FENÓMENOS DERIVADOS DE LA DIVERSIFICACION INDUSTRIAL Y EXPLOTACION, IMPLICACIONES Y EFECTOS DE LA RELACIÓN MEDIO AMBIENTE, CRECIMIENTO ECONÓMICO Y DESARROLLO
INTRODUCCIÓN
Desde los mediados del siglo XX hasta la actualidad la economía de Venezuela se inclina hacia el sector petrolero. Esto indica que estamos sumidos en una economía monoproductora, pero con tendencias industriales y agropecuarias. Cabe recalcar que estas tendencias, con potencial, no han sido el objetivo a desarrollar de nuestra nación, haciendo al petróleo el principal factor que genera entrada de divisas a través de transacciones comerciales en el exterior. En el paisaje macroeconómico venezolano se ha formado una base triangular que consta del petróleo, fases de industrialización y reforzamiento de las actividades agropecuarias; estas en conjunción serán la clave para el desarrollo del país. La explotación petrolera como principal fuente de ingresos para Venezuela está respaldada por leyes que la validan y consolidan.
DESARROLLO
Venezuela desde el año 1875 ha estado ejerciendo actividades comerciales relacionadas a la explotación y refinación del petróleo para su posterior exportación lo cual ha dejado grandes dividendos a la nación, y representa una sustanciosa proporción del producto interno bruto. Sin embargo la Organización de Países Exportadores de Petróleos (OPEP) es la encargada de la regulación del mercado petrolero y donde se fijan los precios de ventas de este producto. A través de los años Venezuela ha presentado grandes bonanzas mediante este producto, pero en realidades disimiles se ha topado con grandes recesiones producto de la caída de los precios de este rubro. Esta realidad hace de la economía venezolana una de las más vulnerables en el sentido que se depende, casi en su totalidad, de las variaciones del mercado, en lo que a los precios petroleros se refiere. La actualidad venezolana se visualiza oscura respecto a escenarios de años anteriores, debido a la escasez, altos precios, control cambiario, y la falta de productividad. El tema de las importaciones se ha agravado en los últimos años situando a Venezuela como el único país de la región que padece altos niveles de desabastecimiento, con incidencia muy negativa en la población. Diversificar es sinónimo de expansión, crecimiento, inversión y apertura, Venezuela está llamada a abrir las puertas hacia nuevos destinos económicos, y visualizarse en los próximos 20 años como una nación diverso-productora. Se puede considerar los casos de países como Perú, Colombia, Guatemala, y Chile solo por mencionar algunos casos cuyas economías quizás en años anteriores no tenían la fortaleza de la venezolana, pero que hoy en día su realidad es totalmente distinta dejando a nuestra nación en un segundo plano económico. La economía peruana ha crecido de manera significativa durante los últimos años, al presentar una de las tasas de inflación más bajas de la región, y altos niveles de exportación en un mercado latente, pues ellos se han enfocado a exportar productos como el maíz, el mango, la papa, verdura y hortalizas haciendo grandes aportes al PIB per cápita, lo cual ha contrastado con la realidad nacional. Es sabido que desde hace muchos años hemos sido productores de muchos de estos rubros, por lo cual redimensionar y ampliar el enfoque de producción creando incentivos a los productores
venezolanos puede diversificar la producción y en consecuencia realizar aportes connotados al PIB nacional. La economía de Chile potencia en exportación de minerales, elemento que Venezuela posee en abundancia, pero que no lo hemos sabido aprovechar y que al contrario muchas de nuestras industrias ubicadas en la región Guayana, se encuentran en una delicada situación financiera. En el Zulia, están las industrias mineras. La Región Zuliana se caracteriza por poseer abundantes recursos petroleros, los cuales han constituido la fuente económica más importante de Venezuela. Los otros recursos mineros que pueden yacer inexplorados se desconocen, con la única excepción del carbón, que actualmente está en estudio. En tal sentido se considera conveniente conocer el potencial de los recursos no petroleros existentes en la región a fin de planificar su aprovechamiento futuro y satisfacer las necesidades de suministro a la industria. Los yacimientos de carbón localizados en la zona han despertado especial interés dado la importancia que se le atribuye como posible solución a largo plazo de la crisis energética mundial. Luego se tienen a las industrias petroleras. La explotación del petróleo se inició en Venezuela empujada por las exigencias energéticas de la 1ra Guerra Mundial, a partir de las concesiones otorgadas durante los gobiernos de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez. Aunque es necesario decir que desde mediados del siglo XIX Inglaterra y los Estados Unidos ya demostraban interés por explorar y explotar los hidrocarburos venezolanos (López, 1996). En Venezuela se debe nombrar al lago de Maracaibo. La cuenca del lago de Maracaibo alberga una de las zonas de petroleras de mayor importancia en el país, donde se encuentran los campos petroleros más productivos y antiguos de la nación. Desde hace más de 90 años se explota el petróleo en la cuenca del lago de Maracaibo (ver: Reventón El Barroso II). Ubicada en la depresión entre los andes venezolanos, el golfo de Venezuela y las cierra de Perijá, la producción petrolera ha sido continua, llegando a producir más de 1.500.000 barriles de crudo al día (2009). También está la minería de Guárico. Guárico es un importante productor de materiales como sílice, caliza, ripio, granzón, canto rodado y arcilla, fundamentales
para el sector de la construcción y fundamentalmente para la materialización de programas sociales como la Gran Misión Vivienda Venezuela. A nivel mundial está México. En México actualmente la producción industrial creció 0.11% de acuerdo con la comparación de las estadísticas del 2011 según el INEGI. Eliminando el efecto estacional, la Minería avanzó 0.42% y las Industrias Manufactureras 0.07%, en tanto que la Electricidad, Agua y suministro de Gas por ductos al consumidor final retrocedió (-) 0.63% y la Construcción (-) 0.01%, durante noviembre del año pasado respecto al mes inmediato anterior. En su comparación anual, la Producción Industrial se elevó 3.2% en términos reales en el mes en consideración con relación a noviembre de 2010. Por sector económico, la producción de la Construcción se incrementó 4.4% a tasa anual, la de las Industrias Manufactureras 3.8% y la de Electricidad, Agua y suministro de Gas por ductos al consumidor final 1.8%, en tanto que la Minería descendió (-) 0.4% en el mes de referencia. Perú es el segundo país minero de plata más importante del mundo y aumentó su producción minera de plata en un 10% en 2015. En 2014 Perú extrajo 123 millones de onzas de plata. En 2015 aumentó su producción minera de plata en 13 millones de onzas hasta las 136 millones onzas de plata. México y Perú producen el 40% de la oferta mundial minera de plata. China es el tercer productor minero de plata del mundo y el primero en producción minera de oro. La producción minera de plata de China ha caído en 2015, pero no es relevante para la oferta y demanda mundial porque los chinos utilizan toda su producción de plata a nivel doméstico.
CONCLUSION
Conocemos la significación y dinámica que ha jugado el petróleo en los diferentes escenarios de la vida nacional, hemos planteado, como muchos otros venezolanos, la necesidad de reducir el peso específico que el sector petrolero representa en nuestra economía, se ha insistido desde esta columna y en nuestra actividad académica, la urgente puesta en marcha de alternativas que estimulen la diversificación del aparato productivo, priorizando las actividades no petroleras, que paulatinamente reduzcan nuestra excesiva petrodependencia. Conviene reflexionar sobre el entorno económicofinanciero-ambiental en que se desarrollan las relaciones y los intercambios comerciales, así como la disyuntiva de continuar como país monoproductor de petróleo y el costo de oportunidad que ello representa. Son limitadas las opciones para el país, ante un mundo global, caracterizado por la desaceleración de las economías emergentes, el crecimiento económico “modesto” (término usado por la directora del FMI) de las economías industrializadas, el desplome de los precios de las materias primas, la merma de los flujos de capitales y de los intercambios comerciales, aspectos que crean un escenario, de gran volatilidad, en el cual, los países altamente dependientes de la producción de commodities, verán potencializados sus riesgos económicos, financieros, políticos y sociales. Urge revertir el perverso modelo monoproductor, generador de rentas destinadas a satisfacer la voracidad fiscal, que no se ha traducido en progreso y bienestar. Uslar Pietri hablaba de “los efectos malignos” y de “la nación fingida” al referirse al modelo rentista. Hay que considerar nuevos escenarios en un entorno complejo, cambiante e incierto, que demandará la utilización de nuevas tecnologías, procedimientos gerenciales eficientes, tanto en el sector público como en el privado, con un exigente compromiso social y ambiental, así como una estricta racionalidad en el gasto. La clave de un sostenible crecimiento futuro, dependerá de la conciencia con que los venezolanos enfrentemos el reto de construir una economía diversificada, moderna y productiva. Debemos asumir estas tendencias globales como una oportunidad.