16 De Febrero

  • June 2020
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No sabia si gritar o intentar inútilmente escapar, solo sabía que realmente me lo merecía. Todo era una venganza por algo que habíamos hecho 8 años atrás. El sabía que lo hice y que no estaba sola, por eso la historia volvía a repetirse, estábamos el y yo aquí, solo que sabíamos que esta vez el final iba a dejarnos a David y a mí fuera. Esta es mi historia. No sé porqué cuento esto, me prometí que jamás contaría lo que pasó, pero se me ha escapado de las manos. Una semana antes de la fecha señalada yo era solo una típica adolescente, en un típico pueblo con una vida aburrida. Yo solía comportarme como quería, era una verdadera malcriada, y he de reconocer que casi toda la gente me seguía la corriente. Jugaba con las personas. El único que realmente me comprendía era David, llevaba saliendo con él desde siempre , hasta que el 16 de Febrero me suelta que tiene que largarse. Yo, no supe reaccionar y me puse a llorar como una niña pequeña. A partir de ahí mis recuerdos están algo borrosos: fui a una pequeña cabaña abandonada a las afueras del pueblo con él y entraron dos personas más, adolescentes problemáticos .Él era Carlos y ella Cristina. A ella la había encarado cuando nadie lo había hecho antes y creo que eso la enfadó, porque vino a vengarse, quería matarme. Yo solo vi la pistola en su mano, apuntándome y me escondí detrás de David. Cristina y él forcejearon, mientras Carlos solo me miraba con una sonrisa que daba miedo. De repente se oyó un tiro y Cristina cayó. Carlos se volvió loco y cogió la pistola. La policía llegó en ese mismo momento y nos salvó, aunque debí haber sabido que no iba a terminar ahí, quería venganza y nosotros estuvimos en el lugar equivocado en el momento equivocado. 8 AÑOS DESPUÉS Hace 8 años, todo era sencillo, totalmente perfecto. Ahora no sé que hago con mi vida, solo tengo pesadillas. Cada día sigo una aburrida rutina, basada en trabajar en un bar e intentar sobrellevar una vida que no me gusta. Como ya conté David, se largó a estudiar bellas artes a Florencia, mientras que yo pasé el resto de mi adolescencia sin pena ni gloria, culpándome de lo que sucedió aquella noche. A los 18 me fui a vivir a la ciudad, e intenté olvidarlo, pero no podía. Mucho tiempo después, una mañana mientras servía una caña, vino un niño con una carta y un montón de flores y me las entregó.Yo me sorprendí y me sentí totalmente halagada, hasta que abrí la carta.Decía: Felicidades, dentro de poco nos veremos y pagarás viejas cuentas, ¿te ha gustado llevar la vida que ella no ha podido tener?, aprovéchala, te aseguro que no va a durar mucho. Carlos, un viejo amigo Mi estómago empezó a revolverse,se me cayó la copa que tenía en la mano, tiré las flores y salí corriendo de la habitación en busca del niño. No había ni rastro de él. Volví al bar e intenté calmarme. Una semana después, después del trabajo, volví a mi piso. Encima de la cama, estaba el vestido ensangrentado que llevaba aquella noche, exactamente igual a como lo recordaba en

mis pesadillas,salpicado de la sangre de Cristina. Corrí al baño, me lavé la cara y cuando subí la cabeza, estaba escrito en el cristal: Vas a morir, pequeña. Casi me da un ataque al corazón. Tenía que volver a mi casa, a mi pueblo. Si yo estaba siendo perseguida, quien sabe como debía de ser la situación de David. PUEDE QUE ME LO MERECIESE, PERO NO IBA A CAER SIN LUCHAR. Hasta donde llevo hasta ahora, es hace una semana, ahora vienen los acontecimientos que han marcado mi vida. Bueno, después de darme cuenta de que David podía correr peligro, decidí volver a casa. Cuando llegué, todo el mundo se me quedó mirando sin reconocerme. Incluso mi familia, no les había enviado una carta, ni una llamada de teléfono, nada. Poco después superaron su enfado y ahí fue cuando pude preguntar lo que realmente me interesaba, dónde estaba él, y que pasaba con Carlos. A la 1º corresponde un número de teléfono, a la segunda lo peor que podían haberme respondido, había salido. Antes de volver a casa decidí ir a ver la tumba de Cristina , lo peor fue que encontré una tumba abierta y vacía, alguien la había sacado. Me vine abajo, empecé a llorar y miré al bosque. Había una silueta que se acercaba poco a poco. Me resultaba muy familiar. Tenía algo en la mano, pero a no ser de las lágrimas estoy segura de que lo habría reconocido. En ese momento, mi madre vino a buscarme, y me sacó de allí. Ya en casa, le llamé. Cada vez que comunicaba, mi corazón se desbocaba más, HASTA QUE HOY SU VOZ. -¿Si? -¿David? -Sí, ¿quién es? -Soy Leo. Espero que aún te acuerdes de mí -Dios mío. No tienes ni idea de cuanto te he echado de menos. -Tenemos que hablar, en persona. -¿Pasa algo? -Mañana a la 8 en el bar frente a la calle Mayor ¿Puedes? -Sí , claro. -Hasta luego. Y colgué. Era consciente de que había sido muy fría, pero estaba asustada. Cuando llegó la fecha de la cita, le conté todo. Comprobé que el no había recibido ningún mensaje extraño como yo. Solo me quiere a mí, me dije. Al día siguiente empezé a buscar a Carlos y según me dijeron el estaba en un motel a las

afueras de Madrid. Por la noche, fui con David, subí la escalera hacia su piso, y se oyó un grito. La jefa del motel había ido a comprobar de donde venían los olores fuertes que estaban en el aire de toda la planta. Y allí estaba él muerto, dijeron que fue asesinado, le habían apuñalado. Según la jefa no se le había visto desde antes de que comenzaran las amenazas. No había sido él. Alguien más lo sabía. Después de eso, fuimos a mi casa y la puerta estaba totalmente abierta, alguien había estado o estaba allí aún. Intentando sobreponernos al miedo, entramos. Al llegar a la altura del salón David y yo caímos al suelo y quedamos inconscientes, alguien nos había golpeado por la espalda. Cuando abrí los ojos, estaba tendida en el suelo de aquella cabaña, en la que hace tanto tiempo terminó mi vida. Estaba atada a una especie de cama metálica sin colchón, y con el mismo vestido que llevaba aquella noche. Rober estaba a mi lado, inconsciente y atado a una tubería. Mi primer impulso fue gritar, pero esa escena me recordó tanto al pasado que me quedé sin habla. A continuación se abrió una puerta de la pared y un hombre entró de espaldas arrastando algo, lo que parecía que era una persona. En un ataque de valentía dije - ¿ Quién eres? Cuando por fin se giró pude ver algo en lo que debía haber caído hace mucho tiempo. Era mi hermano, con el que siempre me había metido, el que siempre había ignorado. Por cierto, Rober era su mejor amigo, se lo robé . El era quién estaba en el bosque preparado para atacar.El mató a Carlos, el me envió las amenazas. Le destrozé la vida y quería vengarse. -¿Cuanto tiempo hermanita? -¿Qué vas a hacer con nosotros? -Vamos a jugar a un juego, te gustan los juegos ¿no? Cuando avanzó hasta mí pude ver el cadaver destrozado de Cristina. -Dios mío...¡¿Qué has hecho?¡ No podía repirar. -Solo quiero jugar con el destino. - Está muerta, no lo puedes cambiar. -¡¡Cállate¡¡ -Por favor, sacanos de aquí. -Seamos realistas, ¿te lo mereces? -¿Qué? -¡¡¡NO¡¡¡ Desde siempre me lo has quitado todo y lo único que he querido de verdad ¡¡¡lo has aniquilado¡¡¡. Pero ahora todo va a cambiar.

-¿Qué va a cambiar? - Vosotros no lo vais a contar y ella va a volver. -¡¡Está muerta¡¡¡ no va a volver. - ¡¡Mientes¡¡ En ese momento David se despertó. -¿Que ha...? -Él es quien lo hizo todo. -¿Por qué ? -Por que la matamos. -Sabes que eso no pasó así. -Estoy harto de explicaciones, quiero acción. Mi querido hermanito empezó a sacar la pistola que llevaba en el cinturón. Mientras, yo buscaba posibles salidas a esta situación. De repente David consiguió desatarse y se tiró encima de él.Yo grité con todas mis fuerzas, destrozé la cama intentando desatarme y encontré una pistola. Me giré todo lo que pude para apuntar. Después se oyó un disparo y David cayó. Yo no había disparado todavía, entonzes lo hize, y mi hermano cayó. En un último tirón conseguí desatarme y corrí a buscar una puerta, finalmente encontré una abertura y fue a buscar ayuda. Eso nos lleva a este momento, y sé que no me creen pero, por favor intentenlo. - Ya sabes que la policía no encontró nada y hasta que no aceptes la realidad no podrás salir.Hasta entonzes este manicomio es tu sitio. -Pasó, se que pasó.

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