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Hígado, Vesícula y Vías Biliares, Páncreas y Bazo Los estudios radiológicos simples son poco útiles para demostrar la patología en estas vísceras, pero resultan de utilidad para demostrar cálculos biliares o visceromegalia.
Hígado y Vías Biliares El hígado se estudia por medio de Ultrasonido (US), Tomografía Computada (TAC), Medicina Nuclear (MN) y Resonancia Magnética (RM). El US permite la mayor de las veces demostrar procesos inflamatorios como el absceso hepático amibiano, tumores como el hepatocarcinoma y la cirrosis. La TAC y la RM dan información mucho más detallada de las lesiones; la MN tiene la ventaja de dar además datos del funcionamiento hepático. La vesícula biliar se estudia por medio de US para delimitar su tamaño, paredes y la presencia de cálculos. También puede ser útil en caso de tumores vesiculares. La colecistografía oral ha caído en desuso y puede estar únicamente indicada en casos poco frecuentes de litotripsia. Las vías biliares se evalúan por medio de US que permite demostrar su calibre y en casos de obstrucción, la causa que la produce. La MN también llamada centellografía es un procedimiento muy útil en enfermos con ictericia obstructiva y aun con niveles altos de bilirrubinemia puede dar información importante. En ocasiones es necesario realizar colangiografía percutánea o transduodenal; la colangiografía endovenosa ha caído en desuso. La TAC ha sido muy útil con los nuevos programas tridimensionales ya que por medio de reconstrucción es posible ver y delimitar las vías biliares.
Páncreas y Bazo
La medicina nuclear tiene gran utilidad en enfermos con ictericia obstructiva y da información importante aun en pacientes con hiperbilirrubinemia excesiva.
El estudio con US también en estas regiones es el indicado; los nuevos equipos de US con el Doppler color permiten estudiar la vascularidad, lo que es muy útil para la víscera hepática sobre todo en caso de cirrosis en que hay circulación colateral en las regiones vecinas al páncreas y al bazo.
Los estudios de elección para casos de sospecha de tumor pancreático son la TAC y la RM, siendo posible aun en etapas tempranas demostrar tumores pequeños. Las pancreatitis difícilmente se pueden ver por US debido a que con frecuencia hay interferencia de gran cantidad de gas intestinal y estos enfermos cursan con cuadros de abdomen agudo. Cuando se sospecha Esto no impide utilizar la TAC ni la RM. Estos dos procedimientos además tumor permiten estadificar los tumores de cualquier órgano que afectan con pancreático, mucha frecuencia el abdomen superior. TAC y RM son los estudios de elección INDICACIONES VARIAS puesto que pueden En trauma abdominal cerrado o abierto los enfermos deben ser estudiados detectar el por TAC o por RM, cuando por el dolor no es posible apoyar el transductor problema de US contra el abdomen y porque tales procedimientos ofrecen desde las información de mayor precisión. etapas tempranas. El US, la TAC y RM están indicados principalmente en niños en padecimientos congénitos como pueden ser la atresia de vías biliares o la enfermedad de Caroli. Por la gran cantidad de linfáticos vecinos al páncreas y al hígado así como el número importante de vasos sanguíneos, la enfermedad metastásica es común y los estudios de imagen descritos son esenciales para el diagnóstico.
No hay duda que el hígado, la vesícula biliar y las vías biliares, el páncreas y el bazo son estructuras para las que los estudios radiológicos convencionales no ofrecían información del todo confiable aunque sí era orientadora y valiosa. Los procedimientos actuales: ultrasonografía, tomografía computada, la resonancia magnética y la medicina nuclear, permiten no sólo la visualización de las estructu ras anatómicas sino un indudable grado mayor de precisión en las imágenes registradas.