COMO ACTUAR FRENTE A UN ACCIDENTE
Lo primero que debemos señalar es que los accidentes que se producen en el mar son extremadamente peligrosos, ninguna persona que no cuente con un conocimiento específico debe tratar de resolverlos ya que puede poner en peligro más vidas. A pesar de que el sentido innato de muchas personas le lleva a intentar socorrer a un semejante que se encuentra en una situación de peligro, hemos de ser conscientes de que el quien actúe como socorrista deberá tener tres características fundamentales: una buena dosis de sangre fría, mucha prudencia y un estado físico ejemplar, unido todo esto como no, a un conocimiento perfecto del medio. Algunos consejos que deberán tenerse en cuanta a la hora de intentar realizar un salvamento:
Estudiar la distancia a la que se encuentra la víctima, calculando el gasto de energía que supondrá todo el proceso de: llegar a su lado, calmarla y remolcarla hasta tierra (deberá hacerse en pocos segundos). Analizar el estado del accidentado, lo que nos valdrá para estimar cómo deberemos actuar para calmarlo (en el mínimo tiempo posible). Analizar el estado del oleaje y sus efectos en los posibles lugares de salida (también en breves segundos). Si nos encontramos fuera del agua, deberemos despojarnos de todas las prendas que puedan entorpecer nuestros movimientos y entraremos a ella de pie. Estableceremos un punto de referencia en donde se encuentre la víctima, con el fin de no perderla en el caso de que se sumerja por momentos. Al llegar al junto a la persona conviene hablarle para intentar calmarla. Nos colocaremos por detrás del accidentado, pasando nuestro brazo derecho por debajo de su axila derecha, tratando de que quede en la posición más horizontal posible con la cabeza en alto para que no le entre agua. Si la persona se encuentra presa del pánico y no cesa de moverse, impiniéndonos cogerla adecuadamente, podremos cogerla por la muñeca derecha, tirando fuertemente de ella y haciéndole girar para que nos de la espalda y aprovechar para cogerla de la forma antes indicada.
Cuando la persona accidentada se encuentre fuera del agua, deberemos proceder con rapidez y seguridad, teniendo en cuenta que podemos tener en nuestras manos la vida de esa persona. La forma de proceder es la siguiente:
Despojar al accidentado de toda la ropa que le pueda molestar, principalmente cuello, cinturón y botonadura de la cintura. Colocarlo en posición horizontal. Comprobar su respiración y pulso. Si la víctima se encuentra bajo los efectos de una pérdida de conciencia o desvanecimiento deberemos colocarla de tal forma que la cabeza quede en un plano más bajo que el resto del cuerpo (para ello elevaremos las piernas colocándolas sobre cualquier objeto. En caso de que la persona presente signos de congestión cerebral, insolación o traumatismo craneal, la cabeza deberá quedar más alta que el resto del cuerpo. Si el accidentado tiene vómitos, deberemos colocarlo de forma lateral, para su seguridad. De esta forma evitaremos que los elementos expulsados penetren en las vías respiratorias (lo que podría aumentar la asfixia).