El arte en honduras no ha tenido la fuerza que debe de tener, producto de la corrupción El Arte ha sido una fasceta que ha existido con la presencia misma del ser humano en nuestro territorio, lo cual podemos ubicar con la llegada de migraciones de grupos humanos cazadores recolectores que llegaron al istmo a finales de la última era del hielo, evidencia de la presencia del ser humano tenemos en la región de La Esperanza en el departamento de Intibucá, La Cueva del Gigante en La Paz, las Pisadas del Diablo en Talanga en el departamento de Francisco Morazán. Estos grupos humanos se asentaron y formaron zonas culturales, siendo al momento de la llegada del europeo a finales del siglo XVI, son dos las zonas o regiones geográfico culturales que tuvieron la mayor influencia en lo que es el actual territorio del país y casi diferenciadas dentro del territorio nacional por la GDTH (Gran Depresión Transversal de Honduras) las cuales podemos señalar a grandes rasgos como:
Región Cultural Mesoamericana: La que podemos ubicar con algún margen de error en el margen occidental de la GDTH, grupos humanos que sustentaban su dieta alimenticia en el maíz los que en algunos casos habían conformado culturas tribales como es el caso de los Lencas, Chortis, Tolupanes, Chorotegas pero que en algunos casos habían conformado civilizaciones como en el caso de los mayas que para el caso de Honduras mencionaremos tres centros ceremoniales urbanos: Copán, El Puente y Los Naranjos.
Región Cultural Circuncaribe: En esta región encontramos grupos humanos que fundamentaban su economía en la caza, pesca y recolección de frutos particularmente los pejibayes y el ñame. – Entre los grupos étnicos herederos hoy día de esta área cultural precolombina tenemos los Tawahkas, los Pech. – Aunque rompen con este hilo de pensamiento los últimos descubrimientos dados en las Cuevas del Talgua (a 4 kilómetros de la ciudad de Catacamas en el departamento de Olancho) y más reciente aún la mítica Ciudad Blanca (en la región de la Mosquitia del país).