8 LA VANGUARDIA
INTE RNACIO NAL
VIERNES, 28 NOVIEMBRE 2008
Ataque terrorista en India Consecuencias estratégicas
El atentado es un boicot en toda regla al deshielo con India defendido por el nuevo presidente civil de Pakistán
Contra el deshielo
Los flancos del gigante
LAS RELIGIONES DE INDIA Musulmanes 13,4%
Cristianos 2,3%
Otras 2%
RENTA PER CÁPITA en euros Más de 800
Superficie 3.166.415 km2
Srinagar JAMMU Y CACHEMIRA
De 500 a 800 De 300 a 500
UTTARANCHAL
PUNJAB
Hindús Musulmanes Cristianos Sijs Otros
España 504.782 km2
Capital
Nueva Delhi
Población
1.134 millones
PIB per cápita (2006) 635 euros
HIMACHAL PRADESH
Menos de 300
RELIGIONES
Budistas 0,8% Bahais 0,15% Jainitas 0,4% Zoroastrianos 0,05%
Hindúes 79%
Sijs 1,9%
Inflación
6,1%
Desempleo
4,3%
CHANDIGARH
HARYANA
SIKKIM
BANGLADESH
ARUNACHAL PRADESH
DELHI
RAJASTÁN
ASSAM
UTTAR PRADESH
MEGHALAYA
BIHAR
PAKISTÁN
MANIPUR
JHARKHAND
CH HA TTI SG AR H
MAHARASHTRA
PRODUCTO INTERIOR BRUTO
BANGLADESH
ORISSA
ANDHRA PRADESH
En miles de billones de dólares Unión Europea 13.881
GOA
Estados Unidos
KARNATAKA PONDICHERRY
13.020 China
11.606
India España
BENGALA OCC.
MADHYA PRADESH
GUJARAT
TAMIL NADU
4.726 1.310
FUENTE: ‘Vanguardia Dossier’
KERALA
JORDI JOAN BAÑOS Bombay. Corresponsal
A
medida que pasan las horas se aclara el contorno de la audaz cadena de acciones terroristas en Bombay, que llegó a contar con doce escenarios distintos antes de reducirse a los tres que permanecían activos ayer al mediodía. Todo indica que al menos dos decenas de terroristas veinteañeros, singularmente motivados y bien entrenados, llegaron a Bombay en lanchas en medio de la noche. La Marina había localizado e inspeccionado a media tarde, a 114 km de la costa, la nave nodriza que al parecer los había trasladado –desde Karachi o Gujarat, se especula– hasta poner a su alcance las playas del miserable poblado pesquero que dista menos de 500 metros del lujo del hotel Taj Mahal. A las 21.15 del miércoles tirotearon el emblemático café Leopold, atestado de turistas extranjeros. El siguiente objetivo fue el famoso hotel frente al mar Arábigo y, a continuación, el centro ju-
Inglaterra suspende la gira de su equipo de cricket ] ]El cricket acostumbra a ser
una víctima colateral del terrorismo en el Subcontinente Indio, y esta vez tampoco ha podido escapar indemne. El equipo inglés decidió ayer cancelar la gira que estaba realizando por India. Había jugado cinco de los siete partidos previstos y los había perdido todos. Mejor volver a casa, concluyeron los responsables del equipo, y reunir fuerzas para los partidos que están programados, también en India, para dentro de dos semanas.
Xavier Batalla
MIZORAM
dío, donde intentaron en primer lugar hacer estallar una estación de servicio contigua. Acciones que no cuadran para nada con el terrorismo que hasta ahora ha conocido India, cuyo motor son las rencillas entre hindúes y musulmanes. La cadena de atentados todavía por resolver saca a India del ensimismamiento comunitario y la coloca definitivamente en la agenda yihadista internacional –mucho más allá de la disputa por Cachemira–. Y a Bombay en la misma liga que Nueva York, Madrid, Londres o Bali. El hotel Trident Oberoi, la estación de trenes Victoria Terminal y más de un hospital se añadieron a la lista. A última hora de ayer se dudaba de que sólo hubiera seis extranjeros asesinados. En total, unos 470 retenidos habían sido evacuados, pero varias decenas seguían rezando debajo de sus camas o con la ametralladora en la sien. El atentado de anteayer es un boicot en toda regla al deshielo con India defendido por el nuevo presidente civil de Pakistán, Asif Ali Zardari. Es significativo que su ministro de Exteriores se hallara de viaje oficial en India en el día del atentado. La visita prevista para ayer con su homólogo indio a Chandigahr fue cancelada por este último. Por otro lado, ayer votaba uno de los mayores estados indios, Madhya Pradesh, y mañana hace lo propio la capital, Delhi. La derecha hinduista del BJP podría muy bien sacar tajada de este bofetón al orgullo indio que todo el mundo intuye –y el Gobierno masculla– que viene de Pakistán. Nadie se cree esa nueva pantalla denominada Deccan Muyahidín. Y las elecciones para gobernar India, ayer arrodillada, están a la vuelta de la esquina. Las consecuencias estratégicas de los atentados serán de gran calado, y por ello los asemejan, con las debidas distancias, al 11-S o al 11-M.c
E
n el tablero asiático de principios del siglo XXI hay tres tipos de actores estatales. Primero, las grandes potencias: Estados Unidos, China, Japón, Rusia e India. Después, las medianas, como Pakistán (en buenas relaciones con Pekín y Washington, pero rival de Nueva Delhi), Irán, Indonesia, Corea del Sur y Vietnam. Y, finalmente, los peones, entre otros Laos y Camboya. Estados Unidos es el primer actor, con alianzas decisivas (Japón y Corea del Sur). La influencia de China no para de crecer, desde Corea del Norte hasta Pakistán e Irán. Japón se refugia bajo el paraguas estadounidense. Rusia mueve muchos hilos, desde el Cáucaso hasta Irán. Y la quinta de las potencias, India, es cortejada por todos. India tiene buena prensa en Occidente, al contrario que su enemigo histórico, Pakistán. A India se le considera un éxito; a Pakistán, un fracaso, ya que es una fuente del radicalismo islamista y el lugar donde Osama bin Laden ha encontrado refugio. Pero India, superpotencia demográfica y potencia nuclear, es un gigante al que le crecen los enanos. India, en realidad, es un conjunto de Indias contradictorias. La nueva India es joven, optimista, empresarial y formada por una clase media de unos 250 millones de personas, pero sigue siendo profundamente desigual. Las estadísticas dicen que a cuatro empresarios indios les sobraría el dinero para comprar toda la producción de Pakistán, pero la democracia más grande y especialista en software ocupa el puesto 128.º, de 177, en el índice de desarrollo humano. No es la única contradicción que debilita a la India emergente. India es un gigante regional aquejado de graves males
Las hechuras de India son de potencia emergente, pero está fragmentada y tiene un mal vecindario internos: enfrentamientos religiosos, separatismo y extremismo político, lo que se traduce en una crisis del imperio de la ley. Dicho de otra manera: 264 de los 625 distritos que conforman el país padecen los estragos del terrorismo, el sectarismo y el crimen organizado. Pero India, que ha padecido todo tipo de terrorismo, desde el maoísta, que se remonta a finales de los cuarenta, hasta la yihad en Cachemira, que creció con la derrota soviética en Afganistán, ahora ha sumado otra violencia. Las estrechas relaciones de India con Estados Unidos e Israel han convertido Bombay en un objetivo especial de la difusa Al Qaeda. India está fragmentada y tiene un mal vecindario. Los enfrentamientos religiosos, sobre todo entre hindúes (80%) y musulmanes (13,4%), sacuden una nación que se dice laica. Y el gigante regional está rodeado de estados fallidos, si exceptuamos a China. Pakistán, al que acusa de terrorismo, es devorado por su criatura talibán; Afganistán es guerra y narcotráfico; Bangladesh es otra convulsión en potencia; Nepal es maoísmo sin Mao; Sri Lanka es un conflicto inacabable, y Birmania es una dictadura militar. Las hechuras de India son de gran potencia, pero tienen muchos flancos débiles.