DURAKOGAIN (815m) GANBORALDE (707m) y ASENTSIOMENDI (686m) 28-06-09 18 mendigoizales iniciamos la salida en autobús desde Kirikiño media hora más tarde de lo habitual, 8:30 en vez de las 8:00 horas. Este cambio de horario se debió a que el recorrido de esta salida era ligeramente más corto que el resto de las salidas mañaneras y por esta razón se decidió madrugar media hora menos.
El recorrido del autobús hasta el punto de salida del recorrido montañero (alto de Krutzeta) lo hicimos por Dima en vez de seguir por Barazar en la creencia de que era más corto por Dima. Comprobamos que no era así, tardamos casi dos horas en llegar y esto nos sirvió para tomar la decisión de que la vuelta la haríamos por Barazar. Tras llegar al alto de Krutzeta (690m) a las 10:15 abandonamos el autobús y desde este mismo punto iniciamos la ascensión siguiendo la línea de las palomeras. El tiempo era excelente, las vistas magníficas y nos tomamos la excursión con bastante calma.
Tras pasar por varios pasos de alambradas perfectamente organizados y en continua subida, no muy pronunciada, alcanzamos la cima del Durakogain (815m) en 30 minutos aprox.
Desde la cima disfrutamos de la vista del Orisol, Anboto, Udalatx, Aloña, Orkatzategi, Kurutzeberri, etc.
Tras un descenso suave por una preciosa campa con vegetación y disfrutando de las vistas accedimos a la pista GR que utilizaríamos posteriormente para regresar al autobús.
Siguiendo por la pista pasamos por una borda de pastores y y posteriormente por la ermita de San Adrián donde pudimos saludar a dos montañeros alaveses que estaban dando cuenta de su hamarretako particular. Viendo que lo que tenían era escaso para nosotros, y se veía que no había disposición para invitarnos, decidimos continuar con nuestro recorrido.
Continuando nuestro itinerario pasamos por una especie de refugio con una preciosa campa con mesas de hormigón y con sombra suficiente. Todo ello nos hizo tomar la decisión de que ese iba a ser el punto del hamarretako.
A continuación, dejamos la pista para iniciar la subida a la cima del Ganboralde. Justo antes de la cima y en un paso de alambrada, los organizadores del recorrido nos mostraron los restos óseos de la cabeza de ganado, no me atrevo a decir desde aquí de qué era, porque mis conocimientos sobre el tema no son lo suficientemente profundos. Eso sí, se colocó la cabeza bien ubicada en la cúspide de una estaca junto al paso de acceso como si fuese un trofeo. Con menos dificultad que el anterior, llegamos a la cima del Ganboralde (707m), donde pudimos seguir disfrutando de las estupendas vistas, ya que estábamos rodeados de una gran parte de los montes más conocidos de nuestra geografía. Para las 11:20 aprox. superamos la segunda cima.
El calor ya empezaba a apretar, el día prometía estar pegajoso y como ya hemos indicado anteriormente nos tomamos la tarea con más calma de la planificada, y esta vez todos juntos, sin dejar a nadie por el camino.
El breve descenso del Ganboralde, primero entre helechos, y posteriormente a través de un pinar resultó muy agradable.
A continuación, nos dirigimos hacia la última cima de la mañana por un sendero estupendo, muy bonito y sin apenas dificultad, sólo un poquito al final. En una subida por una campa plagada de flores de manzanilla, llegamos al Asentsiomendi (686m), que está coronada por una gran cruz en memoria de la batalla de Aramaio.
Desde la cima pudimos ver, entre otros barrios de Aramaio, los de Uncilla y Barajuen
Tras las consabidas fotos y reagrupamiento, a las 11:45 iniciamos el descenso del Asentsiomendi, haciendo el camino de vuelta por la pista GR.
Hicimos la parada del hamarretako en el sitio indicado anteriormente en franca camaradería, siendo el lugar escogido un acierto. El resto del recorrido hasta el autobús lo hicimos por la citada pista hasta el puerto de Krutzeta. El calor ya estaba apretando de forma importante por lo que la pista se hizo un poquito pesada, en parte porque transcurría casi toda sin protección para con el sol (salvo unos pequeños tramos) y por los excesos de hamarretako, ya se sabe, luego vienen las consecuencias, menos mal que el recorrido por la pista fue corto. El autobús nos estaba esperando en un sitio próximo a donde nos había dejado y esta vez a la sombra y justo por donde salía la pista. Mientras el personal iba llegando y se iba cambiando de ropa, un pequeño grupo se acercó hasta el mirador que estaba en un punto de la carretera situado a unos cien metros de donde se encontraba el autobús. Desde ese mirador se apreciaba en todo su esplendor el valle de Aramaio.
A las 13:15 partimos hacia Algorta, esta vez por Barazar, llegando en torno a las 14:30 al punto habitual de Kirikiño. Un bonita salida para disfrutar, y no muy exigente, aunque al final se notó un poco el calor.
LA OPINIÓN DE HERI Con la puntualidad que nos caracteriza comenzamos el viaje en autobús. La primera impresión fue un poco decepcionante por la poca asistencia (18) de mendigoizales, pero la excursión prometía toda vez que se desarrollaba por el Valle de Aramaiona, la 'Pequeña Suiza', como algunos denominan a este pintoresco y verde valle enclavado en Álava. Un pueblo que está situado muy cerca de la muga con Bizkaia y Gipuzkoa y rodeado por altivas montañas, algunas tan agrestes como Anboto y Orisol, y otras tan apacibles como Tellamendi y Durakogain, uno de los objetivos de este día. Después de superar las duras rampas y pronunciadas curvas del puerto de Dima, el bus llegó a Krutzeta con la mitad del personal mareado, pero con muy buen ánimo. Comenzamos la suave ascensión al Durakogain con bastante tranquilidad pues parecía que las “liebres” estaban de vacaciones, así que en todo momento permanecimos juntos. Seguimos con la misma tónica y ascendimos al Ganboralde, donde las vistas eran magníficas ya que el día era estupendo. Así llegamos a nuestra última cima, el Asentsiomendi, para después de contemplar el precioso paisaje nos dispusimos a regresar. Poco tiempo después llegamos a una estupenda campa donde degustamos no un hamarretako, sino un auténtico banquete. Ya en el autobús, de vuelta, los “cuenta chistes” nos amenizaron el regreso a Algorta, haciendo que nos pareciera corto el recorrido. En resumen, una salida suave pero muy bonita, que nos sirvió de entrenamiento para el siguiente domingo atacar al “gallo Txindoki”. Espero veros a todos.