Azar, tiempo y determinismo en Spinoza:
Arquitectura del problema del determinismo: Todo sigue la ley de la naturaleza en el sentido de que nada puede ocurrir por causas externas a la naturaleza pues no hay nada fuera de ella. La ley no es una “regla” sino el proceso mismo de producción. Todo está determinado pero no pre-determinado pues todo lo que ocurre resulta de la interacción universal, pero esta misma no está determinada a ocurrir de ningún modo (Dios es causa de sí y por lo tanto libertad absoluta). El tiempo es tiempo genuino ya que no hay pre-determinación. Los hombres nunca podrán saber si en la forma de existencia de Dios es posible o no el azar, pero sí saben que no pueden conocer al modo de Dios y por lo tanto el universo se les presenta como necesariamente azaroso y determinado al mismo tiempo, en su modo finito de conocimiento.
1