A FAVOR 'Lo peor de todo es no hacer nada', sentencia Marian Caro, miembro de Acciónenred, al oír los argumentos contrarios a la castración química de los agresores sexuales. 'Sabemos que hay un pequeño porcentaje de agresores que no pueden reeducarse, pero que algún día, cuando cumplan su condena, estarán en la calle, sin más. La medicación puede ser útil en algunos de esos casos, siempre que no sea la única medida que se les aplique. Es un recurso al que no debemos renunciar ', añade. Para evitar la reincidencia, esta especialista en violencia contra las mujeres es partidaria de obligar a los violadores a someterse a terapias para modificar la conducta y, llegado el caso, a medicarse. 'Es una medida de apoyo que debe acompañarse de otras' Su posición no es frecuente entre las feministas. Así lo reconoce Tina Alarcón, presidenta de la Asociación de Víctimas Sexuales (AVAS), quien también apuesta por aplicar tratamientos farmacológicos a algunos delincuentes sexuales, sobre todo a los pederastas: 'La castración química es una medida de apoyo que debe acompañarse de otras. Pero resulta muy útil con los violadores de menores, porque estos suelen buscar esencialmente placer sexual'. Distinto es el caso de los agresores de mujeres adultas, matiza: 'Cuando se trata de violencia de género, no buscan tanto el placer sexual, sino el de humillar a la mujer'. Para Alarcón, tampoco existe una 'solución clara' para los violadores que, como Alejandro Martínez Singul, reinciden de manera sistemática. 'En un Estado de derecho no podemos exigir que un individuo se pudra en la cárcel, hay que descartar la cadena perpetua. Por ello, debemos pensar qué hacemos para que no sean un peligro cuando salgan', insiste esta experta en tratar a las víctimas de violaciones. 'Hay que proporcionarles terapias intensas mientras están en prisión, y las hormonales pueden ser beneficiosas'. La apuesta de Alarcón es rechazada 'frontalmente' por muchas de sus compañeras de asociación. Marian Caro cree que esta oposición generalizada 'tiene mucho que ver con algunos mitos en torno a las agresiones sexuales, como la falsa creencia de que la mayoría de los violadores reincide, y con la valoración que tiene la sexualidad en nuestras vidas'. 'No hay un único tipo de agresor, ni un tratamiento universal'
'No hay un único tipo de violador algunos sólo agreden una vez ni tampoco un tratamiento universal', remarca Caro. Por eso, cree que no tiene sentido rechazar la medicación de manera global, sin valorar a quién se aplica.