05-03-2009
PALABRAS DEL PRESIDENTE DEL PARTIDO JUSTICIALISTA, NESTOR KIRCHNER, EN LA LOCALIDAD DE CHIVILCOY
En primer lugar, yo los adoro también. Nunca me voy a olvidar en el 2002, 2003 cuando estuve aquí en Chivilcoy y vinieron decenas de hermanos y hermanas de esta querida ciudad, a escucharme con respecto a ver quién era ese pingüino que andaba caminando en la Argentina y que tenía la esperanza de ser presidente de los argentinos. Yo les estoy totalmente agradecido. Querido Intendente Ariel: en nombre tuyo, en nombre de todos y en nombre de todos los hermanos y hermanas que nos saludaron con tanto afecto en las distintas calles de Chivilcoy, a todos aquellos que viven en Chivilcoy, a todos aquellos que piensan como nosotros y aquellos que no piensan como nosotros, la presidenta me pidió -tiene un eterno recuerdo, un eterno agradecimiento y un profundo compromiso con el pueblo de Chivilcoy- que les diera un abrazo muy grande y les dijera que está luchando por esta Argentina con la fuerza, con las ganas y el espíritu necesario para ir adelante. Es bueno este tipo de asambleas democráticas que nosotros hacemos para saber qué estamos viviendo. En ellas tenemos que ir exponiendo y comunicándole al pueblo argentino, en este caso al pueblo de Chivilcoy, que es lo que está pasando en este mundo y qué es lo que está pasando en esta Argentina. A mí que me tocó un período tremendamente difícil allá en el 2003, cuando el país explotaba, cuando los brazos de los argentinos se caían, cuando los tractores no podían trabajar, cuando no había lugar para sembrar ni para vender la siembra, cuando se había perdido la esperanza de tener un país agroindustrial y productivo, nosotros no hicimos como otros que cuando se vino la avalancha de la crisis agarraron el helicóptero que tenían más cerca, después de haberle prometido al país que iban a traer el nuevo amanecer en la Argentina. Son los mismos de esa alianza residual que se conforma y que ustedes los escuchan hablar todos los días; hablan todos los días pero cuando llega el momento de jugarse por el pueblo argentino y gobernar, huyen y le dejan la responsabilidad a otros. Nosotros la asumimos como argentinos, no desde el sectarismo partidario, como argentinos pensando en ese último mensaje de nuestro líder que para un argentino no hay nada mejor que otro argentino. Y seguimos pensando lo mismo. La Argentina vivía un momento muy difícil, pero les quiero ser sinceros, esta etapa con esta crisis terminal que hay en el mundo sin parámetros, donde como en el ´89 cayó el Muro de Berlín, ahora cayó el modelo neoliberal del Consenso de Washington. Hoy nos toca vivir, creo, el año más difícil de los últimos cien años, por esa crisis internacional que a nuestra compañera Cristina le toca afrontar; un período muchísimo más difícil que el que me tocó afrontar a mí, porque ya no es pelear contra la falencias propias, generadas muchas por aquellos no tan amigos de afuera que fundieron la
Argentina junto con los que de adentro permitieron que ese proyecto neoliberal se instale en los ´90 en la Argentina, sino porque hoy, se cae la estructura que sostuvo al mundo en los últimos 20 años después del Muro de Berlín. Se cae el proyecto de Fridman que se había entrado a consolidar con la caída de las torres allá en el 2001. Queda definitivamente demostrado que el unilateralismo y la potencia única, la concentración económica en el mundo, el modelo de exclusión y este modelo fantasioso de un esquema financiero especulativo y absolutamente sin ningún fundamento real, porque nadie sabe donde están las tremendas cifras de las que se hablan. Evidentemente la Argentina está sólida, está luchando contra los coletazos de afuera. Y la presidenta con ese mundo que se derrumba, teniendo que mantener lo que logramos, el crecimiento más importante de los últimos 200 años, el 66% de crecimiento desde el 2003 a la fecha, tener que sostener esos dos esquemas y sin saber cómo el mundo global va a poder resolver sus contradicciones, muchas cosas de las que dicen que hay que hacer, son las que nosotros dijimos e hicimos y que mereció la crítica de las escuelas neoliberales del mundo y de aquellos que acá adentro se presentan como científicos de la economía y de la política.
Decían que la Argentina del 2003 iba a vivir un veranito y después se iba a caer. Le demostramos a lo largo de 6 años que pudimos seguir creciendo y seguimos creciendo, a pesar de la crisis internacional. Se tomaron medidas muy importantes, se aumentó 15 veces a nuestros jubilados. Pero, hay dos hechos centrales llevados adelante del gobierno de Cristina que son los más importantes -para mí- de los últimos seis años: la movilidad jubilatoria. Definitivamente cada seis meses los jubilados argentinos ya no van a tener que penar, van a tener aumentos automáticos como el 11,69 por ciento, ahora. Es una decisión trascendente, porque nuestros abuelos ya no dependerán de los gobiernos de turno, sino que tienen los derechos institucionalizados definitivamente en la estructura del funcionamiento del Estado. El otro tema terminó con una vergüenza que ustedes la sufrieron, terminó con una gran parte de lo que fue el endeudamiento de la Argentina, terminó que unos pocos usen la plata de los argentinos; fue definitivamente terminar con las AFJP y devolver la administración de los fondos jubilatorios a todos los argentinos. Si ustedes observan amigos y amigas y todos los que viven aquí en Chivilcoy: en toda esta zona son dueños de empresas que ni conocen, porque ese grupo concentrado de las AFJP movía los fondos de los grupos económicos y financieros concentrados de la Argentina, veinte y treinta grupos que eran amigos de ellos, expoliándole la plata al pueblo argentino. Ustedes por allí son dueños de bancos y no lo saben, del 20 o del 30%, son dueños de inmobiliarias, miren donde invertían la plata de los argentinos. Son dueños de empresas, son dueños de empresas siderúrgicas, de parte; son dueños de empresas periodísticas, alguna parte chica también. Ahí invertían la plata de los argentinos. La presidenta Cristina ante esta situación, ante la crisis argentina, ante la crisis internacional y lo que puede repercutir por sus coletazos en la Argentina, aparte de
tomar las medidas sectoriales que está tomando -esto lo saben bien los amigos intendentes, decidió un Plan de Obra Pública de neto corte keynesiano para generar trabajo, movimiento en los pueblos, inversión, obras de infraestructura; un plan de 100.000 millones de pesos, 100.000 millones de pesos de acá al 2011, un plan que va a tender a garantizar el dinamismo económico y el crecimiento. Recreó el mercado de capitales con los fondos argentinos, lo custodia, le da buena rentabilidad y lo distribuye en todos los lugares de la Patria, como ustedes vieron cuando ella fue el otro día a inaugurar las escuelas de Santa Victoria en Salta, o en El Impenetrable en el Chaco, o en los distintos lugares de Tierra del Fuego, en la Antártida, distribuyendo estos fondos de inversión en toda la Argentina, como nuestro intendente Ariel que tiene la gran posibilidad con todas las obras que va a hacer para Chivilcoy, donde el gobierno Nacional, Provincial -con la Presidenta al frente- lo apoyan fuertemente para que haga el Plan de Obras Públicas más importante de Chivilcoy. Está en sus manos, él tiene que trabajar con fuerza y sé que lo va hacer con muchísimas ganas, como cada intendente que está aquí, porque es un plan democrático de acceso directo, donde los que licitan son los intendentes, los que controlan son los del pueblo de cada localidad y las empresas que invierten, la mano de obra y lo que se compra para la construcción, para comer, para vivir, para invertir, para lo que se necesite en el marco de la obra pública. Todo tiene que ser del pueblo donde se llevan adelante las obras públicas, para darle movimiento a estas localidades. Esto es fundamental, central y esencial, eso es verdadero federalismo. Avanzamos en la reducción de la indigencia, en la reducción de la pobreza; la indigencia menos del 5 por ciento y la pobreza menos del 20, también en la reducción de la desocupación, desde Chivilcoy, este pueblo que amamos tanto, esta hermosa y querida gente donde uno tiene amigos entrañables como puede ser el Chango, Florencio, Bontempo, el Lobito amigo mío de la Facultad, militantes que uno los quiere de corazón de tantos años como a todos ustedes. Podemos decir con todas nuestras fuerzas que hay que profundizar el modelo que se está llevando adelante. Queremos que los señores empresarios tengan rentabilidad, que les vaya bien. Pero, Cristina, dijo con todo acierto, que hay dos temas fundamentales por los cuales no va a descansar: la actividad y el empleo con federalismo. Les decimos desde Chivilcoy, señores empresarios: ganaron mucho durante estos seis años, si tienen que ganar un pesito menos, ganen un pesito menos, pero no perdamos un solo empleo, porque este gobierno va a cuidar los empleos al lado de la gente como corresponde. Yo les puedo asegurar que en la política hay que tener convicciones, principios e ideas. Nosotros creemos en un modelo nacional y popular; nosotros no creemos en el consenso de Washington; nosotros no creemos en cómo funcionan hoy los organismos multilaterales y el Fondo, el Banco Mundial. Nosotros queremos ser un país soberano, integrado al mundo pero con capacidad de decisión. Por eso, ustedes hoy tienen un país que tiene 47.000 millones de reservas que la Presidenta cuida todos los días, porque es la garantía concreta de poder estar a salvo y funcionar con responsabilidad de cualquier avatar que nos pueda tocar vivir, porque la crisis es muy grande.
Nosotros, todos los argentinos, nos tenemos mucha fe para poder ir esquivando los coletazos y demostrar que podemos hacerlo. Si ustedes escuchan este número se van a dar cuenta que lo podemos hacer- yo dije que la Argentina había crecido un 66 por ciento, ¿sabe cuánto le debemos al consumo interno de ese 66 por ciento? El 43 por ciento, es decir, los argentinos seguimos consumiendo, seguimos con empleo. (APLAUSOS) Será un momento difícil, pero tiene que haber racionalidad de los empresarios, como dicen también, responsabilidad de los dirigentes sindicales, pero fundamentalmente todos tienen que entender que acá los ajustes y congelamientos se terminaron, hay que evolucionar. Por ahí un poquito menos de lo que avanzamos el año pasado en el poder adquisitivo, pero tenemos que seguir avanzando, porque nosotros queremos una sociedad con movilidad social, con una clase trabajadora que se fortalezca y se pueda integrar definitivamente; queremos que la clase media argentina recupere la movilidad social ascendente para construir el país de nuestros sueños de esa alianza policlasista que durante tanto tiempo soñamos. (APLAUSOS) Por eso ayer, como argentinos, defendimos las ideas. Nadie es más o menos valiente por actuar en las sombras o no en las sombras o por actuar de cualquier manera, nadie es más valiente, menos valiente, más honesto o menos deshonesto, porque se pueda pensar diferente. Así como nosotros decimos a los argentinos que tengan memoria, fíjense lo que pasó en el 2001, se imaginan ustedes si en el 2001 ó 2002 con esta crisis internacional, estaría gobernando esa alianza que se fue y se escapó del gobierno. ¿Qué sería hoy para los argentinos? Tengamos memoria, porque sería realmente durísimo; si se escaparon por una crisis nacional, por una crisis internacional estoy seguro que no paran de dar vuelta al mundo. Pero esta es la realidad, esta es la realidad concreta. Está bien que en democracia haya pluralismo; siempre tengamos la mano tendida, porque aquel que va con la mano crispada, va sin ideas, va a imponer, va a querer convencer de lo que no puede convencer, porque a veces no se tiene razón y en un mundo que necesita como la Argentina, la construcción de la solidaridad en un mundo donde tenemos que realizarnos todos; en un mundo, donde si queremos justicia, hermanos y hermanas, los que más tenemos que poner somos los que más tenemos, los que más tenemos que pagar impuestos, porque es la única forma que esta sociedad pueda ir hacia adelante. No hay otra forma. (APLAUSOS) Cuanto más crezca la Argentina más posibilidades habrá para todos. Pero nosotros vamos a seguir reivindicando el debate, la verdad relativa, la discusión permanente, esa verdad relativa que nos lleve a una verdad superadora que nos contenga a todos. Vamos a seguir levantando la Bandera Argentina como estandarte de unidad; vamos a seguir tendiendo el corazón y nuestras dos manos para aquellos que no piensan como nosotros, aquellos que ni siquiera nos quieren ver o aquellos que lo único que piensan por ahí es en agredirnos en vez de conversar, debatir, discutir que es lo que concreto de cualquier sociedad democrática, porque nosotros queremos que a todos los argentinos les vaya bien. Como Cristina tiene la responsabilidad de llevar el país adelante, y muchos gobernadores, intendentes, pueblo de la patria, la acompañan en esta ardua tarea,
nosotros tenemos que ser aquellos que ofrecemos las dos mejillas, que ofrezcamos toda nuestra voluntad y todo nuestro amor para la convivencia de los argentinos. A mí, como argentino, como ex presidente de la Nación, como integrante de la Concertación Plural, como presidente del partido Justicialista con que me han honrado en este país, les puedo asegurar que el gesto, la actitud de la Presidenta es para ennoblecer a la política y a la convivencia de los argentinos. (APLAUSOS) También el comportamiento, la actitud y la dignidad de los ministros que allí fueron llevando y llevan como Florencio y Débora, trabajando en el conjunto del equipo con responsabilidad y seriedad. (APLAUSOS) Me pareció realmente un correcto gesto de responsabilidad el de los representantes de las patronales rurales que se sentaron a conversar; se pudieron acordar muchos puntos, seguramente otros no; es imposible ponerse en todo de acuerdo. Pero qué lindo que los argentinos aún pensando diferente y por allí teniendo cuestiones sustancialmente diferentes, podamos ponernos de acuerdo en muchos puntos para el bien del país. Es un gesto que ennoblece a la democracia para aquellos que la amamos, la sentimos y la levantamos con toda nuestra fuerza. (APLAUSOS) Pero no hay que temerle a las diferencias. Les puedo asegurar que, cuando salí y empecé mi carrera política siendo intendente, después gobernador y luego presidente, siempre dije cuando fui a la Casa Rosada que “no iba a dejar las ideas en la puerta de la Casa Rosada” para decir después: íbamos a hacer esto pero no se puede, son las eternas explicaciones de los gobernantes. Acá hay que hacer todo lo que se pueda hacer, hay que hacer lo que se dice en las campañas; hay que estar con la gente, hablar con la gente y hay que discutir las diferencias democráticamente y de frente como corresponde, para que nuestro pueblo entienda, sepa bien qué es lo que está pasando y lo que está sucediendo. Yo le estoy agradecidísimo al pueblo argentino por todos los honores y las responsabilidades que me dio, y tengo unas ganas bárbaras de seguir luchando y trabajando, no de tiempos electoralistas, ya van a llegar las elecciones. (APLAUSOS) Hoy nos preocupa consolidar la gobernabilidad, consolidar el empleo, consolidar el trabajo, consolidar la familia, consolidar el amor, consolidar lo logrado, consolidar que la esperanza se convierta en realidad definitivamente. Nos interesa construir rutas, viviendas; nos interesa acrecentar la producción; nos interesa dar la batalla contra esta monstruosa crisis internacional que existe; nos interesa garantizarle la alegría y la esperanza a los argentinos; nos interesa demostrar que los argentinos podemos seguir construyendo y ser un verdadero ejemplo; nos interesa defender este modelo absolutamente heterodoxo keynesiano, un modelo a la argentina con sus aciertos y sus errores, pero que nos ha permitido el crecimiento más importante de los últimos 200 años. Nos interesa seguir venciendo la desocupación, nos interesa seguir venciendo la indigencia, nos interesa seguir consolidando la educación, nos interesa seguir consolidando la producción petrolera, agrícola; nos interesa seguir consolidando el modelo industrial; nos interesa una Argentina con fortaleza, con capacidad de producción interna y con capacidad competitiva, exportadora para consolidarnos en el nuevo mundo que viene, porque el presidente de los Estados Unidos dijo una frase que es muy importante: “hay una revolución en el campo de las ideas”. Pero hay que verlas,
queridos amigos, porque no todo va a ser como fue antes, entonces, la creatividad, la creación, el saber entender los tiempos que vienen, el tener la audacia, el darnos cuenta que el oponerme a todo no sirve para nada, el darse cuenta que esta Argentina necesita una oposición que piense, cualificada, que no agreda, que tenga la capacidad de autocrítica y que pueda ayudar a consolidar un modelo de país. Quédense tranquilos argentinos, nos podrán agredir, nos podrá insultar por radio todos los días la oposición, pero nosotros sabemos lo que sufrieron los argentinos en el 2001. Quédense tranquilos, nosotros no vamos a responder a nada. Nosotros trabajamos por la unidad. (APLAUSOS) Soy pingüino, soy pingüino de corazón y me siento honrado de serlo; soy fundamentalmente como ustedes, un argentino lleno de esperanzas, lleno de vocaciones y decisiones. Yo les quiero hablar de mi propia intimidad, de nuestra intimidad, de Cristina de mí y de los pibes, de las cosas y los sueños, de cómo se sufre para que las cosas salgan bien con una presidenta que lucha segundo a segundo con todo, con esa fuerza. Desde el primer día le generaron mil inconvenientes. No sé por qué, porque era mujer o porque creían que no iba a poder o porque no la conocían algunos lo que era Cristina, pero está demostrando que las mujeres en la Argentina juegan en Primera A mucho mejor que nosotros, no tengan dudas. (APLAUSOS) Por mucho menos, otros se escaparon de la Casa Rosada y Cristina parada como mujer argentina, soportó, luchó y está trabajando para que esta Argentina siga creciendo. Coraje, valor y otra cosa tiene nuestra compañera. (APLAUSOS) Ella está con todas sus ganas y sus fuerzas juntas. Ustedes vieron que algunos sectores de la oposición y algunos medios no querían que hablara. No sé por qué les molesta que hable. La verdad es que no sólo hablo con mi compañera sino que la amo mucho y me reta bastante. Porque la verdad que si digo que conduzco yo, no es cierto. Les puedo asegurar que estén tranquilos que Cristina está llevando la bandera del proyecto nacional y popular, la bandera de la profundización del modelo, de la redistribución del ingreso, la está llevando con todas sus fuerzas, con todas sus ganas y con toda responsabilidad. Querido Chivilcoy: yo viví aquí en Chivilcoy cosas muy hermosas, desde recordar su aniversario, desde recordar ese día hermoso que vivimos juntos y las veces que nos tocó venir, obras que se fueron levantando. Me dijo la Presidenta que no tengan dudas al igual que los intendentes presentes aquí, que vamos a profundizar el plan a fondo, que vamos a seguir haciendo y generando empleo, que le vamos a dar batalla a esta crisis internacional, que lo hacemos con alegría, con amor, que estamos contentos todos juntos de poder aportar a esta Argentina. Les voy a repetir y dejar el mensaje de cierre de Cristina, de nuestra querida Presidenta, de nuestra amiga, porque nosotros estamos hablando no solamente a los peronistas, sino también a los radicales, socialistas, conservadores piensen como piensen, a aquellos que nos quieren, a aquellos que no nos quieren. Que se queden absolutamente tranquilos aquellos que piensan igual, un poquito igual, un poquito diferente, que vamos, dijo Cristina, a dejar todo para que esta Argentina siga creyendo con toda su fuerza.
Cristina me dijo: te animás Néstor a decirles y transmitirles lo que yo les quiero decir a los hermanos de Chivilcoy que, en un momento muy difícil, me trataron muy bien, me trataron como a una hija de ese pueblo. Cristina dijo: les pido que me ayuden, que me acompañen, que me tomen de la mano y que juntos lleguemos a la victoria de todos los argentinos. Eso es lo que estamos deseando llevar adelante. (APLAUSOS) Muchísimas gracias Chivilcoy. Muchas gracias por este momento, por la vida, por la paz, por el amor, por la convivencia, por las diferencias fraternas, por la discusión plural, por saber soportarnos, por encontrar un camino juntos, por tomarnos de la mano, por caminar por estas amplias avenidas de esta ciudad y por hacer el gran Chivilcoy, este Chivilcoy que es orgullo de la provincia de Buenos Aires y de la Argentina. Gracias señores intendentes, gracias por lo de Chivilcoy. ¡Viva la Patria, viva la provincia de Buenos Aires, viva Chivilcoy! (APLAUSOS).