante, a pesar de no manejar los conceptos y normas para orientar a las víctimas y no representar a la autoridad, su visibilidad social y dispocisión de trabajo aportaría evidentes mejorías al proceso. Sería necesario promover la formación de la población respecto al tema de violencia intrafamiliar, tratándolo de forma integrada: violencia contra la mujer, derechos humanos, derechos de los niños y cómo actuar en caso de que se llegue a presentar una situación de este tipo en la familia. Sería conveniente reestructurar el tejido social de las familias del barrio, con el fin de crear redes que permitan agilizar la comunicación, apoyo y toma de decisiones respecto a las víctimas, que al sentirse respaldadas atenúan la sensación de temor e inseguridad y realizan acciones más favorables que garanticen su seguridad. Se debe capacitar a los funcionarios encargados y sensibilizarlos en temas relacionados con la VIF, además de crear equipos interdisciplinarios que puedan dar respuesta efectiva y hacer seguimiento a las denuncias realizadas, con el fin de proteger por el mayor tiempo posible a la víctima, garantizándole su integridad. Sería pertinente realizar programas educativos y de sensibilización dentro de las comunidades educativas, y el sector salud, de forma que éstos aprendan a identificar los casos y a darles la adecuada orientación. Por otra parte, la conciliación dentro del proceso que se delanta en casos de VIF es mal entendida en el barrio Las Flores, ya que los pobladores confunden el término “conciliar” con “reconciliar”, y esto genera resistencia en las víctimas, que se sienten en muchas ocasiones obligadas a “perdonar” al agresor. Además, no todos los casos pueden resolverse a través de este medio. Hay situaciones que son de extrema gravedad y no permiten llegar a un acuerdo; lo único que se consigue es que se disminuye la intensidad del conflicto en esa instancia, pero el problema de fondo queda sin resolver, lo cual produce en la víctima revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 207

violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

un sentimiento de impotencia y de rechazo a seguir los procesos que estipula la ley, por lo cual se ve obligada a buscar otros que sean más efectivos y que le permitan proteger sus derechos. Es importante sensibilizar y capacitar sobre esta problemática a las personas vinculadas al sector judicial y policial, para evitar la victimización secundaria. Además de que éstos pudieran liderar procesos y programas de rehabilitación de las víctimas. La reforma a la ley que se vislumbra crea herramientas de tratamiento e intervención respecto a la víctima y su familia y compromete a las entidades territoriales a establecer políticas en tal sentido. A su vez, devuelve a los jueces de familia la competencia para conocer de los casos de violencia intrafamiliar, y el trámite de las medidas de protección lo torna equivalente al de una especie de acción de tutela especializada. Por su parte, es necesario darles a las comisarías de familia un nuevo aire, esta vez dotándolas de herramientas físicas para que los funcionarios de éstas puedan desempeñar su labor a cabalidad, apoyando el tratamiento integral a través de la real conformación del equipo interdisciplinario y mejorando sus condiciones de trabajo, buscando que la vinculación de los funcionarios deje de ser una herramienta política e inestable y se conviertan en parte del sistema de carrera administrativa, para que así se puedan aprovechar su valiosa experiencia en el tratamiento de los casos. En las redes de apoyo que se logren constituir es preciso vincular de manera comprometida a las autoridades de policía, porque su actuar repercute directamente en la efectividad de la medida. Podría pensarse en crear una policía especializada para estos casos, como ocurre con la Policía de Menores, de grata aceptación entre los pobladores, por la rapidez para la atención. Se debe insistir en la capacitación de figuras comunitarias que poco a poco conciencien a la comunidad sobre la gravedad del problema, a 208 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

fin de afincar raíces de control y prevención social, apoyar el programa de educadoras de familia y difundir los deberes de la sociedad ante el problema, tal como lo ordena el nuevo proyecto de ley. Referencias ALMENARES A., M., LOURO B., I. y ORTIZ G., M. (1999). Comportamiento de la violencia intrafamiliar. Rev. Cubana Med Gen Integral, 15 (3), 285-292. BABBIE, E. (2000). Fundamentos de la Investigación Social. México: Thomson Editores. Código Penal. Constitución Política de Colombia. ESTRADA, S. (1999). Situaciones sociofamiliares que influyen en el ingreso de menores de 12 a 16 años a los hogares María Goretti. Trabajo de grado, Universidad del Valle, Cali (Colombia). FIGUEROA, M., FIGUEROA, L. y ORTIZ, J. (2004). El Cacique Juancho Pepe (pp. 11-39). Defensoría del Pueblo. Bogotá: Red de Promotores de Derechos Humanos. Mecanismos de protección contra la Violencia Intrafamiliar. FIGUEROA, M., ROJAS, M. y VILLAMIZAR, H. (1999). Violencia contra la

mujer que tiene un hogar constituido en las comunas 13, 14 y 15 de Cali. Cali: Universidad Libre. GARCÍA, I. (2004). Determinantes acerca de la agresividad y la violencia. En CORSI, J. (2004). Maltrato y abuso en el ámbito doméstico. Buenos Aires: Paidós. GUTIÉRREZ, Mª, GIRALDO, J. ARANGO, O. y MÁRQUEZ, A. (2005). Experiencias Participativas en proyectos de prevención de la violencia con participación de jóvenes. Cali: Universidad del Valle. HENAO, P. y ROMERO, I. (1996). Factores psicosociales más frecuentes generadores de violencia. Cali: Universidad del Valle. HERRERA, J. (2003). Violencia Intrafamiliar. Bogotá: Leyer Editores. KLEVENS J., BAYON, M.C. & SIERRA, M. (2000). Risk Factors and context of men who physically abuse in Bogotá (Colombia). Child abuse and Neglect, 24 (3), 323-332. LARRAIN, S. y RODRÍGUEZ, T. (1993). Los orígenes y el control de la violencia doméstica en contra de la mujer. En E. Gómez (Ed.), Género, Mujer y Salud en las Américas (pp. 202-209). Washington, D.C.: Organización Panamericana de la Salud. Publicación Científica No 541. LEFRANCOIS, G. (2000). El Ciclo de la Vida. México: Thomson. Ley 248 de 1995, por medio del cual se aprueba el Convenio para erradicar la violencia contra la mujer. revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 209 violencia intrafamiliar: efectividad de la ley en el barrio las flores de la ciudad de barranquilla

Ley 294 de 1996. Ley 575, por medio de la cual se transforma parcialmente la ley 294. Ley 600 del 2000. MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES - Instituto de la Mujer (2000). Violencia contra las mujeres, Salud 12. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, 2000; p. 1-42. MONZÓN, I. (2003) La Violencia Doméstica desde una perspectiva ecológica. En CORSI, J. (2004). Maltrato y abuso en el ámbito doméstico (pp. 127-146). Buenos Aires: Paidós. MUÑIZ, M., JIMÉNEZ, & FERRER, M. (1998). La violencia familiar, ¿un problema de salud? Rev Cubana Medicina General Integrada, 14 (6), 538-541. PÉREZ I., BLANCO, P. y VIVES, C. (2006). Violencia contra la mujer en la pareja: Determinantes y respuestas socio-sanitarias. En: Revista Gaceta Sanitaria, 20 (3), 202-208. Barcelona. QUINTERO, N. (1999). Programa de Violencia Intrafamiliar. Asociación para la salud mental infantil y adolescente Sima en convenio con el ICBF. Cali. RAMÍREZ, J. y PATIÑO, M. (1996 Julio). Mujeres de Guadalajara y violencia doméstica: resultados de un estudio piloto. Cad. Saúde Pública, 12 (3), 405409. RICO, N. (1996). Violencia de Género: Un problema de Derechos Humanos. Serie Mujer y Desarrollo, 16. SÁENZ, M. (1999). Educador Familiar. Intervención preventiva-educativa. Fundación para el Desarrollo Social en convenio con el ICBF. SAGOT, M. (2000). Ruta Crítica de las mujeres afectadas por violencia intrafamiliar en América Latina. Estudio de caso de 10 países. OPS/OMS: Programa de Mujer, Salud y Desarrollo. Pro-salute. SARQUIS, C. (1995). Introducción al estudio de la pareja humana (pp. 111-119). Chile: Ediciones Universidad Católica de Santiago de Chile. TENORIO, M. (1997). Casos de maltrato infantil en las Comisarías de Familia Los Mangos y Terrón Colorado de Cali. Universidad del Valle, Centro de Investigaciones en Psicología, Cognición y Cultura (Sede Meléndez) y Cisalva (Sede San Fernando).

TUESCA, R. y BORDA, M. (2003). Violencia marital en Barranquilla (Colombia): prevalencia y factores de riesgo. En Revista Gaceta Sanitaria, 17 (4), 302-308. Barcelona. VISBAL, C. (2006, 6 de agosto). Violencia Intrafamiliar, un drama nacional. El Heraldo. 210 revista de derecho, universidad del norte, 29: 178-210, 2008 Mónica Vásquez Alfaro, Yadira Alarcón Palacio, María Amarís Macías

Fuentes de Internet Violencia intrafamiliar http://w3.nuevosrumbos.org/violencia_intrafamiliar. html#euycanada El Tiempo.com. “En 153 por ciento se incrementó la denuncia de violencia intrafamiliar”, 28 de marzo de 2007.

UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA DIRECCIÓN DE DERECHOS HUMANOS Y ACCESO A LA JUSTICIA

CAPACITACIÓN A FUNCIONARIOS Y FORMACIÓN DE CIUDADANOS DE BOGOTA COMO MEDIADORES COMUNITARIOS PARA EL DISTRITO CAPITAL

CONFLICTO Y VIOLENCIA INTRAFAMILIAR Bogotá, febrero de 2002 Alcaldía Mayor de Bogotá D.C. Secretaría de Gobierno

2

CONTENIDOS 1: DIVERSAS NOCIONES SOBRE EL CONFLICTO 3 1.1. ASPECTO CONCEPTUAL 1.1.1. ABORDAJES DISCIPLINARIOS 1.1.2. REPRESENTACIONES SOCIALES 1.1.3. EL CONFLICTO COMO FACTOR DE DESARROLLO 1.1.4. UNA DEFINICIÓN DE BASE 4 1.4. ESTRUCTURA DEL CONFLICTO 4 2: ÁMBITOS Y DESENCADENANTES DEL CONFLICTO 7 2.1. FAMILIA 7 2.2. HÁBITAT 7 2.3. INCUMPLIMIENTO DE ACUERDOS Y OBLIGACIONES 8 2.4. TIPOS DE CONFLICTOS EN LAS UNIDADES DE MEDIACIÓN Y CONCILIACIÓN (UMC) 8 3: FAMILIA Y CONFLICTO 9 3.1. CONCEPTO Y FUNCIONES DE LA FAMILIA 9 3.2. TIPOLOGÍAS DE FAMILIA 9

3.3. CONFLICTO FAMILIAR 10 3.4. TIPOS DE CONFLICTO FAMILIAR 10 4: VIOLENCIA INTRAFAMILIAR 12 4.1. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS 12 4.2. TIPOS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR 12 4.3. REPRESENTACIONES SOCIALES DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR 13 5: EL CONFLICTO COMO FACTOR DE DESARROLLO 15 5.1. EL CONFLICTO ES HISTÓRICO 15 5.2. EL CONFLICTO ES EXPRESIÓN DE LO SOCIAL 15 5.3. EL CONFLICTO CONLLEVA RIESGO Y OPORTUNIDAD 15 5.4. EL CONFLICTO ADMITE MÚLTIPLES FORMAS DE EXPRESIÓN Y RESOLUCIÓN 15 5.5. EL CONFLICTO ADMITE LA DIFERENCIA Y LA UNICIDAD 15 BIBLIOGRAFÍA 16 Atendiendo a las características específicas de los contenidos de cada capítulo de este módulo, los dos primeros contiene un esquema común: se presentan primero los elementos conceptuales que sirven de sustento al capítulo; posteriormente se desarrollan algunos aspectos metodológicos y finalmente se plantean algunas acciones de tipo procedimental a la manera de vivencias de los estudiantes que suponen una construcción activa del conocimiento por parte de éstos. Los tres capítulos restantes desarrollan el primero y el tercer aspecto, es decir, el conceptual y el procedimental. Las vivencias dispuestas bajo el modo de talleres, han sido pensadas para ser desarrolladas con la presencia de un tallerista facilitador y en ocasiones de un monitor, sin embargo, éstas pueden ser aplicadas perfectamente por parte de grupos que autorregulen su organización. Aunque en esta cartilla se utiliza una secuencia temática común (conceptualmetodológicoprocedimental o conceptual-procedimental), dependiendo de los objetivos del capítulo correspondiente, es propicio en algunos casos desarrollar primero la parte vivencial como base precisamente de una problematización o profundización conceptual. Mediante la apuesta del 'diálogo de saberes', los talleres constituyen una estrategia pedagógica que enfatiza la sensibilización, el reconocimiento vivencial, el contraste de representaciones sociales, la reflexión y la conceptualización, por parte de los y las estudiantes, especialmente en dinámicas de grupo. 1. DIVERSAS NOCIONES SOBRE EL CONFLICTO 1.1. ASPECTO CONCEPTUAL 1.1.1. ABORDAJES DISCIPLINARIOS Si un punto de vista generalizado es que el conflicto es inherente al ser humano, no en un sentido negativo, sino como motor fundamental del dinamismo social, es entendible por qué la totalidad de disciplinas de las ciencias sociales y humanas que han abordado la comprensión de lo humano, han puesto simultáneamente su atención también en el conflicto. Sobre esa base, vamos a hacer una mención ilustrativa de ejes temáticos que algunas disciplinas han desarrollado en torno al conflicto. La psicología, por ejemplo, ha abordado en primer término el conflicto intraindividual, al estudiar las afectaciones que un individuo experimenta a partir de tensiones entre pulsiones y normas, entre representaciones contrarias o incluso en razón de escisiones de personalidad. En segundo lugar, la psicología se ha preocupado por el conflicto interpersonal, al tratar de entender, por ejemplo, las conductas agresivas, como una manifestación de nuestra condición animal, como respuesta a las tensiones que crean las restricciones del mundo exterior o como comportamiento instrumental que se convierte en un medio idóneo de acción para obtener resultados.

4

La sociología comenzó a abordar el conflicto haciendo una crítica precisamente de las miradas psicológicas, al considerar que éste no se crea únicamente a partir de las personas individualmente consideradas, sino que existen unos factores estructurales determinantes de la organización social que operan como caldo de cultivo del mismo. En esa perspectiva, el estructural-funcionalismo, por ejemplo, ve a la sociedad tendiendo naturalmente al equilibrio, contexto en el cual el conflicto equivale a una disfunción del sistema, hasta cierto punto como un elemento exógeno, que debe ser superado para recuperar el equilibrio natural. El marxismo, entre tanto, cree que la sociedad tiende naturalmente al conflicto, es decir, que es un elemento endógeno de la dinámica social y que, incluso, es necesario extremar la lucha de clases para crear la posibilidad de la transformación estructural social con el proletariado como clase única. Corrientes más contemporáneas rompen la polaridad de posiciones al considerar que tanto la cooperación como el conflicto son elementos consustanciales a la interacción social y que incluyen en todo caso un juego de tensiones en torno al poder como elemento de disputa fundamental. La comunicación social, aunque sería más apropiado decir la comunicología, como disciplina que se ocupa de la primera como objeto, ha estudiado los modos y niveles de interdependencia entre las partes, la importancia de las percepciones en la construcción del conflicto, la construcción comunicativa del poder y las implicaciones de los modos comunicativos en los impactos residuales del conflicto. La psicología social, que estudia la construcción social como una interacción entre los ámbitos individual y colectivo, se ha interesado por entender las relaciones del conflicto con las características y los mecanismos de creación de las representaciones sociales sobre el mismo, con las emociones como construcciones culturales y con los vínculos entre la actuación individual y las formas de la violencia colectiva. La antropología ha intentado explicar al conflicto como comportamiento cultural, ha examinado los niveles culturales de alta y baja conflictividad en comunidades específicas y ha desarrollado todo un marco comprensivo para entender los contrastes interculturales respecto del conflicto. La filosofía, por su parte, ha abordado el conflicto como un principio dinámico de tipo ontológico, es decir como elemento constitutivo del ser, y de tipo epistemológico, como propiciador del conocimiento; por ejemplo, la mayéutica aristotélica como la contradicción entre una tesis y una antítesis como bases de la síntesis, que es renovación creadora del saber, o la dialéctica hegeliana, como el juego de los contrarios. Adicionalmente, ha aportado un cuerpo denso de conocimiento axiológico, para encontrar en la ética una base de regulación colectiva para los conflictos. Finalmente, es necesario afirmar que circunscribirse a uno de los temas y disciplinas anteriormente mencionados, o a otros, siempre constituirá una imagen recortada del conflicto; es pertinente, entonces, desarrollar una visión interdisciplinaria del mismo con miras a comprender su naturaleza compleja y multidimensional y a desarrollar mejores formas de abordaje social que lo potencien como factor de desarrollo. 5

1.1.2. REPRESENTACIONES SOCIALES Las representaciones sociales constituyen lo que las personas piensan acerca de un objeto social (por ejemplo, el conflicto, la violencia, la salud, la enfermedad, etc.). Se trata de un conocimiento de sentido común, elaborado socialmente, compartido por los miembros de un grupo, que orienta su conducta ante dicho objeto. Coincidiendo con Casas (1998) y Casas y Durán (1996), quienes plantean que las representaciones sociales sobre un objeto determinado se componen de tres vertientes psicosociales: la representación social sobre el objeto en sí (definición), la representación social sobre los sujetos involucrados (características personales que generan una

situación) y la representación social sobre las alternativas consideradas como adecuadas para atender la situación o el objeto social. Cuando se explora con grupos de personas la representación social sobre el conflicto como objeto en sí, es decir su definición, suelen surgir tres visiones predominantes del mismo: la primera asimila el conflicto a diferencia y alrededor de ella despliega una connotación negativa que se expresa en términos como discrepancia, controversia, contradicción, pelea, enfrentamiento e incluso violencia. La segunda percibe el conflicto como una oportunidad para alcanzar nuevas formas de comunicación y entendimiento entre las personas, lograr consensos, acuerdos y sentar bases para la construcción de una cultura democrática. La tercera propone una combinación de las anteriores interpretaciones, entendiendo el conflicto como una construcción compleja que integra tanto elementos negativos como positivos. Respecto de la representación social sobre los sujetos involucrados en los conflictos, o sea, las características personales que coadyuvan a su generación, aflora una imagen negativa de las personas como problemáticas, conflictivas, intolerantes e incapaces de mantener unas sanas relaciones de convivencia. Otra imagen plantea que son personas que mantienen unas relaciones armónicas con quienes les rodean, y que en algún momento pueden resolver favorablemente situaciones en las cuales sus necesidades e intereses pueden parecer incompatibles frente a las de otras personas. En relación con la representación social sobre las alternativas consideradas como adecuadas para atender el conflicto, esta resulta concordante con las dos representaciones previas. Cuando el conflicto y las personas involucradas son percibidas de manera negativa, las alternativas son de carácter punitivo, de imposición, de autoridad e incluso de eliminación. Por el contrario, cuando existe una percepción positiva del conflicto y de las personas, las alternativas se orientan a la concertación, el diálogo, el establecimiento de acuerdos y a salidas que propicien el mantenimiento de relaciones armónicas entre las partes. 6

1.1.3. EL CONFLICTO COMO FACTOR DE DESARROLLO Si hacemos una recapitulación analítica de las representaciones sociales sobre el conflicto, podemos calificarlas en cierta medida como bipolares puesto que legitiman y en el mejor de los casos combinan una calificación negativa y positiva del mismo. No obstante, es posible superar dicha binariedad y promover, en cambio, una asunción decidida del conflicto como un factor de desarrollo, a través de la presentación y el análisis de algunos postulados básicos: El conflicto es histórico: las sociedades han vivenciado conflictos desde tiempos remotos y han desarrollado formas cotidianas de resolverlas. La experiencia de cada conflicto resuelto ha permitido el paso a un orden superior. Los conflictos se caracterizan por evolucionar de manera distinta a través del tiempo. El conflicto es expresión de lo social: El conflicto es inherente a la condición humana y, como tal, forma parte de lo social, involucrando las esferas racional y subjetiva de la vida del hombre. No constituye un hecho individual, sino eminentemente social. El conflicto conlleva riesgo y oportunidad: El conflicto permite nuevas oportunidades de interacción y comunicación entre las personas; pese a los riesgos que implica, también constituye movimientos superiores hacia formas de crecimiento. El conflicto conlleva múltiples formas de expresión y resolución: Cada sociedad posee sus propias maneras de mantener, transformar y superar el conflicto. Dado que los conflictos nunca son iguales, las formas de abordarlos tampoco lo son. El conflicto admite la diferencia y la unicidad: El conflicto, al mismo tiempo que expresa la diversidad, también es el reflejo de la unicidad de seres únicos e irrepetibles. Hay que reconocer, por tanto, la diferencia, pero también las particularidades específicas

de cada conflicto y de las partes involucradas. 1.1.4. UNA DEFINICIÓN DE BASE Habiendo constatado la complejidad del conflicto y, en forma consecuente, de los abordajes disciplinarios y perspectivas sobre el mismo, se torna muy importante partir de una definición de conflicto con un carácter integrador y general, que sirva como base de la mediación. En ese sentido, se perfila como muy pertinente acoger una definición puesta precisamente en la perspectiva de la mediación. Robin Hocker y William Wilmot (1991: 12), por ejemplo, conciben al conflicto como la “lucha expresada entre al menos dos partes interdependientes quienes perciben intereses incompatibles entre sí, tensiones por recursos escasos, atribuciones de parte de la contraparte e interferencias de esta última para alcanzar las metas”. Dicha noción de base es complementada por Baruch-Bush y Folger (1996: 130), para quienes “el conflicto es, ante todo, una ocasión de crecimiento en dos dimensiones críticas e interrelacionadas: el fortalecimiento personal y la superación de los límites 7

personales para relacionarse con otros; el conflicto enfrenta a cada parte con otro situado de diferente modo, que sostiene un punto de vista opuesto, lo que le da a la gente la oportunidad de desarrollar y mostrar respeto y consideración mutuos”. 1.2. ASPECTO METODOLÓGICO: ESTRUCTURA DEL CONFLICTO Habiendo recorrido diversas nociones sobre el conflicto, es útil ocuparse ahora de la estructura misma del conflicto, la cual puede estudiarse desde diversas perspectivas, por cuanto el ejercicio de la mediación supone siempre hacer un diagnóstico más o menos rápido, un mapeo del conflicto. 1.2.1. ELEMENTOS CONSTITUYENTES Un esquema básico de la estructura del conflicto que se ha extendido bastante es el propuesto por Lederach (1997: 32-33) (ver gráfica 1). Personas: partes del conflicto. Ello supone que aunque en todo conflicto hay siempre otros afectados, se consideran como personas solo aquéllas en quienes radica directamente la posibilidad de resolverlo. Proceso: historia del conflicto. Es importante develar las situaciones y percepciones que dan origen a un conflicto y cómo éstas se van transformando. Problema: motivo que da origen al conflicto. El conflicto se crea a partir de la divergencia de puntos de vista, intereses, necesidades, valores, etc. sobre un asunto más o menos concreto, y sobre las diversas salidas posibles a dicha divergencia. 1.2.2. DIMENSIONES Hay diversas dimensiones de orden tanto fáctico como perceptual que crean, potencian, agravan o permiten una salida al conflicto. Las dimensiones básicas a abordar en una perspectiva analítica son: Sentimientos: pueden definirse como los diversos modos de la afectación interior que un sujeto tiene a partir del conflicto. Suelen manifestarse a través de emociones explícitas como rabia, dolor, tristeza, etc. o simplemente como sensaciones subjetivas como frustración, desesperanza, nostalgia, etc.

PERSONAS PROCESO PROBLEMA Gráfica 1 MODELO DE LAS TRES P’S 8

Intereses: razones por las que diversas áreas de discrepancia o de incompatibilidad importan significativamente a una persona; pueden comprenderse también como los objetivos, puntos de llegada o ganancias finales que una persona percibe como salida a una situación específica. Necesidades: aspectos mínimos, indispensables, que satisfacen a una persona en

cuanto a lo sustantivo, lo psicológico y el proceso a seguir para resolver un problema. Una manera posible de pensarlos es como carencias. Posiciones: salida específica que cada parte propone con ocasión de un conflicto, es lo que cada quien quiere que se haga en esa situación determinada. Un modo complementario de entenderlas es como el lugar de sujeto desde el cual se habla, lo cual implica el reconocimiento explícito de las paridades o, por el contrario, de las jerarquías existentes en una relación interpersonal, por ejemplo padre-hijo, jefe-empleado o del eje funcional de dicha relación, por ejemplo: arrendatario-arrendador, contratante-proveedor de servicio, etc. Valores: creencias y principios firmemente arraigados en una persona que organizan su visión del mundo y de las personas, y que originan su posición y su comportamiento en un conflicto. No se entienden aquí como un conjunto de actitudes humanas y sociales evaluadas moralmente como positivas, sino que al tratarse de creencias combinan, si se quiere ver de esa manera, elementos positivos y negativos que constituyen la cultura personal, como la honradez, la justificación de la corrupción, la subordinación de género, la legitimidad de la violencia física, etc., los cuales se convierten en los reguladores éticos de la acción personal en sociedad. 1.2.3. PROCESO Aparte de considerar los hitos o momentos significativos que constituyen la historia del conflicto, el carácter dinámico del mismo puede entenderse a partir de dos nociones: fases y escalamiento, que pueden representarse gráficamente en el siguiente esquema: Gráfica 2: FASES Y ESCALAMIENTO DEL CONFLICTO FASES ESCALAMIENTO Inexistente Discusión Incipiente Polarización Latente Segregación Manifiesto Violencia Destrucción Mediación 9

El proceso del conflicto se puede organizar para la comprensión en fases, que muestran una transición en el siguiente sentido: en un primer momento las relaciones entre las partes son cooperativas e incluso complementarias, por lo cual se considera que no existe el conflicto, pero luego pueden desarrollarse factores causantes de la divergencia. No obstante, inicialmente las partes pueden no tener conciencia sobre la misma, con lo que el conflicto permanece de manera incipiente. Si las partes aceptan luego que tienen pretensiones incompatibles, el conflicto se torna latente, y si, con posterioridad se desarrollan comportamientos a partir de los intereses subjetivos en contraposición, entonces el conflicto se vuelve manifiesto. En la transición del conflicto latente al manifiesto y especialmente en este último, se sitúa por demás la posibilidad de encontrar diversos grados de intensidad del conflicto, proceso de gradación que puede denominarse escalamiento. Los grados van de la discusión simple a la polarización, segregación, en ocasiones el ejercicio violento y la destrucción sea de la relación original o a veces incluso de las partes enfrentadas, proceso en el cual los antagonismos se agravan y las disputas se distancian de los motivos originales, se intensifican sobre la dinámica de “no echarse para atrás” y pasan a centrarse en las resistencias y rencores personales. Es importante entender, no obstante, que la mediación siempre es un recurso posible, sea en las fases iniciales del conflicto o sea durante los momentos de escalamiento del conflicto, con miras a evitar consecuencias irremediables o muy negativas sobre las personas. 1.3. ASPECTO PROCEDIMENTAL

TALLER No. 1 1: Diversas nociones del conflicto Objetivo del taller: ! Reflexionar acerca de las representaciones sociales propias y ajenas en torno al conflicto. Tiempo: ! Trabajo individual: 10 minutos ! Trabajo en subgrupos: 40 minutos ! Plenaria: inquietudes y reflexiones: 30 minutos Materiales: ! 24 marcadores de dos colores distintos. ! Cinta de enmascarar. 10

! 12 pliegos papel periódico. GUÍA DE TRABAJO 1. El grupo se dividirá en subgrupos no superiores a siete personas; en cada uno de ellos se escoge un relator o relatora. 2. A partir del término "conflicto" presentado por el tallerista, cada estudiante deberá escribir en una hoja las cinco palabras asociadas que se le vengan primero a la mente. 3. Los subgrupos se reúnen y analizan las coincidencias y divergencias de las palabras asociadas, y redactan una frase que identifica la tendencia principal de definición. 4. Cada subgrupo elabora una cartelera con esta frase y la fija en la pared, el relator o relatora la presenta a los otros subgrupos. 5. Se realiza una discusión en plenaria sobre los consensos y disensos entre las carteleras de los subgrupos. Se elaboran conclusiones. 2: ÁMBITOS DEL CONFLICTO 2.1. ASPECTO CONCEPTUAL Aunque por su espectacularidad o trascendencia, solemos identificar los conflictos con aquellos que difunden los medios de comunicación, lo cierto es que la inmensa mayoría de conflictos se producen cotidianamente en el nivel de las relaciones interpersonales y son resueltos en ese mismo nivel, sin que requieran la intervención del sistema judicial. Se producen, además, en los propios entornos de las personas, como la escuela, la familia, el vecindario y el trabajo. Estos operan no solo como espacios físicos sino que, en combinación necesaria con el tipo de relaciones que allí se desenvuelven, constituyen los que pueden denominarse ámbitos del conflicto. Reconociendo que sobre la escuela se ha construido un importante acumulado conceptual y metodológico para la mediación, en principio el mediador comunitario operará menos allí, puesto que el sistema educativo desarrolla con frecuencia sus propias instancias de mediación. En concordancia con ello, se puden definir como ámbitos del conflicto para el ejercicio de la mediación comunitaria a la familia, el hábitat y el incumplimiento de acuerdos y contratos. Se debe tener en cuenta que si bien en términos comprensivos es pertinente la separación entre ámbitos diferenciados, los casos que llegan hoy en día a las Unidades de Mediación y Conciliación de la Secretaría de Gobierno del Distrito demuestran diversos grados de combinación de tales ámbitos. Por ejemplo, un desacuerdo en el pago o en los términos de un acuerdo económico al interior de una familia puede desencadenar un conflicto sustantivo en la familia o la denuncia de incumplimiento en un contrato de 11

arrendamiento suele estar acompañada de un clima evidente de deterioro de las relaciones personales entre los involucrados. 2.1.1. FAMILIA Teniendo en cuenta que el conflicto familiar y la violencia intrafamiliar serán objeto de las

unidades tres y cuatro del módulo, respectivamente, aquí sólo se presenta una definición general del conflicto familiar como la tensión o tensiones que se presentan entre los miembros de la familia sobre diferentes aspectos (conyugales, parentales, domésticos, generacionales, intergénero, etc.). El conflicto hace parte de la dinámica familiar y debe ser entendido como algo "natural" en la medida en que no es exclusivo de una familia en particular sino inherente a todos los grupos familiares de una sociedad. 2.1.2. HÁBITAT El hábitat se entiende como el espacio de convivencia (habitacional, laboral o comercial) que un sujeto apropia significativamente tanto en términos físicos como simbólicos. Entendida de esta manera, la convivencia no alude exclusivamente a residir en una misma vivienda, cuadra o barrio; tiene que ver también con la zona donde se comparte un tiempo significativo por otras razones distintas de las habitacionales y sobre la cual se hace, en consecuencia, un alto reconocimiento simbólico de pertenencia. Ese es el caso, por ejemplo, de algunos integrantes de ‘parches’, los cuales se asumen como integrantes de un parche ligado a una zona específica, para lo cual no se requiere que vivan en ella, sino que en ella se sitúe su grupo de pares de referencia e identificación, con el que realiza un alto número de sus actividades cotidianas, con preponderancia de las lúdicas (García, 1998). El conflicto en el hábitat se refiere a disputas que se presentan entre las personas que residen o frecuentan un mismo vecindario o localidad en torno a intereses, principios y recursos que se pueden percibir como antagónicos. Algunos de los conflictos más frecuentes en el hábitat giran en torno de los siguientes aspectos: • Malas relaciones entre vecinos. • Contaminación sonora: altos niveles de ruido. • Mal manejo de basuras y desechos. • Restricciones en el uso del espacio público. • Uso inadecuado de las zonas recreativas. • Mal manejo de mascotas. • Desarrollo de actividades inadecuadas para zonas residenciales. Una fuente adicional de conflictos surge por disputas acerca de la legitimidad o autoridad para la representación de la comunidad; es lo que sucede, por ejemplo, entre los fundadores y/o líderes históricos de los barrios y los nuevos moradores. En muchos casos 12

las discrepancias surgen realmente más que de un cuestionamiento a la necesidad de que haya liderazgos a las formas particulares de ejercerlo. 2.1.3. INCUMPLIMIENTO DE ACUERDOS Y OBLIGACIONES Aunque el incumplimiento de acuerdos y obligaciones en las relaciones económicas son un espectro sumamente amplio de relaciones y transacciones sociales, se sabe que la mediación comunitaria tiene una relación más estrecha con disputas motivadas por opiniones divergentes en torno a los objetos, ganancias y procedimientos de las transacciones (comerciales), por ejemplo, el incumplimiento en la prestación de servicios, en la entrega de bienes adquiridos, en la devolución en buen estado de bienes confiados a la otra parte y, principalmente, en el pago en los contratos de arrendamiento. Respecto de estos últimos, el conflicto surge en razón de una dualidad: por un lado, las desventajosas condiciones de algunas familias que no les permite tener una vivienda propia o ganar los suficiente para cumplir con el pago de la que habita en arriendo. Por el otro, el derecho del propietario de la vivienda a recibir el dinero pactado por el arriendo del bien inmueble de su propiedad. Aunque los procedimientos en esta clase de contratos están claramente regulados por la ley, dicha dualidad es la fuente de un deterioro progresivo de las relaciones interpersonales, asunto en el cual la mediación comunitaria puede cumplir un papel relevante para evitar un escalamiento del conflicto y posibilitar así

el logro de acuerdos. También se presentan disputas por las malas relaciones que surgen entre las partes por discrepancias en torno a salarios, prestaciones, horarios, condiciones de seguridad social (laborales), entre otros aspectos. La mediación no se aplica a los derechos laborales consagrados por las normas, que se consideran irrenunciables, sino precisamente al campo exclusivo de las relaciones interpersonales, con el fin de que las partes mantengan una comunicación respetuosa y armónica para el logro de los acuerdos a los que haya lugar al amparo de la ley y con posterioridad a los mismos. 2.1.4. CONFLICTOS MÁS FRECUENTES EN LAS UNIDADES DE MEDIACIÓN Y CONCILIACIÓN (UMC) Es importante contrastar la caracterización de los ámbitos diversos en los que se presenta el conflicto con los tipos de conflictos que llegan a las UMC de la Secretaría de Gobierno de Bogotá. Un análisis de los tipos de casos presentados en varias UMC permite tipificar su frecuencia en orden descendente (“Una opción..., 1999-2000: 6): Arrendamiento: los conflictos derivados de este tipo de contratos. Otros contratos civiles: los conflictos derivados de otros contratos civiles diferentes al contrato de arrendamiento como compraventa, contrato de obra de construcción, préstamo de dinero y deudas, electricidad y ornamentación, entre otros. Obligaciones comerciales: los conflictos derivados de contratos comerciales como sociedades o compraventa de negocios. 13

Conflicto intrafamiliar: diferencias y problemas entre adultos miembros de una familia que no involucran ni afectan directamente la calidad de vida de los menores y no requieren intervención terapéutica, de sicólogo o trabajador social. Conflicto vecinal: los conflictos derivados de las relaciones de vecindad como propiedad horizontal, utilización de zonas comunes, linderos, amenazas, agresiones físicas (sin lesión) y verbales. Laboral: los conflictos derivados de las malas relaciones, debido a las discrepancias en asuntos prestacionales. 2.2. ASPECTO METODOLÓGICO Los conceptos sobre la estructura del conflicto propuestos en el capítulo anterior se disponen aquí en un formato que se puede denominar como 'mapa' de análisis del conflicto en sus diversos ámbitos, el cual se presenta a continuación: MAPA DE ANÁLISIS DEL CONFLICTO EN DIVERSOS ÁMBITOS (Elementos constituyentes, dimensiones, fases y escalamiento) 1. Elementos constituyentes PERSONAS PROBLEMA PROCESO 2. Dimensiones Necesidades Intereses Posiciones Sentimientos Valores 3. Fases 14

4. Escalamiento 2.3. ASPECTO PROCEDIMENTAL A partir casos seleccionados en Unidades de Mediación y Conciliación, a los cuales se les modificaron los nombres y datos personales para proteger la identidad de las partes, y tomando como base el instrumento metodológico ya presentado, se propone el siguiente taller: TALLER No. 2 Ámbitos del conflicto Objetivo: ! Analizar la estructura de conflictos en los diversos ámbitos. Tiempo:

! Análisis de casos y elaboración de relatoría. 1 hora ! Plenaria: análisis y conclusiones. 40 minutos Materiales: ! Mapa de análisis del conflicto. ! Descripción de casos ! Hojas de papel GUÍA DE TRABAJO 15

1. Se conforman subgrupos no superiores a siete integrantes. 2. Cada subgrupo recibe un caso y formatos de mapa del análisis del conflicto, con el fin de discutir e identificar la estructura del conflicto. 3. Cada subgrupo nombra un relator o relatora para recoger los acuerdos del subgrupo por escrito en uno de los formatos y presentar el caso analizado ante los demás subgrupos. 4. Se realiza un debate en plenaria sobre el análisis de los conflictos en diversos ámbitos. Se elaboran conclusiones. 3. FAMILIA Y CONFLICTO 3.1. ASPECTO CONCEPTUAL Este capítulo pretende aportar al estudiante una serie de elementos básicos que le permitan comprender la familia y los conflictos que se producen en este ámbito, por ello se considera pertinente abordar la definición, funciones, tipologías y ciclo vital de este grupo humano, al igual que la manera como se entiende el conflicto familiar y los tipos que se reconocen. 3.1.1. DEFINICIÓN Una concepción integral de la familia la define como un sistema complejo en que sus integrantes desempeñan distintos roles y se interrelacionan para llevar a cabo una serie de funciones importantes para cada individuo, para la familia como un todo y para contribuir a la sociedad la que pertenece (Mejía y otros, 1990). Desde una visión estructural (Barudy, 1998; Minuchin y Fishman, 1984), la familia es un conjunto de miembros que mediante interacciones frecuentes se agrupan en subsistemas: • Conyugal: conformado por los miembros de la pareja en cuanto cónyuges. • Parental: conformado por los miembros de la pareja en relación con el ejercicio de sus funciones como padres. • Fraterno: integrado por los hermanos. • Intergeneracional: compuesto en función de las diferencias generacionales al interior de la familia. Estos subsistemas están separados los unos de los otros por fronteras simbólicas, cada uno contribuye con el funcionamiento del grupo familiar manteniendo su identidad mediante el cumplimiento de roles, funciones y tareas que son necesarias para la existencia y supervivencia de la familia (Minuchin, 1979, citado en Barudy, 1998). La importancia de destacar estos subsistemas está relacionada con la posibilidad aparición de conflictos en la familia cuando los roles, funciones y tareas específicas de cada uno de estos subsistemas no se cumplen o se llevan a cabo de manera inadecuada. 16

3.1.2. FUNCIONES DE LA FAMILIA La familia está llamada a cumplir con una serie de funciones de cuyo adecuado ejercicio contribuye al desarrollo armónico de ésta. De acuerdo con diversos autores (Páez, 1984, por ejemplo) las funciones de la familia son entre otras las siguientes: • Satisfacción sexual de la pareja y la reproducción. • Apoyo mutuo entre sus miembros en momentos de dificultades y en la vida diaria. • La crianza de los hijos. • La transmisión de valores, normas, actitudes y estrategias para la supervivencia en un

mundo complejo. • Brindar cariño y afecto. • Aportar al individuo un estatus que lo define en la sociedad. Al analizar un conflicto de tipo familiar es preciso explorar si los distintos miembros de la familia asumen, o no, las funciones que les corresponden o si lo hacen de forma inadecuada, ya que ello puede estar incidiendo en la situación específica del grupo familiar. 3.1.3. TIPOLOGÍAS DE FAMILIA Cuando se tienen en cuenta la composición la familia se puede clasificar de la siguiente forma (Quintero, 1994): Familia nuclear: es la compuesta por los padres y los hijos que viven bajo un mismo techo. Familia extensa: varias generaciones conforman el grupo familiar (padres, hijos, abuelos, tíos). Familia reconstituida o recompuesta: aquella donde los miembros de la pareja vienen de uniones previas, conviven con hijos de sus relaciones anteriores y de la suya propia. Familia monoparental:1 conformada por uno de los progenitores, generalmente la madre, y sus hijos. Como puede observarse cada familia puede presentar características específicas atendiendo a la tipología en la cual puede ubicarse, ello puede incidir en la caracterización de los conflictos, las personas involucradas y en el proceso evolutivo de los mismos. 3.1.4. CONFLICTO FAMILIAR Más allá de una visión romántica e idílica de la familia como un lugar y un grupo humano en el que se recibe y se expresa amor, apoyo, colaboración y ayuda, el conflicto hace su 1 Quintero

(1994) no registra esta tipología pero aquí se incluye dado en predominio de esta estructura familiar en el contexto colombiano.

17

aparición en ella como una oportunidad de crecimiento y de transformaciones positivas tanto para cada uno de sus miembros como para todo el conjunto, lo cual implica distanciarse de una tendencia a escalar todos los conflictos y a impedir que lleguen a situaciones de violencia. Se entiende el conflicto familiar como las tensiones que se presentan entre los miembros de una misma familia en torno a diferentes aspectos: conyugales, afectivos, domésticos, parentales, intergeneracionales, intergénero, entre otros. Se trata de diferencia de intereses, deseos, opiniones e incluso de valores. Estas tensiones pueden aparecer en el marco del proceso de evolutivo de la familia que se han denominado ciclo vital (véase cuadro), el cual comprende varias etapas. Estos cambios evolutivos son transformaciones inevitables y necesarios que permiten a la familia crecer, desarrollarse y adaptarse al contexto sociocultural en que se desenvuelve. El paso de una etapa a otra del ciclo vital implica una crisis que puede resolverse de manera "natural" o dar lugar a conflictos que requieran ayuda profesional o la participación del Mediador Comunitario. Como puede verse, la familia es un ámbito "natural" para el conflicto, en opinión de Gelles y Strauss, 19882 ello se debe a la presencia de los siguientes factores, que también pueden incidir en la violencia intrafamiliar: • La pertenencia involuntaria a una determinada familia. • El largo tiempo que los miembros de la familia permanecen juntos. • La diversidad de actividades e intereses y la interacción de los miembros de la familia en múltiples contextos. • La intensidad de los vínculos interpersonales que se generan entre los miembros de un grupo familiar.

• Las diferentes opiniones de los miembros antes situaciones y decisiones que afectan a la familia. • Las diferencias de género y edad que constituyen dos variables claves en el desequilibrio al interior de la familia. • Los roles que se atribuyen a las personas en función de las dos variables anteriores. • El carácter privado de la vida familiar. • El estrés y las tensiones propias de las distintas etapas del ciclo vital. • Los cambios socioeconómicos, laborales y demás a que se enfrenta la familia. • El conocimiento que tienen las personas de los otros miembros de la familia: sus fortalezas, debilidades, intereses, miedos, etc. 3.2. ASPECTO METODOLÓGICO: TIPOS DE CONFLICTO FAMILIAR Las descripciones previas sobre la definición, las funciones y las tipologías de familia, así como una caracterización breve del conflicto familiar, constituyen bases para construir un 2 Citado

18

en Corsi (1994)

esquema analítico de las situaciones conflictivas que se presentan al interior de un grupo familiar. Así, de la existencia de diversos subsistemas en el grupo familiar se deriva la tipología de los conflictos considerada en el contexto de este módulo, es decir, según los sujetos involucrados o las tareas respectivas de cada subsistema3: Conflicto conyugal: se presenta entre los miembros de la pareja y puede estar relacionado con exigencias de tipo personal y afectivo, problemas individuales, inexistencia de acuerdos para el manejo del tiempo libre, de la intimidad, encuentros con amigos, tiempo con la familia extensa y, en general, con aquellos temas que competen única y exclusivamente a la pareja. En algunos casos se presentan conflictos por intromisión de terceras personas en espacios y decisiones de la pareja. La transición de una etapa a otra del ciclo vital puede generar conflictos en la pareja, por ejemplo, tras el nacimiento del primer hijo (manejo de la sexualidad, entre otros). Conflicto parental: se refiere a las tensiones, dificultades y problemas que surgen entre los padres por temas relacionados con el ejercicio de las funciones parentales. La falta de acuerdos o la existencia de acuerdos poco claros o inadecuados en torno al manejo de la autoridad, horarios y permisos de los hijos son fuente de conflictos entre muchos padres. Conflicto parento-filial: es aquel que se presenta entre padres e hijos. Las diferencias y tensiones pueden estar asociadas a modos distintos de entender las cosas, a las normas y reglas que los padres intentan imponer a los hijos, a la aceptación de los amigos. Este tipo de conflicto que es también intergeneracional es frecuente en la adolescencia de los hijos o en los casos en que, aun siendo adultos, algunos hijos viven con los padres ya mayores y no aportan para los gastos de la casa o no acatan las normas que éstos les exigen para continuar viviendo con ellos. Conflicto entre hermanos: son los denominados conflictos entre iguales o entre pares. Las disputas entre hermanos giran en torno a reclamos por el afecto de los padres, objetos personales entre otros. El manejo adecuado de los conflictos fraternos puede constituir una oportunidad de aprendizaje para la vida adulta. Conflictos intergeneracionales: corresponden a los conflictos que se presentan entre personas de diversas generaciones, como los que acontecen entre abuelos y nietos, padres e hijos, padres y abuelos, tíos y sobrinos, etc. Los conflictos entre padres e hijos, por ejemplo, pueden generar la conformación de diferentes subgrupos dentro de la familia y polarizar las interacciones y las comunicaciones. El conflicto parento-filial es básicamente intergeneracional. Por otra parte, los conflictos intergeneracionales son frecuentes en las familias extensas. Conflictos intergénero: el género constituye uno de los ejes generadores de conflicto en

la familia. Muchos conflictos familiares están sustentados en la jerarquía y posición de superioridad de un género, generalmente el masculino sobre el femenino. 3 Minichin

y Fishman (1984) señalan que los subsistemas familiares se articulan por los integrantes (miembros de la pareja, por ejemplo) o por la tarea que cumplen (parentalidad, por ejemplo).

19

3.3. ASPECTO PROCEDIMENTAL TALLER No. 3 Familia y conflicto En este taller, además de identificar conflictos familiares y propiciar la reflexión y sensibilización sobre ellos, se pretende utilizar los diversos elementos propuestos en los aspectos conceptual y metodológico en el análisis de este tipo de conflictos. Objetivo del taller: ! Identificar conflictos familiares y realizar una reflexión personal y colectiva sobre la cotidianidad de los mismos. Tiempo: ! Reflexión personal: 10 minutos. ! Intercambio con compañeros/as: 30 minutos ! Intercambio entre grupos: 10 minutos. ! Selección de una historia y preparación de dramatización: 30 minutos. ! Dramatización: 30 minutos. ! Reflexión sobre la experiencia: 10 minutos. Materiales: ! Guía de trabajo ! Hojas de papel GUÍA DE TRABAJO 1. Los estudiantes conformarán grupos de trabajo siguiendo el criterio de las sesiones anteriores. 2. Cada estudiante realiza un proceso de reflexión personal sobre los conflictos en su grupo familiar. Posteriormente, de manera voluntaria, las personas comparten en cada grupo su reflexión y los sentimientos y emociones, que ello le produjo. 3. Cada grupo escoge entre las historias expuestas aquella que mejor refleje una solución positiva y creativa del conflicto por parte de las personas involucradas. Unos. Luego, con orientación del monitor, se juntan tres grupos, comparten dichas historias y seleccionan finalmente una, sobre la cual realizan una dramatización. Las dramatizaciones servirán de base para la problematización, complementación y análisis hecho por el/la tallerista, en las que se resaltará las tipologías del conflicto 20

familiar presentadas en el apartado metodológico, así como los elementos conceptuales presentados previamente. 21

4: VIOLENCIA INTRAFAMILIAR 4.1. ASPECTO CONCEPTUAL 4.1.1. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS La violencia intrafamiliar hace referencia a toda acción u omisión realizada por un miembro sobre otro del mismo grupo familiar, que cause dolor o sufrimiento físico y/o psicológico e incide negativamente en el desarrollo armónico de las personas, vulnera sus derechos fundamentales y les afecta en los ámbitos personal, familiar y social (Haz Paz, 2000). La violencia intrafamiliar se caracteriza por ser un fenómeno histórico, del ámbito privado de la familia, difícil de detectar y cuantificar y, sobre todo, porque puede ser entendida de manera distinta por diversos grupos culturales. Un determinado comportamiento hacia un niño, un anciano o una persona discapacitada puede ser considerado como violento en una cultura y como normal en otra4, por lo cual es importante conocer qué se entiende en cada contexto por violencia, es decir,

las representaciones sociales de la población general acerca de este fenómeno5. Considerando la magnitud y las secuelas de la violencia, ésta ha sido elevada a la categoría de problema de salud en Colombia. 4.1.2. FORMAS DE EJERCICIO DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR Teniendo en cuenta que la violencia corresponde a un espectro amplio de acciones y omisiones, siempre y cuando haya una afectación de las personas involucradas, es pertinente revisar las distintas modalidades que aparecen en la literatura especializada6: Maltrato físico: toda agresión física de carácter no accidental causada a un miembro de la familia, la cual, además de producir daño físico a la persona, puede generarle enfermedad o colocarlo en grave riesgo de sufrirla. El maltrato físico afecta a los distintos miembros de la familia, siendo los más vulnerables los niños y niñas, las personas discapacitadas y las mujeres. No obstante, parece ser que el número de hombres que padece esta modalidad de malos tratos es cada vez más creciente, lo cual constituye una de las caras ocultas de la violencia conyugal. Los indicadores más frecuentes de esta tipología de malos tratos se resumen en el cuadro 1 (Arruabarrena, De Paúl y Torres, 1994; Gracia y Musitu, 1993): Cuadro 1: INDICADORES O ACTOS DE MALTRATO FÍSICO " Patadas 4 Korbin,

1977, 1996; Torres y Hernández, 1997; Jiménez, Moreno, Palacios y Saldaña,1995. 5 Además, siguiendo a Rubiano (1998), el Modelo Modificado de Stress Social (MOSSAVI) destaca la importancia de entender la violencia en el contexto específico en que ésta se produce, dada la influencia simultánea de múltiples variables socioculturales y familiares en el origen de esta problemática. 6 Arruabarrena y De Paúl, 1994; Arruabarrena, De Paúl y Torres, 1994; Cosi, 1994; De Paúl y Arruabarrena, 1996; Dubowit, Black, Starr y Zuravin, 1991; Galvis, Bustamente y Sarmiento, 1999; Garbarino, Gutman y Seeley, 1996; Gracia y Musitu, 1993; Haz Paz, 2000, Kempe y Kempe, 1985; López, López Gómez, Fuertes, Sánchez y Merino, 1995; Starr, 1988, entre otros.

22

" " " " " " " " " " " " "

Golpes con la mano Golpes con objetos o instrumentos Quemaduras o escaldaduras Raspaduras, pinchazos, cortes Heridas (ojos, labios, boca, encías, etc.) Magulladuras, moretones y hematomas Marcas de mordeduras humanas Exposición a la intemperie Fracturas (cráneo, extremidades, costilla) Torceduras o dislocaciones Lesiones internas (hígado, cerebros, bazo) Estrangulamiento Ahogamiento y envenenamiento Maltrato psicológico: todos aquellos actos u omisiones que menoscaban la autoestima de la persona y limitan sus relaciones con los demás; tales actos son juzgados por los valores de la comunidad y por los profesionales de las instituciones como inapropiados y dañinos para un ser humano. El maltrato psicológico se caracteriza, tal y como señala Iwaniec (1995) es difícil de identificar. De acuerdo con Garbarino, Guttman y Seeley (1986), los indicadores que permiten aproximarse a los malos tratos psicológicos son los siguientes (ver cuadro 2). Cuadro 2: INDICADORES O COMPORTAMIENTOS QUE INDICAN MALTRATO PSICOLÓGICO Indicadores Descripción " Rechazar " Aislar " Aterrorizar

" Ignorar " Corromper " Conducta que implica abandono, negación de ayuda y exclusión de un

niño o de cualquier otro miembro de la familia. Es decir, no se le tiene en cuenta y se le niega la posibilidad de formarse una imagen positiva de sí mismo. " Coartar las posibilidades de un miembro de la familia de entrar en contacto con otras personas y establecer relaciones que son básicas para su desarrollo. Con estas conductas se transmite a la persona afectada la idea de que está sólo en el mundo. " La persona recibe amenazas de castigos o intimidación de parte de sus padres u otros adultos de la familia. Mediante estas conductas se crea en torno a la persona afectada un clima de hostilidad y temor. " Los padres o adultos que conviven con la persona objeto de este comportamiento no están disponibles para atender a sus necesidades psicológicas y afectivas. Cuando se trata de un niño, se halla en un medio familiar donde no recibe estímulos ni respuesta a sus conductas. " Inducir o exponer a la persona a conductas negativas o antisociales. Por ejemplo, se fomenta o se intenta fomentar fomentar hábitos inadecuados en un niño que pueden conducirlo a cometer conductas delictivas. 23

Abuso sexual: Hay abuso sexual cuando existe actividad de este tipo con una persona que no da su consentimiento, ya sea porque no lo desea o porque es incapaz de expresarlo. Esta tipología de abuso se caracteriza por el uso de la fuerza o la amenaza y puede incluir o no contacto sexual. El abuso sexual varía en función de la relación entre el abusador y la persona abusada, y en función del tipo de contacto que se da entre ambos (De Paúl y Arruabarrena, 1996), tal y como se resume en los cuadros 3 y 4: Cuadro 3: ABUSO SEXUAL SEGÚN LA RELACIÓN ENTRE LA PERSONA ABUSADA Y EL ABUSADOR Incesto El abuso es protagonizado por un sujeto con el cual la persona abusada tiene un vínculo consanguíneo lineal, o por otro miembro de la familia, como puede ser un tío, hermano, abuelo. Los sustitutos de los padres también son tenidos en cuenta como protagonistas de relaciones incestuosas. Violación El perpetrador del abuso no pertenece al grupo familiar de la persona abusada. Cuadro 4: ABUSO SEXUAL SEGÚN EL TIPO DE CONTACTO Tipo de contacto Descripción La vejación sexual Tocamientos por parte de la persona que abusa de las zonas privadas de la persona abusada, quien también puede ser obligado a acariciar las zonas erógenas de quien abusa. El contacto sexual genital Relación sexual que incluye penetración digital o del órgano sexual masculino en la vagina o el ano, así como también la penetración de objetos de diferentes tipos. El sexo oral también se incluye en este tipo de contactos. Negligencia: comprende aquellas situaciones en las cuales las necesidades básicas de la persona, niño, anciano o discapacitado, por ejemplo, no son atendidas de manera temporal o permanente por parte de las personas que conforman su grupo familiar. Algunos indicadores de negligencia se resumen en el cuadro 5 (De Paúl y Arruabarrena, 1996; López, López Gómez, Fuertes, Sánchez y Merino, 1995; Dubowit, Black, Starr y Zuravin, 1991):

Cuadro 5: INDICADORES O CONDUCTAS QUE INDICAN NEGLIGENCIA " Ausencia de cuidados en cuanto a la salud física y mental. " Hambre permanente en el niño/a, discapacitado o anciano. " El niño/a, discapacitado o anciano sufre frío o calor y/o la ropa que usa no es adecuada a las condiciones climáticas. " Falta de suministro de los valores nutricionales adecuados a la edad del niño, a la condición de la persona discapacitada o del anciano. " Inexistencia de condiciones sanitarias y de seguridad en el medio familiar. " Inadecuadas condiciones de higiene personal. " Ausencia total o parcial de supervisión del menor en cuanto a la higiene personal y a otros aspectos en general. " Ausencia de establecimiento de límites, normas y pautas de comportamientos coherentes 24

al niño. " El niño/a no asiste a la escuela o se ausenta frecuentemente. " Incumplimiento de las responsabilidades de custodia y cuidado personal del niño. Abuso económico: Se presenta cuando la persona de la familia que posee el poder utiliza el dinero para controlar a los demás. Los ancianos son sometidos algunas veces a este tipo de abuso por parte de sus hijos quienes controlan sus recursos económicos sin que ello implique el buen trato y la preocupación por sus necesidades. 4.1.3. REPRESENTACIONES SOCIALES DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR Como ya se expresó, las representaciones sociales constituyen lo que la gente piensa o cree acerca de algo. En el caso de la violencia intrafamiliar, se refieren a lo que las personas de una comunidad creen acerca de la violencia que se produce al interior de un grupo familiar y, en particular, a las interpretaciones que se dirigen a las distintas formas de ejercicio de la misma, a los niveles de gravedad que se les asigna y a las características que se les atribuyen a los sujetos involucrados en episodios de violencia. De otro lado, aunque se presentan algunas variaciones en las representaciones sociales sobre la violencia intrafamiliar de una cultura a otra, una de las ideas más comunes en Colombia y en otros países es que el uso de la violencia constituye una forma "normal" de corregir, por ejemplo, la conducta de un niño. Las representaciones sociales de la violencia intrafamiliar se evidencian con frecuencia a través de creencias como las siguientes (Gracias y Musito, 1993): • “El maltrato es infrecuente” • “La violencia y el amor no coexisten en las familias” • “El maltrato es cometido por enfermos mentales o por personas con problemas de alcohol o drogas” • “La violencia familiar sólo se da en las clases más bajas” • “El maltrato infantil se transmite de manera generacional” En el caso específico de la violencia conyugal, coincidiendo con Haz Paz (2000), las representaciones sociales más compartidas son: • "La ropa sucia se lava en casa" • "Si a la mujer la maltrata su marido es porque algo habrá hecho" • "Porque te quiero te aporrio". • "A las mujeres les gusta que les peguen". • "Las mujeres golpeadas son masoquistas". • "Si ésta tiene hijos, debe pensar primero en ellos y es preferible que se quede con él". • "Una mujer solamente es maltratada cuando el hombre tiene un problema específico". • "El hombre tiene el derecho de maltratar a su esposa: para eso es el marido".

• "La violencia conyugal es un problema que sólo se presenta en los barrios bajos". • "Lo más importante es preservar la unidad familiar". • "Si él es el único que trabaja, no se puede hacer nada". 25

• "Las violaciones se cometen en lugares oscuros y apartados, y "es imposible que

una mujer sea violada por su marido" • "Si una mujer dice NO, quiere decir SÍ". Visibilizar las representaciones sociales presentes en un grupo familiar, es muy importante dado que ellas suelen constituir el piso de legitimidad de la violencia intrafamiliar como modo de afrontamiento del conflicto. 4.2. ASPECTO METODOLÓGICO: TIPOS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR SEGÚN SUJETOS AFECTADOS Teniendo en cuenta que en la unidad anterior, se clasifica el conflicto intrafamiliar en función de los subsistemas como aporte metodológico al análisis del mismo, en esta unidad se clasifica la violencia intrafamiliar considerando los sujetos afectados que corresponden en general a los mismos subsistemas: Si bien es cierto que existen diversas definiciones de violencia intrafamiliar en función del ámbito desde el cual ésta es definida, o de los autores que elaboran dichas definiciones, se observa cierta unanimidad en el establecimiento de las tipologías de violencia en función de las personas afectadas, entendidas como aquellas hacia quienes se dirigen las acciones u omisiones en el grupo familiar. Siguiendo a Haz Paz (2000) estas tipologías son las siguientes7: Violencia conyugal: Hace referencia a toda situación de abuso que se produce entre los miembros de la pareja, de manera cíclica y cada vez con mayor intensidad. Un patrón de interacción que lesiona la integridad física, emocional y sexual de las personas que conforman la pareja (Haz Paz, 2000). Esta forma de violencia se puede clasificar en tres categorías: # Maltrato contra la mujer: se trata de una violencia basada en el género. Se entiende como el maltrato (físico, sexual o psicológico) intencional provocado a toda persona del sexo femenino por su esposo o por aquel hombre con quien ésta mantiene una relación o vínculo íntimo (Corsi, 1994). También se puede entender esta forma de violencia como cualquier acción u omisión basada en el género que produzca la muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, ya sea en el ámbito público o en el ámbito privado cuando el responsable es su pareja (Vargas y Romero, 1999). # Maltrato contra el hombre: hace referencia a los malos tratos, ya sean físicos, psicológicos o sexuales, que padece el hombre en el ámbito de la relación íntima que mantiene con una mujer. Esta modalidad de violencia conyugal es quizás la menos visible dadas las representaciones sociales acerca del hombre, las creencias e imaginarios sobre su poder y superioridad en la familia y en la relación conyugal. # Violencia cruzada o reciproca: se refiere a aquella situación en que los miembros de la pareja se atacan física, sexual o psicológicamente de manera recíproca. 7 Aunque

escuelas y autores en la literatura sobre la violencia intrafamiliar exhíben diversas posturas, se observa cierta unanimidad en el establecimiento de las tipologías de la misma en función de las personas afectadas, entendidas como aquellas hacia quienes se dirigen las acciones u omisiones en el grupo familiar.

26

Maltrato contra los niños y niñas: aunque en los últimos años ha sido frecuente la censura de diferentes sectores de la sociedad hacia comportamientos parentales abusivos contra niños y niñas, hay que destacar que no siempre ha sido así. El concepto de maltrato infantil es algo reciente, especialmente en países como Colombia8. Una definición bastante aceptada en nuestro medio define el maltrato hacia los niños como “toda acción u omisión que interfiera negativamente en el sano desarrollo físico,

mental o emocional de un menor, causado por un adulto a cuyo cuidado se encuentra en menor” (Vargas y Romero, 1999). Maltrato contra los ancianos: afecta a las personas de la tercera edad. Está representado por las acciones u omisiones que generen daño de tipo físico o psicológico a un anciano, causados por personas que pertenecen a su mismo grupo familiar. Muchos ancianos son víctimas de distanciamiento afectivo, rechazo e invisibilidad en la vida familiar. Otros sufren el abandono y la explotación económica. Datos de la Defensoría del Pueblo (1996) recogidos por Haz Paz informan que un 10.5% de la población de la tercera edad en Colombia es abusada por los miembros de su familia. Maltrato contra las personas discapacitadas: se inflige a los miembros de la familia, sean niños o adultos, que padecen alguna discapacidad ya sea física o mental. Acciones u omisiones que afecten física, psicológica o sexualmente a estas personas suelen ser más frecuentes de lo que se cree. En el caso específico del maltrato infantil, la evidencia empírica indica que el porcentaje de niños con discapacidad que sufren malos tratos es superior al porcentaje de menores sin discapacidades (Goldson, 1997; Verdugo, Bermejo y Fuertes, 1995). Violencia entre hermanos: Esta forma de violencia también es denominada maltrato entre iguales o entre pares. Hace referencia a aquellos actos u omisiones, ya sea de tipo físico, psicológico o sexual, producidos por un hermano (biológico, adoptivo o de crianza) en contra de otro. Violencia intergeneracional: Es aquella que se produce entre personas de un mismo grupo familiar que pertenecen a distintas generaciones: abuelos, padres y nietos. 8 Pese

a la larga trayectoria del maltrato infantil en la sociedad, su reconocimiento social solo se produce en el año de 1962 a raíz de la publicación del histórico artículo The Battered Child Syndrom, de Henry Kempe y sus colegas. Gracias a este trabajo y al impacto del simposio en que se presentó, las situaciones vividas por los niños, algunas de las cuales tenían carácter fatal, captó la atención de los ciudadanos científica y de la población norteamericana. Después de lo anterior, se inició en Estados Unidos y en muchos lugares del mundo, una movilización alrededor de los malos tratos a que eran sometidos los niños y niñas (Arruabarrena y De Paúl, 1994; Corby, 1993; Cuadros, 2000; Díaz, 1997; Kempe, Silverman, Steele, Drogemueller y Silver, 1992; Kempe y Kempe, 1985; Martínez-Roig y De Paúl, 1993; Ten Besbel, Rheimberg y Rabdill, 1997). En países como Colombia, el maltrato infantil ha sido reconocido social, profesional e institucionalmente solo hace pocos años (Mejía, Melo, Rodríguez, Morales y Martínez, 1997).

27

4.3. ASPECTO PROCEDIMENTAL TALLER No. 4 Violencia intrafamiliar Objetivo del taller: ! Identificar y cuestionar las representaciones sociales acerca de la violencia intrafamiliar. Tiempo: ! Análisis de frase: 30 minutos ! Construcción de nuevas frases: 30 minutos ! Plenaria: 30 minutos Materiales: ! Tarjetas con frases asociadas a la violencia intrafamiliar ! Guía de trabajo ! Hojas de papel GUÍA DE TRABAJO 1. Los estudiantes conforman grupos de trabajo siguiendo el criterio de las sesiones anteriores y nombran un relator o relatora. 2. El monitor entrega una tarjeta con una frase asociada a la violencia intrafamiliar, por cada grupo. 3. Los integrantes del grupo analizan dicha frase considerando los siguientes aspectos: - Significado de la frase.

- Nivel de frecuencia y aceptación de la situación descrita en la frase, en el ámbito de sus comunidades. - Creencias culturales que sirven de sustento a la frase propuesta. 4. Si el grupo plantea argumentos críticos en contra de la frase propuesta inicialmente, deberá exponerlos y construir una nueva frase que pueda sustituir a la primera. 5. Cada grupo presentará su frase y los resultados de la reflexión realizada, en plenaria. 6. El relator entregará la síntesis escrita de este trabajo al monitor/a. 28

BIBLIOGRAFÍA Acland, A. F. (1997), Cómo utilizar la mediación para resolver conflictos en las organizaciones, Paidós Empresa 15, Barcelona, Paidós. Arruabarrena, M.I. y De Paúl, J. (1994). Maltrato a los niños en la familia. Evaluación y Tratamiento. Madrid: Pirámide. Arruabarrena, M.I., De Paúl, J. y Torres, B. (1994). El maltrato infantil. Detección, notificación, investigación y evaluación. Madrid: Ministerio de Asuntos Sociales. Baruch-Bush, A. y Folger, J. P. (1996), La promesa de la mediación. Cómo afrontar el conflicto a través del fortalecimiento propio y el reconocimiento de los otros, Buenos Aires, Ed. Granica. Barudy, J. (1998), El dolor invisible de la infancia. Una lectura ecológica del maltrato infantil, Buenos Aires, Paidós. Casas, F. (1998), Infancia. Perspectiva psicosociales. Barcelona: Paidós. Casas, F. y Durán, S. (1996), Problemas sociales de la infancia y acogimiento familiar como forma de atenderlos: informaciones, representaciones y predisposición de la población catalana. Bienestar y Protección Infantil, 2, 23-26. Centro de Investigaciones Sociojurídicas, Cijus (mayo de 2000), La dimensión cotidiana del conflicto. Análisis sobre el programa distrital de las Unidades de Mediación y Conciliación implementadas en Bogotá, Estudios ocasionales, Bogotá, Ediciones Uniandes – Facultad de Derecho, p. 13-25. Corby, B. (1993). Child abuse. Toward a knowledge base. Filadelfia: Open University Press. Corsi, J. (comp.) (1994), Violencia familiar. Una mirada interdisciplinaria sobre un grave problema social, Buenos Aires, Paidós. De Paúl, J. y Arruabarrena, M. I. (1996), Manual de protección infantil, Madrid, Masson. Díaz, J. (1997). El maltrato infantil en la historia. En J. Casado, J. Díaz y C. Martínez (Eds.), Niños maltratados (pp. 1-9). Madrid: Díaz de Santos. 29

Dubowitz, H., Black, M., Starr, R.H. y Zuravin, S. (1991). A conceptual definition of child neglect. Criminal Justice and Behavior, 20, 8-27. Garbarino, J., Guttmann y Seeley (1986), The psychologically battered child. Londres, Jossey-Bass. Goldson, E.J. (1997). Comentary: Gender, disability, and abuse. Child Abuse and Neglect, 21, 703-705. García Suárez, C. I. (1998), ‘En algún lugar parcharemos’: normas de interacción y valores de los parches de la Localidad 11 de Santa Fe de Bogotá, Bogotá, Observatorio de Cultura Urbana – Tercer Mundo Editores. Gelles y Strauss (1988), citado en Corsi (1994). En: Corsi, J. (comp.), Violencia familiar. Una mirada interdisciplinaria sobre un grave problema social, Buenos Aires, Paidós. Gobernación de Antioquía (1997), Prevención, resolución y negociación pacífica del conflicto, Medellín, Editorial Megacolor. Gracia, E. y Musitu, G. (1993). El maltrato infantil. Un análisis ecológico de los factores de riesgo. Madrid: Ministerio de Asuntos Sociales Grosman, C., Meste, S. r y Adamo, M. (1992), Violencia intrafamiliar. La relación de

pareja. Aspectos sociales, psicológicos y jurídicos, Buenos Aires, Editorial Universidad. Grover Duffy, K., Grosch, J. M. y Olczak, P. V. (1992), La mediación y sus contextos de aplicación. Una introducción para profesionales e investigadores, Paidós Mediación 1, Barcelona, Paidós. Haz Paz (2000-2001), Violencia intrafamiliar (serie), tomos 1 a 6, Bogotá, Presidencia de la República. Hocker, J. y Wilmot, W. (1991), Interpersonal conflicts, USA, Brown Publishers. Iwaniec, D. (1995). The emotionally abused and neglected child. Identification, assessment and intervention. Chichester: John Wiley and Sons. Jiménez, J., Moreno, M.C., Oliva, A., Palacios, J. y Saldaña, D. (1995). El maltrato infantil en Andalucía. Sevilla: Junta de Andalucía. 30

Kempe, C.R. y Kempe, H. (1985). Niños maltratados. Madrid: Morata. Kempe, C.H., Silverman, F.N., Steele, B.F., Drogemueller, W. y Silver, H.K. (1992). The battered-child syndrome. Ninth International Congress on Child Abuse and Neglect (49-61). Chicago: International Society for Prevention of Child Abuse and Neglect. Korbin, J. (1977). Aportaciones antropológicas de la antropología al estudio del niño maltratado. Revista Internacional del Niño, 35, 25-35. Korbin, J. (1996). Culture and child maltreatment. En M.E. Helfer, R. Kempe y R. Krugman (Ed.), The battered child (pp. 29-48). Chicago: The University of Chicago Press. Lederach, J. C. (1997), Enredos, pleitos y problemas. Una guía práctica para ayudar a resolver conflictos, Bogotá, Ediciones Clara Semilla. López, F., Torres, B., Fuertes, J., Sánchez, J.M. y Merino, J. (1995). Necesidades de la infancia y protección infantil. Actuaciones frente a los malos tratos y desamparo de menores. Madrid: Ministerio de Asuntos Sociales. Martínez-Roig, A. y De Paúl, J. (1993). Maltrato y abandono en la infancia. Barcelona: Martínez Roca. Mejía, S., Melo, C., Rodríguez, E., Morales, A. y Martínez, M. (1997a). Estado del arte del maltrato infantil en Colombia. Síntesis de investigación 1985-1995. Santa Fe de Bogotá: ICBF- FES. Mejía y otros (1990). Salud Familiar. Bogotá: Instituto de Seguros Sociales. Minuchin, S. y Fishman, H. (1984). Terapia familiar sistémica, Barcelona, Paidós. Monroy, C. M. G. (1997), Métodos alternativos de resolución de conflictos, Bogotá, Oxford University y Pess-Harla de Colombia. Maldonado, M. C. (1995), Conflicto, poder y violencia en la familia, Santiago de Cali, Universidad del Valle. Mejía, D. y otros (1990), “Trastorno de la función familiar”, Salud Familiar, Bogotá, Instituto de Seguro Social, p. 51-73. Quintero, A. (1994). La familia en Colombia. Universidad de Antioquía. Documento no publicado. 31

Quintero, A. (1994).Conflictos intrafamiliares inherentes al desarrollo evolutivo de la familia. Universidad de Antioquía. Documento no publicado. Rico de Alonso, A., Hurtado, M. C. y Alonso, C. (1999), La naturaleza del conflicto, Bogotá, Imprenta Nacional de Colombia, p. 15-29. Robayo, G. A. (s.f.), La mediación, un medio pacífico para la resolución de conflictos, Serie Textos de Divulgación No. 18, Bogotá, Defensoría del Pueblo, p. 11-30. Ross, M. H. (1995), “Conflicto, cultura y el método intercultural” (capítulo 2), La cultura del conflicto. Las diferencias interculturales en la práctica de la violencia, Barcelona, Paidós, p. 37-59. Starr, R. (1988). Physical abuse of children. En V.B. Van Hasselt, R.L. Morrison, A.S. Bellack y M. Hersen (Eds.), Handbook of family violence (pp. 119-141). Nueva York: Plenum Press. Torbett, D. (1973), Single-parent family. En: Clausen, J. P. Y otros, Maternity and

nursing today, Nueva York, McGraw Hill. Touzard, H. (1981), La mediación en la solución de los conflictos. Estudio psicológico, Barcelona, Herder, p. 23-81. “Una opción cualitativa para abordar el diagnóstico de la comunidad” (dic. 1999 – feb. 2000), fotocopias, s.d.e. Uprimny Yepes, R. (2001), Orden democrático y manejo de conflictos, Serie Escuela de Liderazgo Democrático, Bogotá, Viva la Ciudadanía. Useche Aldana, O. (junio de 1997), “Para una ecología de la ciudad. La ciudad como trama de singularidades para la vida”, Cuadernos de la capital, 2, p. 51-83. Vargas, E. y Romero, G. M. (1999), Guía de atención de la mujer maltratado, Bogotá, Ministerio de Salud. Vargas, E. y Romero, E. (1999). Guía a de atención del Menor Maltratado. Ministerio de Salud. Verdugo, M., Bermejo, B.G. y Fuertes, J. (1995). The maltreatment of intellectually handicapped children and adolescents. Child Abuse and Neglect, 19, 205-215.

MALTRATO ENTRE IGUALES EN EL AMBITO ESCOLAR

DEFINICIONES: MALTRATO ENTRE IGUALES EN EL ÁMBITO ESCOLAR

El maltrato entre iguales se ha descrito como “un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresividad física de unos niños hacia otros que se convierten, de esta forma, en víctima de sus compañeros” (Olweus, 1998). “Un alumno es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos” (Olweus, 1998). “La victimización o maltrato por abuso entre iguales es una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza el alumno o alumna contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques. Esta acción, negativa e intencionada, sitúa a las víctimas en posiciones de las que difícilmente puede salir por sus propios medios” (Olweus, 1983; citado por el Defensor del Pueblo, 2000). Es difícil determinar cuándo se trata de un juego entre iguales, incluso amigos, y cuándo de acciones violentas con intención de hacer daño. Por eso, debemos entender que se considera maltrato toda “acción reiterada a través de diferentes formas de acoso u hostigamiento entre dos alumnos/as o entre un alumno/a y un grupo de compañeros - cosa que suele ser más frecuente - en el que la víctima está en situación de inferioridad respecto al agresor o agresores” (Fernández y Hernández, materiales editados por el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid). “La noción de maltrato por abuso de poder (…) se refiere a un tipo perverso de relación interpersonal que tiene lugar típicamente en el seno de un grupo y se caracteriza por comportamientos reiterados de intimidación y exclusión dirigidos a otro que se encuentra en una posición de desventaja” (del Barrio y otros, 2003).

“La intimidación es el hostigamiento, el acoso y/o la amenaza sistemática de un escolar o grupo de escolares hacia un compañero o compañera suyo. Su fin es producir daño, destruir, contrariar o humillar al otro. Es una acción violenta que se ejerce por un grupo o individuo que tiene más fuerza y poder, contra alguien en inferioridad de condiciones. La víctima no puede defenderse por sí misma” (Matamala y Huerta, 2005). Terminología Inicialmente, el término utilizado para referirse a este fenómeno fue el sueco “möbbning”, que aludía al ataque colectivo de un grupo de animales contra un depredador. Posteriormente, se han utilizado los términos “bullying”, “maltrato”, “abuso”, “acoso”, “meterse con alguien”, etc. A partir del Informe pionero del Defensor del Pueblo (publicado en 2000) se generaliza la expresión “maltrato entre iguales por abuso de poder” o más brevemente, “maltrato entre iguales”. Para saber más… & Avilés Martínez, J. Mª (2000) Bullying. Intimidación y maltrato entre el alumnado. STEE-EILAS. & Del Barrio, C. y otros (2003) Del maltrato y otros conceptos relacionados con la agresión entre escolares y su estudio psicológico. Infancia y Aprendizaje, 26 (1), 9-24. & Díaz-Aguado, Mª J. y otros (2004) Prevención de la violencia y la lucha contra la exclusión social. La violencia entre iguales en la escuela y en el ocio. INJUVE. & Fernández García, I. y Hernández Sandioca, I. El maltrato entre escolares. Guía para padres y Guía para jóvenes. Documentos editados por el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid. http://www.dmenor-mad.es/ & Informe del Defensor del Pueblo sobre violencia escolar (2000) http://www.defensordelpueblo.es/index.asp?destino=informes2.asp & Matamala, A. y Huerta, E. (2005) El maltrato entre escolares. Machado Libros. & Olweus, D. (1998) Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Madrid: Morata. & Ortega Ruiz, R. y otros. La convivencia escolar. Programa educativo de prevención de maltrato entre compañeros y compañeras. Junta de Andalucía. http://www.juntadeandalucia.es/averroes/recursos/educacion_paz.ph p3

GUIA PARA FAMILIAS: ACTUACIÓN EN CASO DE MALTRATO ENTRE IGUALES

¿Cómo actuar cuando nos dicen que nuestro/a hijo/a sufre maltrato en la escuela? Si desde el centro escolar nos comunican que nuestro/a hijo/a sufre acoso escolar, es porque se ha identificado una posible situación de acoso, o maltrato en el alumno. El objetivo de esta comunicación es poner en marcha todas las medidas que lo frenen, y paliar el mal estar del menor, para lo que es imprescindible la colaboración con la familia. Recomendaciones: · Acudid a la entrevista con los responsables del centro educativo. Recibiréis la información sobre los hechos así como las medidas tomadas en el centro. · Tratad de evitar la confrontación; en este primer momento se trata de recabar toda la información posible. · Dad apoyo incondicional al hijo o hija, él no tiene la culpa de lo que le está pasando. · Si no entendéis claramente de todo lo que se está hablando, solicitar el uso de un lenguaje más habitual, que os resulte comprensible. · Recordad que todos los hechos están bajo la más absoluta confidencialidad y privacidad. · No es conveniente buscar culpables de la situación, ni tener una actitud sancionadora. · Solicitad apoyo social y psicológico, si es preciso, para ayudar a vuestro/a hijo/a. ¿Qué le está pasando a mi hijo/a? · El maltrato entre iguales no forma parte de la evolución natural para ser adultos. · El maltrato genera sentimientos de soledad, infelicidad, temor, falta de confianza. · Los menores suelen callar esta situación por miedo a represalias, soledad y vergüenza. Podemos ayudar siendo padres: Promoción del buen-trato Si tu hijo o hija tiene problemas con los compañeros de clase, o

muestra falta de seguridad en sí mismo/a, tú puedes ayudarle: · Busca espacios y momentos para hablar, haciendo que se sienta escuchado y acompañado. · Comparte con él actividades de la vida cotidiana (compras, elaboración de menús, paseo con el perro…) o de ocio (bici, paseos, cine, música…). · Enséñale a desdramatizar los problemas, todo tiene solución si utilizas un pensamiento más positivo. · Refuerza su autoestima valorando de modo positivo sus cualidades y potenciándolas. · Dale apoyo y seguridad, tiene que sentir que aunque te enfades y estés en desacuerdo con él no le privas de tu amor y confianza. · No le sobreprotejas, él tiene que aprender a resolver sus conflictos. Mantente cercano y accesible para hablar de estos temas. · Enséñale a expresarse, a utilizar el dialogo como modo de resolución de conflictos.

GUIA PARA FAMILIAS: PAUTAS PARA PROMOVER EL BUEN-TRATO

Situaciones familiares que favorecen la aparición de violencia en menores Los padres debemos ser conscientes de cómo, a veces, trasmitimos modelos de relación y de resolución de conflictos: · Existe una valoración social positiva hacia modelos de relación agresivos, que se apoyan en el mito de que una persona dominante y agresiva tiende a ser más feliz porque sabe cubrir sus necesidades. Genera la falsa seguridad de que en el futuro no tendrá problemas. · Muchos chicos que presentan un comportamiento violento están viviendo en contextos violentos. Si en la familia se ejerce la autoridad a través de gritos, insultos, humillaciones y amenazas, se favorece que los hijos reproduzcan este modo de relación para hacer valer sus derechos. · Hay que evitar modelos de relación familiar en los que no existe tiempo para el diálogo y la supervisión de los hijos, y también modelos en los que no se ponen límites claros a sus actuaciones. · Las familias altamente autoritarias predisponen a sus hijos a

comportamientos agresivos. · Hay que tener en cuenta que pueden producirse cambios de diferente índole en la familia que generen inestabilidad, soledad e indefensión en el menor (muerte de un familiar muy querido, separaciones de padres, nuevo domicilio…), necesitando un mayor apoyo por su especial vulnerabilidad. Condiciones de la familia que previenen la violencia en menores 1. Utilización de modelos básicos basados en la empatía y la democracia, que permitan establecer vínculos de calidad entre padres e hijos y que ayuden a contener el conflicto generacional. 2. Superación de modelos de relación aprendidos como consecuencia de los estereotipos sexuales tradicionales y su contradicción con los actuales cambios sociales. 3. Desarrollo de habilidades de comunicación y de resolución de conflictos que permitan enseñar a respetar limites sin caer en el autoritarismo ni en la negligencia. 4. Comprensión de los cambios que viven los/as adolescentes. 5. Desarrollo de una representación de la violencia que ayude a prevenirla. Rechazo de todas sus manifestaciones, incluido el castigo físico o las que repetidamente presenta la televisión. 6. Prevención de la intolerancia y el sexismo y de actitudes y creencias sociales que legitiman la violencia y tienen como fundamento una creencia racista, xenófoba o sexista. 7. Mejora del clima familiar así como las relaciones que en la familia se establecen. 8. Utilización de recursos locales de apoyo a la familia, especialmente en situación de riesgo. CUESTIONARIO PARA FAMILIAS: EDUCACIÓN FAMILIAR PARA PROMOVER EL BUEN-TRATO Los siguientes aspectos previenen la aparición de conductas violentas en menores. Reflexiona sobre cuál es tu comportamiento habitual respecto a los mismos. Si, No, en frecuenteme contadas nte ocasiones. Reconoces los sentimientos de tus hijos, sabes cuando

están enfadados o alegres. Planificas el ocio familiar teniendo en cuenta las opiniones de todos los miembros de la familia. Conoces los intereses y Hobbies de tus hijos/as. Comentas las situaciones que no son de tu agrado con tus hijos/as sin llegar a enfadarte. El horario de llegada a casa es el mismo para tu hijo que para tu hija. Defiendes la opinión de que hombres y mujeres son iguales. Tienes el mismo criterio de paga semanal para tus hijos y para tus hijas. Tienes conversaciones con tus hijos sobre temas al margen de la escuela o de su rendimiento escolar. Procuras que tus hijos/as resuelvan sus problemas con tu ayuda Confías (y se lo haces ver) en que si tus hijos se esfuerzan, pueden hacer bien las cosas. A pesar de que a veces se equivoquen procuras valorar el esfuerzo de tus hijos. Cuando te sale algo mal reconoces tus

propios errores.

0:16 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog 04 junio Teoría penal del acoso moral II

La cuantificación en cada caso concreto, aun contando con criterios orientativos, se confía en última instancia al prudente arbitrio del tribunal. Para disminuir la incertidumbre valorativa es muy fructífera la propuesta de Jesús Barquín (1999, folio 289), que presta atención al grado de vulnerabilidad de la víctima. A mayor indefensión mayor capacidad de sufrimiento. Es degradante todo lo que haga sufrir a un ser humano y, por ende, más degradante cuánto más lo haga sufrir. Desde luego, lo que es insostenible es el parámetro «sociológico» del TEDH. Acaso sea razonable desde la perspectiva de este tribunal internacional, que ha de aplicar varas de medir distintas a cada uno de los signatarios del tratado. Ahora bien, en el ámbito interno, es un disparate. Imaginemos que el Tribunal Supremo recurriera a diferentes niveles de antijuridicidad en las torturas según la Audiencia Provincial; y que lo hiciera con arreglo a la costumbre de que «se les fuera la mano» en cada una de las comisarías de las provincias españolas. 3.3.2 NATURALEZA OBJETIVA DE LAS CONDUCTAS Hasta ahora hemos pergeñado el concepto desde un ángulo cuantitativo. No obstante, es conveniente una mirada cualitativa. O sea, la que se posa sobre la naturaleza de la conducta. Y aquí irrumpen dos preguntas: ¿caerían dentro del tipo del artículo 173.1 actos que, pese a ser objetivamente degradantes, no causasen sufrimiento a la víctima? y ¿estarían excluidos del tipo actos que, aun produciendo sufrimiento, no fueran degradantes? La tradicional concepción iusnaturalista predica la dignidad de todos

los seres humanos incluso de aquellos que, por los motivos que fueren, estén contingentemente privados de entendimiento, voluntad o capacidad de sufrir. Llevando estas premisas hasta sus últimas conclusiones, sería lógico colegir que ciertos actos, por sí solos, entrañasen un menoscabo de la integridad moral, aunque no turben al sujeto pasivo. Estas paradojas se muestran con toda su intensidad en el terreno sexual. Históricamente el Derecho Penal había castigado a quienes se solazaban en los placeres carnales. El Legislador no se proponía tutelar la libertad de autodeterminación sexual del individuo, sino que se empecinaba en la defensa de su dignidad. Se asumía que determinadas prácticas libidinosas eran aborrecibles en cuanto tales. Todo ello independientemente del consentimiento de los afectados. Ilustrémoslo con un ejemplo literario. El escritor marroquí Mohamed Chukri narra en su famosa novela «El Pan Desnudo» (1972) la historia de un hijo que practica una felación a su padre anciano para aplacarle los deseos de contraer nuevas nupcias; de esta manera se aseguraba la herencia. ¿Qué diremos de un caso como éste? Nada, siempre que medie el válido consentimiento de los adultos participantes. Las palabras de Tamarit son elocuentes: «el carácter degradante de la acción no se encuentra en sí misma, sino en el hecho de que la misma sea impuesta al sujeto pasivo » (citado por Jesús Barquín, 1999, página 301). Esto es, la humillación deriva de la circunstancia de verse a merced de una voluntad ajena que constriñe a la víctima a pasar por una situación que le causa sufrimiento. Si al sujeto pasivo se le deja libremente la oportunidad de rechazar y no se doblega su capacidad de autodeterminación, estamos fuera del Derecho Penal. Cualquier otro punto de vista obviaría la «voluntad personal» del sujeto pasivo, la cual ha sido reputada como la «piedra angular del concepto» (DE LA MATA Y PÉREZ MACHÍO, 2005, página 20). Jesús Barquin Sanz (1999, página 302) alerta contra la eventualidad de que juristas «celosos de mantener las buenas y viejas costumbres represivas de la intimidad que propusieran la calificación de semejantes actos (los cuales son a todas luces impunes en el ámbito de los delitos contra la libertad sexual) como delitos de graves tratos degradantes». Por tanto, las paradojas no son tales, puesto que para el Derecho Penal la degradación es inexistente siempre que medie el válido consentimiento del sujeto pasivo. Pero todavía hay que contestar el otro interrogante pendiente. Nótese que la noción trato degradante ha sido concebida

exclusivamente por su capacidad de generar sensaciones aflictivas. Por consiguiente, un mismo hecho merecerá calificaciones distintas en función del sujeto que lo padezca. Llevada a sus últimas consecuencias parecería abocarnos al absurdo. Supongamos que un individuo extremadamente aprehensivo se sintiera torturado porque le diesen un trato de «tú» en vez de «usted»; o que alguien se horrorizara al presenciar una pareja besarse en la calle, por sentir que su integridad moral hubiese sido pisoteada. No es de extrañar que algunas sentencias hayan reclamado un mínimo de idoneidad objetiva, como la citada de 22 de febrero del año 2005. En su fundamento jurídico quinto hace residir ese matiz objetivo en la «forma y modo en que se produce el ataque». ¿A qué se refiere? Lo entenderemos atendiendo a la voluntad del sujeto activo. Si alguien sabe lo que hay hacer para hacer resbalar a un ser humano por la pendiente de la vergüenza, zozobra o hundimiento moral, da igual cuál sea el contenido material de su actuar. Lo importante es la idoneidad de la conducta para generar sufrimiento. Esa idoneidad no viene dada de antemano, sino que se ponderará en cada caso concreto, según la posición de la víctima. Depende de las circunstancias. Ingerir ciertas clases de alimentos será una indecencia para los fieles de algunos credos religiosos, mientras que a los incrédulos los dejará indiferentes. Las relaciones que victimario y victima hayan mantenido en el pasado dotarán de un especial contenido emocional a determinadas situaciones a un extraño le serán indiferentes. A quien sufra una fobia tal vez la mera vista de un inofensivo insecto lo sumerja en un infierno psicológico. No olvidemos que es factible la infracción del artículo 173 a través de una serie de hechos que, aunque aisladamente observados estén limpios de ilicitud alguna, en su conjunto sí que dañen la integridad moral. Por otro lado, los supuestos de hipersensibilidad de los sujetos pasivos rayanos en lo ridículo se acomodarán a la falta de vejaciones, con tal de que haya antecedido una real voluntad maliciosa en el autor. En otro caso serán atípicos. Este rodeo nos devuelve al punto de partida, a saber: que trato degradante es toda conducta apta para causar sufrimiento. Este es el plano cualitativo del concepto. 3.4 Causas de justificación Jesús Barquín Sanz (1999, página 323), en contra de la doctrina mayoritaria, sostiene que: «no habiendo argumentos suficientes, a

nuestro juicio, para descartar la aplicabilidad de una causa de exclusión de la antijuridicidad en el plano teórico, resulta prudente dejar la puerta abierta». En apoyo de su opinión pone sobre la mesa algunos ejemplos ingeniosos, como el de una legítima defensa que sólo sea factible rociando de ácido el rostro del agresor (como es sabido, aunque no lo diga autor, es frecuente en Extremo Oriente desfigurar con substancias corrosivas la faz de las mujeres que no hayan acatado los severos códigos de moralidad). Esta argumentación confunde el hecho de repeler un ataque con el de causar intencionadamente sufrimiento. En el ejemplo anterior el objetivo es el cese de la agresión, no que el agresor sufra. Pese a todo, siempre sería imaginable una especulación, aunque fuere de laboratorio, en el que no hubiese más defensa efectiva que la degradación moral del atacante. Sea como fuere, la cuestión ya esta decidida inapelablemente. El artículo 15 de la Constitución Española no autoriza «en ningún caso» ni la tortura ni los tratos inhumanos o degradantes. Ha sido recurrente la polémica de si es lícito torturar a un terrorista para evitar una matanza (por ejemplo, con el fin de que confiese dónde depositó el explosivo que todavía no ha estallado, o para que suministre el antídoto al veneno que acaba de diluir en la red de agua potable de una ciudad). El Estado de Israel se ha destacado por dar una respuesta heterodoxa a estos dilemas. El Constituyente español ha tomado cartas y ha optado por cerrar la puerta definitivamente a cualquier solución favorable a la tortura. Tal vez alguien siga rechazando la punibilidad de estas conductas, no obstante la rotundidad de la Carta Magna. Pues bien, si quisiésemos dar la razón a tal voz discrepante sin salirnos de nuestro marco jurídico, sería menester echar mano de otras argumentaciones, como la inexigibilidad de otra conducta o el indulto, pero nunca de la exclusión de la antijuridicidad. Sin perjuicio de lo anterior, diríase que todos los recelos deberían decaer ante el libre ejercicio de un derecho, como sucede en la educación o la sanidad. Es, empero, una conclusión apresurada. Ni el maestro ni el médico pretenden el padecimiento de los educandos o enfermos. El sufrimiento que ocasionalmente se les irroga no es sino un efecto indeseado del proceso asistencial. Hay dos sentencias que lo ilustran a la perfección. El primer caso es el de una psicóloga de un centro de minusválidos que había tapado con cinta adhesiva la boca de uno de los internos en presencia de sus compañeros. El auto de nueve de octubre del

año 2003 de la Audiencia Provincial de Sevilla (ponente Ilustrísimo Sr. don Francisco López Gutiérrez) no juzgó delictiva la acción. En el primero de sus fundamentos jurídicos se lee literalmente: « (…) la finalidad terapéutica que, acertada o desacertadamente, perseguía la denunciada con la técnica utilizada nos permite descartar la existencia de ánimo degradante en la acción denunciada o de cualquier otro incardinable en un ilícito penal». Por otro lado niega que la acción fuera objetivamente idónea para menoscabar la integridad moral. Asintamos a esta afirmación con todas las reservas, pues en otro contexto sí que lo sería (imagínese el de un profesor universitario que amordazara a alguno de sus alumnos en presencia de sus compañeros de clase). El segundo, el del auto de 11 de febrero del año 2004, de la Audiencia Provincial de Lérida (ponente, Ilustrísimo Sr. don Luis Aríste López). Se había denunciado a los facultativos que atendieron a un enfermo terminal por no haber hecho lo suficiente para «mitigar el dolor, miedo y sufrimiento del paciente». El pronunciamiento fue absolutorio. Se explicaba que faltaba la intención de humillar, aunque sugiriendo a las partes una indemnización por daño moral en otro procedimiento. 3.5 Concursos El artículo 177 del Código Penal prevé el concurso de delitos con los tipos que protegen la vida, la integridad física, la salud, la libertad sexual o los bienes. Es una mención que sobraba, ya que las reglas generales en materia concursal garantizaban idéntica conclusión. De todas formas, tal vez la inclusión implícita mueva a pensar que, «a sensu contrario», no sean viables otros concursos. No es así, ya que el artículo 177 no deroga los principios concursales. Sea como fuere, hay dos bienes jurídicos que suscitan serias incertidumbres: el honor y la libertad. El Derecho alemán distingue entre dos aspectos del honor, uno interno y otro externo. Este último es el correspondiente en nuestro Derecho a la integridad moral. Aun cuando ésta no es un planteamiento mayoritario entre nosotros, ayuda a comprender cuán cercanos están ambos derechos, por ser las manifestaciones más directas de la dignidad humana. De ahí que «los atentados contra la integridad moral absorben el menoscabo al honor, puesto que éste último se hace extensible a una parcela muy concreta de la esencia de la persona, de alcance más amplio» (DE LA

MATA Y PÉREZ MACHÍO, 2005, página 40). Esto es, el disvalor del artículo 173 subsume al del artículo 208. Nos hallaremos, pues, ante un concurso de normas del artículo 8.3. º Del Código Penal. Otra forma de caracterizar la integridad moral es la de contemplarla como la vertiente dinámica de la dignidad humana, lo que la ligaría «al libre desarrollo de la personalidad». Esta perspectiva enlaza en el requisito del forzamiento de la voluntad de la víctima, que había sido erigido como la piedra angular para fundar la diferenciación de aquellos actos que, aun siendo inmorales, no son acreedores de sanción penal. Pero, ¿acaso este criterio no mete dentro del mismo saco la integridad moral y las coacciones? Antes de nada es conveniente clarificar que al hablar de «sometimiento» o «imposición » no significa necesariamente «doblegamiento de la voluntad», sino ausencia de consentimiento (JESÚS BARQUÍN, 1999, páginas 301 a 303). Aun así, hasta en aquellos casos donde la violación de la integridad moral se ejecute mediante un acto genuinamente coactivo, tampoco se confundiría con el tipo de coacciones. El artículo 173 incorpora un «plus», que no es sino el sentimiento de humillación, lo que determina la diferencia entre ambos. Estos son los términos en los que se pronuncia en su fundamento jurídico tercero la Audiencia Provincial de Ávila, en auto de 10 de enero del año 2005 (ponente, Ilustrísimo Sr. don Ramón Villalain Ruiz). De la Mata y Pérez Machío (2005, página 41) recuerdan que la doctrina mayoritaria se inclina a favor de aplicabilidad conjunta del artículos 173 y 172 (coacciones) cuando un solo hecho sea encuadrable dentro de ambos preceptos. Más sensato, por el contrario, sería la solución del concurso de leyes antes apuntada. Al haberse situado el núcleo del artículo 173 en la falta de consentimiento, la misma ratio legis inspira ambas normas. La violencia insita en el artículo 172 no la dota de autonomía para subsistir frente al quebranto de la integridad moral, ya que la represión de esta última conducta siempre se desencadena ante el desprecio a la capacidad de autodeterminación del ser humano. Ilustremos este punto de vista con la sentencia del Tribunal Supremo de 29 de septiembre del año 1998, cuyo ponente fue el Excelentísimo don Diego Antonio Ramos Gancedo. El «factum» relata como un individuo, al enterarse de que un compañero suyo de trabajo había mantenido en el pasado relaciones sentimentales con su esposa, indujo a este último mediante engaños a ir a su casa. Una vez que lo tenía en su morada, lo amenazó con una escopeta, y le ató los brazos en cruz mediante unas sogas que había colgado en lo alto. Luego le

bajo la ropa interior y le colocó un preservativo supuestamente infectado de sífilis. Lo golpeó con un bate y lo obligó a que le relatara los pormenores de los encuentros sexuales con su mujer, para conminarlo finalmente a que se mudara de ciudad. Aunque una de las penas impuestas fue la de detención ilegal, en vez de castigarse por unas coacciones se acudió al artículo 173 del Código Penal. En el fundamento de derecho tercero («in fine») se explica que la violencia definitoria de las coacciones está implícita en el tipo contra la integridad moral. Consiguientemente, la regla es el concurso de leyes, no de infracciones. (Continuará.) 12:16 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog Teoría penal del acoso moral I

Teoría penal del acoso moral: «Mobbing», «bullying», «Blockbusting» (I) Nec mala lis, necdum discordia nota, nec fera seditio furiarat mobile vulgus, saeva nec audaces fuerant freta pressa carinas. Marcus Tullius Cicero, Phaenomena Aratea ed. N.E. Lemaire, Poetae Latini minores, I.6. Paris: Didot, 1826. (Bibliotheca classica Latina). Versos 112 a 114 JESÚS MANUEL VILLEGAS FERNÁNDEZ Magistrado del Juzgado de Instrucción Número 2 de Bilbao (Vizcaya) (Miembro del Observatorio Vasco del Acoso Moral en el Trabajo).

El artículo 173 del Código Penal, como garante de la integridad moral, basta para reprimir cualesquiera conductas de acoso, tanto si se producen en la empresa, en la escuela, o en otros contextos, como el urbanístico. No es, por tanto, necesaria la creación de un tipo penal nuevo, si bien en otras ramas del Derecho tal vez sería provechosa una definición legal. A pesar de la aparente diversidad de situaciones que caen bajo la denominación de «acoso», existe un substrato ontológico que funciona como denominador común en áreas tan distantes como la Lingüística o la Psicología. Sin embargo, únicamente el Derecho Penal otorga al fenómeno la coherencia que lo convierte en un concepto socialmente inteligible y apto para elaborar una teoría general. SUMARIO: I. El acoso moral: 1. Introducción. 2. Evolución del concepto, del «Mobbing» al «acoso moral». 3. El artículo 173 del Código Penal como defensa de la integridad moral. 3.1 Bien jurídico protegido. 3.2 Menoscabo de la integridad moral. 3.3: Conducta delictiva. 3.3.1 Frontera de la tipicidad. 3.3.2 Naturaleza objetiva de las conductas. 3.4 Causas de justificación. 3.5 Concursos. I. EL ACOSO MORAL INTRODUCCIÓN El Derecho Penal no es sólo un instrumento de represión, es también una clave para descifrar la realidad. Lo vemos claramente en el «Mobbing», que despierta la fascinación que envuelve a esas ideas venidas de lejos, revestidas de un aura de exotismo y prestigio. Sobre todo si su carta de presentación se hace en inglés. La inserción de semejante término anglosajón en los titulares periodísticos garantiza un aldabonazo a los lectores distraídos. De ahí que los medios de comunicación lo empleen a profusión. Aunque inicialmente popularizado en el mundo laboral, ahora invade otros ámbitos; así, se

habla de «Mobbing» inmobiliario («blockbusting») o «escolar» («bullying »). Da la impresión de que estos barbarismos se manejan sin rigor, lo que crea una cierta sensación de confusión. El lenguaje, como un tejido vivo, rechaza tales injertos. Reemplaza los vocablos extraños por otros familiares. «Mobbing» se traduce por «acoso moral». Más aun, es un hallazgo terminológico que fusiona la heterogeneidad, de tal suerte que una misma idea troncal se ramifica en varias: acoso laboral («Mobbing»), acoso escolar («bullying ») y acoso inmobiliario («blockbusting»). En definitiva, va cobrando cuerpo un uso lingüístico. Nos preguntamos si esa reordenación taxonómica, que sugiere un género (el acoso) comprensivo de diversas especies (laboral, escolar, inmobiliaria), es mera apariencia; o si, por el contrario hay algo mas, una misma sustancia que late bajo la superficie del idioma. La respuesta está en el Derecho Penal. Dicho uso lingüístico construye una expresión compleja compuesta de varios elementos. El primero es un nombre: «acoso». El segundo es un adjetivo: «moral». Luego se añade otro, «laboral», muy frecuentemente trasmutado en la locución «en el trabajo» (calco de la inglesa «at the workplace»). Estas palabras, mientras permanecen confinadas en el uso no especializado de la lengua se presentan resbaladizas, con contornos demasiado difusos. Sin embargo, cuando se observan desde una perspectiva jurídica, se tornan firmes y nítidas. La norma penal opera cuál armazón óseo que cohesiona la materia blanda del habla cotidiana. Ese papel vertebrador lo desempeña el artículo 173.1 del Código Penal. Esta es su redacción: «El que infligiera a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años.» Es un tipo penal que confiere su verdadero significado a la expresión «acoso moral». La noción técnica «trato degradante» define la voz «acoso», mientras que el menoscabo a la integridad moral dota de sentido al adjetivo que lo acompañaba. No importa que el escenario sea laboral, escolar o inmobiliario. Este artículo es un arma poderosa para combatir cualesquiera situaciones de acoso moral, independientemente de donde se produjeren. EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO: DEL «MOBBING» AL ACOSO MORAL «Mob» pertenecía al principio al lenguaje común; era un vocablo que de los que comprende cualquiera sin ser un experto. Luego pasó a la

jerga de los científicos. Se convirtió en una definición precisa. De ahí saltó al ámbito laboral, donde encontró su sentido por antonomasia. Finalmente, ha desbordado esta última parcela y ha retornado al habla cotidiana, en un proceso de ida y vuelta en el que se le han adherido, cuál red de arrastre, multitud de matices que lo han enriquecido hasta dotarlo de una nueva dimensión. Recorreremos este camino. El término anglosajón «Mobbing» deriva de la expresión latina «mobile vulgus» (HARPER, 2001). Transmite la idea de una muchedumbre en movimiento («vulgo móvil »). Aparece en el siglo I antes de Cristo en Cicerón (Phaenomena Aratea); luego en Boecio (Philosophae Consolationes), ya en el siglo VI de nuestra era. Al idioma inglés pasará en el siglo XV. Las peculiaridades fonéticas de esta lengua la abreviarán hasta la escueta forma «mob», allá por el siglo XVII cuando «mob» adquiere el significado de «populacho» (SU, SEMANTICS HISTORIES). En el siglo XVIII se consolida esta acepción; en el diccionario de Samuel Jonson de 1755 figura como «crowd, a tumultous rout» (multitud, huida tumultuosa). Por entonces surge el verbo«to mob», que se aplica al ataque proveniente de una masa humana desbocada. Edmund Burke se sirve en 1790 del vocablo para describir los tumultos de la marea revolucionaria durante la Revolución Francesa (Reflections on the Revolution in France). Y este es el significado que conserva en la actualidad. Para la Enciclopedia Británica es: «to crowd about and attack» (arremolinarse y atacar), «to crowd into/about» (asaltar una muchedumbre). No se ha detenido su evolución, empero; en el siglo XIX amplia su campo semántico a las bandas de carteristas y en el XX a las mafias. Esto en lo que concierne a su uso no especializado. En el siglo XX, además, la ciencia se apropió del término. El etólogo alemán Konrad Lorenz alcanzó la fama observando el comportamiento animal. Terminaría extrapolando con gran polémica sus teorías a los humanos. Fue él quien trasplantó a la zoología ese vocablo para referirse al hostigamiento en masa de ciertos animales a individuos aislados, en concreto de los patos a algún zorro en la ribera de los ríos (LORENZ, 1965). Asimismo se predicaría del maltrato de los individuos de una misma especie hacia los congéneres más débiles. Más tarde, en 1972, el psicólogo Heinemann usaría del término para identificar el acoso a que los niños suelen someter a sus compañeros de escuela; apareció en 1972 en su obra «Mobbing-Gruppenwalt unter kindern und Erwachsenen» «Mobbing, violencia grupal entre niños y adultos» (GANZER, 1998). Esta conducta había recibido en

inglés tradicionalmente el nombre de «bullying». En la siguiente década, en los años 80 del siglo XX, el psicólogo alemán Leymann llevó en Suecia el término al ámbito laboral. Como el mismo cuenta, rehuyó la denominación de «bullying» para marcar distancias frente al acoso escolar (LEYMANN, 1996). He aquí lo que es el «Mobbing» para el citado autor: «El psicoterror o Mobbing en la vida laboral conlleva una comunicación hostil y desprovista de ética que es administrada de forma sistemática por uno o pocos individuos, principalmente contra un único individuo, quien, a consecuencia de ellos, es arrojado a una situación de soledad e indefensión prolongada, a base de acciones de hostigamiento frecuentes y persistentes (definición estadística, al menos una vez por semana) y a lo largo de un prolongado periodo (definición estadística, al menos durante seis meses). Como consecuencia de la alta frecuencia y larga duración de estas conductas hostiles, tal maltrato se traduce en un enorme suplicio psicológico, psicosomático y social.» (LEYMANN, 1996). El «Mobbing» a su vez, es considerado como la manifestación de una situación más amplia: el estrés laboral, que ha sido definido como: «el desajuste entre el trabajador, el puesto de trabajo y la propia organización» (OLMEDA Y GARCÍA, 2004). El supraconcepto de estrés laboral también abarca el síndrome del trabajador quemado («Burnout»), o «desgaste emocional», término de origen deportivo que saltó al mundo de la psicología de la mano de Freudenberger, en 1974. Según las anteriores autoras es un cansancio emocional que acarrea la pérdida de motivación y, a la postre, a sentimientos de inadecuación y fracaso personal. Entre los primeros afectados que fueron estudiados estaban los trabajadores que se pasaban largas horas atendiendo al público. Sin embargo, aun siendo el «Mobbing» una forma de estrés laboral, «presenta la peculiaridad de que no ocurre exclusivamente por causas directamente relacionadas con el desempeño del trabajo o con su organización, sino que tiene su origen en las relaciones interpersonales que se establecen entre los distintos individuos de cualquier empresa» (GONZÁLEZ Y LÓPEZ, 2003). He aquí la primera nota que anticipa la faceta jurídica, ya que no se trata de la comprobación de una involuntaria conjunción adversa de circunstancias, sino de la conducta torticera de un culpable. Entra en juego, como consecuencia legal, la sanción jurídica, que se impondrá

a quien resulte jurídicamente responsable. Desde esta base se entiende mejor la perspectiva más genérica que adopta la literatura científica que subsume el «Mobbing» dentro del maltrato psicológico, del que es una de sus formas, pero entre las que también están la violencia de género y el acoso sexual (BALLESTEROS, 2004). ¿Dónde encaja el «bullying»? Tras la primera incursión de Heinemann, el investigador sueco Olweus (1993) lo utilizó como término específico para aquellos escolares victimizados cuando están siendo expuestos «repetidamente a lo largo del tiempo a acciones negativas por parte de uno o más estudiantes» («being bullied or victimised when he or she is exposed repeatedly and over time to negative actions on the part of one or more students»). Considérese que la palabra «bullying» es la que se aplica en inglés hablado a lo que en los demás países se llama «Mobbing». Y es que aunque el verbo «to mob» nació espontáneamente en el siglo XVIII, la substantivación «Mobbing» no pertenece al uso cotidiano, sino que es una creación científica, fruto del lenguaje especializado. Algo parecido sucede con «bullying», que en el ámbito internacional se reserva al acoso escolar, lo que supone restringir su campo semántico coloquial. En castellano ambos términos se traducen como «acoso». Veamos por qué: Para el diccionario de la Real Academia Española (DRAE), en su vigésima segunda edición, «acosar» es «perseguir sin darle tregua o reposo a un animal o a una persona». Etimológicamente procede de «cosso», que en castellano antiguo significa «carrera». Hoy día es un arcaísmo, pero en la prensa española del siglo XVII todavía se encontraba. Por ejemplo, en 1662, en la Gaceta política y militar de la imprenta de Julián de Paredes se lee en referencia a los ataques corsarios sobre las costas de Portugal (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, CORDE). Se advierte fácilmente cómo gravita la idea de una carrera persecutoria, de un ataque sistemático. Pero este trasfondo semántico se actualiza bajo la influencia de la corriente que se originó con Leymann, de tal manera que los trabajos preparatorios de la vigésimo tercera edición del Diccionario ya incluyen el acoso «moral o psicológico» en estos términos: «practica ejercida en las relaciones personales, especialmente en el ámbito laboral, consistente en un trato vejatorio y descalificador hacia una persona, con el fin de desestabilizarla psíquicamente ». La definición de la Real Academia está en sintonía con las corrientes científicas. No obstante, antes de profundizar en la esencia semántica del concepto, surgen discrepancias en un nivel más superficial, en el de la terminología. A veces se rechaza el adjetivo

«moral» por sus connotaciones ético-religiosas (PÉREZ MACHÍO, 2004, RECPC). De ahí que irrumpan otras voces, como «psicoterror laboral», «presión laboral tendenciosa u «hostigamiento psicológico». Es de elogiar el deseo de no contaminarse por influencias ideológicas, sea del signo que fueren. Cuando la actividad intelectual se circunscribe dentro de las ciencias naturales no suele cuestionarse la neutralidad del investigador. Al cruzar el umbral de derecho, por el contrario, sobreviene el riesgo de intoxicación partidista. Pero no tiene que ser ineludiblemente así. El jurisconsulto mostrará los hechos desnudos, sin más valoraciones que las jurídicas. Los juicios políticos, éticos o religiosos, con ser legítimos, incumben a otras esferas del espíritu humano y es allí donde deberán formularse. Consecuentemente, como afirma Saturio Ballesteros Ramos, un fenómeno tan complejo como el que nos ocupa «no debería ser analizado en función del recurso a una metodología maniquea, sino poniendo un especial cuidado en la selección de su (por más útil) mejor modelo explicativo» (2004). Por eso hay que dejar desde el principio claro el rechazo a orientaciones políticas; por ejemplo, la que ve en el «Mobbing un episodio de la lucha de clases cuya toma de conciencia moverá a los trabajadores a una suerte de revolución pacífica de tintes ecológicos (BLANCO, 2002). Claro está que tales planteamientos son respetables, pero sin perder de vista que no constituyen más que una opción subjetiva dependiente del credo del intérprete. Con las debidas cautelas no existe inconveniente alguno en acoger la denominación de «acoso moral», puesto que no empaña su carácter jurídico. Recordemos que la cuarta de las acepciones del la palabra «moral» es «el conjunto de facultades del espíritu, por contraposición a lo físico» (DRAE, 22. ª Edición). No sólo eso, el término «acoso moral» es especialmente útil a la hora ponerlo en contacto con la integridad y el daño morales, perspectiva ésta que proporcionará la clave del análisis penal. Precisamente la misma literatura científica utiliza la expresión «quiebra moral» para denominar la situación límite a que llega el individuo acusado en la fase terminal del proceso de destrucción de su personalidad. Esto es, al derrumbamiento de la estructura de su integración personal merced a una persistente acción «descalificadora» o «desvalorizadora» (BALLESTEROS, 2004). El Diccionario de la RAE se refería a un «trato vejatorio o

descalificador», lo que está en línea con la modalidades «descalificadoras o desvalorizadoras» que se acaban de citar. También indica como efecto la desestabilización psíquica, situación que entronca fácilmente con la quiebra moral. Y sentado este esquema, encaja con la descripción típica del artículo 173.1 del Código Penal, del que la jurisprudencia ha enseñado que se compone de un «trato degradante» como elemento medial y de un grave menoscabo de la integridad moral como resultado. Es aquí, como veremos luego, donde despunta la piedra angular de toda la construcción jurídica. Pero, ¿qué tiene todo esto que ver con la evolución etimológica del concepto? La palabra acoso sugiere la persecución a la que se somete a un individuo, al recoger la carga semántica de «Mobbing» («mobile vulgus»): la acometida del gentío desbordado. Por eso escogió la Etología esa palabra y no otra. Pues bien, la conexión radica en la posición en la que se halla el trabajador al que sus compañeros aíslan y humillan; lo mismo en el «bullying» con respecto a los escolares. El acosado se siente abrumado por el grupo, que lo hostiga compacta y sistemáticamente. Leymann (1996) lo ejemplifica con un caso real en el que la jefa de cocina de una prisión sufrió la hostilidad de sus subordinadas, las cuales la hundieron psicológicamente hasta que fue despedida. Su quebranto moral llegó al extremo de ser incapaz de volver a encontrar otro empleo. Esta es una modalidad de acoso, pero no la única. Para la doctrina es solamente una de las especies del género. Así, el acoso laboral será «horizontal» («Mobbing» en sentido estricto) cuando lo realicen los compañeros de trabajo entre sí «vertical» o «descendente» («bossing»), si lo ejerce el jefe contra los subordinados (aunque éste es el más frecuente, en este trabajo, en contra de la tendencia mayoritaria, se prestará más atención al horizontal, por ser el que mejor explica la naturaleza del problema); y ascendente, en aquellos casos en los que los subordinados acosan a quienes ocupan puestos superiores en la escala jerárquica. Ese era el ejemplo de Leymann. Por último, el término «mixto» se guarda para los supuestos en los que se conjuntan elementos de los otros tipos (CARMONA, 2004). Llegados a este punto se aprecia como la doctrina laboral ha sido el taller donde se ha fraguado el concepto actual de «Mobbing». La versión castellana funciona como una especie de síntesis de su contenido. Por un lado «acoso» evoca el ataque sistemático. Por otro, «moral» se refiere a la sensación que sufre quien es

abrumado mediante una persecución sistemática. El producto final es un instrumento tan afortunado que se ha extendido hacía áreas muy alejadas del ámbito donde nació. Desde la prosa de Cicerón hasta los más recientes artículos periodísticos se ha ido aquilatando un concepto que ha pasado ha enriquecer el imaginario intelectual de la cultura occidental. 3. EL ARTÍCULO 173.1 DEL CÓDIGO PENAL COMO DEFENSA DE LA INTEGRIDAD MORAL 3.1 Bien jurídico protegido Premisa de toda esta exposición es que el Derecho pertrecha al discurso intelectual con un rigor ausente en el uso extrajurídico del lenguaje, mucho más impreciso. No obstante, el artículo 173 del Código Penal parecería estar aquejado de los mismos vicios. Durante su tramitación parlamentaria ya fue marcada la propuesta gubernativa con el estigma de la vaguedad. El grupo nacionalista vasco motejó el nuevo precepto de «vaporoso» y «ectoplásmico» (BOLETÍN OFICIAL DE LAS CORTES GENERALES, 6 de marzo de 1995). El hecho de que, pese a la trabajosa gestación, terminara viendo la luz no ha sofocado todas las voces críticas, ora académicas, ora jurisprudenciales. Dos buenos ejemplos son las sentencias del Tribunal Supremo (sala 2. ª) De 14 de noviembre del año 2001 y la 127/1990 (27-VI) del Tribunal Constitucional. Sea como fuere, la mayoría de la doctrina, con reconocer las dificultades que encierra la norma, la ha acogido favorablemente. En realidad, no era una absoluta innovación, puesto que encontramos antecedentes en el artículo 27.3.c) de la Ley 2/1986 de la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, además de en la Ley 11/1991 del Régimen Disciplinario de la Guardia Civil (Art. 8.1 y 9.2. º). Pero sobre todo, el artículo 104 del Código Penal militar: «El superior que tratare a y un inferior de manera degradante o inhumana será castigado con la pena de tres meses y un día a cinco años de prisión». A la vista de lo anterior, la dificultad no radica en la técnica de tipificación, sino en la idea de «integridad moral». Es la propia Constitución, en su artículo 15, la que la adopta. Por eso, si es válida para el Derecho Constitucional, también lo será para el Penal. Es menester, pues, erigir una teoría general de la integridad moral,

como reclama la sentencia de la sala segunda del Tribunal Supremo de 22 de febrero del año 2005 (ponente excelentísimo Sr. don Joaquín Jiménez García). El primer paso es averiguar qué sea la integridad moral, ya que el citado artículo de la constitución no lo hace. Según Luis María Diez Picazo es «la inviolabilidad del ser humano, es decir, la creencia de que éste merece siempre respeto, no debiendo profanarse su cuerpo ni su espíritu» (2003, página 202). Esa definición no nos sirve, ya que se confunde con la dignidad, consagrada ésta en el artículo 10 de nuestra Constitución. Ha de aclararse que la dignidad no es un derecho, sino un valor supremo. Viene a decirnos que todos los seres humanos deben ser tratados como tales. En Derecho Romano «dignitas» expresaba la «disposición del que puede alcanzar los honores, es decir, la potestad de las magistraturas» (DOMINGO, 2005, página 69). Era la cualidad en virtud de la cual el funcionario estaba investido de unos poderes que derivaban de su función y que, por ende, lo hacían merecedor de un trato exclusivo. Existe un documento muy conocido de los historiadores que ayuda a captar esta idea. Es la «Notitia Dignitatum» (relación de cargos), un listado las unidades militares del Imperio Romano. Le han dado ese nombre porque enumera exhaustivamente los mandos del ejército. Esto es, los cargos o «dignidades» que lo componían («comes» –condes–, «duces» – duques–, etc.). En la Edad Media, consolidada la feudalización, los cargos se tornarían hereditarios. La posición del individuo en el estamento social fijaba por nacimiento sus deberes y derechos. Su «dignidad» era una cuestión de origen. Y a la luz de esta perspectiva histórica se entiende el artículo 10 de nuestra Constitución. En el momento histórico actual todos los seres humanos, simplemente por serlo, son considerados personas, lo que los convierte en acreedores de un respeto, de un especial trato. ¿Cuál es ese trato? El que se contiene en cada uno de los derechos fundamentales. De esta manera, la dignidad solamente sería la obligación de respetar los derechos de la persona. Por tanto, «no opera como argumento autónomo a la hora de sustentar la lesión de derechos fundamentales en tanto en cuanto resultará imposible causarle un menoscabo sin antes perjudicar a uno de esos derechos que la sostiene y la defiende» (SAGALÉS, 2003, folio 49). Los efectos prácticos son claros, el artículo 10 de la Constitución no basta para fundamentar una petición de amparo constitucional (sentencia del Tribunal Constitucional 120/90, ponente Excelentísimo Sr. García-Mon y González-Regueral).

El amparo se basará, por el contrario, en la lesión a uno de los concretos derechos que emanan de la dignidad humana. Uno de ellos es la integridad moral. El mismo autor la conceptúa como el «receptáculo en el que reside la capacidad del sujeto para determinarse frente a terceros, sin injerencias, quedando a salvo de resultados repulsivos para el Derecho como la patrimonialización del ser humano o el sufrimiento de tratos degradantes» (2003, folio 51). Es una definición lo bastante sólida para asentar la teoría que buscamos. El siguiente paso consiste en determinar cuáles son las conductas aptas para llenar el tipo descrito en el artículo 173.1 del Código Penal. 3.2 Menoscabo de la integridad moral La Constitución proclama literalmente en su artículo 15: «Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempo de guerra.» Esta norma proporciona los materiales con los que edificar el tipo penal. Lo haremos con la clásica doctrina que distingue entre acción y resultado delictivos. La acción es la manifestación de la voluntad; el resultado la consecuencia externa derivada de aquélla (MUÑOZ CONDE, 1993, páginas 211-211). Aquí la acción es la tortura o el trato inhumano o degradante, mientras que el resultado es el menoscabo de la integridad moral. Esto es, no es un delito de mera actividad. En este punto, salvo Tamarit (2004, Página 908), la doctrina es unánime. Por consiguiente son admisibles las formas imperfectas y omisivas. Nuestra jurisprudencia, siguiendo la línea de sentencias del TEDH (Tribunal Europeo de Derechos Humanos) como la de 25 de abril del año 1978 configura el trato degradante como el escalón más bajo de una creciente escala de gravedad. Un peldaño más arriba está el trato inhumano. Luego viene la tortura, que representa la mayor intensidad de la lesión al injusto. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha acuñado los «criterios de apreciación relativa» como instrumentos para medir la gravedad del agresión a la integridad

moral. Entre estos criterios se halla la duración de la conducta, la situación de la víctima y un patrón sociológico, atinente al grado de respeto a los derechos humanos en la concreta sociedad donde se produce la lesión (DE LA MATA Y PÉREZ MACHÍO, 2005, página 15). En cuanto al resultado, sentencias como las del Tribunal Supremo de 23 de marzo del año 1993 (sala quinta) o de ocho de mayo del año 2002 (sala segunda) insisten en la creación a la víctima de diversos sufrimientos, consistentes en el terror, angustia, envilecimiento o humillación. Semejantes padecimientos se muestran como la consecuencia de haber atentado contra la libre capacidad de decisión del sujeto. De haberlo hecho soportar una situación que le era repulsiva y a la que se ha visto constreñido en contra su voluntad. He aquí la clave, la imposición a un ser humano de un estado de cosas que le produzca un rechazo anímico por ser incompatible con el respeto que espera que se le profese como persona. Se lo envilece, cosifica, humilla, rebaja o degrada porque se lo trata como un ser inferior. «Humillación» y «humilde» son dos vocablos que en su origen latino participaban de un mismo núcleo semántico. Se humillaba a un individuo superior cuando se le daba el trato correspondiente a un ser inferior, a un «humilde». Hoy día, en cambio, la idea de dignidad ha igualado a todos los humanos, al hacerlos ontológicamente equivalentes en su condición de tales. Estudiemos a continuación como se acomodan estos presupuestos al artículo 173 de nuestro Código Penal. Lo primero que llama la atención es que el precepto hable sólo de «trato degradante », contrariamente a lo que hace el artículo 10 de la Constitución, que también recoge los «tratos inhumanos» y las «torturas». Por tanto, dentro de esa denominación de «trato degradante» han de entenderse incluidas las otras dos nociones. El recorrido a lo largo de la escala de gravedad se efectuará dentro de la horquilla punitiva prevista por esa misma norma penal. Además, el vocablo «tortura» se reserva al trato degradante o inhumano protagonizado por funcionarios públicos en las condiciones de los artículos 174 a 176. Este uso lingüístico no está en plena sintonía con el habitual del idioma, en el que también significa: «dolor o aflicción grande» (tercera acepción, DRAE, 22. ª Edición). Lo segundo es la inclusión del adverbio «gravemente». ¿Serán atípicos los tratos degradantes leves? No. En tal caso nos remontaríamos a la falta del artículo 620.2 del

Código Penal. Lo que ocurre es que esos menoscabos de escasa importancia se conocen con el nombre de «vejaciones». De esta forma, el artículo 620.2 aparece como el tipo básico del que brota el artículo 173. Este, a su vez, ofrece dos subtipos específicos: el de violencia doméstica de los puntos segundo y tercero del mismo artículo 173, junto con el de torturas de los artículos 174 a 176. Estas dos últimas infracciones implican atentados contra la integridad moral modulados por circunstancias específicas que les han valido para alcanzar la categoría de tipos autónomos. En suma, de las vejaciones se pasa al trato degradante, del que son modalidades los delitos de violencia doméstica y las torturas. El bien jurídico, en todos ellos, es la integridad moral. El trato degradante se llama inhumano cuando cobra una especial intensidad, pero no por ello nos salimos del tipo penal básico. Hasta aquí contamos con un esquemático marco formal dentro del que encuadrar la acción delictiva. Aunque la polémica es de mayor calado, nos hemos limitado a recoger las principales conclusiones de la jurisprudencia. 3.3 Conductas delictivas La meta no es la de amontonar ejemplos, sino la de abstraer la esencia de todos ellos. Del vasto corpus jurisprudencial habría que extraer un denominador común a cualesquiera situaciones de trato degradante. Pero la variedad de actos vejatorios es inmensa. Sorprende la imaginación del ser humano a la hora de concebir métodos de atormentar a sus congéneres. De ahí que la esencia radique en la idoneidad para hacer sufrir. Será, consecuentemente, trato degradante toda aquella conducta intencionadamente apta para causar sufrimiento. No hay, por tanto, sitio para las infracciones culposas. Al desarrollar el concepto hemos de prestar atención a dos problemas: la barrera que separa los actos inocuos de aquellos que tienen contenido penal y la naturaleza objetiva del trato degradante. Lo veremos a continuación. 3.3.1 FRONTERA DE LA TIPICIDAD La diáfana inteligencia de esta cuestión invita a una reflexión sobre los interrogatorios policiales. El mensaje que el Legislador quiere transmitir es que no basta con abstenerse de propinar palizas,

amputar miembros o sacudir con electrodos a los detenidos. Ha de dispensárseles un trato exquisito. Al mentar las torturas nos asaltan las imágenes de los calabozos de la inquisición medieval o las de las dictaduras latinoamericanas. No hace falta tanto. La dignidad humana se quiebra con mucho menos. Buena muestra, al menos si damos crédito a las noticias de prensa, es la situación de los presos afganos en Guantánamo o de los iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib. Desde luego, no llegan ni de lejos a lo que se cuenta de otras zonas del globo, como en Chechenia, donde circulan historias de asesinatos, violaciones y mutilaciones masivos. Pero no por eso hemos de olvidar que son igualmente atentatorias contra la integridad moral. Es lo que se llama «tortura blanca». Así, el diario «Washington Post» (2004) publica este testimonio referente a Irak:«They came in the morning shift with two prisoners and they were father and son. They were both naked. They put them in front of each other and they counted 1, 2, 3, and then removed the bags from their heads. When the son saw his father naked he was crying. He was crying because of seeing his father». («Vinieron en el turno matutino con dos prisioneros, que eran padre e hijo, ambos desnudos. Los pusieron uno enfrente del otro y contaron “uno, dos y tres“, tras lo que les quitaron las bolsas de las cabezas. Cuando el hijo vio al padre desnudo se puso a llorar. Lloraba por haber visto a su padre»). Aparece claramente cuán sencillo es humillar, sin que sea menester ni siquiera descargar un leve golpe. Pero habrá casos en los que la intensidad del ataque a la integridad moral sea tan leve que no permita tenerlo por tal. Se trata de trazar la frontera entre la grosería, el reproche ético o la mera inconveniencia. Nos ayuda a comprenderlo la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona de 17 de octubre del año 2003 (ponente Ilustrísima Sr. doña Elena Guindulain Oliveras). Esta resolución niega en su fundamento jurídico tercero que sean atentatorios contra la integridad moral los meros desaires, ultrajes emocionales o dejación de obligaciones. En concreto: El «repentino desinterés del acusado en acompañar a la denunciante al trabajo, obligándola a utilizar los servicios públicos existentes en el lugar o a resignarse a quedarse en casa». A la dejación de sus obligaciones de abastecer la vivienda de alimentos. A la instigación a la denunciante a participar en fiestas sexuales con

terceros que el acusado organizaba». En el supuesto de autos la denunciante se sintió desamparada e intentó suicidarse. Alegaba que el denunciado: « (…) no la cuidaba, que estaba abandonada, que la obligaba a beber y a ir a fiestas sexuales, caso contrario, la dejaba sola en la casa, la maltrataba, no compraba comida y que no la visitó cuando estuvo en el hospital (…).» En el apartado anterior se había concluido que trato degradante era toda conducta idónea para hacer sufrir a la víctima. Ahora bien, la jurisprudencia recalca que es factible que la lesión emerja de la suma de varios actos inocuos en sí mismos, pero que al agregarse en un conjunto cobrasen virtualidad dañina. ¿No sería acaso este uno de esos ejemplos? No. La clave está en el consentimiento del sujeto pasivo. Si no media la vulneración de la voluntad de la víctima no existe infracción penal. Obsérvese como en este caso, aunque la denunciante relate que la «maltrataba», no la forzaba a hacer nada que no quisiera. Le proponía participar en orgías, pero si aquélla declinaba la invitación, no violentaba su voluntad; simplemente no le prodigaba el afecto que tanto anhelaba. Es una especie de chantaje ético. Desde la Psicología se lo ha denominado «abandono emocional» (Martos, 2003). Muy probablemente censurable desde la Moral, pero no cruza el umbral del Derecho Penal. La sanción criminal sólo es aceptable cuando se lesiona alguno de los bienes jurídicos expresamente tipificados. Sin embargo, el abanico de actos inmorales es mucho más amplio que el articulado del Código Penal. Criminalizar la inmoralidad conduciría al totalitarismo. Otras veces sí que habrá un menoscabo, pero no será grave. La jurisprudencia suele aseverar que el artículo 173 es el tipo básico de los que protegen la integridad moral. Es una afirmación acertada con respecto a las modalidades de violencia doméstica y torturas, pero no con carácter general. Jesús Barquín advierte certeramente que ese precepto sólo sanciona los ataques «graves» (1999, páginas 279280). Como ya se ha apuntado, ese papel le corresponde a la falta del artículo 620.2, residual ante infracciones leves. La sentencia de la Audiencia Provincial de Tarragona de 26 de abril del año 2004 explica claramente esta tesis (ponente Ilustrísimo Sr. don Joan Perarnau Moya) que pone de relieve la «homogeneidad» entre el artículo 620.2 y el artículo 173.1. Entrando en la frontera entre el delito y la falta, hemos de fijarnos en

el adverbio «gravemente». Una regla provechosa para disipar incertidumbres es la de la reiteración de los actos ofensivos. El propio artículo 173, al escoger el término «trato», parece estar refiriéndose a una conducta temporalmente prolongada. Es decir, sería necesaria una cierta habitualidad o incluso la acción sistemática del sujeto activo para humillar a la víctima. No obstante, no es una regla sin excepciones. Es concebible un singular ataque de tanta magnitud que por sí solo quebrante la integridad moral (JESÚS BARQUÍN, 1999, página 300). Este autor lo explica claramente en el comentario a la sentencia del Tribunal Supremo de 14 de noviembre del año 2001 (2002, RECPC). Se trata de una resolución que, llevada a sus últimas consecuencias, casi impediría en la práctica la aplicación del artículo 173.1 del Código Penal. El relato de hechos probados consigna cómo cuatro hermanos desnudaron a su tía de 69 años, la golpearon y quemaron con un cigarrillo, se le orinaron encima, la obligaron a lamer el trasero a un individuo, a practicar dos felaciones con evacuación en la boca, a que se introdujera un palo en la vagina, además de untarle el rostro con heces. Mientras tanto se reían de ella y la insultaban. Querían que les diera dinero. El ponente tilda al artículo 173 de impreciso e innecesario, redundante con los delitos contra el honor y las coacciones. Precisamente esta resolución sólo le deja al citado tipo el papel marginal de reprimir los actos reiteradamente ofensivos contra la dignidad de la víctima: «aquellos hechos en los que la degradación tenga una duración notoria y persistente, cuya gravedad ya no sea posible recoger en la individualización de la pena del delito al que acompañan, a través de las agravantes ordinarias». De ahí enseñamiento o en la circunstancia primera del artículo 180. La sentencia niega la existencia de un delito contra la integridad moral, por considerar que basta la punición específica de los tipos contra la libertad sexual. Jesús Barquín aplaude esta decisión, pero plantea una hipótesis, que esa misma conducta estuviera exenta de cualquier connotación sexual. Entonces sí que nos hallaríamos frente a un meridiano ejemplo de grave menoscabo de la integridad moral. Pues bien, la tesis de esta sentencia lo negaría, por ser un episodio aislado. No es un planteamiento general en la jurisprudencia. Por ejemplo, la sentencia del Tribunal Supremo de 29 de septiembre del año 1998 prevé que un solo acto excepcionalmente cruel o

humillante baste para constituir por sí mismo un trato degradante. Por otro lado, y para zanjar esta cuestión, tampoco hay obstáculo a la coexistencia del artículo 173.1 y la agravante genérica de ensañamiento. En suma, el recorrido de la gravedad atraviesa una serie de hitos, a saber: 1) Conductas atípicas; 2) Vejaciones; 3) Tratos degradantes; 4) Tratos inhumanos; y 5) Torturas. La expresión «trato degradante» es la que nuestro Legislador ha escogido para referirse a todos los ataques contra la integridad moral. El tránsito del primero al segundo demarcará el umbral del Derecho Penal. Los otros gradarán la intensidad de la lesión delictiva al injusto. Comtinua en Teoria del acoso penal II

9:56 | Agregar un comentario | Leer comentarios (3) | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog 02 junio VIOLENCIA CONTRA PROFESORES

TODAVIA EN CONSTRUCCION. ESTUDIO CISNEROS VIII VIOLENCIA CONTRA PROFESORES EN LA ENSEÑANZA PÚBLICA DE LA COMUNIDAD DE MADRID INSTITUTO DE INNOVACIÓN EDUCATIVA Y DESARROLLO DIRECTIVO www.acosopsicologico.com Director del Equipo de Investigación: Prof. Iñaki Piñuel ([email protected])

Móvil 670 77 66 19 DEFENSOR DEL PROFESOR SINDICATO ANPE-MADRID www.defensordelprofesor.com -2006q Anpe-Madrid, viene haciéndose eco, desde hace años, de la dificultad de “dar clase con normalidad” en la mayoría de los Centros de Enseñanza Secundaria. q Constata que se manifiestan en nuestras aulas, de forma creciente, comportamientos antisociales, actos de indisciplina, vandalismo y agresiones que entorpecen o impiden cotidianamente el normal desarrollo de las actividades docentes. q La gravedad de estos comportamientos afecta a la calidad de la enseñanza que se imparte, a la salud laboral y al estado emocional de alumnos y profesores. q Anpe-Madrid viene denunciando la generalización y el agravamiento de estas conductas a las que considera variantes de un problema más amplio: la violencia escolar. Por ello, ante la pasividad de la Administración Educativa… • Decide en el mes de diciembre de 2005 poner en marcha “EL DEFENSOR DEL PROFESOR”, un servicio de apoyo al profesorado víctima de violencia o acosado en los entornos escolares. Sus actuaciones pretenden aliviar o paliar en parte estas situaciones individuales mediante… – El apoyo psicológico – El apoyo jurídico. – La intermediación sindical ante la Administración “EL DEFENSOR DEL PROFESOR” ha recibido, en los cinco meses de funcionamiento, 800 llamadas de profesores angustiados que demandaban algún tipo de ayuda frente a las situaciones de violencia padecidas. Conscientes desde un principio de la gravísima situación que va aflorando… • “EL DEFENSOR DEL PROFESOR” decide evaluar y medir con exactitud esta realidad y promueve la realización de un estudio

exhaustivo sobre la situación de violencia que padecen los profesores en los centros escolares. • Este estudio se encarga al Instituto de Innovación Educativa y Desarrollo Directivo (IIEDDI) dirigido por el Profesor Iñaki Piñuel, y es patrocinado por Anpe-Madrid. Sus resultados se presentan hoy. Los Barómetros Cisneros© • 2001: Cisneros I “Violencia y Acoso en el Trabajo en España” • 2002: Cisneros II, “Violencia y Acoso en el Trabajo en España” • 2003: Cisneros III “Violencia y Acoso en el Trabajo en el sector sanitario”. • 2004: Cisneros IV, “Violencia y Acoso en el Trabajo en profesores universitarios”. • 2004: Cisneros V, “Violencia y Acoso en el Trabajo en la Administración pública” • 2005: Cisneros VI, “Riesgos Psicosociales en la Comunidad de Madrid (Estrés, Mobbing y Burnout)” • 2005: Cisneros VII “Acoso y Violencia Escolar” en la Comunidad de Madrid. • 2006: Cisneros VIII “Violencia contra los profesores de la CAM”. CARÁCTER INNOVADOR DEL CISNEROS VIII “VIOLENCIA CONTRA PROFESORES” ESTUDIO PIONERO: PRIMER ESTUDIO QUE SE REALIZA SOBRE LOSRIESGOS PSICOSOCIALES QUE AFECTAN A PROFESORES POR LOS EFECTOS DE LA VIOLENCIA QUE SUFREN. ESTUDIO INNOVADOR: POR PRIMERA VEZ SE EVALUA LA VIOLENCIA QUE REFIEREN LOS PROFESORES DE LA ENSEÑANZA PÚBLICA. ESTUDIO RIGUROSO: SE UTILIZAN ESCALAS CLÍNICAS PARA MEDIR EL DAÑO PSICOLOGICO PRODUCIDO POR LA VIOLENCIA. ESTUDIO VÁLIDO Y FIABLE: ESTADÍSTICAMENTE INATACABLE POR SUS CARÁCTERÍSTICAS PSICOMÉTRICAS, POR LA SELECCIÓN DE LA MUESTRA, LA VALIDEZ Y LA FIABILIDAD DE LA HERRAMIENTA UTILIZADA: ESTUDIO CON ALTO VALOR AÑADIDO: SE ENCUESTAN MAS DE 6.000 PROFESORES DE 237 CENTROS DE ENSEÑANZA PUBLICA Y SE MIDEN 235 VARIABLES QUE AFECTAN A SU TRABAJO COMO DOCENTES.

“VIOLENCIA CONTRA PROFESORES” ÍNDICE ESTUDIO CISNEROS VIII: FICHA TÉCNICA DEL ESTUDIO LA VIOLENCIA COMO RIESGO LABORAL DE LOS PROFESORES: MITOS Y REALIDADES QUE DESVELA EL ESTUDIO LA INCIDENCIA DE LA VIOLENCIA EN LOS CENTROS EDUCATIVOS LA INCIDENCIA DE ACTOS DE VIOLENCIA CONTRA PROFESORES AUTORES DE ACTOS VIOLENTOS CONTRA LOS PROFESORES MODALIDADES DE LA VIOLENCIA CONTRA PROFESORES DAÑOS PSICOLÓGICOS DE LOS PROFESORES VÍCTIMAS DE ACTOS DE VIOLENCIA INCIDENCIA DE LA VIOLENCIA ESCOLAR CONTRA LOS ALUMNOS VALORACIONES FINALES I. FICHA TÉCNICA DEL ESTUDIO Encuesta realizada mediante cuestionario presentado en un documento escrito, distribuida internamente entre 6.000 profesores pertenecientes a 237 Centros públicos de Educación Infantil y Primaria e Institutos de Enseñanza Secundaria. Los cuestionarios fueron devueltos de manera anónima a los aplicadores en sobre cerrado. La investigación se desarrolló entre los meses de Marzo y Abril de 2006 en la Comunidad Autónoma de Madrid. Los investigadores garantizaron desde el principio el anonimato tanto para los centros como para los trabajadores participantes que no podrían quedar identificados de ningún modo en la aplicación del cuestionario. La tasa de respuesta fue del 35%, y el número de cuestionarios válidos finalmente aceptados de N = 2 100. Se utilizó como Universo el colectivo de profesores de la enseñanza pública de la Comunidad Autónoma de Madrid N = 47 000 profesores. La herramienta de evaluación aplicada fue el Barómetro Cisneros AVE (P) ©, compuesto por 237 preguntas multi opción que los profesores debían rellenar.

El error muestral del estudio fue de +/- 2,1 % para n =p =0,5 para un intervalo de confianza del 95,5%. ESTUDIO CISNEROS© VIII: “VIOLENCIA CONTRA PROFESORES” FICHA TÉCNICA Barómetro Cisneros © VIII Universo o Población Conjunto de 47.000 profesores de estudio de centros públicos de la CAM Ámbito geográfico Comunidad de Madrid Barómetro Cisneros AVE (P) © Instrumento (Piñuel y Oñate 2002) Encuesta: Barómetro Cisneros Tipo de Encuesta (Octava Edición) Evaluación de la Violencia y el acoso Psicológico contra los Objeto profesores de la Enseñanza Pública de la CAM Fecha de Realización Marzo - Abril del 2006 N= 2100 profesores Muestra pertenecientes a 237 centros públicos Muestreo Polietápico. Aleatorio por conglomerados, con Muestreo afijaciones proporcionales para las 5 zonas geográficas principales de la CAM +/-2,1% para p = q = 0,50 Error Muestral para un 95,5 de ICII. LA VIOLENCIA COMO RIESGO LABORAL PARA LOS PROFESORES: MITOS Y REALIDADES QUE DESVELA EL ESTUDIO LOS 8 MITOS PRINCIPALES QUE EL ESTUDIO DERRIBA: 1º Mito: La Violencia no ha aumentado en los centros: es la misma que antes. Siempre ha existido violencia, solo que ahora hay más sensibilidad. 2º Mito: La Violencia, si se produce, tiene una incidencia marginal. Se trata de casos aislados o puntuales que no tienen un efecto relevante. 3º Mito: La Violencia es trivial. No produce daños significativos en

quienes la padecen. Depende de la sensibilidad del profesor. 4º Mito: La Violencia se produce en los lugares en los que la tasa de alumnos inmigrantes es importante. 5º Mito: La Violencia se produce en los centros pertenecientes a zonas socialmente más desfavorecidas. 6º Mito: La violencia en los centros es principalmente física (agresiones físicas). 7º Mito: Los padres no participan de la violencia en los centros. 8º Mito: La Violencia es un conflicto particular entre agresor y agredido

10:02 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog 01 junio Materiales de Prevencion en Secundaria

ANTICUADO Y ANTIGUO PERO VALIDO. En construcción..... Materiales Didácticos para la Prevención de la Violencia de Género Unidad Didáctica para Educación Secundaria

1. INTRODUCCIÓN Los malos tratos a la mujer en la pareja y en general la violencia contra las mujeres, es un fenómeno que se ha dado y se da en todas las culturas humanas. Sin embargo sigue siendo un fenómeno invisible, y sobre todo, minimizado. La violencia contra las mujeres o violencia de género, vulnera algunos de los derechos más básicos de todo ser humano, explicitados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos: Artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Artículo 5. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Artículo 16.3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado. En nuestro país, el asesinato de Ana Orantes a manos de su exmarido, en diciembre de 1997, conmocionó a la opinión pública y supuso un punto de inflexión en la conciencia de la sociedad ante los malos tratos conyugales; desde entonces, los medios de comunicación, muestran de forma cotidiana el sufrimiento de mujeres con nombres y apellidos en todos los rincones de la geografía española. Como consecuencia de la alarma social creada, las instituciones públicas decidieron tomar medidas urgentes para atender a las mujeres víctimas de malos tratos y sensibilizar a la sociedad hacia actitudes de rechazo a las agresiones. Dentro de este contexto, el día 12 de febrero de 1998, el Parlamento Andaluz aprueba una serie de medidas que dan cuerpo al Plan de Actuación del Gobierno Andaluz para avanzar en la erradicación de la violencia contra las Mujeres. Esta unidad didáctica es una de las medidas de este Plan de Actuación y tiene como objetivo, prevenir la violencia de género, potenciando en el ámbito educativo comportamientos igualitarios y solidarios. La violencia en la pareja es, sin duda alguna, producto de la desigualdad profunda, mantenida y reforzada a través de los siglos entre hombres y mujeres. Es por lo tanto un fenómeno con arraigadas raíces culturales que dan lugar a una estructura social basada en el sexismo, en el poder otorgado a los varones y a lo masculino y en la desvalorización y sumisión de las mujeres y lo femenino. Las diferentes conductas que se aprenden como apropiadas para las mujeres y los hombres en una determinada sociedad y momento histórico, no se cuestionan y se consideran ciertas y biológicamente naturales, siendo en realidad sólo la reproducción de unos estereotipos sociales.

Históricamente, las mujeres han sido socializadas para la vida doméstica (el cuidado de otras personas) y los varones para la vida pública (el trabajo asalariado y la gestión de la política, la economía, la ciencia y la cultura). Para cumplir estas funciones, hombres y mujeres han desarrollado distintas capacidades y valores. Pero esto es sólo una media verdad. La cultura femenina y masculina no son sólo diferentes sino que son desiguales, hay una relación de poder y dominio de lo masculino sobre lo femenino. La socialización de género tiene como consecuencia el desarrollo parcial tanto de mujeres como de hombres, pero sin duda alguna es más doloroso pertenecer a una cultura o grupo social desvalorizado que pertenecer a una cultura o grupo social prestigioso. Este hecho explica la razón por la que el colectivo de mujeres esté siendo el motor principal de cambio hacia una estructura social y de relaciones humanas más igualitarias. El sistema educativo implantado por la LOGSE, contempla la necesidad de superar la socialización de género, promoviendo y facilitando el pleno desarrollo del alumnado como personas: "El objetivo primero y fundamental de la educación es el de proporcionar a los niños y a las niñas, a los jóvenes de uno y otro sexo, una formación plena que les permita conformar su propia y esencial identidad, así como construir una concepción de la realidad que integre a la vez el conocimiento y la valoración ética y moral de la misma. Tal formación plena ha de ir dirigida al desarrollo de su capacidad para ejercer, de manera crítica y en una sociedad axiológica mente plural, la libertad, la tolerancia y la solidaridad".1 La LOGSE se dirige así hacia una educación integral de las personas que, entre otros aspectos, conlleva lograr que sean críticas, igualitarias, tolerantes y solidarias. A ello contribuye de especial manera, la inclusión de las áreas transversales que conllevan contenidos altamente educativos que impregnan el currículo de valores éticos y cívicos. Así, desde la escuela, se asume la responsabilidad de que se debe educar y no sólo instruir, satisfaciendo la demanda social actual y llevando a cabo una Educación en Valores que dé respuesta a los problemas sociales más acuciantes, como el de la violencia de género. Ello se encuentra definido en los diferentes currículos que se han establecido en Andalucía para cada etapa educativa. El desarrollo y la organización de la Educación en Valores y de los Temas Transversales del currículo, debe perseguir dinamizar el tratamiento de estos contenidos en los centros educativos a través de sus Proyectos Curriculares. Centros en los que la forma de enseñar las relaciones personales, la organización del espacio, el

lenguaje y un largo etcétera, van conformando la personalidad de las alumnas y los alumnos, inculcándoles valores, formando hábitos y desarrollando pautas de conducta ante la vida social. Como indican Taberner, J., Bolívar, A., Ventura, M: "Cada centro escolar genera estructuras, roles, códigos de conducta, normas, patrones de acción y comunicación, que dan lugar a una cultura específica, con un sentido propio de identidad y coherencia, constituido por aquellos valores (éthos o mores) compartidos por la mayoría de los miembros". El Centro docente, como espacio y organización social con unas relaciones propias, es el que a la larga– va a contribuir decisivamente, más allá del aula y pupitre, a la educación ético-cívica. Estas expectativas y patrones de acción permite, favorecen o no, una cooperación o individualismo, coordinación de deseos, propuestas e intereses, toma de decisiones colectivas, diálogo, debate, "ponerse en lugar de otro", modelos, etc., que justamente constituyen la vida moral del Centro. En la medida que los valores, principios y normas son establecidos por los alumnos, alumnas y profesorado, además de comprometerse a respetarlos y generar un sentimiento de tomarlos como propios, proporcionan una participación activa y democrática, de índole moral en los asuntos de la escuela".2 2 TABERNER, J., BOLÍVAR, A. Y VENTURA, M. (1995): Formación ÉticoCívica y Educación Secundaria Obligatoria, Proyecto Sur de Ediciones, S.A.L. El propio centro, además, por sus características y por su función educativa, se convierte en un lugar idóneo para llevar a cabo un análisis crítico de la realidad cotidiana del alumnado, así como de los mensajes educativos no formales que le llegan por distintas vías (medios de comunicación, familia, grupo de iguales, etc.) Ciertamente, cuando en los centros educativos se trabaja en Educación en Valores y Temas Transversales, ya se está educando a las alumnas y alumnos en unas relaciones igualitarias, solidarias, respetuosas, tolerantes, comprensivas y críticas que promueven, por sí mismas, la erradicación de cualquier tipo de discriminación y violencia, incluyendo la violencia de género. Específicamente, un trabajo adecuado en Coeducación, Educación Afectivo-Sexual y Educación para la Convivencia, implica la posibilidad de conseguir un buen nivel de autoestima, de lograr la capacidad para analizar los sentimientos y conflictos para poder

resolverlos, de adquirir la habilidad de comunicación, así como de la toma de conciencia de la opresión para poder modificarla, y, en definitiva, de transformar las bases sociales y culturales que generan en la actualidad la discriminación entre los sexos, y por tanto la violencia de género. Algunos de los objetivos, de estas Áreas Transversales, en la Educación Secundaria Obligatoria son: • Formarse una imagen ajustada de sí mismo, de sus características y posibilidades y actuar de forma autónoma valorando el esfuerzo y la superación de dificultades. • Relacionarse con otras personas e integrarse de forma participativa en actividades de grupo con actitudes solidarias y tolerantes, libres de inhibiciones y prejuicios. • Analizar los mecanismos y valores que rigen el funcionamiento de la sociedad, especialmente los relativos a los derechos y deberes de los ciudadanos. • Potenciar la construcción del conocimiento sexual respecto al conocimiento de sí mismos y de las demás personas, las relaciones interpersonales y el conocimiento de las instituciones. • Restablecer la comunicación en las relaciones de amistad, relaciones de pareja, experiencias de enamoramiento y amor, para aprender a compartir las preocupaciones, sentimientos y vivencias sexuales. • Promover una educación no sexista o no discriminatoria. 2. LA VIOLENCIA DE GÉNERO Este apartado pretende aportar al profesorado, los conocimientos básicos sobre el fenómeno de la violencia contra las mujeres en el marco de las relaciones conyugales o de pareja, para poder realizar junto al alumnado, las actividades que se proponen en la unidad didáctica. El artículo 1 de la "Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer" de las Naciones Unidas (1979), considera que la violencia contra las mujeres es: "Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se produce en la vida pública o privada". La violencia contra las mujeres es una expresión de la relación de desigualdad entre hombres y mujeres. Es una violencia basada en la afirmación de la superioridad de un sexo sobre el otro, de los

hombres sobre las mujeres. Afecta a toda la organización de la sociedad y, por tanto, estos actos violentos deben ser analizados dentro del contexto social. El proceso de socialización a través del cual las personas asumen reglas y normas de comportamiento se produce, fundamentalmente, en dos ámbitos: la familia y la escuela. En este proceso intervienen, además, las instituciones políticas, religiosas y administrativas, así como el medio laboral. Con todos estos mecanismos, la sociedad presiona para que las personas piensen y actúen de forma diferente según sean mujeres u hombres (socialización de género). Es decir, se espera que cada uno y cada una ejerza el rol sexual asignado de manera "adecuada". No hacerlo, supone romper, enfrentarse, cambiar las normas fuertemente tejidas a lo largo de la historia, por lo que los costes emocionales (culpa, miedo, inestabilidad, etc.) son muy altos y es importante el apoyo grupal para no sentirse solas/os. La violencia está incorporada culturalmente en la identidad masculina. Desde pequeños los niños aprenden a responder agresivamente y se entrenan en aspectos activos tales como ganar, luchar, competir, apoderarse, imponer, conquistar, atacar, vencer, etc., mientras que las niñas aprenden a ceder, pactar, cooperar, entregar, obedecer, cuidar..., aspectos que no llevan al éxito ni al poder y que son considerados socialmente inferiores a los masculinos. La violencia, tanto la física como la psicológica, es un modelo de respuesta muy extendido a los problemas interpersonales y sociales, como fruto de unos rasgos culturales que predominan en la forma de vida y de pensamiento de las personas y grupos sociales, y que genera unas consecuencias negativas y destructivas para las personas. Rasgos más destacados que sustentan una respuesta violenta: – Imagen distorsionada de la realidad. – Autoestima basada en la superioridad. – Diagnóstico individualista de la realidad. – Falta de reciprocidad de derechos y deberes. – Irresponsabilidad individual. – Insuficiente comprensión de los puntos de vista ajenos. – Escaso interés por la mejora de las relaciones. – Obsesión por triunfar individualmente. – Escasez de conductas pro sociales.3 Los hombres han dominado el espacio público y también han ejercido su poder en el ámbito privado. Este poder ha dado origen a un sistema de jerarquías que se conoce como patriarcado. De acuerdo

con la organización patriarcal de la sociedad, ambos sexos han desempeñado siempre papeles sociales diferentes. Así, las mujeres han quedado reducidas al espacio doméstico de la familia. Este reparto de papeles ha permitido que las mujeres sean consideradas como una propiedad del hombre, de la misma forma que lo son los hijos y las hijas. Afortunadamente, esta situación está comenzando a cuestionarse; las mujeres, cada día en mayor medida, se integran a otras esferas de la vida. De ahí que hasta hace pocos años no se considerara como un delito la violencia física o psíquica ejercida dentro del ámbito familiar o de pareja, sino como "asuntos privados" de las parejas o "cosa de dos". Las cifras sobre malos tratos a las mujeres4 no permiten seguir manteniendo esta actitud: A lo largo de 1997 en España: • Se presentaron 16.194 denuncias por malos tratos. Se calcula que representan entre un 5 y un 10% de la violencia real. 3 Ver: RODERO GARDUÑO, Luis: Educación para la Vida en Sociedad. Sevilla: Consejería de Educación y Ciencia, 1999. 4 Datos del Ministerio de Interior, de la Dirección General de la Guardia Civil, del Gobierno Andaluz y de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y divorciadas.

15:26 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog 31 mayo Proyecto Sevilla Anti Violencia Escolar (SAVE)

Proyecto Sevilla Anti Violencia Escolar (SAVE) Violencia en la escuela Por Rosario Ortega y Rosario del Rey Alamillo

XIII Congreso de la Sociedad Española de Medicina del Adolescente-. 1ª Mesa Redonda El artículo incluye datos sobre el proyecto Sevilla Anti-Violencia Escolar (SAVE) (Ortega, 1997) entre los cursos académicos 1996 y 1999, que ha sido un trabajo de investigación educativa en 26 centros escolares de Primaria y Secundaria afectando, de forma directa e indirecta, a casi cinco mil escolares. La exploración del problema de la violencia entre iguales, el establecimiento de perfiles de centro en relación con este problema y la implicación de los docentes de diez escuelas en un proyecto de prevención del maltrato entre compañeros, han dado como fruto un modelo abierto, ecológico y comprensivo de trabajo educativo que ha sido beneficioso para mejorar la convivencia y prevenir la violencia tras el proceso de evaluación (Ortega, R; Del Rey, R, 2001). Introducción

El contexto educativo, como muchas otras instituciones en las que un número de personas están reunidas con el objetivo de hacer algo juntas, puede verse infectado de muchos virus para los que debe estar preparado para prevenir y curar. Durante los últimos años está siendo el virus de la violencia el que está provocando gran preocupación a la comunidad educativa y la sociedad en general, incluso anteponiéndola a los objetivos de los procesos de instrucción. En nuestra aportación a esta mesa redonda sobre “Salud en la escuela y adolescentes” nos detendremos en la definición y análisis del fenómeno de la violencia escolar, las posibles consecuencias físicas y comportamentales que pueden aparecer en los adolescentes implicados y, por último, expondremos brevemente una de las experiencias de prevención de la violencia que hemos desarrollado en el seno de nuestro equipo de investigación dirigido por Rosario Ortega. La violencia escolar El complejo problema de violencia escolar está siendo definido, fundamentalmente, desde dos puntos de vista bien diferenciados. Por un lado, se identifica con las agresiones físicas directas entre personas y, por el otro, como un conjunto de fenómenos que afectan la buena convivencia del centro. Desde nuestro punto de vista, entre éstos podemos diferenciar cinco categorías (Ortega, 2001): vandalismo, o violencia contra las pertenencias del centro; disruptividad, o violencia contra las tareas escolares; indisciplina, o violencia contra las normas del centro; violencia interpersonal y la violencia que puede convertirse en criminalidad cuando las acciones tienen, o pueden tener, consecuencias penales. Concretamente, la violencia interpersonal puede hacerse presente de muchas maneras, unas más explícitas que otras y por ello, unas más fáciles de conocer que otras. En todo caso, este es un aspecto a tener en cuenta para intentar evitar, en la medida de lo posible, que aparezca; o bien, tener recursos para frenarla en el caso de que ya esté presente en un centro, lo que podríamos llamar una enfermedad social. Este virus puede estar presente entre los propios docentes si se han establecido malas relaciones entre ellos, muchas veces sin saber sus causas. También puede surgir en la relación entre un profesor o profesora y sus alumnos, que se contamina gracias a conflictos que no son afrontados de una manera positiva, es decir sin buscar en esta situación de conflicto el aprendizaje y la superación del grupo como tal. Lo mismo puede suceder entre familias y profesores, que llegan a sentirse como contrincantes en el desarrollo de una tarea, en este caso la educación de los niños y niñas, en lugar de buscar formas de cooperación en las que la labor sea más fácil y productiva. Últimamente, están apareciendo agresiones de alumnos

a sus profesores, que han aprendido a usar esta vía para solucionar los conflictos o buscar sus intereses. Pero una de las formas de violencia más complicadas de abordar, quizá sea la que sucede dentro del grupo de los alumnos, que consiguen mantener sus relaciones en un círculo cerrado al que los adultos es muy difícil ascender. Este círculo puede estar mantenido por lazos no muy deseados como son los problemas de violencia interpersonal, malos tratos, amenazas, acosos y abusos, que deterioran las relaciones entre iguales y, en definitiva, producen efectos destructivos para la convivencia y las personas. Estos problemas crean un entramado de relaciones de agresividad injustificada y procesos de victimización que pueden llegar a ser verdaderamente un infierno para la víctima y un entrenamiento en crueldad para los agresores. Por otro lado, la figura de los espectadores es muy importante en este juego cruel de la violencia. Ellos pueden apoyar a los agresores y provocar que la situación sea peor, o ser incluso ellos los que han impulsado a otro compañero a realizar la acción, pero también pueden hacer todo lo contrario que es defender a la víctima de manera directa, es decir interviniendo ellos, o indirecta, haciendo que otros, por ejemplo profesores, lo hagan. Con este tipo de respuestas los espectadores, que al mismo tiempo son la mayoría de los alumnos, dejan claro que el agresor no tiene derecho a hacer lo que está haciendo y que la víctima no está sola ante lo que está sucediendo. Repercusiones en la salud y comportamientos de alumnos y alumnas Para analizar las repercusiones en la salud de los adolescentes que sufren procesos de victimización en el contexto educativo nos centramos en el reciente informe europeo elaborado por un amplio grupo de expertos (Salomaki y otros, 2001) “Proposal for an Action Plan to Combat Violence in Schools” bajo la coordinación de la Comisión Europea y en colaboración con el Centro de Promoción de la Salud de Finlandia, en el que hemos tenido la oportunidad de participar (Ortega, 2001). En este informe se afirma que, como respuesta a la violencia escolar, tanto víctimas como agresores pueden padecer daño físico e incluso llegar a la muerte; aunque las mayores consecuencias están relacionadas con la salud mental, fundamentalmente, aparecen depresión, trauma y baja autoestima que les impide mantener buenas relaciones con sus iguales, ya que con frecuencia tienen a adoptar comportamientos de alto riesgo para afrontar la ansiedad ante este tipo de situaciones. Entre los comportamientos de riesgo este grupo de expertos señala el abuso de sustancias, el absentismo escolar, las relaciones sexuales prematuras, e incluso la autolesión. Sin embargo, al igual que la violencia tiene consecuencias en la salud

de los adolescentes, en ocasiones, son los problemas de salud los que pueden llevar a las personas hasta la violencia. Uno de los predictores individuales más consistente, en este sentido, es la hiperactividad. Por otro lado, la experiencia de vida de los adolescentes influye en la posibilidad de verse implicados en problemas de violencia. Por ejemplo, en el Encuentro de Expertos sobre violencia contra las mujeres celebrado en Helsinki (2001), se defendió la perspectiva del círculo de la violencia familiar, que afirma que existe un alto riesgo de pasar generación tras generación la violencia. Es decir, los adolescentes que han sufrido o presenciado problemas de violencia en su familia tienen más riesgo de hacerlo en su propia vida. Vacunas para prevenir la violencia: Proyecto Sevilla Anti-Violencia Escolar La mejor vacuna para los problemas de violencia escolar es considerar que la comunidad educativa (profesorado, alumnado, familias y entorno social) es el agente de cambio en el centro. En este sentido, la intervención de la prevención de la violencia y para la mejora de la convivencia debe estar centrada en la cooperación entre todos los implicados, para lo cual es imprescindible buscar tiempos y espacios donde ésta sea posible. Esto demanda a los docentes abrir el centro a las familias, y a éstas sentirse responsables, con el derecho y la obligación de participar en la vida del mismo. También, debemos ser conscientes de que no existen recetas para ello, el hecho de que trabajemos con personas y no con objetos hace difícil la labor, pero no imposible. Las intervenciones concretas deben ser diseñadas por la comunidad educativa, intentando implicar a todos sus agentes, para que estén adaptadas a las necesidades y características de cada contexto. Es cierto, que este tipo de intervenciones no cambia la convivencia de un día para otro ni elimina los posibles problemas de violencia ya existentes, pero los cambios reales son difíciles, costosos y, al mismo tiempo muy gratificantes. Por otro lado, para abordar la intervención debemos concebir al centro educativo como un escenario en el cual la convivencia debe gestionarse de forma democrática, la actividad instructiva ser cooperativa y la educación ir más allá de la instrucción, penetrando en la formación de valores mediante la educación de sentimientos y emociones sociales. Esto es lo que hemos desarrollado en el proyecto Sevilla AntiViolencia Escolar (SAVE) (Ortega, 1997) entre los cursos académicos 1996 y 1999, que ha sido un trabajo de investigación educativa en 26 centros escolares de Primaria y Secundaria afectando, de forma directa e indirecta, a casi cinco mil escolares. La exploración del

problema de la violencia entre iguales, el establecimiento de perfiles de centro en relación con este problema y la implicación de los docentes de diez escuelas en un proyecto de prevención del maltrato entre compañeros, han dado como fruto un modelo abierto, ecológico y comprensivo de trabajo educativo que ha sido beneficioso para mejorar la convivencia y prevenir la violencia tras el proceso de evaluación (Ortega, R; Del Rey, R, 2001). El proyecto SAVE propone principalmente intervención preventiva, aunque no olvida a los alumnos que están implicados en situaciones de violencia en el centro. Dentro de la prevención, hemos distinguido tres líneas de actuación: la educación en emociones, sentimientos y valores a través de la incorporación a los procesos curriculares de objetivos, contenidos y estrategias que permitan a los alumnos/as expresar sus emociones, tomar conciencia de sus sentimientos y asumir actitudes y valores de respeto mutuo; el trabajo en grupo cooperativo, es una línea de desarrollo curricular, que insiste en que aprender de forma cooperativa produce, como efecto secundario, el desarrollo de la comunicación, la atención al otro, la creación conjunta de conocimiento, el respeto a las ideas propias y a las de los demás, etc.; y la gestión democrática de la convivencia, estando dispuesto a comprender el día a día de las relaciones y a diseñar sistemas normativos que guíen el proceso de establecimiento de hábitos y convenciones libremente elegidos por los protagonistas. Es decir, existe un conjunto de pautas de conducta que hay que asumir de forma obligatoria, pero que no deben ser impuestas sino auto elegidas. Como respuesta a los alumnos implicados en situaciones de violencia hemos propuesto (Ortega, 2000) seis programas específicos a modo de ejemplo: la resolución en conflictos, la ayuda entre iguales, los círculos de calidad, los programas de desarrollo de la empatía, los programas de desarrollo de la asertividad y el método Pikas. Todos ellos, centrados en desarrollar las habilidades necesarias a cada uno de los implicados y a desestructurar el entramado de relaciones que existían en el grupo. Los resultados más relevantes de la evaluación de los efectos del proyecto SAVE (Ortega y Del Rey, 2001) son que las respuestas de los alumnos cuatro años después, muestran que la participación de los alumnos en situaciones de violencia había cambiado de forma significativa. El número de espectadores había aumentado (de 86% a 92%), el de víctimas (de 9% a 4%) y víctimas provocativas (de 0.7% a 0.3%) se había reducido más de la mitad y el de agresores también había disminuido. Como conclusión, no nos gustaría terminar sin agradecer este impulso a la interdisciplinariedad para velar por la salud y ayudar a los adolescentes que, día a día, se enfrentan a

situaciones conflictivas ante las que tienen que tomar difíciles decisiones. Bibliografía 1. Ortega, R. (1997). El proyecto Sevilla anti-violencia escolar. Un modelo de intervención preventiva contra los malos tratos entre iguales. Revista de Educación, 313, 143-158. 2. Ortega, R. (2000). Educar la convivencia para prevenir la violencia. Madrid: Antonio Machado Libros. 3. Ortega, R. (2001) The ANDAVE projet: A Ecological Educational Aproach for a Cosmopolitan Citizenship. Conferencia Pronunciada en el Connet fi06 Meeting. Brujas. Bélgica. Noviembre, 2001. 4. Ortega, R. & Del Rey, R. (2001). Aciertos y Desaciertos del Proyecto Sevilla Antiviolencia Escolar (SAVE). Revista de Educación, 324, 253-270. 5. Salomäki, U. & otros (2001). The proposal for an Actino Plan to Tackle Violence in the school in Europe. Report Finland. Finish Centre for Health Promotion (Connect, 006-Fi). FUENTE: http://www.miescuelayelmundo.org/article.php3? id_article=73

Sitio desarrollado con Software Libre

18:16 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

CONCEPTOS BÁSICOS En la literatura relativa a la problemática de la violencia intrafamiliar y fundamentalmente en la concerniente a las distintas formas que adopta la violencia, coexisten, junto al de violencia intrafamiliar y violencia familiar, otras definiciones como violencia de género, violencia doméstica y violencia conyugal, las que aparentemente se superponen y plantean permanentes dudas en relación a la pertinencia de su aplicación. Las definiciones propuestas y utilizadas en este sitio web no pretenden ser determinantes o excluyentes ni cerrar la discusión al respecto, sino aclarar este panorama para permitir una mejor comprensión y abordaje del tema y unificar criterios al menos para la lectura de la información aquí expuesta, comenzando por los conceptos de familia, violencia intrafamiliar, violencia de género y violencia doméstica. Familia La familia, de una manera global, puede definirse como un grupo social primario unido por vínculos de parentesco, estos pueden ser: consanguíneos, de filiación (biológica o adoptiva) o de matrimonio, incluyendo las alianzas y relaciones de hecho cuando son estables. Se es parte de una familia en la medida en que se es padre o madre, esposa o esposo, hijo o hija, abuela o abuelo, tía o tío, pareja, conviviente, etc. Podemos distinguir tipos de familias: conyugal (esposo y esposa), nuclear (esposos e hijos), monoparental (un sólo progenitor con uno o varios hijos), extendida (padres, hijos, abuelos y tíos) y ensamblada (esposos, hijos comunes e hijos de anteriores uniones de uno o ambos esposos). La familia en la sociedad debe cumplir importantes funciones, que tienen relación directa con la preservación de la vida humana, su desarrollo y bienestar, estas son: Función biológica: se satisface el apetito sexual del hombre y la mujer, además de la reproducción humana. Función educativa: tempranamente se socializa a los niños en cuanto a hábitos, sentimientos, valores, conductas, etc. Función económica: se satisfacen las necesidades básicas, como el alimento, techo, salud, ropa. Función solidaria: se desarrollan afectos que permiten valorar el socorro mutuo y la ayuda al prójimo. Función protectora: se da seguridad y cuidados a los niños, los

inválidos, los ancianos y en general a los miembros dependientes. De acuerdo a estas funciones, la unión familiar debe asegurar a sus integrantes, estabilidad emocional, social y económica, además de prodigar amor, cariño y protección. Es allí donde se transmite la cultura a las nuevas generaciones, se prepara a los hijos(as) para la vida adulta, colaborando con su integración en la sociedad y se aprende tempranamente a dialogar, escuchar, conocer y desarrollar los derechos y deberes como persona humana. Violencia Intrafamiliar Por violencia intrafamiliar nos referimos a todas las situaciones o formas de abuso de poder o maltrato (físico o psicológico) de un miembro de la familia sobre otro o que se desarrollan en el contexto de las relaciones familiares y que ocasionan diversos niveles de daño a las víctimas de esos abusos. Puede manifestarse a través de golpes, insultos, manejo económico, amenazas, chantajes, control, abuso sexual, aislamiento de familiares y amistades, prohibiciones, abandono afectivo, humillaciones o al no respetar las opiniones, son estas las formas en que se expresa la violencia intrafamiliar, comúnmente en las relaciones de abuso suelen encontrarse combinadas, generándose daño como consecuencia de una o varios tipos de maltrato. Quienes la sufren se encuentran principalmente en los grupos definidos culturalmente como los sectores con menor poder dentro de la estructura jerárquica de la familia, donde las variables de género y generación (edad) han sido decisivas para establecer la distribución del poder en el contexto de la cultura patriarcal. De esta manera las mujeres, los menores de edad (niños y niñas) y a los ancianos se identifican como los miembros de estos grupos en riesgo o víctimas más frecuentes, a quienes se agregan los discapacitados (físicos y mentales) por su particular condición de vulnerabilidad. Los actos de violencia dirigidos hacia cada uno de ellos constituyen las diferentes categorías de la violencia intrafamiliar. Si bien muchas acciones de violencia intrafamiliar son evidentes, otras pueden pasar desapercibidas, lo fundamental para identificarla es determinar si la pareja o familia usa la violencia como mecanismo para enfrentar y resolver las diferencias de opinión. Un ejemplo frecuente es una familia donde cada vez que dos de sus integrantes tienen diferencias de opinión, uno le grita o golpea al otro para lograr que "le haga caso" (sea niño, adulto o anciano el que resulte agredido). Violencia de Género y Doméstica La violencia de género no se limita al ámbito familiar, es una violencia estructural, basada en un sistema de creencias sexista (superioridad de un sexo sobre otro), que se dirige hacia las mujeres

con el objeto de mantener o incrementar su subordinación al género masculino hegemónico. Adopta variadas formas, como cualquier tipo de discriminación hacia la mujer en los niveles político, institucional o laboral, el acoso sexual, la violación, el tráfico de mujeres para la prostitución, la utilización del cuerpo femenino como objeto de consumo, la segregación basada en ideas religiosas y todas las formas de maltrato físico y/o psicológico que puedan sufrir en cualquier contexto, privado o público.

Estas conductas y actitudes, a través de las cuales se expresa la violencia de género, intentan perpetuar el sistema de jerarquías impuesto por la cultura patriarcal y acentuar las diferencias apoyadas en los estereotipos de género, conservando las estructuras de dominio que se derivan de ellos. A la violencia hacia la mujer (violencia de género) ejercida en el espacio doméstico se le denomina violencia doméstica o violencia conyugal debido a que ocurre al interior de la pareja (cónyuges al haber matrimonio) donde la mujer integra la población de mayor riesgo. De esta forma, la violencia doméstica o conyugal persigue los mismo objetivos que la violencia de género, aludiendo a todas las formas de abuso, por acción u omisión, que ocasionan daño físico y/o psicológico y que tienen lugar en las relaciones entre quienes sostienen o han sostenido un vínculo afectivo relativamente estable, incluyendo relaciones de noviazgo, pareja (con o sin convivencia) o los vínculos con ex parejas, ya que el espacio doméstico no se circunscribe a la casa u hogar sino que esta delimitado por las interacciones en contextos privados. FUENTE: http://www.violenciaintrafamiliar.org/espana/conceptos.php

CATEGORÍAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR Las categorías de la violencia intrafamiliar se definen según el

contexto en que ocurren los actos y fundamentalmente de acuerdo a la identidad de la víctima, la que generalmente se encuentra dentro de los grupos definidos culturalmente como los de menor poder en la estructura jerárquica de la familia. Dado que en el marco de una cultura patriarcal las variables decisivas para establecer la distribución del poder son género y edad, los miembros de la familia en mayor riesgo y quienes son las víctimas más frecuentes determinan las distintas categorías de la violencia intrafamiliar, estas son: La violencia hacia la mujer (y en la pareja), el maltrato infantil, el maltrato al adulto mayor y la violencia hacia los discapacitados (físicos y mentales), estos últimos se consideran como una categoría individual dada su particular condición de vulnerabilidad. Violencia hacia la mujer y en la pareja La violencia en la pareja constituye una de las modalidades más frecuentes y relevantes entre las categorías de la violencia intrafamiliar. Es una forma de relación de abuso entre quienes sostienen o han sostenido un vínculo afectivo relativamente estable, incluyendo relaciones de matrimonio, noviazgo, pareja (con o sin convivencia) o los vínculos con ex parejas o ex cónyuges. Se enmarca en un contexto de desequilibrio de poder e implica un conjunto de acciones, conductas y actitudes que se mantienen como estilo relacional y de interacción imperante en la pareja donde una de las partes, por acción u omisión, ocasiona daño físico y/o psicológico a la otra.

La violencia en la pareja es ejercida mayoritariamente hacia la mujer, realidad que es constatable y cruda, a nivel de estudios e investigaciones en casi la totalidad de los países que registran algún dato al respecto, se señala que en al menos el 75% de los casos esta se presenta como una acción unidireccional del hombre hacia la mujer y salvo un 2% (razón por la cual no es considerado un

problema social) representativo de los casos en que son los varones los agredidos física y en su mayoría psicológicamente, el porcentaje restante hace referencia a la violencia bidireccional (también denominada recíproca o cruzada) que es aquella donde ambos miembros de la pareja se agreden mutuamente. Se debe resaltar que para utilizar esta última clasificación, es necesario que exista simetría en los ataques y paridad de fuerzas físicas y psicológicas entre los involucrados. Las cifras explican y justifican los esfuerzos e iniciativas que apuntan a la mujer como víctima principal y dado que el espacio de mayor riesgo de una mujer para sufrir violencia es su propio hogar, contrario al de los hombres para quienes el espacio de mayor riesgo es la calle, en la variada literatura existente al referirse a la violencia hacia la mujer en el contexto doméstico o al interior de la pareja se suelen utilizar los conceptos de violencia doméstica, violencia conyugal e incluso violencia intrafamiliar. La violencia sobre la mujer puede tomar muchas formas, desde las más sutiles y difíciles de diferenciar hasta las más brutales. Puede ocurrir en cualquier etapa de su vida, incluyendo el embarazo y afectar tanto su nivel físico como mental. La violencia hacia el varón al interior de la pareja, dada la excepcionalidad de los casos, no se consideran un problema social y menos una categoría específica de la violencia intrafamiliar. Todo lo anterior a los ojos de un hombre que sufre maltratos puede resultar irrelevante, además se debe considerar que gran parte de los resultados expuestos se basan en la cantidad y tipo de denuncias recibidas y es un hecho establecido que el hombre agredido en general no denuncia las situaciones de maltrato. En que no se produzcan estas denuncias influyen la ignorancia de la ley, la escasez de instituciones relacionadas dirigidas a los varones, su prejuicio hacia la imparcialidad de los, y principalmente, las profesionales (asistentes sociales, psicólogas, etc.), pero son determinantes los aspectos socioculturales como el machismo y la vergüenza, consecuencia de una ideología patriarcal de estereotipos rígidos con respecto a lo que se espera del varón dentro de la relación de pareja. Otras razones, y que también limitan a la mujer, son el amor a la pareja, a los hijos o el temor a las consecuencias económicas y judiciales que puede implicar una separación.

Maltrato infantil

El maltrato infantil, de manera general, puede definirse como todo acto no accidental, único o repetido, que por acción u omisión (falta de la respuesta o acción apropiada) provoca daño físico o psicológico a una persona menor de edad, ya sea por parte de sus padres, otros miembros de la familia o cuidadores que, aunque externos a la familia, deben ser supervisados por esta. El maltrato infantil incluye el abandono completo o parcial y todo comportamiento o discurso adulto que infrinja o interfiera con los Derechos del Niño (Declaración Universal de la ONU, 1959). La violencia, ya sea física, sexual o emocional es una de las más graves infracciones a estos derechos, por las consecuencias inmediatas, a mediano y largo plazo que generan en el desarrollo del menor. Dentro de esta categoría podemos clasificar también el abuso fetal que ocurre cuando la futura madre ingiere, deliberadamente, alcohol o drogas, estando el feto en su vientre. Producto de lo cual el niño(a) puede nacer con adicciones, malformaciones o retraso severo, entre otros problemas.

Violencia hacia el adulto mayor La violencia o el maltrato al adulto mayor, de manera general, puede definirse como todo acto no accidental, único o repetido, que por acción u omisión (falta de la respuesta o acción apropiada) provoca daño físico o psicológico a una persona anciana, ya sea por parte de sus hijos, otros miembros de la familia o de cuidadores que, aunque externos a la familia, deben ser supervisados por esta. Estas situaciones de maltrato son una causa importante de lesiones, enfermedades, pérdida de productividad, aislamiento y desesperación. El maltrato hacia los ancianos es producto de una deformación en nuestra cultura, que siente que lo viejo es inservible e inútil. Los ancianos son sentidos como estorbos o como una carga que se debe llevar a cuestas además de la familia a sostener, por eso no es de extrañar que el tipo más frecuente de maltrato sea el abandono y la falta de cuidados. Por otra parte la ausencia de registros o estimaciones reales de la dimensión de este problema, así como la escasez de denuncias, debido al miedo, la depresión, la incapacidad de moverse por si

mismos y la poca credibilidad, ha permitido que este fenómeno sea casi invisible. Violencia hacia los discapacitados La violencia o el maltrato a los discapacitados, de manera general, puede definirse como todo acto que por acción u omisión provoca daño físico o psicológico a personas que padecen temporal o permanentemente una disminución en sus facultades físicas, mentales o sensoriales, ya sea por parte de miembros de la familia o de cuidadores que, aunque externos a la familia, deben ser supervisados por esta. Este tipo de violencia afecta a personas que por su condición de mayor vulnerabilidad se encuentran en una posición de dependencia que los ubica en una situación de mayor riesgo en relación al maltrato. FUENTE: http://www.violenciaintrafamiliar.org/espana/categorias.php FORMAS DE VIOLENCIA

Algunas acciones de maltrato entre los miembros de la familia son evidentes, generalmente las de que tienen implicancia física, otras pueden pasar desapercibidas, sin embargo todas dejan profundas secuelas. la violencia intrafamiliar puede adoptar una o varias de las siguientes formas: violencia física, violencia psicológica, abandono, abuso sexual y abuso económico. Violencia física

La violencia, maltrato o abuso físico es la forma más obvia de violencia, de manera general se puede definir como toda acción de agresión no accidental en la que se utiliza la fuerza física, alguna parte del cuerpo (puños, pies, etc.), objeto, arma o sustancia con la que se causa daño físico o enfermedad a un miembro de la familia. La intensidad puede variar desde lesiones como hematomas, quemaduras y fracturas, causadas por empujones, bofetadas, puñetazos, patadas o golpes con objetos, hasta lesiones internas e incluso la muerte. Violencia psicológica La violencia psicológica o emocional, de manera general, se puede definir como un conjunto de comportamientos que produce daño o trastorno psicológico o emocional a un miembro de la familia. La violencia psicológica no produce un traumatismo de manera inmediata sino que es un daño que se va acentuando, creciendo y consolidando en el tiempo. Tienen por objeto intimidar y/o controlar a la víctima la que, sometida a este clima emocional, sufre una progresiva debilitación psicológica y presenta cuadros depresivos que en su grado máximo pueden desembocar en el suicidio. Algunas de estas acciones son obvias, otras muy sutiles y difíciles de detectar, sin embargo todas dejan secuelas. Un caso particular de este tipo de abuso son los niños testigos de la violencia entre sus padres, los que sufren similares consecuencias y trastornos a los sometidos a abusos de manera directa. La violencia psicológica presenta características que permiten clasificarla en tres categorías: Maltrato: puede ser pasivo (definido como abandono) o activo que consiste en un trato degradante continuado que ataca la dignidad de la persona. Generalmente se presenta bajo la forma de hostilidad verbal, como gritos, insultos, descalificaciones, desprecios, burlas, ironías, críticas permanentes y amenazas. También se aprecia en actitudes como portazos, abusos de silencio, engaños, celotipia (celos patológicos), control de los actos cotidianos, bloqueo de las iniciativas, prohibiciones, condicionamientos e imposiciones. Acoso: se ejerce con una estrategia, una metodología y un objetivo, la víctima es perseguida con críticas, amenazas, injurias, calumnias y acciones para socavar su seguridad y autoestima y lograr que caiga en un estado de desesperación, malestar y depresión que la haga abandonar el ejercicio de un derecho o someterse a la voluntad del agresor. Para poder calificar una situación como acoso tiene que existir un asedio continuo, una estrategia de violencia (como cuando el agresor se propone convencer a la víctima que es ella la culpable de la situación) y el consentimiento del resto del grupo familiar (auque

también de amigos o vecinos) que colaboran o son testigos silenciosos del maltrato, ya sea por temor a represalias, por satisfacción personal o simplemente por egoísmo al no ser ellos los afectados. El acoso afectivo, que forma parte del acoso psicológico, es una situación donde el acosador depende emocionalmente de su víctima, le roba la intimidad, la tranquilidad y el tiempo para realizar sus tareas y actividades, interrumpiéndola constantemente con sus demandas de cariño o manifestaciones continuas, exageradas e inoportunas de afecto. Si la víctima rechaza someterse a esta forma de acoso, el agresor se queja, llora, se desespera, implora y acude al chantaje emocional como estrategia, amenazando a la víctima con retirarle su afecto o con agredirse a si mismo, puede llegar a perpetrar intentos de suicidio u otras manifestaciones extremas que justifica utilizando el amor como argumento. Manipulación: es una forma de maltrato psicológico donde el agresor desprecia el valor de la víctima como ser humano negándole la libertad, autonomía y derecho a tomar decisiones acerca de su propia vida y sus propios valores. La manipulación hace uso del chantaje afectivo, amenazas y críticas para generar miedo, desesperación, culpa o vergüenza. Estas actitudes tienen por objeto controlar u obligar a la víctima según los deseos del manipulador. Abandono El abandono se manifiesta principalmente hacia los niños, adultos mayores y discapacitados, de manera general, se puede definir como el maltrato pasivo que ocurre cuando sus necesidades físicas como la alimentación, abrigo, higiene, protección y cuidados médicos, entre otras, no son atendidas en forma temporaria o permanente. El abandono también puede ser emocional, este ocurre cuando son desatendidas las necesidades de contacto afectivo o ante la indiferencia a los estados anímicos. Abuso sexual El abuso sexual dentro de una relación de pareja, de manera general se puede definir como la imposición de actos o preferencias de carácter sexual, la manipulación o el chantaje a través de la sexualidad, y la violación, donde se fuerza a la mujer a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad, esta última acción puede ocurrir aún dentro del matrimonio pues este no da derecho a ninguno de los cónyuges a forzar estas relaciones y puede desencadenar la maternidad forzada a través de un embarazo producto de coerción sexual. El abuso sexual afecta también a niños y adolescentes cuando un familiar adulto o un cuidador los utiliza para obtener algún grado de satisfacción sexual. Estas conductas abusivas pueden implicar o no el

contacto físico, su intensidad puede variar desde el exhibicionismo, el pedido de realizar actividades sexuales o de participar en material pornográfico, hasta la violación. Discapacitados y adultos mayores pueden verse afectados de igual forma, al ser violentados sexualmente por familiares o cuidadores sirviéndose de su incapacidad física o mental. Abuso económico El abuso económico ocurre al no cubrir las necesidades básicas de los miembros de la familia en caso de que esto corresponda, como con los hijos menores de edad y estudiantes, la mujer que no posee trabajo remunerado, los adultos mayores u otros miembros dependientes. También sucede cuando se ejerce control, manipulación o chantaje a través de recursos económicos, se utiliza el dinero, propiedades y otras pertenencias de forma inapropiada o ilegal o al apropiarse indebidamente de los bienes de otros miembros de la familia sin su consentimiento o aprovechándose de su incapacidad. FUENTE: http://www.violenciaintrafamiliar.org/espana/formas.php

10:04 | Agregar un comentario | Leer comentarios (3) | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog 26 mayo ASOCIACION 11M

Asociación 11M Afectados de Terrorismo Correo recibido para difundir en este espacio. Copiadlo y enviadlo por correo a todos tus contactos.

El día 19 de junio a partir de las 19:00 horas la Asociación 11M Afectados del Terrorismo ha convocado una concentración en la Puerta del Sol. Con ella queremos homenajear a las víctimas del atentado de Hipercor en Barcelona en el 19 aniversario. También queremos reivindicar con esta concentración nuestro derecho a personarnos como Acusación Popular en el sumario 20/2004, así como el hecho de ser tratados con total igualdad por nuestra Comunidad Autónoma como víctimas que somos. Pásalo! Un cordial saludo,

Asociación 11M Afectados de Terrorismo C/ Puentelarra, 7 locales 3 y 4 28031 Madrid

Telf.: 91.332.04.44 Fax: 91.331.93.82 CONVOCATORIA DE CONCENTRACIÓN EL 31 DE MAYO A LAS 12H. ANTE LA SEDE DE LA AUDIENCIA NACIONAL, PARA EXIGIR LA ACUSACIÓN POPULAR DE LA ASOCIACIÓN 11-M AFECTADOS DE TERRORISMO. Tras los abominables atentados del 11 de Marzo de 2004, la mayor parte de los familiares de los asesinados y la mayor parte de los afectados por los mismos se asociaron en la Asociación 11M, afectados de Terrorismo, cuyo principal objetivo es la asistencia integral a las víctimas del atentado y la reparación de aquellos, mediante la búsqueda de la verdad de lo que ocurrió y la justicia. El 27 de Junio de 2005, esta asociación intentó personarse en el Sumario 20/04, que se sigue en el Juzgado Central de Instrucción (en adelante JCI) nº 6 de la Audiencia Nacional (en adelante AN) ejercitando la Acción Popular, prevista en los artículos 101 y 270 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, contra las personas responsables de los atentados del 11 de Marzo de 2004. El 26 de Julio de ese mismo año, el Juzgado Central de Instrucción 6, emitió Auto en el que se admitía la personación de la Asociación 11-M Afectados de Terrorismo, siempre y cuando, lo hiciera actuando con los mismos abogados de la Asociación de Víctimas de Terrorismo (en adelante AVT), y realizando las mismas actuaciones procesales. El Juzgado obligaba a esta asociación a someterse a los dictados de la AVT durante todo el procedimiento, impidiendo que se pudieran realizar actuaciones procesales distintas. En las dos querellas de 12 y 23 de marzo del 2004 interpuestas por la AVT, se atribuía la autoría del atentado a ETA, y se solicitaba la realización de una serie de diligencias consistentes en declarar país enemigo a Marruecos, el cierre de locales musulmanes, la entrada y registro en una mezquita, el control de las fronteras etc. La Asociación 11-M, ni ha compartido, ni comparte, lo manifestado y lo solicitado por la AVT en las dos querellas presentadas, las diferencias de criterio entre ambas asociaciones son absolutamente insalvables, y por este motivo nos hemos negado a actuar bajo una misma representación letrada.

La actitud de la AN frente a nuestras solicitudes de personación como acusación popular, son absolutamente incomprensibles. Existen procedimientos en la AN, en los que se han llegado ha admitir hasta ocho acusaciones populares, así ha sucedido en el caso del Genocidio de Guatemala, el Caso Silingo, Caso Escuchas del CESID, el Caso Lasa y Zabala etc. Las más de 900 personas miembros de esta asociación, de las cuales 837 son víctimas directas del atentado, no comprenden esta diferencia de trato, máxime cuando se trata del Sumario en el que se van a dilucidar las responsabilidades derivadas del atentado del que hemos sido perjudicados directos. Ante la reiterada negativa de la AN de admitir a esta asociación como Acusación Popular, decidimos presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional, que no se va a resolver hasta dentro de por lo menos dos años, y comenzar a personarnos a título individual, como acusaciones particulares. Hasta el momento se han presentado más de 400 acusaciones particulares. La respuesta del JCI nº 6 ante las primeras personaciones de los afectados miembros de esta asociación, fue emitir una resolución por la que se ponía en duda la condición de perjudicados de 113 personas, de las cuales 69 son familiares directos de fallecidos, 22 son familiares de heridos y 15 son heridos directos. La mayoría de estas personas habían pasado hasta en tres ocasiones por la oficina de atención a las víctimas del 11 de marzo y por la AN. Al trato discriminatorio sufrido desde la AN, se debe añadir el hecho de que, algunos de los miembros de la asociación llevan más de una año recibiendo amenazas por correo, electrónico y ordinario, y por teléfono e insultos desde algunos medios de comunicación. A la vista de todo lo que ha estado sucediendo se ha decidido convocar una concentración ante la sede de la Audiencia Nacional el día 31.05.06 a las 12h, para pedir que se nos deje personarnos como Acusación Popular. Asociación 11-M Afectados Terrorismo C/ Puentelarra, 7 – locales 3 y 4 · 28031 Madrid Tel.: 91.332.04.44 · Fax: 91.331.93.82 | e-mail: [email protected] · web: www.asociacion11m.org

Marzo desnivelado por las cifras del desaliento. Marzo de muerte, triste marzo de trenes y extrarradios marchitos, marzo de sueños rotos y niños deshabitados, de pronombres sin nombre, de apellidos quebrados y relojes sin hora, marzo de los teléfonos enmudecidos. Mi ciudad asolada. Mis tierras y mis trenes, asolados, mis ojos y mis manos y mis brazos, asolados. Muerte sembrada bajo la luz de un Madrid lateral hecho de andenes periféricos, de seres menesterosos, de mujeres crecidas en la sombra diaria del tiempo inabarcable del trabajo, de hombres cultivados en el silencio anónimo de las factorías, de humildes bachilleres y de párvulos, de viejos azorados por noticias de muerte, de bares conmovidos por la niebla y la sangre, de juguetes sin niño, de huérfanos sin ira, de vacías acequias, de fogatas sin lumbre. Madrid de hospitales, de lutos y de marzo. Capital de la niebla y del dolor. Ciudad de los estanques del silencio.

Madrid desbaratado y mío. Madrid nuestro. Como los muertos, nuestro. Dueño de un mes de marzo descolorido y turbio, pero nuestro. Entre muertos y lágrimas, es más nuestra y cercana la ciudad. También más triste

QUE ESTO NUNCA SE OLVIDE

NO SIRVEN DE NADA LAS PLACAS CONMEMORATIVAS SI DESPUES NO SE AYUDA A LAS VICTIMAS DE ESTE ATENTADO SANGRIENTO Y SIN PERDON

QUE ESTAS VELAS ESTEN SIEMPRE ENCENDIDAS

13:52 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (1) | Agregar al blog

PROYECTO ANDAVE

El proyecto Andalucía Anti-Violencia Escolar: ANDAVE ROSARIO ORTEGA, catedrática de la Universidad de Córdoba, directora del proyecto ANDAVE y ROSARIO DEL REY, profesora colaboradora en la Universidad de Sevilla e investigadora del proyecto ANDAVE En este artículo se explica el desarrollo del proyecto ANDAVE, el primero en dar respuesta a la demanda social de paliar los fenómenos de violencia escolar desde las instancias de los gobiernos autonómicos.

Los estudios sobre maltrato entre escolares han tenido la precaución de distinguir el problema de la violencia de otros fenómenos como la indisciplina, la falta de motivación académica, los conflictos más o menos puntuales y un conjunto de problemas sociales que acontecen en el ámbito escolar y con los que no conviene confundir el más grave problema de los malos tratos, la exclusión social y, en general, la violencia interpersonal. A su vez, la mayoría de las iniciativas educativas surgidas a partir de estas investigaciones han tratado de aportar una dimensión de carácter preventivo, focalizando la mejora de la convivencia como marco amplio para evitar la violencia. En este sentido, desde nuestro grupo de investigación, comenzamos trabajando en un extenso proyecto en diez centros educativos, Sevilla Anti-Violencia Escolar (Ortega, 1997), que nos ha aportado conocimiento y experiencias para proponer y desarrollar un programa a nivel regional en cooperación con la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía y que solemos conocer como el Proyecto Andalucía Anti-Violencia Escolar –ANDAVE, en adelante(Ortega y colbs, 1998 y Ortega y otros, 2000). El proyecto ANDAVE ha sido el primero de los planes regionales que

han dado respuesta a la demanda social de paliar los fenómenos de violencia escolar desde las instancias de los gobiernos autonómicos. De hecho, como hemos podido comprobar (Ortega, Del Rey y Fernández, 2003), la respuesta de los gobiernos regionales está siendo progresiva y, aún, no todas las comunidades han implantado el programa que han diseñado. La mayoría de las administraciones regionales ha establecido medidas orientadoras o normativas destinadas a sensibilizar al profesorado con campañas de información y formación ligeras y extensas, en algunas ocasiones, y algo más profundas mediante cursos especializados en otras, donde, en los últimos años, la preparación parece estar orientándose hacia el conflicto y los programas de mediación en conflictos. El proyecto Andalucía Anti-Violencia Escolar: ANDAVE El marco de realización del proyecto ANDAVE es un acuerdo entre la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía y la Universidad de Sevilla para que nuestro equipo de investigación (Grupo de Investigaciones Psicopedagógicas, hoy en la Universidad de Córdoba) realizara el diseño y la supervisión de una investigación sobre el fenómeno del maltrato entre escolares (bullying) y propusiera medidas educativas preventivas y paliativas. Se trató, pues, de un trabajo de investigación ligado a un programa de intervención institucional, en el cual la responsabilidad de los investigadores fue la de hacer la exploración, valorar los resultados y diseñar las iniciativas educativas, así como la formación del profesorado que se implicaría en llevarlas a cabo, mediante acciones directas y también indirectas como la producción de materiales didácticos que sirvieran de modelos a seguir. El proyecto estuvo vigente desde febrero de 1997 a junio de 2001. Desgraciadamente, fue suspendido antes de la evaluación general del mismo, prevista para el año 2002; sin embargo, se han realizado evaluaciones parciales y se dispone de informes sectoriales que dan una idea de su éxito.

Naturaleza, diseño y desarrollo del proyecto ANDAVE Los principios teóricos con los que se diseñó el ANDAVE estaban basados en los que habían sustentado el proyecto SAVE (Ortega, 1997), que se desarrollaba con éxito en escuelas de Sevilla (Ortega y Del Rey, 2001). Estos principios se pueden resumir, de forma muy sumaria, en la conjunción de dos grandes planos de la cultura y la actividad escolar: el plano de enseñanza-aprendizaje y el plano de las relaciones interpersonales. Una concepción sistémica y ecológica de la convivencia escolar, donde cada proceso puede ser causa o efecto de la aparición de otros. Una visión que incluye la idea de que la enseñanza y el aprendizaje no son actividades técnicas sino un proceso complejo de interacción formativa que se soporta sobre una red de relaciones interpersonales en la que hemos distinguido (Ortega y Mora-Merchán, 1996) microsistemas humanos articulados entre sí. El microsistema de relaciones profesor/alumnado, o ámbito del aprendizaje; el de relaciones docentes o ámbito de planificación de la enseñanza y el microsistema de los iguales, o ámbito del conocimiento y los valores compartidos. Sobre este esquema, que aquí hemos simplificado, se ha ido diseñando una intervención ecológica, que valora como muy necesaria la adaptación de sus propuestas al contexto concreto en el cual estas se han de pensar. Todo ello ha supuesto la necesidad de

que los docentes y, en general, los agentes educativos, se impliquen en procesos de toma de decisiones propias, después de la recepción de información y formación desde la cual valorar la idoneidad de las iniciativas. El modelo SAVE establece una suerte de participación de toda la comunidad educativa en el análisis del clima y las relaciones interpersonales que acontecen en el centro escolar para, desde este análisis, tomar las decisiones que se valoran como más oportunas y convenientes. Sin embargo, esta concepción ecológica no implica que no se puedan utilizar elementos fijos en la estructura social de participación y en los modelos instruccionales y de aprendizaje. Muy al contrario, en el proyecto SAVE se habían establecido ciertas estructuras de participación que se consideraban necesarias y útiles para desarrollar las iniciativas propuestas. Así, se exigía, del equipo docente, una actitud activa en la asunción de su propio proyecto de cambio; se establecía que el grupo-aula era la unidad para la que se diseñan las actividades y la interacción docente/grupo-aula como el escenario donde deberían acontecer los procesos de cambio. Procesos que deberían incluir una clarificación consciente sobre el tipo de convenciones y normas de relaciones interpersonales que rigen en dicho escenario, referidas no solo a la convivencia sino también al tipo de enseñanza. En este sentido, el desarrollo curricular en grupo cooperativo se marcó como la línea instruccional básica, aunque cada docente era libre de desplegar su estilo educativo personal dentro del modelo. El modelo SAVE establece la necesidad de atender a las relaciones de convivencia y al clima del centro señalando las normas generales y las convenciones y rutinas que organizan la vida escolar como ámbitos culturales a analizar y a comprender antes de establecer los cambios que se proyectan. Igualmente, se atiende a las relaciones que el centro suele establecer con las familias de los estudiantes y, en general, con la vida social del barrio en el que se ubica el centro. La forma gráfica con la que hemos representado la interacción de redes y grupos de relaciones o microsistemas, recibió el nombre de olla a presión (ver gráfico). Hemos denominado así el conjunto de factores complejos que rodean la presencia del fenómeno del maltrato entre escolares, en un intento de describir un entorno que puede, sin ser percibido, estar influyendo en la existencia de fenómenos de victimización y agresión entre escolares. En la olla a presión se describen, en una serie de círculos, varios niveles sociales que tienen distinto grado de influencia sobre el fenómeno de la violencia interpersonal entre escolares. Es útil aquí hablar de ella en

la medida en que explica hasta qué punto, aunque el objetivo central del proyecto ANDAVE ha sido tratar de prevenir y paliar el problema de la violencia interpersonal entre iguales, esta no puede ser entendida más que como un punto de alta concentración de efectos negativos que provienen de otras instancias pero que pueden cristalizar en el fenómeno del maltrato entre escolares. Violencia interpersonal en las escuelas

Un modelo así estimula a los docentes a adquirir una mentalidad investigadora en el sentido de que deben, en primer lugar, apreciar la necesidad de explorar, en todos los sistemas escolares, los procesos que podrían estar presionando a los escolares a verse envueltos en problemas de malas relaciones. Un sistema así no culpabiliza a nadie, sino que observa la violencia entre escolares como expresión extrema de otras violencias, menos manifiestas y directas pero que ejercen una influencia negativa en los sujetos que se ven directamente afectados. Un sistema así implica la percepción de la necesidad de cambio e innovación referida tanto a la acción instructiva como a la acción organizativa por parte de los docentes.

Un sistema así permite una acción indirecta sobre los escolares implicados en términos de favorecer el clima general de convivencia y, por tanto, poner en evidencia hasta qué punto es disruptiva, además de moralmente perniciosa la violencia. En la implementación de este modelo, el tiempo es un factor importante. Es necesario disponer de tiempo suficiente para que los agentes que tienen que llevar a efecto los cambios tomen conciencia, por sí mismos, de la naturaleza compleja del sistema escolar. Así, este modelo conceptual fue dialogado y negociado con las autoridades administrativas cuyos técnicos coincidieron en gran medida con él y aceptaron que este sería un proceso lento de involucración progresiva de agentes educativos y de acciones coordinadas respetando las formas de hacer y proceder de los agentes educativos. De este modo fue como pusimos en marcha un modelo de acción coordinada cuya principal fue mejorar el clima y las relaciones de convivencia en los centros educativos de Andalucía, proporcionando estrategias educativas e instrumentos psicoeducativos para la detección, análisis diagnóstico, intervención y mejora de los problemas de violencia y maltrato entre iguales. Concretamente, los dos objetivos generales fueron, por un lado, sensibilizar, informar y formar a los agentes educativos para la prevención de la violencia mediante la educación de la convivencia, y por otro, establecer procesos de atención directa e indirecta a los escolares afectados e implicados en problemas de violencia escolar, haciendo especial atención al maltrato entre iguales. Con esta finalidad el ANDAVE se diseñó en cinco líneas de trabajo, consideradas como líneas de actuación para la Administración y para el equipo investigador que tenía la responsabilidad de planificarlas y ofrecer el apoyo técnico y de personal especializado para que se llevaran a cabo. Por otro lado, la Administración debía sufragar los gastos que ocasionara la puesta en funcionamiento de lo programado. Las cinco líneas de trabajo eran: a) investigación; b) sensibilización social; c) formación de agentes educativos; d) producción de materiales didácticos; y d) atención directa a escolares, mediante una línea permanente de teléfono de ayuda. La investigación, primera línea de actuación del proyecto ANDAVE El ANDAVE proporcionó al equipo la posibilidad de extender la investigación sobre el nivel de violencia interpersonal entre iguales, pero también sobre el nivel de bienestar/malestar de los escolares en

los centros andaluces. El trabajo exploratorio se realizó durante el curso académico 1997-98. Con la ayuda de los psicopedagogos escolares se recogieron datos de un centro de Educación Secundaria en cada una de las ocho provincias de Andalucía. Los datos fueron recogidos a lo largo del mes de febrero y, en junio, estaba disponible un informe para cada centro con el perfil de su escuela en términos de un conjunto de ítems que iban desde la percepción de bienestar/malestar a la autopercepción de ser víctima de sus iguales. Para la realización de la investigación se utilizó un cuestionario de nuestro propio diseño (Ortega, Mora-Merchán y Mora, 1995) (1) que fue administrado a 2.894 escolares. Una síntesis de los resultados de esta exploración puede verse en Ortega y Angulo (1998), por lo que destacaremos aquí solo los acontecimientos que se refieren a violencia escolar. Hay que recordar que la exploración permite diferenciar dos grandes tipos de problemas de malos tratos: los episodios que suceden algunas veces (violencia episódica) y los que acontecen muchas veces (violencia persistente) según la percepción del que hace el autoinforme, es decir, del que se siente a sí mismo como una víctima de sus compañeros y habla de ello. En el primero de los supuestos, encontramos que el 22,5% de los escolares se autonominaron víctimas y el 27,25% agresores episódicos, es decir, chicos y chicas que manifestaron que a veces se veían involucrados en la dinámica bully/victim. En el segundo caso, es decir lo que consideramos malos tratos persistentes, hallamos que el 3,5% de los escolares se consideran víctimas frecuentes de sus compañeros, mientras el 1,5% de ellos se proclaman agresores persistentes de sus iguales. Los tipos de malos tratos que se describen en este estudio son los que se pueden agrupar en las categorías de violencia directa (verbal, física y psicológica) y violencia indirecta como la exclusión social. La tabla 1 expresa estos datos en porcentajes directos que indican la nominación de las formas más frecuentes de maltrato observadas por los escolares con independencia de que ellos las hayan padecido o provocado así como independientemente de la severidad o no del problema. Como vemos, es la agresión verbal injustificada la que está más presente, pero también resulta preocupante la presencia de formas psicológicas de violencia como son las amenazas y de formas sociales e indirectas como la exclusión social. Tabla 1: Tipos de malos tratos en escuelas de Educación Secundaria en Andalucía. (Tomado de Ortega y Angulo, 1998) (Datos redondeados. Porcentajes directos de nominación del tipo. Elección

abierta). Tipos de malos tratos No sabe y otros Maltrato verbal Abuso físico Robo Amenaza Exclusión social

Curso/Edad 1º 2º 3º (12- (13- (14- 4º (15-16) 13) 14) 15) 13 22% 19% 9% % 63 51% 53% 70% % 32 27% 33% 27% % 4% 3% 4% 3% 34 28% 29% 27% % 32 18% 15% 41% %

El perfil de género y agrupamiento social de los agresores, en relación con su víctima, dibuja un cuadro que es el descrito en otros muchos estudios sobre violencia y malos tratos: los chicos varones y actuando en grupo son los que protagonizan más episodios de violencia (el 35% de los agresores actúa en grupo y es varón, frente al 4% que es chica y actúa en pequeño grupo). En general, este estudio puso de manifiesto que las escuelas de Secundaria de Andalucía no estaban más afectadas que otros centros educativos del país y de Europa y que el perfil de satisfacción con la convivencia escolar, medida mediante preguntas sencillas a los escolares, no solo no era muy malo sino que en algunos aspectos se presentaba claramente más positivo que en las escuelas de Primaria, en las que habíamos trabajado (Ortega y Mora-Merchán, 1997 y Ortega y Mora-Merchán, 2000). Sensibilización social y escolar para la prevención en el proyecto ANDAVE La segunda línea de actuación del ANDAVE fue un programa de sensibilización social y escolar dirigido a divulgar la naturaleza perniciosa de la violencia interpersonal y la necesidad de luchar contra ella. Esta línea tenía dos funciones distintas y claras. La primera o directa destinada a prevenir enseñando, a todo el que leyera los folletos o viera los demás elementos de sensibilización, a reconocer y actuar contra la violencia y, la segunda, intentar que a través de los mensajes sencillos y llamativos impresos en los folletos se apoyara el interés y el acceso a los otros materiales didácticos e instrumentos educativos más complejos. De esta forma, se transmitía

a los docentes y familias la existencia de los programas y su posibilidad de ser beneficiarios de ellos si lo deseaban. Esta segunda función de apoyo resultó particularmente interesante para realizar las actividades de formación docente (línea 3 del programa) y las que ofrecía el teléfono de ayuda (línea 5 del programa). La línea de sensibilización estaba destinada a hacer visible y a crear interés ante este problema. Se redactó un primer y único folleto (el folleto blanco) destinado a presentar en sociedad el programa de estudio y prevención del maltrato entre escolares. Un juego de tres líneas de folletos: para escolares, docentes y familias, fue apareciendo con periodicidad anual. El folleto rojo, destinado a escolares, expresaba mediante un cómic y mensajes sencillos y claros qué era el abuso entre iguales y qué podían hacer los propios escolares para prevenirlo. En esta colección roja se incluyeron pegatinas y marcadores de libros, con la finalidad de que se hicieran conocidos y populares el logotipo y los anagramas del programa y sobre todo el número de teléfono gratuito que estaba a su servicio con ayuda experta si se sentían intimidados u hostigados por sus compañeros. El juego de folletos para docentes, de contenido algo más extenso y con mensajes sencillos, daba información a los agentes educativos sobre el problema de la violencia escolar y la necesidad de mejorar el clima de relaciones interpersonales e intervenir para prevenir. Igualmente, la línea de mensajes a la familia seguía una secuencia ordenada y en progreso de información a padres y madres sobre su propio papel en la prevención de la violencia escolar. Los folletos para escolares, docentes y familiares, fueron cambiando sus contenidos cada año para transmitir el foco principal del programa ANDAVE en cada uno de los años que estuvo abierto. A lo largo de los casi cuatro años de existencia, se han realizado tres campañas de reparto y difusión de las tres grandes líneas de información. Cada campaña ha estado centrada en un logotipo único, pero fue transformando sus contenidos al servicio del proceso de mentalización que intentábamos conseguir. Tres han sido los mensajes globales de cada una de las tres campañas distribuidoras. La primera se centró en el mensaje: “Compañerismo sí. Maltrato No. No te calles”. Este mensaje se centró en la explicación sencilla y gráfica sobre qué es y cómo prevenir el abuso entre escolares y la necesidad de informar de ello al profesorado y los familiares y pedir ayuda directa al teléfono que estaba al servicio de las víctimas. El mensaje central de la segunda campaña fue: “Educar la convivencia para prevenir la violencia”. Esta edición estuvo especialmente

destinada a dar a conocer la existencia de unos materiales didácticos específicos disponibles para todos aquellos que desearan implementar programas educativos sobre el tema. Finalmente, la tercera campaña se realizó sobre la idea de “Construir la convivencia para prevenir la violencia” tratando de transmitir que no hay un camino único para actuar contra la violencia escolar, sino un camino que hay que construir entre todos de forma original e innovadora. Se trataba de volver sobre la necesidad de articular el esfuerzo de todos en todos los sentidos, desde la intervención directa a la indirecta. Formación de agentes educativos en el proyecto ANDAVE El problema de los malos tratos, el abuso, el hostigamiento o la exclusión social puede permanecer oculto a los ojos de los docentes, pero también puede, una vez que se ha revelado, dejar impotentes a los que tienen que actuar porque suele parecer un asunto que solo afecta a los escolares y a sus redes más o menos ocultas. Siendo todo ello bastante cierto, no lo es del todo. Muchos programas y acciones de cambio pueden realizarse, pero para ello los docentes necesitan adecuar sus instrumentos educativos tradicionales a las problemas nuevos con los que se enfrentan. El ANDAVE reconoció, como había hecho el SAVE, que era necesario que los docentes dispusieran de recursos de formación tanto desde la ayuda externa, como desde la que puede proporcionar el trabajo de autoayuda y la cooperación profesional con los compañeros del propio centro escolar. El proyecto ANDAVE contó, desde el principio, con la colaboración estrecha de los Centros de Profesores (CEPs). Se diseñaron y llevaron a cabo cursos y seminarios sobre cómo actuar para prevenir la violencia escolar, qué herramientas de diagnóstico, evaluación y seguimiento podían seguirse para desplegar programas escolares en esta línea, cómo trabajar con víctimas y agresores, etc. Pero, posiblemente, la línea más exitosa de la formación fue la de los programas de formación en el propio centro, modalidad en la que se obtiene el reconocimiento institucional de la Administración y aumentan los méritos profesionales de quienes realizan estas actividades. Seminarios y jornadas de estudio y profundización de carácter regional se celebraron con una participación razonablemente activa de los inspectores, orientadores escolares, equipos directivos, asesores de CEPs, etc. Estas jornadas y seminarios, así como la más extendida campaña de cursos en CEP de los dos últimos años del proyecto, contó ya con la existencia de un material didáctico elaborado expresamente para el proyecto ANDAVE y que fue publicado por la Administración Educativa Regional con

gran profusión, ya que cada centro escolar de la Comunidad recibió una carpeta con iniciativas educativas que podían ponerse en práctica (línea 4 del programa). Materiales didácticos para la prevención en el proyecto ANDAVE Al igual que el resto de las líneas de actuación, la producción de materiales supuso un gran apoyo a la tarea de mejorar la convivencia en los centros educativos. Aunque la mayoría de ellos estaban especialmente diseñados para apoyar la acción educativa de prevención de la violencia por parte de los docentes, también sirvieron de ayuda a familias y otros agentes educativos. Los docentes y orientadores escolares fueron sensibles a este tipo de apoyos y los seguían utilizando tras finalizar los seminarios formativos o divulgativos del proyecto. En ellos se podían encontrar desde datos sobre investigaciones realizadas con resultados interesantes hasta artículos divulgativos de experiencias docentes exitosas en temas cercanos a los que nosotros estábamos tratando. Así, se presentaron y discutieron programas y actividades sobre habilidades sociales, sobre control de la conducta disruptiva o la indisciplina, etc. Sin embargo, el material que resultó ser de mayor utilidad para el profesorado fue La convivencia escolar: Qué y cómo abordarla (Ortega y colbs., 1998), un libro que fue elaborado por el equipo completo de la Universidad que venía colaborando en el proyecto ANDAVE y que disponía de experiencia previa en el desarrollo del SAVE. La Administración Educativa Regional financió y distribuyó de manera gratuita por todos los centros escolares de la Comunidad Autónoma dicho material. En él los docentes pueden encontrar desde textos teóricos sobre investigaciones realizadas sobre el problema de la violencia escolar, hasta propuestas de actividades para realizar en el aula, proyectos educativos y técnicas específicas a llevar a cabo con agresores y víctimas, además de una lista de bibliografía comentada de recursos que pueden resultar interesantes para docentes y orientadores escolares. La atención directa a víctimas escolares en el proyecto ANDAVE

Posiblemente la línea de trabajo estrella o, al menos, la que ha consumido más recursos económicos y humanos ha sido el establecimiento, dentro del proyecto ANDAVE, de un teléfono de ayuda directa y gratuita a víctimas de la violencia escolar: El Teléfono Amigo. El Teléfono Amigo fue un servicio telefónico gratuito que se mantuvo desde febrero de 1997 hasta junio de 2001, era atendido por especialistas en el tema de la prevención de la violencia escolar y estaba abierto a todos los posibles usuarios de la Comunidad Autónoma. Se diseñó para que cualquier chico/a que, viéndose implicado en problemas de violencia o abusos por parte de sus compañeros, no encontrara, por distintas razones, otra vía que le ayudara a salir de ellos. Este servicio atendía directamente proporcionando ayuda y consejo a quienes llamaban y también informando a los servicios centrales de Inspección educativa cuando el caso lo demandaba. Los servicios centrales registraban el riesgo que podría significar la llamada y actuaban según lo establecido por la Administración Educativa. El Teléfono Amigo prestó un servicio de atención de 24 horas al día, cinco horas diarias (entre las diez de la mañana y las tres de la tarde o entre las dos y las siete de la tarde) eran de atención directa por parte de un asesor o asesora (miembro del grupo de investigaciones psicopedagógicas), y el resto del tiempo estaba disponible un contestador donde se podían dejar demandas que posteriormente serían atendidas. En síntesis, los servicios ofrecidos se pueden resumir en: servicio de escucha, de asesoramiento psicológico

(resolución de conflictos, habilidades sociales, autoestima, cambio de expectativas sociales, técnicas de afrontamiento); servicio de asesoramiento educativo, servicio de asesoramiento administrativo, y asesoramiento docente. Así, a través del Teléfono Amigo se ha dado información y se ha prestado apoyo a todos aquellos docentes y familias que necesitaban orientación sobre cómo abordar casos de violencia escolar. De esta forma, el teléfono se articulaba con las otras cuatro líneas de actuación produciéndose la red de coordinación entre las líneas del ANDAVE, tal y como indica el modelo ecológico en el que se sustenta.(ver Gómez y Palacios, 1998; Ortega, Kulis, Ortega, 2001). Concluyendo: la importancia de involucrar a la Administración Educativa En este artículo hemos querido hacer una breve exposición de la naturaleza y el desarrollo del proyecto Andalucía Anti-Violencia Escolar (ANDAVE) en el que nos hemos visto involucradas respectivamente como directora académica e investigadora del mismo a lo largo de un proceso de colaboración con la Administración Educativa de Andalucía que ha durado casi cuatro años. Nuestra experiencia ha sido muy enriquecedora aunque hayamos pasado por momentos difíciles e inseguros. El investigador que colabora con la acción pública suele estar a expensas de cambios de orientación en las políticas en general que afectan a su trabajo. Pero ha valido la pena. El ANDAVE ha sido el proyecto investigador y de intervención que ha sustentado el llamado, por la Administración Educativa, Programa Educativo de Prevención de los Malos Tratos entre Escolares. Esto ha supuesto, para el equipo de investigación, un gran estímulo a la par que un gran reto porque se trataba de ir suministrando, paulatina y secuenciadamente, aquellos instrumentos, tanto conceptuales como procedimentales que pudieran ser implementados por la Administración. Algunas de las orientaciones y sugerencias, que intentábamos siempre sustentar en trabajos previos y actuales de investigación, eran realizadas y otras no, o incluso algunas eran modificadas a partir de las condiciones que la Administración disponía para su desarrollo. Todo esto ha llevado a que la Administración, cuya renovación de cargos y posiciones está abierta a las eventualidades electorales, haya decidido clausurar el convenio antes de que se haya podido realizar la evaluación completa. Sin embargo, se ha podido realizar una evaluación parcial gracias a la disponibilidad de ciertos datos, como los que nos proporcionó el teléfono de ayuda.

No todo ha resultado perfecto, pero muchas cosas han cambiado en la sensibilidad social y escolar que hoy se tiene hacia el problema de la violencia entre los propios compañeros de clase. Andalucía y el ANDAVE han contribuido en gran medida a ello. Muchos procesos, como los de formación autónoma de los propios docentes en sus centros escolares continúan desarrollándose. Los Centros de Profesores son cada vez más receptivos a organizar cursos, seminarios y actividades que ayuden a los docentes a enfrentarse a la convivencia escolar con un método que incluye la exploración, la toma de conciencia sobre la realidad concreta de cada centro y la intervención de manera ordenada, global y ecológica. Se ha contribuido a reducir la alarma social ante un problema, el de la violencia escolar, que es muy importante pero que no está invadiendo, como a veces se cree, nuestras escuelas. Finalmente, se empieza a considerar que aunque la escuela está aquejada de múltiples problemas no todos son igual de serios, y la violencia es uno de los más perversos y uno de los que necesita una intervención más seriamente planificada en la que hay que involucrar a todos los que se ven implicados o afectados por ella, es decir los escolares, los docentes, las familias y la sociedad en general. El ANDAVE ha contribuido a dicha toma de conciencia social y escolar. Nada de ello hubiera sido posible sin el hecho, muy relevante, de haber trabajado directamente con la Administración Educativa que tiene el poder para tomar decisiones que afectan de forma directa o indirecta a las escuelas y a los escolares y docentes. Cuando desde instancias internacionalistas, como el Consejo de Europa, se insiste en que la lucha contra la violencia es algo que afecta a todos, se suele concretar en que son las Administraciones de los Estados y las Regiones las que tienen la responsabilidad de hacerlo. En nuestra opinión esta es una opción que no puede ser marginal, sino central, de ahí que valoremos positivamente haber trabajado tan cerca de los poderes públicos, aunque no es fácil ni sostenible. Referencias GÓMEZ, B; PALACIOS, R. (1998). Ayudamos desde fuera: el Teléfono Amigo. En: R. Ortega y Cols. (1998). La convivencia escolar: qué es y cómo abordarla. Sevilla: Consejería de Educación y Ciencia. Junta de Andalucía. ORTEGA, R. (1997). El proyecto Sevilla Anti-violencia Escolar. Un modelo de intervención preventiva contra los malos tratos entre iguales. Revista de Educación, 313: 143-158.

ORTEGA, R. y ANGULO, J.C.. (1998). Violencia escolar. Su presencia en Institutos de Educación Secundaria de Andalucía. Revista de Estudios de Juventud, 42: 47-61. ORTEGA, R. y Colbs (1998). La Convivencia Escolar: qué es y cómo abordarla. Sevilla, Consejería de Educación y Ciencia. ORTEGA, R.; DEL REY, R. (2001). Aciertos y desaciertos del proyecto Sevilla Anti-violencia Escolar (SAVE). Revista de Educación, 324: 253270. ORTEGA, R.; DEL REY, R.; FERNÁNDEZ, I. (2003). Working together to prevent school violence: The Spanish response. En P. K. Smith (Ed). Violence in schools: the response in Europe. London. RoutledgeFalmer. ORTEGA, J.; KULIS, M; ORTEGA, R. (2001). The Educational Authority Responses to Bullying in Schools Telefono Amigo in Andalucia. Paper presentado en International Conference Violence in Schools and Public Policies. París. ORTEGA, R. y MORA-MERCHAN, J.A. (1996). El aula como escenario de la vida afectiva y moral. Cultura y Educación, 3: 5-18. ORTEGA, R. y MORA-MERCHÁN, J.A. (1997). Agresividad y violencia. El problema de victimización entre escolares. Revista de Educación, 313: 7-27. ORTEGA, R. y MORA-MERCHÁN, J.A. (2000). Violencia escolar. Mito o realidad. Sevilla, Mergablum. ORTEGA, R. y otros (2000). Educar la convivencia para prevenir la violencia. Madrid, Antonio Machado Libros.

10:34 | Agregar un comentario | Leer comentarios (1) | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog 20 mayo DEFINICIONES

DEFINICION DE: BULLYING: Anglicismo procedente de la palabra inglesa bully traducida como matón o abusón. Se aplica a los problemas provocados por niños y adolescentes en colegios e institutos, cuando éstos provocan y agreden a otros compañeros más débiles ante la complicidad de otros escolares y la impotencia e inclusive desidia de profesores, padres y educadores. MOBBING: Conocido como acoso moral también utilizado con este termino ingles o el de burn-out es una enfermedad, define el miedo o terror del afectado hacia su lugar de trabajo. Esta persona o grupo de personas reciben una violencia psicológica injustificada de sus compañeros o superiores, de forma sistemática o recurrente, durante un tiempo prolongado como meses e incluso años. Pretender hostigar, intimidar, o perturbar hasta el abandono del trabajo de la victima. VIOLENCIA DE GÉNERO: La Conferencia Mundial de la ONU en 1993 sobre Derechos Humanos establece que la violencia de género es la violencia que pone en peligro los derechos fundamentales, la libertad individual y la integridad física de las mujeres. Violencia contra la mujer significa cualquier acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, que incluye las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto en la vida publica como en la privada. VIOLENCIA DOMESTICA: Es en lo más básico la violencia que se produce en un hogar, tanto a una mujer, hombre, niño/a o persona mayor. MOBBING INMOBILIARIO: Este termino según José- Ramón Jiménez González, se hace servir para identificar situaciones en que una persona o grupo de personas ejercen un conjunto de comportamientos caracterizados por una violencia psicológica, aplicada de forma sistemática durante un tiempo sobre otra persona con la cual mantiene un vinculo contractual a través de un arrendamiento urbano. MALTRATO A PERSONAS MAYORES: En general el maltrato puede definirse como toda acción u omisión que de manera directa o

indirecta, cause daño físico o psicológico, con o sin lesión visible, a la persona adulta mayor. DEFINICIÓN DE GÉNERO: ► Es el conjunto de características culturales o de valores atribuidos a una persona según su sexo. El género dice que ser hombre o mujer está determinado no sólo por la asignación biológica (de sexo), sino por valores que se crean y reproducen a través de la cultura, y que dictan socialmente lo que es o debe de ser “lo femenino” o “lo masculino” en una sociedad determinada. ► Cuando Simone de Beauvoir afirmó en 1949 que “una mujer no nace sino que se hace”, su reflexión llevaba a afirmar que las características humanas consideradas como “femeninas” no derivan de una supuesta naturaleza biológica, sino que son adquiridas mediante un complejo proceso individual y social. El género hace referencia a la construcción sociocultural de los comportamientos, actitudes y sentimientos de hombres y mujeres. ... ► El profesor Schooyans enfoca ese término utilizado por las feministas radicales como una "ideología según la cual, los roles del hombre y la mujer no están dentro de la naturaleza, sino que son el resultado de la historia y de la cultura. Según ellas y sus seguidores "la sociedad inventó los papeles del hombre y de la mujer", esta ideología intenta desmaternizar a la mujer e indirectamente patrocinaría el matrimonio entre personas del mismo sexo. ► Concepto de contenido social que describe un conjunto de diferencias conductuales y de oportunidades de desarrollo personal entre individuos en un grupo social, por razón de su sexo. "Género es hablar de feminidad y masculinidad, y es importante diferenciar entre sexo y género. Al hablar de sexo estamos en el terreno de las diferencias biológicas, de las características naturales e inmodificables de hombre y mujer. ... 11:20 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog 19 mayo EJEMPLO A SEGUIR.....

Hoy una mala experiencia donde de nuevo un hombre no tenia en su conocimiento el significado de la palabra NO...No llegó al término que él pretendía porque supe ejercer con firmeza mi derecho a decir, repito NO y exigir el respeto a mi decisión...pero ha dolido en mi alma y he sentido la necesidad de transmitir mi experiencia porque quiero que sea un grito de esperanza a toda aquella PERSONA que sufra actualmente consecuencia del abuso del poder del dolor más grande, que es el abuso a su dignidad.... Necesito manifestar que se puede fluir con la vida y que se puede volar con la libertad de los pensamientos sin miedos, que todos tenemos derecho a ejercer la libertad de poder ser respetados en nuestras decisiones personales, escuchadas........el derecho a ser una persona Yo fui una mujer maltratada, mi marido acabó en la cárcel por ello, hace tan sólo seis años...me revelé harta de tanta miseria y decidí luchar contra todo ello que minaba poco a poco mi espíritu y mis sentimientos...mis hijos debían saber que siempre hay que luchar por los principios y valores de nuestro corazón, vivir con la libertad de vivir, me enfrenté a la gran batalla con miedo pero gritando alto, muy alto que mi vida y la de mis hijos valían lo suficiente así como las de todas las personas vejadas, humilladas, maltratadas y repito PERSONAS con toda intención...luché duro, muy duro y me desencadené de mi esclavitud impuesta por mi exmarido y hasta ahora asumida, resignada y sufrida en las heridas de mi alma, que en

verdad dolían mucho más que las de mi cuerpo. Ahora soy otra, independiente, digo sí cuando quiero decir sí, digo no cuando quiero decir no, coopero desde mi modesta persona, en todo lo que puedo por cambiar lo injusto de la sociedad en que vivimos...acabé obteniendo un cargo de representación en CGT, una de las organizaciones sindicales de la empresa en la que trabajo, con la cual yo me sentía más identificada,.. .la responsabilidad del cargo, es cierto que me inquietaba, pero acepté el reto porque ahora ya creía en mis aptitudes y en mi valía,, era lógico había descubierto la libertad de mi alma para intentar hacer frente a tantas miserias gritando alto, alto porque quería ser escuchada, colaboro en todo lo que mi organización necesita, aunque ello fuera difícil en un pasado para mí, mujer llena de temores y de inseguridades, ahora mi espíritu necesita volar he tenido que hablar en público, manifiestos contra la violencia de género en varias ocasiones, no importaba que yo dejara de ser a partir de ese momento una mujer maltratada más anónima, porque en mi interior pensaba que sólo con mi presencia en ese acto y con mi vida actual, los que oyen y saben mirar, verían en mí la creencia de que si luchas de verdad con fe y sin perder esperanza sales adelante, fuerte y firme, creciendo, como me había pasado a mí y con la sabiduría de saber en carne y alma que la anterior debilidad, miedo y frustración no llevaba a nada, sólo al vacío y la desesperación de malvivir día tras día y llorar siempre llorar, todos los días llorar... participo en manifestaciones y concentraciones por la lucha de nuestros derechos e incluso, hace poco he empezado a realizar asambleas en mi empresa donde puedo reivindicar la lucha contra tantas miserias laborales y expresar lo que es justicia bajo mi ideología y la del sindicato al cual represento, lo hago sin miedo, sabiendo que la libertad de defender los derechos de los trabajadores y lo que considero justo es esencial, asambleas con media de 300 trabajadores por turno, en su mayoría hombres, es una empresa de automoción por tanto es de imaginar que la inmensa mayoría de su personal es masculino, empresa donde yo mujer maltratada en mi pasado que no deja de resultar curioso y casi surrealista, me he ido haciendo mi sitio con constancia y trabajando, creyendo en mí y en aquello por lo que lucho, y al final soy escuchada, criticada, odiada o querida, pero sobre todo me siento respetada por todos mis compañeros..... He ido superando los retos que yo misma tenía como imposibles en mi pasado, Quién me lo diría verdad? todavía lo estoy relatando ahora, es mi vida y sin embargo me parece mentira que yo haya sido capaz de

lograr dar un cambio tan grande en el camino de mi vida, porque he cogido el más difícil, el más largo, el de más piedras, pero el que más bella senda tiene al caminar el destino que hay al final, frente a mí, es el de la defensa de los principios y valores humanos perdidos por el capital, la globalización, el egoísmo, la crueldad, el abuso del poder.... Te das cuenta que cambio? mi vivencia pasada llena de dolor, malos tratos, abusos de privación de mis derechos...me hizo reflexionar, tanto que ya ves ahora nadie diría que yo fui una mujer maltratada, porque fluí con la vida y saqué la fuerza más grande del ser humano, la fuerza del espíritu, con ella engañé al temor, decidí defenderme como solo una persona debe hacerlo, sin tomar justicias por otras vías, denunciando, la única defensa legal, tapando los oídos ante los entredichos de vecinos, incluso familia y soportando la prepotencia y el escepticismo e incluso la incredibilidad ante mis denuncias por parte de "las fuerzas del orden", curioso lo del termino orden, en mi caso que alguien me explique a santo de que...pero dejo este tema porque tendría también para largo y tendido .....Lo cierto es que no desistí LA VERDAD ES SIEMPRE VERDAD, EL TIEMPO..... mantener dos hijos es difícil en esas circunstancias, entonces yo estaba "afiliada" al INEM , es decir que estaba en el paro vamos...pero pronto, aquí pensaré que mi ángel de la guarda se apiadó de mí dado lo difícil que es un trabajo estable en este país, encontré trabajo CURIOSO EN UNA FABRICA DE COCHES, pensé en las personas que me habían minusvalorado y que tanto me habían criticado y juzgado por denunciar al padre de mis hijos, la falsa moral está a la orden del día, que diría mi expareja ante esto? y los criticones de mis vecinos? y la parte de la familia que censuraba?, y seguidamente, lo bueno también viene junto tras tanta penuria, el Tribunal Supremo dicta sentencia firme mi ex deja de ser presunto para pasar a ser MALTRATADOR en mayúsculos, sentencia firme e irrevocable, con condena de 24 meses--dato importante: mi marido pertenece a una familia importantísima con grandes influencias y con alto poder adquisitivo aquí en la ciudad donde vivo, con un imperio de grúas conocido gran decepción porque desde luego habían intentado evitar este desenlace a toda costa y no puedo decir más sin presencia de mi abogado.. .para evitar que su hijo Jesús José Mendiluce fuera a la cárcel,...pongo el nombre porque no es presunto, hecho condenado y probado a pesar de los esfuerzos y otros menesteres en un tribunal...CAUSALIDAD? Ya callaban todos ahora, ya nadie criticaba más., .LA VERDAD ES SIEMPRE VERDAD Ahora me siento plena...llena de alegría, de fuerzas de ganas de

vivir...de luchar por las cosas en las que creo y defenderlas con respeto...me siento satisfecha porque ahora ya sé que jamás tengo que tener miedo a defender vivir con dignidad, siendo,...la voz clara y alta para que todos me escuchen, inculcando a mis hijos todos estos valores... Hoy de nuevo, una persona se había intentado comportar imponiendo su voluntad ante la mía pero esta vez supe defender mi derecho a elegir y tomar mis decisiones personales...volvieron los fantasmas, lo he pasado mal, el pasado es también mi vida y no puedo renegar de él, pero confieso que todavía duele...pero hoy no era esa mujer débil, insegura llena de temores...lo enterré cuando me defendí de mi agresor conyugal... Quiero ser capaz de transmitir a quien lea esto la importancia de la lucha por los derechos al respeto de las personas, tolerancia, comunicación, libertad de elección..... HE QUERIDO CONTAR TODO PORQUE QUIZÁS PUEDA SERVIR MI TESTIMONIO PARA HACER VER QUE HAY SALIDA, LA IMPORTANCIA DE DISFRAZAR EL MIEDO VENCIENDO A LA AGONIA... PERDER EL TERROR Y DAR PASÓ AL AIRE DARPASO A LA LIBERTAD DE PENSAMIENTOS RESPIRAR....RESPIRAR HONDO

QUIERO QUE SEA UN GRITO A LA ESPERANZA PARA AQUELLOS QUE SUFREN CUALQUIER TIPO DE ABUSO PORQUE TODOS TENEMOS DENTRO DE NOSOTROS LAS FUERZAS PARA FLUIR EN LA VIDA FLOTAR... DESNUDAR EL ALMA.... Con todo mi cariño mi experiencia ya no es anónima, no es una utopía, es mi realidad, y puede ser la de otras muchas que al leerlo les de un atisbo de esperanza porque aunque sea difícil demuestra que la constancia y las ganas de vivir una vida mejor hace todo posible No dejemos nunca de buscar nuestra propia libertad QUE ESTE alegato HOY SEA UN CLAMOR POR LA LUCHA CONTRA LA EXCLAVITUD DEL ALMA...........un abrazo

9:04 | Agregar un comentario | Leer comentarios (2) | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog 18 mayo LA OPINION

Necedad Hay un magnífico artículo de opinión publicado por Rafael Argullol en El País de hace unas semanas. Éste comienza tratando sobre las agresiones en los colegios, obra de los conocidos “matones”, para luego hacer una reflexión más profunda acerca de las posibles causas de este problema. El texto no tiene desperdicio alguno, y me ha incitado a la reflexión y, sobre todo, al recuerdo. He tenido que sufrir en mi infancia y adolescencia a este tipo de imbéciles -masculinos y femeninos en similar cuantía-. Como si fueran un producto de mercado (que en definitiva es lo que son), hay una época en la que suben como la espuma y son populares, "queridos" y hasta venerados. Llegados a este punto, el mayor peligro que corres no es que te golpeen o se burlen de ti -hecho que, admito y he vivido, puede ser muy duro- sino que te llegues a creer que efectivamente están por encima o un paso por delante que los demás. En teoría, la sabiduría de la sociedad y, sobre todo, del tiempo, debería ponerlos donde les corresponde. El problema es que, a pesar de contar con el tiempo, esa sabiduría social brilla a menudo por su ausencia. De este modo, la necedad sigue brillando en la Universidad -resulta complicado no convertirse en un empollón por utilizar un par de vocablos “desconocidos” o “palabras raras” en clase, o comportarse de modo “excesivamente educado”: hablar de “usted” a un profesor es ya toda una utopía en la institución universitaria-. “Hablar bien”

hoy día supone, sobre todo para la primera impresión, un motivo de rechazo o fácil categorización. La licenciatura, el trabajo y la madurez no impiden que la ignorancia y la estupidez coronen a este tipo de bacilos que tan triunfantes creen pasar por estas etapas. Además de asquerosos productos de mercado –pues sin un público que les aplauda las estupideces, las gracias y su animal comportamiento no existirían- son claramente un reducto del esquema social: el tipo de sociedad en que vivimos los genera necesariamente. Y es que los imbéciles acaban produciendo imbéciles, es una de las tristes consecuencias de la reproducción humana. Contra esta pescadilla que se muerde la cola (miles de imbéciles en periódicos, radios, televisiones, partidos políticos, escuelas, familias…) resulta tremendamente difícil luchar. Sólo una profunda transformación social y un cambio radical en el modo de educación de las masas – jóvenes y no tan jóvenes- resultaría una alternativa efectiva. Mientras tanto, los seguiremos sufriendo, en silencio o sin él. Cedido y publicado a finales de julio por El Cuarto Oscuro: http://spaces.msn.com/bigotespain/

LA OPINION Antes de nada como cualquier ser humano siento la muerte de Rocío Jurado y les acompaño en el sentimiento a su familia, amigos y fans. Estoy cabizbajo y pensativo ante la gran avalancha de información y el gran despliegue de medios de todas las cadenas de televisión y radio respecto a la muerte de Rocío Jurado, yo no lo veo normal, es lamentable que se cubra con tantas horas y tantas paginas esta muerte, mientras tanto a España y al mundo entero nos afecta una pandemia como el acoso, el maltrato, la violencia, el sida, las guerras, etc. y simplemente dedican unos segundos de pequeña información a cualquier victima inocente de esta lacra que cada día nos inunda mas y mas, es triste que toda una ministra de cultura haya hecho varias declaraciones respecto a este tema y sin embargo tenga miles de problemas en su cartera, que miles de españoles reclaman a diario, es triste que el alcalde de Madrid no se persone en un suceso de violencia de genero cualquiera, cualquier día y a cualquier hora para dar el pésame a la familia de la victima y reciba in situ a la familia de la artista para darles el pésame, no tengo adjetivos para describir la impotencia que siento ante tal despliegue de una muerte como puede ser otra cualquiera, ¿Esta es la España

que queremos? ¿Hasta donde va a llegar la España de la pandereta y los famosos? Una cosa es dar el respeto que esta persona merece y otra es insultar a las miles de victimas diarias por cualquier otro motivo, terrorismo, violencia, maltrato, acoso, etc. Siento respeto pero a la vez mucha vergüenza, solo me queda decir que como cualquier otro ser humano, descanse en paz, simple y llanamente. Acosono. HE ABIERTO UN FORO PARA ESTA COMUNIDAD QUE ESTAMOS EN CONTRA DEL ACOSO EN GENERAL, ESPERO QUE PARTICIPEIS http://miarroba.com/foros/ver.php?id=949759

PODEIS EXPRESAR CUALQUIER TEMA RELACIONADO CON EL ACOSO ESCOLAR, LABORAL Y DOMESTICO. OS ESPERO. A PARTIR DE AHORA LAS NOTICIAS DIARIAS LAS TENDREIS EN LA DERECHA EN NOTICIAS DE ULTIMA HORA. LA IGLESIA DICE QUE HAY QUE PERDONAR PERO YO LO UNICO QUE QUIERO PARA MIS ACOSADORES ES FACILITARLES UNA ENTREVISTA CON LA JUSTICIA, ESPERANDO QUE ME DEN LA RAZON. Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena" Mahatma Gandhi MI HUMILDE PERO VALIDA OPINION.

Artículo publicado en la hoja parroquial Aleluya, que se distribuye en

la mayoría de las iglesias valencianas, Este artículo está firmado por un colaborador, Gonzalo Gironés, un catedrático de Teología jubilado, Asegura que «más de una vez» las víctimas de malos tratos «provocan con su lengua» y considera «peor» los abortos que la violencia contra las mujeres. Bueno según este “catedrático” ahora quien tiene la culpa de que les peguen y les maten son las mujeres por su lengua, osease para cualquier discusión en el ámbito familiar, a la mujer habrá que taparle la boca con una mordaza para así poder evitar que el hombre se enfade y acabe matándola, y ya esta solucionado, parece ser que si la mujer habla ofende y que si ofende el hombre la puede maltratar, esto desde el punto de vista de un “catedrático de teología”, hasta donde vamos a llegar, por favor un poco de vista a la hora de publicar en una revista que la ven miles de valencianos. Cualquier hombre que tuviera dudas sobre la manera de tratar a su mujer, ya se las quitado presuntamente este señor, incitándole a una violencia gratuita solo por el mero hecho de que una mujer hable, mucho se ha hablado sobre el tema del aborto pero de ahí a compararlo con la violencia de genero y decir que es peor el aborto que la violencia domestica hay un abismo. Añade que «el varón, generalmente, no pierde los estribos por dominio, sino por debilidad, no aguanta más y reacciona descargando su fuerza que aplasta a la provocadora». Dice también que claro al ser mas fuertes y herirnos con su boca, nuestra tendencia natural es de aplastarles, y yo me pregunto donde, cuando y como este señor se hizo catedrático de teología, quien se cree este teólogo para generalizar asi de los hombres, yo como hombre desmiento categóricamente esta manera de pensar generalizada, por supuesto en seguida el arzobispado ha visto la metedura de pata de este señor y ha rechazado los términos en que se expresa el articulo recordando el sentir de la iglesia frente a este tipo de situaciones absolutamente injustificables, pero aun hay mas En ese texto, Gironés afirma que en el año 2005 hubo 63 mujeres muertas a manos de sus parejas en España y añade que «por cada mujer muerta a manos de un hombre, hubo 1.350 niños asesinados por voluntad de sus madres. Es peor». Lo que realmente ha hecho este hombre supuestamente es cometer un delito de apología de la violencia de genero, simple y llanamente, a parte de justificar al maltratador le anima, y habrá que depurar

responsabilidades tanto al autor del escrito como de quien lo ha publicado, porque se supone que todo lo que se publica pasa antes por un embudo, la red de asociaciones feministas esta estudiando si iniciaran acciones legales y me parece lo mejor que pueden hacer, porque una cosa es la libertad de expresión y otra muy distinta el libertinaje. Y por eso y muchas cosas más yo me declaro aconfesional y apolítico. Acosono. REFLEXION: Puede ser que esta sea la gota que colma el vaso para los señores administradores de MSN, pero no me preocupa tengo copias de seguridad y volveré a abrir otro espacio idéntico al actual, total es fácil, si lo pueden hacer pederastas y otra calaña por el estilo a los cuales voy denunciando cada vez que les pillo con las manos en la masa, porque no puedo hacerlo yo, así que tengo ya el vaso tan lleno de agua, que me parece que con esta gota se va a desbordar, puede ser que mi opinión no le guste a mucha gente, pero es mi opinión y estoy en mi derecho, así que comenzare. Hoy domingo iba dándome una vuelta por los espacios y he topado con uno de estos de los famosos, y me he acordado que en su día cuando comenzaba con esta cruzada contra el acoso y la violencia acudí a ellos inocente de mi para que me ayudaran en mi lucha contra toda esta maldad y crueldad en la que vivimos y que por desgracia para nosotros cada día va a mas, y cual ha sido mi sorpresa cuando veo que muchos de ellos llevan ya 150.000 visitas, que llevan 538, 1610, 771, 1414 comentarios en sus blogs, que bonito verdad, gente que no dice nada de nada, gente que se va jactando de acudir a citas benéficas para ayudar a diferentes causas y son incapaces de acudir a la llamada de un simple mortal como soy yo. ¿Realmente son ellos los que escriben sus blogs? ¿Y si no son ellos, la persona que lo hace no debería decirles que hay una causa en la red con muy buenos propósitos que necesita de su granito de arena? ¿Qué hay de verdad en todo esto, aparte del marketing y los beneficios? No os preocupéis los que estéis conmigo, como soy cabezón por naturaleza algún día el proyecto que he empezado será tan grande que gente como esta u otra parecida querrá participar de una manera u otra en cualquier acto benéfico que se haga, y os puedo prometer y prometo que no se harán ninguna foto, al menos con la

asociación que se fundara en breves, es mas les recordare que si en su día no fueron capaces de aportar su granito de arena después que no vengan con el cubo de la playa, porque para mi es mas importante un simple mortal como nosotros que cientos de ellos, por cierto les recuerdo desde mi mas absoluta humildad que este espacio solo con 37000 visitas lleva mas o menos 1800 comentarios y todos ellos diciendo BASTA YA DE ACOSO ESCOLAR, BASTA DE ACOSO LABORAL Y BASTA YA DE TANTA VIOLENCIA DE GENERO. Raúl (Acosono)

QUE ES EL ACOSO ESCOLAR O BULLYING Anglicismo procedente de la palabra inglesa bully traducida como matón o abusón. Se aplica a los problemas provocados por niños y adolescentes en colegios e institutos, cuando éstos provocan y agreden a otros compañeros más débiles ante la complicidad de otros escolares y la impotencia de profesores, padres y educadores. FORMAS FISICA VERBAL PSICOLOGICA 1. Cualquier tipo de agresión FISICA como pueden ser puñetazos, escupitajos, empujones, collejas, patadas, zancadillas, etc. 2. Como VERBAL podemos entender los motes, insultos, burlas, rumores para menospreciar, etc. 3. Como PSICOLOGICA pueden estar incluidas las amenazas, los chantajes y cualquier manera para apartar al acosado/a de la convivencia diaria en su centro de estudios. CONSECUENCIAS Para el acosado/a Fobia a acudir a su centro escolar, inventándose cualquier excusa para quedarse en casa. Ansiedad, depresión, baja autoestima que en el fondo son grandes problemas para la salud y que suelen dejar secuelas a largo plazo. El acosado se siente solo, indefenso, infeliz, atemorizado y con una apatía generalizada. La consecuencia mas grave puede ser el suicidio o el mero hecho de pensarlo para acabar con todo de una vez. Para el acosador/a Habituarse a controlar mediante amenazas a cualquiera que se le ponga por delante con sus conductas agresivas. Sus conductas probablemente sean la antesala para un futuro

delictivo, para crear un futuro acosador laboral o futuro acosador domestico. Para los que miran y les da igual Acabaran acostumbrándose a ver cualquier tipo de maltrato y a tolerarlo sin hacer absolutamente nada, es mas acabaran viendo la violencia como una forma de éxito social. NO DEBES DEJAR QUE Te humillen, te insulten, te menosprecien, te pongan motes por llevar gafas, por no llevarlas, por estar gordo por estar delgado, etc. y sobre todo no debes dejar que el maltrato sea físico. MALTRATO ESCOLAR TOLERANCIA CERO ¿A que esperas para pedir ayuda? Tienes muchos medios a tu alcance, os dejo aquí los más importantes. Línea de ayuda anti-bullying del defensor del menor de la comunidad de Madrid Asociación PROTEGELES (es una Asociación sin ánimo de lucro que surge como organización en el año 2002, si bien la Línea de Denuncia Contra la Pornografía Infantil que le da nombre funciona desde octubre de 2001.) Atención personalizada: e-mail Actualmente trabajo con ellos desde este espacio Teléfono gratuito las 24 horas del día, el teléfono del menor de ANAR 900 20 20 10 Y por si esto no te sirviera yo puedes acudir aquí, ASCEME yo te dirigiré hacia donde más te convenga y al sitio más cercano de tu comunidad autónoma. 15:07 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog 16 mayo ESTADISTICAS 2

MUJERES MUERTAS POR VIOLENCIA DE GÉNERO A MANOS DE SU PAREJA O EXPAREJA (1) POR CCAA (NÚMEROS ABSOLUTOS) 199 200 200 200 200 200 200 2006

9

ANDALUCIA 13 ARAGON 0 ASTURIAS 1 BALEARES 3 CANARIAS 2 CANTABRIA 1 CASTILLA LA 5 MANCHA CASTILLA 3 LEON CATALUÑA 9 C.VALENCIAN 6 A EXTREMADUR 1 A GALICIA 2 MADRID 4 MURCIA 1 NAVARRA 1 PAÍS VASCO 1 LA RIOJA 1 CEUTA 0 MELILLA 0 TOTAL 54

0

1

2

3

4

5

10 0 0 1 5 0

12 1 2 2 5 0

10 3 0 4 7 0

13 2 2 4 6 1

19 2 0 2 2 2

9 4 1 4 6 0

10 MAYO 7 1 1 1 2 0

3

2

0

2

3

2

1

3

1

4

4

3

4

2

8

7

7

12

11

8

4

7

9

9

7

9

9

3

1

0

1

1

2

0

0

4 17 1 1 2 0 0 0 63

0 6 2 0 1 0 0 0 50

3 4 0 1 1 0 0 0 54

5 5 3 1 0 2 1 0 71

2 5 4 1 4 1 0 0 72

1 4 2 3 3 0 0 1 61

1 4 2 0 1 0 0 0 30

Fuente: elaboración a partir de noticias de prensa y datos del ministerio del interior. Nota: datos permanentemente actualizados (1) se incluyen aquellos casos en los que el agresor es el cónyuge, excónyuge, compañero sentimental, excompañero sentimental, novio o exnovio.

21:48 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog UNA DE TANTAS INJUSTICIAS EN ESPERA 2.......

Somos muchas personas las que tenemos hijos con extranjeros, de los cuales estamos desprotegidas legalmente. No se trata de entrar a cuestionar la ética moral de nuestras ex parejas, porque hombres y mujeres, ambos dos, estamos expuestos a ver como nuestros hijos desaparecen un día. No hay medidas legales, cuando no hay malos tratos en medio, cuando no hay delitos de sangre no existen orden de alejamiento, y legalmente no podemos obligarles a que no los saquen fuera de nuestro territorio. Vivimos con el alma pendiente todos los días, acudiendo a la policía nacional, a los mossos de esquadra, a los abogados, a los jueces para intentar saber los derechos del menor. Pero no hay derechos, padre y madre tienen los mismos, independientemente de la custodia, porque la Patria Potestad suele ser compartida, así que lo único que nos toca cuando llegan los días de visita estipulados en el convenio regulador, es pedir a la Santa Inquisición que no sea uno de esos días en que se gire el cerebro de nadie y perdamos el mundo de vista. No se puede invalidar un pasaporte, ni registrarlo en aduanas, ni obstaculizar que se permita uno nuevo, no hay nada de ello, solo nos queda la Fe, Fe en nosotros mismos, en nuestra fuerza, en creer que los miles de niños desaparecidos fuera de nuestras fronteras solo han sido una pesadilla, que los padres que les siguen llorando son meros espectadores de una Película de terror, y que esa madre que lleva doce años sin ver a su hijo, que le fue arrebatado con 3 añitos recupere la cordura, porque ya no sabe donde buscar, porque sabe que tiene un hijo perdido en alguna parte del mundo, un hijo al que no podrá reconocer ni aun teniéndolo frente a frente, un hijo que ha sembrado en ella la raíces del dolor, la impotencia y la rabia.

Un ser que has llevado en tus entrañas y que te lo han arrebatado, porque no hay ninguna ley que proteja sus derechos, ya no de los adultos, sino del menor, que le cambian de vida, de mundo, de costumbres, que lo condenan a vivir con el vació de saber que una parte de si mismo no volverá jamás. Esa es la justicia? Así estamos llegando a este mundo donde cada vez mas son los que se toman la justicia por su mano, y luego hablaran de países tercermundistas, voy a empezar a creerme que África empieza en los Pirineos. Marta

Esta es la carta o alegato de una de tantas madres desprotegidas por nuestra fantástica jurisprudencia, gracias a nuestras leyes, cada día que pasa vive atemorizada e indefensa, como miles de personas, una vez más gracias a la “democracia” en España. Que sigan los temas de interés que tanto “nos preocupan” el mundial de fútbol, el devenir diario de artísticas y frikis de la pantalla y las revistas del corazón, el tripartito, las negociaciones con ETA olvidándose de las victimas y familias destrozadas, el enfrentamiento entre politicos demostrando su incultura y analfabetismo, y tantos, tantos temas de interés, mientras tanto los temas realmente importantes se olvidan y archivan, pero desde este espacio seguiremos denunciando todas estas injusticias y yo personalmente sigo pensando que cada vez somos mas parte del tercer mundo que de una Europa desarrollada y modernizada como nos quieren hacer ver, cual será el siguiente error de la justicia española, soltaran a otro de los asesinos del 11-M, no os preocupéis no tardaran mucho en lucir sus despropósitos. Firmado: acosono.

10:03 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog 15 mayo ESTADISTICAS 1

DENUNCIAS POR MALOS TRATOS PRODUCIDOS POR LA PAREJA O EXPAREJA (1), SEGÚN GRUPOS DE EDAD Mujeres Datos absolutos (Delitos 2002 2003 2004 2005 2006 + faltas) Hasta Marzo Menor de 16 168 250 323 356 97 16 - 17 345 462 607 771 182 18 - 20 1.659 2.037 2.583 2.911 707 13.60 16.09 18.77 19.83 21 - 30 4.615 1 1 6 1 16.01 18.29 20.48 20.74 31 - 40 4.823 7 0 7 2 10.12 10.44 41 - 50 7.831 8.869 2.470 5 8 51 - 64 2.955 3.277 3.658 3.680 889 Mayor de 64 737 814 969 1.019 244 43.31 50.09 57.52 59.75 Total 14.027 3 0 7 8 Hombres Datos absolutos (Delitos 2002 2003 2004 2005 2006 + Faltas) Menor de 16 48 64 68 88 15 16 - 17 27 25 33 36 8 18 - 20 155 141 190 177 56 21 - 30 1.824 1.889 2.115 2.629 622 31 - 40 3.181 3.539 3.695 4.177 917 41 - 50 1.837 1.980 2.157 2.542 531 51 - 64 922 957 986 1136 255 Mayor de 64 222 246 273 295 64 11.08 Total 8.216 8.841 9.517 2.468 0 Fuente: http://www.mtas.es/mujer/mujeres/cifras/violencia/index.htm (1) Se incluyen todos aquellos casos en los que la autoría de la agresión corresponde a: Cónyuge, excónyuge (incluido separado/a – divorciado/a, compañero/a sentimental, excompañero/a sentimental, novio/a o exnovio/a. (2) En el país vasco, Girona y Lleida se incluyen datos en relación con las denuncias presentadas ante los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado.

DENUNCIAS POR MALOS TRATOS DE MARIDOS A SUS ESPOSAS Denuncias Denuncias Denuncias malos tratos malos malos tratos TOTAL psíquicos y tratos físicos físicos psíquicos 11.51 1983 (*) 3.930 2.581 5.005 6 16.44 1984 (*) 5.667 3.691 7.083 1 16.81 1985 (*) 5.695 3.879 7.236 0 17.05 1986 6.363 3.813 6.880 6 15.19 1987 5.887 3.642 5.667 6 14.46 1988 5.607 3.671 5.183 1 17.73 1989 7.179 4.722 5.837 8 16.08 1990 (*) 6.849 4.384 4.856 9 16.94 1991 (*) 7.122 4.851 4.974 6 16.52 1992 (*) 6.934 4.814 4.774 0 15.90 1993 6.555 4.874 4.479 8 16.28 1994 6.650 5.052 4.582 4 16.12 1995 6.779 4.882 4.441 2 16.37 1996 6.785 5.105 4.488 8 Fuente: http://www.mtas.es/mujer/mujeres/cifras/violencia/index.htm (*) 1983: Datos a partir de abril 1984: Falta agosto 1985: Falta julio 1990: falta julio 1991: falta agosto 1992: Falta abril NOTA: Todos los meses que faltan han sido estimados a partir de las medias anuales corregidas con el mismo mes del año anterior y

posterior. AUTORES (VARONES) DE DELITOS DE HOMICIDIO/ASESINATO SOBRE SU PAREJA O EXPAREJA, CON RESULTADO DE MUERTE, POR GRUPOS DE EDAD 199 200 200 200 200 200 200 AÑOS 2006 9 0 1 2 3 4 5 10 de Mayo Menor de 0 0 0 0 0 0 0 0 16 16-17 0 1 0 0 0 1 0 0 18-20 0 1 0 0 0 2 1 1 21-30 7 7 9 10 7 14 15 2 31-40 19 19 17 14 24 17 15 15 41-50 9 14 9 11 16 13 12 5 51-64 8 6 5 5 11 6 4 1 Mayor de 4 7 6 11 7 15 9 4 64 Desconoci 7 8 4 3 5 4 5 2 da TOTAL 54 63 50 54 70 72 61 30 Fuente: a partir de noticias de prensa y datos del ministerio del interior Nota: datos permanentemente actualizados. Mujeres muertas por violencia de género a manos expareja (1). Totales mensuales 199 200 200 200 200 200 9 0 1 2 3 4 ENERO 4 6 5 5 8 2 FEBRERO 3 5 2 3 4 5 MARZO 4 5 4 2 6 6 ABRIL 9 2 5 9 5 6 MAYO 2 6 9 3 6 8 JUNIO 4 8 3 3 8 6 JULIO 3 6 1 6 8 7 AGOSTO 5 4 4 7 8 6 SEPTIEMBR 3 7 5 3 4 7 E OCTUBRE 4 7 4 5 2 7 NOVIEMBRE8 2 3 4 9 4 DICIEMBRE 5 5 5 4 3 8 TOTAL 54 63 50 54 71 72

de su pareja o 20052006 6 7 4 3 4 6 5 6

10 4 9 5

5 5 7 3 61

28

Fuente: a partir de noticias de prensa y datos del ministerio del interior, datos permanentemente actualizados. (1) Se incluyen aquellos casos en los que el agresor es el cónyuge, excónyuge, compañero sentimental, excompañero sentimental, novio o exnovio

14:03 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog 13 mayo UNA DE TANTAS INJUSTICIAS EN ESPERA....

Este apartado es nuevo y con el me quiero solidarizar con esta madre, como ella hay muchísima gente en la actualidad, gracias a las lagunas de la jurisprudencia española y el mal hacer de los politicos y juristas. Poco a poco iré metiendo cosillas, siempre con el permiso de la madre, para haceros participes de esta historia. Yo soy una madre separada desde el año 1997, mi hijo contaba con tan solo 2 años y pocos meses. Desde mi separación, lo primero que me planteé en como hacer para que las relación padre-hijo fueran de lo más enriquecedora y con unas visitas de casi día a día; pues siempre he pensado que los hijos deben tenernos a ambos, tanto para su formación, crecimiento, etc. Pese a que mi relación con mi ex no era nada agradable, yo siempre he evitado que eso influenciara a mi hijo, situación que mi ex siempre aprovechaba para sacar mejor tajada. Que equivocada y que horror cuando descubrí las terribles vejaciones que sufría el niño, cada vez que le tocaba las visitas con su padre... Por todo esto y dado la indefensión de mi hijo, se publica todo esta historia, para pedir el apoyo de todos los que se sientan solidarizados con mi hijo y conmigo. "Como verán, todo lo que aquí se expone, está apoyado por documentos. Todo los documentos aquí expuesto, están debidamente protegidos; se ha procedido a borrar cualquier dato que pueda identificar a las personas implicadas en este relato y sobre todo, para salvaguardar la identidad del menor". Para cualquier ser humano que haya leído todo esto, con cada una de las documentaciones que he publicado, se preguntarán una y mil

veces ¿cómo es posible que con tantas evidencias aportadas no se haya investigado el caso de este niño? y para más INRI actualmente está todo "archivado" por lo cual este niño está totalmente indefenso y existe un desamparo total por parte de la justicia. Por todo eso, mi ex marido tiene toda la libertad para llevarse al niño y seguir en manos de un "presunto"... lo que sea... Es obvio mi impotencia; pero seguiré luchando contra todos los obstáculos y amenazas... y si he llegado ha salir en los medios de comunicación, fue porque el mundo tiene derecho a saber sobre casos como este, porque estamos en un país democrático y estoy en mi derecho de hacer eco de estas reiteradas irregularidades por llamarlo de alguna manera. Y pese a quien pese, yo seguiré con todo el coraje de una madre que tan solo se limita a proteger a su hijo. Lucharé hasta la saciedad, pero no permitiré más injusticia. No puedo seguir viendo como mi niño que ha sufrido en silencio (por todos sus terrores) Un niño que desde los 4 años ha sufrido una y otra vez reiteradas agresiones, vejaciones... nadie me hará callar y defender los derechos de mi hijo. Como tantas mujeres, me pregunto una y mil veces como pude seguir viviendo con un ser que llegó a forzarme y agredirme sexualmente. Pero sus lágrimas y sus argumentos "juro que no era consiente de lo que me pasó" "juro que pediré hora al psiquiatra" " juro que todo esto es porque estuve mucho tiempo destinado en la Prisión de Alicante y me ha dejado mentalmente desequilibrado" juro......juro...... y más lágrimas. Yo seguí con el, reconozco que le creí, estaba enamorada y ciega. Como tantas personas le cree inocente actualmente. Esa personalidad engañosa, cínica, calculadora, y a la vez esa gran simpatía que desprende.... ese perfil tan estudiado....Pero con el tiempo se que Dios pone cada cosa en su lugar y se descubrirá la verdad y pagará por todo el daño que nos ha ocasionado, tanto a su hijo, como a mi misma. Ese día jamás lo olvidaré, la forma en que me forzó pese a mis ruegos de que me dejara, el estaba como loco y no paró hasta verme desangrándome, el mismo me llevó al servicio de Urgencia del Hospital Materno de Ginecología. Los médicos sabían que había sido violada y me decían que denunciara, que no tuviera miedo, pero yo no abría la boca, estaba como en trance... se que muchas mujeres que han pasado lo mismo que yo, pueden comprender como nos sentimos... y hasta ese síndrome de culpabilidad....

Me llamo Juan Carlos y todo comenzó con apenas 4 añitos Mi hijo cuenta que su padre le dice que se tire de una "rampa" y que era mas divertido de cabeza... el niño se negaba y el padre le dijo que el lo recogería al llegar abajo... pero no lo hizo, por lo que mi hijo perdió una pieza dental y sufrió diversos golpes en la cara y cuerpo.

CON 4 AÑOS, Y YA COMIENZA SU MAS TERRIBLE PESADILLA El día 17 de diciembre de 1999, mi hijo como cada viernes se iba a

pasar el fin de semana con su padre, al día siguiente por la noche, le llamo para darle las buenas noches. Pero el niño casi no podía hablar, estaba desolado y lloraba con una angustia que me produjo una sensación muy extraña... el, entre el llanto me pedía una y otra vez que le "fuera a buscar, que quería estar en casa con mami" Yo intentaba tranquilizarlo, luego hable con su padre al cual le preguntaba que le ocurría al pequeño y este decía que nada... y no daba explicaciones. Le pedí que me trajera al niño. Cuando el pequeño llegó a casa, no quiso despedirse de su padre y huyó de el escondiéndose en una habitación, ya luego me senté a su lado y solo le dije "mami te quiere mucho y siempre está a tu lado" ... le abracé y mi hijo comenzó a llorar de nuevo, hasta que con mucho temor me dijo que tenía "una pupa en sus partes". Cuando le miro y veo una llaga en el pene, me fui directamente al Hospital Materno Infantil. Pues quiero mencionar que en ese mes de diciembre dos semanas antes, también cuando vino de pasar el fin de semana con su padre, tenía una inflamación en sus genitales y le dolía, yo llamé a su pediatra y este por teléfono me recetó una crema, diciendo que si al día siguiente le seguía doliendo entonces si lo llevara a la consulta, pero que estimaba que era una irritación sin mas precedentes. En el Hospital mandaron a llamar al pediatra del niño (estaba de guardia en su planta) y en el informe puso presunto malos tratos y que presentaba irritación del glande, irritación del prepucio... etc. Se remitió al Juzgado de guardia un parte informando de las lesiones del niño y agresiones sexuales.

Segunda denuncia que interpone el Hospital Materno Infantil. El niño después de volver de la casa de su padre, presentaba un golpe en el pene, por lo que tuve que llevarlo a los servicios de Urgencias. Según contó el niño, su padre le estaba duchando y este le propinó un puñetazo en el pene porque el niño le había mojado la cara. Debido a este traumatismo se remitió a los cirujanos, pues debido a la fimosis que ya tenía el niño con el golpe se le inflamó tanto sus partes que no podía ni hacer pis. Actualmente ya ha sido operado.

CONTINUARA.................

20:32 | Agregar un comentario | Leer comentarios (6) | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (1) |

Agregar al blog 12 mayo ESTADISTICAS

MUJERES MUERTAS POR VIOLENCIA DE GÉNERO. TOTALES MENSUALES. 1999-2006

ENERO FEBRERO MARZO ABRIL MAYO JUNIO JULIO AGOSTO SEPTIEMBRE OCTUBRE NOVIEMBRE DICIEMBRE TOTAL ACUMULADO

199 9 5 4 7 10 2 4 4 7 4 4 12 6

200 0 9 8 11 2 6 11 7 5 8 7 2 11

200 1 6 3 6 9 10 5 4 7 8 4 5 7

200 2 7 6 6 11 8 4 7 9 4 8 7 6

200 3 9 5 8 7 8 10 11 13 7 4 12 8

200 4 4 9 11 11 11 9 9 8 8 11 6 8

200 5 8 7 6 7 5 9 7 6 5 8 9 4

69

87

74

83

102 105 82

200 6 11 8 12 6

37

Fuente:http://www.mtas.es/mujer/mujeres/cifras/violencia/index.htm Datos permanentemente actualizados. Se incluyen aquellos casos en los que el agresor es el cónyuge, excónyuge, compañero sentimental, excompañero sentimental, novio o exnovio. También aquellos en los que existe una analogía evidente con los descritos, a pesar de no existir vinculo matrimonial. Por ejemplo, hija o madre de la compañera sentimental o novia, etc. Y por ultimo, también aquellos en los que la muerte se ha producido como consecuencia de una agresión de genero, a pesar de que no existía una relación afectiva estable entre el agresor y la victima (amigos o conocidos) o, simplemente, no exista ningún tipo de relación. MUJERES MUERTAS POR VIOLENCIA DE GÉNERO, SEGÚN RELACIÓN CON EL AGRESOR 199 200 200 200 200 200 200 200

PAREJA o EXPAREJA Conyuge Exconyuge Compañero Sentimental Excompañero Sentimental Novio Exnovio AMBITO FAMILIAR (Excepto pareja o expareja) (1) Hija Madre Otro Parentesco

9

0

1

2

3

4

5

6

54

63

50

54

71

72

61

30

30 2

31 4

25 2

24 2

31 4

34 5

21 3

12 3

13

13

16

19

18

14

11

7

3

3

1

3

9

6

6

2

3 3

8 4

2 4

4 2

6 3

8 5

13 7

2 4

3

11

18

13

11

16

12

7

0 3

5 5

3 9

0 6

2 5

3 4

1 6

1 3

0

1

6

7

4

9

5

3

9

4

11

16

14

6

1

4

2

5

4

4

2

1

87

74

83

102 106 81

39

3

1

1

0

0

SIN RELACION 10 FAMILIAR (2) Se desconoce si existe 2 relación TOTAL 69 VICTIMAS MASCULINAS (3)

4

5

2

FUENTE: http://www.mtas.es/mujer/mujeres/cifras/violencia/index.ht m NOTA: DATOS PERMANENTEMENTE ACTUALIZADOS. (1) SE INCLUYEN AQUELLOS CASOS EN LOS QUE EXISTE UNA ANALOGIA EVIDENTE CON LOS DESCRITOS, A PESAR DE NO EXISTIR VINCULO MATRIMONIAL. POR EJEMPLO, HIJA O MADRE DE LA COMPAÑERA SENTIMENTAL O NOVIA, ETC. (2) SE INCLUYEN AQUELLOS CASOS EN LOS QUE NO EXISTE UNA RELACION AFECTIBA ESTABLE ENTRE EL AGRESOR Y LA VICTIMA (AMIGOS O CONOCIDOS) O, SIMPLEMENTE, NO EXISTE NINGUN TIPO DE RELACION. (3) BAJO ESTE EPIGRAFE SE INCLUYEN LAS VICTIMAS MASCULINAS (NORMALMENTE HIJOS) QUE MUEREN EN RELACION CON

AGRESIONES A MUJERES, CON RESULTADO DE MUERTE.

DENUNCIAS POR MALOS TRATOS PRODUCIDOS POR LA PAREJA, SEGÚN RELACION CON EL/LA AUTOR/A MUJERES. DATOS ABSOLUTOS (DELITOS+FALTAS) TOTAL CONYUGE EXCONYUGE (*) COMPAÑERO SENTIMENTAL EXCOMPAÑERO SENTIMENTAL NOVIO/A EXNOVIO/A HOMBRES. DATOS ABSOLUTOS (DELITOS+FALTAS) CONYUGE EXCONYUGE (*) COMPAÑERO SENTIMENTAL EXCOMPAÑERO SENTIMENTAL NOVIO/A EXNOVIO/A TOTAL

2002 2003 2004 2005 2006 43.31 50.08 57.52 59.75 5.10 3 8 7 8 9 22.43 22.63 23.26 22.25 1.50 0 8 3 2 2 1.50 4.674 5.605 6.289 6.466 2 11.12 14.63 16.25 3.73 8.166 4 3 5 2 10.82 2.75 5.640 7.630 9.648 7 2 822 1.132 1.494 1.733 401 1.581 1.959 2.200 2.225 531 2002 2003 2004 2005 2006 3.800 3.526 3.288 3.100 665 1.906 1.531 1.947 2.730 589 1 1.249 1.376 1.688 1.946 455 1.245 1.597 2.037 2.664 617 127 264

146 310

157 401

216 44 424 98 11.08 2.46 8.216 8.861 9.518 0 8

( * ) Incluido Separado/a – Divorciado/a Nota: En el País Vasco y Cataluña sólo se incluyen datos en relación con las denuncias presentadas ante los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. Nota: Desde Enero del 2004, se incorporan nuevos tipos delictivos, a partir de las modificaciones legales aprobadas durante el año 2003. Así se añaden los delitos de “Mutilación Genital” y “Sustracción de Menores”, concediéndosela a al 173 que pasa a tipificarse como

“Malos Tratos habituales en el ámbito familiar”. Por último, el delito de “Coacción a la Prostitución” amplia su ámbito, al pasar a denominarse “Coacción/Lucro sobre la Prostitución”. Además, buena parte de las infracciones consideradas, hasta el momento como faltas, pasan a tipificarse como “Delitos" Fuente:http://www.mtas.es/mujer/mujeres/cifras/violencia/index.htm DENUNCIAS POR MALOS TRATOS PRODUCIDOS POR LA PAREJA O EXPAREJA (1), SEGÚN NACIONALIDAD Mujeres datos absolutos (Delitos + 2002 2003 2004 2005 2006 Faltas) 33.45 39.59 43.18 43.29 10.00 NACIONALES 2 5 6 4 4 10.49 14.34 14.46 EXTRANJERAS/OS 9.861 4.023 3 1 4 43.31 50.08 57.52 59.75 14.02 TOTAL 3 8 7 8 7 Hombres datos absolutos (Delitos + Faltas) NACIONALES 7.389 7.877 8.303 9.644 2.106 EXTRANJERAS/OS 827 984 1.215 1.436 362 11.08 TOTAL 8.216 8.861 9.518 2.468 0 (1) Se Incluyen todos aquellos casos en los que la autoría de la agresión corresponde a: cónyuge y excónyuge incluidos separado/a – divorciado/a, compañero/a sentimental, excompañero/a sentimental, novio/a. (2) En el país vasco y Cataluña sólo se incluyen datos en relación con las denuncias presentadas ante los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. (3) Desde enero del 2004, se incorporan nuevos tipos delictivos, a partir de las modificaciones legales aprobadas durante el año 2003. Así se añaden los delitos de “Mutilación genital” y “Sustracción de menores”. (4) Fuente:http://www.mtas.es/mujer/mujeres/cifras/violencia/index.h tm

13:03 | Agregar un comentario | Leer comentarios (1) | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) |

Agregar al blog 11 mayo EL ACOSO SEXUAL A LAS MUJERES

EL ITINERARIO DEL ACOSO SEXUAL El acoso sexual a las mujeres trabajadoras no es una situación aislada o agresión específica, sino que prevalecen de forma conjunta diferentes situaciones de acoso, circunstancia que se incrementa a medida que aumenta la intensidad del mismo. De hecho, la gran mayoría (98,9%) de las mujeres que en la actualidad padecen algún tipo de acoso en su puesto de trabajo (independientemente de que lo perciban como tal), están expuestas a conductas de compañeros que se podrían calificar de leves, algo menos de la mitad a las graves (25,5%) y un 12,2% a las muy graves. En este sentido, parece haber un itinerario in crescendo del acoso. Prueba de ello es que las conductas muy graves están fuertemente asociadas a otras menos agresivas: un 93,8% pasa por experiencias de acoso leve y un 75,0% de acoso grave. No obstante, hay dos trayectorias de acoso sexual: una para los casos leves, mucho más cortos, menos estudiados y previsibles, y otra para los casos graves y muy graves. La secuencia del acoso sexual grave es la siguiente: El acosador elige una víctima con un perfil bastante definido, basado sobre todo en la vulnerabilidad percibida. Se granjea su confianza: la apoya, le ayuda en aspectos relacionados con su puesto de trabajo y la llena de halagos. Se convierte en una especie de amigo- padre- protector. A partir de aquí empieza a comportarse como algo más que un compañero de trabajo/ jefe: aumento del número de llamadas – incluso fuera del horario laboral-, incremento de las visitas al lugar de trabajo de la víctima o los requerimientos para ser visitado en su despacho, etc. El resto de los trabajadores han percibido que existe una relación especial entre acosador y acosada, que encuadran más en una amistad o relación de privilegio que en una conducta de acoso, lo que ayuda al rechazo de los compañeros y al aislamiento de la víctima en el entorno del acosador. En este sentido, ella misma puede llegar a

sentirse como ‘la elegida’, lo que posteriormente incrementará las consecuencias negativas del acoso y los sentimientos de culpa. Empieza a hacer explícitas sus demandas, primero como evolución ‘natural’ de la relación, para pasar luego al chantaje, recordando a la víctima el apoyo y los favores que ha obtenido de él, y el agradecimiento que espera en compensación. Recurre a las amenazas sobre la pérdida de las prerrogativas que la trabajadora haya podido disfrutar ‘gracias a él’, e incluso sobre la pérdida de su puesto de trabajo. En muchas ocasiones, la trabajadora se ve privada efectivamente de dichas prerrogativas y sufre además la humillación delante de los compañeros. El acosador pasa al asalto con fuerza física. A la trabajadora le resulta muy difícil poner nombre a lo que le está sucediendo, y tarda mucho en asumir que está siendo acosada sexualmente, no sólo por la gravedad objetiva del acoso, sino por la sensación de traición y abandono proveniente de una persona por la que le llegó a sentir afecto –y en ocasiones incluso admiración-, así como por la pérdida de las prerrogativas que había disfrutado hasta ese momento. LAS REACCIONES DE LAS MUJERES TRABAJADORAS ANTE EL ACOSO SEXUAL Las reacciones de las mujeres que sufren algún tipo de acoso sexual varían notablemente en función de las situaciones padecidas. Para ilustrar esta afirmación, se han seleccionado seis diferentes situaciones de acoso, características de los distintos niveles de gravedad del mismo. Como se puede comprobar, las líneas de actuación varían en función del tipo de acoso, pudiendo afirmarse que a medida que se eleva la gravedad de la situación, se incrementa la búsqueda de soluciones, combinando diferentes estrategias de actuación. Así, en los casos de acoso leve prevalece la táctica de la inacción (especialmente en el caso de los piropos); en las situaciones de acoso grave, se empiezan a articular medidas más amplias entre las que destaca sobre el resto el evitar al acosador o enfrentarse al mismo; y en el acoso muy grave, se articulan y combinan todo tipo de acciones con el fin de reducir los efectos del acoso sexual sufrido. Un dato a destacar es la baja confianza que se tiene en la estructura empresarial como elemento de protección ante el acoso. De hecho, sólo en los casos muy graves se acude al jefe superior, si bien en niveles muy bajos (dos de cada diez mujeres que sufren abrazos no

deseados y una de cada diez que ha vivido acorralamientos). EL RESULTADO DE LAS ACTUACIONES DE LAS MUJERES QUE HAN SUFRIDO ACOSO SEXUAL En aquellos casos en los que las mujeres tomaron algún tipo de iniciativa ante el acoso sufrido, los resultados obtenidos no pueden considerarse satisfactorios. De hecho, y aunque afortunadamente, en un tercio de los casos cesó el acoso (31,8%), en un 35,8% sólo se ha aliviado sin llegar a desaparecer y todavía queda un importante grupo de mujeres que permanecen en la misma situación (15,7%) o incluso que padece incidentes más graves (3,9%). La respuesta más eficaz es “trasladar la queja a los jefes”: en casi 6 de cada diez casos que ha tomado esta iniciativa el acoso ha desaparecido. LAS REACCIONES DEL ENTORNO Existe un fondo ideológico que no sólo actúa como caldo de cultivo para que se produzcan este tipo de conductas, sino que de alguna manera lo justifica y ‘normaliza’, sobre todo en sus manifestaciones menos graves. • Esta legitimación ideológica se produce fundamentalmente a través de conductas sexistas, de las que las mujeres no son sólo víctimas, sino también partícipes, dado que han recibido la misma educación que los hombres. Esto implica también un mayor umbral de tolerancia en las víctimas, que desemboca incluso en un bajo nivel de concienciación. • Los ámbitos de socialización y de formación de patrones de conducta y los roles asociados a cada sexo, tales como la familia, la escuela o los medios de comunicación, pueden promover la ‘aceptación’ del acoso sexual como herramienta de relación entre las personas, al ser responsables en parte de la perpetuación de las conductas sexistas y agresivas en las que se inscribe el acoso sexual. Atendiendo a los datos de la encuesta, tres actitudes conviven en el mundo laboral. La mayoritaria es apoyar incondicionalmente a la víctima: el 40,6% de las mujeres que han vivido una situación de acoso en el último año tienen esa percepción. Sin embargo, frente a esta conducta solidaria, casi una tercera parte (el 30,7%) de los trabajadores y trabajadoras tienden a minimizar el problema e incluso un significativo 24% se pone frente a la mujer acosada, bien dándola la espalda o bien culpabilizándola.

LA SOCIALIZACIÓN DEL ACOSO SEXUAL Las mujeres que sufren acoso sexual en el entorno laboral tienden a afrontarlo en solitario, ocultar lo ocurrido y circunscribirlo a la esfera personal, aunque a medida en que aumenta la gravedad del mismo se incrementa la búsqueda del apoyo del entorno cercano. Prueba de ello es que sólo una cuarta parte (25,1%) de las trabajadoras que han vivido alguna situación de acoso sexual en el trabajo reconocen haber comentado esta situación con alguien de su entorno. Esta forma de proceder supone, por un lado, un agravamiento notablemente de la vivenciación del acoso por parte de la mujer trabajadora, que no dispone de ningún apoyo ni referente externo para sobrellevar la situación y tomar decisiones ajustadas sin la fuerza de la auto presión que sufren por la situación. Por otro, la presencia de una bolsa de trabajadoras que sufren acoso sexual en el trabajo, que permanece oculta, sin que sea detectada por la sociedad, con la consiguiente creación de un grupo de riesgo y marginación sobre el que no se puede llegar a actuar. Ante la pregunta de ¿quienes son los interlocutores?, las mujeres que han comentado con otras personas su situación de acoso sexual se han dirigido mayoritariamente a otras mujeres, como amigas (56,3%) y/o compañeras (46,7%). Con menos frecuencia lo han comunicado a otros hombres: amigos (25,7%) y/o compañeros de trabajo (16,1%). Deben destacarse dos aspectos: • La familia es el recurso menos utilizado por las mujeres, probablemente para evitar la pesadumbre que pudiese causarles. De hecho, es el grupo social al que menos acuden a comentar las situaciones de acoso: el 31,5% de las entrevistadas indican habérselo contado a alguien de su familia, principalmente a sus padres (madre: 23,2% y padre: 22,5%), frente al 64,5% que se lo cuenta a alguna de sus amistades y el 51,4% a personas relacionadas con su entorno laboral. • No aparecen los responsables o superiores jerárquicos de la empresa como sujetos a los que las trabajadoras que sufren acoso sexual comentan el problema: ninguna de las mujeres que han vivido en el último año alguna situación de acoso sexual en su trabajo se lo ha comentado a su superior jerárquico. Este proceder es una forma

indirecta por el que la mujer acosada transmite la opinión de las enormes dificultades para acudir a la propia empresa y en todo caso, de su falta de esperanza de que vaya a resolverse nada. LA RESPUESTA DEL ENTORNO Las recomendaciones que realizan las personas a las que se comenta la situación de acoso coinciden con lo que en realidad –como se ha visto anteriormente- declaran estas mujeres sobre su respuesta al acoso sexual. Los consejos que reciben son altamente conservadores y escasamente proclives a un enfrentamiento con la situación. De hecho, dos de cada tres consejos recibidos tienen un componente de evitación, frente a una tercera parte que recomienda adoptar acciones para solucionar el problema. Estos datos revelan la escasa confianza de las trabajadoras en la posibilidad de solucionar la situación de forma favorable para la mujer que sufre el acoso y que ponen de manifiesto que existen factores que frenan una adecuada repuesta de la propia mujer y de su entorno social cercano. De forma concreta, las principales recomendaciones son de pasividad: y evitación: “que se evite la persona” (43,9%), “que no se haga nada” (16,6%), o “que cambien de empleo/puesto” (8,7%). En sentido contrario, al 20,0% de las mujeres que han comentado la situación con personas de su entorno les han aconsejado que “se enfrenten al acosador” y el 12,9% “que pongan una denuncia”.

Un elemento que permite clarificar la posición de las diferentes tipologías de personas relacionadas con la mujer que sufre acoso es comprobar el tipo de recomendación que realizan. Así, mientras que el entorno laboral y las amistades son altamente proclives a aconsejar acciones de inacción ante el acoso, la familia se decanta por aconsejar que se actúe frente al acosador. LA RESPUESTA DE LA EMPRESA El papel que juega la empresa en la actualidad en la prevención y erradicación del acoso sexual es muy reducido, a tenor de las respuestas de las trabajadoras entrevistadas. La trabajadora acosada no encuentra apoyo en la entidad de la que depende económicamente y para su desarrollo profesional: únicamente un

escasísimo 8,3% de las mujeres que están sufriendo acoso consideran que la actuación de la empresa podría calificarse de adecuada. La actuación más habitual por parte de las empresas es inhibirse del problema, es decir, no hacer nada al respecto. El 49,8% de las trabajadoras que están sufriendo acoso en la actualidad perciben esta situación, que en nada ayuda a paliar su situación. La banalización de la situación (“lo ven normal”) o el intento de ocultamiento de la misma aparecen igualmente en el repertorio de las empresas ante el acoso sexual, si bien con una reducida incidencia. Un dato a señalar es que, en algún caso, la empresa ha decidido cambiar a la víctima de centro de trabajo, con el consiguiente perjuicio de la víctima. DIBUJO En el plano de las actuaciones positivas, y desgraciadamente dentro de su reducido número, las líneas de actuación más habituales son la de cambiar al acosador de centro de trabajo (con lo que se consigue trasladar también el problema, dado que el acosador no suele acosar a una sola trabajadora, porque se encapriche de ella, etc., sino que suele ser reincidente) (3,9%), despedirle o expedientarle. En algunos casos, la situación de acoso ha conllevado una toma de conciencia por parte de la empresa que la ha llevado a elaborar normas de actuación ante el acoso sexual. El discurso de los responsables de empresa ante el acoso sexual confirman los datos anteriores, complementando la falta de apoyo a las víctimas. De hecho, se emiten dos tipos de respuesta ante el acoso sexual: el ocultamiento/ la negación de que se esté produciendo un caso de este tipo, o bien la toma de partido por una de las partes, normalmente por el acosador, que puede desembocar incluso en el despido de la trabajadora afectada. • La tendencia generalizada de sus directivos es el ocultamiento, e incluso negarse a sí mismos que se esté produciendo un caso de acoso sexual. Cuando el acoso se hace evidente, la dirección intenta disuadir a la víctima de su intención de denunciar al supuesto acosador, a cambio de mejoras laborales. Además, puede hacer recaer sobre la víctima parte de la culpa, que suele ser trasladada de centro de trabajo (a veces sin que ella lo haya solicitado), o incluso despedida. • Se critica la escasa implicación de los Departamentos de Recursos Humanos de las empresas en torno al acoso sexual, así como la

resistencia de las mismas a tomar medidas contra el acosador y la renuencia de los empresarios a incluir el tema en la negociación de los Convenios Colectivos. • Desde la propia empresa se reconoce que no se sabe cómo actuar ante este problema, aunque también se deja traslucir el miedo a establecer cauces que permitirían que este tipo de casos dejaran de permanecer ocultos, salieran a la luz y repercutieran negativamente sobre la imagen de la empresa. EL ACOSADOR Previamente a la presentación del acosador, parece necesario recordar, como ya se ha visto y señalado anteriormente, que el contexto psicológico del acoso sexual está conformado por una relación de poder, ejercido por una de las partes, junto a una reacción de sumisión, por parte de la persona que lo sufre. Se trata de un modelo de relación que podría aplicarse a todo tipo de relaciones basadas en abusos de poder. En este sentido, desde una perspectiva feminista el acoso sexual se entiende más como un abuso de poder que como una conducta sexual, al que se asocia un valor instrumental de sometimiento de las mujeres, perpetuado a través de la relativa impunidad en la que se ejerce. Desde esta premisa, no existe un único perfil de acosador, aunque sí determinadas características laborales, ya que lo ejercen en mayor medida compañeros que superiores, y algunos patrones de comportamiento comunes, sobre todo en los casos graves y muy graves, tales como la tendencia al sexismo, la agresividad, la escasa empatía o el carácter dominante. Los datos de la encuesta ponen de manifiesto que el acoso sexual tiene un carácter fundamentalmente horizontal: • Del total de situaciones de acoso detectadas en el estudio (independientemente de que la mujer las haya percibido como acoso), en el 58,8% de los casos las han generado compañeros de trabajo, frente a un 20,6% que indican que fueron/son sus superiores directos. También puede provenir de fuera de la empresa a través de los clientes con los que se relaciona la mujer acosada (14,3%). GRAFICO DIBUJO Si se profundiza en las figuras que han acosado a las mujeres que declaran haber sufrido acoso sexual, nuevamente se refleja el papel

predominante de los propios compañeros de la víctima. Tres de cada cuatro mujeres que declaran haber sufrido acoso han sido acosadas por un compañero; un 27,7% por su superior jerárquico y un 23,6% por clientes. DIBUJO Un dato que destaca de los resultados anteriores es observar que, en algunos casos, en las situaciones de acoso que sufren las víctimas del mismo aparecen varias figuras de diferentes posiciones jerárquicas. De hecho, casi una cuarta parte del total de trabajadoras que reconocer que sufren acoso sexual en su trabajo, en su proceso de acoso intervienen varias personas de diferente rol profesional. Esta situación cabe interpretarla desde dos visiones: • Como un entorno laboral profundamente discriminatorio hacía la mujer trabajadora, que cuanto menos, justifica las conductas sexistas de los trabajadores hacia las empleadas del sexo contrario. • La existencia de un prototipo de mujer trabajadora que, por sus circunstancias personales, laborales o caracteriales constituyen un grupo de riesgo de sufrir acoso sexual. Igualmente resulta significativo comprobar que los superiores jerárquicos (y, en menor medida, los clientes) aumentan su protagonismo a medida que se eleva la gravedad (en los términos conceptualizados en este estudio) de las situaciones de acoso. De hecho, los superiores participan en aproximadamente la mitad de las situaciones de acoso grave y muy grave. DIBUJO En este sentido, se puede señalar que… * Los compañeros de la víctima suelen participar de manera más intensa en los chistes o bromas de contenido sexual, en los piropos, en pedir relaciones sin ejercer presión y en tocamientos y pellizcos; * Los superiores directos de la trabajadora que sufre acoso adquieren un mayor protagonismo en los abrazos y besos no deseados los tocamientos y pellizcos, los acorralamientos y, en menor medida, en realizar insinuaciones, tanto gestuales como verbales y en realizar acercamientos excesivos; * Los clientes muestran sus preferencias en realizar gestos y miradas insinuantes a la trabajadora acosada, así como pedir relaciones, si bien sin ejercer presión. Profundizando en el acosador, aunque puede existir el acosador

psicópata, la mayoría de las personas que ejercen acoso sexual no tienen por qué presentar ningún tipo de psicopatía ni responder a un perfil definido. Sin embargo, las entrevistas con expertos y profesionales y el análisis de las historias de vida de trabajadoras que han sufrido acoso sexual permiten establecer una aproximación a los dos perfiles tipo de acosador: el de la persona que ejerce un acoso leve y el de quien infringe acoso grave o muy grave. En los casos leves no existe un perfil definido, dado que ‘cualquiera’ puede incurrir en una conducta de acoso ambiental, muchas veces sin conciencia de ello. Sin embargo, sí se pueden establecer algunos indicios: suele tratarse de compañeros con el mismo nivel en el organigrama, o incluso inferior; presentan una conducta sexista en general, son inmaduros y se suelen enorgullecer de ‘sus conquistas’. Del discurso social se derivan dos caracterizaciones: el inseguro, retraído, dominado por su pareja, y el atractivo y prepotente, que se cree irresistible. En los casos graves y muy graves, el perfil de acosador es el siguiente: • Datos sociodemográficos: la edad no parece ser un elemento determinante, sí el estado civil, ya que suele tratarse de hombres casados (o con pareja estable) y con hijos, que utilizan como argumento el mal funcionamiento de su matrimonio. • Situación laboral: suele ocupar un cargo superior a la acosada (normalmente, mando intermedio) y cuenta con el respaldo incondicional de la dirección de la empresa, así como con una larga trayectoria laboral en la misma. Como jefe, presenta un carácter dominante y es calificado de déspota y abusador, ya que utiliza su poder para sus pretensiones personales y trata de manera incorrecta a sus subordinados. • Perfil psicosocial: se describe como una persona más fría que impulsiva o pasional, ocupando un papel secundario y calificado incluso de ‘perverso’ y ‘maquiavélico’. Como en el perfil de acosador moral, su auto percepción no se ajusta a la imagen que transmite, ya que desde fuera se percibe narcisista, endiosado, soberbio, arrogante, prepotente, manipulador. Además, se cree invulnerable. • Presenta cierto carácter infantil y caprichoso. No acepta un ‘no’ por respuesta y puede resultar vengativo si no consigue lo que pretende, llegando a ejercer sobre la víctima acoso laboral, aislamiento,

insultos y vejaciones. • Sexista y machista, en ningún caso considera a las mujeres como sus iguales, dado que su acercamiento a ellas se produce desde el embaucamiento, el abuso de poder y, finalmente, el chantaje. • Muestra escasa empatía hacia los demás, especialmente hacia las mujeres, ya que no las valora. Es consciente de estar infringiendo un daño a la otra persona, sabe que se trata de una conducta ilícita o reprochable, aunque no en todos los casos lo entienda exactamente como acoso sexual (puede que se niegue a admitirlo, a pesar de que la acosada haga patente su rechazo). • Se suele observar en ellos cierta tendencia al acoso. Es decir, no se trata de que se obsesionen con una trabajadora, de manera excepcional, sino que suele presentar una conducta repetitiva de menosprecio de género. LA INFLUENCIA DEL ACOSO SEXUAL EN EL CAMBIO DE TRABAJO El 8,5% de las trabajadoras entrevistadas reconoce haber sufrido algún tipo de acoso sexual en otros trabajos anteriores. Preguntadas acerca de que influencia tuvo el acoso sufrido para cambiar de empresa, más de la mitad de las mismas reconocen que la situación vivida fue un factor para dejar la empresa en la que trabajaba. DIBUJO Si bien es difícil extrapolar los datos a la situación actual, puede realizarse una aproximación y señalar que más de 40.000 mujeres se verán obligadas a cambiar próximamente de trabajo debido al acoso sexual que están padeciendo. En cuanto al origen del acoso y el tipo de situaciones vividas, aquellas conceptualizadas como muy graves conllevan en la mayor parte de las ocasiones el cambio de trabajo por parte de la mujer víctima del acoso, al igual que también se observa esta circunstancia en aquellos casos en que se produce una ruptura y el varón presiona a la víctima para seguir manteniendo dicha relación. Situaciones que más conllevan que las trabajadoras tengan que cambiar de empresa Realizar actos sexuales bajo presión de despido Asalto sexual con fuerza física Presiones para obtener favores sexuales a cambio de mejoras laborales o bajo amenaza de despido Presiones post-relación sentimental Buscar estar a solas/Acorralamientos

Las situaciones anteriores son las que más generan movilidad, pero no debe perderse de vista que, situaciones socialmente inocuas como los chistes sexistas o los piropos probablemente influirán en que más de 20.000 mujeres se vean obligadas a buscar un nuevo empleo. LAS REPERCUSIONES FÍSICAS Y PSICOLÓGICAS En un plano físico y psicológico, en torno a una quinta parte (21,2%) de las trabajadoras que sufren o han sufrido acoso sexual reconocen que el mismo les ha supuesto padecer algún tipo de trastorno físico y/o psicológico, a consecuencia de las agresiones sufridas. DIBUJO Entre los aspectos psicológicos se pueden citar todos aquellos que afectan al bienestar mental de las trabajadoras y su rendimiento laboral: como la apatía y desgana (10,5%), la baja autoestima (8,2%) y otros síntomas relacionados con el sueño como las pesadillas (7,5%) o el insomnio (7,6%). Otros síntomas, son somatizaciones reflejo de sentimientos profundos de ansiedad y miedo de difícil control. Las palpitaciones (10,4%) junto con las dificultades para respirar (6,5%) o el aumento de enfermedades en general (7,2%) son ejemplos de graves consecuencias del acoso sexual. EL APOYO SANITARIO En relación con los problemas físicos y psicológicos, y en coherencia con otros resultados de este estudio, la mujer que es acosada y reconoce que ha tenido algún tipo de padecimiento físico o psicológico, no suele acudir a la atención médica para solucionar sus problemas. Solamente un… … 24,2% afirma que acudió a un centro médico. … 5,8% ha precisado ayuda psicológica Cabe destacar que más de las dos terceras partes de las mujeres que acudieron a un centro médico recibieron la baja laboral. Este resultado es importante de considerar dado que, a lo largo de otras fases del estudio, aparece como una reivindicación por parte de las asociaciones y expertos que trabajan en este tema la consideración del acoso sexual como una enfermedad laboral.

De hecho, el discurso de los profesionales y expertos enfatizan en esta línea de actuación. Los argumentos son claros: • El acoso sexual en el ámbito laboral viene siendo tipificado por la Unión Europea como riesgo emergente en la seguridad y salud en el trabajo desde el año 2.000. Sin embargo, la consideración de los problemas de salud derivados del acoso sexual como accidente de trabajo constituye, en estos momentos, una asignatura pendiente, al igual que otras patologías que afectan en mayor medida a las trabajadoras. • La tipificación como riesgo laboral de los problemas derivados del acoso sexual ayudaría a rebajar la actual inseguridad jurídica y reduciría el margen de la actuación discrecional del juez. • Dicha consideración permitirá, además, que las bajas médicas provocadas por el acoso sexual sufrido por la trabajadora no sean consideradas, como hasta ahora, bajas por enfermedad común, sino por accidente de trabajo, lo que tendrá consecuencias positivas para la víctima, especialmente desde el punto de vista económico. En este sentido, la situación actual se encuentra lejos de ser la óptima en la respuesta a esta problemática. De hecho, sólo…. … un 2,9% de las mujeres que declaran haber sido víctimas de acoso sexual en el trabajo en el último año reciben la baja médica por esta causa; … un 16,7% de las que reconocen haber tenido síntomas físicos y/o psicológicos reciben la baja médica. EL PAPEL DE LAS INSTITUCIONES El papel actual de las instituciones ante el acoso sexual en el trabajo es meramente testimonial, ya que tan sólo el 1,6% de las mujeres acosadas acuden a algún organismo institucional para exponer lo ocurrido y las políticas de actuación en torno a las víctimas resultan insuficientes. De ese porcentaje mínimo, las vías más utilizadas son los sindicatos. DIBUJO A pesar de esta realidad, la actuación de las Instituciones se revela crucial en el esfuerzo por atajar la expansión del acoso sexual a las mujeres en el ámbito laboral y paliar los daños que produce.

■ Las Organizaciones Sindicales y las Asociaciones de Mujeres inciden de forma determinante en los ámbitos jurídicos y social: investigación social; protocolos de actuación/ guías de buenas prácticas; lucha por la inclusión explícita del acoso sexual en los Convenios Colectivos; cursos/ talleres de formación a trabajadores/ as; concentraciones de denuncia y concienciación social; asesoramiento jurídico y actuación como parte coadyuvante en las demandas de las víctimas de acoso sexual; atención psicológica. ■ Las instituciones sanitarias tienen una gran responsabilidad, tanto en relación con la atención primaria (diagnóstico, elaboración de un informe donde aparezcan claramente las causas de lo síntomas que presenta la víctima, derivación a especialistas, etc.), como en el tratamiento especializado de psicólogos y psiquiatras. ■ El/ la psicólogo/ a resulta imprescindible para la restitución de la salud mental de la víctima, en lo referente a la elaboración de la experiencia traumática vivenciada y en la superación de las consecuencias psicológicas secundarias al acoso. La intervención psicológica puede ofrecer a las víctimas la oportunidad de asumir una historia vital que aparece jalonada de experiencias que han dificultado un desarrollo adecuado. Este trabajo va a permitir a la mujer acosada desarrollar una estructura emocional sólida, no dependiente de afectos externos, y capaz de evitar situaciones futuras similares o, en su caso, afrontarlas convenientemente. ■ El/ la trabajador/ a social va a constituir otra de las figuras fundamentales en la atención a la mujer acosada sexualmente, tanto en lo que se refiere a la gestión de los recursos sociales y asistenciales disponibles para ella, como en las labores de acompañamiento de la víctima y seguimiento del proceso desde una perspectiva global. ORIENTACIONES Y RECOMENDACIONES A raíz de los resultados del estudio, el equipo investigador propone una serie de posibles actuaciones enfocadas en siete grandes líneas: LÍNEA 1: POLÍTICAS DE ACTUACIÓN Y ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN El primer paso es diseñar y desarrollar un programa global de prevención del acoso sexual, en el que participen todas las organizaciones implicadas en el tema (Ministerio de Trabajo y/ o Instituto de la Mujer, Ministerio de Sanidad, Ministerio de Educación, Ministerio del Interior, Organizaciones Sindicales, Organizaciones Empresariales, Asociaciones). • Un programa multidisciplinar que abarque todas las perspectivas

desde las que se puede abordar el acoso sexual. • Que parta de la identificación de los elementos que intervienen en este tipo de procesos, y en cuyo marco se establezcan pautas y directrices institucionales para propiciar un entorno laboral seguro e incidir en la conducta del acosador. • Para ello es necesario realizar estudios sociológicos que abarquen todo el contexto en el que se desarrolla el acoso, desde una perspectiva amplia y profunda. LÍNEA 2: ACCIONES DE SENSIBILIZACIÓN SOCIAL Establecer medidas destinadas a la sensibilización social de la existencia y alcance de la problemática en torno al acoso sexual en el ámbito laboral. Para ello se propone: Realización de Campañas monográficas de Sensibilización de carácter institucional que se podrían canalizar a través de los Colegios Profesionales, las Asociaciones y las Organizaciones Sindicales. Concienciación de los agentes sociales: sindicatos, patronal,... Sensibilización de las empresas. Sensibilización de los trabajadores/ as. Utilización de soportes y medios, tales como colocar carteles en empresas, etc. Presentaciones públicas y publicación del presente estudio. 19:46 | Agregar un comentario | Leer comentarios (2) | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog 01 mayo SENTENCIA POR ACOSO LABORAL AQUI OS DEJO LA SENTENCIA DE MI CASO PARTICULAR, LUEGO LA EXPLICARE DETALLADAMENTE, Y OS EXPLICARE TODAS LAS LAGUNAS, MENTIRAS Y COSAS QUE SE OMITEN EN LA MISMA

STA. N° 117 N° AUTOS: DEMANDA 898 /2005 En la ciudad de ZARAGOZA a diez de marzo de dos mil seis. ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA D/ña. CESAR DE TOMAS FANJUL Magistrado-Juez del Juzgado de lo Social n° 2 del Juzgado y localidad o provincia ZARAGOZA tras haber visto los presentes autos sobre CANTIDAD entre partes, de una y como demandante D/ña. RAUL PINILLA AVILA, que comparece asistido de su Letrada Ana Matilde Martínez Sanz y de otra como demandado LEAR CORPORATION ASIENTOS S.L. comparece representado por el Letrado Arturo Acebal Martín, según consta en autos, MINISTERIO FISCAL, que no comparece a pesar de estar citado en forma. EN NOMBRE DEL REY Ha dictado la siguiente SENTENCIA ANTECEDENTES DE HECHO UNICO.-Presentada la demanda en fecha dos de diciembre de dos mil, cinco. correspondió su- conocimiento a este Juzgado de lo Social, --dándose traslado al demandado y citando a las partes para la celebración del correspondiente juicio oral, y en su caso previo acto de conciliación judicial en fecha 9 de marzo de 2006 en que tuvieron lugar las actuaciones, compareciendo las partes, que comparecen en el acto de juicio solicitando sentencia de acuerdo a sus intereses, practicándose las pruebas que fueron declaradas pertinentes y elevando finalmente a definitivas sus conclusiones. HECHOS PROBADOS PRIMERO.- El actor D. Raúl Pinilla Ávila presta servicios para la empresa Lear Corporation Asientos SL desde el 15-12-1994, con la categoría profesional de especialista en cadena y salario bruto anual por todos los conceptos de 15.803,84 euros. SEGUNDO. - El actor desempeñó sus funciones en la sección de

montaje de respaldo delantero, y posteriormente en la de montaje de respaldo y asiento trasero, siendo seleccionado en 1999 para ir a la nueva filial de la empresa en Italia, regresando posteriormente a España. Desde el año 2001 el actor ha venido desempeñando sus funciones en la Sección de Corte y Multiagujas, y concretamente en máquina de corte. Según apreciaba el actor el resto de compañeros de la máquina, según su opinión, trabajaban más lento introduciendo plantillas que no correspondían con el orden del pedido, al objeto de retrasar la producción, para hacer más horas extras, igualmente sus compañeros de máquina prolongaban las pausas en el trabajo mientras que el cumplía estrictamente las pausas de forma voluntaria, dicha situación le ocasionaba disgusto por la forma de trabajo que se efectuaba, manifestando dicha inquietud a la Presidenta del Comité de Empresa, sin que en ningún momento le manifestase la existencia de trato vejatorio alguno por parte de sus compañeros de máquina. La presidenta del Comité ante la inquietud manifestada por el actor se puso en contacto de forma verbal con el Responsable de Recursos Humanos de la empresa Sr. M.E, el cual tuvo tres conversaciones con el actor sobre finales del año 2003 y principios del 2004, en las cuales le manifestó el actor su disgusto con la forma de trabajar de sus compañeros, sin quejarse de trato vejatorio por parte de sus compañeros. Parece ser que no se enteraron del asunto o no se han querido enterar, el acoso laboral al que he sido sometido se debe a mis quejas por todos estos temas, pero principalmente y se le hace constar al juez, por no rotar en tres años, mientras que otros 19 compañeros si que lo hacían, al dejar constancia de este hecho en la empresa, es cuando se me empieza a excluir, vejar, insultar, chillar y amenazar haciéndome la vida imposible, ese es el único fin de la demanda. La presidenta del comité no se pone en contacto con el jefe de recursos humanos, sino al contrario, el jefe de recursos humanos estando al corriente de todo se pone en contacto con ella, preguntándole a Pilar si me podía llamar para hablar conmigo, vaya preguntita de todo un responsable de recursos humanos. Dice dicho responsable que nunca le hable del trato vejatorio al que estaba siendo sometido. ¿Qué va a decir el? Que si que sabia todo, hubieran perdido el juicio A mis acosadores y encubridores si que les dan opción a palabra, ¿Por qué no se me da opción a mí que soy el implicado? En esta primera conclusión de la sentencia hay muchísimas lagunas

¿¿¿¿¿¿¿????????? El actor causó baja médica por Trastorno Adaptativo Mixto con fecha 4-2-2004, causando alta el 13-4-2004, siendo destinado por la empresa al turno B, cuando antes desempeñaba su trabajo en el turno A, de manera que no estaba en compañía de sus anteriores compañeros de trabajo. El actor causó nueva baja médica del 28-62004 al 6-7-2004, siendo colocado a instancia del actor en el turno fijo de noche en otra sección, con reducción de jornada solicitada por guarda legal de menor. En el referido turno tenía compañeros de trabajo diferentes de los que había tenido en la máquina de corte. La empresa no me cambio de turno por iniciativa propia, fui yo quien lo pedí, debido a que no podía seguir de baja y perdiendo dinero día tras día, inocente de mi creía que cambiando de turno iba a cambiar la situación, pero no me quedaba otra salida estaba perdiendo dinero. Dice que no estaba en compañía de mis acosadores, mentira puesto que una fabrica a tres turnos, hay cambios de turno, la gente se ve a la entrada y a la salida y las risas continúan, eso sin contar el entramado acosador que continua estando en cualquier turno que este (primos, cuñados, hermanos, etc.) En 10 líneas resume toda mi demanda, excluyendo datos, pruebas, incluyendo a un testigo que afirmo todas las acusaciones echas por mi, y que por cierto no aparece ni su nombre en la sentencia. QUE RARO VERDAD. El actor causa nueva baja médica con fecha 7 de marzo de 2005 por presentar crisis de ansiedad, permaneciendo en situación de IT, siendo diagnosticado de Trastorno Adaptativo Mixto depresivo Ansioso reactivo a problemas laborales. El actor entregó a la Presidenta del Comité un escrito con fecha 26-32005, que está incorporado a las actuaciones en el folio 22, y cuyo contenido se da por literalmente reproducido, y que fue leído en la reunión de la Comisión Paritaria de fecha 5-5-2005, procediendo la empresa a mantener conversaciones con los diferentes compañeros del actor, para investigar si se había producido una situación de acoso. El actor considera que las veces que se paraba la tobera de la máquina de corte, o que se encargaba de llamar por el telefonillo, al tener un problema de tartamudez, o el hecho de no ayudarle en la tarea de recogida de material, suponía una burla o menosprecio hacia su persona, por parte de los compañeros de máquina de corte.

TERCERO.- Celebrado acto de conciliación resultó sin avenencia. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- Que en el presente procedimiento se insta la resolución del contrato de trabajo, al amparo de lo dispuesto en el Art. 50.1. c) del ET, basado en la existencia de una situación de acoso o "Mobbing", que el actor imputa a sus compañeros de trabajo. Como sostiene el TSJ de Aragón en sentencia de 30-6-2003 R. 2227: "El acoso moral (Mobbing) consiste en un agresión del empresario, o de alguno de sus empleados con el conocimiento y tolerancia de aquél, mediante hechos, órdenes o palabras, repetida y duradera en el tiempo, con el fin de desacreditar, desconsiderar y aislar al trabajador, que puede llegar incluso a deteriorar su salud, con objeto de conseguir un auto-abandono del trabajo, produciendo un daño progresivo y continuo a su dignidad. La resistencia del trabajador ante este ataque depende de su fortaleza psicológica y de su capacidad de sobreponerse a la adversidad. CONTINUARA....................

20:14 | Agregar un comentario | Leer comentarios (1) | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog 06 abril VIOLENCIA DE GÉNERO 1

AÑO 2004 VICTIM A 1 2 3 4 5

FECH EDA LOCALID NOMBRE Y APELLIDOS A D AD 01.01 Pilar Crevallentes 40 19.01 Matilde Agreda Moreno 81 04.02 Endurance 36 05.02 Mª Isabel Ferrer Segura 34 06.02 Laura Navarro 25

6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50

10.02 Dana Plugariu 26 Mª Belen Muro 16.02 34 Echegaray 23.02 Josefa F. L. 79 28.02 Verónica Caballero 27 20.03 S.S 24 20.03 Esmeralda Clavería 22 20.03 Rosa Bazán 46 23.03 Elena Bouzos 31 24.03 Ana López Ariza 37 25.03 Carmen C. U. 59 31.03 Encarnación Rubio 46 05.04 Margarita Pérez 53 09.04 M. A. T 76 27.04 Dolores García Ruiz 46 28.04 Irina P. 26 30.04 Jenny Lara Castillo 36 03.05 Melody L. 15 03.05 Silvia C. A. 31 06.05 Leonor Pérez 82 09.05 Isabel 60 16.05 Beatriz García 19 18.05 María del Carmen G. R. 40 18.05 Amelia Pallares 62 29.05 K. E. L. 24 31.05 Noelia S. O. 19 01.06 Carla R. M. 18 Casimira Martínez 10.06 63 Valero 10.06 Betty J. V. 42 23.06 Candelaria Segura 70 28.06 Josefa. A. F. 74 Ezequiela Mercedes 30.06 60 Galdeano 04.07 Josefa Alvarez Pajares 71 05.07 Ana Maria M. 15 05.07 F. G. N. 32 06.07 Manoli. M. C. 46 31.07 Julie Belvoir 34 31.07 Sandra Lorena Rendón 40 01.08 Mercedes Baeza Valero 39 01.08 Nadia L. D. 28 13.08 Ana Mª Suárez Pérez 42 19.08 Carmen Soria García 41 25.08 Agustina M. L. 52 30.08 Amalla P. L. 31 08.09 19 13.09 A. N. P 88

51 13.09 E. C. Z 35 52 17.09 T. H. A 40 53 17.09 27 54 05.10 María Teresa R. P. 55 55 05.10 Luz D. 41 56 08.10 Alfonsa Mohedano 35 57 14.10 49 58 22.10 María Teresa Otero 37 59 23.11 Sandra 17 60 23.11 Ana María 16 61 25.11 María Solernou 62 27.11 MV. L. L. 43 63 27.11 C. S. 60 64 28.11 Angeles G. B. 18 65 08.12 Mª del Carmen C. M. 33 66 12.12 82 67 12.12 María Victoria 54 68 14.12 Luisa I. R. 57 69 15.12 Alicia Rey Muiños 33 70 20.12 Simona E. 33 71 26.12 R. M. P. O. 31 72 26.12 E. T. T. 23 17:20 | Agregar un comentario | Enviar un mensaje | Vínculo permanente | Ver vínculos de referencia (0) | Agregar al blog | VIOLENCIA DE GÉNERO © 2008 Microsoft Privacida d Legal

Código de conducta Informar acerca de contenido inapropiado Seguridad Centro de ayuda Cuenta Comentarios

Related Documents