El Poder De La Mirada.docx

Entendemos a la mirada como una expresión con articulo femenino, y como todo lo femenino tiene algo de sospechoso, pero no sospechoso en el sentido despectivo de la palabra, ni mucho menos refiriéndonos a un asunto detectivesco. Tampoco es que quiera ocultar alguna intención oscura. La mirada es sospechosa porque no utiliza vocablos. Esa soberbia virtud de la mirada le permite decir lo que necesita sin ayuda de las eternas palabras. Pero ¿qué cosa tan importante puede decir la mirada como para prescindir de la magnificencia de las letras? La respuesta es nada, ellas no dicen nada. Actúan como un asesino silencioso que entra por la puerta trasera de tu casa y cuando percatas su presencia estas agonizando en el piso de la cocina. Actúan como los días soleados en que salís a la calle sin mirar el cielo, y cuando menos lo esperas una pavorosa lluvia te empapa y te encontrás enamorada de la lluvia cuando esperabas deleitarte bajo el sol. Actúan sin previo aviso y estupenda eficacia. Ellas actúan, no hablan. La mirada, es una expresión de articulo femenino y siempre entendí que todo lo femenino tiene algo sospechoso, pero no sospechoso en un mal sentido, ni tampoco dándole una orientación detectivesca; mucho menos quiero decir que quiera ocultar alguna cosa oscura, no nada de eso. Pienso que la mirada es sospechosa porque no utiliza vocablos. Esa soberbia virtud de la mirada, le permite decir lo que cree necesario, cuando le apetezca sin ayuda de las eternas palabras. Pero, siempre que pienso en este fascinante asunto me nacen dudas que suelen costarme mucho tiempo responder, ¿qué cosa tan importante puede decir una mirada, como para prescindir de la magnificencia de las letras? La pregunta es tan compleja que su respuesta parece despectivamente simple. Las miradas se desentienden de las palabras, porque no dicen nada. Actúan como un asesino silencioso que entra lentamente por la puerta trasera de una casa y cuando percibís mínimamente su presencia estas tendido en el piso