Como pasajeros de la Tierra, todos somos transportados alrededor del sol a una velocidad de 107.000 Km/h. Añade a esa cifra mareante el hecho de que giremos (en el ecuador) a unos 1.600 Km/h (una acción que provoca que el planeta se abombe hacia fuera). Por supuesto, estas velocidades son relativas (al sol y a los polos respectivamente). La razón por la que no sentimos la prisa es la misma por la que no nos quedamos clavados a los asientos de los aviones mientras se mueven a velocidades constantes. La velocidad solo puede medirse con referencia a otro objeto que se mueve a una velocidad distinta, y no podemos tener sensación de velocidad cuando estamos en un marco de referencia constante. Es por esto que tal vez te resulte nuevo saber que nuestro sistema solar gira al completo alrededor del centro de nuestra galaxia a una velocidad inconcebible de 901.000 Km/h. Además, la galaxia también se mueve con respecto a otras galaxias en el universo. Y hasta donde sabemos, el universo entero se mueve, pero ahí empezamos a adentrarnos en lo desconocido.