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LA SAGRADA FAMILIA

De De entrada Deentrada entrada De entrada Queridas 

en este número

familias: 2 EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

7. La comunión en la vida divina, cimiento del amor conyugal.

3 DE ENTRADA...:

Queridas familias.

4 La batalla de nuestro tiempo.

5 La tarea urgente de la educación.

6 MANYANET: BOLETÍN INFORMATIVO.

7 NOTAS DE PSICOLOGÍA FAMILIAR

La juventud que queremos... o la que el mundo necesita.

8 NAZARENUM

Un centro de la Sagrada Familia para las familias.

9-11 ASOCIACIÓN DE LA SAGRADA FAMILIA

Diálogos en familia: Actitud cristiana ante la inmigración.

12 ESPOSOS Y SANTOS

Santa Catalina de Génova.

13-14 La esperanza es la eternidad temporal. Al entorno de Spe salvi de Benedicto XVI.

15 En familia...

16 «MÁRTIRES POR LA FAMILIA.»

17 XII Taller de pasatiempos para hacer en familia.

18 ÚLTIMA PÁGINA

El Padre Pío de Pietrelcina.

VISÍTENOS EN INTERNET www.lasagradafamilia.net E-mail: [email protected]

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a segunda encíclica del papa Benedicto XVI, «Spe salvi» (30.11.07) es una síntesis teológica y bíblica de la esperanza cristiana puesta en diálogo con la filosofía y el progreso contemporáneo. Tras su primera encíclica «Deus caritas est» (Dios es amor) publicada en enero de 2006 (La Sagrada Familia, n. 1401, marzo-abril 2006) el Papa muestra qué es la esperanza cristiana, citando a San Pablo: «En esperanza fuimos salvados» (Rom 8, 24). El texto, breve y de fácil e interesante lectura, es un recorrido histórico en el que el Papa evoca la vida de los primeros cristianos y de otros hombres y mujeres que, a lo largo de la historia, han descubierto y experimentado que conocer y amar a Jesucristo libera, que la vida no acaba en el vacío, que la existencia puede apoyarse en la certeza de un futuro que empieza ya ahora. La fe nos da la «sustancia» de la esperanza que no es sino la vida eterna, la plenitud del ser y de la alegría, el conocimiento de Dios que empieza ya aquí. «Yo soy definitivamente amada, suceda lo que suceda; este gran Amor me espera», decía la santa sudanesa Giuseppina Bakhita, cuyo ejemplo recuerda el Papa al subrayar que Jesús no trajo un «mensaje socio revolucionario», «no era un combatiente por una liberación política», trajo «el encuentro con el Dios vivo» capaz de ofrecer al hombre y a la mujer una esperanza mucho más fuerte que los sufrimientos y de transformar desde dentro la vida y el mundo.

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rente a las desilusiones vividas por la humanidad en los últimos tiempos y el fracaso de las grandes ideologías, el Papa destaca que el marxismo «ha olvidado al hombre y ha olvidado su libertad. Ha olvidado que la libertad es siempre libertad, incluso para el mal. Creyó que, una vez solucionada la economía, todo quedaría solucionado»; cambiaron la «fe en Dios» por la «fe» en el progreso y la confianza ilimitada en la razón olvidando que el hombre no es sólo producto de la economía, no es sólo materia y no puede ser curado sólo desde fuera. Con respecto al mito según el cual el hombre pude ser redimido por la ciencia recuerda que, si bien ésta puede contribuir mucho a la humanización del mundo, también puede llevar a la destrucción de la humanidad pues el progreso no puede entenderse sólo como dominio de la naturaleza, sino también como avance en la ética y, por lo tanto, en la libertad. Y es que, en el fondo, el hombre sólo puede ser salvado por el amor («no es la ciencia la que redime al hombre, el hombre sólo puede ser redimido por el amor»), por «Alguien» que se entrega para siempre.

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os «lugares» de aprendizaje de la esperanza son, señala Benedicto XVI, la oración («Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha. Cuando ya no puedo hablar con ninguno, ni invocar a nadie, siempre puedo hablar con Dios»); el «actuar» («La esperanza en sentido cristiano es siempre esperanza para los demás. Y es esperanza activa, con la cual luchamos para que las cosas no acaben en un final perverso»); el sufrimiento («Lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito»); y el juicio de Dios («Sí, existe la resurrección de la carne. Existe la justicia»). Siempre nos queda la esperanza que no defrauda: Dios. J. D. A.

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Juan Manuel de Prada,

LA BATALLA DE NUESTRO TIEMPO

Publicado en ABC, 10.12.07

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os enseña Chesterton que sólo quienes nadan a contracorriente saben que están vivos; tal vez dejarse llevar por la corriente sea más plácido y descansado, pero uno corre el riesgo de convertirse en sustancia inerte sin siquiera advertirlo. Las grandes batallas del pensamiento, los avances que han ensanchado el horizonte humano, siempre se han librado a contracorriente; y, por ello mismo, han causado multitud de bajas y defecciones entre sus defensores. Pero hay causas a las que merece la pena entregarse contrariando el espíritu de los tiempos, sabiendo que en nuestro afán cosecharemos indiferencia, desdén o franca animadversión; pues, si renunciáramos a hacerlo, simplemente dejaríamos de ser humanos. La gran batalla de nuestro tiempo, el frente donde se dirime la supervivencia de nuestra humanidad, se llama aborto; y es ahí donde debemos exponernos quienes deseamos nadar a contracorriente. Declararse sin ambages contrario al aborto constituye en nuestra época una suerte de oprobio social: al antiabortista se le moteja de ultraconservador, de integrista religioso y no sé cuántas sandeces más. Se trata de una caracterización rocambolesca que, sin embargo, ha adquirido carta de naturaleza en el Matrix progre. Nunca he entendido cómo alguien que se proclama «progresista» pueda defender el aborto; se supone que quienes postulan el progreso del hombre deberían por ello mismo declararse obstinados defensores de la vida. La protección de la vida consti-

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tuye algo más que un derecho esencial e inviolable del hombre, puesto que sin reconocimiento de la vida el Derecho mismo carecería de sentido. La vida genera Derecho, es el manantial del que el Derecho mismo nace. Una sociedad que no respeta la vida es una sociedad sin Derecho. La protección de la vida nos impone la execración de la pena de muerte, despierta nuestra conciencia social, alimenta nuestros deseos de paz y concordia: la vida nos reclama, la vida nos interpela, la vida nos exige su constante e intransigente vindicación, frente a quienes pretenden convertirla en un bien supeditado a otros intereses. La misión de un auténtico defensor del progreso humano consiste en defender la vida frente a la muerte y en luchar para que la vida de los indefensos mejore, hasta alcanzar las cotas de dignidad que su condición humana exige. ¿Acaso existe vida más indefensa e inerme que la vida gestante? ¿Cómo se puede rechazar la pena de muerte y al mismo tiempo aceptar el aborto? ¿Cómo se puede sentir un impulso de piedad hacia quienes sufren hambre o persecución o cualquier tipo de abuso si no nos apiadamos antes de esas vidas a las que arrebatamos su destino? Toda defensa del hombre que no se sostenga sobre la condena del aborto es una casa erigida sobre cimientos de arena. Tal vez nos sirva para mantener en pie el tinglado de la farsa y fingir que seguimos siendo humanos; pero, sin saberlo, ya nos hemos convertido en sustancia inerte que la corriente arrastra. Sólo en una sociedad de hombres inertes podría aceptarse un crimen de esta magnitud. Y aquí convendría especificar que tan culpables son quienes lo perpetran o defienden como quienes con su silencio o indiferencia lo amparan. El crimen del aborto arroja ante nuestros ojos la pesadilla de una sociedad caníbal, saturnal, que devora a sus propios hijos, entregada a una orgía de muerte. No puede haber orden social justo allá donde la vida no es protegida obstinadamente; no puede ni siquiera haber orden humano, porque sólo somos hombres cuando combatimos la muerte, cuando hacemos de la vida nuestro más denodado afán, nuestra vocación primera e incondicional. Esta es la gran batalla de nuestro tiempo: una batalla que nuestro tiempo no desea librar por cobardía, por comodidad, por orfandad de convicciones morales; pero acaso por ello mismo la batalla más hermosa e irrenunciable. Una batalla a la que debemos entregarnos como quien nada a contracorriente, sabiendo que tal vez nos agotemos en un braceo extenuador, sabiendo que tal vez no alcancemos la orilla. Pero otros tomarán nuestro relevo. Y, mientras dure la batalla, al menos sabremos que estamos vivos, irradiando vida en un mundo acechado por la muerte.

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Carta del Papa Benedicto XVI

LA TAREA URGENTE DE LA EDUCACIÓN: «Educar para el bien es posible» El jueves, 24 de enero de 2008, se hizo pública una carta del Papa dirigida a la diócesis y a la ciudad de Roma sobre la tarea urgente de la educación. Ya en el Angelus del domingo 20, con ocasión de la Jornada de la escuela católica, que la diócesis de Roma celebraba ese día, el Santo Padre había instado a los padres, profesores, dirigentes y alumnos de las escuelas católicas, a perseverar, a pesar de las dificultades que se encuentran, en la tarea de «poner el Evangelio en el centro de un proyecto educativo que tienda a la formación integral de la persona humana». El sábado 23 de febrero se distribuían en Roma más de un millón de ejemplares reiterando la invitación a no resignarse ante el descenso de los niveles educativos.

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n la carta, fechada el 21 de enero, Benedicto XVI afirma que la educación «parece ser cada vez más difícil. (...) Por eso, se habla de una gran “emergencia educativa”, debido a que a menudo nuestros esfuerzos por formar personas sólidas, capaces de colaborar con los demás y de dar un sentido a la propia vida terminan en fracasos». Por otra parte, «se habla de una “fractura entre las generaciones”, que ciertamente existe y pesa, pero que es el efecto, más que la causa, de la falta de transmisión de certezas y de valores». El Papa escribe que entre los padres y profesores existe «la tentación de renunciar» a la educación «y sobre todo el riesgo de no comprender ni siquiera cuál es su papel. (...) En realidad, existe una mentalidad y una forma de cultura que llevan a dudar del valor de la persona humana, del significado mismo de la verdad y del bien, y en último término, de la bondad de la vida». Frente a todas estas dificultades, «que no son insuperables», añade el Santo Padre, «¡no temáis!. (...) Los valores más grandes del pasado no pueden ser simplemente heredados; debemos hacerlos propios y renovarlos a través de una decisión personal, que a menudo es costosa». «Sin embargo, cuando se tambalean los fundamentos y faltan las certezas esenciales, aquellos valores se necesitan de modo urgente. Concretamente, hoy aumenta la exigencia de una educación que sea realmente tal». La piden los padres, tantos profesores, «la sociedad en su conjunto, (...) los mismos chicos y jóvenes, que no quieren que se les abandone frente a los desafíos de la vida». Tras poner de relieve que «puede ser útil individuar algunas exigencias comunes de una auténtica educación», Benedicto XVI señala que «ésta tiene sobre todo necesidad de aquella cercanía y de aquella confianza que nacen del amor». «Sería, por tanto, pobre una educación que se limitase a dar nociones e informaciones, pero que dejase a un lado la gran cuestión acerca de la verdad, sobre todo aquella verdad que puede guiar nuestra vida». El Papa afirma que el punto más delicado de la tarea educativa es «encontrar un justo equilibrio entre la libertad y la disciplina», y explica que «la rela-

ción educativa es ante todo el encuentro entre dos libertades y la educación lograda es una formación al uso correcto de la libertad. (...) Debemos aceptar el riesgo de la libertad, permaneciendo siempre atentos a ayudar a los jóvenes a corregir ideas o decisiones equivocadas». «La educación no puede prescindir del prestigio que hace creíble el ejercicio de la autoridad, (...) que se conquista sobre todo con la coherencia de la propia vida», escribe el Santo Padre, subrayando a continuación cómo es «decisivo el sentido de responsabilidad, (...) en primer lugar personal, si bien hay una responsabilidad que todos compartimos». En este sentido, Benedicto XVI observa que «la orientación general de la sociedad en que vivimos y la imagen que transmite a través de los medios de comunicación ejercen un gran influjo en la formación de las nuevas generaciones, para bien pero a menudo también para mal», y recuerda que «la sociedad no es, sin embargo, una abstracción; la formamos nosotros». Por último, el Santo Padre se refiere a la esperanza —tema de su última encíclica a la que dedicamos el tema central de la presente revista— como «alma de la educación» y señala que «hoy nuestra esperanza se ve amenazada por distintas partes y corremos el peligro de convertirnos, como los antiguos paganos, en seres humanos “sin esperanza y sin Dios en este mundo”». «En las raíces de la educación —concluye— hay una crisis de confianza en la vida. La esperanza que apunta a Dios no es nunca esperanza sólo para sí mismo, es siempre esperanza para los demás: no nos aísla, sino que nos hace solidarios en el bien, nos estimula a educarnos recíprocamente en la verdad y el amor». Educar para el bien es posible, lo cual no significa que sea fácil. Ánimo a todos los educadores. O O N.N. 1375 1411——E MARZO N E R O - F E- ABRIL BRERO

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JOSEP CALASSANÇ Y JOSEP MANYANET

SAN JOSÉ MANYANET, PROFETA DE LA FAMILIA

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l pasado día 16 de octubre de 2007 se bendijo una imagen de San José Calassanç (Peralta de la Sal 1557 - Roma 1648) en la basílica parroquial de la Virgen de Valldeflors en Tremp para recordar el trabajo pastoral que el santo realizó en la villa durante los años 1589-1591. Josep Calassanç era familiar del obispo Andrés Capella y el 28 de junio de 1589 fue nombrado visitador de los arciprestazgos de Tremp, Sort, Tírvia y Cardós, y el día 1 de julio del mismo año, fue nombrado arcipreste de Tremp. Mosén Calassanç, por delegación del obispo, gozaba de plenos poderes de jurisdicción eclesiástica para el arciprestazgo de Tremp y cada una de sus parroquias, y tenía también plenos poderes como señor temporal en este territorio, pues el obispo de Urgel era señor eclesiástico y civil de Tremp y de las otras poblaciones del obispado. Desde el 25 de septiembre de 1589 formó parte de la Cofradía de la Virgen de Valldeflors que se había fundado en 1553. San José Calassanç siguió después otros caminos. Llegado a Roma para hacer carrera eclesiástica, quedó impresionado por la miseria de los niños y principió una red de escuelas gratuitas que sería el origen de la congregación de las Escuelas Pías, dentro de la cual tuvo que sufrir fuertes contrariedades. Tanto el obispo Caixal como Manyanet fueron alumnos de las Escuelas Pías y conocedores de la aventura fundacional del santo. Por eso el obispo, al aprobar las nuevas fundaciones de Manyanet, casi en tono profético, le recomendó que tomara al santo como patrono y modelo en su tarea de fundador. Manyanet aprendió bien la lección y al primer compañero, ya en octubre de 1864, le escribía: «Ya te tengo dicho que nos preparemos para sufrir, pues a nosotros nos toca más que a los demás, porque no ignoras haber sucedido lo propio en todos los principios de obras buenas. Hasta que hayamos sufrido tanto como un San José de Calasanz (por esta misma causa y celo) mucho nos falta». Ahora, San José Calassanç y San José Manyanet están juntos en sendas capillas de la basílica parroquial asegurando su intercesión en favor de la ciudad y de todo el obispado. Josep M. Blanquet, S.F.

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(Barcelona, CPL 2007)

entro de la «Colección Santos y Santas», con el número 132, Josep Roca ha publicado la biografía de San José Manyanet, que en nueve breves capítulos recorre todo su itinerario humano, apostólico y espiritual. Pone de relieve su vocación de fundador de una congregación con dos ramas, su carisma para presentar a la Sagrada Familia a la sociedad de hoy y sus desvelos por la formación de la familia, principalmente por medio de la educación e instrucción católica de la niñez y juventud. Hay una selección de textos que reflejan su pensamiento, un resumen de la Bula de la Canonización del papa Juan Pablo II y dos oraciones al santo pidiéndole que «ayude a nuestras familias para que sean lugares de crecimiento en la vida humana y cristiana». Hay edición en castellano y en catalán.

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Imagen de San José Calassanç (Tremp 2007).

ORACIÓN A SAN JOSÉ MANYANET Dios y Padre nuestro, que has otorgado a San José Manyanet el don de encarnar las virtudes de la Familia humana de tu Hijo, y con la gracia del Espíritu Santo le has llamado a vivir y anunciar, con la palabra y el testimonio, el Evangelio de la familia, proclamado desde Nazaret; concédenos, por su intercesión, la gracia de vivirlo en nuestros hogares. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

GRACIAS Y DONATIVOS Un sacerdote franciscano, Michele M. Giuliano, rector del santuario diocesano de San Salvador de Horta, de Orta di Atella (Caserta, Italia), ha pedido amplio material informativo de San José Manyanet para enriquecer la espiritualidad de los numerosos fieles que acuden al santuario para venerar al santo patrono; Pregant una oració i si tenen un recordatori, R. Sonet, 25 euros (Vilafranca del Penedès); Molt agraïda a Sant Josep Manyanet per la seva intercessió de favors rebuts, Puri, 50 euros (Barcelona); Desde Filipinas, John Paul C. Gavino ha pedido una reliquia con teca de San José Manyanet para utilidad de su apostolado y para exponerla a la veneración de los fieles (6/I/2008). De Carmen Huguet, 20 euros.

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Notas de psicología familiar M.a Aurora de Santiago,

LA JUVENTUD QUE QUEREMOS... O LA QUE EL MUNDO NECESITA E

s un proceso. Después de la infancia y la adolescencia se llega a la juventud. Como todo proceso tiene un camino para andar. Camino que es determinante, porque de cómo se haya andado dependerá el equilibrio madurativo. Proponemos repasar algunos conceptos: ■

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Autoridad, disciplina y esfuerzo. – Poner límites. – No sentirnos culpables. Los mayores son modelos a seguir. Conciliación de vida laboral y familiar. Dignificación de la labor de los dirigentes.

Después podemos sacar algunas conclusiones.

AUTORIDAD, DISCIPLINA Y ESFUERZO

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esde muchos foros se intenta rescatar el concepto de autoridad, disciplina, esfuerzo. Uno de ellos, la Asociación de Directivos de la Educación Pública (AXIA) en la celebración de las V jornadas, Barcelona 2007, puso de relieve en sus conclusiones, que los elementos de autoridad, disciplina y esfuerzo son indispensables para que padres, profesores y alumnos desarrollen bien sus tareas. Algunos adultos, especialmente padres, sienten remordimientos después de reñir al niño. Deben preguntarse: ¿lo he reñido con razón?, ¿he soltado mi mal humor? En el segundo caso no debe caerse nunca. Cuando se contesta afirmativamente a la primera pregunta ya no cabe ningún sentimiento de culpa, pero, eso sí, hay que analizar si el mecanismo de la riña era adecuado a la edad y al error cometido.

LOS MAYORES SON MODELOS O EJEMPLOS A SEGUIR

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al vez sea ésta la parte más difícil de la educación. ¿Una cosa es lo que decimos y otra distinta lo que hacemos?

No podemos exigir cosas que nosotros no hagamos. Si pretendemos que traten con respeto, debemos ser respetuosos nosotros. Si queremos que no griten no podemos gritar... Entre los adultos que educan a un mismo niño o adolescente se deben dar unas condiciones, como: no pelearse, no desautorizarse, buscar puntos de acuerdo, misma implicación, no emplear ironía, pasotismo... No sirve decir «haz lo que yo digo pero no lo que yo hago» porque se tiende a mirar lo que se hace y a no escuchar lo que se dice.

CONCILIAR LA VIDA LABORAL Y FAMILIAR

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uchas veces el tiempo del trabajo incide en el tiempo familiar, es decir en el tiempo que la familia necesita para realizar sus funciones básicas de socialización y desarrollo imprescindibles para la correcta evolución de los miembros de la familia (niños y adultos) y para su adecuada maduración. El INE (Instituto Nacional de Estadística) apunta que tan solo el 24 % de las parejas que trabajan dedican tiempo a cuidar y a jugar con sus hijos. Fácilmente se llega a la conclusión que más del 60 % de las familias en las que trabaja el matrimonio, no juegan con los hijos. Por otra parte las opciones de excedencias, años sabáticos, jornadas reducidas, etc., que algún miembro de las familias se plantean resulta poco viable. No se puede prescindir de un sueldo, en la mayoría de

psicóloga

los casos, y las empresas suelen mostrarse poco «colaboradoras» ante las peticiones legales de sus empleados.

DIGNIFICACIÓN DE LA LABOR DE LOS DIRIGENTES (EMPRESARIOS, TÉCNICOS, POLÍTICOS...)

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uanto podría cambiar la sociedad si la labor de los dirigentes, ya sean de ámbito general o particular, en suma, de aquellas personas que tienen la tarea de organizar, programar, coordinar, en definitiva mandar, estuviera revestida de deseo de servir al bien común con valores como: amplitud de miras, vivencia de concordia, derribo de la corrupción... Tal como lo entiende la Doctrina Social de la Iglesia.

CONCLUSIONES

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i en la educación se recuperara conceptos como autoridad, disciplina y esfuerzo. Si los mayores, padres, educadores en general, fueran ejemplo a seguir, modelos de coherencia. Si las empresas entendieran mejor en qué consiste conciliar la vida laboral con la vida familiar. Si la responsabilidad de los dirigentes empresariales, técnicos y políticos, les hiciera comprender que deben servir al bien común, no sólo a sus intereses de ambición de poder o de dinero. Tendríamos aquellos jóvenes que queremos y que el mundo necesita. Jóvenes con conciencia cívica, sentido de responsabilidad, comprensivos, tolerantes, esforzados, con el valor necesario para denunciar injusticias sean del tipo que sean (discriminación por raza, sexo, religión, sentido político) y la generosidad de trabajar por la humanidad al servicio de la humanidad. Ejemplos de estos jóvenes tenemos por doquier. Será necesario que haya muchos más para mejorar el mundo. N. O 1411 — MARZO - ABRIL

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Un centro de la Sagrada Familia para las familias EL CENTRO DEL HOGAR

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la luz del matrimonio de María y José, los congresistas captaron varias prerrogativas que heredan todas las familias por medio del sacramento del matrimonio. Éste les convierte en signos del amor de Dios por la humanidad y en vehículos de la promesa que, anunciada en el Antiguo Testamento, se ha realizado plenamente en el Nuevo, gracias precisamente a la colaboración de María y José. Paulo VI afirmó que «en el umbral del Nuevo Testamento, como ya al comienzo del Antiguo, hay una pareja. Pero, mientras la de Adán y Eva había sido fuente del mal que ha inundado al mundo, la de José y María constituye el vértice, por medio del cual la santidad se esparce por toda la tierra. El Salvador ha iniciado la obra de la salvación con esta unión virginal y santa, en la que se manifiesta su omnipotente voluntad de purificar y santificar la familia, santuario del amor y cuna de la vida» (4-5-1970). Los congresistas afirmaron en la propuesta número 7 que: «Todo matrimonio y familia forman parte de esta cadena de la historia de la salvación. Ellos reciben y al mismo tiempo transmiten la misericordia y la bondad de Dios. Por eso, Dios y la educación de los hijos deben ocupar el centro de todo hogar». Dios y la educación de los hijos, dos ejes de la vida matrimonial y familiar que deben ser el centro de todo hogar. Dios, porque con su amor los ha santificado y los ha elevado al nivel de signo de su mismo amor y de su unión con la Iglesia. El amor de los esposos, cuando es puro y santo, es reflejo y espejo del amor de Dios, que les santifica a ellos y les convierte en sembradores de este mismo amor entre los hombres. Los primeros en recibir este influjo son los hijos. Y la educación no es más que hacerles percibir este amor y hacerles conscientes del mismo para que vivan de él y para él. Esta tarea es relativamente fácil cuando los esposos viven y crecen con este mismo amor de Dios encarnado en sus vidas. De este modo no interrumpen la cadena de transmisión del amor de Dios a la humanidad, que a su vez ellos recibieron. BLIM

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FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA EN ULLDECONA

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a parroquia de San Lucas de Ulldecona (provincia de Tarragona y diócesis de Tortosa) celebró con toda solemnidad la fiesta de la Sagrada Familia con diversos actos religiosos, especialmente la celebración de la santa Misa y la recitación de las letanías a la Sagrada Familia. El párroco hizo un llamamiento a las celadoras de las 10 capillas de la Sagrada Familia que circulan por el pueblo para que las pusiesen frente al altar mayor durante la celebración de todas las misas de aquel domingo. «Nos ayudarán —decía en la Hoja parroquial— a darnos cuenta de la importancia de la institución de la familia cristiana y a rezar por todas las familias». La misa mayor terminó con el canto del himno a la Sagrada Familia de Mn. Cinto Verdaguer.

INFORMACIÓN En la capilla panteón que conserva los restos mortales del Siervo de Dios Magín Morera, se ha colocado un armario vitrina con algunos recuerdos personales suyos: Positio super virtutibus (Roma 2007), estudio histórico crítico sobre la práctica heroica de las virtudes; Copas, corporales y cajita utilizados por el Siervo de Dios en Manresa durante la persecución religiosa de 1936-1939; Reloj pulsera que utilizaba el Siervo de Dios; Bonete que usaba habitualmente el Siervo de Dios en casa, y Manuale Christianum, libro de piedad que apreciaba mucho el Siervo de Dios. En el mismo armario vitrina hay otros objetos relacionados con la vida y martirio de los Siervos de Dios Jaime Puig y 19 Compañeros Hijos de la Sagrada Familia.

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ORACIÓN PARA PEDIR GRACIAS POR INTERCESIÓN DEL SIERVO DE DIOS Dios y Padre nuestro, que has suscitado en la Iglesia a tu sacerdote MAGÍN MORERA, ferviente apóstol de la Familia humana de tu Hijo, para que, con los dones del Espíritu Santo, trabajara incansablemente por la salvación de las familias y de la juventud; haz que, animados por el testimonio de su vida, seamos servidores fieles del Evangelio de Nazaret y, por su intercesión, alcancemos la gracia... Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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DIÁLOGOS en Familia

ACTITUD CRISTIANA ANTE LA INMIGRACIÓN La inmigración, un «signo de nuestro tiempo»

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no de los fenómenos que más impacto ha producido en nuestra sociedad en los últimos tiempos es el aumento de personas inmigrantes entre nosotros. Los encontramos en el barrio, son compañeros de nuestros hijos en el colegio, compartimos con ellos momentos de ocio en las fiestas populares, en las celebraciones de la parroquia; muchos de ellos son «ángeles de la guarda» para nuestros mayores o para las personas enfermas. Según el instituto nacional de estadística en 1 de enero de 2007 había en España 4.482.568 inmigrantes, de los cuales 966.004 viven en Cataluña, que corresponde al 13,4 % de la población catalana. Las actuales inmigraciones constituyen el movimiento más amplio de personas en la época moderna y afectan a todo el primer mundo. No es de extrañar, pues, que el Papa Benedicto XVI, califique la inmigración como «un signo de nuestro tiempo».

La novedad del hecho inmigratorio

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ataluña fue entre los años cuarenta y sesenta un país que acogió a muchos inmigrantes que procedían de otras tierras de España. El fenómeno actual presenta una novedad. Las personas que venían de España lo hacían para buscar nuevas perspectivas de futuro, para buscar trabajo, en unas condiciones muchas veces de precariedad, pero a diferencia de la inmigración actual tenían una base cultural común, hablaban un idioma —el castellano— que era entendido por las comunidades de acogida, profesaban una misma fe. Los inmigrantes actuales vienen con un bagaje distinto, proceden de diferentes países, con diferentes culturas, la mayoría de las veces con un desconocimiento total de las costumbres del país de llegada, con unas pautas de conducta diferentes; muchos de ellos profesan una fe distinta a la mayoritaria entre nosotros, la católica.

Causas de la inmigración

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os países receptores de inmigrantes no pueden de ningún modo desentenderse de las consecuencias que conlleva la inmigración, ya que entre otros factores, ésta es debida a las desigualdades económicas existentes entre el Norte y el Sur del mundo, a las barreras de protección que impiden a los países emergentes del tercer mundo colocar sus mercancías en condiciones competitivas en el primer mundo y también a la proliferación de guerras y conflictos. También es debido al descenso demográfico en el primer mundo y al bienestar conseguido entre nosotros. Ellos están dispuestos a hacer trabajos que son rechazados por los autóctonos: trabajos en la construcción, en el mundo agrícola, en el cuidado de gente mayor o enfermos , de servicio doméstico, etc.

La inmigración conlleva dolor

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a inmigración produce un gran sufrimiento en las personas que se han visto obligadas a dejar su propio país. Este dolor afecta de manera muy particular a los núcleos familiares y a la inmigración femenina, que según dicen las estadísticas es la más abundante.

Desafío y oportunidad

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ebemos ser conscientes que la inmigración conlleva problemas. Pero también cabe decir con toda rotundidad que el problema no son los inmigrantes. Ellos sufren el problema. Debemos contemplar la inmigración, no como un problema si no como un gran reto tanto para la sociedad como para nuestra Iglesia.

La inmigración a la luz de la Palabra de Dios

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uestro padre en la fe, Abraham, es un arameo errante (Dt 26, 5-10). Al pueblo de Israel, se le recuerda constantemente que ha de acoger al inmigrante, ya que él N. O 1411 — MARZO - ABRIL

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nos hablen en español, sus expresiones y reacciones son diferentes a las nuestras), por su forma de vestir, sus hábitos alimentarios e higiénicos por sus costumbres, y muchas veces, también, por su confesión religiosa. Todo lo que nos es desconocido de inicio nos produce un cierto reparo. Hay que mirar al inmigrante por encima de todo como persona, tal y como nos recuerda el papa Benedicto XVI en la exhortación Sacramentum caritatis: «¿Es que estos seres humanos no son nuestros hermanos y hermanas? ¿Es que quizás sus hijos no vienen al mundo con las mismas legítimas esperanzas de felicidad que los demás? El Señor Jesús, Pan de Vida eterna, nos estimula y nos hace estar presentes en situaciones de pobreza que vive aún gran parte de la humanidad».

2. Acogerlos.

lo fue: «No maltrates ni oprimas al extranjero, porque vosotros también fuisteis extranjeros en Egipto» (Ex 22,21). Y en el Evangelio leemos las palabras del Señor en (Mt 25,34-36): «Venid vosotros, los que mi Padre ha bendecido: recibid el reino que se os ha preparado desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me recibisteis, anduve sin ropa y me vestisteis, caí enfermo y me visitasteis, estuve en la cárcel y vinisteis a verme.» Juan Pablo II en el Novo Millenio ineunte, nos dice: «Esta página no es una simple invitación a la caridad: es una página de Cristología que ilumina el misterio de Cristo. Sobre esta página, no menos que sobre la ortodoxia, la Iglesia mide su fidelidad de esposa de Cristo».

ACTITUDES HACIA LOS INMIGRANTES 1. Conocer personalmente al inmigrante para vencer el recelo hacia lo que nos es desconocido. El inmigrante se nos presenta como alguien totalmente extraño para nosotros. A menudo nos es extraño por su habla (aunque en el caso de los latino-america-

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Es muy importante cómo es el primer contacto que tienen con nosotros. La acogida ha de ser cordial. Sin paternalismos. Nos hemos de interesar por todo aquello que les afecta, por la familia, por la problemática que hayan dejado su país, etc. Debemos evitar considerarlos sólo como personas que necesitan ayuda material. En las parroquias debería haber algunas personas que se dedicasen especialmente a la acogida de los inmigrantes.

3. Invitarlos a integrarse en nuestras comunidades. Deberíamos invitarlos a participar en nuestras parroquias, movimientos, grupos de reflexión. No ha de haber una pastoral específica para inmigrantes, sino que debemos pensar en una pastoral con inmigrantes. Uno de los signos de vitalidad de nuestras comunidades es que sean capaces de integrar a personas que viven situaciones distintas a la nuestra. Deben ser, también, protagonistas en nuestras parroquias: en los consejos parroquiales, en los grupos de Liturgia, en los encuentros de padres de la catequesis...

4. Valorar las expresiones de religiosidad, distintas a las nuestras. Es un tema difícil, que a veces choca con nuestras sensibilidades. Aquí es preciso que todos busquemos criterios de discernimiento, ayudarlos para que sepan

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escoger lo que es más importante de lo que no lo es y, nosotros, hemos de aprender que la fe se puede vivir por medio de muchas mediaciones, aunque algunas nos parezcan extrañas. Un rechazo o una ridiculización de sus formas de religiosidad serán siempre mal interpretados y, sin que nosotros lo queramos, les podemos alejar y pueden ser presa fácil de sectas. De hecho esto ya está ocurriendo. Conviene estar atentos a las fiestas religiosas que les son propias. Podríamos orar en las Misas cuando suceda algún hecho importante en su país de origen.

5. Ser sensibles a su problemática. Deberíamos ser sensibles a las precariedades en que viven muchos inmigrantes y pedir a la sociedad que les sean reconocidos sus derechos. Derechos que tienen por su condición de personas, más allá de lo que establezcan las leyes de inmigración., ya que para nosotros «la fraternidad va más allá de la ley». Debemos constatar las informaciones que aparecen en los medios de comunicación o en los comentarios en la calle, para que no nos dejemos intoxicar por prejuicios que de manera interesada se difunden en nuestra sociedad en contra de los inmigrantes.

6. Una oportunidad para enriquecernos. Debemos ser conscientes que del encuentro entre diferentes colectivos surja un mutuo enriquecimiento.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR j El texto que habéis leído, ¿os ha ayudado a descu-

brir y entender el drama del fenómeno de la inmigración? j ¿Tenéis actitudes racistas sobre algún grupo de in-

migrantes? ¿Por qué? j Como miembros del primer mundo, ¿cómo os im-

plicáis en actividades a favor del tercer y cuarto mundo? ¿Qué responsabilidad tenéis? j ¿Habéis hablado con algún inmigrante para cono-

TEXTOS BÍBLICOS Dt 26, 5-10: «Tú tomarás la palabra y dirás ante Yahvé tu Dios: Mi padre era un arameo errante, y bajó de Egipto y residió allí siendo unos pocos hombres, pero se hizo una nación grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron dura servidumbre. Nosotros clamamos a Yahvé, Dios de nuestros padres y Yahvé escuchó nuestra voz; vio nuestra miseria, nuestras penalidades y nuestra opresión, y Yahvé nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, con gran terror, con señales y con prodigios. Y nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra, tierra que mana leche y miel. Y ahora yo traigo las primicias de los frutos de la tierra que tú, Yahvé, me has dado». Ex 22, 20-21: «No maltratarás al forastero, ni lo oprimirás, pues forasteros fuisteis vosotros en el país de Egipto. No vejarás a viuda alguna ni a huérfano...» Lc 25, 31-46: «... Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis». Ef 2, 14: «Porque él es nuestra paz: el que de los dos pueblos hizo uno solo, derribando el muro divisorio, la enemistad, anulando en su carne la Ley con sus mandamientos y sus decretos, para crear en sí mismo, de los dos, un solo Hombre Nuevo haciendo las paces y reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, por medio de la cruz, dando en sí mismo muerte a la Enemistad».

BIBLIOGRAFÍA j VV. AA. La Biblia e inmigrantes, Ed. Asociación

Bíblica de Cataluña. Publicaciones de la Abadía de Montserrat. j Pontificio Consejo de la Justicia y de la Paz.

Compendio de la doctrina social de la Iglesia. Ed. Claret. j Está a punto de salir una instrucción de la Confe-

rencia Episcopal Española.

cer las causas del abandono de su país de origen? Delegación Pastoral Familiar - Barcelona N. O 1411 — MARZO - ABRIL

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Esposos y Santos Esposos Santos Esposos y Santos Esposos yy Santos SANTA CATALINA DE GÉNOVA



Pedro Mas, SF

Esposa, viuda, mística y santa

C

atalina Fieschi Adorno, última hija de cinco hermanos, nace en 1447 en el seno de una de las principales familias genovesas. Los Papas Inocencio IV y Adriano V figuran entre sus antepasados. Su padre, Santiago, fallecido antes del nacimiento de Catalina, había sido virrey de Nápoles; su madre, Francesca Di Negro, provenía de linaje ilustre. Habiendo recibido una educación apropiada la casaron, sin vocación al matrimonio, a la edad de dieciséis años, con Giuliano Adorno, de poderosa familia, enfrentada a los Fieschi. Era una manera de superar las diferencias familiares. Giuliano es presentado como hombre de mal carácter y despilfarrador. No se entendían. Él se quejaba de haberlo casado con una monja; ella que le habían unido a un bruto. Él disfrutaba en la política y en el juego; ella mitigaba su dolor y soledad leyendo libros piadosos. Alguien advirtió a Catalina de ser responsable de la actitud de su esposo. Que se arreglara y saliese con él y se lo ganaría. Y así lo hizo. Vistió sus mejores galas y empezó a frecuentar los salones de la alta sociedad. Y como era bella, graciosa y de buen ingenio, se ganó las simpatías de todos. Su marido estaba orgulloso de ella. Cinco años duró esta segunda etapa de su vida, que le amargarían el resto de sus días, ya que no era feliz. Escribirá «Diálogo entre el cuerpo y el alma», donde abre su corazón. La santa se imagina el alma haciendo un pacto con el cuerpo: «Iremos por el mundo, y si yo encuentro algo que me guste, lo disfrutaré, y lo mismo harás tú, cuando encuentres algo que te guste y quien mejor encuentre se lo gozará». Nada de aquello podía satisfacerla, sólo Dios podía llenar su corazón. «Yo no sé como no he muerto cuando he visto el mal que encierra el más ligero pecado, por muy leve que sea», se lamentaba. En 1474 realiza un nuevo y radical cambio en su vida. Es la tercera etapa, que duró unos 25 años. Empieza una vida de penitencia, de oraciones inflamadas, de cuaresmas enteras sin probar bocado; una vida de íntima unión con Dios. Su alimento es la comunión diaria, práctica no común. El resto del tiempo lo dedica a sus enfermos. Todos quedan maravillados. Su mismo esposo cambia; se torna un amante esposo, cristiano ferviente y honrado ciudadano. Se traslada con su esposa a una casa contigua al hospital de Pammatone. Abraza la castidad conyugal y se hace terciario franciscano. Muere al final del siglo XV. Catalina desarrolla en el hospital los trabajos más humildes; colabora en la Compañía de las Damas de la Misericordia y en la leprosería de San Lázaro. Dirige durante diez años el sector femenino; cuida de los niños abandonados y convence al laico Héctor Vernazza a fundar la Compañía del Divino Amor. Era la concreción de cuanto había escrito en su Diálogo entre el cuerpo y el alma: «No se encuentra camino ni más corto, ni mejor, ni más seguro para nuestra salvación que este nupcial y dulce vestido de la caridad». Sus experiencias místicas y espirituales son compartidas por un pequeño grupo de hombres y mujeres. Catalina muere el 15 de septiembre de 1510. Es canonizada el 16 de Mayo de 1737 por el Papa Clemente XII. Su cuerpo incorrupto se venera en una de las capillas de la iglesia de la Santísima Anunciata en Portoria (Génova). En su iconografía se distingue por llevar en la mano el corazón llameante. Es patrona de Génova. Su fiesta se celebra el 15 de septiembre.

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TEXTO DE SANTA CATALINA «Tú, Señor, trajiste del cielo el suave maná y el dulce alimento de la caridad, que tiene en sí tal vigor que hace soportar cualquier suplicio; y así lo hemos visto por experiencia, primero en ti, dulce Maestro nuestro, Señor y guía, y luego en tus santos. ¡Oh, cuántas cosas han hecho y soportado ellos con gran paciencia con ese tu amor infundido en sus corazones, del que quedaban tan encendidos y unidos contigo que ningún tormento los podía separar de ti! (...). No hay camino ni más corto, ni mejor, ni más seguro para nuestra salvación que este vestido nupcial y dulce de la caridad, la cual da tanta confianza y tanto vigor al alma, que ésta se presenta a ti sin ningún temor. Y al contrario, si se encuentra desnuda de caridad al tiempo de la muerte, queda tan abyecta y vil que se iría a cualquier otro lugar, triste y malo cuanto se quiera, para no comparecer ante la divina presencia. Y con razón, pues siendo tú, oh Dios, sencillo y puro, no puedes recibir en ti nada que no sea puro y sencillo amor». Santa Catalina de Génova. Diálogos

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LA ESPERANZA ES LA ETERNIDAD TEMPORAL Jordi Belenguer Pallí, SF

Al entorno de Spe salvi de Benedicto XVI La segunda encíclica del Santo Padre nos hace augurar la temática de la tercera. Si en Deus caritas nos hablaba de la caridad y en Spe salvi aborda el de la esperanza, por lógica, seguirá una tercera sobre la fe. Así el Pontífice habrá reflexionado y habrá hecho reflexionar a toda la Iglesia al entorno de las virtudes teologales.

VIVIR EN LA ESPERANZA O VIVIR EN LA DESESPERANZA DESESPERADAMENTE

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l presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva a una meta» (Spe salvi, 1). Qué sentido puede tener el presente si le cercenamos la esperanza en un futuro. Nuestro presente y nuestra vida, nuestra existencia en este mundo está caracterizada por la temporalidad, nuestra naturaleza caduca interroga ineludiblemente al hombre, poseedor de inteligencia, ¿cuál es el sentido del nacer para morir? Paradoja tan grande es un reto para nuestra razón. Lo que sí sabemos es que sin esperanza en un más allá no nos queda sinó verter toda nuestra esperanza en este acá. El aquí y el ahora. Debemos ser como un vampiro existencial que chupa con avidez hasta la última gota de la existencia porque no hay más, porque esto es lo que hay. Debemos vivir, para decirlo con Comte-Sponville, «desesperadamente». Para el creyente la vida es distinta. La vida no es caduca. Tenemos crédito y podemos vivir con esperanza. Vivir con profundidad, valorando cada milésima de segundo de nuestra existencia como un don de Dios a quien hay que agradecer tan sublime regalo. Vivir máximamente feliz posible es la mejor oración ofertada a Dios por su dadivosidad y bondad. Gloria Dei, homo vivens nos enseña San Ireneo. Dios nos ha regalado una vida, una vida para ser vivida como don, para gestionarla en libertad. Pero, aún más, una vida que aspira a ser eterna porque nuestra fe profesa que así será. Esta esperanza cambia radicalmente el prisma des del cual la vida puede tener sentido y ser vivida.

LA ESPERANZA HIJA DE LA FE

L

a esperanza es hija de la fe y no de la razón porque no tenemos una razón suficiente para justificar la vida más allá de la muerte. «La Iglesia está en la historia, pero al mismo

tiempo la transciende. Solamente “con los ojos de la fe” (Catech. R. 1,10, 20) se puede ver al mismo tiempo en esta realidad visible una realidad espiritual, portadora de vida divina» (CIC 770). Que no haya razones suficientes y sea hija de la fe no significa que no se pueda razonar. San Pedro nos invita a dar razón de nuestra fe y como comenta el profesor Torralba: «Yo creo que ser cristiano hoy exige el trabajo del logos, el compromiso con el logos, no para caer en una apologética gastada y barata, no para caer en una pretensión de explicar racionalmente lo que simplemente escapa a la comprensión racional, pero sí con la voluntad de dar razón, en la medida de las posibilidades de eso que creemos». En esta línea podemos esgrimir con J. A. Marina un argumento válido que presenta en su libro, de recomendable lectura, ¿Por qué soy cristiano? Marina nos recuerda que hay verdades universales, que deben ser aceptadas por todo el mundo como, por ejemplo, la ley de la gravedad de Newton, pero tambien hay verdades particulares. Éstas no son universales, no deben ser creídas por todo el mundo, pero pueden ser creídas por particulares, por seres singulares que creen en esta verdad. Esta esperanza es creída individualmente pero también comunitariamente, la esperanza es creída en el seno de la Iglesia. La comunidad, la creencia compartida es también el sostén de nuestra esperanza. Así nos recuerda el Catecismo que: «La Iglesia, enriquecida con los dones de su Fundador y guardando fielmente sus mandamientos del amor, la humildad y la renuncia, recibe la misión de anunciar y establecer en todos los pueblos el Reino de Cristo y de Dios. Ella constituye el germen y el comienzo de este Reino en la tierra» CIC 768). Subraya la encíclica la dimensión comunitaria de nuestro ser: «Nadie vive solo. Nada peca solo. Nadie se salva solo» (Spe salvi, 48) . Sabemos que nuestra vida tiene una meta. El Evangelio como nos recuerda el Santo Padre no es transmisora de verdades todas ellas racionales sino también verdades reveladas, verdades que son creídas e implican una cambio existencial, N. O 1411 — MARZO - ABRIL

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nuevo paradigma más fidedigno. Popper nos recuerda la posiblidad de falsear cualquier verdad científica. La ciencia no es más que un camino para acercarnos a la verdad. La ciencia no puede afirmar ni negar la trascendencia, esta labor supera el límite de sus competencias. De lo que no se sabe lo mejor es callar (Wittgenstein) o, ser humilde y «postular» como hace Kant. De ahí que afirmaciones tales como el libro de Punset El alma está en el cerebro es un posicionamiento respetable, argumentado y válido pero no deja de ser opinable. Junto a la verdad científica aparece también una crítica al concepto de progreso, ya que todo progreso científico no supone un progreso moral. Es una falacia suponer que todo lo que puede hacerse está bien que se haga. El progreso técnico debe ser juzgado éticamente bajo la batuta del bien. Como comenta el Dr. Broggi, presidente de honor del colegio médico catalán. Los médicos sabemos qué podemos hacer pero la pregunta es: «¿Lo podemos hacer?».

ESCUELAS DE ESPERANZA esta fe es una catarsis holística para todas nuestras acciones, creencias y sentimientos. «El Evangelio no es solamente una comunicación de cosas que se pueden saber, sino una comunicación que comporta hechos y cambia la vida. La puerta oscura del tiempo del futuro ha sido abierta de par en par. Quien tiene esperanza vive de otra manera; se le ha dado una vida nueva» (Spe salvi, 2). Esta vida nueva ya empieza aquí y ahora, de ahí que el estilo de vida cristiano es o debiera ser distinto: «la fe es un habitus, es decir, una constante disposición del ánimo, gracias a la cual comienza en nosotros la vida eterna y la razón se siente inclinada a aceptar lo que ella misma no ve» (Spe salvi, 7).

CRÍTICA AL REDUCCIONISMO MATERIALISTA

N

o da sentido a nuestra vida sólo la materia, de ahí la crítica a Marx, no todo es materialismo, no todo se explica a través de infraestructuras economicomaterialistas, con la esperanza «La fe otorga a la vida una base nueva, un nuevo fundamento sobre el que el hombre puede apoyarse, de tal manera que precisamente el fundamento habitual, la confianza en la renta material, queda relativizado» (Spe salvi, 8). En la misma línea expone el Pontífice la crítica a Bacon. No todo puede ser sometido al método empírico. No toda realidad es material. El saber científico tiene sus límites. Toda verdad científica es, nos dice Kuhn, un paradigma. Un paradigma que es verdadero en un momento histórico, con la tecnología del momento para verificar experiencialmente la hipótesis; un paradigma que puede ser refutado o ampliado por un

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ay tres lugares donde se establece de forma especial una didáctica sobre la esperanza. La oración y el sufrimiento son fuente de esperanza. Este «tratar de amistad con Dios» que nos decía Santa Teresa, donde al dialogar con Dios sobre nuestra vida ponemos en sus manos todas nuestras dudas, anhelos y sufrimientos. El sufrimiento es fuente de esperanza si es vivido desde el don de la fe. Cuando nos hermanamos con Jesucristo en su cruz participamos también de su resurrección. La cruz, signo del cristiano, es sentido de realidad y fuente de esperanza. De ahí que es pedagógico y recomendable que presida nuestras clases, habitaciones y adorne nuestro cuello. En el sufrimiento, en los momentos que el hombre no se señorea de su existencia se siente señoreado por Otro. En las fronteras de la lógica, en los límites de lo comprensible, en el fracaso, en la injusticia, frente la enfermedad o la muerte la pregunta por el sentido y la sed de esperanza se agudizan, se aceleran. También lo es el juicio. La justicia de Dios no es la justicia de los hombres. Aquí todo no puede ser «ajustado», hay situaciones que la lógica nos impide creer que puedan permanecer así. Adela Cortina lo explica citando a Victor Hugo: «Una mujer anciana cruza una calle, ha educado hijos y cosechado ingratitud, ha trabajado y vive en la miseria, ha amado y se ha quedado sola. Pero su corazón esta lejos del odio y presta ayuda cuando puede hacerlo. Alguien la ve seguir su camino y exclama: ¡Esto debe tener un mañana!». Pidamos a María un corazón inflamado por la virtud de la esperanza. Ella, que esperó en su seno virginal el nacimiento del Mesías, es Madre de esperanza y Madre de nuestra esperanza. Nuestra esperanza es Jesús de Nazaret, el Cristo, el Hijo de Dios.

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LA SAGRADA FAMILIA

EN FAMILIA... MEMORIAL SAN JOSEP MANYANET

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l pasado día 16 de Diciembre de 2007, fiesta litúrgica de san José Manyanet, el cardenal Luis Martínez Sistach, arzobispo de Barcelona, tras la celebración solemne de la Eucaristía en la que se inauguraron las reformas realizadas en la parroquia (La Sagrada Familia, n. 1410), bendijo también el Memorial san Josep Manyanet. Este Museo vivo, tantas veces soñado, ofrece un recorrido pedagógico y didáctico sobre la figura del Fundador de nuestra revista y sobre la historia de la Congregación.

ONG MANYANET SOLIDARIO

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n la última asamblea de socios de la ONG Manyanet solidario se aprobó la modificación de los Estatutos y el cambio de denominación de Asociación a Fundación.

XIV JORNADAS MANYANETIANAS DE PROFESORES

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urante los días 20, 21 y 22 de febrero se han celebrado en el Centro de Espiritulidad Josep Manyanet de Begues la XIV Jornadas de profesores, dirigidas por el P. Crispín Funes. Han participado 30 profesores de las escuelas del P. Manyanet de España. En un ambiente de familia han reflexionado, compartido, trabajado... sobre la calidad y la identidad cristiana de las escuelas del P. Manyanet.

MEDELLÍN (COLOMBIA)

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rupo de aspirantes, novicios y hermanos profesos del seminario Padre Manyanet de Medellín. Actualmente, en esta comunidad, realizan el Noviciado candidatos a la vida consagrada de los diferentes países en los que está presente la Congregación. Junto a ellos conviven los aspirantes y postulantes de Colombia.

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MÁRTIRES POR LA FAMILIA MÁRTIRES DE LA REALEZA DE CRISTO

TESTIMONIOS

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omo se ha escrito recientemente, el grupo de 498 beatos reconocidos como mártires el pasado 28 de octubre de 2007, merecieron otro título por parte del cardenal José Saraiva, prefecto de la Congregación de los Santos, que presidía la ceremonia como delegado del Papa. Los significó a todos ellos con un distintivo específico: como mártires de Cristo Rey. «Los mártires —afirmó— se comportaron como buenos cristianos y, llegado el momento, no dudaron en ofrendar su vida de una vez con el grito “¡Viva Cristo Rey!”». Este mismo calificativo lo reiteró también el cardenal Secretario de Estado, Tarsicio Bertone, en la homilía de la Misa de acción de gracias en el altar de la Cátedra de la Basílica Vaticana, cuando, tras citar un texto de Juan Pablo II en su Carta «Ecclesia in Europa», dijo: «Ellos que han sabido vivir el Evangelio en situaciones de hostilidad y persecución... hasta el testimonio supremo de la sangre... radicalmente demuestran que el martirio es la encarnación suprema del Evangelio de la esperanza... por eso —añadió improvisando y el texto no aparece publicado—, al igual que los mártires de México, y de la guerra de Italia, murieron gritando “¡Viva Cristo Rey!”». Ya Juan Pablo II en la homilía de 45 mártires españoles, el 1 de octubre de 1995, tras afirmar que «el martirio es un regalo particular del Espíritu Santo», había dicho: «Cristo, único Señor de todo el universo, el Rey de reyes y Señor de señores (Ap 17,14) es la gloria de los mártires... a Él el honor, el poder por siempre en los nuevos beatos», pero no los significó como mártires que ofrecieron su vida a Cristo al grito de ¡Viva Cristo Rey! Consta sin embargo que el cardenal Narcís Jubany, en la Misa de acción de gracias por la primera beatificación de las tres mártires de Guadalajara (29 marzo 1987) celebrada en Santa María la Mayor, había afirmado: «Nuestras mártires murieron perdonando a sus asesinos y gritando “¡Viva Cristo Rey”!». BLIM

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La Positio o estudio sobre el martirio del Siervo de Dios Ramón Llach pone de relieve precisamente esta cualidad suya. «Hay todavía —afirma— otra faceta en el Siervo de Dios que no se puede silenciar: era literato y poeta. Escritor y asiduo colaborador de La Sagrada Familia y de La Intención Mensual. Escribía tanto en prosa como en verso, en catalán y en castellano. En general, sus trabajos versaban sobre temas religiosos y más concretamente sobre la Sagrada Familia y la Congregación» (p. 347). De hecho, se recogieron en ocasión del proceso 86 poemas y poesías, inéditos, sobre temas religiosos y de carácter familiar, circunstancial y anecdótico, varias de ellas escritas durante su cautiverio.

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ADÉU A CAMBRILS

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anel Tarés, de Cambrils, ha publicado un poema inédito del Siervo de Dios Ramón Llach y Candell (1875-1937) sobre la salida de los religiosos Hijos de la Sagrada Familia hacia la ciudad de Reus en julio de 1895 (Revista Cambrils, agosto 2007). El padre Manyanet se había hecho cargo de la dirección del colegio Sagrado Corazón de Cambrils en 1887 y en 1891 instaló allí, con la aprobación pertinente, el noviciado o seminario menor de la Congregación. El Siervo de Dios era uno de ellos. Y escribió este poema dedicado a Cambrils, en catalán, cuando tenía 20 años. Se trata de una despedida de los colegiales al cerrar el colegio, es decir un adiós por la obligación de abandonar la villa. El poema contiene varias referencias a los años de estudiante en el seminario de Cambrils. «Aquí aprendí a ser hombre / aquí dejé de ser muchacho / y empecé a comprender / esta máquina del mundo / tan perfecta y tan hermosa / que salió del Creador» (versos 236-241).

ORACIÓN PARA PEDIR GRACIAS POR LA INTERCESIÓN DEL SIERVO DE DIOS Dios y Padre nuestro, que has suscitado en la Iglesia a tus Siervos JAIME PUIG Y 19 COMPAÑEROS, Hijos de la Sagrada Familia, apóstoles de la familia y educadores de la juventud hasta derramar generosamente su sangre; te rogamos humildemente que, por su ejemplo e intercesión, seamos siempre y en todas partes instrumentos de tu paz y nos concedas la gracia que te pedimos... Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Agradecemos a nuestros lectores que nos envíen noticias y relaciones de los favores y gracias obtenidos por intercesión del Siervo de Dios (Vicepostulación. Entença, 301. 08029 Barcelona).

INFORMACIÓN El pasado día 6 de julio de 2007, obtenidos todos los permisos y autorizaciones eclesiásticas, civiles y sanitarias, se procedió a la exhumación, reconocimiento y traslado de los restos del Siervo de Dios Jaime Puig i Mirosa (1908-1936) desde el cementerio municipal de Blanes (Gerona), a la parroquia de San José Manyanet de Barcelona. El Siervo de Dios había sido asesinado el 30 de julio de 1936 junto con el joven Sebastián Llorens, a la salida de Blanes, frente a la fábrica de tejidos Pastells. Los dos cadáveres fueron trasladados al cementerio y, tras hacerles la autopsia el 1 de agosto, el cadáver del Siervo de Dios, «porque era sacerdote», fue arrastrado con la correa atada al cuello, desde la capilla del cementerio hasta un hoyo, en donde fue sepultado. El 23 de febrero de 1940 fue exhumado el cadáver, reconocido y trasladado al nicho número 856 del mismo cementerio, propiedad de la Congregación. En presencia del tribunal eclesiástico fueron sacados los restos mortales y depositados en una urna de madera revestida de zinc, momento que recoge la fotografía.

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XII TALLER DE PASATIEMPOS

para hacer en familia

(De una idea del colegio P. Manyanet de Alcobendas —Madrid—)

CRUCIGRAMA 1

Horizontales 2. Hay 7,5 quintillones de granos de _______ en las playas de todo el mundo. 5. Son de arena y es todo un arte hacerlos. 7. Sirve para secarse después de bañarse en el mar o en la piscina.

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8. Se clava en la arena y la utilizamos para protegernos del sol.

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9. La piscina más grande conocida... y es salada.

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Verticales 1. Están en la playa y allí podemos comprar bebidas, aperitivos...

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3. Los hay de muchas formas y colores y sirven para no hundirse.

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4. Si lo tomas te pones moreno. 5. Es muy importante utilizarla para protegerse del sol.

EDUCACIÓN PRIMARIA ¡PARTICIPA!

6. Casi todos los deportes de equipo (los de playa también) la utilizan.

Resuelve estos pasatiempos en familia, haz una fotocopia, pon tu nombre y curso en el reverso y entrégalo en la Secretaría de tu Colegio. Si eres de los diez primeros recibirás un obsequio.

NNNNNNNNNNNNNN JEROGLÍFICO ¿Dónde me voy de vacaciones?

REGATA DE LETRAS J R F S O L U H M C S N S P V C A J E V

D A Z W R I N E C N E R Q H T R W V T V

A H N U E S K Y O J Y M L M E M E E O V

H S L J L R J R T O T K E L L T M K B A

R H J D E V E C A T A M A R A N X P E I

P O V F V N X X L F E G I B R O T I U L

C O R B E T A A R I B G D T A I H G Q A

F N R L S E P Q R U U R R K J J R S A S

H R L T X M K D Q B O N A N I Q A T P U

E A A C A Q E W Y M M N K S G N P K F Q

B U J G L A O L O Z K P K J C S X X H S

Q Q Q T A Q V N C V I V A W V V G V T D

Q V V U O T A I Y F I M R O L Q Y E G J

M J K I B Y A M O G E A C R A B Q J V T

S I G U E Y U K L N N V B Q U J O A H C

Z Z S E W G M W E D E K M C A U J Q P T

Y Y K J T U I N Q J J S E R Q T W S D K

R U H J D J F F V Z D J Q I M R M K W D

V V I S C C S K K J E M A V K F H J Q S

A L E B A R A C M Y N H A Z B P O O M Z

NNNNNNNNNNNNNN Encuentra catorce barcos en esta sopa de letras. BALLENERO, BARCA, BUQUE, CARABELA, CATAMARÁN, CORBETA, DRAKKAR, DROMONA, FRAGATA, GALERA, PAQUEBOTE, PORTAAVIONES, TRIRREME, VELERO

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Édison Fañanás Lanau

UN CAPUCHINO SINGULAR

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l Padre Pío es un capuchino que nació en Pietrelcina (sur de Italia) el año 1887 y murió en el convento de San Giovanni Rotondo donde vivió desde 1916 hasta el 1968, año de su muerte. El 2 de mayo de 1999 fue proclamado Beato por Juan Pablo II en una ceremonia con asistencia de más de un millón de personas. A pesar de seguir una vida austerísima y prácticamente sin salir del convento, su vida fue muy «mediática», diríamos hoy, por las heridas o estigmas que sufrió durante más de cincuenta años: manos y pies agujereados y expulsando siempre sangre, así como una gran herida en el costado que también supuraba constantemente. Es decir, su cuerpo estaba configurado como el cuerpo de Jesús en su crucifixión. Además de sus estigmas, fue «mediático» por encarnar fenómenos sobrenaturales, como la bilocación (estar en dos sitios a la vez), el entender y hablar lenguas para él desconocidas, curaciones, visiones, profecías... Su fama y su singularidad le reportaron no pocos inconvenientes y dificultadas, provocadas muchas veces por la incomprensión y envidias intraeclesiales. Sus largas horas diarias dedicadas a la confesión de los fieles y su intensa oración, con la celebración de la Eucaristía como punto álgido de la misma, eran sus fundamentos vitales. Su apostolado en el confesionario y en el altar dio muchos frutos espirituales y materiales. Su frágil salud no impidió que fuese fiel a su misión.

OBEDIENCIA Y CONFIANZA

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e su persona destaco dos características: su obediencia y su confianza en Dios. El P. Pío fue fiel y obediente a su orden religiosa y a la Iglesia, a pesar de las calumnias y los sufrimientos que llegó a recibir de ambas instituciones. Su confianza en Dios era tan grande que más de una vez había afirmado que «la costumbre de preguntar siempre por qué ha llevado al mundo entero a su pérdida». Tanto su obediencia como su confianza en Dios están estrechamente ligadas con su vida austera y su intensa vida de oración. Su vida austera, su pobreza, hacen que él no se preocupe de defenderse de ataques y calumnias; ser testimonio de Jesús y sufrir por Él y con Él es su única preocupación vital, su persona pasa a un segundo plano. Sin una oración entregada y fiel no hay sitio para tener una confianza ilimitada en un Dios que no nos abandona nunca, que está siempre con nosotros.

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GRUPOS DE ORACIÓN Y CASA DEL ALIVIO DEL SUFRIMIENTO

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u obra visible se puede glosar muy bien en dos realidades: la creación de los grupos de oración, repartidos por todo el planeta, y la Casa del Alivio del Sufrimiento —Casa Sollievo della Sofferenza—, un hospital ubicado al lado de su convento pensado sobre todo para gente sin recursos y con enfermedades muchas veces terminales. Estas dos realidades visibles son fruto de unas convicciones profundas del P. Pío, pues para él «en los libros se busca a Dios, en la oración se le encuentra». Este celo por la oración viene acompañado por un celo extraordinario por los demás, especialmente por los más pobres y los que más sufren. Él decía que en cada persona está Dios presente, pero en los pobres por partida doble. El patrimonio espiritual del P. Pío urge encarnarlo en una sociedad enferma, por querer vivir de espaldas a Dios, e insolidaria, por ignorar al hermano pobre y sufriente.