CONFLICTOS ACTUALES DEL DESARROLLO Y EL CONCEPTO DE SOLIDARIDAD
DUVAN ROJAS
UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA FACULTAD DE INGENIERÍA VILLAVICENCIO 2018
CONFLICTOS ACTUALES DEL DESARROLLO Y EL CONCEPTO DE SOLIDARIDAD
Este ensayo comparte el enfoque de múltiples causas sistémicas que se han presentado diferentes conflictos del desarrollo y solidaridad en una sociedad, una crisis ambiental corresponde a un deterioro progresivo y sostenido del funcionamiento del sistema ambiente. Esta se presenta cuando los límites físicos que soportan el sistema se exceden por algún motivo. A diferencia de otras crisis ambientales a través de la cuales ha pasado el planeta a lo largo de su historia, la actual crisis ambiental tiene sus causas en los impactos ocasionados por los seres humanos al presentarse la industrialización de los procesos de producción y consumo de bienes y servicios. La crisis ambiental, es la crisis de nuestro tiempo. No es una crisis ecológica, sino social. Es el resultado de una visión mecanicista del mundo que, ignorando los límites biofísicos de la naturaleza y los estilos de vida de las diferentes culturas, está acelerando la crisis ambiental. Este es un hecho atópico y no natural. La crisis ambiental es una crisis moral de instituciones políticas, de aparatos jurídicos de dominación, de relaciones sociales injustas y de una racionalidad instrumental. La percepción que el hombre tiene del medio natural es parcial y no global, es inmediata y no de largo plazo. Durante demasiado tiempo se creyó que era infinita la disponibilidad de recursos naturales al alcance del hombre, e infinita también la capacidad de la naturaleza para reciclar los desechos de la actividad humana. Esa creencia es errónea, las consecuencias ambientales de la actuación humana en el planeta son ya claramente perceptibles, y es urgente corregir esa visión egocéntrica y modificar las actitudes destructivas, para recuperar lo antes posible una interacción armónica con el medio ambiente, y asegurar para las generaciones venideras un mundo hospitalario, o al menos, no totalmente hostil. La crisis ambiental es mostrada, por algunos medios o autores, como algo propio del sistema industrial. Esto es parcialmente cierto. De hecho, la humanidad siempre pasó por contradicciones con su medio ambiente y crisis. Si los ritmos humanos de degradación del ambiente estuviesen en sintonía con el ritmo de recicle que la naturaleza realiza, no habría problema alguno. Entonces, la cuestión central debe colocarse en los ritmos humanos, lo cual nos lleva a la forma de producción, o sea, nuevamente son las relaciones sociales de producción que constituyen el punto de partida para entender cualquier relación de la sociedad actual con su medio ambiente.
Las controversias e incertidumbres de mayor dimensión se localizan en el terreno del cambio climático. Existen científicos que cuestionan la existencia real de la problemática e, inclusive, sostienen que los eventuales cambios climáticos podrían ser benéficos para la humanidad. En el campo de la biodiversidad existe la certeza de que los ritmos de pérdida de especies son mayores a los que existían antes de la dominación humana del planeta, pero a la hora de cuantificar el fenómeno, no existen indicadores consolidados, ni unánimemente aceptados. Reconocer este desequilibrio ambiental que va encaminado hacia la destrucción, supone entrar en u proceso de reflexión y análisis de nuestra practica de consumo, de nuestra actitud frente a la modernidad y de nuestra capacidad para comprometernos y actuar, desde lo local, a favor del bienestar común. Las crisis sociales, que trascienden a una persona, están dadas por un proceso de cambios que amenaza una estructura. Dichos cambios generan incertidumbre, ya que no pueden determinarse sus consecuencias. La crisis social colombiana en la que vivimos hoy en día, es en gran parte por las personas que nos gobiernan o que en este momento están ejerciendo poder sobre nosotros los colombianos, en este caso la corrupción política nos tiene sumergidos en un país con pocas oportunidades, porque las grandes esferas sociales son las únicas que pueden gozar de los beneficios que nos puede brindar nuestra nación. Nuestros gobernantes no piensan en posibles soluciones para bajar las altas cifras de pobreza, sino por el contrario, se encargan de que los grandes cargos estén en manos de sus descendientes, para seguir obteniendo parte del patrimonio que nos brinda nuestro país, que por cierto, cuenta con grandes riquezas en recursos sostenibles, que nos permite ser un gran productor de estos, pero que desafortunadamente estas riquezas no se ven reflejados en los aportes que pueden bridar a los diferentes sectores como lo son: la educación, la salud, el empleo, la vivienda, etc. Esta monopolización conlleva a que haya miseria en las zonas urbanas y rurales, que las clases medias y bajas no tengan la más mínima conveniencia de ocupar o ascender a un mejor cargo, para obtener mejoras en su vida o en las proyecciones que tienen a futuro. Hay bastante desempleo, que en mi criterio, sería uno de los factores que más influyen en esta crisis, ya que si todos tuviéramos un empleo estable, habría un mejor desarrollo económico y el bienestar de la gente estaría en mejores condiciones. Pienso que la forma por la cual se pueden derrotar todos estos grupos políticos, es que nos unamos todos los colombianos, es una forma de unirse de entre todos y buscar beneficios para la gran mayoría, si cada persona practicara este valor podría ser una pauta entre el crecimiento de nuestro país o no. La solidaridad es ayudar al próximo y entender que todos necesitamos de todos que no existe el que vende ropa, sino existe el que la compra o sencillamente el que creo la tela, es una cadena
en la cual todos participamos para que por medio de nuestro voto, y más en este tiempo donde pronto escogeremos a nuestro nuevo gobernante, seamos conscientes, críticos y analíticos, en las propuestas que cada uno nos ofrece para escoger al mejor y así haya un cambio que nos ayude a edificar un Estado donde habrá estabilidad en general.
Ahora bien, pasando a otro tema bien interesante y al igual que los otros dos, un poco desconsolador, debemos mirar que la crisis económica que enfrenta nuestro país, se debe por varios temas como lo son: la caída de los precios del petróleo, la caída del consumo de los hogares, por el temor en las negociaciones de la Habana con las FARC y la deuda externa que cada vez va más en aumento. Esto genera que el sector económico del país se viera en la obligación de tomar medidas drásticas para sobrellevar este dilema, uno de los grandes cambios y del cual se desprendieron fuertes críticas, fue el aumento en los impuestos indirectos como el de consumo, el de combustibles, el IVA y el 4 x 1.000, para evitar perder el grado de inversión, que si bien es cierto, lo pagamos todos los colombianos, pero que no afecta mucho a las clases altas sino a las medias y bajas. Con esto nos podemos dar cuenta que Colombia es un país minero-dependiente, porque la caída del petróleo genero un déficit que, al dejar de percibir ingresos, fue necesaria la reforma tributaria. Pero esto nos hace reflexionar en que podríamos proyectar segundas opciones para no depender de un solos sector económico, sino de todos los que nos ofrece el territorio. En conclusión, podemos ver que todas las crisis que vivimos en nuestro siglo XXI, se deben por las malas administraciones que sufre nuestro país, porque muy fácilmente maquillan los intereses personales de cada interesado, pero estos no invierten por ver un mejor territorio colombiano. Por eso los seres humanos tiene que unirse comprenderse, escucharse unos a otros para que no haya desigualdades entre sociedades pobreza y hambre. La solidaridad es una apuesta que pretende promover el desarrollo de los grupos de población más vulnerables, mediante los proyectos de desarrollo o de intervención social. porque una crisis conlleva a otra y está a otra, por ello es importante que nosotros los ciudadanos seamos responsables en las tomas de decisiones en el ámbito, natural (cuidar los recursos naturales), social (tener claro a quien le entregamos nuestra confianza, mediante el voto) y en la parte económica (para que de una u otra forma se forme y busque asesoría que le permita tomar mejores juicios y maniobrar las finanzas para enfrentar los tiempos de abundancia y crisis.