El Viajero

  • December 2019
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  • Pages: 5
EL VIAJERO En los gloriosos tiempos de la antigua Grecia, en la Ciudad-Estado de Salamina, vivía una familia, compuesta por los padres y un hijo, dedicada al cultivo, en unas tierras no tan bastas pero si lo suficientes, con algunos caballos y corderos; A decir verdad, esta familia no tenía los suficientes recursos para mantenerse estable y en pie por mucho tiempo, así había sucedido muchas veces, pero ahora era diferente pues el padre del joven y esposo de la Madre, ha dejado su hogar por deber a su patria y ha marchado hacia dos meses atrás a la Guerra contra los Treucos, en Troya. Antigos, era el nombre del Padre, y su hijo, Antigonas, era un joven dotado por los Dioses con gran Sabiduría, destreza y valentía. El era un muchacho con convicción, siempre era persistente en sus deberes, aunque no asistió completamente a la academia aprendió lo necesario como leer y escribir, aprendió matemáticas, entre otros, su padre le enseño varias cosas sobre la guerra, pero nunca había asistido a una batalla, pues era demasiado joven. Por ahora vivía con su madre, Ariadna, pues los dos juntos esperaban el regreso de Antigos, pero al pasar seis años, la madre murió de tristeza por tanto esperar, Antigonas, quedo solo, y la misma noche en que murió su madre, tomo un caballo y encargo a un primo suyo las tierras, mientras el olvidaba el dolor de la perdida de su madre, esa noche huyo en su equino hacia donde el viento soplara. Antigonas, toda la noche cabalgo, al llegar el Alba llego a un pequeño poblado en Atenas, ahí una anciana le socorrió y le dio algo de alimento, pues Antigonas no acepto el ofrecimiento de la anciana a hospedarlo, Antigonas todavía dolido, había escuchado maravillas de Atenas y sus Filósofos y de una caravana que partiría a Atenas por alimentos, así lo hizo y partieron a Atenas, en el transcurso, tenían que pasar todos por unas cuevas para dar con el sendero a la entrada de Atenas, pero se creía que estas cuevas estaban posiblemente habitadas por criaturas aberrantes que mataban a la gente en la cueva, la gente temía de ellos, aun siendo guiados por un par de Lanceros Reales. Al estar frente a la Cueva, Antigonas con su caballo se puso al final de la muchedumbre, con una antorcha en mano, cada vez iban avanzando más y la luz del día se iba desvaneciendo, hasta llegar a un oscuro tenebroso. En un momento del recorrido, Antigonas logro percibir algunas siluetas que se desplazaban detrás de el, como si alguien los siguiera, de pronto el camino se dividía en dos y se hallaban en el suelo los trozos de un letrero el cual guiaba a Atenas, Antigonas al estar hasta atrás no logro divisar que sucedía pero escucho unos gritos desgarradores, mientras la gente lo pasaba tratando de regresar, pero vio que alguien acorralaba a la gente de regreso, Antigonas cabalgo hasta donde se hallaba la división del camino y por lo oscuro del lugar solo logro ver hombres montados asesinando sin piedad a las personas, Antigonas vio muertos a los Lanceros Reales, tomo sus lanzas yacientes en el suelo y se dirigió a los asesinos, lanzo la primer lanza y se clavo en la garganta de uno, cabalgo rápidamente hacia otro pero al tratar de atacarlo con la lanza, otro le dio en la cabeza con una roca y lo desmayo…

Al despertar Antigonas se encontró recostado en un pequeño prado, cubriéndolo la sombra de las hojas de los frondosos árboles, estaba junto a su caballo que era de un color café radiante, pero sin titubear se levanto, pues los asesinos lo debían de haber tomado de rehén, esto pensaba Antigonas, escucho unas voces mas allá de unos arbustos, se escondió y lentamente se acerco, pero lo que vio lo dejo impactado, pues lo que veía solo lo habían visto los grandes héroes, los asesinos eran verdaderos Centauros, eran los mitológicos centauros de Atenas, estaban cubiertos con una armadura de un negro sin igual, traían espadas relucientes y empapadas de sangre, pero Antigonas noto que cercas de un Roble estaban algunas personas atadas y otro Centauro atado y sus armaduras a un lado, Antigonas, pensaba ayudar a las personas a escapar, pero los centauros eran mayor numero que el y así que utilizaría su ingenio. Después de un rato, los centauros se percataron de la presencia de alguien, lograron ver una silueta que huyo y los centauros fueron tras el, lo anduvieron persiguiendo hasta llegar a una peña, al llegar a verlo tirado en el suelo, los centauros se percataron de que era un realidad un zorro cubierto con prendas de humano, así salieron galopando de nuevo al campamento, pero al llegar ya no había nadie ni nada bajo la sombra de los altos árboles y maleza. Antigonas, celebre y pronunciado héroe por los libertos, los acompaño de nuevo a Atenas, por las provisiones pero Antigonas siempre se percato de que hasta atrás iba un centauro, al parecer no tenia los mismos rasgos asesinos de esos otros centauros, pero no era normal ver un centauro y menos que te estuviera siguiendo. Al llegar a Atenas y al pasar las puertas de la ciudad, el Centauro se quedo cerca del bosque y no entro a la ciudad, Antigonas, feliz y renovado de vida, se quedo dos días festejando en la ciudad, pero al tercer tuvo que partir y cuando paso por las puertas logro ver todavía ahí al centauro, en la entrada del bosque. Antigonas arriba de su corcel siguió con paso firme, hasta que paso a un lado del centauro, Antigonas vio tan mal a la criatura que se compadeció y saco de sus provisiones unos cuantos panes, que se los dio al centauro. -Come y dime, ¿porque estas aquí y que quieres?- dijo Antigonas El centauro levanto la cabeza y dijo: -Yo soy Euriates, fui capturado por los Centauros del Norte, que llegaron a nuestros bosques y mataron a todos los demás centauros, yo y algunos otros centauros jóvenes sobrevivimos y nos tomaron como rehenes , al igual que todas las demás personas con las que venias, nos llevaban al templo de Hera en unas grutas que no están muy lejos de aquí, pero en las cuevas el grupo se separo y todos los demás Centauros junto con mis amigos se adelantaron y fueron al temploAntigonas, interrumpió bruscamente diciendo: - y todo eso ¿Qué tiene que ver conmigo?Euriates, respondió: -No había visto nunca a ningún mortal que burlara con tal astucia a los centauros, por eso los dioses te han escogido para que liberes a mi pueblo, solo no lograre nada pero contigo tendremos esperanzaAntigonas: -Te acompañare pero no se si es verdad que soy lo que tu dices, ahora apresurémonos-

Viajaron lo mas rápido posible, Euriates guió por caminos inhóspitos a Antigonas, recorrieron bosques habitados por faunos y hadas, por un momento Antigonas creyó haber visto al dios Dionisio acompañado por los sátiros. Casi al ponerse el sol, lograron ver la Gruta a lo lejos, y divisaron en el piso un gran rastro de huellas dirigidas hacia la Gruta. Siguieron caminando……. Al llegar a la Entrada y estando dispuestos a entrar, el ultimo rayo de luz del sol aluzo a Antigonas, y de repente, ante los dos, apareció Hermes (el mensajero de los Dioses), Antigonas se quedo con la boca abierta. -Les traigo un regalo de Zeus y de Hefesto, por la tan ardua misión contra las malignas criaturas de Hera- dijo Hermes y Moviendo su resplandeciente túnica, cayeron un par de armaduras y espadas. -Cuídenlas, pues son del mismo temple que las de Perseo y del Gran Aquiles, forjadas por el mazo de Hefesto y dotadas de poder por los rayos de Zeus, gloria para ustedes en la lucha contra el mal y contra HeraAsí partió Hermes, Euriates y Antigonas, fueron infundidos de valor y coraje al ponerse las armaduras, con espada en mano se adentraron en la gruta… Traspasando un umbral de oscuridad, vieron un esplendoroso Templo de Mármol y oro, “El Templo de Hera”, pero alrededor de este, habían Cráneos y huesos, bañados en un rió sangre. Una gran llama estaba encendida en medio del templo en Honor a la Diosa, dando testimonio de su divina presencia, pero las personas raptadas y los otros centauros se hallaban amarrados a un madero, al lado de la gran olla de fuego donde serian sacrificados en el fuego. Antigonas, habiendo visto esto, se lanzo en grandes zancadas para liberar a las personas y criaturas, Euriates espero afuera, cuando estuvo Antigonas a punto de liberarlos, una flecha cayo en su hombro izquierdo, pero sin lograr herirlo, por la armadura. Antigonas llamo a Euriates pero el centauro ya no respondió. De entre las sombras de los pilares, salieron varios centauros con aspecto grotesco y deforme. -Corran, rápido, y no miren atrás- dijo Antigonas a las personas y criaturas, mientras avanzaba frente los centauros. Todos los rehenes huyeron y Antigonas quedo solo contra los centauros, estos traían mazos y garrotes en mano, llego un largo momento de silencio, y los centauros empezaron a mofarse y burlarse de Antigonas. -Quien de ustedes es el líder……..- dijo Antigonas. Los centauros se quedaron callados, -¿A que te refieres gusano?-contesto un centauro, -A que ¿quien es el mejor de ustedes, el mas fuerte, inteligente y poderoso?- replico Antigonas. Un centauro salio de entre todos, y dijo: -yo soyOtro, golpeo al primer centauro y contesto:- no, yo soy el líder-

De repente, todos los centauros empezaron a nombrarse como lideres, y la discusión se elevo hasta que empezaron a golpearse entre todos los centauros, cada vez había mas centauros tirados en el piso, y Antigonas solo veía como se destruían entre si. Al final, solo quedo uno de pie, era el centauro mas grande de todos, no resulto todo del bien, porque Antigonas no se imaginaba esto, y empezó a sentir temor y miedo. -Yo soy el Líder, Filio, el más fuerte de todos-dijo el Centauro, que embistió contra Antigonas. Antigonas logro esquivar de manera efectiva la embestida, pero ahora venia de regreso Filio, el centauro, Antigonas trato de nuevo de esquivarlo pero Filio, lo tomo del brazo y lo lanzo hacia un pilar, logrando herirlo… El centauro, puso una pezuña sobre la cabeza de Antigonas, queriéndole aplastarle el cráneo y matarlo, pero repentinamente una flecha cayo en el cuello de Filio, logrando herirlo gravemente, Filio quito la flecha y la tiro, giro la cabeza hacia de donde el disparo y ahí estaba parado Euriates, con arco en mano. Filio, con sus ultimas fuerzas galopo contra su asesino, Euriates tomo otras tres flechas y le apunto con las tres juntas, disparo y Filio cayo a un metro de El, con las tres flechas en el pecho. Euriates se dirigió con Antigonas, y le puso en la parte del abdomen un ungüento de hierbas, que hizo que Antigonas despertase, dolido, pero vivo. -Pronto, Tenemos que destruir este templo, pues es de Hera y su función es para el sufrimiento de todos- dijo Euriates. Antigonas se puso de pie y junto con Euriates, arrojaron la olla con el inmenso fuego al piso, todo empezó a quemarse en el templo, de pronto, se escucho un lamento horrible, como si hubiese sido el mismísimo llanto de la Diosa Hera. Después de eso se empezaron a derrumbar las rocas de la gruta y los dos héroes salieron del lugar viendo como se destruía el esplendoroso Templo bajo las rocas del lugar. Afuera les esperaban las personas y los otros centauros, que los recibieron triunfales, las personas se fueron pero jurando por los Dioses que no hablarían sobre lo que sucedió, y con lo que respecta a Antigonas y los centauros, los dejo ir en paz a buscar una nueva vida, pese a la destrucción de su vida anterior, Euriates decidió acompañar a Antigonas a donde fuese, y a lo que le encomendasen los Dioses. Antigonas, viajo a través de toda Grecia junto a Euriates, deshaciendo riñas entre ciudades y pueblos, luchando contra los belicosos Gigantes de Anatolia y luchando contra la manticora de Macedonia. Cuatro años después, Antigonas decidió retornar a Salamina por la muerte de Euriates en la lucha contra las Arpías, que comieron frente a Antigonas a Euriates; al llegar a Salamina y durante el tiempo que estuvo allí, se caso con la bella Ginebra y tuvo un hijo llamado Antikos, pero al enterarse del regreso de los guerreros de Troya, esperaba volver a ver a su padre, pero no hubo regreso del Padre Antigos, pues murió en el campo de Batalla.

Esto hizo que Antigonas cayera en una profunda depresión que lo mato al poco tiempo……

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