Mario Alberto Flores Guadarrama ENFERMERIA DEL ADULTO I.
El hígado es uno de los órganos más grandes del cuerpo, cuyas diferentes funciones son esenciales para la vida.
Fábrica de proteínas.
Remueve y neutraliza sustancias tóxicas de la sangre.
Almacena y libera glucosa como fuente de energía.
Produce bilis que ayuda a la absorción de grasas y vitaminas liposolubles.
Es una enfermedad crónica y progresiva. El tejido hepático de funcionamiento normal es reemplazado lentamente por tejido cicatrizante. A medida que se pierde el tejido normal de hígado las funciones también se perderán.
La cirrosis hepática tiene muchas causas.
El alcoholismo crónico y la hepatitis viral B son las causas más frecuentes.
Otras causas pueden ser las siguientes:
Hepatitis viral C Enfermedades autoinmunológicas Esteatohepatitis no alcoholica Exposición prolongada a determinadas drogas y toxinas.
Al aparecer los primeros síntomas éstos pueden ser leves e inespecíficos: . Falta de apetito . Fatiga . Malestar general . Pérdida de peso . Naúseas
Sin embargo, estos síntomas pueden presentarse en otras enfermedades.
Cuando la cirrosis progresa, pueden presentarse complicaciones , que en algunas personas, son los primeros signos de enfermedad.
Edema y Ascitis: retención de líquido en las piernas (edema) y abdomen (ascitis). Ictericia: coloración amarillenta de piel y mucosas. Defectos en la coagulación: tendencia al sangrado espontáneo o con facilidad.
Cambios en la función mental: que van desde alteraciones en la conducta hasta el coma. Sangrado de várices esofágicas y gástricas: dilataciones de venas del esófago y del estomago que pueden romperse y causar severo sangrado digestivo.
El médico es quien en base a la historia clínica y el examen físico puede hacer el diagnóstico, que será confirmado a través de exámenes auxiliares: - Pruebas de laboratorio.
- Exámenes por (ultrasonografía, TAC). - Biopsia hepática.
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Cerca del 90% de cirrosis es causada por el excesivo consumo de alcohol o por la hepatitis viral.
Por lo tanto las medidas para prevenir esta enfermedad son: 1. Disminuir el consumo excesivo de alcohol. 2. Evitar los factores riesgo de contagio de hepatitis B (transfusiones, promiscuidad, drogadicción, tatuajes, piercing, etc) 3.
Vacunar contra la hepatitis B.
Enfatícese la importancia de no ingerir alcohol. Las derivaciones quirúrgicas pueden reducir la hipertensión portal. Aplíquese tratamiento a las varices esofágicas y a la hemorragia digestiva en caso de que aparezcan.
La cirrosis hepática es una enfermedad evolutiva e irreversible. El tratamiento está basado en la prevención y el manejo adecuado de las complicaciones, que suelen demorar o detener el mayor daño del hígado.
Las medidas que se toman para lograr estos efectos son: Control periódico por el médico quien determinará el tratamiento específico, basándose en el grado de severidad de la enfermedad. Correcta nutrición. Evitar el consumo de sustancias tóxicas como el alcohol.
En los casos de cirrosis avanzada, el transplante hepático es el tratamiento de elección. Sin embargo, sólo un grupo de pacientes que reunan indicaciones específicas, podrán ir al trasplante.