Corrumpo Del Corazón roto y De la Corrupción
Ernesto Molano Devia Bogotá, 2007
¿How Can You Mend a Broken Heart? I can think of younger days when living for my life was everything a man could want to do. I could never see tomorrow, but I was never told about the sorrow. And how can you mend a broken heart? How can you stop the rain from falling down? How can you stop the sun from shining? What makes the world go round? How can you mend this broken man? How can a loser ever win? Please help me mend my broken heart and let me live again. I can still feel the breeze that rustles through the trees and misty memories of days gone by We could never see tomorrow, noone said a word about the sorrow.
¿Cómo puedes remendar un corazón roto? Pienso en los días de la temprana juventud cuando vivía para mi vida Estaba todo lo que un hombre podía desear para hacer. Nunca pude ver el mañana y nadie me hablo acerca del dolor. Y ¿Cómo puedes remendar un corazón roto? ¿Cómo puedes impedir que la lluvia caiga? ¿Cómo puedes impedir que el sol brille? ¿Qué hace que el mundo siga girando? ¿Cómo puedes remendar a este hombre roto? ¿Cómo puede un perdedor alguna vez ganar? Por favor ayúdame a remendar mi roto corazón y permíteme vivir de nuevo. Aún puedo sentir la brisa que cruje entre los árboles Y tristes recuerdos de los días idos No podíamos ver el mañana, nadie dijo una palabra acerca del dolor.
¿Cómo puedes remendar un corazón roto? Esta pregunta ha sido tan difícil de contestar porque no sabemos cuando ni como se rompió aquel corazón que puede ser el tuyo o el mío, o el de todos. Pretendemos creer que el corazón se rompió con el primer fracaso amoroso, aquella primera gran decepción que tenemos en la vida, pero la verdad cuando llegamos a ese estadio de la vida el corazón ya llega roto, quizás en mil pedazos. Hace poco tiempo inicié un interesante trabajo sobre las organizaciones que me llevó a profundizar sobre la fisiología humana, quise llegar al origen de los nombres de los órganos, la gran mayoría de ellos con raíces griegas o latinas. Cuando hice la breve investigación sobre las células, el organismo autónomo más pequeño del cuerpo viviente encontré un detalle que me llamó poderosamente la atención y era éste que la enfermedad de la célula se denomina Corrupción. Como el objetivo de mi investigación era asimilar las organizaciones humanas con organismos vivos y sabiendo que el principal mal de las organizaciones actuales es la corrupción, este detalle no podía pasar desapercibido. La realidad es que una célula no se enferma sola, se enferma un grupo de ellas, un órgano, un sistema o todo el cuerpo. Esto significa que la corrupción está diseminada en un conjunto, no es individual. Al trasladar esta interpretación a la organización, pude fácilmente deducir que si ésta es corrupta inevitablemente estará enferma. En mi propuesta organizacional asimilo a cada individuo de la organización a la célula, entonces algunos individuos o todos pueden padecer enfermedades físicas, emocionales y mentales dentro de una organización corrupta. Decidí buscar la etimología de la palabra corromper. Y la sorpresa fue aún mayor. Esta palabra proviene del latín Corrumpo que significa destruir, aniquilar, echar a perder, alterar, falsificar, sobornar. Al asociar los dos términos que conforman la palabra Cor y rumpere la palabra significa literalmente romper desde adentro echar a perder el corazón, en otras palabras: Romper el Corazón. Cuando leí la frase del diccionario latín-español quede estupefacto. Sentí inmensas ganas de llorar, me di cuenta que tenía el corazón roto y que por consiguiente estaba enfermo. Para efectos de mi trabajo con organizaciones este maravilloso re-conocimiento me brindó una claridad absoluta para el desarrollo del mismo. Tomé plena conciencia que el objetivo es luchar contra la corrupción a todo nivel. Aquella tarde también decidí que debía escribir este libro de manera independiente de mi trabajo con las organizaciones, y debía hacerlo no solo por mi propio corazón roto en mil pedazos, sino por todos aquellos corazones que yo mismo he roto y por todos los corazones de la humanidad destrozados, casi aniquilados por milenios de maltrato, de abuso, de violencia, de guerra y de desamor. No sabía por donde iniciar, sentía un deseo inmensurable de expresar lo que había aprendido del latín, irónicamente el idioma de uno de los imperios más corruptos de la historia, la poderosa Roma. Miles de pensamientos para iniciar la disertación han cruzado por mi mente, como aquel que me recuerda que la sede principal de la iglesia católica está en Roma, que el cristianismo se nutrió de dicho imperio siendo imposible negar la
corrupción generada desde esa organización y la forma como ha roto el corazón a millones de creyentes y no creyentes en todo el mundo. El impulso mayor para llevar a cabo este trabajo lo recibí de mi propio hijo, cuando durante una hermosa conversación que sosteníamos me dijo honestamente y con lágrimas en sus ojos “Tú me rompiste el corazón” Sus palabras entraron como una daga en el mío propio, desgarrándolo completamente y provocándome un dolor inmenso en todo el ser. Y es por ellos, por mis dos hijos que escribo este libro, por sus corazones que rompí mas de una vez y que aquí sentado escribiendo estas letras que brotan en medio de lágrimas comprendo hoy que como padres empezamos a romper el tierno corazón de esas criaturitas indefensas que nos han depositado toda su confianza en medio de su indefensión. Este libro esta dirigido a todo aquel que quiera erradicar la corrupción de esta sociedad, para todo aquel que abrigue la esperanza de un mundo mejor, libre del dolor. Suena utópico, pero yo se que es posible ya que estoy plenamente convencido que toda la enfermedad se origina en un corazón roto y sanándolo se encuentra el equilibrio, el poder y la serenidad para brindarnos la vida que nos merecemos como continuadores de la obra creadora. Espero al final de este escrito poder dar respuesta a la canción de los BeeGees, brindar herramientas a toda la humanidad para remendar todos los corazones rotos: los nuestros, los de nuestros hijos y los de nuestros antepasados. No pretendo justificar nada, espero poder ver las razones que ha tenido el ser humano para autodestruirse, será éste un viaje a través de las historias comunes y generales para entender la simbología del corazón como órgano del amor. Mi investigación sobre las organizaciones fue motivada inicialmente por el interés de entender el flujo de energía dentro de las mismas que inevitablemente me condujo al Feng Shui y al estudio de Pa-Kua y por ende del I-Ching. No voy a profundizar sobre ello, pero si invito al lector acercarse al libro sagrado chino con respeto y deseo sincero de conocimiento, es una fuente perpetua de sabiduría e inspiración. El Pa-Kua o ciclo del cielo posterior como se denomina en el I-Ching es para los chinos la forma como se encuentra la energía en cada ser en su realización actual y momentánea, porque la energía es una fuerza en constante movimiento y transformación. El Pa-Kua es en el Feng Shui una interpretación del plano físico de la casa, habitación o lugar de trabajo. Dicho plano se divide en nueve sectores que representan los diversos componentes emocionales del habitante de la casa, así en él están representados todos sus aspectos como la abundancia, las relaciones paternales, las relaciones de pareja, los proyectos, los apoyos de amigos y benefactores, la búsqueda interior, la visión personal y el equilibrio interno. Igualmente encontré que el Pa-Kua no solo es fundamental para comprender el Feng Shui, sino que es la base teórica del Tai-Chi y del Chi-Kung, artes marciales que basan su práctica en el manejo de la energía en el cuerpo. Conocí entonces que desde esta visión, los diferentes sectores del Pa-kua eran asimilados a órganos del cuerpo humano. Con tal
información me lancé a construir mi propuesta para diseñar y construir organizaciones sanas que he denominado Energética Organizacional. Con los datos obtenidos del Feng Shui, Tai Chi y Chi Kung decidí estudiar la fisiología humana para lograr una comprensión del ser viviente y así desarrollar organizaciones que funcionaran con la misma concepción. Al estudiar el Pa-Kua del Tai-Chi conocí que el Corazón y el ojo ocupan el lugar de la Visión de la versión del Feng Shui, que se denomina como la del Fuego en la secuencia del cielo posterior en el I-Ching. El Fuego es lo Adherente, y su imagen podría ser la unión de las personas alrededor de la hoguera. En China septentrional los inviernos son muy crudos, al igual que en Europa, Canadá o Siberia. Los antiguos se reunían en torno al fuego para calentarse y alimentarse. Los indígenas de toda América celebran ceremonias sagradas en torno a él y fue el control de este elemento lo que facilitó el desarrollo de la humanidad en tiempos prehistóricos por la seguridad, calor y fuerza que invitaba a unirse en torno a él. Y el corazón es el fuego del cuerpo. Este órgano bombea la sangre que transporta el oxigeno, el combustible, a todo el organismo, es decir a todas y cada una de las células del ser humano. El corazón irradia su fuerza a todo el ser dándole permanentemente la vida ya que es el oxigeno el elemento que permite el proceso de vida de celular Wataro Ohashi nos dice, en su libro Como leer el Cuerpo, que el meridiano del corazón y del intestino delgado están asociados con la experiencia de la alegría y que su energía débil además de generar enfermedades cardiacas, reduce la voluntad y provoca desilusión crónica. En la India, y como describe Debbie Shapiro en su libro Cuerpo y Mente, el chakra del corazón, denominado Anahata, es el espacio del corazón donde reside la pureza, y en él tiene el desarrollo y la expresión del amor, el afecto y las cualidades mas elevadas de compasión y amabilidad. Anahata significa en sánscrito no golpeado o rozado. En el catolicismo encontramos la devoción al Sagrado Corazón, donde se muestra a Jesús con un corazón sangrante atravesado por una corona de espinas y en su parte superior se observa como fluye de él una intensa hoguera. La Kabalah judía identifica el corazón con Tipheret que significa belleza, es la completud y equilibrio, es el corazón de corazones, el centro del individuo y representa al hijo de Dios, como nos lo plantea Elizabeth Clare Prophet en su libro Kabalah. Para los mayas el espíritu del hombre y de los animales residía en su sangre y en su corazón, y los ofrecían en sacrificio para alimentar a los dioses según lo estableció el Popol Wuj, su libro sagrado. Desde los tiempos remotos, la humanidad toda conocía de la relación entre el corazón, el amor, el espíritu y la Divinidad. Cada quien usó su conocimiento como quiso, algunos trataron de aniquilarlo, destruirlo para cortar esa relación con lo Divino, otros trataron de
alimentarlo para fortalecer la relación. Y cada persona fue tomando partido de una u otra postura. Nos queda muy difícil concebir la vida de aquellos primeros tiempos cuando hoy en día nos encontramos rodeados de tanta comodidad y facilidad de vida, es prácticamente imposible comprender como era conseguir el alimento diario, enfrentándose a cada momento con el ambiente, cuando hoy lo podemos hacer sin siquiera dejar la seguridad de nuestra casa. En ese pasado remoto, los primeros humanos tenían que matar a otros seres vivos para garantizar su existencia, peleaban con ellos para asegurar no solo su alimento, sino también su vida. Los animales salvajes eran más fuertes y ágiles que los mismos humanos e igualmente más peligrosos. Seguramente los primeros pobladores tuvieron que endurecer su postura frente a la naturaleza y los animales a quienes llegaron a dominar gracias a su inteligencia que permitió desarrollar las armas: piedras transformadas en lanzas y luego lanzas de metal transformado por el fuego que ya habían aprendido a dominar. No sabemos nada de cómo ha sido el proceso evolutivo de los sentimientos y emociones de aquellos primeros hombres, pero si sabemos que dichos sentimientos y emociones son influenciados por las experiencias con el entorno y las relaciones con sus semejantes. Es comprensible que en el difícil medio en el que se desarrolló la humanidad regía la ley del más fuerte, era y es una ley natural. Y así seguramente nació el juego del poder. Primero el dominio sobre los elementos: El Fuego, El Agua, La Tierra, El Aire, luego La Naturaleza y finalmente El Hombre mismo. Algunos consideran el dominio del fuego como el logro más grande de la humanidad, y quizás es cierto porque ese hecho marcó la diferencia con sus compañeros de creación, los animales. El dominio del fuego le mostró al hombre su capacidad de transformar, de crear y fue, gracias a ese dominio que la humanidad ha logrado los avances tecnológicos actuales. Sin duda este fue un hecho trascendental y posiblemente se constituye en el instante en que la humanidad nace y se consolida como tal. Sin embargo el Hombre ha sido incapaz de dominar a su antojo los elementos, que aunque lo ha logrado parcialmente, ellos le muestran repetidamente su fragilidad y vulnerabilidad, cuando se le rebelan, o debería decir revelan, y le muestran su poder. La humanidad se ha debatido entre su inseguridad y su poder. ¿Fue el miedo a perder la vida lo que llevó a la humanidad a querer dominar los elementos? Seguramente que fue uno de los motivadores principales, porque el miedo o puede empujar a la creación o la puede aniquilar. El miedo a morir los obligó a buscar las formas para protegerse. Y ¿Por qué habrían de protegerse? Seguramente por la ley natural de perpetuación de la especie, los animales lo hacen, en especial, protegen a sus crías que son indefensas. El crío humano es el más débil de los recién nacidos. En aquellos días empezaron a desarrollarse los fuertes sentimientos maternales y paternales de protección, que en el género humano han sido fundamentales para el desarrollo de la sociedad que hoy conocemos. Los nuevos recién llegados debieron ser el mayor motivo de preocupación de sus padres, conociendo el hostil ambiente en que se movían, pleno de peligros, era prioridad darles
protección dado su largo proceso de maduración y fortalecimiento. El corazón emocional de toda la humanidad, aún en proceso de formación, estaba aprendiendo con esa prolongada experiencia de la crianza a desarrollar el amor. ¿Por qué habrían de proteger a ese indefenso y frágil ser, por qué cuidarlo durante tanto tiempo y para qué alimentarlo? En algún momento esos cuestionamientos debieron surgir. Las primeras madres debieron conmoverse con la primera sonrisa al igual que hoy lo hacen e igualmente debieron sentir gran ternura al acariciar su tersa piel y observar sus manitas y piecitos perfectos apenas el pequeño ser brotaba de su propio cuerpo. Seguramente aquellos primeros hombres vieron despertar sus emociones cuando se producía el milagro del nacimiento. El ser humano es tan emocional como el animal, pero difiere de ellos al tener la capacidad de transformar conscientemente esas emociones en sentimientos, de los que surgen pensamientos y de éstos las acciones. Una criaturita recién nacida es capaz de movilizar todo el amor y también todo el miedo, dos sentimientos opuestos, contrarios que tratan de anularse el uno al otro. Y ¿Para que ir tan lejos, hasta los inicios de la humanidad, si aún hoy en día un recién nacido despierta las misma emociones y sentimientos? El objetivo de mi viaje ancestral es el de visualizar la humanidad en aquellos difíciles días de su origen y empezar a comprender a nivel personal como han evolucionado las emociones y sentimientos. Y pareciese que el progreso no ha sido gran cosa. Hoy en día estamos igualmente temerosos por la seguridad y por el porvenir, intentando mantener todo bajo control, incluyendo emociones y sentimientos. El ambiente sigue siendo hostil para el desarrollo y perpetuación del género humano. Claro es que el proceso de gestación y nacimiento sigue siendo el mismo. Dos medias células se unen, ovulo y espermatozoide, para dar paso a la formación de un nuevo ser, quien literalmente de la nada empieza a construir su propio cuerpo. Creo firmemente que es una fuerza propia e individual, el Yo, quien se encarga de esa construcción. Para esa labor hace uso de la energía materna y de los nutrientes que ella le prodiga. En cada proceso de gestación se repite la historia de la vida, no solo de la humanidad sino también la de toda la Creación, porque sucede igual con una semilla o con cualquier animal. Siendo la epopeya de la semilla aún mas valiente y diciente, ya que de ella misma brota toda la fuerza para construirse. De la nada y en la oscuridad surge la vida, el ser con su propia fuerza empieza a construirse a si mismo, proceso que durará toda su existencia, lentamente va haciendo su organismo, brotando éste de si mismo todas y cada una de sus células, que son distintas a la de su madre y esas diminutas entidades vivas conforman sincronizadamente órganos y ellos a su vez conforman los sistemas que constituyen el organismo. Ese organismo que es su cuerpo, diseñado y realizado enteramente por él. El cuerpo es el instrumento de realización del ser humano, a través de él aprendemos a conocer el mundo y transformarlo, por eso, de la forma como lo hemos construido dependerá nuestra vida. ¡Si! Es seguro que en el diseño que hacemos de nuestro cuerpo estamos pre-escribiendo nuestra vida y somos total e individualmente responsables de ella durante toda la existencia.
La vida pre-natal es altamente activa, el ser está todo menos dormido, ya que se encuentra en un continuo e intenso proceso creativo, ese proceso es afectado por el ambiente, por la condición emocional y física de la madre. Cada circunstancia vivida o padecida por ella, afectará el desarrollo del nuevo ser. Todas las emociones y sentimientos que vive la madre durante aquellos meses de espera determinarán de alguna manera el proyecto que se está realizando en su interior. Y desde ese momento se empieza a romper el corazón. El Corazón esta formado y empieza a bombear a partir de la tercera semana de gestación. En ese momento la madre ya presiente la existencia del nuevo ser en su interior, y una semana después lo confirma con la desaparición de la menstruación. Para mí es indudable que la fuerza del Yo que realiza toda esta creación es el Espíritu, es la fuerza que crea y da la vida. Ese espíritu no es más que una emanación de la Divinidad creadora, es en otras palabras el propio Creador re-creando nuevamente el proceso evolutivo de la humanidad. Ese nuevo ser es una nueva manifestación de esa fuerza primigenia que originó todo el universo y que se repite constantemente en cada nuevo ser viviente. Tales manifestaciones solo vienen a continuar el proceso creativo y evolutivo de la entidad divina. Proceso que se realiza a través del fuego y del agua. La humanidad llegó a ser humanidad cuando conquistó al fuego y sus poderes transformadores. El agua apaga el fuego. Experiencia muy frustrante debió ser para los primeros pobladores cuando habiendo conseguido el fuego ver como éste se apagase tras un fuerte chaparrón. Estos dos elementos se oponen permanentemente. El fuego es capaz de derretir al hielo, y cuando éste se derrite es capaz de apagarlo, Ironía permanente de la vida, fiel reflejo del amor, que calienta y transforma para después verse apagado por las aguas turbulentas de las emociones. Y el corazón es el centro del amor, allí reside y expande toda su fuerza al organismo, luchando continuamente con propias fuerzas internas y externas que pretenden apagarlo. Y esa relación con lo Divino se encuentra en medio de esa lucha permanente, la fuerza del espíritu se ve enfrentada a esa dualidad en la que hemos vivido, desde que perdimos la conexión con la divinidad y de tratar de subsanar ese faltante existencial surgió la Religión. Es difícil comprender el proceso evolutivo del pensamiento humano en lo referente a la religión. De nuevo volvemos al latín para entender el significado de esta palabra. En este idioma Re-ligare significa volver a ligar, o sea volver a unir lo que se había roto. ¿Se rompió la unión con el Creador o es la necesidad profunda del ser humano de darle una explicación a su existencia? La realidad de la muerte ha sido el motivador de ese cuestionamiento, y es esa realidad la que ha generado la inseguridad del ser. El ser humano en ese ambiente hostil se siente abandonado. ¿Abandonado de quien? Es seguro que el ser humano debe darle una razón a su existencia, y es la muerte el instante en que se enfrenta a su propia existencia. En aquellos momentos iniciales de la humanidad, ésta convivía a cada instante con la muerte, al igual que hoy, pero no tenemos la conciencia
suficiente para percibirla. Las primeras comunidades fueron desarrollando rituales para prepararse a ese momento de confrontar su existencia. Como las enfermedades eran generalmente mortales y la expectativa de vida era muy corta, aparecieron los chamanes, seguramente chamanas, que posteriormente se transformaron en sacerdotisas y sanadoras. Y estos seres empezaron a reconstruir los vínculos con el mundo que no percibían con sus sentidos físicos, con el mundo espiritual, fue el inicio de la Religión, la búsqueda del espíritu detrás del mundo de la forma. En el mundo donde reinaba, y reina aún el miedo, ese conocimiento daba poder. Ya vimos que la ley natural es que el más fuerte sobrevive y poseer el conocimiento de la sanación brindaba poder. Y muy posiblemente ese poder lo tenía la mujer como encargada de la protección y alimentación de la tribu, al fin y al cabo ella debía guardar a los pequeños mientras los hombres salían de caza. No es secreto que la sociedad primitiva era matriarcal, y la razón principal era el conocimiento sanador que poseía la mujer, al igual que la protección que brindaba. Mientras el hombre cazaba, ella se dedicaba a la investigación botánica, a la agricultura y seguramente a la domesticación de los animales. Mientras el hombre prácticamente desolaba la naturaleza, ella la conservaba, por el bien y desarrollo de la humanidad. Eran dos formas de poder contrarias y la fusión de ambos permitió el desarrollo de la naciente sociedad. El desarrollo de la agricultura y la domesticación de los animales indudablemente generaron los primeros asentamientos y de allí el nacimiento de los primeros imperios. Existían al interior de tales comunidades dos fuerzas opuestas que indudablemente pugnaban por el poder. Seguramente la fuerza masculina desarrollada a través de la caza se vio minimizada por la domesticación de los animales, la necesidad de cazar ya no era prioritaria puesto que ahora ya se contaba con los recursos a mano que les proveían carne, pieles y otros elementos para la supervivencia. Entonces ¿Qué hacer con esa fuerza latente en el hombre? La enfocaron a la conquista. De forma atrevida puedo decir que mientras el hombre se impulsaba a partir del Miedo, la mujer lo hacía desde el Amor, las dos fuerzas contrarias. El hombre pretendió dominar la naturaleza motivado por dicho sentimiento, mientras que a la mujer la aprendió a dominar movida por la necesidad de protección. El apoyo mutuo de las dos fuerzas duró seguramente muchos milenios, pero con el desarrollo las fuerzas se fueron polarizando. El poder obtenido por la mujer debió llegar a ser intolerable para el hombre y empezó entonces el sometimiento. El poder del ser humano se encuentra en su corazón. Es indudable que físicamente es el órgano que mas trabaja y su función como fuente nutricia es innegable. El sometimiento se dirigió entonces hacia esa fuerza, tanto a nivel individual como colectivo. La mujer era el corazón de la comunidad antigua, tenía el poder que cohesionaba la comunidad y se constituía en la fuente nutricia, sanadora y protectora. Para permitir la liberación de la fuerza masculina era necesario atacar dicha fuente, sin darse cuenta que al hacerlo toda la humanidad se lanzaría al abismo.
Lo planteado hasta este punto no pretende generalizar que el género masculino es totalmente depredador y que el femenino es totalmente protector. Cada ser humano es originalmente formado por dos semicelúlas que contienen elementos de uno y otro género. La fuerza hacia el exterior, conquistadora masculina es fundamental para el desarrollo a todos los niveles del individuo y los mecanismos de protección son básicos para la supervivencia. El verdadero poder se logra con el perfecto equilibrio de los opuestos al interior del ser, del organismo y de la organización. La sociedad en algún momento de su proceso perdió el equilibrio y empezó la pugna por la supremacía del uno y del otro. La ley del más fuerte se impuso generando el sometimiento con violencia, con esclavitud, con abuso. Se impuso el atacar el corazón de individuos, organismos y organizaciones porque ese órgano es el centro del poder. ¿Por qué rompemos el corazón? Indudablemente por Miedo. Y la historia de la humanidad se transformó en la Historia del Miedo. Una historia de destrucción, de permanente abuso y maltrato al más débil. Y los más débiles han sido los niños. Una escena en particular de la película de Mel Gibson, Apocalyptica, que trata del sometimiento de tribus centroamericanas por los Aztecas, me llegó profundamente. En ella solo los adultos son esclavizados mientras los niños son dejados abandonados en la jungla, esperando seguramente su muerte. Los sometedores sabían del impacto emocional que ese hecho ejercía sobre sus padres, así los debilitaban al máximo, rompiéndoles el corazón, representado en lo que mas amaban, les mataban la esperanza. Y es que cuando se rompe el corazón se pierde la esperanza. El corazón es como una copa que contiene el Amor, ese Amor que nos permite vivir, esa es la fuerza que da la vida y cuando se rompe la copa, se vacía, se va la fuerza y el corazón yace casi muerto. Y eso lo conocían muy bien los Aztecas y los Mayas y arrancaban en sus sangrientos rituales los corazones de sus esclavos, no los de sus súbditos, porque así debilitaban mas y mas a sus enemigos. Romper el corazón tan literalmente era extraer el poder del pueblo sometido. Y al obligarlos a abandonar en la selva a sus hijos era romperles el corazón matando la esperanza del pueblo enemigo a renacer. La Historia del Miedo es la historia del sometimiento y la esclavitud. Y la sociedad, después de perdido el equilibrio se entregó al sometimiento permanente y violento. Porque el miedo genera violencia, es su herramienta principal. No solo era importante imponerse, era fundamental destruir el corazón. Anahata, vimos, significa pureza, entonces el Chakra del Plexo cardiaco es el centro de la pureza. El corazón nace puro y empieza a corromperse desde el mismo instante del nacimiento, sino antes. Todo maltrato infantil está destruyendo esa pureza. Tiemblo al escuchar historias donde una niña o un niño violados, agredidos sexualmente. Siento como ese acto destruye ese tierno corazón, haciéndolo añicos. A veces caminando en las putrefactas calles de nuestras ciudades tercermundistas puedo sentir la tristeza en niñas aun muy pequeñas y sé que ya han sido violadas. A veces he tenido que detenerme y dejar escapar lágrimas de dolor.
¿Cuántas violaciones ha vivido esta humanidad, cuantas vive y cuantas ha de vivir? Un corazón destrozado de está manera le cuesta mucho recuperarse, quizás no lo logra nunca, y nosotros allí parados indiferentes o muertos de miedo. ¡Muertos! Y con tanto miedo que le tenemos a la muerte. Please help me mend my broken heart and let me live again. Por favor ayúdame a remendar mi roto corazón y permíteme vivir otra vez. Es la suplica que brota del destruido ser. Y ese lamento está impregnado en la humanidad que se debate sin esperanza, es parte de lo que denominan el inconsciente colectivo, que de alguna manera alimenta el mayor de los males: La Corrupción. La Corrupción es enfermedad tanto a nivel individual como colectivo. Se manifiesta de muchas maneras por lo que se hace muy difícil comprenderla. Nadie identificará una enfermedad personal como un indicio de corrupción. Al vivir en un medio corrupto es sencillo no darse cuenta de ella, es como el pez que vive en el mar impidiéndole conocerlo, porque está inmerso en él, cuando sale del mar muere, porque le es imposible vivir en otro ambiente y así está condenado a nunca poder vivir fuera de él. El mundo es corrupto en todos los aspectos. Esa es la interpretación de la muerte, máxima expresión de la corrupción. Cadáveres corruptos, descompuestos, esa es la visión de un cementerio y posiblemente esa fue la razón que motivó a los egipcios para momificar a sus muertos, para evitar la descomposición del cadáver. La enfermedad no es más que una manifestación de ese proceso de corrupción en la que se desarrolla la vida actual. Desde la medicina pública moderna se plantea que los ambientes laboral y social interfieren en el estado de salud de los individuos. Y esos ambientes no son más que los espacios donde el ser desarrolla su existencia: el hogar, la escuela, la calle, la empresa y todos están impregnados de corrupción. Yo diría que los ambientes no solo interfieren sino que determinan el estado de salud de las personas. La Organización Mundial de la Salud define salud como el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Pobre definición del ente mundial, sin embargo es un buen comienzo para librar la batalla contra la corrupción en todos los frentes. Según el diccionario de la lengua española bienestar significa estado de satisfacción o felicidad. ¿Qué clase de satisfacción o de felicidad puede garantizar el bienestar? Sin tener claridad sobre estos conceptos, es indudable que la búsqueda del bienestar puede incentivar la corrupción. Volvamos al corazón roto, aquel incapaz de contener el Amor que brota de sí. Un corazón roto busca desesperadamente quien lo remiende. Al haber perdido la confianza en sus padres, el infante se vuelca en otros, el salvador, para recomponer su corazón, sin darse cuenta o sin saber que aquellos otros lo tienen igualmente roto. Al no saber como recomponer su propio corazón es imposible intentar al menos arreglar el de otro y finalmente ese intento termina en uno o dos corazones aun más destruidos.
Y como la historia de la humanidad es exactamente igual a la del hombre individual, hago un paralelo con la de los judíos en la época de Jesús. El tan ansiado Salvador, Mesías en hebreo o Cristo en griego, aparece en el momento más crítico, cuando el corrupto imperio romano se apodera de Judea. El desesperanzado pueblo clama a gritos que alguien los libere y Jesús brinda esa esperanza, el pueblo lo escucha y posiblemente lo comprende pero el poder corrupto lo mata. Le extirpa de nuevo al pueblo la esperanza y finalmente se va en contra del mismo pueblo. Treinta y cinco años más tarde Jerusalem es totalmente destruida por el poder romano y el pueblo judío todo es lanzado al exilio, convertidos en los traidores más grandes de la historia. Claro es que de esa experiencia de Jesús nace el Cristianismo que alimenta ya no la esperanza de los judíos sino la de todos los débiles y sometidos pueblos que conformaban al imperio romano. Ese imperio no era una unidad, era una diversidad de culturas sometidas a un poder central absoluto, cabe aquí la frase que dice el poder absoluto corrompe absolutamente. La esperanza de bienestar brindó nueva vida, no al imperio, sino a la gente común y la noticia, la buena nueva, se regó como fuego en un seco pajar en un imperio que agonizaba. La corrupción se mimetiza como lo hizo la serpiente en la mítica narración de la tentación de Eva en el Paraíso, el primer registro de corrupción en la tradición judeo-cristiana. El gran logro del imperio romano es la política, superaron a los griegos en ello y pues siendo los romanos hábiles políticos lograron que la naciente iglesia cristiana fuese parte del organismo imperial. Un imperio donde el emperador practicase la misma religión que su pueblo era un logro político de grandes consecuencias, si no puedes con tu enemigo únete a él. Y los pueblos sometidos con alguna esperanza de vida volvieron a su antiguo y crónico sometimiento, ahora espiritual. La corrupción es enfermedad y Roma estaba enferma de muerte, pocos años después de su supuesta conversión el imperio se desploma, se parte en dos, luego se desintegra y la propia capital imperial es destruida por pueblos invasores aparentemente mas débiles e ignorantes. Sin embargo, el imperio ya había cedido su poder o lo había transformado hacia institución nacida en su seno que se denominaba la Iglesia. La Iglesia llenó el vacío espiritual que tenía el imperio romano, primero porque Roma no tenía una cosmología propia sino que fue tomada de la griega y de otros pueblos mediterráneos y segundo porque en la época del imperio el emperador se transformó en un dios viviente, al igual que lo eran los faraones del antiguo Egipto. Roma era pues un terreno sin dios, lleno de desigualdades, desdivinizar al emperador fue labor de la Iglesia. Al caer el Imperio, el Papa asumió algunas de las características del emperador y se convirtió en el representante de Dios en la Tierra, con poder absoluto sobre las naciones y los hombres, poder que ejerció a cabalidad durante siglos. Para nadie son desconocidas las historias de manipulación y corrupción de la Iglesia en los tristes y oscuros años de la edad media. La forma como manejaban reinos y personas. Es indudable que la Iglesia perfeccionó el arte de la corrupción política y económica que marco el destino de la humanidad. Antes de continuar con este apasionante tema que nos
permitirá conocer los más aberrantes abusos es importante volver al pasado remoto y retomar el tema de la mujer. Planteé que la mujer, en la comunidad antigua, era poseedora de la fuerza capaz de transformar la naturaleza, era la que prodigaba el alimento y la sanación, era sin proponérselo la sacerdotisa y seguramente ella era la conexión con el espíritu, de hecho era la fuerza cohesionadora de la comunidad, al fin y al cabo ella empleaba el fuego en todas sus labores diarias. Con la polarización de la fuerzas, era claro que su poder era mayor que la fuerza masculina, entonces el hombre entró en su campo y se apoderó de su saber, empezaron a surgir castas de sacerdotes hombres en los imperios nacientes. ¿Por qué la serpiente habla a Eva y no a Adán? Simplemente porque ella tenía el poder de comunicarse con la naturaleza mientras el hombre la destruía. No es Adán, el hombre, el que posee el ansia de sabiduría, es Eva y por eso cede ante la tentación. Con el paso de los tiempos, el hombre adquiere ese conocimiento, no sabiduría y conocedor del poder pretende arrebatárselo a la mujer. La sociedad ya ha evolucionado, existen ciudades que sobreviven por el comercio y seguramente la mujer normal ha ido perdiendo sus capacidades de mediadora con la naturaleza, porque ésta última es la gran ausente tanto en las ciudades antiguas como en las modernas. El hombre, ansioso de todo el poder, finalmente logra arrebatarle a la mujer el dominio sobre el mundo espiritual y entonces se consolidan las castas sacerdotales masculinas. Se desarrollan en Mesopotamia y en Egipto, los primeros grandes imperios y de allí saltan al pueblo hebreo, donde solo los hombres de la tribu de Leví podrán ser sacerdotes. La suerte de la mujer estaba echada y nunca más podría ejercer como sacerdotisa. Es seguro que el mismo proceso se debió vivir en Oriente, donde la condición femenina ha recibido el mismo trato, aun hoy no existen monjas budistas. No hay mención de sacerdotisas en los imperios americanos y son pocas las historias de chamanas dentro de las comunidades indígenas actuales. El desarrollo imperial fue un producto netamente masculino que para entonces ya había logrado dominar y apropiarse del poder femenino. El naciente cristianismo tomó de su ancestro judío ese antifeminismo y creo una nueva casta sacerdotal netamente masculina y negó a la mujer toda capacidad de oficiar el rito, es mas la marginó y discriminó de tal forma que la convirtió en un ser inferior. De nuevo no pretendo tomar partido contra una u otra expresión. Seguramente en el pasado remoto debieron existir abusos por parte de la mujer con su poder. La mujer ha usado siempre su poder para manejar situaciones a su antojo, igual pudo manipular las comunidades según su necesidad. De los mitos celtas vienen las historias de las grandes brujas y los griegos hablan de las Amazonas, aquella raza de mujeres poderosas que existieron alguna vez sobre la faz de la Tierra. Volvamos a la Edad Media, un pueblo muriéndose de hambre en tierras desoladas por continuas guerras e invasiones, la tensa y débil calma que existía durante el Imperio Romano se había roto totalmente y un ansia de poder se diseminó por todo el mundo conocido. Una Iglesia con poder absoluto dado por Dios empezó a diseminar el miedo por
todos los rincones. Ansia de poder político y económico se apoderó de la organización en general, en particular existen casos de verdaderos hombres místicos que entregaron su vida a la fe. La Iglesia extendió su poder corruptor por toda Europa, colocando reyes, o comprándolos, y los reyes aumentaban su poder colocando Papas y obispos, o comprándolos. Existían dos grandes enemigos los judíos y las mujeres. Los errantes, exiliados y proscritos judíos habían aprendido a ganarse la vida como viles prestamistas y comerciantes, y con el paso del tiempo lograron amasar grandes fortunas que eran apetecidas por los reyes y la propia iglesia. Las mujeres seguían siendo el bastión espiritual del núcleo familiar y a veces también el material de las familias, entonces nace la Santa Inquisición, el más depravado medio de acabar con los enemigos. Se puede afirmar que la Inquisición nació contra el movimiento cátaro que sucedió en las prosperas provincias del sur de Francia, verdaderos holocaustos acontecieron en aquellas tierras y en aquellos tiempos. Los Cátaros eran un pueblo pacífico y trabajador, muy espiritual donde la mujer jugaba un papel muy importante. Esa convivencia pacifica permitió un desarrollo no visto en ninguna otra parte de Europa de la época. La Iglesia y los reinos vecinos deberían ambicionar esa floreciente perla. Alguna poderosa razón debió motivar al papado trasladarse a Avignon, ciudad muy cercana a la región cátara. ¿Romper el Corazón? Corazón roto de aquellos hijos viendo a su madre morir en la hoguera. Roto él de todas esas familias despojadas de sus bienes y obligadas a mendigar por las sucias calles de las ciudades medievales. Prestantes familias caídas en desgracia, maltratadas, mancilladas, violadas y despojadas por la ambición de reyes y representantes de Dios. Esos corazones rotos solo podían albergar odio y resentimiento contra aquellos que les generaron tanto dolor. Y harían posteriormente todo lo posible por desquitarse, hundiendo a la humanidad toda en un ciclo sin fin de violencia y dolor. Lo más grave fue el ámbito corrupto en la que se convirtió Europa. Y de lo que hoy todo el mundo paga sus consecuencias. La Inquisición dio un valor muy bajo a la vida humana, rompió millones de corazones y sumió al mundo en la desesperanza y sin principios éticos. Los reyes lograron su poder y su fortuna despojando a otros, arreglando matrimonios, violando doncellas herederas, todo con la bendición papal, el representante de Dios en la Tierra. La Edad Media es oscura por todos esos aspectos que mostraron la otra cara de Dios, muy distinta a la que se leía en el mensaje de Jesús en Galilea. Y agrego las dos siguientes aberraciones que marcaron por siempre a la humanidad. La primera el establecimiento formal como negocio de la trata de humanos, bueno de negros y el segundo la conquista de América. En relación al primero podemos decir que se originó en la despoblación de Europa, el hambre y las enfermedades lograron que la fuerza laboral del continente casi se extinguieran, era tal la falta de salud, que poblaciones enteras desaparecieron. El Reino de Portugal encontró una solución, traer negros de sus recién conquistadas colonias de África, todo ello con el beneplácito de la Iglesia que consideraba a aquello seres no humanos, simplemente. Y Lisboa se convirtió en un prospero centro económico porque suministraba mano de obra fresca a todo el continente que se moría de hambre víctima de su propia enfermedad.
De nuevo, ¿Podremos entender y comprender el dolor causado a la raza negra y podrán ellos sanar su corazón roto? La enfermedad que acosa a la humanidad es muy antigua y hay mucho dolor en el inconsciente colectivo. Esta es una mas de las razones por las que nacemos con un corazón hecho trizas. La otra aberración se llama la conquista de América. No sabemos las oscuras razones que motivaron esa empresa, pero el holocausto realizado en estas tierras ha sido el mayor jamás hecho en la historia de la humanidad. Poco se sabe, porque no quedaron vestigios ni testigos, salvo unas ruinas que muestran el poderío y grado de desarrollo de las culturas que aquí habitaban. Algunos estudios estiman que la población de América a la llegada de los europeos podía estar cercana a los cien millones que desaparecieron en menos de cien años. No solo eso, todo el legado cultural de civilizaciones fue mancillado y destruido. Hay pocos indicios de la violencia que se aplicó, pero dada las características del europeo, seguramente usaron todo su saber, de hecho la Santa Inquisición tuvo su renacer a petición de los Reyes Católicos y fue aplicada con toda severidad en América. La mezcla de razas en América es una mezcla de dolor, tragedia y corrupción. El sufrimiento indígena y negro y la imposición a la fuerza de una cultura corrupta y ambiciosa. Leo sobre el tema de la corrupción a lo largo de toda América Latina y es lo mismo, con matices particulares, pero todos los países se debaten en la misma discusión, y ni siquiera se profundiza un poco y mirar que no podemos hacer otras cosa que lo que nos enseñó la cultura impuesta. La corrupción era y es rampante en Europa, patrocinada y promovida por el poder espiritual con sede en Roma. De nuevo hago la salvedad, los imperios americanos deberían ser igualmente corruptos, existía la esclavitud y el sometimiento, este lado del mundo no era el paraíso terrenal, pero eso no justifica la forma como fueron masacrados, porque lo realizado en América fue una masacre hasta ahora nunca mas vista. El holocausto de la segunda guerra mundial, el cual no fue solo judío ya que allí asesinaron igual numero de cristianos, solo es comparable con la de América en la crueldad con que se realizó, aventajando los alemanes a los españoles en el corto tiempo que gastaron en llevar a cabo el bárbaro acto, seguramente por los adelantos tecnológicos existentes ya en el siglo XX. En Norteamérica el panorama es diferente, allí los indígenas fueron igualmente arrasados finalmente por una Inglaterra que se estrenaba como metrópoli. Reemplazados entonces por poblaciones negras maltratadas y subyugadas dentro de un creciente modernismo que no conoció España en su época colonial. Los acomodados e hipócritas valores ingleses encontraron una tierra abonada que dio uno de sus más grandes frutos: Los Estados Unidos de Norteamérica. Sin embargo la fuerza de los pocos indígenas que sobrevivieron aportaron al mundo uno de los mas grandes legados, su silente fuerza y su ejemplo de vida sembraron en el europeo común la semilla de la libertad, la vida en Norteamérica se desarrolló de una manera muy distinta a la de las colonias latinas del sur y aunque segregados, los nativos dieron ejemplo de integridad que finalmente revolucionaría al planeta completo, alimentando la hoguera
que iniciaba a arder en las sucias calles de París. Esa integridad de corazón que sobrevivió a su muerte fue la primera rebelión pacífica con grandes consecuencias. El multicolonialismo en Norteamérica generó una sociedad muy diferente a la española del sur del Río Grande. En Norteamérica se asentaron holandeses, franceses y británicos. Inglaterra ya se iniciaba su distanciamiento de Roma por los sucesos de Enrique VIII, Calvino y Lutero conmovieron la Iglesia desde Suiza y Alemania, muy cercanas a Holanda y Francia, aunque el papel dual de Francia siempre ha sido claro y cuestionado. Ese intercambio con múltiples metrópolis permitió un desarrollo diferente y diverso en Norteamérica que poco a poco, pero más rápido que en las colonias latinas, logro obtener su propio poder y gritar la independencia a Europa. Ese acto de gran impacto significó un movimiento energético muy fuerte en todo el mundo, a los pocos años se produce la caída de la monarquía francesa y con ésta un cambio en el panorama político de Europa enfilándose hacia una nueva transformación del poder. Lo que es claro es la pobre influencia de la Iglesia Católica en Norteamérica, los movimientos que generaron dentro del cristianismo Lutero y Calvino fueron adoptados más rápidamente en sus países de influencia y así llegaron a Norteamérica, la tierra libre donde pudieron expandirse y desarrollarse. En aquellas tierras no existió la dramática inquisición ni el corrupto vasallaje español, al contrario, se expandieron las ideas más liberales inglesas y holandesas, por entonces ya consolidados como mercantilistas. El poder de Roma se estaba transformando en uno nuevo. Ahora era mercantil, el del dinero y sus sedes pasaban a ser Londres y Ámsterdam. Lisboa y Madrid sucumbieron al mantener un sistema que resultaba improductivo. El modelo colonial de estas naciones no les permitió asimilar los cambios que se estaban gestando en el resto de Europa. El pseudo poder espiritual de Roma estaba desprestigiado, de nuevo el imperio romano se desintegraba y las fuerzas del poder imperial se desplazaban a otras moradas, mimetizadas en una nueva forma de sometimiento: el poder económico. Con las ideas de liberación provenientes de Norteamérica, su propia independencia y los fuertes movimientos brotando en toda Europa ya se preveía el fin de la esclavitud y la terminación, al menos de palabra, de toda forma de sometimiento. El vasallaje había llegado a su fin y la sociedad se enfilaba hacia la urbanización y la revolución industrial. Y una nueva forma de sometimiento se estaba gestando. Las turbulentas aguas estaban en su máximo, los sistemas coloniales estaban cayendo lentamente, toda la independencia americana, los conflictos revolucionarios europeos, el triunfo del bolchevismo y muchos mas movimientos cambiaron totalmente la geografía política mundial. Al finalizar la segunda guerra mundial el manejo del poder era totalmente diferente. El cáncer había hecho metástasis y el mal invadió a todo el planeta. La guerra mostró los niveles de insensibilidad a los que puede llegar el género humano que a la final fue el gran vencido. El mundo perdió sus límites y la enfermedad se propagó a todos los niveles y en todas las formas, y surgió la forma contemporánea de dominación.
La época del pseudo poder espiritual llegó a su fin con los dramáticos sucesos de la segunda guerra mundial. Las Iglesias en general o bien se han vuelto abiertamente mercantilistas o bien se hunden en el fango de la corrupción en todos sus niveles. La humanidad aún carente de espiritualidad busca afanosamente una respuesta y lentamente parecen abrirse los caminos en medio de la peor etapa de la enfermedad. La serpiente se mimetizó de nuevo gracias a la nueva gran capacidad de producción industrial, el poder actual radica en el mercantilismo que venía gestándose desde el siglo XVIII. Esta nueva forma de poder ya no requería del vasallaje ni de la iglesia para someter, ahora tenía dos formas básicas: el trabajo y el consumo. La revolución industrial llegó en las postrimerías de ese siglo como una nueva redención para el sometido pueblo, ahora abrirían fábricas y habría trabajo para todos. Si claro, ¡pero en que condiciones! Los salarios eran insuficientes y el costo de vivir en la ciudad venenoso y la vida misma era peligrosa. La educación se hizo popular y de fácil acceso, pues se constituyó en la herramienta fundamental para formar los equipos de obreros que generarían los productos que ellos mismos consumirían. Se desarrollaron las grandes teorías económicas y la ciencia empezó a tener gran importancia. Era importante desarrollar nuevos productos a bajo costo para que fuesen consumidos por la gran masa a precios no tan bajos. Era fundamental mantener la rentabilidad, es decir el producido neto. Así todo el sistema del estado, quien ahora representaba al poder, se puso a su servicio. El poder aparentemente volvía al estado como en tiempos de la República romana, pero no era cierto, realmente pertenecía y pertenece a algunos pocos grupos inmensamente ricos que controlan estados títeres. El poder detrás del poder. Ellos engrasan las maquinarias estatales que hacen leyes y las reforman en pro de las industrias más no de las clases trabajadoras. Y así surgió la gran explotación del hombre por el hombre que padecemos. Y también se organizó el crimen, o mafias, las políticas de silenciamiento por parte del estado, los esquemas de seguridad y tantas otras aberraciones con la que se disfraza la serpiente hoy día. Y del otro lado tenemos una humanidad que ha pasado de un sometimiento a otro, de una desesperanza a otra y continúa aun con su corazón totalmente despedazado. Hoy tenemos estados vasallos de grandes corporaciones que trafican con seres humanos, que montan maquilas en países tercermundistas donde pagan salarios inhumanos para producir bienes que se comercializan en países del primer mundo generando unas inmensas ganancias. Una educación a todo nivel: primaria, secundaria y superior no diseñada para pensar sino para gastar. Un sistema financiero al servicio de la gran masa para atarlos de por vida, una ciencia dedicada a generar mas y mas bienes de consumo, para obsoletar rápidamente los ya adquiridos. Unos poderosos estados que desatan guerras religiosas para tomar el control de los recursos naturales sin ningún tipo de ética. Corporaciones que corrompen estados débiles para obtener grandes regalías sin importar las condiciones de vida en tales países, muchos de ellos miserables. La vida humana había perdido su valor en la Edad Media, hecho que quedo claramente demostrado en todos los fatídicos actos de la segunda guerra mundial. El Corazón roto ya no significaba nada, absolutamente nada.
Y los individuos comunes son los esclavos modernos, muchos, la gran mayoría dormidos en la inconciencia que brinda la supuesta tranquilidad de la vida moderna, como la cómoda clase media estadounidense que despertó violentamente al miedo el once de septiembre de 2001 victima de su propia indiferencia. Este rápido viaje por la historia occidental es una muestra del dolor que nos hemos infringido unos a otros a lo largo de nuestra existencia como humanidad. Ni siquiera he mencionado el proceso llevado a cabo por Constantinopla, la otrora ciudad más importante de Europa y Asia menor. Ni la historia árabe, fundamental en el desarrollo de la comunidad humana, la nueva visión que otorgo a la divinidad y la forma de relacionarse con él que igualmente fue atacada por el cristianismo reinante, denominados infieles. Bien sabido es lo que dice la Biblia sobre como tratar a las mujeres adulteras. El Imperio Turco-Otomano que llegó a ser el más poderoso sobre la Tierra dominando desde Mongolia hasta el norte de África puso a tambalear a la estructura occidental, fallido intento que como consecuencia mantiene aún hoy en día marginada a Turquía en el concierto mundial. En fin hay miles de historias y miles de héroes algunos anónimos que han tratado de decirle al hombre que la humanidad se sanará solo cuando cada uno de nosotros, a consciencia, sea capaz de asumir su responsabilidad individual y social, decida sanarse a si mismo, dando paso a la sanidad global y solo entonces podremos hablar de bienestar, y vale la pena repensar al Jefe indígena norteamericano que le envió una carta al presidente de los Estados Unidos explicándole porque ellos no podían venderle sus tierras, simplemente porque ellas no les pertenecían, ellos solo eran parte de un sistema donde los seres se brindaban apoyo mutuo comprendiendo y respetando la realidad espiritual de cada uno de los seres que conformaban el sistema.
Nunca pude ver el mañana y nadie me hablo acerca del dolor. Desde que nacemos tenemos la ilusión de la felicidad en nuestro ser. El recién nacido está pleno de vida y de esperanza. A medida que empieza a avanzar en el camino se va encontrando con el dolor, maltrato físico, emocional y moral que tiende a incrementarse a cada paso. Hasta que en algún momento de la vida paramos y nos damos cuenta que nunca nadie nos había hablado del dolor que es de presencia casi permanente en toda existencia viva. Sufre la planta al ser brutalmente arrancada, atacada o mutilada. Sufren los animales en su continua lucha por la supervivencia y sufren los seres humanos en su proceso de conocimiento, o deberíamos llamar adiestramiento. Y ese sufrimiento no es más que la muestra física de cada grieta que sufre el corazón. Las implicaciones del corazón roto son tangibles y claras. Cuando sentimos romper nuestro corazón, todo el ser se siente derruido, sin fuerza y sin esperanza. El otrora lleno de amor se encuentra vacío y aún así debe persistir en su tarea de seguir dándola vida a ese cuerpo que requiere de energía para vivir. En la parte anterior hicimos un breve pero doloroso viaje en la historia de la humanidad solo para entender que existen millones de razones para comprender que tenemos el corazón roto, desde el nacimiento y seguramente desde la concepción. Las células tienen sus propios lenguajes denominados ADN y ARN. Toda, absolutamente toda, la información relacionada con los seres vivos se encuentra codificada en esos lenguajes que empiezan a ser interpretados. Esto quiere decir que el nuevo ser que inicia su construcción en el mismo instante de su concepción, toma de los ADNs y ARNs paterno y materno la información para llevar a cabo su creación, su sí mismo, y esa información contiene toda la tragedia de la humanidad. Las células desde su formación inicial vienen con el germen maldito de la corrupción. Muchas enfermedades intrauterinas y neonatales deberían ser miradas desde esa visión. Por ahora no voy a profundizar en los aspectos espirituales que se desarrollan durante el embarazo. Vamos es a mirar la historia de ese niño inicialmente en formación, luego recién nacido hasta llegar a la edad adulta con un corazón debilitado por la historia de la humanidad. Nacemos supremamente frágiles e indefensos. A un recién nacido le es casi imposible sobrevivir solo, requiere de muchos cuidados, atenciones y esmerada nutrición. Patética la noticia de un bebe que murió en un hospital de Bogota por falta de Amor. Eso informó el médico a los noticieros. El Amor es el principal nutriente que requiere el ser en gestación y el recién llegado. ¿Cuántos embarazos no deseados? Muchos mas de los que pensamos. Algunas veces la madre desea tener a su hijo pero la incertidumbre de su vida le genera sentimientos de rechazo, otras veces los hijos llegan como resultados de relaciones no deseadas, violaciones
o simples accidentes. En el fondo del sentir de aquellas madres existe una no aceptación al ser que se está formando en su interior y ese sentimiento es percibido desde el mismo instante que empieza su formación, aun antes de que comience a latir su corazón. ¿Cómo actuamos frente al rechazo aún los adultos? Diseñamos mecanismos de protección de tal manera que nos permitan refugiarnos en aquellos que nos brinden aceptación y nos alejamos de aquellos que nos rechazan con un fuerte sentimiento de frustración que puede transformarse con resentimiento dependiendo de la intensidad del rechazo sufrido. Un bebe en el vientre materno no puede retirarse a ninguna parte, está inmerso en su proyecto y no tiene a donde ir. Bueno a veces suceden los abortos espontáneos, decidió irse antes de enfrentar su difícil realidad o la madre no fue capaz de tolerar más su presencia. La madre podría eventualmente comprender su situación y con ayuda superar la situación pero el bebe abortado literalmente abortó su proyecto de vida. El bebé rechazado que finalmente supera con su propio esfuerzo el embarazo y nace, seguramente lo hará debilitado, porque no recibió el suficiente nutriente amoroso para hacer su construcción. Seguramente tendrá un corazón débil que desafortunadamente no es atendido correctamente por los sistemas de salud actuales. Al neonato se le hacen algunos exámenes rutinarios para mirar que fisiológicamente el corazón esté sano. Realmente a nadie le importa cuanto sufrió el bebé durante su gestación solo importa que se encuentre bien de salud, esto es que todo le funcione bien. Y como el bebé no habla ¿quién podrá conocer de su corazón ya roto y de su debilidad interior? Nadie, las manifestaciones de esa debilidad aparecerán tarde o temprano en el transcurso de la vida, manifestaciones diversas, múltiples y miméticas. Pueden ser físicas, mentales o ambas, se ven como retrasos en el desarrollo corporal o en inseguridades y deficiencias en el aprendizaje o el comportamiento. Generalmente son detalles tan sutiles que los padres, algunos tan ocupados y otros tan despreocupados no pueden detectar. Para el niño es algo que se escapa de su comprensión pues aun no está preparado para asumir su propio reto en la construcción de si mismo. El infante no solo requiere ayuda física para su desarrollo, también necesita comprensión y apoyo de sus padres para afianzarse en su obra. Pero la vida moderna les ha negado a los padres la oportunidad de ejercer su función con honestidad y responsabilidad. La gran mayoría no han recibido ningún tipo de preparación para ejercer su paternidad o maternidad, mas grave aún se desconoce el proceso espiritual del ser en formación por lo que es totalmente imposible dar algún tipo de soporte en ese aspecto. Hago aquí una aclaración: Espiritualidad no es religión, es una parte constituyente del organismo vivo, en especial el humano, es la propia esencia de la vida que debe ser reconocida y apoyada para que pueda emerger poderosa y hacer su voluntad. El ser humano, a diferencia de vegetales y animales, tiene la opción de hacer consciente su espiritualidad, es decir manifestar toda la emanación creadora en si mismo y en sus actos. Esa conciencia del Espíritu nos hace humanos.
El proceso de formación del niño se desarrolla en medio del ambiente enfermo que describimos en el aparte anterior, es decir que está plenamente influenciado por el sistema de poder vigente y la “formación” se hará en base a sus parámetros. El sistema restringe la libertad de expresión, limita la capacidad de autorreflexión y solo permite moldear seres que puedan “integrarse” plenamente al sistema. En la gran mayoría de los casos, los niños se constituyen en la realización del sueño de sus padres o en otros casos no reciben ningún tipo de soporte para su desarrollo intelectual, emocional y menos aún espiritual, esto es evidente en las zonas de extrema pobreza donde los niños crecen prácticamente abandonados por la incapacidad cultural y material de sus padres. Claro que esto último no solo sucede en las clases menos favorecidas, en los hogares donde ambos padres deben trabajar, el cuidado de los infantes siempre se delega a alguien que no posee la suficiente formación y generalmente no tiene ningún vínculo de sangre con los pequeños. El niño crece solo, con el corazón roto y rompiéndosele mas a cada instante. Los padres, cuando el niño cuenta con los dos, generalmente no son conscientes de ello y consideran que su hijo tiene un desarrollo normal pues come bien, se comporta bien, etc. Pero ese pequeño aún desvalido está solo en su proceso y con su debilidad cardiaca aprende a vivir. Y eso que aún no he tocado el tema del maltrato infantil. Esto sucede cuando se inicia la imposición de la voluntad, cualquiera sea el motivo, por parte de los padres, hermanos mayores y adultos sobre el niño. Los actos de violencia, cualquiera sea su forma e intensidad causan graves daños en el desarrollo del pequeño, en especial por que terminan de romper su corazón, destruyen la autoestima y minan la confianza que ellos tenían con el ahora agresor, con sus padres, con el mundo y consigo mismos. En ese momento se empieza a repetir toda la tragedia de la humanidad en el pequeño. La historia es recordada, porque la tiene escrita en sus células, en su ADN y ARN, el maltrato no es más que una sencilla manera de hacerle recordar que somos una raza sometida y que debemos acatar ese sometimiento. La ley del más fuerte se impone y el miedo se apodera del ser en desarrollo. Recordemos que el niño nace, generalmente, con todos sus órganos y sistemas completos y que mas o menos durante los siguientes veintiún años se dedica a crecer y fortalecer su cuerpo, que en últimas es toda la manifestación de su ser. Algo poco conocido es que las emociones y sentimientos quedan registrados en el cuerpo. Así es como el primer miedo causó una reacción anímica y física y al repetirse la misma emoción o sentimiento, el cuerpo reacciona de la forma como lo hizo la primera vez porque quedó impresa en él. Esa reacción corporal es reconocida por el cerebro que la asimila a ese momento original cuando el hecho sucedió y entonces a nivel inconsciente la persona vuelve a sentir esa misma emoción o sentimiento. El cuerpo es una cinta de video que no se borra, solo se podrá hacerlo si se tiene el compromiso consciente para hacerlo. Todas las impresiones, gratas o no quedan grabadas
en los músculos principalmente que poco a poco le van dando forma al cuerpo. La gran mayoría de la gente desconoce que los desequilibrios corporales pueden causar desequilibrios sicológicos y viceversa. Es que en últimas el ser humano es Energía y ésta se manifiesta de igual manera en todo el ser. Los problemas de desarrollo corporal están ligados generalmente a hechos altamente traumáticos en durante la primera infancia. Los problemas de postura igualmente tienen su origen en ese mismo tipo de sucesos. El cuerpo se va desarrollando de acuerdo como el ser va manifestando su emanación de energía y satisfaciendo las necesidades de protección, tratando de suplir las carencias que posee en su interior. Una persona encorvada lo es porque crea con su espalda una concha para proteger su débil corazón, similarmente una persona con un pecho demasiado musculoso y fuerte igual esta creando una barrera para evitar que otros penetren a su corazón y le hagan daño. Todo el estado emocional de una persona puede ser leído en el cuerpo con una vista más aguda del mismo. Cada rasgo, cada particularidad, cada cicatriz tienen una historia que contar, una emoción y una vivencia. Hay mucha bibliografía disponible sobre el tema e invito al lector para que se anime a instruirse sobre ello, además existen muchas técnicas terapéuticas directas sobre el cuerpo. Personalmente experimenté una de las más interesantes denominada Rolfing que es un intenso y a veces doloroso proceso de reconstrucción corporal que genera un profundo alivio emocional. El niño tiene un corazón debilitado que empieza a ser destruido paulatinamente por los continuos maltratos que recibe, algunas veces brutales como las golpizas inmisericordes, quemaduras o abuso sexual carnal. El niño ya tiene totalmente roto su corazón, que sin embargo, como órgano de la vida tiene una gran capacidad de recuperación, pero en él quedan las cicatrices que lo van endureciendo al igual que todo el sistema circulatorio. Se dice popularmente que una persona tiene el corazón duro cuando tiene mal carácter y se expresa con odio y resentimiento. El corazón duro no tiene Amor, esta lleno de rabia y de dolor y es lo único que de él puede emanar, el órgano en ese estado es como una piedra. Ya poco queda por hacer, todo el organismo es presa fácil de la corrupción de cualquier forma y de la enfermedad. El ser paulatinamente pierde la esperanza y queda a merced de cualquiera para que hagan con él lo que quieran, para que luchar si ya no hay esperanza. Síntomas de ese estado del corazón hay muchos, desde la aparición de frecuentes enfermedades infecciosas hasta la absurda tristeza o melancolía crónica que no es mas que depresión, la enfermedad de la muerte en vida. ¿Qué es la corrupción en cualquiera de sus formas? Solo un medio para aniquilar el poder vital y esencial que cada ser posee en su interior. Al enmarañar la fuerza interior en un intrincado laberinto de emociones donde el miedo reina, el ser pierde su visión además de voluntad para ejercer el poder y sin ellos no puede realizar su misión en la vida. Ante ese
panorama el ser se doblega y cede, bien a la enfermedad física o mental o bien a la corrupción material como se lleva a cabo en nuestros días. Wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Corrupci%C3%B3n) da la siguiente definición de corrupción sexual: Práctica sexual en la que algunas creencias ven un desvirtuamiento de la pureza de la persona, pureza mantenida absteniéndose de la sexualidad o llevando una sexualidad aprobada por una doctrina cultural. El término corrupción de menores, pues en vez de señalar al adulto como persona corrupta (que traiciona la confianza de la sociedad), señala al menor corrompido por el hecho de que cambió su estado de pureza. La segunda parte de este texto, sobre la corrupción de menores nos aportan dos elementos importantes: la primera que el corruptor traiciona la confianza de la sociedad y la segunda que el menor cambia su estado de pureza y por ello es estigmatizado. El corruptor es un traidor de la sociedad y así debería ser visto cualquiera sea el tipo de corrupción que se practique. Esto lo analizaremos más a fondo posteriormente, pero analicemos que significa traicionar la confianza, es simplemente acabar la esperanza. A un ser desesperanzado no le interesa que otros la puedan tener, si al fin y al cabo, tarde o temprano la perderá. Es un intento de homogenizar la desesperanza, por lo inútil que es la esperanza, es un triunfo del subconsciente colectivo de la humanidad que yace vacía. Anteriormente mencione que en la India el Chakra del Corazón representa la pureza de ser, en él radican sus virtudes y el poder. Mientras más puro se conserve mas fuerte habrá de ser la persona dueña de ese corazón. Será un ser integro y esto representa un peligro para el sistema y la humanidad corrupta, un ser integro llegará a ser libre e independiente y por lo tanto no homogenizado por el sistema y se tornará en subversivo o loco para la sociedad sometida. ¿Es esta la razón por la cual la humanidad trata de destruir los corazones de los seres, es tan desesperada la vida que se pretende acabar con la esperanza antes que ella florezca o es tan grande el miedo a la Libertad que se prefiere no tenerla? Estas preguntas deberá contestarlas cada uno en su silencio interior, en ese silencio interior que le permite contactarse con su corazón. Creo que se queda corta la definición de Wikipedia al limitar la confianza a la sociedad, porque la que se mina de una manera incomprensible es realmente la del ser que ha sido sometido al acto de corrupción. Es éste el que pierde toda confianza, tanto en si mismo como en la sociedad en general. La etimología latina de Confianza significa Con Fe y la sajona de Trust, esperanza, e indudablemente su origen está relacionado con la palabra Verdad. El acto de corrupción entonces destruye la fe en si mismo y en la sociedad al intentar o destruir su propia verdad. Y no me refiero aquí a la Fe en un dios o la divinidad, es simplemente la fe es si mismo, en su individualidad y en su propio poder. El acto de corrupción le muestra al ser, cualquiera
sea su edad su indefensión y su debilidad. A medida que aumenta la intensidad del acto mas débil y vulnerable se ve a si mismo ya que acepta el acto en él y ve su incapacidad para enfrentar al agresor. Esa es la razón por lo que son los niños las víctimas mas frecuentes, por su debilidad y vulnerabilidad natural. La mujer también lo es al aceptar de manera inconsciente su condición de género débil. El mismo argumento podemos usar para los mas pobres, los mas indefensos y los excluidos, siempre serán ellos los mas expuestos a actos de corrupción física y moral. Cuando no se es consciente del propio Poder, el ser es víctima de cualquier acto de corrupción porque no posee la fortaleza para enfrentarlo. Ya vimos que el sistema no está interesado en permitir el desarrollo de ese verdadero Poder, porque una persona auténticamente empoderada es un peligro para el propio sistema ya que para él es más sencillo lidiar con seres que carezcan de confianza en sí mismos y más fácil aún si no tienen interés en encontrar su propia verdad. Después de lo descrito en estos dos apartes se puede plantear una hipótesis: El ser humano nace con un corazón debilitado gracias a la genética que reúne todo el historial de la humanidad, y lo hace en un ambiente cuyo objetivo es destrozárselo aún más. Ante esta hipótesis surgen muchos interrogantes: ¿Cuál es el motivo de nacer en ese estado? ¿Cómo sanar ese corazón, ese ser y esa humanidad de tal estado de corrupción? ¿Será posible una humanidad en un ambiente libre de corrupción? El primer interrogante se puede contestar fácilmente: Ese estado le permite al ser humano y la humanidad avanzar en su proceso evolutivo, a tomar conciencia y responsabilidad de si mismos y del Universo completo. La sanación del corazón es la razón de la existencia. La segunda pregunta la trabajaremos en los siguientes apartes. La tercera será motivo de reflexión personal a la que solo puedo escribir aquí el antiguo principio egipcio de la existencia “Como es arriba es abajo”.
¿Cómo puede un perdedor alguna vez ganar? Un perdedor nunca podrá ganar. Un individuo sin esperanza nunca podrá realizar sus sueños, siempre se verá sometido a su propia incapacidad y a su debilidad. La hará falta coraje y nunca ni siquiera tratará de emprender hazañas quijotescas. Claro la mimetizada serpiente ofrece formas para hacer creer que la riqueza es capaz de brindarlo todo, el ganar está asociado con la riqueza y ésta con el bienestar. El sistema está diseñado para que funcione de esta manera, manteniendo dormida a la humanidad le proveen el sueño, casi de la forma magistralmente planteada en Matrix. Prácticamente el ser humano actual está diseñado para perder, porque esto es realmente lo que se requiere para mantener el sistema en funcionamiento. Cuando los individuos empiezan a reconocerse como tales se vuelven subversivos porque empiezan a confrontar a la sociedad y a sus reglas, algo que no es aceptable para el sistema quien los considera desadaptados, locos y entonces son marginados o asesinados. Basta con conocer las historias de Mahatma Gandhi, Martin Luther King y otros muchos mártires de la sociedad. Al sistema no le interesa tener en sus filas individuos empoderados de si mismos y por esto ni lo promueve y si es posible no lo permite. ¿Qué es empoderamiento de si mismo? Pues es algo tan sencillo como el propio autoconocimiento. En el frontispicio del templo de Delfos rezaba γνοστι τε αυτϖν (nosce te ipsum), Conócete a ti mismo, ese era el secreto maravilloso que encerraba el famoso oráculo, manejado por sacerdotisas. El proceso de autoconocimiento es un largo y apasionante camino que conduce al ser humano a su liberación, a un entendimiento de sí mismo, del entorno y del Universo. Este conocimiento lo conduce a la Verdad y con ella el ser humano se ha sanado porque tomo conciencia plena de lo que es, fue y será. Se podrá construir con fortaleza real ya que sabrá cual es Poder y vivirá en completa armonía con todo, porque comprenderá que el Todo es Uno y Uno es Todo. Tomará plena conciencia de la frase maya: “Yo soy otro Tú”. En el aparte anterior planteamos la hipótesis que la sociedad toda, es decir la organización humana se encarga de destruir el corazón del hombre y al hombre mismo. El objetivo de dicha destrucción es la de impulsar al individuo a buscar el poder transformador dentro de si mismo, el sistema interno puede ser destruido y construido de nuevo por cada ser. Esto no justifica en sí la corrupción pero le da un significado que permite abordarla y superarla. Siempre la enfermedad plantea la curación y la corrupción es la enfermedad de la sociedad. La misma humanidad deberá esforzarse por sanarse de tan cruel dolencia. La corrupción de todo tipo solo genera individuos rotos, acabados física, emocional o moralmente. Y la enfermedad se halla dispersa en todo el planeta. Si miramos a la Tierra como un ser vivo, podríamos ver a las ciudades que como llagas la enferman y la destruyen, esta visión dantesca es una simple realidad, las ciudades son centros de corrupción de todo tipo, espacios verdaderamente inseguros donde la naturaleza prácticamente no tiene lugar. Son sitios de autodestrucción de todo tipo y de destrucción del sistema orgánico denominado Tierra.
Vimos como la pérdida de la esperanza era el síntoma más notorio de un corazón enfermo. Los vencedores de las guerras han sido aquellos que han mantenido la esperanza viva, aquellos que la pierden, se rinden en la lucha y entonces son sometidos. Y así es el esquema actual de vida. En una existencia baja de esperanza y poder nos doblegamos por una vida fácil y cómoda, ante las circunstancias adversas escondemos la cabeza detrás del televisor que nos muestra una realidad amañada y nos permite disipar la angustia. Una clase media acomodada como la americana o la europea que prácticamente no carecen de nada es una sociedad que no se cuestiona a si misma, ni al mundo que ellos mismos han creado. Una sociedad ciega ante las grandes desigualdades, sorda ante los reclamos de aquellos pueblos que someten o sometieron en el pasado y que reclaman sus derechos. Y eso busca el sistema, una clase media bonachona e indiferente, que puede ser calmada como se le hace a un niño con un bombón. Esa indiferencia permite y facilita la corrupción porque se mantiene ignorante y al margen de la situación, no le atrae nada que le pueda poner en peligro su ganada comodidad, olvidando su propia historia.
¿Cómo puedes remendar a este hombre roto? Antes de contestas al cómo, deberíamos interrogarnos si es posible remendar a un hombre roto. Mi respuesta categórica es absolutamente SI, aunque no es fácil siempre será posible y para ello se requieren dos acciones interdependientes entre sí, la primera es la voluntad y el compromiso personal para hacerlo y la segunda es el trabajo en la humanidad misma, la sanación de toda la sociedad. Desarrollemos inicialmente la segunda, es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio. Sin embargo aclaro que solo aquellas personas que han sanado su propio corazón podrán llevar a cabo la segunda, es decir que el orden es primero hacer el trabajo personal para luego lanzarse a trabajar en pro de la humanidad. Vimos en el aparte anterior que un corazón sano y puro produce un ser transparente, empoderado de si mismo, con claridad de visión y en armonía con todo el Universo. Ese es el hombre remendado, ese es el que debemos lograr cada uno con su esfuerzo personal. Un ser que cree en si mismo es integro y por lo tanto correcto, impecable y por lo tanto no corruptible. Para mi ese es el superhombre y el superhéroe. Una sociedad conformada por seres impecables será impecable como es sano un organismo donde todas sus células son sanas. Un organismo con un sistema de inmunológico fuerte es resistente a ataques infecciosos de cualquier índole, igual lo sería una sociedad conformada por seres sanos. En los últimos años la polaridad se ha incrementado por un lado el materialismo puro y raso que cunde en la humanidad y por el otro un renacer del humanismo y más allá el espiritualismo real. Siempre me sorprendo y emociono al recordar a Teresa de Calcuta, para mí es el ejemplo mas claro de un corazón sano, sanando la humanidad. Un verdadero superhéroe que vivió allí donde la enfermedad era totalmente evidente.