A LAS HORMIGAS Ya no se roban las tierras, con títulos extraños de expropiación ni lo que hay debajo de ellas, justificando absurdas guerras. Ahora, con inversiones o préstamos, a cambio de ron y fiestas, las repúblicas bananas de ayer, hoy son países amigos o aliados, y comparten de una manera institucionalizada, todos sus recursos, con su hermanito mayor. Si por ellos fuera, el aire y hasta el agua de los ríos, se llevarían. Las protestas se escuchan, como cuando se pisan hojarascas secas; o será que se sintonizan de adrede, mal los diales de las emisoras o leemos al revés, ¿las noticias de los diarios? El mundo anda tan mal, que algunos locos se cansaron de prenderse fuego o los suicidas de inmolarse, para salir transformados en noticias, en los medios de comunicación. ¡El mundo arde por dentro! Al menos eso nos enseñaron desde niños en los colegios…Es curioso que en el invierno, solo se desplomen las casas de los pobres o se inunden sus cultivos o sus viviendas… ¿Será que algún día tomaremos conciencia, que nosotros somos la fuerza real de los ejércitos? Nos resignamos a ser parte de los escombros, del desastre mundial que se pregona. Nadie nos ve ni respeta como
víboras; sino, como inofensivas serpientes…como las anacondas, con las que se cubren sus sexos algunas modelos o stripticeras… Nos aferramos con hambruna a los puestos que desechan, los hijos del poder. Desempolvamos las escopetas de fisto de los abuelos, para retar a los fusiles galil y a las ametralladoras de última degeneración… Algún día se levantarán los muertos…hablarán los mudos…escucharán los sordos y verán los ciegos un mundo
que
era
más
hermoso,
imaginaban… Héctor “El Perro Vagabundo” Cediel
[email protected] 2008-02-08
que
el
que
ellos