SEGOVIA RUIZ MOISES
ANÁLISIS DE LA PELICULA LAS HORAS DE STEPHEN DALDRY.
La vida de una mujer en un solo día…y en ese día, toda su vida. Alguien tiene que morir para que los demás, aprecien el tesoro de la vida… es el contraste. No se puede encontrar la paz, evitando la vida, Leonard. Virginia Woolf
La recreación del suicidio de Virginia Woolf al inicio de la película, con la gabardina llena de piedras, sumergiéndose en el abismo de aquello de lo ha perdido, encontrándose con su ser, retratando el acto no tiene fracaso, es el acto que por sí mismo da instancia a la existencia. Freud argumenta que mientras que la persona se encuentra frente a un proceso de duelo, esta sabe más menos que ha perdido, esto no siempre es evidente para el melancólico.
Freud, señala que, en efecto, el mecanismo dinámico de la melancolía toma sus caracteres esenciales en parte del luto y en parte de la regresión narcísística. Como en el luto, la líbido responde a la prueba de la realidad que muestra que la persona amada ha dejado de existir, fijándose en cada recuerdo y en cada objeto relacionados con ella; también la melancolía es una reacción a la pérdida de un objeto de amor, de lo que no se desprende, sin embargo, pese a lo que se podría esperar, una transferencia de la líbido hacia un nuevo objeto, sino un retraerse en el yo, narcísísticamente identificado con el objeto perdido.
Según la concisa fórmula de Abraham sobre el canibalismo melancólico: …después de haber sido retirado del objeto, la identificación libídica regresa al yo y, simultáneamente, el objeto es incorporado al yo... Por ello la naturaleza de la perdida no necesariamente se conoce a un nivel consciente, y puede igualmente involucrar una decepción o desaire de alguien más como la perdida ocasionada por el dolor, o incluso el colapso de un ideal político o religioso.
Si el melancólico si tiene una idea de a quien ha perdido, no sabe, dice Freud, lo que él o ella ha perdido en ell@s. Este punto brillante complica el panorama simple del dolor.
La lucha de Virginia es la lucha contra la oscuridad : “cual un pez habita en profundos mares, y nada entre oscuridades, trazando su camino entre matas de gigantescos hierbajos” En determinado momento, específicamente en la estación de trenes Virginia dice a su pareja: “estoy luchando contra la oscuridad, sola en la profundidad oscura”, aquí se retrata como una mujer melancólica con una problemática que toca más allá de la valía como mujer o esposa, no hay roles, se retrata a sí misma como sin valor y despreciable, en eso que se denomina y habita llamado soledad, esperando ser castigada y degradada. La imagen del sí mismo es alterada, piensa en efecto que no vale ni merece nada, e insiste en esto con mucha obstinación.
Las palabras nominan, pero sepultan, de ahí la maravillosa relación con la metáfora de que implican las horas. No solo es una atemporalidad la que se pone en juego, las horas es el tiempo, los minutos, los segundos, el acontecimiento, deluzianamiente el devenir vida, el devenir muerte, el devenir otro, el incesante acto de repetir y desgastar, el subirse al ferry del thanatos con un one way ticket, y no regresar. En un dialogo de la película que lo retrata maravillosamente hago la cita de la película en inglés:
I remember one morning getting up at dawn,there was such a sense of possibility, you know, that feeling? And i rememer thinking to my self : so, this is the begenning of happiness. This is where its starts. And of course there Will always be more. It never ocurred to me it wasnt the beginning. It was happiness. It was the moment. Right then.
La furia y el odio dirigidos a la persona perdida son de igual forma desplazados, así que el ego ahora es juzgado como si fuera el objeto abandonado. Freud, señala que la sombra del objeto, ha caído sobre el ego ahora sujeto a la crítica despiadada tan singular al sujeto melancólico. La muerte es imposible, no hay experiencia que nos la aproxime, nunca la
sufrimos salvo en vida, morir propiamente lo hacemos a diario, la muerte propia pareciera una ficción, no hay muerte como tal, solo duelo y melancolía.
La melancolía hace vivir al sujeto con los fantasmas expuestos a volvernos una especie de espectro, andante y terrenal. El duelo es una de las formas mas profundas de la presencia en desaparición. La ausencia solo tiene sentido por que lo que se va sigue ahí, dándonos sentido, rebajando e impulsando nuestra fuerza. La muerte siempre estará a la espera, inclusive cuando no es arrebatada en la infamia, el infortunio o el crimen, los muertos no se van, por eso duelen, el suicidio nos habla y nos dic algo que hemos sabido desde siempre: no hay muerte, solo hay formas intangibles de eso que llamamos vida. .