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HISTORIAS Revista Semestral de la Asociación Historia, Sociología y Ecología Año II, N.º 2, enero-junio 2007

Separata

Huelga Policial y Paro Nacional de Trabajadores en mayo de 1987

Detonantes de la más grave crisis política en el Perú de fines del siglo XX Manuel Valladares Quijano

ISSN: 1992-2620

Historias 2(2):135-196 (enero-junio 2007)

HUELGA POLICIAL Y PARO NACIONAL DE TRABAJADORES EN MAYO DE 1987

DETONANTES DE LA MÁS GRAVE CRISIS POLITICA EN EL PERÚ DE FINES DEL SIGLO XX

Manuel Valladares Quijano*

Resumen La huelga policial y el Paro Nacional de Trabajadores de mayo de 1987 –de cuyo desarrollo hacemos un detenido recuento en el presente trabajomodificaron la correlación de fuerzas en el país. La Izquierda Unida (IU) y su constelación partidaria y sindical, que jugaban a la oposición democrática, desplazaron al APRA y al gobierno aprista de su pasajera hegemonía en la dirección política de masas. También el movimiento subversivo Sendero Luminoso estaba presente de modo explícito en la disputa por dicha hegemonía. A partir de aquellos dos hechos sucesivos de mayo, se configuró una crisis política coyuntural pero no necesariamente una inestabilidad del poder político. Luego, intentos básicamente voluntaristas por tratar de revertir la situación, llevaron al presidente Alan García a declarar inconsulta y sorpresivamente, en su discurso del 28 de julio de aquel año, la estatización de la banca, medida que generó situaciones mucho más complejas que escaparon al manejo del propio gobierno y desencadenaron una crisis política de larga duración de la que aún no ha terminado de salir el Perú.

I. Luchas por el poder y crisis de dirección política de los trabajadores En los violentos tiempos de la década de los ochenta, en el Perú podían ocurrir y, de hecho, ocurrieron grandes confrontaciones ideológicas y políticas entre las diversas fuerzas que se disputaban el control del Estado. Con frecuencia, tanto en Lima como en provincias o a nivel nacional, esas tenían lugar con la participación directa de las masas en las contiendas. Muchos de los gérmenes de dichas

*Profesor Principal de la E.A.P. de Historia de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Magíster en Literatura Peruana y Latinoamericana por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. E-mail: [email protected]

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confrontaciones se habían ido incubando y madurando por lo menos en el transcurso de las dos o tres décadas previas1. En los años 80, los conflictos sociales y políticos se fueron agudizado como nunca antes y una de sus más dramáticas manifestaciones era el enfrentamiento entre dos terrorismos: el terrorismo desencadenado por el movimiento subversivo Sendero Luminoso y, como respuesta, el terrorismo de Estado. Al mismo tiempo, los partidos y agrupaciones de la izquierda legal en su gran mayoría, a despecho de sus ruidosas y agrias discrepancias, fueron saliendo de su crónica fragmentación y dispersión y en 1983 conformaron un amplio frente denominado Izquierda Unida (IU) el cual abiertamente disputaba con el APRA la hegemonía de la dirección política de los trabajadores y eventualmente el control del Estado. Desde entonces y durante un tiempo, éstas fueron las dos fuerzas electorales más importantes del país. En las elecciones municipales de 1983, el gran vencedor en Lima y en provincias fue IU. En las elecciones generales de 1985, el APRA se impuso por amplia mayoría y llegó al poder con Alan García como presidente. El poderoso frente de IU fue desplazado a un distante segundo lugar. Pero, no sería por mucho tiempo.2

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En la post Segunda Guerra Mundial, en una nueva etapa de predominio de las tendencias de modernización capitalista de la economía y sociedad peruanas, los conflictos sociales y políticos fueron ampliándose y acentuándose cada vez más en el país, básicamente entre los trabajadores asalariados y el capital, entre el campesinado indígena y el gamonalismo, entre los crecientes sectores populares urbanos y las nuevas capas medias enfrentados a los rezagos del viejo poder oligárquico; en una palabra, entre el Estado garante de aquel orden de dominación y las grandes mayorías nacionales. Las reformas, nacionalizaciones y estatizaciones realizadas por el gobierno militar de 1968-1975, habían erradicado muchas de las bases arcaicas y tradicionales de estos conflictos, especialmente a través de la Reforma Agraria y la nacionalización de empresas imperialistas de los enclaves. Sin embargo, estas reformas que en conjunto habían provocado rupturas importantes y que inclusive se consideraban irreversibles, no solamente no significaron transformaciones radicales y profundas de la sociedad peruana sino que tampoco alcanzaron mayor desarrollo y continuidad. Por un lado, carecían de una orientación política en ese sentido, a pesar de la fraseología revolucionaria en el discurso de sus conductores en el poder y, por otro, sobrevinieron interrupciones y contenciones de esos procesos fundamentalmente bajo el impacto de la crisis internacional de la economía capitalista cuyo estallido ocurrió en el segundo semestre de 1974. De ese modo, el camino de la modernización capitalista-burguesa, se había interrumpido y estancado una vez más. Pero, de todos modos, los cambios y rupturas ocurridos a través de esas reformas, fueron legalizados por la Asamblea Constituyente de 1978-1979. Finalmente, el Perú ya no era el mismo anterior a las reformas. El que ingresó a la década de los años 80 era ya otro Perú. Como tal, precisamente, se constituyó en escenario de graves confrontaciones sociales y políticas. Estudios y reflexiones sobre estas cuestiones son innumerables. Pueden ser consultados de Aníbal Quijano, Nacionalismo, neoimperialismo y militarismo en el Perú, Periferia, 1971; José Matos Mar, Desborde popular y crisis del Estado, el nuevo rostro del Perú en la década del 80, IEP, 1984; Julio Cotler, Clases, estado y nación en el Perú, IEP, 1978; Henry Pease, El ocaso del poder oligárquico, lucha política en la escena oficial 1968-1975, Desco, 1977; Sinesio López, El Dios Mortal. Estado, sociedad y política en el Perú del siglo XX, IDS, 1991. El desarrollo de las tendencias de centralización sindical y política de las luchas de los trabajadores y masas populares, fue llevando a las organizaciones de izquierda a buscar formas de articulación y coordinación. Una primera experiencia en ese sentido, había sido el Paro Nacional del 19 de julio

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Fue en aquel contexto que el conjunto del gobierno aprista y el propio presidente Alan García esperaban que un martes 19 de mayo de 1987 se llevaría a cabo en el país un Paro Nacional de Trabajadores convocado y anunciado con tres meses de anticipación por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) y por otras organizaciones sindicales de Lima y provincias. La IU era su principal dirección política. La propaganda y la agitación por parte de sus organizadores estaban en marcha desde hacía semanas. Desde luego, quienes ejercían el poder político no esperaban resignados y con los brazos cruzados que simplemente se produjeran los acontecimientos sino, más bien, se encontraban seriamente preocupados y dispuestos a obstaculizarlos por los más diversos medios y a neutralizar el impacto que pudieran tener. El entonces considerado gobierno socialdemócrata del APRA, inaugurado a lo grande en julio de 1985, aún se mantenía con mucha fuerza y vitalidad a pesar de su antiimperialismo sólo lírico y de sus graves responsabilidades políticas por acciones cometidas en los dos años anteriores, en contra de los derechos humanos, fundamentalmente por parte de las fuerzas policiales y de las fuerzas armadas. Uno de los casos más graves fue la matanza de los penales ocurrida en junio de 1986. A pesar de todo, el gobierno aprista se consideraba todavía con suficientes fuerzas y agilidad para enfrentar el primer Paro Nacional de Trabajadores que se aproximaba o para hacer que éste fracasara. No se vislumbraban, entonces,

de 1977. Luego, para poder participar en las elecciones a la Asamblea Constituyente de 1978, fueron conformados varios frentes electorales de la izquierda legal: Frente Obrero Campesino Estudiantil del Perú-FOCEP (El maoista PCP-Bandera Roja, partidos trotskystas, personalidades como Laura Caller y el escritor Manuel Scorza, todos bajo la presidencia del abogado laboralista Genaro Ledesma Izquieta), Unidad Democrática Popular-UDP (Vanguardia Revolucionaria, agrupaciones del MIR, Partido Comunista Revolucionario, personalidades como Alfonso Barrantes Lingán, Afredo Torero, Rosa Alarco, Carlos Malpica y dirigentes obreros y populares), Unidad de Izquierda-UI (Partido Comunista Peruano-Unidad, CGTP y otros movimientos sindicales), Frente de la Revolución Peruana (Velasquistas), etc. Más tarde, con vistas a las elecciones generales de 1980, surgió un gran frente de izquierda con importantes y significativas bases sociales llamado Alianza Revolucionaria de Izquierda (ARI) y cuya figura más importante era el líder campesino y popular Hugo Blanco Galdós. Este frente fue resistido y cuestionado fundamentalmente por los partidos y agrupaciones pro-soviéticas y maoístas. Aparentemente, el principal problema era Hugo Blanco, debido a su militancia trotskysta. En realidad, estaban en juego muy fuertes ambiciones de carácter hegemónico y que incluía a los propios trotskystas. Al cabo de unas cuantas semanas de existencia, habiendo sido neutralizadas las movilizaciones de masas por parte de todas las tendencias de izquierda, ARI se desmoronó en medio de interminables e intrascendentes discursos. Se presentaron a las elecciones generales los anteriores frentes de izquierda ya mencionados y otros de reciente constitución como Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria-UNIR (Patria Roja y aliados) y el Partido Revolucionario de Trabajadores-PRT (partidos trotskystas). Todos estos frentes y sus tendencias lograron tener representantes en Diputados y Senadores. Para las elecciones municipales de noviembre de 1983 se conformó un amplio frente de dimensión nacional llamado Izquierda Unida (IU), integrado por las organizaciones ya mencionadas, con excepción de las trotskystas, bajo la presidencia de Alfonso Barrantes Lingán. En dichas elecciones municipales, IU derrotó al APRA en Lima metropolitana y en buena parte de capitales departamentales y provinciales. Nunca antes la izquierda peruana había alcanzado un éxito electoral tan vasto. Mayor información y discusión sobre algunos de estos puntos, pueden ser consultados en: ARI ¿Porqué y cómo se desmoronó? ¿Quiénes son los responsables? Doc. del Movimiento Revolucionario Socialista, 1980; de Aníbal Quijano, «1980: las condiciones del enfrentamiento», Sociedad y Política N.º 8, Lima, 1980.

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truenos y relámpagos en el horizonte y mucho menos que éstos pudieran ser ocasionados por contingentes de una institución policial.3 Ciertamente, no habían sido previstas por el gobierno aprista tan tempranas acciones de desobediencia o rebelión y mucho menos al interior del aparato del Estado, como podría ser un motín o una huelga de la Guardia Civil. Esta institución era, en ese entonces, una de las tres unidades de la Policía Nacional. Para sorpresa del propio gobierno, la huelga se vino desde las primeras horas del Viernes 15 de mayo. El liderazgo político al interior de esa unidad policial había estado actuando de manera secreta y clandestina y, desde luego, no era la primera vez que ocurría un hecho de esa naturaleza. Se contaba con los antecedentes de las huelgas policiales de febrero de 1975 y de mayo de 1983. Cuesta admitir que un gobierno como el del APRA, todavía con amplias bases sociales y políticas y enfrentando a diario la lucha armada del movimiento subversivo Sendero Luminoso, no hubiera tenido la capacidad para conocer o por lo menos para sospechar, especialmente a través de los servicios de inteligencia del Ejército y de la Marina de Guerra, acerca de aquellos preparativos policiales. ¿Nunca tuvieron ninguna información los comandantes en jefe y los altos mandos de aquellas armas? ¿O teniéndola se la ocultaron al gobierno aprista? El asunto es que el presidente Alan García y su gobierno fueron sorprendidos por aquella huelga policial. ¿Y tampoco nunca tuvieron conocimiento acerca de estos preparativos, siquiera de manera fragmentaria, algunos de los dirigentes de Izquierda Unida que hacían oposición política desde dentro y fuera del Congreso? ¿O quienes gobernaban nunca prestaron oídos a ciertos rumores o mensajes provenientes quizás de algunas de las tiendas de la propia IU como, por ejemplo, del Partido Unificado Mariateguista (PUM) y algunos de sus principales dirigentes? El asunto es que, al amanecer el 15 de mayo, los apristas en el control del poder del Estado, parecían ignorar todo y haber sido cogidos por sorpresa. Es decir, más o menos como había sucedido con la huelga policial en el gobierno del general Velasco Alvarado en febrero de 1975.4 Políticamente, lo más grave y delicado para el gobierno era el hecho de que la huelga policial tuviera lugar precisamente faltando muy pocos días para la

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El APRA en el poder y la IU en su obligada oposición democrática eran, pues, los dos grandes movimientos políticos que dominaban la escena peruana. A su vez, estos dos movimientos eran rudamente combatidos en diversos terrenos por Sendero Luminoso (SL). Por su parte, el grueso del liderazgo de IU que hacía pues el papel de oposición democrática, desarrollaba tanto en el parlamento como en las organizaciones de base, una dura y persistente crítica al gobierno aprista y denunciaba con frecuencia la política de concesiones al capital privado y las violaciones de los derechos humanos. Y en muchas oportunidades, quizás también con frecuencia, reclamaba la estatización de la banca. Contando con el explícito respaldo del conjunto de aquella IU, organizaciones como la CGTP, diversas Federaciones y sindicatos del país fueron impulsando, desde comienzos de 1987, la prédica y las coordinaciones para la realización de un Paro Nacional de Trabajadores. Mayores elementos de juicio sobre la situación política, se pueden encontrar en la revista Quehacer N.º 46 de abril-mayo del 87, en su sección «actualidad nacional» que incluye artículos sobre diversos temas de coyuntura. Para mayor información acerca de ese acontecimiento, consultar el ensayo escrito por Manuel Valladares Quijano: «Hace 30 años: 5 de febrero de 1975, huelga policial, saqueos e incendios en

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realización del Paro Nacional de Trabajadores. La huelga policial arrancó un día viernes y, no habiendo comisiones y negociaciones en camino en el transcurso del día, simplemente no se sabía por cuanto tiempo más podría prolongarse esta situación. En esa época, sábado y domingo, eran días de descanso para todos los trabajadores administrativos del Estado y también para los trabajadores de las empresas estatales y privadas. Había pues general desconcierto acerca de lo que podría ser la situación nacional al iniciarse la semana siguiente. Sólo se sabía que el martes 19 tendría lugar el anunciado Paro Nacional y ya no había duda alguna de que alcanzaría resonante éxito sindical y político. Finalmente, no pocos pensaban que toda esta faena constituiría quizás una primera gran derrota política para el primer gobierno aprista. Este gobierno estaba por cumplir recién sus dos primeros años en el poder, aún le faltaba transitar tres largos años y tendría que hacerlo, de allí para adelante, en medio de las mayores dificultades, como un gobierno en permanente tensión y conflicto y cada vez más desorientado y debilitado. En esos instantes de desconcierto, se suponía por parte de mucha gente que los principales vencedores o beneficiarios políticos serían el conjunto de agrupaciones y fuerzas de la IU y, también, SL. Es decir, la izquierda legal y la izquierda subversiva. Estas mismas fuerzas políticas se llevaron esa sensación. Ellas mismas y sus alrededores jamás podían imaginarse que apenas unos meses después, las reales y efectivas vencedoras y beneficiarias serían la derecha tradicional y la derecha neoliberal que como fuerzas políticas habían estado empequeñecidas y arrinconadas hace mucho rato. En efecto, a partir del 28 de julio de ese año, 1987, cuando el presidente Alan García anunció en su discurso ante el Congreso la estatización de la banca, todas las fracciones de la derecha peruana reaccionaron como fiera herida, se hermanaron e ingresaron a una furibunda y creciente contraofensiva, salieron de su arrinconamiento y casi inexistencia política y terminaron organizándose en el Frente Democrático (FREDEMO) el mismo que luego se encaminaría con innumerables y multitudinarios mítines y con violentos discursos, bajo el liderazgo del escritor Mario Vargas Llosa, hacia las elecciones generales de 1990 que habrían de ser cruciales.5 Aún no han sido esclarecidas suficientemente las razones por las que el presidente Alan García sorprendió a todo el mundo con la medida de estatización

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Lima», En: Investigaciones Sociales N.º 14, revista del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales, Fac. de CC. SS. UNMSM. Lima, 2005. pp. Luego de la huelga policial y del Paro Nacional, el conjunto de la izquierda legal y SL, expresaron de diverso modo su sensación de victoria política frente al APRA y al gobierno aprista. Por otra parte, unas semanas después, luego del discurso presidencial del 28 de julio, la contraofensiva de la derecha fue excepcionalmente agresiva y sistemáticamente demoledora contra el gobierno aprista y en particular contra Alan García. En verdad, la derecha peruana le declaró la guerra y no le daría respiro hasta el último minuto de su gestión. A lo largo de tres años, entre agosto de 1987 y julio de 1990, todos los segmentos de la derecha y del capital se fueron organizando en el FREDEMO, con Mario Vargas Llosa a la cabeza y desplegaron constante e intensa campaña para desacreditar de punta a punta al gobierno aprista. El FREDEMO y el grueso de la prensa que le era adicta, estimularon a diario el desbarajuste gubernamental, la agudización de la crisis económica y de la hiperinflación. No promovieron un golpe de Estado, prefirieron aniquilar y lapidar el gobierno

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de la banca. El mismo García o la dirección del partido aprista no se dieron el trabajo de hacerlo. Tampoco lo hicieron los dirigentes de IU o de las otras agrupaciones de oposición. Lo que muchos esperaban del discurso presidencial de aquel 28 de julio ante el Congreso de la República, eran explicaciones y medidas que constituyeran una respuesta a la situación política creada por la huelga policial y el Paro Nacional de Trabajadores del mes de mayo. La nueva situación política no era precisamente de inestabilidad aunque se había modificado de manera significativa la correlación de fuerzas preexistente. Explícita y directamente, no hubo ninguna respuesta a las fuerzas y tendencias de izquierda. Tampoco a los trabajadores y su liderazgo sindical. La inestabilidad política, recién comenzó a generarse a partir del discurso presidencial de estatización de la banca. Las diversas fracciones de la derecha peruana, incluidos sus banqueros y los altos mandos de las Fuerzas Armadas, crónicamente antiapristas, no sólo no habían impedido en 1985 –como habían estado habituados a hacerlo por todos los medios por más de medio siglo- la victoria electoral del APRA sino, más bien, esta vez la alentaron y esperaron impacientes que ésta ocurriera. Ante la incompetencia y el fracaso del gobierno accio-pepecista (AP-PPC) en el enfrentamiento a la subversión senderista, ante el descrédito en que habían caído los Golpes de Estado acaudillados por militares y en medio de la crisis económica, el caos y la anarquía imperantes en el país, un gobierno del APRA bajo liderazgo de Alan García les parecía la única alternativa viable a los entonces en aprietos garantes del orden. El candidato presidencial del APRA y sus candidatos a diputados y senadores, triunfaron ampliamente en la primera vuelta electoral sobre su principal contendor que era IU con el Dr. Alfonso Barrantes Lingán como su candidato presidencial. Ya no hubo segunda vuelta electoral, a pesar de la insistencia de los dirigentes más radicalizados del frente izquierdista. En ese entonces, la derecha, sus candidatos presidenciales y sus listas parlamentarias quedaron reducidas a su mínima expresión.6

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aprista manteniéndolo jaqueado y tambaleante en el poder. Imágenes de aquella coyuntura política, de sus movimientos y personajes, se puede encontrar en varios escritos del propio Vargas Llosa y, en especial, en su libro de memorias El pez en el agua, Edic. Seix Barral. Biblioteca Breve, 1993. Es verdad. La victoria electoral del APRA y su acceso al poder en 1985, es explicable en gran medida por la urgente necesidad que había por defender el sistema existente frente a la subversión de Sendero Luminoso que crecía y se extendía en diversas regiones del país. Sin duda, ese era el sentimiento que recorría los dominios de todas las fracciones de la clase dominante y los interiores de la cúpula de las Fuerzas Armadas. Para derrotar la subversión senderista o por lo menos para contenerla, no habían sido suficientes la represión brutal e indiscriminada por parte del Estado y menos aún bajo la conducción política de la derecha retardataria representada por Acción Popular y el PPC. Esta vez, transcurrido medio siglo de permanente condena y de temor, requerían que llegara a ser gobierno un partido y un movimiento históricos como el APRA el cual, además de su renovada orientación socialdemócrata, se había dinamizado y robustecido en términos organizativos teniendo al entonces joven Alan García como su Secretario General quien, a su vez, era el candidato a la presidencia de la república. Esta vez, ya no habrían vetos y cargamontón por parte de la oficialidad de las FF.AA., de la derecha y sus periodistas y, también, por parte de la izquierda, como los ocurridos escandalosamente en las elecciones de 1962 contra la candidatura de Haya de la Torre y en las de 1980 contra la de Armando Villanueva del Campo. Es bueno recordar que en

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Fue pues aquel gobierno aprista instalado en el poder el 28 de julio de 1985, el mismo que enfrentaría inesperadamente momentos sumamente difíciles, casi dos años después, en mayo de 1987. La huelga policial y el Paro Nacional de Trabajadores se constituyeron, más allá de lo previsto o imaginado por sus propios protagonistas y su liderazgo, en los detonantes de una prolongada y profunda crisis política en el Perú de fines del siglo XX e inicios del siglo XXI. El presidente Alan García, pretendiendo revertir la situación creada bajo el impacto de los dos movimientos de protesta y reclamos salariales, adoptó medidas que luego no las pudo manejar y que terminaron desencadenando aquella crisis.7 II. Sorpresiva huelga policial remeció el poder político aprista En efecto, aquella sorpresiva huelga policial logró remecer el poder político del gobierno aprista que ejercían el presidente Alan García y su entero Gabinete Ministerial. El problema no fue precisamente la huelga misma sino su impacto demoledor en todo el país. Aquella huelga fue básicamente un hecho limeño y en lo inmediato no llegó a movilizar en apoyo suyo a otros sectores populares de Lima o de provincias. Sin embargo, golpeó gravemente la imagen del primer gobierno aprista que aún parecía ejercer plenamente el control del Estado. Una huelga policial de cuatro días (15, 16, 17 y 18 de mayo), se encargó de revelar que dicho gobierno no había sido ni tan poderoso ni imbatible como venía pareciéndolo a lo largo de casi dos años. Viernes 15 de mayo En las primeras horas del Viernes 15 de mayo de 1987, los medios de comunicación informaban de un motín de la Guardia Civil -rebelión, revuelta contra

las elecciones de 1980 toda la derecha y todas las tendencias de la izquierda peruana hicieron campaña en contra de Armando Villanueva y a favor de Belaunde Terry a quien consideraban el «mal menor». Pues fue ese señor quien ganó las elecciones y volvió a instalarse en el poder doce años después de su derrocamiento. 7 Si bien todas las tendencias al interior de IU se habían comprometido abiertamente a impulsar el Paro Nacional de Trabajadores y también habían simpatizado de diverso modo con la huelga policial, nada de eso significaba que necesariamente ellas tuvieran que ser las vencedoras y beneficiarias políticas. Ciertamente, en lo inmediato fue percibido así no sólo por Alan García y el gobierno aprista sino también por parte de la propia IU o de muchos de sus dirigentes. Desde luego, era obvio que políticamente los principales derrotados eran el APRA y el gobierno aprista. El APRA había sido desplazado en esas precisas circunstancias de cualquier lugar hegemónico en la dirección política de masas en el país. El gobierno aprista había sufrido una primera derrota política y comenzaba a perder credibilidad y legitimidad. De allí para adelante, sería bastante difícil recuperar protagonismo y hegemonía. Aún más difícil y complicado, cuando como partido y como gobierno había que continuar ofreciendo resistencia a la creciente ofensiva de Sendero Luminoso. Al decidir la estatización de la banca, anunciándola en su discurso del 28 de julio, es probable que el presidente Alan García quiso dar un golpe de mano que pudiera modificar la situación. Las cosas no se modificaron como lo pretendía sino, más bien, se complicaron mucho más y se agravaron. Acerca de la coyuntura nacional previa al discurso presidencial, se puede ver Quehacer N.º 47, de junio-julio del 87, su sección Dos Años de Gobierno con artículos de Marcial Rubio, Henry Pease, Javier Iguíñez, Francisco Durand, Hugo Neira y Raúl González.

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la autoridad establecida-, hecho que estaba ocurriendo en Lima como en algunas provincias del país. La noticia fue conocida muy temprano por el presidente Alan García, cuando se encontraba en el Grupo Aéreo N.º 8 del Aeropuerto Internacional, listo para viajar al Uruguay donde debía participar como orador central en la ceremonia de clausura de una Asamblea Internacional de la Prensa. La inesperada noticia obligó al jefe del Estado a retornar a Palacio de Gobierno. Luego de tomar una serie de disposiciones, entre ellas entregar el control de la situación en Lima y Callao al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el presidente García pudo volver al aeropuerto y salir hacia Montevideo, capital del Uruguay. La partida fue recién a las 1:30 pm. Instantes antes dio declaraciones a la prensa expresando su condena al motín. Como encargado de la presidencia de la república quedaba el primer vicepresidente y Senador de la República Dr. Luís Alberto Sánchez. Además, quedaban en la plenitud del ejercicio de su poder político la mayoría parlamentaria del APRA y el gabinete ministerial. El motín de la Guardia Civil (GC) se inició parcialmente, es decir, acatado sólo por una parte del personal subalterno de la policía y en esa situación se mantuvo durante la mayor parte del día. Más de un centenar de efectivos de la 42 Comandancia de la avenida Alfonso Ugarte (El Cercado) y de la 66 Comandancia de la Plaza Italia (Barrios Altos), se negaron a cumplir su servicio. Demandaban mejoras salariales y de condiciones de trabajo. Durante las primeras horas del día, la labor policial en las demás comandancias y comisarías de Lima fue casi normal. Luego, sus efectivos fueron desapareciendo paulatinamente y sumándose al motín. Refiriéndose a estos hechos, el diario Expreso hablaba en su portada del día siguiente de una «semihuelga policial». En el resto del país, la rebelión no llegó a generalizarse. La acataron en contados lugares, fragmentariamente y mediante modalidades diversas (acuartelamiento, paro de brazos caídos, etc.). Así fue, por ejemplo, en Cusco, Tarapoto, Chiclayo, Piura, Tumbes, Chimbote y Huancayo. Durante aquel primer día, a diferencia de lo ocurrido en febrero de 1975, Lima metropolitana y el Callao no quedaron desguarnecidos de protección policial. Desde tempranas horas, en diferentes puntos era posible observar la presencia de efectivos de otras unidades policiales, especialmente de la Policía de Investigaciones del Perú (Vale la pena recordar que por entonces se hallaba en marcha un proceso de reorganización de las instituciones policiales pero aún se encontraban separadas entre sí y con sus propios comandos las tres unidades policiales: Guardia Civil, Guardia Republicana del Perú y la Policía de Investigaciones del Perú). Al mismo tiempo, las tanquetas del ejército se habían apostado en lugares claves y estratégicos de la gran Lima. Los locales de las Comandancias 42 y 66 de la GC fueron cercados. No había, pues, riesgos de saqueos e incendios en la capital como los ocurridos 12 años antes. En el transcurso de ese primer día, se realizaron una o dos marchas de numerosos efectivos de la GC por el centro histórico de Lima, hacia Palacio de Gobierno o hacia el Congreso de la República (Plaza Bolívar, entonces aún no enrejada) y mítines en varias de las comandancias. Durante las acciones de ese primer día, entre varios dirigentes de la policía, destacaron dos de ellos: el cabo GC Juan Cueva y el Sargento Celso Pastrana. Estos mismos fueron los principales 144

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expositores en una conferencia de prensa, ante periodistas de la prensa nacional y extranjera, que se llevó a cabo hacia las 14 horas en la 22 Comandancia de la Avenida Abancay (cerca del Congreso). A su vez, allí se encontraban concentrados unos 500 policías. También, estaban presentes parlamentarios de IU como integrantes de la oposición democrática y algunos otros de derecha que buscaban pescar a río revuelto. Por su parte, Alan García llegó a Montevideo 4 ó 5 horas más tarde de lo programado y donde fue recibido por su colega uruguayo Julio María Sanguinetti. Pronunció un vibrante discurso en la ceremonia de clausura de la XXXVI Asamblea Anual del Instituto Internacional de la Prensa. Fueron dos los principales problemas que abordó en términos críticos: la violencia senderista en el Perú y la creciente deuda externa. La revista Caretas del 18 de mayo, al dar cuenta de dicha ceremonia, decía que García pronunció un discurso «ante 450 editores, directores, periodistas y grandes personalidades del mundo entero, algo que por primera vez ocurre en América Latina». En la madrugada del siguiente día, el presidente retornaría a la capital peruana. Así lo hizo. Mientras tanto, en Lima se mantenía el desconcierto. El gobierno se negó a todo diálogo directo con los representantes de los policías huelguistas. El Ministro del Interior, Ing, Abel Salinas, dio a conocer públicamente su posición de «no dialogar con insubordinados» y de «hacer respetar el principio de autoridad». Parlamentarios de la oposición, aunque de diferentes orientaciones políticas, que asistieron presurosos a los lugares en los que se producían los acontecimientos de rebelión, constituyeron una o dos comisiones mediadoras. Una de ellas, conformada por parlamentarios charlatanes y exhibicionistas de la derecha conservadora (Francisco Diez Canseco, Fernando Olivera, Aureo Zegarra, etc.). No se sabe qué hacía entre ellos el senador y dirigente del PUM Javier Diez Canseco. La otra, la integraban parlamentarios de la izquierda (Rolando Ames, Manuel Piqueras, Luna Vargas, etc.). Ninguna de esas comisiones fue recibida por el gobierno, ni por el Ministro del Interior ni por el primer vicepresidente Dr. Luis Alberto Sánchez, encargado de la presidencia de la república. De otra parte, una Comisión de madres y esposas de policías acudió a la casa del cardenal Juan Landázuri Rickets a solicitar su intermediación para garantizar la seguridad de la vida de los policías huelguistas. Landázuri los recibió y mantuvo comunicación telefónica con el Dr. Sánchez. Al anochecer, aumentaba el patrullaje militar en la ciudad de Lima y el control militar en áreas e instituciones del Estado consideradas de vital importancia. Dos tanquetas de guerra artilladas se ubicaron frente a la 42 Comandancia (Av. Alfonso Ugarte). En el Callao, fuerzas de la Marina de Guerra mantenían el pleno control de la situación. Sábado 16 de mayo Al siguiente día, Sábado 16 de Mayo, el diario Expreso sugería que el conflicto terminaría ese mismo día: «semi-huelga policial está bajo control». Al mismo tiempo, informaba que habría cierra puertas en el centro de la ciudad (que ya había comenzado el día anterior) y que, de todos modos, el gobierno agotaría las medidas disuasivas. En el transcurso del día, tuvieron lugar sucesos como los siguientes: policías huelguistas se apoderaron del local de la 29 Comandancia de la GC de 145

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Radiopatrulla en el distrito de La Victoria, se difundía la información acerca del paro policial «total» en Cusco y del control de la situación por parte de las FF.AA., concentración de policías entre las avenidas Alfonso Ugarte y Uruguay, comienzos de una primera marcha y conato de enfrentamiento con grupos de militantes apristas que custodiaban la «Casa del Pueblo», marchas de los policías hacia la Plaza San Martín, marchas en la Av. Abancay y en el Rímac. En medio de esa situación, el presidente Alan García designó una comisión mediadora integrada por el presidente interino del Senado Ing. Guillermo Larco Cox, el ministro del Interior Ing. Abel Salinas y el diputado Walter Cuestas para iniciar y dar curso a las negociaciones. El control de la situación en el Callao continuaba bajo responsabilidad de fuerzas de la Marina de Guerra y en Lima metropolitana de las del Ejército. En horas de la tarde de ese segundo día, entre las 4:40 pm y las 6:40 pm., finalmente el presidente Alan García recibía en Palacio a una comisión de la Guardia Civil integrada por el sargento Víctor Bruce Serpa, el cabo Juan Cueva Vargas y el sargento en retiro Jorge Caro Valera. Esta comisión de los huelguistas, entregó al presidente un Pliego de Reclamos de 20 puntos («Plataforma reivindicativa del personal subalterno de las FF.PP.»). En las afueras de la sede gubernamental, centenares de policías vestidos de civil se movilizaban gritando consignas. El extenso texto de aquella plataforma comenzaba con severas críticas y acusaciones al Ministro del Interior Ing. Abel Salinas y a su Viceministro señor Agustín Mantilla. Los planteamientos reivindicativos eran de carácter salarial, institucional y político (Ver texto completo en Anexo 1). Las negociaciones con la delegación del personal policial en huelga, fueron derivadas por el gobierno al secretario general del APRA diputado Luis Negreiros Criado. Este y dos diputados más y los delegados de los huelguistas estuvieron reunidos horas enteras durante la noche y en la madrugada del Domingo 17 (02. 40 hrs.) fue suscrita un acta de compromiso por los delegados policiales (10 delegados de los subalternos, por invitación de las partes un Comandante y un Mayor y cuatro señoras de policías como representantes de las esposas del personal subalterno) y, además, por el Secretario General y dos miembros de la célula parlamentaria del partido aprista. Los parlamentarios del APRA se comprometían a realizar una serie de gestiones para que pudieran ser atendidas las reivindicaciones policiales. Suscribieron un acta, algunos de cuyos párrafos fueron: «PRIMERO: Los representantes de la CPA, se comprometen a gestionar ante el Ministerio de Economía y Finanzas, la efectividad de la Homologación a partir del presente mes, en base al dispositivo invocado por las partes de octubre del año 86. La misma Homologación que se conviene conforme a la disponibilidad fiscal y en partes; la primera parte con retroactividad a enero del 87. SEGUNDO: Los Sres. Representantes se comprometen a solicitar el debate de los Proyectos de Ley sobre la situación profesional, condiciones de trabajo y otros puntos que han sido objeto de las tratativas del personal de las FF. PP., tanto de los que actualmente existen o los que pudieron ser presentados por iniciativa del Ejecutivo.

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TERCERO: Los representantes de la CPA se comprometen a continuar el diálogo sobre los puntos que son materia de la presente acta, asimismo recomendar que no haya procesos por estos motivos contra el personal policial en actividad, retiro y familiares en la Institución. CUARTO: El personal policial consciente del rol esencial que cumple al servicio de la sociedad deponen en la fecha de suscripción de la pte. acta todas las medidas de fuerza. QUINTO: Las firmas de la presente acta son como prueba de confianza en el señor Presidente Constitucional de la República y en el Gobierno» (Ver texto completo en el Anexo 2).

Horas más tarde, la citada acta no fue reconocida por los policías en huelga. En referencia a este hecho, en la página política de El Comercio del siguiente día se decía que los policías huelguistas no estaban de acuerdo con el contenido del documento, pues lo consideraban «gaseoso y que no ofrece ninguna seguridad de ser cumplido por las autoridades». Según el mismo diario, los cientos de efectivos de las tres instituciones policiales decidieron seguir acuartelados hasta que se firme una Resolución Suprema que garantice el cumplimiento de los ofrecimientos y esta a la vez se publique en el diario oficial El Peruano. Manifestaron que existían malos precedentes, pues el año 1983 en el gobierno derechista de AP-PPC del presidente Belaunde Terry, se les prometió una serie de mejoras económicas y de bienestar social, así como vivienda, que a la postre no fueron cumplidas. Domingo 17 de mayo Al amanecer del domingo 17 de mayo, el diario La República decía: «48 horas después, más policías se pliegan a la huelga … Continúa tenso diálogo … Fuerza Armada resguarda orden público». Al mismo tiempo, el Comité Directivo de la Izquierda Unida mediante un extenso comunicado exhortaba a evitar un baño de sangre y «que no se haga uso de las armas para enfrentar esta situación». El Comité Directivo de la IU terminaba su comunicado, manifestando: «… invocamos: a) A que el gobierno formalice la aceptación del acta suscrita por el secretario general de su partido, a fin de evitar todo margen de desconfianza y asegurar la continuidad clara del proceso de diálogo ya iniciado. Ello implicará institucionalizarlo y concretar medidas de atención a los reales problemas de condiciones de vida y trabajo de los policías. b) Al personal policial a no persistir en las condiciones actuales en un comportamiento que llevaría a un baño de sangre, que justamente por la justicia de su causa hemos tratado de evitar. Comprometemos todo el apoyo de Izquierda Unida y de las fuerzas sociales populares en las que ella se sustenta para un tratamiento justo y democrático de la causa policial, que se base en el respeto a la vida y a la dignidad de su personal subalterno. c) A todas las instituciones del país, a todas las fuerzas políticas, a la conciencia civilizada de todos los peruanos los llamamos a levantar la exigencia fundamental de que no se recurra a la fuerza militar, que no se haga uso de las armas para enfrentar esta situación. Finalmente debemos rechazar todo intento

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de mezclar el problema policial con el paro obrero y popular convocado legítimamente por las organizaciones representativas de los trabajadores» (La República, 18 de mayo. (Ver el texto completo en el Anexo 3).

En el transcurso de aquel domingo, tercer día de huelga, desde las primeras horas de la mañana los efectivos policiales se mantuvieron bastante activos y movilizados, mucho más que en los dos días anteriores. Por un lado, una parte ellos se encontraba acuartelado en la 42 Comandancia de la Av. Alfonso Ugarte; por otro, diversos segmentos policiales que se encontraban movilizándose por las calles tomaron más de una docena de ómnibus de transporte público para desplazarse justamente hacia aquella comandancia. De otra parte, entre las 10:00 am. y las 12:30 m. de aquel domingo, tuvo lugar una concentración partidaria de apristas en la Plaza de Armas en respaldo al Jefe de Estado presidente Alan García. La citación fue acatada a pesar de una contraorden impartida por el comité Ejecutivo Nacional del APRA que en las últimas horas del sábado había anulado la convocatoria a una manifestación pública en el mismo escenario. Entre los dirigentes apristas allí presentes, se encontraban quienes entonces eran parlamentarios, autoridades y altos funcionarios: los diputados Alfonso Ramos Alva, Hilda Urízar, Rómulo León Alegría, Bertha González Posada, Orison Pardo, Jofre Fernández, Wilbert Bendezú y Carlos Rivas Dávila; los senadores Ramiro Prialé, Humberto Carranza Piedra y Juana Castro; el alcalde Jorge del Castillo, el Ministro del Interior Abel Salinas, el Viceministro del Interior Agustín Mantilla Campos, el Ministro de la Presidencia Nicanor Mujica, el Ministro de Vivienda Luis Bedoya Vélez y el Jefe del Instituto Nacional de Planificación Javier Tantaleán Arbulú. El orador principal en aquella concentración, ante la que se hizo presente el Jefe del Estado, fue el alcalde Jorge del Castillo. Al culminar esta manifestación, una buena parte de la militancia aprista se dirigió a su local partidario de la Av. Alfonso Ugarte y allí se mantuvo concentrada durante la tarde. Mientras tanto, todas las calles adyacentes y toda la manzana en la que se ubica Palacio de Gobierno permanecían con vigilancia de efectivos del Ejército, la misma que en horas de la tarde y por la noche se extendió en todas las direcciones hasta las avenidas Abancay, Emancipación y Tacna con soldados en todas las esquinas del área (El Comercio, 18 de mayo de 1987). De manera casi simultánea a aquella manifestación aprista, más precisamente a partir de las 11:00 am., se realizaba una marcha de los policías por diferentes calles de Lima. Uno de los puntos de partida de esa marcha habría sido la 42 Comandancia (Av. Alfonso Ugarte – Av. Bolivia), con dirección al centro histórico; luego, esta marcha pasó bordeando la Plaza de Armas que se encontraba fuertemente custodiada por efectivos del Ejército, para continuar hasta la Avenida Abancay e ingresar a la 22 Comandancia. Hacia la 1:30 pm., hizo su ingreso al centro de Lima un bus que procedía de Chosica y que trasladaba efectivos de la Fuerza de Unidad de Seguridad Eléctrica (FUSE) encargada del resguardo de las torres de alta tensión de la zona de Lima. Al mismo tiempo, circulaban rumores de que miembros de la Guardia Republicana del Perú (GRP) se plegaban a la huelga. Ante estos hechos altamente preocupantes, 148

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la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República dio a conocer un pronunciamiento oficial en el que se decía: «los amotinados han obligado a retirar la custodia de puntos neurálgicos de la ciudad como la Central Termoeléctrica de Santa Rosa, las oficinas de la Empresa de Electrolima en diversos puntos de la ciudad y el reservorio de La Atarjea que da agua a toda la ciudad». Hacia las 3:30 pm. el senador de izquierda Javier Diez Canseco llegó a la 42 Comandancia (Av. Alfonso Ugarte-Av. Bolivia) en momento de crisis e incertidumbre en las que se debatía la Comisión de los huelguistas, debido a diferencias frente al Acta. Con su intervención, el senador ayudó a la recomposición de la unidad de mando. Luego, se solicitaron nuevas entrevistas con el Ministro del Interior. Poco más tarde, el presidente Alan García se reunía con jefes policiales. Luego, lo hizo con los miembros del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Ministros de Estado y la Célula Parlamentaria Aprista. Ante la prolongación de la huelga, la resistencia policial para aceptar el acta y el agravamiento de la situación, en horas de la noche de este Domingo 17, el propio gobierno, a través de la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República, hizo público un comunicado que fue difundido por radio y televisión. En dicho comunicado oficial ante el país, se denunciaba el papel entorpecedor de «infiltrados» y «policías enardecidos» en el curso de la huelga, el hostigamiento a Comisarías, la coincidencia de estos hechos con el 7mo. aniversario de las acciones senderistas de Chuschi (Ayacucho), el implícito apoyo a la convocatoria del Paro Nacional de Trabajadores, etc.; al mismo tiempo, se invocaba a las FF. PP. para que se reintegren a su servicio y se les daba un plazo prudencial para hacerlo. Los párrafos últimos de aquel comunicado decían: «6.- El gobierno que ha mantenido la mayor flexibilidad y prudencia para evitar hechos dolorosos tiene sin embargo como función esencial garantizar la seguridad, la tranquilidad y la autoridad del sistema democrático. Por consiguiente hace una invocación a los miembros de las fuerzas policiales en primer lugar para que desocupen los cuarteles que hayan tomado posesión, segundo, para que se abstengan de hostilizar a los miembros de las Fuerzas Policiales que cumplen su función, y tercero, para que se reintegren a su servicio. 7.- Habiéndose suscrito el acta a las 4 de la madrugada del día de hoy el gobierno esperará un tiempo prudencial para que sea conocida por los integrantes de las Fuerzas Policiales, a partir de las 00 horas del día de mañana todo miembro de las Fuerzas Policiales que no se reintegre a sus servicios y función obedeciendo plenamente la jerarquía institucional y las leyes dejará de pertenecer a las Fuerzas Policiales y será sometido al juicio penal correspondiente. A partir de las 00 horas del día de mañana las Fuerzas Armadas asumirán por completo el cuidado del orden público y tomarán para garantizarlo todas las medidas necesarias para poner fin al amotinamiento que en los últimos tres días conmueve al país, pudiendo para ello desalojar los cuarteles policiales, si es necesario emplear la fuerza que estime conveniente. 8.-El gobierno demanda de la ciudadanía conciencia y colaboración para mantener firmemente la autoridad democrática ante estos hechos evidentemente concertados con el propósito de facilitar la acción subversiva del terrorismo. El

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gobierno que ha llevado su prudencia hasta el extremo y la sociedad que ha sido consciente de ello lamentará cualquier hecho de sangre que será de exclusiva responsabilidad de quienes mantengan su condición de amotinados o de los elementos extraños infiltrados en las Fuerzas Policiales» (La Voz y El Comercio. Ver texto completo en el Anexo 4).

Más allá de aquel comunicado gubernamental difundido desde las 7:30 pm. del Domingo 17 y a pesar del ultimátum allí contenido, la huelga policial proseguía al amanecer el Lunes 18 de mayo. Ya era el cuarto día de huelga. Además, era la víspera misma del ya reiteradamente anunciado Paro Nacional de Trabajadores. En el transcurso de la noche se había intensificado la movilización de patrullas de las Fuerzas Armadas tanto en Lima metropolitana como en algunas provincias en las que se habían acrecentado las tensiones. Lunes 18 de mayo Al amanecer el Lunes 18 de mayo, se contaba con la información de que el personal subalterno de la GC aún no se reincorporaba a sus labores. Vanamente se había especulado que lo harían desde las cero horas o en el curso de la madrugada. No fue tomado en cuenta el «plazo prudencial» dado por el gobierno. Más bien, los policías continuaban manteniendo su actitud de fuerza, a la espera de que el gobierno llegara a aceptar las exigencias precisas formuladas por ellos después de conocido el texto del acta suscrita por sus delegados y los miembros de la célula parlamentaria aprista. Las bases de la GC, congregadas en la 42 Comandancia (no todos los guardias estaban acuartelados en ese local), exigían, entre otras cosas, que el gobierno publicara en El Peruano el aumento de la homologación y que, también, dicha acta fuera firmada por el Ministro del Interior ingeniero Abel Salinas. Habían informaciones contradictorias en las primeras horas de la mañana. Algunas emisoras radiales informaban que decenas de policías hacían abandono de los locales donde se habían acuartelado y que, al parecer, se había decidido el levantamiento de la huelga. Dicha información daba la sensación de que el motín empezaba a desinflarse y que, en consecuencia, ya estaría surtiendo efectos el ultimátum dado a conocer por el gobierno. Sin embargo, se lanzaban al aire otras versiones en el sentido de que no se veían policías prestando servicios en algún punto de la ciudad de Lima y esto era lo más próximo a la realidad. Sólo muy pocos miembros de la Policía Femenina aparecieron apostados en algunas esquinas de intenso tráfico pero, al poco rato, se esfumaron. Ciertamente, no todos los guardias civiles de las bases de la capital estaban acuartelados en las comandancias de la avenida Alfonso Ugarte, Plaza Italia y Radio Patrulla. Permanecer masivamente en dichos locales habría sido tremendamente riesgoso luego de lanzado el ultimátum del gobierno. Tampoco todos se movilizaban a la Plaza del Congreso o a la Plaza de Armas. Parte significativa del personal se encontraba en sus respectivas comisarías distritales pero sin prestar servicio alguno a nadie. Entre ellos, algunos vestidos de civil, caminaban por las cercanías. Evidentemente, la huelga aún no se había levantado.

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Momentos de fuertes tensiones y agitación ocurrieron cuando los policías acuartelados en la 42 Comandancia de la Av. Alfonso Ugarte capturaron numerosos ómnibus de la Empresa Nacional de Trasporte Público Urbano del Perú ENATRUPerú desalojando a sus pasajeros, para luego usarlos para trasladar a sus compañeros a la Plaza del Congreso o para recorrer Comisarías y reanudar coordinaciones. La situación de tensión y conflicto parecía agravarse entre las 10:00 am. y 11:00 am. de aquel lunes 18. Habían riesgos de enfrentamiento entre guardias civiles y soldados del ejército. Esto, en diferentes lugares de Lima. En las inmediaciones de la Comandancia de Radio Patrulla, en la Av. 28 de Julio del distrito de La Victoria, fue herido de bala un guardia civil que participaba en una manifestación y pretendía impedir que compañeros suyos salieran en un carro patrullero. Al parecer, el disparo salió del arma de un soldado del ejército. El herido fue trasladado de emergencia a un hospital cercano. Igualmente, en las inmediaciones de la 42 Comandancia de la GC, en la Av. Alfonso Ugarte, ocurrieron algunos forcejeos entre miembros de la GC y soldados del Ejército. Los propios guardias civiles lograron impedir que compañeros suyos se apoderaran de una tanqueta queriendo trasladarse en ella supuestamente a prestar servicios; luego, la tanqueta fue dejada libre y recuperada por los soldados. Algo más tarde, al promediar las 12:30 del día, se escuchó una balacera en la Av. Abancay y la Plaza del Congreso (Plaza Bolívar). En esos momentos, procedente de la 42 Comandancia, avanzaba por dicha Avenida, con dirección a la Plaza del Congreso, una nutrida marcha de miembros de la Guardia Civil, presionando para que fueran atendidas sus reinvindicaciones (Se decía que habían en dicha marcha por lo menos dos mil miembros de la GC, GRP y PIP). Al mismo tiempo, soldados del Ejército acantonados en la Plaza trataban de impedir el ingreso de los manifestantes y hacían disparos al aire que se escuchaban a varias cuadras a la redonda. Entre tanto, había bastante gente que se congregaba en las inmediaciones. No eran simples curiosos sino gentes interesadas en conocer y entender los acontecimientos. Poco después, se imponía una relativa calma. En esas circunstancias, fue sorpresiva y destacada la intervención del senador y primer vicepresidente del Senado ingeniero Guillermo Larco Cox, quien en compañía de unos pocos parlamentarios cruzó la Plaza Bolívar logrando apaciguar los ánimos. Ejercía la presidencia interinamente en ausencia de su titular senador Armando Villanueva del Campo. Larco Cox permitió que delegados de la GC ingresaran al local del Congreso. Se trataba de reiniciar las conversaciones. El Guardia Civil Juan Cueva aparecía nuevamente como uno de los líderes más visibles del movimiento. Por otra parte, durante ese día lunes 18, se produjo una de las mayores congestiones de tránsito en los alrededores del viejo centro de Lima. Soldados del Ejército mantenían férreamente cercada toda esa zona central desde el primer día del motín o huelga de la policía, pero el control fue haciéndose cada vez más exigente conforme se prolongaba el conflicto. No se permitía el tránsito vehicular en los espacios comprendidos entre las avenidas Tacna y Abancay y entre la Av. Emancipación y el distrito del Rímac. Los peatones podían hacer su ingreso a los espacios del centro, previa revisión de sus documentos. Mientras tanto, el congestionamiento vehicular en las zonas periféricas al centro fue realmente espectacular, haciéndose mucho más aguda a medio día. Lo más complicado era el 151

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tránsito entre Lima y zonas populosas como Canto Grande y San Juan de Lurigancho. En cambio, no ocurrieron esos problemas en distritos como Breña, Pueblo Libre, Jesús María, Lince, Magdalena, Miraflores, etc.; tampoco en las vías hacia los conos Norte y Sur. Otro hecho notorio durante el cuarto día del conflicto, fue la extensión del movimiento policial, debido a la participación activa de la GRP y la PIP al plegarse a la huelga de la Guardia Civil. Como ya se ha dicho, inicialmente no se plegaron a la huelga y sólo se hicieron presentes mediante delegaciones que expresaron su solidaridad con el movimiento. Los problemas salariales de la GRP y la PIP eran similares a los de la GC. Las cautelas y resistencias de los tres primeros días, quedaron a un lado el último día. Hacia el medio día, se conoció en Lima que miembros de las tres fuerzas policiales se encontraban amotinados también en Arequipa. Este hecho se agregaba a los de Huancayo y Cusco que habían entrado en acción desde el primer día. Debemos recordar que las FF. PP. en su conjunto, a nivel nacional, superaban largamente los cien mil miembros. Entre las 1:00 pm. y 6:00 pm., se reunieron en Palacio de Gobierno representantes del clero y delegados de la GC con los tres parlamentarios apristas ya mencionados anteriormente. Los miembros del clero eran los obispos Augusto Beuzeville, José Dammert Bellido y Hugo Garaycoa. La delegación de la GC estaba integrada por los mismos que suscribieron el acta. Poco antes de este encuentro, cuando el presidente García se encontraba reunido con miembros de la célula parlamentaria aprista y el Gabinete Ministerial, se escucharon en las cercanías disparos de metralleta. Era la reacción de soldados del ejército frente a grupos sucesivos de guardias civiles que llegaban a la Plaza de Armas expresando apoyo a sus delegados. Los disparos sólo habían sido al aire. A las 1:47 pm. o algo más tarde, uno de los representantes del clero, Mons. Dammert Bellido, declaraba ante los periodistas que el presidente García había ratificado su voluntad de hacer cumplir el acta que sus compañeros de la Cédula Parlamentaria Aprista (CPA) habían suscrito el día anterior. Entre 4:30 pm y 6:00 pm., fueron difundidos dos comunicados. A las 4:30 pm. un comunicado de la Dirección de las FF. PP. (dependiente del Ministerio del Interior), llamando al personal de las FF. PP. a presentarse en el término de la distancia en sus respectivas unidades y sub-unidades. Luego, otro comunicado de la Comisión de la CPA manifestando que en la reunión con representantes del clero y la delegación de la GC se habían ratificado los términos del acta. De esa manera, la Comisión Negreiros anunciaba su deseo de que la huelga policial pudiera ser levantada a las 5:00 pm. Precisamente, en esos mismos instantes, contingentes de la GC se reunían en el local de la Cooperativa de la Guardia Civil en la Av. Abancay, donde informaban de lo ocurrido en la reunión de Palacio de Gobierno. Finalmente, a las 6:00 pm. fue levantada por sus propios protagonistas la prolongada huelga policial. La Comisión de Diálogo del Personal Subalterno de las FF.PP. emitió un comunicado informando de los acuerdos. Asimismo, se informó que el gobierno

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había ofrecido la solución de puntos concretos de carácter salarial y mejoras de condiciones de trabajo.8 Al día siguiente, de todas maneras se llevaría a cabo el Paro Nacional de Trabajadores. El gobierno no pudo evitarlo. III. Paro Nacional de Trabajadores del 19 de mayo El gobierno del presidente Alan García había quedado seriamente golpeado políticamente por la inesperada huelga policial. Debido a este hecho, también había quedado mellada la inmensa autoridad política que aún parecía conservar desde su instalación en el poder en julio de 1985. Ni siquiera la matanza de los penales, de junio de 1986, había desencadenado movilizaciones antigubernamentales o antiapristas más o menos notorias. Aparentemente, el gobierno aprista se mantenía incólume aunque, pensándolo con algún detenimiento, quizás ya a partir de aquellos trágicos sucesos, habría comenzado una silenciosa e imperceptible erosión de su prestigio y aureola. Durante los días de la huelga policial, la única movilización popular en respaldo del gobierno fue aquella de la Plaza de Armas y cuyos integrantes eran casi exclusivamente apristas. En medio de esa tensa y compleja situación, los sucesos de la huelga policial inauguraron abiertamente la desobediencia al poder del gobierno aprista y, al mismo tiempo, prologaron el Paro Nacional del 19 de mayo. Al término de dicha huelga policial, seguramente el presidente García y su gobierno vivían una sensación de impotencia. Tanto era así, que tuvieron que mantener en las calles fuertes contingentes de las FF. AA. En esas condiciones de virtual aislamiento y arrinconamiento político, tuvieron que hacer frente en términos casi pasivos a aquel Paro Nacional de Trabajadores. Desde que se tomó el acuerdo de Paro Nacional, tres meses antes (Asamblea de Delegados de la CGTP, febrero de 1987), fueron llevándose a cabo las indispensables coordinaciones con otras diversas organizaciones sindicales del país (CNT, CTRPLima, CITE, Petroleros, CCP, CNA, FEP, Frentes de Defensa, etc.) y, también,

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Los acuerdos a los que se había llegado, se referían al levantamiento de la huelga y al restablecimiento del servicio policial, a las garantías ofrecidas por el gobierno y a la continuación de las negociaciones. De otra parte, se informaba que el gobierno había prometido la atención de puntos concretos: 1) No existirían represalias contra los dirigentes de la huelga policial; 2) La homologación se realizaría en tres partes, ascendiendo el sueldo mínimo de I/. 600.000 a I/. 1.500 intis; 3) Anulación del memorando que impedía el trámite de resolución de los solicitantes de pase al retiro; 4) Incremento de las bonificaciones familiares, servicio de calle y riesgo de vida; 5) Entrega a los miembros de las FF.PP. de la canasta de Pan, sistema de venta a crédito de comestibles; 6) Participación del personal subalterno en la asociación de viviendas de las FF.PP. Se habrían dispuesto 1.000 lotes para ser entregados en forma inmediata. Para mayores detalles, se puede consultar el Boletín El PUM informa: Huelga Policial-Paro Nacional, Crisis de Gobierno. Edición extraordinaria de El Mariateguista. Lima, junio de 1987. Más información e ilustraciones sobre dicha huelga, se puede encontrar en Caretas del 18 de mayo del mismo año, bajo el título «El fantasma del 5 de febrero … entretelones de la crisis policial en vísperas del aniversario de Sendero y del paro general». También, en la misma revista del 25 de mayo, «La semana que casi arde Troya … El Motín Policial».

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elaborándose la respectiva plataforma de lucha. En los últimos días del mes de abril fue publicada en extenso dicha plataforma en las páginas de CGTP, órgano informativo de la Confederación General de Trabajadores del Perú, y cuyos puntos centrales eran los siguientes: 1.2.3.-

4.5.-

6.-

7.8.-

Plena vigencia de las Libertades y Derechos Democráticos. Cese inmediato del Estado de Emergencia y del Toque de Queda. Contra el alza del costo de vida. Aumento General de Sueldos y Salarios. No al pacto con los grandes monopolios. Por una reactivación económica sustentada en los trabajadores y basada en un incremento de la inversión estatal, en las empresas asociativas, en las comunidades campesinas y en las pequeñas y medianas empresas. Defensa de nuestros recursos naturales. No al pago de la deuda externa. Formación inmediata de las Regiones, en forma democrática con amplia y real participación de las organizaciones de base. Transferencia de recursos económicos para una efectiva descentralización. Cambio de la política laboral del gobierno, que otorga todas las ventajas a los empresarios. Vigencia plena de la NEGOCIACION COLECTIVA. No a la intromisión de CONADE en los pliegos petitorios. No a los topes salariales que impone el Ministerio de Trabajo. Respecto irrestricto a la ESTABILIDAD LABORAL, modificación de la ley 24514 y derogatoria del D. S. 018-86-TR (PROEM). Cambio de la política alimentaria del gobierno, que beneficia a los oligopolios agroindustriales y se apoya en la sobre importación. Reactivación del agro priorizando la producción de alimentos y eliminando el comercio especulativo. Cambio de la política de vivienda del gobierno, que beneficia a los dueños de tierras urbanas, a la banca e inmobiliarias. Programas de vivienda popular y de apoyo a la autoconstrucción. Prioridad presupuestaria a la Educación y a la Salud, conforme manda la Constitución.

Esta plataforma de lucha se complementaba con una extensa presentación de las demandas del Movimiento Sindical y Popular. Inclusive, en lo referente a Soberanía Nacional se reclamaba, entre varias cuestiones, el «Rompimiento definitivo con el FMI y el Banco Mundial», «no a la privatización de las empresas públicas», «Estatización de la Banca», etc. Este fue sin duda uno de los documentos sindicales y políticos mejor elaborados y más importantes de la época. No era distinto el lenguaje de IU o de cualesquiera de sus integrantes incluidos los más radicales (Ver texto completo en el Anexo 5). También, en el editorial de aquel Boletín, además de recordar los 20 años de la nueva etapa de existencia de la CGTP, se cuestionaba la política oficial de reactivación económica, la política laboral, el autoritarismo del gobierno, la continuada represión al movimiento sindical y popular y el inicio de una nueva escalada represiva. Contra todo eso, se planteaba la necesidad impostergable del Paro Nacional Sindical y Popular (Ver texto completo en el Anexo 6). 154

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Y en ese mismo Boletín, el discurso de cuestionamiento y de reivindicaciones ante el poder se desarrolla y amplía en una entrevista a Valentín Pacho, Senador de la República y Secretario General de la CGTP. Algunas de sus declaraciones, ante preguntas de su interlocutor, fueron las siguientes: «- Compañero Valentín Pacho, ¿cuáles son las razones del Paro? - Ciertamente las razones son múltiples. Mientras la llamada reactivación económica está orientada a incrementar sustancialmente las utilidades de los empresarios, el régimen aprista hace oídos sordos a los principales derechos y reivindicaciones de los trabajadores. Tras eliminar la estabilidad laboral para los nuevos trabajadores mediante el Decreto Supremo 018 que crea el PROEM, se ha recortado también el derecho de los trabajadores a la negociación colectiva. El gobierno ha creado CONADE con el fin de imponer topes inaceptables a los sueldos y salarios en los pliegos de reclamos. La CGTP denuncia las principales autoridades del Ministerio de Trabajo, quienes «solucionan» los pliegos de reclamos por debajo de las ofertas que hacen los empresarios en trato directo. - ¿Existe diálogo con el gobierno? - Realmente no existe voluntad de diálogo por parte de las autoridades, quienes se muestran muy insensibles a las demandas de los trabajadores. Por su parte el Presidente de la República ya concertó con los empresarios en el CADE 86 con el propósito de orientar una política económica y laboral dirigida a reducir al mínimo los costos salariales y a debilitar las organizaciones sindicales. - ¿En el Parlamento el APRA recoge alguna iniciativa del movimiento sindical? - «…el legislativo en este momento hace su juego propio tratando de reforzar la posición verticalista y prepotente del actual régimen. Entonces aplica el «carpetazo»; para ellos no vale la opinión ni los planteamientos de la oposición, sino sus intereses en función del partido aprista, que son en la práctica los intereses de la derecha en nuestra patria … Por eso no va a causar ningún efecto el trabajo parlamentario si no va acompañado de acción de masas; creemos que para que el trabajo parlamentario sea positivo, no vale enfrascarse en discusiones bizantinas sino que tienen que ir acompañada de las acción de masas. - ¿Cómo avizora la CGTP la situación del movimiento sindical en función de lo que viene haciendo el gobierno? - Vemos que el futuro del movimiento sindical se torna realmente sombrío, diríamos negro, con este gobierno, porque no inspira garantía. Esa es la razón del porqué el movimiento sindical ha pasado a la ofensiva, a una actitud de mayor radicalización. Hemos llegado a la conclusión de que si no expresamos mediante la fuerza nuestras reclamaciones al gobierno, no seríamos escuchados ni atendidos; entonces no vemos otro camino si no es la acción de masas. - ¿Coordina la CGTP un paro político? - Es una respuesta popular que condena la política económica y laboral que viene aplicando el gobierno contra los sectores populares, contra los intereses del pueblo peruano, que condena la política entreguista a los intereses extranacionales como en el caso del petróleo y otros que la nación ya conoce. Es un cuestionamiento y una respuesta política con acción de masas. La CGTP y el movimiento sindical y popular responden planteando alternativas y emplazando al gobierno… es una condena y rechazo a la antipopular política del régimen». (Boletín CGTP, páginas centrales).

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Fueron similares las declaraciones de los dirigentes de otras organizaciones. De Ricardo Letts Colmenares, presidente de un Comando Unitario Nacional Agrario (CUNA), dirigente de izquierda (IU) y uno de los más radicalizados opositores del gobierno aprista y particularmente de Alan García; Omar Campos, Secretario General Colegiado de la Confederación Intersectorial de Trabajadores Estatales (CITE); Olmedo Auris, Secretario General del SUTEP; Jorge Díaz Alarcón, Secretario General de la aún prestigiosa Federación de Empleados Bancarios; Oscar Benavides, Secretario General de la Federación de Trabajadores Petroleros, etc. Días antes del paro, y desde antes de la huelga policial, se realizaron asambleas de coordinación en algunas zonas de Lima. Por ejemplo, en los Asentamientos Humanos de Huaycán, Horacio Zeballos, Monterrey, Carretera Central, San Martín de Porres, Villa El Salvador, etc. Fueron coordinaciones para garantizar la participación activa de aquellas densas poblaciones, a través de diversas formas de movilización, en apoyo del Paro Nacional. Algo similar ocurría en las zonas populosas de algunas de las principales ciudades del país: Piura, Trujillo, Chimbote, Ica, Arequipa, Cusco, Puno, Juliaca y otras. Ante los preparativos de esta naturaleza, la revista Caretas del 18 de mayo, en su sección «mar de fondo», daba por asegurada la realización de la faena programada y decía: «VEREMOS PARO. COMO EN LAS PELICULAS TODO ES COINCIDENCIA … Las cartas están echadas. Sólo queda esperar este martes en que finalmente el movimiento sindical organizado comunista se enfrente al gobierno aprista». También, se menciona de refilón a un dirigente como don Isidoro Gamarra, en un gesto de reconocimiento a su trayectoria de viejo sindicalista y «veterano» presidente de la CGTP. De parte de las organizaciones de la izquierda legal, integrantes de IU en su gran mayoría, fue profusa e intensa la labor de agitación para asegurar la realización y el éxito del Paro Nacional. Las diversas organizaciones partidarias se pronunciaban de manera independiente y autónoma y, al mismo tiempo, también lo hacía el Comité Directivo de la IU (Ver documentos respectivos en el Anexo 7 y en el Anexo 8). El paro en Lima y el Callao Al amanecer del Martes 19 de mayo, se observaba en calles y avenidas la ausencia de unidades de casi todas las líneas de ómnibus y microbuses que recorrían a diario entre los distritos céntricos de Lima y las zonas en ese entonces todavía algo alejadas y casi periféricas como las de la Carretera Central, Pueblos Jóvenes y urbanizaciones del Cono Sur y del Cono Norte y cuyas poblaciones ya eran bastante densas. Mientras diariamente, apenas terminaba a las 5 de la mañana el ya crónico toque de queda, comenzaban a circular en la caótica ciudad metropolitana numerosas unidades de microbuses de diversas líneas, repletos de pasajeros que se dirigían de la periferia hacia el viejo centro y otros puntos, ocurría todo lo contrario al amanecer del Martes 19 de mayo: en su inmensa mayoría, los microbuseros no salieron a trabajar. Incontables unidades de transporte público se encontraban estacionadas tanto en sus paraderos iniciales como en los terminales; otras tantas quedaron inmovilizadas en los domicilios de sus propietarios. Sólo muy contadas unidades de micros circularon pero replegadas prudentemente a los distritos clasemedieros como Breña, Pueblo Libre, Jesús María, 156

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Lince, Magdalena, Miraflores, San Borja, etc. Dentro de estos espacios no podían y no pudieron cumplir con su función cotidiana de transportar cantidades masivas de pasajeros. Recién en horas de la tarde fueron aumentando lentamente aquellas unidades en algunas calles y avenidas pero ya sin ningún problema importante que resolver. Igualmente, los entonces numerosos omnibuses de Propiedad Social no aparecieron en las vías que llevaban a los Pueblos Jóvenes y Asentamientos Humanos. De las unidades de transporte masivo sólo entraron en circulación, en número de 600, aquellas que pertenecían a ENATRU-PERÚ, por disposición expresa de las autoridades gubernamentales. Cada unidad se encontraba bajo severa vigilancia de por lo menos dos soldados del ejército fuertemente armados. Estuvieron circulando desde muy temprano logrando transportar especialmente a gente que se encontraba en los principales paraderos de la Carretera Central, del Cono Sur, del Cono Norte, etc. A pesar del esfuerzo desplegado, fueron insuficientes para cubrir el inmenso vacío creado por el paro. Bloqueo de las principales vías de acceso a Lima También, desde muy temprano incontables grupos de pobladores de Urbanizaciones Populares y Pueblos Jóvenes bloquearon las principales vías de acceso a la capital, llenando las pistas de piedras, troncos, llantas, etc.; en muchos puntos fueron prendidas pequeñas fogatas. Todo esto ocurría a pesar del intenso patrullaje de tropas del ejército. Estas tropas que se movilizaban en tanquetas y camiones eran, en realidad, las mismas que lo hacían durante las horas de toque de queda. En ese sentido, sólo estaban prolongando su tarea. En el Cono Sur fue bloqueada fundamentalmente la Avenida Pachacutec. Entre 5 y 7 de la mañana, brigadas de huelguistas o simples agitadores impedían la circulación de carros. Algunas unidades de microbuses se replegaban rápidamente para no sufrir pedradas, volcaduras o incendios que ya habían ocurrido en anteriores oportunidades en esa misma década de los 80. Sólo las unidades de ENATRU-PERÚ, defendidas desde dentro por un par de soldados bien armados, trataban de recorrer dicha avenida; sin embargo, fueron apedreadas y eso los obligó a desviarse a otras avenidas secundarias con el fin de poder llegar a Lima. La enorme cantidad de pobladores de Villa El Salvador, Villa María del Triunfo y San Juan de Miraflores, que diariamente se trasladaban a diversos puntos de Lima, dejaron de hacerlo ese día. Sólo algunos trabajadores de fábricas, empleados estatales y de empresas privadas, pudieron llegar a su destino inclusive con retraso pero logrando acogerse a las dos horas autorizadas y permitidas por el gobierno. A su vez, ENATRU no cobró el pasaje hasta las 10 de la mañana. La Carretera Central, fue bloqueada por los pobladores de Chosica, Ate y Vitarte y de la zona de El Agustino. La experiencia de bloqueo en esa carretera tenía antecedentes que se remontaban a junio de 1976. De allí para adelante, acciones de este tipo habían sido frecuentes y bastante exitosas, en tanto que habían logrado la paralización del transporte urbano y la interrupción del tráfico entre Lima y la región central del país (Junín, Huánuco, Cerro de Pasco, etc.). También, en diferentes

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tramos de la Carretera Central sólo circularon a duras penas algunas unidades de ENATRU-PERÚ. En el Cono Norte fue bloqueada en toda su longitud la Avenida Túpac Amaru, desde la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) hasta la altura del Hospital de Collique. El grueso de pobladores de la Urbanización de Ingeniería, de Comas, de Tahuantinsuyo, de Collique, etc., que se trasladaban diariamente a diversos puntos de Lima, ese día se abstuvieron de hacerlo. Sólo muy pocos trabajadores subieron a los omnibus de ENATRU. Igualmente, la Carretera Norte fue bloqueada en varios puntos; probablemente con mayor intensidad en el distrito de San Martín de Porras, en Las Palmeras y en Puente Piedra. También se sucedieron algunos bloqueos en la Avenida Perú, en la carretera a Ventanilla y en las Avenidas Argentina y Colonial, zonas en las que aún se encontraban en actividad cientos de centros fabriles. Paro de trabajadores fabriles de Lima y Callao Los principales y más numerosos centros fabriles de Lima estaban ubicados en la Panamericana Sur, en la Av. Tomás Marsano (Carretera a Atocongo), en la Carretera Central, en la Panamericana Norte. Otros centros fabriles de Lima y del Callao se encontraban en las avenidas Argentina y Colonial, en la Carretera a Ventanilla y en este mismo lugar. Algunas otras fábricas quedaban en la Avenida Venezuela. Como ya se ha indicado, fueron bloqueadas casi todas esas avenidas y carreteras o, en el menor de los casos, muy pocas unidades pudieron transportar personal a esos centros de trabajo. En cierto modo, se reiteraban formas de movilización de los paros nacionales de los 10 años previos. Ante todos estos hechos, una de las principales confrontaciones entre autoridades gubernamentales y los dirigentes de la CGTP, era sobre si habían paralizado o no sus actividades los centros fabriles de Lima y del Callao y, extensivamente, los demás centros de asalariados en el país. No eran banales los términos de la confrontación. La CGTP era básicamente la central sindical de los trabajadores asalariados estables, precisamente quienes hacían funcionar lo fundamental del aparato productivo del país de aquellos tiempos (Centros fabriles urbanos, centros mineros, centros petroleros, centros agroindustriales, etc.). Hacia mediados de los años 80, a pesar de haber transcurrido una década entera de quiebras y reducción de personal, la CGTP aún representaba entre el 20 y el 25 % de la mano de obra económicamente activa. El gobierno había desplegado amplia propaganda (hasta antes del paro policial) para evitar que dichos asalariados acataran la convocatoria de paro. Como siempre, las versiones del liderazgo sindical y las del gobierno eran contradictorias; desde luego, éstas últimas andaban lejos de la realidad. En verdad, una amplia mayoría de la población asalariada estable había acatado el paro. Las evidencias estaban a la vista en cada lugar del país. Pero el problema central no era precisamente eso. Era otro el problema. El gobierno trataba de amortiguar con inútiles artimañas el tremendo impacto político de ese paro. Y, al mismo tiempo, buscaba silenciar u ocultar la participación activa de diversos sectores populares. Ese era pues su problema, como lo es de cualquier otro gobierno prisionero del burocratismo y con ínfulas autoritarias. 158

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Paro de los trabajadores del Estado En Lima y el Callao, el Ministerio de Educación suspendió las clases en las escuelas y colegios para los días 18 y 19. La noticia fue difundida por radio y TV el domingo 17 en horas de la noche. En consecuencia, todos los locales escolares mantuvieron cerradas sus puertas desde las vísperas del paro y, seguramente, los directos beneficiados fueron los cientos de miles de alumnos y los padres de familia. Pero, por otro lado, de no haber sido tomada aquella medida, seguramente habría sido muy notoria la participación del SUTEP en aquel paro. Sino todos, parte significativa de sus miembros de base habrían hecho sentir mediante movilizaciones su acatamiento a la convocatoria de paro. Hubieran aparecido como los principales protagonistas de la interrupción y suspensión de las actividades escolares. Como es sabido, todos los niveles de la dirección el SUTEP estaban, como lo es hoy, básicamente en manos de gente de izquierda pero con hegemonía del partido maoísta Patria Roja. En esos años, la principal corriente que le disputada dicha hegemonía era Sendero Luminoso y lo hacía explícito con su participación activa desde dentro del movimiento magisterial especialmente en Asambleas y Congresos Regionales y Nacionales. Toda posible movilización del SUTEP, por lo menos en densos sectores populares de Lima y el Callao (Pueblos Jóvenes y Asentamientos Humanos), fue truncada de antemano. Precipitados los acontecimientos por la huelga policial y ante el riesgo de mayor agravamiento de los conflictos políticos, al suspender las clases el gobierno prefirió evitar cualquier manifestación sutepista que pudiera caldear los ánimos mucho más de lo que ya habían sido caldeados en las semanas previas. Ciertamente, esta decisión gubernamental no pudo impedir la intervención activa de los maestros de provincias en las diversas formas de movilización de sus pueblos. En los abrumadoramente poblados ministerios del Estado, el acatamiento del paro fue casi total. La Confederación Intersectorial de Trabajadores Estatales (CITE), aún no reconocida legalmente a pesar de sus casi diez años de existencia, era la única organización sindical representativa en el sector. Su liderazgo estaba integrado por gente de las diversas tendencias de izquierda (Su primer Secretario General, a fines de los años 70, fue el viejo comunista Miguel Tauro de Lama). La CITE, inicialmente inmenso movimiento sindical de los empleados del aparato administrativo del Estado, había sufrido sus primeros descalabros en julio de 1985 y en el verano de 1986 por sobreestimar sus fuerzas frente al recién instaurado gobierno de Alan García y del APRA. Desde los inicios de 1987 parecía estar reingresando a una fase de recuperación. Por lo menos, fue esa la situación que pudo mostrar en las circunstancias del Paro Nacional de mayo. En otras dependencias administrativas del Estado, también el paro fue casi total. Los pocos empleados que pudieron concurrir, llegando a sus puestos inclusive con horas de tardanza, no cumplieron labor alguna. En la municipalidad de Lima no hubo atención al público ni labor interna. El alcalde metropolitano Jorge del Castillo y sus regidores declararon que se habían suspendido las labores «por medidas de seguridad». En cambio, los dirigentes del Sindicato de Trabajadores de esa institución

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manifestaron que se encontraban en paro por acuerdo previamente tomado en una Asamblea General. Tampoco, para la mayoría de esos trabajadores, el alcalde aprista don Jorge del Castillo era santo de su devoción.9 Ausencia de vendedores ambulantes En su enorme mayoría, los gruesos contingentes de vendedores ambulantes no salieron a trabajar. En algunos casos, por falta de movilidad y, en otros, por su solidaridad e identificación con los protagonistas del paro nacional. Simplemente no aparecieron en los espacios que ya se habían apoderado hace un buen tiempo: en casi todas las calles y avenidas del centro histórico, en los alrededores de los mercados de los diferentes distritos: Rímac, San Martín de Porras, Breña, Pueblo Libre, Jesús María, Magdalena, Lince, La Victoria, etc. Movilizaciones, disturbios y choques con la policía Las movilizaciones en Lima y Callao se limitaron básicamente a las acciones de grupos de piquetes de agitadores y huelguistas que bloquearon en numerosos puntos las principales vías de acceso a Lima. Estas acciones ocurrieron fundamentalmente en los Conos Sur y Norte y en los diversos Pueblos Jóvenes. Eran los que en algunos casos impidieron la circulación de unidades de microbuses. En muchos casos, los bloqueos ocurrieron bajo conducción de militantes o de elementos vinculados a la IU y, en otros, de gentes pertenecientes a tendencias más radicalizadas como las de Sendero Luminoso o el MRTA. Excepcionalmente, dichas acciones pudieron ser espontáneas. Algunos intentos de marchas o mítines, quedaron sólo en éso, en apenas intentos. Veamos algunos casos. Senadores de la izquierda nacionalista y velasquista, como el sociólogo Enrique Bernales Ballesteros y el Gral. Jorge Fernández Maldonado, ambos miembros del Partido Socialista Revolucionario (PSR), anduvieron por el Cono Sur tratando de organizar una larga marcha de masas hacia Lima. Lograron agrupar a muy poca gente e iniciaron el recorrido desde la Tablada de Lurín. Al poco rato, más o menos a las 11:30 am., el grupo se dispersó. No daba para más. Luego, curiosamente, Bernales denunció a supuestos provocadores apristas que les habrían amenazado. En San Juan de Miraflores, se improvisó una pequeña marcha con su alcalde a la cabeza y también se tuvo que disolver prontamente. Finalmente, en

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El hoy nuevamente congresista y Premier Jorge del Castillo, militante aprista desde su juventud, en julio de 1985 fue nombrado Prefecto de Lima por el presidente Alan García. Dicho nombramiento fue saludado por Sendero Luminoso haciendo explotar un poderoso coche-bomba en la Avenida España, en la entrada misma del antiguo local de la Prefectura. Las destrucciones y cierres de negocios en la zona, visibles en los días y semanas siguientes, fueron dramáticos. Del Castillo ejerció el cargo durante un año. Luego fue candidato del APRA a la alcaldía de Lima metropolitana en las elecciones municipales de noviembre de 1986. Ganó esas elecciones, aunque por estrecho margen, a su principal adversario Alfonso Barrantes Lingán de IU quien aún conservaba su popularidad y buscaba la reelección. Luego, del Castillo fue diputado entre julio de 1990 y abril de 1992, congresista entre julio de 1995 y 2000, congresista reelecto: 2000, 2001 y, una vez más, reelecto entre 2001 y 2006. Fue incansable y aguerrido abogado de Alan García durante su largo exilio.

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Villa El Salvador, en el curso de la mañana, llegaron a enfrentarse manifestantes de la IU y del APRA. Intercambiaron pedradas y palazos. Intervinieron rápidamente elementos armados del Ejército y los separaron. Los de la IU denunciaron que sus contrincantes no les permitieron organizar una marcha que debía haber culminado en un mitin. La prensa, la TV y las radioemisoras no proporcionaron información acerca de marchas y mítines en otros populosos Pueblos Jóvenes y Asentamientos Humanos de Lima y el Callao. Ciertamente, al propio gobierno y a las autoridades locales no les convenía entregar información. Prefirieron bloquearlas. Sus adversarios políticos, como los dirigentes de IU, tampoco lo hicieron y esto se puede comprobar revisando sus periódicos y revistas de los días y semanas siguientes. El mitin que la dirección de la CGTP había planeado realizar en la Plaza Dos de Mayo no fue posible cumplirlo. Hasta las 2:00 pm., la policía frustró todos los intentos. Un gran contingente policial mantuvo acordonada la Plaza. Grupos de manifestantes que trataron de ingresar en varios momentos, fueron alejados por la fuerza. Especialmente entre las 10:00 am. y 1:00 pm., la policía pudo enfrentar y hacer retroceder a grupos de manifestantes, poniendo en marcha los «rochabuses» y sembrando de bombas lacrimógenas la propia plaza y sus alrededores. En la dura refriega fueron detenidos decenas de manifestantes y, también, llevó la peor parte de los forcejeos el ex-Secretario General de la CGTP (1968-1975) y diputado por IU Gustavo Espinoza Montesinos. El entonces Secretario General de la CGTP y Senador por IU Valentín Pacho, desde tempranas horas denunció ante la prensa que se había producido el corte de fluido eléctrico en la Plaza Dos de Mayo y en toda la zona circundante. Por esa razón, locales de la CGTP y de varios partidos políticos ubicados en edificios circundantes de dicha Plaza quedaron sin ese servicio. Pacho sostuvo que ese corte era por orden del gobierno, con el fin de impedir la realización del mitin y el funcionamiento de los altoparlantes. Cerca de la 2:00 pm., a su salida de una reunión en Palacio de Gobierno, el primer vicepresidente y Senador Dr. Luís Alberto Sánchez informó a la prensa que el presidente Alan García acababa de dar la orden para que fuera restablecido el fluido eléctrico y para que la policía dejara el paso libre a los trabajadores interesados en concentrarse en la Plaza Dos de Mayo y que, desde luego, pudiera llevarse a cabo el mitin programado. Las órdenes del presidente fueron cumplidas: fue restablecido el fluido y la policía empezó a alejarse del lugar cerca de los 2:00 pm. Sin embargo, ya no fue posible la realización del mitin. En las horas siguientes, se concentraron aproximadamente unas 200 personas, básicamente miembros de la CGTP y militantes del PC (Unidad), y ante ellos habló Valentín Pacho. Su rudo discurso antiaprista y antigobiernista encendió los ánimos de sus oyentes y los llevó a lanzar duras consignas contra Alan García y sus supuestos aliados. Por primera vez en el campo de la izquierda legal se escucharon consignas abiertas y públicas contra el presidente de IU: «Barrantes traidor», «Fuera Barrantes», etc., y ocurría que en esas precisas circunstancias, Barrantes estaba ausente de la ardiente escena nacional porque días antes había viajado a Europa.

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Mientras tanto, la ciudad de Lima y también el Callao continuaban fuertemente vigilados por contingentes de la policía y en especial de las Fuerzas Armadas. Aparte de los sucesos de la Plaza Dos de Mayo, en la misma zona tuvieron lugar otros como los siguientes. En el local central de la Universidad Nacional Federico Villarreal, ubicado a poca distancia del local de la CGTP, se hallaban en acción universitarios de filiación aprista. A través de altoparlantes colocados hacia la Av. Nicolás de Piérola, se pasaron casi todo el día lanzando condenas al Paro Nacional y a los dirigentes que lo habían decretado. En la puerta principal del local era visible una banderola con la siguiente inscripción: ¡“No al paro del terror …Revolución en democracia»! Además, en la primera cuadra de la Av. Colonial, en las inmediaciones de la Plaza Dos de Mayo, más o menos a la 1:00 pm., se enfrentaron rudamente manifestantes y policías. Estalló una bomba molotov de fabricación casera y luego, en respuesta, fueron lanzadas grandes cantidades de bombas lacrimógenas. Dicha zona siempre fue bastante caldeada por la presencia proletaria desde los años 60. Control territorial de las Fuerzas Armadas Además de ejercer el control de la ciudad durante las horas de toque de queda, las Fuerzas Armadas pasaron a prolongar dicho control durante las 24 horas, en el curso de los agitados días de la huelga policial, es decir, los días 15, 16, 17 y 18 de mayo. Y continuaron haciéndolo el día 19. Numerosas tanquetas y camionadas de tropas fueron ubicadas en puntos claves y estratégicos. Y así fueron transcurriendo las horas hasta la culminación del paro. Las Fuerzas Armadas no actuaron necesariamente con la mayor prudencia tal como lo aconsejaban las circunstancias sino, más bien, hicieron bastante espectacular su presencia fuera de los cuarteles. Ciertamente, esta vez no encontraron oportunidad para ametrallar a la gente inerme como lo ocurrido en anteriores oportunidades. Pues tampoco tuvieron lugar movilizaciones violentas de sectores de masas y menos aún con explosivos. Tampoco fueron identificables elementos como los de Sendero Luminoso o del MRTA que pudieran estar infiltrados en las masas y que podían hacer estallar explosivos o disparar a quemarropa en cualquier momento y lugar y provocar represiones aún más brutales e indiscriminadas contra gente inocente. El Paro en provincias En provincias cercanas a Lima, el paro estuvo comandado por lideres locales de las organizaciones sindicales y políticas. En Barranca, la marcha fue encabezada por el SUTEP, alrededor de la 1:00 pm. En Huacho, bajo dirección de representantes de la CGTP, los principales sectores movilizados fueron los docentes y profesores de la universidad pública y el Sindicato de Trabajadores de Andahuasi; tuvo lugar un mitin central con la presencia del dirigente de la CCP Saturnino Corimayhua. En Huaral, fueron similares las acciones de protesta, bajo la dirección del comité organizador CGTP-Huaral.

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En Cañete, el acatamiento del paro fue de un 90%; ocurrieron bloqueos en algunos tramos de la Carretera Panamericana; se llevó a cabo un mitin en la plaza San Vicente de Cañete. En Chincha, el paro de desenvolvió sin mayores incidentes; fue casi total la suspensión del transporte de pasajeros a Lima; una marcha del SUTEP y de empleados bancarios se desarrolló aproximadamente al medio día. En Ica, las medidas de fuerza fueron preparadas por el Comité Organizador del FEDIP-ICA el cual agrupaba a más de 40 organizaciones populares. En promedio, el paro fue acatado en un 80 %: CITE, trabajadores municipales, Dirección Departamental de Educación, empleados bancarios; además, docentes, no docentes y estudiantes universitarios. Se realizaron movilizaciones por las calles de la ciudad que culminaron en un mitin en la plaza principal. Hicieron uso de la palabra el diputado de filiación comunista Renán Raffo, el alcalde provincial Aquiles Cavero y el Secretario General del SUTEP provincial. No fue notoria, aunque esporádicamente, la presencia de contingentes apristas de quienes se decía, ya desde días antes, que pondrían en marcha una serie de contramanifestaciones. En departamentos y provincias del norte del Perú, los acontecimientos se desarrollaron sin mayores complicaciones. En la capital del lejano y fronterizo departamento de Tumbes, el paro fue acatado en un 50 ó 60 % como promedio. No hubo clases en los colegios nacionales pero el SUTEP estuvo movilizado. Asistencia restringida del personal no federado de la banca privada y estatal. Igualmente en Electro-Tumbes y Salud. Desde las 10:30 am. unos cientos de trabajadores fueron concentrándose en la Plaza de Armas. Una hora más tarde, habían alrededor de 700 trabajadores en completo orden. No se bloquearon carreteras. La actividad comercial funcionó parcialmente. Presencia menor de lo cotidiano por parte de vendedores ambulantes. En la ciudad de Piura, se realizó una movilización desde Catacaos hacia el centro. Convergieron en la movilización los trabajadores de CORPIURA, SUTEP y los trabajadores del Oleoducto Norperuano; también los de la universidad pública, municipales, comerciantes del mercado, bancarios, etc., culminando todos en un mitin en la Plaza de Armas. El principal orador fue Luís Montalván dirigente de la FRADEPT. También tuvieron lugar otras movilizaciones como las del Valle de Chira y de la zona del alto Piura y de Sullana. En la legendaria Talara, por la combativa trayectoria sindical y política de sus obreros, sorprendió que en un 60 % los trabajadores de PETRO-PERU asistieran a su centro de trabajo. Casi sólo el SUTEP acató el paro. Relativa normalidad en todo lo demás. El partido aprista pensaba hacer un mitin en la noche en la Plaza Miguel Grau, pero prefirió el repliegue y el silencio. En Lambayeque, acataron el paro los trabajadores de Electro-Norte, Construcción Civil, bancarios, empleados y obreros de Perulac, municipales, docentes y estudiantes de la universidad pública, cañeros, trabajadores cerveceros del norte, Sutep, etc.. A la 1:00 pm. se realizó una gran marcha en la zona céntrica de la ciudad de Chiclayo. Las marchas se iniciaron a las 9:30 am. A la 1:30 pm. un mitin fue presidido por el parlamentario de izquierda Duberlí Rodríguez quien solicitó la

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libertad de quienes se encontraban detenidos desde la víspera. También estuvo presente el dirigente campesino Manuel Pérez Puijén. En Cajamarca, paralización en un 70 % con la intervención del SUTEP, la CITE, los universitarios, los empleados bancarios, No paralizó el servicio de transporte urbano ni interprovincial. Se produjeron movilizaciones por las calles de la ciudad. En el departamento de La Libertad y en la ciudad de Trujillo, considerados cuna del aprismo y núcleo del «Sólido Norte», el paro se realizó sólo a medias. Aunque en la propia ciudad de Trujillo y sus urbanizaciones populares era visible la suspensión de actividades y la ausencia en las calles de sus pobladores. La mayor parte del transporte se mantuvo en funcionamiento. En el departamento de Ancash, el paro fue relativamente acatado. Los pescadores de Chimbote se hicieron a la mar. En cambio, los trabajadores de SIDERPERU acataron el paro en su gran mayoría. Un 80 % de trabajadores (Pescadores, conserveros, siderúrgicos, etc.) habría parado, según declaraciones de los diputados Baca Luna y Manuel Cortez. La marcha por las calles se inició a las 10:00 am. Se produjeros enfrentamientos frente al local del APRA. Grupos de apristas atacaron a los manifestantes, lanzaron un petardo e incendiaron un vehículo policial. Fueron heridos de bala el diputado Cortez y el Teniente G.C. Percy Blanco Ramírez. Fue apresado un tal Italo Luján. En Huaraz, capital del departamento, el paro se cumplió con el acatamiento de un 70% de trabajadores de entidades públicas y privadas. Durante el día muy pocas unidades de carros recorrieron el Callejón de Huaylas. En el departamento de Junín, el paro se desarrolló exitosamente. Fue total el paro de transportes en ciudades como Huancayo y Jauja y a nivel interprovincial. Es decir, en todo el Valle del Mantaro. Igualmente, fue total el paro de los trabajadores de CENTROMIN, particularmente en La Oroya (Acerca de la posición de los trabajadores mineros del país, frente al Estado y el gobierno aprista, ver Anexo 9). En Cerro de Pasco, del mismo modo, en un 95 % como promedio. Paro total de trabajadores de CENTROMIN. Paro total en la ciudad: SUTEP, BANCARIOS, CITE, trabajadores del Concejo provincial, del área de Salud, etc. Marchas de protesta en horas de la mañana. No acataron empleados de los ministerios y de ENTEL. En el sur del Perú, el acatamiento del paro nacional fue de mayores proporciones. En Arequipa, el paro fue acatado en un 90%, con la participación protagónica del SUTEP, CITE y los trabajadores del Parque Industrial. También participaron los trabajadores de Ferrocarriles y de Leche Gloria. Fueron bloqueadas numerosas avenidas. Mientras tanto, las autoridades oficiales sostuvieron que el acatamiento había sido sólo de un 70%. Inclusive, en este último caso, se trataba de una abrumadora mayoría. Los ómnibus de ENATRU-PERU se replegaron para evitar las pedradas de huelguistas y agitadores. Desde el medio día, los trabajadores se fueron concentrando en la Plaza de Armas, después de una larga marcha. Cuando la concurrencia ya era masiva en dicha plaza, a las 2:00 pm. aproximadamente, estalló un artefacto explosivo. Fueron apresados dos trabajadores del Ministerio de Transportes a quienes se les consideraba presuntos autores de ese hecho. En horas de la tarde se produjeron mayores detenciones de trabajadores y estudiantes. Entre ellos, fueron apresados ocho estudiantes y tres trabajadores.

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En el departamento fronterizo de Tacna, el paro alcanzó el 30% de efectividad según versión de las autoridades y el 70 % según versión de los dirigentes políticos de la oposición (diputado Rondinel). Se realizó una marcha de unos 700 trabajadores. En el fuerte y antiguo Cusco, el paro fue acatado por cerca del 80 ó 90 % de trabajadores. El órgano del Comité Regional del Cusco del PCP (Unidad), «Cusco Rojo», difundió la consigna de Paro Nacional, expresó su apoyo a la huelga policial y se pronunció contra la militarización, contra las alzas de precios y contra el autoritarismo del gobierno aprista. Acataron la medida de paro los trabajadores del transporte, bancos, comercio, etc. El sector de la admnistración pública no funcionó durante el día. En La Convención y Quillabamba el acatamiento fue total. También en Sicuani. Paró el transporte interprovincial y el tren Cusco-Machu PicchuLa Convención. Fueron bloqueadas las carreteras que conectan Cusco con Abancay y Puno. También hubo bloqueos y movilizaciones en Anta. En Ayacucho, uno de los departamentos más castigados por la subversión senderista y por la represión estatal. En la ciudad de Huamanga, la paralización fue de más del 60%. Los trabajadores estatales y paraestatales acataron el paro en un 85% y, entre ellos, los maestros del SUTEP, la universidad pública, Hospital, agencias bancarias. Los establecimientos comerciales cerraron sus puertas en un 50%. Hacia el medio día se plegaron al paro los trabajadores del sector judicial. Atendieron sólo transportes y mercados. Los sectores movilizados expresaron su condena a la política militar y policial en Huamanga y en el Departamento de Ayacucho. El paro en Apurimac, particularmente en Andahuaylas, fue casi total. La medida de lucha fue acatada por los profesores del SUTEP, trabajadores del mercado, bancarios, estatales, Seguro Social, transporte urbano e interprovincial. También participó el campesinado. En vísperas del paro se llevó a cabo una Asamblea Provincial. En el departamento de Puno, la paralización de actividades fue casi total. Los trabajadores de los diversos sectores acataron la convocatoria entre un 85 % y 95 % Fue nulo y muy escaso el transporte en las principales rutas carreteras del departamento que unen a las provincias. Por ejemplo, entre Juliaca, Puno y Chucuito. El mitin en la Plaza de Armas fue bastante concurrido o simplemente multitudinario. Intervinieron diez oradores. Los sectores mejor organizados y movilizados fueron los de las comunidades campesinas indígenas quechuas y aimaras. En camino al Paro Nacional, se realizaron hasta cuatro Asambleas Populares Provinciales: PunoMelgar, San Román-Yunguyo; reunión del SUTE y Barrios en Huancané; y, un cabildo abierto en Azángaro. En suma, el paro se llevó a cabo en casi todas provincias: Puno, Juliaca, Ayaviri, Azángaro, Yunguyo, Huancané y Lampa. Se realizaron mítines en las capitales de casi todas esas provincias (Acerca de la participación de sectores campesinos en el Paro Nacional, ver Anexo 10). Finalmente, en la extensa región de la Selva el paro fue acatado mayoritariamente. Las principales movilizaciones tuvieron lugar fundamentalmente en Chachapoyas, Tarapoto, Iquitos y Pucallpa. Como era de esperarse, ya lo hemos dicho, entre los principales protagonistas y conductores estuvieron los maestros del SUTEP. Ya desde entonces, desde su antiguo aislamiento y lejanía respecto de

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Lima y el poder central, los trabajadores y las poblaciones de la Selva, han venido expresando cada vez más sus protestas y reclamos ante el Estado. Y, desde luego, fundamentalmente a través de crecientes movilizaciones de masas. IV. Tránsito de una crisis política coyuntural a una crisis política de larga duración En los instantes mismos en los que se desarrollaban tanto la huelga policial como el paro nacional de trabajadores, se extendía y generalizaba la sensación de que el gobierno aprista podría estar comenzando a perder el control de la situación política, la cual ya era sumamente delicada, tensa y conflictiva debido a la creciente presencia y a las acciones cada vez más irracionales, indiscriminadas y violentas del movimiento Sendero Luminoso. El Estado y sus Fuerzas Armadas no habían logrado hacerlo retroceder o, por lo menos, contenerlo. Más bien, desde inicios del año 1987 Sendero Luminoso había intensificado sus acciones terroristas y de sabotaje. Al mismo tiempo, el gobierno era el blanco preferido de las críticas, dentro y fuera del Parlamento, por parte de casi todas las tendencias de IU. Se le acusaba de mantener una política favorable a los intereses del capital privado y contraria a los de los trabajadores y la nación. También, se denunciaba la persistencia de sistemáticas violaciones de los derechos humanos por parte del Estado. Como era y es de dominio público, según los diversos y múltiples testimonios, todo esto correspondía a la realidad y, por lo mismo, no había mayor exageración en las denuncias que se hacían con frecuencia.10 La idea de una crisis política coyuntural en debate Acerca de la nueva situación creada por los sucesos de mayo, muy pronto se pasaría de las simples sensaciones y especulaciones a críticas más consistentes, fundamentalmente por parte de Izquierda Unida o de las agrupaciones que la integraban. Se consideraba que se estaba configurando una crisis política en el país, es decir, una crisis en el ejercicio del poder político y que el presidente Alan García y su partido eran incapaces de superarla. Salvo que fueran tomadas en cuenta las

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Al recrudecer las acciones terroristas y de sabotaje de Sendero Luminoso, a fines de enero de 1987 fue asesinado el médico y alto dirigente aprista César López Silva. Un grupo de aniquilamiento de Sendero Luminoso lo eliminó a balazos frente a su propia casa en el distrito de Pueblo Libre. López Silva, dirigente estudiantil en sus épocas de universitario sanmarquino, era miembro del Comité Nacional Ejecutivo del PAP, en su calidad de Secretario de Organizaciones Profesionales, Director del Hospital Loayza y ex presidente de la Federación Médica Peruana. Luego, numerosos policías fueron abaleados en la misma semana. En los meses siguientes, Sendero Luminoso y el MRTA pugnaron en Lima y otras zonas del país por la supremacía de la violencia: asesinatos de militantes apristas y de policías, asaltos y dinamitazos a locales diplomáticos, agencias periodísticas, bancos y centros comerciales. Simultáneamente, volvieron los apagones senderistas en Lima y otras zonas del país. Para mayores detalles, ver Caretas del 2 y del 23 de febrero, del 4 y del 11 de de mayo de 1987. También, ver en Quehacer No. 46, pags. 47-53, el artículo de Raúl González «Sendero y MRTA» que incluye un recuento de acciones terroristas y de sabotaje.

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propuestas de los trabajadores y de sus direcciones sindicales y políticas. En todo caso, se manejaba la idea de que se trataba solamente de una crisis coyuntural. Al parecer, eran de la misma idea el propio presidente Alan García, sus ministros y sus asesores. Los pronunciamientos de la oposición no tardaron en ser difundidos. Con la mayor celeridad fue difundida la posición que asumía el Partido Unificado Mariateguista.11 Veamos algunos de sus pasajes: «¿Que está pasando? Una grave crisis política se ha abierto en el país ante el fracaso del gobierno aprista para resolver los problemas que aquejan a la patria y sus mayorías. El Paro de la CGTP y la huelga de 4 días del personal subalterno de las Fuerzas Policiales han destapado el extenso ánimo de rechazo a una política económica de granjerías a los monopolios, de autoritarismo prepotente y sordo, de apristización del Estado y de militarización. «¿Hasta dónde está dispuesto el Presidente de la República a llevar al país? Porque ya no es hora ni de inculpar como «terroristas» y amenazar a las fuerzas masivas que protestan, ni de resolver con gestos y promesas vagas la sed de justicia y cambios que la jornada del 19 puso en evidencia. Como tampoco se pueden aceptar los intentos de evadir el fracaso de «reorganización de la policía» y escamotear las demandas económicas y democráticas de su personal subalterno … El Perú demanda nuevos rumbos; esto es, la rectificación sustantiva de la política oficial … El Partido Unificado Mariateguista sostiene que esto es posible llevarlo adelante». « …Seguiremos impulsando la movilización, la organización y la conciencia popular, seguros de que en ello está el principal instrumento de nuestra liberación nacional y social … Llamamos a la Izquierda Unida a ponerse a la cabeza de esta lucha organizando una movilización política nacional y asumiendo el impulso a la Asamblea Nacional Popular …(Ver texto completo en Anexo 11).

Por su parte, el Comité Directivo Nacional de Izquierda Unida (IU), suscribía ideas similares a las del anterior pronunciamiento y planteaba la censura popular del Gabinete: «En contra de lo que cierta prensa sostiene interesadamente, para la opinión pública del país está claro que el martes 19 se produjo una mayoritaria, masiva y contundente movilización nacional del pueblo peruano. Ese día, siguiendo la

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El Partido Unificado Mariateguista (PUM), se formó a mediados de la década de los 80 al interior de Izquierda Unida. Fue, al parecer, la única organización partidaria que pudo constituirse luego de la desintegración de Vanguardia Revolucionaria la misma que había tenido presencia destacada en la política peruana por espacio de aproximadamente 20 años. Sus numerosos dirigentes tuvieron participación activa en los debates ideológicos y políticos de esos tiempos. El PUM, bajo la principal dirección de Javier Diez Canseco, logró nuclear a parte de ellos e incorporar cuadros procedentes de otras agrupaciones como los MIR, PCR, TR, PRT, etc. Esta nueva organización, aparentemente con proyecto nacional y línea política, se fue eclipsando desde inicios de los años 90 hasta convertirse en apenas el Partido Descentralista Democrático. Finalmente, poco antes de las elecciones generales del 2006, adoptó la denominación de Partido Socialista.

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convocatoria de la CGTP y apoyados por la Izquierda Unida, una sola bandera flameó en los más apartados rincones de la patria, exigiendo el fin de la política económica que favorece a los monopolios y de la estrategia de militarización y del autoritarismo aprista. «Se ha abierto una grave crisis política en el país evidenciada en la huelga de los policías y el exitoso Paro Nacional. Ha fracasado la política económica, la política de apristizar el aparato del Estado, la militarización de la sociedad. El Perú exige cambios ahora. En las calles y plazas ha sido censurada una política y un estilo de manejar el Gobierno. «El Gabinete Alva Castro ha fracasado y debe renunciar …» «Izquierda Unida exhorta a todos los trabajadores, pobladores de los Asentamientos Humanos, campesinado, hombres y mujeres del pueblo, a las organizaciones cívicas y sociales e instituciones identificadas con el pueblo a persistir en la lucha contra la soberbia, el autoritarismo, la marginación social y el militarismo creciente … ¡CENSURA POPULAR AL GABINETE EXIGIENDO SU RENUNCIA! (Ver texto completo en el Anexo 12).

A partir de los comentados sucesos de mayo, era evidente que la principal fuerza política de oposición democrática al gobierno aprista la constituían la IU y las organizaciones partidarias que la integraban. A su vez, éstas parecían consolidarse como la dirección política hegemónica de los trabajadores y masas populares del país. Por lo mismo, se consideraban los principales interlocutores del gobierno aprista. Pero, también, en esas mismas circunstancias, se propusieron marginar a sus dirigentes considerados «moderados» y «conciliadores» con las posiciones del gobierno aprista. En ese sentido, como ya lo hemos anotado, la primera víctima fue nada menos que el presidente de IU, el Dr. Alfonso Barrantes Lingán (De paso, habría que recordar que este personaje no comulgaba con el visceral antiaprismo de muchos de los miembros de IU y tampoco estaba muy seguro de las posiciones «clasistas» de éstos. Pero, además, él no había estado presente durante los tensos y agitados días de mayo, por encontrarse de viaje en algún país de Europa). Entre las principales organizaciones de IU que cuestionaban al ex Alcalde Lima, estaban el PCP (Unidad), el PUM y el UNIR. Después de todo, a su retorno al país, pocos días después, frente a insolentes desplantes de militantes sectarios y dogmáticos en algunas reuniones públicas, Alfonso Barrantes Lingán se vio obligado a renunciar a la presidencia de IU. Ya sin Barrantes Lingán, el único personaje que había sido capaz de unificar a las izquierdas en un frente político de dimensión nacional, el Comité Directivo de Izquierda Unida o cualesquiera de los partidos que aún integraban este movimiento, le planteaban al gobierno la revisión de su política general y la rectificación de rumbos. Pero, aunque tuvieran la razón en la lectura de la situación nacional y en la formulación de determinadas propuestas, se trataba de un liderazgo sin la autoridad política que Barrantes Lingán había representado.

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Unas semanas después de los acontecimientos de mayo, ya en pleno mes de junio, el Comité Ejecutivo Nacional del PUM publicó el ya mencionado folleto de información y balance. Además, incluía una serie de documentos sobre la coyuntura. Transcribimos algunos pasajes de una extensa presentación sumamente crítica y exigente ante el gobierno aprista, con propuestas para salir de la crisis política: «La huelga policial y el Paro Nacional marcan el inicio de una nueva fase del período político. Se ha abierto una crisis de gobierno que expresa de manera inicial el fracaso de algunos aspectos sustantivos del proyecto alanista. «El APRA ha fracasado en su intento de escindir el campo popular, coopar a los sectores más atrasados y derrotar a la vanguardia, apoyándose en un Estado apristizado ... El Paro Nacional obrero y popular, expresa con contundencia que las fuerzas populares fundamentales están en la oposición al actual gobierno … «La Huelga policial es la expresión más alta de la crisis a la que conduce la pretención de apristizar el Estado y sus instituciones. La ruptura de la línea de mando interna, de su sujeción al gobierno y el enfrentamiento virtual con las FF. AA., expresan el nivel de descomposición interno y el creciente peso a su interior de contenidos democráticos. El desarrollo de esta huelga abre enormes perspectivas estratégicas que el partido y la izquierda debemos desarrollar. «El despliegue del movimiento de masas ha tensado el conjunto de fuerzas en la sociedad y la política. Ha abierto una brecha y ha creado un vacío que debemos cubrir. El gobierno se repliega a reordenar sus filas y se hace imperiosa la necesidad de cubrir el vacío de conducción política en el campo popular. «La exigencia de cambio en la política gubernamental, la renuncia inmediata del gabinete Alva-Salinas, acompañada de las demandas populares fundamentales apunta a conquistar un triunfo político, mantener abierta la crisis e incentivar la movilización popular y el proceso de recomposición en IU, que se ha profundizado con la renuncia de Barrantes a la presidencia de IU».12

En dicho pronunciamiento no se ignoraba a las fuerzas de la derecha pero en cierto modo se las subestimaba. Se las consideraba en repliegue y presa de fisuras en medio de la coyuntura política y debido en parte a sus contradicciones internas. Del APRA, partido de gobierno, se decía que al haber perdido la iniciativa, fue desbordado por los movimientos sociales y que había puesto el país al borde del desgobierno; además, que apenas podía disfrazar su agotamiento político con discursos adornados de temas éticos y símbolos apristas. En otras palabras, el APRA ya no tenía la hegemonía de la dirección política en el país. Sin duda, no era distinta la visión que tenían de la coyuntura política las principales organizaciones integrantes de IU y tampoco eran distintos sus reclamos. Se esperaba que a la

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Huelga policial, paro nacional y crisis de gobierno: balance y perspectivas. Folleto citado, p. 9-14.

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brevedad posible o, a más tardar, en su mensaje del 28 de julio, el presidente Alan García respondiera a todas estas inquietudes políticas. Probablemente, también Sendero Luminoso estaba a la expectativa. Discurso presidencial precipita ingreso a una crisis política nacional de larga duración La gran novedad del discurso del presidente Alan García, pronunciado ante el Congreso de la República el 28 de julio de 1987, fue más que sorprendente para todo el mundo: la estatización de la banca. No la esperaban ni la derecha ni la izquierda, ni el APRA ni Sendero Luminoso. Ni siquiera los dos vicepresidentes de la república y los ministros habían estado enterados de tamaña decisión. Al parecer, ni siquiera lo sabían de manera precisa los recientemente juramentados (fines de junio) Guillermo Larco Cox como Premier y Gustavo Saberbein como Ministro de Economía. Toda esta movida habría sido trabajada secretamente, luego de los complicados y dislocadores acontecimientos de mayo, por el propio presidente García y algunos de sus más cercanos asesores. No es que un gobierno en el Perú, o en cualquier otro país atrasado y dependiente, no pueda estatizar la banca. Lo puede hacer siempre que esté asegurado su éxito político y cuyo impacto inmediato pueda aislar y neutralizar a los banqueros y sus funcionarios, a los gremios empresariales y sus amigos de la prensa. A su vez, el éxito político debe significar el apoyo movilizado de las bases sociales y partidarias de ese gobierno y también de sus aliados. Desde luego, mucho mejor si todo esto está presidido por un discurso desplegado en esa dirección durante algún tiempo. De lo contrario, se corre el riesgo de dar un salto en el vacío. No se quiso o no se supo asimilar experiencias previas. Para el caso concreto de la decisión alanista que podría haber tenido algún rumbo seguro, no estaba muy lejana la experiencia de nacionalizaciones y estatizaciones llevadas a cabo por el gobierno militar velasquista entre 1968 y 1975. En ese entonces, fueron tomadas por el Estado empresas cuasi nacionales y otras imperialistas que muchos, y por mucho tiempo, las consideraban sacrosantas e intocables. Sus dueños o accionistas y sus socios quedaron neutralizados desde el primer instante. Pero, también, es cierto que Velasco y sus partidarios en el poder, militares y civiles, explotaron al máximo un discurso reformista y nacionalista de larga data en la historia contemporánea del Perú y de América Latina. Pero, en el caso concreto que nos ocupa, acerca de la toma de aquella espectacular medida contra los banqueros, aparte de no mantener informados a los miembros de su gobierno, el presidente García no había consultado y coordinado con el liderazgo de su propio partido el APRA y menos aún con sus posibles aliados. El asunto fue aún más grave. Se ignoró olímpicamente a las fuerzas de la oposición de izquierda que blandían las banderas de estatización de la banca. En efecto, el reclamo o la propuesta de estatización de la banca, en el transcurso de los años 80, pertenecía sobre todo al discurso de las organizaciones políticas que llegaron a constituir IU y, al mismo tiempo, se reproducía en sus bases sindicales representadas en especial por la CGTP. Seguramente, por eso mismo, éstos lo reiteraron una vez

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más en sus pronunciamientos y manifiestos de convocatoria y de apoyo al Paro Nacional de Trabajadores del 19 de mayo. ¿Que buscaba el presidente Alan García con la estatización de la banca? Por lo menos, dos objetivos básicos. Por un lado, derrotar aún más a una derecha que ya hacía buen rato estaba derrotada política y electoralmente, pero a la que aún le quedaba el enorme poder de la banca lo que le permitía influir en el conjunto del aparato económico y financiero. Además, los sarcásticamente llamados «12 apóstoles», a los que el presidente García había comprometido para que reinvirtieran sus ganancias en el país, se habían burlado justamente de esos solemnes compromisos. Por otro lado, con esa misma medida de estatización, es probable que el presidente Alan García se habría propuesto recuperar la credibilidad que iba perdiendo y la hegemonía en la dirección política de masas en plano nacional que le había sido arrebatada a él y al APRA. En este caso, su disputa era fundamentalmente con IU y con las bases sindicales de ésta que acababan de lograr resonante triunfo con las faenas masivas de mayo.13 A partir del discurso presidencial estatizador, en lo inmediato, recorrían el país entero no precisamente vientos de triunfo político sino, más bien, la confusión y el desconcierto. La medida no fue saludada con entusiasmo casi por nadie del campo popular y menos aún de los sectores sociales medios. El discurso del presidente no había sonado convincente ni siquiera para sus propios partidarios. En las filas del APRA recorrían las dudas y las vacilaciones. IU y sus parlamentarios más radicalizados sembraban la desconfianza en la palabra de Alan García y en el APRA. Barrantes ya no estaba allí para poder amortiguar sectarismos y unificar criterios.14 En medio de ese maremágnum, la derecha tradicional y la derecha neoliberal salieron de su marginalidad política y se apoderaron de la escena y con la mayor celeridad impusieron, a través de la prensa, la tv y otros medios de comunicación, el predominio de su discurso antiestatista, antiaprista, antiizquierdista y privatizador. Muy pronto, la derecha encontró abogados, ideólogos y escritores que sacralizaran la propiedad privada y el imperio del capital privado en la sociedad. No pocos jueces del Poder Judicial se postraron de hinojos ante el poder de los banqueros que demandaban amparo y la suspensión de la intervención estatal de sus bancos. De ese modo, las entonces dos principales direcciones políticas del campo obrero y popular, el APRA y la IU, ciertamente en permanente y reñida disputa por la hegemonía de esa dirección, fueron caminando a su propia derrota y, a su vez, crearon las condiciones para la derrota sindical y política de los trabajadores peruanos. A su vez, el liderazgo de Sendero Luminoso que alardeaba y se frotaba las

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Acerca de la estatización de la banca, su impacto y las diversas reacciones en las primeras semanas, ver en Quehacer N.º 48 (Setiembre-octubre), el editorial y la sección Actualidad Nacional con diferentes artículos y entrevistas a eminentes asesores como el doctor Carlos Franco. 14 Algunos detalles sobre la renuncia de Alfonso Barrantes a la presidencia de IU, véase en Caretas del 1.º de junio de 1987: «En el PCP pifian a Barrantes … nuevo juego» (pp.8, 9, 10 y 11). En la misma revista del 8 de junio, pp. 25 y 72, el artículo de Luís Pásara «La caída de Barrantes». En Quehacer N.º 47, el editorial y la sección Actualidad Nacional, con artículos de Marcial Rubio, Henry Pease y Rafael Roncagliolo.

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manos en la creencia de ser la dirección política alternativa del pueblo peruano, caminaba con los ojos vendados y dando manotazos también hacia su propia derrota política y militar. De entonces en adelante, sería el FREDEMO el que movilizaría fundamentalmente a empresarios y a sectores acomodados de las clases medias con sus muy notorios segmentos filofascistas. Poco tiempo después, muchos de éstos se pasarían con equipaje y todo a engrosar las bandas mafiosas del fujimorismo en el poder. Así fue que el APRA e Izquierda Unida y, también, Sendero Luminoso, enfrentados entre sí en la enconada disputa por el poder, fueron preparando las condiciones para el ingreso del Perú a una muy grave crisis política de larga duración. Al mismo tiempo, el impacto de la caída del muro de Berlín a fines de 1989 y del colapso del «socialismo real», aceleró la crisis de muchos de los paradigmas ideológicos y políticos y sembró la confusión y desorientación en las filas de todas las izquierdas, incluidas las subversivas. De ese modo, el APRA y todas estas izquierdas llegaron a las elecciones generales de 1990 teórica e ideológicamente desarmadas e incapacitadas políticamente como para poder ejercer la dirección de las masas y organizar la resistencia. Durante la última década del siglo XX, el neoliberalismo victorioso aplastó y barrió todas las conquistas democráticas del pueblo peruano, sin que este pudiera ofrecer la menor resistencia. En los comienzos del siglo XXI, la crisis de dirección política de los trabajadores y del conjunto de explotados y dominados aún se prolonga, aunque ya se vislumbran en el horizonte signos de surgimiento de nuevas formas de organización y movilización democráticas y, por lo tanto, la posibilidad histórica de construcción de sus nuevas direcciones políticas.

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ANEXOS

Anexo 1

PLATAFORMA REIVINDICATIVA DEL PERSONAL SUBALTERNO DE LA FF. PP. Mensaje de las FF. PP. a la Nación Los policías ya sabemos cómo se quiebra con facilidad un futuro diferente. Estamos lejos de ser un fin supremo del Estado como personas: discriminados ante la Ley, sin opinión, sin derecho a petición ni por hambre, con un nivel de vida que no asegura la dignidad propia y de la familia, con una imagen totalmente negativa, etc., etc., nunca seremos el soporte de una democracia que dice promover la creación de una sociedad justa, libre y culta, sin explotadores ni explotados. En estas circunstancias nos dirigimos a toda la ciudadanía, el gobierno y al ministro del Interior para decirles que nuestro malestar no es instigado por nadie, nosotros no somos culpables del parametraje y el silencio de la PROBLEMÁTICA POLICIAL que Uds. Como gobierno no quieren solucionar. No Ing. Salinas, no mienta mas tras la mascara de tranquilidad, esta su conciencia. Miente cuando dice que las bajas son normales, hay cientos de solicitudes bloqueadas. Miente cuando dice que hay 55 mil armas nuevas y seguiremos utilizando las obsoletas. Miente cuando dice que los operativos conjuntos se hacen de buena gana, si no como explica la silbatina y los adjetivos impublicables dirigidos al viceministro cuando visita los cuarteles en compañía de su general leal e incondicional Rivera Hurtado. Miente cuando dice que no hay malestar, no señor, hay frustración, desaliento, hambre, abusos, corrupción y violencia homicida de los subversivos. No señor ministro, mejor cállese, sus declaraciones son triunfalistas, han ocasionado las armas de los subversivos, tres mártires mas están siendo enterrados; irresponsable estilo de enfrentar la violencia con carne de cañón, represión y guerra sucia. La democracia que defendemos con el pecho no funciona para nosotros. Tampoco para las grandes mayorías, a quienes nos enfrentamos torpemente cuando piden pan y justicia. La seudodemocracia irradia sus bondades a los Ulloa, Bertello, Rodríguez Pastor, a los generales, a los empresarios prominentes, a la llamada derecha tradicional y aun seguimos en la incomoda posición de atención. La madre experiencia nos señala el camino, marchemos unidos y decididos al PARO NACIONAL para arrebatar pan y derechos que este gobierno nos niega. ¡Basta de promesas y engaños! ¡Los cobardes mueren de rodillas! ¡Lucha por tu dignidad y el bienestar familiar!.

La familia policial unida y junto al pueblo exigimos: 1.-

El incremento del sueldo básico y demás rubros hasta cubrir el costo de una canasta familiar de I/. 10,000. La dignidad, el bienestar material y espiritual así lo exigen.

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Remuneración extraordinaria por trabajos de fuerza de jornada ordinaria e inamovilidad; además 48 horas de servicio semanal (Art. 44 de la Constitución). Un sueldo por vacaciones pues bastamos este derecho a entidades privadas por necesidad, generando inestabilidad emocional y agotamiento. La reestructuración de Reglamentos que ofenden nuestras conciencias, nos obligan a defender un Orden Interno totalmente injusto, preservar y conservar el orden publico con acciones brutales reñidas con la Constitución y la Declaración Universal de los DD.HH., que garantizan el respeto a huelgas, marchas y reclamos del pueblo. Al gobierno actual no comprometernos con sus crímenes políticos, guerra sucia, desapariciones, torturas, ejecuciones extrajudiciales y otras aberraciones. La familia policial siente vergüenza de tener como hijo, esposo y padre a quienes manchamos las manos con sangre de peruanos en su mayoría inocentes. La derogación del Código de Justicia Militar porque no es readaptador sino represivo, sancionador e intimidante; aplicable al Servicio Militar Obligatorio (2 años), pero totalmente injustificable para los policías durante los 30 años de servicio y aun estando en retiro. La participación de subalternos y ciudadanía a través de entidades organizadas y representativas en el nombramiento del Director General y Directores Superiores de las FF.PP. Democratizando este proceso impediremos nombramiento a dedo de títeres e incapaces. El reconocimiento de una representación de subalternos, elegidos en elecciones libres y democráticas, para velar el respeto de los derechos y condiciones de trabajo. Dejar sin efecto el Memorando N.º 072-16.03.87, que impide el retiro del personal a su solicitud atentando contra la Libertad de Trabajo. La supresión de la Directiva N.º 578 que permite la acumulación de sanciones de los últimos 3 años de servicio, a sabiendas que la facultad de sancionar recae en cualquier oficial. Exigimos respeto a la Estabilidad Laboral y la Libertad Individual creando en cada dependencia un Organismo –oficiales y subalternos– para investigar e imponer sanciones disciplinarias con justicia y equidad. La intervención de la Contraloría General de la Republica en la fiscalización de los descuentos oficiales que suman miles de millones cuyo destino desconocemos. Ampliación del presupuesto para dotar específicamente de infraestructura adecuada y salubre para el personal subalterno. El personal pasado al retiro con menos de 15 años de servicio, sea computado para los efectos del derecho de pensión acumulativa, pudiendo cumplir el récord de 30 años aportando al seguro. La supresión del Art. 42 Ley de Bases FF.PP. que otorga al Director General la facultad arbitraria de proponer el pase a la situación de retiro ineludiblemente por invitación, propiciando quiebra de la Unidad Institucional en beneficio de las argollas de turno. Exigimos la opinión y participación de la ciudadanía y subalternos. Que los centros educativos de las FF.PP donde estudian nuestros hijos, cuya dirección inexplicablemente esta en manos de oficiales, se transfiera al personal subalterno profesional en pedagogía. Una política antisubversiva coherente y pacificadora basada en la Justicia Social, no simplemente en la represión indisciplinaría y/o declaraciones triunfalistas e irresponsables que provocan mas violencia y crueldad de los subversivos quienes asesinan a humildes policías que son también de extracción popular.

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18.19.20.-

Formación, capacitación y profesionalización encuadradas en aspectos técnicos, humanísticos, pedagógicos, que coadyuve en el cambio y desarrollo del país; asimismo en cumplimiento del Art. 46 de la Constitución se estimula y no se hostilice al PS que estudia en Centros Superiores. Reconozca este gobierno el fracaso de la Reorganización y Moralización de las FF.PP. que siguen postradas en el desconcierto y la corrupción. La renuncia del ministro y del viceministro del Interior y del director general de las FF.PP., culpables de la apristización y pauperización del Sector Policial. La Reforma Constitucional en los artículos correspondiente que nos privan y discriminan derechos fundamentales. Somos un sector social importante que vivimos esclavizados y explotados.

¡LEVANTATE Y LUCHA, TUS HIJOS ESPERAN EJEMPLOS! ¡JUNTOS AL PUEBLO, DEMOCRATICEMOS LA FUNCIÓN POLICIAL! ¡BASTA DE VIOLENCIA, BASTA DE DEMAGOGIA: QUEREMOS PAZ! ¡ABAJO LA APRISTIZACION Y LA GUERRA SUCIA! ¡POR EL BIENESTAR SOCIAL Y MATERIAL! ¡VIVA LA HUELGA POLICIAL!

Comité Ejecutivo Nacional en defensa de las FF.PP.

Anexo 2 ACTA FIRMADA ENTRE LA POLICIA Y EL GOBIERNO* ¡Fue un acta «madrugador»! N. de R. A las 2 y 40 de la madrugada de ayer, la Comisión de policías huelguistas y los diputados Fernando Olivera, Aureo Zegarra y Tany Valer, dejaron el recinto de la 42º Comandancia y anunciaron la suscripción de una acta de compromiso firmada con el gobierno. En un improvisado mitin callejero, los policías aprobaron en un inicio los puntos planteados. A continuación publicamos el acta firmada entre huelguistas y el gobierno. Los representantes ante el Parlamento Diputados, Luis Negreiros Criado, Nicanor Asmat Vega, Fredy Ghilardi Alvarez, miembros de la Célula parlamentaria aprista, de otro lado los delegados del personal subalterno de las FF.PP., Sgto. 2do. GC Celso Pastrana

* Publicado en: La Voz, 18 de mayo de 1987

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Neyra, Cabo GC Juan Cueva Vargas, Gdia. GC. Régulo Peña Mayorca, Gdia. GC. Cesar Vidal Vásquez, Gdia. GC. José Pastrana Neyra, Gdia. GC. Victor Cerpa Brunce, Gdia. Jaime Zegarra Zegarra, Sgto. 1ro. GC. Rodrigo Castro Quevedo, Gdia. GC. Sandro Barrón Arciniega, Gdia. GC. Carlos Sánchez Laos, Gdia. David Roldan Infante y por invitación de las partes el Cmdte. GC Fernando Rodríguez Escobar, Mayor GC. Manuel Díaz Paulet y Mayor GC Jorge Castro Castro; como representante de las esposas del personal subalterno Sra. Wini Pimentel Benítez, Dora Garrido Nieves, Adelaida Ramírez Torres, Delia Almonte de Paredes; a diecisiete días del mes de mayo de mil novecientos ochentaisiete, suscribieron la siguiente acta: PRIMERO: Los representantes de la CPA., se comprometen a gestionar ante el Ministerio de Economía y Finanzas, la efectividad de la Homologación a partir del presente mes, en base al dispositivo invocado por las partes de octubre del año 86. La misma Homologación que se conviene conforme a la disponibilidad fiscal y en partes: la primera parte con retroactividad a enero 87. SEGUNDO: Los Sres. Representantes se comprometen a solicitar el debate de los Proyectos de Ley sobre la situación profesional, condiciones de trabajo y otros puntos que han sido objeto de las tratativas del personal de las FF.PP., tanto de los que actualmente existen o los que pudieran ser presentados por iniciativa del Ejecutivo. TERCERO: Los representantes de la CPA., se comprometen a continuar el dialogo sobre los puntos que son materia de la presente acta, asimismo recomendar que no haya procesos por estos motivos contra el personal policial en actividad, retiro y familiares en la institución. CUARTO: El personal policial consciente del rol esencial que cumple al servicio de la sociedad deponen en la fecha de suscripción de la pte. acta todas la medidas de fuerza. QUINTO: Las firmas en la presente acta son como prueba de confianza en el señor Presidente Constitucional de la Republica y al Gobierno. Conste en la presente que la presencia de los jefes policiales mencionados en el acta obedecen a una autorización expresa en la superioridad por iniciativa del Diputado Luis Negreiros Criado Citándose los que suscriben en la presente para el día lunes 18 de mayo de 1987, en la Oficina de Palacio de Gobierno (Calle Pescadería s/n.). Siendo las 01:40 hrs. del día diecisiete de mayo de mil novecientos ochentaisiete, las partes firman la presente acta en seña de conformidad.

Victor Cerpa Brunce, Sgto. 2do. GC. Sandro Barrón Arciniegas, Gdia. GC., Carlos Sánchez Laos, Gdia. GC., David Roldan Infante, Grdia. GC., Sra. Wini Pimentel Benitez Gdia. GC., Dora Garrido Nieves, esposa, Adelaida Ramírez Torres, esposa, Luis Negreiros Criado, Diputado, Nicanor Asmat Vega, Diputado, Fredy Ghilardi Alvarez, Diputado, Fernando Rodríguez Escobar, Comandante GC., Manuel Díaz Paulet, Mayor GC., Jorge Castro Castro, Mayor GC., Celso Pastrana Neyra, Sgto. 2do. GC., Juan Cueva Vargas, Cabo GC., Regulo Peña Mayorca, Gdia. GC., Cesar Vidal Vásquez, Gdia. GC., Jose Pastrana Neyra, Gdia. GC.

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Anexo 3 PRONUNCIAMIENTO DE IZQUIERDA UNIDA* Reunido nuevamente el Comité Directivo Nacional de IZQUIERDA UNIDA a las 11 a.m. de hoy lunes 18 de los corrientes y, tras evaluar el estado de huelga del personal subalterno policial, acordó emitir el siguiente Comunicado coadyuvando a la solución del conflicto y que siendo ratificatorio del anterior, reclama: 1.- Que el Presidente de la Republica formalice mediante una Resolución Estatal (Decreto Supremo o Resolución Suprema) el ofrecimiento de mejoras de remuneraciones que contiene el Acta suscrita con el Secretario General del PAP Diputado Luis Negreiros, y que en este sentido no fracasen las reuniones que se llevan a cabo en Palacio de Gobierno. 2.- Ratificar nuestra petición para que el Gobierno no utilice la fuerza militar contra los policías y para que mediante el dialogo con los dirigentes del personal subalterno se llegue a una solución serena sobre sus petitorios. 3.- Considerar loable y oportuna la participación de la Iglesia Católica que ha venido recomendando el no empleo de las armas y una solución pacifica al problema, en cuya noble tarea debe proseguir. 4.- En lo que respecta al PARO OBRERO Y POPULAR de mañana martes 19 de los corrientes, IU tiene todos los indicativos que este se llevara a cabo en forma masiva, con mucha firmeza y al mismo tiempo será pacifico. 5.- El CDN seguirá reunido de modo continuo para evaluar y orientar el quehacer de su militancia en estos instantes de suyo delicados por los que atraviesa el país a quienes cita para el gran mitin en la Plaza Dos de Mayo, a las 11:00 a.m.

Lima, 18 de mayo de 1987 La República

EL COMITÉ DIRECTIVO NACIONAL DE IU

Genaro Ledesma Izquieta COORDINADOR DE TURNO - IU

Publicado en La República 1º de mayo de 1987

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Anexo 4 INSTAN A POLICÍAS HUELGUISTAS A REINTEGRARSE HOY AL SERVICIO* Gobierno se pronunció sobre paro policial en comunicado Anoche la secretaría de prensa de la presidencia de la república dio a conocer el siguiente comunicado oficial referido al paro policial: 1.- Desde la madrugada del viernes 15, efectivos de las fuerzas policiales han iniciado actos de fuerza negándose a cumplir con sus servicios y ocupando la comandancia 42. Grupos amotinados han tomado otros cuarteles, recorriendo además las calles de Lima en autobuses capturados a la empresa de transporte urbano para obligar a los policías que cumplen su función a dejar de prestar sus servicios. 2.- Hasta el momento el Gobierno ha actuado con la mayor serenidad y prudencia, sin utilizar medidas de fuerza, que pudieran ocasionar pérdidas humanas y situaciones de violencia. Esto a pesar de que en las fuerzas policiales deben estar sujetas de acuerdo a disciplina y jerarquía, estándoles prohibido constitucionalmente este tipo de acciones reivindicativas. Sin embargo, el propio presidente de la República ha conversado con algunos miembros de la policía escuchando sus demandas y planteándoles la necesidad de que se reincorporen a sus funciones. 3.- Como consecuencia de lo anterior se inicio un diálogo entre el diputado Luis Negreiros, Secretario General del Partido Aprista, y los representantes de los policías que mantienen una actitud de fuerza, ante centenares de policías y en conclusión de ese diálogo se ha suscrito un acta en la cual se acogen las necesarias soluciones a los problemas económicos y laborales planteados. 4.- Sin embargo, a pesar de este resultado, elementos infiltrados, que no son miembros de las fuerzas policiales, y algunos policías enardecidos han continuado su actitud el día de hoy. Unos rechazando el acta, negando representación a los delegados que la suscribieron o propalando que la comisión firmante del acta ha sido detenida, versión que es absolutamente falsa. El día de hoy se ha producido una marcha desde la comandancia 42 hasta la avenida Abancay y en estas circunstancias cuando el automóvil del presidente de la República y su comitiva atravesaba el puente Ricardo Palma, una turba situada frente a la comandancia 22 efectuaron disparos de revolver. Además de continuar hostigando las comisarías para amedrentar a los policías que cumplen su función, los amotinados han obligado a retirar la custodia de diversos puntos neurálgicos de la ciudad como la central Termoeléctrica Santa Rosa, las oficinas de la

*Publicado en El Comercio 18 de mayo de 1987

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empresa de Electro-Lima en diversos puntos de la ciudad y el reservorio de la atarjea que da agua a toda la ciudad. 5.- El propósito de los agitadores es muy claro. Se trata de negar la validez del acta y la intención del Gobierno en la solución de los problemas para mantener el estado anormal hasta el día 18 en que se cumplen un año más del inicio de la actividad criminal de Sendero y hasta el día 19, para el que una central a convocado a una paralización laboral. 6.- El gobierno, que ha mantenido la mayor flexibilidad y prudencia para evitar hechos dolorosos, tiene sin embargo como función esencial garantizar la seguridad, la tranquilidad y la autoridad del sistema democrático. Por consiguiente hace una invocación a los miembros de las fuerzas policiales en primer lugar para que desocupen los cuarteles de los que hayan tomado posición; segundo, para que se abstengan de hostilizar a los miembros de las fuerzas policiales que cumplen su función; y, tercero, para que se reintegren a su servicio. 7.- Habiéndose suscrito en acta a las cuatro de la madrugada del día de hoy, el gobierno esperará un tiempo prudencial para que sea conocido por los integrantes de las fuerzas policiales. A partir de las 00 horas del día de mañana, todo miembro de las fuerzas policiales que no se reintegren en sus servicios y función obedeciendo plenamente la jerarquía institucional y las leyes dejará de pertenecer a las fuerzas policiales y será sometido al juicio penal correspondiente. A partir de las 00 horas del día de mañana las fuerzas armadas asumirán por completo el cuidado del orden público y tomará, para garantizarlo todas las medidas necesarias para poner fin al amotinamiento que en los últimos tres días conmueve al país, pudiendo para ello desalojar los cuarteles policiales, si es necesario y emplear la fuerza que estime conveniente. 8.- El Gobierno demanda a la ciudadanía conciencia y colaboración para mantener firmemente la autoridad democrática, ante estos hechos evidentemente concertados con el propósito de facilitar la acción subversiva del terrorismo. El Gobierno que ha llevado su prudencia hasta el extremo y la sociedad que ha sido conciente de ello lamentarán cualquier hecho de sangre que será de exclusiva responsabilidad de quienes mantengan su condición de amotinados o de los elementos extraños infiltrados en las Fuerzas Policiales.

Lima, 17 de mayo de 1887

Secretaria de Prensa de la Presidencia de la República

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Anexo 5

CGTP PARO NACIONAL: PLATAFORMA DE LUCHA La Asamblea Nacional de Delegados de la CGTP con la asistencia de 19 Federaciones de Trabajadores bases de la Central y la presencia de la CITE, Federación de Petroleros, CTRP-LIMA, Ladrilleros, Asociación Médica del IPSS y las organizaciones integrantes de la Comisión Organizadora de la Asamblea Nacional Popular, acordó por unanimidad convocar al Paro Nacional de 24 horas, para el 19 de mayo. Esta es la respuesta al autoritarismo del gobierno aprista, al Estado de Emergencia y al Toque de Queda, orientados a recortar las libertades políticas, sindicales y populares, con la finalidad de implementar una política que sólo beneficia a los grandes grupos de poder económico en perjuicio de los intereses y necesidades de las mayorías. 1.- Plena vigencia de las Libertades y Derechos Democráticos. Cese inmediato del Estado de Emergencia y del Toque de Queda. 2.- Contra el alza del costo de vida. Aumento General de Sueldos y Salarios. 3.- No al pacto con los grandes monopolios. Por una reactivación económica sustentada en los trabajadores y basada en el incremento de la inversión estatal, en las empresas asociativas, en las comunidades campesinas y en las pequeñas y medianas empresas. Defensa de nuestros recursos naturales. No al pago de la Deuda Externa. 4.- Formación inmediata de las Regiones, en forma democrática con amplia y real participación de las organizaciones de base. Transferencia de recursos económicos para una efectiva descentralización. 5.- Cambio de la política laboral del gobierno, que otorga todas las ventajas a los empresarios. Vigencia plena de la NEGOCIACIÓN COLECTIVA. No a la intromisión de CONADE en los pliegos petitorios. No a los topes salariales que impone el Ministerio de Trabajo. Respecto irrestricto de la ESTABILIDAD LABORAL, modificación de la Ley 24514 y derogatoria del D. S. 018-86-TR (PROEM). 6.- Cambio de la política alimentaria del gobierno, que beneficia a los oligopolios agroindustriales y se apoya en la sobre importación. Reactivación del agro priorizando la producción de alimentos y eliminando el comercio especulativos. 7.- Cambio de la política de vivienda del gobierno, que beneficia a los dueños de tierras urbanas, a la banca e inmobiliarias. Programas de vivienda popular y de apoyo a la autoconstrucción. 8.- Prioridad presupuestaria a la Educación y a la Salud, conforme manda la Constitución. Estos son los puntos centrales de la Plataforma del Paro Nacional, los cuales se complementan con las siguientes demandas del Movimiento Sindical y Popular:

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LIBERTADES SINDICALES Y POPULARES 1.- Paz con Justicia Social y Democracia. Cese de todo tipo de terrorismo. Instalación de Gobiernos Cívicos de Emergencia en las zonas convulsionadas bajo cuyas órdenes actúen las FF.AA. y FF.PP. Disolución de todos los cuerpos represivos especializados. Juicio y sanción a los culpables de torturas, crímenes y actos genocidas. 2.- Cese a la acción represiva contra trabajadores, campesinos, estudiantes y pobladores. No a los rastrillajes. 3.- Libertad a los luchadores sociales y políticos. Respaldo a las organizaciones de Derechos Humanos. 4.- Amnistía Laboral y reposición de los trabajadores despedidos, por razones sindicales y políticas. Cumplimiento de la promesa presidencial de reponer a los despedidos de Paro Nacional del 19-07-77. 5.- Rechazo a la intromisión prepotente del APRA con el apoyo del gobierno en las organizaciones sindicales y populares. Contra la manipulación y la acción divisionista y paralelista. 6.- Defensa de la autonomía de las rondas campesinas 7.- Respeto a la Autonomía Universitaria. Pago de los destrozos realizados por las FF. PP. A la infraestructura de las Universidades. Libertad de los estudiantes injustamente detenidos. 8.- Vigencia plena del Derecho de Huelga para los sectores públicos y privado y rechazo a su regimentación. Suspensión de los Arts. 1764 y 1770 del Código Civil y los Arts. del 325 al 328 del Código Penal que declaran delito de sedición a las huelgas y movilizaciones «no autorizadas» de los trabajadores y demás sectores populares. SOBERANÍA NACIONAL 9.- Rompimiento definitivo con el FMI y el Banco Mundial. 10.- No a la privatización de las empresas públicas. 11.- Explotación petrolera a cargo de PETROPERU. Creación de GASPERU. 12.- Nacionalización de la Southern y de los oligopolios alimenticios y farmacéuticos. 13.- No a los subsidios financieros del Estado a los grandes monopolios, D.S. 074-87. 14.- Estatización de la Banca. POLÍTICA LABORAL 15.- Aumento general de sueldos y salarios de 1,500 intis mensuales para todos los trabajadores de la República, sindicalizados y no sindicalizados, independiente de los pliegos de reclamos. 16.- Elevación del ingreso mínimo vital a 2,400 intis mensuales, equivalente a un cuarto de la canasta familiar.

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17.- Indexación al 3er. 6to. y 9no. mes de los sueldos y salarios para todos los trabajadores del país de acuerdo al índice inflacionario. 18.- Control de precios de los alimentos básicos, medicinas básicas, vestimenta, útiles escolares y materiales de construcción. Congelamiento del precio de los combustibles, servicios de luz y agua. 19.- Respeto a los pactos y convenios colectivos y a los derechos adquiridos por los trabajadores. Establecimiento de la Negociación Colectiva en el sector público. 20.- Estabilidad laboral para los trabajadores contratados en el sistema PROEM. 21.- Transformación del PAIT en un programa de empleo que garantice una ocupación productiva y útil al país, sin manipuleo político y con derecho a organizarse a fin de garantizar sus derechos sociales. 22.- Defensa y apoyo económico, financiero y técnico a las empresas administradas por sus trabajadores (propiedad social, cooperativas, comunidades campesinas etc.) 23.- Derogatoria de todos los dispositivos legales y aceleración de los trámites que obstaculizan la transferencia a los trabajadores de la propiedad y administración de las empresas en situación de quiebra o abandono, en base al respeto del derecho de los trabajadores y respaldado por sus beneficios sociales adeudados. 24.- Aprobación de los Proyectos de ley de Comunidades Laborales presentados por CONACI y COCOMI. Revalorización de las acciones laborales y obligatoriedad de compra por las empresas al retiro de trabajador. Extensión de la comunidad laboral al sector financiero, comercio y servicios. 25.- Inmediata reorganización del Ministerio de Trabajo con participación partidaria del movimiento sindical. 26.- Inmediato cumplimiento del mandato constitucional (Art. 43) que señala la participación de los trabajadores en la determinación del monto del Ingreso Mínimo Legal. 27.- Incorporación de los trabajadores en la dirección del INE para el control de la elaboración de los índices de inflación. 28.- Justa homologación de los trabajadores del Estado, de acuerdo con el costo de la canasta familiar. 29.- Moralización en la alta burocracia. Sanción a los inmorales del anterior gobierno: Vollmer, CPV, Precompra, Bancoper; y del actual régimen: importación de alimentos de ENCI, Petropacífico, Surmeban y Banco Amazónico, CORDES, etc. 30.- Eliminación de los topes indemnizatorios. POLÍTICA AGRARIA 31.- Democratización y cambio de la política agraria del gobierno aprista, aplicación del Acuerdo Nacional Agrario, firmado con el CUNA, participación de representantes de las

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organizaciones campesinas y de productores en la elaboración y ejecución de la política agraria del Estado. 32.- Abaratamiento de los precios al consumidor de los productos alimentitos, manteniendo precios rentables para el productor del campo a través del apoyo promocional a la producción de alimentos y de un nuevo sistema de comercialización. 33.- Alto a la privatización de la tierra. No a la entrega de los terrenos del Estado a los monopolios. 34.- Inmediato reconocimiento, titulación y desarrollo de programas integrales de vivienda con participación de la organización vecinal. Agua, desagüe y electrificación para los asentamientos humanos, pueblos jóvenes y urbanizaciones populares. 35.- Reorganización de SEDAPAL con participación de sus trabajadores. Fiscalización de las donaciones del exterior a SEDAPAL en beneficio de los pobladores en los AA.HH. y pueblos jóvenes. 36.- Continuación del Programas del Vaso de Leche y respeto a la estructura organizativa de sus comités y de los clubs de madres y comedores populares. EDUCACIÓN Y SALUD 37.- Por una Ley de Educación nacional y científica democrática, popular y financiada. 38.- Vigencia irrestricta del derecho a la educación gratuita en todos los niveles. Asignación constitucional de no menos del 20% del Presupuesto General de la República al sector Educación y del 6% para rentas a las Universidades. 39.- Respeto irrestricto de la autonomía del IPSS. Cumplimiento efectivo de sus funciones. Pago de la deuda del Estado al IPSS. Formación de una Comisión Reorganizadora, con participación decisoria de los trabajadores, que termine con la inmoralidad. 40.- Fin al negociado de medicinas del IPSS. Formación de una Comisión Permanente que supervigile la compra y la distribución de las medicinas en todo el país, intregrada por los trabajadores y el gremio médico. DEMANDAS POPULARES 41.- Cumplimiento de la resolución judicial del 28-11-86, que restablece el Convenio Tripartito de 1,945, exigida por el Frente Unitario Textil. Así mismo de las resoluciones judiciales a favor de la CITE, que le restituya derechos adquiridos. 42.- Reapertura de los Centros Mineros: Canarias Pasco y Pasto Bueno. Co-gestión mayoritaria de los trabajadores en las minas con amenaza de cierre o paralización de labores por LOCK-OUT patronal. 43.- Solución al pliego anual de reclamos presentado por el SUTEP. 44.- Solución a las demandas de los trabajadores de la CITE. Derogatoria de los D.S. 003-82 y 026-82-JUS. Promulgación del proyecto de Ley presentado por la CITE. Sobre libertad sindical.

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45.- Solución al pliego único de reclamos de la Federación de Comercio. Fin al sistema «PART-TIME». 46.- Solución integral del petitorio de la federación Nacional de Trabajadores Petroleros del Perú. Defensa de la estabilidad económica de Petróleos del Perú y de la estabilidad laboral de sus trabajadores. Cumplimiento de la ley 20530 de los jubilados de PETROPERU. 47.- Solución al pliego de reclamos presentado por la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú. Generación de empleo. 48.- Cumplimiento del convenio colectivo de 1979 sobre reajuste automático «tipo sábana» de los trabajadores del sub sector eléctrico. 49.- Pago de los reintegros que adeuda Pesca Perú y la Sociedad Nacional de Pesquería a los trabajadores del mar. 50.- Solución a las demandas de la Asociación Médica del IPSS. 51.- Reposición de los trece trabajadores de Manufacturas NYLON-Químico Industrial injustamente despedidos en 1976. 52.- Libertad al c. José Cháves Canales ex-Secretario General Adjunto de la CGTP, injustamente detenido. 53.- Licencias Municipales de funcionamiento a nombre de cada mercado, para los efectos del pago de impuesto D.L. 22834. Creación de un fondo económico de Seguridad Social para los trabajadores minoristas de los mercados, gravando con el 1% al mayorista. 54.- Derecho al trabajo de los vendedores ambulantes y cese de la represión. Por una solución integral a sus demandas. 55.- Solución a las demandas de las Federaciones Departamentales y de los Frentes de Defensa del Cusco, Pisco, Puno, Juliaca, Huancayo, Cerro de Pasco, La Oroya, Ayacucho, Huancavelica, Chimbote, Arequipa, La Libertad, Tumbes, Cajamarca, Moquegua, Piura, Lambayeque, San Martín, Iquitos, Madre de Dios, Tacna, Ica, Huanuco, Pucallpa, Chachapoyas, Callao, Junín, Ayacucho y otros. 56.- Solución a las demandas de los trabajadores de la Federación de Petroleros, Bancarios, de Luz y Fuerza, FENTUP, Metalúrgicos, Sider Perú, Minero Perú, Centromín Perú, Hierro Perú, Toquepala, Cuajone, Clínica Barton y otros. Solución a las justas demandas de los gremios en conflicto. Lima, abril de 1987 Fiman la Plataforma del Paro Nacional CGTP, CNT, CTRP-Lima, CITE, Petroleros, CCP, CGCP, CNA, Asamblea Nacional de Ronderos Campesinos, FEP, Frente Defensa (Tumbes, Lambayaqye, Cusco, Arequipa, Puno, San Martín, Huancayo, Villa El Salvador (CUAVES), Frente Unitario Textil, FECHAP (Federación de Pescadpres de Consumo Humano del Perú), Ladrilleros, COCOMI, CEAT, Asociación Médica del IPSS, Federación Nacional y por Rama de la Producción y provincias afiliadas a la CGTP.

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Anexo 6 CGTP Mayo 1987 Organo Informativo de la Confederación General de Trabajadores del Perú Consejo de Redacción Isidoro Gamarra, Valentín Pacho, Pablo Checa, Gregorio Bazán, Oscar Marcavilca Redactores Eduardo López, Jorge Chumbe, Héctor López , Ricardo Marin Editor Jorge Chumbe Huapaya

EDITORIAL Paro Nacional: Plataforma de lucha Con el esfuerzo de los trabajadores y la responsabilidad de la Comisión de Defensa de la Central Mariateguista, aparece el periódico CGTP. Sin la presencia de un medio de difusión de carácter sindical, la defensa de los principales derechos e intereses de los trabajadores permanecería muy limitada Los peruanos estamos inmersos en un encrucijada económica, política y laboral. El régimen aprista otorga todo a los empresarios y nada para los trabajadores. La llamada reactivación económica está orientada a incrementar sustancialmente las utilidades de los principales, grupos económicos: ROMERO, BRESCIA, ONRUBIA, LANATTA, BERCKEMEYER, NICOLINI y los otros grupos financieros y agro-alimentarios a costa del mayor empobrecimiento de los trabajadores. Las transnacionales siguen, como antes, disfrutando cada vez de mayores beneficios. Por ejemplo: Las grandes empresas ligadas a las transnacionales como LIMA CAUCHO y TOYOTA necesitan sólo de 7 ó 8 días para pagar los salarios de todo el año de los 455 trabajadores que tienen. BATA requiere de 30 días para cubrir las planillas anuales de 1,800 trabajadores. Nueve (9) Bancos menos de dos meses de trabajo para cancelar los sueldos de todos el año a casi 70 mil bancarios. En aras de la «reactivación económica» el gobierno aprista ruega a los empresarios que «apuesten por el Perú», que inviertan. Y para «incentivar su patriotismo», además de las ventajas otorgadas a los empresarios en el mes de febrero del año pasado (reducción de Impuesto General a las Ventas de 11% al 6%, reducción del 10% de la tarifa eléctrica para la industria, reducción del 10% del costo del Petróleo Diesel, refinanciación de las deudas de las empresas privadas con la Banca Estatal), se continúan otorgando nuevas medidas que incrementan aún más las utilidades de los empresarios y que perjudican directamente a los trabajadores y sus familiares: con el PROEM se persigue eliminar la estabilidad laboral y la creación del CONADE tiene el fin de imponer topes inaceptables a los sueldos y salarios en los pliegos de reclamos. Las autoridades de trabajo, por su parte, «solucionan» los pliegos de reclamos por debajo de las ofertas que hacen los empresarios en trato directo. Y los topes indemnizatorios se

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mantienen. Lo real es que los sueldos y salarios se están incrementando muy por debajo del alza del costo de vida, de la inflación. El hambre y la miseria crece. Sostiene el ministro de Trabajo, Orestes Rodríguez Campos que las empresas en nuestro país han restringido sus inversiones y, por consiguiente, el empleo. De una población económicamente activa que alcanza a 6’709,000 más del 60% o se encuentra subempleada. Autoritarismo Aprista Para poder aplicar su política económica y laboral a favor de los empresarios, el régimen incrementa su autoritarismo. Las libertades democráticas, sindicales y políticas son frencuentemente pisoteadas, y cada vez se restringen más. Se llegó al extremo de prohibir la realización de las Asambleas Sindicales, pero la lucha desplegada por la CGTP y las bases sindicales consiguieron dejar sin efecto este atropello. La represión continúa contra el movimiento sindical y popular. Ninguna conquista es lograda, ningún pliego de reclamos es resuelto sino está de por medio la lucha de los trabajadores y los mítines y otras movilizaciones, acciones que se han hecho comunes en Lima y provincias. Lo ocurrido en las universidades no es sino el reflejo de la política autoritaria del gobierno. La brutalidad empleada es la expresión de las posiciones fascistoides que predominan en el seno del gobierno. El sector popular de la Universidad Peruana ha sido pisoteado y mancillado. El sambenito de «terrorista» sirve para destruir y agredir a las organizaciones populares. Los trabajadores rechazamos esta escalada represiva contra el movimiento popular y nos encontramos en pie de lucha. En el Paro Nacional, Sindical y Popular que materializaremos el próximo 19 de mayo, demostraremos al régimen aprista que la verdad y la razón está de parte de los trabajadores. Nuestra prensa sindical, en tal sentido, juega un papel de trascendental importancia, teniendo en cuenta el enorme silencio o, en otros casos, desinformación por parte de los medios de comunicación masiva en lo que se refiere a los aconteceres cotidianos de la clase trabajadora. La edición de nuestra prensa sindical, es un nuevo esfuerzo de la Dirección de la CGTP y esperamos que las Bases Sindicales respondan adquiriéndolas para garantizar su autofinanciación. El Consejo de Redacción

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Anexo 7 ¿ASÍ SE PACIFICA EL PAÍS? - ¿Decretando el Estado de emergencia en el 40% del territorio nacional? - ¿Renunciando a la autoridad civil a favor de prácticos gobiernos militares en las zonas ocupadas? - ¿Manteniendo en la impunidad el genocidio de los penales, las masacres, las desapariciones y la tortura? - ¿Destinando el 2.8 % del presupuesto nacional al agro, mientras el 28% (¡diez veces más!) va a parar al ministerio del interior y las FF.AA.? En la lucha por imponer una política de Paz con Justicia Social y democracia. Para defender la vida y acabar con la militarización, el terror de estado y toda forma de terrorismo. Este martes 19: TODOS CON EL PARO NACIONAL Lima, 16 de mayo de 1987. La República. Partido Unificado Mariateguista

TODOS CON EL PARO NACIONAL - Porque, contra la política pro-monopólica del gobierno aprista, si es posible aumentar sueldos y salarios, controlar la inflación y subsidiar los artículos alimenticios, garantizar precios justos para el campesinado y promover masivamente el empleo productivo. - Porque frente a las estrategias de terror de estado que baña en sangre el país, mantiene a impunidad de las masacres, torturas y desapariciones y extiende el Estado de emergencia, si es posible superar la violencia con una política de Paz con Justicia Social, democracia y respeto a la vida. - Porque, frente al autoritarismo, la apristización del Estado y el centralismo, le toca al pueblo y a las organizaciones sociales garantizar el respeto a las libertades democráticas, lograr una verdadera regionalización con gobiernos autónomos y con poder y apoyar las demandas democratizadoras y salariales como las que hoy levanta el personal subalterno de las Fuerzas Policiales. Lima, 17 de mayo de 1987. La República. ¡NO AL AUTORITARISMO, LAS ALZAS Y LA MILITARIZACIÓN! Partido Unificado Mariateguista

Este 19 de mayo TODOS CON EL PARO NACIONAL - Para decir basta a la política aprista de privilegios a los monopolios y de alzas de precios y reducción de los ingresos del pueblo. - Para rechazar la emergencia, las masacres y la impunidad, que no resuelven sino alimentan la violencia. - Para lograr una verdadera regionalización, con gobiernos autónomos, democráticos y con poder. ¡NO AL AUTORITARISMO, LAS ALZAS Y LA MILITARIZACIÓN! Lima, 18 de mayo de 1987. La República. Partido Unificado Mariateguista

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Anexo 8

EL COMITÉ DIRECTIVO NACIONAL DE IZQUIERDA UNIDA* Izquierda Unida, la primera fuerza de oposición al gobierno aprista, ratifica su identificación con los trabajadores y el pueblo en la realización del PARO NACIONAL DE PROTESTA del 19 de los corrientes decretado por la CGTP y demás organizaciones gremiales de nuestro país. Llama en consecuencia a todos sus militantes, amigos y simpatizantes a respaldar la justa y trascendental medida de lucha, a movilizarse junto a los trabajadores y al pueblo por el éxito de la medida y a concurrir a los actos masivos que se llevan a cabo con ocasión de esta fecha de combate. El pueblo trabajador no puede seguir soportando la llamada «reactivación económica del país» que ejecuta el gobierno aprista porque favorece fundamentalmente a los grandes patrones, empresarios privados inversionistas extranjeros, y porque somete a sus trabajadores al hambre generalizado con sueldo y salarios que no cubren el costo de vida, a la amenaza constante del desempleo, a la utilización del desempleo para una mayor explotación y chantaje político, como es el caso del PAIT y el PROEM manteniendo el pauperismo de los trabadores estatales dando incluso lugar a que hasta el personal subalterno de la policía tenga que declararse en huelga general, (medida que respaldamos por su justo contenido social) haciendo pues que los pobres del campo y la ciudad se vean cada ves más pobres y cunda en ellos la desesperación y la tragedia. El gobierno aprista prometió que pagaría la deuda externa del Perú con sólo el 10% de las exportaciones. Sin embargo, en un entendimiento por debajo de la mesa con el FMI paga hasta el 36% lo que ha sido admitido por el propio gobierno, agravando así la situación económica y financiera del país por falta de fondos para nuestro desarrollo. Para acallar las protestas y reclamaciones, el gobierno aprista responde con prepotencia y autoritarismo llegando a violaciones flagrantes de los derechos humanos (demostrado fehacientemente por organismos internacionales) practicando el genocidio con las poblaciones campesinas y con los presos políticos (masacre en Pucayacu, Accomarca, El Frontón, Lurigancho, etc, etc, de repudio mundial), asalto a las Universidades y destrozo de sus ambientes y enseres, las operaciones Rastrillo en los Asentamientos Humano, el encarcelamiento de nuestros militanteses y de otros luchadores sociales, acusados absurdamente de terroristas, así como la detención y desaparición de personas. La respuesta tenía, pues que darse tal y como la ha encausado la gloriosa CGTP con el respaldo de todas las organizaciones sindicales y populares. IU hace suya la plataforma del paro del martes 19, junto con los trabajadores del campo y la ciudad exige el cambio en la política económica y social del régimen, el no pago de la

*Publicado en La República 18 de mayo de 1987

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deuda externa ya que esta no ha sido contraída por el pueblo, fin a la liberación de impuestos para los grandes empresarios, defensa de nuestro signo monetario prohibiendo las mini-devaluaciones, la efectiva reactivación del agro que priorice la producción de alimentos y elimine el comercio especulativo, por la defensa de la tierra para el campesinado. Rechazo de «sociedades anónimas» en el campo, reestructuración del agro en beneficio de las Comunidades Campesinas cual es el clamor del campesinado de PUNO, por precios de garantía para los productores campesinos, congelamiento y subsidio a los artículos de primera necesidad. Plantea la no privatización de las empresas estatales y la nacionalización de la Southern, de la banca, así como de las concesiones petroleras. En política laboral reclama por la vigencia plena de la negociación colectiva y el derecho a la huelga, eliminación del CONADE de los pliegos de reclamos e igualmente de los topes indemnizatorios, solución de los pliegos presentados por los sindicatos y Federaciones entre los que figura con dramática urgencia la reclamación del magisterio y de las Universidades que urgen de mas rentas, aumento general de sueldos y salarios que compense el costo de vida. Humanización de los hospitales, de la vivienda y el transporte. Fin al estado de emergencia y guerra sucia, aparición con vida de los desaparecidos, respeto pleno a los Derechos Humanos, Libertad de los presos políticos, fin al terrorismo de Estado y de todo tipo de terror. Declaramos que este tipo de lucha se ajusta al art. 55º de la Constitución que declara que la huelga es derecho de los trabajadores. Por consiguiente rechazamos toda amenaza del gobierno que tienda impedir el ejercicio de este derecho. IU estará con todos sus parlamentarios en las calles para impedir el atropello del gobierno. Estará también con sus Alcaldes y Regidores. Y lo que es esencial, con todos sus militantes. En Lima, materializado el paro, todos concurriremos a la Plaza Dos de Mayo para el GRAN MITIN DE PROTESTA contra el autoritarismo, militarización y fascistización creciente del APRA.

Lima, 18 de mayo de 1987

¡Viva la IU y el pueblo combatiente! ¡Viva el glorioso y trascendental Paro del 19 de Mayo!

EL COMITÉ DIRECTIVO DE IZQUIERDA UNIDA

Genaro Ledesma Izquieta, Coordinador de Turno

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Anexo 9

ACORDARON CONDENAR ENTREGUISMO DEL GOBIERNO Y MILITARIZACIÓN

MINEROS CONTRA SOBRE-EXPLOTACIÓN DE TRABAJADORES Y AGOTAMIENTO DE MINERAL Fueron tres intensas jornadas, pero al final primaron la unidad sindical y el clasismo. Eso tal vez es el resumen de lo que significo el I Congreso Nacional Unificado Ordinario de la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú, finalizado ayer. El Congreso, en su última reunión, se abocó desde tempranas horas a discutir las mociones de las comisiones de trabajo para abordar los puntos de situación nacional, situación del sector minero y situación internacional. Los asambleístas acordaron en consenso rechazar la política entreguista del actual régimen, condenar la militarización del país que desarrollan el PAP y las FF.AA. Así como desarrollar cuerpos de autodefensa en los sindicatos. También se cuestionó la política minera implementada por la administración García, señalando las grandes empresas mineras siguen enriqueciéndose por el trato privilegiado que les confiere el Estado, y el aumento de productividad (producción por hombre) mediante la sobreexplotación de la fuerza de trabajo y el agotamiento del mineral de mas alta ley. Como ejemplo de lo dicho, se presentó el caso de la Southern Peru Cooper Corporation (SPCC), que durante los últimos seis años ha seguido enviando enormes remesas de dinero a su matriz de EE.UU., al mismo tiempo que invertía minimamente en nuestra economía. Su voracidad tendió a agotar el mineral de mas alta ley (especialmente en Cuajone). Luego, valiéndose del Decreto Legislativo 109 (Ley Kuczynski) que elimino el monopolio del control estatal de la comercialización del mineral, la transnacional «amarro» contratos con compradores que le han costado al país la suma de 70 millones de dólares. Igualmente la SPCC ha venido boicoteando a la refinería de Ilo (a la que abastece de cobre blister), con el fin de lograr negociar una disminución de 70 dólares por cada TM que le cobra a la refinería por procesar dicho metal. Una de las cosas mas resaltantes del evento, fue el acuerdo de la negociación colectiva a través de un pliego único minero. Se creó una comisión de elaboración de pliego único,

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que en un lapso de sesenta días deberá presentar un proyecto a discutir en la Asamblea Nacional de Delegación. Se acordó también pedir la derogatoria de la Ley 24514 (Ley de estabilidad laboral), al igual que los D.S. 020-86-TR y 018-86-TR (PROEM) y el D.L. 109 (Ley General de Minería). Al final de la sesión se procedió a renovar el Comité Ejecutivo Nacional, que regirá los destinos de la federación por el lapso de dos años. Quedo conformado de la siguiente manera: Presidente: Moisés Palomino (Simsa San Vicente), Vicepresidente, Víctor Cuadros (CEN), Secretario General, Saúl Cantoral (Hierro Peru), Sub. Sec. General, Víctor Taype (Julcani), Secretarios de Defensa: Pedro Vera (Chicrin), Víctor Lucero (Uchucchacua), Julio Ortiz (Posco), Aurelio Banegas (Cuajone). Secretarios de organización: Francisco Vásquez (Sider Peru), Juan Pecho (Refinería de zinc), Emilio Llacho (FTMMMA), Pantaleón Coayla (Toquepala). Secretarios de prensa: Sixto Vilcas (Huancavelica), Adrián Santos (Atacocha), Leonardo Ramírez (Casapalca), Secretarios de Economía: Pánfilo Castillo (San Rafael), Sub. Sec. Economía: Alejandro Suma (Met. Peruana), Sec. Actas: Porfirio Delgado (Huampar), Sec. Derechos Humanos: Miguel Mallqui (Huanzala), Sub. Sec. Derechos Humanos: Raul Huamaciza (Tambo de Viso), Sec. Disciplina: Florencio Mamani (Pacococha). Sub. Sec. Disciplina: Salomón Villavicencio (CEN), Sec. Técnica: Delfín Cochachi (Centromin), Sub. Sec. Técnica: Máximo Paz (CEN). Secretarios de Asistencia Social: Evelio Frisancho (Tintaya), Teofilo Miranaa (Milpo), Ángel Romucho (Canarias), Marcos Gutarate (Millotingo), Se. Relaciones: Celso Cajachagua (Centrominas), Sec. de Cultura y Relaciones Laborales: León Cutipa (Madrigal), Sub. Sec. Cul. y RR.LL: Alfredo Silva (CEN). Secretarios de Cultura: Eduardo Cajahuaringa (CEN), Wilfredo Aquino (Metalúrgicos) – La Oroya), Secretarios de Asuntos Femeninos: Meliton Álvaro (Raura), Sub. Sec. Asuntos Fem. Guillermo Díaz (CEN), Coordinadores nacionales: Pablo Mamani (CEN), Marco Huisa (Algamarca), Leoncio Claver (Tambo de Viso), Anibal Castillo (Cerro de Pasco). Coordinadores ante el IPSS: Christian Rivas (CEN), Víctor Ismodes (San Juan de Lucanas), Aquilino Gallardo (Sider Perú).

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Anexo 10

Confederación Campesina del Perú Fundada el 11 de abril de 1947

Afiliada a la CGTP

POR LA TIERRA Y EL PODER VENCEREMOS: INFORME DE LA CCP SOBRE EL PARO NACIONAL DEL 19 DE MAYO DE 1987 1.- El campesino peruano afiliado a la CCP, ha tenido una destacada participación en esta lucha. Damos cuenta ante nuestras bases y ante la Asamblea Nacional de Delegados de la CGTP, las siguientes acciones desarrolladas en el campo. a) En Puno se desarrollaron gigantescas luchas de tomas de tierras por parte de 152 comunidades y parcialidades del departamento de Puno dirigidas por la FDCP. Alrededor de 15,000 campesinos movilizados en 5 provincias (Azangaro, Puno, Melgar, Carabaya, Huancané), recuperaron 280,000 Has. de tierras de 22 Empresas Agrarias levantando firmemente las banderas de reafirmación democrática de las empresas y por la afirmación de la vía campesina comunera. Esta lucha sigue siendo demandada por el campesinado para el arribo de una solución armoniosa y pacífica. b) En Piura la acción campesina dirigida por la combativa FRADEPT se centró fundamentalmente en el bloqueo de las carreteras, plegándose a la solución del problema del algodón, en defensa de la autonomía comunal y en abierta confrontación contra la prepotencia y el autoritarismo aprista. c) En Chiclayo se realizó una significativa marcha mitin Campesino y Popular con la activa participación del proletariado azucarero dirigido por la FTAP y la USTL, en defensa de la industria cooperativizada del azúcar y en demanda de las reivindicaciones populares de la región. d) En Chepén la participación el campesinado y de manera decisiva de los trabajadores eventuales, dirigidos por la CUNA del Valle e Jequetepeque, contribuyeron al lado del resto de sectores del pueblo en gestar exitosamente las medidas de lucha. e) En Huaral Sayán el frente de Defensa de los trabajadores del Agro conjuntamente con el sindicato y la Cooperativa de Andahuase encabezaron una importante movilización campesina, hacia la ciudad de Huacho en donde se realizó un combativo Mitin Popular. f) En Cañete los trabajadores eventuales dirigidos por la CETEC, centraron su acción en el bloqueo de carreteras.

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g) En Iquitos se hizo sentir la destacad participación de la Federación Campesina de la Provincia de Maynas, del Comité Provincial de Productores de Arroz y Comité Provincial de Productores de Yute. h) En Cusco la participación del campesinado dirigido por la FDC, tuvo su expresión combativa en la provincia de la Convención y Anta tuvo características contundentes por la experiencia de lucha que ellos tienen. i) En Junín y particularmente en el valle del Mantaro importantes columnas de campesinos bloquearon la carretera de la Región Central. j) En Arequipa la acción del campesinado se centró fundamentalmente en la retención de la venta de sus productos y de manera secundaria en la movilización den las provincias de Castilla y Condesuyos. 2.- En síntesis la participación del campesinado en esta lucha nos muestra su valioso aporte en el exitoso Paro Nacional del 19 de mayo. De otro lado muestra que la CCP está en la capacidad de articular un movimiento nacional junto al pueblo peruano; que siente las bases de la forja de la Central Única Campesina y de la Alianza con la clase obrera y el pueblo. El Paro nacional ha mostrado que las demandas fundamentales del campesinado en la presente coyuntura son las siguientes: a) La lucha por la tierra que se expresa fundamentalmente en la lucha por la reestructuración de la Empresas Agrarias de Puno; en otros lugares del país por la defensa de las tierras comunales y contra el intento del APRA de querer entregar tierras a las grandes empresas monopólicas nacionales y transnacionales. b) Por mejores precios para los productos del campesino, para cuyo efecto debe ser subsidiado por el estado, para que no agrave la economía de los consumidores. Defensa de las demandas de los productos maiceros, arroceros, paperos; de productos agrícolas andinos y en defensa del algodón contra la política del gobierno de importar este productos. c) Defensa de la industria Azucarera, del sistema cooperativo y por mejores precios para el azúcar. d) Declarar en Estado de Emergencia Agraria a las zonas del trapecio andino (Ayacucho, Apurimac, Cusco y Puno) que sufren el flagelo de plagas, heladas y sequía; de cuya consecuencia ha habido una pérdida de mas de 505 de la producción agrícola. e) La lucha contra el avance y el intento de militarizar las regiones del país como es el caso de Puno, Cusco, etc. En defensa de los derecho humanos en el campo y por la vigencia y fortalecimiento de nuestras comunidades. f) Contra la política anti-campesina y anti-nacional del Ministerio de Agricultura.

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3.- En esta acción se ha producido una confrontación con el APRA en nuevos niveles; sin embargo esta importante lucha no fue atacada por las bases de la CNA y otras bases integrantes de la CUNA, lo cual explica no solo la extrema debilidad orgánica de estos gremios, sino también que no colaboraron con el Paro. Es necesario fortalecer el trabajo en zonas donde no se ha producido la movilización campesina; como es el caso de los parceleros de los valles de la y de algunas zonas campesinas que no se plegaron a la acción. En el caso de Puno, como en otras ciudades se movilizó el ejercito y las UTA (Unidades tácticas Antisubersivas) para reprimir al pueblo, lo que exige un mayor trabajo en la autodefensa Popular y Campesina en la medida que estamos entrando en el país a una mayor confrontación violenta. Fortalecer las Rondas Campesinas y la Autodefensa de masas como elemento clave para el desarrollo de la futura lucha por el poder. 4.- El Paro Nacional ha permitido producir un grave deterioro a la política del Régimen actual y este a alcanzado su contundencia agudizado por la huelga de la policía. El conflicto abierto entre el personal subalterno e las fuerzas policiales y el Gobierno debieran ser correctamente tratadas por el movimiento popular. Derrotando a los altos mandos del aparato represiva que promueve la guerra sucia. 5.- La actual situación política que vive el país abre un periodo de mayor confrontación entre el gobierno y las clases que lo sustentan y el movimiento popular. El Paro Nacional ha permitido articular la protesta del pueblo y ha fortalecido a sus organizaciones en la unidad y en la acción. Las posibilidades de un mayor desgaste del gobierno están abiertas; el APRA en su desesperación ha querido polarizar al país entre apristas y comunistas, entre los defensores de la democracia y los que promueven el terrorismo, con un claro intento de generar confusión e impedir el Paro. Las banderas de este movimiento policial son parte por democracia y un trato digno y humano para el personal subalterno y por eso el pueblo debe apoyarlos. 6.- Luego de esa exitosa jornada nacional de lucha, el movimiento popular debe centrar sus esfuerzos en realizar exitosamente la Asamblea Nacional Popular que permita tensar fuerzas, fortalecer los niveles de centralización sindical y popular alcanzado y preparar nuevas y contundentes respuestas en defensa de la plataforma de lucha nacional enarbolada con motivo del exitoso Paro Nacional del 19 de mayo.

COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DE LA CONFEDERACIÓN CAMPESINA DEL PERÚ

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Anexo 11

PARTIDO UNIFICADO MARIATEGUISTA Sólo la soberbia autoritaria puede negar, la contundencia y éxito del paro nacional del martes 19, en los más apartados rincones de la patria, los trabajadores, los pobladores, los campesinos, los hombres y mujeres del pueblo se han pronunciado por un cambio radical de la política gubernamental. Pero se trata solo de una advertencia, de una mayoritaria y firme advertencia. El movimiento sindical y popular, acompañado por la Izquierda Unida, ha dicho en su propio lenguaje que no asistirá más como convidado de piedra al festinamiento de sus aspiraciones, de sus derechos y de su dignidad. ¿Qué está pasando? Una grave crisis política se ha abierto al país ante el fracaso del gobierno aprista para resolver los problemas que aquejan a la patria y sus mayorías. El paro de la CGTP y la huelga de 4 días del personal subalterno de las Fuerzas Policiales han destapado el extenso ánimo de rechazo a una política económica de granjería a los monopolios, de autoritarismo prepotente y sordo de apristización del Estado y de militarización. ¿Hasta donde está dispuesto el Presidente de la República a llevar al país? Porque ya no es hora ni de inculpar como «terroristas» y amenazar a las fuerzas masivas que protestan, ni de resolver con gestos y promesas vagas la sed de justicia y cambios que la jornada del 19 puso en evidencia. Como tampoco se pueden aceptar los intentos de evadir el fracaso de la «reorganización de la policía» y escamotear las demandas económicas y democráticas de su personal subalterno, o la soberbia presidencial de ratificar al Ministro de Economía después del Paro Nacional y al Ministro del Interior por encima del pésimo manejo de los reclamos policiales. El Perú demanda nuevos rumbos, esto es, la rectificación sustancial de la política oficial. El partido Unificado Mariateguista sostiene que esto es posible llevarlo adelante: Primero: aplicando una política de efectiva soberanía nacional y atendiendo las necesidades populares, con el control de precios, el subsidio a los alimentos, el aumento de sueldos y salarios, la fijación de precios de garantía justos al campesinado y la implementación de programas de inversión social y empleo masivo financiado con los fondos que bajo la política vigente van a parar a manos de los monopolios o de la banca internacional. Segundo: poniendo fin al autoritarismo, respetando las libertades democráticas, disolviendo los aparatos paramilitares apristas, terminando con la política de apristización del Estado y sus instituciones, democratizando las fuerzas policiales atendiendo sus justas demandas y modificando la ley de bases de la Regionalización de manera tal que pueda darse paso a la elección de verdaderos gobiernos regionales democráticos, autónomos, con fondos y poder.

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Tercero: Poniendo fin a la estrategia antisubversiva de terror de Estado y militarización y aplicando una política de paz con justicia social y democracia sustentada en el pueblo mismo y en el respeto a los derechos humanos. Esta es la rectificación de rumbos que demanda una mayoría del país. Es una exigencia de cambios fundamentales, no de modificaciones parciales para sortear las demandas populares y postergar una crisis incontrolable. Y por eso mismo tiene como condición la renuncia y el relevo del gabinete Alva-Salinas. En todo caso es el Gobierno que debe reconocer el referéndum del 19 de mayo. Que cada uno asuma su responsabilidad ante el presente ante los destinos del Perú. Nosotros la seguiremos asumiendo al lado del pueblo, de sus luchas y de sus seculares energías morales y transformadoras, porque en ella descansa el futuro de democracia, justicia y dignidad del país. Seguiremos impulsando la movilización, la organización y la conciencia popular, seguros de que en ello está el principal instrumento de nuestra liberación nacional y social. El Comité Ejecutivo Nacional del Partido Unificado Mariateguista llama a la Izquierda Unida a ponerse a la cabeza de esta lucha organizando una movilización política nacional y asumiendo el impulso a la Asamblea Nacional Popular. Igualmente saludamos a las organizaciones sindicales , populares y sociales que se comprometieron en el éxito del paro del 19 de mayo y reiteramos nuestra voluntad de marchar a la realización indefectible de la ANP convocada para los días 26/29 de junio. Juntos también afrontamos las nuevas responsabilidades que tenemos con el destino de la patria y sus mayorías. Lima, 20 de mayo de 1987

Javier Diez Canseco Secretario General COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL

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Anexo 12

PRONUNCIAMIENTO DE IU Censura popular al gabinete En contra de lo que cierta prensa sostiene interesadamente, para la opinión pública del país está claro que el martes 19 se produjo una mayoritaria, masiva y contundente movilización nacional del pueblo peruano. Ese día, siguiendo la convocatoria de la CGTP y apoyados por la Izquierda Unida, una sola bandera flameó en los más apartados rincones de la patria , exigiendo el fin de la política económica que favorece a los monopolios y de la estrategia de militarización y del autoritarismo aprista. Se ha abierto una grave crisis política en el país evidenciada en la huelga de los policías y el exitoso Paro Nacional. Ha fracasado la política económica, la política de apristizar el aparato del Estado, la militarización de la sociedad. El Perú exige cambios ahora. En las calles y plazas ha sido censurada una política y un estilo de manejar el Gobierno. La Izquierda Unida considera que si es posible atender las reclamaciones enarboladas por los explotados y oprimidos en el Paro Nacional. Pero lo es, ciertamente, a condición de que el gobierno deponga la soberbia y autosuficiencia y reconozca que viene gobernando a espaldas de las mayorías nacionales, las Mismas que generan las riquezas y quienes portan su destino de democracia verdadera y justicia social. EL GABINETE DEBE RENUNCIAR El gabinete Alva Castro ha fracasado y debe renunciar, entre otras por las siguientes razones: - Porque ha supeditado los intereses nacionales a los de monopolios y al capital internacional, desatendiendo inclusive los planteamientos de los pequeños Empresarios. Los efectos inmediatistas de su política económica han llegado a su fin; el Gobierno es incapaz de detener las alzas de los artículos de primera necesidad y la inflación, se vislumbra, superará el 100%. - Porque en dos años, el Ministro de Agricultura, Morales Bermúdez ha engañado al campesinado al incumplir su promesa de realizar el programa de Organizaciones Campesinas. Porque es incapaz de controlar el acaparamiento y la especulación con los bienes de consumo popular. - Porque con la política laboral se viola, sistemática y permanentemente la estabilidad laboral a favor de los empresarios mediante PROEM. Ha demostrado total deficiencia en la conducción de las empresas públicas que este año tendrán un déficit de más de 600 millones de dólares. Porque aplica una política de control de los salarios al restringir las negociación colectiva para beneficiar las utilidades empresariales. Porque desatiende las reclamaciones de los empleados públicos, mientras por otro lado permite la existencia de planillas «secretas» con altos sueldos para la burocracia aprista.

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- Porque en política energética el Ministro Huaita ha defraudado al Perú con el entreguismo de nuestro petróleo a las transnacionales, Occidental, Oxi Bridas, entre otras. - Porque en materia de salud el gobierno ha cedido ante los grandes monopolios farmacéuticos encareciendo el precio de las medicinas. - Porque en el aspecto de la educación no se ha hecho absolutamente nada. La educación es un caos y un desastre, mas bien se ha defraudado las rentas del Estado con los PANGO-LIBROS . - Porque es incapaz de moralizar al país, permitiendo millonarias defraudaciones como el caso de las corporaciones Departamentales de Ayacucho, del Callao, entre otras. - Porque ha debilitado la autoridad civil u ha acelerado el proceso de militarización de la sociedad y el desarrollo de la guerra sucia, permitiendo abusos contra la población mediante las detenciones masivas, intervención de las universidades y las operaciones de rastrillaje. - Porque ha perdido autoridad para conducir a las fuerzas policiales, planteándose en la hora actual una reorganización democrática de estas. Izquierda Unida exhorta a todos los trabajadores, pobladores de los asentamientos Humanos, campesinado, hombres y mujeres del pueblo, a las organizaciones cívicas y sociales e instituciones identificadas con el pueblo a persistir en la lucha contra la soberbia, el autoritarismo, la marginación social y el militarismo creciente, los llama a concurrir el miércoles 3 de junio a la gran manifestación popular que realizaremos en la plaza SAN MARTÍN para expresar la CENSURA POPULAR AL GABINETE, EXIGIENDO SU RENUNCIA.

Lima 22 de Mayo de 1987

El Comité Directivo Nacional de IU

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