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Crisis de la deuda soberana en Grecia

Deuda pública de Grecia (línea azul) en comparación con la media de los Estados miembros de la Eurozona (línea verde), en % del PIB(1998-2012 y estimaciones hasta 2019).

La crisis de la deuda soberana en Grecia (también conocida como la depresión griega) se inició a fines de 2009 como una de las primeras cuatro crisis de deuda soberana en la zona euro ―conocida más adelante como la crisis de deuda europea—. Los factores desencadenantes de la crisis de la deuda soberana griega incluyen los efectos de la Gran Recesión, las debilidades estructurales de la economía griega, una creciente crisis bancaria y una crisis súbita en la confianza de los acreedores del país. El crecimiento de la deuda pública griega desde los años ochenta se debió al pago de tipos de interés muy altos a los acreedores, un excesivo gasto militar, pérdida de ingresos fiscales por flujos ilícitos de capital, la recapitalización estatal de los bancos privados y los desequilibrios internacionales creados por las fallas en el diseño de la eurozona. Los principales bancos privados europeos y los bancos griegos fueron expuestos a un aumento drástico de la deuda privada en Grecia, luego de la adopción del euro. La incertidumbre sobre la capacidad de Grecia para cumplir con sus obligaciones de deuda, se incrementó luego de revelarse que los datos sobre los niveles de deuda pública y déficit presupuestario se habían declarado de modo inexacto por el gobierno griego desde el año 2000 —antes de ingresar a la zona euro en 2001— con la complicidad del banco Goldman Sachs, que promovió transacciones swap para que el gobierno ocultara miles de millones de euros en deuda a las autoridades europeas.5 Esto llevó a una crisis de confianza, que generó el desplome de la Bolsa de Atenas y aumentó los diferenciales de rendimiento de los bonos y el costo del seguro de riesgo sobre los CDS, en comparación con los otros países de la eurozona, particularmente de Alemania. En abril de 2010, en medio de fuertes caídas de las principales bolsas europeas,7 una agencia de calificación de riesgo valoró la deuda soberana griega en el nivel de títulos especualtivos o «bono basura» —por debajo del grado de inversión y posibilidad alta de impago —, dejando al país sin acceso a los mercados para poder financiarse, y con la necesidad de recibir los créditos de sus socios del euro y el FMI. El gobierno de Grecia solicitó un «rescate financiero» y se convirtió en el primer país en la eurozona que recibió un plan de ayuda internacional, por un monto de 110 000 millones de euros, prestados por catorce estados miembros de la

eurozona representados por la Comisión Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional, que conforman la Troika. Desde mayo de 2010, el gobierno de Grecia ha estado implementando un «programa de ajuste macroeconómico», como condición sine qua non para acceder a la «asistencia financiera» de la Troika. El programa consiste en medidas que implican recortes en el gasto y el empleo del sector público, ampliación de la desregulación del sector privado, aumento de impuestos, privatizaciones y cambios estructurales. Este primer acuerdo de préstamo tenía el objetivo principal de rescatar a los bancos privados griegos y europeos, permitiéndoles reducir su exposición a los bonos del gobierno griego.

DESDE 2015 Para finales de junio de 2015, cinco años después del «primer rescate» y tres años después del «segundo rescate» de Grecia por las instituciones de la Troika, la incertidumbre económica generada por la paralización de los acuerdos de negociación para un nuevo «programa de rescate» podría haber derivado en una salida de Grecia del euro, situación conocida como Grexit.11 En estas circunstancias, el entonces primer ministro griego Alexis Tsipras anunció la aplicación de un corralito bancario y otras medidas de control de capitales para evitar el pánico bancario o retirada masiva de depósitos, y propuso un referéndum que fue aprobado el 27 de junio por el Parlamento Helénico.12 La consulta se realizó el 5 de julio de 2015, dando como resultado un rotundo rechazo popular a las condiciones del rescate propuesto por la Comisión Europea, el FMI y el BCE. Luego del referéndum, el Gobierno griego solicitó el tercer rescate al Mecanismo Europeo de Estabilidad y presentó una propuesta de reformas tributarias y ajustes al gasto gubernamental, que fue aprobado el 11 de julio de 2015 en el Parlamento Helénico.12 El 13 de julio, los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro acordaron la puesta en marcha de la negociación del tercer rescate, recurriendo a la amenaza de una salida de Grecia del euro12 e imponiendo condiciones de recortes y reformas mucho más exigentes que las rechazadas en la consulta del 5 de julio.14 El primer paquete de reformas fue aprobado el 15 de julio en el parlamento griego, con el respaldo de la oposición y el voto en contra de varios diputados disidentes de SYRIZA, en medio de protestas en Atenas convocadas por los sindicatos.15 Crecimiento interanual del PIB en Grecia (respecto al año anterior)

El 16 de julio de 2015, el Eurogrupo da su visto bueno a la negociación del tercer rescate a Grecia, un día después los países de la UE aprueban una financiación de urgencia de 7160

millones a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera y el primer ministro Tsipras hace cambios en su gabinete, destituyendo a los ministros y viceministros que votaron contra el rescate.17 El 22 de julio, el parlamento griego aprueba el segundo paquete de reformas, en cumplimiento de las condiciones que permitieron que el 28 de julio se iniciara la negociación del tercer rescate entre Grecia y sus acreedores. El 11 de agosto de 2015 en Atenas, el Gobierno griego y las instituciones acreedoras (FMI, Comisión Europea, BCE y Mecanismo de Estabilidad) alcanzaron un acuerdo técnico —con algunas reservas del ministerio de finanzas de Alemania— sobre el «plan de rescate» y el paquete de acciones que Grecia deberá cumplir a cambio de recibir el primer desembolso,18 que fueron aprobados tres días después en el Parlamento Helénico, con los votos de dos tercios de los legisladores de SYRIZA, de su socio de gobierno ANEL y de tres partidos de la oposición.19 El 14 de agosto, en una reunión del Eurogrupo fue autorizado el «tercer rescate» de Grecia, lo que supone un nuevo programa de asistencia financiera de hasta 86 000 millones de euros y tres años de duración, para evitar la quiebra del país y la salida del euro o Grexit.20 El Memorando de Entendimiento (MoU, por sus siglas en inglés) del nuevo «programa de rescate» incluye la creación de un fondo de privatizaciones de 50 mil millones de euros, así como la implementación de una variedad de reformas en recortes del gasto social, el mercado laboral y servicios públicos, con énfasis en educación, salud, pensiones, salarios, entre otros.

Causas Falsificación de los datos macroeconómicos Durante las dos legislaturas del Gobierno conservador de Kostas Karamanlís, se realizaron falsificaciones de los datos macroeconómicos de la contabilidad nacional.22 Tras las siguientes elecciones en el año 2009, el candidato socialista Yorgos Papandreu obtuvo mayoría absoluta en el Parlamento Helénico. Su gobierno sacó a la luz que el anterior partido estuvo falseando las cifras. El partido conservador aseguraba que el déficit griego era del 3,7 %. Posteriormente, el Gobierno de Papandreu demostró que el déficit real era del 12,7 %, una cifra alarmante. Dicha falsificación fue conseguida mediante el uso de derivados complejos, emitiendo la deuda en otras divisas diferentes al euro (como el yen).24 Como los países pertenecientes al euro no tienen obligación de reportar a Bruselas dichos derivados, nunca nadie pudo saber las cifras reales. El grupo de banca de inversión y valores Goldman Sachs estuvo involucrado en dicha falsificación y ayudó a esconder el déficit de las cuentas griegas.25 Concretamente, Mario Draghi ―actual presidente del Banco Central Europeo― era vicepresidente para Europa de Goldman Sachs, con cargo operativo, durante el período en que se practicó la ocultación del déficit.2627 En junio de 2011, Draghi tuvo que responder ante el Comité Económico del Parlamento Europeo por sus actividades en Goldman Sachs, en relación al ocultamiento en Grecia.

Desarrollo

Evolución de la deuda pública griega en comparación con la media de la Eurozona, entre 1999 y 2010.

En general se sostiene que la crisis de la deuda fue provocada por la turbulencia generada por la gran recesión, pero que la causa raíz para su erupción fue una combinación de debilidades estructurales en la economía griega junto con la preexistencia por más de una década de elevados niveles de deuda y déficits estructurales a niveles del PIB con respecto a las cuentas públicas griegas.293031 En octubre de 2009, el PASOK liderado por Yorgos Papandréu gana las elecciones legislativas anticipadas y el nuevo gobierno revisa al alza dos indicadores: el déficit público acumulado en 2009 pasa a ser de un 12,7 % y la deuda pública se eleva hasta el 113,4 % del PIB. El gobierno del socialdemócrata Papandréu contribuyó a presentar los elementos de una crisis bancaria como una crisis de la deuda soberana griega, haciendo hincapié en el aumento del déficit público y la deuda.4 A finales de 2009, los temores de impago de la deuda soberana se esparcieron entre los inversores que veían difícil la capacidad de que el Gobierno griego cumpliera con sus obligaciones de deuda, debido a un aumento considerable en niveles de deuda junto con la existencia continuada de déficits estructurales altos. Esto llevó a una crisis de confianza, indicada por un spread de los diferenciales de rendimiento de los bonos y el costo del seguro de riesgo de los swaps de incumplimiento crediticio en comparación a los otros países de la zona euro. El 8 de diciembre de 2009, la Bolsa de Atenas se desploma un 6 % y la prima de riesgo sobre los bonos a diez años emitidos por Grecia aumenta su diferencial con el bono alemán de referencia; la Comisión Europea llama la atención al Gobierno griego por la potencial repercusión de estos hechos en la eurozona, y el BCE insta al primer ministro Papandréu a tomar medidas. En enero de 2010, un informe de la Comisión Europea acusa a Grecia de «irregularidades sistemáticas» en el envío de datos fiscales a Bruselas. El gobierno de Papandréu presenta un programa de austeridad para reducir el déficit público del 12,7 % del PIB hasta el 2 % en 2013. En febrero, la Comisión Europea aprueba el plan de austeridad griego, pero le recomienda recortar los salarios, lo que genera una jornada de huelga convocada por los sindicatos. El 14 de febrero de 2010, se hace público que el banco Goldman Sachspromovió transacciones que permitieron al anterior Gobierno griego ocultar miles de millones de euros en deuda a las autoridades europeas. En marzo, el Gobierno griego aprueba nuevas medidas para ahorrar 4800 millones de euros, mediante recortes en el gasto público y aumento de impuestos, y se producen huelgas en el sector público. El 25 de marzo, los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona acuerdan el mecanismo para proceder, si fuera necesario, al rescate de Grecia. En abril de 2010, sumándose a las noticias adversas sobre el déficit y deuda registrados durante 2008 y 2009, los datos de las cuentas nacionales revelaron que la economía griega también había sido sacudida por tres recesiones distintas (tercer y cuarto trimestre de 2007, hasta el segundo trimestre de 2008, primer trimestre de 2009 y una tercera comenzando en el tercer trimestre de 2009), que conllevó a perspectivas para una nueva subida de la relación entre deuda y PIB del 109 % en 2008 al 146 % en 2010. Las agencias de calificación

crediticia respondieron rebajando la deuda del Gobierno griego a la calificación de «bono basura» —por debajo del grado de inversión—, ya que hallaron indicadores de un riesgo creciente de incumplimiento de las deudas del Gobierno. El rendimiento del bono del Gobierno respondió con un aumento a áreas insostenibles, haciendo inaccesible al mercado de préstamos de capital privado como una fuente de financiamiento para Grecia.

Primer programa de rescate

Protestas en Atenas en 2010 por los recortes sociales realizados por el Gobierno griego.

El 21 de abril de 2010 inician oficialmente las negociaciones entre el Gobierno griego, la Comisión Europea, el BCE y el FMI para el mecanismo de ayuda. Un día después, la Eurostat eleva el déficit público de Grecia en 2009 desde el 12,7 % del PIB al 13,6 %, al mismo tiempo que el euro cae a su nivel más bajo del último año. El 30 de abril, el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Trichet, convoca de urgencia una reunión en Bruselas para el 2 de mayo, con la finalidad de aprobar el paquete de ayudas.12 El 2 de mayo de 2010, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, más tarde apodados como la Troika, respondieron a la crisis con el lanzamiento de un préstamo de rescate de 110 000 millones de euros para sacar a Grecia del default soberano y cubrir sus necesidades financieras a lo largo de mayo de 2010 hasta junio de 2013, supeditada a la ejecución de medidas de austeridad, reformas estructurales y la privatización de activos del Gobierno. La reacción popular en contra del plan de austeridad generó ocho huelgas generales durante el año, con miles de manifestantes en las calles. El 14 julio de 2010, el Parlamento Helénico aprobó la reforma de las pensiones para los empleados públicos, que produce protestas de funcionarios.

Segundo programa de rescate Un año más tarde, el empeoramiento de la recesión, conjuntamente con la aplicación retrasada por el Gobierno griego de las condiciones acordadas en el programa de rescate, reveló la necesidad de que Grecia recibiera un segundo rescate valorado en 130 000 millones de euros —incluyendo un paquete de recapitalización de los bancos por valor de 48 000 millones de euros—, mientras que a todos los acreedores privados que tenían bonos del Gobierno griego se les solicitó que firmaran un acuerdo de aceptación de vencimientos largos, menores tasas de interés y una pérdida de valor nominal de 53,5 %. El segundo programa de rescate fue aprobado por el Eurogrupo el 21 de julio de 2011 pero con dificultades para concretarse,12 por ello fue finalmente ratificado por todas las partes en febrero de 2012, y consecuentemente extendió el primer programa, lo que significó el desembolso de un total de 240 000 millones de euros, que serían transferidos en tramos regulares durante el período que iba de mayo de 2010 hasta diciembre de 2014. Debido al continuo deterioro de la recesión y el retraso de la aplicación de las condiciones en el programa de rescate, en diciembre de 2012 la Troika acordó proporcionar a Grecia una última ronda de medidas significativas para el alivio de la deuda, mientras que el FMI amplió su

apoyo con un desembolso adicional de un préstamo por 8200 millones de euros a transferir durante el período de enero de 2015 a marzo de 2016. La cuarta revisión del programa de rescate reveló una leve mejoría en la economía griega.3738 Debido a un superávit primario de las cuentas del Gobierno tanto en 2013 y 2014 conjuntamente con una disminución de la tasa de desempleo y el retorno de un crecimiento económico positivo en 2014, por lo cual fue posible que el Gobierno griego recuperara el acceso al mercado de crédito privado por primera vez desde el estallido de la crisis de la deuda y pudiera realizar una venta de bonos a acreedores privados para financiar la totalidad del déficit para el 2014.

Gobierno liderado por SYRIZA

Alexis Tsipras, primer ministro y líder de SYRIZA, coalición de partidos de la izquierda radical griega

La leve mejoría económica resultó ser un espejismo y fue reemplazada por una nueva recesión —la cuarta desde el comienzo de la crisis— a partir del cuarto trimestre del año 2014, y se aduce como una de sus causas la prematura elección parlamentaria convocada por el Parlamento griego en diciembre de 2014 y la consiguiente formación de un Gobierno liderado por Syriza, cuya plataforma política se negaba a respetar los términos del rescate acordado. El aumento de la incertidumbre política por lo que sucedería después de la elección desencadenó que la Troika suspendiera toda la ayuda restante programada a Grecia bajo su esquema actual, hasta el momento en que el Gobierno griego hubiera aceptado las condiciones de pago condicional previamente negociadas o, alternativamente, se llegara a un acuerdo mutuamente aceptado con la actualización de algunos términos con sus acreedores públicos. Esta coyuntura provocó una renovada y cada vez más creciente crisis de liquidez, tanto para el Gobierno griego como para el sistema financiero griego, dando lugar a la caída de precios de las acciones en la Bolsa de Atenas, mientras que las tasas de interés para el Gobierno griego en el mercado de préstamos privado se disparó, por lo que una vez más este se hizo inaccesible como fuente de financiación alternativa. Después de la elección, el Eurogrupo concedió un período de cuatro meses de extensión técnica adicional al programa de rescate a Grecia; aceptando las condiciones de pago vinculados a que el último tramo del rescate seria renegociado con el nuevo Gobierno griego antes de finales de abril, para que la revisión y la última transferencia financiera pudiera ser completada antes de finales de junio de 2015.

Negociaciones sobre el rescate Ante la amenaza de cesación de pagos, lo que inevitablemente implicaría la aplicación de controles de capital para evitar un colapso del sector bancario, y podría suponer la salida de la zona euro debido a las crecientes restricciones de liquidez para realizar el pago continuado de pensiones públicas y salarios en euros,4849 algunos intentos finales para llegar a un acuerdo de rescate renegociado fueron realizados por el Gobierno griego en la primera50 y la segunda quincena de junio de 2015.51 De acuerdo a una declaración oficial del Eurogrupo, a excepción de Grecia, el Gobierno griego rompió unilateralmente las negociaciones que se llevaban a cabo sobre el programa de rescate con la Troika el 26 de junio,525354 descaminándose de un acuerdo previo de continuar negociando hasta alcanzar un mutuo compromiso aceptable que podía ser presentado al Eurogrupo en la tarde del 27 de junio.55 Pocas horas más tarde el primer ministro griego Alexis Tsipras, anunció en la televisión local la realización de un referéndumque se celebrará el 5 de julio de 2015 para aprobar o rechazar el resultado alcanzado de la negociación preliminar —la última contrapropuesta presentada y ofrecida por la Troika el 25 de junio— para un nuevo conjunto de términos actualizados que garanticen el cumplimiento del segundo acuerdo de rescate.56 El Gobierno griego señaló que haría campaña para el rechazo de las nuevas condiciones ofrecidas en dicho referéndum, mientras que cuatro partidos de la oposición (PASOK, To Potami, KIDISO y Nueva Democracia) objetaron la convocatoria para el referéndum propuesto porque sería inconstitucional, y abogaron a que el Parlamento o el presidente griego rechazara la propuesta de referéndum sobre estas causas.57 Mientras tanto, el Eurogrupo notificó que el segundo acuerdo de rescate existente técnicamente expirará el 30 de junio, según lo regulado por su «declaración de 20 de febrero», por lo que si no se actualizan los términos dentro de este plazo o se acuerdan nuevos términos de mutuo acuerdo, sería demasiado tarde para Grecia organizar un referéndum sobre términos actualizados cinco días después de su expiración.5355

Tercer programa de rescate En estas circunstancias, el primer ministro griego Alexis Tsipras anunció la aplicación de un corralito bancario y otras medidas de control de capitales para evitar el pánico bancarioo retirada masiva de depósitos. La convocatoria a referéndum fue aprobada el 27 de junio por el Parlamento Helénico.12 La consulta se realizó el 5 de julio de 2015, dando como resultado un rotundo rechazo popular a las condiciones del rescate propuesto por la Comisión Europea, el FMI y el BCE.13 Luego del referéndum, el Gobierno griego solicitó el tercer rescate al Mecanismo Europeo de Estabilidad y presentó una propuesta de reformas tributarias y ajustes al gasto gubernamental, que fue aprobado el 11 de julio de 2015 en el Parlamento Helénico.12 El 13 de julio, los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro acordaron la puesta en marcha de la negociación del tercer rescate, recurriendo a la amenaza de una salida de Grecia del euro12 e imponiendo condiciones de recortes y reformas mucho más exigentes que las rechazadas en la consulta del 5 de julio.14 El primer paquete de reformas fue aprobado el 15 de julio en el parlamento griego, con el respaldo de la oposición y el voto en contra de varios diputados disidentes de SYRIZA, en medio de protestas en Atenas convocadas por los sindicatos.15 El 16 de julio de 2015, el Eurogrupo da su visto bueno a la negociación del tercer rescate a Grecia, un día después los países de la UE aprueban una financiación de urgencia de 7160 millones a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera y el primer ministro Tsipras hace cambios en su gabinete, destituyendo a los ministros y viceministros que votaron contra el rescate.17 El 22 de julio, el parlamento griego aprueba el segundo paquete de reformas, en cumplimiento de las condiciones que permitieron que el 28 de julio se iniciara la negociación del tercer rescate entre Grecia y sus acreedores.12

El 11 de agosto de 2015 en Atenas, el Gobierno griego y las instituciones acreedoras (FMI, Comisión Europea, BCE y Mecanismo de Estabilidad) alcanzaron un acuerdo técnico —con algunas reservas del ministerio de finanzas de Alemania— sobre el plan de rescate y el paquete de acciones que Grecia deberá cumplir a cambio de recibir el primer desembolso,18 que fueron aprobados tres días después en el Parlamento Helénico, con los votos de dos tercios de los legisladores de SYRIZA, de su socio de gobierno ANEL y de tres partidos de la oposición.19 El 14 de agosto, en una reunión del Eurogrupo fue autorizado el tercer rescate de Grecia, lo que supone un nuevo programa de asistencia financiera de hasta 86 000 millones de euros y tres años de duración, para evitar la quiebra del país y la salida del euro o Grexit.20 El 20 de agosto de 2015 Tsipras renunció al cargo de primer ministro58 y convocó a nuevas elecciones para el 20 de septiembre de 2015. Una semana después Vasilikí Thanouasumió su cargo de forma interina. Los resultados de las elecciones significaron una nueva victoria para SYRIZA, lo cual permitió a Tsipras asumir nuevamente el cargo, formando gobierno nuevamente con el ANEL.59

Situación política de Grecia durante la crisis económica

El primer ministro griego Yorgos Papandreu y José Manuel Barroso en una reunión en Bruselas en 2010.

Yorgos Papandreu y su gabinete, tomaron medidas de ajuste fiscal. Las medidas más destacadas fueron la disminución salarial del funcionariado público (en total más de 600 000 trabajadores) en un 10 %, un recorte del 30 % del salario navideño y un aumento de la edad de jubilación desde los 61 a los 63 años. También el IVA fue aumentado entre un 0,5 % y un 2,0 % a productos seleccionados, así como el impuesto de hidrocarburos y el impuesto del tabaco y del alcohol.6061 Dada la dificultad de emisión de la deuda helena, el Gobierno decidió ascender la rentabilidad de los bonos hasta superar el 6 %. Dichas medidas no fueron muy bien recibidas por la población, y los sindicatos decidieron convocar una huelga general que tuvo lugar el 11 de febrero de 2010.[cita requerida] En abril de 2011 el Gobierno de Papandreu se comprometió a aplicar un nuevo plan de ajuste por valor de 23 000 millones de euros y a poner en marcha un plan de privatizaciones de

50 000 millones de euros adicionales.62 La exdiputada del PASOK y exatleta Sofía Sakorafa (Trikala, 1957) lideró el Comité por la Auditoría de la Deuda Pública.63 En septiembre de 2011, Grecia presiona para que la Unión Europea desembolse un segundo programa de rescate. El nuevo plan de ajuste asociado a este segundo rescate se da a conocer el 21 de septiembre de 2011 y se toman las siguientes medidas, 30 000 funcionarios son mandados a una "reserva" previa al despido o la jubilación, Los jubilados menores de 55 años perderán un 40 % del importe de sus pensiones, reducción de los salarios públicos en un 15 %, impuesto a la propiedad inmobiliaria (de 0,50 € a 16 € por metro cuadrado) y se obligará a pagar impuesto a las ganancias a quienes cobren más de 5000 € anuales (frente a los 8000 € anuales antes de la reforma)64

Crisis de Gobierno de 2011

100 mil personas protestan contra las medidas de austeridad en la plaza Síntagmaen Atenas (29 de mayo de 2011).

El 1 de noviembre de 2011 se cesa a la cúpula militar por temor a un Golpe de Estado.65 Además el 11 de noviembre tras la petición fallida del anuncio de un referendum sobre la refinanciación de la deuda griega, dimite Yorgos Papandreu y se pone en su lugar el tecnócrata Lukás Papadimos. El domingo 12 de febrero de 2012 se reunió el parlamento griego para aprobar el plan de ajuste que supondría un enorme recorte en los salarios públicos y en las cuentas del Estado para pagar la enorme deuda contraída. La decisión se tomó bajo una enorme presión ciudadana y extranjera. La negativa a aplicar el acuerdo implicaría la salida de Grecia del euro. Entre las medidas más polémicas se encontraban el ahorro del gasto público de 3300 millones de euros, reducir el salario mínimo un 22 % y el despido de 15 000 funcionarios. 66

Crisis política de mayo de 2012 Sumidos en la crisis y en negociaciones continuas con la Unión Europea para renegociar la deuda, los griegos acuden a votar un nuevo Gobierno. El resultado de las elecciones es que ningún partido obtiene los escaños suficientes para poder gobernar, y resulta imposible ningún pacto entre partidos, por lo que se convocan de nuevo elecciones para junio de 2012. Ante el temor de una posible salida del euro y una crisis bancaria los ciudadanos griegos empiezan a retirar su dinero de los bancos.67 Para mediados de mayo algunos medios económicos ya consideraban que la salida de Grecia del euro sería inmediata,68 un escenario que el economista Tyler Cowen ya había considerado como posible en septiembre de 2011.69 Pero hubo un fuerte rechazo político por parte de todos los países y líderes europeos, que no llegaron a plantear la salida del euro como una posibilidad, debido a que en ese momento las consecuencias de una salida del euro hubieran sido desastrosas para toda la zona euro.70

Elecciones griegas de junio de 2012 El 17 de junio de 2012 los griegos vuelven a ser convocados a las elecciones parlamentarias, ante la imposibilidad de formar un Gobierno. Son las elecciones griegas que más expectación han despertado en Europa debido a que el Gobierno que salga de las elecciones decidirá previsiblemente la nueva política económica de Grecia y, en caso de ser necesario, la salida del euro de Grecia lo que podría generar un efecto en cadena en toda la Unión.

Evolución de la situación económica hasta 2014 Según las cifras del gobierno griego, la economía se contrajo por primera vez en el último trimestre de 2008 y se ha ido reduciendo desde entonces. La recesión ha achicado el tamaño de la economía griega en alrededor de un cuarto, la mayor contracción de una economía avanzada desde la década de 1950. Entre 2008 y 2013, los primeros años de la crisis, los griegos se volvieron en promedio 40 % más pobres. En 2014, el ingreso disponible de los hogares se hundió por debajo de los niveles de 2003.

Elecciones griegas de 2015 y referéndum Tras las elecciones parlamentarias de Grecia de enero de 2015, las negociaciones entre el nuevo Gobierno griego y las instituciones económicas europeas e internacionales ante los siguientes vencimientos de pagos y la necesidad de nuevas ayudas a la economía griega llevaron a plantear en abril de 2015 la idea de una consulta. La propuesta fue planteada por el primer ministro Alexis Tsipras, siendo inmediatamente criticada por el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, entre otros.73 A pesar de ello, finalmente el Gobierno griego anunció el 27 de junio de 2015 la realización del referéndum, inicialmente previsto para principios de julio de 2015,74 y en el que se consultaría la decisión de aceptar o no la continuación del plan de rescate propuesto por la Cumbre de la Unión Europea, el BCE y el FMI, afirmando también Tsipras, el primer ministro griego, que haría campaña por el «NO».75 Ante el propuesto referéndum, algunas voces políticas griegas desde el PASOK, el partido To Potami y Nueva Democracia rechazaron la consulta, considerándola inconstitucional.76 También el KKE, por otros motivos, se mostró crítico con el anuncio.77 Poco después del anuncio de la consulta, los partidos Nueva Democracia y PASOKrespondieron preparando una moción de censura contra el Gobierno.78 En el ámbito internacional también produjo diversas reacciones, en general no muy positivas.79758081 Al día siguiente, 28 de junio, la convocatoria del referéndum fue aprobada por el parlamento griego, con los votos a favor de SYRIZA, ANEL y Amanecer Dorado,8283 anunciando el Gobierno griego a continuación un "corralito" bancario, incluyendo la puesta en marcha de un fuerte control de capitales, lo que obligó a los bancos a permanecer cerrados, mientras que el gobierno impuso límites a la retirada de efectivo en cajeros de 60 euros diarios por persona.84 85

El referéndum convocado se realizó el 5 de julio con una participación del 62,50%, dando como resultado un rotundo rechazo popular a las condiciones del rescate propuesto por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, luego que el 61,31% de los electores votaran por el «NO».13 Tras la celebración del referéndum, los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro acordaron la puesta en marcha de un tercer rescate para Grecia, que impone condiciones de recortes y reformas mucho más exigentes que las rechazadas en la consulta al pueblo griego.14

Ramificaciones internacionales

El 10 de mayo de 2010 frente a la inminente quiebra de Grecia la Unión Europea acordó dos medidas importantes; un plan de apoyo a Grecia consistiendo de préstamos bilaterales de los países de la zona-euro por valor de 80 000 millones de euros y otros 30 000 millones de préstamos del Fondo Monetario Internacional. Hasta finales de 2011 se había pagado 73 000 millones de euros bajo este concepto,86 la puesta en marcha del Mecanismo Europeo de Estabilidad con una capacidad de 750 000 millones de euros (60 000 millones del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera de la comisión europea, 440 000 millones de garantías de los estados miembros y 250 000 millones aportado por el Fondo Monetario Internacional). El plan de rescate otorgado estipulaba que en 2012 Grecia debía captar en los mercados la mitad de los recursos que necesitaba y el 100 % para 2013, pero la Unión Europea asumió que Grecia no estaría en condiciones de captar recursos en los mercados internacionales a inicios de 2012 y que por tanto habrá que llevar a cabo un segundo plan de austeridad.87

Posiciones de los países 

 

 

Alemania: La posición alemana ha sido ayudar a Grecia mediante «rescates» financieros que tendría que pagar a largo plazo. Para 2011 se dio inicio al segundo rescate, sin ver atisbo de mejora en la situación económica de Grecia. Alemania se ha mantenido siempre de acuerdo de mantener en el euro al país heleno, pero en 2012 esta confianza empezó a decaer hasta el punto de saltar el rumor que Angela Merkel habría intentado persuadir a Atenas de convocar un referéndum para votar si Grecia debía permanecer en el euro o irse. Austria: El Gobierno de Austria cree que declarar Grecia en quiebra puede ser mejor que pagar costosos rescates que arrastren a otras economías europeas. EE. UU.: El Gobierno estadounidense ha manifestado su preocupación ante la crisis griega e instando a encontrar una solución dentro de la Eurozona. En este sentido, fuentes señalan que Barack Obama llamó a Angela Merkel «... para instarle a que apoye una solución negociada que no suponga la salida del país heleno de la Eurozona». Así mismo, el secretario norteamericano del Tesoro, Jack Lew, instó a la directora del FMI, Christine Lagarde, y a los ministros de economía de Francia, Pierre Moscovici, y de Alemania, Wolfgang Schauble «una solución sostenible que sitúe a Atenas en el camino hacia las reformas y la recuperación dentro de la Eurozona».90 Finlandia: El Gobierno finés ha sido el primero en mostrarse reticente para seguir pagando rescates a otros países.[cita requerida] Francia: El Gobierno de François Hollande defiende la posición alemana, pero también estaría dispuesto a negociar la suspensión de pagos griega.91

Posible salida de la euro zona Generalmente, cuando un país tiene problemas económicos internos, suele llevar a cabo una devaluación de la moneda, pero en el caso de Grecia esto no era posible, pues pertenecía al euro. En varios medios de comunicación apareció información sobre un posible abandono de Grecia de la moneda única, y desde entonces se hizo referencia a esta hipótesis a través del acrónimo Grexit, palabra compuesta del inglés Greece (Grecia) y exit (salida). Una hipótesis que fue negada por activa y por pasiva por las autoridades griegas, europeas y el BCE. Volver al dracma permitiría a Atenas hacer devaluaciones competitivas para impulsar sus exportaciones que suponen el 10 % del PIB, pero el golpe a la credibilidad del área de la moneda única podría desintegrar el euro. Los mercados interpretarían que se trata de un proceso reversible del que se puede entrar y salir, sin embargo, para 2011 la Unión Monetaria Europea no preveía ningún mecanismo de abandono.

Frente a los efectos imprevisibles que tendría la eventual salida de Grecia de la unión monetaria europea, tanto la UE como el Gobierno de Antonis Samarás optaron desde el principio por la permanencia de Grecia dentro de dicha unión. El posible pánico financiero a una inestabilidad "contagiada" a España o Italia, podrían generar un costo mayor que el que se incurriría en sacar a Grecia de la eurozona. Es posible que los costes que enfrentarían países como Alemania, en el financiamiento de Grecia, son menores que el posible costo que afectaría a toda la eurozona por la salida de Grecia. Estas conjeturas sobre la salida de Grecia, hacen que muchos políticos sean partidarios de la permanencia del país en el "sistema euro". También la salida de Grecia supondría la suspensión de pago y un gran riesgo de quiebra de numerosas entidades financieras alemanas y francesas acreedoras de préstamos en Grecia, razón por la cual políticamente algunos conservadores se oponen a la salida de Grecia. El 3 de octubre de 2011 se reunieron en Bruselas los miembros del Eurogrupo y empezó a asumir como hipótesis de trabajo que Grecia podría no controlar el déficit a final de año. El control de déficit había sido el objetivo fijado hasta el momento por los países europeos para decidir si aumentar el plan de rescate.93

Consecuencias sociales de la crisis Las consecuencias sociales de la crisis de la deuda, además del debilitamiento democrático institucional y el aumento de la emigración económica, se tradujeron en un deterioro generalizado de los niveles de salud (empeoramiento de la atención sanitaria, aumento de los problemas psicosociales, incremento de los suicidios), disminución de la esperanza de vida, aumento de la corrupción y aumento de los niveles de violencia y delincuencia.949596 El 5 de abril de 2012, Dimitris Christoulas, un jubilado griego de 77 años que se encontraba acosado por las deudas se quitó la vida delante del Parlamento griego y dejó una nota de suicidio: Soy jubilado. No puedo vivir en estas condiciones. Me niego a buscar comida en la basura. Por eso he decidido poner fin a mi vida.

Para 2013, a raíz del derrumbe de los servicios públicos, los profesionales médicos griegos alertan de que un 10% de los niños del país padecen lo que denominan «inseguridad alimentaria» y de que el número de niños que acuden al colegio desnutridos va en aumento.98 Para finales de 2014, a causa de la austeridad y la recesión en Grecia, su tasa de desempleo del 26% es la más alta de toda la Unión Europea 99 y el 51,2% de los jóvenes entre 15 y 24 años están desempleados. Aproximadamente 2,5 millones de griegos viven por debajo del umbral de la pobreza —situación que afecta al 40% de los niños griegos y al 45% de los jubilados y pensionistas— y 3,8 millones de personas están en riesgo de caer por debajo de ese umbral.

1. ¿Cuál es la causa de la crisis griega? La base de la crisis griega es una deuda de aproximadamente 320.000 millones de euros (unos US$358.000 millones), que el país simplemente no está en condiciones de pagar. La explicación más simple para la misma es que durante muchos años el país estuvo gastando más dinero del que producía y financiando ese gasto a través de préstamos.

del sector público y los niveles de endeudamiento de Grecia están muy por encima de los límites Grecia ya hacía eso antes de adoptar el euro. Y la llegada de la moneda común en 2001 no cambió las cosas, como en teoría debía suceder.

El gasto público, por ejemplo, aumentó un 50% entre 1999 y 2007, mucho más que en otros países de la eurozona. Y sumado a problemas de corrupción y evasión fiscal, reconocidos por la propia Grecia, esto terminó provocando un déficit muy superior al 3% del PIB contemplado en las reglas de moneda común. Préstamos no declarados a la eurozona, por su parte, también llevaron a que la deuda excediera significativamente el 60% acordado como límite por los países de la eurozona: actualmente se estima en 177% del PIB.

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El problema, sin embargo, solo se volvió urgente cuando la crisis financiera global limitó el acceso griego al crédito, lo que motivó la intervención de los otros países de la eurozona temerosos del impacto de una cesación de pagos o default. Aunque, para muchos economistas, las medidas de austeridad impuestas como condición para financiar un rescate financiero terminaron agravando la situación.

2. ¿Qué se ha estado haciendo para salir de la crisis? El primer paquete de ayuda financiera a Grecia fue aprobado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional en mayo de 2010. En ese momento se pusieron a disposición del gobierno griego 110.000 millones de euros (unos US$120.000 millones) para que honrara sus compromisos con sus acreedores, en ese momento en su mayoría bancos privados de la región.

Pronto, sin embargo, se hizo evidente que ese monto no sería suficiente, por lo que un segundo rescate elevó la cifra total a 240.000 millones de euros. Y, en ambos casos, como condición para facilitar el dinero se identificaron una serie de medidas de austeridad. Estas han incluido drásticos recortes del gasto público, mayores impuestos y reformas al sistema de pensiones y el mercado laboral. Pero el actual gobierno griego, que llegó al poder a inicios de año con una plataforma anti-austeridad, estuvo intentadorenegociar algunas de esas condiciones de cara a un nuevo paquete de rescate financiero. En su momento esto puso en crisis las negociaciones, las que llegaron a interrumpirse momentáneamente. Pero en este momento Grecia parece dispuesta a aceptar la mayor parte de las condiciones de sus acreedores a cambio de unos 53.500 millones de euros adicionales y una reestructuración de su deuda original.

3. ¿Cuál ha sido el impacto de las medidas anticrisis? ¿Han funcionado? Para saber si las medidas asociadas al rescate financiero han funcionado, primero hay que ponerse de acuerdo sobre el principal objetivo del mismo. Si lo que se buscaba era proteger el euro, por ejemplo, entonces parecen estar funcionado. Aunque sólo sea por el momento.

sienten que las medidas impuestas a Grecia no tienen como principal consideración el futuro de sus ciudadanos, sino el del euro.

Efectivamente, los préstamos coordinados por el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo han ayudado a reducir el impacto de la crisis griega sobre la moneda común. Pero economistas de la talla de Paul Krugman y Joseph Stiglitz –ganadores del premio Nobel en 2008 y 2001, respectivamente– consideran que las medidas no han hecho nada por mejorar la situación o las perspectivas de Grecia. De hecho, se estima que la economía griega se ha reducido en un 25% desde el inicio de los programas de austeridad, lo que ha acentuado su dependencia en créditos externos. Y el impacto de las medidas sobre el pueblo griego ha sido brutal: su tasa de desempleo del 26% es la más alta de toda la Unión Europea y entre los jóvenes ya supera el 60%. Ya son millones los ciudadanos griegos que están viviendo bajo la línea de pobreza.

Esta situación fue, de hecho, lo que llevó al poder a Syriza, el partido que mejor supo recoger el descontento generado por las medidas de austeridad. Y fueron los intentos del actual gobierno de izquierda por renegociar las condiciones los que llevaron la crisis a lo que parece ser –con el perdón de la redundancia– su momento más crítico. O, al menos, a un momento de definición que podría tener importantes consecuencias para el futuro de la moneda común.

4. ¿Cuál es la situación actual? El escenario más temido al inicio de la crisis –una cesación de pagos– empezó a hacerse realidad el pasado 30 de junio por la noche, cuando Grecia no hizo efectivos 1.500 millones de euros (US$1.780 millones aproximadamente) adeudados al FMI. Grecia se convirtió así en el primer país desarrollado en entrar en mora con el FMI. Su impago ha sido el más grande en la historia del organismo multilateral, aunque técnicamente todavía no ha sido declarada en default. Y el mismo martes 30, también se venció el programa de ayuda financiera, luego de que el gobierno griego no aceptara la última serie de condiciones de la Troika por considerarla "humillante". Aunque ya antes el gobierno de Alexis Tsipras había anunciado que dejaría la decisión final en manos de la ciudadanía, para lo que convocó al referendo.

partidarios del "sí" aumentaron con la imposición de un corralito que limita lo que los griegos pueden sacar de los bancos.

La mayoría de los griegos –un 61% de los votantes– rechazó más medidas de austeridad. Pero para evitar una descapitalización mayor de sus bancos el gobierno tuvo que imponer un "corralito financiero" que limita los retiros bancarios a un máximo de 60 euros diarios. Y con el dinero a punto de acabarse, Grecia le terminó presentando a sus acreedores un nuevo plan de rescate que contempla la mayoría de las demandas rechazadas por la población. Dicho plan pasará este viernes al parlamento griego para su votación. El sábado será estudiado por los ministros de Economía de la eurozona y el domingo será sometido a la cumbre de la Unión Europea.

5. ¿Cuáles son los puntos más contenciosos? Originalmente, el gobierno griego solicitaba más tiempo para implementar la reforma del sistema de pensiones –una de las principales exigencias de sus acreedores– y pedía mantener excepciones para el cobro del IVA en sus islas, que son uno de los principales destinos turísticos del país. Pero en su contrapropuesta del jueves 9 de julio, Tsipras terminó aceptando la mayoría de las condiciones de sus acreedores. Aunque también pide más.

Así las cosas, el principal punto de contención en estos momentos parece ser la solicitud de reestructuración de la deuda hecha por Grecia. Y muchos países también han dado a entender que no confían en la voluntad política del actual gobierno para implementar las reformas que demandan Bruselas y Berlín. De hecho, para muchos las principales diferencias ya no son tanto técnicas sino políticas. Antes del referendo algunos acusaban a los principales líderes de la eurozona de querer botar al gobierno de Tsipras para evitar que su postura antiausteridad contagie a otros países del bloque. Y la voluntad para usar a Grecia como ejemplo para otros parece seguir dominando la negociación.

6. Y entonces, ¿sobre qué votaron los griegos? La pregunta sometida a referendo fue tremendamente específica, redactada en un lenguaje bastante técnico, no particularmente fácil de comprender.

"¿Debe ser aceptado el acuerdo propuesto, que fue presentado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en el Eurogrupo del 25.06.2015 y consiste de dos partes, las que constituyen su propuesta unificada?", se leía en la boleta, en la que luego se especificaban los títulos de los documentos en cuestión. Y luego se ofrecían dos simples opciones: Sí o No. Los puntos centrales de la propuesta ahora rechazada eran una ampliación de la base del IVA y una reducción drástica del número de personas que pueden optar a un retiro anticipado. Y los acreedores también demandaban más acciones para reducir la evasión fiscal y acabar con la corrupción. El gobierno griego, por su parte, sostenía que las demandas específicas de la troika además de poco efectivas eran humillantes y por lo tanto inaceptables. Y para ellos la cuestión era mucho más simple: si los griegos debían seguir padeciendo más medidas de austeridad o no.

Tsipras advirtió además que en caso de victoria del "Sí" respetaría la decisión de los griegos pero no se quedaría para implementar la propuesta del Eurogrupo. Y la victoria del "No" no impidió la renuncia del ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, quien dimitió para facilitar una nueva negociación. Por su parte, los líderes europeos, empezando por Merkel, insistían en que la pregunta era otra, aunque igualmente sencilla. Afirmaban que lo que los griegos debían decidir era si querían que su país siguiera siendo parte del euro o no.

7. ¿Es inevitable una salida del euro con la victoria del "No"? Las concesiones que Tsipras está dispuesto a hacer a pesar de su victoria son la mejor prueba de que el gobierno griego no quiere abandonar la eurozona. Aunque las negociaciones todavía podrían fracasar. Y, la verdad es que nadie sabe con certeza que pasaría en esa situación. No existe ningún precedente de retiro de la moneda común y el mismo vicepresidente del Banco Central Europeo, Vitor Constancio, dijo en abril pasado que no había ninguna ley que ordenara la expulsión de la eurozona en caso de default.

Y en su momento el gobierno griego insinuó que podría iniciar procesos legalesen caso de que los otros países de la eurozona intenten expulsarlo del club. Sin embargo, si no existe voluntad política para mantener a Grecia en el euro, lo que digan las actuales leyes y reglamentos de la Unión Europea podría no importar. Efectivamente, si el Banco Central Europeo decide detener completamente el crédito hacia Atenas, las autoridades griegas no tendrían más opción que empezar a imprimir su propia moneda para intentar mantener su economía funcionando. Y el "Grexit", como se ha dado en llamar a la salida de Grecia del euro, sería una realidad.

8. ¿Cuáles serían las consecuencias de una salida griega del euro? La UE ha estado trabajando duro para intentar aislar al euro y la eurozona de los problemas de Grecia y de una eventual salida de la moneda común.

Pero el mismo FMI advirtió que "los riesgos y vulnerabilidades aún no han desaparecido" y es difícil predecir el comportamiento de los mercados si el escenario más temido por todos se hace realidad. Una posibilidad es que los compradores de bonos de las naciones de la eurozona con más problemas empiecen a exigir pagos más altos para compensar los riesgos de su inversión. Eso afectaría negativamente a la moneda europea y aumentaría la inestabilidaden países con un peso mayor en la economía global. Y una Grecia insolvente implicaría importantes pérdidas de dinero para varios países europeos.

Además, también está el riesgo de un contagio político. Efectivamente, si la salida del euro se muestra como una opción viable –e incluso beneficiosa para Grecia– otras naciones podrían verse tentadas a seguir el ejemplo. Y eso podría poner en riesgo a la misma Unión Europea, que ha puesto a la moneda común en el centro de su proyecto de integración. La salida del euro podría además forzar la salida de Grecia de la UE. Pero, como sucede con muchos de los otros escenarios, todo dependerá de la voluntad política e imaginación que muestren los líderes europeos.

Grecia: casi una década de crisis explicada en 5 datos Grecia recibió ayer 15.000 millones de euros, la última parte de la ayuda concedida por sus acreedores de la zona euro para cubrir sus necesidades financieras. De esta manera salió del mayor rescate en la historia económica después de nueve años de austeridad impuesta por los acreedores, y aunque las instituciones europeas elogiaron el fin del programa como un éxito, el pueblo griego no encuentra aún razones para celebrar. Los números hablan por sí solos. 1

Recibió € 288.000 millones A Grecia le giraron casi 300.000 millones de euros desde 2010, una ayuda que provino del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, por medio de tres programas diferentes. Hasta el domingo, el desembolso ascendía a 273.000 millones de euros, a los que hay que agregar los 15.000 millones de euros que se pagaron ayer. Este último paquete de ayuda financiera del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE) prevé la asignación de 9.500 millones de euros a la reserva de la tesorería de Grecia y de 5500 millones de euros al servicio de deuda, según precisó el director del MEE, Klaus Regling, en un comunicado. Tras el desembolso, la reserva de la tesorería contará con unos 24.000 millones de euros, precisó Regling. “Esta suma cubriría alrededor de 22 meses de necesidades de financiación”, subrayó.

El monto que recibió Grecia ayer había sido aprobado por los ministros de Finanzas de la zona euro el 22 de junio. Crecería un 2% este año Se espera crecimiento para este año, mientras que para 2019 el pronóstico es de 2,4%.Los números son alentadores si se tiene en cuenta que hubo contracción de la economía en ocho de los últimos diez años. Como resultado del ajuste que el gobierno debió aplicar a cambio de los salvatajes, el Producto Bruto Interno se evaporó. En 2010, la economía griega tenía un valor de 260.000 millones de euros (alrededor de u$s300.000 millones). Según el Banco Mundial, el año pasado el PBI ascendió a 177.000 millones de euros (unos u$s 200.00 millones). De hecho, el primer año que se registró crecimiento fue en 2017. “El fin del programa de ayuda será una etapa importante para el país. Grecia deberá demostrar ahora a sus socios y a los mercados que se comprometió a no revertir las reformas realizadas y a continuar las políticas económicas y presupuestarias duraderas necesarias a largo plazo para convertirse en una economía robusta que genera crecimiento y empleos”, sostuvo el director del MEE, Klaus Regling. El nivel de desempleo es del 20% La situación del empleo sigue siendo delicada, ya que al ubicarse en 20% está muy lejos de llegar a niveles de una sola cifra, considerados más saludables para la economía. No obstante, el

desempleo había alcanzado niveles más altos: en 2013 llegó a un máximo de 27,5%. El primer ministro, Alexis Tsipras, que desde su llegada en enero de 2015 siempre ha gobernado en el marco de los planes de rescate financiero, indicó en junio que quería instaurar más “justicia social” a partir de ahora, pero Grecia todavía no es totalmente libre, dado que el gobierno ya tuvo que legislar por adelantado nuevas reformas para 2019 y 2020 y continuará bajo vigilancia varios años. Tsipras tiene previsto dirigirse hoy a la nación para señalar la recuperación de la soberanía fiscal y la capacidad de fijar sus propias políticas económicas. Los medios griegos se mofaron, dijeron que ofrecería su discurso desde Ítaca, la isla a la que Ulises regresó después de la guerra de Troya tras un viaje de 10 años relatado por el poeta Homero en “La Odisea”. Una deuda en 180% del PBI El nivel actual del endeudamiento sobre el PBI genera incertidumbre sobre si este nivel es sostenible en el largo plazo. De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo dudaba, y al no haber convencido a los demás países europeos de realmente reducirlo, el FMI se mantuvo al margen del tercer plan. Se pronostica que la deuda pública alcanzará su punto máximo este año en más del 188% del PBI antes de caer al 151% en 2023, el año en que Grecia debe realizar otra revisión y un posible alivio de la deuda.

El país cuenta ya con fondos para reembolsar sus préstamos hasta finales de 2022, de modo que puede permitirse elegir hasta entonces los momentos más favorables para solicitar los mercados de capitales. “Los rescates financieros han alcanzado su objetivo: restaurar el grado de confianza inversionista y el acceso al mercado”, dijo Mujtaba Rahman, director ejecutivo de Europa de Eurasia Group. “Grecia puede acceder a los mercados capitales y generar dinero por sí misma”, agregó. El riesgo es de 406 puntos Cedió la aversión al riesgo de los inversores. Los 406 puntos es el resultado de la comparación es de los bonos griegos contra los títulos alemanes, deuda considerada más segura o de refugio. En lo que va del año, este indicador equivalente al riesgo país, aumentó 37 unidades, pero si se toma el dato interanual, se verifica una caída de 114 puntos. El pico máximo fue cercano a los 3500 puntos, a principios de 2012, cuando la crisis griega ponía en duda la supervivencia del euro y la Unión Europea como bloque económico. Para la segunda mitad de 2015 hubo un nuevo pico, la prima de riesgo se acerco a los 2000 puntos, pero ya entrado el 2016 se normalizó por debajo de las 1000 unidades. El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, celebró vía Twitter: “Grecia cuenta ahora con un sólido colchón para facilitar su regreso a la financiación en los mercados”.

Restará ver cuánto entusiasmo tendrán los inversores por tomar deuda de un país que todavía no se levantó.

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