LIZETTE FENTON Le gusta más que la llamen Liz, pues no le gusta que le llamen por su nombre completo. Es una prima que Danny apenas conoce y esta medio loquita. Es muy callada, pero es muy buena. Tiene algo así como un desorden de personalidad, por lo que nunca deja que nadie entre a su cuarto sin permiso. Nunca la hagas enojar, pues, como las apariencias engañan, es fría, a pesar de que parece que es tierna. Casi todo el tiempo se la pasa maldiciendo, pues su vida no ha sido más que un teatro. Poderes: Casi todos los de Danny y otros que va a ir desarrollando. Le gusta: Las computadoras, chatear, la yoga, leer (en especial tragedias), dibujar, todo tipo de música, menos el pasito duranguense y la banda. NOTA: Tiene un pasado bien oscuro, y se va a ir revelando a lo largo de la historia MÓNICA CALDERÓN Es la mejor amiga de Liz. La conocen como la niña del mañana, pues siempre lo aplaza todo hasta la última hora. Ella se fija en todo, por eso es muy difícil agarrarla de tonta. Dice ser muy pacífica, pero es de las más conflictivas de toda la secundaria. Su especialidad en artes marciales es el kárate. Y no importa si hoy amanece de buenas, porque su humor cambia constantemente y es muy sarcástica. Es muy cerebrito, pero le da pena demostrar que tan lista es porque la pueden etiquetar como perdedora. Su frase favorita (o más bien la que más usa) es “sabrá Dios”. Le gusta: El café con leche, dibujar, chatear, cantar, el deporte, a veces estar sola. JAKE STEVENS Es algo sombrío, pero es porque es muy pensativo. Su frase predilecta es “no la mueves”, pues nunca le parece lo que los demás hacen. Por su apariencia, muchos dicen que es un delincuente. Le gusta la mitología y es muy, pero muy abierto. Le gusta: La computación, chatear, el deporte, las artes, la música gótica. CARLOS TOVAR Es medio inquieto, pero es un amigo muy bueno, aunque su presencia es muy incómoda y nada más se la pasa diciendo idioteces, pero lo que más dice es “Ah, baboso (en verdad dice otra cosa, pero es una palabra que no se pone en Internet)” y nada más lo dice cuando es el quien se equivoca. El es muy idiota en cuanto a deportes, estudios, bueno, en todo, menos en lo que NO es importante. Le gusta: comer, los videojuegos, la música rap, hacer bromas pesadas. AGUSTÍN GUTIERREZ Es medio raro, y siempre se la pasa diciendo “me importa un bledo”, pues es bien despreocupado, aunque en raras ocasiones dice “me importa un pito”, pero eso es cuando lo traes hasta la coronilla. Aunque es muy duro, es un buen hombro para llorar, pues su pasado es bien confuso y no soporta ver a sus amigos sufrir. Tiene carita de ángel, pero es un demonio sin control, en especial si lo obligas a seguir ciertas reglas como “estate quieto” o “no pongas esa música”.
Le gusta: El rock viejito (como los héroes del silencio), la música de Lacrimosa, el animé (en especial una serie que se llama Evangelion), los bombones cubiertos de chocolate. GIBRÁN OLIVARES Es algo callado, pero es bien terco, necio, payaso, idiota… pero todo esto junto lo hace una persona agradable que siempre te hace reír cuando lo necesitas. Por una rarísima razón le pusieron en la primaria el apodo de “vaca”, tal vez porque parece que tiene manchas en los ojos. Siempre te sale con una payasada. Es el mejor amigo, en especial porque guarda muy bien los secretos. Le gusta: la música de Slipknot, meterse en problemas, el chocolate, molestar a la gente, el animé, los videojuegos. ANGÉLICA MONTENEGRO Es una de las más bonitas en la escuela, pero es de las más tontas, pues es una cobarde. Pero eso no es siempre, porque, a pesar de ser callada, sabe tomar sus propias decisiones y es muy directa, tanto que es capaz de decirte todas tus verdades, sin importar si te duele o no. Es muy tímida, pero es porque desde niña ha tenido problemas en su casa. Le gusta: Panda, Lacrimosa, las fresas con crema, leer
DARKNESS FIC DE DANNY PHANTOM INTRODUCCIÓN Hay historias que valen la pena contarse, pero hay otras que se callan a lo largo de los años y se revelan cuando ya es tarde. Para fortuna de algunos, a veces son ambos casos, aunque no suene tan placentero. Por ejemplo, nunca supe que yo era adoptada hasta que murieron mis padres, pero al saber tal hecho, pude dejar de vivir en el temor de escuchar a mi corazón. A veces me lamento de haber nacido con sentimientos, pero a la vez estoy agradecida de tenerlos. A veces desearía haber escogido a mi familia, pero a la vez estoy agradecida de tener la que tengo. Tal vez esto les suene familiar. A veces estoy fuera de mi cuerpo y soy reemplazada por alguien que me da el valor de seguir adelante. A veces estoy ida y soy muy tonta, pero me pongo a pensar que existen en mi tres facetas: la niña, la que es frágil ante los obstáculos; la joven, la que libera su alma de una o varias formas; y la mujer, la que no deja que nadie la manipule. Pero parece que soy más niña que joven o mujer, porque me dejo caer al primer impedimento, soy como la muñeca que todos manipulan, el trozo de barro que todos moldean a su forma y semejanza. Yo ya no quiero seguir siendo eso. Desde mis padres, hasta mis amigos, e incluso mis primos, me han visto así, como un trozo de fotografía que solo tiene una forma, pero no tiene voz, no tiene pensamientos, no tiene alma. Con el tiempo, esas tres facetas se convirtieron: la niña se transformó en la fuerza, que es la que lucha por mantener sus ideales; la joven se transformó en la armadura, que no deja que nadie haga de ella lo que le plazca; y la mujer se volvió la evolución, que cambia constantemente y permite que la niña y la joven, que la fuerza y la armadura, existan.
A una corta edad, creía que lo que pensaba no valía nada, que lo que sentía no importaba, que mi presencia en el mundo era solo un estorbo. Antes de cumplir 13, vi al que parecía ser mi único amor verdadero en el mundo morir, o al menos supe que había sido asesinado. Luego, antes de cumplir 14, recibí una carta de adiós antes de que mi mejor amiga, la que me había dado fuerzas para cobrar una identidad propia, se suicidara. Todavía sueño con ellos, creyendo que siguen vivos, pero eso solo han sido dos años en los que me he estado engañando a mi misma. Ya no me quedaban fuerzas para seguir adelante, pero conocí más adelante al muchacho que me daría el apoyo que me dieron Franco y Paula combinados en una sola persona, el muchacho que me daría las fuerzas para seguir la obra que Dios empezó…
Capítulo 1: Muñeca de trapo. Danny: No saben lo feliz que estoy. Al fin veré a mi prima, después de tantos años. Sam: ¿Cuántos años que no ves a Lizette? Danny: Como unos 6 o 7 años, apenas y recuerdo como es. Tucker: Te aseguro que estará casi tan feliz como tú mañana que llegue. Además, debió ser muy dura su pérdida. Sam: Si, el perder a sus padres debió ser un golpe duro. No esperes a que sea optimista. Danny: Bueno, ya me voy, tengo que ir a mi casa a arreglar todo para cuando llegue.
Jazz: Danny, que bueno que llegas, ayúdame a limpiar el cuarto de Lizette. Danny: Ya se me olvidó como es. Nada más recuerdo que su cabello es negro, pero del resto se me olvidó. Jazz: A mi también, no tenemos ni una sola foto de ella. Pero mañana la podremos ver. Maddie: Danny, Jazz, vayan a comprar harina para pastel. Jazz, tendrás que levantarte temprano mañana y prepararlo ¿Sí? Jazz: Sí, mamá. ¿De qué haremos el pastel? Maddie: De chocolate. Danny: Yo voy por la harina. Ahora regreso. Al día siguiente… Jack: Bien, en cualquier momento llegará Jazz con Lizette. Así que terminemos de prepararlo todo. Danny: (Pensando) Ojalá y no esté muy triste. Quiero que ya llegue, la extraño mucho. Quisiera acordarme como es. (En eso llegan Jazz y Lizette) Jazz: Ya llegamos, espero que te guste la sorpresa que tenemos para ti. Lizette: (Murmurando) Yo también lo espero. En ese momento, entra Jazz, acompañada de una muchacha de 14 años apenas cumplidos, de cabello negro y bonitos ojos del mismo color. Es delgada y alta, su piel es muy clara y sus labios son de color rosa. Hasta donde los libros de belleza describen, ella tiene las facciones perfectas. Pero está vestida completamente de negro, pues guarda el duelo de haber perdido a sus padres y a su futuro hermanito. Su semblante se ve frío, se nota que no está muy acostumbrada a sonreír, y en sus ojos se percibe una frialdad que inspira temor. Al ver la casa decorada, intenta en vano sonreír, pues la felicidad es un evento que casi no surgió en lo que recuerda de su vida. Danny: Hola Lizette, espero que tu viaje no haya sido muy agotador. Lizette: Gracias, Danny. Pero, por favor, llámame Liz, mi nombre completo es muy formal. Eres igual como en las fotos que tengo, bueno, al menos así te imaginé estos últimos 7 años. Maddie: Bien, vamos arriba a tu nuevo cuarto. Liz: Gracias, tía Maddie. Maddie: bien, aquí será tu nuevo hogar. Espero que no estés triste, sé que los extrañas mucho. Siempre nos podrás ver a tu tío y a mí como a tus padres. Liz: Gracias, pero, por favor tía, no me los recuerdes ahora. Es mucho para mí pasar por esto. Maddie: De acuerdo, te dejaré sola un momento (Se va). Liz: (Pensando) Si, siempre soñé con el día en que me dejarían para siempre, pero esto no es tan placentero como lo soñé. Al menos ya no soy una marioneta que ellos manejarán a su antojo. Todos estos años bajo su sombra, siempre fui la inexistente imagen de lo que mi madre nunca fue, y siempre fui el putrefacto retrato de los logros que nunca pudo mi padre. Espero, que deje de ser una muñeca, que deje de ser una pintura en una pared abierta. Al fin, al fin tengo mi libertad, al fin podré crear algo a mi propio capricho. Pero, solo espero que no cometa los errores que mi padre me predestinaba, y no cometer los pecados a los que mi madre temía. Ahora, quiero descansar de sus figuras detestables. Danny: Liz, baja, que te quiero presentar a mis amigos. (Ya abajo) Ellos son Sam y Tucker. Espero que te caigan bien. Sam: Es un placer conocerte al fin. Hasta donde Danny nos cuenta, pareces ser muy agradable, espero que no vayas a caer en la trampa de las porristas. Liz: No, eso es lo que mis padres me obligaron a ser, y no es muy bonito que digamos. Tucker: Entonces, eso quiere decir que no tienes novio.
Liz: Pues, no tengo. Tucker: ¿Y quieres tener? Liz: Lo dudo mucho. A ti te gustan las computadoras, ¿Verdad? Tucker: Sí, y siempre tengo lo más nuevo en programas y todo. Liz: Supongo que tienes el nuevo XPSD-200. Tucker: No, ¿Cómo lo conseguiste? Liz: Salió ayer. No es tan bueno como dicen, no te recomiendo comprarlo. Es solo un desperdicio de 2000 dólares. Tucker: Vaya, me salvaste de malgastar mi dinero. Liz: Si, porque las funciones son iguales que las de la versión anterior y son más limitadas. Danny: Bueno, ya se nos está haciendo tarde. Será mejor que vayamos a la casa. Liz: Creo que sí. Nos veremos en la escuela. Adiós. Ese día, Liz experimentó una sensación que sus padres nunca le habían dado. Podía al fin sentir el amor de una familia, el calor del cariño que sentían por ella, podía al fin sentir la seguridad de que alguien la quería, porque, mientras Franco estaba en vida, nunca le pudo demostrar si en realidad la amaba o sólo era para el una buena amiga. Esa noche soñó con el día en que su vida se extinguió, el día que parecía una premonición… Liz: Tú tienes suerte, tienes unos padres que te aman, y una hermana que te respeta, yo no tengo eso. Bien dicen que las cosas materiales no son la felicidad. Franco: ¿Nunca te has preguntado si alguien te ama como tú lo amas? Liz: Varias veces, pero estoy casi segura de que nadie me quiere. Franco: No digas eso. Un día conocerás a alguien que te va a amar como tú lo ames. Quiero que recuerdes que eres una niña muy buena, no dejes que nadie te haga algo que detestes. Liz: Hay que saber la diferencia entre detestar y odiar… Franco: …Porque odiar es creer que no quieres algo, mientras que detestar es creer que odias algo. Ya me voy. Adiós. Liz: No digas adiós, porque eso significa que no volverás a ver a alguien. Franco: Entonces, hasta pronto, Lizette. Una semana después… Paula: Hace una semana, me preguntaste porqué Franco no había ido a la escuela, y su mamá nos dijo que estaba enfermo. Liz: ¿Qué pasa con el? ¿Es algo malo? Paula: Es algo muy difícil, hasta para mí fue difícil creerlo, pero es verdad. El día en que se iba a ir a su casa solo, una pandilla lo atacó y lo mataron a golpes. Yo lo encontré y estaba a punto de morir, me pidió que no te dijera nada. Lo llevé a su casa y ahí murió. Le dijo a su mamá que tampoco te dijera una sola palabra, no quería que lloraras por el. Liz: ¿Cómo que está muerto? Entonces, nunca pude decirle que lo amaba. Se ha ido, y nunca va a regresar. Es como si el supiera lo que iba a pasar, porque se despidió de mi. Paula: Ya no pienses en el, el no quisiera que te pusieras triste. Te escribió una canción, dijo que te la diera cuando fuera el momento apropiado. Liz: (Despierta) No, no debo seguir pensando en Franco, ni en Paula. En especial que ahora tengo la única cosa que ella quiso que yo cuidara.
Capítulo 2: La historia Era domingo. Alguien tocaba la puerta a plena mañana, eran como las 9:32 de la mañana. Danny fue a abrir y encontró a una chica y 4 chicos que cargaban un bebé. Mónica: Hola, buenos días. ¿Aquí vive Lizette Fenton? Danny: Si, ¿Quién la busca? Gibrán: Que la buscan sus amigos. Liz: ¿Qué pasa…? ¡Hola! Agustín: Al fin nos desharemos del niño. En este momento es tu responsabilidad. (Le entrega el bebé) Carlos: Debes educarlo a comer de todo. Mónica: Te dije que no iba a comerse el trozo de pizza. Carlos: ¿Y yo cómo iba a saber que no la comían los bebés? Jake: ¿Acaso te le caíste a tu mamá de niño? Los bebés no pueden comer lo que tú comes… Liz: En especial lo que tú comes. Los bebés sólo comen cosas suaves, como avena. Carlos: Pues perdón. El viaje me desacomodó las ideas. Jake: Aprovechando que estamos todos juntos, ¿Por qué no salimos un rato a pasear? El es tu primo ¿Verdad? Liz: Si. Mónica: Puede acompañarnos, claro, si es que quiere y no tiene nada que hacer. Liz: Anda Danny, di que sí, acompáñanos. Danny: Está bien. Nada más vamos a avisarles a mis papás. Ahora regresamos. Danny: ¿Por qué te dieron este bebé? Liz: Es difícil de explicar… Danny: ¿Por qué te lo dieron? Liz: Ay, de acuerdo. Cuando mi amiga Paula murió, había nacido este bebé. Ella quería que yo lo cuidara por ella. Me lo dijo en una carta. Danny: ¿Y porque te lo dio a ti en lugar de a su mamá? Liz: Porque su mamá la hizo infeliz y por eso se suicidó. Ella no quería que Daniel también fuera infeliz. Danny: ¿Quién? Liz: El bebé, le puso de nombre Daniel. Siempre me dijo que si era niño se llamaría Daniel, y si era niña se llamaría Kenia. Eran sus dos nombres favoritos. Danny: Bien, entonces… dejamos a tus amigos en la puerta. Liz: Pues vamos, además, dijiste que ibas a salir con nosotros. Carlos: ¡¡¡Que bonita ciudad!!! Creo que somos muy afortunados en venirnos a vivir aquí. Mónica: Sí, además que es una ciudad fuera de lo normal. Jake: Muero por ver un fantasma, claro, además de Liz. Supondré que ya lo sabías, mi amigo Danny. Danny: Si, eso ya lo sabía, lo que no sabía era que ella cuidaba niños. Gibrán: Bueno, cálmate. Además, es el hijo de Paulina, que en paz descanse. Danny: ¿Paulina? ¿Paulina Hewitt? Liz: Me sorprende que la recuerdes. Danny: Un poco, no me acuerdo muy bien de ella. Agustín: Yo no quisiera recordarla, no era más que una traidora. Liz: ¡¡¡Cállate, tu no la conociste como yo, no la vuelvas a llamar así!!! Agustín: ¿Por qué no lo haría? Se lo tiene merecido. Lo único que hacía era jugar con los corazones de todos los muchachos con los que tenía contacto.
En ese preciso momento, los gritos de Liz y Agustín despiertan a Daniel y empieza a llorar. Liz: Ve lo que hiciste, cuando al fin se había dormido. Agustín: Pues me alegraría saber que el se de cuenta de qué clase de persona era su madre. Liz: Será mejor que regrese a la casa, allí podrá dormir bien. Vámonos Danny. De regreso en la casa, Danny no podía dejar de pensar en lo que fue de Paulina. Ella era una niña muy bonita, buena y fiel. No podría aceptar lo que Agustín dijo de ella, y no creía que ella terminara con su vida. Además, el pensaba que era muy raro que llamara a su hijo con su nombre. Temía preguntarle a Liz, pues ella es una de esas personas que no se les olvida nada muy fácil, en especial la muerte de alguien querido. En ese momento, Danny estaba tan sumido en sus pensamientos que no oyó a su prima entrar, por lo que cuando empezó a hablar, lo asustó. Liz: Te dije una verdad a medias. Danny: ¿A qué te refieres? Liz: ¿Recuerdas hace 7 años, cuando éramos unos niños y habían ido a mi casa a almorzar? Ese día, en que ella te conoció, quedó encantada de ti. El lunes en la escuela me dijo que yo debía ser muy afortunada en tener a un primo tan agradable como tú. Danny: Entonces, ¿Es como si ella se enamorara de mí? Liz: Algo así, ella era muy joven para saber qué es el amor verdadero. Por eso, cuando la violaron, su mamá le dijo que si conocía al que le había hecho eso. Ella le respondió que no, y le preguntó que para qué quería saberlo. Su madre le dijo que para que se casara con el. De otra forma, el bebé nacería fuera del matrimonio. Ella se enfureció y le dijo que prefería que su hijo naciera en el pecado que antes de entregarse a alguien que no amaba, y mucho menos conocía. Al nacer, le puso Daniel, porque ella no te olvidaba nunca, y me dijo que no dejara nunca que su mamá encontrara a Daniel, porque no quería que el sufriera como ella sufrió. Al día siguiente, supe que se suicidó. Danny: Y ella nunca quiso estar con alguien que no fuera yo. ¿O no es así? Liz: No, ella entendió que en los siete años que pasaron, tú pudiste encontrar a alguien que quisieras y te quisiera, así que decidió dejar ese asunto del amor al destino, por eso no quiso casarse, pues en tan poco tiempo no podría enamorarse de alguien como lo hizo de ti en tanto tiempo. Casi pasó lo mismo con Franco, que murió un año antes que ella. Danny: ¿Qué pasó con el? Liz: El era una de esas personas que siempre te apoyan en momentos difíciles. Yo le contaba mis problemas, y el a cambio me daba consejos para seguir con mi vida. Un día, al regresar de la escuela, estábamos hablando de un problema que tenía con mis padres, el esta vez me preguntó que si yo sabía quien me amaba en serio. Yo le respondí que no. El me dijo que un día encontraría a esa persona que me amaría y yo amaría. Ese día se despidió de mí. A la semana siguiente, Paula me dijo lo que pasó. Desde ese entonces, no puedo olvidarlo, por más que quiera. Danny: Vaya, tu vida si que ha sido triste. Primero tus amigos, y ahora tus padres. Liz: No quiero que me los menciones. Ellos no fueron más que un tormento para mí. Danny: ¿Por qué dices eso? Liz: Eres mi familia, no puedo ocultártelo. Ellos sólo querían que fuera una muñequita que manejaran a su propio placer. Nunca pude ser lo que yo quisiera, hubo un tiempo que ya no supe que era lo que realmente quería. Ellos solo fueron mi sufrimiento. Mi madre quiso ser la mejor porrista en toda la escuela, por lo que me presionó para ser la más hábil y bonita. Mi padre siempre quiso tener un trabajo digno, y no el de cazafantasmas, por lo que me presionó para ser la número uno de la escuela. Ya no me dejaban vivir. Pareciera que solo era un trozo de fotografía. Sólo un cuerpo, sin un alma. Y yo no quiero que le pase lo mismo a Daniel. Por
eso accedí a cuidarlo. No era mi culpa nada de lo que pasaba, pero mis padres me hicieron pensar que lo era. Danny: Eso ya no volverá a pasar. Liz: ¿Por qué? Danny: Porque yo nunca dejaría que nadie a quien yo quiero sufra, mucho menos si es de mi familia. Además, tú eres como yo, tienes poderes fantasmas, y eso es lo que hace que seas tú misma, aunque sea un poco más difícil de lo que pensaste. Liz: Nunca pensé volver a oír algo tan bonito. Es como si Franco y Paula estuvieran aquí. Danny: Deja de pensar en ellos, podrías causarte daño a ti misma. Liz: Sí, mira, ya es de noche. Con razón Daniel está dormido. Será mejor que yo también me vaya a dormir. Danny: Buenas noches. Nos veremos mañana en la escuela. Liz: Buenas noches Danny. Esa noche, Liz no pudo dormir, pues solo se quedaba repitiendo lo que Danny le había dicho. Empezaba a entender qué era tener una familia que la amara, y recordó lo que le dijo franco el día en que murió. “Un día encontrarás a alguien que te ame como tú lo ames”. ¿Sería que Danny era esa persona de la que Franco hablaba? ¿O acaso Danny se refería a un querer de primos? Ella sólo empezaba a repetir algo que nadie debía escuchar. Liz: Ya veo porqué Paula estaba tan enamorada de el.
Capítulo 3: El libro. Maddie: Chicos, despierten. Es hora de ir a la escuela. Liz: Vaya, es mi primer día de clases. Danny: No te emociones tanto. En la escuela hay un grupo de tontos, son los más populares. Liz: Qué asco, no me quiero juntar con ellos. Danny: Si quieres, puedes juntarte conmigo. También tus amigos, si es que quieren, claro. Liz: Ay, que bueno eres. Claro que me juntaré contigo hoy. Les diré a los muchachos para que estemos todos juntos hoy. Danny: Estas nerviosa, ¿Verdad? Liz: Para qué te engaño, es evidente que los nervios me están matando. Danny: Mejor piensa en las cosas buenas que podrían pasar hoy, no pienses en que algo malo pasará, porque entonces sí sucederá algo malo. Liz: Nunca se me ocurrió eso. Gracias. Jack: (Desde la cocina) Dense prisa o llegarán tarde. Danny: Mejor nos apuramos. Lancer nos pondrá un retardo. Liz: ¿Quién? Danny: Mi maestro, y el tuyo. El me cae muy mal. Hasta creo que me odia. Liz: Hay que saber distinguir lo que es odiar con lo que es detestar. Odiar es creer que detestas algo y detestar es creer que odias algo. Danny: Si ninguna lleva a algo distinto, ¿Cómo sabes si odias o detestas algo o alguien? Liz: Lo único que se puede decir es que no te gusta o no te agrada. El mal no existe, nada más es un engaño que nos hacen para derrumbarnos. Sr. Lancer: Hoy tenemos unos cuantos compañeros nuevos. Así que recibamos a las señoritas Mónica Calderón, Lizette Fenton y Angélica Montenegro y a los señores Gibrán Olivares, Carlos Tovar, Jake Stevens y Agustín Gutiérrez. Ahora, cada uno nos dirá algo de ellos mismos. Mónica: Soy Mónica. Me especializo en el kárate y me gustan los deportes, usar Internet, el dibujo, cantar y bueno, ya me irán conociendo. Liz: Yo soy Liz, soy la prima de Danny, a mi me gusta leer, chatear, practico yoga, y no se metan conmigo o les irá muy mal. Angélica: Soy Angélica, pero me llaman Anne. No puedo decir mucho de mí, solo que me gustaría que fueran mis amigos. Paulina: Que perdedora. Sr. Lancer: Señorita Sánchez, guarde silencio. Gibrán: Hola, soy Gibrán Olivares Hernández, pero me pueden llamar “vaca”. Me gusta Slipknot, dibujo animé y me gusta comer chocolate. Si necesitan a alguien que anime sus fiestas, pueden llamarme. Carlos: Me llamo Carlos, pero las chicas me pueden llamar “amorcito”. Yo oigo el rap, me gustan los videojuegos… Liz: …Y la comida. Sr. Lancer: Señorita Fenton, no quisiera castigarla en su primer día. Liz: Ya me voy a calmar. Jake: Mi nombre es Jake, la gente me dice Ratero porque me ve en estas fachas, pero no lo soy. A mi me gustan los cancerberos, son mi criatura mitológica favorita. Agustín: Me llamo Agustín, yo también dibujo animé, veo mucha televisión, así que aprovecho para decirles que vean Evangelion, es muy buena serie. Sr. Lancer: Bien, parece que nos iremos conociendo poco a poco a lo largo del año escolar. Señorita Fenton… Liz: Si, señor Lancer.
Sr. Lancer: Únicamente, le pido que sea más eficiente que su primo Danny. Espero que no tenga que llamarle la atención tantas veces como a su primo. Liz: De… de acuerdo. Sr. Lancer: Viendo que necesitan conocer más a sus nuevos compañeros, haremos una mecánica muy entretenida. Danny: Cuando dice entretenida, quiere decir aburrida. Gibrán: Vaya, es peor que el maestro Alegría. Tú lo recuerdas, ¿No Liz? Liz: Sí, me mataba del aburrimiento. Carlos: Una vez me dormí en su clase. Sr. Lancer: Será mejor que presten atención, porque esta actividad representa un cuarto de su calificación final. Ahora, formaremos parejas, pero, como tengo por seguro que escogerán a sus amigos, yo las formaré. Así que los nuevos, por favor, pasen al frente y tomen un papelito de esta bolsa. Carlos: A mí me tocó… Valerie. Sr. Lancer: Señorita Valerie, pase al frente. Carlos: Sabes, de donde vengo, te llamas Valeria. Valerie: No me digas, tú llámame Valeria si quieres, pero mis amigos me dicen Val. Mónica: Yo haré pareja con… Dash. Dash: Vaya, me tocó de compañera una linda chica. Mónica: ¿Crees que soy linda? Espera que me conozcas mejor. Anne: Me tocó… Estrella. Estrella: Bueno, Anne, yo creo que si nos podemos llevar bien. Anne: Yo también espero eso. Jake: Me toca… Kwan. Kwan: Vaya, no pensé que esto fuera a ser divertido en verdad, tú me caíste bien. Jake: Me gustaría decir lo mismo en algún futuro. Gibrán: Y la mano entró en la bolsa y de repente, saca un papel que dice: Tucker. Agustín: Y a mí me tocó… Samantha. Sam: Por favor, llámame Sam. Agustín: Lo haré. Wow, eres gótica. ¿Te gusta Lacrimosa? Sam: Si, pero lo mejor que he oído es Letal. Liz: Ojalá me toque Danny… Paulina. Paulina: Grandioso, me tocó una mugrosa como compañera. Liz: ¿A quien llamas mugrosa? Paulina: O sea, porque no serás nadie exitosa si vistes así, es tiempo de que conozcas lo bueno. Liz: ¿Quieres ver los bueno? Yo te daré lo bueno. Agustín: Aquí no, loca. Además, no vale la pena que pelees con alguien así. Sr. Lancer: Ya vayan a sus lugares, que voy a decirles qué es lo que harán. Ahora, con su pareja harán una investigación de no menos de 5 páginas de alguna leyenda. Tienen que tener una prueba de que haya sido probable la realidad de lo que expongan, y será para el siguiente Lunes. Para motivarlos a que trabajen, cada uno se sentará con su compañero de trabajo. Liz: No puedo creer que me haya tocado la reina rosa de compañera. Sam: Yo tampoco, debes estar sufriendo. Carlos: A mi no me importa, que me tocó una chica muy bonita e interesante. Mónica: Lo dices por lo urgido que estás por tener novia. Carlos: Pues al menos no me tocó Don fútbol. Mónica: (Le pega en la cabeza con el puño) Cállate, no sabes nada. Danny: Si quieres componerlo, lo haces mal. Mónica: ¿Quién dijo que lo quiero componer? Lo que quiero es descomponerlo. Agustín: Eso me importa un bledo. Mi trabajo será muy bueno. Si nos disculpan, la bella Sam y yo iremos a un Internet a conseguir nuestra leyenda.
Sam: ¿Qué tal si escribimos sobre el Jinete sin Cabeza? Agustín: Por eso me agradas. Adiós chicos. Danny: ¿Acaso dijo…? Gibrán: ¿…La bella Sam? Mónica: ¿Y de aquí en cuando le gustan las chicas? Liz: Desde esta mañana. Anne: Disculpen, no interrumpo nada, ¿O si? Carlos: Siéntete como en tu casa, linda. Anne: No, es que mandaron un paquete a mi casa, pero parece que el cartero se equivocó, es para Lizette Fenton. Pensé que la podría encontrar aquí. Liz: No te preocupes. ¿Quién lo manda? Anne: No tiene remitente. Liz: Bueno, gracias por traerlo. Anne: Si, bueno, me voy. Mónica: Si quieres quédate. No tienes porque sentirte excluida. Anne: Gracias. Gibrán: Ábrelo, no es una bomba o algo así. Jake: Cállate Vaca. Liz: (Abre el paquete) Es… el viejo diario de mamá. Mónica: ¿Qué dice? Liz: Creo que lo leeré en la noche. Ahora, voy a mi cuarto, a buscar la leyenda para el trabajo. Hasta mañana chicos. Esa noche, Liz se quemaba por dentro por la curiosidad de saber lo que su madre pensaba de su vida y de su hija, mas que nada. Liz: Bien, voy a leer el estúpido diario. (Leyendo) Lunes 14. Hoy una mujer vino a nuestra casa, no sé porque nos escogió a Henry y a mí para esto. Cuidar a su hija. Recuerdo perfectamente el aspecto de esa mujer, y nos pidió que la cuidáramos en cuanto ella consiguiera dinero para mantenerla. Nos pidió además, que le dijéramos que su madre iba a venir por su pequeña Lizette en cuanto tuviera lo suficiente para darle una vida feliz. Yo no me atreveré a perder de esa manera a lo único que podría llamar hija de esa manera. Henry y yo pactamos que nunca diríamos ni una palabra, y si esa mujer de nombre Giselle llegaba por ella, la descartaremos como una loca. Firma: Jean. (Hablando) Entonces, no soy la hija de Henry y Jean Fenton, no soy la prima de Danny, no soy Lizette Fenton. Capítulo 4: Amor prohibido Liz no podía olvidar lo que leyó en el diario de su mamá. ¿De verdad había pasado sus 14 años con unos padres postizos? “Ya no quiero recordar eso” se decía a si misma. Pero había una vocecilla que le decía que así eran las cosas. “No te preocupes, todo terminará muy pronto” le decía. Pero ella no quería decírselo a sus tíos, a Jazz, a sus amigos, y mucho menos a Danny. Entonces, empezó a concentrarse en el trabajo que era para la siguiente semana. Paulina: No, debe ser una historia de amor. Liz: Pero no podremos confirmar que pudo ser real. Paulina: Bueno, pero yo no quiero escribir de alguien que fue decapitado. Liz: Tendremos que hacerlo si queremos una calificación decente. Paulina: Pues empieza a buscar otro tema. Liz: Vaya, pensé que nunca lo dirías. Quiero hablar del minotauro. Paulina: ¿El qué?
Liz: Era el hijo del rey Minos, tenía cuerpo de hombre y cabeza de toro. Es lo más decente que encontré. Paulina: Yo me voy, ahí haz tu el trabajo. Liz: ¡¡¡No me puedes dejar a mi sola con esto!!! Para que me esfuerzo, me dejó hablando sola. Voz: Ella se lo pierde. Liz: ¿Quién está allí? Voz: No te preocupes, soy solo la voz de la Lizette que vive dentro de ti. Perdón por no haberte hablado desde antes, pero tus padres no te dejaban escucharme. Liz: ¿Cómo sabes de mis padres? Voz: Me presento, llámame Lizette. Si sé de tus padres, bueno, tus supuestos padres, de tus amigos y todo lo demás, es porque vivo en tus pensamientos. Todos tienen a alguien parecido a mí en su subconsciente. Liz: Entonces, eres como mi conciencia. Lizette: Algo así. Tú reencarnaste. Liz: ¿Qué? Lizette: Hubo hace tiempo una mujer llamada Lizette, como tú y yo. Al morir, dejó su esencia en su heredera, la cual eres tú. Liz: Y ella vivió en el año… Lizette: En la Edad Media. Pero ella tenía una enemiga. Por alguna razón, Artemisa detestaba a Lizette, por lo que, cuando Lizette murió, Artemisa juró su venganza en la heredera de sus poderes. La cual eres tú. Liz. Eso quiere decir que tengo mis poderes por esa razón. Lizette: No, esos fueron causados por un accidente en la casa de tus padres. Los poderes que heredaste de Lizette son poderes de las brujas wiccas. Ellas obtenían sus poderes de la naturaleza, por lo que llegaron a ser capaces de heredar sus poderes, ellas son capaces de hacer conjuros 4 veces más poderosos que los de las brujas normales, pues tienen a los elementos de su lado. Es sólo cuestión de tiempo para que los desarrolles a la perfección. Artemisa: (Escondida) Si, claro. Háblale a la mocosa de la brujita esa. Así podré destruir a ambas sin dejar descendencia. Pero, será mejor que empiece divirtiéndome. Con esta poción, haré que el chico equivocado se enamore de ella. (Convierte la poción en 5 copas de agua). Liz: (Baja a la sala, donde está Danny) Hola primo. ¿Qué haces? Danny: Mi trabajo. Es increíble que el señor Lancer nos haya puesto un trabajo individual a los que nos quedamos sin pareja. Liz: Increíble. ¿Quieres agua? Danny: Sí. Liz: OK, ya vengo. Artemisa: Y llegó mi turno. (Se apodera del cuerpo de Liz). Bien, claro que te daré agua, primito. Jake: Hola Liz, Danny nos dejó entrar. Artemisa: Ah, hola. ¿Qué hacen aquí? Carlos: Sólo quisimos ver a nuestra amiga. ¿Cómo va todo con tu trabajo? Artemisa: Ah, pues, va bien. Nada más que he tenido unos problemas… Gibrán: Con Paulina, déjala, ella no es más que suciedad comparada contigo. Agustín: Sí, no dejes que ella te intimide, pero tampoco quieras hacer una de tus locuras. Que bien, ya tenía sed. Danny: (Entrando a la cocina) Oye, yo también. Los cinco toman la poción, pero Agustín, Jake, Carlos y Gibrán se van. Entonces, Danny ve a Liz, pues Artemisa salió de su cuerpo. En ese momento, queda hechizado y se enamora de Liz. Danny: No me había dado cuenta de lo bonita que eres.
Liz: Gracias, eso creo. Será mejor que vuelvas a hacer tu trabajo. Danny: No creo poder trabajar si estoy pensando en ti. Liz: ¿Qué mosca te picó? Mejor me voy a hacer mi tarea. Liz: (Pensando) Wow, nunca pensé que el de veras me quisiera. Aunque es un poco sospechoso que de repente me diga esas cosas, pero que importa. Mientras tanto... Mónica: Aquí estás, cabeza de cepillo. Te busqué por todas partes. Carlos: Yo no soy ningún cabeza de cepillo… (Ve a Mónica) Pero lo seré si tú quieres. Mónica: Claro. Ahora, investigué tu proyecto, lo cual no debería hacer, pero no me dejaste otra opción y… Carlos: Mejor yo hago el trabajo de los dos. Mónica: Grandioso. (Le da un montón de hojas) Nos vemos mañana, cerebro de ladrillo. Jake: Anne, que bonita te ves esta tarde. Anne: Gracias, eso creo. ¿Por qué no haces tu trabajo? Jake: Bueno, es que no puedo hacerlo si no estás conmigo. Anne: No entiendo. Jake: Déjame simplificarlo. Tú eres una muchacha muy dulce y tierna, yo no puedo estar sin ti. Me gustas mucho. Anne: ¿Cómo estás seguro de que te gusto? Jake: Porque eres muy bonita. Anne: Entonces solo te gusta mi aspecto. No puedes decir que te gusto sin que me conozcas realmente. Yo me voy a mi casa. Y, no me vuelvas a decir que me quieres sin conocerme antes. Gibrán: Hola Estrellita. ¿Cómo estás? Estrella: Bien, ¿Y tú? Gibrán: No podría estar mejor. Eres bonita. Estrella: Gracias, no tenías… ¿Dijiste que soy bonita? Gibrán: Sí. Estrella: ¿Y qué piensas de Paulina? Gibrán: Será la más bonita, pero no es tan interesante como tú. Estrella: Tenía que verlo para creerlo. Eres el primer chico que no babea por Paulina. Me sorprendes. Gibrán: Me preguntaba si quisieras salir mañana después de la escuela conmigo. Estrella: Me encantaría. Agustín: Sam, ¿Nadie te ha dicho que eres muy interesante? Sam: No, a decir verdad, piensan que soy rara por ser gótica. Agustín: A mi me lo dicen muy a menudo. Sobre todo cuando me obligan a hacer cosas que no quiero, por eso voy mal en la escuela. Sam: Vaya, al fin alguien que me entiende. Agustín: Y ese es solo el principio. Una vez me metieron al bote porque creyeron que yo había golpeado a un chico. Sam: Y no fuiste tú, ¿Verdad? Agustín: No, fueron unas chavitas fresas que andaban por ahí. Pero dijeron que fui yo porque me vieron así, y en especial porque estaba con Jake. Sam: Que feo. Agustín: Si, ya me voy. Adiós, mañana nos vemos por el trabajo.
A la mañana siguiente, solo las chicas estaban sentadas en una mesa, pues estaban hablando de lo raros que estaban los chicos ese día. Mónica: No se desde cuando se anda haciendo de mandilón por mi. Anne: Al menos no te dice cosas sin sentido. Jake me dijo que le gustaba por mi aspecto. Eso a mi no me gusta. Liz: Pues Danny está muy raro, como si estuviera hechizado o algo así. Agustín: (Llegando) Hola niñas. ¿Por qué los otros no están con ustedes? Liz: Porque se portan muy raros desde ayer… desde que tomaron esos vasos de agua. Mónica: ¿Qué pasa, en que piensas? Liz: Agustín, tú tomaste agua con los chicos. ¿Qué piensas de Sam? Agustín: Pues es muy bonita, pero a mi nada más me agrada. Anne: Si se portan como babosos desde que tomaron esa agua, ¿Por qué tú no estás como ellos? Agustín: Debe ser por mi amuleto. (Saca una rosa muerta en un frasco) Esto me protege de los enamoramientos falsos. Liz: (Ve la rosa) Las rosas son el símbolo del amor, una muerta significa amor falso, si está atrapada, se convierte en un amuleto. Mónica: ¿Cómo sabes eso? Liz: No tengo idea, solo lo sé. Y también sé como romper ese estupido hechizo. Sam: ¿Cómo harás eso? Liz: Para mañana traigan una rosa negra, una amarilla, una blanca y una roja. La color rosa no la traigan. Haremos que los muchachos vuelvan a la normalidad. Al día siguiente.. Mónica: Aquí están las rosas. ¿Para que las quieres? Liz: Vamos a deshojarlas y a hervirlas en un caldero. Así romperemos el enamoramiento. Agustín: ¿Qué eres una wicca o que onda? Liz: Creo que si. Anne: ¿Qué es una wicca? Agustín: Es una bruja que se guía por la naturaleza. Sus hechizos pueden hacer bien o mal. La mayoría de las veces usan sus poderes como elementos curativos, pero muy pocas los usan para el mal. Liz: Y esta infusión de 4 rosas será para bien. La rosa negra simboliza la eternidad, la rosa amarilla significa amistad, la rosa blanca significa bondad y la rosa roja simboliza el amor. Si se dan cuenta, puse primero la rosa amarilla, luego la blanca, luego la roja y hasta el final la negra. Es el orden que se sigue para el amor verdadero y genuino. Sam: ¿Cuándo estará listo eso? Liz: Cuando suelte su aroma, dejaremos de hervirlo. Después, tendrá que pasar un día para que sus efectos se vuelvan fuertes. Hasta mañana dejaremos de escuchar que ellos nos quieren. Liz estaba muy seria, ya no sabía si quería que Danny se desenamorara de ella o que siguiera viéndola con falsos ojos. Por una parte, se había vuelto un poco hartante porque no la dejaba sola ni un momento, pero por otro, le gustaba que la quisiera, pues ella lo quería. Así que decidió no darle la pócima.
Capitulo 5: Volver a comenzar Liz: En parte quiero dársela porque es un dolor de cabeza escuchar sus halagos, pero en parte no porque yo lo quiero tanto como el cree quererme. Lizette: Sólo escucha a tu corazón, él te dirá lo que quiere. Liz: Ese es el problema, mi corazón ya no sabe lo que quiere. (Carga a Daniel) Ay, Danielito, ya no se que pensar, todo me vuelve loca. Será mejor que vayamos a ver televisión tú y yo. Liz y Daniel se encontraban en la sala solos, cuando de repente llegó Danny. Liz estaba tan nerviosa que no se dio cuenta de que Danny le estaba hablando. Así que, cuando al fin le prestó atención, pasó algo muy extraño. Danny: ¿Me escuchas, Liz? Liz: Ay, perdón, es que estaba pensando. Esto va un poco rápido, podríamos empezar siendo nada más amigos. Danny: Si tú lo quieres así, de acuerdo. Seremos amigos primero. Así que veamos un rato la televisión, como amigos. Ya había pasado un buen rato, cuando estaban tan divertidos que pasó algo que Liz no se esperaba ni en sus sueños más locos. Danny: ¿Sabes? Muchas personas piensan que soy raro por ser mitad fantasma, pero ellos no saben que es muy difícil. Hay otras personas que me envidian por la misma razón. Liz: Yo se lo que es eso, pero, ¿Nunca has pensado que hay cosas que pudiste evitar? Por ejemplo, si le hubiese dicho a Paula que ella era muy importante para mí, nunca habría tomado esa pistola, y si le hubiera dicho en ese momento a Franco que lo quería, me hubiera acompañado a mi casa y no lo habrían emboscado… Danny: No pienses en eso (Le da un beso a Liz). Liz: Entonces, tú quieres que esto vaya en serio. Danny: Si, yo te quiero mucho. Liz: Y ese es el problema, no quería decírtelo, pero tú me agradas, y mucho. Esperaba el momento apropiado para decirlo, y creo que es este. Yo, en parte si quiero seguir con esto, pero cuando veo a Daniel, pienso que no quiero que él viva engañado a lo largo de su vida, el me ha hecho entender que no podemos estar así solo porque si, porque sería un engaño que nos estamos haciendo. Danny: Entiendo. No quieres que el sufra como te hicieron sufrir tus padres, no quieres que tus mentiras lo hagan sufrir. Entonces, creo que solo seremos amigos y nada más. Liz: Si, podemos volver a comenzar, iniciar de nuevo siendo amigos. Pero dudo que lleguemos a ser algo más. Me voy a mi cuarto. Lizette: Ahora, ya sabes lo que tu corazón quiere. Liz: Sí, eso creo. Le daré el brebaje porque no quiero que tanto Daniel como Danny vivan engañados. Si sigo con esto, Daniel un día se dará cuenta de que le había mentido, y es posible que Danny también crea que le mentí. Lizette: Entonces, prefieres que el viva feliz con alguien que el ame realmente a que el esté contigo porque esté hechizado. Liz: Exacto. Por eso debo deshechizarlo. Ya pasó un día, sus poderes deben estar muy cargados. Supondré que las demás ya les dieron de la poción a los demás. Y ahora es mi turno.
Aunque a Liz le dolía pensar que talvez Danny nunca se fijara realmente en ella, no quería que el sufriera por un amor falso. Así que le dio de beber la pócima, haciendo que se desenamorara. Para el día siguiente, todo había vuelto a la normalidad. Liz: Ahora, todos podemos volver a vivir normalmente. Mónica: Sí, ya extrañaba las idioteces de Carlos. Sam: Solo queda descubrir quien fue el que los hechizó. Nada más alguien lo suficientemente vil como para hacer que alguien sufra por el amor falso. Mónica: Sam y yo tenemos clases. Ustedes se quedan solas. Anne: A mi no me engañas. Liz: ¿A qué te refieres? Anne: Estas enamorada de tu propio primo. Si eres igual a las demás, harás lo que sea para tenerlo, incluso lastimar a Sam. Liz: ¿Por qué habría de lastimarla? Anne: Porque a Sam le gusta Danny, pero no tiene el valor de decírselo. Y a Danny le gusta Sam. Si eres como otras chicas que conozco, harás lo que sea para que el se enamore de ti, sin importar si ya rompiste el hechizo, querrás volver a hechizarlo. Liz: No soy como las demás, a mi me interesa que el sea feliz, los dos volvimos al principio, si el se enamora de mi, será cosa del destino, como el que yo me enamorara de el. Anne: A ver si es verdad. Capítulo 6: Un momento se va. Franco: No creo que pueda seguir con esta mentira. Liz: ¿A qué te refieres? Franco: Yo no puedo obligarte a quererme. Yo sé que nada más me ves como amigo, y no puedo hacer que me veas como algo más. Liz: Tal vez no te quiero como un novio, pero quiero seguir siendo una amiga para ti. Franco: Y yo quiero ser un amigo, como ese hermano que siempre quisiste. Nunca dejes de ser tan especial, sonríele a la vida, nadie vale tanto como tú. Liz: Gracias, me cuesta pensar que todos decían que estaríamos juntos siempre. Franco: Pues pactemos algo: Si uno de los dos llega a morir, el otro tiene que ir al funeral. Liz: Promesa. Ahora, vete a tu casa, ya es tarde. Liz: Y yo nunca cumplí esa promesa. No se ni donde esta sepultado. Ya no quiero pensar en el, ya no lo amo, pero, ¿Por qué está en mis pensamientos? Liz se encontraba sumergida en sus pensamientos. ¿Sería que nunca se iba a deshacer de ese dolor? En donde sea que mirara, había algo que le recordara a ese antiguo amor, pero ella estaba segura de que ya no lo amaba, sino que lo que la perseguía era ese remordimiento de no haberlo ayudado, de que al menos le hubiera dicho lo que sintió por el. Pero era tarde, el ya no la podía escuchar, y ella no le podía decir nada. Esa tarde, salió al parque con Daniel, intentando olvidarlo todo, pero esa tarde, un mariachi había salido a alegrarle el día a una quinceañera que tenía su vals esa misma hora. Justamente cuando llegaron, la orquesta tocaba esa canción que había oído solo en la penumbra de sus pensamientos, esa que le recordaba el dolor de todo ese amor que se extinguió a golpes letales. Ella dejó de prestarle atención a todo, era como si la música y ella estuvieran nada más, como si la tonada fuera para ella, a pesar de que era para alguien más. “Me calaste hondo y ahora me dueles, si todo lo que nace perece del mismo modo. Un momento se va y no vuelve a pasar”, esas palabras, el orden que llevaban, era como un mensaje del más allá, solo el llanto de Daniel la despertó del trance, notó que era muy tarde y todos debían de estar preocupados por ella. Decidió regresar a casa.
Jazz: ¿Dónde estabas? Te buscamos por todas partes. Liz: Perdón, quise pasear y se me fue el tiempo. Aparte, yo ya soy grande y se me cuidar sola. Maddie: No has cambiado nada, siempre has sido tan terca. Liz: Perdón, es un defecto humano. Giselle: Espero que eso se pueda arreglar con el tiempo. Un poco de tiempo y cariño pueden hacerte una chica de provecho. En ese momento, salió de la cocina una mujer pelirroja vestida formalmente. Liz no tenía ni idea de quien era ella, pero sus rasgos le eran muy familiares. Sus ojos negros, su blanca piel. Liz: (Medio confundida) ¿Quién es ella? Giselle: Es posible que Jean y Henry no te hayan mencionado ni una palabra de esto, pero era tiempo de que supieras la verdad de tu familia. Liz: ¿A qué verdad se refiere, señora? Giselle: Por favor, yo no soy una extraña a la que llames señora, soy Giselle Langley. Liz: ¿Y a que se debe su visita, señorita Langley? Giselle: A que, por si ya leíste el diario de Jean, ya tengo dinero hasta de sobra como para tener a mi hija a mi lado. Jazz: Espere, eso quiere decir que ella no es… Giselle: Que no es su prima. Es algo muy duro para ambas, pero estoy segura de que lo sabrán afrontar juntas. Pero no se preocupen, pueden seguir siendo amigas. Liz: ¿Qué dirá Danny cuando sepa esto? Giselle: ¿Quién es Danny? Me gustaría conocerlo. Maddie: Es mi hijo menor. Tiene casi la misma edad que su hija, señorita Langley, pero el es casi un año mayor que ella. Giselle: Pues tráiganlo, no puedo esperar a verlo. Como Lizette preguntó por el, supondré que se llevan de lo mejor. Jack: Pues no estoy muy seguro, ellos casi no se hablan aquí en la casa, pero creo que se juntan en la escuela. Jazz: Además, el no vendrá en un buen rato, tenía cosas que hacer en casa de sus amigos. Giselle: Bueno. Lizette, ve empacando tus cosas. Liz/Jazz: ¿Cómo que empacar? Giselle: Olvidé eso. Nos iremos a vivir ambas a Japón. Viviremos como una familia las dos, se que te gustará mucho, tengo una casa allí, porque ahí trabajo yo. Maddie: No pueden irse, ella tiene que estudiar. Jazz: Además, aquí se encuentra su vida, no podría hacerse otra en otro país, mucho menos en otro continente. Giselle: Ha, allá hay muchas escuelas a su nivel, además, sus amigos pueden ir a verla, solo llámenos y les pagaré los boletos y el hospedaje. Además, el vuelo es mañana en la noche. Tiene tiempo para empacar sus cosas y despedirse. En cuanto llegue Danny, podemos conocernos poco a poco, apenas son las 7:30 de la noche. Danny: (Llegando) Hola, ya llegué. Liz: Danny. (Corre y lo abraza) Te voy a extrañar muchísimo. Danny: ¿Qué? ¿Me voy a morir mañana o qué? Jazz: No, es mucho peor. Liz se va. Giselle: Así que tú eres Danny, es un placer conocerte. Soy Giselle Langley, la madre de Lizette. Danny: Creo que se equivocó de niña, ella es hija de… Giselle: De Henry Fenton y su esposa Jean. Lamento decir que no es así, ella no es tu prima. La dejé bajo los cuidados de tus tíos porque no tenía nada para mantenerla, pero ahora soy rica y puedo cuidar de ella. Danny: ¿Y a dónde se llevará a Liz?
Giselle: Tengo una propiedad en Japón, así que allí podremos vivir como una familia. Ya sabes, empezar de nuevo, amarnos como madre e hija, y todo eso. Liz: ¿Por qué no empezamos desde el principio, ya sabes, por qué me dejaste con unos desconocidos? Giselle: En ese tiempo no tenía nada, ni siquiera para que yo comiera, mucho menos para mantener a una recién nacida. Hace tiempo había escuchado de una familia bien acomodada que deseaba tener un hijo, así que les pedí que te cuidaran mientras yo conseguía un trabajo estable. Ellos aceptaron. De ahí, no supe más de ti. Después, me contrataron como secretaria, donde conocí a un empresario japonés de nombre Toji Langley. Nos casamos, pero el fu asesinado un año después, todavía no encuentran al asesino. Después de que heredé una gran suma de dinero, conseguí otro trabajo de más salario, y ahora vine para llevarte conmigo para que vivamos como yo imaginaba mi vida con una hija. Su madre al fin había aparecido. Tal vez tendría una vida feliz, al fin sabría qué era tener una madre que no le enseñara a ser una muñeca de aparador, tal vez al fin tendría su libertad. Pero al mismo tiempo le daba mucho miedo, pues tal vez no vería a Danny en mucho tiempo, tal vez hasta que fueran mayores y el se olvidara de ella. A la mañana siguiente, la maleta estaba lista para partir, lo único que restaba era despedirse de sus amigos. Carlos: Que mal que te vas. Gibrán: Ya nada será lo mismo sin ti. Liz: Lo sé, pero es mi oportunidad de ser feliz, de tener una familia que me quiera y no me exija nada. Mónica: Bueno, pues no olvides escribirnos. ¿A qué hora sale tu avión? Liz: Como en dos horas. Si quieren, me pueden acompañar al aeropuerto. Agustín: Yo no voy, no quiero verte partir, tu eres una chava muy genial y no quiero verte irte de esa manera. Jake: No te olvides de nosotros. Liz: (Recordando una canción) Un momento se va y no vuelve a pasar. Los extrañaré, les escribiré cuantas veces pueda. No nos veremos en mucho tiempo. Giselle: Vámonos Lizette, se nos hace tarde. Danny: Cuídate, no nos olvides. Liz: Los voy a llamar en cuanto llegue. Jazz: Te extrañaremos mucho. Nada será igual. Giselle: Vamos niña, en 45 minutos sale el avión, no quiero llegar tarde. Maddie: Será mejor que ya te vayas, no querrás hacer esperar a tu madre. Liz: Tía, digo, señora Fenton, usted era como mi madre. Ya me voy. Giselle: Cuando lleguemos a casa, te espera una sorpresa. Supongo que te gustará, no conozco una sola chica que no ame ese tipo de sorpresas. (Ve a Daniel) ¿Y ese bebé? Liz: Es el hijo de una amiga, ella murió. Giselle: Lo siento, tendrás que dejarlo. Liz: ¿Y quién lo cuidará? Giselle: La señora Fenton, por supuesto. Ahora, vamos al aeropuerto, que se nos hace tarde. En el avión… Liz: (Pensando) Ahora que haré. Lizette: No sé, que es lo que quieres hacer, que era lo que tenías planeado hacer de tu vida. Liz: Quería estar con Danny, quería quedarme en Amity Park. Lizette: No importa ya eso, tal vez ahora puedas llevar la vida que nunca tuviste. Liz: Tienes razón, tal vez Giselle sea una madre más comprensiva. (Hablando) ¿Ya vamos a llegar?
Giselle: En un momento llegamos, solo falta media hora. Mientras pasaba esa media hora, lo único en que podía pensar Liz era en lo que había dejado en Amity Park: dos primos maravillosos, unos tíos geniales, unos amigos comprensivos, y un secreto muy especial. Pero debía afrontar ciertas cosas pues, como ella siempre decía, ya no era una niña indefensa, sino una joven decidida, que podía hacer lo que quisiera. En lo que seguía pensando, el avión había aterrizado, y cuando reaccionó, estaban ambas en una limosina que se dirigía hasta la parte más rica de Okinawa. Giselle: Lizette, esta será de ahora en adelante tu casa. Liz: Vaya, si que es bonita. Ahora, ¿Cuál era la sorpresa que me tenías? Giselle: Está adentro, en tu cuarto. Sube. Liz entró a su cuarto, pero vio una habitación color rosa, decorado como si fuera para una chica creída. Era tal su asombro que Giselle pensó que le había encantado. En tanto a la verdad, Liz estaba asqueada, pues el rosa no fue para ella un color muy favorable, mucho menos agradable. Toda wicca sabía eso, pues el rosa representa la hipocresía. “Qué te parece” era lo que oía mientras intentaba reprimir ese sentimiento de tristeza, lo único que podía hacer era decirle que detestaba su cuarto, eso sí, sin herir los sentimientos de su nueva madre. “Ella no tiene la culpa” pensaba, y era cierto, porque no la conocía, y pudo ser un impulso porque Liz era mujer. Giselle: No conozco a una chica que no le guste esto. Esto es tan femenino, tan dulce y tierno. Liz: Y ese es el problema. No es que esté fea, sino que el rosa nunca ha formado parte de mi vida. Giselle: Eso es ridículo, a todas las niñas les gusta el rosa. Es una ley de la vida. Mientras los niños juegan fútbol y se ensucian, las niñas juegan con muñecas y permanecen limpias. Liz: Creo que ahora hay chicas que prefieren las cosas de hombres. Y yo soy una de ellas. El rosa no ha sido un color que me guste. Giselle: De acuerdo, mañana puedes redecorarla. Ya había pasado el día y todas las luces de la casa estaban apagadas. Pero Liz no podía dormir, porque aunque solo había pasado un día con su nueva mamá, ya era un dolor de cabeza. Ver toda esa feminidad en una sola persona era algo inusual, nunca pensó que viviría con alguien que hiciera todo lo que ella detestaba. No dejaba de pensar en lo que sería ahora de Daniel, tan pequeño. Ella no podría soportar no estar el día en que el fuera un joven fuerte. Al menos al día siguiente empezaría en otra escuela, en donde esperaba tener amigos tan agradables como en la secundaria Casper. Capítulo 7: Quiero regresar. Maestra: Hoy tenemos una alumna que viene de EE.UU. Recibamos a Lizette Langley. Niña 1: ¿No es la hija de Giselle y Toji Langley? Niña 2: Eso parece. Debería darle vergüenza saber que clase de persona fue su padre. Maestra: Yui, Arica, dejen de hablar. Ahora, Lizette, ¿Puedes hablar algo de ti a la clase? Liz: Bueno, me gusta que me llamen Liz, oigo casi todo tipo de música, el dibujo y muchas cosas más. Arica: Como robarle a la gente honrada. Maestra: Te lo advertí Arica, sal del salón ahora mismo. Liz, tu siéntate en donde quieras y saca un cuaderno. Niño 1: Tu papá es Toji Langley, ¿Cierto?
Liz: Si, ¿Por qué? Niño 2: Por nada, es que Yui y Arica tienen un problema con el. Sus papás trabajaban para el y les robaron fuera de la empresa. Niña: Ellas siguen creyendo que tu padre fue el responsable. Niño 1: Yo soy Soto. Niño 2: Yo soy Tai. Niña: Y yo soy Kari. Liz: Bueno, mucho gusto en conocerlos. Tai: ¿Tus amigos de América eran agradables? Liz: Bueno, pues si, pero algunos eran unos tontos. Por ejemplo, Carlos era un dolor de cabeza y casi nada le sale bien. Pero hay otros que son muy listos, como Mónica, ella si es muy inteligente. Kari: No es por nada, pero ¿Tenías novio allá? Liz: (Medio apenada) Había un chavo que me gustaba mucho, pero el no lo sabe. Soto: ¿Y porqué no le dijiste nada? Liz: Porque pienso regresar a escondidas. Aquí nada es muy fácil. Además, extraño a mis amigos y mi ciudad. Allí es donde crecí, y no pienso quedarme aquí más de una semana. Soto/Tai/Kari: ¿Cuándo te vas? Liz: No tengo idea, tal vez en tres días, en lo que empaco a escondidas, es lo que me tardaría. Soto: No le digas a nadie, pero nosotros también teníamos planeado irnos a otro país, al menos a otra ciudad. Kari: Nuestras familias son un desastre, nos tratan como si fuéramos muñecos de papel. Ya no soportamos estar aquí. Tai: Yo tengo un hermano en Tokio, el nos puede tener en su casa mientras buscamos trabajo, si quieres, quédate un tiempo con nosotros. Liz: Gracias, pero yo quiero regresar a Amity Park. Kari: ¿Amity Park? ¿La capital de los fantasmas? Liz: Si, allí vive mi familia, la que de veras considero mi familia. Tai: de acuerdo, pero, ¿Cómo llegarás hasta allá? Liz: No le digan a nadie, pero soy mitad fantasma, puedo irme volando hasta EE.UU. Soto: Que padre. Entonces, en tres días nos iremos los 4 lejos de nuestros padres. Kari: Lejos de la tristeza. Tai: Lejos de la manipulación. Liz: Lejos de Okinawa. Los planes estaban hechos, ya habían pasado los tres días y era domingo, cada uno había comprado un boleto directamente a Tokio. Cuando llegaran, estarían a tiempo para la salida del avión que llevaría a Liz a la terminal de Seattle, pues si compraba uno directamente a Amity Park, Giselle sabría donde encontrarla, pero Seattle estaba a no más de 40 Km. De Amity Park. El plan era perfecto. Cada uno se supone que iría a casa de Tai, mientras que el iría a ver a Kari. Ya estaban en Tokio, cuando llegó la hora de decir adiós a un país desconocido. Tai: No te conocemos muy bien y no sabemos nada de tus amigos, pero mándales saludos de nuestra parte. Kari: Ojalá te haya gustado aunque sea un poco Japón. Nosotros no te vamos a olvidar. Liz: Creo que los extrañaré. Tai, mándale saludos a tu hermano de mi parte. Soto: Cuídate. Arigato, Liz.
Liz subió al avión en ese momento, pero no contaba con que Yui y Arica los espiaban. Tanto estaban esperando la venganza contra Toji Langley que viajaron de regreso a Okinawa para decirle a Giselle lo que había hecho. Nada más era cuestión de días para que su felicidad durara poco. Mientras tanto, en Amity Park…
Sam: Que mala onda de la mamá de Liz que se la llevara. Carlos: Si, y también que no se pudiera llevar a Daniel. Mónica: Ojalá esté bien. Danny: Quisiera saber si nos extraña. Liz: Si, pero ya los tengo aquí, para qué extrañarlos. Agustín: Liz, ¿Qué no estabas en Japón? Liz: Estaba, ya lo dijiste. Me escapé con unos chicos que viajan a Tokio. Mi mamá no es como creí que sería. Gibrán: ¿Por qué? Liz: Porque ella también se rige por esa regla de que las niñas de rosa y los niños de azul. Jake: Al menos sabemos que estas bien y que nos extrañaste mucho. Pero todavía hay un pequeño problema. Liz: ¿Cuál? Jake: Cuando Giselle se de cuenta que te fuiste, ¿No llamará al aeropuerto para saber qué avión tomaste? Liz: Eso ya está hecho. Viajé a Tokio y ahí compré el boleto, el pasaporte era falso, no tenía mi nombre, sino el de Frida Sandoval. Tucker: Vaya, si que eres astuta. Ahora, nada ni nadie podrá separarnos. Más al rato… Liz: Pero tía Maddie, me quiero quedar aquí. Maddie: No puedes, eres hija de Giselle Langley, ya no podemos hacer nada al respecto. Jazz: Pero Liz sí puede. Liz: ¿Sí puedo? Jazz: La ley dice que en caso de que los padres adoptivos de un niño mueran y apareciera el padre biológico, es cuestión de la decisión del niño. O sea que, como los tíos Henry y Jean están muertos, y Giselle quiere llevársela porque es su madre, todo recae en la decisión de Liz, si se quiere quedar como hija de Henry Fenton o quiere ser una Langley. Liz: vaya, entonces, hay que hacer saber eso a la señorita Langley. Jazz: Pero como eres hija natural de Langley, ella no deja de ser tu madre, porque Jean es o era tu madrastra. El problema parecía resuelto. Pero en ese momento, alguien tocaba la puerta. Tocaba tan fuerte que parecía que quisiese tirar la puerta. En cuanto Maddie abrió, vio a Giselle enfadada, con dos hombres vestidos de negro tras ella. Giselle: Lizette, no puedo creer que te hayas ido. Liz: Pues parece, señorita Langley, que debe creerlo, porque si no se dio cuenta, esto no es Japón. Giselle: Pero allí es tu lugar, y allí regresarás. (Dirigiéndose a los dos hombres) Pónganselo. Liz: ¿Qué rayos me van a poner? Giselle: Creo que no te es muy raro oír “deflector de espectros”. Sé todo de tus poderes, y, no quiero tener fenómenos en mi casa. Lizette: Tranquila, hay una barrera en la puerta, no podrá sacarte. Giselle: (Pasa por la puerta y nota que no puede sacar a Liz) Esto es genial, ¿Ahora qué sucede? Lizette: Ahora dile con quien te quieres quedar. Liz: Me quiero quedar con mis primos. Giselle: Por última vez, no eres nada de ellos. Liz: Legalmente, soy su prima, porque fui adoptada por Henry Fenton, así que soy su hijastra. Por lo que puedo decidir si quiero vivir contigo o si quiero quedarme con mis tíos. Giselle: De acuerdo, quítenle el deflector.
Liz: Al fin mi voz vale. Giselle: Tal vez no quieras ser hija mía, pero quiero que sepas que siempre estaré para cuidarte cuando lo necesites. Liz: Lo haré, señorita Langley. Ahora, debo despedirme de usted. Capítulo 8: No te vayas. La noche era lluviosa. Aunque Liz ya no se veía en la necesidad, mucho menos en la obligación, de vivir con su madre biológica, su rostro no expresaba la felicidad que sentía. Recordaba lo que Yui y Arica dijeron de su 2do padrastro, también descanse en paz. Giselle se había casado con un ladrón. Pero de un momento a otro, esa ya no fue su preocupación, ya que miró a Daniel y recordó a Paula, la tan buena amiga, la siempre fiel. En ese momento, empezó a recordar miles, mellones de razones por las que hubiera tomado una pistola en su delicado estado, apuntársela en la cabeza y jalar el gatillo. Ella vivió terriblemente, tan mal que hacía ver la vida de Liz como un cuento de hadas. “Aún recuerdo” se decía a sí misma mientras veía la lluvia golpear contra la ventana. Giovanna: Ya no puedo seguir viviendo así, madre. Lisa: ¿Y cómo piensas vivir? Giovanna: Lejos, lo más que pueda de ti. Lisa: No puedes ir a ningún lado porque tienes 15 años. Giovanna: ¿Quieres ver como si puedo? Mañana en la mañana verás mi cama vacía. Me largo. Lisa: Qué bien, una boca menos que alimentar. Giovanna: Sí, pero te quedas sola con una niña de 5 años y una bebé de 9 meses. A ver si no me extrañarás. 10 años después… Marina: Paula, estoy segura de que estarás bien sin mí. Ya sabemos dónde vive Giovanna, puedes irte con ella si quieres. Paula: Pero no quiero que te vayas. Marina: Lo escribiré. (Toma un lápiz y una hoja de papel) Le dejo a Paula Hewitt todas mis cosas y le heredo a Giovanna Hewitt la custodia de Condesa, mi hermana menor. Pagarle a Jenny Wilson todo lo que le debo y heredarle mi brazalete de amistad. Ese es mi testamento. Paula: Tengo mucho miedo, Marina. Marina: (Llorando) Por el amor de dios, Paulina, deja de llorar. Tienes que aprender a existir por ti misma. Es tiempo de que crezcas. Paula: (Llorando) No, tú no harás nada, no quiero… Marina: (Le da una bofetada) Cállate, ahora, vayan a la casa de nuestra hermana. Es una orden. Dile que no vengan hasta mañana en la mañana. Si pregunta donde está Lisa, le dices dónde está, le dices que está en las calles como siempre. Ahora lárgate. Paula: Está bien, pero te extrañaré. (Sale, pero se queda viendo en la ventana como se ahorca Marina). 3 años después… Lisa: No, no puedes estar embarazada. Paula: Si, lo estoy, ya tiene más de un mes. Lisa: ¿Al menos sabes quien es el padre? Paula: (Algo nerviosa) No, porque estaba muy oscuro. No se si recuerdes, pero dije que fui violada. Lisa: (Toma el teléfono) Llamaré a Edgar para pedirle que se case contigo. Paula: No, no vas a llamar a ese inútil para que se case conmigo. Lisa: Ese inútil te dará más dinero en un día del que gana Giovanna en todo un mes. Además, el es muy respetuoso y te quiere.
Paula: ¿Y si es tan respetuoso, porqué me drogó y me hizo lo que hizo? Lisa: ¿Cómo, el fue? Ahora tienes más razón en casarte con el. Paula: No me voy a casar con nadie. Lisa: Si no te casas, ese bebé tuyo nacerá en el pecado. Paula: Pues prefiero eso a ser esclava de alguien que no amo. Lisa: Aprenderás a amarlo, como yo con tu padre. Paula: No me hagas reír, si el de veras te hubiera amado, no se hubiera marchado. Lisa: ¿Y a quien piensas amar después de que el bastardo nazca? Paula: Viviré con Lizette, ella me entiende. Lisa: No mientas, irás corriendo con tu amiguita porque te gusta su primo. Entiende, aunque el hubiera sentido algo por ti, eso ya no bastará cuando vea que tienes un hijo. Paula: No digas eso. Lisa: No puedo mentir, menos a mi hija. El no te va a querer por nada en el mundo. ¿Quién querría a alguien como tú? Paula: Cállate. Lisa: Idéntica a Marina. ¿Por qué crees que le pedía dinero a Jennifer? Porque era una holgazana. Se mató porque ya no tenía a quien pedirle nada. Paula: (Le da una bofetada) Eso no es cierto. Ella se suicidó porque ya no soportaba oír tus palabras envenenadas, seguir viéndote emborracharte noche tras noche, porque lo que más anhelaba era su libertad, pero tenía 13 años, no supo lo que hacía. Si le hubieras dado una oportunidad de tener más experiencia… Lisa: Igual que a Giovanna, ¿No? Ella también es una perdida. Ella no tiene nada porque no sabe nada, y así serás tú cuando tengas a tu bastardo entre brazos. Paula: Pues me largo con Lizette, mañana mi cama estará vacía. Si acaso corres con suerte, te llamaré para decirte que nació. 9 meses después… Liz: Resiste, ahora, repíteme como lo llamarás. Paula: Si… si es niño… Daniel. Si es… niña, se… se llamará Kenia. Giovanna: Resiste hermanita, terminará pronto. Todo va a terminar muy pronto. Paula: Ya no puedo más. Ya no lo resisto. Lisa: No te preocupes, princesa, ya va a terminar. Paula: Tú cállate, ni siquiera se porque te llamé. Mónica: Señora, es mejor que vaya a la sala de espera, no es bueno que esté aquí. Liz: ¿Ves? Fuiste fuerte y ahora tienes un precioso hijo. Paula: Si, es mío, y de nadie más. Giovanna: Si Marina estuviera aquí, estaría orgullosa. Gibrán: Sí, y tú y Daniel merecen una vida buena. Paula: Lizette, hazme un favor. Cuida a Daniel por mí, solo hasta que esté mejor. No dejes que Lisa lo tenga. Lo va a hacer infeliz. Liz: Bueno, pero solo hasta que estés mejor. Condesa: Eres fuerte, hermana. Que bueno que ahora estas mejor. Giovanna: Vámonos, Condesa. Hay que dejar a Paulina descansar. Mañana la veremos de nuevo. Al día siguiente… Giovanna: (Llorando) Lizette, ábrenos, por favor. Liz: Giovanna, ¿Qué pasa? Condesa: (Llorando también) Paulina está muerta. Giovanna: Llevó una pistola al hospital, ayer en la noche se suicidó. Condesa: Ella dejó una carta para ti. La encontramos en el mueble de su cama. Liz: No, ella era mi amiga. Ella es la madre de Daniel.
Giovanna: Pues, será mejor que leas la carta. Nosotras ya nos vamos a la casa. El funeral es mañana a las 5 de la tarde. Liz: (Leyendo) Lizette, si lees esto, es porque ya no estoy. Déjame decirte que hace tiempo, quería ponerle Javier si era niño, pero decidí ponerle Daniel porque tiene un significado muy bonito, además de que no logro olvidar a tu primo. Pero ya entendí que tal vez el no me recuerde, y que tal vez el tiene a alguien que ama tanto como lo amé. Cuida de él, por favor, cuida de Daniel, y no dejes que Lisa llegue a encontrarlo, quiero que le enseñes que es el bien y que es el mal. Por favor, y siempre dile quien era su mamá, haz eso por mí. Paulina. Liz: …Entonces, le dije a tu mamá que cuidaría de ti, pero no contaba con que ella te dejaría conmigo. Ahora cumplo mi palabra, te digo quien fue tu mamá. Ojalá no la llegues a despreciar, es lo que menos quiero. Jazz: Vaya, yo no sabía que Paulina tenía un pasado tan feo. Liz: Jazz, me asustaste. Jazz: Perdón. Ahora, es por eso que cuidas un bebé que no es tuyo, y quiero decirte que eres muy fuerte, otra persona se hubiera desmoronado con solo recordarlo. Liz: Bueno, yo no soy como los demás, Danny también. Los dos somos muy diferentes. Jazz: Bueno, vete a dormir ya, o no querrás llegar tarde mañana. Liz: No puedo, quien sabe porqué no tengo sueño. Jazz: Tal vez porque necesitas estar sola por ahora. Yo voy a mi cuarto. Capítulo 9: Silencios. Sr. Lancer: Desde el siguiente lunes, este salón estará lleno de chicos, pues habrá un campamento para señoritas esta semana. Sam: Sólo por curiosidad, pero, ¿De qué será el campamento? Sr. Lancer: Será un campamento de señoritas, en donde las chicas podrán convivir entre sí pacíficamente. Anne: Tal vez me maten por esto, pero si vamos, nos perderemos las clases. Sr. Lancer: No se preocupen, como estarán fuera de la ciudad en una semana, solo repasaremos las lecciones. Mónica: Y solo por saber, ¿No será uno de esos campamentos de belleza en donde nos maquillamos y ponemos vestidos? Sr. Lancer: Parece ser que sí. Liz/Sam/Mónica: Yo no voy. Sr. Lancer: Aunque el faltar al campamento afecta su calificación, respeto el que no quieran ir. Liz: ¿Y cuanto representa el campamento para la calificación? Sr. Lancer: El 20% Liz/Sam/Mónica: Mejor si voy. Liz: Ya estoy lista para irme. Nada más te recuerdo, Danny, que no debes entrar a mi cuarto, porque si sé que entraste, te irá muy mal, ¿Entendiste? Danny: Sí, entendí. No voy a entrar, lo juro. Liz: Más te vale. Adiós, los veré en una semana, aunque no esperen que regrese con una sonrisa. Carlos: Esta es la oportunidad de tu vida. Agustín: Liz vive en tu casa, y no estará una semana. Tucker: Puedes entrar en su cuarto y saber más de ella, así no te tratará como basura. Ella es muy fría, y no sabemos porqué, y eso que somos sus amigos.
Sr. Lancer: …Existieron muchas clasificaciones del hombre: el homo hábilis, el homo erectus, el homo sapiens… Gibrán: …Y el homosexual. Sr. Lancer: Silencio, señor Olivares. Gibrán: Perdón, ¿De qué hablan? Carlos: Danny va a entrar al cuarto de Liz. Gibrán: Wow, un consejo: no veas los dos primeros cajones, es donde las chicas guardan su ropa interior. Agustín: Eso es muy sucio, y creí que Carlos era el pervertido. Gibrán: Un momento. Sr. Lancer: …Se cree que el hombre se reprodujo con el homo sapiens. Mickey: Pero, ¿Cómo saber si eso es cierto? Gibrán: Solo ve al Sr. Lancer. Sr. Lancer: Señor Olivares, una palabra más y se sale del salón. Gibrán: Ya, me voy a calmar. Carlos: Bueno, pero eres mitad fantasma, puedes entrar y salir sin que ella se de cuenta. Danny: Pero eso esta mal. Además, creo que la conozco muy bien. Tucker: ¿Sabes qué música le gusta? Danny: Ah… Carlos: ¿O porqué no le gusta hablar de sus papás? Danny: Ah… Gibrán: ¿Aunque sea cómo es por dentro? Danny: Bien… Jake: Entonces, no hay más remedio que entrar e investigar. Gibrán: Esperen, ahora verán algo gracioso. Sr. Lancer: Yendo más adelante en la historia, de seguro habrán oído el relato del Diluvio Universal. Kwan: ¿Pero de veras es posible eso? Sr. Lancer: Por supuesto. Gibrán: No lo dudes, si el Sr. Lancer lo dice es cierto. Sr. Lancer: Gracias, señor Olivares. Gibrán: ¿No ves que el lo vivió? Sr. Lancer: Bien, ahora salga del salón. Agustín: Vaya, contigo nadie se aburre. Gibrán: Es algo que no se puede evitar. Soy muy simpático. Carlos: ¿Por qué el si puede presumir y yo no? Jake: Porque el dice la mera verdad. Sr. Lancer: Señor Olivares, ¿Ya terminó? Gibrán: No, todavía no. Danny: Ustedes ganan. Entraré al cuarto de Liz, pero solo será un rato. Agustín: Así se habla. Hay que poner música para festejar. (Saca su Ipod y pone “Melissa” de Lacrimosa) Sr. Lancer: Señor Gutiérrez, apague ese aparato. Agustín: No quiero, abuelo. Sr. Lancer: De acuerdo, usted también se sale del salón, y usted señor Olivares, ¿Ya terminó? Gibrán: Oh, espérese. Sr. Lancer: Salgan inmediatamente. Gibrán: Bueno, nos vemos al rato. Suerte con el cuarto de Liz, Danny.
Esa misma tarde… Carlos: Vamos, solo atraviesas la pared, ves, tal vez quieras tomar unas fotos y sales. No puede ser tan difícil. Danny: No sé, tal vez no deba. Gibrán: Es que está prohibido entrar sin permiso al cuarto de Liz. Agustín: Danny, tú sabes que quieres entrar. Jake: Si, todos saben que lo prohibido es lo más padre. Tucker: Vamos, Danny. Tal vez nunca tengas otra oportunidad como esta. Las oportunidades se deben aprovechar. Danny: Tienes razón. Así que (Se transforma) voy a entrar. No me esperen un buen rato… Danny entró. Todo se veía muy oscuro, como si Liz viviera con un pésame. Hasta le recordaba un poco al cuarto de Sam, solo que en la pared de Sam no había una cartulina con muchas fotos encimadas. En el tocador no había más que un cepillo, unas cuantas ligas, unos pasadores y un álbum de fotos. La cama estaba tendida con una colcha azul marino. Las ventanas estaban cubiertas por una espesa cortina color rojo sangre, como si no quisiera que la luz entrara. Junto a esa ventana, se encontraba una cuna, la cual le parecía muy familiar. En el techo había un móvil de mariposas de cristal, con un grabado en la base que decía “La vida es tan preciosa como las mariposas, pero más valiosa que el mismo oro”. En un buró había un estéreo con muchos discos arriba, todos desordenados. Entre ellos, observó uno que decía en la portada “Para ti con desprecio”. Estaba arriba de todos, pues era el favorito de Liz. A Danny se le hacía muy extraña esa decoración, y le daban escalofríos el solo pensar que era lo que le rondaba en la mente a Liz cuando escuchaba ese disco. Decidió ver lo que había dentro del álbum de fotos, aunque le daba miedo revisar. Entonces vio en la primera página 4 fotos de sus papás, de las cuales, 3 estaban pintarrajeadas y rotas, como si no las quisiera ver, pero la cuarta estaba intacta. Al ver esa fotografía con más detenimiento, notó que la sonrisa de Liz se veía muy falsa, como si estuviera obligada o no sonriera con frecuencia. Pero al ver las demás fotos, ella estaba con sus amigos, e incluso con el y Jazz. En esas fotos, su sonrisa se veía más natural, y esas eran más que las donde estaba con sus papás. Era obvio que ella los odiaba. Al dejar de nuevo en donde estaba el álbum, vio una libreta tirada en el suelo. Estaba llena de canciones de venganza, muy pocas románticas, y una que otra triste. Empezó a leer una que decía “Cita en el quirófano”, bajo el nombre de la canción decía “Panda-Para ti con desprecio”. Empezó a leer y notó que la canción era algo violenta, por lo que no se podía imaginar como era acompañada de música, por lo que tomó el disco y se fue a su cuarto. Allí estaban todos los chicos con los que se juntaba normalmente, esperando que les dijera que había en el cuarto al que nadie más que chicas habían entrado. Carlos: ¡¿Qué viste?! ¡¿Qué viste?! Agustín: Si, (Haciendo a Carlos a un lado) ¿Qué había allí dentro? Danny: No creo que quieran saber. Jake: Cuando alguien dice eso, se antoja más saber. ¿Qué había dentro? Danny: Saqué uno de sus discos, podemos oírlo y saber en que rayos piensa. Si llegaran a entrar, sabrán de qué hablo. Tucker: Muy bien, pongámoslo en el estéreo. Agustín: (Ve la caja) Pon esta, Disculpa los malos pensamientos. Jake: O_O, suena bien padre. Ponla. Danny: Bien. Al escuchar la letra, notaron que Liz era de esas personas que buscan venganza por todo lo que las lastima. Incluso terminaron de oír el disco, y entonces, notaron que Liz tenía varios problemas, y que tal vez ella preferiría estar sola.
Agustín: Danny, regrésalo al cuarto de Liz, pero cuando lo hagas, ve que otras canciones tiene en esa libreta, las buscaremos en Internet. Danny: ¿Para qué? Jake: Porque así no se verá tan sospechoso, y si alguien nos dice algo, son canciones que yo o Agustín conocemos. Danny: Buena idea, horita vuelvo. Danny volvió a entrar, cuando dejó el disco, vio otro que decía “10 canciones de amor”. Decidió memorizar los nombres de las canciones del disco, aparte de llevarse la libreta y anotarlas en una hoja libre. Jake: Veamos, de estas nada más conozco tres. La de Todo o nada, la de Tócame y la de Veinte para las doce. Agustín: Pues vamos a ver como suenan. Danny: Antes, (Le da una hoja) busca estas. Las vi en un disco que decía 10 canciones de amor. Agustín: Eso es muy interesante. Veamos las canciones de amor, si es que para ella amor es lo mismo que para el resto del mundo. Carlos: Busca primero esta de Masoquismo. Jake: (Oyendo la canción) Pues parece que “amor” es lo mismo aquí y en China. Agustín: Ahora, esta de Aún la tengo en el Ipod. Es muy bonita. Carlos: Ya estoy aburrido. ¿Saben que sería muy interesante? Que Danny nos llevara al cuarto de Liz. Danny: Ah no, eso sí que no. No puedo llevarlos. Jake: ¿Por qué? ¿Acaso te da miedo? Danny: No es eso, es que Liz dijo que no entráramos a su cuarto. Agustín: Me importa un bledo. Ahora, si esto te tranquiliza, prometemos que no tocaremos nada. (Pensando) Hasta que se ponga buena la cosa. Danny: Está bien, pero nada más un ratito. Entonces, Danny los ayudó a entrar a lo que Carlos llamaba “Zona prohibida”. Estuvieron ahí no más de 15 minutos, cuando Agustín encontró una carpeta y la sacó a escondidas. Al día siguiente, Agustín había llegado a la escuela con una sonrisa de “sé algo que tú no”, pero ese algo no se lo iba a decir a Danny nunca. Sr. Lancer: …De entre las criaturas marinas, mi favorita es la ballena… Gibrán: De seguro ha de extrañar a su mamá. Sr. Lancer: Será mejor que se calle, señor Olivares. Jake: Nunca pensé que Liz fuera tan Dark. Carlos: Sí, creí que el único eras tú. Jake: Ya cállate, cepillo con patas. Tucker: No, en serio. Ahora que la conozco mejor, la compadezco. Agustín: Si, claro. Carlos: Es cierto, ¿No viste las fotos de sus papás? Parece que los odia. Gibrán: Si, pero al menos ya tiene a personas que la quieran. ¿O no, Danny? Danny: Sí, bueno, es que no me siento bien, porque me dijo que no entráramos, y lo hicimos. Agustín: Pero no digas que ahora no te puedes llevar mejor con ella. Porque es lo que Liz quiere. Carlos: ¿Cómo sabes eso? Agustín: Yo nada más lo sé. Quiero oír música. Vamos a oír esta. (Pone la de “Sirena varada” de Héroes del silencio). Sr. Lancer: Señor Gutiérrez, apague eso de una vez. Agustín: No quiero.
Sr. Lancer: Salga en este momento del salón. Agustín: Bueno, será mejor que me vaya ahora. Disfruten su clase. Carlos: ¿Y desde cuando lee las mentes? Jake: Tal vez es puro invento suyo. Sr. Lancer: …Como pueden ver, las aves de rapiña se alimentan de cualquier desecho… Gibrán: Con razón se me hacía rara la hediondez. Sr. Lancer: Señor Olivares, no quiero verme en la necesidad de reportarlo nuevamente. Gibrán: Pues nada más no me reporte. Sr. Lancer: De acuerdo, le daré otra oportunidad, si no la aprovecha, lo reportaré. Gibrán: Bueno, ya me calmé. Danny: Oye Gibrán… Gibrán: ¿Qué? Danny: ¿Por qué te dicen “vaca”? Gibrán: Porque un día me estaba riendo y en una de esas pareció que mugí. Jake: ¿Ah si? Yo creí que porque tienes manchas en los ojos. Gibrán: Ah, también. Oh, miren esto… Sr. Lancer: …La obra de Literatura Universal más famosa es… Gibrán: … Star Wars (La guerra de las galaxias). Sr. Lancer: Señor Olivares, salga del salón y vaya a reportarse. Gibrán: Ya me voy, pero no confíe en que me voy a reportar. Carlos: El es mi amigo. Jake: (Le pega en la cabeza) ¿Eso qué? Carlos: Ay, ¿Por qué me pegas? Jake: Y di que nada más te pegue, piensa que te hubiera hecho Mónica o Liz. Carlos: (Asustado) No, ya me voy a portar bien. Jake: Ahora que me acuerdo, ¿Quién cuida a Daniel? Danny: Ah, Jazz, y cuando está en la escuela mi mamá. Tucker: Bueno, será mejor que disfrutemos el día de mañana, porque será viernes y el lunes regresan las chicas. Jake: Sí, hay que hacer algo que ellas nunca nos hubieran perdonado hacer. Algo memorable, tan difícil de igualar como es difícil encontrarse con un unicornio. Tucker: ¿Qué tal si volvemos a Lancer loco? Carlos: ¿Cómo haremos eso? Tucker: Cuando saque a Agustín o a Gibrán, Danny los volverá a meter al salón. Así pensará que le falla la memoria o algo así. Danny: Muy bien, de todas formas, no puede culparnos de nada, es más, ni sabrá quien fue. Bueno, el caso es que hicieron tal como quedaron. Lancer estaba tan asustado que decidió dejar a todos salir temprano. El sábado, regresaron las chicas, tan felices como nunca las habían visto. Hasta extrañaba verlas de esa manera, sobre todo a Sam, a Liz y a Mónica. Gibrán: ¿Y porqué tan felices, amigas? Sam: Fue la semana más padre de toda mi vida. Mónica: En efecto, fue uno de esos campamentos ñoños para señoritas, pero todo cambió cuando supimos que las jefas de cabañas iban a ser las maestras. Liz: Y como a nosotras nos tocó a Tetslaf de jefa, nos hizo trabajar en el lodo y cosas así. Anne: Lo mejor fue cuando obligó a Paulina a hacer 50 lagartijas por no hacer una caminata. Sam/Liz/Mónica: Y en la lluvia. Liz: (Imitando a Paulina) Ay no, mi peinado de va a arruinar. Mi ropa que es de lo mejor está mojada. Agustín: Vaya, eso si que está divertido. Mónica. ¿Y ustedes qué hicieron?
Danny: Ah, lo de siempre, hacer estupideces, estudiar… Liz: Vaquita, ¿Hiciste algo productivo? Gibrán: Mmm, creo que sí. Liz: ¿Hiciste tus bromas? Gibrán: Si. Liz: Ese es mi vaca. Ahora, vamos a mi cuarto… nada más nosotras. Ay nos vemos. Agustín: (Murmurando) Al menos ya tuvimos nuestro momento. Jake: Sí, que bueno que no se enteró. Y que bueno que dejamos todo como estaba. Danny: Claro. Nada más espero que alguien no haya tomado nada. Carlos: Estás hablando de mí, ¿Verdad? Gibrán: De todos nosotros, tú eres el más imbécil de aquí. Danny: (Pensando) Pobre Liz, cuanto sufre. Capítulo 10: La apariencia no es sincera. Hace 10 años… Beebe: (Se acerca a Vlad) Siempre me has mantenido en secreto, yo conozco todos tus secretos. Deja que el mundo sepa tu último secreto… YO. Vlad: Me gustaría, Bibiana, pero eres un secreto que nadie debe saber. Beebe: Me has educado en casa, y lo has hecho bien. Pero, yo quiero dejar de ser un secreto. Vlad: No te preocupes, el mundo sabrá de ti. En su tiempo. Solo espera un poco, y todos sabrán quien eres. Beebe: Pero, quiero que ese día llegue ya. Vlad: En su tiempo, Bibiana, en su tiempo. Solo espera. Beebe: De acuerdo, esperaré un poco más… Padre. Sr. Lancer: Hoy tenemos una nueva compañera. Recibamos a la señorita Bibiana Allen. Beebe: Hola. Me llamo Beebe, tengo 14 años, yo soy muy agradable y me gusta la música. Quisiera que fueran mis amigos. Sr. Lancer: Señorita Allen, ¿Por qué no toma asiento? Jake: ¿Por qué tanto mugre alumno nuevo? Sam: Quién sabe, pero ya que. Sr. Lancer: …La música que se escuchaba más en los años 50’s fue el Blues (Azules o Triste en inglés) Gibrán: ¿Ya oíste Jake? Vienen los azules por ti. Sr. Lancer: Señor Olivares, guarde silencio aunque sea por un momento. Gibrán: Si quería que me callara, me lo hubiera dicho. Mónica: Que gracioso, Vaca. Carlos: ¿Por qué el si puede ser gracioso y yo no? Mónica: Dije que el fue gracioso, no estúpido. Danny: Como que la nueva se ve muy callada. Agustín: Pues déjala, además, la apariencia nunca dice que alguien o algo sean así. Liz: Cierto. Es como el estúpido de Edgar. Se veía tan inocente y respetuoso, y que hizo. Carlos: Sí, todavía extraño a Paula. Ella era tan agradable. Agustín: Pues para ti, para mí siempre fue una víbora. Mónica: Y dale con tu víbora. ¿Qué te hizo la pobrecita para que digas eso de ella? Agustín: (Molesto)-_- Ah, me importa un bledo si lo saben o no. Nada más digo que ella tenía cara de santita y nos salió como una maldita.
Después de la escuela… Gibrán: Nada como disfrutar una tarde después de la escuela, tomando un refresco con tus amigos… Mónica: Vaca, ¿Te quedarás allí hablando como tarado o vas a venir? Gibrán: Ah, estoy solo T-T. Liz: ¬.¬ Gibrán, usa tu cerebro para algo útil. Agustín: Pero no mucho o revienta. Danny: …O se funde. Mónica: …O nada más se descompone. Tucker: …Más de lo que ya esta. Gibrán: T-T dejen de burlarse, yo no les hago nada. Carlos: Si, ya bájenle. No sean así, lo van a hacer llorar. Gibrán: Si… ¬.¬ Estúpido. Beebe: (Como saliendo de la nada) Hola chicos. Jake: (Se asusta) O-O Beebe, ¿De dónde rayos saliste? Beebe: Ah, perdón si te asusté. Nada más quería saber si, si no es mucha molestia, si me puedo juntar con ustedes. Carlos: Pero claro que puedes, es más, si quieres, puedes salir conmigo. Beebe: (Riéndose) ¡¡¡Que buen chiste!!! Pero, gracias. Carlos: T-T No era ningún chiste. Sam: Bien, yo creo que si te puedes juntar con nosotros. Mónica: Sí, cualquiera que le haga eso a Paulina es bienvenido. -Flash backPaulina: …Nada más te digo que si aquí quieres tener éxito y popularidad, júntate conmigo y deja de lado a los perdedores. Beebe: (Con tono de molesta) Aja. Paulina: Porque alguien que es tan bonita como tú no debe mezclarse con la clase baja, es como juntar barro y oro. Beebe: Aja. Paulina: Mira a esa chica, (Señalando a Liz) ella también es bonita, pero esta rebajada porque es la prima de Fenton. Aunque sea, se hubiera juntado conmigo y tendría a muchos cacheteando banquetas por ella. Beebe: Aja. Paulina: Quiero que aprendas de sus errores para que no te pase lo mismo o algo peor… Beebe: Como si quisiera verme con un vestido color rosado en una fiesta de gente creída. Pero eso lo sabes mejor tú porque ya formas parte de ese grupo. En lugar de andarte regalando como muñeca en feria podrías haber hecho algo útil de tu vida. Así que, si tú no quieres que yo esté con ellos, haré precisamente lo contrario. Paulina: (Piensa un rato ) No se que me dijiste, pero lo tomaré como un insulto. Ya estás en mi lista negra. -Fin del flash backBeebe: Ellos se lo buscan. Agustín: Lo que importa es que Paulina ya está en su lugar. Ya le dieron su merecido. Anne: (Pensando) La chica nueva se me hace muy sospechosa. Mónica: (Pensando) Hay algo en Beebe que noto muy raro. Jake: Eres genial Beebe. Mónica: (Pensando) Es como si ella tuviera una chispa de maldad… Anne: (Pensando)…Pero invisible, muy difícil de notar. Mónica: (Pensando) Ni siquiera Liz se ha dado cuenta. Liz: Beebe, ya me caíste muy, pero muy bien.
Gibrán: Si, ¿Por qué no le muestras al bebé? Liz: Oh, si. Gracias por recordármelo vaquita. Ven a mi cuarto, Beebe, tengo algo que enseñarte. La chica nueva era muy extraña para Mónica, incómoda para Anne, pero para el resto era muy agradable. Se había ganado muy rápido la confianza de los demás porque compartían un odio en particular. Esa no era excusa. Incluso Liz le había enseñado al pequeño Daniel, lo cual era muy extraño, pues a ella no le gustaba dejar al indefenso bebé en maños ajenas. “Muy extraño” se decía Mónica, pero debía parecer que le agradaba Beebe y que confiaba en ella. Beebe: Soy una experta en la caza de extraterrestres. Gibrán: Oh, extraterrestres. Yo creía que no existían. Beebe: Hace una semana pensaba que los fantasmas no existían. Gibrán: -_- Me ganó. Beebe: Lo único que hay que saber de ellos es que no son buenos. Por tanto, no pueden usar las fuerzas del Yin. Agustín: Nunca creí volver a oír a alguien hablando del Yin. En la clase… Sr. Lancer: …Por favor, alumnos, guarden silencio. Gibrán: ¿No ven que el Maestro Limpio trata de instruirnos? Sr. Lancer: Una palabra más, señor Olivares, y saldrá del salón de inmediato. Gibrán: Ya, perdón, sin rencores. Anne: Beebe no vino hoy. Agustín: Me importa un bledo si vino o no, es su vida, no debemos meternos en ella. Mónica: Beebe se me hace algo rara. No es por mala onda ni nada, pero… parece como si ya supiera de nuestras vidas. A Danny se le hizo muy extraño y recordó a Danni. Era casi el mismo caso: A Danni le había enseñado Vlad las cosas que le gustaban a Danny para sus oscuros propósitos. Entonces, Danny empezó también a sospechar de Beebe. “¿No sería que se repite la misma historia?” pensaba Danny. Danny: Ahora que lo mencionas, si se me hace medio raro eso. Es como si… Sam: ¿Cómo si esto ya hubiera pasado? Tucker: Oye, si es cierto. Con la dizque prima de Danny, Daniela. Gibrán: ¿Quién? Danny: Un clon mío. Fue creada por uno de mis enemigos para que creara un clon perfecto. Ella era inestable. Liz: ¿Creen que eso sea Beebe? ¿Un clon inestable? Carlos: No, yo no creo eso, no conozco a nadie así. Tucker: Cierto, esta vez Carlos tiene razón. Wow, nunca creí decir eso. Carlos: ¿A que te refieres? Anne: Déjalo. Una semana después… Danny: hace una semana que Beebe no llega. Liz: No puede estar enferma porque alguien le levaría las tareas. Mónica: la única razón sería que la dieron de baja o que se cambió de escuela. Sam: Esto es muy extraño. Hasta ya me dan mis dudas. Anne: (Pensando) Qué mejor para todos. Mónica: (Pensando) Mientras Beebe esté más lejos, menos daño nos podrá hacer.
Capítulo 11: Lo dejaría todo, o al menos es lo que pienso Sam: Me dieron una beca para una secundaria en Inglaterra. Gibrán: Bien por ti, amiga. Agustín: Oye, a ver eso. Mónica: ¿Qué? ¿Qué pasa? Agustín: Estas becada en la mejor escuela del mundo. En esta, tú no la solicitas, ellos te solicitan. Nada más es para gente realmente inteligente. Sam: Vaya, entonces, creo que debería considerarlo bien. Carlos: Has de sentirte muy afortunada. Danny: Pero, creo que deberías tomar la decisión correcta para ti. Porque, bueno, yo te extrañaría mucho (Se sonroja) Sam: (También se sonroja) Vaya, nunca me habían dicho eso. Creo que debo pensarlo, y muy bien. Me están dando una semana para decidir. Liz: Pues, sea cual sea tu decisión, espero que no te arrepientas de tomarla. Jake: Si, no soportaríamos que sufrieras por no ir, o por ir. Estas cosas se deben pensar muy bien. Ese día, Sam estaba de lo más confundida, pues si se iba, dejaría a sus amigos, y tal vez no le podría decir a Danny lo que sentía por el. Pero si no iba, tal vez no se presentaría otra oportunidad. Tal como decía su abuela, las oportunidades hay que aprovecharlas, pero esta era muy difícil. Ya no sabía que hacer. Liz: (Pensando) No puedo creer que se me hizo tarde. ¿?: Nunca había llegado tarde… (Choca con Liz) Liz: Oye… (Mira al chico detenidamente) Ay, perdón, no me fijé por donde iba. ¿?: No, discúlpame a mí, yo soy el que viene distraído. Soy Eric. Liz: Mucho gusto, yo soy Lizette Fenton, pero mis amigos me dicen Liz. Es todo un placer conocerte ¿Sigo hablando? Que tonto. Eric: No te preocupes, no es nada tonto, al contrario. Es un placer escucharte. Liz/Eric: Se me hace tarde. Eric: Ah, ¿En qué escuela vas? Liz: En Casper High. ¿Y tú? Eric: Yo en el Colegio Superior de Amity Park. Liz: Bueno, si no me doy prisa voy a llegar tarde. Eric: ¿Sabes? A mi también se me hace tarde. Adiós. Por cierto, ¿Dónde vives? Liz: En la casa que dice “Trabajos Fenton”. Sr. Lancer: Srita. Fenton, usted sabe que no puede llegar tarde sin tener un castigo. Liz: Lo sé, Sr. Lancer. Sr. Lancer: En cuanto terminen las clases, usted irá directamente al salón de castigo. Liz: Sí, Sr. Lancer. Carlos: Nunca pensé que vería esto: Liz llegando tarde. Ay no, eso quiere decir que el Apocalipsis se acerca. Liz: ¬.¬ No es para tanto, “Cepillín”. Agustín: Te lo tomas todo demasiado en serio. Danny: Es que es muy raro que llegues tarde. Tucker: Sobre todo tú, aparte de Sam, eres la más cumplida de todos nosotros. Liz: (Suspira) Pues siempre hay una primera vez para todo. Danny: (Pensando) Liz se ve muy rara. Sam: Bueno, déjenla tranquila. Ya es suficiente con un castigo.
Después de clases… Gibrán: Ahora sí, qué rico es estar en una linda tarde de verano acompañado de tus mejores amigos… ¿Dónde está Liz? Jake: Castigada por llegar tarde. Gibrán: -_- Ay, no puede ser. Nunca estaré con mis todos mis amigos en santa paz. Liz: Bueno, ya cumplí con la sentencia. Ahora podemos pasar la tarde juntos y… ¡¡¡Hola Eric!!! Eric: Pensé que podría encontrarte a esta hora, porque a mi me castigaron y pensé que a ti también te castigarían. Liz: Pues si me castigaron. Eric: Me preguntaba si podrías salir horita a comer un helado o tomar un refresco, no se. Liz: Bueno, a decir verdad… Danny: (Con tono de molesto)…Esta ocupada. Tal vez mañana. Eric: Bueno, será otro día. Adiós. Liz: Adiós, ahí nos vemos. (Volviéndose a Danny) ¿Por qué le dijiste que estaba ocupada? Hoy no tengo nada que hacer. Danny: Eh… (Apenado) Porque estas castigada y de seguro Lancer te dejó mucha tarea extra. Liz: Bien, gracias por preocuparte, pero Jazz me ayudó hoy, diciéndole a Lancer que hubo un pequeño accidente esta mañana. Danny: ¿Qué accidente? Liz: Que me caí en el baño. Danny: Pudo inventarse algo más imaginativo. Liz: ¬.¬ Pero fue verdad. Danny: O-O Ah, entonces, mañana puedes ir a ver a… ¿Cómo se llama ese? Liz: “Ese” se llama Eric. Entonces, (se dice “tons”, pero mi computadora no lo distingue) mañana voy a ver a Eric. Ya es tarde, me voy a casa. Mónica: Uuuu, parece que Danny tiene un poquito de celos del nuevo amigo de Liz. Danny: (Se sonroja) No es cierto, nada más que quiero cuidar de ella… Carlos: Porque la quieres. Danny: Pero nada más como familia, aunque no lo sea. Es mi prima y no quiero que salga con cualquier estúpido que se le atraviesa. Gibrán: ¿Y si saliera con Carlos? Danny: Exacto. No quiero que esté con un degenerado o un idiota. Carlos: T-T ¿Por qué dices eso de mí? Danny: Ah, es que Vaca me confundió. Sam: (Como que medio triste) No te preocupes, Danny, estoy segura de que ella estará bien. No es necesario que la cuides tanto. Yo me voy a mi casa. (Se va) Agustín: Ve a alcanzar a Liz, tal vez necesite a su guarura. Danny: Muy gracioso, ya me voy a mi casa. Casa Fenton… Danny estaba en su cuarto. Hacía tres horas en que no había salido desde que llegó. Estaba muy sumergido en sus pensamientos que ya parecía que el estaba nada más en el mundo. Solo el y sus pensamientos. ¿En que pensaba? “Esto se me hace muy familiar” se decía a sí mismo. El sentía que ya había vivido esto hace tiempo. Claro, cuando Sam salía con ese tipo, supuestamente de Hamburgo, de nombre, supuestamente Gregor. Danny: Es extraño, jamás creí que sentiría tantos celos como aquella vez. Bueno, es mi prima, y no me perdonaría si dejara que la hicieran sufrir. Puras excusas, quién sabe porque no quiero que vea a ese Eric. Liz: ¿Se puede? Danny: Claro. ¿A qué vienes?
Liz: ¿Por qué la hostilidad? Quería saber si no tienes por ahí toallas para la cara. Danny: ¿Para? Liz: Se fue el agua y no puedo bañar a Daniel. Danny: Ah, yo no sabía. (Le da una caja) Aquí están. Liz: Gracias primo. Liz: ¿Por qué Danny se uso paranoico esta tarde? Lizette: Eso no es importante. Deberías concentrarte en dominar tus poderes mágicos. Liz: Vaya, nunca creí volver a escucharte. Y acerca de eso, ya no me interesan mis poderes. Lizette: ¡¿Qué?! Liz: (Se mira en el espejo, ve el reflejo de Lizette en lugar del suyo) Tal y como lo oíste, ya no quiero saber nada de brujas y pasado y esas estupideces. Lizette: No puedes dejar el futuro de la humanidad de esta manera. La vida humana pende de un hilo. Liz: Que se vaya al diablo. Yo nada más quiero disfrutar mi adolescencia y cuidar del hijo de mi amiga. Lizette: Pero tú debes de decidir si los humanos se vuelven esclavos o son libres para siempre. Liz: Me vale. Yo nada más quiero oír las primeras palabras de Daniel, tener mi fiesta de XV años y tal vez volverme una escritora reconocida. Lizette: Pues eso no será posible si no practicas con tus poderes. Liz: Mmm, ganaste, pero practicaré mañana. Estoy exhausta. Daniel: (Haciendo esfuerzos para hablar) Ma… Ma… Mamá. Liz: ¿Qué? ¡Danny, ven rápido! ¡Apúrate! Danny: (Entrando, medio dormido) ¿Qué pasa? Liz: (Alzando a Daniel) Ya habla. Ya habla. Danny: Ay, eso pudo esperar hasta mañana… ¿Qué? Liz: Sí, no estoy mintiendo. ¿Qué digo? No jugaría con algo así. Danny: (Recordando lo de esa tarde) Genial, tal vez a Eric le encantaría saberlo. Liz: Sobre Eric, el no sabe que cuido un bebé. Será mejor que ya nos durmamos son las… (Ve el reloj) ¡La 1 de la mañana! Perdón por despertarte, vuélvete a dormir. (Saca a Danny a empujones) Me dio gusto hablar contigo. Adiós. Hasta mañana. Amanece un sábado muy lindo, Liz había salido con Eric, mientras Danny se moría de celos, según el, por preocupación. En tanto, Mónica, Gibrán, Carlos y Agustín no dejaban de molestarlo. Hasta empezó a pensar que ellos tenían razón. En tanto, mientras Liz estaba con Eric, Mónica había llegado a casa de Danny con la supuesta solución. Mónica: Buenas tardes, señor Fenton. ¿Está Danny? Jack: Sí, está en su cuarto. Mónica: (Entra y sube las escaleras) Gracias. Danny: Mónica, ¿Qué rayos haces aquí? Mónica: No hay tiempo de explicaciones. Tengo la solución a tus problemas. Mira (Le muestra una revista) Danny: O-O ¿Me trajiste la “Amigas”? Creí que era para tontas. Mónica: Xx Ah, nada más la compro por los artículos. (La abre) Esta prueba dice si eres celoso o no. En realidad es de chicas, pero la puedo ampliar para ti. Danny: Ah, es por eso. Ya te dije que no estoy celoso de ese tal Eric. Es más, si ella quiere salir con el, no me importa. Mónica: Pues, sabrá dios si estas diciendo la verdad. En cualquier caso, vamos a responderlo.
En fin. Danny contestó todas las preguntas que le hacía Mónica, nervioso de saber el resultado. Nada más se preguntaba si de veras estaba celoso de que Liz saliera con otro o solo la quería proteger. Mónica: Sacaste mayoría de C. Danny: (Nervioso) ¿Qué quiere decir eso? Mónica: A ver… Te mueres de celos. Danny: ¡¡¡ ¿Qué?!!! Mónica: Todos notan lo celoso que estás, aunque lo niegues, no te puedes negar a ti misma… digo, mismo, que los celos te están destruyendo por dentro. Te dan ganas de correr al lado de esa persona y darle un enorme beso, pero no puedes porque esta prendida del brazo de otro. Esto te aniquila lentamente. Debes escuchar a tu corazón, pues el sabe lo que quieres. Danny: No. ¿Y ahora que voy a hacer? Mónica: Pues, yo no se. Pero debes hacerlo antes de mañana. Danny: ¿Y porqué hasta mañana? Mónica: Porque mañana es la fecha límite para que Sam decida si se va a Inglaterra o no. Ella tomará tu decisión mediante la tuya. Me dijo que quería saber si de veras debía irse por su bien. Danny: Entonces, ella quiere saber si de veras la quiero lo suficiente como para que ella deje pasar esta oportunidad, ¿No? Mónica: Uuuu, ya se me hizo tarde. Nos vemos. Ahora sí. Danny estaba devastado. Ya no sabía que hacer. Ni siquiera sabía si quería más a Sam o a Liz. El mundo se le venía encima. Decidió salir un rato con su “sobrino”, al cual llamaba Jr, porque tenían el mismo nombre. En ese momento, recordó lo bien que se llevaban cuando eran pequeños. Danny 4: Liz, ¿Dónde estás? Liz 4: Danny, estoy aquí. Danny: Vamos al parque un rato. Liz: Vamos a jugar juntos. Danny 7: Qué bien que vamos a la misma escuela. Liz 7: Pero yo no quería venir. Danny: ¿Por qué? Liz: ¿Y si no puedo hacer amigos? Danny: Yo soy tu amigo. Jazz también. Danny 8: Ojalá puedas visitarnos en Amity Park. Liz 8: Yo no quiero que te vayas, primo. Danny: Pero puedes ir a vernos cuando quieras. Liz: ¿Y cuando será eso? Danny: Pues, puede ser la siguiente semana. Papi, ¿Liz puede ir a vernos la siguiente semana? Jack: Por supuesto, si es que sus papás la dejan. Henry: Pero claro que puedes ir, Liz. Nada más que no quieras quedarte allá para siempre. Danny: ¿Qué fue lo que pasó? Antes nos llevábamos muy bien. Creo que de no ser que supe que no era en sí mi prima, seguiríamos igual.
Capítulo 12: Hace tiempo. Hace 19 años… Jean: ¿Por qué me hiciste eso? Gustavo: Pues lo siento, creo que, creo que no eres la indicada para mí. Jean: ¿Estas diciendo que no soy digna de ti? ¿Qué no lleno todos tus requisitos? Gustavo: Si, es por eso que te planté. Jean: Eres un idiota. No te quiero volver a ver en mi vida. Un año después… Maddie: Adivina Jean. Jean: ¿Qué pasa, Maddie? Maddie: Jack Fenton me propuso matrimonio. Jean: Pues, bien por ti. Espero que sean felices juntos. Maddie: La boda es en dos meses. Espero que puedas ir. Jean: Vaya, ¿Quién decoró? Henry: Mi hermano. Es increíble que se haya tomado tan enserio el asunto de los fantasmas. Jean: Si, se lo tomó muy enserio (Sale). Henry: (Ve a Jean) ¿Qué haces aquí afuera? Sé que adentro está muy feo. Jean: Si, está horrible hasta el más mínimo detalle, y es la peor boda a la que he asistido, pero al menos, a Maddie no la plantaron en su boda. (Empieza a llorar) Henry: No llores. Gustavo es un imbécil. No sabe que tan especial eres. Jean: Si, a veces, te veo y pienso que la mujer que se case contigo deberá ser la más feliz de la tierra. Henry: ¿Y porque no eres tú? 4 años después… Giselle: por favor, cuídenla mientras yo consigo una casa y un trabajo para que podamos vivir juntas. Jean: Ya le dije, no creo que podamos cuidar de ella. Giselle: Por favor, ustedes están bien acomodados. Además, he oído que ustedes desean tener un hijo. Puede ser Lizette mientras busco maneras de mantenerla. Henry: De acuerdo. La mantendremos mientras usted busca trabajo. Giselle: Muchas gracias. Jean: (Cierra la puerta) Ella es lo único que podríamos llamar “nuestra hija”. Henry: Tienes razón. Hagamos algo: No le digamos nada a Lizette. Si esa mujer Giselle llegara un día, diremos que está loca y no es su madre. Jean: No se, pero es la única manera de mantenerla a nuestro lado. 12 años después… Jean: Liz, debes entrar al equipo de porristas. Liz: No, no quiero y no me puedes obligar. Henry: Liz, hazle caso a tu madre. Tu futuro está en las porristas. Las personas como tú tienen su futuro en esas cosas. Liz: ¿A que te refieres con “como yo”? Jean: Solo la gente bonita tiene éxito en la vida.
Liz: Eso lo dices porque tú no pudiste entrar al equipo de porristas. Y de no ser por mis poderes, hubiera accedido porque no serviría para nada más. Te aseguro que Danny y Jazz hacen lo que ellos quieren Henry: Pues ahora, será mejor que vayas a tu cuarto porque estás castigada. Liz: De todas maneras, solo soy el reflejo que nunca hubo de ustedes. Jean: Creo que somos muy duros con ella. Henry: Tienes razón, Jean. Pero es por su bien. Además, debemos mantenerla con los pies en la tierra. Jean: Si, sus poderes, son como una enfermedad que no tiene cura. Henry: Pero podemos evitar que combata como Danny. Todo ha sido muy duro para ella desde que supo que Franco murió y que Paulina está embarazada. Jean: Si, además, su cumpleaños es en 2 semanas. Ella se merece lo mejor. Henry: Ella está muy apegada con sus primos. Todo lo que dice cuando se pelea con nosotros es “Danny hubiera hecho esto”, “a Jazz la hubieran dejado hacer aquello”. Jean: Será mejor que sigamos investigando la manera de cerrar este portal sin que suceda algo horrible. Todas las maneras posibles conllevan una explosión o algo parecido. 1 mes después… Liz: (Entrando) Mamá, papá. ¿Están aquí? Si es por lo de las porristas, ya entré en el equipo. Soy la capitana. ¿?: Baja, por favor. Liz: ¿Quién está allí? ¿?: Vamos, baja de una vez. Liz: Si eres un fantasma, será mejor que te largues si no quieres recibir tu merecido. ¿?: Uy, que miedo. No serías capaz de atinarle a una lata aunque te dieran una mirilla. Liz: (Se transforma en fantasma) Muy bien, tú lo pediste. ¿Dónde estás? ¿?: Estamos en el laboratorio… Jean: No bajes hija, es una trampa. Liz: Mamá, ¿Están allí tú y papá? ¿?: Será mejor que bajes si no quieres que ellos sean historia. ¿?: Hola, Liz Phantom. Liz: ¿Cómo sabes mi nombre? Henry: Huye ahora, Liz. Liz: Papá, no los pienso dejar. ¿?: Ay, que lindo. Amor de familia. Lástima que dura hasta aquí. (Mata a los papás de Liz, muy sangriento como para ponerlo ahora en la historia) Liz: Eres una maldita. Ahora vas a pagar. ¿?: No creo que sea el día de hoy. Ah, lo olvidaba. Un regalito (Hace salir a varios fantasmas del portal. Se va) Actualidad… Danny: ¿Ya nos vamos? Jazz: Nada más déjame ponerme el vestido. Ve a ver si Liz ya está lista. Liz: No hace falta. Estoy lista. Jack: Vámonos o no vamos a llegar a tiempo. Todos habían ido a Amity Ville (la parte rica de Amity Park), el antiguo hogar de Liz a celebrar el día de Muertos, junto a sus padres. Era un noviembre muy tranquilo, no como los otros, que siempre eran lluviosos. Al llegar al cementerio, vieron ambas tumbas que tenían como epitafio
“Henry y Jean Fenton. Padres amorosos y grandes científicos”. En ese momento, Liz recordó esa canción que le retumbaba siempre en la mente, la que escuchó un día en el parque, la que siempre estaba presente. Esa estrofa, esa melodía, esa letra, ese dolor… Liz: (Cantando)…Y el día que yo me muera, y moriré mucho antes que tú, solo quiero que una pena se llore frente a mi ataúd. Y esta herida en mi alma no llegó a cicatrizar y estará desesperada hasta que te vea llegar. El inicio del fin. Parte 1: Un viaje distante. Liz: Danny, despiértate. Mira por la ventana. Danny: 5 minutos más. Liz: Allá tu. Si no quieres ver como cae la nieve, está bien. Danny: Si… (Se levanta de inmediato) ¿Nieve? Yo que creía que no nevaba desde hace treinta años. Liz: Pues, ya ves que está nevando. Ahora, vístete pronto o si no, no alcanzaremos las mejores batallas de nieve. Mientras los tres primos Fenton se divertían en el 1er día nevado desde hace 30 años, en otra dimensión, en un futuro algo cercano, se desarrollaba una batalla extraña en una ciudad llamada Tokio 3. Año 2015… Misato: Preparen el sistema emulador del Eva 01. Control 1: Sistemas emuladores listos y en función. El piloto está totalmente preparado. Ritsuko: Preparen los sistemas emuladores del Eva 00. Control 2: Sistemas emuladores listos, la piloto está preparada. Com. Ikari: Inicien la fase de emuladores del Eva 03. Control 3: Emuladores perfectamente capacitados. La piloto está preparada. Control 1: Mayor Katsuragi, un objeto no identificado se aproxima a la ciudad. Misato: ¿Es acaso un ángel? Control 3: No estamos seguros, solo no se identifica. Com. Ikari: Envíen a los Eva’s. Ritsuko: Comandante, no están preparados… Com. Ikari: He dicho que los envíen. Misato: Shinji, Rei, Asuka, tendrán que enfrentarse a un objeto desconocido. Rei: ¿Es un ángel? Misato: No lo sabemos. Asuka: No importa, (Con sarcasmo) siempre y cuando el Gran Shinji esté ahí, no tenemos porque preocuparnos. Los tres pilotos de las unidades Eva salieron a la batalla. Pero, por más que utilizaron las mejores armas del arsenal, no pudieron destruir al objeto desconocido, pues, incluso sin la necesidad de poseer un escudo TA, esta nueva clase de ángel podría ser la que causara el 3er Impacto al tener contacto con Adán. Ritsuko: Las armas no penetran el objetivo. Misato: ¿Tiene escudo TA? Control 3: No, parece que solo se proyecta. Control 2: Imposible, no puede proyectarse, su cuerpo esta allí. Misato: ¿ES como si fuese…?
Ritsuko: ¿…Un fantasma? Com. Ikari: Rápido, envíen al 6to, 7mo y 8vo elegidos. Misato: Com. Ikari, no creo que ellos estén capacitados para esta misión, en especial porque ni siquiera han terminado los requisitos del informe Marduk. Com. Ikari: No me importa, son los únicos calificados para esta situación. Pensé que nunca tendríamos que recurrir a ellos para esto. Creí que solo los necesitaríamos como repuestos. Misato: (Pensando) ¿Por qué habrá mandado llamar a los elegidos de Estados Unidos? (Hablando) Rápido, llamen a los nuevos elegidos. Control 1: Enviando transferencias. Control 2: Recibiendo transferencias de los pilotos. Control 3: Informes recibidos de los pilotos Daniel, Danielle y Lizette Fenton. Ritsuko: Nunca creí que de verdad fueran útiles para algo. Misato: ¿Quién está asignado como su tutor? Control 2: Kaji estaba designado, pero el no aparece. Misato: Así que tendrán que vivir en un bloque solos. Com. Ikari: Mayor Katsuragi, usted es la nueva tutora de los últimos tres elegidos. Misato: Pero, yo ya estoy cuidando a Shinji y a Asuka. Com. Ikari: He dicho. Asuka: Ay, genial. Nada más espero que ellos no sean tan tontos como Shinji. Shinji: Oye, no digas eso. Asuka: ¿Por qué no había de decirlo? Eso es lo que eres, un tonto. No te sabes defender por ti mismo. Shinji: Al menos no soy tan pretencioso y perfeccionista como tú. Misato: Shinji, Asuka, dejen de pelear en este momento. Ritsuko: Estimamos el tiempo que tenemos antes del contacto con Adán en 3 días. Control 2: ¿Cómo si nos estuviera dando tiempo? Control 1: Nunca antes un ángel había hecho tal cosa. Com. Ikari: Desde este momento, no nos enfrentamos a un ángel como las veces anteriores. Por sus características, lo designamos como un fantasma. Misato: Eso es ridículo, señor. Los fantasmas no existen. Com. Ikari: Tenemos pruebas de que existen, y no lo digo por el nuevo enemigo. Misato: (Pensando) Así que los últimos tres elegidos son fantasmas también. ¿Hasta cuando dejarán de ocultármelo todo? Control 3: El portal ínter dimensional está abierto. Misato: ¿Acaso se encuentran en otra dimensión? Ritsuko: No solo eso, también en otra época. Por eso no podíamos dejarlos solos. Es posible que no estén acostumbrados a estar solos. Asuka: Tonterías, no conozco a un solo chico que no le guste vivir solo. Rei: Es posible que en su dimensión no estén tan acostumbrados a estar sin supervisión paterna. Asuka: Tú cállate, no eres más que la marioneta del Comandante. Tú no piensas para ti, piensas para los demás. Ritsuko: Las pruebas han finalizado por hoy. Mañana tendremos a los últimos 3 elegidos. Misato, ten presente que ellos no solo son de otra dimensión, sino que vienen del año 2007. Es posible que no estén acostumbrados a ver ángeles o algo por el estilo. Misato: Claro, estaré pendiente de eso. Actualidad… Tucker: Miren chicos, si ponemos las bolas de nieve en esta hielera, vamos a tener suficientes en el arsenal. Mónica: Solo si ese arsenal es de 1 bola, estoy segura de que el enemigo estará perdido.
Tucker: ¿Una sola bola? No puede ser. Al menos, puedo aventarla. (Intenta tomarla, pero esta se hace intangible, como en “Kindred Spirits”) Muy gracioso Danny, déjame tomar la bola de nieve. Mónica: Ah, Danny está aquí, Liz también. Tucker: Entonces, ¿Quién está allí? Danni: Bu. Agustín: Vaya, una niña. Danny: Danni, ¿Qué haces aquí? Danni: Nada, pensé que podría estar en el primer día nevado contigo, primo. (Abraza a Danny) Liz: Ella te dijo… Danny: Es un clon. Liz: Ah… ¿Pues cuantos primos tienes? Danny: Nada más ustedes dos. Danni: Bueno, yo ya quiero jugar. Vamos, es el primer día de nieve desde ya hace 30 años. Tal vez nunca vuelva a nevar… (Cae en un portal ínter dimensional) Danny: Danni, ¿Dónde estás…? (También cae en el portal) Liz: Muy chistoso, ya salgan… (Cae en el portal) Jake: Chicos, esto se pasa. Ya salgan de una vez. Mónica: Parece que desaparecieron. Gibrán: ¿Y si un portal ínter dimensional los llevó no solo a otra dimensión, sino a otra época más adelante en el futuro? Anne: Ves mucha tele. Agustín: Pues, yo le creo a mi amigo. Jake: Yo también, además, he oído que las dimensiones pueden ser creadas por cualquier ser. El tan solo pensarlo, hace una dimensión, porque las dimensiones son probabilidades. Mónica: ¿Eso significa que en una dimensión Carlos podría ser inteligente? Jake: Es una posibilidad, aunque no debes pedir imposibles. Carlos: Eso no me gustó T-T Anne: Eso no interesa, tenemos que averiguar a dónde se llevaron a Danny, Liz y Danni. Año 2015… Control 1: Los últimos tres elegidos llegaron. Liz: ¿Elegidos? Danny: ¿Dónde estamos? Com. Ikari: En una dimensión alterna a la suya. Parte 2-Experimentos Com. Ikari: En una dimensión alterna a la suya. Ustedes fueron escogidos para pilotear las últimas tres unidades Evangelion creadas. Hace tiempo creímos que ustedes solo servirían para reemplazo de uno de nuestros pilotos actuales, pero al parecer, una amenaza nunca antes vista ha aparecido. Ritsuko: Hace tiempo, creíamos que los fantasmas eran solo un mito, pero ha aparecido uno real. Además de ustedes tres, este es el primer fantasma del que tenemos registro. Danny: …Y quieren que nosotros, por ser mitad fantasma, lo combatamos. Com. Ikari: Si, junto con los demás pilotos. Hemos reconstruido el Eva 03, los Eva’s 05, 06 y 07 están listos. Danni: ¿Qué pasó con el Eva 04? Misato: Kaworu era un ángel disfrazado de humano. Por seguridad, el Eva 04 nunca fue construido. Kaworu tuvo que morir, pero porque el así lo quiso. Liz: ¿Qué se supone que hacen aquí?
Ritsuko: Esta base se llama NERV, aquí evitamos que los ángeles… nuestros enemigos lleguen a Adán y sean responsables del 3er Impacto. Danni: ¿Qué es Adán? Misato: El primero de los ángeles. Creemos que la causa del 2do Impacto fue porque Adán tuvo contacto con otro ángel, desconocido por el momento. Cayó un meteorito en la Antártica. Ahora ya no hay nada allí. Los Eva’s y sus pilotos se encargan de que no vuelva a pasar esto. Camino a la casa de Misato… Shinji: Así que ustedes son los últimos elegidos. Liz: Si, yo soy Liz Fenton. Shinji: Es un placer conocerte. Misato: Oigan chicos, ¿Qué tal si vamos a comprar algo de comer? Después de todo, hoy tenemos que tener una buena comida, para que los nuevos elegidos se sientan como en casa. Todos: ¡¡¡Si!!! Llegando a la casa de Misato, notaron casi el mismo basurero que Shinji encontró cuando el fue por 1ra vez, esta vez, ellos se percataron del segundo refrigerador y lo abrieron, pensando que era el de la comida y entonces… Danny/Liz/Danni: ¡¡¡Un pingüino!!! Misato: (Sólo su voz) Ah, olvidé decirles que no abran la segunda nevera, es la casa de Penpen. Danny: Vaya, su casa. Shinji: Bueno, al menos no ha llegado… Asuka: Hola, ya vine. Shinji: ¬.¬ Asuka ya está aquí. Misato: Asuka, los elegidos ya están aquí. (Saliendo a la cocina) Son Daniel, Danielle y Lizette Fenton. Asuka: Vaya, no me sorprendería si llegaran a ser una bola de tontos, ya estoy acostumbrada a ellos. Liz: ¿A sí? Ven a decírmelo en mi cara. Asuka: No tengo tiempo para perderlo hablando contigo, además, no tienes la belleza que yo tengo. Liz: Pero yo soy más inteligente. Shinji: Ay no, ya la provocó. Misato: Ya dejen de pelear y vengan a comer, la cena ya está lista. Danny: ¿Cómo es que…? Shinji: Comida instantánea. Misato: No hay nada mejor que esto. (Bebe un trago de cerveza) Si, esto si es la buena vida. Vamos, coman, está delicioso. Danny/Liz/Danni: (Dan un bocado a la sopa instantánea, la cual sabe asqueroso) ¬.¬ Vaya, esto sabe tan… Misato: Me alegra que les haya gustado, yo misma los cociné. Shinji: Mañana, yo voy a cocinar. Danni: -_-Sería genial. Sencillamente genial. En tanto, en Amity Park en el año 2007… Agustín: Hay 2 teorías: 1. Es que ellos sencillamente se fueron para no volver y 2. Es que fueron succionados a una dimensión alterna donde los necesitan para salvar a su mundo. Mónica: ¿Solo esas dos? Tucker: Si es así, yo opto por la primera. La segunda es muy fantasiosa. Gibrán: Esto es muy serio. Es muy posible que la segunda sea tan real como la nieve.
Anne: De acuerdo, habrá que investigar más antes de llegar a una conclusión. Mónica: Oigan, ¿Y si sus papás preguntan por Danny o Liz? Jack: Danny, ¿Dónde estás? Todos: O-O… Al día siguiente; Tokio 3… Ritsuko: Los nuevos pilotos están en sus cápsulas. Com. Ikari: Primero, hay que hacerles una prueba de armónicos. (NOTA: El Eva de Danny, ya se lo imaginan: negro con partes blancas; el de Danni es azul con partes blancas y el de Liz es blanco con partes negras). Asuka: Ni se preocupen por hacerlo bien, total y no será posible. Liz: Como me dan ganas de… Danny: Liz, contrólate, además, debes tener tu mente tranquila. Rei: No piensen en nada, solo concéntrense. Ritsuko: Al menos tenemos el alivio de tener todavía dos días más. Com. Ikari: Pero debemos tener en cuenta que el Fantasma podría hacerse más fuerte en ese plazo. Ritsuko: ¿Qué haremos, Comandante? Com. Ikari: Esperar a que me equivoque. Control 1: Armónicos del Eva 05 estables. Control 2: Armónicos del Eva 06 estables. Control 3: Armónicos del Eva 07 estables. Ritsuko: (Por el altavoz) Ahora, únicamente deben concentrarse en atacar al enemigo. Están en un sistema de práctica. Iniciaremos con el Eva 05. Danny: Muy bien, yo empiezo. Así se fueron haciendo las mismas prácticas, también con el Eva 06 (el de Danni). Todo parecía ir bien hasta que le tocó al Eva 07, el de Liz (NOTA: Por si no lo he comentado, ella tiene ciertos problemas mentales, entre ellos el hecho que es mitad fantasma y mitad bruja). Misato: Muy bien, Liz. Es hora de que aprendas a usar la Unidad 07. Liz: ¿Qué debo hacer? Misato: Sólo concéntrate en destruir a tu enemigo. Lizette: Es hora de que empiece lo divertido. (NOTA: Si no sabían, Lizette es la antepasada bruja que hay en la mente de Liz) Control 3: Hay problemas con los armónicos del Eva 07. Ritsuko: Rápido, desconéctenlo. Control 1: Desconectado. Iniciando energía de reserva. Liz: ¿Qué pasa? Control 1: La energía de reserva se acabará en 3 minutos. Misato: Hay que hacer todo lo posible por mantener estable a la piloto. En pocas palabras, el Eva hace casi lo mismo que cuando los armónicos de Rei fallaron por primera vez. Entonces, cuando expulsan la cápsula del Eva 07, Liz está aterrada y todos piensan que ya no iba a querer pilotear. Pero pasó lo mismo que cuando pasó lo mismo con Shinji: ella vuelve a pilotear. Rei: (Se acerca a Liz, quien está sentada en una banqueta) ¿Por qué decidiste volver a pilotear, si casi mueres? Liz: No lo sé, solo sentí que debía hacerlo. Rei: (Se sienta) A veces, siento que yo ya no debería seguir piloteando, pero es mi deber. No puedo dejarlo. La humanidad pende de un hilo.
Liz: ¿Y alguna vez has pensado que harías si acabaran con todos los ángeles? Rei: No. Liz: Yo, lo que quiero ser es una escritora reconocida. A lo lejos, Danny y Shinji las miran fijamente (No por ser pervertidos, si no que las miran extrañados) y Shinji admite que nunca había visto a Rei como estaba en ese momento. Shinji: Rei nunca sonríe. Ella siempre está callada, muy seria. Danny: Pero, mírala, está muy feliz. Shinji: Si, es como verla cuando habla con mi padre. Danny: ¿Y como es tu padre? Shinji: Es el comandante Gendo Ikari. Danny: Vaya, pero, nunca he visto que el te hable. Shinji: (Sonríe) No importa, al fin y al cabo, tengo a mis amigos, y es lo único que me importa. Danny: ¿Y tu mamá? Shinji: Ella murió cuando yo tenía apenas cinco años. Ella estaba en el Eva 00, yo lo vi todo. Los armónicos fallaron y ella murió. Danny: Lo siento mucho. Creo que Liz y tú están al mismo nivel, nada más que ella ya no tiene papás, solo a mi familia. Shinji: Será mejor que nos vayamos ya. Mañana es lunes y es su primer día de escuela. Danny: Tienes razón. (Gritando a Liz) Oye Liz, ya vámonos. Liz: Bueno, creo que nos veremos mañana, Rei. Rei: Si, nos veremos en la escuela. Danni: Me pregunto ¿Qué estarán haciendo ahora sus amigos? Liz: Si, yo también. Parte 3-Problemas en la vida. Maestro: Hoy tenemos tres alumnos nuevos. Dos de ellos tienen 14 años, mientras que la tercera tiene 12. Liz: Soy Lizette Fenton, pero todos me llaman Liz. Danny: Yo soy Danny Fenton. Danni: Yo soy Danielle Fenton. Maestro: Ahora, por favor, tomen sus lugares para que sigamos viendo el 2do Impacto. Áida: Hola, hasta donde Shinji me ha contado, ustedes son los últimos tres elegidos ¿No? Danny: Pues, si. Yo soy Danny. Áida: Yo me llamo Áida. Toji: Yo soy Toji. También me conocen como el 4to elegido. Liz: Entonces, tú eres el que pilotea el Eva 03. ¿No es así? Áida: ¿Qué Unidad Eva pilotean ustedes? Danny: Eva 05. Danni: El Eva 06. Liz: Eva 07. Jefa de grupo: Muy bien, dejen de hablar y pongan atención. Toji: Hay, jefa de grupo, deja a los nuevos socializar un poco. Liz: Ahora que recuerdo, Misato dijo que el Eva 03 había sido reconstruido. ¿Qué pasó? Toji: Ah, prefiero olvidarlo… ¡Qué rayos! De todas maneras, tendrían que descubrirlo un día. Ese Eva, era un ángel. Tuvieron que destruirlo conmigo dentro para reconstruirlo. Afortunadamente, sigo aquí para contarlo. Danni: Pero, ¿Por qué contigo dentro? Shinji: Desafortunadamente, la vida del piloto no es la prioridad en NERV. Danny: Ojalá a nadie le tenga que pasar por eso de nuevo.
Mientras tanto en Amity Park… Jack: Danny, ¿Estás aquí? Mónica: Gibrán, tápate con las cobijas e intenta imitar a Danny. Gibrán: ¿Qué yo que? Mónica: Solo hazlo. Jack: (Entra) ¿Y dónde esta Danny? Gibrán: (Imitando a Danny, muy bien por cierto) Aquí, papá. Jack: Rápido, necesito que veas algo PRONTO. Gibrán: A decir verdad, no me siento muy bien hoy. Tal vez mañana. Jack: De acuerdo. (Sale) Gibrán: (Hablando normalmente) Nunca vuelvan a pedirme eso. Es muy difícil. Carlos: No, si hablaste con tal naturalidad. Tokio 3… Misato: Hoy es el último día que teníamos estimado para el ataque del Fantasma. Así que, preparen las Unidades Evangelion 00, 01, 02, 03, 05, 06 y 07. Control 1: Eva’s preparados y en funcionamiento. Com. Ikari: Perfecto, el objetivo se acerca. Envíen a los Eva’s 05, 06 y 07 cuando entre en el rango de ataque. Ritsuko: Com. Ikari, tenemos unas dificultades con los portales ínter dimensionales. Parte 4-La batalla empieza. El inicio del fin. Amity Park… Anne: Tenemos muchos problemas. Agustín: Si, esta desaparición misteriosa de Danny, Liz y la niña esa me trae los nervios de punta. Gibrán: Les digo, tal vez fueron a otra dimensión… y esa niña se llama Danielle. Agustín: Me importa un pito esa cosa de dimensiones que te traes. Dejé de creer en eso ayer a las 5 de la tarde. Sr. Lancer: Señor Gutiérrez, señorita Montenegro y señor Olivares, será mejor que salgan de una vez del salón. Anne: ¡Pero no estábamos haciendo nada! Sr. Lancer: Exacto, no hacían nada. Ahora salgan de una vez. Anne: -_- Ya estarás contento, Vaca. Nunca me habían sacado del salón. Mis papás van a matarme. Gibrán: Bueno, ya. (Saca su celular y pone la cámara de video) Si quieren, podemos grabar un documental y llamarlo “Lo que hacen los alumnos que saca el Sr. Lancer”. (Enfoca a Agustín) Agustín: Aleja esa cosa de mi cara, idiota. Gibrán: Bueno, no vas a salir. Cuando gane un Oscar por esto, no te daré crédito. (Enfoca el cuarto de escobas) Ahora, tal vez unos calenturientos se anden besando aquí dentro. Abrimos y vemos… nada. Anne: ¿Ya vas a dejar de jugar con esa cosa? (Nota un pequeño resplandor) Y apágale el flash. Gibrán: No tiene flash… (Enfoca la puerta del armario de escobas y ve abrirse un portal color azul, mientras ve a los Eva’s dirigiéndose a una batalla). Agustín: ¿Qué demonios es eso? Anne: Nada más queda algo por decir… CORRAN POR SUS VIDAS. Sr. Lancer: Entre tanto, los enlaces covalentes… Agustín/Gibrán/Anne: Corran, abandonen la escuela.
Gibrán: El mundo se va a acabar Sr. Lancer: ¡Los ojos de mi princesa! ¿Qué rayos pasa con ustedes tres? Anne: Vea el armario de escobas, no lo va a creer. Gibrán: Si, hay una cosa muy rara y capta… Agustín: …Una serie de TV. Gibrán/Anne: Si… ¿Qué? Agustín: Sí, se puede ver a las Unidades Eva’s en acción. Sr. Lancer: De acuerdo, iré a ver. El Sr. Lancer va a ver lo que sus alumnos aseguran que apareció de la nada. Obviamente, va sin creerles una sola palabra, pero cuando ve el portal… Sr. Lancer: EL RETRATO DE DORIAN GRAY. ¡No puedo creer lo que veo! Gibrán: Se lo dijimos, pero no nos creyó. (Enfocándose a sí mismo) Ahí lo tienen, “El retrato de Dorian Gray”. No lo he leído, pero dicen que es interesante. Agustín: ¿Y ahora qué haremos? (No se da cuenta de que el portal crece un poco y los succiona). Tokio 3… Com. Ikari: ¿A qué se refiere, Dra. Akagi? Ritsuko: Los portales se están abriendo en distintas dimensiones, no sabemos cuanto tarden en juntar distintas dimensiones entre sí. Com. Ikari: Entiendo. Desde el principio fue una mala idea copiar las estructuras de los ángeles. Misato: Suelten los pernos de seguridad. Control 2: Pernos sueltos. Misato: Inicien la secuencia de retroalimentación espectral de los Eva’s 05, 06 y 07. Control 1: Secuencia activada. Asuka: ¿Qué hará esa secuencia? Misato: Va a hacer que la energía fantasmal afecte al Eva para que pueda combatir parejo con el Fantasma. Ritsuko: Así vamos a efectuar el plan: Rei, vas a distraer al Fantasma disparándole con una pistola de ectoplasma. Rei: Correcto. Ritsuko: Asuka y Shinji harán lo mismo, para que no pueda atacar a ninguno. En cuanto a Toji, estarás al pendiente de que Liz esté totalmente bajo control, no podemos arriesgarnos a que los armónicos vuelvan a fallar. Vas a cubrirla hasta que la operación pase a la 2da fase. Toji: Entendido. Ritsuko: Ahí será cuando soltemos los pernos deflectores y podrán hacer intangibles a los Eva’s. Danny, Liz y Danni van a atacarlo, poniendo una bomba de ectoplasma en su estructura. Será muy difícil, pues es probable que se haya vuelto más fuerte. Danny: Será arriesgado… pero lo intentaremos. Liz: (Pensando) Nada más espero que no pase lo peor. Misato: Bien, envíen a los Eva’s a la batalla. Anne: ¿Dónde estamos? Gibrán: No tengo idea… Agustín: (Entusiasmado) XD ¡¡¡Estamos en Tokio 3!!! Anne: ¿Te refieres a esa ciudad del futuro que sale en tu serie favorita? Agustín: Si. Ahí están los Eva’s. Me pregunto ¿Cuáles serán esos tres? (Señalando a los Eva’s 05, 06 y 07. Sr. Lancer: Por Don Quijote de la Mancha, ¿De verdad estamos en una serie de TV? (Que ironía)
Agustín: Si, señor. Nunca pensé que vería algo parecido. Lo más cercano era que yo interpretara a Shinji o a Toji en la película. Gibrán: (Pensando) -_- ¿Y dicen que yo soy el raro? Agustín: (Gritando como loco) XDXDXD ¡¡¡Vamos Evangelion’s, ustedes pueden!!! Danny: (Ve a Lancer, a Anne, a Gibrán y a Agustín) ¿Qué hacen aquí? Liz: ¿Y qué hace Lancer con ellos? Danni: Hola, concéntrense en destruir a esa cosa. Misato: Inicia la fase uno. Rei, empiezas. Todo parecía que saldría de acuerdo al plan. Y al parecer, Liz estaba estable. Los sistemas emuladores estaban al 100 y los armónicos estables. Era hora de iniciar la fase 2. Ritsuko: Inicien la fase dos. Control 1: Pernos deflectores sueltos. Control 2: Soltando energía fantasma. Inicia el estado de intangibilidad. Com. Ikari: Todo está saliendo de acuerdo a lo planeado. Danny: Muy bien, es hora de pelear. Liz: OK, empecemos. Misato: Toji, ábrele paso a Liz. En ese momento, una extraña energía se soltó dentro del Eva 07. Nadie sabía lo que era, lo único que sabían era que Liz estaba inconsciente. Control 3: Los armónicos del Eva 07 están nulos. Misato: ¿Qué? ¿Cómo se encuentra la piloto? Control 1: No responde. Hay una fuerza extraña en la cabina. Las Magi no responden. Misato: Determinen qué es. Control 2: No se puede determinar. Tiene los mismos registros que el enemigo. Ritsuko: ¿Hay otro fantasma en la cabina? Com. Ikari: Destruyan el Eva 07. Misato: ¿Acaso perdió la razón? La cápsula no ha sido liberada. Liz puede morir. Com. Ikari: Usted y yo sabemos que la vida del piloto no es nuestra prioridad. Misato: Nuestra prioridad es salvar la vida humana. ¿Cómo haremos eso si matamos a la piloto? Com. Ikari: El fin justifica los medios (NOTA: Me harta esa frase). Pero, si eso la hace feliz, desactiven la Unidad 07. Control 3: Unidad desactivada. Pasando a energía de emergencia. Control 1: La energía se acabará en 5, 4, 3, 2, 1, 0. Ritsuko: ¿Por qué sigue funcionando? Control 2: Hemos reactivado la cámara interna. Misato: ¿Cómo está la salud de la piloto? Control 1: Está inconsciente. No sabemos porqué la Unidad sigue en funcionamiento… Perdimos la imagen. Rei: ¿Qué hacemos ahora? Danni: Un momento, miren. Liz se acerca al Fantasma. Control 2: Recibimos una señal del Fantasma. Es un ángel disfrazado. Ritsuko: Cambio de planes. Intervengan todos los pilotos. Sr. Lancer: ¿Qué demonios pasa aquí? Agustín: ¿Qué no ve que el mundo se puede acabar ahora mismo? Si ese ángel se acerca a Adán, estamos fritos.
Anne: Hay que buscar un refugio ahora mismo. Gibrán: Si, antes de que el ángel nos destruya… O ya se. Vamos a NERV. Agustín: XDXDXD GRANDIOSO. Siempre quise saber como es adentro. Anne: Y parece que tu sueño se volvió realidad. Mira, ese Eva flota, como un fantasma. (Señalando al Eva 07). Gibrán: (Tomándole un video y luego enfocándose a sí mismo) Esto sí es tele de calidad. Com. Ikari: No queda más remedio que destruir a la Unidad 07. Control 2: Esperen, hay una señal del Eva 07. Misato: ¿Qué ocurre? Control 1: Ha roto por completo los pernos deflectores. (NOTA: Los pernos deflectores son como el deflector de espectros, solo que dentro de la cabina y nadie los lleva puestos) La Unidad 07 está desprotegida. ¿?: (Por el comunicador) Dejen a ese ángel en paz. Misato: La señal viene del Eva 07. ¿?: Déjenlo en paz. La tierra está destinada a desaparecer. Lo que los humanos han creado no ha servido para ningún bien. Sólo utilizan su sabiduría para la guerra. Afectan a todo con lo que tienen contacto. Nada más sirven para la destrucción. Han imitado todo lo que han visto. No tienen nada propio. Incluso han copiado a los ángeles. Danny: ¿Eso es verdad? ¿Estamos piloteando ángeles? (NOTA: Que miedo, ¿No les da cosa?) ¿?: Los Eva’s, como ustedes los llaman, no son nada más que copias de lo que vieron en la Antártica. Son la creación de Lilith. Los humanos son inteligentes en cuanto a las artes bélicas, pero son unos estúpidos en cuanto a lo que respecta la paz. Control 1: El ángel se apoderó del cuerpo de la piloto de la Unidad 07. ¿?: No, yo no soy un ángel. Estoy oculta en la parte más recóndita del pensamiento humano. Ritsuko: No queda más remedio, hay que destruir la Unidad 07. ¿?: Veo que han tomado su decisión. Pero, pidan a Dios que sea la correcta. Gibrán: Oigan, ese Eva se me hace familiar. El que dice “Eva 05”. Anne: Oye, sí. Se parece a Danny cuando se transforma. Agustín: Pues, por proceso de eliminación, es Danny el que está en la cabina. Gibrán/Anne/Agustín: Hola Danny. Agustín: Maldito suertudo. No sabes cómo te envidio. Yo debería ser quien esté allí. Danny: Ay, no sabes qué difícil es esto. Agustín: Si lo se, he estado practicando. Anne/Gibrán: (Lo miran raro) Agustín: ¿Qué? Danni: Oigan, ustedes son los amigos de mi primo. Y ustedes saben más de los Eva’s que nosotros. ¿Verdad? Asuka: No puede ser, más tontos a la vista. Shinji: Ya cállate por una sola vez en tu vida. Asuka: No me calles, después de todo, no eres más que un idiota. Rei: Vaya. Parecen recién casados. Shinji/Asuka: No es cierto. Agustín: Bien, chicos, tenemos que ir a NERV. Y yo se como llegar. Anne: Hay una cosa más… el Sr. Lancer. Agustín: Lo dejaremos en un refugio. NERV… Agustín: …Por eso, debemos ayudarlos, señorita Katsuragi. Misato: Es muy peligroso, incluso estar aquí. Además, no están calificados, dudo que sepan cómo funcionan los Eva’s.
Anne: Com. Ikari, los pilotos son nuestros amigos, debemos ir a ayudarlos. Ritsuko: No, eso es imposible, incluso entrar, no están autorizados. Misato: Tienen mi permiso. Sólo queda un Eva disponible. Los otros dos tendrán que ir a la cabina de los Eva’s 05 y 06. Agustín: Yo sé más de esto que ustedes dos. Gibrán: Estoy de acuerdo. Nosotros estaremos con Danny y Danni. Misato: Unidades 05 y 06, regresen a la base. Danni: ¿Por qué? Misato: Tenemos apoyo para ustedes. Ritsuko: Preparen el Eva experimental. Anne: ¿Qué es un Eva experimental? Ritsuko: No forma parte de la serie, este sigue siendo un prototipo. Su amigo corre peligro si algo sale mal. Agustín: (Con el traje térmico puesto… Oigan, ¿Cómo rayos se lo puso tan rápido?) No se preocupen por mi, estoy dispuesto a todo con tal de defender la tierra de los ángeles. (NOTA: El traje térmico hace que los latidos del corazón sean normales, hay que ponérselo sin ropa abajo) Misato: Ve abordando la cápsula. Control 1: Armónicos normales. Control 2: Emuladores normales. Control 3: Todo marcha bien, ha pasado el límite sin problemas. Misato: Quiten los pernos de seguridad. Control 2: Pernos sueltos. Misato: Envíenlo a la batalla. Anne y Gibrán ya estaban en los Eva’s de Danny y Danni. Agustín estaba oculto entre los edificios junto Shinji, Asuka y Rei. El Eva 07 seguía sin responder y en la base se preparaban para destruirlo. Pero, otra Unidad debía destruir al Eva. Adivinen quien era el designado… Danny: No puedo, es mi prima. Misato: No hay otra manera de hacerlo. Corremos peligro si dejamos en existencia esta Unidad. Liz: (Por el comunicador) ¿Qué está pasando? Danni: No es posible, está consiente. Misato: Ha vuelto a funcionar. Control 3: Los armónicos vuelven a su estado normal. Control 1: La tasa de sincronización está en el rango normal. Ritsuko: Desistan de eliminarlo. Liz: Es hora de terminar con el ángel. Shinji: ¿Cómo sabes que es un ángel y no un fantasma? Liz: A decir verdad, no lo sé. Solo lo supe. En ese momento, el ángel, como si supiera que Liz perdería el control, empieza a atacar, cosa que no había hecho hace un buen rato. Pero, extrañamente, únicamente dispara a Danny. Desde la base de NERV, se podían oír sus gritos. Anne era testigo del dolor que el sentía. Pareciera que le quería arrancar los brazos. En ese momento, Asuka le disparó con un arma convencional, pues estaba definido que no era un fantasma. Pero nadie sabía lo que pasaría después. Asuka: (Disparando) Déjalo en paz, monstruo. Ángel: (Deja de disparar a Danny y pone en su mira a Asuka)
Danni: ¡¡¡Asuka!!! Toji: Tenemos que hacer algo, pronto. Rei: No podemos, necesitaríamos un escudo TA para resistir el ataque. Danny: ¿Cómo un campo de fuerza? Ritsuko: Exacto. Liz: Pues, yo seré quien le de el escudo (El Eva 07 se aproxima y, como el perno deflector está roto, saca un escudo de energía ectoplasmática). Asuka: ¿Qué? ¿Por qué me ayudas, si he sido muy mala contigo? Liz: (Con el escudo) Porque el rencor envenena el alma. Toji: Será mejor que ataquemos. Agustín: Danny, embosca al ángel por sus espaldas, Rei, cuando Danny lo ataque, tú vas a disparar con un cañón de protones. Rei: ¿Cómo sabemos que funcionará? Agustín: Confía en mi. Si no funcionara, yo tendré que luchar cuerpo a cuerpo con él. Danni: ¡¡¡Eso es como un suicidio!!! Puedes morir, imbécil. Gibrán: Si alguien debe morir, será el ángel y nadie más. Yo estoy seguro que el plan funcionará. Como era de esperarse, el plan de Agustín funciona, pero solo al principio, porque el ángel escapa hábilmente y está a punto de atacar a Agustín, cuando Danny rompe los pernos deflectores y transforma al Eva. (Como en Reino Tormenta, cuando está en el exoesqueleto Fenton) Danny: No pienso perder a ninguno de mis amigos, no otra vez. Agustín: Pero, tú no puedes, no sabía que los Eva’s podían hacer eso. Ritsuko: No lo hacen, pero la fuerza ectoplasmática hace que el Eva sea más poderoso. Toji: Bien, hay que hacer algo para destruir a nuestro enemigo. Misato: Y eso haremos. Todos van a enfrentarse al ángel. Van a dispararle, en cuanto a Danny, vas a lanzarle un rayo fantasma. Esto debe funcionar. (Pensando) Solo espero que no me equivoque. Para no hacer el cuento largo, el plan de Misato funciona, aunque no del todo bien, porque Danny sale malherido de la batalla y lo llevan de inmediato al hospital de NERV. Danny: (Despertando) ¿Dónde estoy? Liz: En el hospital. Salvaste el mundo, pero creo que no es la primera vez. Shinji: Eres muy valiente, no quiero que tengas que irte. Asuka: Bien, si ya acabaron, yo me voy, tengo mejores cosas que hacer. (Se va) Liz: ¬.¬ Ay, que insoportable. Toji: No te preocupes, ella está agradecida contigo, solo que le cuesta admitirlo. Kensuke: (Con su cámara, como siempre) Bien, ahora, solo nos queda despedirnos de ustedes. No se preocupen, yo me encargaré de que los conozcan todos en Tokio 3. Danny: (Ve un envase en la basura) ¿Qué es eso? Shinji: Ah, Misato te quiso cocinar algo, y bueno, ya sabes porque está allí. Danny: Ah, comprendo. (Se intenta levantar) Liz: La Dra. Akagi dice que no debes hacer ningún esfuerzo, o podrías tardar más en recuperarte. (Le susurra dulcemente al oído) Oye, tú eres muy especial para mí. Nunca dejaré que nada malo te pase. ¿OK? Rei: Danny, eres un héroe. Danny: Bien, muchas gracias a todos.
Gibrán: No, yo te doy las gracias a ti. (Le susurra al oído) Porque me ayudaste a ganar una apuesta. Anne: Tú has salvado al mundo de innumerables peligros, bueno, eso he oído. No me sorprende que sigas vivo. Misato: (Entrando) Hola a todos. Espero que te haya gustado lo que te cociné. Danny: O-O Ah… si, me gustó mucho. Misato: Qué bueno, porque te preparé algo más y te lo quise venir a dejar personalmente. (Alza una cajita a la que le sale vapor) Danny: (Nervioso) Ay, que considerada. Misato: (Se empieza a reír) No es cierto, compré esto en un restaurante. Danni: (Pensando) Qué alivio, esa comida lo mata. Misato: Les tengo buenas noticias. Mañana podrán volver a su mundo y a su época. Agustín: (Triste) ¿Qué? NOOOOO Ritsuko: (Entrando) Danny, ya puedes irte. Mañana en la mañana repórtense a NERV para abrir el portal ínter dimensional que va a Amity Park en el 2007. Al día siguiente… Shinji: Bien, creo que aquí nos decimos adiós. Danny: Nunca vamos a olvidarlos. Agustín: (Casi llorando) Yo… yo tampoco olvidaré esto. Rei: Ustedes son los héroes de Tokio 3. (Sonríe, cosa extraña porque ella nunca sonríe) Ritsuko: Bien, el portal está abierto. Pueden irse ahora. En cuanto todos entran al portal (Agustín entró a la fuerza), están de nuevo en el 1er día nevado de Amity Park, como si el portal estuviera programado para volver al momento en que se fueron. Entonces, volvieron a las guerras de nieve. Pero Liz estaba muy pensativa, “¿Qué pasó en el Eva?” Capítulo 14: La llave del destino es entregada. Después de haber pasado una semana, la nieve cesa y retorna el calor del sol. Aunque las heridas de Danny no han sanado del todo, contando un brazo roto y enyesado, no hay ninguna que le resulte una complicación para hacer lo que normalmente, claro, si es que normalmente se refiere a cazar fantasmas, pero bueno. Un día, cuando regresaban los tres primos Fenton (Danny, Liz y Jazz) de la escuela, notaron la presencia de un camión de mudanza a tan solo 4 casas de la suya. No les pareció del otro mundo. Unas 3 horas después, se encontraban Danny y Liz en la sala haciendo los deberes escolares, cuando en la ventana impactó… Danny/Liz: ¿Un jamón? Así es, un jamón fue el que rompió su ventana. Unos 10 segundos después, alguien tocaba la puerta. Al abrirla, notaron a un niño de diez años, de muy baja estatura, ojos color azul, cabello café, una gorrita puesta, y un enorme diente que salía de su boca. Adivinaron quien es. Es Timmy Turner. Timmy: (Algo nervioso) Ah, disculpen, pero… Creo que mi… Que mi jamón rompió su… Su ventana. (Saca una sonrisa nerviosa) Liz: Ah, con que tú eres el dueño de ese jamón. Suerte que mi tío no lo haya encontrado antes. Si no, lo te lo estaría entregando. (Le entrega su embutido) Timmy: Disculpen las molestias. Me llamo Timothy Thomas Turner, pero mis amigos me dicen Timmy.
Danny: Ah si, yo soy Danny y ella es Liz. (En ese momento, llegan Maddie y Jack) Jack: ¿Quién eres tú, niño? Danny: El es Timmy papá. Su jamón rompió la ventana. Maddie: ¿De donde sacaría un niño un jamón? Timmy: Ah… ¿Internet? En ese momento, una mujer de cabello castaño y un hombre de pelo negro, mirada perdida y con una sonrisa de tarado llegaron también a la puerta. Mamá de Timmy: Timmy, cariño, te hemos buscado por todas partes. Papá de Timmy: Si, casi haces que me pierda mi novela favorita: “Amo al Queso Manchego”. Jack: ¿Tú también ves esa serie de TV? Es mi favorita. ¿Viste cuando Dakota engaña a Ricky por quedarse con el Queso? Papá de Timmy: Es uno de mis capítulos favoritos. Y los tengo todos en DVD. Jack: ¡¡¡ ¿Qué esperamos para ver el capítulo de hoy?!!! Papá de Timmy/Jack: Vamos a verlo. Y van a encender el televisor. Solo se oye el tema de inicio y el título de la novela. Mientras tanto, en la casa del Alcalde Masters… Vlad entra a la estancia, donde encuentra a Beebe jugando con Maddie, la gatita, en el sofá largo. Vlad trae una pequeña caja negra atada con un listón color oro. Vlad: Bibiana, ¿Qué estás haciendo? Beebe: Ah, nada padre. Solo juego con Maddie. Vlad: Bueno, necesito hablar de algo contigo. Beebe: ¿Y se puede saber de que? Vlad: Como sabes, en tan solo cuestión de semanas, es tu cumpleaños número 15. Pues, te tengo un obsequio por adelantado. Beebe: (Emocionada) ¿Compraste otro gato? Vlad: (Enojado) ¡¡¡No, no es otro gato!!! (Recupera la calma) No, es algo para lo que naciste lista. Beebe: ¿Ya tan pronto? Es que no creo estar lista. Vlad: Tonterías. Desde tu nacimiento, se predijo el suceso. Y tal parece que se está cumpliendo. Como ya habrás leído en los Antiguos Pergaminos, que, por cierto, tomaste de mi biblioteca privada, ya solo falta poco tiempo para la última profecía, y la vida humana tenga un desenlace desgarrador. Y tú eres la clave para que la humanidad no corra su trágico final. Beebe: ¿Te refieres a la Ama de la Destrucción? Vlad: Sin más ni menos. En ese cuerpo de jovencita humilde y sumisa, se encuentra el poder más destructivo de todo el universo. Los griegos la llamaban Hera, los hebreos Lilith, y hoy día se le conoce como Lizette. Aunque el significado del nombre es pacífico, nunca se imaginó el terrible mal que desencadenaría. Por eso, se cree que el verdadero significado de Lizette es “Espejismo”, ya que la gente ve en ella lo que quiere, pero no es más que una ilusión. Beebe: ¿Por eso es que me mantienes a tu lado? Vlad: Por supuesto. En ti también hay poder, pero es poder blanco, puro y sacro. Tu sangre es cien por ciento wicca, y no debes desperdiciar ese poder. El único obstáculo al que enfrentas es el chico Phantom. Beebe: No solamente el. También está la Niña de Hitler. Ella no es un ser humano común y corriente. Experimentó la crudeza nazi en carne y hueso, además de su habilidad que oculta de todos, también es una heredera. Vlad: Lo se. Además, Lizette podría matarte sin problemas. Beebe: ¿Y por qué quieres que siga con esto?
Vlad: Porque en esta caja, esta la llave de tu destino… Volviendo con los Fenton y los Turner… Dakota: No te puedo seguir engañando así. Todo el amor que juraba tenerte es una farsa. Queso: Entonces, dime, ¿Es a mí a quien amas? ¿O es acaso a Ricky? Ricky: Tendrás que decidir a quién le pertenece tu corazón. Dakota: Yo… Yo no amo a ninguno de ustedes dos… ¡¡¡Yo amo al queso Oaxaca!!! Jack: ¿Quién lo diría? Todo lo que decía era una mentira. Papá de Timmy: Esta novela se pone cada vez más interesante. Mamá de Timmy: Cariño, es hora de irnos. Papá de Timmy: Vamos, querida, ¿No me puedo quedar a ver un episodio más de “Amo al Queso Manchego”? Mamá de Timmy: No, tienes que ir mañana a trabajar. No quiero que llegues tarde a tu nuevo empleo. Capítulo 15: Un cambio de miedo. Al día siguiente, todos estaban en la escuela. Cuando entraron al salón, pasaron casi 15 minutos sin maestro. En primer término, eso era algo bueno, ya que nadie hacía nada, pero también era algo sospechoso. En ese momento, entró la directora Yamanaka. Dir. Yamanaka: Alumnos, les tengo una noticia buena y una mala. La buena es que el Sr. Lancer se cambió de escuela, por lo que no enseñará más aquí. (Vean, hasta la directora lo detesta). La mala, al menos para ustedes, es que antes de irse, envió a un reemplazo… Dash: Rayos, ¿Un reemplazo? Kwan: Cielos, espero que no sea tan pesado. Paulina: Yo espero que no sea duro, porque si me pone nerviosa, mi piel se pondrá grasa. Danny: Un reemplazo. Solo eso nos faltaba. Tucker: Bueno, tarde pero ni modo. Sam no ha estado soportando a Lancer en 1 mes. Inglaterra… Director: Alumnos, saluden a su nuevo maestro, el Sr. Lancer. Sam: No puede ser, ¿Lancer? Sr. Lancer: Buenos días alumnos. Soy el Sr. Lancer y seré su maestro en lo que termina el año escolar. Eso significa que estaremos juntos por 4 meses. Sam: ¿Por qué no acepté la beca de Japón? Amity Park… Dir. Yamanaka: …Así que les presento a su nuevo maestro, el Sr. Masters. Danny: ¿Vlad? ¿Y el que hace enseñando? Liz: Parece que ya no aguantó la presión de ser alcalde. No la hizo, y se puso a enseñar. Gibrán: Pero tiene el alivio de no enseñar deportes. Si saben a lo que me refiero. (Es que hay un dicho que dice: "El que no logra, enseña, y el que no logra enseñar, enseña deportes".) Vlad: Hola, estudiantes. De seguro me conocen normalmente como el alcalde Masters, pero, además de eso, seré su nuevo maestro. (Se sienta en frente al escritorio) Empezaremos por conocernos, aunque yo ya conozco a algunos de ustedes, ¿No es así, Daniel? ¿O tú, Lizette? Tucker: Definitivamente hoy no es tu día, Danny. Vlad: Ahora, veamos. Una nueva alumna, Bibiana Allen. Bibiana, toma asiento, por favor. Mónica: Esto es muy raro. ¿No creen? Jake: ¿Qué quieres decir con eso?
Mónica: Si. Primero, sin aviso previo, Lancer se va, pero sin antes dejar a un reemplazo: Vlad Masters. También, Beebe solo estuvo uno o dos días aquí, luego desaparece y justo cuando Vlad entra de maestro, ella regresa. Es algo sospechoso. Entonces, suena la campana del almuerzo. Todos van a la cafetería, a excepción de Liz. Ella va directo al jardín de la escuela. Recoge unas cuantas plantas que se encuentran muy bien escondidas. Liz: ¿Y estás segura de que esto es bueno? Lizette: Si, solo de esa manera lograré ser libre. Ya no puedo estar más atrapada. Mis poderes se van extinguiendo poco a poco. Si yo me encuentro libre, el mundo estará a salvo. Liz: De acuerdo. ¿Para qué son estas plantas? Lizette: La belladona simboliza la inmortalidad del alma. Es utilizada para dar la vida. La violeta significa fuerza, se emplea en los hechizos de revitalización. El pensamiento sirve para devolver las habilidades perdidas. Al combinar estas, se puede devolver la vida a alguien, aunque haya muerto hace siglos. Liz: Bueno, esta noche haremos el hechizo. Lizette: No, esta noche no es apropiada. Tenemos que esperar a que sea luna llena, (un factor por el que escogí mi alias) así el conjuro será más potente. Liz: ¿Y cuando será luna llena? Lizette: En pocas semanas. Todavía nos falta un ingrediente, pero es el más difícil de todos. Liz: Y, ¿Cuál es? Lizette: Sangre fantasma pura. Para así poder crear un cuerpo, idéntico al que tenía en vida. Liz: Pero, la sangre fantasma no existe, ¿O si? Lizette: Es la que corre por tus venas. Solo los medio-fantasmas la poseen. Bueno, miestras tanto, tendrás que remojar estas flores en agua caliente por tres días. El día en que se tenga que hacer el conjuro, será casi automático. Solo le faltaría la sangre. Mientras tanto, en la casa de Timmy… Timmy: Hoy si que fue un día muy duro. Wanda: Sí, ¿Quién diría que el buscador mágico de Crocker lo traería directo a Amity Park? Cosmo: Bueno, la escuela ya terminó. Es hora de divertirse. Wanda: Un momento. Timmy tiene un examen este viernes. ¿Qué no deberían estudiar? Timmy: Y estudiaré… Timmy/Cosmo: ¡¡¡Pero jugando!!! Timmy: Juguemos a No estudiar, Cosmo. Cosmo: Mejor hagamos otra cosa ¿Qué quieres hacer primero, Timmy? ¿Quieres explorar el Amazonas? ¿O ir a Ciudad Barbilla? Timmy: No, nada de niñerías. Quiero hacer algo que enfrente a la muerte cara a cara. Algo que haga que a Wanda le salgan canas y hacerte a ti mojar los pantalones. DESEO IR A LA ZONA FANTASMA. Cosmo: Hecho. (Y después de eso, en un “puff” los tres se encuentran en la Zona Fantasma con trajes de fibra ectoplasmática). Wanda: ¿Y estás seguro de que es una buena idea? Timmy: Por supuesto, quién sabe que cosas increíbles pasen aquí. Es posible que seamos el primer humano y los primeros seres mágicos en entrar aquí. Cosmo: Timmy, en lo que Wanda y yo somos los primeros seres mágicos en venir aquí es cierto. En lo que eres el primer humano, TE EQUIVOCAS. Timmy: ¿Qué? ¿O sea que hay otras personas que han visitado este lugar? Wanda: ¿Acaso nunca ves las noticias? Timmy: No.
Wanda: En Amity Park hay un chico fantasma que ya ha salvado incontables veces a su ciudad de los fantasmas. Se llama Danny Phantom. Timmy: Mmm, ese nombrecito me suena, pero, ¿De donde? Bueno será mejor regresar a casa. Cosmo, saca la cápsula. (Y en eso, de un cráter sale una cápsula que dice “Zona FantasmaCasa”) Cosmo: Fue una gran idea desear una cápsula desde la Zona Fantasma hasta Amity Park. Timmy/Cosmo: (Dirigiéndose a Wanda) Y tú decías que era un mal deseo. Wanda: Ahh. Capítulo 16: La niña de hitler. Era la 2da Guerra Mundial. El mundo estaba sometido al cruel régimen de Hitler. Un grupo reducido de niños alemanes fue enviado a una especie de campos, donde eran tratados como dioses. Eran los famosos "Niños de Hitler". Conforme avanzan los años, se van creando rumores acerca de estas personas. Unos dicen que son unos clones de Hitler. Otros aseguran que fueron elegidos para establecer la nueva raza aria y crear un mundo a manos de los alemanes. Pero, la verdad es que hitler los eligió para ser súper soldados; los niños, en cuestión, tenían poderes especiales. La que más sobresalió fue una pequeña niña de apenas tres años. La pequeña se llamaba Angélica. Los soldados le llamaban "Anne", no por cariño, sino porque tenían que ocultar su verdadera identidad, ya que, si la encontraban por el nombre de Angélica, era posible que la matasen, aunque los demás creían que le llamaban así por otra razón. Ella tenía una habilidad escondida. Ella era inmune a todo tipo de ataques de armas, tenía una habilidad de regeneración. Podría resistir el entrar en un incendio y salir ilesa. Incluso-aseguraban los soldados y generales-podría sobrevivir a una guerra nuclear. Al terminar la guerra, todos los Niños de Hitler fueron soltados al mundo, donde no disfrutaron de las mismas comodidades que cuando los cuidaban los alemanes. Fue casi al mismo tiempo en que los Antiguos Pergaminos de la Santa Inquisición fueron descubiertos. Lo que decían estremeció a sus descubridores, por lo que nunca hicieron público este descubrimiento. Entendieron que esa pequeña, la Niña de Hitler, Angélica, sería una luz de esperanza para la humanidad. Pensaron que sería bueno congelarla, para que despertara al momento apropiado. Cuando llegó ese tiempo, ella fue adoptada, sin ningún recuerdo de su vida pasada. Con su nueva familia vivió infierno tras infierno. Pareciése que la odiaban. Nunca pasó una infancia feliz. Con el paso del tiempo, pasó de ser una niña activa y alegre a una timida y callada. ¿Por qué la trataban así? Era por su habilidad. La calificaron de fenómeno y la trataron como sirvienta. No fue hasta que conoció a Danny Fenton que volvió a tener un significado su vida. Aunque la prima de este, Liz Fenton, le agradaba, ignoraba que ella era descendiente de Lilith, un demonio con forma de mujer sumisa. Según las mitologías que le rodeaban, ella es la verdadera madre de los humanos, pero que busca vengarse de sus hijos, porque le han traído más que dolor. Ella tuvo varias descendientes que causaron mal al mundo, la última, Lizette Van de Kamp. Pero, tras su muerte, las descendientes fueron mujeres de bien. Hasta la última en la rama de Lilith. La hija de Lenor Van de Kamp, Lizette. ¿Qué sería del mundo ahora que el último demonio camina entre nosotros?
Solo el tiempo nos lo dirá. Pero, si los Pergaminos son ciertos, seguiremos viviendo. No importa lo que haya pasado en otras partes de la realidad, donde si ocurrió la destrucción. Nosotros viviremos. Después de todo, la vida se basa en las probabilidades y en posibilidades. Nosotros hacemos lo que queremos con la vida, y a cambio alguien nos la paga como desea. Aunque el ser humano anhela la libertad, al obtenerla se da cuenta de que el deseo solo nace cuando hay algo que nos impide obtenerlo. De no ser por las reglas que nos impone la sociedad, no tendríamos ese delicioso deseo de tener cosas que resultan absurdas, a veces imposibles. Mismamente, Angélica piensa de este modo. Aunque sabe que ella no es como la mayoría de las personas, sabe que hay más como ella. Están Danny Phantom, mitad humano y mitad fantasma; Liz es un tercio bruja, incluso Vlad Masters tiene poderes que no cualquiera tiene. Gibrán, quien parece ser distrído y tonto, es realmente un genio, pero le cuesta quitarse la etiqueta de idiota del pueblo. Es más, nadie es digno de llamarse normal, porque, ¿Quién es normal? Hay gente que puede recordar lo que pasó en un día como hoy de hace 10 años, hay quienes leen los pensamientos, hay quienes controlan los elementos... Nadie es normal, todos somos distintos. Para desgracia de Angelica, no todos piensan así. Hay gente que no quiere convivir con gente que es diferente a ellos. Un ejemplo es Paulina, Dash, Valerie. Ninguna persona que sea popular aceptará juntarse con alguien que "no está a su altura". Angélica tiene que sufrir día a día esto, en su casa, en la escuela... Aunque tiene amigos, no le bastan para ser feliz. Y no es porque piense que la vida no la merece, sino porque ese afecto que recibe de gente extraña no lo puede recibir de la gente con quien ha vivido sus mejores años. Ella siempre envidió a las demás familias. Aunque la madre de Gibrán piense que es un fracasado, aún lo mima y le dice que lo ama. Aunque los papás de Danny y Jazz a veces parecen estar chiflados, ellos los cuidan, a sus dos hijos y a su sobrina. Agustín no habla mucho de sus padres, pero cuando lo hace, habla maravillas de ellos. Si Jake falta a la escuela, es porque está con su padre pasando tiempo de calidad, aunque pasa todos los fines de semana con el. Mónica siempre dice que sus padres no le dan suficiente libertad, pero es porque a ellos les preocupa que le pase algo grave a su única hija. Carlos es un niño de papi y mami, y está feliz así, sin importarle lo que digan los demás. Incluso Liz, quien habla a veces pestes de sus padres, se nota que estaba agradecida con ellos, pues en el fondo sabe que todo lo que hacían era por su bien. Todo lo que no tenía Angélica. Pero ese deseo de tener la anhelada libertad, era lo que la mantenía viva. Aunque apreciaba a sus padrastros, parecía que ellos no la amaban a ella. Era increíble, pero ella era más feliz estando en la escuela que en su casa. Siempre se decía a sí misma "No quiero volver". Pero tenía que volver. Pero, ¿Hasta cuando? Capítulo 17: Confrontación. Eric invitó a Liz al cine, por lo que Danny se puso celoso, o al menos es lo que yo creo. Los espió, y al día siguiente... Liz: Oye Danny, ¿Te encuentras bien? Danny: Por supuesto. Es más, tú deberías estar mejor. Ayer te la pasaste de lujo ¿No? Lastima que no pudieron ver el final de su película. Liz: (Con tono molesto) ¿Me estabas espiando?
Danny: ¿Qué? ¿Yo? ¿Me crees capaz? Liz: Pues no es la primera vez. Ya has entrado a mi cuarto. Danny: ¿Cómo sabes que entré? No he hecho nada. Liz: No soy estúpida. ¿Crees que me voy a creer eso? Danny: Me harías un favor si lo crees. Se fueron a la escuela, muy molestos. Pasaron todo el día así de enojados. No se dirigieron la palabra en todo el día. Y peor aún, la idea que tuvo Jack para que la familia viese a gente conocida. Danny/Liz: ¿Vamos a ir a la casa de Vlad? Jack: Por supuesto. Lo hemos olvidado por completo. Además, se llevará una gran sorpresa al vernos. Maddie: Jack, cariño, no creo que sea una buena idea. Jack: Tonterías, Maddie. Vlad estará feliz cuando nos vea. Maddie: Si, y alguien va a estar furioso. Y, ni modo, no quedó de otra más que ir a la casa del alcalde, digo, el Sr. Masters, no, si es el alcalde. Ya me hice bolas yo solita. Van a la casa de Vlad. Casa de Vlad Vlad: (Abre la puerta) ¡¡¡Jack!!! ¿Qué rayos haces aquí? Jack: Vlady, te di una gran sorpresa, ¿O no? Vlad: (Furioso) Si, una desagradable sorpresa. (Más contento) Maddie, me da gusto verte. Maddie: Me apena no poder decir lo mismo, Vlad. Y, peor aún, adivinen a quien vieron Danny y Liz allí… Danny/Liz: ¿Beebe? Beebe: (Bajando las escaleras) ¿Qué demonios hacen aquí? Liz: No, ¿Tú que haces aquí? Beebe: Eso que importa. Yo me voy, hoy no tengo humor de nada. (Sube las escaleras) Liz: Qué aburrición. No hay nada divertido que hacer en este lugar. Se va a la biblioteca privada de Vlad. Ve el cuadro feísimo que tiene en la pared. No le prestó mucha importancia porque, hay que admitirlo, da escalofríos. No se dio cuenta de que Danny la seguía. Entonces, Liz se encontró una pequeña caja con candado. No la pudo abrir, pero entonces se le ocurrió que… Liz: (Hace invisible su mano y la mete en la caja) ¿Quién dijo que no se podía? Danny: Me sorprendes. Liz: (Grita del susto) Y volvemos al maravilloso mundo del espionaje. Un día me matarás de un susto. Danny: Si, como sea. ¿Qué es eso? Liz: Es lo que quisiera saber. Son unos papeles muy raros. Si que son viejos. Parecen… parecen pergaminos antiguos. Danny: Tienen escrito algo. Liz: No sabía, ¿De verdad? En cuanto los abren, ven extraños dibujos. Aparentemente eran de la época en que la famosísima Santa Inquisición acusaba a inocentes mujeres de brujería.
Danny: Espera, mira esto. Liz: Vaya, parece que una fue acusada con pruebas incuestionables. La única que fue llamada “El mal en carne”. (No continúa porque Beebe le quita los pergaminos) Beebe: ¿Qué tanto vieron? No deben seguir viendo estos papeles, por su bien y el de la humanidad. (Les quita los pergaminos y los guarda en la caja). ¡¡¡AHORA LÁRGUENSE!!! Liz: Ah si, linda. Solo tengo una pequeña pregunta… ¡¿Qué demonios haces aquí?! Beebe: Ah, buena pregunta. Y te sorprenderá la respuesta. Es… Ah, ¿Qué puedo decir? Que… Ay, no puedo seguir engañando así a la gente. Creo que ya es tiempo de revelar el secreto. Danny: ¿Qué secreto? Beebe: Soy la hija de Vlad. ¿Si? ¿Contentos? Ahora lárguense antes de que llame a seguridad. Liz: ¿Cómo que la hija de Vlad? ¿Eso no te convierte en una Masters? Beebe: (Con sarcasmo) No, ¿En serio? Oigan, ¿Saben que es lo mejor de las visitas? (Abre el portal Plasmius sin que Danny y Liz se den cuenta. Los empuja adentro) Es cuando se van. (Cierra el portal). Bien así estarán ocupados un buen rato. (Se detiene) Un momento, los envié a la Zona Fantasma, a Daniel y a Lizette. Oh no, ¿Qué he hecho? Qué error tan grande. Nunca, jamás de los jamases debía entrar Liz a la Zona Fantasma, bueno, al menos en las circunstancias en las que están, no debía entrar. Mmm, esto dejará carta abierta para otra película. Volviendo a la historia... Beebe: Lo hiciste genial, Bibiana. ¿Qué voy a hacer? ¿Y si los papás de Daniel ya se van y no los encuentran? Ay Dios, ¿Qué será de mi? Papá va a estar furioso. (Presiona un botón y de una compuerta en la pared sale un robot) Plasmius-bot, busca a Danny y Liz Phantom. Capítulo 18: La visión de vuestras almas. Zona Fantasma... Liz: Perfecto, la Zona Fantasma. Era lo único que me faltaba. Danny: Tranquila, no va a pasar nada. Únicamente tenemos que ir con Congelación, pedirle que nos preste el infimapa y listo. Liz: Wow, Danny, es la primera idea inteligente que oigo salir de tu boca. Pero, ¿Dónde está el Reino de los Congelados? Danny: No te preocupes, con el mapa de la Zona Fantasma lo sabremos. Liz: OK, sácalo. (Pensando) Porque es el único lugar al que llega con su mapita. Danny: (Busca el mapa, y no lo puede encontrar) ¿Sabes? Pasó algo muy gracioso. Liz: ¿Qué? Danny: (Con sonrisa nerviosa) Creo que dejé el mapa en mi otro traje. Liz: ¡¿QUÉ?! ¿No tienes el mapa? Danny: Creo que lo olvidé en la casa. Liz: Lo que fácil llega, fácil se va. Mientras tanto, en el laboratorio Masters... Beebe: No has entendido. Busca a Danny y Liz Phantom. Plasmius-bot: Buscar a Danny y Liz Phantom y destruirlos. Beebe: No, tráelos con vida. Plasmius-bot: Para luego destruirlos. Beebe: (Furiosa) ¡¡¡NOOOO!!! (Pensando) Y papá dice que el hace mejores inventos que los de Jack Fenton. Si, como no. Si quieres que algo salga bien, debes hacerlo por ti misma.
Y mientras tanto, en casa de Gibrán... Gibrán: ¡Oye, Vendetta! Tengo unos problemas en mi computadora. Vendetta: ¿Qué pasa, hermanito? Gibrán: (Le muestra una carpeta que dice "Witch_Lilith-leyend_666") Yo no instalé este programa. Vendetta: Pues, elimínalo. Yo no fui quien lo instaló. Gibrán: OK. (No se puede eliminar el programa) ¡Oye Vendetta! No se elimina. Vendetta: Mmm, si no lo puedes eliminar desde el Panel de Control, debes ir directo a la fuente. Gibrán: Oh, ¿Y cómo hago eso? Vendetta: Es una ironía que seas un genio y no sepas nada de computación. Ve directo al Disco duro, luego eliminas la carpeta. Gibrán: Ya entendí. (5 minutos después) ¡Oye Vendetta! No encuentro el programa. Vendetta: Y aparte, no sabes buscar. (3 minutos después) Yo tampoco lo encuentro. Gibrán: Qué raro. Vendetta: ¿No será un virus? Gibrán: No lo creo, tengo el antivirus instalado. Además, mi computadora funciona de maravilla, no he comprado actualizaciones y no he oído de ningún virus con ese nombre. Vendetta: Tu computadora tiene una contraseña, ¿No? Gibrán: Si. Vendetta: ¿No le habrás dado a alguien la contraseña? Gibrán: Ni que fuera tan estúpido. Vendetta: ¿Sería un programa fantasma? Gibrán: Puede ser. Vendetta: Pues, nada más te queda abrirlo para saber qué clase de programa es. Gibrán: ¿Estás loca? ¿Y si tiene un virus escondido? Vendetta: Pues primero pásalo por el antivirus. Y Gibrán no se atrevió a abrir ese programa tan raro. Volviendo a la Zona Fantasma... Liz: (Muy, pero muy enojada) ¿Eres acaso idiota? Danny: Oye, relájate. Liz: ¿Y cómo puedo estar relajada si no tenemos ni idea de dónde estámos? ¿?: Yo les diré donde están. Cavando su tumba. (Lanza un rayo hacia Danny) Danny: ¿Quién eres? ¿?: Oh, me sorprende que me hayas olvidado tan pronto. Pero, era de esperarse que no me reconocieras. Ahora que tengo un nuevo traje, estoy seguro de que podré exhibir tu cabeza en mi pared. Danny: ¿Skulker? Skulker: Tenemos un ganador. Ahora, prepárate para sufrir. Liz: (Lanza un rayo ectoplasmático) Lo siento, yo soy la única que puede hacer sufrir a mi primo. Skulker: Vaya, vaya. ¿Qué tenemos aquí? Una niña fantasma. Cuidado, no te vayas a romper una uña. Detengan la imagen. Wow, las cosas ya se pusieron calientes por aquí. Haciendo una pausa, creo que debo decir que Liz nunca debe ser tratada como una niña, aparte de que el estereotipo de las mujeres es demasiado cursi, ella ya no es una niñita indefensa. Es más, ella prefiere la amistad de los hombres que juntarse con chicas, ya que nada más se la pasan hablando de amor y todas esas cursilerías, en cuanto a los hombres, hablan de música, televisión... Ahora sí, volvamos a la historia ^-^
Skulker: Cuidado, no te vayas a romper una uña. Liz: Ah, ¿Así que soy solo una niñita indefensa para tí? Veámos qué tan indefenso eres tú. Y, empieza la pelea. No puedo describirla porque, a decir verdad, me da flojera. El chiste es que el nuevecito traje de Skulker le lleva mucha ventaja, por lo que Liz se debilita, pero todavía tiene un as bajo la manga. Lanza un hechizo de parálisis, el cual dura 5 minutos. Ese tiempo es suficiente para que Danny le lance un rayo de hielo, el cual, obvio, lo deja congelado. Pero, º-º rayos, este hechizo requiere de mucha fuerza y energía, y si de por sí Liz ya estaba débil, imagínense qué tan débil se puso luego. Danny: Y... ¡A VOLAR! (Lanza a Skulker a quien sabe donde). Muy bien, Liz, creo que ya no tenemos que preocuparnos. Liz: Si, claro. Oye, quisiera estar sobre una alfombra. (Se desmaya). ---SUEÑO DE LIZ--Liz: (Despierta poco a poco) ¿Qué? ¿Dónde estoy? º-º Dios santo. Parece que está perdida. ^-^ Pero bueno, horita va a pasar algo, eso creo. Liz: Qué lugar tan extraño. Se ve tan, tan antiguo. (Se dirige a un hombre) Oiga señor... (EL hombre no responde) Liz: Escuche... (EL hombre no responde) Liz: Oiga, no se haga, sé que me escucha. (Lo toca, pero su mano lo atraviesa. El hombre se va). Ya a lo lejos, se ve una turba enfurecida. Entonces es cuando Liz se da cuenta de que ya no está en Amity Park. Pero, ¿Dónde está? Letrero: Bienvenidos a Normandía, Francia. Bueno, eso resuelve la duda. ¿Dónde estaba? Ah si, Liz está perdida. Y tal parece que allí nadie puede verla, jeje, como en Lola, cuando atropellan al Refri. Bueno, pero dejemos de recordar lo que pasó en ese capítulo, que por cierto fue muy emocionante. Gibrán: Si, como cuando dijo que no se casaría con Carlota. Carlos: O cuando mandó a Patrick a que le trajera los papeles del divorcio. Vendetta: A mi no me gustó cuando lo atropellaron. Pobre Don Refri. Luna: Oh si. Aunque el final no fue lo que yo esperaba y... Un momento, este fic es de Danny Phantom, no de Lola: Érase una vez. (Pensando) Pero, podría hacer un fic de eso. (Hablando) Por cierto, Vendetta, ¿Qué haces aquí? Vendetta: Ah nada, solo vine por Jesús. Gibrán: Llámame por mi segundo nombre, ¿Si? Vendetta: Si claro, vine por Gibrán. Mi mamá dice que la cena ya está lista. Gibrán: Entonces, nos vemos mañana, Sammy. Bye. Bien, volviendo a lo que estábamos... Ah si, que Liz estaba en una especie de trance que la llevó al pasado, donde ve una turba enfurecida. Turba: Mándenla a la hoguera. No más brujas. Chica: No, esperen, soy inocente. Juez: Faith Alejandra Belinda Jocelyn Rossenberg, se te acusa de practicar el arte satánico de la brujería. Se te vio hablando con espíritus en el bosque en la noche.
Faith: Eso no es verdad. Juez: Lo lamento, Faith, pero así es la ley. Llévenla a la hoguera. Faith: No, papá, no me hagas esto. Liz: Vaya, qué duros son. No puedo creer que todavía sigan tan frenéticos como en el siglo XV. Mujer 1: Qué difícil es la vida ahora. Mujer 2: Si, espero que este siglo XV termine pronto. Nadie sabe, la próxima podría ser mi hija. Liz: O-O Eso resuelve mi duda. Mujer 1: Por cierto Belem, ¿Cómo está Lizette? Belem: Ah, muy bien, Sally. Liz: ¿Lizette? ¿Será la misma Lizette? Pasa el tiempo (unas horas, no se crean), y entonces, en la noche, sabe que sí era la misma Lizette, pero se lleva una fea sorpresa cuando ve lo que pasa entonces... (Tocan la puerta) Luna: Esperen, voy a abrir. Gibrán/Carlos/Mario/Vendeta: (Cantando a coro) Si me besas te prometo amor, robarte hasta el alma... Luna: O-O ¿Están locos o qué onda? Gibrán: ...Robarte hasta el corazón, robarte hasta la mirada... ¿Ah qué? Lo siento. Mario: XD No, no es nada, nada más venimos a pedir posada. Luna: ¬.¬ ¿Mientras cantan canciones de Lola? ¿Y después de Navidad? Carlos: Am, o-o FUE SU IDEA, NO TUVE NADA QUE VER. Vendetta: º-º Pero tu lo sugeriste. Carlos: MIENTES, CON TODOS LOS DIENTES. YO ME LARGO (Se va corriendo) Bueno, volvamos a la noche... (Tocan la puerta ) Belem: ¿Quién es? ¿?: Señorita Van de Kamp, tenemos la sospecha de que en su casa habita una bruja. Belem: ¿Qué? Eso no es posible. Mujeres solamente mi hija Lizette y yo vivimos aquí. ¿?: Señorita, existe la sospecha de que Lizette Stefanía Moira Litia Atenea Van de Kamp sea una bruja. Belem: ¿Y con qué basan esa teoría? ¿?: Señorita Van de Kamp, tenemos pruebas irrefutables, la llevarán a la hoguera esta misma noche. Lizette: Yo no soy ninguna bruja, soy una chica común y corriente. No tienen ninguna prueba. ¿?: Lo lamento por tí, Lizette. Pero tu destino está sellado. Lizette: Artemisa, me las vas a pagar. Al rato, en el Centro del Pueblo... Juez: Lizette Van de Kamp, eres mejor conocida bajo el nombre de Lilith, llamada la Ama de la Destrucción, según los Pergaminos Sagrados. Se te acusa de practicar el arte satánica de la brujería y se te condena junto con tu cómplice Faith Rossenberg a morir en la hoguera. ¿Unas últimas palabras de las acusadas? Faith: Por favor, muéstrenos misericordia, piedad de Dios. Lizette: No gastes saliva, Faith. Vamos a volver, tarde o temprano. Volveremos. Y cuando eso pase, nos vamos a adueñar del mundo.
Artemisa: Lilith, estás completamente loca. Sólo mírate. Vas a morir en la hoguera por ser una bruja. Antes se te creía pura y sacra, pero ahora no resultaste ser más que el lobo disfrazado de borrego. Lizette: No te apresures, mi querida niña. Tú no estarás cuando eso suceda, así que podrás morir sin penurias. Deberías lamentar la suerte de las próximas generaciones, ellos serán los que vean mi triunfal retorno. Rencarnatio future. Artemisa: Sin demoras, inicien el fuego. Y dicho esto, todos aventaron antorchas a la hoguera, iniciando el fuego, en donde murieron Lilith y Faith. Liz, quien había visto todo, estaba atónita. ¿Qué significaba ese sueño? ¿Era un mensaje para ella? Ya no supo lo que pasó después, ya que despertó en su cuarto. Entonces recordó... Liz: ¡Las flores! Las había empezado a remojar desde el Lunes, y ya era Miércoles. Pareciera que ya era muy tarde para prevenir el peligro, cuando recordó que no sería efectivo sin su sangre, la cual era una mezcla entre la sangre fantasma y la sangre humana. Por el momento, la vida humana estaba totalmente segura, pero, ¿Hasta cuando? Capítulo 19: Miradas al pasado. Casa de Gibrán... Gibrán: Bien, nada mejor que un baño de agua caliente, una cena ligera y un vaso de leche tibia para irse a dormir. Mañana será un día difícil, pues empezaré a estudiar para las Olimpiadas del conocimiento. Vendetta: Oh, pero, no hay nadie tan inteligente como tú, Jesús. Gibrán: (Molesto) ¬.¬ Ya te dije que me llames por mi nombre de pila. Sra. Olivares: Gibrán, cariño, ya lavé tu mameluco de la suerte. Gibrán: ¡SIIIII! Un momento... ¿Lo lavaste con el suavizante de telas? Sra. Olivares: Por supuesto. Gibrán: ¡Y OTRO SIIIII! Bueno, será mejor que ya me vaya a dormir. Vendetta: ¬.¬ Pero son las 6:45. Gibrán: Al que madruga, Dios lo ayuda, mi querida Vicenta. Vendetta: ¡Dime Vendetta! T-TCómo odio que me digan por mi nombre de pila. Gibrán: Pero ese también es tu nombre común. Vendetta: Pero prefiero mi apodo a que me digan Chenta. Gibrán: Llámame Gibrán y llegaremos a un acuerdo. Vendetta: ¿Qué no tienes un examen mañana? Gibrán: º3º Es cierto. Nos vemos mañana. Ya me voy a dormir. Ahora, veremos que sueña el vaquita... Gibrán: Órales, ¿En dónde estoy? Letrero: Bienvenidos a Normandía, Francia. Gibrán: Eso resuelve mis dudas. ¿Qué estaré haciendo aquí? (Ve la turba enfurecida) Turba: Mándenla a la hoguera. No más brujas. Chica: No, esperen, soy inocente. Juez: Faith Alejandra Belinda Jocelyn Rossenberg, se te acusa de practicar el arte satánico de la brujería. Se te vio hablando con espíritus en el bosque en la noche.
Faith: Eso no es verdad. Juez: Lo lamento, Faith, pero así es la ley. Llévenla a la hoguera. Faith: No, papá, no me hagas esto. Gibrán: Tal parece que he regresado en el tiempo, aparentemente, me encuentro en el siglo XV, en una cacería de brujas. (º-º Qué astuto) Chico: Esto será una gran aportación para mi libro. Gibrán: Disculpe, señor, pero, ¿Puede decirme cómo me puedo ir de aquí? (Lo toca y lo atraviesa) Mmm, parece que únicamente se encuentra mi alma en este sitio, por lo que estoy inconsiente. Pero, ¿Por qué vine hasta aquí? Juez: Johan, ¿Sigues escribiendo tu libro? Johan: Si, señor. Se lo daré esta noche a Artemisa para que lo guarde en la biblioteca. Juez: ¿Y ya pensaste cómo lo llamarás? Johan: Si, señor. Se llamará " Brujas. La leyenda de Lilith". Gibrán: El archivo en mi computadora, es el equivalente al título del libro. Johan: El primer capítulo será "El número del mal". Gibrán: El 666 de la carpeta. Juez: Bien, espero que no vayas a sufrir por la causa de tu prometida. Johan: No te preocupes, la enviarán a la hoguera muy pronto, y entonces, ya no tendré porqué casarme con ese demonio. Juez: Pero, ten cuidado con lo que haces, tal vez Lizette se vengue de tu reencarnación. Johan: Y será mejor que usted tenga cuidado de lo que dice y de dónde lo dice. Recuerde que hablar de la reencarnación está prohibido. Gibrán: ¿Lizette? ¿Como el nombre de Liz? Unas horas después... Y ya es la hora de quemar a las últimas brujas que restan. Las peores, Lizette Van de Kamp, mejor conocida por Lilith, y Faith Rossenberg. Gibrán, claro, ve lo que ocurre (Porque el tipo es muy curioso). Juez: Lizette Van de Kamp, eres mejor conocida bajo el nombre de Lilith, llamada la Ama de la Destrucción, según los Pergaminos Sagrados. Se te acusa de practicar el arte satánica de la brujería y se te condena junto con tu cómplice Faith Rossenberg a morir en la hoguera. ¿Unas últimas palabras de las acusadas? Faith: Por favor, muéstrenos misericordia, piedad de Dios. Lizette: No gastes saliva, Faith. Vamos a volver, tarde o temprano. Volveremos. Y cuando eso pase, nos vamos a adueñar del mundo. Artemisa: Lilith, estás completamente loca. Sólo mírate. Vas a morir en la hoguera por ser una bruja. Antes se te creía pura y sacra, pero ahora no resultaste ser más que el lobo disfrazado de borrego. Lizette: No te apresures, mi querida niña. Tú no estarás cuando eso suceda, así que podrás morir sin penurias. Deberías lamentar la suerte de las próximas generaciones, ellos serán los que vean mi triunfal retorno. Rencarnatio future. Artemisa: Sin demoras, inicien el fuego. Juez: Johan, ¿Aún tienes el libro? Johan: Se lo acabo de dar a Artemisa. Ella lo tiene. Juez: Disculpa, Artemisa, pero, ¿Johan no te dió un libro de su autoría? Artemisa: Ah, si. Lo estaba leyendo justo ahora. Dígame, ¿Qué debo hacer con el? Juez: Hay que guardarlo, bajo candado. Artemisa: ¿Para que?
Juez: Si escuchaste las palabras de Lilith, lanzó un hechizo de espíritu. Artemisa: O sea que en algún futuro volverá. Juez: Por eso debemos guardar el libro. Si alguien ajeno a la Iglesia se apodera de ese libro, solo Dios sabe lo que le pueda pasar a la humanidad entera. Artemisa: ¿Tendré que lanzar un hechizo de reencarnación también? Juez: Me temo que si, tú podrías guiar a los futuros, tal y como lo revelan los Pergaminos Sagrados. Gibrán: Vaya, vaya. Así que la humanidad pende de un hilo. Y yo no me puedo quedar de brazos cruzados... Vendetta: Gibrán, despierta ya. Se te hará tarde para la escuela. Gibrán: Ah, tuve un sueño muy raro... Será mejor que me vista y me valla. Un momento, la computadora... Capítulo 20: Lo que vendrá. En el capítulo #18, Liz ve lo que pasó en el siglo XV, y en el capítulo anterior, Gibrán ve esto mismo, pero desde otro punto de vista. Liz no asiste este día a la escuela, ya que si se podría decir que "se quedó dormida". Ella despierta en su cuarto, muy nerviosa y sudando. Recordó las plantas que estaban en agua desde el Lunes. Pero también recordó que necesitaban de su sangre para poder traer de regreso a Lizette. Así que, sin más demoras, se fue directo a la escuela. Casper High... Liz: Siento llegar tarde... (Se da cuenta de que Vlad no está) Danny: Vaya, pensé que no vendrías, Bella Durmiente. Liz: Cierra el pico, Danny. No te pregunté. Carlos: De la que te salvaste. Tienes suerte de que Vlad aún no llegue. ¿Por qué llegas tan tarde? Tú no eres así. Jake: El cepillo ambulante tiene razón. Por cierto, Carlos, no la mueves. Agustín: Tú no sueles llegar tan tarde, además te ves muy cansada. Mónica: Vaya suerte con la que corriste. Liz: ¿Cuál suerte? (Bosteza) Si por poquito y no vengo. Carlos: Y eso hubiera sido una bendición para mi, porque tu oficio es pegarme por cualquier cosa... Liz: (Le da un puñetazo en el brazo) No sabía que los cepillos de zapato tenían la capacidad de hablar. Carlos: Auch. T-T ¿Ves de lo que hablo? Dir. Yamanaka: Alumnos, el maestro Masters (Qué gracioso, me da risa ^-^) acaba de informarnos que el día de hoy no vendrá, por lo que tienen el día libre. Más tarde... Carlos: ¿Por qué Vlad no vino hoy, Beebe? Beebe: Oye, soy su hija, no su madre. Se supone que el debe saber dónde estoy yo. Jake: Vaya, pues tiene razón. Tucker: ¿Dónde están Danny y Liz? Anne: Se fueron a su casa. Carlos: Bueno, pues entonces, ya voy a poder descansar de tanto golpe. Mónica: (Lo golpea en la cabeza) No lo creas, imbécil. Casa Fenton...
Liz: Creo que es hora de hacer la tarea que aplacé hasta hoy en la mañana. No te preocupes, Daniel, la voy a entregar a tiempo. Daniel: A tiempo. Liz: Correcto. (Suena el teléfono) Diga... Ay, hola Gibrán, con razón extrañaba tu presencia... Hago la tarea... ¿A tu casa? ¿No crees que es algo, bueno, raro que yo vaya tu casa? Soy una chica, y creo que es de mala educación que una chica vaya a la casa de un... ¿Qué hay de malo en tu computadora?... ¿Archivo fantasma? ¿No será un virus... ¿Ya lo abriste? Y, ¿Qué es?... Voy para allá. (Cuelga) Casa de Gibrán... Liz: Ya llegué. Gibrán: (La jala del brazo) Ven, esto es urgentísimo. Liz: ¿Qué pasa? Gibrán: Te explico: El otro día estaba trabajando en mi computadora, cuando vi un programa en mi computadora. Ni yo ni Vendetta lo instalamos. Liz: Un momento, ¿Quién es Vendetta? Gibrán: Eso no importa. Lo que importa ahora es el archivo que encontré en la computadora. Ayer en la noche tuve una especie de profecía mientras dormía. Y todo lo que vi en mi sueño señalaba justamente el programa. No fui hoy a la escuela porque me quedé explorando ese programa. E hice unas investigaciones muy interesantes. Liz: ¿Cómo cuales? Gibrán: Cada vez que me encontraba con algún nombre, lo buscaba en Internet. Así fui ensamblando la información inconclusa. Liz: ¿Información inconclusa? Gibrán: Y no es lo único raro en el programa. También hay datos difíciles de entender, imágenes confusas y archivos "rompecabezas" muy estraños. Pero al descubrirlo todo, al resolver el acertijo, encontré una linea genealógica. Liz: Oye, ya me confundiste. ¿Por qué no me muestras desde donde empezaste? Gibrán: Mmm, bueno, si así lo quieres. En primer lugar, abrí la carpeta de Inicio. Al abrirla, viene una página de Internet de fondo negro y relata la historia de la mitología wicca. Dice que la única bruja wicca que estuvo libre de sospechas era una chica de 14 años de nombre Artemisa Castella. Después, abrí un archivo llamado "Darkness". Ahí viene toda, bueno, casi toda la historia de las hechiceras. Esta información es inconclusa, por lo que busqué más información y al final di con la línea genealógica de Lizette Van de Kamp, mejor conocida con el nombre bíblico de Lilith, una impostora y traicionera, también relacionada con Hera, la diosa de la destrucción. Y al final di con este cuadro. (Le muestra el retrato de una chica de cabello negro y ojos azules). Liz: ¿De dónde sacaste eso? Gibrán: Internet. Y ahora, yendo a lo más importante, el archivo es una adaptación del libro escrito en francés de Johan Olevránt. Al final de todos los archivos, hay el trozo incompleto de una línea genealógica, la cual indica como último eslabón y final heredera de Lilith a ti. Liz: O-O ¿A mi? ¿Estás completamente seguro? Gibrán: Todas las pruebas que hallé y mi investigación lo respaldan. Tú eres el instrumento, el cuerpo sacro que ha sido usurpado para oscuros fines. Pero, puedes ser Lilith, o el último ángel de luz, descrito en los Antiguos y Sagrados Pergaminos de la Santa Inquisición. Únicamente tenemos que esperar lo que vendrá, nadie sabe si será bueno o malo, lo único que saben los mortales es que la humanidad está en juego.
Capítulo 21: El reflejo. Bien, ahora, ¿Dónde nos quedamos? Ah si. Liz está totalmente consternada, porque, aunque Gibrán sale luego con disparates, nadie jugaría con algo así. Bueno, todavía nos queda el consuelo de que la pócima no tiene sangre fantasmal. Ahora bien, Gibrán se clavó con esta rara investigación que tiene con ese pequeño asunto de las brujas, por lo que se olvidó de estudiar para las Olimpiadas del Conocimiento. Un día, llama a Liz... Liz: (Contesta el teléfono) Diga... Gibrán: (Del otro lado de la linea) Ven pronto. (Cuelga) Gibrán: Hace rato estaba en mi investigación, cuando, de repente, apareció la última parte del árbol genealógico. Liz: No entiendo, creí que yo era la última parte. Gibrán: Si, pero me refiero a la persona que va antes de ti. Resulta que se llamaba Lenor Van de Kamp, la cual murió días después del parto. Como si ella supiese que moriría, y peor aún, tu destino, te dejó en un Centro de Investigaciones. 2 días después, en el periódico salió la nota de que una mujer de cabello marrón fue hallada muerta cerca de la carretera Amity ParkDimmsdale. Fue identificada por este nombre. Luego, la pequeña fue entregada a Henry Fenton y su esposa, cuya casa se situaba en la zona más rica de la ciudad. Según varios registros de la entrega de una niña esa misma noche, los guardias te ponían diversos nombres, ¿Si has oído esa expresión de "Tiene cara de llamarse así"? Así dijeron los guardias y te llamaban Moira, Stefanía, Atenea, incluso Litia. Pero la cabeza del grupo, Giselle Miller, dió con tu nombre: Lizette. Al recibir unos documentos, como la firma de unos tratados, unos supuestos papeles de transporte de armas y unas cartas, recibió de un "Informante" los Antiguos y Sagrados Pergaminos de la Santa Inquisición. Estos anunciaban tu nacimiento y ciertas características, por lo que Giselle planeó una coartada para ganar tiempo. Liz: Y resumido: Antes existió una bruja malévola llamada Lizette Van de Kamp. Siglos después de su muerte, nació una niña, hija de Lenor Van de Kamp, la cual es la única heredera de Lilith. Gibrán: Y da la casualidad que se llama Lizette Van de Kamp. Por cierto, el cuadro. A excepción de tus ojos, es como un cuadro tuyo. Liz: Si, es como si fuera mi reflejo. Vendetta: (Subiendo las escaleras) ¡Oye, Jesús! Necesito que vengas. Gibrán: (Nervioso) Oh dios, ella no se debe enterar de esto. Liz: ¿Qué hacemos?... ¿Te llamas Jesús? Gibrán: Olvida eso y... Ya se. ^-^ Una distracción. Liz: ¿Y qué tienes en mente...? (Gibrán no la deja hablar porque le da un beso en la boca). Vendetta: Oye Jesús... AY, PERDÓN. (Se va) Liz: O-O ¿Qué... fue... eso? Gibrán: Perdón, es que fue lo primero que pensé. Liz: Bien, fuiste astuto. (Se pone nerviosa) Me voy a mi casa. Gibrán: Ve con Dios. Casa Fenton.. Liz entra a su cuarto y sigue medio confudida. Se tira a la cama y lleva sus manos al rostro. Liz: Este es el perfecto desenlace para una vida de porquería. ¿Qué falta ahora? Beebe: Que tú elijas cuál será nuestro destino. Liz: (Sorprendida) Beebe, ¿Qué haces aquí? Beebe: Lo que Gibrán descubrió, es de vital importancia para la humanidad. Incluso el mismo se está metiendo en varios problemas por el accidente del programa en su computadora.
Liz: ¿Cómo sabes del archivo? Beebe: El canta como pajarito. Ahora, todo depende de ti, y de la lucha que sostengas contra Lilith. Otros seres con poderes te ayudarán, pero esa ayuda solo te dará tiempo, tú debes hacer el resto. Hay que evitar un desastre igual o peor que el ocurrido en Tokio 3. Liz: ¿Qué ocurrió en Tokio 3? Beebe: Rei Ayanami era también Lilith. Ella terminó con la vida de toda la humanidad. Liz: Y eso le podría pasar a nuestra dimensión también, ¿Verdad? Beebe: Se puede evitar si tú luchas contra ella. Eres una de las pocas brujas blancas que quedan, eso te dará ventaja. Si Lizette te enseñó bien las artes oscuras, podrás dar una buena batalla, y de seguro ganarás. Liz: Un momento, Beebe. ¿Cómo sabes de Tokio 3, y de Lizette? Beebe: Soy la reencarnación de Artemisa Castella, la última wicca de toda Francia. Ella era la hermana menor de Lizette. Vivieron en la ciudad de París hasta los 5 años, cuando fueron desterradas junto su padre. Lizette reveló por error que su madre era una bruja, por lo que, antes de que ella muriera, le lanzó un hechizo, el cual sembró una semilla de maldad en su corazón. Después de legar a Normandía, su corazón empezó a volverse negro, y practicó la brujería, mientras Artemisa era criada por su padre, un ministro religioso. Lizette fue adoptada por otra familia, los Van de Kamp. Con ellos vivió hasta su muerte. A los 10 años, conoció a Faith Rossenberg, que tenía el mismo deseo del mal, pero era más inocente, por lo que Lizette fue como una mentora para Faith. Lizette también hará que Faith regrese, no se como, pero necesita de ella para cumplir su propósito. Liz: Ya casi no queda tiempo, tengo que ir a hablar con Agustín. Capítulo 22: Todo o nada. Liz: Agustín, necesito que me ayudes. Agustín: ¿Qué pasa? Liz: Tú que sabes un chorro de protecciones, necesito que me digas una contra los espíritus malignos. Agustín: Creo que se una, pero nunca la he probado. No se si funcione. Liz: No me importa, dímela. Agustín: Bien: Tienes que poner a hervir rosas negras en la noche, mézclalas con belladona y yerbabuena. La bebes los 7 días de la semana y tiene efecto de 1 mes. Así que lo repetirás todo cada mes. El jugo que salga de la mezcla si rinde para 7 vasos. Liz se dispone a hacer esta mezcla, pero ni ella ni Agustín saben si surtirá efecto, pues nunca antes la habían probado. No le importó a Liz, así que hizo paso por paso lo que le dijo su amigo. Pareciere que si funcionó, pero no fue hasta el día 15 cuando pasó algo raro. Era un día normal de escuela, todo marchaba bien hasta que llegó a su casa. Entró a su cuarto y se dispuso a hacer la tarea. En eso, una enorma cortada apareció en su mano. Fue por alcohol para sanarla, y cuando vio su computadora, notó un archivo que decía "End_World". Se puso a leerlo. Lo que decía el único archivo la estremeció. Fue por Agustín pronto, con unas copias en la mano. Liz: ¿No sabes algo al respecto? Agustín: Bueno, Jake me prestó un libro acerca de eso. Habla de los Rollos del Mar Muerto. Según esos, antes de Eva, Adán tuvo otra esposa, a la que se le llama Lilith. Como ella no quiso someterse a las normas de Dios, fue expulsada del Edén y luego Eva fue creada. (Con tono algo orgulloso) Es más, como vi en el final de Evangelion, Lilith puede ser capaz de destruir a la raza humana. Supuestamente, esto es bueno, porque todo renacería de nuevo, pero, desde el
punto de vista divino, es malo porque Lilith se convirtió en un demonio cuando Adán se reconcilió con Eva después del destierro del Edén. Luego, la historia se repite en unos libros que se cree, no existen, y se llaman Pergaminos de la Santa Inquisición. En ellos se dice cómo protegerse del demonio, detalles de la brujería wicca, y la historia de Lizette Van de Kamp, la forma humana de Lilith. Dice que fue la última hechicera oscura, aparte de su aprendiz, Faith Rossenberg. Y, por lo que veo en las copias estas, el final del mundo está bien cer-qui-ta. Liz: Oh, no. Tenemos que hacer algo para que los humanos no mueran. Agustín: No te ofendas, Liz, pero me importa un bledo. Además, morir debe estar bien, dicen que el cielo es como tú te lo imagines. Si vivo, bien, y si muero, también. Liz: Ay dios, ¿Qué haré para evitar esto? Agustín: Yo no te lo dije, pero escuché que en esta ciudad, hay una chica con poderes. Dicen que es capaz de dominar las energías humanas y convertirlas en una especie de magia blanca. Liz se dispuso a buscar a la niña de la que habla Agustín. Increíblemente, dio con ella y ni cuenta se dio. Al parecer, siempre había estado frente a sus narices. Anne: Liz, necesito decirte algo. Liz: Ahora no, Anne. Estoy buscando a una persona. Anne: ¿A quien? Liz: ¿No has oído de una chica que convierte su energía en una especie de magia? Anne: De eso te iba a hablar. Liz: ¿Tú la conoces? ¿Quién es? Anne: Es que... bueno, no me creerás. Liz: Bueno, ya, dime quién es. Anne: Yo. Liz: ¿Tú que? Anne: Yo soy a quien buscas. Liz: Ya, deja de bromear. Dime quien es, ¿O en realidad no sabes? Anne: No, es verdad. Yo soy esa niña a la que buscas. Liz: Es que, es un poco difícil de creer. Es que, tú te ves tan indefensa y común. Es algo raro creer que tú haces magia. Anne: No es ninguna magia. Es un antiguo arte japonés místico. Consiste en juntar las energías positivas del cuerpo y convertirlos en ataques de defensa. Se les llama jutsus. Liz: No sabía eso de ti, Anne. Anne: Por cierto, no me llamo Anne. Mi nombre es Angélica, ya no es necesario que me nombren por mi seudónimo, ese nombre solo me sirvió en la guerra. Liz: ¿Cuál guerra? Angélica: Hay algo que la gente no sabe de mi, únicamente tu supuesta madre Giselle. Yo nací cuando la 2da Guerra Mundial estaba en su auge. Tenía no más de 3 años cuando terminó, pero se habían dado cuenta de los poderes que tenía, por lo que me hicieron dormir hasta que se descubrieron los Pergaminos. Me dieron en adopción. Hasta que mis padrastros se dieron cuenta de mis habilidades, me empezaron a despreciar. Me llamaron fenómeno y me trataron como esclava. Liz: Por eso eres tan callada y tratas de sacar todo a la perfección. Angélica: No solo esperan que sea normal, quieren que sea perfecta. Liz: Y, supongo que tú sabes todo lo que está pasando, lo que me ha pasado a mi, lo que pasará en un futuro y todo eso. Angélica: Si, se todo lo que dicen los Pergaminos Sagrados, y que tú eres la Heredera.
Hechizo Parte 1: Lluvia. Todo el fin de semana que le prosiguió a esa plática estuvo lluvioso. No habían podido salir para nada. La única manera en que Liz pudo tener contacto sin el peligro de ser descubiertos fue por Chat, usando el "Código 9"*. Todas las pláticas que tenían eran algo raras, pero esta fue la más extraña de todas: Vaca_Japan: Y le dijiste a Agustín y luego? Daemon_14: me dijo que hiciera una posión. Vaca_Japan: qué clase de posión??? Daemon_14: contra los espiritus malignos. (Liz nota que Danny se acerca) Daemon_14: 9 Vaca_Japan: me estoy preparando para las olimpiadas del conocimiento. Daemon_14: y como te va?? Danny: Liz, ¿Con quién chateas? Liz: Con Vaca. ¿Por? Danny: Por nada, es que... Liz: (Con hostilidad) ¿Qué? Danny: Nada, me voy a mi cuarto. Vaca_Japan: No me quejo. Daemon_14: 99 Vaca_Japan: Quién era?? Daemon_14: solo Danny. Vaca_Japan: porq no quieres que el sepa??? Daemon_14: tengo mis razones. Además, puede ser que Vlad se meta y Danny pague por mi culpa. Vaca_Japan: no sera que te gusta?? Daemon_14: ke te pasa??? el no es mi tipo. aparte, mi corazón le pertenece a otro. Vaca_Japan: a Eric?? Daemon_14: No, el no. Quedamos como amigos. volviendo al tema, ¿ke tienes? Vaca_Japan: Descubrí qué es en verdad Lilith. (Se va la luz) Liz: Solo esto me faltaba: se me va la luz. Voy a llamar a Gibrán. (Toma el teléfono y marca el número. Le contesta Gibrán) Gibrán: Aloó Liz: Soy yo, vaca. ¿Qué era lo que me decías antes de que la luz se fuera? Gibrán: Ah si. Lo que te amenaza no es en realidad Lilith... (Deja de hablar, solo hay silencio. Ya no está en la linea) Liz: Gibrán, ¿Estás allí? Voz fría: El señor Gibrán no se encuentra por el momento. Salió, tal vez nunca regrese. Tal vez, no lo volverás a ver. Liz: ¿Quién eres y qué has hecho con Gibrán? (Se corta la llamada) Liz: Oh no, ahora es Gibrán el que está en problemas. Y yo, ¿Qué es lo que voy a hacer? Ya se, huiré de la ciudad, me cambiaré el nombre y tendré otra clase de vida. No, eso es muy infantil. ¿Qué voy a hacer?
Entonces, una voz de mujer con un timbrado dulce le contestó... Voz dulce: No sufras, mi niña. Todo va a estar bien, sólo confía en ti. Aún no sabes de lo que eres capaz. Liz: ¿Mamá? ¿Eres tú? En eso, una voz de hombre, también dulce, empezó a hablar... Voz de hombre: La lluvia siempre te hacía sentir triste, ¿Verdad, mi Lizette? Liz: ¿Papá? ¿Son ustedes? Voz de mujer: No tengas miedo, hija. Voz de hombre: Siempre te estaremos cuidando. Liz: Yo nunca quise que les pasara esto. Voz de mujer: No tienes la culpa. Fue algo que pasó, y nos tocó a nosotros sufrirlo. Voz de hombre: Y estaremos contigo, siempre, nunca estarás sola. Las dos voces callaron. Liz estaba sola. La luz había vuelto. Miró su reloj. Era más de media noche. Lo único que pudo hacer, fue... llorar. Parte 2: Malas intenciones. Es el amanecer de un nuevo día, pero no había sol. Seguía lloviendo. Era demasiado extraño. Desde la tarde del viernes hasta esta mañana del lunes no había cesado de llover, como si el cielo estuviera llorando, porque, a pesar de la duración de la lluvia, esta era amable y suave. Ese día no hubo clases, pues se declaró estado de emergencia, ya que dicen que en las noches llovía más fuerte. Solo la noche anterior se fue la electricidad, de ahí, no se volvió a ir. Liz estaba preocupada por Gibrán, pues sentía que lo habían raptado por su culpa. Tomó la desición de que ella sola se enfrentaría a su pasado. Pero, temía morir, y más que eso, que el hijo de su mejor amiga se quedara solo. Así que solo quiso pedir "ayuda" a Angélica. Angélica: Liz, tu y yo sabemos que no podremos solas contra Lilith. Liz: Si, pero no hay nadie más a quien pedirle que venga. Angélica: Sí lo hay, Beebe. Liz: No, ella no nos serviría. Angélica: Ella es mitad bruja también. Y, es una bruja wicca. Liz: No me interesa. Angélica: ¿Eres tú la que habla, o es tu ser pasado? Liz: Es obvio que soy yo. Angélica: Entonces, ¿Por qué solo quieres que yo esté contigo? Liz: Reconsiderándolo, vamos por Beebe. Angélica: ¿Por qué el cambio repentino? Liz: Porque... porque no se, ¿Sí? Tengo muchas cosas qué pensar, estamos en una situación muy mala. Y si no tenemos la ayuda necesaria, quién sabe lo que podría pasar. Yo no quiero que la dimensión en la que vivo sea destruida. Beebe: Qué bueno que consideraste mi ayuda. Angélica: ¿De donde saliste? Beebe: ¿Acaso importa? Lo que importa es que terminemos con Lilith. Necesitaremos aparte ayuda de Danny. Liz: ¿De el? Eso no va a pasar. De seguro, saldrá malherido o algo le podría pasar que fuera muy feo.
Angélica: Es cierto, podría ser muy riesgoso para el. Lilith podría hasta matarlo. No quiero que le pase nada. Liz: Angélica, yo hablo de que se podría meter en un lío por tonto. Beebe: No me digas que te gusta Danny. Angélica: (Se sonroja) No, claro que no. Liz: Se puso roja. Beebe: Vaya, Danny te gusta. Pues si lo sabes disimular. Liz: Bueno, déjala en paz. Hay que concentrarnos en nuestro objetivo. Llegaron a casa de Liz y entraron a su cuarto. Leyeron las copias que días antes le había mostrado a Agustín. Eran algo extrañas, y había partes confusas. Pero se dieron una idea de lo que se debía hacer. Beebe hizo luego una pregunta que incomodó a Liz. Beebe: ¿Y Gibrán? Según tú, el te ayudaba con la investigación. Liz: El otro día en la noche, estábamos hablando por teléfono. De pronto, se lo llevaron, así como así. Beebe: Y... ¿Qué harás al respecto? Liz: Debo salvarlo, a toda costa, cueste lo que me cueste. Beebe: ¿Por qué tan atenta con el? Liz: El fue el primer amigo que tuve en la escuela. Es el más apegado a mi, además, a los amigos nunca se les abandona. Sobre todo si han sido secuestrados por una bruja que intenta apoderarse del mundo. Angélica: A esta hora, están pasando las noticias. Quiero ver si ya podermos volver a la escuela. Encienden la televisión de la sala. Se sorprendieron al ver que este día no hubo noticias, todo se centraba en unos extraños fenómenos que ocurrían en toda la ciudad. Todos los canales tenían lo mismo. Cosas muy raras estaban pasando. En ese momento, pareciere que todo se desvaneció y Liz salió sola. Llegó al bosque y se adentró, hasta donde el aire se hizo pesado, hacía mucho calor y el sol ya no llegaba. Vio entonces, una casa. Una casa pequeña, de la que salía humo por la chimenea. Aunque su mente y su razón le gritaban "No entres", es como si su cuerpo dijera" Ve". Era muy raro, y decidió solo observar por la ventana de esa casucha. No vio nada más que una mesa vacía, 3 sillas rotas, un bote tirado en el suelo, y todo muy polviento con las luces apagadas. La chimenea estaba apagada, pero salía humo de ella. Entró a la casa, deshabitada, vio la sala vacía y luego entró en un cuarto. En un buró había un libro, escrito en latín. Liz lo leyó como si estuviese en español. Entendía lo que decía. Eran hechizos. "Hechizo para paralizar a una persona por 30 minutos"; "Talismán para proteger a los seres amados de los espíritus malignos"; "Pócima para revitalizar después de un ataque"; "Hechizo protector de magia oscura" eran los que decía este libro. Se lo llevó por si se llegara a necesitar. Fue en ese momento que la misma figura extraña que Liz vio al momento en que murieron sus padres. Entonces fue cuando se dijo "Lizette los mató". Lizette: Por lo que veo, ya sabes varios hechizos, dominas bien tus poderes, y crees estar lista para terminar conmigo ¿No? Liz: Tú fuiste la que mató a mis padres. Lizette: Si, ¿Y? Liz: Por tu culpa, es que ya no los tengo a mi lado. Lizette: Oye, te hice un favor. Ellos te tenían asfixiada. Solo te vieron como una forma de realizar sus sueños truncados. Admítelo, los odiabas. Liz: Tal vez si me empujaron a hacer cosas que no quería. Pero, como todos los padres, creyeron que así yo podría ser feliz. Yo nunca les deseé la muerte. Los quería muchísimo. Lizette: Ah, mi pequeña Liz. Si dejas que yo continúe con mis planes, te aseguro que nadie más sufrirá. Todos vivirán con felicidad eterna.
Liz: No. Lizette: Entonces, no me queda otro remedio que quitarte de mi camino. No eres más que un estorbo. No te preocupes, estarás bien a donde vas. Liz: ¿A donde voy? Lizette: Pasters ecorum. Liz no supo lo que pasó después, pues quedó inconsiente y despertó en un cuarto color negro. Parte 3: Crisol de vida y sombras. Liz: ¿En dónde estoy? (Silencio) Liz: ¿Hay alguien aquí? (Silencio) Liz: Ella fue quien me envió aquí. ¿No es así? (Una voz que no se distingue dice "Sola") Liz: ¿Quién eres? ¿Qué quieres decir con sola? (La voz alcanza a decir "Ya no queda nada. No hay nada que hacer") Liz: (Furiosa) ¡No! Ahora no puedo hacer nada. Gibrán de seguro está muerto y todo por mi culpa. Jean: Aún puedes hacer varias cosas. Henry: ¿Qué no recuerdas cuando eras una niña de 8 años? Liz: Si, lo recuerdo. Jean: El día en que Gibrán y tu se hicieron amigos por fin. --FLASHBACK-Niño 1: Miren, el niño nuevo quiere su cuaderno. Gibrán: Dámelo, es mío. Niño 2: Si lo quieres ven por el. Niño 3: ¿O no sabes defenderte? Gibrán: Ya dénmelo, por favor. Yo no les hago nada. Niño 2: Y por eso es que no lo recuperas, tonto. Los niños lo aventaban y Gibrán solo corría tras el, a ver si acaso lo podía atrapar. Gibrán: Por favor, ya dénmelo. Es mío. Lo hicieron tropezar y se le cayeron sus cosas de la mochila. Niño 3: Vaya, si que tienes cosas muy bonitas. (Toma su estuche de lápices) Niño 1: Yo quiero ese estuche. Gibrán (Empezando a llorar) No, son mis cosas. Dénmelas. Liz: Oigan, tarados. ¿Acaso se sienten orgullosos de molestar a un niño más chico que ustedes? Niño 2: Oye, nenita, no deberías meterte en asuntos que no te importan. Liz: ¿Me llamaste "nenita"? Niño 1: Nenita, las peleas no son cosas de niñas. ¿Por qué no vas a jugar a las muñecas y ayudarle a mamá a hacer la comida? Somos más grandes y podríamos hacerte daño. Liz: Quiero que lo demuestren. Niño 2: ¿Qué? ¿Estás loca? No vamos a golpear a una niña. Liz: Tal vez tienen miedo de que les gane. (Todos los que pasan se burlan de los 3 niños)
Niño 3: Yo no le tengo miedo a una niña de 8 años. Nosotros tenemos 10 años, le podemos ganar. Y no fue así, los niños salieron muy lastimados de esa pelea. Y Gibrán estaba muy agradecido. Gibrán: Oye Liz. Todavía no te doy las gracias por salvarme, otra vez. Liz: ¿Es que tú siempre necesitas que te salven? Tienes que aprender a defenderte por ti mismo, o esto seguirá para toda tu vida. Gibrán: Creo que tienes razón. ¿Sabes? Me caes muy bien. Liz: Solo lo dices porque siempre peleo por ti. Gibrán: No, es que no hay muchas niñas que hagan eso. Prefieren intentar verse bonitas y no meterse en estas cosas. Pero a ti no te importa nada de eso. Además, eres muy bonita, y eso rompe el estereotipo. Liz: ¿El qué? Gibrán: Lo que la gente piensa de las niñas bonitas. Tú no eres ese modelo. Cuando te veía, pensaba que eras presumida porque siempre te ves bonita, pero resultaste ser muy peleonera. Y eso me gusta. Liz: (Se sonroja) Entonces, ¿Quieres ser mi amigo? Gibrán: Te iba a preguntar eso, pero iba a ser raro que una niña y un niño se junten sin ser pareja. Liz: Yo tengo amigos y amigas, y ninguno es novio de nadie. Si quieres puedes estar con nosotros. --FIN FLASHBACK-Liz: El era un tarado, pero siempre ganaba el primer lugar de la clase. Jean: El te sigue queriendo porque eres fuerte. No dejes de serlo. Henry: Tú no le temes a nada, ¿O si? Liz: Por supuesto que no. Liz Fenton no le teme a nada en el mundo. Henry: Entonces, ¿Por qué no puedes con esto? Se que es diferente a todo lo demás, pero si no tienes miedo, puedes ganar. Liz: Porque, no se si Liz Van de Kamp también sea valiente. Jean: No, tú no eres Liz Van de Kamp. Henry: Tú siempre has sido Liz Fenton. La que no teme a nada, la que defiende a los débiles. Liz: Tienen razón, yo soy una Fenton, no una Van de Kamp. No le temo a nada. Jean/Henry: Demuéstralo. Ahora, despertó en el bosque, transformada en fantasma. Tenía en la mano derecha un talismán protector. El libro decía "Ya teniendo el talismán, se menciona el nombre del ser a quien desea proteger 3 veces" Liz: Cuida a Gibrán, cuida a Gibrán, cuida a Gibrán. En la página siguiente, decía sobre un hechizo rastreador, el cual, podía detectar la presencia de cualquier cosa, persona, animal o fantasma en todo el planeta. "Diga el conjuro y luego el nombre del ser que busca". Liz: Extrentis mineatti, Lizette Van de Kamp. Apareció una especie de mapa que daba la ubicación de Lizette en lo más adentrado del bosque. Pero también señaló la presencia de 3 personas más: un chico y dos chicas.
Liz: Vinieron, y trajeron a Danny. Este es el peor día en toda mi vida. Bueno, ahora, solo debo concentrarme en salvar a Gibrán. Parte 4: Promesas entre decepciones. Mientras tanto... Danny: ...Y luego, Liz se metió en esto sin querer. Beebe: Si, parece que estás entendiendo. Angélica: Pero claro que iba a entender, Beebe. El no es tonto. Beebe: Lo que digas, Angélica. Danny: ¿Y qué se supone que hacemos nosotros, si es a Liz a quien quiere? Beebe: Eso es cierto, pero Liz aún no descubre su poder en totalidad. Y necesita de refuerzos. Angélica: Las habilidades que tenemos servirán por lo mientras. Si está peleando ahora, se cansará, y entonces nosotros, uno por uno, irá peleando. Danny: Ah, pero, todavía me queda una duda. ¿Por qué le llaman Lilith? Beebe: Lilith es un demonio. El hecho de que Lizette sea comparada con Lilith es porque, según unos libros que se llaman los Rollos del Mar Muerto, ella tiene el poder de destruir a la raza humana. Si ya acabó con otras dimensiones, como Tokio 3. Danny: ¿Tokio 3? Beebe: Si, tal y como lo oíste. Solo quedaron 2 sobrevivientes: Shinji y Asuka. Es impresionante su poder. Gracias al cielo y no lo vimos. (Pensando) Y espero no verlo nunca. Danny: (Pensando) ¿En serio es tan poderosa que puede destruir la vida humana? Angélica: Tú no te preocupes, Danny. Seguro que vamos a vivir. Se que vas a vencerla... (Nota que Beebe la mira) ...O Liz, cualquiera de los dos podrá contra ella. Danny: Gracias por el apoyo, pero me cortas la circulación. (Se quita a Angélica del brazo) Beebe: Bien hecho, Danny. No dejes que el brazo se te ponga morado. Angélica: (Pensando) Si, Beebe. Claro, si no eres así con el pobrecito Agustín. Beebe: ¿Ven esa casita de allí? Más les vale no entrar, puede ser una trampa visual. Danny: ¿Cómo? Beebe: Es una ilusión. Si Liz entró a la casita, probable y ya se murió. O la mandó a un sitio donde no pueda interferir con sus planes. Lizette: (Entre los árboles) Vaya, vaya. Los descendientes de Artemisa son igual de perspicaces que ella. Lástima que tú seas la última de una gran línea. Beebe:¿Dónde tienes a Liz? Lizette: No te lo pienso decir. Si de verdad eres la descendiente de Artemisa, demuéstralo. De todas maneras, no me puedes vencer tu sola. Sin la mocosita, no puedes hacer nada. Angélica: Qué tonta eres, Lizette, pues ignoras que hay otra fuerza de la que disponemos para vencerla. Danny: Tienes razón. Porque tenemos poderes fantasmas... Liz: ...Y magia blanca. Angélica: Liz, estás bien. Lizette: Pero no creas que lo estará muy pronto. Liz, cariño, permíteme advertirte que si intentas pelear contra mi, terminaré con la vida del niño hiperactivo. Beebe: Gibrán. Lizette: Pero, podemos llegar a un acuerdo: Te lo daré sano y salvo, pero a cambio, debes darme la vida del chico fantasma. Liz: ¿Qué? No pienso hacer tal cosa. Lizette: Bueno, el día de hoy me siento generosa. Si me das tus poderes, tanto fantasmas como mágicos, dejaré ir a ambos y a todos los que están aquí vivitos y coleando. Es una buena oferta, ¿Qué dices? Liz: No.
Danny: ¿Qué? Pero, te está dejando sin opciones. Liz: ¿Qué no ves, Danny? Si le doy mis poderes, igual morirán, junto con el resto de la Tierra. Entonces, me quedaré sin nada y se cobrarán miles de vidas. Esto es una de esas situaciones de perder o perder. Lizette: Rápido, el tiempo corre. Si no tomas una decisión pronto, seré yo la que decida. Beebe: Será mejor hacer algo antes de que ocurra una tragedia. Liz: Danny, si llegara a pasar algo, quiero que sepas que nunca quise ser mala contigo. Danny: ¿Qué dices, Liz? Liz: Danny, te prometo que vas a salir vivo de esta. Ya lo verás. (Dirigiéndose a Lizette) ¿Dónde demonios tienes a Gibrán? Lizette: Ah si, el pequeño idiota. Si te interesa, está en la casita a la que entraste. Un cuarto después de donde encontraste el libro de hechizos. Beebe: ¿No era una trampa esa casita? Lizette: No, solo los engañé, y así no encontrarían nunca a su amiguito. Angélica: Vaya, pues sí que nos engañaste. Lizette: Si, pero, Olevránt y yo tenemos unas cuentas pendientes. Ese pequeño, al que todos nombran Gibrán, morirá, lo quiera o no. Liz no quiere que le haga daño a Gibrán, por lo que le lanza un hechizo de explosión. Liz: Mercato sunare. Lizette: Vaya, así que vas aprendiendo más acerca de la brujería. Liz: Tú me enseñaste, no debería extrañarte. Lizette: Tienes razón, pero así como yo conozco la fuerza de cada hechizo, también conozco sus debilidades. Conozco los contrahechizos, los cuales no aprendiste nunca. (Apunta su mano hacia Angélica) Y, sin esta niña, mi trabajo será más fácil. (Lanza un rayo que la destruye). Y ese fue su final. Angélica: No lo creas. Lizette: ¿Qué? ¿Cómo hiciste eso? Angélica: Estás tan dedicada a realizar tu venganza contra la raza humana, que olvidaste que hay otra clase de magia aparte de la hechicería y la wicca. Lo que utilicé para evadir tu ataque fue una sustitución. Lizette: Esa magia, nunca la había visto. Angélica: Era de esperarse, eres europea. Esta magia viene de Oriente. Se llaman jutsus. Y tú no puedes hacerlos. Necesitas un alma pura para poder realizarlos. Años de práctica, aunque sufras. Lizette: No me importa qué clase de magia sea, puedo con ella. (NOTA: Lo siento a todos los fans de Naruto, pero necesitaba material. Aparte, este es mi fic y yo hago con el lo que se me antoje) Liz: Voy a buscar a Gibrán. Liz empezó a buscar por toda la cabaña a ver si había rastros de Gibrán. Finalmente dio con el. Lo vio dentro de una especie de prisión de hielo, donde el estaba inconsciente. Ella intentó sacarlo de allí, pero no había forma. Entonces, le dijo: Liz: Gibrán, te prometo que saldrás de esta, sin importar el precio. Pareciera que solo le daba promesas entre un millón de decepciones. Ella empezó a pensar que ese era el final, y que lo último que vería del amor de su vida sería verlo morir en manos de una bruja. Ella no dejaría que eso le pasara al hombre que luchaba en esos momentos. Ella sabía que el luchaba por ella, por lo que le prometió que el viviría. Pero una silueta que le era familiar y que no había visto hace tiempo, se le apareció.
Liz: Maldita Lizette. Me vengaré por lo que le hiciste a mis padres y a Gibrán. Lizette: Ja, tú no puedes hacer nada contra mi. No eres más que una simple mortal. Liz: No te tengo miedo, malnacida. Lizette: Si no tienes miedo, entonces, que no te de miedo enrentarte a la muerte. Liz: ¡Arcanio fodoka! Lizette: Vaya, resultó ser más cobarde que nada. Escapó con el hechizo de huída. Liz llegó a un lugar muy extraño. No se puede ver nada. Solo se ve la imagen de una niña pequeña, una niña que le recuerda a sí misma cuando era pequeña. Niña: Lizette Fenton. Liz: ¿Cómo sabes mi nombre? Niña: Mi nombre es Litia. Soy la pequeña parte de pureza que le queda a Lizette Van de Kamp. Tú eres su reencarnación, pero también eres la mía. Liz: ¿A qué te refieres? Litia: Cuando la madre de Lizette le lanzó un hechizo como venganza, sembró el mal en su corazón. Se amargó. Dejó atrás su inocencia de niña y empezó a ser reservada. Empezó a odiar a su hermana, y deseó verla muerta. Cosa que nunca pasó. Me enterró a mí en el olvido, pero nunca me mató. El hecho de que ella sea Lilith, no significa que ella solo tenga maldad en su alma. Solo es el hechizo que su madre le lanzó. Liz: Entonces, ¿Siempre sí hay forma de detenerla? Litia: Hay una. La lanza de Longinus. Parte 5: Soledad. No más niña inocente. Litia: Necesitas la Lanza de Longinus para poder detenerla. Liz: ¿Qué es eso? Me suena familiar (Pues, si Agustín se emociona tanto con NGE, obvio le cuenta toda la serie de detalle a detalle). Litia: En unos libros, llamados Rollos del Mar Muerto, se describe como la única arma que puede detener a Lilith. Si la usas, todo terminará. Liz: Pero, ¿Dónde se encuentra? Litia: Solo la encontrarás en la Zona Fantasma, más lejos que el castillo de Pariah Dark. Muy alejada del mundo, allí la encontrarás. Liz va a la Zona Fantasma. Pasa por el castillo de Pariah Dark. Siguió adelante, estaba muy alejada del portal Fenton y del portal Plasmius. Siguió adelante, a donde ya nada le fuese familiar. Hasta que encontró una caja que flotaba en la soledad. Estaba hecha de oro, y la cerradura era de cristal. Era una caja hermosa, y solo hacía falta una llave. No la tenía, no podía atravesar su mano adentro. Parecía sagrada aquella caja. Al fin encontró la llave. Apareció junto a ella como por magia. La abrió y adentro se encontró con la Lanza. Era idéntica a como Agustín la describía en uno de sus episodios eufóricos. Roja y larga, parecía un gran tenedor. Sin embargo, era muy grande y pesada. Liz: La Lanza de Longinus. El arma más poderosa del mundo. Si esto pudo acabar con un Eva, ¿Qué no hará contra Lizette? Notó una inscripción en el fondo de la caja. "Solo ha de usarse por bien, nunca por mal. La Lanza se alimenta de la bondad del corazón de quien la porta". La tomó y se la llevó, pero con miedo a que su corazón tuviera maldad y no sirviera. La Lanza se alimenta de la bondad del corazón, temía que ella no fuera buena, tenía miedo de ser mala. Como siempre le temió a la
soledad, al rechazo. Claro que tampoco quería ser asediada por todos. Solo quería tener amigos, no quería ser odiada. Desde pequeña trató de ser una niña buena, pero no le gustaba esa ingrata sonrisa que ponía con todos. La que solo en las noches se podía quitar. Tuvo miedo, entonces, de haberse vuelto mala. Regresó al portal de sus tíos, pero no contaba con que Jack estuviera intentando otro invento. Jack: ¡¡¡FANTASMA!!! Liz: No, un momento, no soy quien crees. Jack: Maddie, ven pronto, tengo un fantasma. Liz: (Pensando) Ay no, llamó a la tía Maddie. Ahora sí estoy en problemas. Maddie: No te saldrás con la tuya, malvado ectoplasma. Liz: No, un momento. Jack: No creas que te salvarás. Liz: Espera, tío Jack, tía Maddie. (Esquiva un disparo de Maddie) Maddie: ¿Cómo sabes quienes somos? Liz: Porque soy su sobrina, Liz. Jack: Eso es imposible. Ella no es un fantasma. Además, está en la casa de una de sus amigas. Liz: Créanme, soy Liz Fenton. Hace tiempo, como hace año y medio, sufrí un accidente en el laboratorio de Henry Fenton. Hace no más de un año, le pasó lo mismo a Danny, su hijo. Maddie: Eso es ridículo, Danny nos lo habría dicho. Liz: Con todo el respeto, tía, pero, ¿Quién les diría eso, viendo como se comportan cuando ven un fantasma? En cuanto ven uno, se alocan e intentan destruirlo molécula por molécula. Y casi me hacen eso a mi (Se destransforma). Jack: Creo que, es cierto. Nos dejamos llevar con esto de los fantasmas, que no prestamos atención a Danny cuando más lo necesitó. Maddie: Si, en lugar de eso, solo lo asustamos. Liz, ¿Dónde está Danny? Liz: Y aquí viene el momento impactante. Él está peleando contra una bruja malvada de la época medieval que ha secuestrado a Gibrán. Maddie: ¿Que está haciendo qué? Liz: ¿Ven? Les dije que sería impactante. Jack: ¿Cómo se fue a meter en un lío así? Maddie: Tenemos que ir a ayudarlo. Jack, ve por las armas anti-fantasmas. Liz, cariño, toma un termo Fenton. Liz: Está bien. Pero, no creo que sea suficiente con eso. Esta bruja ya ha terminado con varias dimensiones, y ahora viene por la nuestra. Y solo puede ser acabada con la Lanza de Longinus. Jake: ¿La Lanza de Longinus? ¿De verdad existe? Agustín: XDXDXD ¡¡¡SIEMPRE SUPE QUE ERA VERDAD!!! Liz: Si, y por eso necesito que me digas cómo manejarla. Jake: ¿Qué tan grande es? Liz: Muy, pero muy grande. Agustín: OK, según la serie, cuando la tengas, tienes que ir frente del enemigo y clavársela en el vientre. De esta manera, habrás ganado. Liz: (Con sarcasmo) Oh, perfecto, es más fácil de lo que creí. Jake: ¿A qué te refieres? Liz: Si me acerco a esa mujer, me matará. Jake: Es un riesgo que debes correr. Si lograste abrir esa caja, podrías ser la única que pueda manejar la Lanza. Liz: ¿En serio? Jake: Si, solo los seres de gran poder pueden manejar la Lanza de Longinus. Y si tu la pudiste liberar, eso significa que existe un poder oculto en ti. Liz: ¿Mis poderes de hechicería?
Jake: Posiblemente. Liz: Pero, eso quiere decir que en mi solo hay maldad. Yo no la puedo usar. Jake: Pero, ¿Por qué dices eso? Liz: Porque Lizette Van de Kamp es una bruja, y es mi pasado. Y es a ella a quien busco eliminar. Yo no puedo utilizar la Lanza. Jake: No todas las brujas son malas. Tú no eres mala. Bueno, es cierto que a veces eres una bruja, pero tú solo lo haces porque eres una niña inocente. No le quieres hacer daño a nadie. Estoy segurísimo que podrás usar la Lanza. Si no lo haces, las cosas raras que están pasando, las llamaradas, las inundaciones, los monstruos, seguirán y luego, ya no quedará nada, porque será el final. Liz: (Con una mirada desiciva) Tienes razón, Jake. Y te diré algo, a partir de este momento, ya no seré una niña inocente. Voy a salvar a mis amigos y a todas las personas con las que convivo. Jake: ¿Segura? Liz: Nunca estuve tan segura. Ah, por cierto, no vayas a creer que no me vengaré por lo que me dijiste de que soy una bruja. Agustín: Liz, antes que te vayas... Liz: ¿Si? Agustín: ...¿Me consigues un autógrafo de Lilith? Liz: (No hace caso y se va) Fue a buscar a Lizette. Cuando llegó, solo Angélica seguía luchando. Beebe llevó a Danny a un lugar donde no corriera peligro, pues salió gravemente herido (como siempre, al menos en este fic). Liz se escondió para atacar por sorpresa, pero... Angélica: ¡Jutsu bola de fuego! (Si, ya se que es de Sasuke, pero es mi fic y yo hago con el lo que quiero). Lizette: Ja, ¿Crees en serio que tu bolita flameada me va a detener? Angélica: Bueno, ese era el plan. ¡Jutsu clones de sombra! (Aparecen otras 3 ). Lizette: (Bosteza) Juegos de niños. (Acaba con las tres de un solo golpe) Si vas a seguir jugando, es hora de que despierte a mi aprendiz. Beebe: (Pensando) ¿Qué? ¿Acaso piensa volver a la vida a Faith? Si hace eso, no tenemos muchas esperanzas. Lizette: (En frente de una mesa donde empieza a materializarse el cuerpo de una joven) Gerpitia ocasdo. Lonferasnium jicoinem. Gorori ilente. Hutora facilanto... Liz: Hey, bruja, ni creas que traerás a tu comadre. Lizette: Vaya, vaya. No eres tan cobarde como creí. Eres demasiado astuta. No eres muy inocente que digamos. Liz: Vete acostumbrando, maldita. Pero, (Saca la Lanza) lamento que no puedas acostumbrarte mucho. Lizette: La... la Lanza de Longinus. ¿Quién te dijo de ella? Liz: Un pajarito. Lizette: Ni creas que esa cosa me va a tocar. De nuevo, me ha dado flojera describir lo que sigue. Solo diré que fue una pelea de donde nuestra heroína Liz Phantom sale bien cansada y a punto de un desmayo. Lizette: ¿Qué pasa Liz? ¿Temes a algo? ¿Temes a estar rodeada de gente? O, ¿Temes a estar sola? Lamento si fuese el último, pues en cuanto acabe contigo ni de fantasma regresarás aquí. Liz: (Pensando) Sola, siempre lo estuve. Cuando era niña, cuando murieron Franco y Paula, ahora. La muerte me caería bien. Pero, mis amigos siempre estuvieron allí, apoyándome.
Siempre los tuve, y a mis primos. Y, también tengo a mis padres. (Hablando. Detiene la mano de Lizette antes de que lance un hechizo) Nunca estuve sola, nunca tuve razón para temer a la soledad. Ya no soy la misma inocente que hace 5 años. Ahora soy otra. Lizette: (Pensando) Ella... no, no puede serlo... pero, me temo que sí. Ella no es la descendiente de Lilith, es la descendiente de Eva. Pausa. Si leen está parte, no dudo en que se hayan confundido. Resulta que hay una leyenda que dice que, aunque la primer mujer en existir fue Lilith, Eva logró acabar con ella, si se le puede decir así. Esto fue porque Adán prefirió a Eva que a su esposa original. Si lo vemos en un sentido más simbólico, Eva es la designada para aniquilar a Lilith. También, si vieron la película The End of Evangelion, verán que Rei (Lilith) es forzada a ya no poder existir en el mundo, ya que Asuka (Eva) pudo destruir esa escencia que hubo de Rei alguna vez en Shinji (Adán). Si lo vemos más adentrado (porque lo de Evangelion está difícil), en el Día del Juicio, la única salvación que tendría la humanidad sería si Eva retomara su lugar como madre de la humanidad y destronara a Lilith. Ahora sí, volvamos a la historia. Basta de comerciales, que no me pagan lo suficiente. Beebe: (Pensando) Así que Liz Fenton no es descendiente de Lizette Van de Kamp. Sino de Artemisa Castella. Y yo, solo soy el empaque de su alma verdadera. Así que, los humanos solo somos y seremos instrumentos. (Ah si, Misato) Lizette: Eva, maldita. Me quitaste lo que me pertenecía. Liz: No, Lilith, tú nunca tuviste nada que fuese tuyo, por eso todo mundo sigue confiando en que Eva es la verdadera esposa de Adán. Lizette: Acéptalo, la gente debería adorarme a mi. No a ti. Y esa es mi meta. El nombre de Lizette Van de Kamp será temido por siglos. Liz: No, porque no es Lizette la que está hablando. Es Lilith. (Le clava la Lanza) Ahora estás liberada. Los ojos de Lizette fueron cambiando de ese maquiavélico tono rojo a un azul muy puro, y de su boca desaparecieron esos colmillos. La maldición se había roto. Y, mientras moría, solo se oyó la voz se esa niña pequeña e inocente decir secamente "Gracias". La pesadilla terminó. Todos los demonios desaparecieron, ya no hizo ese terrible calor, y las aguas cedieron. La prisión de hielo se destrozó, y el cuerpo de Faith, sin vida, se desvaneció. Liz, con las fuerzas que le quedaban, caminó hacia Gibrán. El despertó de su letargo y, en cuanto la vio, sonrió. Gibrán: Oye, Liz. Todavía no te doy las gracias por salvarme, otra vez. Liz: (Ríe un poco) ¿Es que tú siempre necesitas que te salven? (Se desmaya) Despierta luego en su cuarto. Tiene un yeso en el brazo derecho y una venda en su cabeza. Se levanta apresurada, y corre hacia las escaleras, donde se encuentra con Jazz. Jazz: Liz, al fin despiertas. Liz: (Un poco alterada) Jazz, dime, ¿Qué pasó? Jazz: Te desmayaste y te trajimos a casa. Liz: Y, ¿Dónde está Danny? Jazz: Tuvo que ir al hospital. Iba a ir allá ahora mismo. Si quieres, te llevo. Hospital central de Amity Park... Danny: ¿En dónde estoy? Angélica: En el hospital. Qué bueno que sobreviviste. Te desgastaste mucho en la pelea. Liz: Por cierto, ¿Qué pasó mientras yo no estaba?
Beebe: Lizette casi nos aniquila. Pero, por suerte, Angélica pudo continuar. Y, de no ser que llegaste en ese momento, todo hubiera acabado. Gibrán: Y luego, llegaron tus tíos y Agustín, Mónica, Carlos y Jake, y estabas desmayada, así que te llevaron a tu casa y te llevaron un doctor que te puso ese yeso y esa venda. Y luego despertaste y viniste al hospital y preguntaste qué había pasado y Beebe te dijo que Lizette casi los exterminaba y... Carlos: Lo estás contando todo otra vez. Gibrán: Pero yo se qué pasó, porque me acuerdo como si todo hubiera sido ayer.Smile Mónica: Pero fue hoy. Liz: (Dirigiéndose a Danny) ¿Acaso eres masoquista o algo parecido? Varios de los buenos recuerdos que tengo son de ti postrado en una cama con bata de hospital. ¿Es que no te cansas de ver a la Muerte de cara? Danny: Pues, si no fuera por tu maldita curiosidad por todo, esto no habría pasado. Liz: Si, fácil es echarme la culpa ¿No? Si no fuera por tu ineptitud, no estarías aquí. Pasó lo mismo en Tokio 3, si no lo recuerdas. Danny: Al menos yo no soy tan egoísta con los demás. Gibrán: Danny, tengo curiosidad... ¿POR QUÉ TÚ NUNCA TE MUERES? Bueno, es que pienso que en algún lugar de lo que llamamos realidad, alguien tiene a la Muerte tan ocupada que ya no vienen ni por el Coyote. Jack: (Entrando) Niños, si nos disculpan, queremos hablar a solas con Danny. En cuanto todos salieron, Jack y Maddie se acercaron a la cama de Danny. Maddie: Qué bueno que estás a salvo, mi amor. (Abraza a Danny) Pero, Danny, queremos que nos expliques algo. Jack: ¿Desde cuando tienes poderes fantasmas? Danny: ¿Qué? ¿Quién se los dijo? Maddie: Eso no importa, lo que queremos saber es porqué nunca nos lo dijiste. Somos tus padres, cariño. Debiste confiar en nosotros. Danny: Es que, tenía miedo de decírselo porque temía que me destruyeran molécula por molécula o que hicieran experimentos conmigo. ¿Estoy en problemas? Maddie: Claro que no, Danny. Y, creo que tienes razón. Nosotros no fuimos muy comprensibles. Solo nos la pasamos hablando de fantasmas, y de diseccionar fantasmas, y experimentar con fantasmas y miles de cosas más. Jack: Admito que nunca fuimos muy comprensivos. Te dimos muchos motivos para que tuvieras miedo. Maddie: Cambiando de tema, el doctor dijo que podrás volver a casa hoy mismo. Estarás en cama 1 semana más, así que faltarás a la escuela hasta el próximo Lunes. Danny: Bueno, eso me parece bien. Jack: Pero, Liz te dará todas las tareas que les deje el Sr. Lancer para que no te atrases. Danny: ¿Liz nunca les dijo que Lancer ya no nos da clases? En su lugar está Vlad Masters. Maddie: ¡¡¡¡¿QUÉ?!!!! Jack: ¡GENIAL! Vlad ahora va a estar más cerca de nosotros ahora que es el maestro de Danny y Liz. Danny: Y, ahora que saben lo de mis poderes, creo que deben saber los de Vlad. Maddie: ¿Vlad también es un fantasma? Danny: Si. Y, la parte más tétrica es que intenta adueñarse del mundo... Y de los Packers de Green Bay. Maddie: (Pensando) Ahora tengo una razón más para odiarlo. Y lo bueno es que Jack también lo odiará... Eso creo. Jack: Nunca creí que Vlad fuera así. (Sonríe) Al menos aún me ve como un amigo. Danny: Ah, sobre eso, papá, el nunca te perdonó por el incidente del mini-portal.
Maddie: Ay, Jack. No te enojes con Vlad. Yo siempre supe que el no era un buen amigo. Bueno, y ya es el día siguiente y vemos a Danny acostado sobre el sofá, viendo TV. Es entonces, cuando Liz entra y se sienta junto a el. Liz: Es bueno tenerte de regreso, primo. (Abraza a Danny) Danny: ¿Qué te pasa? Creí que te caía mal o algo así. Liz: Es que, bueno, después de lo que pasó, y como yo lo viví... Después de algo así, ves la vida de distinta manera. Danny: ¿A qué te refieres? Liz: A que, fue como si yo volviera a nacer. Vi a la Muerte enfrente mío, pero, Dios me dió otra oportunidad. Y no la desperdiciaré. Danny: ¿Y cuál es esa oportunidad? Liz: Anoche, en un sueño, se me dio la oportunidad de perder mis poderes y llevar una vida normal. Y ese fue mi sueño desde el accidente, que fue causado por Lizette misma. Ella quiso mis poderes para hacerse más fuerte. Y anoche, pude hacer ese sueño realidad. Pero, vi ese sueño distinto. Y lo rechazé. Danny: ¿Por qué? (Para que aprendas que tus poderes te hacen especial. Rayos, Sam siempre tiene la razón... A veces) Liz: Porque mis poderes me hacen única. ¿Cuándo has visto a una chica mitad fantasma, que aparte es bruja y acabó con un Demonio? De no ser por mis poderes, no podría presumirlo. Danny: Vaya. Yo no se mucho de esto pero, yo digo que si eso te hará feliz a ti, a mi también me hará feliz. Y, toda desición que tomes, yo no solo la respetaré, sino que voy a colaborar en ella. Liz: (Le da un beso en la mejilla) Gracias Danny. Nadie nunca me había dicho eso. Capítulo 23 Regreso, huída y temor. 7 de la mañana. El teléfono sonaba en casa de los Fenton. Una chica de tez blanca perfecta y cabello largo negro contesta mientras su melodiosa voz matinal dice por el altavoz "Diga..." Esa voz melodiosa cambia drásticamente al sonido de mil violines... Tocados por un montón de mancos, mientras grita "Danny perdedor, baja en este momento". Danny: (Medio dormido) ¿Y ahora qué quieres Liz? ¿Qué hice ahora? Liz: ¡¡¡SAM VA A VOLVER A AMITY PARK MAÑANA!!! Danny: ¡¿Qué?! Liz: Sí, Sam regresa de Inglaterra. Rápidamente y sin decir agua va, Liz jala a Danny de la mano y lo arroja a su habitación. Liz: Vístete rápido, hay que avisar a todos. Danny: Sí, pero no creo que... Liz: ¡¡¡TRANSFORMACIÓN!!! (Se transforma en fantasma y sale volando por la ventana) Danny: Liz, espera un... Ah, qué rayos. ¡Transformación!(Se transforma y sale tras de Liz. Pensando) Vaya, ella no tiene paciencia. La noticia corrió a todos en la escuela, y al día siguiente, Lunes, todos los amigos de Sam estaban en el balcón de la chica dándole "serenata" como a las 6 de la mañana. Todos: (Desafinados) Que bueno que regresaste, porque sin ti no hay nada que hacer... Mamá de Sam: ¿Qué es todo ese griterío?
Carlos: ¿Esa era...? Mónica: ¿...La señora Manson? Mamá de Sam: Si buscan a Samantha, está dormida. No quiero que la despierten. Menos el hijo de unos incompetentes cazafantasmas (Dirigiéndose a Danny). Jake: Jajaja, no la mueves, Danny. Te la aplicaron. Mamá de Sam: Y no quiero que mi Samantha se junte con una bola de perdedores como ustedes. Agustín: Señora mía, con todo el respeto que usted se merece... Me importa un bledo lo que usted piense de nosotros. Eso queda a juicio de su bella hija. Sam: ¿Chicos? ¿Son ustedes? Gibrán: Sam, que padre que estés despierta. Noto que ya estás vestida. Sam: Porque hoy quiero llegar antes que nadie a la escuela. Estoy de regreso, y quiero dejarle una sorpresita a Paulina en su casillero. Liz: Pues baja ya. Mamá de Sam: Ah no, jovencita. Si quieres salir por la puerta de esta casa, tendrás que cortar lazos con estos mediocres. Sam: Está bien... Saldré por la ventana. (Baja a la sala y sale por la ventana del frente. Casper High... Sam: No tienen idea de todo lo que sufrí en Inglaterra. Sobre todo porque mi nuevo maestro fue Lancer. Tucker: Pues sufre más, nuestro maestro es Vlad. Sam: ¿Vlad Masters? Tucker: Si, ese mismo. Paulina: Vaya, la gótica regresó de Transilvania, Inglaterra. Liz: Am, Paulina... Transilvania queda en Rumania, no en Inglaterra. Paulina: Lo que sea, ambos quedan en Asia. Gibrán: Es en Europa. Paulina: Piérdete, baboso. Liz: (Se para en frente de Paulina) ¿Cuál es tu maldito problema? Paulina: Ah, nada en especial. Sólo que ustedes estorban en la escuela. Liz: ¿Sabes? Si me dieran una moneda por cada vez que tú me dices que estorbo, sería el doble de rica de lo que soy ahora. Y si junto a esas monedas, me dieran una cada vez que repruebas un exámen, una tarea o un cuestionario, sería 10 veces más rica de lo que sería con las otras monedas. Paulina: No tengo ni la menor idea de lo que me dijiste, pero estoy segura que fue un halago. Liz: Vaya, no creí que fueras tan estúpida. ¿O acaso tampoco entendiste eso? Paulina: ¿Me llamaste estúpida? Liz: Y tenemos una ganadora. Paulina: Me las vas a pagar, tonta. Liz: Quiero verlo, idiota. Paulina: Pues lo verás, lela. Liz: Demúestramelo, ramera. Gibrán: ¡¡¡¡¡¡LIZ, CORRE, PAULINA ES CAPAZ DE LO QUE SEA!!!!!! Paulina: ¡¡¡¡Liz Fenton, me las vas a pagar!!!! Danny: ¿Por qué le dijiste eso a Paulina? Liz: Ay, se lo merece. ¿Y porqué la defiendes? ¿Te sigue gustando? Danny: Claro, que no. Es solo que... (Se sonroja levemente) Liz: ¿Qué? Danny: Que me preocupa que puedas crearte mala reputación. Liz: ¿Más de la que ya tengo?
Gibrán: Danny, no te preocupes por Liz. La conoces, y si se especializa en algo es en salir de problemas. Sam: (Pensando) Antes que me fuera, Danny parecía muy distraído con Liz. Pero ahora, parece que las cosas se pusieron peores. Agustín: Sam, ¿Te puedo preguntar algo? Sam: Sí, lo que quieras. Agustín: Mira, la cosa es esta. El baile de salida se aproxima, y yo aún no tengo pareja. Iría con Liz, pero parece que espera que alguien la invite. ya ha rechazado a todos en la escuela, y sólo falta que Danny y Gibrán la inviten. Pero no se si quiere ir con alguno de ellos o no quiere ir. Y me preguntaba si querías ir conmigo. Sam: Mira, se que somos amigos... Agustín: No es en plan de pareja, sólo como amigos, para no ir solito. Sam: Lo pensaré. Agustín: De acuerdo, bella dama. (Le besa la mano) Sólo es por cortesía, no por otra cosa. Sam se quedó pensando todo el día sobre esos dos asuntos. La invitación de Agustín, la podría usar para dar celos a Danny, pero esa no es manera de tratar a un amigo como Agustín. Aunque, tal vez, si le explicaba a este lo que Sam pensaba, no lo estaría usando. Esa tarde fue a ver a Danny. Liz: Mira, el se está bañando. Pero puedes entrar a su cuarto, yo le aviso que estás aquí. (Le murmura) Si quieres, puedes leer su diario, lo guarda en el cajón derecho, el que no tiene candado. Sam: ¿Y porqué querría leer su diario? Liz: Es que es divertido leer todas las tonterías que escribe cada noche. Sam entró al cuarto de Danny, y vio el cajón que Liz le indicó. No resistió el deseo de ver lo que Danny no podía mostrarle a cualquiera. Sacó el diario de Danny del cajón y empezó a leer. La verdad, eran puras tonterías, como Liz dijo. Pero se topó con algo que no imaginó. "...Lo bueno es que no somos familia en verdad. Me da una oportunidad. Es tan bella. Sus rojizos labios son tan lindos, y su cabello tan negro como el ébano, es deslumbrante. Su blanco rostro es tan angelical. Pero tan melancólica, y tan oscura, tan misteriosa, tan invitante. Y también es tan agresiva, tan violenta, irreverente, me recuerda a Rei y Asuka de Tokio 3. Ambas eran tan lindas, y Liz, mi Liz, es la mezcla de ellas dos. Creo que el amor a primera vista no es lo mío, porque no pude ver lo encantadora que es en verdad. Tuve que esperar casi 4 años para volver a verla y descubrir que lo que siento es más que lazos de familia, es amor". Ya no quiso leer más. Regresó el diario a donde lo encontró y se dispuso a irse. En esos momentos llegaba Danny, quien salió de la ducha. Danny: Hola Sam. Sam: Ah, Danny. No me puedo quedar. Recordé que tengo algo muy importante que hacer, y tengo que irme. Nos veremos mañana en la escuela. Se fue en ese momento, y en cuanto llegó a su casa, quiso romper en llanto. Se sentía tan mal, y, con odio hacia Liz por enamorar a Danny. Un momento, ella no tiene la culpa de nacer perfecta. Nadie decide cómo nacer. Eran de esas cosas que se dejan al destino, como de quien nos enamoramos. Deseos de huir recorren la mente de Sam, huir de Danny, de Liz, de ambos.
Capítulo 24 Dame más. Sam estaba destrozada. El irse no fue una grandiosa idea para hacer que Danny la quisiera más que como amiga. Incluso temía que ya no la quisiera ni como amiga. Liz... Liz... Ella se lo robó. "No, ella es una amiga, no pudo hacer eso" se decía Sam a sí misma. Liz es una amiga, pero, ¿Cómo puede seguir viéndola como amiga si tiene que competir con ella por Danny? Al día siguiente, Sam llegó un poco triste a la escuela. Se topó con Agustín en camino a la escuela. Sam: Am, Agustín... Agustín: Dime, amiga. Sam: Es que, ayer estuve pensando, y quiero decirte que quiero ir al baile contigo. Es en 2 semanas, ¿No? Agustín: Así es, y me alegra que hayas aceptado ir conmigo. Verás que nos vamos a divertir. Sam: Si, nos divertiremos mucho. (Pensando) Y más yo con mi pequeña venganza. Mientras tanto, Angélica estaba muerta de ansias por un pequeño secreto que tenía sobre Danny. Fue a su casa para hablarle a solas sin que Liz se metiera. Angélica: Danny, despierta. Danny: (Asomándose por la ventana) ¿Qué pasa, Angélica? ¿Qué haces aquí? Angélica: Es que... Quiero decirte algo. Baja ya. Danny (Después de un rato y ya vestido, baja) Ahora sí, ¿Qué quieres? Angélica: Quiero darte algo. Cierra los ojos. Danny: (Cierra los ojos) Angélica: (Besa a Danny en la boca) Te amo, Danny. Danny abrió lentamente los ojos, mientras oía a Angélica decir estas palabras. El se quedó impresionado, pues creía que Angélica era más reservada. Ella se veía tan ilusionada con este acto, pero el le dijo "Pero yo a ti no". La sonrisa de la rubia platina se quitó lentamente. Angélica: ¿Por qué no? Danny: No se, pero... Tú eres una chica muy buena, pero no eres lo que yo estoy buscando. Angélica: ¿Y qué estás buscando precisamente? Danny: Alguien como Liz. Angélica: ¿Como Liz? Danny: Si, de ella es de quien estoy enamorado. Angélica: De ella. Bueno, me voy, no quiero llegar tarde a la escuela por trivialidades. Danny: Está bien. Nos veremos luego. Angélica no pudo evitar que las lágrimas brotaran de sus ojos. Y se puso a pensar. En la escuela le reclamó a Liz en cuanto la vio. Angélica: Liz Fenton, justo contigo quería hablar. Liz: Si, Angélica. ¿Qué sucede? Angélica: (Le da una bofetada) Liz: (Molesta) ¿Y se puede saber porqué fue eso? Angélica: Sabías que el era lo único que me podía hacer feliz. Lo sabías y me lo quitaste. Liz: ¿De qué rayos estás hablando?
Angélica: Pues de Danny. Sabías que el me gustaba, y lo volviste a hechizar para que se fijara en ti. Liz. ¿Qué? El no me gusta. Ni siquiera me agrada. ¿Cómo crees que haría que le gustara. Angélica: Se notan las mentiras de tu boca. Ya no te creo nada. Desde hoy, ya no te puedes considerar mi amiga. Ten eso por seguro, que jamás de los jamases volveremos a ser amigas. Liz: ¿Estás loca? ¿Sólo por eso? Angélica: Sí, solo por eso. Ya no quiero verte nunca más. Liz fue al baño a bajar la inflamación de su mejilla, pues Angélica la abofeteó muy fuerte. Entró en esos precisos momentos Beebe, quien le preguntó a Liz qué pasó. Liz: Tu queridísima antepasada me volvió a jugar una linda broma de amor, y ahora Angélica se enojó conmigo. Beebe: ¿Cómo? Liz: Parece que volvió a hacer un hechizo de amor con Danny, porque según Angélica, el me ama. Beebe: Eso es imposible. Artemisa no ha vuelto. Regresé mis poderes a la caja musical de donde los obtuve. Y Artemisa se quedó allí dentro. Liz: ¿Qué? Eso significa que... ¿Es posible? Se nota que es un idiota. ¿Cómo pudo enamorarse de mi, si soy mala con el? (Moja un trapo y se lo pone en la mejilla) Beebe: Bueno, ya deja eso. Ya debió bajar tu hinchazón. Vamos a clases. Hoy entregan los anuarios. Liz: Si, vámonos. Ya estando en el salón, estaban en plena clase cuando... Vlad: Lo intentaré una vez más, Gibrán. Si contestas bien, no tengo porqué castigarte. Gibrán: Me parece bien. Vlad: De acuerdo. Dime 3 gases nobles. Gibrán: Zenón, Kriptón y Neón. Vlad: Está... Correcto. Gibrán: Y gas natural. Vlad: ¿Gas natural? Gibrán: Si, ese que sale naturalmente por el sótano, y es muy noble con tu nariz... (Todos se ríen) Vlad: ¡¡¡Ya siéntate!!! Liz. Buen trabajo, vaca. Altavoz: Atención alumnos. En este momento se anunciará lo mejor de este año escolar. En "Mejor Porte" se encuentra... Paulina: Yo, su servidora, Paulina Sánchez. Altavoz: ...Lizette Harumi Fenton Langley. Liz: ¿Yo? ¿Gané yo? Qué chistoso, le gané a Paulina. Altavoz: Para "Mejor Vestida" se encuentra... Paulina: Ahora sí soy yo. Altavoz: ...Lizette Harumi Fenton Langley. Para "Mejor sonrisa", "Mejor cabello", "Mejor espíritu escolar" y "Mejor desempeño en servicio a la comunidad", se encuentra... Paulina: Tengo que ser yo, tengo que ser yo. Altavoz: ...Lizette Harumi Fenton Langley. Esos son todos los premios femeniles que son otorgados al final del año. Para los hombres... Paulina: Liz "Fentonta", debiste hacer algo para salir ganadora en todo. Liz: No, no hice nada. ¿Yo para qué querría participar en "Los trofeos a la payasería 2008"? ¿Y no se te ocurren apodos más originales, "Patiña" Sánchez?
Ese día, Danny quiso invitar a Liz al baile. Y aunque los nervios le mataban, decidió invitarla aún así. Danny: Liz... Liz: No iré al baile contigo. Mucho menos contigo. Danny: Pero, ¿Por qué? Liz: Porque no, ahora vete. Gibrán luego le propuso a Liz ir al baile con el, y sorprendentemente aceptó. Danny se seguía preguntando porqué con el no quiso y con Gibrán si. No podía ser porque eran amigos, pues hasta a Jake y a Carlos había rechazado. Había algo más. En un abrir y cerrar de ojos, la noche del baile había llegado, y Danny no tenía pareja. Angélica había sido invitada por Jake, y Mónica por Carlos. Incluso fue con Valerie, pero ella iría con Tucker. Y Sam, su último recurso, ya estaba invitada por Agustín. Noche del Baile... Maddie: Chicos, bajen, o llegarán tarde al baile. Liz: Ya voy, tía. Bajan Jazz y Liz y se ven preciosas con sus vestidos de noche. Claro, cada una con su propio estilo. Mientras Jazz traía un elegante vestido de noche clásico, Liz tenía un vestido Lolita de color negro con detalles blancos y un crucifijo. Pero Danny no se veía muy bien que digamos. No porque no estuviera bien vestido, sino porque no estaba de humor. El caso es que gibrán fue muy elegantioso por Liz y un chico desconocido por Jazz, pero Danny no tenía a nadie para recoger. Llegaron al baile, y Sam se puso a bailar con Agustín en cuanto vio que Danny llegaba. Danny se les quedó viendo, mientras Sam parecía feliz. Danny se sentía mal, pero se aferraba a Liz. Se sintió peor cuando Sam besó a Agustín. Agustín: Sam... Sam: Si, ¿Qué quieres? Agustín: Sólo aceptaste venir conmigo por venganza, ¿Verdad? Sam: Bueno, yo... Agustín: Mira, no digo que esté mal. Pero debiste decirme que sólo por eso me invitaste. Mira, yo creo que hasta aquí le llegamos con esto. No sea que también quieras hacerte mi novia falsa. Me voy a mi casa. (Suelta a Sam y se va) Danny salió para tomar aire, pues se sentía asfixiado por ver a todas las parejas que bailaban abrazados. Vio a Sam, pero no se le acercó, no sabía porque. La noche era terrible. Y el día siguiente, Sábado, fue peor. Capítulo 25 Déjame en paz. Mañana de Sábado. Como era una costumbre, Liz despertó muy temprano en Sábado, pues se disponía a practicar más sus poderes mágicos para controlarlos y evitar desastres. La chica de cabello negro ébano estaba controlando una nube de lluvia diminuta, cuando sintió que la observaban. Volteó sigilosamente, para ver a Danny que la espiaba desde la parte alta de un árbol. Ella se alejó inmediatamente y fue en camino a la cocina para desayunar.
Danny se sintió algo mal por no saber exactamente como atraer a Liz a el. Así que pidió consejo de la mejor amiga de esta, Mónica. Mónica: Mira, Danny. A Liz le gustan los hombres atentos, que la hagan reír, que no sean empalagosos, que sean corteses e inteligentes. Hay que admitirlo, tú no eres nada de eso. Ni siquiera te acercas al estándar requerido para un "Que tal si" con Liz. Danny: Necesito que me digas cómo conquistarla. Parece que ella no me quiere ver ni en pintura. Mónica: Mira, en este asunto, no hay formas a corto plazo. Tendrá que ser lento y desesperante para ti. Y no te aseguro que caerá rendida a tus pies, pues puede enamorarse de otro en el proceso. Danny: No importa los riesgos, yo la quiero, y haré que me quiera. Mónica: Ok, lo primero que debes hacer es mostrar interés en todo lo que ella hace y haga. Ella debe sentir que te interesas por ella. Y así hizo Danny, pero no como debiera ser, pues ocurrió algo así.: Danny: Hola Liz. Liz: Ah, hola Danny. Danny: ¿Qué haces? Liz: Lavar platos. Danny: ¿Por qué? Liz: Porque acabo de desayunar, y será mejor que los lave ahora antes de que se acumulen en el fregadero. Danny: Pero, es muy temprano para lavar platos. Liz: ¿Y? Es mejor así, dejo mis deberes hechos. Danny: ¿Y ya hacías esto antes? Liz: Lo hago cada mañana. Danny: ¿Desde cuando? Yo no recuerdo que lo hicieras. Liz: (Con tono de fastidio) Lo hago desde que regresamos de Tokio 3. Danny: ¿Y eso a que se debe? Liz: (Con tono molesto) Lo aprendí de Shinji. ¿O acaso tampoco lo recuerdas? Danny: Claro que me acuerdo de el. El antisocial idiota, ¿No? Liz: (Con tono más molesto) Yo no lo llamaría así, ¿Sabes? Danny: ¿Y tú como lo llamarías? Liz: El que no anda molestándome sólo porque lavo los platos por la mañana. (Se va molesta) Mónica: (Riéndose) Jajaja... Y luego tu... Jajaja... Y ella te dijo... ¡¡¡¡JAJAJAJA!!!! Danny: ¿Ya terminaste? Mónica: No, un momento.... JAJAJAJA.... JAJAJA... Bien, ya terminé. Danny: Bien, porque necesito... Mónica: JAJAJAJAJA... LA REGASTE, AMIGO... JAJAJA... Bien, creo que eso fue todo. Lo que pasa, es que con eso de interesarte por lo que ella hace, me refería a prestarle atención. ¿Me entiendes? Danny: Si pudieras explicarte... Mónica: Mira, debes ver qué le gusta hacer. y luego investigar porqué le gusta hacer esas cosas. Ella se interesa por la mitología, hechicería y todas esas cosas. le gusta por todo el misterio que lo envuelve. Danny: Entonces, si yo me intereso por todo eso, ¿Le podría empezar a gustar? Mónica: Ese es el plan. Danny: Genial. Ahora... Solo debo ver quién me ayudaría en la materia. Mónica: Sam y Jake son expertos en ese tema. Te podrían enseñar.
Danny fue en busca de Jake y Sam. El primero lo ayudó sin objeciones, pero Sam... prefirió no explicarle nada, ni siquiera lo atendió cuando Danny llamó a su puerta. Danny no le prestó importancia a la actitud que adoptó Sam hacia el, pues el amor lo volvió aún más despistado que antes. El caso es que Jake le mencionó varias cosas a las que se aficionaba Liz. Una tarde, mientras ella se hallaba en la biblioteca... Liz: (Leyendo en voz alta) ...En cancervero se denotaba por ser un enorme perro con tres cabezas. Se decía que cuidaba... Danny: ...Se decía que cuidaba la entrada al infierno. Lo único que lo podía domar era la música de un arpa. Liz: Danny, ¿Desde cuando te interesa la Mitología? Hace un mes dijiste que era basura. Danny: Pues, últimamente me ha atraído el tema. Todas esas hidras, Medusas, Quimeras, Serpientes emplumadas... Liz: ¿Qué? Danny: Me interesa lo que a ti. Y me parece muy interesante que una chica tan linda como tú se interese por estas cosas. Liz: (Se levanta con el libro. Lo regresa al estante y se va) Danny salió tras de Liz para tratar de averiguar el porqué se fue de la biblioteca. No entendía porqué, si a ambos parecía gustarle lo mismo. Danny: Liz, espera un momento. ¿Por qué te vas? Liz: Porque ya me hartó el que te intereses tanto por mi. Déjame en paz, ¿Qué no tienes mejores cosas que hacer? Danny: Mira, se que si te explico porqué te sigo a todas partes, se que tú sentirás lo mismo. Me gustas. No, lejos de eso... TE AMO... Liz: ¿Qué? Danny: Si, eres la primera persona en la que pienso cuando despierto, y la primera que quiero ver en las mañanas. Me encantas porque eres tan bella y sensible... Liz: Danny, eso no es amor, es solo enamoramiento. No es real. Danny: ¿Cómo no puede ser real, si lo estoy sintiendo? Liz: ¿Y tú crees que yo no lo sentí con Eric? Me pasó lo mismo, lo quería, pero me di cuenta de que no era real. El no me hacía feliz. Y pasará lo mismo contigo. Además, tú no me gustas, ni siquiera te soporto. Eres el chico más superficial con el que he convivido en toda mi vida. Sólo fijándote en la cubierta, sin saber cómo es el interior. Así pasó con Paulina, la quisiste porque es bonita. Y, la verdad no se que le viste a Valerie, pero fue lo mismo. Y hay por ahí otra chica, sufriendo porque tú no le prestas atención. Y esa chica vale la pena, pero yo no se porqué ella se fija en ti si eres tan hipócrita como para ver su belleza interior. Y es lo que pasa conmigo, yo se porque te gusto, y no es por cómo soy en mi persona. Me quieres porque soy bonita. No creas que a diario no me veo en el espejo, y detesto este rostro porque nadie ve más allá de el, incluido tú. Te detesto, así como detesto a Dash te detesto a ti, porque ambos son un par de idiotas que no pueden ver más allá de un lindo rostro. Danny: Liz, por favor, no digas esas cosas. Liz: ¿Y porqué no habría de decirlas, si son verdad? Y si me conocieras tanto como crees, sabrías que así soy yo de malvada. Pero no lo sabes, ¿Por qué? Porque yo no significo nada para ti, porque me ves sólo como un trofeo que puedas presumir con los demás. Y si lo fuera, alguien más ya me ganó. Y ese alguien es Gibrán. Danny: ¿Por qué Gibrán? Es un perfecto tonto. Liz: No es cierto. Gibrán puede ser bruto a veces, eso no lo dudo. Pero me conoce como nadie, es atento conmigo, sabe escucharme, y ve a la Liz que no todos percatan, pudo ver a traves de
mi lindo rostro y fijarse en la fría persona que soy en verdad. Pero tú viste mi cara y pensaste que yo era dulce y tierna, mas soy cruel y despiadada con los que creo se lo merecen. Danny: (Empieza a llorar) Liz, por favor, dame una oportunidad contigo. Liz: ¿Acaso no entiendes? Ya no tienes oportunidad conmigo, métetelo en la cabeza. No tienes ni una sola oportunidad conmigo. Danny: No puedes acabar con esto de esta manera. Liz: ¿Acabar? Si nunca empezó nada. ¿Cómo se puede terminar con algo que jamás empezó? Danny: Por favor, Liz. Prima, amiga... Liz: Tú y yo sabemos que no somos primos, y ahora ya no puedo verme como tu amiga. Ahora lo arruinaste todo. Déjame en paz, tú ocúpate de tu vida, que yo me ocuparé de la mía. Liz se fue en ese presciso momento a la casa. Danny fue al parque a intentar consolarse. No podía, pues sentía que Liz era la única en su vida. Sólo se quedó sentado toda la tarde en una banca, preguntándose qué estaría haciendo Liz en esos momentos. Oscureció y el no se iba de allí. Liz tuvo que salir a buscarlo, y cuando dio con el... Danny estaba tan triste que no era capaz de transformarse y volar, Liz tuvo que cargarlo hasta casa. Capítulo 26 Mi Rosa Negra. Maddie: Danny, sabes que no puedes salir a estas horas de la noche. Danny: Lo siento. Jack: ¿Quién crees que hizo hoy tus deberes? Yo, porque tú no estabas aquí para hacerlos. Danny: Lo siento. Jazz: Danny, nos tenías a todos muy preocupados. Danny: Lo siento. Liz: ¿Crees que sólo con decir "Lo siento" se va a arreglar todo? Danny: Lo siento. Estoy muy cansado como para discutir ahora. Me voy a la cama. (Sube las escaleras y entra a su habitación) Liz: Esto no se puede quedar así. Voy ahorita mismo a hablar con el. Jazz: No, Liz, no vas a poder entrar. Ya lo conoces, en cuanto se encierra en su cuarto, pone seguro. Liz: Pues tendré que atravesar la puerta. Es un engreído y no se saldrá con la suya. Liz caminó hacia la puerta de Danny y se transformó en fantasma. Se sorprendió al no poder entrar. "El muy desgraciado puso un escudo anti-fantasmas" se dijo a sí misma. Liz: Danny, por amor de Dios, abre la maldita puerta o la tiro a patadas. Danny: Inténtalo, a ver quién termina pagándola. Liz: Bien, tú lo pediste. Sephirato cerrato. (Quita el seguro de la puerta y entra al cuarto) Danny: ¿Cómo entraste a mi cuarto? Liz: Un hechizo especial. Ahora, dime... ¿Por qué rayos eres así? Danny: ¿Cómo así? Liz: Así de egoísta y payaso. Crees que puedes hacer lo que quieras, pero no es así. ¿Por qué eres así? Danny: ¿Y cómo quieres que me comporte si la chica que amo no quiere estar conmigo? Liz: Esto es por lo de ayer, ¿Verdad? Entiende, métete en la cabeza que no puede haber nada entre tu y yo. Somos como agua y aceite, incompatibles. No puede haber nada entre tu y yo. Danny: Liz, quiero que entiendas que yo jamás voy a dejar de quererte, y que lo único que necesito para ser feliz es que tu me quieras como yo a ti. Liz: Pues despídete de tu felicidad. No hay, ni hubo, ni habrá nada entre nosotros. Danny: Está bien, no puede haber nada entre los dos, pero...
Liz: Pero qué... Danny: Quiero pedirte algo, y si me lo das, prometo que dejaré de molestarte, aunque siga pensando en ti, y trataré de olvidarte. Liz: ¿Qué es? Dímelo. Danny: Un beso. Liz: Ni en sueños te voy a besar. Danny: Por favor, Liz, sólo eso te pido. Liz: De acuerdo, pero... Con la condición que me llames por mi segundo nombre. Que me llames Harumi. Pero sólo por hoy. Danny: De acuerdo, Harumi. Liz se acercó muy nerviosa hacia Danny. Tragó saliva como si le repugnara la idea de besar a Danny, pero el no prestó atención a ese gesto de Liz, y acercó lentamente su boca a la de la pelinegra. Liz metió sus labios en la boca, como resistiéndose al beso venidero. Danny notó esto y rápidamente la detuvo con su boca. Le dio un beso un tanto dulce, y Liz, quien estaba muy tensa, se fue relajando. De pronto, ella también empieza a besarlo, pero se dió cuenta y soltó a Danny. Respiraba agitada. Danny: Y bien, ¿Sentiste algo? Liz: Sí, asco. No quiero que lo vuelvas a hacer, que yo ya tengo novio que me bese. Danny: Se que mientes. Liz: No, yo jamás miento. Además, no se si tú creas que besas bien, pero no es así. Me siento mal, me voy a mi cuarto. Liz entró a su habitación y se acostó en la cama. Se quedó meditando sobre lo que pasó hace unos minutos. ¿Qué pasó? "Le devolví el beso" se quedó pensando hasta dormir. 2 de la madrugada. Liz estaba dentro de su cama, mientras que la ventana estaba abierta. Qué mas da, ella se encuentra en el tercer piso. A menos que vuele, nadie puede entrar. Ella estaba sumida en un profundo sueño, cuando alguien la despertó violentamente. Antes que ella pudiera gritar, el extraño individuo le tapó la boca. Con la mala visión nocturna de la ojinegra, no pudo distinguir perfectamente quién era, sólo reconoció un extraño parecido con su primastro. El hombre, con voz fría y siniestra le habló. ¿?: Yo se perfectamente quién eres. Y aunque no lo creas, tú sabes perfectamente quién soy yo. No digas nada, y nadie saldrá herido. ¿De acuerdo? Liz: (Asienta con la cabeza) ¿?: Eso espero. (Le destapa la boca) Liz: ¿Quién o qué eres tú? ¿?: Alguien muy cercano a ti y tu familia postiza. Vendré aquí cada noche, por lo que, si le dices a alguien esto, si lo murmuras, o mencionas siquiera una sola palabra, lo sabré. Y en cuanto eso pase, date por muerta. ¿Comprendes? Liz: (Aterrada) Si, perfectamente. Ante el miedo que mostraba Liz, el extraño personaje le sujetó el mentón y le acarició tiernamente el rostro. Liz se fue calmando lentamente, y en un parpadeo, el misterioso individuo de fue. Liz se sintió extraña, una rara mezcla de miedo y curiosidad. A la mañana siguiente del Domingo, aparentó que todo estaba bien. Intentó no decirle a nadie, y parecía funcionar. Fue en la tarde cuando se puso a sospechar. Se encontraba en la sala jugando con Daniel, el hijo de su fallecida amiga. El pequeño ya pronunciaba más palabras, y estaban ambos en la sala, cuando Danny hizo su aparición.
Danny: Hola Liz. Liz: (Sin dirigirle la mirada) Hola Danny. Danny: ¿Qué pasa, Harumi? Liz: Te dije que sólo ayer me podías decir así. Danny: Perdona, es que... Ayer fueron tantas emociones encontradas. Liz: Y que lo digas, jamás había sentido el asco y el coraje juntos. Danny: Bueno, tal vez tú sentiste eso. Pero, comparado con lo que yo... Liz: Déjame en paz. Y ni creas que volveré a hacer eso. Ahora vete, quiero estar a solas con Daniel. Daniel: Papá, papá. Liz: No, Daniel, el no es tu papá. Dale gracias a Dios que no es tu papá. Mira la hora, ya empezó tu programa. Danny, me harías un favor increíble si te largas en este momento y no nos volvemos a ver hasta la cena. Danny se fue y Liz encendió la televisión. El ojiazul fue a su habitación y tomó una libreta que se hallaba en un cajón sin candado. Era su diario. Empezó a escribir: "Hermosa, preciosa, una princesa de hielo, igual de gélida, pero igual de preciosa. Es como una rosa, una rosa negra. Tan difícil de encontrar, y su belleza es casi imposible superarla. Ninguna mujer se le compara en belleza, es perfecta. Mi rosa negra. ¿De verdad seré egoísta al quererla únicamente para mi?" Zona Fantasma... Spectra: ¿En serio crees que funcione tu plan? Ember: Esa niña es muy lista, no creo que funcione. ¿?: Creanme, ella no resisitirá por mucho. Tarde o temprano tendrá que decirle a alguien. No importa cuando lo haga, el caso es vengarse de Danny Phantom. Hacerlo sufrir, hasta que ya no pueda más. Dará su vida por la mocosa esa, y entonces ustedes tendrán el Mundo Real para dominarlo a su antojo. Skulker: Espero que tu plan funcione. ¿?: Funcionará, se los aseguro. Technus: Más vale que así sea. Fantasma de las Cajas: Ese niño tiene que recibir su merecido. ¡¡¡Soy el...!!! Una bola de energía derribó al Fantasma de las Cajas, provino del mismo sujeto que apareció la noche anterior en la recámara de Liz. Una gélida sonrisa apareció en su boca, mientras decía "Danny Phantom será historia". Capítulo 27 Aterrada Lunes de escuela. Liz pasó la noche en vela por el miedo que aquel sujeto desconocido le hizo sentir. No pudo dormir la noche entera, por lo que optó por usar lentes oscuros para que Danny no se diera cuenta. "Si lo sabe, empezará de encajoso" se decía a sí misma. Estaba sentada en una banca del patio cuando Gibrán apareció. Gibrán: ¿Cómo está la hechicera más hermosa del universo? (Le da un beso) Liz: (Bosteza) Hola, mi amor. Perdón estoy algo cansada. No dormí en toda la noche. Gibrán: ¿Por qué? ¿Qué hiciste anoche? Liz: Mmm... Nada, sólo no concilié el sueño. Gibrán: ¿Y traes esos lentecitos por...?
Liz: Es que... (Bosteza) Si Danny se da cuenta, empezará a molestarme. Se está preocupando mucho por mi últimamente. Gibrán: Bueno, tengo clases. Me voy, nos vemos en el almuerzo. Y... Suerte con Danny, allí viene. (Se va) Danny: Hola Liz. Liz: (Medio dormida) Hola. Danny: Se que prometí no volver a molestarte, y olvidarme de ti... Pero simplemente no puedo. Liz: Ajá. Danny: Y, te pido que me digas con sinceridad... ¿Tú también me quieres como yo a ti? Liz: (Casi dormida) Sí, sí. Danny: ¿En serio? Liz: (Cae dormida al hombro de Danny) Danny: Liz, no sabía que me querías tanto. Liz: (Empieza a roncar) Danny: Liz, ¿Estás dormida? Liz: No... Cachorrito... La feria... (Sigue roncando) Danny: (Se levanta y Liz azota contra la banca) Liz: Ah, ¿Qué? ¿Qué pasó? Danny: ¿Acaso dormiste anoche? Liz: Am, sí. Dormí mucho. Tanto, que quiero seguir durmiendo... El día fue muy pesado para la chica ojinegra. Y aún más cuando se está durmiendo cada 5 minutos. Llegó a casa, y antes de ponerse a hacer la tarea, durmió la siesta con el pequeño de apenas un año. Al fin despertó, dos horas después, y empezó a hacer sus deberes. El día fue muy tranquilo. La noche llegó, y ella se quedó dormida en su habitación. De nuevo, fue despertada violentamente. La mano de aquel siniestro ser en su boca, mientras que la otra la aprisionaba contra la cabecera de su cama, quedando ambos bajo el crucifijo de cristal que se encontraba fijado en la pared. ¿?: Se nota que tú cumples con tus promesas. No has mencionado nada, y espero que no menciones nada de lo que pase esta noche. (Le destapa la boca y la aprisiona con ambos brazos) Liz: ¿Qué harás, extraño? ¿?: No me digas así, soy un conocido tuyo. (Empieza a besarla en el cuello) Liz sentía extrañas esas caricias. El individuo se veía humano, pero sus besos quemaban, como un demonio. Se veía un hombre mayor, de unos 24 o 25 años, pero sentía un aura muy extraño, como fantasmal. Entre esa confusión, sólo escuchaba la voz de este mismo decirle "Quédate quieta, no hagas ni digas nada". Entre abrazos y besos, Liz sentía extraño. Estaba entre el terror, y el placer. Esta fuerza, ya era conocida para ella, ese aura era familiar, pero desconocido a la vez. Era totalmente extraño. El blusón que la chica de cabello negro ébano usaba para dormir fue lentamente desabotonado por el desconocido personaje. Su respiración se agitaba poco a poco, mientras las manos del desconocido se paseaban por su pecho. Antes de que soltara el cintillo que ocultaba el cuerpo de Liz, el rechinar de la puerta lo interrumpió. Y en un abrir y cerrar de ojos, el sujeto volvió a desaparecer. Danny corrió a su habitación antes de que Liz se asomara. Prescenció todo el pequeño espectáculo nocturno. "¿Podría ser eso lo que inquieta a Liz?" se preguntaba el ojiazul. Era obvio que sí. ¿Le preguntaría a su primastra sobre lo que vio esa noche? No, hay que dejarla en paz, como el prometió. Además, si no lo dice, ha de tener sus razones, y no hay que forzarla a hablar. Le preocupa mucho la seguridad de la chica, pero temía cometer un error, que le llevara a algo peor.
Liz escuchó el rechinido de la puerta, y volteó para observar. Nuevamente, el extraño desapareció, no sin antes, dejar una pequeña nota en la cama. La chica se levantó de la cama y caminó hacia la puerta mientras volvía a abrochar su blusón. Se asomó y no vio a nadie, tal vez el viento abrió la puerta, quién sabe. Regresó a la cama. Increíblemente, el niño seguía durmiendo, como si nada hubiera pasado. Vio un papel en la cama, lo tomó y leyó. "Te espero mañana a esta hora en el bosque. No comentes nada a nadie, y todo estará bien". Capítulo 28 Confundida. La nota no estaba firmada. Ni siquiera unas iniciales, y la hora era muy extraña. Eran las dos y media de la madrugada. ¿Por qué alguien la citaría a esas altas horas de la noche en un sitio tan solitario como el bosque? Era muy extraño. Bueno, en su vida ¿Qué era realmente extraño? Entre ser mitad fantasma, ser la reencarnación de una bruja y ser la madre postiza del hijo de una difunta, esto era sumamente normal. ¿Qué tal si era una trampa para eliminarla? La muerte le caería bien en esos momentos, pues así sus amigos ya no tendrían tantos problemas. Además, no había nada de malo en asistir a la inusual reunión. El sujeto no parecía interesado en hacerle daño alguno. Pero, ¿Ella que puede saber? Es una completa tonta, que no sabe ni se da cuenta de nada. Se acostó de nuevo, llevó sus manos a su rostro y luego levantó la mirada. Vio el crucifijo empañado, pues por un momento la ventana se cerró, y hasta ese momento seguía cerrada. Liz: ¿Qué estás viendo? Le costaba trabajo ignorar la mirada triste del Cristo de cristal que la observaba fijamente. Liz: Se que no es correcto, pero estoy obligada a pasar esto noche tras noche. Seguía hablándole a la imagen sacra que tenía sobre su cabecera. Se sentía un poco tonta por hablarle a un objeto inanimado. Sólo le decía "Deja de mirarme", pues no podía rezongarle a una figura tan santa como ese Cristo de vidrio. Se hartó de verlo y se paró en su cama. Descolgó la figura y la colocó en el armario. Se sentía más mal que antes, pues Dios sabía lo que hizo esa noche. Aunque, después de todo lo que ha vivido, se puso a reflexionar "¿De verdad existe Dios?" El día siguiente pasó como cualquier otro día, pero algo le moletaba a la pelinegra. Fue un día tranquilo. Asistió a la escuela, trabajó en clase, incluso la nombraron la más bonita en todo Casper High. Su relación iba perfectamente, Danny no la "acosó" en todo el día. Llegando a su casa, hizo sus deberes, comió como de costumbre, jugó con Daniel, cenó y se fue a dormir. Su despertador sonó a las 2 en punto de la madrugada. Rápidamente se puso una camisa y una falda. Se peinó con el pelo sujetado, tomó un abrigo y salió por la ventana del primer piso. No hizo ruido alguno, se encaminó al bosque. Llegando al lugar que la nota indicaba, una ráfaga de viento se soltó. Hizo su aparición el sujeto de las noches anteriores. ¿?: Me da gusto que hayas venido. Liz: Mira, no tengo nada de tiempo ni paciencia para esto. Ya dime quien eres. Es obvio que soy muy ignorante como para no saberlo. ¿?: Si te lo dijera, te daría mucho miedo. Más del que has sentido hasta ahora.
La luz de la luna iluminó el sitio. Liz vio por primera vez las claras facciones del hombre aquel. Inevitablemente era muy parecido a Danny. Sus mismos ojos, su mismo cabello. Pero Liz podría asegurar de que se trata de alguien más. Fue cuando notó que el desconocido empezó a besarla. Ella se resistió, y el se lanzó hacia ella, derribándola. Quedaron ambos recostados en un árbol, con la luna como único testigo. Liz, entre toda esa confusión y miedo, sólo escuchaba cómo el hombre le decía "No temas, todo estará bien". En cuestión de uno o dos segundos, el sujeto volvió a besarla y acariciarla. Pasaba sus manos por la espalda de la ojinegra, mientras ella se quedaba inmóvil, quieta, mientras el le soltaba el cabello. Liz: Esto no debe ser. Yo tengo 14 años, tú tienes como 24. Es incorrecto, es ilegal. Soy menor de edad, y tu eres mayor. Esto es un crimen. ¿?: Para los humanos. Liz: ¿Tú no eres humano? ¿?: No, yo no tengo calidad de humano. Ni siquiera tú. Las brujas son en sí, criaturas divinas, las cuales, buenas o malas, han sido olvidadas por Dios. Incluso las wiccas, que gozaron su fama por ayudar personas, son seres detestables a los ojos de Dios. Tu cuerpo puede ser humano, pero tú no lo eres. Tú no perteneces a este lugar. Tú debes venir conmigo, a un sitio donde serías reconocida por millones, y adorada por todos ellos. Liz: ¿No soy humana? ¿Ni tu ni yo? ¿?: Así es, ninguno de los dos. Liz se dejó llevar por estas palabras. Se dejó acariciar y besar, se dejó abrazar por aquel desconocido. La luna brillaba en el cielo, y en ese momento, el individuo besó a la chica en la boca. Liz, quien estaba tensa, parecía reconocer ese beso. Nuevamente, se fue relajando. Ese beso, el beso de Danny. Ella se empezó a asustar. Sobre todo, porque había disfrutado el momento. Al terminar ese beso, de la boca de Liz se oyó un suspiro, en el que se oía el nombre de Danny. Liz: Eres como el. Te pareces a Danny. No se porque. ¿?: Yo no sólo me parezco a el. Somos la misma persona, pero totalmente diferentes. Liz: ¿Cómo es eso? ¿Cómo debo llamarte, si es que tienes un nombre? ¿?: Sólo llámame Dan. ¿Y a ti cómo he de llamarte? Liz: Llámame Li... (Se interrumpe. Luego dice) Sólo dime Harumi. La noche se fue muy pronto, y en cuestión de unos minutos, el sol empezaba a salir. De repente, con la vaga iluminación que daba el sol, la cual era más fuerte que la de la luna, Liz pudo notar que, prescisamente, se trataba de un ser totalmente idéntico a Danny. Las mismas facciones, y cuando escuchaba su voz, era como si Danny con unos años más le hablara. Se dio cuenta mientras Dan, como se hizo llamar, la besaba. La pelinegra no pudo resistir a la curiosidad, y preguntó porqué quiere el estar de ese modo con ella, en la intimidad de la noche. Liz: ¿Por qué quieres estar así conmigo? ¿Qué ocultas para guardar esto como un secreto? ¿Por qué yo? Dan: Porque eres totalmente bella, y eres demasiado para el mundo mortal. Se que tú ya tienes un hombre para ti, pero se que también deseaste estar así de nuevo como la otra vez. Eres una diosa, condenada a convivir con los mortales, mientras tu alma está atrapada en un cuerpo inmundo. Yo vi más allá de esa belleza superficial, y logré ver todo tu encanto verdadero. Y tu lugar, el lugar que te mereces, lo puedes tener si vienes conmigo. Piénsalo.
Nuevamente, en un abrir y cerrar de ojos, Dan se esfumó. El día estaba a punto de iniciar, y tenía que volver a su habitación antes de que se dieran cuenta de que no estaba allí. Mientras tanto, en la casa Fenton, Danny había despertado antes que todos, y fue a ver si Liz seguía dormida. Tocó a su puerta y no recibió respuesta. Volvió a tocar, mas Liz no contestaba. Cuando Danny entra, ve a Liz ya vestida y peinándose en el tocador. Liz: ¿Se te ofrece algo? Danny: No, sólo quería ver si amaneciste bien. Liz: Claro que amanecí bien. Danny: Entonces, ¿Por qué no abrías la puerta? Liz: Porque estaba vistiéndome. ¿O acaso querías que abriera medio desnuda? Danny: No, claro que no. Bueno, me voy a vestir para la escuela. Liz: Si, claro. Ya vete. La vio cerca. Por poco y no llegaba a tiempo para disimular lo ocurrido esa noche. Liz se quedó pensando en aquel personaje, y pensando en esa pequeña propuesta que le había hecho. ¿En serio podría ser ella un ser divino? Ahora, sólo debía preocuparse por lo que pasaría ahora. Casper High... Carlos: ¿Saben? Ya se acerca el Día de Brujas, el famoso Halloween. Liz: (Con voz desganada) Es cierto, ya está cerca. Danny: Liz, que yo recuerde, siempre te entusiasmaba estas fechas. Antes te gustaba mucho. Liz: Tú lo dijiste, antes. Ya no me gusta, y no pienso darte una explicación. (Se va) Gibrán: Discúlpala, Danny. Pero, es que, con todo lo que ha sufrido es muy difícil para ella alegrarse por estas festividades. Ya sabes, la muerte de dos amigos y de sus padres. Se que el Día de Brujas es un día que ella se quiere saltar en el calendario. Sam: Supondré que quiere conmemorar a sus difuntos, ¿No? Gibrán: Sí, pero... Bueno, está muy confundida por la manera en la que lo hará. Como ya no sabe ni de dónde viene. Ya no sabe si conmemorar al estilo francés, japonés o americano. Agustín: Está más confundida sobre su nombre la pobrecita. Tiene el nombre más largo que pude haber escuchado. Lizette Harumi Fenton Langley Van de Kamp. Vlad: Muy bien, como quiero ahorrarme todos los disgustos de hoy, sólo les diré que de tarea investigarán su árbol genealógico. Liz: (Levanta la mano) Vlad: Y ahora qué, Lizette. Liz: Perdón pero, yo tengo como 3 apellidos. ¿Cuál árbol genealógico debo investigar? Vlad: El que sea. Si quieres los tres. Ahora vállanse, les doy el día libre. Liz: Tres árboles genealógicos en uno. Qué decepción. ¿Qué más necesito saber de mi pasado? ¿Que Jack el Destripador fue uno de mis antepasados? Gibrán: No te preocupes por eso, niña linda. Si quieres, yo te puedo ayudar con eso. Yo puedo investigar parte de tus familias, y tú la otra parte. Liz: Está bien, Gibrán. Oye, no es por nada, pero... Quiero estar sola el resto del día. ¿No te molesta? Gibrán: Claro que no, Liz. Ahorita estás muy estresada, y necesitas aclarar tu mente. Nos vemos mañana. Zona Fantasma... Dan: Mañana inicia el plan como lo teníamos previsto. Su venganza estará lista muy pronto.
¿?: Muy bien. Sólo hay un inconveniente. La idea es hacer sufrir a la mocosa hasta no poder más, no hacerla sentir mariposas en el estómago. Cometiste un error, pero espero que eso no afecte el plan. Para la próxima vez, no quiero que andes haciendo lo que te plazca, harás lo que yo te diga... Dan: (Arrincona con el brazo a la rubia) Nadie me dice cómo debo hacer mi trabajo, ¿Entendiste? Y por cierto, si vuelves a dudar de mi trabajo, te mato. ¿?: ¿Cómo puedes matarme si estoy muerta desde hace más de un siglo? Dan: ¿Crees que eso me va a detener? Vuelve a dudar de mi trabajo, y formarás parte de la nada. ¿Entiendes? Juego de Niños Parte 1 Raptada 10 de la noche. Liz se encontraba en la computadora investigando sobre sus tres árboles genealógicos. Se encontró con la sorpresa de que el apellido Van de Kamp provenía del Japón, aplicando varios Kanjis que se descompusieron para formar dicho apellido. Liz: (Leyendo) 'Entre los distintos posibles Kanjis que se usaron para transformar a esta familia, se podría traducir el apellido Van de Kamp como "Maldad", "Demonio", entre otros, y la traducción literal podría ser "Mil demonios que aparentan inocencia"'. Bah, qué caso le hago a todo esto. Es obvio que lo escribió un nerd cualquiera.(Sube la página) Con razón, esto es obra de Lester. Será mejor que me vaya a dormir. Acostada en la cama, Liz se puso a pensar en el día siguiente, el Día de los Difuntos. Pensó que sería bueno hacer una ceremonia japonesa por sus padres, por Paula y por Franco. No eran muy difíciles de realizar, pues se necesita por lo menos a la sacerdotisa que realizaría la ofrenda. Tal vez así se limpiaría su historial con el Todopoderoso y se ganaría un rinconcito en el cielo. El día siguiente no hubo clases, pues todos pasarían el día en el cementerio visitando a los fallecidos. Liz se quedó sola en casa, pues sus tíos y sus primos partieron a la ciudad donde solía vivir la pelinegra antes del fallecimiento de sus padres. Ella prefirió ir en la tarde, para preparar la ceremonia a solas. Regresaron como a eso de la 1 de la tarde, y Liz se encerró en su habitación, pues terminaba de preparar la pequeña ceremonia. Al rato, salió a la calle, y Danny fue tras ella. Danny: Liz, espera un momento. Liz: ¿Qué quieres? Si es acaso que aún sigues insistiendo, ya te dije que no. Danny: No, no es eso. Es sólo que... Quería decirte que, si quieres, puedo acompañarte esta noche. Liz: ¿Intentas parecer interesado por mis asuntos? Mónica te dijo que lo hicieras, ¿Verdad? Danny: (Suspira) Es que, ya lo he intentado, pero no consigo desencantarme de ti. Dame una oportunidad, te lo ruego. Liz: (Suspira) Danny, no se qué demonios te hizo pensar que te podría ver como algo más que un amigo. No te trato bien, ni te demuestro afecto. Mira, lo lamento por ti, y mucho. No se qué hay en tu cabeza, pero lo que se es que no puee haber nada entre los dos. Danny: Por favor, Lizette. Déjame demostrarte que puedo hacerte feliz. Liz: Mi destino es ser la chica más desdichada de la historia. Aunque me llegue a casar con alguien que ame y me ame, y llegue a tener hijos, siempre habrá algo que irrumpa en esa plenitud. Y no quiero involucrarte, porque tú eres especial. Además, yo no soy la chica deseada. Soy la chica más ruda y tosca que pudo haber nacido.
En lo que Liz y Danny hablaban, una sombra se iba acercando lentamente, sin que ninguno de los dos se diera cuenta. No fue hasta que el sentido fantasma de ambos se activó cuando notaron la prescencia de la Sombra de Johnny 13 y a el. La sombra detuvo a Danny, mientras Johnny tomaba a Liz y se la llevaba. Danny intentó detener a Johnny, pero la Sombra se lo impidió. Johnny: Vaya, el chico fantasma intenta recuperar a su amiguita. Liz: Danny, ayúdame (Intenta convertirse en fantasma). Johnny: Ah no, eso no. (Le da una descarga eléctrica que la deja paralizada. Abre un portal y se va) Danny vio que no pudo hacer nada para rescatar a Liz de Johnny y su Sombra. Volvió a su casa, dispuesto a no decirle nada a sus padres. Pero quiso ir hasta donde se encontraba Johnny para salvar a Liz, así que fue al laboratorio de sus padres, donde se encontró a Jack, quien buscaba algo. Danny: Hola papá. Jack: Hola Danny. ¿De casualidad no has visto un porta-portal? Danny: ¿Un qué? Jack: Es una cajita chiquita que puede abrir portales hacia la Zona Fantasma y viceversa. Lo dejé en la mesa y ya no está. Danny: (Pensando) Así que así es como Johnny vino al Mundo Real. Robó el porta-portal de papá. (Hablando) No lo he visto. Jack: Bueno, ni modo. Puedo construir otro. Ah, por cierto, mañana es el cumpleaños de Liz, y ya quiero darle su regalo. Danny: ¿Y... Qué le vas a dar? Jack: Mira esto... (Saca una caja negra. La abre y se ve un collar de oro con una cruz de plata) Danny: Wow, es precioso. ¿Cuánto costó? Jack: Cerca de los mil dólares. Danny: Vaya... Oye, nunca me compraste a mi nada tan caro. Jack: Danny, entiende que Liz es una chica. Se supone que a ellas les gustan las cosas caras. Además, ella ya sufrió bastante desde que Henry y Jean murieron. Hay que hacerla sentir bien. Es obvio que le cuesta trabajo olvidar eso. Más ahora que es Halloween. Hablando de ella, ¿Dónde está? Danny: (Algo nervioso) Está... Con su novio, Gibrán. Volverá pronto. Además, está con ellos Vendetta. Jack: Está bien, la veré más tarde. Danny mejor salió a la cocina y se preparó un emparedado de mantequilla de maní con jalea. En eso vio a Maddie, quien entraba en esos precisos momentos. Maddie: Danny, cariño, ¿Has visto a Liz? No puedo encontrarla. Danny: Am, ella está con Gibrán y con Vendetta. Van a volver un poco tarde. Maddie: ¿Qué? Eso no es posible. Danny: ¿Por qué no? Maddie: Gibrán llamó hace un momento, el tampoco ha visto a Liz en todo el día. Danny, ¿Dónde está tu prima? Danny sentía muchísima presión en esos momentos. Era totalmente inevitable decir lo que había pasado. Cuando sus padres lo supieron, se sintieron terriblemente aterrados.
Parte 2 Mentes Siniestras Maddie: ¿Cómo que un fantasma la raptó? ¿Por qué no hiciste nada? Danny: Lo intenté, y ella se iba a transformar, pero la dejaron inconsiente. Además, eran dos fantasmas contra uno. Maddie: Imagina lo que le pueden estar haciendo ahora mismo. Danny, debes rescatarla. Danny: Eso mismo haré. El problema es que no se dónde la puedan tener. Maddie: Debe haber alguna forma en la que puedas localizarla. Danny: (Piensa por un rato) Sí, creo que ya se cómo localizarla, pero necesito ir a la Zona Fantasma. Danny rápidamente llamó a Sam, Tucker y a los demas. Les comentó de lo sucedido, menos a Gibrán, pues no quería preocuparlo. Todos se reunieron en casa de Danny en el Laboratorio Fenton. Sam: ¿Estás seguro que el Infimapa pueda llevarte hacia donde está Liz? Danny: Por supuesto. Congelación dijo que te lleva a cada parte de la Zona Fantasma sin excepción. Mónica: ¿Y si tú vas a entrar a la Zona Fantasma, ¿Cómo quieres que te ayudemos? Danny: Todos ustedes entrarán conmigo. Cuando lleguemos, ustedes se quedarán en la Tierra de los Congelados. Carlos: Uy, de maravilla. ¿Cómo es la Tierra de los Congelados? ¿Hace calor? Mónica: (Le pega en la cabeza) No, cepillín, obviamente es fría. No por nada es "de los congelados". Danny: (Se transforma) Muy bien, aquí vamos. Todos entraron a la Zona Fantasma en el vehículo espectro, y Danny estaba cargado de diversas armas Fenton para el combate. Beebe: ¿Dónde se supone que estamos ahora? Carlos: No lo se... Pero mira, hay espacio para poner una gran taza. Sam: (Ignorando el alboroto) Danny, ¿Sí recuerdas dónde está la Tierra de los Congelados? Danny: Por supuesto, Sam. Mira, ya llegamos. Llegaron a la Tierra de los Congelados, donde se reunieron con Congelación, el cual no entendía la visita del chico fantasma, mucho menos de los demás chicos. Congelación: ¡Danny Phantom! Qué sorpresa el que venga a visitarnos. ¿Qué lo trae por aquí? Danny: Necesito que me presten el Infimapa para salvar a una chica. Mis amigos ser quedarán aquí un rato. Espero no sea molestia. Congelación: Ninguna molestia. Cualquier amigo suyo es bienvenido aquí. En un momento le traigo el Infimapa. No tardó mucho en traer el Infimapa. "Llévame a donde se encuentra Liz Fenton", susurró el chico ojiverde. En un abrir y cerrar de ojos, el mapa jaló a Danny en dirección a donde se supone que estaría Liz. Los demás se quedaron en aquel frío lugar, rezando porque Danny logre salvar a la pelinegra. Mientras tanto, en un lugar muy extraño de la Zona Fantasma, Liz estaba despertando. En cuanto despertó de su letargo, lo primero que vio fue a Dan.
Liz: ¿Qué pasó? Dan: Te he salvado del fantasma que te raptó. Liz: ¿En dónde estoy? Dan: En un lugar donde no existe el mal. Aquí sólo pueden llegar las criaturas divinas como tú. (Se transforma en Dan Phantom) Esta es mi forma divina. Al igual que yo, tú también posees una forma divina, una forma que no puede ser igualada por un mortal. Liz: ¿Mi forma fantasma? Dan: No, totalmente distinta. Tu forma fantasma fue creada por la ciencia. Esa no es divinidad. Tu forma divina es tu faceta de hechicera. Pero aún no revelas tu verdadera forma. Tu cuerpo humano es una máscara. Tu forma divina aún no la descubres. Pero, yo puedo revelarla. *-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-* Danny: Muy bien, estoy cerca de donde se encuentra Liz. El Infimapa marcaba cada vez menos distancia del punto donde se encontraba Danny hasta donde se encontraba Liz. Al fin llegó. Un lugar enorme, oscuro, siniestro. Era obvio que algo malo se planeaba en sus adentros. Danny entró a dicho lugar, y se encontró con un sitio muy extraño. Una especie de castillo, de esos que lucen embrujados, de los que erizan la piel con solo ver la antesala. Se oyó desde las tinieblas una voz fría y siniestra, que fácilmente reconoció Danny, mientras le decía "Nos volvemos a ver". Danny: Muy bien, Dan. ¿Dónde tienes a Liz? Dan: Ah, preguntas por Lizette. No te preocupes, ella está bien. No tengo nada en contra de ella. Es contigo con quien tengo un asunto pendiente. Danny: Yo también tengo algo personal contigo. ¿Dónde tienes a mi prima...? (Deja de hablar porque una bola de energía lo golpea por la espalda) Liz: (Con sonrisa macabra) Aquí me tienes, querido primo. Danny: ¿Liz? ¿Por qué me atacaste así? Dan: Porque tú eres su enemigo. Ya no es la tierna niñita que conocías en tu infancia. Ahora es una guerrera nata, que te exterminará. Danny se queda viendo impactado a Liz. No sólo en actitud era distinta, sino también en apariencia. En el cabello un mechón pelirrojo, y en cada uno de sus ojos había una línea roja sangre que los cortaba en dos. La linda niña que era Liz, obviamente había desaparecido de la faz de la tierra, y en su lugar dejó a una mujer fría. Fue la voz de Dan quien interrumpió sus pensamientos. Dan: Los dejaré solos para que arreglen cuentas entre sí (Desaparece) Sin pensarlo dos veces, Liz se lanza hacia Danny, y con sus poderes fantasmas, mezclados con su magia, ataca a Danny sin mostrarle compasión. Danny sólo esquiva los diestros ataques, pues no desea hacerle daño a Liz. Pero a esta no parece importarle, pues su único deseo es matarle. Danny: Liz, prima, ¿Por qué haces esto? ¿Yo qué te he hecho? Liz: No es lo que me has hecho, es lo que me harás (Le lanza un rayo fantasma). Danny: (Esquiva el rayo) ¿De qué hablas? Liz: No te hagas, Dan me lo dijo todo. Que quieres aprovecharte de mi, que no es cierto eso de que me amas, que planeas robarte mis poderes, tanto fantasmas como mágicos. Danny: Eso no es verdad, yo te quiero muchísimo, jamás te haría eso. Liz: ¿Dices que Dan me mintió? Es el único que se ha mostrado interesado por lo que soy.
Danny: ¿De qué hablas? Liz: El me ayudará a desarrollar mi potencial, a ser la guerrera perfecta. Eso no lo vas a poder hacer tú, ¿O sí? Mira lo que hoy he logrado, si tú me hubieras guiado, no podría pelear como lo estoy haciendo ahora. Danny: Liz, es Dan quien quiere robar tus poderes. Te está usando para acabar con el mundo. El no te ama, yo sí. Liz: (Se quintuplica y entre las 5 lanzan un rayo de energía hacia Danny). Danny no sabía cómo hacer para que Liz entrara en razón, sólo esquivaba sus mortales ataques. De un momento a otro, y sin saber cómo, Liz lo tenía arrinconado en una esquina de la habitación. Pudo matarle en ese momento, pero no lo hizo. Mejor, se le quedó viendo, ambos se quedaron tiesos en ese momento. Danny notó algo extraño. La línea que había en los ojos de Liz se iba desvaneciendo poco a poco. A veces regresaba, a veces se iba. Era algo extraño. De repente, Liz hizo algo totalmente extraño para Danny. En cuanto Danny notó que los ojos de Liz ya no tenían la extraña marca (o al menos uno de ellos), la chica se le abalanzó y empezó a besarlo. Danny: Liz, espera... Liz: ¿No era esto lo que querías? Danny: Algo te pasa... Liz: ¿Por qué lo dices? ¿Está mal que te quiera? Danny: Pero no así... Liz: Calla, no hables por un momento. La chica paseaba sus manos por el cuerpo del ojiverde, mientras el se dejó llevar y también empezó a besarla. Había lgo extraño en lo que ocurría en ese momento. Todo lo que le hacía la chica le lastimaba, no solo la piel, sino también el corazón, le dañaba la mente, le dolía en las entrañas. Sabía que había otra chica a la que quería darle ese tipo de caricias... Parte 3 Sangre hirviendo Danny despertó en el mismo sitio en el que Liz lo había dejado, sudando. Lo recordó todo, la extraña figura de Liz, sus besos que quemaban, sus frías caricias, todo lo recordaba a la perfección. Incluso una parte en específico. Después de esas inusuales caricias, se activó su sentido fantasma. ¿Qué extraño evento era ese?, Pues no pudo activarse ni cuando Dan le enfrentó. ¿Por qué se activaría ahora? Los ojos y cabello de Liz se teñían rojo sangre, y sus besos quemaban como un potente ácido. De repente, ella lo soltó, se notaba en ella una especie de velo de luz rojiza. En ese momento, el chico se despertó. Decidió recorrer el lugar, el cual a oscuras lucía tétrico. Enormes pinturas colgadas en las paredes, y las efigies de ángeles en plenas tinieblas se veían diabólicas. Siguió recorriendo el lugar, hasta que pasó cerca de la biblioteca. Cosa extraña el que Danny tomara la desición de entrar, pues ni a la biblioteca escolar le daban ánimos de entrar. Algo le llamaba a ese lugar. Vio varios libros muy viejos, pues el empastado estaba deteriorado, y el título de algunos no era legible. Uno le llamó la atención. Estaba en la parte más baja del estante más apartado, como escondido. Se titulaba "El Fin del Mundo".
Lo tomó, parecía un diario, pero estaba sin firmar. Vio la primera fecha, 15 de Gami del año 2. Evidentemente, no era de esta época, pues el mes no es reconocible. No existe un mes llamado Gami. Lo que estaba escrito en el diario le impactó. "...La vi, y, aunque llevo casado con ella más de 3 años, la vi totalmente distinta, como si no fuera ella. Desde antes, su actitud empezó a ser gélida, y eso no me gustaba para nada. Su cabello plateado se tornó rojizo, y sus ojos grises se tornaron rojo sangre. Despedía un velo del color de la sangre, ya no era Lizarus. La poseyó un demonio, que no se puede controlar. Intentó matarme, pero logré escapar. Cuando volví a la casa, Lizarus volvió a la normalidad." Danny empezó a meditar sobre esas líneas. Era lo mismo que estaba pasando con Liz, era lo que pasó en la noche. Intentó descubrir qué era este demonio que había atrapado a Liz. Pasó fecha tras fecha, hasta encontrar lo escrito de 20 de Gami del mismo año. "...La hechicera del pueblo pudo determinar qué le ocurrió a Lizarus. Se llama Disturbio de Sangre, y no le ocurre a cualquiera porque sí. Ella es una bruja, lo admito, Lizarus es descendiente de varias brujas poderosas. Imposible saber si tardará 10 generaciones, o apenas termine una para su aparición. Mi dulce Lizarus, tiene que morir, es la única forma de acabar con esta pesadilla". Muerte, la única alternativa. ¿En serio sólo matándola se puede terminar con todo? No, debe haber otra manera. Sacó el libro de la biblioteca, y salió de ese lugar. El rato pasó, y Liz se encontraba viendo al horizonte por la ventana, a pesar de que no había paisaje alguno por el cual mirar. Miró sus manos, las manos con las que había atacado a Danny, estaba consciente de lo que había hecho, pero ya no recordaba lo que pasó después. Sólo supo que le hizo daño a Danny. El cabello de la chica y sus ojos volvieron a ser netamente negros. Era un evento algo extraño. Ni siquiera la pelinegra sabía qué pasó en ese momento. "Ya no más", se dijo a sí misma. Dan en ese presciso momento apareció, como sabiendo lo que ella pensó. Dan: ¿A qué te refieres con "Ya no más"? Liz: Ya no quiero nada de esto, regrésame a mi y a Danny al Mundo Real. Dan: No puedo hacer eso, tu destino te aguarda aquí. Liz: El destino está donde mi corazón se encuentre. Y donde está mi corazón es en el Mundo Real con mis amigos, con mi familia... Dan: Si quieres irte puedes hacerlo, pero... Liz: ¿Pero qué? Dan: Yo no te dejaré... Lo único que se oyó fue el grito desgarrador de la chica. Un grito tan fuerte que se escuchó en una buena parte de la Zona Fantasma. Un grito que Danny logró escuchar. De la nada, llegó el joven fantasma, y cuando vio, Liz no estaba, sólo Dan. El chico ojiverde supo que Dan le había hecho algo a la pelinegra. Danny: ¿Dónde está Liz? Dan: En un lugar muy lejano, donde jamás la podrás encontrar. Danny: Si la mataste...
Dan: Ya te dije que es contigo con quien tengo un asunto pendiente, no con ella. Pero jamás la volverás a ver. Ahora, Danny, dime ¿Qué vas a hacer? Yo soy más poderoso que tú, no tienes ninguno de tus tontos termos, y nadie sabe dónde nos encontramos. Estás perdido. En ese momento, Dan asestó un fuerte golpe contra Danny, quien salió volando por la fuerza de su enemigo. En otra parte de la Zona Fantasma, despertaba Liz, quien, al no saber dónde se encontraba, empezó a vagar, con la débil esperanza de poder regresar a su casa. Parte 4 Disturbio de Sangre. El Demonio en forma de Niña Liz despertaba en un lugar totalmente extraño. No ubicaba el lugar en el que se hallaba. Hacía frío, pero no había hielo. Eran gigantescas ventiscas de aire las que habitaban en ese lugar, que alzaban torrentes de arena de un inusual color azul. Era un lugar espantoso. La chica caminó sin un rumbo fijo, pensando únicamente en salvar a Danny. Caminó mucho tiempo, y parecía que jamás dejaría de caminar, pero una voz desconocida le decía "Sigue". Sin razón alguna, le hizo caso y siguió caminando. Entre tanto, Danny estaba sucumbiendo ante Dan Phantom. No creía poder seguir, necesitaba a fuerzas a Liz a su lado para poder pelear bien, necesitaba saber que ella se encontraba bien. Recordó lo que pasó en el hospital. Si, ella leyó su mente. Tal vez, si ella sigue bien, se pueda comunicar mentalmente con ella. Lo intentó repetidas veces, pero se desconcentraba al esquivar y responder a los ataques de Dan. Dan: ¿Qué pasa, Danny? ¿Tan pronto te das por vencido? Danny: Eso jamás pasará. Dan: No me digas que prefieres la muerte. Acéptalo, yo ya gané. Jamás volverás a ver a tu primita Liz, ni a tus amigos, ni a la chica oscura... Danny: (Le arroja una mega bola de hielo) No me daré por vencido, y no moriré. Dan: Ya era hora de que pelearas en serio. Quiero ver si sigues siendo tan débil como la última vez que te enfrenté. Mientras tanto, Liz, en su caminar, encontró un extraño lugar. Como un santuario. Sintió una repentina sensación de paz interna, por lo que decidió entrar. Una antigua inscripción, que estaba en el idioma que las brujas usaron por siglos, por lo cual Liz pudo leerlo. "Sólo las personas que sean puras en su corazón, podrán acceder a este sacro lugar". ¿Sería Liz pura en su corazón? Siguió leyendo. "La Diosa a la que dedicamos este templo es la más bondadosa de todo el Inframundo, y sólo le concederá un deseo a los puros de corazón". Liz debía intentarlo. Entró al lugar con miedo, no sabía a qué le temía. Caminó hacia los adentros del templo, hasta que vio un pequeño resplandor al final de una de las habitaciones. Era una enorme estatua que se encontraba en la parte más visible de aquella habitación. Tenía la forma de una joven y hermosa mujer. Inmediatamente, la pelinegra dedujo que esa debía ser la Diosa a la que el Templo se dedicaba. Liz: Se que no he sido una niña bien durante toda mi vida y desde que tengo memoria, y que no merezco nada. Pero te pido, Diosa de Todos los Fantasmas, que ayudes a Danny Phantom, quien en estos momentos está peleando contra un ser malévolo, a acabar con el enemigo. Por favor, dale mucha fuerza y el poder de controlarla para que derrote a Dan Phantom. Al principio, no recibía respuesta. Rezó vez tras vez el mismo Rosario, pero no servía. Pero, más tarde, la misma luz que había visto al entrar en aquella habitación se hizo visible de nuevo. Y
una voz le ordenaba transformarse en fantasma. Esa paz que sintió al entrar volvió a hacerse presente. La voz provenía de la enorme estatua. Diosa: Tendrás que pagar un precio alto por tu petición. Liz: ¿Mi vida? Diosa: No, niña. Tus poderes fantasmales. Lo que me pides no es sencillo. Necesita un ritual. Liz: ¿Qué clase de ritual? Diosa: Uno donde le des tus poderes a Danny. ¿Estás dispuesta a pagar tal precio? Liz: Con tal de que el sobreviva, estoy dispuesta. Diosa: Debes entender que no podrás controlar tu magia como antes si haces este sacrificio. ¿Estás consciente de esto? Liz: Por supuesto. Liz se transformó en fantasma. Hacía ya bastante tiempo que no lo hacía. Casi se podría decir que extrañaba hacerlo. Antes de que se diera cuenta, estaba perdiendo su forma fantasma, pues sus poderes estaban siendo removidos de su ser lenta y dolorosamente. Aguantó las ganas de detener todo, sólo para que Danny derrotara a Dan. Cuando terminó el rito, volvió a ser una simple mortal, una joven cualquiera. Mientras tanto, Danny seguía luchando contra Dan. Éste estaba a punto de matarlo, cuando el tiempo parecía detenerse para el muchacho de cabello blanco. Una luz lo rodeó, y empezó a sentir cómo iba recuperando sus fuerzas. De repente, se sintió más fuerte que antes. Le había llegado la hora a Dan. Dan: ¿Qué pasa, Danny? ¿Acaso estás atemorizado? ¿Te preocupa que esté en juego tu existencia? Danny: (Ríe entre dientes) Tú eres el que se debería preocupar por su existencia. Ahora serás historia. Dan: Mira, ya estás delirando. Crees que me puedes vencer. Danny: No lo creo, lo se. Liz se apresuró a ir a donde se desarrollaba la batalla entre Danny y Dan. Al fin llegó, pero extrañamente se sentía débil. "Es la pérdida de mis poderes" se dijo. Era algo extraño. No le importó, y fue con Danny a enfrentar a Dan. Danny: Liz, ¿Qué haces aquí? Liz: Vine a ayudarte, pues esto es personal. Quiero vengarme de el, por todo lo que me obligó a hacerte. Danny: De acuerdo, transfórmate en fantasma... Liz: No puedo. Mis poderes ahora son tuyos. Por eso recobraste fuerzas. Ahora sólo tengo mi magia, que no se si me sirva mucho, pues sin mis poderes fantasmas, no los domino bien. Danny. ¿Qué? ¿Y cómo piensas vengarte si no eres tan fuerte como antes? Liz: No lo se... Ay. Danny: ¿Te pasa algo? Liz: No, no es nada... Estoy bien, no te preocupes por mi. Dan: Vaya, parece que la linda nenita se ha unido al juego. Liz: Tú, maldito, jamás vuelvas a decirme "linda nenita". Jamás quiero que me vuelvas a decir así. Me las vas a pagar, por tu culpa casi mato a mi primo. Dan: ¿Por mi culpa? Yo sólo cumplí lo que te prometí, te ayudé a sacar tu potencial. Yo no te obligué a atacar a Danny Phantom. Pero, si eso quieres...
De repente, una fuerza extraña proveniente de Dan hizo que Liz se sintiera terriblemente. Sus ojos y cabello se volvieron a tornar rojo sangre, su mirada cambió drásticamente. Danny vio de nuevo esa mirada extraña y maniaca en los ojos de Liz. Ya sabía el chico lo que era. El Disturbio de Sangre. Danny: Malnacido, ¿Qué le estás haciendo? Dan: ¿Yo? Nada, mejor preocúpate por lo que ella te pueda hacer a ti. En ese estado, pierde la conciencia totalmente. No sabe lo que está haciendo. Danny mira asustado a Liz, quien actúa de forma tal que parece que se transformó en una bestia salvaje (porque bestia ya es). La chica, ahora pelirroja, que se encontraba con piernas y brazos extendidos de manera que pareciere que se alistaba para atacar, gruñía de cierta forma que aterrorizaba a su primastro. Parte 5 Despertar Danny: Debí esperarlo de ti. Usar a una niña para pelear tus batallas. Vaya hombre que eres. Dan: Vaya, se nota que estás furioso. Ahora, intenta pelear con tu propia prima. Si no lo haces, morirás. Pero, se que no eres capaz de ponerle un dedo encima. Tenía razón, el no sería capaz de lastimarla, aunque eso significara quedar a merced de Liz en su estado de locura. Sólo se le quedaba viendo a la chica, su sonrisa maniaca, sus brazos tendidos, y en sus ojos la sed de sangre que se haría esperar en el Disturbio de Sangre.En un abrir y cerrar de ojos,ella se le lanzó encima a Danny, como un animal salvaje que busca a su presa. El muchacho ojiverde intentó hablar con ella, pero era inútil, ella estaba fuera de sí. Danny ya sabía algo de este estado, aunque ignoraba por completo la gravedad y realidad del asunto. Recuerda que el año pasado, en una clase con otra maestra, habían visto una clase de mitología. Curiosamente, la historia de las brujas. "...Se cree que las brujas, sin importar su clasificación ni grado de peligrosidad, tienen en su ser una especie de demonio, el cual es imposible clasificar." Era muy evidente que ese demonio oculto había hecho su aparición. Pero, ¿Qué lo haría alejarse del cuerpo de Liz? Danny sabía como, pero no podía recordarlo, el terror revolvió su mente. Lo único que hacía era esquivar ataques, sin mucho éxito. La verdad, en esta clase de momentos, uno se llegaría a preguntar si sería capaz el calmar a la bruja interna de Liz con un enorme chorro de agua como en el Mago de Oz. Pero era muy estúpido pensar eso. Debía haber una manera, alguna forma en la que pudiera ganar sin tener que lastimarla (NOTA: En este momento, quiero decir únicamente que al utilizar en los siguientes diálogos la expresión "Loca", es para dar a entender que no es la Liz de siempre). Liz: (Loca) Danny... Phantom... (Risa) Danny: Liz, ¿Me reconopces? Liz: Danny... Danny... Fe... Fenton... y Phantom... Uno... Mismo... Danny: Si, soy yo, Liz. Detente, por favor. Liz: (Lanza un rayo rojo) ¿Qué... Debo...? Danny: (Esquiva el rayo) ¿...Hacer? Detente, por favor, o pasará algo que lamentaremos. Liz: No... No... Puedo... Ayúdame... Por... Favor... En ese momento, una pequeña chispa de la Liz original brotó y se detuvo. Miró fijamente a Danny mientras se le acercaba sigilosamente, como acechando.
Dan: Lizette, acábalo, elimínalo. Destruye a Danny Phantom. Danny: No lo escuches, no le hagas caso. Dan: Extermínalo, el no es nada en comparación contigo. Liz: ¿Quieren callarse los dos de una buena vez? ¡¡¡NO ME DEJAN PENSAR!!! Danny: Liz, ¿Qué harás ahora? El sólo te obligó, porque sabe que tu únicamente entiendes por la fuer... Danny se acercó a Liz y la tomó de los brazos, a pesar de que ella se resistía. Como un rayo, llegó a la cabeza del peliblanco un pequeño recuerdo de su infancia con Liz, cuando sus Jean y Henry Fenton seguían vivos. Tomó a Liz, quien hacía esfuerzos por soltarse y gritar, y de un momento a otro dijo... Danny: Ben 10 es mejor que Death Note. Liz: (Reaccionando) ¿Qué? Danny: Si, Ben 10 es una mejor serie que Death Note. Liz: ¿Qué dices? Death Note es sin duda mejor que Ben 10. ¿En qué rayos piensas? Danny: ¿Y qué tiene Death Note que sea mejor que Ben 10? Liz: Pues que Ben 10 sólo lucha contra extraterrestres, pero Kira puede controlar la muerte de los demás. Además, Death Note es Anime, y Ben 10 es sólo una vaga creación americana. Danny: Claro, esa mera respuesta esperaba de una tarada como tú. Liz: Vuélveme a decir Tarada y ya verás como te va. Dan: Lizette Fenton, se supone que deberías destruir a Danny Phantom, no a discutir por qué serie de televisión es mejor que cual. Liz: (Sin prestarle mucha atención) Piérdete, inútil, esto es más importante que destruir a George Bush... O a quien sea que hayas dicho, pero es mucho más importante cualquier otra cosa. Dan: Tú no estás para estas cosas. Se supone que eres mi esclava, y debes obedecerme en todo. (La jala del brazo) Liz: (En voz muy baja) No me toques. Dan: ¿Qué? Liz: No me toques. Si me pones un dedo encima, te va a ir muy mal. Y yo no soy esclava de nadie, ¡¡¡¿ENTENDISTE?!!! Dan: ¿Sabes algo? No te necesito para acabar con la vida de Danny Phantom. Eso es algo que yo mismo puedo hacer. Dan empujó a Liz mientras caminaba haci Danny, pero la chica se le interpuso como ráfaga, mientras le decía "Si lo tocas, te mueres". Dan se le quedó viendo fijamente con indiferencia, pero después se puso a reír. Dan: Dime, si lastimara a Phantom, ¿Qué harías? Es obvio que nada, pues eres una niña tonta y desquiciada, que no puede seguir una orden al pie de la letra. Patética. Liz, ante estas palabras, bajó su enfurecida mirada, la cual ocultaba un destellar rojo, como si el poder de los Demonios quisiera nuevamente adueñarse de su cuerpo. Pero esta vez, era algo personal. Desde pequeña, se había dicho a sí misma que no sería una niñita tonta. Desde antes ha demostrado una madurez increíble, en cuanto a sí misma, ya que no se nota cuando se encuentra con amigos y familia. De su boca, empezó a murmurar cosas. Liz: (En voz sumamente baja) Icoros congelium sate nimoite. Darkara gatra socone eztigmar. Silfaen evangelius crois santorium... Dan: ¿Qué dices? Es imposible escucharte.
Liz: (En voz baja) ...Socarte vakala gothika esperna. Noboyutitsu arcanian quorte vandian. Danny: (Alcanza a escuchar un poco) Si, Liz. Qué inteligente eres. Dan: ¿Qué? ¿De qié estás hablando? Liz: (En voz alta) LIBERATUM. Dan: No se qué estés planeando, pero no... En ese momento, una fuerza extraña detuvo a Dan. Esa fuerza extraña que lo paralizó provenía de Liz. Liz: Tal vez sea todo en lo que te pueda ayudar, Danny, pero hazme un favor. DESTROZALO. Danny: No te preocupes, que eso mismo haré. Ahora bien, como es muy propio de esta loca escritora, nuevamente me ha dado una flojera de campeonato describir la batalla. Sólo digamos que Dan fue derrotado, Danny salió algo cansado, y Liz demasiado exhausta por retener ese gran nivel de magia para seguir teniendo quieto a Dan. Ya luego, regresan al Reino de los Congelados por los demás, y estando todos juntos, regresan al Mundo Real. Ya al día siguiente en la escuela... Liz: (Bosteza) Danny: No me dirás que sigues cansada por lo de ayer. Liz: Las brujas tenemos una gran capacidad para recuperarnos, es sólo que anoche no pude dormir. Carlos: ¿Ora eso? ¿Y a qué se debió? Liz: No es nada fácil mantenerte despierta mientras juegas la última entrega de Kof... The King of Fighters: The Yagami Power (juego salido de mi mera imaginación. Más informes en mi metroflog). Danny: Si, claro. Era muy propio de ti, Liz. Liz: ¿Así como es muy propio de ti ocultar tus sentimientos hacia cierta chica que yo conozco? ¿O como es muy propio de ti no decirle a tus padres que eres Danny Phantom? ¿O...? Paulina: (Metiéndose en la conversación) ¿De verdad eres Danny Phantom? (Grito de alegría) !!!!AAAAHHHH!!! ¡Sólo espera a que se lo diga a todos en la escuela! Danny: ¡No, Paulina! *-----------------------* Pasan dos años desde este evento. Esto en el próximo capítulo "Tiempo Transcurrido". OMAKE AHHHH, soy tan buena haciendo este trabajo. Danny: Si claro, arruinándome la vida. Asuka: ¿A qué te refieres, Danny? Danny: Por si no te habías dado cuenta, en este fic de porquería me va de mal en peor. Asuka: Ya lo sabía, no es necesario decírmelo. Danny: Y esa reverenda estupidez de emparejarme con Liz. Ella ni siquiera me gusta. Liz: (Sonrojada) Pero tú a mi si, Danny. Asuka: Upsi, yo no sabía eso. Pero bueno, al menos tú tendrás una vida por compartir al lado de un chavo sensacional como Gibrán. Carlos: ¿Y yo a qué horas tendré un mejor papel? Asuka: No te preocupes, ya vendrá el día en que tengas más participación. Angélica: Ya estuvo bueno, pelirroja. Llevas diciendo eso por más de año y medio. Asuka: A ya, basta. Les prometo que terminando esta parte de la historia, para la 3ra temporada ya tienen un buen papel. Mónica: Más te vale, pelirroja, que arregles este fic de...
Gibrán: ¡¡¡MIÉRCOLES!!! ¿Ya tan pronto será Miércoles? Debo ahorrar más dinero si quiero comprarle a Don Boni (de Bonifacio) los mangas que le pedí. Nos vemos, amorcito. Asuka: Nos vemos, cariñito. Y los demás... Ya vayanse. (Todos se van) Pobres tontos, me encanta tomarles el pelo.