17-02-09 PALABRAS DEL PRESIDENTE DEL PARTIDO JUSTICIALISTA, NESTOR KIRCHNER, EN EL CIERRE DE UN ACTO REALIZADO EN EL PARTIDO DE AVELLANEDA. Querido Cacho, Daniel, Alberto, Florencio, amigos y amigas: es muy importante retomar este mecanismo de encontrarnos en asambleas, de encontrarnos a conversar la realidad de nuestra patria y la realidad del mundo. Yo les puedo asegurar que como decía Cristina –que les manda un fuerte abrazo a todos ustedes, y que dice que prontamente va a estar con Cacho aquí- a nosotros nos ha tocado vivir desde que iniciamos la tarea política una crisis tras otra. Cuando debuté como intendente allá por el año 1987 me tocó tomar un municipio totalmente endeudado, y lo pudimos sacar adelante. También de gobernador, una provincia que debía más de 1.000.000.000 de dólares la dejamos con ese superávit cuando terminamos la gobernación. Me tocó vivir dos hiperinflaciones, la hiperinflación de los años 90 y la primera etapa de la hiperinflación del gobierno radical. Me tocó vivir como gobernador las angustiosas horas de aquel 20 de diciembre de 2001, cuando la patria se desplomaba, cuando los que habían llegado en nombre –como hablan a veces ahora- de la ética, de la justicia, de la equidad y de construir un nuevo país, de generar nuevas alternativas, ante el primer derrumbe y no sabiendo soportar los errores cometidos y no teniendo la capacidad para corregirlos, rápidamente esa alianza, que es la alianza residual de hoy, que se expresa prácticamente con los mismos nombres que en ese momento gobernaba el país, y que yo le llamo “alianza residual”, cuando vio que el país se desplomaba no se quedaron para estar al frente de su pueblo, salieron en helicóptero, en lo que podían, abandonando las responsabilidades institucionales y dejando a los argentinos solo, merced a una crisis que les pulverizaba todo: en la inclusión, el hambre, la falta de trabajo, el quiebre de todo este país. Recordemos el corralito y todas las cosas que nos pasaron en 2001, terrible. Y el 2002 que nos tocó vivir a los argentinos. Nosotros vinimos y asumimos con responsabilidad ofrecer una alternativa a la Argentina. Y en ese momento, en el año 2002, con todos aquellos que nos quisieron acompañar. Porque yo nunca oculto, como hoy algunos quieren ocultar, a quienes nos acompañan, no hay que tener vergüenza, cuando uno coincide con alguien en una etapa y en un momento, lo hace de cara a la
sociedad, de frente a la sociedad, como corresponde. Y en ese momento, a nosotros, en el año 2003 nos acompañaba quien era el presidente de la nación, el doctor Duhalde, quien después en el 2005, lamentablemente abandonó el lugar de lucha frente a nosotros para profundizar la transformación. Pero no hacemos como esos que hoy hacen nuevas alianzas y que los está dirigiendo el duhaldismo o el nuevo duhaldismo y el doctor Duhalde y tienen miedo de mostrarlo, lo muestran por el costado. Las cosas se asumen de cara a la sociedad. No tengan miedo, si están de acuerdo que lo muestren. Si están de acuerdo y les da tantos consejos, que lo muestren, y está bien que lo muestren. A mí me parece que lo peor que se puede hacer es tratar de tener ese doble discurso y ocultarle a la gente las cosas que hay que ocultarle. Y nosotros llegamos con apenas el 22 por ciento de los votos, como decía Cristina, con más desocupados que votos. Y nos pusimos a trabajar con millones de desocupados en la Argentina. todas las mañanas, sin bajar los brazos, moviéndonos, poniendo a la Argentina de pie, renegociando la deuda externa como nadie lo había hecho en la historia, el 70 por ciento de quita por primera vez tuvo la república Argentina. Recortamos el 70 por ciento de la deuda argentina. También le pagamos al Fondo Monetario Internacional y le dijimos “Chau Fondo, no creemos en tus recetas, el pensamiento que tenés va a llevar a una debacle”, y llevó a una debacle internacional. Porque hoy todo el mundo habla de organismos multilaterales, todo el mundo habla de la participación del Estado. Todo el mundo habla de los necesarios contralores, pero en aquel momento decían que nosotros éramos unos nostálgicos y no entendíamos lo que estaba pasando en el mundo y que el mundo se había inclinado hacia el neoliberalismo. Sin embargo, nos mantuvimos firmes en la conciencia y en la filosofía doctrinaria que había anidado nuestra formación, y dijimos: “Nosotros creemos en el Estado promotor, con justicia, con equidad, con inclusión” y fuimos recuperando paso a paso toda la Argentina. Recuperamos el trabajo, estamos derrotando la pobreza y la indigencia. Estamos recuperando la salud y la educación con muchísimo esfuerzo. Recuperamos las estructuras financieras del país para ponerlas al servicio de todos los argentinos. Empezamos a construir viviendas, hospitales, rutas, obras de energía, obras de gas, petróleo, a recuperar el potencial productivo del país y durante estos seis años que prácticamente llevamos, que se van a cumplir el 25 de mayo, registramos el crecimiento más grande de la historia que recuerda nuestra patria. Empezamos y recuperamos el Correo Argentino que había sido regalado, prácticamente, a quien todos
conocemos, al grupo a quien todos conocemos. Recuperamos la Central Nacional de Comunicaciones. Recuperamos con todas nuestras fuerzas Aguas Argentinas, que era una verdadera vergüenza lo que pasaba, quienes administraban Aguas Argentinas estaban dejando a todo el conurbano y la Provincia de Buenos Aires sin agua, sin cloacas y se llevaban todas las ganancias para afuera, recuerden ustedes lo que pasaba, lo que sucedía. Después vino la mano valiente de Cristina, recuperando en primer lugar Aerolíneas Argentinas, que la puso en marcha con todas sus fuerzas. La aerolínea de bandera nacional y la recuperación más importante de la historia, la medida más importante de las últimas décadas: recuperar de vuelta la administración de los fondos de los jubilados argentinos y terminar con las AFJP para que estos fondos sirvan a los jubilados y al desarrollo de este país. También, con toda nuestra fuerza, 14 aumentos para nuestros jubilados; recuperamos y saneamos el ANSES; recuperamos y saneamos la esperanza; aumentamos permanentemente las jubilaciones mínimas, y luego en forma permanente y en forma equitativa, toda la estructura jubilatoria de este país; jubilamos 1.500.000 personas que en los años 90 habían quedado afuera por el proceso de privatización de YPF, de Ferrocarriles Argentinos, entre tantas otras empresas – SOMISA y demás- que fueron privatizadas y nuestros trabajadores quedaron en la calle y fueron jubilados y hoy tienen una protección como corresponde. Claro, que la lucha que está dando nuestra compañera Presidenta, con los compañeros gobernadores y que tienen responsabilidades institucionales, es muy grande, pero cuando se toman los compromisos de gobernar en nombre del pueblo no se puede estar especulando si cada decisión merece un voto más o un voto menos. Porque el que quiere tener administrando el Estado un millón de amigos termina quebrando el Estado y termina quebrando la fe y la esperanza, la realización de un país. Muchas veces hay que decir que sí cuando se puede y, otras veces, cuando no se puede hay que tener el coraje de explicar por qué no, pero no caer en la demagogia corta sino tratar de administrar para que siempre se pueda trabajar para los más. Pero a veces no se puede, y hay que decirlo con todas nuestras fuerzas. Por eso Cristina se emocionó en Tartagal, fue allá al lado de ese humilde y luchador pueblo salteño, esa Salta, ese norte argentino olvidado durante tanto tiempo, y no fue Presidenta, fue una mujer,
en nombre de las mujeres y los hombres de toda la Patria, sin distinción a dar el apoyo con toda su fuerza, de todos los argentinos, para sobrellevar dicho drama. Y por eso se va a seguir trabajando con muchísima fuerza, cómo se encara esta etapa, que tenemos que ir casa a casa explicando ante esta crisis internacional. Tenemos una crisis internacional monumental; empezó con las hipotecas de mala calidad, explotó el globo financiero, cayeron bancos, caen las economías de los primeros países del mundo, despiden gente a mansalva y estamos ante una situación de incertidumbre internacional. Ante eso, nuestra Presidenta, tranquila, serena, administrando con toda su responsabilidad dijo: “lo primero que vamos a cuidar en la Argentina ante cualquier coletazo de la crisis internacional es la actividad y el empleo, y guay con tocar un solo puesto de trabajo”. Ahí está nuestra compañera al frente de los trabajadores y la clase media argentina, de los profesionales, estudiantes e intelectuales, con amplitud, construyendo un espacio nacional amplio. Seguimos fuertemente creyendo en la concertación plural y en todos los partidos nacionales para construir este país, y más, ante esta crisis internacional que nos necesita a todos. Por eso, yo le agradezco a Cacho, pero no es momento... Además, creo que cada uno tiene que trabajar desde el lugar y la responsabilidad que tiene, pero en este momento y algunos están equivocados y creen que son momentos mediáticos, de construcciones electorales para ver cómo pueden llegar a determinados lugares. Yo les pido a todos los argentinos y compañeros, en particular, y a los aliados de este espacio nacional popular y progresista, que nosotros seamos serios. (APLAUSOS) No es momento de activar banderas electoralistas, es momento de trabajar con esfuerzo, sacrificio, cuidar la administración, hacer las obras que necesita nuestro país, cuidar la actividad, cuidar el empleo, garantizar la salud, profundizar la educación, consolidar la inclusión social, profundizar la justicia social y poner todo nuestro esfuerzo en darle a la Argentina, y ayudar a Latinoamérica a dar las respuestas que en esta etapa hay que dar. (APLAUSOS). Es un desafío profundo y hermoso. Yo les puedo asegurar que nos sentimos con todas nuestras ganas y todas nuestras fuerzas para afrontar este problema, como otros
problemas que hay. Nosotros no vamos a ignorar los problemas que tiene la Argentina, porque la manera de solucionar los problemas es asumirlos. Y tenemos para generar y garantizar un crecimiento que esté entre 2 y 4 puntos del Producto Bruto Interno (PBI) con el Gobernador, con todos los intendentes y todos los gobernadores e intendentes del país, se puso en marcha un plan de obra pública, que paso a paso ya en los próximos 30 ò o 40 días se va a ver a pleno y se está anunciando y se va a anunciar una inversión para Salta, de 2.500.000.000 de pesos; de 100.000.000.000 de pesos que mueva la economía, que genere trabajo, que movilice toda esta estructura y que, aparte de las medidas sectoriales que se están tomando, tenga la profundización de un plan que dinamice toda la economía. Es lo mismo que acaba de firmar hoy en Estados Unidos, con sus características, con sus realidades, y la profundización del contenido que por ahí no conocemos muy bien todavía, el actual presidente Obama para afrontar la crisis en Estados Unidos. Nosotros hace 3 ó 4 meses nos pusimos a trabajar en este plan, pero el 25 de mayo de 2003, cuando me tocó hablar en el Congreso de la Nación, dije palabras claras y concretas: que la inversión pública no era un gasto sino una inversión para mejorar la calidad de vida y el trabajo de los argentinos. Y está probado que el mundo hoy está entendiendo que no es un gasto, como nos decían los activistas neoliberales, que decían que acá lo que había que hacer... ¿Se acuerdan ustedes? Ellos hablaban del ajuste permanente, el despido, eliminar todos los gastos posibles... Y son los que están escondidos en estas alianzas que aparecen. Fíjense ustedes, si los van a ver a estos personajes y son los mismos. Cuando yo hablo de la alianza residual, que gobernó el país en el 2001, ustedes saben a quién me refiero. Y cuando hablo del neo-duhaldismo o el neo-menemismo también saben a quién me refiero. En forma conjunta, entre todos, fueron generando la situación que explotó en el año 2001 y 2002 en esta Argentina. Y esto lo sabemos perfectamente y lo tenemos que tener perfectamente claro. (APLAUSOS) Por eso es muy importante explicarle, con toda claridad a nuestros compañeros esta situación. También sabemos que hay cosas que duelen. Por allí Daniel no las quiso tocar, pero yo las voy a tocar. Con todo permiso, y con el permiso del Gobernador, y como un ciudadano argentino. Hoy me
siento y sé que ustedes se sienten conmocionados, pero hay un tema que tenemos que tocarlo con profundidad, que es el tema de la seguridad acá en la Argentina, acá en el conurbano y acá en la Provincia de Buenos Aires y en el resto del país sin ningún tipo de problemas. (APLAUSOS) No somos los que nos gusta salir a distribuir las culpas, que es lo más fácil ante cada problema. Sino, ¿cómo se buscan las soluciones? No con carteles artísticos o hagamos algo, sino con propuestas y decisiones concretas. Nosotros le queremos decir a nuestro Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, que todos lo apoyamos fuertemente. Sabemos que es difícil. Fíjense ustedes. Hace pocos días fue secuestrado un señor por maleantes, que vestían el uniforme de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Una verdadera vergüenza lo que sucedió, y espero que se proceda con toda firmeza echándolos definitivamente para limpiar la policía, como hay que hacerlo, para que los ciudadanos se sientan seguros. (APLAUSOS) Y en el día de hoy nos causó un profundo dolor la muerte de un policía, de un teniente de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, con 62 años, pronto a jubilarse, dos meses, decían, que fue vilmente asesinado por seres humanos, que no merecen ser llamados seres humanos, que no sabemos quiénes son, pero mataron a alguien que custodiaba, que cumplía con el uniforme, que cumplía con la ley, que cuidaba a sus vecinos y que era un verdadero ejemplo. Fíjense las dos contradicciones. Por eso, Daniel, métele con fuerza, hay que hacer un fuerte proceso ordenador en esta policía definitivamente para que todos honren la conducta del hombre que cayó hoy y definitivamente terminen con la conducta de los que secuestraron a aquel hombre ayer. (APLAUSOS) Y también no hacer una especulación electoral con el tema de la seguridad, trabajemos todos porque es nuestra seguridad, para recuperarla plenamente. Tenemos, es cierto, niveles muy superiores a los que puede haber en otros lugares de Latinoamérica, pero los argentinos podemos mejorarlo y nosotros tenemos que hacerlo con todo nuestro esfuerzo. Pero cuando se aplica la ley, cuando se aplica con decisión, códigos éticos y responsables, y cuando todos nos preocupamos solidariamente, todos esos temas se van solucionando paulatinamente, por difíciles
que sean. Son temas que hay que afrontarlos, esto es lo que tiene que hacer la dirigencia política argentina, ponerse en cada tema y afrontarlo, dejar de descalificar, insultar. Hay posturas diferentes, pero lo importante es que prime verdad relativa, la idea, la valentía para absorber los problemas, la decisión de hacer un país entre todos. Yo les puedo asegurar, que yo le estoy agradecido al pueblo argentino, a mi provincia y toda la Argentina por todas las responsabilidades que me dieron, que me siento con muchísimas ganas de colaborar de cualquier lado que sea para que este país siga avanzando con todo, que rechacemos definitivamente la confrontación, el agravio y la descalificación. Los argentinos necesitan ver en sus dirigentes el espejo del trabajo, el esfuerzo y la solidaridad. Yo llamo a los dirigentes nacionales de este frente nacional y popular, a los militantes del justicialismo y de las otras fuerzas progresistas de la Argentina a ir a hablar casa por casa con cada ciudadano argentino para juntar ese torrente de voluntad transformadora que definitivamente nos dé la posibilidad de concretar ese país que soñaron nuestros grandes dirigentes: Mariano Moreno, San Martín, Belgrano. Hoy llegaba Belgrano a Salta, hace 190 años. El general Belgrano, Hipólito Yrigoyen, el general Perón y la inmortal Evita, que es una verdadera llama viva de que las cosas se pueden hacer. (APLAUSOS) Nosotros tenemos que apoyar fuertemente la tarea que lleva adelante nuestra Presidenta por la redistribución del ingreso. Uno a veces podría haber tomado... la Presidenta podría haber tomado caminos más tranquilos, pero dijo: “Voy a trabajar por una Argentina que siga creciendo, que se redistribuya el ingreso, que cada día tengamos menos pobres, menos indigentes, que la clase media tenga movilidad social, que las universidades y las escuelas se abran a todos los argentinos”. Está dispuesta a todo, a jugar por su Patria y por su pueblo, y nosotros las vamos a acompañar con todas nuestras fuerzas porque será mujer, pero está demostrado que tiene la mano de mujer, la fuerza de mujer, la dignidad de mujer... Y hoy en día las mujeres han demostrado que a veces son muchísimo más valientes y decididas que nosotros. No tengan ninguna duda que eso ha pasado y será... (APLAUSOS)
Algunos, en esa postura extrema, machista, que a veces tienen, dicen: “Una mujer...”. Pero por favor, ¿cuántos ejemplos dieron las mujeres argentinas en los momentos más difíciles? Nosotros, en este caso los hombres, tenemos que aprender a ser más humildes y cuando llegamos con los brazos caídos está la vieja, tu mujer, la abuela o tus hijas dándote fuerza para dar la lucha al otro día para que tu casa y tu país puedan crecer. Por eso, yo les puedo asegurar que venimos a Avellaneda con todas nuestras fuerzas, con todas nuestras ganas, a poner todo nuestro esfuerzo, a hablar con todos nuestros compañeros, a hablar de la crisis internacional, a hablar de las cosas que hicimos, a hablar de las cosas que tenemos que hacer, a hablar de seguir recuperando en Argentina, paulatinamente, con seriedad y responsabilidad, en un diálogo permanente entre empresarios y trabajadores, el poder de inserción de nuestros trabajadores. No se puede ajustar por abajo, no se puede cortar el hilo por lo más fino. Si hay que ganar un poquito menos que ganen un poquito menos los que más ganaron, que son esos grandes empresarios argentinos que pueden seguir ganando y pueden garantizar con toda solvencia el empleo. (APLAUSOS)
Acá - dijo Cristina con claridad - que no se ajusta más por abajo... Acá no se ajusta más por abajo, acá se cuidan a nuestros compañeros, compañeras, hermanos y hermanas, y se le pide solidaridad. Y yo sé que los empresarios argentinos la van a tener. El gobierno tomó muchísimas medidas para que la industria automotriz, para que la industria de electrodomésticos, para que la industria textil y todas las demás puedan seguir trabajando en una crisis terminal. Por eso, empresarios, trabajadores, gobierno, con solidaridad, sin agresión, trabajando y profundizando este plan de transformación, siendo ortodoxamente keynesianos, defendiendo la convivencia entre todos los argentinos, tendiendo las dos manos, no importa. Miren, yo les puedo asegurar que uno por allí, a veces cansado de recibir infamias, ataques y demás, que son preparados por operativos claros y concretos de sectores que se dedican nada más que a hacer este tipo de operaciones, no importa, no reaccionen, piensen en Dios, pongan la otra mejilla, piensen en la gente,
piensen en la Patria, el amor debe triunfar y la Argentina se debe consolidar. (APLAUSOS) Muchas gracias. Muchas gracias por vivir este momento. Casa a casa, hablar con todos los argentinos, no es momento de elecciones, es momento de unir las fuerzas para consolidar la transformación, el trabajo y la movilidad social. Gracias, Avellaneda, gracias Argentina.