Nombre: Jessica Escudero Curso: Séptimo 2
TÉCNICAS DE MANEJO DE ANSIEDAD EN ODONTOLOGÍA El consultorio dental es uno de los lugares a donde mucha gente preferiría no ir, y en realidad no lo hacen hasta que el dolor de muelas o una situación extrema los obligan.El paciente de un consultorio exitoso debe visitar regularmente al odontólogo; sin embargo es bien conocido que la mayoría de los pacientes son irregulares en sus citas periódicas.(3) La situación en la consulta estomatológica resulta de por sí estresante, la posición que adopta el paciente en el sillón lo deja en un estado indefenso, sumado a que debe enfrentarse a estímulos auditivos, visuales y olfativos presentes en la consulta; lo que a su vez se encuentra aparejado a que los procedimientos odontológicos en su mayoría son incómodos, dolorosos, y estresantes para un gran número de pacientes.
Existen distintos grados de ansiedad :
Ansiedad adaptativa: se refiere a un cierto grado de activación «normal» que se produce para poder afrontar de forma efectiva una situación nueva o desconocida . Nos prepara para poder poner nuestros recursos a nuestra disposición y solucionar o afrontar la situación de la forma más efectiva posible. Ansiedad media-alta: la ansiedad es menos adaptativa porque es tan alta que no nos permite utilizar nuestros recursos al cien por cien . Aunque no es tan alta como para huir de la situación que crea el sentimiento y se consigue afrontar, pero experimentando más ansiedad de lo que la situación en sí requiere. Ansiedad incapacitante-bloqueante (fobia dental): es tan alta la ansiedad y el miedo que uno se siente incapaz de afrontar la situación y se evita tener que afrontarla todo lo que se puede (6). Estos pacientes prefieren perder todas sus piezas dentales y seguir con el dolor antes que asistir al dentista. Lo más frecuente es encontrarnos con el paciente fóbico en una situación bucodental muy decadente o, lo normal es que ni siquiera se presente.
Cuando los pacientes presentan síntomas evidentes de nerviosismo, debemos tratar de tener un tacto especial y permanecer muy atentos a sus reacciones y temores. PROTOCOLO DE ACTUACIÓN ANTE EL PACIENTE ANSIOSO:
1. Prevenir la evitación, huída, escape (evitar que el paciente no acuda a la cita): Continuidad de citas, lo más próximas. Atenderles lo antes posible sin hacerles esperar. Que no se vayan sin exponerse algo a la situación dental. Lo más probable es que el paciente, dependiendo de su grado de fobia, no quiera hacerse nada. Duración de consulta corta, pero que permanezca en la situación dental el tiempo suficiente como para que el organismo pueda reducir su malestar y desensibilizarse a la situación odontológica. Que experimenten la situación lo menos molesta posible. Que se vayan con el mejor recuerdo posible. 2. Detectar qué estímulos le provocan la fobia y manejarlo, buscando, junto con el paciente, una solución más cómoda. 3. Cuidar mucho la comunicación verbal y no verbal: No dar señales de aburrimiento, fastidio, dolor próximo, cuchicheos o miradas entre el equipo. ¡No dejar solo al paciente! (no sólo físicamente). Estar en comunicación constante con el paciente y al corriente de su bienestar. Ser asertivo: «sería bueno», «conviene», «yo haría», «le vendría bien», «suele ser mejor»… 4. Ir dando información al paciente durante el tratamiento: lo que va a pasar, lo que va a molestar o no, cuándo, cuánto tiempo… (si aún así el paciente no acepta el tratamiento, no se hace). Si la ansiedad se produce ante un estímulo novedoso, que conozca el entorno dental: los instrumentos que vas usando, para qué sirven, qué va a sentir. «Saber» permite controlar la situación y relaja. Ejemplo: cuando cogemos la cánula de aspiración le diremos que no produce ninguna molestia y que sirve para aspirar el agua que se expulsa por la turbina. 5. La distracción es una técnica útil y rápida. Tranquilizar con palabras y gestos, como una sonrisa o un chiste oportuno, bromeando con la situación. Reír produce una inmediata sensación de bienestar, por lo que es un potente remedio contra el estrés y el nerviosismo. Ejemplo: cuando el paciente está tenso y se lleva un rato trabajando en la boca, simplemente preguntándole: «¿qué tal?, ¿está vivo?»; el paciente sonríe y se tranquiliza un poco. Tratar de hablarles de temas que les interesen, de sus hijos, su trabajo, su actividad de ocio, deportes, etc.; que mire a un punto fijo… 6. Tranquilizar con técnicas de respiración y relajación; respirando profundamente tres o cuatro veces se logra una relajación inmediata. Enseñarles a abrir la boca sin tensar porque esto producirá un dolor mandibular innecesario que no permitirá que la experiencia de la intervención sea positiva. Parar un poco para relajar hombros, cuello, frente…
Ejemplo: «respira profundamente y por la nariz, imagina tus pulmones llenándose como globos de aire y deshinchándose al expulsar el aire y con él la tensión» 7. Es importante proporcionarle una manera de comunicación sin mover la cabeza, ya que no pueden hablar. Saber que se puede comunicar de alguna forma y que cuando quiera puede parar, proporciona cierto control y, en consecuencia, relajación. Ejemplo: «si quieres parar o decir algo sólo tienes que levantar la mano izquierda». 8. Es muy importante que se sienta en buenas manos, que transmitas la sensación de que sabes lo que estás haciendo. 9. Procurar que los pacientes entren solos a la consulta, sobre todo cuando van a realizarse un tratamiento complejo. Entre las técnicas de relajación podemos citar: La respiración: Con hábitos correctos de respiración se aporta al organismo el suficiente oxígeno para nuestro cerebro. El objetivo de las técnicas de respiración es facilitar el control voluntario de la respiración y automatizarlo para que pueda ser mantenido en situaciones de tensión. El entrenamiento autógeno de Schultz: Relajación del sujeto mediante la realización de determinados ejercicios fisiológicos y racionales. Se basa en la percepción de dos sensaciones, el peso (consigue la relajación muscular) y el calor (relaja los vasos sanguíneos y el aparato cardiovascular). Relajación progresiva de Jacobson: Relajación progresiva de todas las partes del cuerpo. Se basa en la percepción del tono muscular y en su control, lo cual provoca una tranquilidad mental al suprimir progresivamente todas las tensiones musculares. Sugestión verbal: El terapeuta introduce ideas a su paciente desde una posición de autoridad, y le dice frases como: ¨su angustia se está aliviando, ¨ahora se siente más tranquilo¨. Yoga: Es un método de autorregulación consciente que integra los aspectos físicos y mentales de la personalidad humana. Otros: meditación trascendental masajes relajantes, hipnosis, etc.
BIBLIOGRAFÍA Ríos Erazo M., Herrera Ronda A., Rojas Alcayaga G.. Ansiedad dental: evaluación y tratamiento. Av Odontoestomatol [Internet]. 2014 Feb [citado 2018 Oct 05] ; 30( 1 ): 39-46. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0213-12852014000100005&lng=es. Lima Álvarez Magda, Guerrier Granela Lesliet, Toledo Amador Arelis. Técnicas de relajación en pacientes con ansiedad al tratamiento estomatológico. Rev Hum Med [Internet]. 2008 Dic [citado 2018 Oct 04] ; 8( 2-3 ): . Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-81202008000200004&lng=es.