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EL PRINCIPIO DEL FIN Lo he dicho antes, y lo diré de nuevo: El libro más excitante en la Biblia es el Libro de Apocalipsis. No es ningún accidente que el Apocalipsis sea el último libro en la Biblia, porque está diseñado para preparar a hombres y mujeres para la Segunda Venida de Jesús. Apocalipsis revela los planes de Dios y desenmascara los esquemas de Satanás. Apocalipsis no es meramente un libro de bestias y símbolos proféticos, no es un libro de oscuridad y condena, sino que Apocalipsis cuenta la historia del tiempo del fin. Señala que este mundo no está en las manos del hombre. Y aunque las naciones suben y caen, aunque reinos crueles a veces reinan, aunque gobernantes políticos despóticos causan estragos, y aunque la libertad religiosa será suprimida pronto, Cristo y Su reino reinarán finalmente. El Libro de Apocalipsis presenta el mensaje final de Dios para la humanidad en el Capítulo 14 – el corazón de Apocalipsis. Es tan sumamente importante en nuestros días como lo fue el mensaje de Noé en sus días. Antes que el mundo fuese destruido a través de agua, Dios levantó a Noé. Y Noé predicó durante ciento veinte años. Muchos sentían que Noé era un salvaje fanático, un lunático, un hombre loco. Pero la verdad del asunto es que Dios le dio su mensaje a Noé. Aquellos que aceptaron el mensaje de Noé entraron en el Arca y se salvaron. Aquellos que rechazaron el mensaje de Noé se ahogaron finalmente en el Diluvio. Antes de que Jesús viniera la primera vez, Dios levantó a San Juan Bautista. Y había quienes consideraron a San Juan Bautista como un hombre loco, otro salvaje fanático. Pero el mensaje de San Juan Bautista se lo dio Dios para preparar el mundo para el primer advenimiento de Jesús. Así que antes de que Jesús llegue por segunda vez, ¿no esperaría usted un mensaje de Dios para preparar el mundo para la Segunda Venida de Cristo? No sería sorprendente que Dios levantara a Noé cuando el mundo sería destruido por un diluvio y no tener un mensaje especial cuando el mundo ha de ser destruido a través de fuego? ¿No sería sorprendente que Dios levantara a San Juan Bautista para preparar a la humanidad para la 1ª Venida de Jesús y no tener un mensaje para prepararnos para Su 2ª Venida?. Sería sorprendente, de hecho. Pero Dios no ha dejado a este mundo sin un testigo. En el Libro de Apocalipsis tenemos el mensaje urgente de Dios para esta hora. Apocalipsis 14:6 dice, "vi otro ángel volar en medio del cielo. . ." El ángel vuela – porque es un mensaje que debe ir rápidamente a toda la tierra. Este mensaje en medio del cielo no es mensaje de hombre, sino mensaje de Dios. No es el mensaje de una denominación particular, sino un mensaje para toda la humanidad. ". . . teniendo el evangelio eterno para predicar a los moradores de la tierra, y a cada nación, tribu, lengua, y pueblo." Ningún poder en la tierra puede detenerlo.- ningún líder religioso, ningún gobernante autoritario, ningún diablo o demonio pueden
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detenerlo. El Budismo no puede detenerlo. El Islam no puede detenerlo. El paganismo no puede detenerlo. Derriba barreras, salta los océanos, y va a cada nación, tribu, lengua, y pueblo. ¡Es el mensaje de los últimos días de Dios! Apocalipsis 1: 1 dice que es un mensaje de Dios, a través de Jesús, vía los ángeles, a Sus sirvientes humanos, para preparar a las personas para cuando Cristo está Viniendo. Es un mensaje que estremece el corazón cuando lleva a los hombres y mujeres a la oración, al estudio de la Biblia, y al compromiso. La Hora del Juicio de Dios ¿Cuál es este mensaje especial?. El ángel dice en Apocalipsis 14:7, "Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”. En nuestro próximo estudio, hablaremos sobre cómo rendirle culto como Creador - y cómo no rendir culto a la Bestia. Pero esta noche nos enfocaremos en la frase, "porque la hora de Su juicio ha venido." El mensaje de Apocalipsis para los hombres y mujeres que viven antes del retorno de Jesús dice que la hora del juicio de Dios ha venido. En otras palabras, hemos entrado en el tiempo del fin cuando se decidirán los destinos humanos, cuando el pueblo de Dios ávidamente anticipe el retorno de Jesús. Nosotros hemos entrado en el período conocido como la hora del juicio, o tiempo del fin. Ahora, por favor note la sucesión u orden de los eventos, porque este mensaje del juicio en Apocalipsis 14:6, 7 es seguido por este anuncio en versos 14, 15. ¡Este ángel anuncia que es tiempo de Cosecha!. Las semillas virtuosas plantadas en los corazones y mentes han desarrollado los frutos del espíritu - amor, alegría, paz, mansedumbre, etc. - y la cosecha está madura. Cada semilla llega a la cosecha. El justo es justo pero hay también una cosecha de maldad. En los últimos días de la historia humana veremos una manifestación del amor de Dios, el carácter de Dios, en el mundo. Su pueblo lo amará, lo obedecerá, y lo servirá. Pero también veremos demonios que poseen a los corazones y mentes de otros. Nos llenaremos del Espíritu Santo o del espíritu de demonios. Si volvemos la espalda a Jesús, y rechazamos la verdad de Dios para nuestra vida - abrimos nuestras mentes al espíritu de demonios. Pero el mensaje especial para preparar a los hombres y mujeres para la cosecha se proclamará antes que Jesús regrese para permitirles saber que Su venida está cercana. El reloj del cielo da la hora y proclama: "La hora de Su juicio ha venido." Apocalipsis 22:12 dice: "He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”. Así que cuando Jesús viene, no hay ninguna segunda oportunidad. Él viene a dar la recompensa. Pero escuche: Si Él está
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viniendo a dar la recompensa, entonces debe haber un juicio antes de que Él venga a determinar quién recibe qué recompensa. ¿Podría ser que nosotros estemos viviendo en la hora del juicio?. ¿Podría ser que la Corte Suprema del Universo esté ahora en sesión?. ¿Podría ser que los destinos de toda la humanidad estén siendo actualmente determinados en forma totalmente definitiva?. ¿Estamos viviendo nosotros realmente ahora en el período conocido como "el tiempo del fin" a que se refirió Daniel 12:4 y 9?. Usted ve, algunas personas afirman, "Nosotros siempre hemos tenido guerras, y hambres, y terremotos. Nosotros siempre hemos tenido crimen creciente. Tenían eso en el año 1500, lo tenían en el año 1000, y si estas señales realmente constituyen 'el tiempo del fin, ¿cómo sabe usted si no habrá más próximo año, y cien años más desde ahora, y 500 cientos años más desde ahora?". La Profecía de tiempo más larga de la Biblia Es verdad que nosotros vemos esas señales suceder todo el tiempo. Pero también es verdad que algunas de las señales no estaban ocurriendo hace cincuenta años - como la amenaza de guerra nuclear o la habilidad de la raza humana destruirse. Y también es verdad que las profecías de tiempo en Daniel y en Apocalipsis se enfocan en un período conocido como "el tiempo del fin," o "la hora del juicio." Aquellas profecías de tiempo se han cumplido, como descubriremos ahora mismo en nuestro estudio de la profecía de tiempo más larga en la Biblia, una profecía que nos muestra más allá de toda sombra de duda que estamos viviendo ahora "el tiempo del fin”. Esta profecía de tiempo empezó por los día de Daniel. Cubrió siglos y realmente predijo la fecha en que Cristo nacería. También predice la fecha cuando nosotros entraríamos en "el tiempo del fin" antes de la Segunda Venida de Cristo. No predice la fecha en que Jesús vendrá en las nubes de cielo, porque mi Biblia dice - y lo mismo la suya, en Mateo 24:36 – que ningún hombre sabe el día o la hora. Así que no tenga miedo. No se pregunte si nosotros vamos o no a estudiar una profecía que predice cuando Jesús vendrá, porque no es lo que haremos. La Biblia enseña que nadie sabe el día o la hora. Pero la Biblia sí enseña que nosotros podemos señalar el período del tiempo del fin. De hecho, la Biblia dice en Hechos 17:31 “Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia...”. De modo que la Biblia deja en claro que hay un período de tiempo específico fijado por Dios cuando este juicio tiene lugar antes de que Jesús venga. Ahora el Libro de Apocalipsis dice, "La hora del juicio de Dios ha venido." Posiciona ese juicio - ese tiempo del fin -antes de que Jesús viene, pero el Libro de Apocalipsis no dice cuándo ese período de tiempo empieza.
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Hay otro libro profético, afortunadamente, en la Biblia, estrechamente asociado con el Libro de Apocalipsis. Es el Libro de Daniel, el gran libro profético del Antiguo Testamento, así como Apocalipsis es el gran libro profético del Nuevo Testamento. Esos dos libros deben estudiarse juntos. Así que volvámonos del juicio en Apocalipsis al juicio en Daniel. Una escena del juicio pre-advenimiento ¿Vio Daniel la escena del juicio?. De hecho, sí. Leamos Daniel 7:13: "Miraba yo en visión y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él”. De modo que aquí Jesús y el Padre entran en el santuario, el templo en el cielo, juntos. Y vienen ellos juntos ¿con qué propósito?. Jesús viene al Padre. El Padre se sienta en el trono de juicio, y allí en el templo del cielo, en el santuario de cielo, el juicio empieza. Daniel 7:9, 10 dice que: “Miles de seres angélicos se aprietan para ver. Satanás ha desafiado al gobierno de Dios. Él ha dicho que Dios es injusto. Pero en el juicio en el cielo Cristo revela que Él ha hecho todo lo posible por salvar a cada ser humano”. ¿Cuándo empezó este juicio? En el capítulo 7, Daniel no nos dice específicamente. Pero en otra parte de la Escritura se nos muestra que estamos ahora viviendo en "el tiempo del fin." El reloj de Dios ha dado la hora fatal. Jesús se ha encontrado con el Padre en el templo celestial. Estamos viviendo en los momentos finales de la hora del juicio, cuando los destinos de todos los seres humanos están siendo fijados antes de que Jesús regrese. La nuestra es una generación única, diferente de cualquier otra. Ésta es la razón por la que nosotros vemos el aumento de las Guerras – la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial y muchas otras desde entonces -porque la nuestra es una generación especial. Ésta es la razón de que veamos un aumento en el hambre, el crimen, la violencia y las drogas, en la amenaza de guerra nuclear - porque el período de tiempo es el correcto. En Daniel 8:14 tenemos la primera mención de tiempo en relación con el juicio. Capítulo 8 explica lo que Daniel vio pasando en el cielo en capítulo 7. Lea Daniel 8:14, "Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificada”. Éste es el período de tiempo más largo en la Biblia. ¡Dos mis trescientos días!. Nosotros estudiaremos lo que eso significa brevemente. Y la voz celestial dice, “El santuario será purificado”. La Biblia habla de dos santuarios. Uno era el santuario terrenal que Dios le dijo a Moisés que construyera. Era una copia, modelo de la miniatura, del otro santuario, el celestial, donde el trono de Dios está. Ese santuario terrenal reveló lecciones sobre el plan de salvación, sobre la Primera Venida de Cristo, y también sobre la Segunda Venida de Cristo. En tiempos del Antiguo Testamento, si usted pecara, usted tenía que
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traer un sacrificio al sacerdote. Ese sacrificio se traía al altar en el santuario. Suponga que un hombre se enojó con su vecino. Y este hombre se puso tan enfadado que él gritó a su vecino, luchó con él, y le pegó en la cara. Pero después el hombre se sentía culpable. "Oh, no, yo no debería de haber peleado con mi vecino. Yo rompí la Ley de Dios. Ése es un pecado." ¿Qué debe hacer ese hombre?. Romanos 6:23 dice, "La paga del pecado es muerte". Así que el pecador debe traer un sacrificio animal, a saber, un cordero. El hombre vendría al altar con un sacrificio, porque o el cordero tenía que morirse, o el hombre tenía que morirse. De vez en cuando una paloma se permitiría como un sacrificio a las personas muy pobres, tanto que no pudieran permitirse el lujo de un cordero. Pero la mayoría del tiempo un cordero era traído, un cordero limpio, sin mancha. El hombre sostendría sus manos encima de la cabeza del cordero, y él confesaría su pecado e inclinaría su cabeza poniendo su peso todo sobre el cordero. "Estimado Señor, yo he pecado. Yo me enojé tanto con mi vecino que le pegué en la cara. ¡Señor, yo me siento culpable por eso!. Yo merezco morirme, pero, Señor, yo sé que el pecado puede transferirse de mí al cordero pequeño, y el cordero morirá en mi lugar." Entonces el hombre tomaría el cuchillo en sus propias manos y lo metería a través de la garganta del cordero, y el cordero moriría. "Terrible," usted dice. "Debe de haber habido muchos corderos que murieron." ¡Sí, y cada cordero representó la muerte de Jesús! Él era el Cordero de Dios - un cordero limpio sin mancha. El pecado era transferido del hombre al cordero. ¿Quién tenía el pecado antes de que el hombre lo confesara? Él. Después de que él lo confesaba, el cordero lo tenía. Antes de que él lo confesara, ¿quién era culpable? El hombre era culpable. Después de que él lo confesaba, ¿quién era culpable? El Cordero. De modo que la culpa se transfería del hombre al Cordero. ¿Quién es nuestro Cordero?. Jesús. ¿Antes de que nosotros confesemos nuestro pecado, quién merece morir?. Nosotros. Después de que nosotros lo confesamos, quién ha muerto en nuestro lugar?. Jesús. Antes de que nosotros confesemos nuestro pecado, ¿quién es culpable?. Nosotros. Después de que lo confesamos, ¿quién lleva nuestra culpa?. Jesús. El Espíritu Santo puede tocar su corazón, y usted puede saber que sus pecados se perdonan cuando usted ora, "Estimado Jesús, yo he pecado. Llévate mi culpa. Llévate mi condenación." Y Jesús lleva su culpa, lleva su condenación, y muere su muerte. Cada día corderos eran muertos en el atrio, fuera de la tienda del santuario. Jesús murió en el atrio de este mundo, fuera del templo de cielo. El altar en el trío exterior, donde el cordero fue sacrificado, representó a la cruz – a Cristo muriendo en la cruz. Después de que el pecador mataba el Cordero, el sacerdote entraba en el santuario con sangre del cordero muerto. Y él rociaba esa sangre ante el velo en el santuario. Detrás del velo estaba la Ley de Dios, que nos dice lo que nosotros hemos de hacer y nos lleva
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a la obediencia. Pero la Ley de Dios nos condena cuando hemos pecado. El sacerdote entraba en el santuario y rociaba la sangre ante la Ley, indicando que la sangre de Cristo expía, compensa, nuestra violación de la Ley de Dios. Jesús es Nuestro Sumo Sacerdote Después de que Jesús murió, Él resucitó y ascendió al verdadero santuario en el cielo. Y allí, delante de la Ley que nosotros hemos roto, Él alza Sus manos heridas. Cuando yo vengo a Jesús y confieso mis pecados, Jesús, mi Sacerdote en el cielo, aparece ante Dios en mi favor!. Yo no soy lo bastante bueno como para comparecer ante Dios. Necesito un sacerdote. ¿Necesito yo un sacerdote terrenal como los judíos necesitaban un sacerdote terrenal, entrar en un tabernáculo terrenal?. No. Nosotros tenemos un Sumo Sacerdote que está en el templo celestial. Así que nosotros no necesitamos un sacerdote terrenal en un templo terrenal. Jesús es nuestro Sacerdote, y nosotros podemos acercarnos a Dios a través de nuestro Sumo Sacerdote, Jesús. La Biblia dice en 1ª de Timoteo 2:5 que hay sólo "un Mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús." De manera que nosotros necesitamos un cordero que muera por nosotros, y ese cordero debe ser puro y limpio. ¡Pero nosotros también necesitamos un sacerdote que viva para nosotros, y ese Sacerdote es Jesús!. Usted puede venir con toda su culpa y condenación y debilidades. Usted puede venir a la cruz y hallar libertad de la culpa. En su imaginación, usted puede buscar en el santuario celestial y puede ver a Jesús allí con Sus manos agujereadas extendidas. Él es su sacerdote, su santo varón, el que lo representa ante Dios. ¿No son noticias buenas?. ¿No son noticias maravillosas?. ¡Jesús es el Cordero que murió, y Jesús es el Sacerdote que vive!. Había muchos sacerdotes que ministraban en los servicios del santuario, pero había sólo uno que era honrado para servir como sumo sacerdote. Cada día corderos se mataban en el atrio exterior, así que cada día los sacerdotes entraban en el santuario para ministrar la sangre de los sacrificios. Pero el santuario, o templo, que Moisés construyó tenía dos cuartos. El cuarto exterior se llamaba el Lugar Santo, el interior, el Lugar Santísimo. Una vez al año, al final del año judío, las trompetas sonaban. Había entonces un servicio solemne, final, llamado purificación del santuario. Sólo una vez cada año, el Sumo Sacerdote, entraba en ese santuario interno del Lugar Santísimo. (Hebreos 9:6,7). Así como el matar el cordero en el tiro exterior representaba la muerte de Cristo en el Calvario, así como el sacerdote que entraba a diario en el Lugar Santo del santuario representaba a Jesús entrando en el Lugar Santo del santuario celestial, así el sumo sacerdote que entraba en el Lugar Santísimo del santuario terrenal al final del año judío representaba a Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, haciendo el trabajo final de juicio en el santuario de cielo al final de tiempo.
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El paralelo es exacto. Una vez al año el sumo sacerdote entraba solo en ese Lugar Santísimo del santuario. Él estaba de pie entre dos ángeles dorados. ¿Recuerda que leímos en Daniel que los miles y miles de ángeles estaban presentes en el santuario de cielo cuándo el juicio empezó?. Bien, el sumo sacerdote entraba en el terrenal santuario - modelo en miniatura del celestial - que simbolizaba lo que seguiría en el cielo – entraba entre los ángeles. ¿Y recuerda que leímos cómo Jesús, el Hijo del hombre, vino al Padre?. ¡Bien, el sumo sacerdote representa a Jesús, y allí, entre los querubines, estaba la presencia radiante de Dios en la gloria de la Shekinah!. Era imponente - si cualquiera excepto el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo, él quedaría muerto por su presunción. El sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo el último día del año judío, ante Dios, en la presencia de los ángeles, y ante la Ley de Dios escrita en dos tablas de piedra dentro de una caja dorada magnífica, el Arca del Pacto (1ª Reyes 8:9). Y al lado de esta Arca del Pacto en el santuario terrenal de Moisés estaba también la ley ceremonial, escrita en un libro (Deuteronomio 31:26). Éste era un juicio solemne. En este día cada judío se reunía alrededor del santuario. En este día cada judío en la tierra debía abrir su corazón y examinar su vida para comprobar efectivamente que eran puros y rectos con Dios. La purificación del santuario = El juicio La purificación del santuario terrenal era un evento anual en el santuario judío. ¿Qué significaba para las personas?. Significaba un día de juicio. De hecho, un libro judío antiguo que habla sobre este servicio especial en el Lugar Santísimo, "es Rosh Hashanah, el día de juicio. Los pergaminos de rollos abiertos ante el Señor. En estos pergaminos la mano de cada hombre ha escrito sus hechos del pasado año. Dios lee las entradas y pronuncia juicio. Él fija el destino de cada ser humano durante el año siguiente." De modo que este servicio del Antiguo Testamento, llamado en la Biblia la purificación del santuario, era un tiempo de juicio. Ahora sígame de cerca: En el santuario terrenal el cordero era muerto en el atrio exterior. Eso representa la muerte de Cristo, en la cruz. Entonces el sacerdote entró en el Lugar Santo del santuario. Eso representa a Jesús como nuestro único Sacerdote entrando en el santuario del cielo, indicando que nosotros podemos venir a Dios a través de Jesús. Al final del año judío era el día de juicio. Era un día en que el santuario era limpiado, un día en que Dios anulaba la maldad, un día cuando todo Israel se reunía alrededor del santuario. Los asuntos eran finales y solemnes. Cualquier judío que no se arrepintiera de sus pecados era juzgado, cortado y separado de Israel. Describiendo este día, Levítico 16:30 dice, "Porque en ese día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová”. Era un día de
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juicio, un día en que Dios quería limpiar cada corazón y llevar a los hombres y mujeres a la obediencia a Él. Cuando leemos sobre la purificación del santuario en Daniel 8:14, no estamos leyendo sobre el santuario en la tierra, porque el santuario judío fue destruido hace tiempo. Nosotros estamos leyendo sobre la obra final de Jesús en el santuario celestial. Nosotros estamos leyendo sobre "el tiempo del fin" cuando, así como el sacerdote judío entraba en el Lugar Santísimo del santuario terrenal, Jesús iría al Lugar Santísimo en el cuarto interno del santuario celestial. Esto era cuando Él vendría ante los ángeles y anunciaría que "el tiempo del fin" había empezado y el día de juicio estaba aquí. Lea Daniel 8:14, por favor: "Hasta dos mil y trescientos días; entonces el santuario será purificado." Pero espere un minuto. Dos mil, trescientos días de Daniel - eso no es tiempo bastante para llevarnos al tiempo del fin. Una vara de medir profética: el principio día por año ¿Ha visto usted alguna vez un mapa con una escala de millas que dice "una pulgada iguala treinta millas?". En la profecía de la Biblia, el Señor nos dice en Ezequiel 4:6, "yo lo he fijado cada día por un año." Un día profético en la profecía de la Biblia es igual a un año literal. De modo los 2300 días son 2300 años. Ellos nos llevan al tiempo del fin. Así que el texto pudiera leerse, "Hasta dos mil trescientos años, entonces el santuario del cielo será purificado". Entonces el juicio en el cielo empezaría, "el tiempo del fin" empezaría, y Dios anularía el pecado finalmente. ¿Pero, usted dice, "cuándo estos 2300 años comenzaron?. ¿Cuándo terminan los 2300 años?. ¿Estamos nosotros viviendo ahora en ese tiempo conocido como “tiempo del fin" '? ¡Esta profecía es tan excitante y estremecedora!. Es tan conmovedora, porque el profeta Daniel une eventos que pasarían durante esos 2300 años. Usted sabe, hay un refrán, "si el zapato encaja, llévelo." Y, amigos, si el zapato de la profecía ajusta, llévelo. ¡En otras palabras, si usted toma el principio de la Biblia que un día profético es igual a un año literal y usted lo aplica a esta profecía, todos los eventos que la Inspiración dice que pasarán desde el tiempo de Daniel hasta "el tiempo del fin” verdaderamente pasan - y pasan precisamente a tiempo, como lo verifica la historia! Esta profecía es tan excitante que me gustaría que usted tomara su Biblia y vuelva al Libro de Daniel. Nosotros estamos estudiando la profecía de tiempo más larga en la Biblia, Daniel 8:14. Ya hemos visto que la purificación del santuario tiene que ver con Jesús: su obra final en el santuario celestial, o la obra de juicio. ¿Pero a qué, específicamente, pertenece esta profecía de los 2300 días? Daniel 8:17 dice, "... Porque la visión es para el tiempo del fin”.
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De manera que según la Biblia, la visión de los 2300 días se refiere a qué hora el tiempo del fin. Así que esta profecía tiene que con un tiempo fijado del fin. La Biblia dice que cuando Daniel oyó esta profecía, él se desmayó! Así que si usted no se ha desmayado todavía, usted haciéndolo mejor que Daniel. "Y yo Daniel, me desmayé y estuve por unos días enfermo; después me levanté e hice mi trabajo en los negocios del rey. Yo estaba sorprendido por la visión, pero nadie lo entendió." ¿En Daniel capítulo 8 entendió el profeta la visión?. No. Él se desmayó. ¿A quién le fue dicho por Dios que fuera a Daniel y le hiciera entender la visión?. Mire Daniel 8:16, "Y oí una voz de un hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a este la visión”. Así que el ángel Gabriel fue instruido por Dios para hacer a Daniel entender. Pero cuando Gabriel empezó a explicar que la visión va todo el camino hasta "el tiempo del fin," Daniel se desmayó. ¿Ahora, amigos, qué esperaría usted en Daniel 9?. Usted esperaría que el ángel regresara y terminara de explicar la visión profética de los 2300 días, o años, por los que Daniel se desmayó y no entendió. ¡Yo me atrevo a decir que los ángeles comisionados por Dios completan su misión! Ángeles comisionados por Dios no se rinden y se remontan al cielo con su misión inacabada. Gabriel volvería a Daniel para completar su misión y explicar el sueño. Gabriel mismo entrega una respuesta Daniel 9:21-23 dice que Gabriel regresó: "Mientras yo estaba hablando en oración, el hombre Gabriel quien yo había visto al principio en la visión... me informó, y habló conmigo, y dijo: Oh Daniel, yo he venido ahora a darte habilidad para entender. Al principio de tus súplicas la orden salió, y yo he venido a decirte, porque tú eres muy querido." Después de decir a Daniel "considera el asunto y entiende la visión [de los 2300]," el verso 24 continúa, "Setenta semanas son determinadas para tu pueblo. . ." ¿Quiénes eran el pueblo de Daniel?. Eran los judíos. De modo que Gabriel dice eso de la visión entera, setenta semanas se aplican a los judíos. La palabra hebrea traducida "determinado" significa “cortado” como una amputación. Así que setenta semanas están cortadas, o amputadas, de los 2300 años para el pueblo judío. En profecía de la Biblia, un día profético es igual a un año literal. Así que para averiguar de cuántos años estamos hablando – puesto que hay siete días en una semana - multiplicamos setenta semanas por siete días y conseguimos 490 días proféticos o 490 años literales. Las "setenta semanas" son 490 años que se aplican a los judíos. En esta profecía, usted tiene una profecía general que nos lleva desde algún punto en los días de Daniel – algún evento de entonces. Hasta 2300 años hacia el futuro, donde un
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período llamado "el tiempo del fin" empezaría. Los primeros 490 años tienen que ver con los judíos. El segundo segmento de 1810 años del total de 2,300 años nos llevan al juicio. Es muy interesante que en esta profecía de los primeros 490 años, Dios da una predicción exacta del tiempo en que Cristo nacería y se lo crucificaría. Hay también una predicción de cuándo los judíos rechazarían el evangelio y el evangelio iría a los Gentiles. De manera que la profecía de los 2,300 años tiene que ver con la Primera Venida de Cristo, en los primeros 490 años, y la Segunda Venida de Cristo, algún tiempo después del segundo segmento de 1810 años. Aquello que vemos - a saber, eventos que tratan con la Primera Venida de Cristo, se unen a lo que no podemos ver, a saber, eventos que precederán la Segunda Venida de Cristo. Ahora vamos a nuestras Biblias y veamos lo que Daniel predice sobre la Primera Venida de Jesús. Esta profecía es tan profunda, tan significante, que ha llevado a miles de escépticos a volverse cristianos. Ha conduce a miles de ateos a hacerse creyentes, porque es una de las profecías más notables y poderosas en toda la Biblia. Empecemos de nuevo en Daniel 9:24, "Setenta semanas son determinadas [cortadas] para Su pueblo [los judíos] y para su ciudad santa, para terminar la transgresión, para poner fin al pecado, para hacer conciliación por la iniquidad, para traer justicia eterna." ¿Quién es el que haría "reconciliación por al iniquidad?" Jesús. De manera que dentro de este período de 490 años, el Mesías vendría. Él traería justicia eterna. ¿Quién es "el Mesías el Príncipe?" Jesús. ¿Sabe usted qué significa la palabra “Mesías”?. Significa "el ungido," porque un rey siempre se unge con aceite cuando es consagrado para el cargo real. Mesías, en hebreo, y Cristo, en griego (Juan 1:41) significan "Rey" o "el ungido." Así que la orden para restaurar y reconstruir la ciudad y la pared circundante de Jerusalén era el punto de arranque para esta gran profecía de tiempo. Recuerde que esa Babilonia había conquistado Jerusalén. El templo en Jerusalén estaba destruido - la ciudad entera se encontraba en ruinas. La mayoría de los defensores judíos fueron muertos, pero los sobrevivientes - Daniel y sus amigos entre ellos – fueron llevados a Babilonia como prisioneros de guerra. Desde 605 AC a 539 DC. el pueblo de Daniel estuvo cautivo en una tierra extranjera. Pero Dios le dio un rayo de esperanza a Su pueblo en la oscuridad de sus vidas. Porque cuando Gabriel le dijo esta profecía a Daniel, él dijo, "Daniel, aquí hay una señal: sabe y entiende que desde la salida de la orden para restaurar y reconstruir Jerusalén. Es decir, mira al cumplimiento futuro en un decreto diciendo que tu pueblo puede retornar a su patria y reconstruir la pared, la ciudad, y el templo en Jerusalén y restaurar el culto. Cuando el decreto se dicte para librar a tu pueblo de la esclavitud, primero de
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los babilónicos, luego de los Medo-Persas, sabrás que esta profecía empieza entonces, porque esa orden o decreto es el evento inicial que señala el principio de esta profecía de tiempo. Una vez más, convirtamos este período de siete semanas y sesenta y dos semanas en días. Bien, si tenemos siete semanas y sesenta y dos semanas, eso son 69 semanas. Dado que hay siete días en una semana, multiplicamos 69 por 7 y conseguimos 483 días proféticos o 483 años literales. De modo que leamos Daniel 9:25 de nuevo, entendiéndolo. "Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden de restaurar y construir Jerusalén hasta el ungimiento del Mesías serán 483 años." Por consiguiente, si usted contara 483 años en adelante desde que el decreto fuera emitido para reconstruir a Jerusalén y el pueblo de Daniel fuera dejado libre, usted debe llegar al ungimiento del Mesías. ¿Bien, cuándo fue dado ese decreto para reconstruir Jerusalén?. Remontémonos al Libro de Esdras. Nosotros queremos descubrir el punto de arranque para esta profecía y echar una mirada al momento en que esta profecía empieza. Usted recuerda que Medos y Persas derrocaron a los babilónicos, de modo que el pueblo de Dios todavía estaba en cautividad, sólo que ahora estaban en esclavitud al Imperio Medo-Persa. Mire Esdras 7:12, 13 que registra el documento oficial emitido por Artajerjes 1, el rey de Persia: "Artajerjes, rey de reyes, a Esdras, el sacerdote, escriba de la Ley del Dios del cielo.... Yo emito un decreto que todos aquéllos del pueblo de Israel y los sacerdotes y Levitas en mi reino que deseen subir a Jerusalén pueden ir con ustedes. Aquí está el decreto que libera al pueblo de Dios para que pudieran volver a casa y al culto. Y les permitieron generosamente tomar con ellos plata y oro (versos 15, 16). Esdras 7:7 nos dice que este decreto fue emitido "en el séptimo año de Rey Artajerjes," o 457 AC. Eso 457 años antes de Cristo. Ahora repasemos: La profecía entera cubre 2,300 años. El primer segmento de la profecía es "setenta semanas" o 490 años que se aplican al pueblo de Daniel, los judíos. Los primeros 483 de esos 490 años llevan al ungimiento del Mesías. Jesús se Bautizó a tiempo - Precisamente como se predijo Ahora, ¿cuándo fue ungido Jesús?. La Biblia es matemáticamente exacta, amigos. Lucas 3:1 nos dice precisamente el año: "En el decimoquinto año del reino de Tiberio César...”. El decimoquinto año de Tiberio César fue el año 27. ¿Qué pasó ese año?. Miremos Lucas 3:2 1. En el bautismo de Cristo Él fue ungido por el Espíritu Santo. Hasta Su bautismo Él había vivido con María y José y había trabajado en la tienda del carpintero en Nazaret. Pero después de que Él fue bautizado dejó Nazaret y empezó Su ministerio de tres años y medio como el Mesías ungido. Hechos 10:38 dice, "Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder."
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Pero espere un minuto. ¡Note la precisión asombrosa de esta profecía! ¡Si bajamos 483 años del punto de arranque en 457 AC, llegamos al año 27 DC, tal como se predijo! La aritmética de 483 menos 457 = 26 hacen parecer como si estuviéramos errados un año en nuestros cálculos. Pero la verdad es que cuando atravesamos de AC a la era DC, debemos agregar un año debido al año cero año perdido. Usted ve, la historia fue desde 1 AC (Antes de Cristo) a DC 1 (Después de Cristo). Nunca hubo un año "O" en la historia, así que tenemos 26 años para avanzar desde DC 1, lo que nos llev al año 27. A propósito, algunos pueden confundirse acerca de cómo Cristo pudiera empezar Su trabajo en el año 27 cuando Lucas 3:23 dice que Él tenía 11 años. Aproximadamente 30 años de edad, cuando empezó Su ministerio público. Esto es porque un error de aproximadamente cuatro años ocurrió cuando la Era Cristiana fue computada por primera vez. Es evidente que Cristo no nació en DC 1, por el hecho que cuando Él nació Herodes el Grande todavía estaba vivo -Mateo 2:13-20 – y las enciclopedias nos dicen que Herodes murió en 4 DC. La cosa interesante en todo esto es que estudiosos que han estudiado historia antigua, arqueología, y cronología de la Biblia exhaustivamente han establecido concluyentemente que el decreto para reconstruir Jerusalén entró en vigencia en el otoño de 457 – exactamente 483 años del otoño del año 27. ¡Y Jesucristo, el Mesías, se bautizó en el otoño del 27, precisamente como Daniel predijo!. Gálatas 4:4 declara que Él nació "cuando la plenitud del tiempo había venido." Él se bautizó conforme lo programado - exactamente como la Biblia lo predijo centenares de años antes. Amigos, Él no es ningún impostor, no meramente un hombre bueno o un filósofo religioso. ¡Jesucristo es el Hijo divino de Dios!. Pero remontémonos a Daniel capítulo 9, porque la profecía está poniéndose excitante La Biblia no es ningún libro de mitos, fábulas, y leyendas. Atrae a la mente de pensamiento, apela a nuestro sentido de lógica y razón. Isaías 1:18 dice, “Venid luego dice Jehová y estemos a cuenta: si vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”. Cada año en América hay un billón y medio de libros publicados - un billón y medio cada año – pero este Libro es el mas vendido de todos los años!. La profecía marca la fecha de la muerte de Cristo ¿Qué significa decir que Jesús, el Mesías, "será cortado, pero no por sí mismo?" Significa, amigos, que Jesús sería "cortado de la tierra de los vivos." A Jesús se lo crucificaría, pero no por sí mismo - él sacrificó Su vida para usted y para mí. Así que
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aquí hay una profecía escrita por los días de Daniel, acerca del tiempo en que a Cristo se lo crucificaría. Ahora por favor mire el verso 27. El verso 27 es la evidencia más clara en la Biblia de que Jesús es el Mesías. El verso 27 le dice, al día, exactamente cuándo a Cristo se lo crucificaría. ¿Si usted fuese el diablo, qué haría usted sobre eso? ¿Piensa usted qué el diablo haría sobre el verso 27 si es la profecía más clara en la Biblia en demostrar la divinidad de Jesús?. Yo sé que usted no va a creer esto, pero el diablo ha hecho pensar a muchos Cristianos que el verso 27 no se aplica a Cristo, sino al Anticristo!. Dicen, "Bien, las sesenta y nueve semanas corrieron hasta la cruz, entonces el tiempo del reloj profético se detuvo, y no empezará de nuevo hasta el tiempo del fin. Entonces nosotros tendremos la septuagésima semana de Daniel 9." ¡Ellos dividen la profecía de tiempo!. Pero espere un minuto. Usted no puede hacer eso, porque la Biblia no hace eso. Es sólo lógico que si la semana uno es seguida por la semana dos, y la semana dos es seguida por la semana tres – y seguimos sucesivamente - entonces la semana sesenta y nueve será seguida por la semana setenta. Y si esta profecía toda es sobre el Mesías – el verso 24 es sobre el Mesías, el verso 25 es sobre el Mesías, el verso 26 es sobre el Mesías, entonces el verso 27 es sobre el Mesías, también. ¿No esperaría usted la profecía llegue al clímax sobre el Mesías?. Ésta es la más gran profecía en la Biblia sobre Jesús. Así que Satanás la ha dado vuelta y hábilmente la confundió para hacer a muchos cristianos sinceros pensar que se aplica al Anticristo. Pero simplemente léala, y usted encontrará que es lógica y clara: "Y Él "- el Mesías - "confirmará su pacto con muchos durante una semana." Jesús hizo un pacto en el Jardín de Edén con Adán y Eva cuando ellos pecaron. Jesús reiteró ese pacto a Abraham. Cristo es el Autor del pacto eterno. ¿Y cómo selló Jesús el pacto? Mateo 26:27, 28 dice, "...Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados”. Algunas versiones dicen "el nuevo testamento" para el nuevo pacto. Cuando Cristo murió en la cruz, Él selló el nuevo pacto con Su propia sangre. En esa sangre nosotros podemos encontrar perdón y libertad de culpa, y transformación, y poder. De modo que Él, Cristo, hizo un pacto con la humanidad que si nosotros pecamos y nos rebelamos contra Él, Él daría Su vida para nuestra salvación. Él vino a sellar ese pacto con Su sangre. Daniel 9:2 7 dice, Ahora siga estrechamente: ¿Cuántos días en una semana? Siete. Y un día representa un año bajo el principio del día por año. La profecía que se relaciona con los judíos es de setenta semanas, o 490 años. Cuatrocientos ochenta y tres de esos años corren hasta el bautismo de Cristo en 27. Si hay setenta semanas, y sesenta y nueve semanas fueron hasta el 27, hay todavía una semana profética que queda, la septuagésima semana de Daniel 9.
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Una semana profética es igual a siete días proféticos, de modo que esta última semana se igualaría a siete años reales. Note cómo se suma: 69 semanas + 1 semana = 70 semanas -O - 483 días + 7 días = 490 días/años Gabriel predijo que un evento iba a tener lugar en el MEDIO de la última semana: ¡Cuando Jesús fue crucificado en la cruz, Él puso fin a todos los sacrificios de animales, y el velo en el templo fue rasgado en dos! Vea Mateo 27: 50, 51; Marcos 15: 37, 38; Lucas 23: 45, 46. Cuando Jesús murió en la cruz, ya no debía vertirse la sangre de animales, porque Su sangre selló el convenio. Pero eso se cumpliría en el medio de la última semana – a medio camino de la septuagésima semana. ¿Cuál es la mitad de siete? La mitad de siete es tres y medio. De manera que tres y medio años desde el otoño del 27 nos lleva a la crucifixión de Cristo. Nosotros sabemos que Jesús se bautizó en el otoño del 27. Gabriel predijo que la tres y medio años desde entonces Él haría la cesación de los sacrificios. Y tres y medio años desde el otoño del 27 nos llevan a la primavera del año 31. Aquí hay una pregunta trivial para usted: ¿Qué grandes fiestas judías tienen lugar en la primavera del año? ¡Pascua! En 1ª de Corintios 5: 7 la Biblia dice, "De hecho Cristo, nuestra Pascua, fue sacrificado por nosotros." Exactamente en el día de Pascua en la primavera de 31, Jesucristo, nuestra Pascua, fue crucificado por nosotros. ¡Qué profecía! Daniel, el profeta, predijo con centenares de años de adelanto el día exacto de la crucifixión de Jesucristo. Dios - a través de Gabriel y Daniel - predijo que Jesús sería "cortado" como el Cordero de Dios. Él sería "el Mesías, el Príncipe," del mundo. Él "confirmaría el pacto "eterno, sellándolo con Su propia sangre. Él colgaría en la cruz con clavos a través de Sus manos, con una corona de espinas en Su cabeza, con la sangre corriendo por Su cara, y "poniendo fin a [de animales] el sacrificio y la ofrenda" cuando exhaló Su último suspiro. Justo a tiempo, justo en el cronograma divino, en la primavera de 31, Jesucristo murió exactamente como se predijo. Él es ningún impostor – él es el Hijo divino de Dios. El apedreamiento de Esteban cierra las 70 semanas Pero, amigos, hay todavía más en esta profecía notable, porque nosotros sólo estamos en el medio de la septuagésima semana, Tres y un medio años después, o tres y un medio años después de la primavera del año 31, llegamos al otoño del 34. En el otoño del 34 los 490 años de tiempo de prueba determinados para el pueblo judío expiraron, se acabaron. En el otoño de ese año, Esteban, el primer mártir cristiano, fue apedreado hasta la muerte. Y el Sanedrin, el concilio supremo judío, pasó un decreto que rechaza
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el Cristianismo. ¡Cuán misericordioso y cortés y bueno es nuestro Señor - incluso tres y medio años después de que los judíos lo pusieron en la cruz, Él todavía extendió la mano a ellos en amor!. Durante tres y medio años. cuando ellos estaban teniendo sus reuniones del concilio para rechazarlo, Él todavía extendió la mano en misericordia. ¡Dios era increíblemente paciente con Su pueblo escogido! Durante siglos, una y otra vez, ellos pecaban y recaían, rechazaban a Dios y se apartaban de Él - y Dios les daba otra oportunidad. Allí parecía no haber ningún límite a la paciencia infinita de Dios. Pero finalmente el pueblo judío – que habían sido favorecidos sobre todos los otros con bendiciones espirituales como las Sagradas Escrituras así como las visiones en los principios de salud – recibieron un ultimátum en las setenta semanas registradas por Daniel. Repetidamente, ellos habían rechazado a Dios y Sus profetas. Ahora ellos tenían 490 años adicionales de prueba para aceptar o rechazar su Mesías cuando Él viniera. Pero cuando el propio Dios vino a ellos en la carne, ellos lo crucificaron. Tres y medio años después - después de rechazar el llamado de Dios y la predicación poderosa de Sus siervos - ellos apedrearon a Esteban hasta la muerte. Tristemente, Jesús los había advertido en Mateo 21:43. Y en el año 34 el apóstol Pablo, en Hechos 13:46, les dijo a los judíos que él amaba: "era necesario que os hablase la Palabra de Dios; más puesto que la desecháis ...." Pero espere un minuto. Si cada uno de esos eventos en el cronograma ha sido cumplido - Jesús se bautizó el año 27, Jesús fue crucificado a tiempo el año 31, y el evangelio fue a tiempo a los Gentiles en 34 – toda la profecía tiene que ver con la Primera Venida de Cristo. Tiene que ver con Jesús, el Cordero sacrificatorio. Tiene que ver con la resurrección de Jesús y Su condición de ser nuestro Sacerdote en el santuario. ¿Pero qué sobre la purificación del santuario? ¿Qué leímos en Daniel 8:14? "Hasta dos mil y trescientos días; entonces el santuario será purificado: En ese momento, nosotros entraríamos en la hora final de tierra. Hemos estudiado el hecho de que el primer segmento de la profecía tenía que ver con los judíos. Y la segunda parte de la profecía tiene que ver con el juicio final. Ahora recuerde que la profecía empezó en 457 AC., y los 490 años corrieron hasta el 34 DC. Pero espere - si 490 años están cortados de los 2,300 años, entonces nosotros tenemos que quedan 1810 de los años que nos tomaría a lo que la Biblia llama "el tiempo del fin" o la hora del juicio de Dios. De modo que 1810 años agregados a 34 nos lleva al año 1844. Esto significa, según la Biblia, que desde 1844 nosotros hemos estado viviendo en lo que la Biblia llama la hora del juicio de Dios. Por eso en los 1900s tuvimos Primera y Segunda Guerra Mundial. Por eso tenemos hambres extendidas. Por eso tenemos crimen extendido y alborotos. Porque desde 1844 hemos estado viviendo en lo que la Biblia llama "el tiempo del fin." Pero alguien
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dice, "Espere un minuto. Nosotros hemos estado en el tiempo del fin por ciento cincuenta años. ¿No es un tiempo largo?" ¿Puede parecer así, pero ¿recuerda lo que Jesús dijo en el Libro de Mateo?. Escuchen, amigos, es excitante saber que Cristo vino a tiempo la primera vez. Es excitante saber que esta no es una hora común nosotros estamos viviendo en los momentos finales del fin. Nosotros estamos viviendo en el último período profético en la historia del mundo. Aunque alguien dice, "Nosotros hemos estado viviendo en el tiempo del fin por ciento cincuenta años," note lo que Jesús dice en Mateo, donde Él nos da una pista. Uno de las pistas más vitales dada por Jesús está en Mateo 24:36, 37. No le creyeron a Noé - durante 120 años Jesús dijo, "yo les daré una pista. Va a ser como era por los días de Noé". Nadie sabe el día o la hora. ¡Noé predicó por 120 años!. Y cuando él predicó, ellos dijeron, "Usted es un salvaje fanático. Usted está loco. El sol siempre ha brillado, y va a continuar brillando." Pero por ciento veinte años Noé predicó fielmente, "es el tiempo del fin. El Diluvio está viniendo." Durante ciento veinte años Noé dijo, "Cambie su corazón." Y yo estoy diciendo a usted, "Este no es como de costumbre, tiempo para negocios o placer. Este no es tiempo para estar viviendo para ganar dinero meramente, no es tiempo meramente para estar viviendo para satisfacer el ego con los placeres de vida. ¡Éste es un tiempo para preparar su corazón para la Venida de Cristo! Noé predicó por ciento veinte años. Y nosotros hemos estado en el tiempo del fin por ciento cincuenta años. ¿Cuántos más años le permitirá Dios continuar?. Ningún ser humano sabe, pero es "como era por los días de Noé." Si usted mira la historia entera del mundo, sus muchos milenios, ciento cincuenta años son un tiempo corto. Pero cada año que pasa estamos más cerca, así que no está lejos. Cada año que pasa significa que estamos más cercanos a la Venida de Jesús. No es ningún accidente, amigos, que usted naciera en este momento de la historia de la tierra. Dios desea que su corazón sea justo. Dios desea que usted aparte algo en su vida que no está en armonía con Su voluntad. Dios desea que usted renuncie a cualquier hábito en su vida que usted sabe que le impedirá estar listo para la venida de Jesús. Ahora es el tiempo para los maridos y esposas ponerse de rodillas y tomados de la mano orar, "Estimado Jesús, nosotros te damos nuestros corazones. Nosotros abrimos nuestros corazones a Ti. Purifica nuestros corazones." Ahora es el tiempo para los jóvenes de ponerse muy serios con Dios, jóvenes que han estado lejos de Cristo y han vivido de maneras que ellos conocen que no están bien. Dios está llamándote a regresar ahora porque estamos viviendo en "el tiempo del fin." Ahora es el tiempo para las personas que una vez caminaron con Jesús y lo conocieron en Su iglesia regresen.. Ahora es el tiempo para las personas que han estado viviendo sus propias vidas de una
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manera egocéntrica, de orar, "Señor, yo realmente siento que estás llamándome a regresar." La vida... está en la sangre - levítico 17:11 Usted sabe, hace varios años, antes de que hubiese plasma sanguíneo embotellado para las transfusiones, un individuo tenía que dar sangre directamente a otra persona. Había un muchachito que estaba jugando en la calle cuando fue atropellado por un automóvil y fue herido seriamente. Él estaba agonizando, pero le llevaron apresuradamente al hospital. Cuando fue puesto en la mesa operando, los doctores buscaron a un donador con su tipo de sangre. Cuando yo leí esta historia, quedé asombrado. El padre del muchacho fue llamado para venir al hospital porque él tenía el tipo de la misma sangre que su hijo. El cuerpo del muchacho estaba roto y machucado, y sangrando internamente. Los doctores y enfermeras trabajaron duro para salvarlo. El cirujano trabajó cuidadosamente e intentó reparar sus órganos interiores y que dejara de sangrar para salvar su vida. El médico laboró toda la mañana, pero el muchacho necesitaba sangre desesperadamente. Después de eso el muchacho estaba en el cuarto de la recuperación. Su padre finalmente llegó al hospital y se apresuraron a llevarlo al cuarto de recuperación, donde ellos se prepararon a tomar la sangre directamente del brazo del padre. Ellos tomaron el algodón y lo empaparon en alcohol y lo frotaron en la vena. La vena del padre se hinchó. Y entonces la enfermera tomó una aguja y la clavó en la vena, y la sangre empezó a fluir del padre al hijo. Y el padre miró el flujo de su sangre que iba directamente a través de ese tubo de plástico al cuerpo de su hijo. Él miraba esa forma pequeña, agonizante, y dijo, "Doctor, si usted necesita más, tómelo todo. Tómelo todo." Jesús llevó una cruz y de buena gana dio cada gota de Su sangre que se necesitó para usted. Él llevó una cruz para salvarlo para siempre. Inclinemos nuestras cabezas y sabiendo que estamos viviendo en el tiempo del fin, sabiendo que 150 años ya han pasado del tiempo del fin. Démosle nuestras vidas enteras a Jesús, digamos: "Señor, tómame. Tómame todo." Amén.