ADARRA (811m.) – ONDDO (781m.) 11-01-09 El domingo 11 de Enero iniciamos las actividades anuales con una salida al Adarra. Esta salida la teníamos prevista a finales del mes de noviembre del 2008, pero como fue una época de grandes lluvias nos obligó a suspenderla. En esta ocasión el día se presentaba perfecto porque había nevado en abundancia durante la semana, y las previsiones del fin de semana era de sol, aunque frío. A las 08:00 partimos en autobús un total de 36 personas con destino a Besabi (Urnieta) que se encuentra a 117 km. de Algorta. Fuimos por la A-8 hasta tomar la salida 10, donde cogimos la N-1 dirección Iruña. Tomamos la salida 447B, y tras pasar por Andoain seguimos dirección Urnieta. A unos dos kilómetros, en el alto de Irurain, tomamos a la derecha una carretera señalizada como Xoxoka y Besabi. Tras atravesar Xoxoka llegamos a Besabi en 1h40’. En el camino disfrutamos viendo un paisaje helado y con todos los montes nevados. Besabi estaba muy concurrido, por su cercanía a los núcleos más populosos de Gipuzkoa, y porque el día invitaba tanto a subir al monte como a jugar con los niños en las nevadas laderas. Hay que tener en cuenta que el Adarra es uno de los montes guipuzcoanos más concurridos durante todo el año, y al igual que el Gorbea en Bizkaia y el Zaldiaran en Araba, es la cumbre donde los montañeros guipuzcoanos eligen para dar la bienvenida al Año Nuevo
El Adarra que se sitúa en la comarca de Donostialdea, sobre Andoain y Urnieta, marca el inicio del largo cordal Adarra-Mandoegi, que se extiende hacia el sur hasta tierras navarras y separa los valles de los ríos Urumea y Leitzaran. En sus cordales se cuentan más de una cincuentena de crónlech y dólmenes. Comenzamos el itinerario a partir del restaurante Besabi (302m.), siguiendo a la izquierda el camino asfaltado, que estaba helado, que se dirige hacia la cumbre hasta llegar al caserío Montefrio (antiguo caserío Aldapeta). El camino de cemento que llanea a la derecha lleva a la cueva de Marizulo. Pronto nos dimos cuenta que no íbamos a tener problemas de orientación, ya que había muchísima gente subiendo y bajando de vuelta al coche. 00:06 Al llegar al caserío Montefrío (353m.), que se encuentra encima de Besabi, dejamos la carretera para tomar una senda a la derecha señalada con un cartel de “Adarramendi”, donde encontramos un sendero estrecho y ascendente entre dos taludes y con grandes piedras. Lo seguimos, adentrándonos en un pinar con algunas hayas. Como comenzamos a un ritmo rápido, pronto se empezó a formarse pequeños grupos de mendigoizales, cada uno a su ritmo. El camino aunque no está señalizado resulta evidente, siempre en constante ascenso. Poco después, cuando el camino comienza a llanear junto a un pinar, seguimos, a la izquierda, por un desvío. Los pinos dejan paso rápidamente a las hayas, donde el sendero tuerce a la derecha hacia el collado. 00:30 El sendero nos lleva sin pérdida a un magnífico rincón muy rocoso donde nos topamos con el arroyo de Sorotxota (440m.), de abundante y fresca agua. Cruzamos, no sin dificultad, el arroyo y proseguimos el sendero que afronta un breve repecho.
00:38 Alcanzamos el collado de Belabieta (548m.), que es una amplia explanada con vistas al valle de Leitzaran. Desde este lugar parte una subida directa pero dura, y mucho más al estar totalmente helado, hacia el Adarra, que tiene una doble cima de silueta inconfundible. Nosotros por un evidente sendero a la derecha y bordeando el Adarra, dejando a la vista la cumbre a nuestra izquierda, nos dirigimos hacia el collado de Eteneta.
01:15 Después de atravesar amplios prados denominados Agerreko Zabala, con restos prehistóricos cubiertos de nieve llegamos a Eteneta (693m.), donde se encuentra el crónlech de 12 testigos y 4,5m. de diámetro, y el menhir de 2,55m. de altura. La belleza de este paraje y la inquietante originalidad de estos monumentos, hace que sea conocido como "Mairu-baratza". Los "Mairus" son personajes entroncados en la mitología vasca, y el nombre de "Mairu-baratza", según distintas versiones, quiere decir "huerto de los Mairus" o "cementerio de los Mairus".
01:33 Partimos de Eteneta tomando a la derecha unas campas cubiertas de nieve y parcialmente heladas, lo que dificultaba el duro repecho, hasta alcanzar la cima del Onddo (781m.), caracterizada por su herbosa y redondeada cima,
Desde la cima del Onddo así veíamos las cimas del Adarra
Después de un breve descanso, regresamos a Eteneta por el mismo camino de ascensión al Onddo, y en ese lugar giramos a la derecha para ascender dirección al Adarra. El sendero, por terreno herboso, pasa junto a una hilera de palomeras situadas a la derecha del camino.
02:05 Tras un fuerte repecho alcanzamos la cumbre, con cruz, buzón y vértice geodésico, del Adarra (811m.), que estaba muy concurrida, y donde había que pedir permiso para tocar la cima y poder sacarse una foto. Aunque por poco tiempo, pudimos disfrutar de las vistas de Donostialdea desde la cima.
Bajamos de la cima rocosa del Adarra con bastante precaución, para en una zona un poco protegida hacer un breve hamarretako. Posteriormente descendimos por unas campas heladas, en pronunciada pendiente, hacia el collado de Mantale. A la derecha, bajo unos árboles, se encuentran vestigios del Elurzulo de Mantale. Los neveros eran construcciones destinadas a almacenar nieve durante el invierno para ser vendida en época veraniega para refrescar bebidas, para usos terapéuticos y para la fabricación de helados. Se conoce por documentación hallada que desde el siglo XVII que este elurzulo abastecía a las villas de San Sebastián y Fuenterrabía. 02:25 Llegamos al Crónlech Elurzulo. Este espectacular crónlech de 11 m. de diámetro y medio metro de altura, está compuesto por 57 testigos visibles. Tiene una losa vertical a modo de frontal, situada en su parte occidental, con un pequeñito menhir, (de unos 30 cm.) de forma triangular justo delante. 02:30 Continuando el descenso, alcanzamos el collado de Mantale (579m.), situado en la cabecera del río del mismo nombre, desde donde continuamos el camino, rodeando las peñas de Aballari, dejando a la izquierda en un hayedo unas bordas junto a una zona recreativa, así como distintos restos prehistóricos, y sin meternos en el bosque continuamos el descenso 02:55 Estamos en el collado de Arleorko Zabala, entre las peñas de Trintxalekuta y Arleor, donde hay un conjunto de 4 crónlechs. En este lugar hay una placa con su soporte indicando las características de los monumentos. Los crónlechs encuentran aquí su límite occidental ya que no se han encontrado todavía vestigios de este tipo al Oeste del Leizarán. Es un misterio sin resolver porqué no se construyeron crónlechs al oeste de ese río, y en cambio si hay túmulos y dólmenes en Bizkaia y Araba. En Gipuzkoa y Navarra a los crónlechs se les denomina mairubaratz.
Desde este collado pudimos disfrutar, una vez más, de unas estupendas vistas de Donostialdea.
Del collado, por una pronunciada pendiente, procurando no pisar las zonas heladas, alcanzamos una amplia pista que girando a la izquierda nos llevó por camino despejado al punto de partida. 03:30 Tras pasar nuevamente por el caserío de Montefrío llegamos a Besabi, que se encontraba colapsada de automóviles. De Besabi tuvimos que descender un kilómetro para llegar a donde había podido aparcar el autobús. Teníamos previsto tomar un pequeño refrigerio en un restaurante cercano a la antigua gasolinera de Urnieta pero, debido al retraso que habíamos acumulado en el recorrido montañero, como consecuencia del hielo y la nieve, no nos pudieron atender en ese momento, por lo que decidimos seguir ruta hacia Algorta.
LA OPINIÓN DE RICARDO Había estado por primera vez en el Adarra en Octubre del año pasado, cuando acompañado por Heri y Pablo habíamos venido a organizar esta salida. En aquella ocasión nos pareció una ruta de las que merece aconsejar a los amigos. Si entonces el sol fue el protagonista ahora ha sido la nieve y el hielo. En cualquier caso, siempre se disfruta de sus espectaculares paisajes Desde el Adarra pudimos contemplar cimas de todos los territorios de Euskadi, así como una buena parte tanto de la costa guipuzcoana como la de Iparralde. Para mí un lugar que no debe dejar de visitarse en cualquier ascensión por el cordal Adarra-Mandoegi es el conjunto funerario del crónlech y menhir de Eteneta, que dota a esta cota de una aureola de misterio. Por las laderas del Adarra contemplamos diversos restos megalíticos, ya que esta zona ha sido durante milenios mudo testigo del asentamiento de las más viejas civilizaciones. Pero si fue importante disfrutar de esta ruta montañera, así como de sus paisajes y de su rico patrimonio megalítico, también es de destacar, una vez más, el buen ambiente entre todos los componentes de Itxartu Mendigoizale Taldea.