Fuentes Sobre El Imperialismo.docx

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Fuentes sobre el IMPERIALISMO. Testimonio 1: P. Leroy-Beaulieu, La colonización en los tiempos modernos, 1874. "La colonización es la fuerza expansiva de un pueblo, es su potencia de reproducción, es su dilatación y su multiplicación a través del espacio, es la sumisión del universo o de una gran porte de él, a su lengua, a sus costumbres, a sus ideas y a sus leyes. Un pueblo que coloniza es un pueblo que pone los cimientos de su grandeza y de su supremacía futura (...). Desde el punto de vista moral e intelectual, este crecimiento del número de las fuerzas y de las inteligencias humanas modifica y diversifica la producción intelectual. ¿Quién puede negar que la literatura, las artes y las ciencias de una raza determinada al ser amplificados, adquieren un impulso que no se encuentra entre los pueblos de una naturaleza más pasiva y sedentaria? Desde cualquier punto de vista que se adopte, sea que nos contentemos con la consideración de la prosperidad, de la autoridad y de la influencia política, sea que nos elevemos a la contemplación de la grandeza intelectual, he aquí el enunciado de una verdad indiscutible: el pueblo que coloniza más es el primer y mejor pueblo, y sin no lo es hoy, lo será mañana." Testimonio 2 Un fuerte viento, acompañado de lluvia, nos había obligado a cerrar las portas, e incluso a cubrir los enrejados de ventilación, cuando el flujo y la fiebre se metió entre los negros. Durante el tiempo que estuvieron en este estado desafortunado yo bajaba con frecuencia entre ellos, tal como exigía mi profesión, pero al final el calor de sus apartamentos se hizo tan insoportable que no era posible permanecer allí más allá de unos minutos. Este calor excesivo ya no era la única cosa que hacía espantosa su situación. El puente, es decir, el piso de su cámara, estaba cubierto de la manera de olores pútridos y de sangre, consecuencia del flujo que los había afectado, que al entrar se podría haber pensado que se entraba en un matadero. No es posible que el espíritu humano imagine un cuadro tan horrible y tan repugnante como el estado en que estos seres miserables se encontraban entonces. Un gran número de esclavos había perdido el conocimiento; fueron llevados al segundo puente, donde varios murieron, y costó mucho trabajo hacer volver en sí a los otros. Y poco faltó para que no fuese yo a engrosar el número de las víctimas. Informe del cirujano Falconbridge en el que relata su experiencia a bordo de un barco negrero. En Ferro, M. (Dirs.)(2005). El libro negro del colonialismo. Siglos

XVI al XXI: del exterminio al arrepentimiento, p. 135. Madrid: La Esfera de los Libros. Testimonio 3 Los balineses querían morir. Nada podía detener su carrera hacia la muerte, ni los morteros, ni los fusiles infalibles de los mejores tiradores, ni el brusco silencio que sobrevenía cuando los holandeses dejaban de disparar. Centenares de ellos caían bajo las balas, otros cientos blandían sus kris y los hundían en sus propios pechos. Se los clavan por encima del omoplato, de modo que la punta alcanzase el corazón, según la antigua y santa costumbre. Tras los hombres llegaron las mujeres y los niños: muchachos, muchachas, con los cabellos adornados con flores, bebés en brazos de sus madres, viejas esclavas con pechos de adolescente y los cabellos blancos. Todas se adornaban con flores cuyo perfume se mezclaba con el humo, con el olor a pólvora y el aroma dulzón de la sangre y de la muerte que no tardó en difundirse por el lugar. Un holandés relata la manera en el que los habitantes de una aldea balinesa se suicidaban para no morir a manos del enemigo. En Ferro, M. (Dirs.) (2005). El libro negro del colonialismo. Siglos XVI al XXI: del exterminio al arrepentimiento, p. 297. Madrid: La Esfera de los Libros. Testimonio 4 Recientemente la atención del gobierno se ha visto atraída de manera particular por los abusos y los actos de opresión perpetrados por los europeos que se han establecido como propietarios de plantaciones de índigo en diferentes partes del país […]. Los delitos comprobados formalmente, cometidos por los plantadores identificados pueden ser calificados en los apartados siguientes: 1. Actos de violencia que, aunque no respondan a la definición legal de asesinato, han ocasionado la muerte de indígenas. 2. Detención ilegal de indígenas, especialmente sometidos a encarcelamiento, con el fin de recuperar sumas supuestamente adeudadas o por otras causas. 3. Formación de grupos de empleados de las añilerías y de gentes de fuera para realizar agresiones y enfrentamientos violentos entre plantadores. 4. Castigos corporales ilegales infringidos a cultivadores y otros indígenas. […] Tomará usted las disposiciones necesarias para verificar sin demora si los plantadores de índigo establecidos en su distrito han establecido cárceles en sus manufacturas y, si éste es el caso, exigirá usted su destrucción inmediata… Circular del gobierno general de Bengala a los recaudadores del distrito, 13 de julio de 1810. En Ferro, M. (Dirs.)(2005). El libro negro del colonialismo. Siglos XVI al XXI: del exterminio al arrepentimiento, p. 337. Madrid: La Esfera de los Libros.

Testimonio 5 5. Así pues, se habla de guerra con China. ¿Por qué? No se sabe. Los ministros en este momento, dudan, se preguntan si van a hacer que se mate gente allí. Hacer que se mate gente allí les da igual, lo único que los inquieta es el pretexto. China, nación oriental y razonable, trata de evitar estas matanzas matemáticas. Francia, nación occidental y bárbara, empuja a la guerra, la busca, la desea […].¡La guerra!... ¡Luchar!... ¡Masacrar hombres!... Y nosotros tenemos hoy, en nuestra época, con nuestra civilización, con la extensión de la ciencia y el grado de filosofía al que ha llegado el genio humano, escuelas en las que se enseña a matar, a matar desde muy lejos, con perfección, a mucha gente a la vez, a matar a unos pobres diablos de hombres inocentes, cargados de familia y sin registro de antecedentes penales. M. Jules Grévy perdona con obstinación asesinos más abominables, a los que cortan en trozos a mujeres, a los estranguladores de niños. Y he aquí que Jules Ferry, por un capricho diplomático que asombra a la nación, que asombra a los diputados, va a condenar a muerte, con ligereza, a varios miles de buenos chicos. Y lo más asombroso es que el pueblo entero no se levanta contra los gobiernos. ¿Qué diferencia hay, entonces, entre las monarquías y las repúblicas? Guy de Maupassant, escritor francés. En Ferro, M. (Dirs.) (2005). El libro negro del colonialismo. Siglos XVI al XXI: del exterminio al arrepentimiento, p. 415. Madrid: La Esfera de los Libros. Testimonio 6 Al pasar por las aldeas teníamos derecho a matar a todo el mundo y a saquearlo todo cuando los habitantes venían a someterse. De este modo no nos han faltado pollos ni cerdos… Nos vamos por la tarde, hacia las diez o las once, vamos a las aldeas y sorprendemos a los habitantes en la cama. Matamos todo lo que hay, hombres, mujeres, niños, a culatazos o a bayonetazos, es una verdadera matanza. Testimonio de un expedicionario francés en Tonkín. En Ferro, M. (Dirs.) (2005). El libro negro del colonialismo. Siglos XVI al XXI: del exterminio al arrepentimiento, p. 417. Madrid: La Esfera de los Libros. Testimonio 7 3. Corrección con golpes de vara dados por M.V. a tres mujeres, una de ellas embarazada, y a un coolíe. El 25 de marzo, hacia el final del día, en una obra situada a unos dos kilómetros y medio de la aldea de Dong, el agua, que llevaba en unas latas un coolíe encargado de proveer de agua potable a los trabajadores durante el trabajo, se había acabado, y algunos de los trabajadores, sedientos, abandonaros sus tareas para ir a beber. Los encontró por el camino M.V. (…) Tras una breve investigación, dejó libres a los que habían tenido permiso para ir a

beber y retuvo a tres mujeres. Nguyen Thi Tuong, de 21 años de edad (…), Nguyen Thi Lien, viuda de 30 años embarazada de seis meses; Nguyen Thi Nhon, de 36 años, madre de tres hijos… M.V. les indicó que se tumbaran en el suelo, lo que hicieron las cuatro. Con una caña, gruesa como el pulgar y cuya empuñadura estaba rodeada de hilo telegráfico, golpeó sucesivamente a las tres mujeres en las nalgas y en la parte alta de los muslos… Informe redactado por un inspector de asuntos políticos en Indochina. En Ferro, M. (Dirs.) (2005). El libro negro del colonialismo. Siglos XVI al XXI: del exterminio al arrepentimiento, p. 417. Madrid: La Esfera de los Libros. FUENTE 8 Sir Cecil Rhodes. Carta al periodista Stead. 1895. Estaba ayer en el East End y asistí a una reunión de parados. Escuché fuertes discusiones. No se oía mas que un grito: "pan, pan". Cuando regresé a mi casa me sentí todavía más convencido de la importancia del imperialismo (...). Para salvar a los cuarenta millones de habitantes del Reino Unido de una mortífera guerra civil, nosotros, los colonizadores, debemos conquistar nuevas tierras para instalar en ellas el excedente de nuestra población y encontrar nuevas salidas a los productos de nuestras fábricas." FUENTE 9 Justificación darwinista del imperialismo La cuestión de los indígenas debe ser resuelta únicamente en el sentido de la evolución natural de la historia universal. Es decir, que la moralidad superior debe estar por encima de la civilización inferior. El Estado moderno, en tanto que potencia colonial, comete, de cara a sus ciudadanos, el mayor de los crímenes cuando, dejándose llevar e hipnotizar por confusas ideas humanitarias, trata bien a expensas de sus propios súbditos a las razas negras condenadas a desaparecer. FUENTE 10 Lord Salisbury. Fragmento de un discurso. 4 de mayo de 1898. “Podemos dividir las naciones del mundo, grosso modo, en vivas y moribundas. Por un lado, tenemos grandes países cuyo enorme poder aumenta de año en año, aumentando su riqueza, aumentando su poder (...). Los ferrocarriles les han dado el poder de concentrar en un solo punto la totalidad de la fuerza militar de su población y de reunir ejércitos de un tamaño y poder nunca soñados por las generaciones que han existido. La ciencia ha colocado en manos de esos ejércitos armamentos que aumentan cada vez más su eficacia destructiva y que, por lo tanto, aumentan el poder, terrible poder, de aquellos que tienen la oportunidad de usarlos.”

FUENTE 11 Resolución de la IIª Internacional de Stuttgart en 1907. “La misión civilizadora de la que habla la sociedad capitalista es tan sólo un pretexto para esconder su ansia de explotación y de conquista (...). Enemigo de toda explotación del hombre por el hombre, defensor de todos los oprimidos sin distinción de razas, el Congreso condena esta política de robo y conquista, aplicación desvergonzada del derecho del más fuerte que pisa el derecho de los pueblos vencidos, y comprueba también que la política colonial aumenta el peligro de tensiones internacionales y de guerras entre los países colonizadores”. FUENTE 12 G. Clemenceau. Discurso en la Cámara. Francia, julio de 1885. "¡Razas superiores!, ¡Razas inferiores!. Es fácil decirdo. Por mí parte, yo me aparto de tal opinión, especialmente después de haber visto a sabios alemanes demostrar científicamente que la francesa es una raza inferior a la alemana. No, no existe el derecho de las llamadas naciones superiores sobre las naciones llamadas inferiores. La conquista que Ud. [J. Ferry] preconiza es el abuso, liso y llano, de la fuerza que da la civilización científica sobre las civilizaciones primitivas, para apropiarse del hombre, torturarlo y exprimirle toda la fuerza que tiene, en beneficio de un pretendido civilizador." FUENTE 13 Farmochi. Curso de geografía universal, 1850 Sin negar que los negros se puedan civilizar, es cierto, pero, que su civilización siempre será inferior a la nuestra, porque la fuerza de la mente de aquella gente es realmente inferior. Creemos que la raza superior a cualquier otra, aquella de la que dependerá siempre el destino del mundo, es la raza blanca. FUENTE 14 John Hobson. El imperialismo. 1902. "Cada mejora de los métodos de producción, cada concentración de la propiedad (...), parece reforzar la tendencia a la expansión imperialista. En la medida en que una nación tras otra entran en la era de las maquinarias y adoptan los métodos industriales más avanzados, es más difícil para sus empresarios, comerciantes y financieros colocar sus reservas económicas, y progresivamente se ven tentados a aprovechar sus gobiernos para conquistar con fines particulares países lejanos y subdesarrollados a través de la anexión y del protectorado (...).

Este estado de la cuestión en la economía es la raíz del imperialismo. Si los consumidores de este país pudieran elevar tanto su nivel de consumo que fueran capaces de avanzar a la porque las fuerzas de producción, no habría ningún excedente de mercancías y capital capaz de exigir del imperialismo el descubrimiento de nuevos mercados (...). El imperialismo es el esfuerzo de los grandes dueños de la industria paro facilitar la salida de su excedente de riqueza, buscando vender o colocar en el extranjero las mercancías o los capitales que el mercado interior no puede absorber. No es el crecimiento industrial el que anhela la apertura de nuevos mercados y de nuevas regiones parca invertir, sino la deficiente distribución del poder adquisitivo la que impide la absorción de mercancías y capital dentro del país. El imperialismo es el fruto de esa falso política económica, y el remedio es la reforma social."

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