Los rayos toluedinos atropellaron su rostro indicando que era el ocaso de la noche. Parapléjica la noche había quedado varias horas antes. Joselino, que asi se apodaba el gran personaje de éste relato, y de apelativo Godolfredo. No éra otro mas que un simple peon de aquella finquita que allá en la serrania soportaba el frio que del norte sopla al sur.. La compuerta del dia se abria dando paso al trino cálido y bullistico de los resongantes “Bolchoches” que por esa región abundaban. Era el inicio de la semana antes de la gran feria del norte. Se dispuso ahorrar todo lo que tocaban sus manos, para bacanalear con sus paisanos en la noche de los gallos; por supuesto que era su intención no defraudar a los presentes con su modica voz de barítono.