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EL

ADN

DEL

DISEÑO

London Design Festival

LONDON DESIGN

Por Miryam Audiffred

Muebles, textiles, productos, arte y moda. Las nuevas tendencias en decoración e

FOTO: Francisco Estrada / cortesía london design

interiorismo quedaron al descubierto en esta ciudad europea que, durante 10 días, fue sede de la quinta edición del London Design Festival: un evento con más de 300 mil visitantes y todos los creativos Europa.

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as calles de la capital inglesa, frecuentemente adornadas por la solemnidad de la realeza y sus desfiles, fueron, durante 10 días, el escenario para cientos de diseñadores de todo el mundo. Estudiantes, profesionales, empresarios y artistas participantes en la quinta edición del London Design Festival se congregaron del 15 al 25 de septiembre para tomar los cuatro puntos cardinales de esta ciudad europea, que lleva un lustro marcando la pauta de las nuevas tendencias en decoración e interiorismo. De norte a sur y de este a oeste, no hubo una sola zona de esta gran urbe que no se dejara abatir por los vientos innovadores en diseño de lámparas, muebles, papel tapiz y textiles. Desde los gigantescos candelabros de cristal de Swarovski y la escultura de acero de Zaha Hadid, hasta las nuevas cocinas creadas por Casa Armani y los trabajos de diseño gráfico de las últimas generaciones de estudiantes, sirvieron para hacer de esta ciudad un escaparate de lo que está hoy, y estará el próximo año, en boga en cuestión de diseño. Aunque la principal sede del encuentro fue el Royal Festival Hall —un imponente edificio que se eleva con su cuerpo de concreto gris a orillas del río Támesis—, las universidades, los museos, una que otra bodega e incluso algunas importantes

10

días duró el festival

200

eventos de diseño experimental

plazas públicas, como la famosa y céntrica Trafalgar Square, cedieron a la tentación de mostrar que el Reino Unido es el sitio ideal para la creatividad y la innovación, tal como se le ha considerado desde 1852 cuando se creó, en Londres, el Victoria and Albert Museum, pionero a nivel mundial en dedicar sus espacios al arte decorativo. Más de 300 mil asistentes este año, y la presentación de 200 proyectos de diseño experimental son la muestra de que este magno evento se ha convertido en un verdadero espejo de la diversidad cultural y étnica que habita el territorio londinense. Así lo señala para Ambientes el director de esta feria, Ben Evans, quien no duda en recalcar que Londres representa, para los creadores de las distintas disciplinas, un lugar de “enorme libertad creativa”: “Diseñadores de todas partes del mundo quieren vivir y trabajar aquí. De hecho, son muchos los que ya residen

500

expositores en 100% Design

5

años consecutivos de celebrarse

mil asistentes este año 59

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en la ciudad y están impactando en la manera de entender y desarrollar el diseño. En esta feria, por ejemplo, se siente la influencia del sureste asiático y del norte de Europa”.

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Diseño Británico o Diseño London La gran diversidad de culturas que converge en esta ciudad es el origen del debate que actualmente gira en torno al diseño inglés. Y es que con tantos grupos étnicos conviviendo estrechamente, ¿se puede hablar de diseño británico?, ¿hay alguien que pueda definirlo con la misma exactitud con la que se hace referencia, por ejemplo, al diseño italiano? El experto Dejan Sudjic asegura que no. En una charla sostenida con nosotros, el también director del Museo del Diseño de Londres considera que es casi imposible definir el diseño inglés debido a que en este arte se rompieron las fronteras hace mucho tiempo: “Es difícil hablar de diseño británico si se sabe que, por ejemplo, el coche clásico británico, el Mini Cooper, fue creado por Alec Issigonis, un griego nacido en Turquía que vino a Londres como refugiado. Incluso el nuevo Mini fue diseñado por una compañía alemana que tenía a un inglés como diseñador en jefe y que ahora trabaja para una empresa italiana en Turín”. En lugar de diseño británico, Sudjic prefiere hablar de un diseño londinense, debido a que es la única ciudad en Europa que actualmente cuenta con gente de muchos países del mundo trabajando en la concreción de ideas creativas: “Digamos que el ‘Diseño London’ es aquel que cree que todo es posible”.

La exposición más aclamada del festival: “Established & Sons”, en el sótano de la Universidad de Westminster.

Y en este Diseño London empieza a sentirse una brisa latinoamericana. Por primera vez en sus cinco años de historia, el Festival del Diseño cuenta con una muestra del quehacer latino. Su rastro surge al este de la ciudad, justo de la galería principal del Rich Mix Cultural Foundation, donde el arquitecto y diseñador brasileño Carlos Motta muestra una serie de sillas en las que “redescubre la madera” y juega con lo ecléctico. La colección que este creador presenta con el apoyo de la firma Atelier mezcla lo victoriano con lo modernista. Su trabajo une líneas sencillas, casi minimalistas, y al mismo tiempo refleja el espíritu más clásico enmarcado por la calidez de la madera, un material que predomina en las distintas exhibiciones de la Feria. En ese mismo espacio, la diseñadora argentina Gabriela Bellón se convierte en la otra representante del quehacer sudamericano a través de una colección de muebles minimalistas de uso doméstico, que hablan de lo que está ocurriendo en su tierra. Estos ejemplos representan apenas unos esbozos de la indiscutible presencia latinoa-

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fotoS: francisco estrada

El evento central, “100% Design”, hace un compendio de las propuestas más innovadoras.

mericana que, en materia de diseño, comienza a filtrarse por las calles del Viejo Continente. Entre el arte y lo comercial En el barrio de Covent Garden, uno de los más turísticos de la ciudad, la zona adaptada para la realización del London Festival Design demuestra que el diseño está revolucionando las formas de vida. Aprovechar viejos espacios industriales o antiguas bodegas como

vivienda sigue siendo una tendencia en cuanto a diseño de interiores, el cual se enfoca cada vez más en la creación de departamentos tipo loft. No se trata precisamente de estudios con acabados perfectos sino, como lo mostró casadecor a un lado del mercado principal de Covent Garden, de espacios que mantengan al descubierto las tuberías y los sistemas de ventilación. Los muebles son minimalistas, pero los muros se conservan tal y como los ha dejado el paso

del tiempo, con pérdidas de pintura y rastros de humedad. Sólo se colocan sobre ellos lonas con impresiones de obras de arte o fotografías, mismas que son usadas para brindar un ambiente acogedor a lugares que no suelen tener puertas ni divisiones. Todo los servicios y los productos que se exponen en el Festival del Diseño están dispuestos para su inmediata compra. Muebles, objetos, tapetes, lámparas, libretas… El diseño al servicio del consumo.

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Ese debate entre lo artístico y lo comercial es la eterna tensión que se observa en las distintas actividades programadas en el marco de la feria y en el quehacer mismo de los diseñadores participantes. Dejan Sudjic, experto en la evolución del diseño, menciona que en la actualidad este arte se debate entre la creación de formas únicas y la presión del mercado: “Es bastante difícil entender lo que está pasando realmente. El nuevo diseño empieza a significar algo porque se acerca a lo útil y democratiza el acceso a lo estético y bello. Porque resuelve problemas”. El conflicto, añade, es que la sociedad actual valora lo inútil, y por eso nos encontramos con diseñadores que hacen objetos que son hechos uno a la vez, que son caros y que además no resuelven nada. Esa constante trasgresión entre el arte y el diseño se observa en la exposición más aclamada del festival: “Established & Sons”, organizada por la compañía de muebles del mismo nombre, en el sótano de la Universidad de Westminster, a unos pasos del museo de cera de la ciudad. Nadie podría haberse preparado para enfrentar el contenido del enorme galerón que por tres días ocupó el sótano de esa institución académica. “Lo que vemos aquí es la sacralización del mueble”, diría uno de los espectadores. Mesas, lámparas y bancos revestidos con la palidez del mármol aparecen sobre oscuras columnas en un espacio en tinieblas. La iluminación está sobre las líneas rectas y curvas que dan vida a esos objetos cotidianos que, en la Universidad de Westminster, adquieren una nueva dimensión. El sonido de los cantos gregorianos acompaña esta visión, en la que uno está obligado a caminar con los ojos puestos en las alturas, en esos muebles pálidos que descansan en la parte superior de las columnas y que sólo pueden apreciarse subiendo a andamios y escaleras. “Con esta exposición queda claro que el diseño es una forma de arte”, comenta Alice Hobbs, una de las asistentes a este espacio creado para promover la nueva colección, hecha de piezas de producción limitada y con número de serie.

fotoS: francisco estrada

“Digamos que el ‘Diseño London’ es aquel que cree que todo es posible”. —Dejan Sudjic.

fotoS: francisco estrada

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Egresada de un master en Cultura Visual por la London Metropolitan University, Alice habla en susurros como si se encontrara en el interior de un museo y no en un lugar adaptado para vender piezas creadas por arquitectos y diseñadores como Amanda Levete, Mark Holmes, Sebastian Wrong y Zaha Hadid, esta última galardonada con la primera Medalla del Diseño este año. El diseño como adn Como cada año, el evento más esperado fue “100% Design”, la muestra profesional que reúne muebles, iluminación, accesorios, textiles, cocinas y todo tipo de acabados vinculados con el diseño de interiores. El centro de exhibición de Earls Court, al oeste de la ciudad, fue el sitio que albergó a los 500 expositores que lograron capturar el interés de más de 35,000 asistentes. Lejos están aquellos años ochenta en que una tienda de King’s Road presentó una pequeña exhibición dedicada al interiorismo, sin saber que ese discreto espacio sería el origen de esta muestra que llega a su decimotercera edición otorgando 12 premios. Ambientes recorre este gigantesco espacio en compañía de uno de los pocos diseñadores mexicanos que han comenzado a hacer carrera en Londres, ideando lámparas y murales para distintos pubs en toda la ciudad. A través de la exposición, Guadalupe Velázquez nos ayuda a entender las huellas que la sociedad contemporánea está imprimiendo en la madera, la fibra de vidrio, el cristal

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y los textiles. Para él, el diseño gráfico es el campo en el que se observa la mayor innovación. Particularmente en el diseño de papel tapiz, que está recuperando los colores y elementos de la época victoriana —los floreados en tono dorado— para mezclarlos con los símbolos de la modernidad —como las casetas telefónicas y los autobuses de doble piso—, pero manteniendo la apariencia un tanto sucia y deslavada. El reciclado está en boga cuando se trata de innovar en el diseño de muebles de uso doméstico: tinas cortadas a la mitad usadas como sillones, pelotas de tenis que dan forma a la estructura de una silla individual, ganchos de ropa que funcionan como candelabro… La tendencia es aprovecharlo todo. A través de “100% Norway”, el festival destaca las producciones de Dinamarca y Finlandia, mientras que “100%

“El diseño, como el adn, sirve para comprender la naturaleza del hombre”.

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Light”, otra de sus muestras satélites, destaca el tono claramente industrial de la nueva moda en lámparas —aún así continúa en boga utilizar materiales orgánicos, como madera y fibras naturales—. En cuanto a los muebles, éstos comienzan a responder a las limitaciones de espacio que existen en la ciudad. Como los departamentos suelen ser pequeños, los diseñadores están generando propuestas para aprovechar de la mejor forma los interiores mediante la creación de piezas modulares que pueden armarse y desarmarse, dependiendo de las necesidades del usuario. La masiva asistencia a este encuentro planteado originalmente para profesionales, pero visitado actualmente por estudiantes, empresarios y curiosos, es sólo una muestra del creciente interés por el diseño. Y es que la pasión por innovar las formas y experimentar con los materiales se está extendiendo por los cinco continentes. Todas las grandes ciudades están tratando de generar sus propios encuentros internacionales. Ben Evans, director de esta fiesta, comenta que en sólo cinco años el número de festivales de diseño aumentó de tres a por lo menos 25. “Creo que en los años por venir vamos a llegar a los 50”, dice. Esta proliferación puede entenderse si se piensa que, a través del diseño, es posible comprender el mundo. Si se cree que el diseño, como el adn, sirve para comprender la naturaleza del hombre, dejemos entonces que los buenos diseñadores sigan contando la historia.