CAPITULO 2º: Un Nuevo Compañero.
Sumido en la más profunda oscuridad sin nada más a su alrededor más que el implacable y frió silencio de la soledad, el cuerpo de un chico de cabellos oscuros y puntiagudos permanece inerte flotando a la deriva en medio de aquella densa oscuridad. Atrapado en una semiinconsciencia con los ojos cerrados, a la par que sus labios se movían pausadamente musitando palabras que parecían ser tragadas por el profundo silencio que le rodeaba. Sus ropas se encontraban rasgadas producto de certeros cortes y ligeras quemaduras que a su vez se veían reflejadas en su rostro. Unos pequeño hilos de sangre recorrían su rostro al igual que de su boca junto a una gran mancha de sangre en su hombro izquierdo. -¿Por…Que? – -¡Aun sigues dudando! Acaso no deseas vengarte. –exclama una voz profundo y siniestra similar a la del chico, la cual parecía surgir de todas partes oculta entre toda aquella oscuridad. -Ven…ganza. –musita débilmente el chico al mismo tiempo que fugazmente aparecía la figura de un hombre de cabellos oscuros sobre una cama, en lo que parecía la habitación de un hospital. Junto a la cama se podía ver un monitor y algunas maquinas cuyos tubos y cables estaban conectadas al hombre inconsciente. -Eso es, el te arrebato algo importante para ti ¿Acaso no deseas acabar con su existencia? –el tono de la voz se hacia más fuerte y macabro por momentos. -Acabar…Con su existencia. Ahora lo recuerdo…Si, jure que acabaría con el. –El chico empieza a abrir ligeramente sus ojos cuya mirada no desprendían vida alguna. -Y yo te ayudare. Necesitas mi ayuda, mi poder ¡Porque yo siempre estaré hay, nunca te traicionare! – -E-El me traiciono….El rompió la promesa que nos hicimos aquel día…Y-Yo nunca…Le perdonare –en ese momento las palabras comenzaban a salir con más fuerza por la boca del chico, estas llena de rabia y odio parecían revelarse ante la intensa oscuridad y el profundo silencio que le rodeaba. -Eso es, libera toda la rabia y el odio que albergas en tu corazón. Deja que la oscuridad brote sin cesar desde lo más profundo de tus emociones, abrázala y serás recompensado con mi poder –exclama la voz entre espeluznantes carcajadas que surgían de todos lados. -Es verdad, dudaba por el motivo verdadero por el que iba tras él. Esa persona me lo arrebato sin mostrad piedad alguna, él… Tras musitar estas palabras elevando levemente la voz el chico termina de abrir totalmente los ojos mostrando una mirada vacía, donde sus pupilas totalmente dilatadas se veían sumergidas en una total y profunda oscuridad con leves tonos claros. Así mismo su cuerpo empezaba a desprender una leve niebla entre oscura y rojiza que parecía rodearle, dicha niebla que se
hacia más intensa por momentos comenzaba a concentrarse delante de él tomando poco a poco lo que parecía ser una figura humana. Pasados unos segundos de la niebla había surgido una figura totalmente oscura tomando forma física rodeada por una niebla ahora más rojiza, una figura masculina en la cual solo podían distinguirse unos penetrantes y rojizos ojos. -Así es, desata toda la rabia que durante todo este tiempo generaste al sentirte traicionado y frustrado. Cumple tu deseo y culmina tu venganza. – -T-Tengo que matarle, debe pagar por todo el sufrimiento que a causado. Tengo…Que cumplir mi venganza. –la niebla oscura que rodeaba al chico empezaba a ser más y más espesa engulléndolo poco a poco, al mismo tiempo que la niebla rojiza se hacia más intensa alrededor de la oscura figura que había surgido frente a el mostrando una pequeña sonrisa. -Si, si. Déjate llevar por las dudas y la oscuridad de tu propio corazón. Solo entonces alcanzaras tus deseos y serás mío. –exclama la profunda voz al tiempo que de la boca surgida en el rostro de la oscura figura se dibujaba una pequeña pero siniestra mueca, al mismo tiempo que sus ojos se achicaban mirando fijamente al chico. En ese momento la oscuridad que envolvía a la figura empezó a disiparse permaneciendo visible la niebla rojiza que le rodeaba, fue entonces cuando la misteriosa figura se mostró como una copia exacta de aquel chico tanto físicamente como en la ropa que llevaba, aunque esta por el contrario carecía de cortes o quemaduras incluso las heridas eran inexistente. Solo parecía existir dos diferencias entre ambos y era que la copia del chico poseía la piel más oscura y sus ojos eran totalmente rojizos. Lentamente comenzó a alzar el brazo derecho orientándolo hacia el chico, momento en el que la figura empezó a acercarse lentamente posando la mano sobre el pecho del chico flexionando levemente el brazo. Deteniéndose de pronto a pocos centímetros entre ambos. -Deséalo, desea vengarte con más y más fuerza porque ese será tu perdición al mismo tiempo ¡Porque quieras o no…Tú serás mío! –murmura el siniestro doble del chico con un tono más profundo y pausado, mientras unas espeluznantes risas surgían de este extendiéndose por todo aquel espacio frió y vació inundado solo de oscuridad. Tras decir estas palabras la mano del doble oscuro del chico que estaba posada sobre su pecho empezó a hundirse en el mismo muy lentamente, su antebrazo poco a poco empezaba a desaparecer dentro del cuerpo del chico, quien no parecía mostrar señal alguna de reacción salvo una pequeña mueca de dolor. Tras unos segundos el brazo ya se encontraba extendido totalmente así como parte del mismo había desaparecido dentro del pecho, este parecía estar totalmente fundido con el cuerpo del chico siendo el punto exacto a la altura del corazón. De pronto la densa niebla oscura que le rodeaba empezó a fluir hacia el siniestro doble a través del brazo al mismo tiempo que el cuerpo del chico empezaba a transparentarse, en ese
momento un intenso brillo rojizo empezó a surgir en sus ojos al igual que su sonrisa se hacia más pronunciada. Viendo con total frialdad como el cuerpo del chico lentamente desaparecía delante de él. -Estas seguro que podrás hacer lo que deseas cuando llegue el momento – De pronto la voz de un chico surgió en su mente así como la figura de espaldas de alguien cuyos cabellos cortos y revueltos le parecían familiares.
- ¿Crees que lo que estas haciendo es lo correcto?... Es lamentable ver a alguien como tu mostrando tal actitud ante sus propias obligaciones. Me apenas sobre todo porque tú no eras así, tú no. – En ese mismo momento una nueva voz masculina tan calida como triste surgió en su mente, cuya imagen no parecía lograr vislumbrar pues se encontraba bastante borrosa. -¡C-Como! ¿Que es esto…? Acaso… -exclama algo sorprendido y desorientado el siniestro clon del chico. - Tú nunca has sido de esos, dudo mucho que puedas cargar con el peso de tantas vidas arrebatadas. –dice la voz del chico de espaldas cuyo tono se veía impregnado por cierta tristeza al mismo tiempo que llenas de determinación. - No importa lo que digas, con esas palabras te estas mintiendo a ti mismo. El se dejo dominar por su propia oscuridad, por nuestros miedos, por nuestra desesperación. Él dio ese paso previo y tu después de aquello sin darte cuenta también lo estas… -¿Quiénes sois? ¿Por qué…? –musita débilmente le chico moviendo de forma pausada y torpe los labios, momento en el que empezaba cerrar lentamente los ojos a medida que su cuerpo desaparecía cada vez a mayor velocidad. -Solo un poco más, solo un poco más y seré libre otra vez…Ni se te ocurra, ni se te ocurra rechazarme… -el siniestro clon del chico parecía reflejar cierta impaciencia así como desconcierto ante lo que estaba sintiendo y viendo, dibujándose una pequeña mueca de desesperación así como pequeños sudores que parecían surgir en su oscuro rostro. El cuerpo del chico casi había desaparecido en su totalidad, así como la densa niebla oscura que le rodeaba había pasado a formar parte de la niebla rojiza que rodeaba al siniestro clon. Tras unos breves segundos y justo cuando este había cerrado completamente los ojos el cuerpo del chico así como el había terminado por desvanecerse, surgiendo de nuevo la parte del brazo así como la mano del siniestro clon que habían desaparecido al introducirse en su pecho. En ese momento retirando el brazo y con la mano abierta fijo su rojiza mirada en esta comenzando reírse cada vez con más fuerza y fuera de si, extendiendo ambos brazos ahora sus siniestras carcajadas empezaron a extenderse por toda aquella oscuridad en la cual
ahora habían surgido leves tonalidades rojizas. -¡¡Por fin!! Después de tanto tiempo ¡Por fin soy libre de nuevo! Ahora eres mío por completo chico. –exclama el siniestro clon ensombreciendo su rostro y dibujando una expresión aterradora y de locura al encorvar su cuerpo. ------------------------------- Opening (Glorious for Rina Aiuchi) -----------------------------Tras mucho correr finalmente Hataru parece llegar a tiempo a su destino el Instituto Itakariwa, comprobándolo al observar a algunos alumnos en su mayoría accediendo al mismo con cierta tranquilidad mientras que otros lo hacían con algo de prisa. Cogiendo algo de aire a la vez que aminoraba la intensidad de sus pasos lanza un pequeño suspiro de alivio, pero justo cuando se acercaba a la entrada es sorprendido por alguien en un descuido por otro lado normal en él. -¡¿Otra vez llegando con prisas?! –exclama animadamente la voz de un chico, el cual surge desde atrás posando su mano izquierda sobre el hombro derecho de Hataru. -Buenos días Hataru –a los pocos segundos surge una voz femenina desde el lado izquierdo del chico sobresaltándole más aun. -¡¡Eehh!! ¡Satomu, Sa-Sakura! -Hataru voltea la cabeza de un lado a otro comprobando como aquellas voces eran de sus dos amigos y compañeros, quizás de los únicos o pocos que tenia. Tras el susto inicial provocado por el sobresalto que había sufrido, Hataru rápidamente no puedo evitar soltar unas pequeñas e inocentes risas manteniendo la mirada fija por unos instantes en su buen amigo. Satomu Nomura un chico de aspecto formal, con gafas y el cabello alborotado de color verde, sus ojos de color oscuros desprendían una mirada capaz de apaciguar al peor de los gamberros o casi, ligeramente algo más alto y siendo un año mayor que el por escasos meses (17 años). Un chico bastante popular entre las chicas y bastante listo poseyendo de las mejores notas de todo el instituto razón por la cual quizás, Hataru se preguntaba como era posible que alguien como el fuera su amigo incluso desde la infancia. Acto seguido Hataru volvió la mirada hacia su izquierda centrándola en la chica que caminaba junto a el. Su nombre es Sakura Ozu de su misma estatura y edad (16 años) habiendo entre ambos dos semanas escasas de diferencia, de cabellos largos y lisos de color azulado y ojos verdosos. También se conocen desde la infancia por lo que se podría decir que los tres siempre han estado juntos, siendo una chica dulce y tranquila a la par que un poco inocente razón por la cual quizás ambos se parecen más de lo que creen. Rápidamente Satomu se hecha encima de Hataru, pasando su brazo derecho por el cuello de este mientras continuaban caminando. -Y bien ¿Que a sido hoy? ¿Haz tenido otro de tus sueños?-Satomu acerca su
rostro al de Hataru al tiempo que entre cerraba los ojos.- O quizás… ¡Te has topado con una hermosa chica que a robado tu corazón! – -¿¡P-Pero que dices!? No digas tonterías Satomu que aun es demasiado temprano –Hataru reacciona airadamente y algo molesto sonrojándose ligeramente.-Bueno…Esto…-añade tímidamente desviando la mirada hacia Sakura de forma disimulada. - Satomu déjalo quieres. -Sakura cruza su mirada con la de Hataru esbozando una sonrisa.-Y bien ¿Has tenido otro de esos sueños?-Sakura se inclina levemente hacia delante sin apartar la mirada, momento en el que sus largos cabellos se dejaban caer quedando levemente colgados. -¡S-Si…! -exclama Hataru con cierta timidez agachando la cabeza.-Si supieran que en verdad… -piensa mientras una gran gota caí por su cabeza. -¡Bueno! Supongo que si es así, ya nos contaras al respecto luego -comenta Satomu en un tono despreocupado, soltando a Hataru mirándolo de reojo. -C-Claro… –le responde Hataru con un leve tic en su ojo izquierdo, sumido aun en los hechos que esa mañana habían ocurrido y sobre todo en aquella misteriosa chica. -¡Chicos! Mirad hacía delante –les dijo Sakura alertando a Hataru y Satomu. -¿Qué pasa Sakura? –Hataru vuelve el rostro por unos segundos hacia Sakura, para al instante centrar la mirada hacía delante.-¡¡AAh!! ¿Quíen es ese? ¿Le conocéis? -pregunta Hataru recuperando la verticalidad. -¡Cómo! ¡¡Ah, si!! Ahora me acuerdo que ayer escuche, algo de que en los próximos días seria trasladado un estudiante nuevo. Creo recordar que dijeron que venia de Tokio. -responde Satomu posando su mano izquierda en su barbilla, mientras mira por unos segundos hacía el cielo para volver a mirar hacía delante. -¡Así que un chico nuevo! Es extraño que a estas alturas decidiera trasladarse -Sakura entrecruza los brazos lanzando un leve suspiro. -Pues la verdad es que ahora que lo dices tienes razón. ¿Me pregunto quien será? –exclama Hataru mirando fijamente al chico quien no parecía inmutarse. -Bueno, tampoco tiene que ser tan raro simplemente anecdótico. Hay multitud de razones que pueden haberlo motivado si lo pensamos fríamente -argumenta Satomu volteando la mirada hacía Hataru y Sakura. Mientras que Hataru seguía intercambiando impresiones sobre aquel chico con Satomu y Sakura. Este permanecía inmóvil con una mano en los bolsillos y con la cartera en la otra, la parte superior del uniforme la tenia desabrochada vistiendo de manera informal. Justo en el instante en el que Hataru paso junto a él sus miradas por 3 cortos segundos se cruzaron, tras lo cual él chico se quedo mirándolo mientras nuestro protagonista seguía caminando y conversando accediendo a el instituto. Tras perderlo de vista el chico vuelve a levantar la mirada hacia el instituto con una expresión seria, en ese momento comienza a sonar el timbre que avisaba a los rezagados que las clases estaban apunto de comenzar. Es entonces cuando bajando la mirada y apoyando la cartera en su espalda comienza a caminar cruzando
el umbral de la entrada, junto con algunos alumnos que terminaban de entrar corriendo y de forma agitada. Por otra parte, en la calle en una esquina la chica de cabellos plateados apoyada en una pared había observado toda la escena. Ya dentro del instituto en la clase 2-A donde se encuentran Hataru y Satomu pues Sakura esta en la clase 2-C, entra en ese momento el prof. Katzui colocándose todo el mundo en su sitio y saludándole tras lo cual se sitúa detrás de su mesa. -¡Bien! Antes de comenzar con las lección de hoy. Tengo que presentaros a un nuevo compañero, que se unirá a nuestra clase desde este momento -explica de forma sosegada el prof. Katzui, quien se voltea hacia la puerta.Puedes pasar.La puerta comienza a abrirse surgiendo la figura de un chico. En ese momento todos y cada uno de los presentes dirigen expectantes sus miradas hacia la puerta. Para sorpresa de Hataru y Satomu ven entrar al chico que se encontraba en la entrada, formándose al instante un gran revuelo sobre todo entre las chicas. -¡¡Ese es el chico nuevo!!…Es bastante guapo ¿Me pregunto si tendrá novia?…Siendo tan guapo seguro que la tiene… ¡Pues la verdad es que esta buenísimo! -murmuran entre si las chicas cuyos ojos parecen corazones palpitando observando al chico embobadas, apareciendo alrededor del chico brillantes estrellitas a sus ojos. - ¡¿Así que ese es el nuevo?!…Va un poco chulito ¿no creéis?… ¿De donde vendrá?… ¡¿Pero que les pasa a las chicas, acaso es que aquí no hay chicos guapos también?!…. ¿¿Tu eres uno de ellos Kojima??...jajajaja…¡¡Dejaos de tonterías!! –murmuran, entre comentarios y bromas los chicos quienes observan a su nuevo compañero con cierto receló. -¡Bien, callaos! ¡¡Chicos silencio!! -grita el prof. Katzui, agitando una de sus manos intentando que desaparezcan los murmullos y comentarios, lográndolo tras unos segundos.-Esto esta mejor. Ahora vuestro nuevo compañero se presentara ¡Adelante! –Tras decir esto se voltea hacia su derecha cediéndole unos minutos. -Mi nombre es Osamu Okamura, tengo 16 años y vengo del instituto Isajiri Kirou de Tokio. ¡Encantado de ser vuestro compañero! ¡Espero que nos llevemos bien! -con voz tranquila y un tono frió se inclina levemente en señal de saludo. -¡Muy bien! Ahora busca un sitio libre…mmmm… ¡Ya esta! Siéntese al lado del señor Kanzaki…-exclama el prof. Katzui señalando hacia donde se encontraba Hataru. Inmediatamente Osamu el nuevo compañero de Hataru se dirigió hacia la mesa que se encontraba libre que había a la izquierda de este. Mientras pasaba entre los demás compañeros los murmullos reaparecieron entre los de los chicos, los cuales la gran mayoría se sentía algo violentos ante su presencia, mientras que las chicas se encontraban la gran mayoría
embobadas mirándolo mientras este pasaba junto a ellas. Satomu por su parte, lo miraba fijamente al igual que este encontrándose por unos segundos ambas miradas. Hataru por su parte le resultaba indiferente la presencia de aquel chico, pero por alguna extraña sensación se sentía algo unido a este. Sin poder explicar ni entender como o porque. Tras sentarse junto a él la clase comenzó y Hataru por unos instantes se quedo mirándolo de reojo, cuando al rato este respondió a esa mirada surgiendo en el cuerpo de Hataru una sensación de escalofrió. Como si de pronto hubiera estado debajo de una ducha intensamente fría, pues lo que no era normal era que ese escalofrió surgió desde su cabeza y fue bajando hasta sus pies. Además de que esa sensación se mantuvo por unos segundos que parecieron minutos. Una vez terminada la clase, todos los alumnos se levantaron de sus asientos para ir a la cafetería del instituto o comer afuera en los jardines debajo de los árboles. Osamu por su parte, también se levanto al igual que todos con las manos en el bolsillo mostrándose tan frió y callado como cuando entro. A excepción de cuando se presento, siendo el centro de atención sobre todo de las chicas las cuales muchas fueron detrás de él. Hataru quien se quedo mirándolo como salía de la clase, se había mantenido sentado en su asiento a lo que Satomu se acercó manteniendo su mirada también en aquel misterioso nuevo compañero por unos instantes. -Que tipo más raro ¿No crees Hataru? – -Bueno, digamos que es alguien particular -responde Hataru con cierto tono de indiferencia e interés sobre ese chico, más aun podía sentir como aquella sensación de escalofrío aun no había desaparecido del todo. -No se por que ¡Pero ese tal Osamu me trasmite cierta desconfianza! ¡Es como si fuera otra cosa, que nosotros no logramos ver! -musita Satomu de forma débil.- ¡Vaya! Parece que estoy empezando a decir tonterías...jejeje. – tras unos segundos se voltea hacia Hataru, sonriendo y mostrando un tono más alegre al ver como le miraba de forma extraña. -¡¡Chicos!! ¿Ese era el de esta mañana, cierto? –Sakura con una pequeña carrera irrumpe en la clase ya casi vacía llegando junto al pupitre de Hataru, para luego voltear el rostro hacia la puerta. -Si. Parece que estará en nuestra clase. Se llama Osamu Okamura. –Hataru mientras dice esto se sonroja ligeramente al rozar Sakura ligeramente una de sus manos -¡¿O-Okamura?!…mmmm….Me suena de algo ese apellido. –Sakura queda pensativa por unos segundos surgiendo un breve silencio entre ambos chicos, llevando una de sus manos a su barbilla.-Pero no logro recordar de que. -Déjalo, ya te acordaras luego ¿Vamos a comer afuera? ¡Hoy traigo un regalito de mi hermana! - Satomu sonriendo saca y levanta una caja envuelta en un pañuelo amarillo. -¡¡Quueee!! ¡¿¡Tu hermana nos ha preparado algo!?! ¡Que bien! Estaba deseando probar algo otra vez hecho por tu hermana. Satomu tienes mucha suerte de tener una hermana que cocine tan bien. –miles de estrellitas
surgen alrededor de Sakura al tiempo que juntaba ambas manos, cayendo un pequeño hilo de saliva por la boca. -B-Bueno Sakura tu tampoco…L-Lo haces tan mal…La verdad es que lo que...T-Tu c-cocinas esta también muy rico. -tartamudea tímidamente y de forma nerviosa Hataru. -¡Pues claro! Dándole clases de cocina mí hermana ¡Como no iba a mejorar cocinando! Y menos mal. Porque si su futuro marido tuviera que comer lo que cocinaba antes, mucha hambre pasaría…jajaj...-exclama Satomu en tono de broma mirando de reojo a Sakura al tiempo que se recolocaba las lentes. -¡¿¡Q-Que has dichoo?!! –sakura molesta y enfadada mira a Satomu con los mofletes hinchados y amenazándole con una de sus manos fuertemente cerradas. -Venga, venga mujer, si solo era una broma. No te pongas así. Además tampoco es que diga algo que no es verdad ¿O acaso estoy mintiendo? -Satomu coloca las manos con los unbentos del almuerzo delante de ella disculpándose entre sudores. -¡¡SA-TO-MUU!! –grita sakura más molesta aun y echando humo por la cabeza al tiempo que mostraba más amenazante aun su puño hacía Osamu. -V-Venga chicos, tranquilizaos queréis.-una gran gota recorre la cabeza de Hataru al mismo tiempo que una pequeña sonrisa nerviosa surgía en su rostro con los ojos. Pero justo cuando Hataru se estaba levantando de su sitio para salir con Satomu y Sakura, él prof. Katzui le llama pidiéndole si le podía ayudar con una cosa. Hataru muy servicial como siempre accede a hacerlo, por lo que le dice a sus amigos que se adelanten y le esperen debajo del árbol donde siempre. Unos minutos mas tarde Hataru cargando unos libros que le cubrían casi todo su rostro ocultándolo tras estos dejando al descubierto solo sus ojos, se dirigía a la biblioteca. En todo momento no dejaba de preguntarse porque sintió ese escalofrió cuando el chico nuevo se sentó junto a él. Justo cuando Hataru se disponía a entrar a la biblioteca, aparecieron unas compañeras de su clase que rápidamente llamaron su atención. -¡¡Hataruu!! ¿Has visto por aquí al chico nuevo? -pregunta una de las chicas. -¿Os referís a Osamu?...mmmm...Pues no, no lo e visto.-responde mientras sacaba el rostro de entre la montaña de libros que cargaba como podía. -¡Ya veo! Gracias de todas formas ¡¡Vamos chicas!! Busquémosle por allí –el grupo de chicas salen corriendo con gran ímpetu ante la ingenuidad de Hataru. Hataru permanece por unos instantes con la mirada sobre las chicas que rápidamente desaparecieron por el largo y vació pasillo en aquellos momentos. Tras esto se volteo nuevamente hacia la puerta de la biblioteca,
entrando se dirige a una de las mesas libres de las tantas que había en ese momento. Pues tan solo se encontraban allí la bibliotecaria y dos estudiantes de cursos inferiores por lo que podía identificar en sus uniformes. Pero para su sorpresa allí había alguien más, pues se encontraba precisamente el chico nuevo. Aquel a quien esas chicas buscaban con tanto afán, mirando fijamente por la ventana con expresión seria e incluso podía denotar cierta melancolía. La misma mirada que tenía justo cuando se cruzaron en la entrada del instituto. -¡Vaya! ¿Así que te encontrabas aquí? -Hataru sonriendo se acerca a Osamu tras dejar la pila de libros que cargaba sobre la mesa. -Solo estoy evitando ciertas molestias. -¡¿M-Molestias?!…mmm… ¡Ah! Ya te entiendo –entrelazando los brazos Hataru recuerda lo de las chicas comprendiendo cuales eran las molestias a las que él se refería. Con un leve tic en su ojo izquierdo se voltea hacia la mesa donde se encontraban los libros. -¿Crees que es real este mundo, lo que vivimos? ¿Porque podemos llegar a ser tan débiles, aunque aparentamos no serlo? ¡¿No te lo haz preguntado?! –Osamu entre cierra levemente los ojos al tiempo que cierra con fuerza los puños. Hataru al escuchar las palabras de Osamu, vuelve a sentir nuevamente ese escalofrió que dura unos segundos. Y que al principio de entrar en la biblioteca no había sentido. Pero lo más importante era, que quería decir con esas palabras. Rápidamente se gira hacia donde estaba el chico nuevo cuyo nombre era Osamu, viendo como este ya no se encontraba allí. Mirando de un lado a otro desconcertado buscándolo con la mirada, sin entender muy bien que era lo que quería decir.