Viviendo En El Tiempo Del Fin

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VIVIENDO EN EL TIEMPO DEL FIN EL SECRETO DEL PODER PERSONAL

Jerusalén es el centro de las 3 religiones más grandes del mundo. Es el centro del judaísmo, del islamismo y del cristianismo. Los judíos piensan que Jerusalén es la ciudad dada por Dios para ellos. El nombre Jerusalén significa “Ciudad de Paz”. El lugar más sagrado en el mundo para los judíos es el muro de las lamentaciones. Esta sección particular del muro, recuerda a los judíos de Israel, la gloria y el esplendor de la época de Salomón y el reinado del rey David. Miles de judíos vienen hasta este muro, escribiendo y leyendo sus oraciones en pequeños pergaminos y poniéndolas sobre el muro. Conocí un rabino que había estado viniendo al muro de las lamentaciones por muchos años. Me acerqué a él y le hice algunas preguntas sobre el judaísmo y su historia. Este rabino cree realmente que un día la gloria de Israel llenará toda la tierra. Cree realmente que Jerusalén será la capital de la tierra. Jerusalén no es sólo la capital central del judaísmo y del islamismo, sino que Jerusalén es la tierra de Jesucristo. Cuando Cristo vino a la tierra fue extremadamente humilde y modesto, y nunca pretendió ser simplemente un buen hombre. El afirmó ser más que un profesor sabio, más que un filósofo ético, más que un líder religioso. Juan 18:36 dice: “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían”. Jesús dijo; mi reino no es de aquí, no es de este mundo. Jesús dice a los judíos eruditos: antes que Abraham fuese, yo soy. Afirmó haber vivido con su Padre Celestial desde toda la eternidad. Afirmó ser más que un profesor sabio, más que un filósofo, más que un líder religioso. Jesús afirmó ser el Hijo de Dios. Afirmó poseer un reino poderoso, no un reino para construir y conquistar Roma, sino un poder capaz de vencer el pecado del corazón humano. Habló de un poder nuevo un poder, un poder del espíritu. Jesús habló sobre como obtener este verdadero poder, no los poderes militares o nucleares; mas el poder del cambio de vida y de la conversión del alma.

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Jesús fue el revolucionario más grande de este mundo. Pero su revolución fue la revolución del corazón y del espíritu. Nosotros no necesitamos el poder de una entidad gubernamental con autoridad de hacer nuevas leyes, porque toda la legislación del mundo no va a conseguir que judíos con árabes se amen o hagan las paces. Todos los tratados de paz del mundo entero, no lograrán que las naciones de la tierra se amen y se aceptan unas a otras. A menos que, y hasta que Jesucristo, el Príncipe de Paz, vengan dentro del corazón, no va a existir paz real, paz permanente. Y sin Jesucristo, querido amigo, los problemas que tú enfrentas y estás viviendo no irán a ser resueltos. Los problemas que enfrentas y que estás viviendo no serán resueltos. Los problemas matrimoniales no van a ser resueltos. Los problemas en tu corazón, tus problemas de codicia y de glotonería, de iras y amarguras; estos problemas deben ser resueltos por medio del espíritu. Y sólo el Cristo viviente que es divino puede venir y entrar en tu vida y transformarte a través del Espíritu Santo. Ahora yo deseo llevarte conmigo en un viaje de descubrimiento para hallar quién es realmente Cristo. La biografía de Cristo fue escrita anticipadamente. La mayor parte de las biografías de las personas son escritas algunas cuando las personas están viva o bien después de muertas. Pero mucho antes de que Cristo naciera, su biografía había sido escrita por profetas fieles e inspirados por Dios. El lugar de su nacimiento fue nombrado 700 años antes. Su traición, los eventos circunvecinos y su muerte fueron detallados mil años antes de haber nacido. Asombrosamente en forma exacta el profeta Miqueas, predijo el nacimiento de Cristo 700 años antes. María y José, en la noche que Cristo nació, terminó en Belén porque la Biblia en Lucas 2:1-4 nos dice: “Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo Cirenio gobernador de Siri. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David. ¿Cómo supo el profeta Miqueas 700 antes que Jesús nacería en Belén?. Los estudiantes de la Biblia llaman a Isaías: el profeta del evangelio, porque él escribió palabras Meseánicas como las que están en Isaías 7:14: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y llamará su nombre Emanuel”.

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El nombre Emanuel significa: Dios con nosotros. ¿Cómo supo Isaías 700 años antes, que Cristo nacería de una mujer virgen?. Era muy conocido por todos que la existencia de Cristo sería nacer a través de una virgen. Hombres malvados e ignorantes de las profecías le importunaban y castigaban a Jesús con eso. Pero el detalle es que, Isaías predijo que Jesús nacería de una virgen, 700 años antes, y este nacimiento es una de las grandes evidencias que Cristo es el Mesías. Sí, Jesús fue más que un buen hombre. Cuando Jesús nació los ángeles, cantaron “Gloria a Dios en las alturas”. Ese bebé de Belén, yace acostado en un humilde pesebre, es el Hijo del Dios viviente, y porque Él es Dios, mi querido amigo. Nos ofrece mucho más que grandes ideas o buenos principios morales, nos ofrece su poder, ese poder que abre los ojos a los ciegos, abre oídos a los sordos, y llena con nueva vida y vitalidad a piernas deterioradas por la parálisis, ese poder que resucitó a los muertos. El poder del Cristo viviente está disponible para todos nosotros. Ningún pecado es tan grande para el poder del Cristo viviente, que no pueda dar la victoria. Ninguna prisión de malos hábitos es tan segura para el poder de Cristo, que no nos pueda libertar de ella. Han habido personas que me han dicho: Pastor, esas profecías han sucedido por accidente. La Biblia no es un libro común. Y Jesucristo no fue un hombre común. El es el Divino Hijo de Dios. El ministerio de Jesús, es predicho claramente en la Biblia. En Isaías 61:1-3 podemos leer: “El Espíritu Santo de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová, me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos”. Jesús predicó buenas nuevas a los afligidos. María Magdalena, fue sorprendida en pleno adulterio y arrastrada delante de Jesús por los escribas y fariseos. Cristo miró a María Magdalena, él conocía el anhelo de ella por amor. Cristo le dice: “Vete y no peques más”. La mirada de bondad infinita en su rostro lleno de amor, le decía a la aterrorizada joven María: Estás buscando amor y todo lo que conoces son estos diferentes hombres que te tratan como un objeto de placer, pero María, tú estás perdonada. Jesús predicó las buenas nuevas de perdón, gracia y misericordia para los sufridos. Si Jesús no era realmente Dios, entonces sería un mentiroso, porque sólo Dios puede perdonar pecados. Cuando Jesús perdonaba pecados, los fariseos le acusaban de blasfemia y querían apedrearlo. Pero el humilde carpintero de Nazaret podía perdonar los pecados, porque realmente era Dios.

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Ningún filósofo puede ofrecer vida eterna. Un filósofo podría enseñarnos a pensar con lógica, podría motivarnos a valorar la sabiduría, pero no nos podría ofrecer ni dar la vida eterna. ¿Qué filósofo puede resucitar a alguien de la muerte?. Quédate conmigo frente a la tumba de Lázaro cuando Jesús dice con autoridad: “Lázaro, sal fuera. Y Lázaro, que había estado muerto por cuatro días, vino fuera. ¿Quién puede resucitar muertos, sino Jesús?. Yo doy gracias a Dios porque el mismo Cristo que resucitó a Lázaro, puede tomar mi corazón frío y transformarlo en tierno y cálido y hacerlo latir otra vez con vida y amor. Mil años antes, el salmista en Salmos 41:9 escribe: “Aún el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí su calcañar”. En esta predicción, David en realidad repite las palabras de Cristo. ¿Cómo supo David 1.000 años antes, que un amigo cercano y discípulo, Judas, vendería y traicionaría a Jesús?. Leamos el cumplimiento extraordinario de esta profecía. Mateo 27:3-7 nos dice: “Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las 30 piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!. Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó. Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas al tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros”. Es impresionante la veracidad de esta profecía. La predicción fue hecha más de 500 años A. C. ¿Cómo supo el profeta Zacarías cada detalle de los acontecimientos?. Muchas personas piensan que estas profecías son mera coincidencia. Déjame decirte una cosa. Todo lo sucedido demuestra una vez más la divinidad de Cristo. Dios nos ha dado los hechos y nosotros necesitamos sacar conclusiones inteligentes. Notemos lo que el libro de Isaías 50:6 nos dice: “Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos”. ¿Cómo sabía Isaías, que Jesús sería azotado y flagelado?. Existe sólo uno que puede transformar tu vida internamente y hacerte una nueva persona. Existe sólo uno que puede darte la vida eterna y la garantía del cielo. Y este, el único que vivió en la tierra 2.000 años atrás, es Jesucristo. Él es el que vive, el

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amoroso, el que murió y resurgió otra vez, el Salvador de toda la humanidad. Todas las piezas encajan perfectamente en este rompecabezas. Las profecías milagrosas que indican en la dirección del Mesías todas ellas han sido cumplidas en Jesucristo. Mil años A.C. el Espíritu Santo inspiró a el Salmista David, para escribir Salmos 22:16 en donde nos cuenta: “Perforaron mis manos y mis pies”. Ahora esto es algo increíble, los judíos no practicaban la crucifixión. Algunos dudan sobre estos pues en Deuteronomio 21:22-23 dice lo siguiente: “Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hicieres morir, y lo colgaréis en un madero, no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad”. Aquí menciona el ser colocado en un árbol. Pero esta persona sería colgado y amarrada con una soga. Los judíos en el pasado ejecutaron algunos criminales colgados en un madero, pero nunca crucificándoles. La crucifixión fue introducción por Antiochus Epiphanes alrededor del año 170 A.C. Y fue practicada hasta el año 330 A.C. Los romanos practicaron la crucifixión alrededor de 500 años. ¿Cómo supieron los profetas cada pormenor de los acontecimientos?. Zacarías 12:10 ; 13:6 nos dice: ...“y mirarán a mí, a quien traspasaron... y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos?. Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos”. La Biblia predice claramente que Cristo debería ser crucificado, no con piedras, no colgado y amarrado con cuerdas. Estas profecías son para personas que piensan y hacen análisis. Ellas son concretas, muestran evidencias documentadas. No pongas tu vida en esperanzas engañosas o en cosas inciertas. Notemos que dice la Biblia en Salmos 22:18: “Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes”. El cumplimiento histórico de esta profecía se encuentra en Juan 19:23-24, registra que los soldados romanos tomaron sus vestidos y se los repartieron, jugaron a los dados por su simple túnica. El rey David predijo otro hecho sobre la crucifixión. Salmos 34:20 nos dice: “El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado”.

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Tal vez te preguntarás, ¿Qué es tan especial en todo esto?. ¡Ninguno de sus huesos fue quebrado; esto fue sólo casualidad!. Juan 19:31-36 nos relata que los soldados vinieron y quebraron las piernas a los dos hombres que habían sido crucificados con él. Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. Nuevamente la profecía había sido cumplida con tremenda exactitud. El Cristo que murió, es tú Cristo y mi Cristo. Es el Cristo que desea perdonar tus pecados, el Cristo que desea darte la vida eterna, el Cristo que te invita a pasar toda la eternidad con Él en los cielos. Napoleón está sepultado en París (Francia). Lenín está sepultados en la Plaza Roja (Rusia). Grandes líderes religiosos yacen en sus tumbas, descompuestos y convertidos en cenizas. Pero, nuestro Cristo no yace en la tumba. ¡Él es el Señor resucitado!. Porque él vive, nosotros podemos recibir su santo perdón en nuestras vidas para ser cambiados. Nosotros no estamos siguiendo a un profesor de religión que está muerto. Cristo está vivo. Y este Cristo resucitado quiere vivir en tu corazón, así él puede transformar tu vida. Este es el secreto de “un poder personal”, el secreto de ser cambiados, el secreto de romper esos malos hábitos que nos dominan. El secreto no es intentar ser lo más riguroso posible. El secreto es decir: Señor, yo entrego este mal hábito para ti. Yo confieso mi pecado a ti. Señor, yo creo en el poder vivo de tu Santo Espíritu y que viene dentro de mi vida y que me hace ser una persona nueva. Pienso en Yed. Era un hombre responsable. Amaba su trabajo. Trabajaba desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche. Pero su genio le traicionaba. Mucha veces la cena no estaba exactamente a la hora acostumbrada, o la sopa estaba un poco fría. Yed golpeaba a Christy, su mujer. En otras oportunidades en su falta de paciencia se excedía y rompía los juguetes de su hijito. Entonces le gritaba al chico: Jimmy, mueve tus juguetes de aquí. Yed no era una mala persona, sólo estaba estresado, con mucho trabajo y no podía controlar su genio. Muchas veces Christy se iba a dormir llorando. Hablaba de su problema a muchas personas, pero a pesar de ello, los problemas no mejoraban. Hasta su hijo estaba comenzando a temer a su papá cada vez que llegaba a casa. El pequeño comenzó a preguntar a su madre: ¿Mamita, el papito va a llegar enojado, va a estar muy malo?. ¿Mamita, papá te va a pegar? ¿Mamita, cuando estoy acostado, por qué lloras tanto?. Yed comenzó a beber más y más, y a llegar muy tarde. Su temperamento empeoraba cada día más. El pequeño llegó a declarar: Me gustaría que papá nunca más vuelva a la

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casa. Algo sucedió con Yed y recapacitó sobre su actitud hacia su familia. Un día comenzó a hojear la Biblia y se encontró con 1ª de Juan 1:9 la cual dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”. El efecto positivo que causó la lectura de la Biblia, fue suficiente como para verse un verdadero cambio en él. Un día Jimmy se acercó a su padre y le dijo: Papito, me gustas más ahora porque sonríes, ¿Qué te ha sucedido?. Yed le contestó: Querido hijo, yo estaba muy equivocado, mas yo vine a Jesús. Y aquí al lado de esta silla me arrodillé y entregué mi vida a Jesús. Le pedí que perdonase mis pecados y que me transformase completamente. También le pedí su Espíritu Santo. Jesús es mi Salvador. Querido amigo, te gustaría recibir a Jesús en tu corazón. Decirle a él: ¡Oh ¡ Querido Jesús, hay hábitos en mi vida que necesitan ser arrancados fuera. Señor quiero entregarte esos malos hábitos. Quiero ser transformado enteramente por ti. Tal vez no has sido un padre ejemplar, pero quieres serlo. No has sido una madre cariñosa y comprensiva, mas si lo deseas ser. A lo mejor eres un cristiano que va a la iglesia cada semana, pero tu corazón está con codicia, con odio o venganza; si deseas que el Señor saque esos sentimientos negativos y te de un corazón nuevo. No dejes pasar este momento, si tú estás en una rebelión que conoces, no dejes de ponerte en paz con Dios. ¿Por qué no lo solucionas ahora, tu conflicto personal, en cuanto el Espíritu Santo hable a tu corazón?. El Cristo que cambió a Yed, puede cambiarte a ti. El Cristo que resucitó quiere entrar en tu corazón y vivir allí por siempre. Sólo arrodíllate en un lugar tranquilo y habla con él. Sólo tú y Jesús, sólo Jesús y tú, eso es todo. Amén.