Soñóqueestabapreso
ojosestaban secos,lasmanossucias,lasbisagras oxidadas,el pulsogalopante,los bronquiossin aire, el techo COng0tefas'
Aquel preso soñó que estabapreso. Con matices, claro, con diferencias.Por ejemplo, en Ia pareddel zueño habíarur afiche de París; en la paredreal sólo había una oscuramancha de hr¡¡nedad.En el piso del sueño corría una lagartija; desdeel sueloverdaderolo miraba una rata. El preso soñó que esaba preso. Alguien le daba masajesen la espalday él empezabaasenrirsemejor.No podír ver quién era, pero estabasegurode que se üataba de su madre, que en eso era una enperta.po, el amplio ventanalentrabael sol mañaneroy él lo recibíacomo nna señal de liberad. Cuando ¿brió los ojos, no había sol. El ventarnucocon barrotes (tres palmos por dos) dabaa un pozo de aire, a otro mruo de iombra.El presosoñóque esabapreso.Que teníasedy bebía abundanteagrrahelada.Yel aguale brotabade inmediato por los ojos en fonna de llanto. Tenía conciencia de por qué lloraba, pero no se lo confesabani siquieraa sl mismo. Se miraba las manos ociosas,las qué an&s constnryeron torsos, rostros de yeso; piernas, cue{pos enlazados,mujeres de mármol. Cuanáo despertó,ios 3.5
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A esaaltura, el preso decidió qrneera,mejorsoñar que estabapreso.Cerró los ojos y.sevio con un retrato de.Milagros entre las manos.Pero él no se conformaba con la foto. Queríaa Milagros en periorrx¡y ella compareció, con nna amplia sdnrisay un camisónceleste.Se animó paraque él selo quitaray é1,no faltabamás,selo quitó. La desnudezde Milagros era por supuestomilagrosay élla fue recorriendo con toda su memoria, con todo su disfrute. No querfadesperarse,pero sedesper, tó, unossegrrndosantesdel orgasmoonftico yvirnral. y no había,nadie,,Ni,foroni Milagros ni camisónceleste. Admitió quela ssledadpodía ser insoportable. El presosoñó que esrabapreso.Su madrehabíacesadolos masajes;entre otras cosasporque hacíaañosque habíamuérto. A él le invadió la nosalgia de zu miraáa, de zu canto, de su teg z,o,de suscaricias,de susreprocJres,de susperdones.Se abrazóa sí mismor pero asíno valía.Milagrosle hada adiós,desdemuylejos.Aél le pareció que desdeun cementerio.Pero no podía ser. Era desdeun parque.Pero en la celda no había parque, de modo que,ann dentro del sueño,ttrvo concienciade que era eso:un sueño.Alzo zu brazoparatambién él brindar su aüós. Pero su mano era sólo un puño, y, como es sabido, los pruiosno han aprendidoa decir ¿diós. Cuando abrió los ojos, el camasro de siempre le trasmitió r¡n frío impertinente. Gmbloroso, entumecido, trató de calentarsusmanos con el aliento. Pero no podíarespirar.Allá, en el rincón,la rata lo seguíamiran-
d9,,on congelada comoa. fi movióunamanoyla r*a adelantóunapata.Eran viejosconocidos.A vecesér re arrojabaun uozo desuhorrible, despreciable menú.La rataeraagradecida. , .;' fuí y todo,el presoechódemenosa la verde,agtlísila lagartijade sussueñosy sedurmiópararecuperarla. Seencontrócon que labgamjahabia perdidóh ' cola.Un sueñoarif,Wnovalíala penadesersoñado. y sin embargo.Sin embergoemperÁtcontar conlos dedoslos añosquele falaban.Uno dostrescuauoy des.pertó.En toal erañseisyhabíaarmplidoces.Los contó denuevo,peroahoracon los dedosdespiertos. No teníaraüo ni reloj ni libros ntlt,pizni cuaderno" A vecescanab¿bajito parallenarprecariamente el vacío.Peroudavezrecordaba menoscaneiones. De niño ambién habfaaprendidoalgunasoracionesque le habíaenseñado la abuele.Peroahora¿aquiénle ibaarezar?Sesendaesafadopor Dios,perotampocoél quería estafara Dios. El presosoñóqueesabapresoy quellegabaDios y le confesaba quesesendacansado¡ quepadecía insomy que esolo agotaba,y flue a veces,cr¡andopor fin $o lograbaconciliarel p.lol teníapesadilas,enlasqueJesúsle pedíaar¡xiliodesdelacrtr4pero Él esabaencaprichadoy no selo daba. Lo peorde todo,le decíaDios, esqueyo no tengo Dios a quien encomendrirme. Soy comoun Huérfano con ma¡úscula.El presosintió lástimapor eseDios tan soloy abandonado. Entendióque,entodocaso,la enfermedadde Dios erala soledad,ya quezufamade suprerno,inmarcesible yperpehroespantaba a lossantos, tan-
to a los tinrlarescomoa los suplentes. cuandodespen yrecgrdó.que eraareo,sele acabóla lástimahaciabior, másbiensintiólástimade sí mismo,quesehailabaenclaustrado, solitario,zumidoen la mugrey en el tedio. Después deinconablessueñosy vigilias,llegó una FId" en quedormíay fue sacudido,io L brus{ueda hebiftal,y un guardiale dijo queselevantarapor!"e h hablanconcedido la überad.El presosólose.otü"io dequeno soñabac'ando sintió .i frío del camastro yverificó la presencia eternade la nta,Lasaludó.o'p"r,, y luegosefi¡e con el guardiaparaqueIe üeran la iopa, ¿lgúndins¡e,el reloj,rurbolígrafo,trnacarteradecuero, lo pocoqueIe habfanquiado cuandofue encarcelado Ala salidano lo esperaba nadie.Empezéa c¿minar Carrrinócomodosdías,durmiendoaIbordedel camino o entre los árboles.En un bar de suburbiocomió dos sandwiches y tomó'na cerver.a, enla quereconocióun saborantiguo.Cuandopor fin llegóa casade suhermana,ellacasisedesmayo por la sorpresa. Btuvieron abrazadoscomodiezminutos.Despuésdellorar rurrato ella le preguntóquépensaba hacer.por ahora;nne duchay d-ormif,estoyfrancamente reventado.Despuésdela ducha,ellalo llevóhasaun altilio, dondehabra'na cama. No un camastro inmundo,sinounacnmalimpia,blanda y decente.Durmió másde docehorasde un-tirón. Curiosamente, duranteeselargodescanso, el expresosoñó queesabapreso.Con lagartijay todo.