Virtudes y liderazgo
A la edad de nueve años llegué a la iglesia, desde niño me fascinaba la historia bíblica y la investigación, como joven empecé a preocuparme por los otros jóvenes también, desde ese tiempo he continuado trabajando en el ministerio juvenil. Una de las virtudes que se puede destacar es la empatía para con los demás, me preocupo mucho por todos y para cada uno hay un consejo. Los años de experiencia en la iglesia han permitido ejercer una buena influencia en muchos de los cuales por la gracia de Dios también han aprendido a ministrar en otros campos. Pero sobre todo la humildad, pues siempre digo que deseo ser un siervo de Dios y listo para hacer la tarea que nos ha encomendado. A pesar de que se dice que “el árbol que más frutos da, mas garrote recibe”, Dios me ha dado un espíritu sin resentimiento ni rencores, dispuesto a perdonar en todo momento y saber escuchar a otros, porque estamos en un aprendizaje diario.