Capitulo 30.docx

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Dos días luego del asalto nocturno que sufrieron los Darcy al regresar de la fiesta de los Cappell, los rumores ya estaban de manifiesto en toda la sociedad londinense…. Y claramente la especulación -Pobre familia Darcy, que hecho tan horrible- comentaba mientras servía el té a su amiga Caroline -Sí, realmente vivir una angustia como esa, el pobre Señor Darcy está bastante angustiado- dijo Caroline, que también estaba algo consternada por los hechos, si bien Elizabeth no era su amiga, tampoco le deseaba tanto mal -Supongo estas muy afligida Caroline, usted conocía mucho a la Sra. Darcy- atino la perspicaz señora Gotier Caroline respiro y con moderada preocupación respondió – Ciertamente, todos estamos muy consternados por toda la situación- odiosa mujer pensó para sí Caroline -Entiendo que no ha habido noticias, pero en caso de lo peor por lo menos el Señor Darcy ya aseguro su casa con él niño, lastima por la familia de la dama- dijo Carlota Caroline, quedo un poco sorprendida por la puntería de su amiga, ya veía a Darcy como un posible objetivo matrimonial nuevamente, si bien era una posibilidad en el peor de los escenarios, era algo sórdido hacer esa suposición ahora -Carlota por favor, no te vio antes que te hace pensar que lo hará ahora- río burlonamente Ambar que era la más joven del grupo -Si se da el caso buscara una madre, y las jóvenes son menos idóneas- mantuvo Carlota -Señoritas están muy adelantadas y hay mucho más por ver todavía en esta temporada- dijo Gotier cambiando de dirección el tema Caroline rumiaba para sí, mientras oía cavilaciones que se estaban tejiendo sobre Darcy, si bien este fue su objetivo como futuro esposo por mucho tiempo, no se podía ver criando un hijo que no era suyo, no mejor mirar hacia otro objetivo que ciertamente estaba bastante cercano, solo lamentaba que la cena en la que se supone se reunirían nuevamente no tendría lugar porque evidentemente la anfitriona no estaba. Esperaba que Jane fuera capaz de mantener la cena de Fin de Año, sino tendría que ir con los Hurst y algunos de aquellos de los amigos de estos que pudieran invitarlos de último momento. Una conversación similar se suscitaba en la sala Rumsfeld donde Aylin, Nicole, Alessia Thorton y Cecile Ferrer compartían el té, sin embargo menos agresivo fue la dirección hacia el Señor Darcy como posible viudo, una dama particularmente lo pensaba y lo deseaba, casi estaba segura así sería pero ante las jóvenes que las acompañaba prefería mantener una actitud preocupada por su amiga Elizabeth Darcy.

Sobre el mismo hecho hablaba la matriarca Bennet con María y Lydia que tomaban el té en la casa Gardiner, pero sus reflexiones eran más hacia las necesidades de Lizzie… -Oh Dios del cielo como puede no saberse nada- Exclamaba Fanny -Mamá hay que esperar y tener fe que todo saldrá bien, Lizzie es fuerte ella saldrá bien de todo esto- dijo María -Pero porque se la llevaron? No podían solamente llevarse las joyas y ya…. Esos vándalos ojala no dañen a ella, una mujer sola es tan vulnerable…-chilló de angustia la Fanny Bennet -Todos están buscándola mamá, pronto habrán noticias- dijo con cierta melancolía Lydia -Si tan amable Whickman que con todas sus obligaciones se sumó a la búsqueda, y esos caballeros Rumsfeld- suspiro Fanny - sus obligaciones- murmuro con algo de amargura Lydia -Que has dicho Lydia?- pregunto su madre -Nada- contesto -Haz dicho algo dime, no creas que no puedo percibir cuando me ocultan cosas y tú lo hacescontinuo su madre -No es nada, o mejor dicho nada tiene que ver con Lizzie- chillo Lydia -Entonces dime que es lo que me ocultas, dime ya niña, ten piedad de mis nervios!!!- insistió su madre -Madre tú conoces mi situación, solo que ahora hay una añadidura- dijo suavemente evitando que María se introdujera -Oh que es mi niña? Confía en mí- le dijo su madre invitándola al desahogo -Ver como todos se preocupan por Lizzie, me ha hecho pensar en si alguna vez se preocuparían así por mí- Lydia empezó a decir Casi en schok y cortando el discurso María dijo -Qué dices? No sabes la locura que fue cuando te fugaste? Solo porque termino en matrimonio no se le reclamo nada pero la casa era una locura de mortificación por causa suya- su madre la interrumpió -No viene al asunto María calla ya-Como que no Madre?, claro que viene, usted se pregunta si nos preocupamos por usted, fue un calvario su búsqueda, la madre y el padre estaban como locos, una histeria total, todos vinieron a buscar por usted, y todo por su irresponsabilidad, suya y de nadie más, sus acciones pudieron ser la ruina de todos- continuo sin detenerse María

Lydia contuvo las lágrimas ante el discurso de su hermana – Lo siento- dijo casi en sollozo -Ves lo que haces María- dijo Fanny abrazando a Lydia -Si lo veo, pero es hora de que ella vea su egoísmo, solo piensas en ti Lydia, y su situación como dices fue su elección- sentencio María -Lo sé- dijo ella -Basta ya María, no mi niña usted no se merece vivir de un lado para otro y su marido trabajando tanto – Fanny le consolaba -No madre, María tiene razón, he pensado casi siempre en mí, y realmente no veía la verdad de mí vida, hasta hace unos días , estoy embarazada de nuevo- suspiro- y nunca he visto a mi marido preocuparse y ser tan atento por mí, al contrario ha sido mujeriego y desatento, ahora ha ido empeorando- empezó a llorar suavemente -Mi querida- dijo su madre mientras la consolaba, María mira a su hermana y sintió lastima por ella, quien iba a pensar que el agradable Señor Wickham era tan mal marido -He pensado en volver a Longbourn- chillo Lydia -Pero sabe que eso no es posible a menos que su marido vaya con usted-Indico María -Claro que puedes venir- decía Fanny sin ver el sin sentido de las palabras de María -No madre, sabes bien que ella y sus hijos le pertenecen a su marido, solo si él le abandonare con ellos es que puede volver a la tutela de nuestro padre, y si su marido le reclama debería volver con élLydia lloro y su madre no dijo nada más sino que intento consolarle, ella sabía que era verdad, no podía abandonar a su marido sin perder a sus hijos, sin embargo en una pequeña protesta Lydia se quejó – Como es posible que el sí puede ir a todas las mujeres que quiera y hace lo que quiera, y yo no puedo ni siquiera volver a mi casa-Le perteneces Lydia, no entendiste que al casarte debías obedecerle y toda usted le pertenece a tu marido, no es nada fácil pedir una separación debes ser fuerte hermana- termino María ofreciéndole un poco de agua a Lydia para calmarse - Todo estará bien cariño- le susurro su madre La angustia volvió a su ser, las palabras de su madre no podían consolarle, no saber qué hacer y esperar la buena voluntad de su marido, hacía que cayera en desesperación… de una manera similar pero en grados más agudos la angustia, la impotencia hacia mella en otras personas….

En esta mañana lluviosa y fría que destruye los huesos se van cortando los días y sufriendo a cada momento. Los estragos de la vida y el mal entendido de otros que por su persistente insistencia van destruyendo a otros. Que se sienten desprovistos de pensar y desistir escuchando todo aquello que lo hace sufrir. Con aquellos comentarios que ya no quiere escuchar y por más que los evite mucho daño le harán. Tal vez en esta mañana lluviosa y fría que destruye los huesos también puedan acabar con los comentarios huecos que tal vez lo puedan matar.* -Hermano- susurro Georgiana Intentando abstraerlo de su ensimismamiento –Hermano-Dime- contesto sin abandonar la ventana de su biblioteca -Haz comido algo el día de hoy- le cuestiono acercándose Darcy asentó con la cabeza, pero realmente apenas había tocado el desayuno, el mundo para él estaba prácticamente detenido, sin poder hacer más que esperar noticias

Georgiana suavemente se colocó a su lado intentando que él le mirara, pero parecía decidido a no abandonar la ventana, era como si buscara en el horizonte una respuesta, como si fuese a aparecer de repente la solución a todo… -Entiendo su preocupación, pero esto no te hace bienEl continuo sin moverse, ni responder con monosílabos o breves gestos… - Debes intentar comer, dormir, ella necesita que usted esté bien a su regresoEsta última frase hizo que el la mirara, vio a los ojos a su hermana buscando esa esperanza que le trasmitía con su voz, que el casi tenía perdida, se fundieron en un abrazo y Georgiana no pudo evitar que se le escaparan unas lágrimas, sin embargo continuo en su labor de ayudar a su hermano en la angustia y le decía- ella volverá Will, no lo dude, ella volverá a usted-Eso espero- dijo tratando soltándola un poco -Hermano, sé que es difícil, que han pasado días, pero mantén la fe-No puedo evitar pensar, en que por mi culpa puede estar pasando cualquier atrocidad, me siento tan impotente, no pude evitar que llegaran a ella, no puedo evitar que la dañen, porque no me llevaron a mí- expreso a tiempo que se separaba y empezaba a pasearse en la habitación en evidente grado de frustración -Usted no tiene culpa Will, aunque quiera no puede evitar que pasara nada de esto- dijo tratando de que se recriminara más – Y se está haciendo todo lo posible para encontrarla pronto- al ver que una vez más lo perdía batiéndose de un lado para otro entre sus pensamientos, firmemente le ordeno -Hermano mírame- al notar el cambio en su voz, él se detuvo y una vez más la miro -Debe dejar de recriminarse en este momento, no puedes ayudar a Elizabeth así, pero sí a su hijoLa alarma se reflejó en el rostro de Darcy – No está aceptando bien a la nodriza, y Jane hace lo posible para calmarlo y que coma, pero yo creo que usted puede ayudarlo más que todos nosotros él bebé a usted le reconoce y desde que esta acá se ha apegado mucho a ustedPor un momento sintió que no sabía qué hacer, asumía que las damas sabían perfectamente cómo llevar la situación, sin embargo debía reconocer que su hermana tenía un punto. Desde su llegada a Londres Elizabeth y él habían compartido el espacio con su hijo, y desde el hecho él también se había ausentado por todo el tormento de la situación, debía de ser una perdida para el pequeño… debía intentarlo, sin tener idea de cómo solucionarlo debía tratar de ayudar a su hijo…. Los hermanos se dirigieron a la guardería, el niño estaba en pleno llanto y la nodriza una vez más intentaba lograr su aceptación esta vez lo acunaba en un chal de Lizzie y le cantaba, al ver a Darcy se extrañó un poco e iba a levantarse para saludar al patrón, sin embargo este le ordeno con su mano que no lo hiciera, se acercó suavemente a su hijo y le susurro – hola James – el pequeño siguió llorando, por lo que se acercó y lo tomo mientras lo acunába le volvió a decir –James, shhhh, shhhh, hijo mío, James calma, shhhh, shhh- el bebé lo miro detenidamente deteniendo su llanto – eso es pequeño, muy bien, muy bien – al ver que tenía su atención continuo – sé que estas molesto, quieres a mamá, pronto vendrá, pero debes de comer y ser fuerte, tu mamá lo es, vamos

hijo a comer ahora sí – le esbozo una sonrisa y le hizo una pequeña monería, el bebé casi que entendiendo paso del llanto a una pequeña sonrisa, su padre le entrego a la nodriza y se giró para permitir que le alimentara sin embargo se quedó en la habitación recitando suavemente para el niño poesía… esos momentos le permitieron un poco de paz a los Darcy en medio de tanta angustia…. Pero la tranquilidad estaba muy lejos de Elizabeth, tanto encierro y sin saber que pasaba, sin escuchar nada, una vez más trataba de soltarse, lastimo sus muñecas intentando sacarlas del fuerte amarre, pero no podía soltarse, había pasado un tiempo considerable podían ser dos días pero parecía una eternidad, la angustia, el miedo no disminuían, una vez más escucho unos pasos, la puerta abrirse suavemente, los pasos más cerca, eran dos personas esta vez…. -Suéltale la mordaza y aliméntala- una voz masculina ordeno, se escucharon pasos de salida, y luego un conjunto de pasos más cerca de ella, luego escucho una voz femenina que susurraba -Solo saben mandar…. Desgraciados… pobrecilla…- Lizzie estaba atenta a la voz, era una joven mujer y probablemente estaba siendo obligada por sus captores, mostraba simpatía, debía convencerla de ayudarle a escapar, ella tenía un acento perfectamente inglés, no como sus captores que hablaban con un acento extranjero, si ella era de acá conocía la zona, debía convencerla, apenas la joven le quito la mordaza, Lizzie empezó a hablar en voz baja -No sé quién eres pero por favor ayúdame-No puedo Señora, solo puedo alimentarla y asearla un poco, no se resista por favor- dijo a tiempo que acercaba a la boca de Lizzie el alimento, ella al sentir la cuchara cerca de su boca, retiro con un movimiento su cabeza hacia un lado evadiéndole e insistió -Solo debes escribir a mi familia y ellos vendrán por mí-Señora no puedo, por favor coma- e intento una vez más darle el alimento, Lizzie volvió a evadirla y desesperadamente habló en un tono más fuerte -Que es lo que ellos quieren?-No lo sé señora- índico bajando la voz la joven, se escuchó un portazo y la voz que había ordenado a la dama anteriormente resonó fuertemente -No le hables! acaso quieres morir por ellaLa joven empezó a temblar y le rogo a Lizzie en un susurro- Señora coma por favor- y con una mano temblorosa alimento a Lizzie, que esta vez solo porque no resultara dañada la joven acepto el bocado, la joven prosiguió con su tarea y suavemente le susurro – tienen a mi familia, no puedo hacer nadaElizabeth consciente que quizás era su única oportunidad de salir librada de esto, intentó una vez más al ver que la joven había terminado su tarea – el Señor Darcy de Pemberly es mi esposo,

escríbele por favor – apenas logro decir eso antes de ser amordazada nuevamente por la joven quien no le dijo nada, y procedió a asear un poco a Lizzie, antes de retirarse suavemente le palmeo el hombro, Elizabeth sintió esperanza quizás esa chica la ayudaría, pensó y rezo mentalmente - Oh Dios, dale la forma de ayudarme sin resultar herida ni ella ni los suyos, permítele ayudarme- el silencio apenas fue interrumpido por el sonido de la lluvia que golpeteaba cada tanto en el techo de la casa donde se encontraba, intento pensar en cosas agradables para mantener su mente alerta. Debería estar en casa el pavo debería estar horneándose para la cena de nochebuena, todo había quedado tan hermoso, La pieza que iba a cantar con Georgiana en el piano era preciosa, y los juegos que Catherine me ayudo a seleccionar serían tan agradables, hasta los más pequeños tendrían su parte en la fiesta… -Mi pequeño James quien te estará atendiendo-,pensó y allí se percató que su vestido se había humedecido varias veces en la zona de sus pechos y que estos le dolían fuertemente por la leche retenida, -Oh mi niño!…. Hay que ser positiva Lizzie, William hará todo lo posible por encontrarme y sacarme de aquí, si esa chica lograra comunicarse todo esto pasará, todo va a pasar- se intentaba calmar a sí misma, era lo único que podía hacer. No ver ni escuchar nada hicieron, y la falta de energía por el poco alimento recibido en todo ese tiempo hicieron que se adormilara, para luego despertar cuando sintió unos labios que recorrían su cuello, se tensó al percibir un olor penetrante de licor que emanaba del cuerpo que se ubicaba sobre ella - No esto, no podía estar pasando, es una pesadilla- pensó y trato de alejarse, pero allí unas manos ásperas la sujetaron y posicionaron una vez más en el viejo colchón donde estaba Su cuerpo luchaba como podía tratando de huir pero fue sometida y abofeteada, fue tendida de mala manera y se colocaron a horcadas sobre ella, empezaron a tocarla sin reparo y sin afecto, era un vil ataque a todo su ser, no podía gritar, no podía defenderse, sus lágrimas brotaban de la desesperación, mientras las manos la despojaban de sus ropas, y esos labios tomaban espacio en su piel, no tenía escapatoria, el hombre sobre ella no la dejaría escapar, grito por medio de su mordaza pero apenas se escuchaba su quejido, el hombre se movió y le estaba desatando las piernas para tener libre acceso, ella lucho una vez más al ver la pequeña libertad de su pierna, alcanzo patear al sujeto que intento posicionarse sobre ella, se incorporó en la cama y procuro escurrirse intentado orientarse donde había escuchado la puerta antes, pero fue sujetada por la cintura y cayó entre el forcejeo algo se cayó y produjo un fuerte sonido, el hombre murmuraba en italiano y volvió a golpearla para continuar su asalto, pero se oyeron pasos rápidamente y se abrió la puerta de golpe –Déjala ya, Déjala- le ordenaban a tiempo que se acercaba otro hombre -No te metas- protesto su asaltante intentando proseguir pero fue detenido -Nadie debe tocarla, aléjate ya- ordeno el otro hombre a tiempo que retiraba encima de ella al que estaba ebrio. Lizzie se arrincono en busca de una protección que no había, varios pasos y reclamos, para luego dejarla en la habitación sola una vez más…

El viento se coló en la casa e hizo que la puerta se abriera un poco por lo que Lizzie podía escuchar lo que hablaban afuera –Quizás tu no quieras una mujer, pero porque no podemos tomarla es nuestra mientras no paguen por ella-No sabes lo que dices, estas ebrio son ordenes nadie debe tocarla-Él va a tenerla, la desea, es hermosa, porque no podríamos nosotros disfrutar también- se quejó una vez más -Ese no es el trato, Basta yaLa conversación ceso, pero el temor de Lizzie creció, ¿Quién era esa persona?....

En la Casa Darcy…. Las horas pasaban y no había noticias, ni rastro, ni demandas, Darcy estaba desesperado sin saber nada…los diferentes acentos que escucharon de los asaltantes hacían la búsqueda más difícil, algunos ya esperaban lo peor, pero nadie era capaz de mencionarlo… Ese día Darcy asistió con su hermana y Kitty al servicio dominical, si bien poco escucho lo que decía el sermón, mentalmente oro por el regreso de su mujer, su vida no podía ser igual sin ella. Por la noche debía celebrarse la cena de noche buena, Jane que alternaba entre su casa y la Darcy trató de mantener los ánimos de todos con ayuda de Georgiana y Catherine, pero era imposible mantener en pie alguna gran celebración, no se habían cumplido todos los preparativos para la cena por lo que no habrían invitados, solo serían los Bingleys, Georgiana y Darcy, Los demás Bennet se reunirían en casa de los Gardiner, sin embargo el Señor Bennet se ausento de la cena no podía disfrutar de nada, se había sentido decaído y preocupado por su hija favorita. En la casa Gardiner la cena fue tranquila y breve pues los anfitriones también estaban preocupados, Lydia y la Señora Bennet estaban bastante tranquilas y trataban de conversar entre ellas. La ausencia de Lizzie estaba causando mucho sufrimiento a todos… Casi que como alivio del cielo la mañana de navidad que era el cuarto día del rapto llego una nota… ___________________________________________________________________________*poema de Eugenio Perez, publicado a través de poematriz.com

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