Hombre. Si eres valiente, y a la vez sensato, si a los que ven tu zapato, les tiembla hasta el diente. Si tu sangre hierve, al ver la injusticia, odias la avaricia, y sientes como un imberbe. Si tu temple es imperturbable, no tiemblas ni retrocedes, y siempre haces lo que debes, convirtiendo a tu convicción insaciable. Si al exponer tus ideales, el hormigueo invade tus piernas, de ideas firmes pero tiernas, que vas haciendo reales. Si tu voz es trueno para cobardes, y eres luz para el ignorante, si nada cambia tu semblante, te mantienes tranquilo como las tardes. Si tienes el pecho de valor inflado, y de honor estas colmado, si para alguien eres el más amado, y ese alguien recibe de tu calor. Si sientes tu ser trascender tu mortalidad, y lloras de emoción al sentirte completo, sintiendo que tu alma se sale de tu cuerpo, que eres más que un mortal, ¡Eres un hombre completo! Osvaldo Facundo Benítez Meabe